CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA

LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste s/n – Mz. “P” lote 7 - Urb.
Natasha Alta – Trujillo.
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CASO PENAL N º : 4530-2010-21-1601-JR-PE-01.

DELITO : ACTOS CONTRA EL PUDOR.
PROCESADO : ELMER RAVELO CASTRO.
AGRAVIADA : V. A. P. V.
APELANTE : MINISTERIO PÚBLICO
ASUNTO : APELACIÓN DE SENTENCIA CONDENATORIA.

SENTENCIA

Trujillo, veintiséis de octubre de dos mil once.

VISTA Y OÍDA en audiencia de apelación de sentencia, por los señores

magistrados integrantes de la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, señores Jueces Superiores TOMAS
PADILLA MARTOS (Presidente), JUAN RODOLFO SEGUNDO ZAMORA
BARBOZA (Director de debates y ponente) y NORMA BEATRIZ CARBAJAL
CHÁVEZ; en la que intervino la señora Fiscal Superior Nelly Lozano Ybañez y el
señor Michael Luyo Ramírez, defensor público del procesado Elmer Ravelo
Castro.

I. PLANTEAMIENTO DEL CASO.

1. Viene en apelación la sentencia, de fecha dieciocho de julio de dos mil once,

en la que se condenó a Elmer Ravelo Castro - en adelante “el procesado” –
como autor de delito de violación de la libertad sexual, en la modalidad de
actos contra el pudor de menor de edad, en agravio de la menor de iniciales
V.A.P.V. a cuatro años de pena privativa de la libertad, suspendida en su
ejecución por el plazo de tres años, a condición del cumplimiento de reglas de
conducta, con lo demás que contiene.

2. La venida en grado ha sido cuestionada por la señora representante del

Ministerio Público por haberse impuesto al procesado una sanción por debajo
del mínimo legal sin justificación, consideraciones por las que solicitó su

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revocatoria en ese extremo y reformándola se le imponga la pena mínima

prevista por la norma penal del artículo 176° – A numeral 2 del Código Penal.
3. Esta Sala Penal de Apelaciones asume competencia para reexaminar los
fundamentos de hecho y derecho que tuvo el juez de instancia para emitir la
sentencia recurrida, y eventualmente para ejercer un control sobre la
legalidad del proceso y de la sentencia, en tal sentido se pronuncia como
sigue.

II. CONSIDERANDOS.

2.1. PREMISA NORMATIVA.

4. El artículo 176-A del Código Penal, prescribe: “El que sin propósito de tener
acceso carnal regulado en el artículo 170º, realiza sobre un menor de catorce
años u obliga a éste a efectuar sobre sí mismo o tercero, tocamientos
indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos contrarios al pudor, será
reprimido con las siguientes penas privativas de la libertad: (…) 2) Si la
víctima tiene de siete a menos de diez años, con pena no menor de seis ni
mayor de nueve años. (…)”.

5. En el caso de los delitos contra la libertad sexual, el bien jurídico protegido

es la libertad sexual, entendida en su significado dual, tanto con respecto a la
autodeterminación sexual; así como, en el caso de menores, en vista de la
incapacidad de los mismos para acceder a la mencionada autodeterminación, la
protección de la indemnidad sexual, la cual se refleja en la prohibición de
injerencia de terceros que puedan implicar la interrupción de su desarrollo
sexual normal, en ese sentido podemos señalar el Acuerdo Plenario Número
04-2008/CJ-116, el cual si bien es cierto está referido específicamente al
delito de violación sexual de menor de edad, establece una pauta con respecto
al bien jurídico protegido de los delitos contra la libertad sexual: “es de
entender como libertad sexual la capacidad legalmente reconocida que tiene
una persona para autodeterminarse en el ámbito de su sexualidad, y como
indemnidad sexual la preservación de la sexualidad de una persona cuando no
está en condiciones de decidir sobre su actividad sexual: menores e
incapaces. En ambos casos es evidente que el fundamento material de las

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infracciones que las comprende es el derecho a una actividad sexual en

libertad…”1 .

6. Dentro de las causas que atenúan la responsabilidad penal el legislador ha

considerado la edad del agente, estableciendo en la norma del artículo 22° del
Código Penal la posibilidad de que la pena señalada para el hecho punible sea
reducida cuando el agente tenga más de dieciocho y menos de veintiún años o
más de sesenta y cinco años, al momento de realizar la infracción, salvo que el
agente haya incurrido reiteradamente en delitos previstos en los artículo 111°,
tercer párrafo, y 124°, cuarto párrafo. El dispositivo en comento en su
segundo párrafo establece una exclusión de esta causal de atenuación
específicamente cuando el agente haya incurrido en delito de violación de la
libertad sexual, tráfico ilícito de drogas, terrorismo agravado, atentado
contra la seguridad nacional y traición a la Patria u otro delito sancionado con
pena privativa de la libertad no menor de veinticinco años o cadena perpetua.

7. El artículo 57° del Código Penal regula la suspensión de la ejecución de la pena

- como medida alternativa a la pena privativa de libertad de carácter efectiva
-, la cual procede cuando la condena se refiere a pena privativa de libertad no
mayor de cuatro años, y cuando la naturaleza, modalidad del hecho punible y la
personalidad del agente hicieran preveer que esta medida le impedirá
cometer nuevo delito.

8. El artículo 372° del Código Procesal Penal regula el trámite de la conformidad,

estableciendo en su numeral 3 que si se aceptan los hechos objeto de
acusación fiscal, pero se mantiene un cuestionamiento a la pena y/o la
reparación civil, el Juez previo traslado a todas las partes, siempre que en
este ámbito subsista la contradicción, establecerá la delimitación del debate
a la sola aplicación de la pena y/o a la fijación de la reparación civil, y
determinará los medios de prueba que deberán actuarse.

9. El Acuerdo Plenario N° 1-2008/CJ-116 adoptado en el marco del desarrolla

como doctrina legal aspectos esenciales de la determinación judicial de la
pena, identificándola como el procedimiento técnico y valorativo que se

1
Acuerdo Plenario Nº 4-2008/CJ-116-fundamento N°7 (18 de julio de 2008)

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relaciona con la decisión judicial de definir la calidad e intensidad de las

consecuencias jurídicas que corresponde aplicar al autor o partícipe de la
infracción penal cometida (“individualización de la sanción”). Resaltando que
nuestro país adopta un sistema legal de determinación de la pena de tipo
intermedio, en el que se señala el mínimo y máximo de la pena a imponer;
precisan los magistrados supremos que se deja al juez un arbitrio relativo
para individualizar la pena en el caso concreto, en coherencia con los
principios de legalidad, lesividad, culpabilidad y proporcionalidad y con
estricta observancia del deber de fundamentar las resoluciones judiciales,
agregando que después de determinar la pena básica, el juez debe
individualizar la pena concreta evaluando las circunstancias, entre otros, del
artículo 46° del Código Penal2.

10. Por otro lado, en cuanto al trámite de la conclusión anticipada del juicio y la
determinación judicial de la pena, los magistrados supremos han especificado
que en virtud del principio de proporcionalidad que informa la respuesta
punitiva del Estado, la individualización de la pena, impone una atenuación
menor en los supuestos de conformidad, pues no es lo mismo culminar la causa
en sede de instrucción, poniéndole fin anticipadamente, que esperar su
culminación y el inicio del juicio oral, como sucede en la conformidad por
oposición a la terminación anticipada. En consecuencia, la reducción de la pena
no puede llegar a una sexta parte; ha de ser siempre menor de ese término. 3

11. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República en

la Casación N° 11-2007 – La Libertad, corroborando lo previsto por los
artículos 45° y 46° del Código Penal, precisa que para la determinación de la
pena se debe tomar en consideración, de conformidad con tales dispositivos,
los límites fijados por el tipo penal perpetrado, en atención al principio de
legalidad de la pena y en consonancia con los principios de proporcionalidad y
culpabilidad4.

12. Respecto de la competencia de la Sala Penal, el artículo 409° numeral 3 del

Código Procesal Penal establece que la impugnación del Ministerio Público

2
Acuerdo Plenario N° 1-2008/CJ-116 F. 6 y ss. (18 de julio de 2008).
3
Acuerdo Plenario N° 5-2008/CJ-116. F. 23. (18 de julio de 2008).
4
Casación N° 11-2007-La Libertad. F. 5. (14 de febrero de 2008).

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permitirá revocar o modificar la resolución aun a favor del imputado.

Asimismo, el artículo 425° numeral 3 literal b) prescribe que dentro de los
límites del recurso la sentencia de segunda instancia puede confirmar o
revocar la sentencia apelada (…) También puede modificar la sanción impuesta,
así como imponer, modificar o excluir penas accesorias, conjuntas o medidas
de seguridad.

2.2. ARGUMENTOS DE LAS PARTES.

13. En juicio de apelación no hubo actuación probatoria, tampoco se formularon

pedidos de oralizaron.

14. La señora Fiscal Superior sostuvo: Que, se insiste en el recurso de apelación

pues si bien el artículo 22° del Código Penal faculta la reducción de la pena en
agentes mayores de 65 años de edad (y el procesado cuenta con 77 años de
edad), sin embargo, dicho dispositivo no avala la imposición de una sanción con
pena suspendida por no ser prudencial en el presente caso. Que el juez
sustenta la pena impuesta en los principios de lesividad, proporcionalidad y
humanización de la pena, sin embargo no se ha efectuado una correcta
valoración de lo discutido en juicio oral y la admisión de cargos por el
procesado. Que, según las pericias se trata de una persona de conducta
instintiva sádica, que se deja llevar por sus impulsos sexuales, y va mas allá de
los socialmente permitido; de igual modo ha quedado establecido que presenta
rasgos disociales y tendencia a la impulsividad, irritabilidad y agresividad
encubierta, dada por una tensión y desconfianza, además de frialdad afectiva.
Que, se argumenta que el daño ocasionado a la víctima no ha sido tan grave,
sin embargo en juicio se estableció que la menor agraviada de siete años de
edad tiene sentimientos de cólera, temor contra el procesado, y miedo cuando
recuerda los hechos, soslayándose que fue víctima de besos en la boca y
tocamientos en sus nalgas, lo que de suyo es traumático para una menor. Que
el juez no ha tomado en cuenta lo expuesto por el perito psiquiatra quien
refirió que el procesado se da cuenta de sus actos, es consciente de de ellos.
Que, se debe tener en cuenta la Casación N° 11-2007 – La Libertad que
establece que la pena debe ser impuesta dentro de los parámetros que la
norma indica, por lo que la impuesta no resulta proporcional por ubicarse muy
por debajo del mínimo legal, no siendo válida la invocación al principio de

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lesividad pues el daño ocasionado a la menor ha sido bastante grave,

consideraciones por las que requirió que la sentencia sea revocada y
reformándola se le imponga al procesado la pena mínima prevista por el tipo
penal.

15. El defensor del procesado sostuvo: Que cuando la fiscalía oralizó la acusación
requirió que se le imponga al procesado ocho años de pena privativa de la
libertad efectiva invocando el artículo 45° y 46° del Código Penal, sin
embargo, no dio cuenta de la existencia de una gravedad tal que amerite la
sanción solicitada. Que se produjo la conclusión anticipada del juicio, sin
embargo, al no convenir en el quantum de la pena - la fiscalía propuso en este
estadio una sanción equivalente al mínimo legal (seis años de pena privativa de
la libertad), sin embargo, la defensa considera que se puede rebajar la pena
por debajo del mínimo legal, en virtud del principio de proporcionalidad, como
ha sucedido en otros casos de delitos agravados como los regulados por el
Decreto Legislativo N° 896, considerando que en el caso de autos era factible
la disminución en atención a los criterios contenidos en el considerando 11.5
de la sentencia, aunado al análisis de los artículos 45° y 46° del Código Penal,
en lo que atañe a la esfera psicológica de la menor, discrepando de que se le
haya ocasionado un daño psicológico grave pues mientras a ella se le
recomienda apoyo psicoterapéutico, al procesado se le recomienda
tratamiento psicológico en base al bajo control del impulso sexual, incluso el
perito refiere que su deseo sexual gobierna su conducta, dejándose llevar por
sus impulsos sexuales, siendo bastante sensible a los estímulos sexuales
perceptibles, incluso en la pericia se da cuenta que ha tenido contacto sexual
con animales porque simplemente le dio ganas, lo que demuestra que es una
persona que mas que una sanción merece tratamiento y apoyo psicológico, todo
ello aunado a que cuenta con setenta y siete años de edad, y que si bien no
goza de responsabilidad restringida, ello debe ser una atenuante a tomar en
cuenta por el juez, recomendando un tratamiento psicológico. Que no se le
pueda proporcionar una distinta valoración a la prueba actuada por cuando no
se ha ofrecido prueba alguna que lleve a determinar el merecimiento de una
mayor sanción. Consideraciones por las que requirió que la sentencia sea
confirmada en todos sus extremos

2.3.- ANALISIS DEL CASO

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16. La resolución judicial de primera instancia ha sido cuestionada por la

representante del Ministerio Público por haberse impuesto al procesado una
sanción por debajo del mínimo legal sin justificación, consideraciones por las
que requirió su revocatoria en ese extremo, y reformándola, se le imponga la
pena mínima prevista por la norma del artículo 176°-A – numeral 2 del Código
Penal.

17. Teniendo en cuenta que en juicio de apelación no se produjo actuación

probatoria, es del caso reexaminar la decisión judicial venida en grado,
teniendo en cuenta lo actuado en juicio oral de primera instancia, a la luz de
los argumentos vertidos por las partes y el derecho aplicable.

18. Según los hechos de la tesis fiscal, el 06 de junio de 2010, a las 15:30 horas,
el procesado Elmer Ravelo Castro, a quien la menor agraviada de iniciales
V.A.P.V., de siete años de edad, trataba de “Tío Elmerito”, llegó a visitar a la
madre de la citada menor, señora Betty Elena Vásquez Vidal, a su domicilio
ubicado en el Pasaje Comercio N° 190 Urb. Huerta Grande, lugar donde se
encontraba en compañía de la citada menor; siendo que aproximadamente a la
16:00 horas, la referida señora salió de su domicilio dejando a la menor en
compañía del procesado quien, aprovechando la ausencia de aquella, al
promediar las 17:00 horas, en circunstancias que la agraviada se encontraba
estudiando en su cuarto con la puerta abierta, éste ingresó a dicho recinto, se
sentó en su cama, diciéndole que eran familia, luego la abrazó y la besó en la
boca, en tanto que con la mano izquierda comenzó a tocar sus nalgas, para
luego proponerle acostarse en el mueble, lo que la menor no hizo, por el
contrario, se escondió debajo de la cama hasta la llegada de doña Martha
Elena Miranda Ramírez y de su madre Betty Elena Vásquez Vidal, a quienes
contó lo que había sucedido.

19. De la revisión de lo actuado se advierte que en juicio oral – con ocasión del
trámite de la conformidad - el procesado admitió ser autor del delito materia
de acusación y responsable de la reparación civil, siendo que, al no producirse
un acuerdo entre la fiscalía y el procesado y su defensor respecto, a la
sanción a imponer, se delimitó el debate a la sola aplicación de la pena,
actuándose el testimonio de Betty Elena Vásquez Vidal, madre de la
agraviada, así como el examen de los peritos psicólogos Marco Antonio

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Sánchez Apumayta y Juan Carlos Gonzáles Méndez, el examen del perito

psiquiatra José Ángel Holgado Minaya, introduciéndose al debate también la
partida de nacimiento de la agraviada, así como un certificado médico para
acreditar que el procesado fue operado de varices de miembro inferior
izquierdo y que debe estar en continuo tratamiento.

20.En el considerando 11.5 de la recurrida, se exponen los fundamentos por los

cuales se resuelve imponer al procesado cuatro años de pena privativa de la
libertad suspendida en su ejecución; en efecto, se resalta y toma en cuenta la
personalidad del agente (características de conducta instintiva y sádica e
impulsos sexuales que la gobiernan), la magnitud del daño producido a la
agraviada (que no es de mucha gravedad pues si bien presenta algunas
alteraciones es susceptible de reparación con tratamiento terapéutico
especializado), así como las calidades del procesado (su avanzada edad,
deteriorada salud, sin familiar que vele por él, así como por haberse afectado
parcialmente su voluntad al momento de comisión de los hechos),
concluyéndose que es un sujeto de peligro para la sociedad al que no puede
imponérsele una pena efectiva, en virtud de los principios de lesividad,
proporcionalidad y humanización de la pena, requiriendo tratamiento
psicológico para evitar futuros ataques sexuales.

21. Como puede advertirse, el juez de instancia no ha tenido en cuenta los

criterios que informan la determinación judicial de la pena, pues tratándose
de un proceso común, era imperativo que se tomara en cuenta el marco
sancionatorio abstracto, representado por la pena conminada para el delito de
Actos Contra el Pudor en menor de siete años de edad, que por disposición
expresa del artículo 176°-A numeral 2) es no menor de seis ni mayor de nueve
años de edad; y a partir de ello - y dentro de los parámetros legales -,
ponderar las diversas circunstancias (de agravación o de atenuación) que
convergen en el caso concreto, teniendo como referencia los criterios
incorporados en los artículos 45° y 46° del Código Penal, sin embargo, ello no
ocurrió.

22.Por el contrario, desconociendo el principio de legalidad de las sanciones, así

como la doctrina legal contenida en el Acuerdo Plenario N° 1-2008/CJ-116
(que ha recogido también la Casación N° 11-2007 – La Libertad), impuso una

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sanción por debajo del mínimo legal sin justificación pues en el caso concreto
- y pese a que el procesado contaba con setenta y seis años de edad a la fecha
se sucedidos los hechos (nació el 24 de agosto de 1933) -, se trata de un
delito contra la indemnidad sexual de una menor, cuya protección el Estado
privilegia estableciendo márgenes punitivos bastante elevados, en consonancia
con ello, incluso se ha establecido que la responsabilidad restringida por razón
de la edad no es aplicable en aquellos ilícitos que genéricamente constituyen
violación de la libertad sexual, acorde lo previsto por el segundo párrafo del
artículo 22° del Código Penal. Por otro lado, tampoco avala tal reducción la
personalidad del procesado, sus calidades personales, así como la invocada
menor magnitud del daño sufrido por la víctima, menos aun encuentra
justificación la imposición de una pena privativa de la libertad suspendida en
su ejecución pues ni la condena se refiere a pena privativa de la libertad no
mayor de cuatro años, la naturaleza del hecho punible es de suyo grave, y la
personalidad del agente nos da cuenta – y así lo refiere el juez – de la
posibilidad de la comisión de delitos sexuales por el procesado, por lo que no
convergen los presupuestos para la procedencia de dicha medida alternativa a
la pena privativa de la libertad.
23.De los medios probatorios actuados en el juicio oral se ha incorporado
información relevante para una regular determinación judicial de la pena, en
tal sentido, se puede advertir que la madre de la agraviada dio cuenta de los
hechos – forma y circunstancias como el procesado, estando a solas con la
agraviada, la besó y manoseó sus nalgas - y de la aflicción sufrida por su
menor hija a consecuencia de ello, lo que tiene como correlato el resultado del
examen del perito psicólogo quien dio cuenta que presenta sentimientos de
cólera, ansiedad, temor frente al procesado, al recordar los hechos y a la
presencia de personas adultas del sexo opuesto por considerarlas una
amenaza para su integridad, presentando autoestima disminuida, irritabilidad,
vergüenza, y estado de ánimo alterado, lo que nos da cuenta de la naturaleza
de la acción del agente así como la extensión del daño causado. Por otro lado,
se advierte también que el ilícito se produjo en la clandestinidad, con
aprovechamiento de la confianza depositada en el procesado por la madre de
la menor, lo que nos da cuenta de las circunstancias de modo y ocasión.

24.Asimismo, tal como lo ha precisado el A quo, el procesado es una persona de

avanzada edad, agente primario que ha aceptado la comisión del hecho

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delictivo, por otro lado, del examen del perito psicólogo se concluye que tiene
un nivel de conciencia conservada, sin indicadores de psicopatología mental
que lo incapacite para percibir y valorar su realidad, esto es, se da cuenta de
sus actos, tiene una actitud evasiva y defensiva frente a la denuncia en su
contra orientada a evadir su responsabilidad, perturbación sexual que orienta
conductas de tipo instintivas y sádicas, así como características de
personalidad pasivo agresivo con bajo control de impulsos sexuales,
recomendando apoyo psicológico. Por su parte, del examen del psiquiatra se
advierte que se trata de una persona que reconoce los hechos que se le
acusan, mostrándose arrepentido, con rasgos disociales, irritabilidad y
agresividad encubierta, debido a la tensión y desconfianza, frialdad afectiva
así como tendencia a minimizar los daños ocasionado por los hechos, siendo
que en cuanto a su perfil sexual tiene una carga erótica muy fuerte, siendo
posible que pueda cometer delito de violación sexual, que a pesar de su
avanzada edad sexualmente está preservado sin deterioro en su salud,
sugiriendo supervisión periódica por un psiquiatra para el manejo de su
personalidad y sexualidad, lo que nos da cuenta de la edad, medio social y
condiciones personales que llevan al conocimiento del procesado, dándose
cuenta además de sus carencias sociales; adquiriendo relevancia, a criterio de
este Colegiado Superior, las circunstancias de atenuación, en especial la edad
del procesado, que avalan la imposición de una pena privativa de la libertad
ubicada en el extremo mínimo de la sanción conminada por la norma penal.

25. Debe tenerse además en cuenta que el procesado en juicio oral admitió su
responsabilidad en los hechos, circunstancia que a criterio de esta tribunal
amerita una disminución de la sanción impuesta por haberse producido la
conclusión anticipada del juicio, acorde lo desarrollado en el Acuerdo Plenario
N° 5.2008/CJ-116, aunado a ello también se debe tener en cuenta que ya con
ocasión de la pericia psiquiátrica el procesado esbozó una espontánea
aceptación de los hechos; en consideración a lo expuesto se considera que la
sanción que corresponde imponer al procesado, en consonancia con los
principios de legalidad, lesividad, proporcionalidad y culpabilidad es de cinco
años de pena privativa de la libertad efectiva en su ejecución, consideraciones
por las que la recurrida debe ser revocada y reformada en dicho sentido,
debiendo emitirse las correspondiente órdenes de captura. Por lo demás, este
Colegiado Superior considera que para la ejecución de la pena impuesta –

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fundamentalmente en consideración de la edad del agente y el tipo de

atención especializada a recibir - el órgano penitenciario debe proporcionar
las condiciones necesarias para que el tratamiento penitenciario del agente
responde a los fines de la pena y el respeto de la dignidad de la persona,
debiendo oficiarse a dicha entidad para tal efecto.

26.Respecto de las costas del proceso, no corresponde su imposición por no

haber sido vencida la parte apelante, acorde lo previsto por el artículo 497°
numeral 3 del Código Procesal Penal.

III. PARTE RESOLUTIVA

Por las consideraciones expuestas, analizando los hechos y la pruebas

conforme a las reglas de la sana crítica, la lógica y las reglas de la experiencia, y
de conformidad con las normas glosadas en la presente resolución, la SEGUNDA
SALA PENAL DE APELACIONES DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
DE LA LIBERTAD, POR UNANIMIDAD HA RESUELTO:
1. REVOCAR la sentencia, de fecha dieciocho de julio de dos mil once, en el
extremo que impuso a Elmer Ravelo Castro cuatro años de pena privativa
de la libertad, suspendida en su ejecución por el plazo de tres años, a
condición del cumplimiento de reglas de conducta, como autor del delito de
de violación de la libertad sexual, en la modalidad de actos contra el pudor
de menor de edad, en agravio de la menor de iniciales V.A.P.V. Y
REFORMÁNDOLA le impusieron CINCO AÑOS DE PENA PRIVATIVA
DE LA LIBERTAD EFECTIVA.
2. ORDENARON que se emitan las órdenes para su ubicación, captura y
consiguiente ingreso al establecimiento penal de esta ciudad.
3. OFICIÉSE al Instituto Nacional Penitenciario con el contenido de la
presente resolución.
4. SIN COSTAS.
5. ORDENARON que firme que sea la presente se devuelvan los actuados al
juzgado de origen.
Interviniendo como director de debates y ponente, el señor Juez Superior
Juan Rodolfo Segundo Zamora Barboza.

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TOMÁS PADILLA MARTOS

JUEZ SUPERIOR
PRESIDENTE

JUAN RODOLFO SEGUNDO ZAMORA BARBOZA NORMA BEATRIZ CARBAJAL CHÁVEZ

JUEZ SUPERIOR JUEZ SUPERIOR

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