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Lewis Rowell

Introducción
a la filosofía
de la música
Antecedentes históricos y problemas estéticos
. Lewis Rowell

INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA MUSICA


SERIE MEDIACIONES INTRODUCCION A LA
MICHEL FOUCAULT
La verdad y las formas jurídicas
FILOSOFIA DE LA
jEAN BAUDRILLARD
El espejo de la producción MUSICA
ROBERT NISBET
Historia de la idea de progreso
PIERRE CLASTRES
Investigaciones. en antropología política
Antecedentes históricos y
jACOB BRONOWSKI
Los orígenes del conocz'miento y la imaginación problemas estéticos
NORBERTO BOBBIO
El problema de la guerra y las vías de la paz
GEORGE STEINER Por
Lenguaje y si'lencio
NORBERT ELIAS
Sociología fundamental Lewis Rowell
PIERRE BOULEZ
Puntos de referencia
JACQUES LE GoFF
Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval
RENÉ GiRARD
Literatura, mimesis y antropolog{a
GIANNI VATIIMO
Introducción a Heidegger
LEWIS ROWELL
Introducción a lafilosofia de la música
GIANNI VATIIMO
El fin de la modernidad
MARSHALL SAHUNS
Cultura y razón práctica
GEORGES STEINER
Antigonas

gedisa
Título del original en inglés
Thinking'about Music
© by The University of Massac�usets Press, Arnherst, 1983

Director de la Serie Mediaciones: Enrique Lynch Para Unni


Traducción: Miguel Wald
•Cubierta:
' Maqueta de colección: Torres Agüero
Realización: Sergio Manela

1a �dición, setiembre 198\· Buenos Aires, Argentina

Derechos para todas las ediciones en castellano

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dio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, en
castellano o cualquier otro idioma.
ÍNDICE

Prefacio ................................... 11

1. Introducción: Ténninos y temas............... 13


Proposiciones básicas ... ......... ......... 17

2. Meditacion�s sobre un minué................. 20


Preguntas sobre la cosa en sí . ..... ..... ..... 20
Preguntas de valor ....... . . ............... 24
Preguntas relativas al observador............... 26
Preguntas sobre el contexto de la pieza ..... ... 27

3. La música como arte y como artefacto . . ........ 30


Clasificación de las artes .. .. ......... . .. . .. 30
OCR por: Características comuenes de las artes.......... . 34
Diferencias.......... ................. 38
Biblioteca
Erik Satie 4. Dionisos y Apolo . ........................ 46
Armonía ............. ............... 49
1ra edición Belleza .............................. . 52
Enero 2017 Minlesis ............................... 55
El carácter (ethos) .................. ..... 57
Forma, sustancia y percepción ................ 60

5. El mito de la música. .................... 64


Comunidad Digital Autónoma El mito de la persona ......... ............. 69
bibliotecaeriksatie.blogspot.com.ar Poder ... .... ... .... ...... ..... 75
Transitoriedad . .. .. . ............. .... ... 79
Annonía .... .......... . .. . .......... .. 83
Instrumentos ... .. .... ... .. ... ........ . . 85
Prefacio
6. La tradición europea hasta el año 1600 ........... 88
La Edad Media .. ; ... .. . ..... ...... ...... 92
Hacia el mundo moderno .... ....... .... ... . 102

7. La síntesis romántica . ............. .. .. . ... 117


Los filósofos románticos... ....... .. .. .. .. . . 124

8. Percepción ... ........ . . .. ..... .... .... .· 129


Fonnas de percepción ...... ......... ... .. . 130
Separación . . .. . . ... .... . .... . ... .. ..... Este libro es para aquellos lectores cuya curiosidad acerca de la música
135
El objeto fenoménico .. .. ............ ...... es insaciable, para los "estudiantes de música" en el sentido más amplio de la
139
Significado . ..... .. . ; .. . ... : .. .......... expresión. En esta categoría incluyo tanto a aquellos cuyos intereses música
143 les son más humanísticos que técnicos cuanto a quienes se. están preparando
9. Los valores . ...... . ..................... para encarar carreras musicales.Introducción a _la filosofía de la música no se
148
Valores tonales .. . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · dirige específicamente a musicólogos y filósofos, aunque espero que unos y
150
Valores texturales · · ·· · · · · · · . · · · · · · · · · · · · · 155
oiros puedan hallar aquí algo de su interés. .Sólo sugiero que el lector se pro­
Valores dinámicos : · 158
vea de un conjunto de experiencias musicales tan diverso como le sea posible,
Valores temporales : : : : : : : : : : : : : : : : : :·: : : : : ya sea adquirido frecuentando conciertos, poseyendo una colección de discos,
163 . o- bien participando con la interpretación aficionada de música o la práctica
Valores estructurales ... . 169
Grupo de valores .. . . .. . : : : : : : : : : : : : : : : : . : : profesional.
174
Valores penetrantes . .. . ........ .... .... . .. En un sistema de clasificación de biblioteca,'se puede archivar esta obra
178
Evalu_;¡ción .. .. .. ... . . . .. ... . .... . ....... con el encabezamiento de "Música · Estética, historia y problemas de la''. ya
179
Guías para la excelencia en la música: u.na propuesta . que tal �ría la descripción apropiada.En la antigua tradición de la literatura
181
filosófica, se la podría denominar una exhortación o una isagoge, pero no un
10. Estética comparativa: Indiay Japón . . ...... .... manual.No delineo una filosofía o una estética sino más bien un carnirio ha­
184
Observaciones preliminares ... .. . . ........ . .. cia semejante filosofía.En distintos lugares se podrán detectar opiniones per­
185 sonales pero he evitado cuidadosamente cualquier intento de· persuadir al lec­
Preferencias culturales 187
. tor para que las comparta.Y me apena decir que aún no he I ornado decisión
El lenguaje de la estétic� j¡p����: : : · : : : : : : : : : : : 191
La teoría del rasa.. alguna con respecto a una gran cantidad de problemas impo1 tantes. Las res­
. 194
La. teoría hindú del ¡o�ído puestas podrán llega.r a su debido tiempo, pero mi preocupadón inmediata
(Nad;) : : : : : : : : : : : : : 199 estriba en las preguntas. .
11. Cloto y Atropo . ......... .... : .·.. ........ 202 Las secciones de exposición son bastante breves y en muy pocos casos
El individuo y la sociedad: . .... ... . ...... .. 203 están acompañadas por argumen�os: Mi objetivo ·ha sido construir un marco
Intercambio de roles ........ .............. 209 sistemático de pensamiento para guiar la investigación personal del lector.
Material . 211 El enfoque es, con frecuencia, taxonómico, lo cual i:evela ini preferencia por
Organiz¡éibn : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : . : : : : 219 la comprensión de ideas complejas visualizándolas como racimos, tapices in­
Perspectiva y ret�ospectiva ... .. . ...•.. ..... .. 236 telectuales a deshilar _en sus fibras componentes.
Las listas resultantes se ofrecen como programa para la reflexión, para
que los lectores las prueben contra sus propias actitudes, creencias, experien­
cias y valores. No espero indulgencia sino un arduo debate, y me sentiría
muy desilusionado si algún lector no hallara un punto en el que pudiéramos
disentir.

11
Introducción a la filosofía. de la música fue concebido como libro de
texto y aún pienso en él como tal, quizás en el sentido de que la mayor par·
te de las obras de exposición son textos, en general para cursos que no exis­ 1 Introducción:
ten o que son tan escasos en cantidad que el mercado de libros de textos los
pasa por alto.Lo empleo como texto ·e n un curso para estudiantes de la Uni­ Ténninos y temas
versida� de lndiana ("Música e ideas") y puede resultar útil en otros cursos
similares.
Su compaginación no requiere mayor comentario. Hay tres capítulos
preliminares que se refieren . al campo de °la investigación y preparan P3!ª el
conjunto de capítulos históricos (4 al 7 ) . D
°
. espués de un par de capítulos
dedicados a varios "prohlemas n estéticos (percepción, separctción, significado, Siempr: es bueno ser claro acerca de lo que se está hablando y en filo­
valores, etcétera), los dos capítulos finales presentan alternativas importantes • .
sofia resulta md1spensable.Los tres primeros capítulos de este libro están es­
a las actitudes, convicciones y valores tradicionales que infonnan el reperto-, critos pa� establecer el marco de referencia para una investigación; la primera
rió común y frecuente de conc1�rtos en Occidente. tarea consiste en presentar mi comprensión de lo que se incluye en los domi­
La mayor parte del libro es, de hecho, etnocéntrica, en el sentido de · \tlos ·de la música, la filoso fía, · el arte y la estética; este primer capítulo con­
que asume los valores de la civilización occidental, pero no lo hace (al me- cluye con una serie de propuestas básicas, temas que se verán con frecuencia
nos así lo espero) de manera engañosa ni ofensiva. . a lo largo del �bro.El segundo capítulo es una exploración d� amplio espec­
Se deben reconoce.r muchas deudas intelectuales y ·personales. De las
tro sob:e los tipos de preguntas que se puede plantear el filósofo con respecto
muchas obras inclui�as en la. bibliografía, mi pensam4ento se vio guiado, en . ,
particular, por los.escritos de Monroe C. Beardsley, W}adislaw Tatarkiewicz a la mus1ca. El tercer capitulo busca definir el lugar de la música entre las
artes.Después de estos preliminares, largos pero necesarios, el libro examina
y Paul Weiss; los do� primeros, por su profundidad 'histórica y el último,
por su enfoque sugestivo y distinto respecto de la filosofía del arte.La in­ la historia de las ideas acerca de la música.
fluencia que los tres han ejercido sobre este libro ha sido profunda y supera Sugiero evitar por ahora la peligrosa tarea de definir a la música.Sé que
en mucho a las también abundantes referencias a sus obras. e�o p�ede ocasionar problemas, pero �na définición (como la palabra lo in­
Reconozco además, con ·suma gratitµd, las contribuciones de muchos dica) tiene una fonna de establecer hmites en torno de la palabra-objetivo,
�igos: J. T. Fraser, que fue y sigue siendo mi guía e� el estudio del tiem- . y parece conveniente permitirle a nuestro tema un campo tan amplio como
p. o; Vernon Kliewer, por su actitud diligente y amistosa; Jon Kramer, por un!J. sea posible. Quedará claro que la palabra música, como se la suele usar se
revisión penetrante; Richard Martin y todo el equipo de producción de la puede referir a sonidos, a una hoja de papel, a un concepto fonnal abstra�to,
prensa de la Universidad de Massachussetts, por su a).iento y pericia en la pre­ a una conducta social colectiva o a un modelo coordinado simple de impul­
sos neuroquímicos en el cerebro.Puede ser un pr_oducto o un proceso. Una de-·
paración del manuscrito para su publicación; Prem Lata Shanna y Prithwish
Neogy, por su guía en las artes de la India; Ruth Solie,_por una lectura sim· finición que pueda satisfacer a la mayor parte' de los integrantes de la civili­
pática y muchas valiosas sugerencias; Ric Tri.millos, cuya generosidad en el zación occidental puede fracasar instantáneamente al aplicarse a la música no
proyecto hizo posible el manuscrito original; Allen Trubitt, p.or su apoyo occidental o a la música compuesta en los últimos veinte años.Por ahora de­
constante en los momentos de mayor necesidad; Jim Tyler y Walter Maurer, jemos que música signifique cualquier cosa de las que habitualmente s¡ en-
que me proporcionaron elementos;. Larry Wallen, por su extraordinaria cola­ tiende por esa palabra.
boración con su tiempo y su amistad, y mis diez originales.conejillos de In- La definición literal de la palabra filosofía es familiar: del griego philo.
dias, en especial Bob Gjerdingen. (amor) y sophia (conocimiento, sabiduría).Un filósofo es, entonces, un bus­
cador de conocimiento, una persona que ama ejercitar su curiosidad intelec­
tual.La filosofía no lleva á respuestas definidas (cuando lo hace, los resulta­
dos se convierten en parte de lo que llamamos ciencia), porque. por lo general
toca temas que no pueden ser probados por medio de una demostración.
Bertrand Russell afirma con elocuencia el valor de la filosofía:
_No se debe estudiar ftlosofía para obtener respuestas definidas para sus
preguntas, ya que por lo común no se pueden hallar respuestas concretas
que resulten ciertas, sino que se la debe estudiar por las propias pregun-

13
· 12
tas ya que éstas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquec�n · cuestiones estéticas plantean el problema de la belleza). Calología
nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática· es.la pa1abra que precisamente significa preocupación por la Jbelleza; la
que cierra la mente contra la especulación; . . . 1 poética es la subrama de la estética que ve_rsa sobre la creación artística.
Quisiera sugerir cuatro requisitos para la filosofía, aunque seguramente ·
hay mucho más: una mente curiosa (sin una mente inquisitiva, la investiga­ La palabra "estética" viene del griego y significa "percibir, cono­
cion filosófica es tediosa e inútil), una mente abierta {demostrada por la dis­ cer, aprehender con los sentidos", de modo que su aplicación ,,
posición a suspender el juicio y considerar alternativas), el hábit� del pensa­ apropiada es a la filosofía de la percepción artística.
miento disciplinado y el autoconocimiento (la c�n�iencia de las pr,opia� co�­ Se suele rec, ,nocer que la filosofía del arte en general (y de la música
vicciones, valores; prejuicios y defectos). La actl\1'1dad mental y el lengua3e en particular) se encuentra entre las ramas más resbaladizas de la filosofía.
son los medios de la filosofía, aunque la actividad mental obviamente inclu­ Po� eso hay más razones aún para desarrollar la terminología con cuidado,
ye aquello que no se puede expresa.r por medi� del len� aje (en·es�ec�al en la . aplicarla de manera coherente y éncarninar la atención adecuada a los proble-
.
creación y percepción de la !Ilúsica), el lenguaJe sigue siendo 1� pnnc1pal for­ mas técnicos del lenguaje.
ma de comunicación que poseemos. Esto crea problemas espec1;tles cuando se . Dado que el arte es la rama estética más importante , muchos escritores
lo aplica a los lenguajes no discurs�vos y simbólicos de las artes. pretenden tratar · a los filósofos del arte y a la estética como si fueran discipli­
Demostramos conocimientos mediante varias formas de comprens10n .,
nas idénticas. No es mi caso. A pesar de la amplia y evidente superposición exis­
y sólo algunas de ellas incluyeri ·al lenguaje. tente entre ambos campos, creo qúe vale la pena conservar la distinción. El fi.
He aquí algunas de las formas en que se . puede obtener y/o demostrar lósofo que se dirige a las artes considera muchas preguntas que se encuentran
conocimiento musical: por medio de la· experiencia directa (con el fenómeno fuera de la esfera de la estética; de manera sinwar, muchas preguntas estéticas
de la música en sí), por imitación a través de la praxis artística \' de la nada tienen que ver con las obras de arte. La mayor parte de las músicas del
poiesis; -mediante la reconstrucción mental {durante o después de una expe­ mundo no son músicas artísticas (al menos según algunas definiciones), pero
riencia artística); en la conducta (comprar una entrada para ¡,resenciar con­ las preguntas estéticas se aplican a toda la música. La .sección siguiente inten­
cierto, elegir una profesión); con una definición · lingüística; expresando una tará aclarar parte de la confusión, aunque se invita a los lectores (como siem­
analogía o una metáfora; dando. un ejemplo; por medio de la dialéctica (ar­ pre) a que decidan por sí mismos.
gumento de ida y vuelta, como entre Sócrates y un discípulo); construye·ndo · Es difícil formular una definición del arte que satisfaga a todo el mun­
un silogismo (la fonna más ajustada de razonamiento lógico, basada �n pre­ d�, pero se podría comenzar por considerar con cautela una elabor.ada por
misas máximas y mínimas y que lleva ineluctablemente a una conclus10n que Sylvia Angus: "El arte es la estructuración controlada de un medio o un mate-·
-si las premisas son correctas- se comprueba como verdadera). rial pará comunicar la visión personal de la experiencia del artista de una for­
Los filósofos actu.ales dudan en definir a las tareas de la filosofía _en tér­ ma tan vívida y conmovedora corno sea posible". 2
minos de sus ramas tradicionales, pero todavía tiene valor la consideración de Inclusive esta breve defmición presenta muchos problemas polémicos.
estos dominios. Uno de ellos es si el arte es comunicación y, de serlo, cómo y qué comunica.
Otro es si el arte puede conmover, producir emoción. Un tercer problema
metafísica: lo que está "más allá de la naturaleza", el estudio de las consiste en saber si el arte está estructurado cuidadosamente y, si lo · está,
esencias, incluyendo la cosmología especulativa. la música tiene quién lo hace. Una pregunt;a en especial engañosa es qué significa en esta de­
una larga historia de asociación con esta disciplina. finición la palabra experiencia.
teología: literalmente , el estudio de Dios, generalmente interpretada de Es probable que la mayor parte de. la gente esté de acuerdo con la ma­
un modo más a.111plio ·en la actualidad como filosofía de la reli- yor parte de los siguientes puntos:
gión.
ontología: la filosofía del ser (materia, existencia).
epistemología: la filosofía del conocimiento, cómo podemos conocer la 1 . Se debe tratar a una obra de arte como a un objeto, una cosa, aunque
realidad. · aparezca. como proceso.
política: idealmente, la filosofía del bienestar público. 2. Está separada, de algún modo, del mundo diario de los objetos y la:s
ética: que trata sobre la filosofía del bien y la moral. experiencias.
lógica: que trata sobre la verdad. 3 . Es ejecutada. ¡No se da por casualidad! Requiere un agente huma­
. estética: que trata sobre la belleza (aunque, como se vera, no todas las
, . no y un acto distintivo de creación. El hermoso árbol que crece en el
2 Sylvia Angus,
1 Byrtrand Russell, The Problems o{ Phllosophy, pág. 161. • "It's Pretty, but Is It Art?", Saturday Review of Literature, 2 de.
setiembre de 1 967, pág 15.

14 15
jardín de un� casa no es una obra de arte, pero un árbol enano japo­ En el arte visual, el momento esté-tico es ese instante fugaz, tan breve
nés sí lo es. que casi no tiene tiempo, en que el espectador se encuentra en unidad
,4. Exige un medio o un material sensible: sonido, pintura sobre lienzo, con la obra de arte que está mirando o con la realidad de cualquier clase
pala,bras, el cuerpo · humano.
que el propio espectador ve en términos de arte, como forma y color.
5 . Es única y no se la puede repetir de la misma forma exacta (aunque, Deja de ser su yo ordir1ario y el cuadro, edificio, estatua, paisaje o reali­
por supuesto, se la puede reproducir en cantidad). dad estética ya no se encuentra fuera de él mismo. Ambos se convierten
6. Tiene excelencia y puede agradar. en una entidad; el tiempo y el espac�o son abolidos y el espectador es
7 . Es creada por la experiencia humana · y se la debe percibir de alguna poseído por un reconocimieIJ,to. Cuando recupera su conciencia ordina­
manera por medio del sentido .(o sentidos) al cual (o a los cuales) se ria, es como si se lo h:ubiera iniciado en misterios iluminadores, exaltan­
dirige. tes, formativos. En breve, el momento estético es un momento de visión
8. Tiene unidad y parece completa, a menos que se encuentre deterio­ m ística.6
rada o que sea abandonada por su realizador a mitad de camino.
9. Fue creada como respuesta a una idea guía, a una visión de la totali­ -
dad. El proceso, aunque parcialmente inconsciente, no e� casual ni · Leyendo el fragmento recién citado, muchos lectores pueden sentir que
se los ha engañado, ya que no han sentido la exaltación descrita , pero sin du­
azaroso.
da todos han reconocido (quizás en menor grado) la sensación de estar atrapa-
Con estas afirmaciones como fondo (se esté de acuerdo con todas o só­ · _g_�-?-9-!_�_J!!,P!!.1��.i. ,�1!�,.���-:e �-��.i.�!!_1!1����- o una o �ra de teatro, y se han
lo con algunas de ellas), considérense las siguientes definiciones de Paul Weiss: sentido transformados por esa experiencia. AqüTsepüeaen-'agrégar tfüs -pun::·-
1 ____

''Una . obra de arte es creada por material resistente que se conforma en una tos: la experiencia no siempre nos provoca placer (por ejemplo en el estre­
nueva clase de espacio, de tiempo o de forma de ser. . .. La creación es guiada mecedor Guemica de Picasso) y la experiencia puede resultar más intensa en
por una idea, dirigida a un proyecto cautivante. En el curso de este acto se un arte que no sea el que uno practica. · -·----·-·-- ----
expresan emociones de raíces profundas. . .;3 y: ''Una obra de arte es sensi­ La precondición simple más importante para la experiencia estética es
ble, concreta, está empotrada en un medio. No hay sustituto para la experien­ un tipo especial de actitud, un estado en el que uno está más receptivo a la
cia de enfrentarla. Ninguna discusión sobre una obra de arte. . • logrará cap- experiencia artística intensa, y se· caracteriza . por la atención crítica. Es pro­
4 bable que esta actitud se encuentre sólo en una pequeña fracción de nuestros
turar su sabor distintivo y su ser.esencial". .. . . . --·· - ·-· . ... _ __ ... ..
Aunque semejantes criterios ef�ctivamente proporcionan una base para encuentros con objetos de arte, ya que otras intenciones, intereses o actitudes
decir que un objeto dado es o no es una obra de arte, pocas veces tiene sen­ se interponen en nuestro caminó. Apenas podemos llamar estética a la
tido decirlo. Parece más c�mveniente determinar si algo es buen arte (o inclu­ actitud .de Casanova que acompaña con tin disco su intento de seducción, a la
sive más), pero entonces se ingresa en el peligroso mundo de los valores, que muJer que pone el Coral Nupcial de Lohengrin y recuerda su propia boda,
es el context0 ineludible para todas· las discusiones acerca del arte.Hipócra­ al mformador que durante la misa apenas es consciente de que la música .
tes lo decía mejor: "La vida es corta, el arte es largo, la oportunidad es hui­ del órgano o al jugado.r de básquetbol que brinca ne1viosamente esperando el
diza, la experiencia engaño� y el juicio difícil". 5 final de la ejecución del himno nacional antes de un juego :,, ..,..
No vale la pena hacer distingos sobre los dominios precisos de la estéti­
ca y la filosofía del arte; eri realidad, es mínima la controversia acerca del sig­
nificado del adejtivo estético: un objeto estético es aquel que se puede perci­ í\ :ilr<>p<>sfüiones básic�
bir con deleite, con gusto, h�sta con emoción; puede ser un árbol, uria hoja, ·
una lata desopa'éle" tomatt'lS o una SiíÍfoníá de Beethoven. La experiencia es­ La música es un objeto filosófico legítimo y el pensamiento sobre la
tética es el acto de percibir, tan vívidamente descrito en un famoso pasaje · _ música tiene un lugar apropiado entre las disciplinas inquisitivas. En algunos
de Berenson: círculos musicales está de moda aconsejar en contra del examen detallado de
la música, sobre la dudosa base de que muchos de los que habian y escriben
con inteligencia sobre la música son incapaces de demostrar con hechos sus
Paul Weiss, The World ofArt, pág. 10.
! Paul introspecciones. En verdad, la discusión verbal y el ·análisis no pueden susti­
Weiss, Nine Basic Arts, pág. 8. tuir de modo acepta�le a la experiencia musical, pero tampoco se debe es­
5
Aphorlsms 1.1. El autor se refiere, por supuesto, al !l.rte de curar, pero mu­ perar que tal cosa ocurra. Aunque la música y el lenguaje tienen mucho en
chos autores posteriores han citado o parafraseado este dicho en contextos estéti­
co� (Séneca, Chaucer, Browning y Gocthe; entre oíros). Véase el. capítulo 30 por los al­
cances de la palabra griega techne (arte). 6 Bernard Berenson, ''The Aestheti� Moment", en Aesthetics and History, pági­
na·93.

17
común, los tonos y las palabras no son modos paralelos de coinunicáciÓ'n sin gente, pero ambas son imaginables . Pero no puedo imaginar a la música
De una · fonna u otra, la experiencia musical se transmite en el momento en sin una extensión de tiempo. En el capítulo 3 0 se explorarán algunos . de los
que la mente humana comienza a procesarla. Sean cuales fueren las razo: problemas importantes de la temporalidad en la música.
nes, nuestra experiencia con la música ·no suele ser examinatoria y se basa en Las fuentes de la filosofía no se limitan a los escn·tos de los grandes
suposiciones y valores no explícitos, a pesar de la intensidad de nuestras filósofos. Sostengo que las actitudes y creencias inconscientes, los mitos, los
convicciones musicales. Tanto los intérpretes cuanto los oyentes se pueden dichos y el testimonio de los compositores, intérpretes y oyentes son igual­
beneficiar preguntando (y tratando de responder): " ¿Qué estamos hacien­ mente válidos como afirmaciones filosóficas, aunque su análisis presente pro­
do?" y "¿Por qué lo estamos haciendo?'-' blemas especiales. Tanto los filósofos formales cuanto los informales han es­
La actividad del filósofo y la del crítico no es la misma. La crítica se crito y afinnado muchas teorías sobre la música . Encontramos la filosofía de
aplica a la filosofía: es tarea del filósofo pensar en profundid�d estos con­ la música desde la especulación.más ingenua hasta el más abstruso argumento
ceptos que .un crítico debe tener como base de sus juicios. En teoría; no e� técnico, pero este último no es garantía de profundidad ni de veracidad.
necesario que exista discrepancia entre sus funciones: un ftlósofo actúa como · La filosofía debería, hasta donde le fuera posible, realizarse emplean-
crítico cada vez que considera cualquier obra individual, y un crítico no pue­ do lenguaje común y expresando sus ideas de la manera más simple posible.
de intervenir en absoluto sin algunas convicciones generales sobre el arte (su­ El razonamiento competente, disciplinado y lógico es con certeza una he­
madas a muchísimas otras · exigencias). En cada tipo de actividad hay un ries­ rramienta indispensable para la filosofía, y nadie negará que se debe emplear
go: los filósofos, si se alejan de la experiencia real del arte, corren el riesgo de el vocabulario con precisión ·y economía. Pero la jerga técnica, los ténninos ·
volverse irrelevantes y por entero teóricos; los críticos; si no basan sus Juicios cargados semánticamente y los significados excesivamente especializados
en análisis infunnados y principios estéticos defondibles, corren el riesgo de representan obstáculos para el alumbramiento de la filosofía. Y la filosofía
· la incompetencia. debería ser accesible a aquellos que más la necesitan. Voluntariamente corro
Las preguntas primarias concernientes a la música son las que incluyen el ·r iesgo de que se me tilde de tonto, potque muchas de las preguntas. esen­
ser, saber y valorar. Las discusiones sobre la estética musical suelen centrarse ciales sobre la música sólo se· pueden formular de un inodo ingenuo.
en los valores, pero yo diría que las preguntas sobre la esencia (ontología) . La tarea prioritaria de la filosofía es (como lo afirmaba Russell) la for­
y sobre cómo se puede coné>cer esa ciencia (epistemología) son el sólido fun- · mulación de preguntas. Cualquier intento de llegar a respuestas últimas será
<lamento filosófico del que finalmente dependen todas las demás preguntas. · fútil a menos que uno se asegure de haber fonnulado las preguntas correctas.
La experiencia musical en sí es un modo de conocimiento y una forma El siguiente capítulo es precisamente un ejercicio -de fonnulación de pregun­
de buscar la verdad. La música nos presenta al ser con forma audible y nues­ tas. Mi opinión personal es que se puede, tal vez, coincidir en qué preguntas
tra apercepción de ese ser (en tanto corresponda a la presentación) es un m�­ se deben hacer, pero cada individuo debe encontrar sus propias respuestas.
dio para obtener conocimiento válido; del mundo, de la experiencia, de noso­
tros mismos. El ser de 1� músic� es un ser que podemos iniciar, controlar y
tenninar; con él demostramos que estamos pensando y sintiendo criaturas,
quizá la prueba más pura de nµestra humanidad.
El producto musical (dado que corporiza importante& valoreúultura­
les) constituye una afinnación filosófica y se lo puede leer como tal Esta
afirmación se suele hacer cop. respecto a algunas de las recientes composicio­
nes ''minimalistas ;; de_ John Cage y otros, perotarnbién es cierto_ en lo referen­
te a la música de Bach, Mozart y Verdi.
Los valores 17'!USicales no son absolutos. Son productos culturales y go-
zan de autoridad sólo dentro de una cultura dada. Como arte social (o poten­
cialmente social), la música necesita un consenso comunitario para estable­
cer un sistema de valores, pero dentro de semejante comunidad de valores
compartidos debería ser posible obtener una verificación objetiva ·de la vali­
dez de un producto musical dado.
La mayor parte de las características únicas de la música surge: del mo- .
do en que la música ocupa y organiza su dimensión primaria:· el tiempo. E� .
tiempo es una condición necesaria para la música, quizá también una condi­
ción suficiente. No estoy discutiendo la existencia de la música sin sonido, o

18 19
2 Meditaciones sobre un minué

Cualquier obra musical invita a una casi inagotable variedad de pregun­


�as filosóficas relevantes. Como caso pertinente sugiero tratar el minué breve,
K. 355 , que Mozart escribió entre - 1 780 y 1 790.1 Cualquier otra obra también
se rviría, pero ésta es sin duda una obra de excelencia, de · fácil acceso en graba­
ciones y edicione s impresas y con algunas características especiales. Propongo
una varie'dad de pre guntas (la mayor · parte con respuestas tentativas y/o con
comentarios sobre las preguntas) que de hecho son, por l o general, más inte­
re sante s que las respuestas: El lector se pue de preguntar, con legitimidad, por
qué se hacen e stas preguntas en lugar de otras. El orden ge neral de los interro­
gantes está controlado por una progresión más o me nos sistemática de ideas:
de lo obje tivo a lo subjetivo; de la obra musical al oyente y al mundo externo.

Preguntas sobre la cosa en sí


l. ¿Cuál es su esencia? En otras palabras, ¿cuál es . el ser de la música? ¿On­
das de sonido en el aire, líneas impresas, el mate rial -vinilo prensado, cin­
ta magnética- e n qu e se registra, cambios electroquúnicos e n el cerebro,
la acción de un piano animado por los dedos? ¿Pueden ser todos ellos a la
vez? ¿Hay un mínimo irr�ductible que se pu eda señalar y del que se pue da
decir: "He aquí al minué de Mozart"? Debe ríamos, por supuesto, preocu­
pamos por separar lo que creemos que e s l a pieza en sí a partir de cualquier
función o experiencia particular d e ella. ¿Cuán permanente es? Si se perdie­
ran todas las copias, ¿existiría aún después de que la última persona la hu­
bie re olvidado?
2. ¿Por qué principios es como es? ¿Hay en verdad principios generales . o
universales de . los que depende? El problema de los universales es importán­
te para la filosofía · y es causa de muchas discusiones. Los universos perso­
nales varían �n medida, y lo que es. válido para uno pue de no ser lo bastan-

1 Para una revisión del problema · de fechar esta obra y· dos excel�ntes
análisis
(de Howard Boatwright y Ernst Oster) véase Maury Yeston, ed. Readin� in Schenker . Wo.lfgang Amadeus Mozart, Menuetto, K. 3 55.
Analysis and Other Approaches (New Haven: Yale University Press, 1 977), págs. 1 1040.
21
20
te amplio para ·otro. Quizás haya cierta cantidad de semejantes universales externa, la suma de la que consideramos sus partes (véase pregunta 4), un in­
válidos parn toda la música y una cantidad menor válida .no sólo para la terjuega complejo entre estructura profunda empotrada y la decoración
música sino también para las otras artes. En el siguiente capítulo aparecerá un superficial, la incl1=1sive más compleja interacción entre los elementos temáti­
conjunto sugerido. cps y tonales que los músicos llaman · farma binaria, o varias otras posibili-
dades. .
3. ¿Cambia? ¿O es estático? ¿Cuán f.'ija es la pieza con. respecto a su material
y/o a su forma? ¿Cómo cambia cuando se la interpreta? ¿Ha cambiado �es­ 9. ¿Tiene contenido? ¿De qué se trata? {¿De cinco minutos?) La pregunta
de que se la concibió y escribió? ¿Este es todavía otro intento de localizar seria es si la música tiene referente temático: tonos abstractos y duraciones,
el mínimo irreductible? La pregunta no es trivial, porque la obra ha cambia­ temas, sentimientos, sonidos naturales, la pintura de hechos reales. Hay quie­
do, por cierto, para los nes prefieren negar la pregunta y no ven separación esencial entre forma y
· intérpretes y para los· oyentes, con el transcurso
· del
contenido. Pocas preguntas han sido tan discutidas como ésta.
tiempo.
4. ¿Cuáles son su_s partes? Se pueden dar varias respuestas correctas, ya que se 1 O. ¿Es completa? La pregunta no es complicada en lo abstracto y es útil co­
puede pedir una enumeración completa de todos sus componentes: 1 .130 to­ mo base para juicios de valor posteriores, y el hecho de ser completa o no rara
nos sonoros,. si se pemiitt�n lós giros y repeticiones (con seguridad este es urio vez ha sido empleado como criterio negativo para la música. Pero a veces
de los factores menos importantes de la obra) o se puede aplicar uno cual­ es . difícil decir si una obra musical es completa o cómo se la completa. Las
quiera de· una serie de análisis convencionales: tiene cuarenta y cuatro com­ preguntas 43 y 44 son pertinentes.
pases, dos secciones principales, una parte .para la mano izquierda y otra para 11. ¿Es real? ¿O es una ficción, una ilusión? Esta pregunta tiene aspectos in­
ia derecha, una melodía y un acoropañá.i'Tliento, nueve frases, un corrJenzo, teresantes: cierta cantidad de ilusión siempre está presente en el arte; los ras­
un medio y un final. gos se funden en una línea, los tonos confonnan lo que se percibe como melo­
5. ¿Cuáles son las dimensiones dentro de Ías que existe o qué manifiesta? Un día, la pintura sobre lienzo se percibe como una representación. Con un me­
problema difícil para la música: solemos concebir a la altura y al tiempo co­ dio tan intangible como la música, con frecuencia uno se pregunta si sus per­
mo dos dimensiones mayores de . la música, y hablamos de ellos como de ce�ciones son precisas . . .; ¡y con frecuencia no lo son! Este es un problema
vertical y horizontal. Una pieza musical, de hecho, se puede representar. so­ tal vez mayor para el auditor que para la cosa en sí, pero es legítimo pregun­
bre . un dic!;grama con la altura <:orno eje vertical y el tiempo como. eje horizon­ tarse por el status de aquello que los sentidos perciben.
tal. El timbre (color tonal) es una tercera dimensión, que se escapa por una 12. ¿Es. genuina? Una pregunta ligeramente distinta que sugiere la posibilidad
tangente que un matemático podría diagr�ar. ¿Hay otras? de falsedad. Si Mozart no la escribió, ¿sigue teniendo el mismo valor para no­
6. ¿Cuándo (y dónde) existe la pieza? ¿Sólo cuando se la interpreta? Con se­ sotros y para la sociedad?
. guridad, ·no. ¿Puede exis�ir sola dentro de la mente? Es proba.ble. La locación 13. ¿A quién le pertenece? A primera vista, parecería que la cuestión de los
de la música es otra pregunta potencialmente interesante, que incluye una r�­ derechos le corresponde a ASCAP y a los abogados, en especial cuando el di­
lación triangular -en su forma más simple entre fuente emisora, transmisión nero cambia de manos. Pero no es fácil descartar el problema. La relación pe­
y receptor (o receptores). culiar existente · entre una pieza escrita y una pieza interpretada sugie.re que
7. ¿Cuáles son sus cualidades? Pi:esumiblemente opuestas a sus . cantidades tanto lo escrito cuanto lo realizado representan inversiones creativas. Hay un
· paralelo con la relación literaria que se da entre autor y traductor. Y existe
(véase pregunta 4). Es posible que se puedan medir con precisión todas las
propiedades de una composición musical, pero no es ése nuestro modo habi­ una mai-avillosa historia sobre un músico célebre de la Tnnill ,iP.1 �i glo xvn
tual de percibir una pieza. La música tiene- propiedades dinámicas que cam­ que usaba su destreza en él canto de cierta raga 'como pago por un prestámo.
bian en proporciOJJCS complejas y variables (de velocidad, de volumen). Por lo 14. ¿Qué (o quién) la causó? La causa es siempre un problema filosófico ma­
general se aplican modalidades cinestésicas a la música, describiéndola como
cálida, suaye o colorida. Es claro que éste es un problema truculento, pero
yor, de manera que apliquemos el famoso esquema aristotélico de las cuatro
causas a nuestra obra-objetivo: 2
las descripciones estáñ colmadas dé un lenguaje semejante. La pregunta se
hace aun más problemá�.ica cuando se le agrega emoción o sentimiento a una - causa material: ondas sonoras, piano, tapicera y tinta, vinilo, cinta
composición. ¿Hay en verdad "tristeza" en esta obra? Es probable que no, magnética;
· pero véanse las preguntas siguientes, en especial de la 23 a la 26.
8. ¿Tiene estructura? Una de las preguntas más elementales, que sin embargo
se puede responder de varias formas, estrucrura puede referirse a una forma
2
Metaphysjcs li. 2. .

22 23
- causa · fonnal: el minué como género , la fonna "binaria circular'', la 20. ¿Es grande? Las valoraciones de las obras de arte con frecuencia han pre­
sonata, el estilo clásico, la tonalidad mayor; tendido distinguir entre lo positivo y lo superlativo, invocando juicios tales
- causa eficiente: Mozart, cualquier pianista, el publicista, un técnico como "monumental" y "sublime".La medida, la complejidad, la escala y el
de grabación; referente temático están entre los criterios que se suelen mencionar. O sim­
- causa final: beneficio, placer, educación, necesidad de Mozart. plemente podemos querer decir que la obra es de una excelencia superior, en
concepto y/o ejecución.
En tanto este esquema habla por sí mismo, se puede mencionar un pro­
blema musical especial: el status del instrumento musical como '�herramien­ 21. ¿Es de interés público? En otras palabras, ¿nos/les hará bien? Desde los
ta" y el grado hasta el cual la herramienta determina cualquiera de las propie­ tiempos de Platón, los filósofos rara vez han descuidado hacemos recordar
dades . de la obra musical. que la música puede tener efectos profundos tanto en la sociedad cuanto en el
individuo, usualmente expresados en la vieja fórmula: "La vieja música bene­
fi.c ia a la sociedad reforzando los valores tradicionales de la ortodoxia, miep.­
Preguntas de valor tras que la nueva música subvierte estos valores y debilita a la sociedad esta­
ble"
15. ¿Es una obra de arte? Con seguridad lo es, pero una respuesta _definitiva
exigiría evocar los varios criterios que sostenemos como esenciales.Empeza­ 22. ¿Qué significa (si significa algo)? Y, más importante todavía, ¡,qué se
mos a avanzar por un continuo que va desde las respuestas objetivas hasta las quiere decir cuando se pregunta "qué significa"? .�! significado persiste como
subjetivas. uno de los problemas básicos de la filosofía de la música ;· y uná" 1ñiportante"
_ parte�deCcapítuf ·ªo---esfáaedicaCfa ..a"este próblema, que es demasiado com­
o
16. ¿Es buena? ¿Y qué propiedades debe depiostrar (la obra, la ejecución)
piejo como para intentar aquí siquiera una breve exposición.Pero las próxi-
para convencerme de que lo es? Cada uno de nosotros tiene un conjunto de ·m as cuatro preguntas representan teorías populares del _ªignifi.c.ª.9-0 _musica J
criterios personales, desarrollado a instancias de las presiones de nuestra educa­ .
ción, nuestra sociedad, nuestra experiencia, así como nuestras propias prefe­ 23. ¿Comunica algo? Y si lo hace: ¿qué, de quién y cómo? A menudo se da
rencias y razonamientos maduros. Pero también, ¿representa al "género mi­ por sentado que la música es un lenguaje, un "lenguaje universal", según algu­
nué"? ¿Va de acuerdo con las reglas? ¿Conforma tan inexorablemente que no nos diccionarios.Es in.cuestionable que se produce cierta comunicación cuan­
es buena? do se interpreta música , pero ha habido poco acuerdo acerca de la naturaleza
del mensaje . El modelo para la comunicación propuesto por el lingüista Ro­
1 7. ¿Me hará bien? ¿Logrará inspirarme, estimular mis emociones, canalizar man Jakobson puede resultar útil: 4
mis ondas cerebrales en esquemas ; constantes, curarme, reconfortanne, en­
tretenenne, colaborar en mi educación, hacenne valorizar más lo bueno? mensaje
1 8. Entonces debemos preguntamos: ¿Me hará mal? ¿Apelará a mis senti­
dos y así empañará mi razonamiento, me hará perder la noción de las propor­ código
ciones adecuadas, me debilitará, me drogará, me hará comportarme de for­ emisor � � receptor ·
ma violenta, me impedirá trabajar, me hará valorarla más de lo que debería? canal
Los escritos de los ftlósofos formales desde Platón en adelante se encuentran
llenos de sospechas acerca de los efectos de la música sobre el hombre y la so­ contexto
ciedad . Creo que esta clase de temor es profunda en muchos de nosotros.
24. ¿'Expresa algo? Si lo hace: ¿qué y cómo? Sólo el verbo ha variado. Aque­
19. ¿Es hennosa? ¿Y qué propiedades debe desplegar para demostranne que
lo es? Llegarnos aquí a uno de los problemas estéticos más penetrantes.Entre · llos que sostienen que la expresión es una propiedad de la música po­
los criterios que tradicionalmente se citan están éstos: armonía, proporción, drían dar las siguientes respuestas para ef minué de Mozart: tristeza, pureza,
claridad, intensidad, unidad, variedad, integridad, coherencia, movilidad (pa­ resignación, sonrisa por medio de lágrimas. ¿Por qué?
ra la música), conflicto y resolución. Quizás ellos queden reducidos, como lo
sugiere Beardsley, a tres cánones artísticos fundamentales: unidad, comple-
, jidad, intensidad.3 Los lectores que deseen· continuar con esta pregunta pue­ 4
Roman Jakobson, "Linguistics and Poetics", en Style in language, editado por ·
1' den_ recurrir a las propuestas de Santo Tomás �e Aquino en el capítulo 6 .
º Thomas A. Sebeok (Nueva York y Londres: The Technology Press of M.I.T. y John Wi­
ley and Sons, 1960), págs. 350-77. Ha adaptado el modelo variando levemente el forma­
3 Monroe ' C. Beardsley, A esthetics: Problems in the Philosophy ofCriticism, pág. to propuesto P?I Jakobson.
· 466.

24 25
· 25. ¿Imita a algo? Y, otra vez: ¿a qué y cómo? Se explorará la imitación (mi­ to a este minué. Mis suposiciones (y algunas de ellas son difíciles de defen­
mesis), una de las más antiguas teorías acerca del significado de la música, en der) incluyen. las siguientes: que los minués, en general, ·son :ref�ados y tri­
· elcapítulo 4° . tos que sostienen esta posición podrían dar las sig!,!ientes res: viales; que Re mayor es una tonalidad "brillante"; que la música cromática,
puesfiis:arrrem6cí6nfüiinana;iíl gemido, a los sentimientos de tensión y dis- lenta, puede ser comparada en relación de igualdad con la tristeza; que la diso­
. tensión, al movimiento suave. nancia resulta en un efecto, y que la estructura musical consiste en cosas tales
como progresiones de intervalos, funciones formales (exposiciones, . transicio­
26. ¿Representa o reemplaza a algo? En otras palabras, ¿es un símbolo: de nes desarrollos, reexposiciones), estabilidad· é inestabilidad tonal. ¡Es sor- ·
perfección o de revolución,' un leit-motiv (un niño interpretando Para E/isa pre�dente la cantidad de suposiciones que refe� os a casi cualquier pieza
de Beethoven en la película Muerte en Venecia .de Visconti)? Las teorías
musical! Explorarlas suele ser revelador: Lo aconsejo.
semióticas del · significado de la música están de moda en la actualidad y me­
recen una elaboración mayor, ya que la música, si es un lenguaje, seguramen­ . 32.. ¿Debo poseer algún conocimiento especial o peculiar para afirmar que es
te es un lenguaje simbólico . buena, hermosa o significativa? ¿Se necesita maestría? A veces. Los juicios
que se basan en un sistema de valores peculiar exigen que el que juzga sea
competente; la competencia, en este c�o..,jgcJ!!Y�- �!!!9..�Lfg!Jpci!!tje11Jo
práctica . (de_la percepció.E.).
Preguntas relativas al observador _(de lo! valores), cuanto la
33. ¿Qué e/ase de percepción, testimonio o evidencia necesito para contestar
2 7. Si es real, ¿cómo puedo saberlo? ¡Puedo confiar en mis sentidos? ¿Co� cualquiera de estas preguntas? ¿El instinto, la autoridad, la tradición,_ la res­
cuánta precisión percibimos? Véase también la pregunta 1 1 . ouesta del audiforio, la seguridad de que una pieza ha pasado ''la prueba
28. ¿Puedo pensar la música? Se puede pensar la música como pensar acer­ del tiempo" o las revisiones críticas? Si carecemos de maestría, ¿dónde de­
ca de la música. Cada trocito de actividad mental en respuesta a un estímu­ positamos nuestra confianza?
lo musical incluye algún grado de mediación ; pensar en palabras exige 11).ás, 34. ¿Qué clase · de imagen 'de la composición puedo construir dentro de mí
pensar en tonos exige menos� La habilidad del músico de pensar en el pro­ mismo? Esta es una versión ligeramente más compleja de la pregunta 28, que
pio lenguaje de la música impresiona a algunos legos como · algo misterio· incluye problemas tales como la fomia en que se almacena la música en la me­
so, pero su percepción difiere sólo en grado, no en especie. La audición ac­ moria, qué chise de actividad mental y física acompafia la experiencia de la
tiva siempre caracteriza un acto de reconstrucción mental: lo que Hindemith música, la expectativa y el afecto.
llamaba "ca-construcción". 5
35. ¿Cuál es la relación existente entre .la pieza y el resto de la sociedad?
29. ¿Cómo se incluyen en ella mis propios sentimientos y emociones? ¿Estoy ¿Cuáles son las exigencias o intereses especiales de los compositores, intérpre­
de mal humor? ¿Estoy cansado de analizar o practicar esta pieza? ¿Estoy es­ tes, críticos y doceqtes? Cualquier obra musical afecta miles de vidas de las
pecialmente receptivo por cómo me siento hoy? ¿Lo uso como un telón formas más inesperadas. ¡ debido a un filme reciente, el Bolero de Ravel se
de fondo sobre el que proyecto mis sentimientos? ¿Estoy habituado a asociar ha convertido en una pieza virtualmente imposible de emplear en la docen­
libremente con respecto a la música, formando imágenes, haciéndome una cia! 6
pintura mental?
36. ¿Importa? Uno siempre debería reservarse el derecho · al desafío final a
30. ¿Mi opinión sobre la obra puede cumplir con las exigencias del discurso la filosofía: "¿Y entonces qué?"
1.n'ti1.,u d;:,upliriudu? Su;)pc;1.,hu yuc; �ilk uu ubjdivu \.{Uv p u\.ail V v\.vil ilv
logra. En lo ideal, se debería ser un razonador técnicamente competente para
e;;)

opinar sobre música (o sobre cualquier otro tema) y la mayor parte de noso­
tros nos beneficiaríamos si tomáramos un buen curso sobre lógica. Los filóso­
Preguntas sobre el contexto de la pieza
fos suelen ser muy competentes en la argumentación, pero no tengo la impre­
sión de que esta pericia los haya hecho diestros para explicar la música. ¿�s importante saber (y si lo es, por qué) . . .

3 7. . . . cuándo vivió Mozart? Algunos opinan que las relaciones externas son
. miento? Creo que lo mejor aquí es que dé mi respuesta personal con respec-
31. ¿Qué suposiciones previas. he hecho que me dirigen y limitan mi pensa­
(o debe�ían ser} irrelevantes para una obra musical o para cualquier obra de

5 Paul Hindemith, A Composer's World, págs. 1 5-22. •

26 27
arte. Pero esta posición es, ciertamente, demasiado simple.Nuestro conoci­
miento del origen de la pieza debe colorearla para nosotros de diversas algu!los otros compositor�s. En apariencia, esta obra contradice el carácter
fonnas, algunas de las cuales están implícitas en las próximas preguntas. normal del Re mayor en Mozart, que suele ser brillante, festivo, diatónico.
¡Y sin embargo, el cromatismo expresivo puede ser mucho más efectivo de
JB; . .. que el minué es inusualmente cromático para su tiempo? Si todos los acuerdo con nuestro conocimiento del Re mayor mozartiano!
minués son como éste, nuestras preguntas se pueden haber dirigido más al
minué com0 género qu� a una obra en particular. 46. ... que Beethoven y los compositores p·osteriores rechazaron el minué y
eligieron en su lugar al scherzo (comó movimiento más liviano, de estiló de
39. . . . que eskl estlUctura era com�n en la epoca de Mozart? Ayuda, creo, a danza, en la sonata, el cuarteto y la sinfonía}? Parece injusto incluir a Bee­
comprender que lo que haya_ de especial en este ntinu.é radica en su contenido thoven en estas discusiones, pero las tendencias que lo siguieron en el estilo
y no en su estructura: ¡un delicioso vino nuevo en una botella vieja y gastada musical dejaron al minué como u.ri representativo autocontenido de un perío-
(pero aún útil) ! do histórico cerrado. · ·
40. . . . cómo sonaba el piano de Mozart? Si lo supiéramos (y tenemos una 4 7. .. . que las danzas cortesanas de los siglos X VII y XVIII a menudo eran
buena idea) nos daría una noción más precisa sobre cómo interpretar el mi­ transformadas (como aquí) en música artística altamente estilizada? Si de­
nué, o por lo menos sobre· cómo realizar una interpretación que fuera más biéramos tomar a esta obra · como música de salón, no le prestaríamos la
precisa desde un punto de vista histórico.Si Mozart hubiera escuchado el pia­ atención que merece ni podríamos comprender cuánto se expande el molde.
no moderno, ¿lo habría preferido? La mayor parte de las reconstrucciones
prácticas de interpretaciones históricas son mejoras técnicas sobre el original, 48. . . .qué pretendza Mozart? _La "falacia intencional" es un ítem estandar
pero esto no significa que sean mejores.A la vez, todo nuestro marco de refe­ en cualquier serie de cuestiones estéticas importantes. He caído consciente­
rencia para la música (nuestra escala de proporciones tonales, temporales y mente en esta falacia en las preguntas 4 3 y 44, pero con un propósito. Por
dinámicas) ha estado pennanentemente afectada por toda la música que ha cierto, las intenciones de un compositor son causales para su obra y se suman ·
aparecido desde la época de Mozart. No hay forma de que oigamos con los oí­ a nuestro conocimiento . Pero la evaluación toma un camino incorrecto cuan­
dos de los contemporáneos de Mozart y es útil que lo comprendamos. do se dirige a t,emas tales como la facilidad o el esfuerzo con el que un compo­
· 41 . . .. que Mozart le escribía cartas obscenas a su primo? En apariencia, ésta sitor escribió una obra, su feIVor religioso, o que sus lágrimas cayeron sobre
es la más trivial de todas las preguntas. Para mí, es importante que la misma el manuscrito mientras lo escribía.
mente que dio a luz esta música del más exquisito refinamiento fuera a la vez
una me�te que se deleitaba empleando el lenguaje más pedestre, juegos de
palabras y un humor grosero.

42. . . . que Mozart se interesó en el contrapunto barroco en los años 1 781-


1 782? Poco sabemos sobre el origen de este minué, pero la evidencia interna
sugiere que · no podría haber sido escrito antes. Nuestra evaluación de cual­
quier pieza está matizada por nuestro conocimiento: si es una obra de estu­
diante, un producto de madurez, innovador .o conformista o un producto de
la vejez. ¿Puede algún crítico de Mozart ignorar los hechos del increíblemente
veloz desarrollo del compositor y de su muerte prematura?
43. .. . que esta obro podría haber sido pensa.da como parte de la sonata para
piano K. 5 76? Es muy importante saber si este minué fue pensado como obra
independiente; algunos lo fueron, otros no.
44. .. . o que no tiene trío? Stadler agregó un trío, presumiblemente suyo,
cuando publicó por primera vez el minué en 180 1 . ¿Está comple'ta ta ·obra sin
el trío acostumbrado rti la repetición abreviada convencional del minué? ¿Es
seguro que no sirve el trío de ningún otro compositor?
45. . .. que Re mayor era una clave significativa para Mozart? Ciertas claves
parecen tener distinta individualidad en la música de Mozart como en la de

28 29
Otro principio clasificatorio importante sirve de bas� a los agrupamien­
tos medievales de las siete artes "liberales": el trivium o "tres caminos" (a la
elocuencia): grámatica, retórica, lógica; y el quadrivium o "cuatro caminos"
(al conocimiento): aritmética, música, geometría, astronomía.Esta clasifica- . -·
cióii nos resü1fa-extraña en la actualidad, ya que mezcla ciencia, arte y prácti-
3 La música como arte y como artefacto cas de comunicación, pero estos agrupamientos de disciplinas inquisitivas y
otros similares eran considerados circulares, "formando un círculo" que in-
cluía al conocimiento que se consideraba indispensable para una persona edu-
cada.
La Edad Media promovió así una visión algo esquizoide de la música:
la musica speculativa· era una disciplina intelectual con un fuerte toque de
diletantismo, basada en las matemáticas y asociada con una especulación cos­
mológica, en tanto que la musica practica ocupó una posición muy inferior;
¿En qué se asemeja (y en qué se diferencia) la música a las demás ar­ Con frecuencia, tales juicios de valor han influido sobre las clasificaciones de
. tes? Este capítulo es un ejercicio de la defirtjción aristotélica (per genus �t. di­ las artes, por ejemplo en artes "mayores" y "menores", aunque tales divisio­
fferentiam): primero, examinando varias propuestas para clasificar a las artes nes han variado a lo largo de · los siglos y en las distintas culturas.La caligra- ·
y al gunas características comunes que presentan, se alcanza , una mejor com­ fía, por ejemplo, ha sido considerada entre las artes mayores en la estética chi­
prensión del género propio de la música (ars); luego, por medio de un análi �s na y en la japonesa tradicionales pero la civilización occidental la ha conside­
de algunas de las propi�dades distintivas de la música (tiempo, tono, papel, rado un arte menor. La ciasificación que hemos diagramado para las "bellas
objetivación), se arma una lista parcial de las diferencias que hacen que la artes" es un producto reciente de) pensamiento occidental, que no retrocede
música sea única. más que hasta mediados del siglo XVIII. 3 En general, hay acuerdo en que és­
tas son la poesía (y algunos otros géneros literarios), la música, el teatro, la
danza, la pintura, la escultura y la arquitectura .
Oasili ;ación de las artes Virtualmente todas las propuestas de agrupamientos de las artes según
· ciertos criterios tienen precedentes históricos.Aquí hay varios que parecen
La música no siempre ha sido considerada ·un arte ni los pensadores oc­ útiles:
cidentales han mostrado tendencia alguna en concordar en .agrupamientos es- .
tándar de las artes hasta hace · relativamente poco tiempo. La palabra griega - por el medio, es decir, artes que emplean palabras, tonos, piedras,
para designar al arte era techne y su significado se acercaba más a "oficio, ha­ pintura sobre lienzo o cuerpos humanos.
bilidad, técnica". Aristóteles, en una definición famosa, destacó el aspecto - por el sentido al cual un arte se dirige en primer lugar, es decir, arte
cognoscitivo del arte: ·"La capacidad de eiecutar algo con una comprensión para mirar, escuchar, tocar, oler o degustar.
apropiada".1 El arte �ra tanto obra de la mente como de la mano, antítesis - por la dimensión, es decir, artes que emplean el espacio, el tiempo o
típicamente griega qÚe .alentaba la distinción entre los campos teórico y cualquier otra dimensión para su esfera principal de operación.
práctico de cualquier arte. - por el propósito, es dedr, artes que son necesarias, útiles o que entre-
Como consecuencia de esta línea de pensamiento, la poesía y la música tienen.
. quedaban excluidas del círculo de ías artes, porque se pensaba que ain�as eran
- por el remanente . Propuesta por Quíntiliano, esta ciasificación divide
producto de la inspiración y -el rapto maníaco. El poeta y el intérprete eran
a las artes en: 1) artes teóricas que no dejan rastros tras ella� y se carac­
vistos más como profetas en tanto que el pintor y el arquitecto eran conside­
terizan por el estudio de las cosas; 2 ) artes prácticas que consisten en
rados artífices. y artesanos.Los primeros eran irracionales, los otros racionales
y trabajaban según un conjunto de reglas claras. Como dice Tatar1?e �cz: una acción del artista sin dejar un producto y 3) artes productivas que
"Antes de que la . antigua iqea del arte se modernizara, dos cosas suceden�n: dejan un objeto tras de sí.�
la poesía y la musica serían incorporadas al arte mientras que las artesamas - por el grado de determinación.La pintura y la poesía puepen evocar
manuales y las ciencias serían eliminadas".2 determinadas asociaciones que la música y la arquitectura por lo general
no pueden.
3 Ibídem, pág. 460.
. 4
\)\'J/Nichomachean Ethics, 6. 4 . 1 140 a: Institutio Oratoria, 2. 18. 1.
2
· Wladyslaw Tatarkiewicz, "Classification of the Arts", pág. 457.

31 .
30
La más útil de las clasificaciones es por el medio, aunque otros criterios La ilustración fuera de contexto no hace justicia a la cuidada clasifica­
pueden resultar de ayuda para una subdivisión ultetior. La tabla de campos ci�n de Weiss, ni se puede aclarar todo su significado sin la ayuda de sus
artísticos de Max Dessoir es una fonnulación atractivá y seria. 5 tan especiales definiciones. Aqui están, por ejemplo, las dos que más nos
interesan:
· artes espaciales artes temporales "La musicry es el arte de crear un tiempo emotivamente sostenido, si­
artes sin movimiento artes de movimiento lencioso y común", y '1a música es el arte de crear un devenir estructurado y
artes que tratan con artes que tratan con audible . . . La música ocupa un volumen ; es espacial y a la vez temporal. Pero
imágenes gestos y sonidos , también es más.Es expan.siva, insistente , un devenir cabal con forma sonora
i..!. .J?!.9.c;l_u�_id.o p_or .�l hombre . . ." 7
Escultura Poesía artes reproductivas Hay mucho para discutir en semejante propuesta, en particular el con­
cepto elusivo de "devenir", pero el valor del enfoque de Weiss supera toda ob­
Piptura Daµza artes figurativas jeción individual. Parecería qÚe una combinación de medio y dimensión es la
base más natural Pl!ra la clasificación artística.
a rtes con asociaciones Las artes compuestas o híbridas también son dignas de atención; la ópe­
determinadas ra es tal vez el ejemplo más común para el músico. Desde sus comienzos, alre­
dedor del año 1600 , se ha creído que la ópera es la fusión ideal de las artes,
Arquitectura Música Artes libres y la teoría de Richard Wagn�r de la GeStJmtkunstwerk·(la obra ,de ·arte "to­
tal"}, como la establece en Oper und Drama, celebraba al drama musical co­
Artes abstractas mo la integralidad de todas las artes (música, actuación, poesía, diseño esce­
nico, danzá, vestuario). 8 Pero en nuestra posición con respecto a tales com­
artes con asociaciones puestos complejos, pasamos por alto a la mera canción y su fusión de texto
indeterminadas y música; los problemas que surgen de la combinación de palabras y música
forman una corriente recurrente en la historia de la estética musical. 9 La ci­
Paul Weiss , en Nine Basic Arts (Nueve artes básicas) propuso uno de los nematografía es una síntesis .bastante reciente de varias artes y en los últimos
esquemas más estimulantes para clasificar a las artes, fundamentados en el mo­ años ha sido muy debatida. No es difícil imaginar otros híbridos de éxito po-
do en que cada arte se sitúa dentro de su dimensión primaria: espacio, tiempo . tendal.
o " devenir". 6 Se pide que se acepte la distinción controvertida de Weiss entre En general ha habido acuerdo acerca del presente conjunto de bellas ar�
música (musicry) (la composición .de música) y música (music) Qa ,interpreta­ tes, pero parece·improbable que se hayan considerado todas las posibilidades:
ción de música: ¿Pueden surgir otras nuevas artes? Si, como se ha pensado (y, a menudo, de­
plorado), la civilización occidental está evolucionando hacia un estado en el
cual las decisiones colectivas podrán por fin · reemplazar a la mayor parte de
artes del esp�cio artes del tiempo artes del qevenir las hasta ahora tomadas por individuos, ¿habrá un conjunto de "artes de la
sociedad"? 1 ° Creo que existen hoy prototipos de semejantes artes societa­
artes que encierran rias , que incluyen a los siguientes:
una dimensión creada Arquitectura 1!fusicry Música
7 Ibídem, págs. 1 24, 1 70-1 7 1.
artes que ocupan una 8 Pl!!a un ¡:esumen excelente de los tratados mayores de Wagner, véase Beekman
dimensión creada Escultura Narrativa Teatro
-
. C. Cannon, Alvin H. Johnson y William G. Waite, The Art o/Music, págs. 378-84.
9
Par� una · exposición general del problema, véase Mortroe C. Beardsley, Aes­
artes que son la thetics: Problems in the Philosophy of Criticism, págs. 3 3948; para una serie de estudios
dimensión que crean Pintura Poesía Danza · más es�ecializados, véase Edward T. Cone, The Composer's Volee.
0 J. T. Fraser expone, en varias obras recientes, que se puede considerar a la so­
ciedad global (potencial)- del hombre como un nivel integrativo emergente de la naturale­
za, con su propia temporalidad; causalidad, lenguaje, y conflictos irresueltos dist.intivos:
"The Individual and Society", en 'I'he Study o/Time 3, ed. por J. T. Fraser, N. Lawrence
5 Max Dessoir, Asthetik und allgemeine Kunstwissenschaft (Stutfgart, 1 906), y D.. Park (Nueva York: Springer-Verlag, '1978), págs. 4 19-42; 1Yme as Conjlict (Basel:
Birkhauser, 1 978), págs. 1 77-85, 263-80; y "Temporal Levels: Sociobiological Aspects of
reproducido en "Classification of the Arts", de Tatarkiewicz, pág. 46 1 . a Funda}llental Synthesis. "Journal of Social and Biological Structures 1 (1978): 339-55.
6 Paul Weiss Nine Basic Arts, págs. 34-38.

32 33
• en lugar de arquitectura, ciudad: un ambiente total armonioso y
diseñado de manera colectiva , por ejemplo Brasilia, Canberra o · el . L� famosa frase de H oracio, "Ut pictura poesis", se lia utilizado durante
plan de L'Enfant para Washignton. · mucp.o tiempo en las discusiones comparativas sobre las · artes. La interpreta­
• en _Iu�ar de escultura, parque escultural: el parque Frogner de Gus­ cion crítica de este fragmento sin duda ha extendido su significado mucho
tav Vtgeland, en Oslo, aunque ejecutado por muchas manos fue el dise­ más allá de lo que Horacio tenía en mente, pero la idea de que las varias artes
ño de una mente; el parque escultural sobre el lago Hako�e en Japón presentan propiedades comunes y son susceptibles al análisis por medio de un
es un. mejor ejemplo. . . vocabulario común, se ha enraizado con fuerza . Al reconocer que nuestro uso
del lenguaje obviamente comunica nuestra experiencia del arte, es inteligente
• en lugai �e pintura, vallado: aparentemente trivial en la forma pre- ·
permanecer conscientes de que el problema es en parte verbal; pero si no tu­
sente, pero cott sugestivas -posibilidades futuras.
viéramos lenguaje, ¿no sentiríamos de todos modos semejanza entre, por
• en lt,iga� de poesía, leyes: un retomo a una antigua concepción grie­ ejemplo, la música y las otras artes?
ga; ¡admito que no hay mucha excelencia en lo que ahora hay dispo­ Nos estamos aproximando con cautela al problema de los universales.
nible! Es discutible su existencia y la validez que debe tener un principio antes de
• en lugar de teatro, happening: · ya bien establecido como forma de que se le confiera la autoridad de un universal.Todo depende del tamaño del
arte. propio universo. Para el estudioso de la música de Mozart, la evolución del
•. en _lugar de da�za , ritos: i:nuchas comp� ías de danza realizan impro­ estilo de es� compositor puede constituir un universo.Algunos músicos se
visac10nes colectivas; es posible que el proximo paso sea alguna clase de contentarán con un conjunto de universales válidos para la tradición de la mú­
danza urbana o �oncurs? a gran escala. Si algunas de estas propuestas sica del arte europeo, en tanto que otros preferirán no reconocer ningún prin­
pa�ecen tener ratees en la cultura popular, es instructivo recordar que cipio como universal a menos que se aplique por igual a la música occidental
muchas de las artes actu�es empezaroñ de ese modo. y a la no occidental. El filósofo del arte preferiría que tales universales se
• en lugar de música (y éste es ciertamente un problema) quizá festival: aplicaran a las distintas artes. Y, dada la posibilidad de exploración espacial
muchas ''piezas" semejantes, ya han sido planeadas e int¡rpretadas, aun­ y encuentro con otras civilizaciones, aun esto puede no ser lo suficientemente
que su aceptación general exigirá mayor consenso en los nuevos valores amplio . Pero, cualquiera sea la escala de referencia usada, ¡si hay tales univer­
m�sicale�. Probablemente este modelo enfatizará líneas conductoras Sales, es imperativo que se los encuentre!
Se debe comenzar por aJgún lado.Considérese el siguiente conjunto y
�as flexibles, la participación aficionada, la improvisación y nuevas ac­
ti1:udes con respecto al tiempo, el espacio y los instrumentos. Sólo se ha los breves comentarios anexos.Se puede observar al comienzo que la mayoría
practicado la composición colectiva formal, por lo menos hasta donde de ellos incluye características estructurales y formas de organización no ma-
yo sé, en la República Popular China, por ejemplo, en el YellowRiver teriales.
Concerto, que, según se informó, fue escrito por una comisión.
. Tonalidad. La capacidad de crear centros: el Re menor de Beethoven,
Estas propuestas plantean una evolución a . partir de los modelos actua­ el color como matiz dominante en una pintura, la convergencia aparen­
les pero no hay razones p�� creer q �e no surgirán formas de arte que sean te de líneas de columnas paralelas, un tema argumental principal o una
nuevas por c ?mpleto. Tamb1en es posible pensar que ciertos géneros actuales emoción característica (los celos de Otello, la ambición de Lady Mac-
de arte se fustonen. beth, el amor desafortunado de Romeo y Julieta). · · · ·
Tendencia. Si son tendencias naturales (del.cuerpo, la mirada, la sensa­
ción del má.111101) o tendencias creadas por el contexto (como el lengua­
Características comun�s de las artes je y la música), las tendencias nos hacen predecir, sentir expectativa
y reaccionar cuando se cumplen o frustran.
Un poema es com? un cuadro: uno conmueve la imaginación cuanto
más cerca se e�tá situado; el otro, cuanto más lejos. Este busca la som­ Modelo.- · Un · impulso decorativo que parece estar · presente en alguna
bra,_ q�� deseará ser vista a la luz, y no teme a la introspección crítica medida en todas las artes, ya sean modelos visuales, musicales, verbales
del Ju1c1� . Aqu_el, q�e fue placentero al menos una vez, aunque se recu­ o de ideas.
rra a él diez veces, siempre será placentero. (Horacio ).1 1
Inicio. Todas las obras artísticas tienen comienzo, ya sea en tiempo, en .
espacio o en ambos, enfatizado o despreciado . Podemos no estar p'resen­
1 1 Ars Poetica (traducción al �glés de H. R. Fairclough) 361-65. · tes en su creación, de modo que una obra de arte puede empezar para
nosotros cuando. nos acercamos a ella. Como dije antes, las obras de ar-

34
35
te suelen estar separadas del mundo de la experiencia diaria: por mar­
cos, por sileneios, por representaciones en lugares especiales con vesti­ Ritmo. La pulsación regular es una característica común en muchas
mentas peculiares, por paisajes y por nuestra atención. obras de arte, ya se la interprete como una línea continua o intermiten­
te, y se incluyan los fenómenos de la"rima y los esquemas acentuales en
Final. Las obras de arte también tienen fin y con frecuencia se siente las artes verbales. La palabra más general para este efecto es· ritmo. 1 4
que están completas, aunque nuestras expectativas de un ·cerramiento
apropiado dependen de nociones culturales, en especi;,il en las artes tem­ Repetición. Todas las artes contienen repeticiones, aunque la tolerancia
porales. En la tradición occidental, las obras de arte tienden a ser teleo-· {y quizá,la necesidad psicológica) de reiteraciones es obviamente mucho
lógicas, dirigidas a un objetivo, y terminan con un fuerte sentido de mayor en fa. ini1si�a y la danza que en la poesía y otros géneros litera-
...
::·:· : ·
.;·. �·- ;.

finalidad. Lo opuesto se da en fas artes de Asia. · ·


.
rios.
;

Variación. La Úrg�ncia por decorar, desviar o introducir cambios expre­


' . '

Interjuego. En raras ocasiones una obra de arte está organizada de modo


tan simple que toda la actividad importante ocurre en un área o a lo largo sivos parece ser . tan· .'esencial paTa el arte como l_a necesidad de repetir.
de un pla.rio único; no podemos experimentar una pintura en su totali­ Jerarquía. La mayor parte de las obras de arte contienen cierta jerar-
dad mirando sólo su lado izquierdo, o una obra de teatro siguiendo . qÚía, explícita o impHcita; una estructura de muchas capas que sirve
la acción y las líneas de un único personaje, o la música prestando aten­ como marco organizador para toda la obra . Inclusive las pinturas, poe­
ción nada más que a la.melodía. Los espectadores deben aprender a va­ mas, composiciones, esculturas y danzas más simples se muestran jerár­
riar su atención, porque las propias obras varían el lugar de su actividad. quicas al inspeccionarlas en detalle ; abrazan una diversidad de hechos
Esta es una buena definición general de lo que se suele llamar contra­ desde los golpecillos o puntillos de la actividad superficial hasta mode­
punto. los a gran escala que organizan toda la obra. El lenguaje mismo puede
Silencio. · O su equivalente espacial, al que erróneamente llamamos ''va­ ser visto como una jerarquía; Pare�e probaóle que seamos nosotros los
cío". No hay espacios vacíos en las artes ni hay silencios reales en la que implantamos esta característica (como las precedentes) en nuestras
música (así como et' aire que respiramos tampoco es vacío). Hay, en artes, porque la sentimos una característica penetrante de nuestra ex­
cambio, áreas de baja actividad (o nula) y espacios negativos. En mú­ periencia.
sica se suele prestar atención al "algo" y no a la "nada", y' sin embargo
los usos del silencio son muchos; el silencio puede ser una mera puntua­
ción o un intervalo de un minuto entre dos tonos articulados. Puede ser También se pueden aplicar con éxito a va�as artes algunos otros termi­
nos comunes: textura o superficie es un concepto útU para las artes plásti­
breve o largo, medido o no, interruptivo o no, tenso o relajado. Pero de
una u otra forma el silencio se convierte en parte de la música. 12 ca·s y táctiles, pero exige una definición cuidadosa cuando se lo aplica a la mú­
sica o a la literatura. De manera semejante , todas las artes emplean temas in­
Acento. El toque simple, un acento individual bien situado (un color, cluidos en alguna clase de fondo y el procesamiento sistemático de estos te-
un gesto, una palabra destacada, un tono "marcado para nuestra aten­ . mas se suele llamar estructura o fonna. Si la obra no es una unidad simple
ción" de alguna forma especial. 1 3 Los acentos tonales {alturas), de fuer­ minúscula, por lo general se pueden delinear secciones, con o sin transicio­
za (volumen, precisión de ataque) y agógicos (duración) están entre los nes · entre ellas. También resulta 'útil hablar de escala al describir una obra de
más importantes en la música. arte {siempre y cuando no se confunda el término con su significado musical
específico) como el ordenamiento consecutivo de la estructura .básica de al­
turas; pero hasta este uso restringido de la palabra es coherente con el sig­
nificado más amplio si se compara una escala musical con la escala de una re­
gla o inclusive con la de un mapa; es el conjunto básico de proporciones
12
Véase Wallis Dwight Braman, "The Use of Silence in the Instrumental Works of
Rcpresentative Compqsers: Baroque, Classical, Romantic" (Ph. D., Eastman School of
Mrn,i c de la Universidad de Rochester, 1 956); Gisele Brelet, "Music and Silence", en Re­ a lo largo del cual se extiende el objeto de .arte .
jlections on Art, ed. por Susanne K. Langer, págs. 103-2 1 ; John Cage, "Leéture on No­ La mayor parte de los objetos de arte tienen puntos altos, clímax,
thing" y "Lccture on s'omething" en Silence, de John Cage, págs. 109-26 , 1 29-40; Tho-· intercalados· con áreas de tensión o de actividad menor'. Desarrollo se suele
mas Clifton. '.'The Poetics of Musical Silence", Musical Quarterly 62 (1 976}: 163-8 1; Zo­
ria Lissa. "Aesthetic Functions of Silence and Rests in Music", traducido a1 inglés por
emplear para describir la elabo�ción de los temas o ideas artísticas, aunque
Eugenia Tarska, Joumal of Aesthetics and Art Criticism 22 (1964): 443-54; Paul Weiss,
The World ofArt, págs. 109-10.
13 Grosvenor W. Cooper y Leonard B. Meyer, The Rhythmic Structure o[Music 1 4 Para el fondo de este ténnino en extremo importante. véase Robert Christo­
pher Ross. "·�µÓs: A History of Its Connotations" (Pti. D., Universidad de California,
(Chicago: Uriiversity of Chicago Press,. 1 960), págs. 7-8. Berkeley, 1972).

37
El concepto del tiempo siempre ha sido elusivo para los filósofos .
· también aquí puede �acer falta una definición cuidadosa. Y la generalidad y científicos. Se comprende que la definición de Newtpn del "tiempo abso­
de las obras .de arte alternan entre establidad e inestabilidad, producidas por luto, verdadero .y rriatemático" 1 6 no se adecua a lo que se ha ·aprendido· en es­
distintos medios. Otros términos, aunque útiles, llevan sentidos dif�rentes en te siglo, y se han señalado grandes fücrepancias entre las medidas de tiempo
las distintas artes como, por ejemplo, la palabra línea. ·
.· objetivas y subjetivas. El famoso lamento de San Agustín' expresa el proble­
Linea significa alguna clase de extensj.ón (recta o curva, lai:ga o corta, ma: " ¿Qué es, entonces, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé_; pero cuan­
continua o intermitente, simple o compleja, que encierra o separa; que impli- do se me pide que lo explique, no lo sé". 1 7
, ca un sentido de fuerza y movimiento, que indica un objetivo hacia el que Sabemos que las dos series temporales (serie A: antes/después; serie B :
apunta, que posee un momento o, a veces, una velocidad real). La conexión pasado/presente/futuro) juegan u n papel crucial e n la creación, percepción
de significado entre una línea visual y una audible es bastante obvia. Una lí­ y memoria de la música. Hay acuerdo general en que el tiempo · de la músi-
nea de texto es, por supuesto, algo por completo distinto, aunque puede ser- . ca no ·es igual al tiempo del reloj. Es un. tiempo especial, creado, que compar­
vir esta misma función lineal cuando se la aplica a la música. · te muchas propiedades con el tiempo del reloj y que está socialmente acep�
Armonía. es una de las expresiones más importantes y 'cóntrovertidas de tado por ·intérpretes y oyentes. Aquí tenemos algunos problemas sobre . la
las artes. Es muy difícil de definir en una forma que no sea altamente abstrac­ teorfa del tiempo que son importantes para el· concepto de la temporalidad
ta. El antiguo concepto de armonía, que veremos en el próximo capítulo·, era en la música:
un balance o un equilibrio entre tensiones (?puestas, \ma relación perfecta
(pero precaria) entre parte y parte y entre parte y todo. Para los griegos, la ar­ J. ¿el" tiempo es atomístico o continuo? ¿El tiempo "real" y el musical con­
monía exigía relaciones proporcionadas que se podía...11 expresar en números siste en duraciones continuas o en una serie de hechos intermitentes? Si la
enteros, idealmente en proporciones simples, muy particulares. La armonía música es una sucesión de estímulos discretos, ¿qu é nos lleva a percibirla co­
musical sólo se podía calcular sobre tina base matemática y de ahí su inclu­ mo movimiento? Puede haber muchas clases de movimiento y tasas de. suce­
sión en tales disciplinas. El propio universo era visto como el modelo perfec­ sión en la más simple de las piezas musicales. ¿cómo las ensamblamos men­
to de la armonía,· y se lp visualizaba como un conjunt� de esferas concéntri­ talmente en una línea temporal única? La mayoría de nosotros estamos
cas en proporción armónica, cada, una de las cuales sonaba con su nota convencidos de que oímos movimiento o "fluir" en la música, ¿es similar a la
característica. secuencia de fotogramas en una película? ¿Es el movimiento musical parcial­
mente ilusorio?
Diferencias 2. ¿Cómo han cqpturado las metáforas para el tiempo musical algunas de sus
propiedades percibidas? Aquí hay varias:
Es evidente que nuestro interés principal es la músiéa. Aunque necesita- · - un tallo de bambú (chino) con sus nudos y protuberancias, que sim­
remos inevitablemente considerar problemas musicales que tienen implican­ bolizan los ritmbs que articulan la continuidad de la música;
cías en la,s otras artes, es en las propiedades especiales de la �� sica �onde - un hilo corriendo a través de un collar de perlas {hindú), otra ima-
encontraremos los obstáculos mayores para nuestra comprensmn. Solo se . gen de continuidad por medio de la reticulación;
pueden señalar unos pocos para su discusión. .
- una ola (Zuckerkandl),18 representando las crestas y depresiones de
Tiempo: El tiempo es la menos explorada de las dos dimensiones prima-· energía formadas por los modelos de ritmo de fuerza y debilidad alter­
rías de la música· los teóricos de ia música se_han preocupado especialmente, nados conreguiaridad;
hasta hoy, por 1;s cuestiones·. de organización de la altura. Los hechos básicos - una bolera (Zuckerkandl), 19 con el ti�mpo como · túnel vacío a través
de los ritmos, esquemas rítmicos, metros y signaturas métricas no arrojan mu­ del cual se arrojan los hechos musicales;
cha luz sobre la forma en que se desarrolla la música y en· fa que se percibe el
tiempo. La propia aparición de nuestra notación rítmica dilata la movilidad
dinámica q_ue se ,oye en la música, y los analistas se h� acostum?rad� a e!°:­
plear términos espaciales para conce�tos temporales. i:arecena mas facil
pensar y escr�bir sobre música _como s1 fuera un estado mas que un P!Oceso. 16 Isaac Newton, "On Time", en The Co�cepts of Space and 1Yme: Tñeir Struc­
ture and Their Development, editado por Milic Capee (Dérdrecht: D. Reidel, 1976),
págs. 209-10.
17 Confessions, 1 1.14.
· · 15 Por algunos ejemplos y motivos, véase Lewis Rowell, "The Subconscious Lan- 18
Víctor Zuckerkandl, Sound and Symbol, págs. 168-2 12.
guage �fMusical Time", especialmente págs. 104-5 . 19
Ibídem, pág. 181.

38 39
- un reloj de arena (Aristóteles),2 ° representando al presente como el . 8. ¿Existe la atemporalidad, la infinitud, la eternidad? Algunas composiciones
delgado momento de pasaje entre el inmenso pasado y el igualmente in­ recientes parecen estar modeladas según semejante concepto, sugiriendo (por
menso futuro . medio de procesos repetitivos y !)tras estrategias) un estado más que un proce-
- una melodía con las notas disueltas entre sí (Bergson}, 21 expresando so, un ser más que un.devenir. 2 4
la continuidad percibida de 1� música como el . modelo para nuestra 9. ¿La obra musical sólo tiene un tiempo? ¿O hay posibilidad de que los tiem­
percepción del tiempo real, durée. pos de la música y la �xperiencia sean múltiples? Los modernos cuartetos para
cuerdas 4e :Elliott Carter y Witold Lutoslawski han explorado esta posibilidad
3. ¿Por qué percibimos que el tiempo pasa a distintas velocidades? Los psicó­ con lÍitéxito considerable.2 5 ·
logos han establecido que el tiempo en el que suceden cosas parece pasar �on 10. ¿s�:·Pueae tor�e, e1 tiempo? ¿Qué pasa con e1 tiempo musical, que no
rapidez, en tanto que el tiempo en el que nada sucede pasa con ·mayor lenti­ sólo permite que se lo mida en términos de la proporción de pulsaciones
tud. ¿Cuál es la relación que hay en la música entre tiempo objetivo y tiem­ y la proporción de aconteceres sino que t�mbién nos permite gozar con los
po _ subjetivo? ¿E¡¡contramos tiempo cualitativo representado en la música, cambios en estas proporciones de velocidad con total seguridad?
tiempo con momentos especiales?
4. ¿Qué es el "ahora " en música? Si sólo podemos percibir un ,delgado borde 1 1. ¿Cuán multidimensional es la mente musical? ¿Por qué medios puede un
de la música mientras pasa por nuestro campo auditivo, ¿por qué nuestra per- compositor fijar una larga duración en su mente como si fuera un instante
cepción parece expandirse hasta .percibir frases y temas enteros? · · único y fundir libremente ideas musicales en su subconsciente? Es un hecho
de magia en el que el antes, el simultáneamente y el después no tienen sentido
5. ¿Cuál es el papel especial que representd la memoria al aprenper música?
hasta que por fin se los fija en una secuencia que parece inevitable.
La percepción musical introduce al ser humano en un compµcado proceso de
atender al momento presente relacionándolo con el pasado inmediato y con 12. ¿Tiene el tiempo de la música algó en común con el tiempo del deporte,
el remoto (retrodicción, una · palabra exótica pero útil) y prediciendo a.sí el el tiempo "agónico " o de disputa? Ya que el tiempo de la música está regido
futuro (expectativa). por un conjunto de norinas y se desenvuelve en un marco de interacción so­
6. ¿Tiene el tiempo de la musica alguna relación con las nociones culturales cial, la comparación es apropiada: ¿Cómo se c. orresponde el tiempo (y el es�
de tiempo? Las distintas culturas han pensado en el tiempo como algo cícli­ pacio) d� la música -como en la interpretación de una sinfonía de Beetho­
co, modular, un · proceso irreversible y de · final abierto, una línea recta que ven- con el tiempo y el espacio de deportes tales como el béisbol, el fútbol
conduce a un objetivo definido o simplemente como una ilusión.La visión del o el basquetbol?
tiempo incorporada en la música occidental es la de la cosmología tradicional
judea-cristiana: el tiempo que comienza con un acto decisivo de creación y Tono: Nos referimos aquí a la naturaleza del tóno musicat no a las
avanza en línea recta hacia un acontecimiento final, apocalíptico. 22 propiedades organizativas de los tonos en el reino de la altura del sonido ..El .
7. ¿Se puede decir que el tiempo comienza o termina? San Agustín rechazaba tono es obviamente una manifestación del espacio musical pero en un senti­
. pregunta: "¿ Qué existió antes de que _el tiempo empezara?"; pero es una
la do muy especial. Probablemente los dos hechos tonales más elementales sean
pregunta válida para la música. ¿Qué írnplica empezar o terminar una com­ nuestra percepción . de ellos como "alto" o "bajo� ' y las cualidades peculia­
posición musical? ¿Cómo se inician y resuelven con éxito las sensaciones de res que nos permiten identificar su fuente, como un piano o un koto. Las
movimiento, dirección, energía, peso y las tendencias tonales? 23 características técnicas , acústicas, del tono, rara vez se encuentran al fren­
te de nuestras conciencias, es decir, que el tono es la forma y la frecuencia
de vibración , la vibración regular como algo opuesto a la vibración no pe­
20 Jbídem, págs. 18 1-228 ; zu�icerkandl desarrolla; y finátmente Íechaza, esta fa­ riódica que ll¡unamos ruido; que los tonos pocas veces son tan simples como
mosa met�ora cl,el tiempo como, "devenir", basando sus argumentos en el ensayo de la forma en que los visualizamos; que la estructura compleja de esa vibración
Aristóteles sobre el tiempo en la Physics 4.3.
. 2 1 Hemi Bergson, "Time as Lived Duration" (capítulo 3 de su Duration and Si­ produce lo que llamamos timbre; que los tonos no sólo tienen su origen es­
multaneity), traducido al inglés P.ºr Leon)acobson en The Human Experience o/ Time, p�cial en el mundo que nos rodea sino que también están lanzados a lo largo
editado f ºr Charles M.Sherover, págs. 218-19. . · .
2 Véase S. G.F. Brandon, "Time and the Destiny of Man", en The Voices of Ti·
me, editado por J . . T�. Fraser, págs. 140-57; este artículo proporcionará al lector una
introducción a las obras más detalladas de Brandon, en especial a su magristral History Jonathan D. Kramer discute este concepto paradójico del tiempo musical en
24

Time and Deity (Manchester, Manchester University Press, 1965); Jonathan D. Kramer. · "New Temporalities", págs.549-52.
discute el concepto del tiempo lineal en "New Temporalities in Music", págs.539-4 1. 25 Elliott Carter, Cuarteto de Cuerdas Nº 2 (1959) y Cuarteto de Cuerdas Nº 3
23 Para :una respuesta parcial, véase Lewis Rowell, "The Creation of Audible (.1971) Columbia M32-738; Witold. Lutoslawski, Cuarteto de Cuerdas (1964), DGG 137 ·
· Time". o. l. .

40 41
Todas las artes interpretativas plantean-problemas únicos de papel. Para ayu­
de ese continuo · espacial único que llamamos altura, y que su fonna final · dar a 'señalar algunos de ellos, reproduzca una versión ligeramente amplia­
es el resultado d� una relación compleja entre el material qutl vibra (cuerda, da · de una famosa tabla de The Problems of A esthetics, de Vivas y Krie­
objeto percutido, aire encerrado), el implemento que actúa, el ambiente in· , ger: l 7
mediato, el medio transmisor (aire, cable, agua) y el ambiente del oyente. El
intérprete tiene en su mente un concepto de lo que él considera "buen;' ton·o
sociedad musical,
y trata de lograrlo con coherencia . Pára el oyente, "buen" tono· es probable-
mente lo que ha aprendido como tal. pero no limitada al oyente
incluyendo

1
El filósofo puede, como lo hace la mayoría de los oyentes, dar por esta­
blecidos m.uchos de estos hechos acústicos y encontrar un conjunto de propie­
dade� de los tonos más interesantes que resulte más "funcional"'. Paul Weiss
ha sugerido el siguiente conjunto de propiedades tonales, al cual he agregado
l.
�mpos�tor
l
composición intérprete
breves comentarios.26 .
Los tonos son:
Aislables, en el sentido de que los sonidos de una obra musical están se­ Las flechas representan los intereses o · actitudes particulares de cada
parados de los sonidos reales del mundo que nos rodea, del mismo mo­ . miembro de la sociedad matriz: es obvio que este diagrama básico no puede
do que el color rojo en una pintura es aislable respecto de nuestra visión · comenzar a sugerir la variedad de intereses particulares en la sociedad musical.
cotidiana de ese color. Los sonidos también son aislables de cualquier Para empezar, no podemos suponer que la sociedad en generaí consiste en un
ubicación específica: abandonan su origen y viajan hacia el oyente. cuerpo .de consumidores benévolos o en "b_uitres d(} cultura". Algunas relacio­
nes -como entre intérprete y compositor- pueden correr la escala de la
Vol!'minosos, en el sentido d.e que aparecen para ocupar tanto duracio­ intensa admiración a la hostilidad activa. Otros papeles en esta matriz podrían
nes cuanto espacios. incluir al filósofo, al crítico, al docente, al empresario y a muchos otros inte­
Insistentes, ya que nos -obligan a ocultarlos si es que elegimos no pres­ resados en la aplicación funcional de música: sacerdote, terapeuta, disc jockey
tarles atención: Y cuando se la prestamos, el esquema de sonidos esta­ y dentista. La profusión de papeles presenta muchas oportunidade� para los
blece su propia Jógica, que a su vez detennina nuestro esquema de ex­ problemas filosóficos y los conflictos de valores.
pectativas. La actitud �el compositor hacia su propio producto será nonnalmente
Direccionales: ya que aparecen y tienen un movimiento y una tenden� muy distinta d� la del inté rprete o el oyente. Este último considerara a la obra
cia hacia adelante. In clusive cuando un tono pennanece constante, fi. como un producto terminado y por lo general se interesará poco en cómo se
· nalmente provoca la _ expectativa de que pronto cambiará. llegó a escribir. El compositor, por su parte, ve a su trabajo como la salida y
. el residuo de un. proceso largo y en parte inconsciente, y la pieza puede perder
Idénticos a sí mismos, p�es a pesar de las diferencias de volumen, tün·
bre, duración, registro y_ contexto, . la identidad básica de un tono pue- parte de su interés para él una vez que la ha .tenninado satisfactoriamente.
·
de pennanecer inalterada. Muchas de las pregt,tntas interesantes incluyen el papel del intérprete y
Interpenetrativos, porque cualquier húmero de tonos pu�de ocupar la
el ser de la obra musical en tanto pasa de compositor a partitura, de partitura
misma duración v parece ocupar el mismo espacio. Dos colores iamás a intérprete y de éste al auditorio. ¿El ejecutante es un int�rprete o sólo un
pueden ocupar eÍ mismo espa�io y seguir distinguiéndose. Dos tonos fiel transmisor de las intenciones del · compositor? ¿Es en algún senUdo un
¡pueden! compositor también? ¿Cómo afecta la improvisación (como la del jazz y otras
músicas étnicas) la posición relativa de compositor y ejecutante? Cuando se
Intemlacionables, pues una obra músical no tiene sentido si se la
ipterpreta una pieza, ¿es la misma que escribió el compositor? Si se repite, ¿es
considera una simple serie de estímulos sépárados. i gual o distinta?
Papel: La música. es un arte sotjal, por lo menos en potencia. En tanto La notación musical está muy lejos de ser una escritura exacta y jamás
que algunos filósofos argumentan que una obra musical podi:ía, en' lo ideal; se pueden transmitir las intenciones totales del compositor a un ejecutante
llegar a la perfección en la mente, este ideal está muy lejos en las condicio­ simplemente por medio de marcas en un papel. Algunos compositOies con­
nes nonnales a instancias de las cuales se escribe, ejecuta o escuch� música. fían en un concepto elusivo al que llamamos tradición, en tanto que
· otros (como Gustav Mahler) luchan por especificar su escritura por medio de
27 Eliseo Vivas y Murray Krieger, editores, The Problems ofAesthetics, pág. 12.
�6 Nine Basic Arts, págs. 1 7 1-81 .

43
42
tual, como medio práctico para mantener urudos a los ejecutantes, co­
abundantes comentarios verbales. El ejecutante debe confia.r en su práctica, mo expresiones externas de sentimientos internos (rítmicos).
Solfeo de sílabas. Una reducción de tonos al conjl,mto básico de miem­
sus jnstintos, junto con la notación y , a veces, con un encuentro con el com­
posi.tor o hasta u�a audición del registro de otro ejecutante. Los composito­
bros de escalas funcionales: do-re-mi-fa-sol-la, o su equivalente hin-
res pueden visualizar a sus ejecutantes en un continuo: desde el compositor
dú: sa-ri-ga-ma-pa-dha-ni.28
hasta el mal necesario.
Mucha música incluye la interpretación conjunta, a menudo con la vi- Si�temas teóricos: A medida que la� culturas se van hacien'do letradas y
sión creativa y la conducción activa de ·un director. En estas circunstancias, la música se va convirtiendo en arte, van surgiendo teorías musicales
¿podemos decir que un músico de orquesta o un bailarían cíe un . cuerpo de con un conjunto de . tópicos, categorías, géneros, escalas y cosas por el
da�a sqn artistas o artesanos? Problemas especiales como éstos son inevita­ estilo.
bles ·al considerar cuánto difiere realizar una acción de fabricar un producto, Notaciones: La historia de las escrituras musicales es a la vez un testa­
o, en el caso de un compositor, llevar a cabo un conjunto de premisas para mento para la inventiva humana y . una demostración de la fragilidad
una acción. esencial de la música. Cada avance el! nuestra capacidad de anotar la
Otra serie de preguntas podría indagar las actitudes estéticas y los valo­ música ha tenido grandes consecuencias sobre la tradición que busca-
. . mas representar; la notación ha sido una influencia desestabilizadóra del
res de los distintos constituyentes de la sociedad musical. ¿La personalidad, el
carisma y la mística del ejecutante deben estar en el camino de la música? estilo musical.
¿Son tales características parte integrante de la música? ¿Se debe valorar por Instrumentos: Los . instrumentos están diseñados para interpretar la mú­
igual a la interpretación y a la obra en sf! ¿Se las debe separar? ¿Se las puede sica que nos imaginamos; ¡pero nuestra imaginación puede entonces lle­
separar? Como escribió Yeats: "¿Cómo podemos separar al bailarín del gar a limitarse a lo que nuestros instrumentos pueden tocar! Es un pro­
baile?" ceso circular. Debido a que por lo general conocemos la música a través
Es importante explorar varias sociedades musj.cales con la ayuda del de la mediación de instrumentos, tendemos a pensar en términos de la
modelo citado antes. Tres ·aparecen con rapidez en la mente: Nueva York, ca­ sensación y los sonidos da los instrumentos qu� usamos y oímos. Esta
pital indiscutible de la música en este hemisferio; el establecimiento triunfan­ experiencia puede imponer limitaciones; muchos pianistas no alcanzan a
te de la música country en Nashville, Tennessee, y la niezcla úruca de la vida percihir las sutiles entonaciones de un cuarteto de cuerdas o la gama de
nocturna del Waikiki en Hawa.ii, una cultura musical de la Polinesia indíge­ colores de la voz humana.
na y el medio de la corriente americana. Registros.: El más extraordinario de todos los avances: ahora la música
Objetivización. La música es sin duda la menos tangible y la más pere­
se puede conservar en todos sus detalles en discos y casetes. Las conse­
cedera de las artes. En lo que se denomina conciencia primitiva, la música es­ cuencias para la estética musical apenas han comenzado a éxplorarse.
tá mµy cerca del hombre, apenas se diferencia del habla y las acciones (obra Máquinas: Inventos complejos como las computadoras y los sintetizado·
o danza), y se la puede rodear de objetos cotidianos: un hueso, un plato o res , que trabajan a altas velocidades y procesan enormes cantidades de
un· bastón. Pero con el desarrollo de las civilizaciones, se amplía cada vez datos, se pueden emplear hoy no sólo para almacenar música sino tam­
más la captura de la música en forma verbal, mental o visual en nuestros inse­ bién para analizarla y "componerla".
guros intentos de asegurar .su repetitividad y resguardarla de la posibilidad de La música apenas habría podido alcanzar su nivel actual de sofisticación
pérdida. La _objetivación de estrategias ha incluido al pensamiento, las ayudas si no hubiera contado con tales medios.Pero es lícito preguntarse cómo se ha
mnemórucas, las descripciones verbales, técrucas docentes, notaciones, teorías
v�sto influencia�a la músic� por las distintas vías estratégicas que empleamos
musicales y tecnología. Aquí hay algunos de los medios por los que la músi­
para captarla._¿Los instrumentos (nuestras herramientas) dejan huellas sobre
ca se ha transformado en (y a veces reducido a) un objeto:
la sustancia musical y afectan las formas en las que �n compositor trabaja
Notas Jifas, tonos, duraciones temporales y proporciones. Pensar en un con ella? ¿Se ha reducido la complejidad del tono musical individual a un ca­
tono musicai como una cosa úruca es el primer paso hacia la uniformi­ rácter uniforme de clase o a un programa de computadora? ¿Y cómo se han
dad y la repetitividad impresa. En muy raros casos un tono musical es visto afectados los valores musicales por semejantes logros técnicos? Retoma- ·
igual a otro, pero ocultar parte de su complejidad aumenta nuestra remos estas preguntas en el capítulo final.
capacidad para que los recordemos. Definir urudades musicales, asignar­
les nombres, medirlas y contarlas son los actos mentales iniciales que
llevan al conocimiento musical�
Movimientos y gestos corporales. Sirven para varias funciones: como 28 Véase
capítulo s o.
ayudas mnemónicas, como acompañamiento para la interpretación ri-
45
44
fería a una variedad de temas importantes: los efectos de la música sobre el al­
ma Y el ,merpo (la doctrina del carácter), las fuentes de la creatividad artísti­
ca, fa foITI1a de juzga : adecu �damente a la música, el valor de la música para
pr<;>mov�r la buena cmdadama y desarrollar los interes del Estado y el lugar
.
4 Dionis9s y Apolo _____ _ ?� _13:._rnu �ca entre las a_rtes. Los problemas estéticos mayores induían el con­
c�pto de armo�ía; el ºde· belleza y la teoría' del arle como irriltacióñ
.
{Icime­
s1s) ; Platon, Anstoteles y otros filósofos tuvieron mucho para decir sobre la
_
m�s1ca.Mu��o� autores, 4:s ?e el leg�ndario Pitág�ras hasta e�critores posterio­
res como A�stogeno, Cle_o� des, Ptolomeo y Arístides Quintiliano, sugirieron
_ ,
teonas t �cmcas ?e la mus1ca. L� ciencia de �a �úsica quedó establecida en
._ . •
tres div1s10nes pnnc1pales: armomca (altura), ntrruca y métrica.
Se suele explicar a la palab:ra mousike como un derivado del término
colectivo para las Musas, las nueve hijas de Zeus y Mnemosyne (memoria),
Porque to dos los buen os poe tas, épicos o lírico
s, componen sus poemas .
stán inspir a os y pos e íd os . . . Pues el p oeta es que eran conSJ.deradas dadoras de inspiración y patronas de las distintas ar­
no por arte sin o porq u e e d
tes . . Calíope rHermosa voz") es la musa de ia poesía épica y se la representa
e n él hasta que está � s­
algo livian o, alado y sa n to , y no h ay invención con una tablilla y un punzón; Clío ( "celebrar") es la musa de la historia y se
ncuen tra fu r d sus sentid o s y y a no tiene uso de razon
pirado y s e
la retrata, con un baúl de libros; Erato ("encantadora'') es la musa de la
e e a e

(Platón). 1
e , fue concedida p or poesía elegíaca y su instrumento es la lira; Euterpe ("deleite"), la musa de la
También la música, en tanto emplea sonido audibl poesía Ií?ca y la canción, lleva una flauta; Melpómene ("coro") es la musa de
tien movim i n os empar entad os c on las
la armonía. Y la arm on ía, qu e e e t
1� trag�dia · y se la muestra c_on una máscara trágica; Polihmnia ("muchas can­
s d l alma intern a a n sotros , le e s dada p o r l as Musas al qu e
cion
revolu
c10nes ), la musa de la poesia sagrada, no tiene símbolos especiales; Terpsíco­
e o
el placer irracional
e
hac e uso inteligen te · de ellas, n o como ayu da para
{como s e supone e n la actualid ad) sino como auxilia r para la revolución re ("el encanto de la danza") es la musa del canto coral y la danza y, como
interna del alma, cuand o ésta h a p erdi d o s u arm on ía, para ay u darla a Erato, lleva una lira; Talia ("festividad"), musa de la comedia usa una másca­
qu e Ja restaure y ordene y esté en conco rdancia
c onsigo mism a (Pl a- ni cómica; Y a Urania ("celestial"), musa de la astronomía, � la muestra co�
tónÍ, 2 una vara y un globo.
la armonía: este
El frenesí y la calma , el éxtasis y el orden , la rapsodia y Es evide nte que la música, si se la considera "el arte de las musas" re­
rdinar io que hallam os en el pensamiento
capítulo explorará el fermento extrao contra�cto­
quería un territorio mayor que el que exige en la sociedad moderna. Unía
como resulta do de estas tenden cias
_os apo­
musicaí de la antigu a Grecia y
verso, danza, actuación, ritual y liturgia, especulación cósmica otras ramas
quien- eligió los términ
rias. Fue el filósofo alemán Friedrich Nietzsche de la educación con el arte del sonido. Su gama expresiva incluía tanto el reci­
líneo y dionis íaco para �epresen . tar lo que veía como los dos impul sos Gentra­
e� el tado apolíneo de la poesía 'lírica refinada, acompañada por la lira, cuanto la
mente ª las Musas
les de la cultura gp�ga}_ Apolo, presi�endo serena s . ordenado, mo­
es
inten�dad emocio� � dioni �íac� ?e los grandes coros en los dramas de Esqui­
-Parnaso--;· -síiñboliza -todo lo que en la vida y el arte griego . lo, Sofocles
en s� estructura for­ . Y Eur1p1des.La musica era considerada como algo valioso y des­
derado, proporcionado, · racional, comprensible y claro confiable a Ja vez: v�ioso por su capacidad de despertar, compfacer y regular
, simboliza todo lo
mal.Dionis os, dio� del vino y señor de las orgías y el teatro al alma y de produc1r buenas cualidades en sus oyentes: oero·. a la vez. se
instin tivo, emoci onal; es decir�
maníaco, · extático, .desorganizado, irracional; todo mayor . . d�;��aba de ella por su__ capacidad de sobreest��lar, d�;gar, distraer y ite­
a la person alidad indivi dual en un .
todo lo que tie�de a sumergir fía de la mú� var a excesos en la conducta-. Parte de esa actitud ambivalente ha persistido
La falta de.materiales originales nos impide buscar la filoso
explo ración a lo_ largo de la historia de la civilización occidental y es aún q.oy evidente.
debem os hacer una
sica en· civiliiacicfues más tempranas, así que
total del corpus griego de especu lacion es music ales para poder constr uir una . �e puede� men�ionar breveme�te algunos otros valores importantes de
allos ulteri ores. El pensa mient o music al griego se re- la soc1ed�d musical gne�a: se tenía e? mayor e�_ulmúsico aficionado que
base adecuada para desarr ., al profesional y el estudio de la mus1ca ,
era considerado parte de la ecfücación
general . Esta oposición. entre el af1.Gion-ª.d.Q_ _4_{! "clase alta" y el profesional de
1 Ion (traducido al inglés por Benjamin Jowett) 533c-5 34b . ·��se �a" ha sobre:,1ivido como ac!i � d subliñifuaI eri fa ciilfüia-·eurc,pea
2 Timaeus (traducido al inglés por R. G. Bury) 4 7c - 4 7d. postenot y hasta el dia de hoy los mus1cos profesionales son considerados a
3 En The Birth o[ Tragedy from the Spirit ofMusic. (Die Geburt der Tragodie aus veces, con la ligera sospecha de no ser lo suficientemente respetablei. El c�l­
dem Geiste der Musik). ( 1872); véase "Apollonian and
Dionysiac", . The Reader's Ency- . to del cáballern aficionado queda bien claro en la frase de G. K. Chesterton:
clopedia, editado por William Rose Benét, 2ª edición (Nueva York: Crowell, 1965).

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46
" ¡Si · vale la pena hacer algo, vale la. pena hacerlo mal!)! Aristóteles expresó' combinaran bien. Se puede ver con facilidad por qué las siguientes fueron
la mis�a actitud en su Política: consideradas las fuentes principales de la c@ación artística: pro2.9JciQ!! abs-
Se logrará · 1a medida correcta si los estudiantes de músiéa se retiran de ��!a.ct��imiento, prác�ir.Qit�ción y lo sobren_�lU_.____
o '\. \\
las artes que se practican en los . concursos profesionales y no buscan . �ü:�_cñiioc.ia· a1aprOpordón · abiiratur(exp-resada.eñ-relaciones numéri-
realizar las maravillas de ejecución que están de moda en la actualidad cas simples) COffi.Q _eLp_fÍll.9P!9. f2.n:nál supremo, la escala teórica sobre la que
en semejantes concursos, . . . porque · �n eµos el ejecutante practica el ar­ había que desplegar la obra de arte. De modo semejante, se exigía que el ar­
te no para su propio crecimiento como artista sino para dar placer, y tista co_nociera�..Proporciones, la fuente, el material, el auditorio y el
placer del vulgar, a sus . oyentes. Por este motivo, la ejecución de esta objetivo�imitación "iii-a"la-�tecn'íca básica y el criterio por el cual se debía
música no es parte de un hombre libre sino d� un-ejecutante pagado, y juzgar una obra. Y por cierto que el más racional de los griegos no negaría la
el resultado es la vulgarización de los ejecutantes . . . presencia de algún agente externo (entusiasmo, inspiración a la---- locura p�
ca platónica) en el corazón del proceso cre�tivo.
Se solía considerar a la música como !}g9_ qµ� �m-�- �LteiJo_,_y la músi­ El arquitecto y el escultor quizá podrían escapar a estas tensiones pola­
ca exclusivamente instrumental ocupaba un estrato social muy inferior al que res entre Apolo y Dionisos representando con destreza formas y proporcio­
ocupaba la música vocal . Los esquemas rítmicos de la poesía se convirtieron nes geométricas y las bellezas del cuerpo humano idealizado en piedra y
en los modelos de los ésquemas rítmicos de la música. Platón, en sus Leyes, mármol. Ellos podían pennanecer sin estar poseídos y negar el papel de la ¡
atacaba con ferocidad a los poetas de su tiempo: inspiración en su tarea. Pero�ico qu�dó eilll.Jn�Jliº-· atr.apado.enJasJen-,.-- · A-fl 1 ..,�
S!O��-�--�ntre s��--º-º�--ª111P,S. Quizás eT concepto de armoi:iía simbolizaba pa� él
La .música, podemos estar seguros, jamás cometería el grave errór de dar hN' ( [) f,'
el es�ado de equilibrio que había que lograr, el balance que se debía encontrar }) , ., · ' ,
lenguaje masculino a una escala afeminada, o una melodía de bodas, .
entre lo racional y To irracíoñal, la forma y la emoción.
una tonada o posiciones· dignas de los hombres l.j.bres con ritmos sólo
adecuados para esclavos y fiadores . . . pero nuestros poetas van aun más
lejos. Divorcian al ritmo y la figura de la melodía, dándole forma métri­ Armonía
ca al discurso desnudo y separando a la melodía y el ritmo de las pala­
bras, mediante el empleo de la cítara y la flauta sin acompañamiento / Los pitagóricos, a quienes Platón sigue en muchos aspectos; llaman a la
vocal . . . 5 / música la armonización de los opuestos, la unificación de las cosas dis-
1 pares y la conciliación de lo contradictorio . . . La música, dice, es la ba-
Algunos otros viejos valores de la literatura afloran una y otra vez en j se del acuerdo entre las cosas de la naturaleza y del mejor gobierno en
la música: lo !.i!!!Pl� es mejor que lo complejo, lo !!�t:u-��--��-��j9r_ que lo el universo. Normalmente, supone la forma de la armonía en el univer­
artificial, moderacióñ--én" foao,· sé-debe' btiscar la ortodoxia en la música y evi• so, del gobierno legal en ·un Estado y de un modo razonable de vida
fiir"fa Soriginalidad y la nqyedad. Por cierto que los griegos no fueron lcis pri­ en el hogar. Acerca y une.. (Theon de Esmima.)6
meió éñ ex.presar tales ideas 1 ni tampoco los últimos. En los Problemas (5 y
40} pseudoaristotélicos, se hace la pregunta quejumbrosa: " ¿Por qué los hom­ La doctrina de la armonía es un complejo racimo de ideas y sólo pode­
bres prefieren las canciones que conocen a las que desconocen?" Pero el con­ mos presentar aquí sus lineamientos generales. Hannonics era el nombre que
cepto griego de la creatividad iba más lejos que esta nostalgia. los griegos daban a la ciencia de los sonidos proporcionados y harmon(ai (plu-
Creatividad no significaba "originalidad". Por lo que podemos deducir a ral) era �1 J�qnJno__colecJiyo u�ado para sus es�a_!��-�l!�s.aj�.�- Laetim0Iog1á
partir de las fuentes griegas, parece claro que la composición e{a cues,!ión_de de la palabra revela una amplia variedad de significados: adecuar, adaptar, re- i"
gu�os, variaci_e>p�s menore.s y . combinaciones de un repertotj� .4�__ e!qll�:rnas conciliar, concordar, administrar, afinar un instrumento e inclusive besar. El
rítm1co-melódicos comunes, los nomoi (leyes). La o.rtodoxia mus!� J-':�vab4 significado más general es la u�ificación de compon���-t!!J�ímiles en un todo.·
uriclaro mandaJo · d�J�gfili_qad. Para ser un buen corñ'¡>ositoThabía que cono­ ordenado. El testimonio de Théon da-eñelclavo.·---
ce"tel sfsfém'a teórico, poder seleccionar el material adecuado Y. ajustarlo a un Esto empieza a parecerse más a la ciencia que al arte, y la doctrin� grie­
texto con- destreza, tener efi!patia__ e_n1ocional con el contexto 'social de la ga de la armonía se asad� dirnc_tamen.t�--9-º!!.. números; relaciones, proporcio­
m1ísica y. cono9.�_�_la técnica suficiente coiiió pafa que todos estos ingredientes nes y con la acústica. En la matemática, una serie anrtónica es una serie en la
que las recíprocas de los términos forman una serie aritmética, por ejemplo,
1 , 1 /2, 1 /3 , 1 /4, 1/5,' l /6, es la versión annónica de la serie aritmética 1 , 2,
4 Politics (traducido al inglés por Benjamin Jowett) 8.6 .1341a · 1341b.
5 Laws {traducido al inglés por A. E. Taylor) 66 c · 669e.
� 6
Mathematica (traducido al inglés por E. Hiller) l.

48 49
3, 4 , 5, 6 . Aunque una serie aritmética procede por increme�tos iguales, una para ejemplificar su concepción.En ambos , las fuerzas opuestas se co­
serie armónica inciuye una serie de pasos progresívamerite decrecientes. Una nectan y ajustan unas con otras mientras que desde un punto de vista
de las grandes coincidencias de la historia de lá música es que estas relaciones, dinámico, cuando las cuerdas retroceden, la restauración de la armonía
cuando se aplican a cuerdas tensas, pi:oducen las relaciones básicas de interva­ produce música en un caso y buena puntería en el otro, manifestaciones
los consonantes. De haberse descubierto y preferido otras relaciones musica­ paralelas y en verdad equivalentes, ya que ambas superan la distancia,
les, la analogía entre música y número no podría haber sido di&eñada con con el sonido o la flecha, para alcanzar su blanco; ambas proceden de la
tanta simpleza; o, para decirlo de otro ·modo, si estas relaciones numéricas acción que es a la vez armoniosa y dirigida con precisión y ambas son
simples no se hubieran aplicado a la música, todo el curso de nuestra música símbolos de una vida vivida con corrección para lograr su objetivo.
podría haber sido drásticamente distinto. Hasta en lo literal, sea arma o instrumento, la música y la precisión es­
La armonía también era un símbolo del orden nniversal, que unía todos tán presentes juntas, ya que el arco no e& . silencioso en la acción y,
los niveles delcotmOs: los cu.afüfelémeñ'i�s·básicos.(�erra, agua, fu�go' �e), como el vuelo del sonido, la flecha es audible en su trayecto.La profun­
las formas más elevadas de v1da · (el hombre) y la estructura del uruverso (los didad del concepto se retrotrae hasta la identificación del arco musical
y el arco de caza en la prehistoria. Además, aunque su obra sea la muer­
te , el arco (bios} es vida (bios) . . .9
planetas, el sol y la luna).Como decía Aristóteles con respecto a las doctrinas
pitagóricas: "Ellos suponían que los elementos de los números eran los ele-
mentos de todas las cosas y que todo el cielo era una escala musical (harmo­
nian) y un número" .7 ,..j\.�'cr Como el concepto de un universo armonioso g¡adualmente se fue redu-
A este concepto le debemos la idea de microcosmo y macrocosmo: el 1v-:>' . ciendo en la conciencia humana, se desarrolló la creencia de que la música real
hombre, el ''pequerio universo" o microcosmos, contiene .ei mismci complejo if . , i,\/
era IlI?@?°.elJ��-=��-�l.°.�!:�efl? ºs ce���!�ª_ _er1 sus ó/bi�_�s. La annonía celes-
de elementos y relaciones que el universo mayor mismo, el macrocosmo, y te es maudible para nosotros solo porque, como escribió Shakespeare en El
'. �.'r', \¡.,.,- mercader de Venecia, nuestros oídos están tapados con "este rop¡je embarra­
su naturaleza está regida por los mismos principios y ,proporciones. Los escri­ \j
tores medievales diagramaron esta visión de la armonía universal como una fi­ do de la decadencia" (acto V, escena 1 ).El concepto de humanidad en am10-
gura humana extendida incluida en .· un círculo, rode-adapor una serie de nía con la naturaleza nf.?_ ��- ex:c:l:i:tJ�Y.°. del perísamieñfo ..occiéléiiTal;"ya'-quéia·
cúculos concéntricos que representaban las órbitas de los cue_rpos celestes. sidtf"tertrac-e-rrttal ué· fa füosofía asiátiéa-desdela antigüedad. La característi­
ca distintiva de la idea griega de armonía es el grado de integridad con el que
El nombre del arco es vida, pero su obra es la muerte . . . La armonía se estructuró e integró el concepto en la estructura total del pensamiento
oculta es mejor que la obvia . .. La gente no entiende cómo aquello que estético, moral y político .
discrepa consigo mismo puede estar de acuerdo consigo mismo. Hay ar­ Se pueden encontrar muchos modelos para la armonía universal en la li­
monía en la inclinación hacia atrás, como en los casos del arco y la lira teratura antigua, pero uno de los más conoci dos es la "Visión de Er" en el li­
(Heráclito). 8 �ro X de La República de Platón . El guerrero Er, reviviendo después de su
muerte en la batalla, relata su visión de un haz de luz descendiendo desde el
En este provocativo fragmento del temprano filósofo Herácljto que­ cielo, al que estaba conectado el huso de la Necesidad, a través del -cµal gi­
da expresada su visión de un universo en cambio constante unido por el prin­ raban una serie de espirales concéntricos. El movimiento circular del huso era
cipio de la annonía.Cito a continuación el brillante análisis de Edward Lipp­ en dirección opuesta a los siete círculos internos, cada uno de los cuales gi­
man: raba a una velocidad distinta:
El universo está en cambio incesante : pero contiene una armonía que Y sobre cada uno de estos círcuíos hay una sirena que gira con éi y emi­
controla los fenómenos espaciales y los temporales.. .Podemos llegar a te siempre su voz en el mismo tono, pero del conjunto de aquellas ocho
conocer el orden divino de la armonía con mayor rapidez en nosotros voces resulta un solo acorde perfecto.'Alrededor del .huso y a distancias
mismos que en el mundo exterior. . . Pero las cosas en discrepancia real­ iguales se hallan sentadas · tres mujeres, cada una de ellas en su trono.
mente están de acuerdo; la unidad se otorga en la armonía o, si se quie­ Son las Moiras, hijas de la Necesidad, vestidas de blanco... Láquesis,
re, la annonía es, en realidad, unidad.Es significativo que se trate de un Cloto y Atropo ajustan sus voces al acorde de las Sirenas; Láquesis
instrumento musical, la lira, lo que Heráclito emplea, junto con el arco, . canta las cosas pasadas; Cloto, las cosas presentes, y Atropo canta las
cosas por venir . 1 0
7 Metaphysics (traducido al inglés por W. D. Ross) A. 5: 985b-986a. .
8 Fragmentos 1 15- 17 (según la numeración de Diels: 48, 54, 5 1) (traducido al in­ 9 Edward Lippman, Musical Thought in Ancient Greece, págs. 10-11.
glés por Philip Whe,elwright). 10 Re�ublic (traducido al inglés por Paul Shorey) 1 0.6 l 7b-6 l 7c.

so SI
La tarea de esta sección es desentrañar estas ideas como aparecen en la
. Es a propósito que se incluyó esta descripción de la amiónía universal literatura griega. Los griegos no contaban con un monopolio de . teorías sobre
( \)'( en un tratado sobre el Estado ideal.Porque la polis, la: ciudad-estado, requería la belleza, pero se dedicaron con constancia a precisar el concepto, y crearon
/ annonía para poder funcionar bien.La .a.nI!Q.I!fa, pa�a los griegos_, sirvió c�mo un extenso cuerpo de investigación calliatic. No se dirigieron a los criterios
�(' · r:qetáfora pop.ero� . de . I�. interdepend��-�ia_�� todas fas partes ctef mundo específicos de belleza para la música, así que tendremos que deducir sus ideas
)f'
1.1'\ ' coñio-'el101 d o'"�9�9cí,a n: los 'élemehtoide la naturaleza, las plantas, los anima- a partir de una literatura más general. ·
�\. . �.� \�j)1 le(1a··esp·e·de humana,1 1 -el estado, la _tierra y �l u�verso f ?nnaban �na "cade­ También deberemos distinguir las posiciones de Platón y Aristóteles .
.W,�, ')' \ na de ser" continua. Todos los mveles de esta Jerarquia compleJa estaban Por decirlo burdamente, para Platón, la belleza es una cualida_d que hace._yisi­
.,\. f./ regidos por principios, y cuálquier movimiento dentro de un miembro o de un ble (audible) una . representacióncieüña helletAfuás "élevada, a_bsoltlta� p�a
\\· nivel afectaría a todos los demás de alguna manera. Y vale la pena notar que Aristóteles, la ·-be1feia "es.. . �na propieda(�� )a. ·�¡iatjetjéiá:,·su desacuerdo
esta visión coordina a lo espacial y lo temporal por medjo de la presencia de plantea esta p'iegunta: ¿la �elleza ·es una fonna de hacer vi �ible un c?njunto
las tres Moiras, que simbolizan al pasado, el presente y.el futuro. de cualidades más elevadas o tiene objetivos que le son propios? ¿Depende de
Es fácil criticar esta pintura de un universo ideal con sus implicancias de al�na otra cosa o es autosuficiente?
\ \ '\ "" . que "las cosas deberían ser }e dete � ada man�ra" y "un lugar para cada . .
, · Cuan do investigamos el trasfondo de los términos estéticos importantes,
{',e .--:dt.// co� y cada cosa en su lugar . Pero le dio a la m��-��--p��yi.orleroso .enJa es bueno recordar que las palabras tienen una larga historia, derivan de otros
-- ' ó�\\! _ _ :
sociedad y marco �1S.filllil1QJJªf.ª ,qµe s� la aceptil� como .arte mdepencliente. idiomas e incluyen una variedad ele matices de significado que contribuye a la _ '
d3(
' ·
1
Quizá-de-una-forma menos construtiva, la doctrina de la annonía le dio carác-
ter de ley a los fenómenos musicales a los que se podía considerar mejor co- .
profundidad semántica general de los términós que empleamos. Ka/!:!!!- era la �A, r ..tt!
:\ h
palabra griega referente a � sign�fic�ba "bie�, hech ?, pla�entero, fino, / rt,¡•\"2-. .)
mo el resultado de una elección. Pero para los primeros tiempos del Medio­ físicamente atractivo, adecuado, apropiado, bueno . De lQIIlediato, esto su- \..
evo la doctrina de la annonía ya estaba afinnada como piedra angular de la giere toda una variedad de significados asociados.
musica. speculativa. La clasificación de la música en tres partes propuestas por · T? e-iJ e
Tres· palabras de origen latino se traducen ·hoy como "hennoso": bf!!1y,s, b
Bóeéiui (4 80-524) la . resume: la música mundana, la música de las esferas,
no oída por el hombre ; la música humana;-Titiirmonía que existe dentro del
diminutivo de bonus (bueno)¡ fomzosus, literalmente "bien fonnado", que
· \:? O t,.J
hombre, entre alma y cuerpo; y la música instrumenta/is, la música hecha por
tiene belleza de fonna; y pulcher, bell:;ª física: �tr�� palabr �s �e los i cli?1:1ªs {t )
indoeuropeos sugieren el proceso de ha�r._v1S1bl,_� . El adJetivo gennamco { /.l
el hombre, imitación imperfecta de las músicas supeñores.1 2
schon (hermoso), asociado �o� el verbo scheinen (p-!1'�cer, _ ª�arece�, ��ar),
.
representa este grupo de s1gn1ficados: , 'Hacer mamfiesto, poner a. _fa vista,
radiante, brillante, impresionante".No es difícil seguir aquí la semántica: si la
Belleza belleza es un "hacerse visible", la luz que emana de ella impresiona a nuestros
ojos; en consecuencia, "aparecer", "parecer" y "brillar" son parte del mismo
No hay mayor acuerdo respecto del concepto de belleza.Para algunos,
proceso de percepción . Este análisis llega a la conclusión de que la belleza ha
la belleza r.i aquello que da . p�acer a los sentidos; _para otros, belleza es una. tJ::!/t�Z
sido considerada con frecuencia una representación del propio �!.,__tan.to
dan.dad más abstracta de la fonna; para otros, belleza es aquello que está ·�--�--·,--. .. . , ,. . .... ,._ .. , . ··
en lugar del valor supremo.Es desafortunado que existan tantos tipos de be­ cuanto una cualidad o lifCatrib't!.:tCJ.-.@it:--
·
�--·oesenTrañ.émosTos �igiillicados sugeridos para 1a belleza. B.elleza puede
lleza, ya que ésta es probablemente la idea más importante para el valor ar­
significar placer para los sentidos, bondad de forma, puede referirse a aquello
tístico en la hitoria de la estética.Es muy fácil decir qne "la belleza se basa en
que está hecho con destreza y excelencia de técn!ca ("�';Ilo"), a lo que es
el ojo del contemplador".Desechar los juicios frecuentes como algo por com­
bueno, brillante (relumbrante, radiante), a una manifestac1on de al_go ante los
pleto relativo al capricho del fudividuo es pasar por alto el hecho de ,que ha
sentidos (una epifanía, un hacerse visible o audible), algo apropiado {apto,
habidÓ grandes coincidencias con respecto a lo que es beµo; tal consenso se
adecuado), impresionante (algo que en sí impresiona fuertemente al especta-
desarrolló en la civilización griega, aunque continuó habiendo éncendido de­ dor) y a una representación de otra cosa bella, buena o verdadera por derecho {_J."P r(: '
bate con respecto a varios problemas subsidiarios.
.propio. .. . · . .
Aunque los au�ores griegos adoptaron varias pos1C1ones sobre lo qu: sig-
nificaba kalon , por lo general estaban de acuerdo en cuanto a sus P.!9.P..ted_a­
des: orden, medida, EIQJ?-Org�ón (en cosas complejas como un tempk>, estatua

---
1 1 Véase el famoso estudio de Arthur O. Lovejoy, The Great Chain of Being: A
u odafy uriidacCsírn.plicidad.-regµ1ªrir;lªd (en colores, formas ,y to�os). Una .
obra de arte c� .debía se:59--,mg.scibl� (medida, limitada, factible de se_r
Study of the History of an Idea (1936; editado en reimpresión por Nue.va York: Harper .
and Row Torchbooks, 1960).
atrapada por los sen.tidos), bien dispuesta (con sus partes ordenadas con clan-
12
De institutione musica 1:2; para una traducción inglesa de este capítulo, véase
Oliver Strunk, Source Readings in Music History, págs. 84-5.

53
52
dad y de manera adecuada) y simétrica
------ (proporcionada, armoniosa' con un mos la idea de la mimesis; pero antes, para resumir esta parte, he aquí Ún frag�
balanee de parte a parte, formando un todo unificado). El mal arte era resul- mento importante del Simposio de Platón: .
tado del desorden, de la falta de definición o de proporciones adecuadas. Ta­
xis (orden) era el concepto formal más poderoso del pensamiento griego y, Pues aquel que quiera proceder con corrección en este tema, debe em­
desde los tiempos de Platón y Aristóteles hasta fines del Renacimiento se pezar a buscar desde la juventud la compañía de la belleza corporal, y
primero, si bien lo guía su instructor, amar sólo u·n cuerpo hermoso;
\', sostuvo que la b�lle�.!-��_.f�1111�_era el___b_��!1. ?ra,:��e !1:t?�-parte§.: Dar
1

· j

1 placer a los sentii!5"s se alineaba en la parte mrenor de la hsta de las propieda­ fuera de ello, debe crear pensamientos justos; y pronto percibirá por

�1·
des que hacían bello a un objeto. El con·cepto griego de la belleza no sólo en­ s! mismo que la belleza de un cuerpo es semejante a la de otro. Y luego,
fatizaba la apelación formalista del arte sino también la cognoscitjva, la per- s1 la belleza de la forma en general es lo que persigue, ¡qué tonto sería
cepción del arte era una forma d e saber. en no reconocer que la belleza de todos los cuerpos es una y la misma!
1) Platón consideraba que la belleza absoluta era una idea, una forma, que Y cuando perciba esto, disminuirá su violento amor por la unidad. . .
.__' 'i:\
""' 1 ,

· \�, •,( lt i n� se podía conocer por los sentidos sino sólo p�r medio de 1� mente. Descri- y se convertirá en un amante firme de todos los cuerpos bellos. En el
>v··t \\ bia al proceso por el que se contempla la belleza como un ascenso, . subiendo paso siguiente, considerará que la belleza del alma es más preciosa que
\J peldaño por peldaño; el peldaño más bajo sería la percepción humana de las la belleza de la forma externa; de m�sfüñ ahna virtuosa no tie­
ne sin � una pequeña gracia, estará contento de amarla y ent�nderla y
. cosas .hermosas a través d�J__?!_.¿eoíid....9s, respondiendo de manera instintiva a
J

buscara dar a luz pensamientos que puedan mejorar al joven hasta que
!1e_8- �� intemalizan entonces en
.,,..,.(,� los colores, sonidos y formas; estaspercepciC>_ se vea obligado a cont�mplar y ver la belleza en las instituciones y leyes
<:.:;<.
�-); r'�.... \ t�"�try.J�j.'!E�
.í · ,t
la
!l, fas " .e no é tica" aeía-perc
vmon mas general de la eseneta de la belleza absoluta.
epción, "§. potftn··se -óbtleneuna y a entender que la belleza de todas pertenece a una sola farnilia y que
la belleza personal es una trivialidad . . .
Para interpretar: si uno de los guerreros de La. llíada 1 3 quería admirar el
1

' '\, > , ... ,: J . .> Aquel que haya sido instruido de este modo en las cosas del amor y que
escudo de oro que Hefestos hizo para Aquiles, primero debía responder a la
;

haya aprendido a ver la belleza en el orden y la sucesión debidos, cuan­


sustancia y a la apariencia relumbrantes del propio escudo; y luego debía con­ do llegue al fin percibirá repentinamente una naturaleza de una belleza
siderar su diseño mentalmente, maravillándose ante la forma en que la maravillosa (y ésta, .Sócrates, es la causa fmal de todos nuestros afanes .
textura buscaba imitar la apariencia de uncampo recién arado y cómo le po­ anteriores), una naturaleza que .en primer lugar es permanente, que no
día hacer recordar a él los campos de su hogar, midiendo con su ojo las pro­ conoce nacimiento o muerte, crecimiento o decadencia. . . belleza al,..
porciones, las líneas y el equilibrio del escudo; y por fm debía considerar las soluta , distinta ? simple e imperecedera.. 1 4
cualidades del "ser escudo", propiedades más universales que podían incluir ,
el brillo del sol matutino ei:t una línea de batalla distante, cómo podía doblar
el fifo de una lanza que se le arrojara y cómo su cuerpo podía ser llevado a · Mimesis
casa sobre él si caía en batalla. �
. La propuesta de Platón gira sobre su doctrina de la anamnesis (evoca­ Los primeros autores griegos estaban de acuerdo en que la percepéión
. ción, recuerctoT,1iegfüfe11a; nuestras almas están en contacto directo con la , del ���--�!� .�A prgceso cognoscitivo pero disentían en cuanto a la-naturaleza
., , 1p.) fonna de la belleza :e�ra antes del nacimiento, P�. con el shock del né!f,.e r
tdf. dfla activ�dad rti��tJi.fq��"ifürge en r�sp�-��!�-- -! .u n_� o��.A�, arte. Interpreta- ·t.';. /<...·
· :J
1:f
. han 1� �����!�.t�ca, cort:!�-1o-se@_a_ Tatarkiewiéz, cfo tres maneras principa-
e�e con_?����--Q.W�}' ·sol?"'scno· p��E�..!���P.��� en momentos · ocá-
1

r:.·j· /llr � s1ortgles cfe de¡a-vu y por med100.e un re�comodáriiiento paulatincrn:>Irii be- . les: 1) �l arte puede purgar y purificar la mente induciendo una experiencia
v lél.L�t.;él ¡ r,,umut .Hól ! , L. pu1.u1, ..,11.<11 U�l<l _iiCCiOü, una ilUSion, �n 1a mente \eÜ
/' . lleza�·SereVél_apiiliieto en fos objetos-físicos: ·1Üego-ei fa-iñeñte, despüesen !
P. ,1,�,1,! �,.. '/1,�+t. ,.,.,.n:n J . '1\ _,. ft ,:J � � � ft n - " - n ,C: • , • '
•1 1 /
X

especial en las artes visuales), y, por ultimo, el arte puede comunicar un acto
/ lasTñstituciones sociales y leyes, luego en los principios de la ciencia pura y, ,,.;. '\ de reconocimiento, de descubrimiento, cuando el que percibe toma concien­
por último, en la visión fmal de la belleza absoluta. ·
(� 7 cia de l_as semejan�as entre la obra de arte y su modelo (o modelos) de la natu-
. jr(1 Para Platón, la belleza no estaba claramente separada del Bien ni era
ral�za. 1 � El equivalente latino de
." , ::L, ·;t· �
n atributo especial del arte . .�rist���!d.�º� =-�1! .2ª�� 1.. ª�º-C!Q_�9.µ_ fµ_erz-ªJ?,, , castellana habitual . !1i1:1__:!!!--,�-�'!!.i1��?· y de aquí la Lh\
como }imitac10n
t

t(Y.�· : , l' 1de�- de ,la b.elleza �on la c�e.ac10n aihs!1ca e hizo mas terrenal �l �oncepto a traducc1on '. Se sugmo a la mimesis co-
'.:A
I ·>.. _ t partrr del mvel mas metafis1co de Platon. Las respuestas de Anstoteles a los. mo una teoría general del arte y se hizo la base de las especulaciones estéticas
problemas de la belleza se basaron en fundamentos verificables de un modo de Aristóteles . Se desarrolló en una de las teorías del arte más im�ortantes en
y,,JV
· más objetivo; si un- objeto representaba con -���j{).!!_l!_�alid.a.Jl si corppla­
. cí�..:.�q__IllQ..e�taha...inNi_�do-:·-parné·gufr 'su línea de pensamiento, enfocare-
14
Symposium (traducido al inglés por Benjamín Jowett) 2 10a - 21 1b.
15 Wladislaw Tatarkiewicz, History ofAesthetics, 1 : 1 12.
1 3 Homero, Riad. 18.468-6 17.

54 55
.
. . la histopa de la estética, aunque no fue muy debatida desde alre dedor d�l añq (Aristóteles).Ya que Aristótele s e staba intere sa do en la poesía y el t ea­
1700 . t ro, probablem ente se re fería a la naturaleza humana.
. La profundidad del concepto y toda la gama de sus implicancia s para la
música sólo pqdrán verse luego de una revisión de los tema s de este capítulo. Estas propuestas plantean muchas preguntas: ¿el artista imita lo que es
Por ahora, mi interés se fundam enta en la posi ción básica, tal como la estable­ indivi dual o lo que v e como cara ct erísti cas gen erales? ¿Señala el . elemento
esencial y se · centra en él o representa su mode lo d e un modo más compl ejo y
ció Aristóteles:
realista? ¿Sólo puede haber ui: modelo o mu chos? Observese que .el mista no.
En cuanto. al origen del arte poético como un to do, es lógico que dos está obligado a inve nta r nad? · no puede crear algo ex nihilo, a partir d e la
causa s le hayan dado entidad, ambas enraizada s en la naturaleza hu­ ·nadá. Su tarea consi st e en ver �con sus ojo s, con su mente ), elegir y repres en-
mana. Son: 1) el hábito de imitar es congénj!o en los s eres húmanos ta't c�n destreza en un medio sensible.y su obra será evaluada según b. fóunu-
des de la niñe z .. � lo es 2) e l plac�r quetodoslos Jiombresob-
li:platóni ca: "(El crítico debe t�ner) primero, ��?� de la naturale za l.J ·
. ' ..
.... ' f' , \

1:ieñeneñlasobras de imitación. 1 6 · �-·-�----:----·'


't: . i

dél��g_<¿,..�9E.?����.!� . �?.��C.�!�-n �_e_ �� corJ�::.J���!�!E.�r -��-


-�-�.!�.
_gar�· . cogsic;imier,i_to de fa exceiencia. con que se eJecuta la �?.P.� .
Nue vamente, ya que el aprendizaje y la admira ción son placentero s, se �ÉI'.con cf!pto de �·1a� rnüsica· como-imita'dón "jfre-senta problemas reales
obtiene goce estético m ediante a ctos de imita ción como la pintura y la es�
para '1a · . filosofía d e la música, aunque ( como s e suele sostener en las teoría s
cultura, la poesía, · y me diante toda copia diestra, aunque su original 3e a
desagra dable, pues la p ropia alegría �o se basa en la cosa en sí; más bien, hay
. estéticas) hay un núcl eo de v� rdad que s e , puede ex.tra e� si s e . penetra c �n. la f'A I w�­
-profundidad suficiente en la idea. L�ti_dda rrume S1s le)W�!@.!E_m�S1ca b 1 �'
. silogism�: "Es.to es aquello", y es �sí como se aprende algo.
tin S'r
17
l!,.q. serjQg,�p_e.gAie!'lt� y Jµpon�_unaJuente o un. mo delo. externos; a p_�µ-d,� t./vV
· No ·s e de be olvidar la notable omisión que Ari stóte les hace de la música es�?�J�.r-��P:1ª!-1, .J?-'\.!Sh.� p_tras ��mplica �iones. Y mie�tra� podemos es!a r de I l'I '.?'.\:�{L:.vi XJ
· a cue rdo c on Anstoteles en que la alegrza personal no esta en la cosa (uruta- . ·,
· en la lista de las artes miméticas qu e propon e , pero esto· sólo indi ca que el con­ da)", la mayor parte de los oyentes preferirá disfrutar del fenómeno musical
. cepto d e mimesis exige una explicación especial con respecto a la música.No es
e n sí y no del grado de ve rdad o d e destreza con que é ste representa a otra
difí�il a ceptar la idea de q.µ� un pintor, un e scultor, un dramaturgo o un a ctor
cosa.
· imitan un paisaje, un cuerpo humano o una personali dad destacable , ¿pe ro
Vario s autore s han ll egadó a extre mos en sus esfuerzos por justificar a
qué imita la música? ¿Y cómo? Los griegos daban varias respuestas, algunas
la música como imita ción · de núme ros abstractos, ·d e tipos de movimiento y
más convin centes que otras.
Mimesis es una palabra posthoméri ca y es probable que de rive de a ccio­ g estos físi cos, de pasione�. de h'iññores� de-''estados m entales, de sonidos na�
turales y mecánicos, de imágen es cósmicas y cosmogonías (surgimiento, apo­
nes realizadas durante algún ritual de culto sa cerdotal: d�a, canto o músi­
calipsis, apote osis), de s entimientos, de palabras, de significados de palabras,
ca instrumental; de modo qu e la conexión con la músi ca fu e temprana.Tatar­
¡y a veces quizás hasta de sí misma! Ha sido una creencia común y popular
kiewicz ha identifica do c uatro pasos en la e volución del concepto en la Gre­
la de pensar si uno está prepara do para pasar por ·alto sus dificultades.La mú­
cia antigua: 1 8
si ca tie ne un extraordinario poder para sugerir asociacione s, imágen es, tal ve z
1.Como expresión de _ la reali dad interna, por medio de a cciones ritua­ inclusive sentimiento s , p ero si es en verda d una clase de imita ción, depende '1
le s; e st e tipo de imita ción incluye la a cción, no la realiza ción. No _ tiene de la de finición propuesta. Defen der una t e oría miméti c� d e la músi ca xige o/

_ una seµ1eJanza /
apli cación en las artes visuales ni busca reproducir la reali da d externa. afirmar una sem ejanza entre el modelo y la representac1on, . ()
2 . Como imitación del modo en que funciona la naturaleza, por ejemplo, que se�ye rificable de manera objetiva. NtJ J-f·11 ··,
la t ela de una araña . (como en el teji do), el nido de una golondrina
(construcción), el canto de un grillo (mú si ca). ti���\,; ¡ ¡;
3. Como copia de la apariencia d e las cosas (Platón), aplicable a . todas El carácter (ethos}
las artes; básicam ente, un tipo de des crip ción.
4.La creación d e una obra de arte basa da en la selección que un artista Sl' la m·..,...eS1·s era el me'todo del artista, el carácte r se refería a los · efectos
realiza de los elementos gene rale s, típicos y/o esenciales de la naturale�a de su obra c��n do se la per.9jpía. La doctrina del ca ráct er es s eguramente el ,f;,f
t ema más peñétrafüe eñ la"literatura musical griega y solía estar dirigida por la
piJL." 1

mayoría d e los gran des filósofos.


16
_Poétics (traducido al inglés por Gerald F.Else) 1448b:
· Rhetoric (traducido al inglés por R. C.Jebb) 1.1 1.Í371 b.
17
1
� Wladislaw Tatarkiewicz, "Mimesis", pág.226.
19
Laws (traducido al inglés por R. G.Bury) 669a-669b.

56 57
La palabra implica toda una gama de significados; primero, un lugar La idea del carácter co!]llevaba importantes implicancias políticas, ya
acostumbrado, una "morada ,, ; luego, costumbre y uso; también, disposición,

¡
que tanto Damón como Platón creían que la música podía implantar todas las
carácter (en especial, carácter moral); y, por último, aquello que delinea o virtudes (� m��ación e inclusive justicia) en el carácter ,humano, es ex­
moldea al carácter. La doctrina del carácter es una mezcla de teoría educativa plicable que Platón abogara ifófetffsóatrfa música como continuación de la

.
con psicología. y terapia, ysu2�ªJ.!1��-�&c¿to&.,p,9_qerQ�JO· política esta!_�l. Sostenía que la música fonnaba el carácter nosoloclelciüaa­
bre el cue!E_o, el alma y la mente, para bien o para mal, inmediatos y residua­ dano individual sino también del Estado como totalidad; la música podía, en
. ·r el º. r de.ñsoc-ial-é-sta-l5lec�p�-e� (como dice P latón

1
res.-IJesarrollar el cará.cter moral era prioritario para la educación griega, y a la efecto, apo� .o su?verti . . .a
música (en el pensamiento griego posterior) se le asignó un papel central �n la en L a :Rep
. ub.lic:��-
. a
'Cungg_.��- ·
· . .º .���
· . .. b. 1.�_?.:-�?.�--� . . c. .!J.��J�y�_s_furui
. 2f�-��- -���� -
fonnación del carácter. Se propusieron muchos grupos de correspondencias mentales del Estado
. . siempre
. . . . . · camfoan. · con . . . . ellos. U v·0
(Platón, Aristóteles y otros lo hicieron) entre las distintas escalas, ritmos y Los autores gzfogos destacaron el poder fonnativo de la música sobrp VV[N( \,\(.- .
·
· rasgos de carácter. De hecho, como queda establecido en la Política de Aristó-· los jóvenes, pero muchos también afinnaron que cada etapa de la vida y cada () : ,.,.,
h•

teles, los ol,?� de l�1rnísica Y4Mucación eran idénticos: 20 . · casta de la sociedad, libres o esclavos, teu_ía sus propias ne�esidades y requería
prescripciones musicales específicas . En verdad:-iosgñegos esc·rifüeron sobre
Paideia: educación en general, preparación moral en lo específico.
fa' aplicaciono.e· ·1a jfüí.sic:i eri ·1a�· terapia y la educación como se aplicaría
Katharsis: purgación, término usado en un sentido técnico especial (ver ¡nás una droga; el suyo era un concepto alopático de la medicina, que prescribía
· adelante).
los ingredientes elegidos para contrarrestar los síntomas . presentes, dirigido
Diagoge: conocimiento intelectual.
a devolver al paciente a un estado de equilibrio en su salud física y mental.
Paidia y anapausis: juego y relajación. Se elegía Il).Úsica estim1_1la.11te para despertar a los autistas, los flemáticos y los
débiles; música suave para . calmar a los . iracundos, a los . nerviosos y a los hi- ¡ ti/ :, 1
· Darilón de Atenas, uno de los maestros ·de Sócrates, estuvo entre los pri­
perkinéticos. Pero para la educación en general sólo se aprobaban las escalas - Y' ·
meros autores que sugirieron una co�ecífi� ent_�e la música y la for­
y ritmos moderados, aquellos que no contenían, según se creía, desequilibrio /
ma_ción .d�l. carácter humano , y sus enseñanzas fueron la base"aela mayor par­
o exceso d� energíá o movimiento, sino tan sólo pasos. regulares y parejos. ,
te de las actitudes de Platón hacia la música. La premisa de Darnón se expresa
de este modo:
Katharsis es un ténnino importante que figura de manera prominente /
en la teoría del carácter y que ha promovido grandes debates en la . historia
"El canto y la danza surgen necesatjamente cuando se conmueve de al­ de la estética. Aristóteles sólo empleó una vez esta palabra en su Poética, pe­
guna fonna al espíritu; canciones y danzas libres y bellas crean un alma seme­ ro allí se la designaba como la principal respuesta humana al drama trágico;
jante y _la especie opuesta crea urta especie de alma opuesta ,'.2 1 Aristóteles una fomia de tratar los poderosos sentimientos de pena y temor ocasionados
fue. todavía más específico: por el espectáculo trágico. Se la ha tomado para referirse a una experiencia
Hasta· en las melodías simples hay imitación del carácter, ya que las es­ de éxtasis , un "drenaje" excesivo de emoción, un prqceso de purificación.
cal;1s musicales difieren esencialmente unas de otras y los que las oyen La infinidad de estudios eruditos que se ha referido a este éoncepto
se ven afectados por ellas de distintos modos. Algunas entristecen y aristotélico ha ayudado a hacer más difícil lo que es en verdad una idea bas­
afiebran a los hombres y los hacen sentirse graves, como las llamadas tante simple. Parece claro que la catarsis incluye ciertas fases: el despertar de
mixolidias; otras afiebran la mente. . . Los mismos principios se aplican una fuerte emoción en respuesta a estímulos, luego alguna clase de deséarga
a los ritmos; algunos tienen un carácter reposado; otros, de movimiento; o liberación y, por fin, un regreso a un estado emocional más calmo en el que
entre estos últimos, algunos tienen un movimiento más vuigar y otros uno se siente mejor y ; de alguna manera, purificado. También implica, creo,
más noble . . .Párece· haber en nosotros uria suerte de afinidad con las la elimin�ción de las emociones individuales y su reemplazo por un sentimien­
escalas y ritmos musicales , que lleva a algunos filós�fos a decir que �l to de afecto más general. Aristóteles elaboró los efectos de la catarsis en su
alm� es una annonización, y a otr?s (a decir) que posee annonía. 22 Política:
(Alguna gente se ve) afectada por melodías religiosas, y cuando caén·
bajo l¡t . influencia de melodías que llenan el alma de em�ción religio­
20 Politics 8.7.134lb - 1342b; véase también Lippman, Musical Thóught,. págs. sa, se s,ienten calmados como si hubieran estado en.tratamiento y pur­
128-32. ga médico�. La misma clase de efecto se producirá · en aquellos que estén
21 Traducido por Kathleen Freeman, 3 7B6; véase también Warren D. Anderson,

·.EthiJs arJ_d Education in Greek Music, págs. 38-42. · .
2 . Politics {traducido al inglés por Benjamin Jowett) 8.5.1340a-1340b, según lo
citado con cambios menores en Julius Portnoy, The Phll<¡sopher and Music, pág. 25. 23 Republic (traducido al inglés por Benjamin Jowet) 4. 424c.

58 59
especialmente suJ·etos a sentimientos de temor y pena Q a sentimientos
de cualquier clase.24

No es posible seguir las distintas sugerencias para ligar las fónnulas mu­
sicales específicas con propósitos éticos específicos, ya que nuestros conoci­
. mientas acerca de la música griega son demasiado esquemáticos. Aristóteles
dividió a las melodías en cuatro tipos, sin especificar qué era necesario para
asignar una melodía a la categoría apropiada: moderadas , entusi ªstas · tristes y
�\ \ relajadas. La categoría de las moderadas . es obviamente · · la_ más apropiada para
la paideia; de manera similar, el tipQ._��.. · }a.s. e_�.tll
. �!��tas, . . _ · -. -. _ _�s. .el· q��
· _ap�i<>nadas,
_ · _ · · . · ··
�t.1 más probablemente produzca la catarsis.
· \QÍJ� .· f1ay una conexión muy importante, aunque sutil, en h1-.,especulación
\ t\t>-·_ musical griega, entre los grandes temas q�e fonnan la propuesta para el pre-
1 /J ) >:-, sente capítulo: annonía, belleza, mimesis y carácter (ethos). El lazo de co-
1'At; Jr':' nex..ión era el paralelo entre el estilo musical y el carácter humano: el estilo
/f�\ musical (en cuanto a los esquemas de texto, melodía, escala, tiempo, metro y
·1
i ritmo) era la expre5.i:ón sono� d�l.�.MiC.ter, ya fuera éste moderado y juicioso,
estimulante. /éi"iiberante,
· tris,te :y- pesado o relajado e inerte.Pero el proceso
es de alguna manéí;a · circt1l�h ·,eL �rácter . era el resultado inevitable de la
exposición de la persq�á- :a\iru{y¡µiedad dé : experiencias musicales (o artísti•
cas en general).. Para el rriíi'��o)ia mirn�sis era cuestión de elegir los ritmos,
las frases melódicas y Ioúenip apropía�os . que estúvieran de acuerdo con los
f

efect0s que deseaba producir en .SUS oyentes. El compositor-poeta tenía que


ser capaz de leer la naftúaleza humana y representarla. Podía pretender imi­
tar su visión personal del carácter , de Wsóéiedad o de la annonía universal.
La representación más fina (técri1c�) qel objeto más fino daba como resulta­
do la belleza, que a su vez prodÚcía ia más fmas cualidades en el oyente.
Es dudoso que alguna vez se haya estructurado de manera sistemática
gran parte de su teorización en la práctica musical. Sin embargo, la idea del
carácter (ethos) retuvo gran poder en los filósofos posteriores y la psicología
de la música no avanzó de manera significativa· más allá de las especulaciones
de los griegos hasta este sigl? .

Fonna, sustancia y percepción


Hasta este punto nos hemos ocupado más de las cuestiones de valor y
juicio que de los problemas más espinosos del ser y el conocer. Para una
perspectiva final, �.xaminaremos las respuestas que algunos griegos (en espe- .
· cial Aristóteles y su escuela) dieron a las tres preguntas básieas:
1. ¿Qué es la sustancia musical, el material "crudo" de la música?
2 . ¿Cómo se le da fonna?
. 3 . ¿Cómo se la puede percibir? 5
2

24 Politics (traducido al inglés por Ernest Barker) 8. 7 .134 2a.


25 Hay más extensqs comentarios sobre estos problemas en Lewis Rowell, "Aris- "Macrocosm y Microcosm", página titular de Robert Fludd, Utriusque cosmi . . .
toxenus on Rhythm", págs. 68-70. historia, Oppenheim, 16 1 7-16 19.
1 Gentileza de la Lilly Library, Indiana University, Bloom ington, Indiana.
. 60
Los autores griegos hicieron una clara distinción :entre materia (IJ,y le} Y m an do la apariencia de esa forma. Aristóteles y Teofrasto gustab an de la ana­
forma (morphe} , semejante a la distinción que �ealizaron entre forma y c�n:e- logía de un anillo de sello aplicado a cera caliente: la cera permanece en un es­
. tado neutral, indiferenciado, hasta que se le imprime la fo rma del anillo. Pero
rudo. El concepto general de forma era un principio ac�ivador que, al aplic�r­
selo a la materia pasiva e indetenninada, la transfonnaba en el resultado art1s­ la presteza con la que el sentido estético responde a la sensación no se puede
tico: una estatua, un templo, un parla.mento teatral, una c�ci�3:1 o una dan�a atribuir con exclusividad a la fuerza del agente externo. Nuestras mentes están
coral. Les gustaba usar analogías sexuales: la forma era masculina; la matena, informadas por nuestra afmidad natural co.n ciertas relaciones y proporciones
femenina. y también por nuestro conocimiento adquirido de las formas. El'proceso per­
La sustancia musical tenía tres part�s: los sonidos de la voz, la altura ceptivo es en su mayor parte automático ·pero puede ir mal si la aisthesis no
musical y el cuerpo humano. Estas pennanecían pasivas e informes hasta �u está en un estado equilibrado, receptivo, o si está estimulada defectuosa o ex­
. cesivamente.
activación por medio de un principio dador de_ forma que las tradu<:_1a en len­
_ Para resumir esta sección brevemente, la música tiene lugar cuando los
guaje articulado (poesía), melodía (música) y gesto (danza). Se acunaron ter­
_
minos como rhythmizomenon, melodoumeno� y hermosmenon para el m �t�­ principios formales de ritmo, armonía y melodía se imponen sobre sustancias
rial "crudo" rítmico, melódico y armónico. Todas estas pafabras son partici­ neutrales (lenguaje, tono musical, el cuerpo), activándolas en una estructura
pios pasivos presentes en el nominativo singular, �e género neut�o derivados artística dinámica y coordinada.
!
regularmente o por analogía; por ejemplo, rhyth1:11zor:z enon es den�ad? regu­ La puede percibir aquel que tenga conocimiento previo de ·1as formas,
,
lar del verbo rhythmizo, "poner en metro, dar ntmo . Por eso, su significado afinidad innata con los númer_os y las proporciones y un sentido estético que
· ' d '· "
literal es "aquello a lo que se le esta d� e ntmo Y. 1.o t.r�11_uzc� como "la - se encuentre en un estado de buen equilibiio. La percepción es un proceso
, , . poético: exige conocimiento y es, de por sí, una ' clase de conocimiento.
sustancia a la que se le da ritmo". En los tratados �ecrucos gnegos s�bre mus1-
ca aparecen varios términos paralelos semejantes: rhythmos/rhythmzzomen�n
Además de estas especulaciones, los griegos dejaron una expresión igual­
(ritmo, sustancia a la que se le da ritm?), melos/melodoumenon (melo_q1a, mente p oderosa de sus creencias y actitudes musicales: en sus mitos. En e1 si­
sustancia inelodizada), schema/schematzzom_enqn (forma, Jo fonnado) y guiente capítulo examinaremos el mito como fuente importante de "testimo­
kinesis/kinoumenon (movimie11:to, lo que es movido). nios indirectos" y aisl�remos determinadas corrientes de ideas, metáforas e
. , . imágenes musicales que han dejado una impresión tari aguda en el pensamien­
. Los autores griegos desarrollaron un extenso vocabulano de terminas
formales, cad,a uno de los cuales significaba 1:1n aspecto distinto de la fo �a: to occidental como los testimonios directos mostrados en este capítulo.
_
la forma dinámica móvil de .la música (rhythmos}; la fonna o conformac1on
visible, exte-�a (s;hema}; la forma como orden (taxis}; la forma concep!'1al
o esencial (eidos); y la forma en general (morphe}. Esta riqueza de termmo- :
logía certifica la importancia que los griegos daban a la forma en las artes:.
_
sin forma, la sustancia era v.aga, indefmid�, ilimitada y por lo taµto mco�_os­
_ .
cible. La forma griega tendía a se� geometrica y modular m '.18 que organi��­
Las unidades formales se escal-0nabari en jncrementos precisos Y se equili­
. brabán entre sí por simples proporciones numé�cas: 1 : 1 , ?-=_1 Y 3 :2 eran las
_
predilectas. El tiempo musical era, para los griegos, atom1st1co : �n� secu�n­
.
�fa ne nnicfa rles de tiemno mínimo aue lograba forma y con�inu1dad solo
;;ando ;ig11� prin�ipio fo�al activado� se le-�uperponía.
"
· Aristóteles, en su tratado Sobre el alma, afirmaba que la matena es po­
26
tencia mientras que la forma es acto". La posterior teoría griega de 1� per­
t.
cepción giró en tomó de esta º�?sición potencia/acto el pa�el �: la �isthe
sis (nuestra facultad de percepc1on sensible) fue el de actualizar la un.pre�
_
sión de la forma en la ment�. ·
.
Todo esto es muy abstracto, . pero el principio es lo suficientemente
. claro· nuestros órganos sénsibles (irtcluyendo 1a mente) son materia pasi•.ra
por �aturaleza, pero responden con presteza a la impresión de la forma to-

26
0n the Soul, 2.1:

62
5 · El mito de la música

Gran parte de nuestra mitología musical se encuentra semienterrada.In­


clusive en el capítulo anterior, donde examinamos afinnaciones específicas
hechas por autores griegos acerca de la música, era claro que su empleo de las
palabras revelaba actitudes más profundas en cosas tales como la belleza y la
forrrta.Estos significados ocultos bajo_ la superficie contribuyen a su mensaje
y a los significados superficiales más explícitos, que los autores pretendieron
expresar conscientemente. En este capítulo indagamos un tesoro de ideas de
igú� riqueza, la conte_nida el). el mito, que se encuentra bajo la superfici�.
· Son de extremo comunes las referencias a la música en la literatura y
nuestra respuesta a ellas se ha hecho altamente predecible como resultado de
nuestro condicionamiento por la finne acumulación de mitos a lo largo de
los últimos 2000 años. Pero nue�tra respuesta no es siempre por completo
consciente ; este complejo tapiz de ideas · no ha sido examinado de mariera
sistemática, ni se han comprendido todas sus implicancias. En este capítulo
propongo un marco de referencia para el profundo estrato de ideas musical�s
de la conciencia cultural de occidente.
Podemos tratar m_ejor este "testimonio indirecto" reconociend� que
todo es parte de una gestalt (un racimo de ideas, creencias e imágenes rela­
cionadas) que ha llegado a tener signific�do temático para la literatura. Puede
describirse a este enfoque, que sigue el método propuesto por Northrop Frye
en su Anatom ía de la crftica, como crítica arqUetfpica. Su proceso es el análi­
sis de los modelos estructurales producidos por el mito en lá literatura, ya
fuera de manera explícita o implícita. Frye describe a los arquetipos como
"racimos asociativos.. .( que contiep.en) una gran cantidad de asociaciones es­
pecíficas aprendidas ·que son comunicables pórque mucha gente en una cultura
dada resulta estar familiarizada con ellas". 1
Es difícil hacerse una clara imagen del mito de la música corno un todo.'
La naturaleza de las a.finnaciones va de la alusión velada a ia metáfora, de la
metáfora a la referencia �imbólica, de ésta a la afinnación explícita y llega a la
etiqueta convencional. La referencia literaria puede aludir a sólo uno o dos de
los componentes del mito. Y la conexión entre ideas puede ser. exclusiva­
mente por asociación: a veces una idea :parece provocar otra.
"Music of the Spheres" frontispicio de la edición de 1496•
1 Northrop Frye, Anato',ny of Criticism, págs. 13H2,102. de Frarichino Gafori, Practica musicae.

64
tomía ; se la suele establecer en términos de un conjunto de antítesis, en el
La actitud hacia el mito cambia de vez en cuando: en los últimos siglos · cual una o la otra se convierten en dominantes de vez en cuando. La más sig­
la tend�ncia ha sido hacia una interpretación más rnecanicista del núto de lo nificativa de estas antítesis es, sin discusión , la noción paradójica de que la
que había sido antes. En la literatura de los siglos XIX y XX el núto ha emer­ música posee tanto poder como transitoriedad. La música tiene el poder de
gido con vigor renovado, como una fuente de· ideas para el artista. Muchos crear el universo, curar a los enfermos y resucitar a los muertos; pero a la vez
de los ternas presentados en las páginas siguientes se han incorporado tan pro­ es tan frágil y perecedera que estarnos . en peligro de perderla y sólo poder con­
fundamente al inconsciente colectivo de la sociedad que sus orígenes míticos servarla en nuestra memoria .
ya se han olvidado · hace mucho; sobreviven corno viejos dioses, lugares co­ La ubicación en tiempo y espacio es a menudo una característica de na­
munes, estereotipos · de la personalidad y en varias formas de la literatura po­ rrativa mítica.Según Frye, una escena cósmica es es�ncial p·�a la operación
pular. del mito, y alinea los mundos divino, "humano, animal, vegetal, mineral y (a
Aristóteles tomó al mito como una de sus seis categorías básicas en la . veces) demoníaco por medio de algún símbolo de verticalidad, al que Frye lla­
Poética, y usó el término en el sentido de trama (las categorías restantes son ma "punto de epifanía". 5 Esta "presentación simbólica del punto en el cual
el carácter, la dicción, el pensamiento, el espectáculo y la cantjón)? Aun­ · el. : . mundo apocalíptico y el mundo cíclico de la naturaleza se alinean" se
que este empleo de la palabra puede parecer un poco estrechó para nuestros da comúnmente como una torre , una escalera, un faro , la cima de una monta­
propósitos, estamos sobre terreno sólido al tratar a los mitos como esquemas ña o (para citar un ejemp_lo bíblico familiar) la visión de la escala de Jacob.6
estructurales o temáticos, no importa en qué género aparezcan. Sólo necesitamos dos ejemplos musicales: el descenso de Orfeo al submundo
· El mito, en su sentido más amplio y familiar, no es tan fácil de definir para revivir a Eurídice y, de la mitología polinesia, la vid por la q1:1e Hi.k:u
para la satisfacción general. Las historias de dioses, demonios y héroes de ha­ desciende al mundo submarino para rescatar a su esposa, Kawelu. 7
zañas sobrehumanas llenan la mayor parte (aunque no todas) de las mitolo­ ·
El grabado en boj, que sirve d e carátula a Ia·edición de 1946 de la Prác­
gías del mundo.Se ha vuelto casi un truismo que el núto incluye conúenzos, tica musicae de Franchino Gafori; es un famoso diagrama del cosmos musical
8

puntos ·de .decisión cruciales y terminaciones. Los mitos se suelen asociar con que �epresenta una afirmación . poderosa de lós elementos principales en el
los ritmos cíclicos de los tiempos y las estaciones y la estructura espacial mito de la música y contiene una gran riqueza de material para interpretación,
del cosmos- ordenado, . y parecen (según Levi-Strauss) cumplir la ¡µisma de modo que sólo podemos presentar sus características principales.La escala
función para la generalidad de fas sociedades, prinútivas o sofisticadas.3 Pero musical forma la vertical �n el punto de la epifanía, conectando los cuatro ele­
Kirk advierte que "no hay una definición del mito ni una forma platónica mentos materiales (tierra, agua, aire, fuego) con el ciclo pagano de Apolo y las
de un mito con la cual se puedan medir todas las instancias reales".4 El deno­ tres Gracias, mostrad.as en una típica danza de espalda contra espalda con los
minador común único parece ser nuestra necesidad de explicar lo que no se brazos unidos. Los pasos de la escala, los intervalos entre ellos y los · modos
puede entender de inmediato sobre la base de la experiencia diaria. griegos · están marcados a lo largo del cuerpo de fa serpiente de tres cabezas,
En tanto que a los primeros autores les preocupaban los oríge�es y los Serapis.Cada escalón corresponde a una de las esferas celestes, señaladas tam­
efectos de la música, la literatura posterior ha tendido· a enfatizar la persona­ bién por los signos planetarios a lo largo del margen derecho y cada uno éstá
lidad del músico, los instrumentos, la notación y el papel de la música ert la presidido por una de las Musas, pintada cori crudeza junto al margen izquier­
sociedad. do. Los mundos animal y veget� también están representados en este cos­
Y la música como mito exhibe algunas · características únicas: los ele­ mograma. El lema latino en la parte superior proclama que "el espíritu de
mentos míticos ligan a ambos, la persona del músico y su ar�e, en lo abstrac­ Apolo desciende a todas las Musas", e in cluye, en apariencia, a la musa del si­
to, a diferencia de otros papeles míticos tradicionales como el del médico lencio, Talia (no la áusente·musa de la comedia).
o el sacerdote, donde ei centro está clarameñte en la mí�tica y el carisma per= Aunque la mayor parte de los elementos del grabado de Gafori repre-
sonales. El mito de la i:núsica se_ construye también sobre una curiosa dico- sentan aspectos espaciales del mito de la música, hay asociaciones importantes

5 Frye, Anatomy of Criticism,.pág. 203.


2 Poetics 6 . 1450a. 6 Génesis 2 8 : 1 0-12.
3 Para el enfoque estructural de Lévi-Strauss para el análisis del mito; véanse 7
Martha Beckwith, Hawaiian Mythology (Honolulu: University of Hawaii Press,
Claude Lévi-Strauss, "The Structural Study of Myth", en Myth: A Symposium, editado 1970), p ágs. 147-50 ..
por Thomas A. Sébeok (Bloomington: Indiana University Press, 1 958), p ágs. 8 1-106; 8 Irwm Young, traductor y editor, 11,e ''Practica M�sicae" ofFranchinus Gafu-
The Savage Mind (Chicago: University of Chicago Press, 1966); y 11ze Raw and the . rius (Madison: -University of Wisconsin Press, 1'969), págs. XXVI-XXIX, 1 ; para una in­
Cooked: Introduction to a Science ofMythology, vol 1 (Nueva York: Harper and Row, terpretación más completa con muchas referencias, véase Edgar Wind, Pagan Mysteries
1969).
4 G.S. in th51 R(!najssg_nce, 2a. edición ampliada (Londres: Faber and Faber, 1967), págs.
. Kirk, Myth: Its Meaning and .Functions in Ancient and· Other Cultures 26 S-69 y fig. 20.
(Cambridge: Cambridge University Press, 1970), pág. 7.

67
66
entre la música y la temporalidad en la mitología mundial, en particular en
las paralelas dibujadas entre los ritmos de los tiempos y las estaciones y los es­
quemas cíclicos recurrentes del ritmo y el metro musicales.. La idea dominan­ hubo un gran florecimiento de referencias musicales, especialmente (por moti-
te es de que varios tipos de música, escalas, instrumentos y elementos por el vos que permanecen oscuros) en la literatura inglesa. Es sorprendente la can­
estilo son apropiadas para las distintas horas del día, las estaciones del año, las tidad de poemas ingleses de los siglos XVI y XVII que alaban a la música, y
edades humanas y otras convenciones temporales similares. En una fonna llegan a una verdadera explosión cultural. Pero poco después del año 1 700
más abstracta, se suele ver al flujo musical como el pasaje de la vida, el río que se produjo una caída inevitable y la actitud más racionalista hacia el mito se .
corre al mar y el ciclo de- n�cimiento y renacimiento. La realidad imita al mito refleja en una literatura menos inclinada a la cosmología y a la interpretación
( ¡un hecho sorprendenemtente común!) en varias culturas musicales del mun­ teleológica. Con la tradición de la música práctica en ascenso, vemos una
do en las que reglas estrictas especifican la hora del día en que se debe ejecu- concomitante declinación en el . género de la musica speculativa y su
tar un tipo particular de música. conjunto de ideas míticas relacionadas que, mientras apenas era científica, ha­
El proceso de fonnación del mito és más bien como la forma en que bía sido nutrida por científicos musicales. El mito de la música; en una pala­
crece �na perla dentro de una ostra, mediante una finne acumulación de bra, sucumbió, y rara vez ha emergido desde entonces en una narrativa explí­
capas alrededor de un núcleo. Los problemas centrales del mito de la música cita o en otra cosa que no fueran referencias fragmentarias. Trazar la amplitud
ya eran convencionales a comienzos de la era cristiana, cristalizándose alrede­ del mito en la literatura moderna consiste en aislar las diversas corrientes de
dor de la leyenda de Orfeo, que sigue siendo el tema único más explícito. En­ ideas y analizarlas sobre la · base de los modelos arquetípicos establecidos.
samblamos una presentación resumida de las ideas principales del enciclope­
dista del siglo VII, Isidoro de Sevilla:
La música es un arte de modulación que consiste en tono y canto y reci­
El mito de la persona
be su nombre por derivación del de las Musas. . . A menos que el hom­ La leyenda del cantante frigio Otfeo proporciona la imagen mítica
bre recuerde los sonidos, éstos perecen, pues no se pueden escribir . . . más familiar del músico. La literatura órfica es tan vasta que todo lo que po­
Dice Moisés que el inventor del arte de la música fue Tubal, de la raza demos ha.cer es mencionar- los temas principales. Virgilio menciona la versión
de Caín, antes del Diluvio. Los griegos dicen que Pitágoras fundó sus más familia1: de ]a historia en el cuarto libro de sus Geórgi,cas. Mientras que la
orígenes en el sonido de los martillos y el tañido de cuerdas extendi­ leyenda tiene algunas características comunes con muchos de los rpitos de fer­
das . . . Pues el mismísimo universo, se dice, se mantiene urudo por una tilidad del Cercano Oriente (el pharmakos o víctima del sacrificio y el sparag­
cierta armonía de sonidos, y los propios cielos se revuelven por las mo­ mos, mutilaci(m), las primeras versiones son sorprendentemente no teístas.
dulaciones de la armonía. La música conmueve los sentidos y cambia las Orfeo como ·cantor/profeta, capaz de encantar a los animales y desenraizar a
emociones . . . La música también compone mentes perturbadas, como los árboles con su música, simboliza el primitivo sentimiento humano de uni- .
se puede leer de David, que liberó a Saúl del espíritu sucio por el arte de dad con la naturaleza. Mediante su katabasis (el descenso al mundo inferior .
la melodía. También a las bestias, inclusive a las aves, las serpientes y los para traer a su esposa Eurídice de regreso a la tierra), Orfeo ilustra la transfor­
delfines, la música las incita a escuchar su melodía . Pero cada palabra mación del mito, partiendo de un mito natural y llegando a otro cultural: la
que hablamos, cada pulsación de nuestras venas, se relaciona con los- po� . conquista de la naturaleza reemplaza al anterior sentido de la unidad.
deres de la annonía por medio de ritmos musicales . . . Orfeo . . . no sólo Sus acéiones lo ponen en contacto con cada uno de los reinos míticos
dominaba a las bestias salvajes con su arte sino que también conmovía (el divino, el humano, el animal, el vegetal, el mineral y el domoníaco) ali­
a las piedras y a los bosques con la modulación de sú canto . . . Pero así neándolos a todos en un punto en el tiempo y en el espacio. A medida que el
como esta proporción (6: 8 : 1 2) aparece en el universo de la revolución mito avanza, se va centrando en la debilidad de Orfeo: su incapacidad para
· de las esferas, también en el microcosmo es tan inexpresablemente po­ obedecer las órdenes de Plutón de no mirar � Eurídice y su negativa a gozar
tente que el hombre sin su perfección y privado de su armonía no de la compañía humana después de la muerte de ella, lo que da como resulta­
existe. 9 do su desmembramiento por una multitud borracha de mujeres tracias. Vis­
Estas afinnaciones, esparcidas en los nu�ve breves capítulos de· Isidoro, lumbramos ahí una fuente para las visiones posteriores del artista: débil, afe­
fueron la base de los primeros capítulos de lqs tratados medievales renacen­
y minado y/o enajenado de la socied'ad. El mito se cierra con la imagen de la
tistas semirritualísticos acerca de la música. Y en los años posteriores al 1 500 cabeza seccionada de Orfeo flotando corriente abajo por el Egeo, inclusive,
cantando, hacia la isla de Lesbos, donde su cabeza cantora se convertiría en
oráculo y su lira sonaría sin que nadie la ejecutara. El mito ha completado el
círculo y Orfeo es uno con la naturaleza otra vez. . r
9 Extractado de Etymologiarum sive originum libri XX 3.15-23, en Oliver
Kathi �ieyer-Baer ha trazado el interesante proceso por el que la figura
Strunk, Source Readings fn Music !fistory, págs. 93-100.
de Orfeo· fue separada en la iconografía cristiana temprana . en las personas
68
69
Otras referencias musicales celebran a varios dadores o <lescubridores de
de Cristo y Satán: Cristo corno el Buen Pastor, iconográficamente una traduc­ música: fabricantes de instrumentos musicales (Jubal Caín, 1 4 el. legendario
ci,ón· directa de Orfeo tocando para los animales circundantes, y la Danza de emperador chino Fu Hsi), descubridores de la escala musical (Pitágoras), mé­
la M\lerte de Satán, simbolizando el poder del u_so de la música para el mal dicos que curan por medio de la música (el rey David), 1 5 codificadores de esti­
y �orno tentación para el pecado y la rnuerte. 1 ° Clemente de Alejandría, en ' los musicales (el ''Emperador Amarillo" Huang Ti) y tiña serie ue semidioses
su Exhortación-a los griegos (una diatriba del siglo II contra las supersticiones conocidos por cierta asociación peculiar con la música (K.rishna ) . Los símbo­
de la mitología pagana) interpreta a Cristo corno un nuevo Orfeo en una teo­ los que represen tan a estos personajes aparecen con frecuencia eu la iconogra­
logía de gran belleza que la Iglesia romana ha ignorado de manera ·cons- fía musical: a Pitágora's se lo muestra tocando un conjunto de campanas o es­
picua: cuchando el sonido de los martinetes, David aparece con su arpa y Krishna
con su flauta.
¡Ved cuán poderosa es la nueva canción! Ha hecho �ornbres .de las pie­ El mito de la música también celebra a aquellos que son �ecopiladores
dras y de las bestias salvajes . . . es la que compuso a toi;la la creación en de música, aquellos que de algún modo son los responsables de hacer que la
una orden melodioso y concertó la 4�ordia de los elementos para que música sea menos intangible , más permanente . 'Ellos han creado sistemas para
todo el universo pudiera estar en armonía con ella . . . Bien, porque la
la notación musical (Guido d' Arezzo), han compilado repertorios musicales
Palabra estuvo desde el comienzo. El fue y es el comienzo divino de (San Gregario), han preservado la herencia de la antigüedad por medio de sus
todas las cqsas; pero porque El luego tornó un nombre . . . el Cristo, yo escritos (Boeéio) o han estado asociados con alguna otra forma de objetivizar
lo he llamado en la Nueva .Canción .1 1
la música; por eso se los suele relacionar con la rama teórica de la música.
Son tantas y variadas las refer�ncias órficas posteriores que sólo pode­ Este aspecto del mito es muy operativo hoy en los historiadores, los etnomu­
rnos mencionar unas pocas. Rilke, en uno de sus Sonetos a Orfeo, ignora el sicólogos, los técnicos de grabación y los programadores de computadoras.
corazón del mito (el descenso al submundo) en favor · de los puntos de co­ Se suele citar a San Gregorio como el compilador del corpus del canto
mienzo y fin, contrastando orden y desorden, construcción y destrucción. romano que lleva su nombre y en la iconografía medieval se lo representa con
Mediante su muerte, la canción de Orfeo permanece en leones y rocas, en ár­ una paloma (el Espíritu Santo) sobre su hombro, dictándole al oído las me­
boles y pájaros; ahora sus oyentes también pueden ser ''una boca de la natura­ lodías. A Boecio se lo ensalza por su tratado sumario que sintetiza el aprendi­
leza." 1 2 Thomas Mann, en José y sus hermanos, prefirió enfatizar el tema del zaje musical de los griegos, y ·fue escrito cuando la ciencia musical de la anti­
descenso: Jacob, que se soñó a sí mismo y cumplió con los modelos míticos güedad corría peligro de perderse definitivamente. Durante siglos, su tratado
vividos por sus ancestros, consideraba a Canaán como la tierra de los vivos, representó el único contacto humano con la tradición griega.
y a Egipto como la tierra de los muertos; en su pesar por el cautiverio de José, Además de su concepción de la música de las esferas,. Boecio parece ha­
se vio a sí mismo corno Orfeo y como instrumento de la resurrección simbóli- ber sido el responsable de una clasificación de los músicos en tres categorías,
ca de José de la Tierra de las Tumbas. 1 3 la que fue muy comentada e influyó en la formación de actitudes sociales.
La imagen de la lira cantora cautivó la imaginación de los primeros poe­ Sostenía que aquel que toca un instrumento se sitúa en el lugar más bajo; los
tas románticos, que se refirieron al artista como un arpa eolia: cantantes y poetas merecen mayores alabanzas; pero aquel que sea capaz de
juzgar su destreza es superior a todos los demás. 16 A partir de su actitud, se
Hazme, tú lira, aun corno lo es el bosque: desarrolló la noción de que la rama teórica de la música era de algún modo su­
i Q11é si mis hojas· caen como las si..1yas! perior a la práctica. Dicho más burdamente , la misma actitud vil hacia la teo­
El tumulto de �s poderosas armonías ría y la prác�ica aparece en un pequeño poema iatino que se ie adjudica á Gui­
do d'Arezzo y que aparece en cientos de -tratados musicales medievales:
Tornará de ambos un profundo tono otoñal,
Dulce, sin embargo, en la tristeza. ¡ Sé tú, cruel espíritu,
Mi espíritu! Sé tú el que soy, el irnpeW,oso! Musicorurn et cantorurn magna est distantia,
lsti dicunt, illi sciunt, quaet componit Musica.
(Shelley, "Oda al viento oeste") Narn qui facit, quod non sapit, diffinitur bestia.
º
1 Kathi Meyer-Baer, Music of the Spheres and the Dance of Death, págs. 2 1 9-
336.
11 Strunk, Sourcé Readings, págs. 6 2-6 3 .
· 12 Rainer María Rilke, Sonnets t o Orpheus, traducido a l inglés p o r M . D . Herter 14 Génesis 4 : 2 1.
Norton (Nueva York: W. W. Norton, 1 942), libro 1, soneto 26. 15 1 Samuel 16 : 14-23 ; 1 8 : 1 0- 1 3 .
� Thomas Mann, Joseph and His Brothers, traducido al inglés por H. T. Lowe · 16
De institutione musica 1 .3 3 , en Strunk, Source Readings, págs. 85-86.
Porter (Nueva York: K.nopf, 1 948), pág. 436.

70 71
Qué grande es la distancia del músico al cantante: 1nspiración, luego cantando acompañada por ángeles , tocando el arpa o varios
El segundo dice, el primero conoce la naturaleza .de la música. otros instrumentos. Su papel en el mito es el de patrona y protectora de los
Pues aquel que hace y no sabe qué es bestia por definición. 1 7 músicos y el de símbolo de inspiración divina. John Dryden,, en la más famo­
sa de sus odas a Cecilia, contrasta a Orfeo y Cecilia, a la música secular con la
El nombre de Guido es prominente entre los conservadores de música sagrada:
por motivos válidos. Sus logros incluyen la invención del pentagram� musical
y la clave, la famosa "mano" de Guido (un diagrama mnemónico que ubicaba Orfeo pudo guiar a la raza salvaje;
los distintos pasos de la escala musical en las· uniones de los dedos) e, inclusive Y los árboles desenraizados abandonaron sus lugares,
más importante, su sistema para el solfeo (canto a la vista) que le asignaba sí­ Secuaces de la lira;
labas a los grados sucesivos de la escala. Guido basó su sistema en un himno Pero la brillante Cecilia elevó aun más la maravilla:
Cuando le fue dado aliento a su órgano vocal,
popular a San Juan, escrito por un tal Pablo Diácono, en el que cada línea del
· · Un ángel la oyó y de inmediato apareció
texto empezaba un grado más alto:
Creyendo que la Tierra era el Cielo.
UT quaent }axis, Que tus fieles siervos ("Una Canción para el día de Santa Cecilia", 1687)
REsonares fibris , Puedan alabar tus maravillosas
Mira gestorum, acciones Estas referencias a ángeles son más que detalles se·cundarios. El mito de
FAmuli tuourum, Con voces claras la música caracteriza a una multitud de figuras circundantes: sirenas, arpistas, .
sotve polluti Libera los labios manchados de musas y ángeles, cuya conexión original con la música es algo sutil. Su fun­
LAbü reatum, lQs acusados. ción básica era la de psychopomps, "guías del alma", que debían conducir a
los muertos a sus estaciones en el más allá. En el arte cristiano de los primeros
Sancte Joannes . . San Juan 1 8
tiempos, los músicos-án&eles acompañaban a menudo las gran.des escenas de la
Biblia, y en los diagramas cósmicos de los pintores y escultores del Medioevo
San Juan , por la fuerza de esta·y de otras referencias, es a veces invoca­ y el Renacimiento temprano se mostraba a las órdenes �e ángeles (serafmes,
do como uno de los patronos de la música pero el santo más importante de la querubines, tronos, dominaciones, virtudes, poderes, principalidades, arcánge­
música es sin duda Santa Cecilia, cuyo nombre se. asocia con la música en la les y ángeles) en sus estaciones en · los círculos concéntricos del cosmos, cada
. mas frágil de las evidencias. 1 9 La relación que Chaucer hace de su boda y pos­ uno p�sidiendo una de las esferas giratorias y cantando su tono caracte-
terior martirio cita sólo el órgano que tocó durante su boda con Valeriano (a rístico. _
quien se dice que ella convirtió al cristianismo en la noche de bodas): El mundo demoníaco ocupa un lugar destacado en el mito. La Iglesia
medieval sospechaba mucho de la música y jamás logró eliminar la supersti­
Y mientras los órganos hacían melodías ción de que los poderes de un músico provenían del diablo y que se los podía
Al Díos único cantó ella en su corazón: usar para incitar al fiel al pecado.Imágenes como la Danza de la Muerte (ví­
"Oh, Señor, mantén puros mi alma y mi cuerpo vidamente pintada como un esqueleto danzante en el famoso ciclo de graba­
a menos que estén defmitivamente perdidos". dos · de Holbein), Lorelei y el Flautista de Hamelin son prolongaciones direc­
tas de la suspicacia popular de que la música constituía una trampa. Se puede
(Cuentos de Canterbury, La segunda monja) demostrar que el culto al virtuoso se desarrolló a partir de esta interpretación
del mito órfico: Niccolo Paganini y Franz Liszt semejaban la reencam�ción de
Incluso muchos pintores italianos y flamencos del Renacimiento repre­
Orfeo en el mundo del siglo XIX, dotados de una habilidad sobrehumana que
sentaron a Cecilia sentada al órgano y mirando ha�ia el cielo como buscando
. seguramente provenía del diablo. Ambos eran artistas consumados y aprove-
. \ chaban bien esta mística, convirtiéndose en ejemplo para las futuras genera­
1 7 Para una traducción ligeramente distinta, véase la de· Warren Babb, Hucbald, ciones de concertistas.
Guido and John on Mude, editado por Oaude V. Palisca (New Haven: Yate University El retrato más preciso de lo demoníaco en la música es el Doctor Faus­
Press 1 978), pág. 105 ; éstas son las primeras tres líneas del tratado de Guido Regulae to de Thomas Man.n, én el que Adrian Leverkühn, el compositor-protagonista,
musicae rhytmicae, en Martín Herbert, Scrip tores ecclesiasticí de musica, 3 vols. (edición · adquiere . del diablo sus poderes al costo de su humanidad, su salud y, por últi­
facsimilar, Hildesheim: Georg 0Ims, 1 963), 2:25. mo, su vida. Las descripciones que Mann hace del estilo musical tradjcional,
18 Kathi Meyer-Baer, "Saints of Mu.sic", pág. 17.
1 9 Ibídem, págs. 19-33. que Leverkühn rechazaba, y su nuevo estilo (para el que Mann tomó como

72 73
modelo la técnica serial desarrollada por Amold Schoenberg) conduce a una · tenid� buena suerte en la vida, pero posee una capacidad de introspección de
· síntesis interesante de las actitudes dirigidas a la música ''viej(' y "nuev�" co- la que carecen los que pueden ver: lee los corazones, no los rostros. La novela
,de Arthur schnitzle'r Der blindé Geronimo und sein Bruder es un conmovedor
mo condicionadas por siglos de ·mitología. ·
Mann veía a la vieja música como un proceso orgánico natural que esta­ ,relato de los viajes de uno de esos músicos callejeros, una historia de
b,a regido por sus propias leyes internas, una especie de alquimia q�e se guí� separación y ·reconciliación. En muchas músicas chinas y Japonesas los ejecu­
los principios de la morfología propuestos por Goethe: metamorfoSis, polan­ tantes han sido no videntes por tradición y en algunos otros géneros mHsica­
dad, intensificación; era un sistema con un rico potencial pai:a la ambigüedad les del Asia orient�, ejecutantes de visión normal tocan en el "estilo ciego'',
y la alusión. La música tradicional, coino la conocía Mann, parecía un lengua­ con los ojos cerrados y el rostro inexpresivo. Muchos de los más grandes orga­
je de calidad humana, simbólico de sentimiento y expresivo de �moción, que nistas franceses han sido no videntes célebres por su habilidad en la improvi­
seducía más al corazón que al intelecto y que siempre podía sugerir la simpli� sación y entrenados en una escuela de París fundada con esa finalidad. Y, por
cidad de un retomo al estado primordial del hombre. último, se ha desarrollado una mística especial en tomo _de la persona del mú-
La nueva música de Adrián, por su parte, se describía como fría, inor­ sico de jazz ciego en la sociedad norteamericana .
gánica, regida por "leyes heladas", a la vez estrictamente disciplinada (por la
técnica dodecafónica) y "criminalmente vaga" en su empleo de alturas in­
conmensurables, glissandi · y sonidos inhumanos bárbaros, amplificados por Poder
medio de tecnología electrónica en parodias burlescas de los estilos musicales
pasados. La nueva música, .para Mann, estab� simbolizada por el cuadrado má­ La creencia en que la música posee un poder extraordii'1ario es tal vez
gico que colgaba sobre el piano de Adrián, gobernando tanto la dimensión una de las más profundas capas en el mito de la música: poder para suspender
horizontal de su música cuanto la vertical, -por medio de los mismos principios las ley�s de la naturaleza · y superar los re�os del cielo y el infierno, Un senti­
matemáticos, y produciendo .correspondencias no oídas entre las parte�. Es­ miento de maravilla, o a veces de temor, acompaña � la mayor parte de los re·
tos dos estilos de música constituyen, por supuesto, ficciones, pero útiles latos acerca del poder de la música. En La montaña mágica de Tomas Mann
puesto que clarifican y resumen tantas actitudes tradicionales hacia la vieja aparecen dos ilu�traciones distintas bien div�rgentes de estas actitudes.
y la nueva música. He aquí los resultados: · En el nivel más racional, el humanista Settembrini instruye a Hans Cas-

Vieja música Nueva música


torp acerca de los peligros de la música: " ¿Música? Es el arte semiarticulado,
-el dudoso, el irresponsable, el insensible . . . Esa no es claridad verdadera; es
una claridad de . ensueño, inexpresiva, irresponsable, sin consecuencias. y, por
cálida fría lo tanto peligrosa, porque traiciona con la suave complacencia . . . Para usted,
natural artificial personalmente , ingeniero, ella es sin duda alguna peligrosa" .2 1
emocional basada en la razón Como para cumplir la profecía de Settembrini, la música hace que la
inspirada calculada imagen del fallecido Joachim (primo de Hans) se materialice durante la pesa­
fértil estéril dillesca sesión realizad!1 una noche en el senatorio. El aria favorita de Joachim,
sa_ludable enfermiza la plegaria de Valentine d_el Fausto de Gounod, es el instrumento de su apari­
divina · demoníaca20 ción:
Exploraremos a al guien más que hace música. El mito del_músico ciego La aguja sigu ió raspando en el silencio, mientras el disco zumbaba. Lue­
es uno de los temás más. antiguos de. la literatura y las representacio�es y�sua- go, Hans Castorp levantó su cabe�a y sus �jos tomaron., sin buscarlo, el
�les se remontan hasta el -Reino Medio del Antiguo Egipto. Muchas culturas camino correcto.
han alentado a los ciegos para que se dedicaran a la música y � utilidad como Habfa una persona más que antes en el . cuarto . En el fondo, donde los
músicos de harén está más allá de toda duda. Tampoco sorprende que mu­ rayos rojos se perdían en la penumbra , donde la vista apenas llegaba, .
chos ciegos exhiban habilidades mu�cales infrecuentes. Y sin embargo · hay entre el _ escritorio y el biombo, en la silla del médico en la que sé había
insinuaciones en la mística musical con respecto a los ciegos. · sentado Elly en la intermitencia, estaba J�achim. Era el Joachim de los
· El músico ciego suele ser un músico popular, un ministril, con más habi­
lidad práctica que conocimiento teórico. Es de baja condición social Y no ha

· 21 Th omas Mann, The Magic Mountain, traducido al inglés por H. T. Lowe-Porter


20 Elaborado en Lewis Rowell, "The Lessons of Faustus".
(Nueva York: Knopf, 1927), págs. 1 1 3.

74
75
Gional. Como dice Dryden en "Una canción para el día de Santa Cecilia,
1687"; "¿Qué pasión no puede despertar y dominar la música?"
últimos días, de mejillas huecas y oscuras, con barba . de guerrero y la- Un tema intrigante recorre toda la literatura: la música puede penetrar
bios plenos, curvados.22 en el cuerpo . El filósofo italiano neoplatónico del siglo XV Marsilio Ficino,
en su comen�rio sobre el Timeo de Platón , proporciona una descripción ela­
Las leyendás acerca del poder mágico de la música �n tan viejas como borada:
la literatura; Orfeo es capaz de domesticar a las bestias .salvajes y desenraizar
a los árboles con su lira ; Anfión construye las paredes de piedra de Tebas con (El sonido musical) transporta, como si estuviera animado, las emocio­
su canto; Josué destruye los muros de Jericó con soplid_o s de trompetas y Da­ nes y los pensamientos del alma del cantante o el intérprete a las almas
vid cura · con su arpa la enfermedad men1al de Saúl. Boecio relata una historia de los oyentes; .. . por el movimiento del aire mueve al cuerpo: por el
sobre Pitágoras, que, mientras caminaba una noche, vio a un joven que estaba aire purificado excita el espíritu aéreo que es el vínculo de cuerpo y al­
a punto de incendiar la casa de su rival, en donde pasaba la noche una ramera; ma ; por significado trabaja en la mente.Finalmente, por el propio mo­
al ver al joven inflamado por la música que interpretaba una banda que estaba vimiento del aire sutil penetra con fuerza: por su temperamento fluye
cerca, el sabio los hizo interpretar una melodía en el modo rítmico espondai­ suavemente ; por la conformidad de su cualidad nos inunda con un ma­
co. Arrullada por las largas duraciones regulares, la pasión piromaníaca del jo- ravilloso placer; por su naturaleza , tanto espiritual como material, a la
ven pronto fue abatida.2 3 vez atrapa y reclama como propio al hombre en su integridad.24
Como sugieren estas leyendas, la música y la curación han estado
relacionadas desde los tiempos antiguos.Orfeo y Apolo estaban ligados a la Este fragmento desborda de ideas ; se describe a la música como un len­
curación de enfennedades, la profesía oracular y el ritual. purificador,tres for­ guaje específico que se puede comunicar directamente del ejecutante al oyen­
mas distintas de encarar ias 'fuerzas curativas de la naturaleza sobre el cuerpo te; .. penetra el cuerpo en forma de aire, presión , significado y movimiento, y
y la mente. Leyendo entre lineas las distintas historias, se pueden detectar por el cuerpo, la mente y el alma sienten sus efectos.El relato de Ficino de la for­
lo menos tres funciones terapéuticas adscritas a la música.La primera es la de ma en que el sonido musical atrapa y posee al oyen'te, tiene definidas impli-
· regulación, la devolución · del alma y/o el cuerpo a un estado de equilibrio, - cancias sexuales. Algo de esto permanece en las actitudes populares hacia el
despertando o calmando, según lo necesario, para atemperar la emoción exce­ ejecutante virtuoso.Cuando se lo describe "tocando" para su auditorio, que­
siva o deficiente; ·la segunda es la creació.n de la sensación de placer a través da claro que hacemos una ecuación subconsciente entre la comunicación
· del movimiento; y la tercera. es la inducción de una experiencia de éxtasis musical y la experiencia sexual. De hecho, a menudo se ha discutido sobre la
(catarsis) que p_µrga al alma del conflicto emocional y expulsa los e�íritus música y se han descrito sus efectos con un lenguaje francamente erótico, co­
•malignos. mo en los dos fragmentos de Shakespeare que a continuación se citan : Bene­
La antigua tradición médica sostenía que la salud (mental y física) era dict, en MuchO ruido y pocas nueces, dice: " ¡Ahora, aire divino! ¡Ahora su
el resultado de la combinación adecuada de los cuatro humores; . cuando estos alma está cautivada ! ¿No es extraño que tripas de carnero deban extraer las
fluidos corporales estaban desequilibrados, el resultado era la enfermedad.Así almas de los cuerpos de los hombres?" (Acto II, escena 3).Y, de El merca­
como l�s preparados fannacéuticos podían ayudar a recuperar el adecuado der de Venecia (una de las mejores fuentes de imaginería musical shakespea­
equilibrio corporal, la música podía influir, á su modo, sobre la proporción riana): "Con los más dulces toques atraviesa el carruaje de tu amada y dibuja
correcta de humores para recobrar el estado deseado de la mente y el cuerpo. su casa con música" (ActoV, escena 1).
El terapeuta musical tenía· que ser consciente de la relación existente entre los La intensidad del momento musical es destacada por muchos autores.
niveles .de fluido y la personalidad humana, según se reflejaba en la doctrina T. S. Eliot, en el 5 0 canto de Toe Dry Salvages, escribe sobre la corp.pleta
. convencionalizada de los cuatro ·temperamentos. Según el humor. dominante identificación del oyente . y la tnúsica en la experiencia musical, otra forma de
(sangre, flema, bilis amarilla o bilis negra) se podía predecir un temperamento decir que la ·música "ocupa" a aquellos que la perciben en la profundidad su­
correspondiente (sanguíneo, flemático, colérico o melancólico). ficiente:
Se crearon �istas complejas y esquemáticas de las distintas pasiones y es­
tados emocionales a fines de la _ Edad Medi� y en el Renacimiento, y se aplicó Para los más de nosotros sólo existe el momento
de una forma más mecanicista la idea de la música como agente regulatorio: no atendido, ·el momento en y fuera del tiempo,
se podían analizar las . emociones en sus pasiones componentes y se podía
prescribir una terapia con un reIJ1edio específico para cada enfermedad emo-
24 Marsilio Ficino, Comm. in Tirn., traducido al inglés por D. P. Walker en su
obra Spiritual and Demonic Magic from Ficino to Campanella (Londres: Warburg Institu-
te, 1958), pág.9.
22 Ibídem, pág.6 80.
23 De institutione musica en Strunk, Source Readings, pág.82.
77
l.1,

76
la distracción justa, perdida en un rayo de luz, Leontes:
el tomillo salvaje no visto o el r�lámpago invernal (abrazándola) ¡Oh ! Está caliente.
o la cascada o la música oída tan profundamente Si esto es magia, que sea un arte
que ya no se oye porque se es la música tan legítimo como el de comer.
mientras dura.. . 25 (Acto V, escena 3: 99-112)

El apareamiento de la música y la muef'te es una ·consecuencia natural .


Y en la �?11ante conclusión de su oda de 1687 a Santa Cecilia, Dryden
.
. de los temas precedentes; la experiencia intensa (musical/sexual) es interpre· pide la d1soluc10n final del universo · en respuesta al llamado de la trompeta:
tada como atemporal, una pérdida extática de la conciencia.La muerte por la
música no es trágica ni penosa sino que es un estado de rapto Simbolizado por Como si fuera desde el poder de los estratos sagrados
la antigua fábula de la canción del cisne. Quizá su versión más famosa es· la le­ Las esferas comenzaron a moverse
. tra de este madrig� anónimo del siglo XVI: Y cantaron 'las alabanzas del gran
. Creador
A toda la Buenaventura de los cielos ·
El cisne de plata, que vivo no tenía notas, Y cuando la última y terrible hora
cuando la muerte se acercó a su silente garganta, Devore a este ruinoso decorado
reclinó su pecho sobre los juncos de la orilla Se oirá la trompeta en lo alto ,
y así cantó por primera y últin1a vez y ya no cantó más: Los muertos vivirán, los vivos morirán
Adiós, alegrías todas; oh, muerte, ven a cerrar mis ojos, y la Música desordenará a los cielos.
µiás gansos que cisnes viven ahora, más tontos que sabios.
Luego de tal hazaña, la resurrección simbólica de Hermione no parece
Por fin llegamos al más poderoso.de los dones musicales: la capacidad .
smo un modesto logro . Para resumir, él mito de la música clama en favor de
de superar a la naturaleza y a la ley natural. Es Una fábula de invierno,
ésta por una intensidad penetrante que no está sujeta a la ley natural; no se
Shakespeare emplea a la música como símbolo dela resurrección, se ha dicho
falsamente que la reina Hermione lia muerto y, después ·de un intervalo de 16 puede entender por medio de la razón pero es un agente dador de vida y salud
años, aparece ante el rey Leontes con forma de estatua: que se puede aplicar a toda la gama de la experiencia humana . Poseer este po-
der es no ser menos que un dios;
Paulina:

Música, despiértala: ¡Tañe! (Música)


Transitoriedad
Es hora, desciende; no seas más piedra: acércate;
Conmueve a todo lo que consideras maravilloso. Ven; La paradoja más impresionante en el mito es que esta fuerza de tan in­
Colmaré tu tumba: avívate; no, retírate; creíble poder es a la vez infinitamente perecedera, intangible y está en per­
Posterga hasta la muerte tu aturdimiento, pues de él manente peligro de perderse . Ya que no se la puede tocar o sostener en la m��
La querida vida te redime. Tú sientes que ella se aviva: no ni se . la puede ver, la existencia real de la música yace en la imaginación y
en . la memoria. Se puede remontar el significado mítico profundo de · la
memoria al papel de t,.fnemosyile como madre de las �,1usa& y á la necesidad de
.(Hermione desciende.)
No comiences; sus acciones serán tan sagradas como
Tú eséuches que mi hechizo es legítimo; no la evites preserv.ar el repertorio antiguo de poesía oral.
Hasta que la veas morir nuevamente, pues entonces
A veces, la música imaginada es superior a la real:
La matarás dos veces. No, muestra tu mano:
Cuando ella era joven tú la seducías; ahora, adulta , las melodías oídas son dulces, pero las no oídas
¡ella es la pretendiente! Lo son más, por eso, dulces flautas, tocad;
No para el oído sensible sµio, más caro,
Tocad, para los espíritus, sonsonetes sin tonos.

(Keats, "Oda sobre una urna griega")


.25 T. S. Eliot, Four Quartets (Nu·eva York: Harcourt, Brace and World, 1943),
pág. 14. Y la memoria es un buen sustituto para el hecho:

78 79
la música, cuando mueren las suaves voces,
vibra en la memoria . Pensamos de muchas formas en la música: ¿es sonido que sólo se perci­
Los aromas, cuando enferman las dulces violetas, be o .que se recuerda? ¿O es la emoción que siente el alma, la expres!ón de
viven en el sentido que ellas animan. una idea o un humor, la proyección de la personalidad de un ejecutante, una
. met#ora de la invisible armonía universal, un lenguaje para la comunicación?
Los pétalos de rosa, cuando la rosa muere r En cada uno de ellos hay un sentido de pasaje , invocado de distintas maneras
Se esparcen sobre el lecho de la amada a todo lo largo de la literatura occidental. Wallace Stevens elige un forna se­
Y así tus pensa,mientos, cuando te hayas ido, mejante:
El propio amor los soñará. Así como mis dedos en estas teclas
Hacen música, así los mismos sonidos
(Shelley) En mi espíritu hacen música también.
La mú�ca es entonces sentimiento y no sonido;
"¿Dónde están ahora?" es el estribillo de un lamento nostálgico sobre el Y tal es lo que yo siento ·
inevitable pasaje de la música de la experiencia presente a la memoria pasada. Aquí en este cuarto, deseándote
El organista Abt Vogler, en uno de los monólogos de Robert Browning,
musita con tristeza: Pensando que tu seda de azuladas sombras
Es música. . .
Y bien, se ha ido, por fin, el palacio de la música que edifiqué; (''Peter Quince al teclado")
¡Ido! Y las lágrimas que nacen, las alabanzas que llegan con excesiva
lentitud; · El obispo Isidoro de Sevilla afmnaba que "a merios que el hombre re­
Pues se asegura que al principio apenas se puede decir que él tenía, cuerde los sonidos, éstos perecen, porque no se los puede escribir". 26 La no­
que hasta pensó en ello;lo que se ha ido debía irse . tación musical juega un papel importante en el mito -de la música como una
de las soluciones prácticas al problema de l_a transitoriedad. John Updike, en
¡Jamás volverá a ser! su cuento "La escuela de música'', describe el pavor del narrador hacia �llen­
guáje de la notación musical y la experiencia . del estudiante de música:
El consuelo de Vogler es que: Ese lenguaje único que carga C?-da nota con un sentido doble de
Todo lo que hemos deseado, esperado o soñado del bien, existir�; posición y duración, un lenguaje tan remilgado como el latín, tan lacó­
No su apariencia, sin.o ello mismo; no la belleza, no el bien, no el poder nico como el hebreo, tan sorprendente a la vista como el persa o el chi­
Cuya voz ha partido pero que sobrevive para el metodista no. ¡Qué misteriosa parece esa caligrafía de ·espacios paralelos, 'claves
Cuando la eternidad afirma la concepción de una hora. turbulentas, ligaduras sobreescritas, decrescendos suscritos, puntillos,
. (Browning, "Abt Vogler") sostenidos y be.m�les! ¡Qué grande se vislumbra la brecha entre las pri­
meras tentativas de visión y los primeros tartamudeos de percusión! La
Y Thomas Mann plantea un tema similar cuando, en el Doctor Fausto, visión, tímidamente, se conviérte . en percusión, la percusión en música,
describe el fin de la obra maestra de su compositor-héroe: El ·Lamento del la música en emoción, y la emoción se convierte en . . . visión. Pocos de
Doctor Fausto: nosotros tenemos la fuerza suficiente como pata seguir este círcuio has­
ta su fin.
Pues escucha hasta el fin, escucha amigo: un grupo de instrumentos des­
pués de otro se retira y lo que queda, mientras la obra se desvanece en El solfeo de sílabas de Guido d'Arezzo tiene una significación igualmen­
el aire, es el agudo Sol de un cella, la última palabra, el últim9 sonido te profunda en la literatura más antigua. Puede aparecer como un medio prác-
que se diluye, muriendo con lentitud en un pianissimo-fennata. Luego · . tico para aprender música o cantar una melodía la vista, como símbolos para
nada más: silencio . . . y noche. Pero ese tono que vibra en el silencio, · la escala, como una metáfora del orden y la integridad ( ¡a través de toda la es­
que ya no está allí, al cual sólo el espíritu oye y que era la voz de duelo, cala de gamma a ut!) o inclusive como un lenguaje nuevo.La encantadora es­
no es más así. Cambia su significado, persiste · y habita como una luz en . ce3:1a de la lección de .música en La fierecilla domada de �hakespeare, ofrece
la noche.

16 Véas� nº 9.

80
81
una torpe parodia de Hortensia, que está disfrazado de tn:;t�stro de música . perpone su propio tiempo peculiar al tiempo horario . Y el tiempo musical con
para seducir a Bianca: ·sus ritmos métricos regulares es una metáfora frecuente para la vida misma,
sus estaciones debidas y su curso regular: mantener el tiempo musical es llevar
(Bianéa lee):° una vida ordenada, en armonía con lo que es apropiado. Cuando los tiempos
"La escala musical" yo soy, ia base de tqdo acuerdo, están "dislocados", la vida ha ido mal. Como dice el Ricardo II de William
'"A re", para implorar la pasión de Hortensia; Shakespeare:
" B mi", Bianca, tómalo como su Señor,
"C fa ut" que ama con todo su amor; ¿Música e��ucho?
"D sol re", una clave, dos notas tengo;
"E la mi", demuestra compasión o moriré". ¡ Ja, ja! Mantened el ritmo. ¡ Qué ácida es la dulce música
¿Llamas a ésta escala musi�al? B�sta, rio me gusta. Cuando el tiempo está quebrado y no hay proporciones!
Así es en la música de las vidas humanas,
Prefiero la antigua usanza; no es para mí
Cambiar las buenas reglas por extrañas inveQ.cione�.' Y\aquí tengo yo la delicadeza d.e oído
(Acto III, escena 1; 71-79) Para controlar el tiempo quebrado en una cuerda desordenada
De no haber sido por la concordia de mi estado y tiempo
No habría tenido oído para escuchar la fractura de mi verdadero
¡La música antigua se debe conservar especialmente! La última línea de tiempo.
Bianca tiene un tono familiar; la música tradicional es la mejor, es preferible
conservar a innovar y el medio del aprendizaje musical (la escala y las sílabas) (Acto V, escena 5: 41-48)
defiende la tradición que es preferible no alterar. lis viejas canciones son
mejores que las nuevas, las simples son mejores que fas complejas, ¡y la fonna Annonía
en que las cosas eran es mej9r que la fonna en que jamás volverán a ser! La
· música, custodio del pasado, es invocada como su preservadora. Otro persona- El concepto de annonía es a la vez la más abstracta y la más grandiosa
je de Shakespeare, Orsino, dice en Noc�e de Reyes: de todas las metáforas musicales. En el capítulo precedente vimos que los
Ahora, buen Cesarlo, esa ca;.,,.ción, griegos definían a la armonía como un equilibrio: una unidad de elementos
diversos, una resolución de tensiones opuestas y un ordenamiento mutuamen­
Esa buena y antigua canción que oímos anoche.
te proporcionado de los varios componentes. Estas abstracciones se han cor­
Sentí que aliviaba mi pasión
porizado en una serie de imágenes más concretas, algunas de las cuales ya he- ·
Much6 más que los leves aires y las palabras recordadas
mos visto: la combinación de los elementos materiales (tierra, agua, aire, fue- ·
De estos tiempos bruscos y aturdidos.
go) y 1� cuatro propiedades de la naturaleza (cálido, frío, mojado, seco), Íos
(Acto 11, escena 4 : 2-6)
cuatro humores y los cuatro temperamentos, la música de las esferas, la gran
· Como muchos otros · componentes del mito, la idea de la "bu�na cadena del ser, el macrocosmo y el microcosmo, las correspondencias entre
ellas y los tiempos y las estaciones y, finalmente, la sumatoria de todas estas
canción antigua" es un símbolo del tiempo primordial (in illo tempore27 ), ideas en la imagen de la annonía universal, simbolizada por la música conti­
que representa un escape de ía inexorabilidad dei tiempo horario y un regreso . nua y la danza en los cieíos .
al tiempo mítico ·al que sentimos como nuestro principio y nuestro fin. Es e n e l poema isabelino "Orquesta'' de Sir John Davies donde . más sis­
La dimensión temporal de la música es una ric� fuente de im;iginería temática y extravagantemente se han expresado estas ideas; es una visión cós-.
musical. Dado que el tiempo es una dimensión estructural mayor en muc�os mica de un universo ligado por una danza continua. Davies describe la Crea­
mitos, no es sorprendente que tenga importancia temática para los autores ción del mundo, el establecimiento de los varios niveles jerárquicos de la vida
que describen y se maravillan ante los efectos de la música. El tiempo no es animal y-fasociedadhumana, las siete artes liberales y los órdenes políticos co­
sólo el medio n�utral para el desenvolvimiento de la música pero la tn��ca su- mo distintas. fonnas de la danza, tenninando con una visión de la reina Isa­
bel rodeada por cortésanos que bailan. Dos estancias ilustrarán la imaginería
de Davies: 2 8
2 7 Esta es una expresión acuñada por Mircea Eliade en The Myth ofthe Eternal
Return, traducido al inglés por Willard R. Trask, Bollingen Se.ties 46 (Princeton: Prince­ 28 Sir John Davies, "Orchestra " or ''.A Poem ofDancing" (ca . 1594), editado por
ton Ut_J.iversity Press, 1954), véase especiahnente pág. 4. E. M. W. Ttllyard (Londres: Chatto and W_indus, 1 947), estancias 17 y 95, págs. 19 y 38.

82 83
Bailando; brillante dama, luego comenzó a ser del tamboril y de la débil flauta,
cuando la� primeras semillas que del mundo surgieron puedo verlos bailar alrededor del fuego;
el fuego, aire, tierra y agua acordaron la asocia. ción del hombre y la mujer
por la persuasión del amor, poderoso rey de la naturaleza, en la danza, que implica matrimonio,
un sacramento augusto y convincente,
abandonar su primer desordenado combate
dos y dos, necesario ayuntamiento,
y en una danza observar tal medida
tomados mutuamente de la mano o el brazo
qúe todo el mundo debiera ·conservar ·su movimiento.
con que concordia significan.. .
Así la músic� viaja hacia sus propias dulces· tonadas . . . Obedientes al tiempo,
con té,Uldas de 3, 5, 8, 15 y más; obedientes al ritmo de su baile
así el arte de numerar parece saltar como obedecen al vivir el ritmo de las estaciones,
de par a impar en su razón proporcionada; el tiempo de los meses y las constelaciones,
así .esas habilidades. cuya rápida vista explora el tiempo del ordeñe y el tiempo de la siega,
las justas dimensi.ones del cielo y la tierra el tiempo del acoplamiento del hombre y la mujer,
en todas sus reglas observan una medida regular. el de los animales.
La visión que Davies tiene de la annonía como si fuera un .acopla­
miento instado por el dios del amor (Eros, Amor, Cupido) y una fórini de La annonía es también una metáfora de la salud humana y del equili­
sostener al universo por el movimiento, es por entero coherente con la co­ brio "emocional y mental. Los instrumentos de cuerda suelen simbolizar tal
rriente principal . de imaginería annónica. Su poema sobre la música celebra equilibrio y con frecuencia se compara la regulación de la mente, el cuerpo y
la unión tradicional de las cuatro disciplinas matemáticas del quadrivium (mú­ el alma con la afinación de un instrumento. Cuandq Cordelia ve a su padre
sica, aritmética, . geometría y astronomía) j armónicas entre sí por su empleo insano, en Rey Lear de Shakespeare, exclama :
de. la medida, el número y la proporción. La idea de la armonía que constru- , Oh dioses bondadosos,
. ye l orden a partir �el caos e la responsable de la inclusión de imaginería
� .� ¡Curad este desgarramiento de su naturaleza ultrajada!
mustcal en muchos mitos �eneticos, como (una vez más) en la "Canción para , Los sentidos _des.afinados y discordantes, ¡oh, concluid
el d ía de Santa Cecilia, 16�7", de Dryden. con este padre vuelto hijo!
De la annonía , de la annonía celestial, (Acto IV, escena 7 : 13-16)
comenzó este marco universal:
Cuando bajo un cúmulo de átomos en discordia Y el comienzo de la locura de Lear es descrito con estas palabras: "y las
yacía la natU:taleza cuerdas de la vida empezaron a cortarse" (acto V, escena 3).
y no podía alzar su cabeza Estar "afinado" es también estar a tono con la propia parte en un con­
Se oyó desde lo alto de la afinada voz, junto; el alnia debe estar a tono con su propia relación con Dios y con la. espe­
" ¡Levantaos, vosotros, más que muertos !" cie humana. John Donne, en "Un himno a Dios mi Dios, en mi enfennedad",
Y luego lo frío, y lo caliente, y lo húmedo, y · lo seco, dice:
para que surgieran sus estaciones Y ya que voy hacia esa morada sagrada,
y obedecíeran al poder de la Música. Donde, junto a tus santos para toda la eternidad,
De la armonía, de la annonía ·celestial, Se hará de mí tu Música; ya que voy
afino el Instrumento junto a la puerta,
. comenzó este marco universal:
de la armonía a la armonía y pienso aquí antes lo que debo hacer entonces.
corrió por toda la extensión de las notas,
por el diapasón que se completaba en el Hombre.

En East Coker, Eliot reúne una visión de una danza ritual . de la vida
Instrumentos
una celebración del ritmo de las estaciones y el acoplamiento amionioso deÍ Las antiguas asociaciones de culto son fuente de muchos de los signifi­
hombre y la mujer: cados simbólicos que se les asignan a los instrumentos musicales e.n el arte y la .
Puede uno en la medianoche de estío oír la música · literatura de occidente: la lira y la c ítara eran los instrumentos de Apolo, pro-

85
84
t9tipos de los posteriores instrumentos de cuerda y representantes de todos dos), el doble significado le da un sentido especial al alient
o como po'itador
· Jos principios apolíneos: armonía , claridad formal, razón, moderación y. obje­ de1 alma humana. Los tonos de . la flauta son fijos, por
eso no se plmtean co
tividad . El instrumento dionisía co era ·el autos (perversamente traducido
como flau ta por generaciones de estudiosos qu_e seguramente lo conocían
mejor), un instrumento de doble lengüeta, de/fono e intensidad agudos. El
c�ptos tales como afinac ión, armonía, temperamen
to y regula
bien, la ?a�ta (y , Pº: e tensión, la mayor parte de los instrum ción

Ant
entos de vie��
to) no significa lo mu/tip le sino lo ú nico: lo interno Io íntimo
autos estaba asociado con el mundo del teatro griego y representaba a lo in­ lo sexual. . ' ' lo poderoso '
forme, lo irracional, lo pasional, lo subjetivo, lo irrestricto, el impulso melódi­
co irracional. La verdadera flauta antigua era la siringa que, junto con las flau­ . �s rriás difícil aislar el simbolismo de la percusión, aunque son obvias las
ªs? ciaciones co? los temas de\ signo, la m agia,
. el ritual, la mar ch� y la expul-
tas de Pan, simbolizaba el culto bucólico del dios Pan. El culto militar de 51º? .de los espmt_ us _m �.gnos. Los instrumentos de
Ares tenía poi instrumento al salpinx,· una especie de trompeta. percusión aparecen en tal
va� edad de forma s, mec.µd as, materiales y lugares que
Los instrumentos de cuerda, en especial los pulsad�s (más que los de ar­ es casi imposible gene­
ralizar.
co) han llegado a representar la armonía . El instrumento consiste en muchas P?ra terminar, debemos mencionar el importantísimo c
notas, y sus cuerdas (no fijadas en alturas) exigen afinación frecuente . El ins­ no del organo como sír�holo (otro más) de la armonía oncepto isabeli­
trumento en sí es visto como algo extrínse co al cuerpo, símbolo externo del universaI. 3 Como dice
°
John Donne en
orden interno.
Obsequies to the L ord Harrington:

Leo Spitzer ha señalado la desta cable fusión de las palabras nudo cor Irella afuia, que desierta, no sora sino -como todas las ahnas
(corazón) y cord (cuerda) en los modernos idiomas indoeuropeos, por ejemplo Enton ces, cuando tu armonía vertida desolada
'
en palabras tales como acorde, acuerdo y concordia.2 9 Muchas cuerdas pro­ No haga sino continuar así, serás .
du c en un "acorde' ', que suena conjuntamente en armonía. La representación Parte del gran órgano de Dios, toda la Esfera Celeste .
: \
1 del mundo como un laúd en la imaginería isabelina evocaba el concepto de
armonía universal y su necesiüad de una constante afinación precisa.
Las tradiciones asiáticas son muy similares: los antiguos autores chinos
a centuaban la significación del ch 'in , el más respetado de sus instrumentos,
como símbolo de armonía. Se instruía a los ejecutantes para que sólo se acer­
caran al instrumento cuando estuvieran en armonía consigo mismos y con la
naturaleza y en un estado purifi cado de mente y cuerpo. El simbolismo de fas
campanas pare ce paralelo al de los instrumentos de cuerda, probablemente
porque se suelen colgar campanas en grupos de varias notas; quizá también
por la temprana asocia ción (en Occidente) con los d escubrimientos de Pitágo­
ras. Las campanas también son por completo extrínsecas al cuerpo y están fí.
sicamente aisladas; su annonía es la que más se acerca a la armonía universal
de las esferas celestiales. En la literatura y las artes visuales recientes, la guita­
rra parece haber reemplazado a los antiguos instrumentos de cuerda y se ha
convertido en el instrumento pri_rmtrio para la musicoterapia.
La flauta es el instrumento musical más simbólico; activada por el
propio aliento de la vida, simboliza la extensión directa del espíritu humano
y, por su fonna fálica, una proyección del órgano corporal. Como otras clases
de objetos culturales, a los instrumentos musicales se les suele asignar género;
en la generalidad de las culturas musi cales del mundo la flauta es masculina en
tanto que los tambores son casi siempre femeninos. ¡La canción de Duke
Ellington llamada "Un tambor es una mujer" -A Drum is a Woman- no es
peculiar ni trivial!
Ya que las palabras que designan al espíritu y al aire en movimiento son
las mismas en muchos idiomas antiguos (griego y hebreo, por mencionar sólo
30 V ease
' Gretchen Ludke Finney, Musical Background for
29 Leo Spitzer, "Classical and Christian Ideas ofWorld Hannony", págs. 324-27 . · . English Literature ,
, 1-20· .
P�L
:;

86
87
- La Edad Media, · def1:fiida como el vasto interregno entre el floreci­
miento final de la civilización antigua y el año 1400, período denomína­
do en Europa Occidental por el feudalismo y la filosofía de la iglesia de
6 La tradición europea hasta el año 1600 Roma.
- el Renacimiento (ca, 1400-Í600), ·que trajo .la secularización del
mundo musical europeo y la difusión por todo el continente y Gran
Bretaña de las técnicas flamencas de contrapunto imitativo.
- el Barroco (1600-1750), desde el comienzo de la ópera en Italia
hasta la muerte de J. S. Bach.
· el Clasicismo (1750-1800), la era de los grandes compositores viene­
Este capítulo presenta un friso altamente selectivo de la historia inte­ ses : Haydn, Mozart y el joven Beethoven.
lectual de la música desde comienzos de la era cristiana hasta el año 1600. En Pero, en filosofía, tiene verdadero sentido reconocer la coherencia y
· 1a unidad del pensamiento antiguo que se mantuvo hasta el comienzo de la
un primer plano de la narración e�tará la acumulación grad�al de ideas sobre la
.música; ideas sobre su origen, sustancia, estructura, proceso, propósito, per­ era moderna . Esto incluye las contribuciones de los filósofos griegos más im- .
cepción, medios expresivos y otros criterios de valor. El capítulo examinará portantes, los autores helenísticos y romanos posteriores, los padres de la Igle- .
suposiciones comunes, nuevas propuestas, la persistencia de viejas ideas y la sia, la síntesis sistemática de estas doctrinas realizada por los Escolásticos de ·
fonna en que algunas de ellas han sido rein.terpretadas, transformadas y por la Iglesia Católica Romana medieval y los movimientos posteriores como el
fin suplantadas por otras más populares. El· marco de referencia de fondo es renacimiento florentino del n�oplatonismo. La filosofía moderna, de acuerdo
un relato de las escuelas mayores de la filosofía occidental igualmente selec­ con esta visión algo simplificada pero conveniente, se desarrolla desde alrede­
tivo, con sus problemas; sus propuestas y sus tendencias específicas, plan­ dor del año 1 600 con dos escuelas que son contemporáneas: el racionalismo
teados por sus principales pensadores, entretejidos con breves módulos que cartesiano, que recibe su nombre de su primer gran autor, René Descartes
detallan los valores musicales de los sucesivos períodos de la historia de la (1 596- ! 650), que fue al comienzo una tradición continental, y el empirismo,
música. Si hay alguna unidad en este largo período de tiempo es que la es­ esq1ela de pensamiento básicamente británica, de la que Francis Bacon (1561-
peculación estética no fue considerada una de las tareas mayores de la filoso­ 162 6) fue 'el primer gran representante. Los dos movimientos justos domina­
fía y, en consecuencia, se .de�en inferir, a partir del producto musical, muchos ron la filosofía europea hasta fines del siglo XVIII. Mientras tanto, una nueva
de los valores musicales importantes, como lo demuestra la praxis del com­ escuela de pensamiento había surgido en. Alemania, el idealismo alemán, que
alcanzó su p�nto más alto con los escritos de Emmanuel Kant (1724-1804).
positor.
La filosofía del arte dio un gran salto con las contribuciones de Kant y desde
Las fuentes son variadas: algunos filósofos (notablemente, San Agi,is­
entonces los filósofos han incluido cada vez más la especulación artística
tín) escribieron en forma específica acerca de la música; otros, sobre el
arte en general; otros, sobre la belleza abstracta. De hecho, la mayor parte de entre sus tareas.
los problemas básicos de la filosofía tiene aplicaciones potenciales importan­ Pa�remos rápidamente sobre las tres principales escuelas de pensamien­
tes en la música: virtualmente, toda contribución a la epistemología, la filo­ to de fa. antigüedad f:ardía: los estoicos, l9s epicúreos y los escépticos. Pero
sofía que busca explicar cómo podemos obtener conocimiento válido a dos fuertes voces disidentes merecen especial atención, aunq1,.1e más no sea
través de nuestra raz�n y nuestros sentidos, tiene implic"1}cias en la percepción para recordamos que el consenso estético no ·era universal. Philodemus, autor
artística. No es siempre posible, o siquiera iluminador, fijar la fuente específi­ de un tratado sobre la música en el primer siglo antes de ñuestra era (cuyos
ca de una idea.Las ideas suelen estar "en el aire" y la persona que primero fragmentos se encontraron entre las ruinas de Herculano), debe ser considera­
a �icula el co�cep�o suele presentar una interpretación, una aplicación nueva do una de las fuentes mayores de .las enseñanzas estéticas epícureístas; y Sex­
_
mas que un conocumento nuevo. tus Empiricus, un filósofo agresivamente escéptico del siglo II d.C., pareció
· Por conveniencia, adopto aquí la posición de historiadores · y filósofos decididó a ·hacer añicos la mayor parte de las nodones tradicionales sobre la
según la cual el año 1 600 marca el inicio del mundo "moderno". Los estu­ música en su polémica Contra los músicos. 1
diantes de historia de la música, así como otros especialistas, tienen su propio .
conjunto de períodos históricos ; para el músico, "antiguo" se refiere a la anti­ 1 Para Philodemus, v:éase, Warren D. .(\.nderson, Ethos and Education in Greek Mu­
güedad clásica y ''moderno" al siglo XX, y la mayor parte del repertorio mu­ sic, págs. 1 5 3-76, y L. P. Wilkinson, "Philodemus on Ethos in Music", Qassical Quarterly
sical activo se encuentra en el medio. La siguiente periodización se ha vuelto 32 (1938): 1 74-81;. para Sextus, véase Sextus Empiricus, "Against the Musicians", en
Sextus Empiricus, vol. 4, traducido al inglés por R. G. Bury, Loeb Classical Library
común para la música y es la que aquí se adoptará: (Cambridge : Harvard University Press, 1949), págs. 372-405.

88 89
Philodemus negó con fuerza las teorías miméticas y éticas de la música: refirió a la música de una manera incidental, sus ideas influyeroñ profunda­
mente sobre la estética de la música.·Aceptaba la idea de qué el objetivo del
arte era el placer como fin en sí mismo y que el ekstasis (absorción o trans­
A pesar de los absurdos . expre�dos por algunos, la música no es un
arte imitativo; tampoco es verdad que él {Diógenes el babilonio) diga
que aunque. la música no refleja personajes de una manera imitativa, re­ porte) del auditorio era la norma de excelencia en la literatura. El estilo es
vela sin embargo todos los aspectos del carácter que representan magni­ la sombra de la personalidad del autor y se lo comunica por la intensidad del
sentimiento y la grandeza de expresión. ·
ficencia y vileza, heroísmo y cobardía, amabilidad y arrogancia.ta' mú­ .
sica no provoca esto más de lo que puede hacerlo la cocina.2 Longinus especificó cinco condiciones necesarias para lo sublime: las
dos primeras son innatas, ideas robustas, "plenas de sangre" y emoción fuerte.
Y Sextus dice que el valor principal de la música es como fuente de Las otras tres se pueden adquirir con la práctica; la construcción apropiada
de figuras (retóricas y de pensamiento); nobleza de dicción y el ordenamiento
placer y distracción: ''(la música) no reprime el estado mental porque posee
una influencia moderadora sino porque su influencia es distractora; en conse­ cuidadoso de las. palab.ras para producir el efecto general de dignidad y altura.
cuencia, cuando las melodías de esa especie han dejado de sonar, la mente, Longinus tomó a la música como modelo y se refirió a la expresión oral como
como si no estuviera curada por ellas, se revierte a su estado original.3 una "música racional" que puede conmover a la mente, y le asignó al ritmo
Philodemus y Sextus Empiricus, como muchos otros filósofos posterio­ un papel importante en la producción del sentimiento de ·grandeza:
res, tuvieron muchas dificultades para justificar la existencia de la música.Sus Nada ayuda más a darle grandeza a semejantes pasajes que la composi­
escritos brindan clara evidencia de una actitud ambivalente hacia los placeres ción de los varios miembros ... Si están unidos en un sistema �nico y
de la percepción sensual; los sentidos pueden dar placer en respuesta a la sen­ abrazados además por· las ligaduras del ritmo, entonces, por el mero
sación externa pero no se puede tener confianza en la veracidad de su testimo­ hecho de estar completo un período único, ganan una voz viva ... Nada
nio: Ambos autores vieron a la música como una diversión inofensiva, agrada­ degrada tanto un fragmento elevado como un ritmo débil y agitado...
ble aunque inútil; en su opinión, la música no era un arte racional ni su per­ Pues. todos los pasajes de ritmo exagerado se ·convierten, a la vez, en
cepción un acto cognoscitivo.La música no simbolizaba, expresaba o repre­ algo que sólo es bonito y barato; el efecto del estribillo monótono es
sentaba ·a ninguna otra cosa que no fuera a sí misma. ¡No es extraño que Phi­ superficial y no convoca emoción alguna.6
lodemus encontrara que la música tenía poco valor en la paideia y destacara
que era adecuada en especial para "cenas entre amigos"! 4 Detallar las cualidades de lo sublime en el arte se convirtió en una tarea
Pero Sextus fue todavía más lejos al decir probar, por medio de sus inte­ importante para los autores de los siglos XVII y XVIII.7 La sublimidad, en su
ligentes juegos verbales, que la música era esencialmente una ilusión, como el opinión , estaba ligada con los sentimientos de pavor y terror inspirados por
sonido y el tiempo, que, en su opinión, tampoco existían.5 Las contribucio­ la vastedad y el infinito poder de la naturaleza; se ·citaba a las montañas, el
nes que ambos hicieron a la filosofía de la música fueron básicamente ·negati­ mar, el cielo y la noche como fuentes típicas de lo sublime. La discusión
vas, pero resultan útiles,,ahora para fijar posiciones semejantes adoptadas por siguió en la estética musical, en la que se ha afirmado que la medida, la inten­
autores más recienteyias filosofías formalistas como las sostenidas por ellos sidad, la complejidad y el contenido elevado s9n criterios para la grandeza.8
tara vez ganan los corazones o mellan la fe de aquellos que desean creer en El tratado más sistemático sobre la belleza en la antigüedad tardía fue el
· la música como vehículo . de poder metafísico, pero sus argumentos sirven · que escribió Plotino (ca. 2 94-270 d .C .), el representante más importante del
como antídoto para las demandas exageradamente trascendentales que .a favor movimiento neoplatónico, que buscaba codificar las enseñanzas de Platón en
de la música hacen algunos de sus abogados de mentes más confusas. 11n sistema coherente . Plotino compartía la opinión de Platón según la cual la
Uno de los tratados helenísticos más influyentes en la historia del arte belleza era una cualidad trascendental y la respuesta a la belleza era el senti­
.es la obra breve, aunque destacable, escrita en e�tilo literario, atribuida a miento del alma de parentesco con una idea eterna, el Ser absoluto: "Lo ma­
Cassius Longinus de Palmira, De lo sublime, del siglo �I� d .C. El descubri- teri� deviene bello, comunicándose con el pensamiento que fluye . desde lo
. miento y publicación de esta obra a mediados del siglo XVI esbozaba un in-.
tento mayor de definir las cualidades que producen elevación y grandeza en
el arte y _separar lo .sublime de lo meramente bello.Aunque Longinus sólo se
Longinus, On the Sublime, traducido al inglés por �· Hamilton Fyfe;Loeb Clas-
· 6

2 Wladyslaw Tatarkiewicz, History ofAesthetics, 1: 230. sical Library (Cambridge: Harvard University Press, 1927), pags.236-41.
3
7
Véase Monroe C. Beardsley, Aesthetics from Classical Greece to the Present,
. "Against the Musicians", pág. 383. págs. 193-204, 218-22;véase también Marjorie Hope Nicolson, "Sublime in Externa! Na­
� Andersop, Ethos and Education, pág. 167. ture", págs. 333�31.
5 "Against the Musicians", pág. 3 96-99. 8 Véase más adelante y en las notas NOS 42 y 43.

90 91
Divino".9 El camino hacia la belleza absoluta, ta nto para Plotino cuanto para
belleza etemá. Agustín era bien consciente de esta tensión: "Siento que ·
,Platón, es uri ascenso: de la ·experiencia de la belleza sensual a la contempla­
nuestros corazones son instigados a una devoción más ferviente si las pala­
ción de la belleza intelectual y moral y por fin a aquella belleza que es la ver­
bras son cantadas y menos movilizadora si las palabras son sólo pronunciadas;
dad misma. que todos nuestros temperamentos tienen una capacidad específica que les
El músico, según Plotino, ilustra uno de los tres caminos a la verdad ,
es propia - y a la cual corresponden determinadas melodías en canción y voz.
por su _afinidad con la belleza y su respuesta innata a la medida y el "modelo
Esta relación secreta es la que nos afecta.Pero, sin embargo, a menudo me
con forma": "Se debe hacer de esta tendencia natural el punto de partida siento sobrecogido por el placer de-los sentidos". 1 1
para un hombre semejante; ...se lo debe guiar hacia la belleza que se manifies­ Esta misma ambivalencia · marcó la actitud oficial de la Iglesia hacia
ta a través de estas formas; se le debe mostrar que aquello que lo arrebató no toda la cultura y el pensamiento de la Grecia y la Roma paganas; en tanto que
era sino la armonía del mundo intelectual y la belleza en esa esfera". Y, la reacción instintiva de algunos de los Padres tempranos de la Iglesi� (nota­
además: blemente, Tertuliano) fue la condena de to� la sabiduría de las civilizaciones
No se debe desdeñar a las artes sobre la base de que crean por imitación clásicas, la respuesta de los · estudios medievales posteriores fue la preserva­
de los objetos naturales; ya que, para empezar, estos objetos naturales ción de las antiguas enseñanzas y su transfórmación en una síntesis intelectual
son en sí, imitaciones ...Cualquier habilidad que, empezando por la ob­ con las enseñanzas"cristianas admitidas.
servación de la simetría de las cosas vivas, crece hasta alcanzar la sime­ La especulación estética es una de las corrientes más importantes del
tría de toda vida , será una porción del Poder que allí observa y medita pensamiento de San Agustín , quizá porque muchas de sus opiniones sobre el
sobre la simetría que reina sobre todos los seres en el Cosmos Intelec­ arte se formaron antes de su conversión. Sus escritos incluyen una obra tem­
tual.En con�cuencia, toda la música, ya que su idea es sobre melodía y prana perdida, De Pulchro et Apto (Sobre lo bello y lo adecuado), un tratado
rit!Ilo, debe ser la representación terrenal de la música que hay en el rit­ · completo sobre música (De Música Libri Sex), sus celebradas Confesiones, en
mo del Reino Ideal. 1 0 las que se -discuten muchas cuestiones artísticas 'importantes y muchos comen­
tarios bíblicos que conti�ne referencias musicales.Los criterios estéticos agus­
La visión de Plotino de la música como imagen terrenal de la armonía, tinianos son semejantes a los de sus predeces9res griegos; donde él sobrepas�
las proporciones y los movimientos del cosmos eterno (cuando se lo comple­ a los autores anteriores es en la profundidad de sus introspecciones psicológi­
menta con las doctrinas de la teología cristiana) se convirtió en la explicación cas
- y en su percepción del arte.
común en la Edad .Media . Es , a la vez, una fuente importante para las poste­ Podemos representar el �arco de referencia de las doctrinas estéticas de .
riores teorías místicas y románticas de la música como un lazo entre la huma­ San Agustín por medio del si�iente diagrama:
nidad y la divinidad , lo finito y lo infinito.

La Edad Media

Nuestra discusión sobre la filosofía medieval de la música caracterizará


las propuestas de dos grandes autores: San Agustín, obispo de Hippo (354-
4 30) y Santo Tomás de Aquino (1.225-1274), que representan las etapas de
inicio y término del proceso por el cual los filósofos católicos de la Edad Las condiciones necesarias y suficientes de la belleza están contenidas
Media llegaron a un acuerdo con la filosofía griega y armonizaron las doctri­ en la tríada_ estética: modus (medida), species (forma), ordo (orden); y a su
nas de Platón y Aristóteles con 'sus propias creencias.Ambos autores compar­ vez, éstas sólo se pueden reconocer sobre la base del numerus (número). Agus- ·
tieron la ambivalencia tradicional de la Iglesia Romana hacia el arte; descon­ tín solía citar un verso de la Sabiduría de Salomón: "Has ordenado todas l¡¡s
fiaban de él por sus placeres sensuales creadores de adicción, su énfasis en cosas según número, medida y peso" (11 :20).Sostenía, con Platón y la tradi­
la belleza terrenal y sus persistentes asociaciones con la cultura pagana; pero ción pitagórica, que el número. era el principio fundamental de la creación y
a la vez los atraía su excelencia intrínseca y su capacidad de representar la que el ser de las fom:ias sólo se podía reconocer percibiendo
. sus propiedades
numéricas.En consecuencia, la mente es la que juzga la belleza.El concepto
9 Plotinus, The Enneads (traducido al inglés por Stephen MacKeena; revisado por
B. S. Page) 1 .6.2.; véase también Beardsley, Aesthetics from Classical Greece to the Pre- 1 1 Confessions (Confesiones) 10.49, citado en KatlÍi Meyer · .Baer, "Psychologic
sent (Lfestética desde la Grecia clásica hasta el presente), págs. 78-87.
0 Enneads 1 .3 . 1 .-2 ; 5 .8. l .
and Ontologic Ideas in Augustine's De Musica " (Ideas psicológicas y ontológicas en
De müsica de San Agustín), págs. 224-25 .

92 93
de ardo de Platón supera en mucho al significado literal de taxis, su equiva- . Ningún resumen puede hacer justicia a la teoría agustiniana de la per-
. cepción musical. Nadie había indagado antes las operaciones de la mente
. lente griego: en Lá ciudad de Dios, se define a ardo como un ordenamiento
de las partes iguales y desiguales en un complejo integrado según un fin. 1 2 con tan profunda introspección sobre la forma en que recibe, procesa, alma­
cena, imagina y juzga la sensación musical.Hay fuertes influencias de la teoría
. Queda claro que se pretende que la idea de ardo incluya los criterios tan im­
portantes de armonía, proporción, simetría y quizás hasta unidad. La pala­ aristotélica de la percepción, pero _todo el marco de referencia se ha ampliado.
bra species sufrió un desarrollo semántico significativo como expresión estéti­ La percepción es un diálogo entre anima y r.atio: el aspecto sensual de la músi­
ca le habla directamente al á.lrna pero el aspecto judicial apela a'la razón. La
ca : la raíz de su significado es un ver (activo) o una visión (pasiva) pero para
percepción es una búsqueda aetiva-de 13:s semejanzas.San Agustín habla de la
San Agustín su significado era apariencia externa, forma visible. El paso si­
"tensión" para amoldarse a las sensaciones presentadas, aceptando algunas y
guiente fue la derivación del adjetivo speciosa, palabra muy popular para rechazando otras. La creación de la música -en realidad, la de todas las
bello, o, más literalmente, agradable a la . vista. ·· ·
artes- es un acto mental: "una conformación activa (affectio) de la mente
Numerus es también la base específica de la teoría de San Agustín y la
del artista" . 1 5
filosofía de la música como queda expuesta en su De Música. De. alguna mane�
S an Agustín definía así a la música: Musica est scientia bene modulan­
ra es desafortunado que las palabras griegas arithmos (número) y rhythmos
(ritmo) tradujeran al latín como numerus; gran parte de la fuerza de rhyth­
se di. 1 6 Poderp.os suponer que se emplea aquí la palabra scientia en su· sentido
mos se pierde en esta traducción que empaña la distinción que los griegos tu­ n:i�s amplió, c?ino conocirnie,nto; la palabra modulandi invita a la interpreta­
vieron, cuidado en realizar entre los números en general y las proporciones rít­ �10� . Se relaciona con un numero de _significados originales: medir, regular,
micas adecuadas. 1 3 · Pero no se puede acusar a San Agustín por la falta de in- . · limitar, mover, poner en movimiento, cambfar, modelar o dar forma. Sugiero
trospección en los fenómenos básicos del ritmo y el metro. Los primeros que se la interp:ete como el acto de darle forma a una sustan.cia flexible, in­
.
cinco libros de su tratado se dirigen a los "principios del ritmo musical, presen­ tangible (el somdo) en una forma que se pueda imprimir a sí misma sobre el
tando los pies poéticos tradicionales (yambo, troqueo, dáctilo, anapesto . y los sentido responsivo y el intelecto. Como explica San Agustín: "A través de
demás) y especificando su uso correcto en el marco qe textos latinos. Pero el este movimiento mental se imprime el ritmo sobre su facultad de actividad
sexto libro, que aparentemente fue escrito en una fecha posterior, es un análi­ menta! (mens� Y logra .la conformación activa (affectio) que· se llama 'arte . . .
sis mucho más profundo del proceso por el que se perciben, se recuerdan y Este ntmo es mmutable y eterno, sin desigualdad posible en él.Por lo tanto
evalúan los ritmos musicales . Aquí están las categorías rítmicas de San Agus­ debe venir de Dios". 1 7 · ·

tín, organizadas en una progresión que va lo material/físico a lo inmaterial/


�e Así co�o el méjor ritmo es el que· mejor se corresponde co�· el movi-
.
espiritual/eterno: m1ento Y el ntmo . ideales ; la mente perceptora juzga sobre la base de los con­
ceptos _ innatos de orden, unidad y proporción; y el arte presenta la: forma
numeri corporales: las duraciones sonoras como las produce la voz o un con:io debería ser.Y ya que el orden sólo se puede percibir por medio de la
instmmento y los ritmos de la danza. razon; los placeres del orden sólo se pueden sentir a través de aquellos senti­
numeri occursores: estos sonidos como los percibe el oyente. dos capaces de percibir el orden; como dijo una vez San Agustín: " ¡No se
numeri progressores: la operación de sonidos dentro del alma (anima) puede oler ni degustar razonablemente! " 1 8 Y, por medio de ese orden "en-
del ejecutante y del oyente, provocando movimientos en el alma. tretejemos nuestros placeres en uno" . 1 9
numeri recordabiles: los sonidos qu_e podemos reproducir, que sólo exis­ Las espe �ulaciones d e S� Agustín sobre la naturaleza del tiempo for­
man otra comente · de ideas.
ten en la memoria y la imaginación, que concebían ritmos. unportante . que atraviesa sus escritos. Con el
numeri sensuales: los ritmos como los p�rciben · y evalúan (aceptados o
'.
.LU�\.frvs. se · u1.iJ.gi.O a 1a pSic91og¡a ue 1a percep-

'-.1.'-'.l.Uj;' V � \,,O VJ.llV ;v11 .L Q. J11Ui3J.Va, �u
t'fon,nn f"ll"l.'l"'"'"U''\ ,...n.n 1n .....,,1-;,t'l� ra n ,:,u : n .f..o. ,:{ A" • ., 1 · 1 , ...1 1

rechazados) los movimientos del .alma. .


numeri iudid:ales: categoría a priori implantada por Dios en la mente.
(proporción) y por lo tanto el más alto de todos los numeri: la contem: . "Psychologic and Ontologic Ideas in Augustine's De musica
de Meyer-Baer, . " p igs.
226-27. ·
plación racional del ritmo perf�cto, etemo. 1 4 De musica
. 6.13.42; 6.12.35.
15
" · vease
1 . 2.k, ' tam b'ten ' . de Paul Hmdem1t
' l_ a exegests · · en A C.bmpo-
h
·D
16 e musica.
12 City of God (La ci�dad de Dios) 19.13. ser's Wf ld (El mun qo de un compositor), págs. 1-13, 23-27. . · ·
13
Este punto se amplía en el artículo de Lewis Rowell, "Ari�toxenus on
7
De musica 6.12.35-36.
18 mv·
Rhythrn", págs. 63-79. me Provz·aence and the Problem of Eva (De ordine) (La divina Providencia
De música 6 .9.24. Toqo a lo largo del libro 6, San Agustín ha arreglado estas Y el problema del Mal) 2.1 1.32, traducido al inglés por Robert P. Russell (Nueva York:
Cosmopplitan Science and Art Service, 1942), págs. 133-35.
14
categorías rítmicas . en varios órdenes; este arreglo representa su posición final. Hay un 19 De murica 6.14.4 7.
serio malentendido sobre este punto en lo que por lo demás es un excelente ensayo

94 95
Pero la más famosa de las afirmaciones de Santo Tomás sobre la estética
ción, a la que ·vio como un proceso dinámico. En el libro undécimo de las
Confesiones, San Agustín analiza la interacción de la música y el tiempo erÍ
es el .P�skje 1 .39 .8 de la misma. obra, en donde establece las tres condiciones
' necesarias para la belleza: "La belleza incluye tres condiciones: integridad o
la mente : · perfección ((ntegritas sive perfectio ), ya que aquello que está dañado es por
Supóngase que estoy por comenz.ar a recitar una canción que conozco. eso mismo feo; proporción adecuada o armonía (debita proportio sive conso­
Antes de empezar, mi expectativa se extiende . � la totalidad. Pero ni nan tia); y, por último, brillantez o claridad (claritas), ya que se llama bellas a
bie_n he comenzado, lo que yo haya extraído del futuro y dejado caer las cosas cuyo color es brillante".2 2
en el pasado, toma su lugar en mi memoria. Por eso, la vida de mis ac­ Se ha analizado y discutido durante siglos lo que quería decir Santo
ciones se divide en la memoria_ de lo que he Gantado y la expectativa Tomás cuando · hablaba de daritas. La idea de belleza como luz, resplandor,
de lo que 1/oy a cantar. Pero todo· el tiempo mi atención está en e� pre­ claridad o color no fue un concepto original suyo. Ingresó al vocabulario for­
sente y a través de él el futuro debe pasar hasta convertirse en pasado. mal de la estética. en los escritos de.l platónico cristiano del siglo V1 el Pseudo­
Cuanto más avanzo, más se acorta IJiÍ �xpectativa y se alarga mi memo­ Dionisos, que sostenía que la belleza era una emanación, el resplandor del Ser
ria, hasta que mi expectativa se termína por acabar en �l punto en qtJe Absoluto; su fórmula para la belleza era consonantia et claritas, armonía y
mis acciones se han. completado y han pasado a mi memoria.20 · resplandor. Los filósofos escolásticos aceptaron esta fórmula pero desarrolla­
ron la idea de lux o claritas de varias formas: Robert Grosseteste (1 175-125 3)
Una última palabra de evaluáción: San Agustúi es sin duda una figura alababa a la luz como aquello que hace visibles a to4as las cosas y así muestra
sobresaliente en la filosofía de la música y posiblemente el observador más su belleza en el más alto grado; también es simple, uniforme y, en consecuen­
agudo del proceso musical an.tes de los tiempos modernos. En sus escritos cia, está en la más perfecta de todas las proporciones. Para San Buenaventura
se de�acan determinadas cu�dades que resultan admirables: honestidad in­ (122 1-127 4) la luz era más que lo que muestra la belleza: "La luz es la más
telectual realista, autoconocimiento, destreza analítica penetrante, intros­ hermósa, agradable y mejor entr� las cosas füicas�'. 2 3 Alberto el Grande
pección psicológica y, sobre todo, un raro encanto por la música, tanto en (1 193-1280), maestro de Santo Tomás, sostenía que la belleza era el resplan­
el nivel 'sensorial cuanto en el intelectual. dor de la forma brillando a través de la materia. Y Ulrico de Estrasburgo
Las contribuciones de Santo Tomás de Aquino a la filosofía del arte (rri. 1 287), compañero de Santo Tomás, desarrolló luego esta línea .de pensa­
son pocas en cantidad pero han influido mucho sobre los autores posterio­ rrµento: "La belleza es acuerdo (consonantia) y claridad (claritate) como dice
res. Sus es,critos. representan a la filosofía . escolástica en su período de mayor Dionisos. Pero aquí, acuerdo es el factor material y claridad el factor fonnal.
. madurez, .un sistema conceptual unificado (Una summa) que explicaba la in, Al igual. que la luz física es en lo formal y en lo causal la belleza de todo lo vi­
teracción de la naturaleza y el hombre, Dios y el mundo, la acción y el cono­ sible, la luz intelectual es la causa formal de toda forma sustancial y toda
cimiento, según la doctrina cristiana. Aunque Santo Tomás y los escolásticos forma material, , . 24
anteriores no incluyeron -la cuestión estética. entre sus tareas mayores, no pu­ Para una interpretación moderna, recurrimos al Retrato del artista ado­
dieron evitar considerar tal problema como parte de su sistema: lescente, novela de James Joyce, donde el héroe, Stephen Dedalus, analiza las
En sa obra maestra, la Sur.nma theologica, Santo Tomás distingue entre tres condiciones de Santo Tomás para la belleza empleando un lenguaje que
lo pello y lo bueno: . tiene, como dice sarcásticamente su amigo Lynch, "la verdadera podredumbre
escolástica".
Lo bello es lo mismo que lo bueno y difieren sólo en aspecto. Pues ya
que lo bueno es lo que todos buscan, la noción de lo bueno es la que La connotación. de la palabra, dijo Stephen, es más bien vaga. Aquino
calma el deseo;_ mientras que la noción de lo bello es 1� que calma el usa un término qu� pare�e inexacto . Me desconcertó durdnte rriucho
deseo por visión o conocimi�nto. En con�cuencia, aquellos sentidos tiempo. Te haría pensar que tenía en mente al simbolismo o al idealis­
que conside� principalmente lo bello· son los más cognitivos, a saber, mo, siendo una luz de algún otró mundo la suprema cualidad de la be­
vista . y oído{ como ministros de la razón . . . Por eso es evidente que la lleza, la idea de la cual la materia no es sino la sombra ., la realidad de la
belleza agrega a la bondad una relación con la facultad cognitiva: así que es sólo el . símbolo . Pensaba que podría querer decir que e/aricas es
que bueno sólo se refiere a aqµello que satisface el apetito en ·tanto que el descubrimiénto artístico y la representación del propósito divino en
lo bello es algo agr�dable de aprehender.21 .
·

22 Ibídem, 1.39. art. 8;


23 In sap. 7.10, en Tatarkiewicz, History ofAesthetics, 2:. 237.
· · 24 Liber de summo bono 2. tr. 3, c. 5 , en Tatarkiewicz, History of Aesthetics,
20 Confessions 1 1.28.38.
21 Summa theologica ��raducido al inglés por los Pa�es Dominicos) 1 .27 _art. l.· 2:244.

96 97
cualqui�r cosa o una fuerza de generalización que universalizaría la ima­ alta propiedad es la belleza, don divino y cualidad trascendental fuertemente
gen estética, haciendo brillar sus condiciones apropiadas. Pero eso es liga ?ª a lo bueno; la belleza exi�e la conibm.ación de .armonía""(orden, propor­
literatura ... El resplandor del que habla es la quidditas escolástica, la ción, simetría y demás), unidad ;Y "claridad", tiene fonna como esencia y se
esencia objetiva de un objeto. El artista siente esta cualidad suprema la puede percibir de dos !f9mi_as': directa, por la experiencia sensorial, e indi-
cuando concibe por primera vez en su imaginación a la imagen estética. recta, por la contemplación·:-·
La mente en ese misterioso instant� que Shelley asinúló bellainente a un El motete isorrítmico de los siglos XII y XIII incorpora estos valores
carbón debilitado. El instante en el que esa cualidad o belleza suprema, hasta un grado tal que es tentador exagerar el caso.26 Esta cláse de motete
el claro resplandor de la imagen estética, se aprehende luminosamente es una · composición polifónica· para tres o cuatro voces iguales, construida
por medio de la mente que ha sido cautivada por su totalidad y fascina­ sobre Ia·base de un cantus prius factus, una melodía preexistente tomada
da por su armonía, es el estancamiento silen_te y luminoso del placer es- del repertorio del canto gregoriano que sirve como viga estructural para la
tético .. . 2 5 composición. Este canto llano era fragmentado en segmentos melódicos re­
gulares, separados por pausas y cantados en un esquema rítmico r ígido y rei­
El significado del término claritas para la posterior-filosofía del arte su­ terativo de duraciones mayores que las partes superiores.La estructura tonal
pera en mucho a lo que Santo Tomás pudo haber tenido en mente. El aliento de la 'totalidad estaba definida por la modalidad del canto llano, la línea del
semántico de la p¡tlabra ha dado origen a muchas interpretacfones: . la luz del tenor (literalmente, el que sostiene); las otras partes se regulaban siguiendo
puro Ser, un hacerse visible o audible, una cualidad en sí (c�yas prop�edades ' esta línea estructural por reglas estrictas d� sucesióq de intervalos y movi­
son la simplicidad, la unifonnidad y la intensidad), la luminosidad de fonna o miento de voces, pero sólo libremente cada una con respecto a la otra (a se­
ía definición de una imagen estética en los sentidos y en la mente . Los otros mejanza de las obligaciones sociales del feudalismo). El motete se escribía
criterios medievales sobre la belleza (orden, número, igualdad, proporción, en capas consecutivas y el compositor no podía prever el resultado final;
armonía, simetría) eran cuantificables, pero claritas ' significa una cualidad,
.
cada · voz agregada se convertía· en un comentario sobre el canto llano y los
una propiedad intangible no sujeta a una medida precisa.Quisiera sugerir que · acrecentamientos previos, como las . glosas y comentarios de los estudiosos
claritas se refiere a la cualidad "de presentación" de una obra de arte, una in­ monásticos medievales,
tensidad luminosa especial que señala una obra de real excelencia . Y, en el La mayor parte de los motetes medievales son anónimos y no se los
caso de la música, la idea de clan·tas es una poderosa metáfora del fenómeno consideró propiedad de compositores individuales ni como composiciones
musical: un hacerse audible, la radiación de vibraciones complejas, armónicas, individuales : se tomaban con libertad materiales mÚsicales de otras obras; se
que surgen de su fuente, y su definición como estructura y movimiento tonal agregaban o restaban voces, �e hacían piezas nuevas sobre viejos cantos o in­
en la mente perceptora. cluye11do composiciones P!eex..istentes completas . Parecería que el mundo de
A manera de resumen, consideremos la relación existente entre }a.filoso­ la música medieval hubiera sido un cosmos en el que cada composición esta­
fía y la música en el medioevo . Se ha acusado mucho a los filósofos de la ba, en potencia, relacionada con todas las demás por una sustancia y una es­
Edad Media de vivir en torres de marfil, ocupándose de especulaciones y gim­ tructura comunes. El compositor era un artífice, más premiado por su técni­
nasias mentales que estaban implícitas en las obras de arte reales. ¿Hasta qué ca que por su talento.
punto quedaban demostracJos los criterios estéticos medievales en las obras El sonido ideal en el motete no era una combinación o una fusión sino
musicales típicas? una mezcla en la que cada voz se destacaba con nitidez y por separado;·esto
Revisemos las suposiciones comunes sobre el arte y la belleza: una obra se lograba por medio del uso de más de ··Un texto (a menudo en distintos
de arte era, antes que nada, un símbolo, una representación de algún aspecto idiomas, como francés y latín), la yuxtaposición de textos sagrados y secu­
de lo universal, y estaba �odelada según· la naturaleza, Órganizada según lares, la interpretación a cargo de virtualmente cualquier mezcla de. voces e
fonnas y proporciones ideales . · y matematizada en componentes .modula� instrumentos y modelos r ítmicos muy incisivos. El motete estaba muy unifi­
res. Se la creaba c. on un fin (conocimiento, revelación, regulación del alma) cado por la p resencia del canto llano, la melodía subyacente y los estilos mo­
y por lo tanto era útil; se la hacía según las normas y se fa producía en tipos dales r ítmicos, ei contenido fonético del-texto y la idea, a menudo de mane­
claramente definidos, más idealizados que particularizados, que se pueden in­ ras muy sutiles. A la música le faltaba un sentido fuerte �e dirección tonal,
terpretar en . varios niveles de significado, revelan fonna y transfonnan la ma­
teria (sin producir nada nuevo) y son capaces de proporcionar placer. Su más · 26 En Manfred Bukofzer, "Speculative Thinking in Medieval Music" (El p·ensa-
·
miento especulativo en la música· medieval), el autor sostiene q�e el motete i�rrítmi�o
unía a las tres corrientes principales del p�nsamiento especulativo de I.a m�, s1ca n:i ed1e­
25 James Joyce, A Portrait �f the Artist as a Young Man (Retrato del artista ado­ val · la idea de la música como imitación de la musica mundana, la doctnna ,
pitagonca de
lescente) (Nueva York: Viking Press, 1964), págs. 212-13; las �roporciones numéricas y la tendencia a la interpolación·como comentario.

98 99
.
porque las voces agregadas oscilaban en to roo del canto llano dentro de la
misma .éscala, empleando un número muy linútado de alturas; el resultado era
una sensación de estatismo, de repetición sin movimiento (interpretado
como "cambi9 de lugar"), una música que era más "ser" que "devenir".
La textura confusa del motete medieval no estaba organizada para
poseer claridad de percepción ni sugería al oyente que centrara su aterl�fon
en uno de los textos superpuestos; las palabras no se expresaban de manera
especial y la obra estaba diseñada para que se la percibiera a través de la coñ­
templación (de la estructura , la representación y el significado).Su sustancia
musical era materia preexistente , por lo tanto, no había lugar para la creación.
El agrupamiento del material en unidades rítmicas y melódicas arbitrarias re­
velaba la forma (no de la pieza sino del génerp) y tan sólo reorganizaba la sus­
t ancia musical. La fuente de to.da fonna era el número, la imposición de lJ,11
esquema sobre el tono,,el tiexppo y el texto.
Nos podemos preguntar en dónde se debe encontrar la cualidad de
claritas. Quizás en 1a intensidad de sentimiento y eh la tensión generales que
son t ípicas de la música sacra medieval, en el propósito general de los textos
combinados o en algún otro de los aspectos cualitativos de la composición.
Ejecutar . la obra musical es en sí una manifestación de su sustancia y su es­
tructura, que plantea otra cuestión básica: ¿qué representaba un motete?
¿Una combinación de pensamientos, una construcción matemática, arquitec­
tura tonal gótica, un comentario sobre un texto con melodía repetido y queri­
do, un s ímbolo de la armonía universal, un atisbo de lo divino? Se lo podría
interpretar (como a la alegoría) diversamente , como una experiencia sensorial
directa, un comentario moral sobre la focción de las Escrituras del día , una
combinación sutil de las Escrituras cristianas con el pensamiento secular, una
representación siµ1bólica de la sociedad feudal y el mundo medieval.
Deberíamos definir cómo se percibe por medio de la contemplación, a
la cual Hugo de San Víctor describió como la "aguda y libre contemplación
del alma a cosas esparcidas en el tiempo y en el cspacio',. 2 7 Se decía que la
contemplación difería de la meditación en el hecho de que trataba con lo evi­
dente mientras que la meditación trataba con lo oculto a la mente . Y Ricardo
de San Víctor reconoció tres niveles sucesivos de contemplación: ampliación
de la mente (lograda por medio de habilidades humanas), elevación de la
mente , (a través de la gracia de Dios) y enajenamiento de la mente, última
transfiguración del espíritu- humano.2 8
La mayoi parte de los relatos sobre música medieval, incluyendo éste;
dan una imagen distorsionada, por centrarse con tanta precisión en la.música
"The Temple of Music", de Robert F�udd, Utriusque cosmi. . . historia, Oppenheun, · y el pensamiento de la Iglesia. No importa cuánto dominara la Iglesia la vida y
16 17-16 19. Este conocido grabado es una representación gráfica de los componentes la obras de la Edad Media, no se la puede responsabilizar de toda la actividad
de la musica practica: la escala, los instrumentos, las proporciones, la notación rítmi­
musical. La otra corriente musical importante fue la tradición secular de can­
tó solista, incluyendó tanto las canciones de lo& nobles poetas-músicos (trove­
ca, las claves y los lugares propios de las tres clases de hexacordos. Al pie Pitágoras
observa la relación armónica producida por los sonidos de los macillos. El templo está
d_edicado a Apolo, representado por su lira. Las espirales de la torre representan los ros, trovadores y minnesingers) cuanto las canciones vulgares de los músicos
Órganos del oído. Cronos con la guadaña, sobre relojes de arena y de sol, simboliz_a la
relación ent�e los tiempos musica1es y horarios. Gentileza de la Lilly Library, Indiana �7 De modo dicendi et meditandi, e·n Tatarkiewicz, History ofAesthetics, 2:20 1.
University, Bloomington, Indiana. 28
Tatarkiewicz, History ofAesthetics; 2: 202.

100
101
profesionales de clases más bajas (como los ministriles y juglares). La canción dad esP,eculativa; los aportes de los artistas sobrepasan en mucho a los de los
es una constante en la evolución del estilo musical en occidente, con su conti- · filósofos y estudiosos. Los logros sobresalientes de la estética renacentista
nuidad temática (amor, alegría ,. pena, danza, fervor religioso, celebración de tienen que ver con fas artes visuales y con la poesía. Después de la larga y rela­
las estaciones) y de estilo. Los estilos de canción, con obvias excepciones, tivamente e�ática Edad Media, los años del Renacimiento trajeron una explo­
tienden a favorecer a las tonadas · cantables de escala limitada, con esquemas sión de fresca energía artística , un período de secularización veloz, cambio
rítmicos simples, textos claros, expresividad emocional! duraciones de frases social, elevada movilidad y desarrollo tecnológico en campos como la impre­
que no exceden a la del aliento y una textura relativamente clara que expone sión musical y la fabricación de instrumentos.El estilo musical se hizo más
la melodía vocal y la apoya con un acompañamiento discreto. Las construc­ personal y se esparció rápidamente de país a país, en especial por medio de
ciones musicales más elaboradas varían con las modas cambiantes de la época los viajes .de los compositores holandeses, que llevaron su habilidad contra­
pero las canciones para solista mantienen una destacable semejanza de e*uc­ puntística a casi todas las cortes europeas . Pero el suelo más fértil para su
tura. Y en muchds ejemplos a lo largo de la historia de la música, la canción tarea lo . hallaron en Italia, hogar espiritual del Renacimiento, donde las téc­
· secular se caracteriza como uno de lós géneros musicales típieos de su era, nicas flamencas se vincularon con una tradición floreciente de cánciones na­
por ejemplo, la canción de Borgoña del siglo XV, él aria para laúd de la Ingla-. tivas y un repertorio soberbio de poesía vernácula; allí se desarrolló el madri­
terra isabelina y el lied alemán del siglo XIX. gal italiano durante varias generaciones de compositores dotados en el más
Debemos agregar algo acerca del ritmo medieval; poco se sabe sobre la típico género musical del Alto Renacimiento .
interpretación rítmica adecuada de la música medieval temprana, · ya .que. la El estilo musical renacentista fue el producto de una cantidad de cam­
notación suele ser in1precisa y muy difícil de decodificar. Hasta comienzos del bios significativos tanto en la técnica cuanto en los valores . En tanto que la
siglo XIV, el ritmo musical dependía por completo de los esquemas rítmicos música medievál estaba confinada a una gama bastante estrecha y se escribía
de lenguaje, los tradicionales metros poéticos (yámbico, trocaico, dactílico, para voces iguales, los compÓsitores del Renacimiento expandieron el espacio
etcétera) y los esquemas estructurales de la poesía fonnal. El resultado fue musical usable a aproximadamente cuatro octavas. N9 está claro qué es .causa
lo que se denomina "el eterno metro triple de la Edad Media", apoyado en lo y qué es efecto, pero se pueden notar varias evoluciones relacionadas: la de­
intelectual por sus asociacio.nes con la Trinidad (Dios como Padre, Hijo Y lineación de partes vocales específicas (cantus, altus, tenor, bassus) con esca­
Espíritu Santo). La formulación de Felipe de Vitry de un sistema nacional de las· individuales, el surgimiento del bajo como base de la estructura sonora y
ritmo musical sobresale como uno de los grandes hitos de la historia de la mú­ un concepto inicial de la annonía, todavía bastante primitivo, pero expresa­
sica: la música se independizó así de los principios de la prosodia, desarrolló do con una conciencia creciente de sonoridad y acorde, con pasajes ocasiona­
uha gama mucho más amplia de esquemas y duraciones, estableció metros les restringidos al movimiento de acordes, una voz de bajo menos melódica,
dobles y triples como iguales y desarrolló una jerarquía más alta de compases, que más se movía por cuartas y quintas que por grados y una tendencia a la
divisiones y subdivisiones de compases, agrupamientos de compases, de frases cadencia en los acordes sostenidos. Dos ideas fueron tomando fuerza cons­
y niveles . arquitectónicos más altos. 29 La teoría medieval de la música se ciente en la teoría renacentista: los agrupamientos graduales de los esquemas
_
preocupaba mucho por los problemas rítmicos, �n especial las nuevas notacio­ de escalas modales en los modos mayor y menor y el reconocimiento de la
nes y su interpretación. Pero las cuestiones acerca de la altura siguieron ocu­ tríada como unidad vertical.
pando la mayor parte de la atención de los teóricos de la 1-11�&!.� ���o reco- Ya no era indispensable la matriz de un canto llano para una composi­
'.
nocer cada uno de los ocho' modos eclesiásticos, guías para la ��ción de uha , ción musical; tomaron su lugar las técnicas imitativas que distribuían la acti­
melodía si estaba mal tr-i..nscrita y; lo más importante, la articulación del con- ' vidad musical entre todas las partes y las trataban de igual manera.1a ·estruc­
junto de normas que regían la combinación de notas en la textura que se c.o­ tura musical se convirtió en una serie de "puntos" de imitación separados por
noció como contrapunto (eri latín, punctus contra punctum significa literal­ cadencias claras y se consideró c1 la sustancia musical como algo nuevo y úni­
mente "nota contra nota"). Fue esta técnica la que haría florecer el estilo mu- · co, más que un procesamiento y comentario de materiales preexistentes. En .
sical del Renacimiento. sí�tesis, se hizo posible la composición ''libre". El elemento unificad9r era el
motivo imitado) que unía a · todas la� voces en una red polifónica apretada.'
Hacia el mundo moderno Ya no eran operativos muchos de los viejos valores medievales; la prefe­
rencia de la Edad Media por una expresión generalizada de una obra musical
En la mayor parte de las visiones sobre la historia de las ideas se ve al . le dio su lugar a un · conjunto de técnicas específicas para expresar palabras,
Renacimiento como un período de grandes logros artísticos y' escasa activi- frases y emociones individuales . El concepto de obra o género musical dejó de
ser colectivo para convertirse en una serie de trabajos individuales distintos.
29 Véase Leon Plantinga, "Philjppc de Vitry's Ars nova : A Translation" (El Ars ;, La construcción musical pasó de una coordinación mecánica de esquemas mo:
Nova de Felipe de Vitry: una traducción), J<!"rnal ofMu9!c 1heory 5 (1961): 204-23. dulares a un flujo coherente y un desarrollo orgánico; se le dio estructura rít-

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mica independiente a las líneas individuales, coordinad� d� fqnna libre por literatura estuvo dominada por homlJres 'prácticos y no por filósofos. Los
el tac tus (compás) que daba como resultado una rica textura de ritmos cruza­ tratados de pintura, poesía y música se referían a problemas prácticos y la
dos y acentos. Otros valores significativos de la música renacentista incluyen escuela dominante de la filosofía italiana representó un inteqto por construir
la combinación homogénea de sonidos, el gusto por las sonoridades verticales otra s íntesis inás de las enseñanzas de Platón y los autores griegos posteriores.
mantenidas (acordes), las cadencias articuladas claramente a intervalos regula­ La revisión en la estética tuvo lugar durante varios siglos, a medida que
res, el sentido del ritmo cuidado de la di_sonancia para proporcionar un ritmo las antiguas suposiciones sobre el arte y fa . belleza se vieron graflualmente
regular de tensión y distensión , y un sentimiento de movimiento y dirección reemplazadas por ideas más modernas. Probablemente la característica so­
tonal; una música de "devenir" (opuesta a la visión medieval de la música bresaliente de la estética "moderna" fuera la ausencia de supuestos universa­
como el eterno "ser''). La música renacentista fue más una realidad que un les.Se pueden detectar tendencias, propuestas de moda, nuevas introspeccio­
s ímbolo, pensada para que se la percibiera y disfrutara por sí núsma, apelando nes y nuevas preocupaciones; pero ningún axioma, ningún conjunto de propo­
directamente a los sentidos y expre�vá. del sentimiento humano. La belleza siciones con el que casi todos estuvieran de. acuerdo.
era una propiedad ·terrenal de los objetos y existía para dar placer a los senti­ Como marco de referencia para la. discusión siguiente, consideremos cier­
dos. La música era valorada como un arte autónomo, �ndependiente de la tas nuevas propuestas que coi:i.tradecían a algunas de las suposiciones básicas
poesía y de la liturgia . La música instrumental se siguió modelando sobre de las teorías estéticas de la Antigüedad y el Medioevo.
la base del estilo vocal, pero empezaban a evolucionar varios géneros caracte­ 1 . El arte es creatividad. El artista, que trabaja a partir de su imagina­
rísticos : tema con variaciones, piezas imitativas como el ricercare (antecesor ción, hace algo que es nuevo.Es necesario tener talenfo si se ha de ·ser un
de la .fuga) y piezas rápidas y rapsódicas como la fantasía y la toccata. buen artista y tener genio si se ha de ser grandioso.
Los músicos renacentistas fueron tomando cada vez más conciencia de
que vivirían en medio de emocionantes tiempos de innovaciones. Joannes 2 . El ser de cada obra de arte es único, individual, novedoso y crea sus
Tinctoris, el primer gran teórico del Renacimiento, escribió a fines del siglo propias reglas. Un artista trabaja a su nianera y pugni,. por lograr su estilo per-
SV que "en esta época. . . las posibilidades de nuestra música han crecido sonal.
tanto que parece ser un arte nuevo, si lo puede decir �í. . ."3 º y "además, 3. El arte no es necesariamente una representación de la naturaleza.
aunque parece más allá de 1o creíhle, no existe una sola pieza musical, no Puede mejorarla, distorsionarla o pre�cindir de ·ella por completo; ·puede inclu­
entre las compuestas en los últimos cuarenta años, que los entendidos consi- sive ser abstracto.
deren valiosa".3 1 4. El propósito primario del ·arte es la expresión, la comunicación de los ·
Ya que este relato de la historia d e la estética musical está por dar un sentimientos del artista a su audjtorio por medio de su obra.Para él, �l arte
gran salto, corresponden algunas reflexiones. Los pensadores medievales cumple una necesidad humana básica.
cuestionaron muy pocos de los valores sostenidos por los autores antiguos 5 : La verdad del arte no es la verdad de la ciencia . El arte es una activi­
(si es que, de hecho, consideraron alguno); inclusive la traducción de los prin­ dad cuya esencia es misteriosa e irracional.La percepción de las obras de arte
cipios estéticos de la antigua Grecia en la cosmovisión y la teología cristianas es una forma de conocimiento pero no es conocimiento del mundo· exterior.
parece haberse logrado sin distorsiones significativas. Se habían sugerido nue­ 6. El arte es diverso y no está sujeto a cánones absolutos. La belleza es
vas interpretaciones, se habían ubicado nuevos acentos frente al espectador y subjetiva; no es una propiedad de los objetos sino de nuestras propias reaccio­
al acto de percibir, se estudiaban nuevas áreas de la creatividad artística, pero nes ante ellos.Nuestros juicios son subjetivos y relativos.
el viejo sistema de valores permanecía inalterable. Antes de que la filosofía
7 . El arte puede ser una especi� de juego.
del arte tomara una nueva dirección , el mundo debía cambiar : el mundo de la
sociedad, el arte y el pensamiento medievales así como la visíón d�l universo 8. El arte existe por s í mismo y no por tener un objetivo superior.
. físico y el lugar del hombre en él. Los años del Renacinúento trajeron tal Estas proposiciones no son interdependientes ni fueron jamás expresa-
cambio, primero en el m ovimiento humanístico y en los productos de los ar­
tistas prácticos y luego en las ciencias naturales, con las investigaciones de das en conjunto; ciertamente, son incompletas. Pero indican algunas de las
Copémico, Kepler, Galileo y Newton. Los siglos XV y XVI se caracterizaron tendencias en boga en la filosofía del arte que habían de tener impacto sobre
por una actividad artística desbordante que no había tenido precedentes y la la composición musical.
Los afios siguientes al 1600 fueron cruciales para ia filosof ía occidental:
la visión del mundo de la Edad Media y el Renacimiento se estaba desmoro­
· 30 Dedicatoria del tratado Proportionale musices (ca: 14 76) en Oliver Strunk nando lentamente y había que redefini. r las posiciones relativas del hombre,
Source Readings, .pág. 195 . · · '
3 1 D dicatoria dehratado Líber de arte contrapuncti (1477), en
' la mente y la música a la luz de los modernos descubrimientos cient,íficos. La
investigación filosófica empezó a centrarse en el microcosmo; el individuo,
Strunk, Source ·
• :
Readi�gs. pag. 199.

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su actividad mentai y los medios por los que podía obtener el conocimiento . 6) Esta proporción debe ser aritmética y no geométrica.
verdadero. Los siglos XVII y XVIII son llamados, ton justicia, la Edad de la · 7) Entre los sentidos-objetos, el más agradable para el alma no es el que se .
Razón y la Iluminación . La fonna en que los nuevos métodos y las especula­ percibe con mayor facilidad sino el que no gratifica lo bastante al deseo
ciones infundieron nuevas ideas en la filosofía de la mftsica será el tema de las natural. '.por el que los se�tidos son llevados hacia los objetos pero que
próximas páginas. no es tan complicado como para cansar a los sentidos.
La razón, la naturaleza y el progreso fueron los tres temas· principales 8) Por fin, se debe observar que la variedad es muy agradable en todo.3 2
del pensamiento del Uumi)lismo: el mundo (incluyendo al universo del arte)
podía ser asido por la razón, se basaba en principios naturales y la historia Descartes no estaba seguro sobre la aplicabilidad de los principios racio­
avanzaba en un dirección favorable. Se suele sostener que el movimiento nalistas en la creación artística. A pesar del énfasis que ponía en el método in­
racionalista en la filosofía se originó con los escritos de René Descartes (1596- . telectual de mente clara, sostenía que la experiencia estética era subjetiva y
1650) y la frase ;'racionalismo cartesiano" deriva de su apellido; Leibnitz y · que el arte era, en esencia, irracional. En una carta a Marin Mersenne, del 18
Spinoza son, tal vez, sus sucesores más distinguidos. El racionalismo enseña de marzo de 1 630, Descartes esbozaba sus opiniones sobre la subjetividad de
que se puede obtener conocimiento válido del mundo a partir de dos fuentes: · la belleza y dejaba implícito que la respuesta a la belleza es una especie de re­
las ideas y los principios innatos que todos poseemos y nuestra capacidad de flejo condicionado.
razonamiento. El racionalismo acentúa la importancia del a priori, los princi­
pios que se conocen como verdaderos independientemente de nuestra expe­ Pero lo bello y lo placentero no significan más que la actitud de nuestro
riencia, como por ejemplo el prfucipio de contradicción: no necesitamos ex­ juicio hacia el objeto en cuestión. Y ya que los juicios humanos son
periencia previa para saber que un sonido no puede ser largo y corto a la vez. variados, es imposible encontrar una medida definida para ío hermoso o
El racionalismo en. el arte tiende a generalizar, a idealizar y ,a favorecer la crea­ lo bello. No puedo explicar esto mejor de lo que lo hice en mi Musica.
cion nonnada: como dice Samuel Johnson en Rasselas (1759): "El trabajo Se puede decir. que lo más bello es lo que complace a la mayoría, pero
de un po'eta no consiste en examinar al indivi�uo sino a la. especie; destacar eso no es algo bien definido.
las ·propiedades generales y las grandes apariencias: él no numera los pétalos En segundo lugar, aquello que mueve a algunos a bailar, en otros provo­
del tulipán" (capítulo 10). Este clima de ideas resultó altamente favorable ca deseos de llorar. La razón de ello es que se despiertan ciertas imáge­
para la evolución de las teorías acerca de la música, y la teoría musical empe- nes en nuestra memoria; aquellos que una vez hallaron placer en danzar
zó lentamente su transfonnación de una disciplina descriptiva a una precepti­ una melodía peculiar querrán volver a hacerlo cuando la escuchen otra
va; . aunque ' los teóricos siguieron basando sus especulaciónes en la práctica vez. Por el contrario, si alguien sufrió mientras escuchaba una gallarda,
musical (en especial la interpretación 3:decuada del bajo continuo, como s� por cierto que se sentirá triste cuando la vuelve a oír. Si alguien amena­
ver� más adelante), buscaron identificar cada vez más los principios organiza­ zara a un perro con golpearlo al sonido de un violín, seguramen.te, tras
dores_
· de la música y su esbp.cturación en un sistema musical ideal. cinco o seis veces, éste gemiría y huiría no bien volviera a escuchar tal
Descartes tuvo relativamente poco que decir sobre la estética aunque sonido.33
delineó una teoría general de. la expresión en su obra Pasiones del alma, de
1619. También escribió un breve tratado sobre música en 16 18, mientras ser- Los métodos de Descartes pueden haber sido racionalistas pero sus opi­
. víá en el ejército. Aunque no merece que se lo inscriba entre sus obras mayo­ niones sobre el arte son claramente empíricas y demuestran que la aplicación
res v resulta ingenuo si se lo compara con los tratados sobre música más téc­ de los principios racionales a la organización de la música exige una d�finición
nic�s de 1a época, tieJle, sin emb;rgo, un considerable interés para los músi­ profesional. Tal aplicación ·1a Tievó a cábo uno de sus más distinguidos suceso­
cos. En él se encuentran las siguiente� observaciones preliminares: res,' Jean-Philippe Rameau (16&3-1 764). Aunque Rameau fue sin duda li�o de
1) Tod.os �os. sent¡pos pueden experimentar placer. los compositores más sigriificativos del siglo XVIII (especializado en la ópera
y la música para clavicordio), sus contribuciones a la teoría musical son aun
2) Para este ·placer, debe haber presente una relación proporcional de algu­ más importantes. En una serie de tratados que comenzó con la publicación de
na clas� entre el objeto y el sentido mismo. su Traité de l'harmonie en 1 722, Rameau desarrolló gradualmente una teoría
3) El objeto debe ser tal que no cá.iga sobre el sentido de una fonna dema-· comprensiva de la armonía que fue tanto un modelo del pensamiento musical
siado complicada o. confusa.
4) Los sentidos perciben con mayor facilidad un objeto cuando la diferen­
cia entre las partes es menor.
5) Podemos decir que las partes .de un objeto entero son menos diferentes 2. · René Descartes, Compendium "o¡ Music, traducido � inglés por Walter Rober:t
3

cuando hay mayor proporción entre ellas.


([Ron:i al American Institute of Musicology, 196 1 ) págs. 1 1-13.
3
Tatarkiewicz, History of,1.esthetics, 3 : 373.

106 107
Francis Bacon , en su Cogitata et Visa (1607), capturó la esencia de las
de su época cuanto una afinnación definitiva de que los prin,tjpios armónicos posiciones racionalistas y empirista : "Los empiristas son como honnigas;
gobernaron la música entre al año 1650 y el 1900. almacenan y ponen en uso ; pero los racionalistas, como arañas, tejen hilos
No es exag�rado decir que la historia posterior de' la teoría armónica : a partir de sí mismos". 35
Rameau era, por cierto, una araña, pero los hilos que
.
hasta el comienzo del siglo XX consistió en llenar los blancos que Rameau ha­ Iiilaba y tejía derivaban de instintos naturales sonoros y se adherían a un
b ía dejado y en completar algunas de sus observaciones. A él le debemos el conocimiento diestro nacido de la cuidadosa observación del mundo. Clara­
reconocimiento del principio de invers¡ón (de acordes y"de intervalos), la teo­ mente, otro grupo importante de filósofos se consideró a sí mismo como hor­
ría del acorde básico, la generación de acordes en imitación a la serie de ar­ migas y prefirió no arriesgar especulaciones que la experiencia no pudiera
mónicos, la organización de la progresión armónica según el bajo fundamental verificar.
{la línea imaginaria formada por los sucesivos acordes básicos),"· 1a cadencia Según la posición empírica , el conocimiento sólo se logra a través de la
V-I como modelo para la progresión armónica nonnativa, el acorde de tónica experiencia y ésta, a su vez, se obtiene por la ejercitación de nuestros sentidos
como centro armónico de la escala, el concepto de N como subdominante, y por lo que se descubre por medio de eUos.John LÓcke (1632 -1704) descri-
la relación entre claves mayores y menores, el origen de los acordes de sépti­ . bió a la mente como una "pizarra en blanco" (tabula rasa) a la espera de las
ma; la preparación y resolución de la disonancia armónica y muchos otros impresiones de la experiencia? 6 Es comprensible que los empiristas fueran
.conceptos que se han conver;tido en hechos aceptados del sistema de anno-• reacios a ccinsiderar los fenómenos en términos de materia y causalidad ; prefe­
· nía tonal. Las ideas de Rameau estaban en un estado de evolÜción constan­
34
rían discutir la sustancia en términos de ·1a forma en que la mente la percibe
te, por lo tanto es difícil detenninar su posición final sohre un tema dado, y se sospechaba de todas las doctrinas de causa y efecto. Hallaron más seguro
pero es dudoso que existan aspectos de la práctica musical del siglo XVIII que describir una secuencia de hechos sencillamente como "lo que viene después
��_no haya analizado en profundidad. de..."
¿Cómo reflejan las especulaciones annónicas de Rameau, específica­ De modo que el método de los empiristas consistía, como sugería Ba­
mente, el movimiento racionalista en la ftlosofía? Primero , él sostenía que l as con, en acumular evidencia, sin ideas preconcebidas, y extraer conclusiones
reglas del arte se basaban con firmeza en principios de la naturaleza, hechos basadas en la acumulación de evidencias.Bacon intentó reducir las posibilida­
acústicos como la serie armónica, cuyo descubrimiento fue anunciado en des de error en su enumeración de los famosos "cuatro ídolos", debilidades
1714 por Joseph Sauveur, 'y las relaciones interválicas derivadas de las SU· mentales que se deben evitar en la · búsqu�da del conocimiento verdadero:
cesivas divisiones de una cuerda.Descrioió la normativa en la annonía musical "Haf cuatro clases de ídolos que acosan las mentes de los hombres.Para dis­
y sostuvo que la annonía tonal se. modelaba inconscientemente según ciertos tinguirlos, les he asignado nombres: {dolos de la tribu, ídolos de la caverna,
conceptos innatos: la tensión de la disonancia y el reposo relativo de la conso­ ídolos del mercado e ídolos del teatro ': 3 7
nancia , la tendencia de la disonancia a su resolución, la inestabilidad de los to­ Por "ídolos d e l a tribu", Bacon s e refería a las flaquezas· comunes de la
nos cromáticos, la estabilidad de una tríada simple con su raíz en el bajo, la humanidad, tales como el temor a revelar la propia ignorancia (el síndrome
oposición psicológica básica de claves mayores y menores y los fenómenos del "traje nuevo del emperador") que . ruede llevar a una aceptación demasia­
rítmicos simples como el pulso, el acento y el metro . Dados estos "hechos", do superficial de incompetencia. Sus "ídolos de la caverna" eran los puntos
todo lo que restaba era que la mente dedujera· el conjunto completo de leyes ciegos y las peculiaridades de cada individuo; los míos, por ejemplo, incluyen
annónicas y confinnara su existencia observando la práctica musical. Desde una reacción negativa instintiva al tono electrónico, lo cual ha demostrado ser
esa época, los teóricos han' disentido en 1a cuestión de si la música es más un un real obstáculo en mis esfuerzos por apreciar la música electrónica. Los
producto de la naturaleza legítima o un arte caprichoso, pero inclusive el más "ídolos del mercado" son, corno lo sugiere Bertrand Russell, "errores ocasio­
empírico ·de los pensadores no puede negar la influencia de ciertos fenómenos nados por la tendencia de la mente a encandilarse con palabras, error especial­
físicos básicos en la estructura de la música tonal. mente, difundido en la filosofía". 3 8 Adoramos a estos ídolos cuando la
retórica de sus críticos nos persuade de que debemos rechazar la mú�ca de un

34 Véase Joan Ferris, "The Evolution of Rameau's Harmonic Theories" (La evolu­ 35
Citado en Bemard Williams, "Rationalism" (El racionalismo), pág. 73 .
ción de las teorías annónicas de Rarneau), Journal ofMusic T!Jeory 3 (1 95 9): 2 3 1-56, y . 3 6 An Es!Jily Conceming Human Understanding, pág. 121 ; la idea de la mente
.
Hennana Michaela Maria Keane, "The Theoretical Writings of Jean-Philippe Rameau" como tabula rasa Oiteralniente, una "pizarra raspada") retrocede hasta 0n the Soul (Del · ·
(los escritos teóricos de Jean-Philippe Rameau) (Doctora en Filosofía de la Catholic-Uni­ · alma) de Aristóteles 3.4.430a y encuentra ecos en Alberto el Grande y Santo Tomás de
versity of America, 1 96 1); las teorías de Rameau se discuten extensamente en Matthew Aquino. Lo que Locke dijo en realidad fue ''.papel en blanco", pero la expresión tabula
Shirlaw, The Theory of Harmony (1 9 1 7 ; reimpresión, Nueva York: Da Capo, 1 979); rasa ha fJ,Uedado asociada con su rama del empirismo.
para una tra-ducción inglesa de Ja obra maestra de ·Rameau, véase Jean-Philippe Rameau, 3 Francis Bacon, Novum organum 1.39.
Treatise on Harmony (tratado sobre armonía) en traducción inglesa de Philip Gossett 38
Bertrand Russell, Wisdom of the West (La sabiduría de occidente), pág. 191.
(Nueva York: Dover, 1 971).
109
1 08
comp ositor , o cu ando la retórica en su s nota s en u n p ro grama nos p ersu ade o p or o b se rvación. Si_ algunos esc ritores neglige ntes o irregulares han re ­
de que debem os aceptarla. Y los "ído los del teatro" de Bacon so n lo� que s� r­ sultado agradables , est o no se ha debid o a su s t ransgre siones a la no rma
gen cu and o estamos influidos p or movimien to s, escu elas de pensamiento, sis­ o � l o rden, �in o que ha su ce dido a pesar de esas transgre siones: han po ­
temas e tcétera· caemos e n tal erro r cu ando nuest ro juicio es mat izado po r lo s se 1d o otras b e llezas . . . Pero au nque t o das las re glas gene rale s de l arte
�scrit�s de . un �o mpositor según "la m o da" o que sigue una escuela particular se fu n dan sólo el). la exp eriencia y en la ob se rvación de los sentimientos
de composición, com o se r el se rialismo t o tal o el min�alismo : , . comu nes de la nat�n:le za humana, no de bemo s imaginar que , en to do s
Una larga lista de filó so fo s empírico s, e n part1��lar b �t�mcos , e ncaro lo s casos , . los sen�nnie nto s de los hombre s se adaptarán a estas re glas .
los problemas de la expe riencia se n so rial y la perc� pc1on art �s�ica Y, en el ca­ Las e� oc1ones � as finas de la mente so n de una natu raleza mu y tierna
mino, hizo importante s contrib u ciones a la filoso fia d: la mus1ca. En t re ello s Y de licada Y exigen la con cu rrencia de mu chas circu nstancias favorables
se cuentan: Thomas H obbes (1 588-1 679), Locke , David Hume (1 7 1 1 - 1 776), que las hagan actu ar con facilidad y precisión. . .
Lord Shaftesbu ry (1671-1 7 1 3), Jo seph Addiso n (16,72-17 19), G eo rge B� rke­
ley (1685-175 3) y Edmund B urke (1 729-1 797). So lo se pueden me nc10na r . De esta manera, aunque e l j uicio so bre la b elle za es, en de finitiv
h�o , se apoya sobre cie rt os principio s artísticos , y los que ti a, su bje-
aqu í algunas de sus propuestas . e nen el refina­
Si el énfasis racionalista en lo s prin cipio s a prio ri y lo s conju ntos de re - miento Y la preparación ade cu ados debe ían concordar en la
excelencia de u na
glas tendía a idealizar al arte (en diseñ o y pro porción) Y acentuar lo � íp� co , o b r� p e culiar . En e l texto de Hu�e ve m os
, e l surgimie n to de una te oría de la
lo normativo y lo gene ral, la filoso fía empírica tendía a p ro mover el siguien­ c� h c a que to do s lo s comentaristas de
; be rían lee r . C o ncluimos c on la · de scrip­
te conjunto de ideas: el de bilitamiento de lo s de la crítica tradicional Y la vali­ c10n que hace H um e d el buen crítico :
"Un fu e rte sentido u nido a un sen ti­
dez d� los j uicio s su bjetivos ; u na actitu d general de escepticismo h�cia los � iento delica do, .m.ej.orado por �a práctica, perfecciona.d o por comparación y
dogmas artísticos; la impo rtancia de lo in dividu al , lo espe cífico. Y lo 1:1 usual libre de to do p reJU1C10, p u ede solo permiti r a los cr ítico s e ste valioso ·
en el arte; la ide a de genio , una gran persona qu e puede pro ducir a �� nnp or
: y semejante juicio c ombinado es, dondequiera que se lo encuentre carácter
' e l verdade-
tante de safiando las re glas ; el nuevo énfasis en el valor de la se nsac1 on e n s 1 ro de n omi11ador de l gusto · y la b e lle za" . 3 9
y el placer que trae ; e l contenido e mocional ele vado de l arte y el re con oc i­ Po demos n otar que rara v ez se discu te la belleza en el siglo XVIll con
miento del valo r de la imaginación creativa . Estas idea s traj e ron u n t_orrente . conce�tos formalistas com o los de propo rción, o rden, unidad, varieda
cualqmer o tro c on cept o general similar que se
do
de nuevas e specu lac iones esté ti cas y agre garon nuevas dimen si ones al conce p­ pue da p e rcibir de manera inte­
to de be lleza que había prevale cido de sde lo s tie mp os antiguos. tele ctu al. En cam bio , se so stiené que la belleza es la que realiza una apelaci
ón
Hobbes y Locke de stacaro n el pap el de la imaginación c omo fu ente de dire�ta � inme diata y cualitativa a nuest ro s sentid os , afe cto s y pasiones. En
un
cre atividad y desarro llaro n la imp o rtantísima teo ría de la asociación de ide as, pasaJe nnpo rtante , Shafte sbury enfatiza la inmediatez de nuestra percepción
la tendencia de las ideas a fonnar racimo s relacio nados po r semejanza, por de la be lle za a travé s de una especie de "oj o in te rior".
proximidad o p or algún o tro principio de asociación. En el siglo XVIII se to­
¿Hay, ento nces , . . . u na b elleza natu ral de las figuras? ¿Y no hay como
maba al aso ciacionism o com o u na de las explicaciones impo rtante s de la res­
natural una de acciones? No bien el ojo se ab re ante las figuras (o el o í­
puesta e stética; hoy, e l principio de aso ciación parece más útil co mo te o ría do ante los s onid os) resulta lo bello y se recon ocen la gracia y la armo­
del proc eso c re ativo . · nía. No · bien se ven las accio nes, no bien se disciernen los efecto s y
En su e nsayo de 1 757, "Of the Standard o f Ta ste " (De lo común del gus· pasio nes humanas . . · . un oj o interi or distingue lo j usto y formado lo
to). David Hum e analizaba e n detalle el concepto cambiante de la b elle za Y
sugería la p o sibilidad de u na nónna de gusto u niversai. La idea . de la belle�a
amable y ªill!lJrable , separado de lo de forme; lo odioso , lo injusto ;
lo
de sp re ciable .4 0
comienza a adquirir enton ce s nuevas co nno tacio nes: ya no tiene status o bJ e·
tivo sino que re sid e en nue stros sen timiento s , en nuestras emociones � e n
nuestra respuesta su bjetiva a la obra de arte: "La b elle za no es u na cualidad . Mere cen m en cionarse o tros dos aportes de Shafte sb u ry a la teoría esté-
tica: prime ro , su opinión según la· cu al la satisfacción qu e propo rciona el . ar­
de lo s objetos en s í: sólo existe en la mente que los conte mpla; Y cada me nte
!e es desinte:e sada, la p erce p�\ón del espectador se separa de su propio auto­
percibe una belle za distinta. Se pu ede inclu sive percibir de formidad en d on�e mte re_ s y los nnpulsos del ego , y segundo , su me nción de lo �lvaje, lo temi-
otro pe rcibirá b elle za, y cada individuo debería c onformarse c o n su propio
sentimie nto, sin pret�nder regular lo s de lo s demás . . ." Sin embargo , Hume
creía que e sta afirmación general m erece alguna modificación p or parte de !� David Hume, "Of the Standard of Taste", págs. 136 , 1 3 7 y 143.
nuestro sentido común: , Anthony Ashley Cooper, conde de Shaftesbury, "The Moralists" (Los moralis­
tas), pag. 137.
· Pero aunque la p�sía nunca p uede e xponer la verdad exacta, se la d�- .. 41 Shaftesbury, Characteristics (Características), 1 : 296 ; por una exposición de
be confinar m e diante reglas de arte , que el auto r descu bre p o r su gemo !ste problema de gran importancia, véase capítulo 8 .

1 10 111
ble y los aspectos irregulares de la naturaleza como fuentes de lo sublime en la profusión, la inestabilidad . el manierismo-, el movimiento dinámico y favo­
el arte.La distinción entre lo sublime y lo meramente hermoso se popularizó recía las composiciones basadas en escalas grandiosas.
en la estética del siglo XVID y en Philosophical Enquiry into the Origin of Los comienzos de la música barroca (alrededor del año 1600) estuvie­
our Ideas of the Sublime and ihe Beautifui (investigación filosófica sobre el ron marcados por un cambio importante en la organización musical; del estilo
origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello) de Burke, de 1757 . Se del motete lineal e imitativo del siglo XVI a una nueva orientación verticaj. de
decía que las cualidades principales de lo sublime eran el terror, la oscuridad, la textura musical, una tendencia a pensar en la música más en términos acor­
la dificultad, el poder, la inmensidad, la magnificencia y el infinito, en tanto des que comÓ un entretejido de líneas"melódicas separadas.
que las de la belleza 1ncluían la pequeñez, la suavidad, Ía variación gradual, la La firme característica .de la música barroca es el bajo continuo, una
delicadeza, el color, la gracia y la elegancia.42 Burke explica que lo sublim� y combinación de una línea instrumental baja (ejecutada por un cello, un con­
lo bello producen los mismos efectos psicológicos que el amor y ·el terror; lo trabajo, un fagot u otros instrumentos graves) y un acompañamiento de acor­
sublime desencadena "una tensión no natural y ciertas emociones violentas des (en órgano, arpa o laúd).La actividad melódica se concentró en las partes
de los nervios", en tanto que lo hermoso "actúa relajando los sólidos de todo superiores, solos o dúos de voces, violines, oboes u otros instrumentos meló-
el sistema" .43 Sean cuales fueren los méritos de la · discutible fisiología de dicos. . . .
Burke, estas propuestas enuncian claramente la estética del período román­ Se desarrollaron nuevos principios formales para aprovechar las posibili­
tico. dades inherentes a la nueva orientación armónica. El sistema de claves
Hemos estado siguiendo la� dos corrientes filosóficas sincrónicas, el ra- mayores y menores pronto cobró vigencia y a fines del siglo XVII sólo queda­
1 cionalismo y el empirismo, a través de los siglos XVII y XVIII; en la música, ban débiles restos de la antigua práctica modal. Las cadenas de claves mayores
dos estilos distintos recorrieron su camino a lo largo de estos doscientos años: y menores ofrecían nuevas posibilidades para la forma musical a gran escala :
el Barroco, un largo período de desarrolló musical y logros técnicos que al­ desarrollando el material musical a través de secuencias de claves contrastan­
canzó su cumbre con las obras-de J. S . .Bach, Handel, Vivaldi, Telemann, Cou­ tes o relacionadas, el compositor podía obtener nuevas dimensiones en la es­
perin · y rrruchos otros compositores talentosos; y el Clasicismo, un corto tructura tonal. Las composiciones musicales se hicieron más largas y los com­
medio siglo de reducción y consolidación estilísticos, marcado por los logros positores se vieron obligados a desarrollar nuevos medios para mantener la
brillantes de Haydn y Mozart. Como en el Renacimiento, los productos musí- · unisiad y la continuidad en largas duraciones, con la ayuda de la estructura de
cales son mejores guías de los valores y las corrientes estéticas dominantes qu_e un texto ; sus soluciones incluyeron la variación continua (a menudo sobre la
los escritos de los filósofos . · línea de un bajo), fo rmas rapsódicas como la toccata, estructuras secuencia­
La mayor 'parte de las discusiones sobre el Barroco en el arte comienzan les como la sonata y la suite de danzas, y un nuevo principio formal basado
, - con un examen de las varias connotaciones· de la palabra: emocionalismo, lo . en antítesis y el conflicto entre solo y grupo: el concierto.
subjetivo, exageración, falta de equilibrio y proporción, manierismo, ilusión Tanto en sustancia cuanto en estructura , el Barroco fue un período de
monumentalidad, lo sublime.Después de leer semejante lista (vulgar), uno se diversificación y diferenciación crecientes; los compositores eran muy
puede sentir algo engañado al o ír las realidades de la música barroca, pero só­ conscientes de su . idioma personal y d_e los estilos nacionales convencionali­
lo porque se ha distorsionado nuestra escala de valores (quizá permanente­ zados de Italia, Francia y Alemania . Se desarrollaron y diferenciaron géneros
mente) por medio de los productos musicales del Romanticismo del siglo específicos: lo sagrado y ·1 0 secular, lo vocal y lo instrumental, la música de
XIX. La gama expresiva de la música banoca es amplia: desde la fría y abs­ cámara y el estilo orquestal. El estilo instrumental por fin se liberó de, sus an­
tracta polifonía de las sonatas a trío de Corelli hasta el intenso dramatismo teriores modelos vocales y se comenzó a escribir música de una forma
de las Pasiones corales de Bach. Pero, en oposición a lo que lo precedió, el Ba­ idiomática para los instrumentos para los que estaba concebida. Los estilos
rroco fue, sin duda, una época romántica en la .música y comenzó con uno de de violín, flauta, trompeta· y teélado empezaron a sacar todo el provechó po­
los mayor�s trastomQs estilísticos de la historia de la música, que no tuvo pa­ sible de los recursos de los instrumentos individuales. Se puede comenzar a
ralelo hasta comienzos del siglo XX. Una lista de las cualidades contrastantes ver el surgimiento de las funciones estructurales diferenciadas en el tratamien­
del Renacimiento y el Barroco presenta una clave precisa de la estética barro­ to que el compositor realizaba del material musical: introducciones, afirma­
ca en la música y las artes visuales.El arte renacentista se caracteriza por la . ciones temáticas, continuaciones, transiciones, interludios, interrupciones, de-
preferencia de la simplicidad, la estabilidad, la moderación y el estancamien­
to y se lo mide en proporc�ones humanas; por su parte, el Barroco acentuaba
44
Véase George Buelow, ;,Rhetoric and Music" (Retórica Y. n:1úsica), en The Ne �
42 Nicolson, "Sublime in Externa! Nature", págs. 333-37. 's
Grove Dictionary of Mu$iC and Musicians, editado por Stanley Sadie (Lon!ires: Macm1-
43 llan, 1980); también Hans Lenneberg, "Johann �a.ttheson on �ffect and Retoric � ­
Edmund Burke, A Phz1osophical Enquiry (Una investigación filosófica), págs. . ,
Music',. (Johann Mattheson sobre el afecto y la retonca en la musica), Joumal ofMusic
134, 149�50. 'Jheory 2 (195 8): 47-84, 1 93-236 .

112 113
del mecenazgo. La estética de la música no podía permanecer no afectada
sarrollos, reexposiciones y conclusiones. La música se modelaba según figuras por semejantes tendencias.
convencionalizadas (de lenguaje y de pensamiento) y estaba concebida como La .era del barroco comenzó, como dijimos, con una explosión estilísti­
un arte retórico.
ca, pero el advenimiento del período clásico pasó virtualmente inadvertido.
Los teóricos barrocos también desarrollaron una import,mte teoría del
Se pueden ver sus comienzos-en una simplificación de la textura (en donde
s.i?11ificado �usical: la doctrina de los "afectos" o Affektenlehre, que soste­
ma que vanas figuras musicales pueden servir (una vez aprendidas) como sig­ una textura de mayor acorde tomó el lugar del lujurioso contrapunto del
último barroco), una iluminación del tono casi hasta la frivolidad y la trivia­
nos de emociones, pasiones y afectos específicos. Se consideraba a la música
lidad (en la fase temprana conocida como Rococó), una manera objetiva
un lenguaje emotivo que podía comunicar significados específicos del com­
y menos emocional qu� reemplazó al pathos subjetivo del Barroco, un estilo
P?sitor, a través del eje�utante, al oyente.44 Pero es vital comprender el sig-.
musical universal en contras�e con los muchos estilos nacionales y los manie­
mficado exacto: ,la música no estaba pensada para expresar rii para desper­
rismos individuales del Barroco y una tendencia a construir unidades rítmicas
tar las pasiones sino sólo para significar en un nivel más objetivo que no re­
quería participación subjetiva del compositor, ejecutante u oye�te : más periódicas y un flujo rítmico claramente articulado. El estilo clásico pare­
En su peor forma, el Affektenlehre tomó la fonna de una clasificación ce haber sur�do de un modo espontáneo en vanos países pero ·alcanzó su
mecanicista de las pasiones; las figuras musicales que las representan y un en- cumbre en Austria, en las manos de Haydn, Mozart, Schubert y Beethoven;
Viena se convirtió rápidamente en la capital indiscutible del mundo musical
�oq.u� altamente estilizado y artificial de la composición musical; un compo­ europeo.
sitor incompetente o sin imaginación podría enfocar su tarea como si estuvie­
En muchos sentidos, la era del Clasicismo vienés ·sugiere la comparación
ra traduciendo con la ayuda de un diccionario. Los teóricos discutían si se
con un período anterior en la historia de la música; la era de los grandes com­
deberían intentar representar las sombras cambiantes de la pasión o atrapar
positores renacentistas que actuaron alrededor del año 1550 (Palestrina, Byrd,
el tono emocional principal de un pasaje. Generalmente, se acordó que cada
movimiento musical por separado debía capturar el efecto dominante a pre­ Monte, Lassus y otros). Cada uno de estos grupos sostenía valorés que con­
sen!ar, aunque s� pudieran desarrollar figuras secundarias (que representaran trastaban fuertemente con los del Barroco; cada generación de compositores
· escribía en un lenguaje común, un estilo semiuniversal que revelaba pocos ma­
pastones accesonas) en el acompañamiento o en los interludios. En su mejor
forma, se podía transmitir un mensaje real del compositor al oyente compe­ nierismos nacionales o regionales; cada grupo trabajaba por la claridad de la
estructura y el e quilibrio y cada uno creaba inspiración nueva a partir de ias
tente; la música podía así prÓporcionar una combinación de lógica musical
il;ltrínseca y significado extrínseco. sonoridades simples, triádicas; cada grupo tomó a la moderación como un va­
lor estético importante y buscó lograr sus fmes con la mayor economía de
Podemos identificar brevemente unos pocos it�ms adicionales en el sis­
tema barroco de valores musicales; el logro de la ejecución se convirtió en un medios que le fuera posible. ·Representan dos cimas de estabilidad y altos ·fo­
objetivo importante y se alababan mucho tres habilidades en particular. El vir­ gros en la historia del estilo· musical.
tu�sismo- técnico, entrega emocional .Y la capacidad para improvisar. Se pre­ En el medio siglo que comenzó en 1 750, se desarrolló un lenguaje mu­
sical de tanta solidez que los compositores del siglo XIX hicieron pocos cam­

feri3:11 los colores mstrumentales heterogéneos en contraste con el gusto rena­
centista por los sonidos homogéneos, combinados con suavidad. Se valorizaba bios sustantivos . . Los compositores románticos, como veremos más adelante,
much� el contraste dramático y se lo corporizaba en contextos tan diversos expandieron las dimensiones dinámica y expresiva de la música e hicieron uso ,
como la oposición entre solo y tutti en el concierto barroco y las escenas de increinenta�o del potencial para el cromatismo y la ambigüedad inherentes al
sistema de annonía tonal, pero la suya fue una reacción de fonna y d� grado
�u_ltit�des turbulentas en las Pasiones de Bach. El movimiento, la continui­ más que de esencia , Esto ha llevado a muchos investi!!adores a afirmar que el
dad y la energía impiacabie eran los sellos distíntivos dei ritmo barroco, ins­
tr:umentados por una línea de bajo conductorá, los ímpetus rítmicos propor­ Clasicismo y el Romanticismo son dos fases del mismo-período: una fase�esta·
ble y objetiva seguida por otra más dinámica y subjetiva; ritmo de estabilidad
�onad�s _ p_or las brillai:tes figuraciones instrumentales, las progresiones a.nnó­ e inestabilidad que parece repetirse en el desarrollo del . estilo. musical euro-
mcas dingidas y las formulas de cadencias estereotipadas que se señalaban
por anticipado. Los grandes monumentos de la música barroca (los concier­ peo.4s .
. tos Se deben mencionar otros cambios importantes aparte de las preferen­
orquestales, los oratorios. de Hiindel y las obras corales de J, S. Bach) em­
plearon grandes conjuntos: así, la música se convirtió en una aétividad social cias barrocas. Los compositores clásicos idearon una melodía más semejante
para grandes grupos y se difundió mucho más su ejecución en las grandes salas a la canción, más s�ple y ,periódica, en contraste con las múlt!ples co�en-
para . gran?e� auditorios; un medio social en el que el gusto masivo y las prefe­
1

rencias pu� licas comenzaron a tener impacto sobre todas las decisiones musí�
cales. �a opera res�ltó. el primer género barroco en convertise en empresa
. 45 Curt Sachs discute esta tesis en The Commonwealth ofArt (El mercado común
del arte), argumentando que el estilo musical ha alternado entre ciclos de "ethos" (estáti-
comercial, pero hab1a signos por to<.las partes de que llegaba a su fm la ópera co/apolíneo) y de "pathos" (dinámico/dionisíaco).

1 14 1 15
tes melódicas intrincadas y entrelazadas del Barroco (en especial del Barrocq
alemárt); su línea de bajo se convirtió en algo menos activo y más en una base
para los ··acordes sucesivos.Los compositores clásicos favorecieron los géneros
,de varios movimientos como la sinfonía, el concierto, la sonata y el cuarteto 7 La síntesis romántica
y la idea de una obra musical se desarrolló en un conjunto de movimientos
equilibrados y complementarios; un primer · movimiento poderoso e intelec­
tual (siempre en forma sonata-allegro), un movimiento lento lírico. un tercer
movimiento con forma de danza y con un final brillante. En tanto que los
compositores barrocos se restringieron a un "afecto" por movimiento, los
compositores clásicos vieron valor en el contraste emocional . y combinaron
felizmente elementos líricos y dramáticos en el mismo movimiento. La for-
· ma musical favorita del .período clásico fue la sonata-allegro, un drama en mi­
Hay ocasiones en la historia del arte en las que el estilo, los valores y el
niatura de afirmación-conflicto-resolución temiinado simultáneament_e en pensamiento están tan bien armonizados entre sí que se puede reconocer una
dos niveles: el tonal y el temático; la miísica adoptó entonces uno de los verdadera síntesis cultural; el siglo XIX representó una síntesis semejante.
modelos estructurales básicos de la literatura universal: afirmación-oposi­ Pero · es más fácil sentir que describir este clima cultural, porque consiste en
ción-solución. El convencionalismo tempo giusto del Barroco resultó dema­ un complejo de ideas, actitudes e impulsos sólo parcialmente articulados. Este
siado restrictivo para las nuevas tendencias melódicas y rítmicas y to·s compo­ capítulo clasifica estas ideas, actitudes e impulsos como se reflejaron en la
sitores comenzaron a escribir en una amplia gama de ritmos musicales; la di­ música", la crítica y la ftlosofía formal del Romanticismo.
námica de "terraza" y los efectos de eco del Barroco fueron, de manera simi­ La palabra román tico es engañosa. Aunque nuestra reacción inmediata
lar, reemplazados, por increJ?entos y disminuciones graduales en el volumen. es la de ligarla con la atmósfera del siglo XIX, es evidente que describe un tipo
U:oa revlsión de la filosofía europea hasta el año 1800 concluye con el determinado de carácter, un tipo de personalidad básico y se puede identificar
movimiento conocido como idealismo alemán, representado por los escritos
de Emannúel Kant, Friedrich Schiller (1759-1805) y Georg Friedrich Wilhelm . a esas personalidades (por ejemplo, Catulo y Benvenuto Cellini) a todo lo lar-
go de la historia.W. T. Janes define al temperamento romántico como un
Hegel (1770-1831 ).La filosofía idealista proporcionó el clima de ideas dentro conjunto de predilecciones que apuntan a lo dinámico, desordenado, conti­
del cual se desarrollarían los principios estéticos del Romanticismo.Se entien­ nuo, difuso, íntimo y "de este mundo".1 Y Crane Brin ton ve al Romanticis­
de mejor el ténnino idealismo como una oposición a esta tdaaa de "ismos", mo como "un re.chazo del racionalismo y una exaltación de la intuición, el es­
naturalismo, realismo y materialismo; sus proponentes rechazaron tanto a la píritu, la sensibilidad, la fe, lo inconmensurable, lo infinito, lo inexpresable. : .
.
escuela racionalista cuanto a la empirista.La filosofía idealista afirma la exis­ un escape de las. . . obras desagradables que la ciencia, la tecnología y la in-
tencia de una re alidad espiritual última, más allá del alcance de la razón, ·del . dustria estaban realizando".2 Este conjunto de actitudes es la antítesis direc­
sentido común y de la experien cia del sentido común.Esta apelación a los va­ .
ta. del temperamento clásico racionalistá. El Clasicismo es apolíneo; el Ro­
lores trascendentes, expresada en algunos de los idiomas filosóficos más difí- · manticismo es dionisíaco. A ·pesar de las abundantes reacciones del siglo XX
ciles, m arca la mayor parte de la filosofía alemana de los siglos XVIII y XIX; contra el espíritu y las obras del Romanticismo, estamos rodeados por sus
· El resultado fue una síntesis real de la música y el pensamiento, quizá por huellas e influencias.
primera vez desde la Edad Media, s íntesis que investigaremos en · el próximo Fiederick Artz ha resumido los temas principales del movimiento -ro-
capítulo. mántico:
El Romanticismo representó la reacción de la emoción contra la razón,
de la naturaleza contra la artificialidad , de la simplicidad con.tra fa com­
plejidad y de la .fe contra el �scepticismo . .. No fue una filosofía sino
una suerte de religión emocional, tan nebulosa como ardiente.Penetró
sensiblemente en.la psique, en los sueños y los anhelos, en el inconscien­
te y lo misterioso, en aquellas regiones en las que los hombres sienten

1 W. T. Jones, The Romantic Syndrome, pág. 1 20.


2 Crane Brinton, "Romanticisrn", pág. 209.

116 117
amiento, El poeta se • Lo con ti��o, Y podemos agregar lo infinito, lo irracional y lo trascendental ·
intuitivamente más de lo que conocen por el razon e . Su arte es inspira­
convierte en un vidente; es más sabio de lo que
sab todo �ttt�tic � r e specto del sistema de valores del Clasicismo. La sinfont�
_
_
no por su cuna sino rorna�tica llego para corporizar todos estos valor e s a fine s del siglo XIX
do divinamente . Los artistas son una casta superior, · ioma
por eJe mplo la monum ental Octava Sinfonía de Gustav Mahler (la "Sm
por introspección . .
3 e ·'
de los mil") con � 1ongitu d extrema, sus grandes r e cursos sónicos, su intensi-
.
rtantes del Roman­ <h:d sostemda, su msistente sentido del flujo dinámico y en el último rnovi­
Mencionaré brevemente algunos de lo� valore s impo
úento musi� del siglo XIX: s, su ade cuación al s!gnificado de1 texto, la e scen¡ final del Fausto de
ticismo y su impacto sobre la música y el pensan �oe:e.El terna de la "lu�ha" fáustica se convirtió en un símbolo del impul­
e

lo desordenado, una reacción contra la clarid


ad fonnal y el racionalismo del _
a un "aflo jamie nto" general de la for­ so musical.
siglo anterior. Én la música, esto llevó
ma, menores posibilidad es de prede cir el fraseo . y la cadencia, una difusión de
las varias dimensione s mu�­
•f l color ( co�o opuesto a la forma), con las siguientes consecue�cias mu si­
los contornos y un ·, �desenganche" deliberado de c e s: un e,nfas1s en el valor sónico de la sonoridad individuaL color armóni­
con respe cto al equilibrio coordina- co aumentado ��r m edio del cromatismo y la yuxtaposición de claves remo­
cales (melodía, armonía, ritmo , métrica)
do típico del per íodo clásico. tas Y la e�pans10n de la orquesta en 11n cuerpo más grande y complejo con
.
mayor vane dad de tunbre s.
Lo intenso, un rechazo de la moderación y
una afirmación de lo exagerado • L � e�ótico, lle va�o a la pintura d e paisaje s extraños, la inclusión de elemen­
como impulso artístico de impo rtanc ia. En la música, e sto llevó a altos clí­ .
t� s etmcos �n. la mustca, el e�pleo de ritmos d e danza� nacional es y regiona­
también a la exce siva sínte­
max, grandes e nsambles y formas e xpansivas; pero ��º�- ���lodi �os, !emas nac1o�alistas para los libretos de ópera, partituras
en nü.11 iatura s como la canción· de arte
sis de la emoción y la sustancia musical pata lll:; �ru �enco� musuaies Y e1 empleo de textos exóticos (de las literaturas
1

y la obra de carácter para piano. persa, hmdu Y chma) para la música vocal.El Romanticismo descubrió como
Lo dinámico, una tendencia hacia el movimiento
constaJlte , una música más lo señala Artz , el "noble salvaje , el griego virtuoso, la sabia china y el dev�to
_
de devenir que de ser, que alcanzó su cúspide en el
preludio de Tristán e !sol� caballero !Iledieval" .4
ias musicales incluyen un én­
da, de Richard Wagner. Las va!iadas c�nsecuenc � Lo �ª':' biguo � ambivalente. Los significados oscuros o dobles se valorizan en
ca, un el vado sentido del movinúen­
fasis incrementado en la dimensión rítmi e a �uSica <l:l s�glo XIX; la enarmonía, en e special e n las modulaciones, reso-
del crom atism o y la modul ación y un sentimiento g e­ luciones acord1cas engañosas (en especial. sobre la ambigu··edad inherente al
to armónico por medio
ica, el de los temas y la .
neral de crecimiento e n el desarrollo de la línea melód idos.
acorde de 7 a di srn1?u1ºda) , fra� s y �ad�ncias elididas, sonoridades largas sos-
.
largos y sosten
e xpansión de la sonoridad a través de temdas, !argos pasaJes de tonalidad mcierta o inestable, secuencias armónicas
cresce ndi
n y la conte mplac ión de "esen- ·
Lo íntimo , una tendencia a la introspecció as de las
Y rn elodias con fondos armónicos ambiguos y ritmo irracional .
rística es quizá más eviden te en algun
cias". Esta e xpresión caract e
ius, pero tam­ • Lo único, al enfatiz�r la obra individual más que el tipo. En la música halla­
Euseb _
sensibles obras para piano de Robert Schumann ·, según su aislanúento de­ rnos una ��e ?ad �e htulos nuevos para las composiciones, un tratami ento al­
ales del siglo XIX en
bién se observa en muchas obras music tamente mdividualista de los géneros tradicionales (sinfonía, concierto cuar­
anticlírnax que son
liberado de momentos de intensidad poética silenciada, os. teto _de cuerdas), un contenido eidético expandido por la composición shnple y
x masiv
tan tenso s y poderosam ente expresivos como los clíma la �usqueda de un estilo musical personal (en contraste con el estilo más univer-
conocimi ento. La razón pó·
La emoción, que e s a la ve z u� medio y un fin d el podría dis­
salizado de fmes del siglo XVIII).
pero sólo la emoci ón
dría hacer la disección de las partes sin vida ores, pero • Lo p�mi�vo. La música d el siglo XIX con fre cuencia evocaba el espíritu de
podría registr ar ias aparie ncias exteri
cernir al todo vivo; la razón Para comien­ lo ,P?IDigemo, en especial de� mundo del bosque y el mar. Se valorizaba a la
.
n podría p netrar en el corazó n y en el espírit u.
sólo la emoció e
1� artes, rnuS1ca por su ca?acidad para representar lo que los alemanes llaman el Ur­
la músic a era, entre
zos del siglo XIX se estaba de acuer do e n qu e
entos huma nos, klan�, la vo� antigua de la naturaleza, comunicada por el más simple de los
.
la que m ejor podía expresar las profu ndida des de los sentimi
· sino en acentos más pro­ medios rnuS1cales; Un tono o un acorde simples m�tenidos. El ej emplo más
no en el lengua 3 conve nciona lizado de los afecto s.
e
ón sufrió un cambio sorpre� dente es ?l preludio or�ue�al de El oro del Rin de Richard Wagner,
fundos aunque menos definidos. El tipo de comunicaci que pmta el �acun1ento del no Rin, un rruto _ genetico
, pu esto en música y
n objeti va del símbo lo de la emoción, el com­ ,
sutil: en lugar de la pre�entació la armo!11a sunpl� mantenida durante más tiempo (136 compases) en el
de su obra, una
positor romántico buscaba purgarse a través de la producción repertono de la mustca tonal.
_
especie de catarsis.

3
Frederick B. Artz ! From the Renaissance to Romanticism, .págs. 226-7.

1 19
1 18
• Lo orgánico; que proporcionaba un nue,vo conjunto de principios estructu- descripción deja sin explicar muchas de las tendencias formales de varias músi­
· �es para la músi ca, aunque nunca fueron afirmados como tales por los.com­ cas del siglo XIX, pero la noción orgánica de la estru ctura musical es un agre­
positores-- del siglo XIX. El organicismo sostiene que las obras de arte son aná­ gado significativo al conjunto de esquemas fonnales tradicionales y se encuen­
logas a las cosas vivas en tanto presentan los mismos pro cesos naturales y se tra en plena arman ía con una de las 9prrientes prominentes del pensamiento
desarrollan conforme a los mismos principios naturales. Goethe. identificó a romántico . Vale la pena notar, adema�, que los musi cólogos del siglo XIX
semejante conjunto de Urphiinomene en sus estudios sobre la morfología de aplicaron la metáfora orgánica a la historia musical y vieron a la historia del
las plantas, tomándolo luego como la base estruétural para su drama Fausto. 5 arte como una evolución que partía de comienzos "primitivos" para llegar
Sus fenómenos, con los que él describió el cre cimiento de lo que errón�amen­ · ·
a ·su pleno florecimiento en sus propios tiempos.
te pensó que era el Urpjlanz (la planta arquetípica), eran éstos: semilla, in­ Nunca antes había habido, en la historia de la música, un cambio tan
tensifica ción, polaridad, metamorfosis y el momento supremo del pleno flo­ masivo en los valores musicales . Mi listado tiend.e a sugerir que la nueva esté­
recimiento. Los errores de su botánica no .nos retardan necesariamente; lo que tica representa un s índrome unificado de la cultura románti ca, pero es indu­
es significativo es que el . conjunto de principios idénticos llegó a tener impor­ dable que muchas tensiones quedaron sin resolver; entre los archirrománti cos
tanda estructural, tanto para la música cuanto para la literatura, como en la y los que estaban temporalmente fuera del movimiento, entre (c omo lo
tradición germánica del Bildungsroman (la novela de evolución de personaje), sugiere Alfred Einstein) lo teatral y lo íntimo, entre la ·música descriptiva y la
por ejemplo, La montaña mág;.ca de Thomas Mann, en las que Mann apli ca "absoluta", y varias otras tensiones de la sociedad musical. 7
estos prin cipios de una manera c onsciente a la evolución del carác ter de su La relación entre el artista y la sociedad cambió de un modo dramáti co
héroe, Hans Gastorp.6 en el siglo romántico en lo que respecta a las nuevas condiciones y las nuevas
La realidad, como la veía Goethe, era básicamente informe, la sustancia actitudes.
se ve siempre sometida a un pro ceso de formación y reformación.Se debe
1 . La era del mecenazgo se estaba terminando; el compositor debía,
percibir la realidad en sus propios términos, a través · de su esencia y no de su
ahora, complacer a la clase media para formar una estructura comercial,
apariencia '. Toda la materia se halla en continuo pasaje por una serie de meta­
pero sin comprometer sus propios valores. El surgimiento de los concier­
morfosis ·en las que cada etapa su cesiva es a la vez un resumen de su historia tos públicos hizo que la música ingresara en el mundo de los negocios.
y la semilla de su futuro.La intensifi cación (calor, energía, emoción, expe­
riencia) pro·porciona el medio por el cual se insta a los impulsos latentes 2. Los roles del compositor y el ejecutante se hicieron más especializa­
en la sustancia a través de sus series de metamorfosis, alternativamente atra í­ dos y, en ciertos casos, se·separaron por completo.Las nuevas exigen­
das -y repelidas por polaridades como la luz y la oscuridad, el calor y el frío, cias de logros técnicos tuvieron como consecuencia la imposibilidad de
la tensi_ón y la distensión, la razón y la emoción. que muchos compositores ejecutaran su propia músi�a de una manera
S_e puede argumentar que el principio_ de cre cimiento orgánico es inhe­ aceptable y el riguroso proceso de adquirir semejante virtuosismo té cni­
rente · a · ciertas formas musi cales tradicionales, en especial la fuga y la forma co hizo difícil para el eje cutante mantener un compromiso absoluto
sonata allegro, pero está C�!}S���ido por otros impulsos formales; el equili­ con la ejecución misma .
brio de frases y secciones, el principio de repetición, la red de rela ciones to­ 3 . Con la influencia de la literatura romántica y la insatisfacción ante la
nales y' .otras convenciones formales del estilo musical de lns �iJrlos XVII y repercusión popular, muchos artistas se vieron enajenados con respecto
XVIII.Pero en la música de compositores como Franz Liszt y Ri c hard Wag­ a la sociedad, hipersensibilizados y víc timas incomprendidas del público
ner, el nuevo principio orgánico surge com o base re ctora para la estruc tura inculto; su úni co refugio fue el retiro hacia la torr� dé marfil más cer­
a gran escala . Se presenta la sustancia bási ca de la: composición con forma de cana .
motivos muy maleables · que luego se amplifican e intensifican por varios me­ 4 . Se comenzó a reproducir arte no para el consumo dfario sino para la
dios, se rodean de nuevos contextos, se combinan con otros materiales, se los ocasión especial y para la eternidad, actitud ésta que ayudó a sanar las
sujeta a varias transformaciones rítmicas y tonales que pasan a través de heridas de la negligencia pública. Algunas de las conse cuencias para la
etapas alternativas de estabilidad e inestabilidad, expansión y contracción, música incluyeron la produ cción de menos pero mayores obras y la
conflicto y reso�ución, en su avan ce hacia el clímax.Es obvio que semejante
muy real posibilidad de que algunas composiciones jamás se pudieran
ejecutar.
· .
5 Véase Peter Salm , _The Poem as Plant: A · Biological View of Goethe's "Faust" 5 . Si se consideraba al artista como a un talento sobrenatural y una
(Cleveland: The Press of Case Western ReseIVe University, 1 97 1 ). personalidad hipersensible, es obvio que también podía ser un enfermo.
6 Thomas Mann, "The Making of Magic Mountain ': en The Magic Mountain,
reimpresión (Nueva York: Random House, Vintage Books, 1 969), págs. 7 1 7-27. Este
7 Alfred Einstein, Music in the Romantic Era, págs.
estudio apareció originalmente en Atlantic ·Monthly, enero 1 95 3. 4-7.

1 20 121
V��os en Robert Schumann un notable caso. del compositor esquizo­ Como consecuencia de estas tendencias en el estilo musical, los valores
fremco ; hablaba, en su música y en la critica musical, a través de su·s y el pensamiento, la crítica se hizo más difícil, y también más necesaria.Toda
personalidades duales, el exuberante Florestan y el melancólico Euse- la dinámica social del mundo se vio sometida a la revisión; el ejecutante fue
bius. · · cada vez más un intennediario entre el compositor y el auditorio y su papel
en la transmisión del significado musical debió sufrir un cuidadoso escrutinio.
6 . Una imagen popular del Romanticismo temprano fue la del composi­ Y en tanto que los productos musicales del Romanticismo obtuvieron una
tor como arpa eolia; una boca de la naturaleza, pasiva pero sensible, un respuesta generalmente entusiasta de parte del nuevo auditorio de clase me­
instrumento solitario colgado en el bosque con sus cuerdas movidas por dia, la brecha intelectual y emocional entre el compositor y su público se am­
elviento.ª plió, esperando sólo las inevitables consecuencias de la evolución acelerada
7 . {!na contraimagen describía el compositor como Prometeo: tomando del estilo musical para despertar la irritación de un auditorio masivo no habi­
por asalto a los cielos, retando a Dios y a la naturaleza una figura tuado a semejante ritmo de cambio.
trágica y condenada del desafío. El. formalismo era aún una presencia importante en el siglo XIX, aunque
8.El advenimiento del movimiento del "arte por el arte" túvo un fuerte su influencia es más evidente en la música romántica qué en su literatura:
impacto sobre las actitudes hacia el arte. Ya no hacía falta justifica�lo compositores como Mendelssohn, Saint-Saens, Brahms, Franck y Dvorak pre­
Sobre la base de lo que no fuera su excelencia intrínseca. Ya no necesi­ ferían escribir dentro de las restricciones fonnales de los modelos clásicos (la
taba ser útil, instructivo o sociahnente edificante: ¡sólo necesitaba fonna sonata, el tema con variaciones, el rondó, el scherzo y el trío) aunque
ser! su música estuviera infundida de un color annónico incrementado y mayor
9.Y la contrasugerencia (de Marx, Ruskin y Tolstoi entre otros), de variedad tonal y se encontrara establecida dentro de una escala dinánúca y
que el artista tiene una responsabilidad para con la sociedad en su con­ temporal expandida. Pero el fonnalismo como filosofía encontró pocos de­
junto, que h'abla y a partir de un· grupo de votantes con el cual está en- fensores (en especial el crítico Eduard Hanslick).En la antítesis tradicional
d�udado. · entre fonna y contenido, el contenido (la "idea") se vio claramente favoreci­
do; en el conflicto entre los valores formales y los sensuales, prevalecieron los
Los temas que hemos planteado en las páginas precedentes han tenido sensuales. La idea del arte como proceso dialéctico y s íntesis de tensiones
vastas consecuencias en la historia de la música; en primer lugar entre ellas se opuestas se popularizó con los pe_nsadores alemanes, quizá como una reso­
debe. reconocer el reemplazo virtualmente completo qel sistema de valores nancia persistente del antiguo·concepto griego de la annonía. Schiller veía
del s1�? XVlfI.El enfoque centrado en el papel del compositor y la autopreo­ al arte como la síntesis del impulso sensual (Stofftrieb} y el impulso formal
cupac10n bastante narcisista del artista . romántico estimuló el interés en el (Formtrieb), pero sus sucesores expresaron más entusiasmo por el primero
proceso creativo, . sin disminuir la importancia del producto terminado.La que por el segundo. 1 0
ontolo�í� Y la epistemología del pensamiento musical romántico revelan algu­ L a relación entre e l individuo y la sociedad cobró una nueva dimensión
na� revmones mayores: ·ontológicamente, se reemplazó la clasificación de la con la proclamación de J ohann Gottfried Herder de que la expresión indivi­
. dual de la obra del artista era la consecuencia inevitable de los impulsos co­
muSica en un conjunto de tipos y géneros claros por la idea de la música como
un proceso unificado, amorfo y trascendental manifestad.o por un vasto nú­ lectivos y las aspiraciones de la gente: Das Volk. 1 1 El artista, como hemos
�;ro de obras individuales, cada una con süs propias reglas.El arte se .convir­ visto, era considerado el vocero de toda una nación, tradición o raza; idea
��º.en una suerte de sobreexistencia, una categoría superior a la realidad que proporcionó la estructura temática para Los maestros cantores de Nü-
·
· nSJ.ca Y más allá del conoc..imiénto racional.Epistemológicaiuente la música remberg de Richard Wagner.
sólo podía conocerse por la sensación y la intuición- el corazón s� convirtió La estética de la música se hizo cada vez más subjetiva y abierta a
en el ó.rgano de la percepción, y-a no lo fue más 1� mente. La afinnación amplio debate; se sembraron las semillas de la discordia que inevitablemente
de �os yalores trascendentales establece la 'rtlosofía de la música, en algún llevarían a una profusión de teorías estéticas en este siglo.Un tono ominoso
sentido, fuera del alcance; es un claro preludi9)1., la estética de la retracción. se introdujo suorepticiamente en estas reflexiones pero no se debe inferir
Josiah Royce sugirió al siguiente como "credb: ;ractico del Romanticismo": que estas tendencias eran en sí divisivas o destructivas en modo alguno.Tan
"Confía en tu genio; sigue a la nobleza de tu ·corazón; cambia tu doctrina sólo pronosticaban los debates m ayores que había por delante: los trastqmos
cuando tu corazón cambie y cambia tu corazón con frecuencia".9

8. s. °
1 Friedrich Schiller (Letters) · On the Aesthetic Education ofMan, traducido por
. , Véase la "Oda al viento del oeste" de Shelley, citada en el capítulo Véase Reginald Snell (New Haven: Yale University Press, 1954), págs. 6 5-6 .
tamb1e �onroe C. Beardsley,Aesthetics [rom aassical Greece to the Present, pág. :Z62: 1 1 R. T. Clark, Herder's Life and ·Work (Berkeley and Los Angeles: University of

C1tad9 en Artz, From the Renaissance to Romanticism, pág. 227, California Press, 1 95 5 ), págs. 130-8, 249-6 2, 3 25-3 0.

122
123
en el estilo musical a comienzos del siglo XX fueron acompañ�dps por una Encontramos un tono· ;nás místico en k>s escrifos �e G.W.F. Hegel; el
continua re �firmació�. de los va �ores musicales y las contróversia�lh el pensa­ extracto siguiente pertenece a la Filosofía del arte, que no fue publicada
. hasta después de la muerte de Hegel, en 1831:
miento musical que igualaron, s1 no sobrepasaron, a aquellos qtit· 'dieron ori-
�en al__perí?do r��ántico. . ·
El segundo arte que continúa 1� posterior realización de] tipo román­
tico y forma un contraste distinto al de la pintura es el de la música. Su
Los filósofos románticos medip, aunque todavía sensual, todavía avanza hacia una subjetividad y
una particularización más profundas.. . Una idealidad de tema tan inci­
Los filósofos alemanes tenían mucho para decir acerca de la música.Eri piente , que ya no aparece más bajo la forma de espacio sino como idea-
esta sección final presentaré extractos de varios autores importantes que . lidad temporal, es el sonido o tono.Tenemos aquí a lo sensual estable­
ilustrarán la progresión del temprano idealismo a la altt filosofía romántica. cido como negado y su visibilidad abstracta convertida en audibilidad.
l\ant, en su Critica de la razón en 1790 , escribe al influ}o del Affektenlehre En otras palabras, el sonido libera el contenido ideal de su cautiverio en
del siglo XVIII y no se lo puede.considerar representativo del movimiento ro­ la sustancia material.Esta temprana esencia inexpugnable del asunto y
mántico; pero ciertas ideas del p�óximo pasaje sugieren temas característicos su impregnación con la vida del alma proporcionan el medio para la inti­
de 'la estética romántica:: la intensidad de la música, su indeterminación
. y la midad y el alma del espíritu -él mismo todavía indefinido- permitien­
universalidad de su comunicación por medio de la sensación.Al co mparar las do, como lo hace, el eco y la reverberación del mundo emocional del
artes, Kant afirma primero que la poesía debe ocupar el lugar más elevado. hombre a través de toda su gama de sentimientos y pasiones.De este
Después de la poesía, si debemos ocuparnos del encanto y el movimien­ modo, la música forma el centro de las artes románticas así como la es­
to mental , colocaría al arte que más se acerca al de la elocuencia y muy cultura representa el punto a mitad de camino entre la arquitectura y
bien puede unirse a ella, es decir el arte del tono. Porque aunque· hable las artes de la subjetividad romántica.. . La música lleva en sí misma,
por medio de las mera� sensaciones sin conceptos (y no es así), como corno la arquitectura , y en contraste con el mundo emocional simple­
la poesía, deja para la reflexión, sin embargo mueve a la merite· en una mente y su -autorreclusión interior, una relación de cantidad conforma­
mayor variedad de formas y más intensamente, aunque sólo de una for­ ble a los principios de la comprensión y sus formas de configuración
ma transitoria. Es, no obstante, más goce que cultivación (el juego de coordinadas. 1 3
pensamiento ulterior que es excitado por su medio es meramente el
efecto de, por así decirlo, una asociación mecánica) y en el juicio de la El pensamiento de Hegel e s tan complejo como su lenguaje; una vez
razón tiene menos valor q�e cualquier otra de las bellas artes.Por eso, expresó que su objetivo era "enseñarle a la filosofía a hablar en alemán".1 4
como todo goce, desea el ca�bio constante y no soporta la repetición Pero lo que parece bien claro es que la música está en ¡:,rimer lugar entre
frecuente sin producir cansancio.Su encanto, que admite la comunica­ las artes subjetivas del Romanticismo, primariamente a causa de su capacidad
ción universal, parece descansar sobre esto: que cada expresión de elo­ única para representar al ideal en forma sensual, inmaterial y audible.·'Li­
cuencia tiene, en su contexto, un tono_ :apropiado al sentido.Este tono bera negando las restricciones tem�ticas. Y, dado que la música puede
indica , en mayor o menor medida, un afecto del habJante y lo produce expresar la vida interior del alma, puede representar todo el universal emocio­
también en el oyente, cuyo afecto estimula a su vez en el oyente la idea nal del hombre.
que se expresa en el habla por el tono en cuestión. Así corno la modula­ En The World as Will and Idea (I 819), otro de los grandes hitos del pen­
ción es, por así decirlo, un lenguaje universal de sensaciones inteligible samiento romántico, Arthur Schopenhauer, vio a la música como una objetivi­
para tod9s los hombres, el arte del tono lo emplea por sí mismo sólo z�ción directa de "la voluntad"; el impulso irracional e ilimitado que mueve al
en toda su fuerza, es decir, como lenguaje de los afectos, y así comuni­ universo.Más que cualquier otro autor, Schopenhauer articuló los temas prin­
ca universalmente, según las leyes de la asociación, las ideas estéticas cipales y fijó ·el tono para la filosofía romántica alemana, escribiendo con in­
naturalmente combinadas aquí. Pero estas ideas estéticas no son con­ tensidad y claridad excepcionales:
ceptos o pensamientos determinados.Por eso la forma de la cornposi- · (la música) se encuentra sola, bien aislada de todas las demás artes. En
ción de estas sensaciones (armonía y melodía) sólo sirve en lugar de la ella no reconocemos la copia o repetición de ninguna idea de la existen-
forma del lenguaje, por -medio de su concordancia proporcionada, para
expresar la idea estética de un todo conectado de una riqueza de pensa­
miento inexpresable que corresponde a un tema determinado que pro-
13
4 G. W. F. Hegel, The Phz1osophy of Fine Art, 1: 1 1 8-19.
duc� el efecto que domina en la pieza...1 2 1- .· En una carta a J. H. Voss de 1 805, en Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Samtli­
che Werke 27: Briefc von und an Hegel, editado por Johannes Hoffrneister (Hamburgo:
12 Félix Meiner, 1 952), 1 : 100.
Ema:nucl Kant, Critique ofJudgement, págs. 1 72-73.

125
124
conce�trados como im agen pero no todavía como expresión inmediat a
cia �n el mundo. Sin embargo , es un arte tan grande y noble , su efecto em_ ev1ta
sobre la naturaleza profunda del hombre es tan poderoso y es tan entera �le�ente verdadera) en fonna de melodía, dirigid a directamen­
te al sentinuento, certeramente justificado y completo.1 6
y profundamente comprendido por él en su conciencia como un lengu a­
je p�rfectamente universal, cuya distinción sobrepasa hasta la del Es ��ra de �rese�tar una posición disidente . Eduard Hanslick (1825-
mundo perceptible e n sí, que . . . debemos atribuirle a l a música una sig­ 1 904), cntic� musical viene,s prominente y enemigo de Wagner, rechazaba to- ·
m1icación mucho más se ria y profunda, asociada a la naturaleza íntima do el complejo de principios �stéticos p �e �entados por Hegel, Schopenhauer y
del mundo y a nuestro propio yo .. . . Pero jamás se debe olvidar. . . que
la música no tiene una relación directa sino sólo indirecta (con estas Wagner,. Y propoma en camb10 una estetica del formalismo que ha sido mu­
_
analogías), ya que nunca expresa al fenómeno sino sólo a la naturaleza cho meJor acogida e� este siglo que �ur:inte su vida. Azuzado por los punzan­
interior, al "en sí mismo" de todos los fenómenos, la voluntad misma. tes ata qu es de Hanslick, Wagner llego a mcluirlo en el reparto de person'ajes de
Los maestros c�ntores �e Nüremberg, en la desagradable persona del pedante
En consecu�ncia, no expresa a una alegría particular o definida , a una u
otra pena, dolor, horror, g_oce o paz mental sino que la �e g_ría, la p ena, alc��e . de l a ciudad, Sixtus Beckmesser. Hanslick respondió al deicribir a la
el dolor, el horror, el goce o la paz me ntal en sí mismas, hasta
cierto estetica de 'Yagner . como "lo informe exaltado en un principio; el efecto intoxi­
punto en Io· abstracto, su naturaleza quintaesencia!, sin accesorios y en cante del opto manifestado tanto en la música vocal cuanto en la. instrumental'
consecuencia sin sus motivos. Sin embargo, los entendemos completa­ p ara cuya adoración se ha erigido un templo especial enB eirut".i 1 ·
mente en e sta quintaesencia extracta�. De aqui se desprende que nues­ . . �stas insin�aciones de . controversia han ensombrecido el valor de la
tra imaginación se estimule con tanta facilidad ante la música y busque po�c10n de Hanslick, que presentamos en el siguiente extracto de The Beauti­
darle forma a ese mundo espiritual invisible aunque activo que nos ful m Music (1 854):
habla directamente . . . 1 5 Los se��miento� � �as em?cion�s definidos no son susceptibles de cor­
ponz . ac1on en musica .
Los �uditorios de habla inglesa son más conscientes de la música de Ri­ Nue.stras emociones no tienen existencia propia en la mente y, por lo
chard Wagner que de �us obras literarias, pero se lo debe considerar uno de los tanto, no se las puede evocar me diante un arte incapaz de representar
filósofos 'más importantes del movimiento romántico. Fu e , además, uno de l�s sen. es reman��tes de e�ta��s mentales. �on, por el contrario, depen­
los pocos filósofos de la historia que no sólo tuvo úna mente capaz y dientes de condic10nes fi.s1ologicas. y p atologicas, de nociones y juicios;
habilidad literaria , sino también la determinación y el talento musical que le de h�c;ho, de todo� �os procesos del razonamiento humano que tantos
permitieron demostrar su ftl.osofia en la práctica musical. Presentamos un bre­ _
conciben como antiteticos de las emociones . . .
ve extracto de La obra de arte del fe turo (1 850), qu e es característica de su Sin embargo, cierta clase de ideas es b astante susceptible de expresión
p ensamiento: Pº! _medios que indiscutiblemente pertenecen a la esfera de la propia
. musica . Esta clase comprende todas las ideas que , junto con el órgano al
Hay un hombre externo y uno interno. Los sentidos a los que el que ape�� ' se !sacian c�n c�bios au dibles de fuerza, movimiento y
hombre se entrega como sujeto artístico son la vista y el oído; al ojo se P;º� orc1on; las ideas de mtensidad encerra da y en disminución; de mo­
presenta el hombre externo; al oído, el interno . . . El hombre interno. se
presenta �e manera directa al oído por el tono de su voz. El tono es la �ume?to acele�do y persistente ; de progresión ingeniosamente comple­
J ª Y sunple ; etcetera. Se puede describir a la expresión estética de la mú­
expresión directa del sentimiento, y a que tiene su asiento físico en el sica con té�inos �orno gracioso, gentil, violento, vigoroso, elegante,
corazón, punto de partida y retomo para la circulación de la sangre . A fresco; todas estas ideas son expresables por las correspóndiente s modi­
través del . sentido del oído, el tono penetra de corazón a corazón, de ficaciones del sonido . . .
sentimiento a sentimiento; . . . el arte del tono divide y conecta las dos
antítesis extremas del arte humano, las artes de la danza y la poesía. . . �A qué parte de los sentimientos p�e de representar la música, entonces
s1 no al sujeto incluido en ellos? Sólo a sus propiedades dinámicas . . .(eÍ
si la danza le proporciona a la música su l ey de movimiento, la música ele mento de movimiento) e s el el emento que la música tiene en común
la devuelve en forma de ritmo, corporiz ado en lo espiritual y lo sensual con nuestras emociones y que , con el poder creativo, procura exhibir
como una medida para el movimiento ennoblecido e inteligible ; si la
poesía le proporciona a la música su serie significativa de palabras
inequívo�s. : ., la música devuelve esta serie ordenada de sonidos de 16 ·
Richard Wagner, Das Kunstwerk der Zukunft, en Oliver Strunk; Source Read-
lengua cuasí-intelectuales, incompletos (indirectamente representativos, . ,
zngs. pags. 880-84.
17
• fduard Hanslick, prefacio a la séptima edición ( 1885) de The beautiful in Mu-
15 szc, traducido por Gustav Cohen (Nueva York: Liberal Arts Press, 1 95 7), pág. 6.
Arthur Schopenhauer, The Worid as Will and Idea, 1 : 330-38.

127
126
en una infinita variedad de formas y contrastes . .. Todo lo demás que
hay en la música, que en lo aparente pinta estados de sentimiento, es
simbólico. 1 8 8 Percepción
Volvamos a la corriente principal del pensamiento musical del siglo
XIX para hacer unas pocas reflexiones finales: la mayor parte de las filosofías
románticas de la música habla con una retórica elevada, como para compensar
la dudosa fisiología y la borrosa lógica que se pueden detectar a cada paso. La
música ha avanzado claramente hacia una posición central entre todas las La música no se dirige a los sentidos sino a través de
· artes, quizá por primera vez en ,-\a historia; se la describe como un lenguaje los sentidos a la mente {Leonard B.Meyer) 1
· universal que. se comunica de manera inmediata e íntima con el corazón de
cada persona. Las nociones de "distancia estética" han desaparecido casi de la En este capítulo presentamos cuatro de los "problemas" tradicionales
literatura; el tono musical es el lenguaje directo del sentimiento humano. Y, de la e�tética desde el punto de vista del oyente. Nuestro objetivo no consis­
de modo paradójico, la música se ha convertido, por su indefinición y su in­ te en sugerir cómo se debe escuchar música: el estudiante informal de música
capacidad para expresar lo específico, en la más definida de todas las artes, la tiene fácil acceso a muchos librás que. lo ayudan a saber cómo, escritos por
que es capaz de expresar lo esencial, lo general y lo universal. Para tenninar figuras eminentes como Leonard· Bernstein y Aaron Copland. Inclusive los
otro pasaje de Schope$auer: músicos experimentados pueden encontrar con frecuencia algo de valor para
ellos mismos en estas prescripciones para una audición efectiva; pero nuestro
La música . . . da el núcleo más central que precede a todas las formas o propósito . �s el de explorar p roblemas más amplios que conciernen a las acti­
al c_orazón de las cosas. : . La inexpresable profundidad de la música, en tudes del oyente, la interpretación,_ la naturalezá de la actividad mental que
virtud de la cual flota a través de nuestra conciencia como la visión de acompaña al acto de escuchar y la forma eq que se evalúa la experiencia.
un paraíso firmemente creído aunque siempre t�n lejano a nosotros, y Es obvio que existen muchas clases de oyentes y es más evidente toda­
por el cual también es tan comprensible y a la vei tan inexplicable, des­ vía que los hábitos y las experiencias auditivas de cualquiera están sujetas a
cansa en el hecho de que nos devuelve todas las emociones de nuestra variaciones considerables. .La experiencia auditiva es especialmente difícil de
naturaleza interior, pero enteramente sin realidad y muy lejos de su describj.r; no sólo porque cambia en respuesta a diferentes estímulos y con­
dolor. 1 9 didones externas, sino porque es una síntesis tan peculiar" y personal de nues­
tros recuerdos musicales tempranos, las huellas dejadas por los instrumentos
que podemos haber estudiado (el "sentimiento" del teclado del piano bajo
nuestros dedos), las formas en que se nos enserió a escuchar, las preferencias
y rechazos conscientes, las tensiones físicas y otras respuestas, las asociacio­
nes inconscientes y cualquier cantidad de singularidades individuales; colores,
sabores, sensaciones táctiles y cosas semejantes. Es inclusive más difícil com­
partir la experiencia auditiva de otro de modo que no resulte muy general.
Aunque la generalidad de los au tares han sostenido que en una situación ideal
para la audición debería haber una correspondencia tan estrecha como fuera
posible entre los hechos del lenguaje musical (si se los puede llamar hechos) y
la aprensión del.oyente 1 para muchos la música se convierte en una especie de
telón de f ondo �fect�vo sobre el que proyectan una cadena de imágenes perso­
nales muy subjetivas. La audición puede ser desde una pasividad absoluta
hasta un proceso de �tensa actividad ; éste �s claramente un asunto en el que
se debe tener , libertad para elegir, pero vale la pena ser consciente de todas las
posibilidades.

!! Schopenhauer,
Hanslick, 'I'he Beautiful in Mu$ic, págs. 2 1-25 .
'I'h e World as Will and Idea, págs. 340-1.
1
Leonard B. Meyer, Music, the hts, and Ideas, pág. 271.

129
128
¿Cómo se puede ocupar mejor la filosofía de la mú�ca d� la experiencia la fonna sonata, la clave de Mi mayor, el estilo barroco, el recitativo,
auditiva? Como de costumbre, puede convenir tratar de separar los hilos una cadencia, etcétera? ¿Los nombro conscientemente? ¿Hay hechos
entretejidos de nuestro problema. Estos hilos pueden incluir (aunque no se musicales específicos qué sean bien familiares pero a los cuales no se les
limitan a ellos): 1) los hechos de la música ejecutada: tonos, ritmos, timbres, pueda adjudicar un nombre?
esquemas, timbres y sus relaciones; 2) los hechos de la capacidad del oyente, 2. ¿Hasta qué punto percibo hechos separados y en qué condiciones se
para oír estas frecuencias, duraciones e intensidades; sus principios de dis­ funden ellos en complejos mayores? La fusión es sin duda uno de los as­
criminación, su distancia de la fuente sonora. y condiciones limitantes simila­ pectos más vitales de la percepción en todas las artes y en especial en la
res; 3) las formas de la audición musical: pasiva, sensual (una respuesta inme­ música.
d1ata a la naturaleza de la superficie musical presentada), °la fonnación de ima­ 3 . ¿Dirijo mi actividad auditiva hacia una de las dimensiones musicales
ginería, estructuras, técnica; 4) las actividades incluidas en la audición: aten­ (siguiendo una melodía, respondiendo a un esquema rítmico, disfrutan­
ción, oposición, apreciación, "conmoción"' . recuerdo, predicción, retrotrae- . do de los colores tonales) o registro una impresión más general (del en­
ción (reinterpretac'ión . de la música que se acaba de oír), sorpresa, respuesta trejido de líneas, la masa sensual de sonidos, el juego de colores y acen­
fí�ica (con la respiración, golpeando con los dedos), tensión, relajamiento, fu­ tos tonales)?
sión, fluir de la atención; 5) los valores que se les adjudican a detenninadas 4. Una pregunta más relevante para aquellos cuya actividad musical in­
propiedades o cualidades percibidas en la música: clímax, simplicidad, liris­ cluye .la ejecución y la audición es: ¿surge el mismo tipo de imaginería
mo, color, crecimiento, aceleración, densidad, decoración, saturación; 6) o actividad al recordar u na pieza o leer una partitura musical? ¿Cuáles
los juicios que hacemos (consciente o inconscientemente), basados en la son las diferencias?
forma en que una pieza se equipara con criterios personales o comunes de 5. ¿Cómo influye el acto de mirar (a un ejecutante, una partitura) sobre
excelencia. . . y los tipos de · afirmaciones que realizamos para apoyar estos mis hábitos auditivos?
juicios; 7) el contexto de la música: hechos históricos, el estilo en que escribe
un compositor, la práctica de la ejec�ci6n, la intención del compositor, las Edward T. Cone en su excelente obra Musicai Forma and Musical Per­
notas de programas, los comentarios críticos, la sala de conciertos, los de­ iormance, contrasta d�s fonnas básicas de percepción: la sinóptica y la . de
más oyentes; 8) los obstácúlos del oyente: prejuicios, experiencias previas aprehensión inmediata. Sinóptica significa literalmente "vista lado a lado" y
desafortunadas (como con la primera profesora de piano), incapacidad pará de ningún modo significa logro en un arte temporal tan complejo como la mú­
concentrarse, facilidad para distraerse, fatiga, indigestión, y cosas por el esti­ sica. La audición sinóptica es, simplemente, audición estructural; se ocupa de
lo, así como una lista semejante de condiciones que lo predisponen para una la unidad de toda la composición, su diseño, la forma en que los detalles en­
respuesta favorable o una experiencia placentera; 9) la fonna en que la cajan en el todo, las rélaciones entre hechos separados en el tiempo, Y depen­
audición de música afecta la conducta del oyente; la expresión facial, el ges­ de de la memoria y la expectativa. Para seguir con las palabras de · Con e:
to, la transpiración, la respiración, la excitación sexual, el aplauso; ·la asisten­
cia a futuros conciertos, la práctica más esforzada, la elección de una pro­ El modo por el que percibirnos directamente el medio sensual, su ele­
fesión. mento primitivo y sus interrelaciones más estrechas es el que pretendo
Todos estos hilos contienen preguntas y problemas interesantes, algunos hacer contrastar con el de la comprensión sinóptica. Lo llamaré fonna
de los cuales corresponden·al campo de la piscología inás que al de la filoso� de aprehensión inmediata. Es, según creo, lo que Whitehead te11ía en
fía. En general, este capítulo se centra en los ítems 3 , 4, 7 y 8; el capítulo si­ mente cuando escribió: "El hábito del arte es el hábito de disfrutar de
guiente !;Onsidetará los ítems 5 y 6 . los valores vividos". . . En parte, e1 contraste entre ambos es el mismo
·que entre la experieµcia, y ía contempiación. La aprehensión h-1me.diata
es nuestra respuesta a u n contacto directo, nuestro reconocimiento de ·
Fonnas de percepción los "valores vividos" de Whitehead. La comprensión sinóptica es, en
alguna medida, conceptual: es nuestra comprensión de la fonna de lo
Cualquier exploración de la experiencia auditiva debe comenzar por la que hemos percibido. . . Lo que la mente común experimenta nunca es
pregunta: "¿Qué estoy haciendo?" ¿Qué estoy sintiendo y pensando en res­ el continuo (espacio-tiempo) como totalidad sino lo que se podría lla­
puesta a los sonidos que oigo? Y esta pregunta general incluye varios interro­ mar una secciqn del espacio-tiempo, unida por relaciones de punto a
gaI_1tes importántes: punto, de momento a momento y de área a área. No hay garantía de
l . ¿Hasta qué punto mi audición incluye hechos o cosas aprendidas que estas relaciones vayan a producir una unidad perceptible; es posible
como el timbre del clarinete, un acorde perfecto mayor, u_na repeticíón, que no. Por eso no podemos estar seguros de que nuestra sección del es­
·pacio-tiempo se pueda comprender como un objeto estético pero, sin

1 30 131
embargo, podemos disfrutar de su inmediatez. Llamamos superficie es­
tética a esa sección . . . difícil reten.er su centro auditivo en las características estructurales de la músi�
Las composiciones más satisfactorias (las únicas que, en mi opinión, me­ ca que oye así como aquellos que practican una percepción más sinóptica en­
recen llamarse composiciones) son las que invitan y retribuyen ambas cuentran las m ismas dificultades para liberar su cadena de asociaciones. Es
fonnas de la percepción . . .La audición ideal de una composición es la evidente que no hay manera de comparar los niveles de goce, excepto a través
que goza de ambas fonnas simultáneamente, la que saborea más cada del testimonio, método notoriamente desconfiable en asuntos tan subjetivos.
detalle por comprender su papel en la forma del todo.2 Si aceptamos · como verdaderas a estas descripciones (o a otras), tendrán con­
secuencias importantes para la estética mµsical. Un crítico debe darse cµenta
Este es un fragmento muy valioso. Todos los que encuentran placer en si está respondiendo a una superficie estética atractiva, una forma diestramen­
la música conocen esos momentos de . placer sensual cabal en los que uno res­ te forjada, una evocación v ívida de un humor o un artística combinación de
ponde de inmedi�to a la "superficie'� . musical sin pensar en su papel en la es­ los tres, antes de sentarse frente a una m áquina de escribir. Más importante
tructura general: puede ser un detalle simple o una duración mayor, un acor­ aun: una composición que enfatice demasiado cualquiera de estas propieda­
de brillante de los metales, una línea de cuerdas sedosa, acentos firmes de la des corre el riesgo de no desarrollar bien las otras� Y, por todos los atractivos
percusión, un tormentoso pasaje para órgano. La percepción sinóptica toma a informados, la forma asociativa de percepción corre un gran peligro, o quizá
a la obra musical como objeto pero la forma de aprehensión inmediata res­ varios; el de permitir que la experiencia personal con la música degenere en
ponde a la música como proceso. Es aquí donde conúenza la mayor parte de narcisismo, al usar la música como un mero estímulo para los propios pensa­
las audiciones y mucha gente no supera esta etapa. No hay sugerencias en esta mientos o humores, una especie de mas�rbación Jl}.ental. El · riesgo más
discusióri de que la visión de una gestalt µecesariamente intensifique el goce generalizado se funda en la separación de la percepción propia con respecto
de un detalle o una SQ.perficie musical; por el contrario, puede ser una distrac­ a su objeto adecuado, asunto al que regresamos en la próxima sección.
ción. Si uno busca respuesta inmediata, es obvio que se debe concentrar en la Tanto Roger s·essions como Paul Hindemith han destacado la partici­
superficie estética. Pero la percepción 'de una obra musical como tal es otra pación activa del oyente en la experiencia musical. Sessions introduce el pro­
cosa e incluye respuestas djrectas y demoradas; y Cone tiene razón al decir blem� en términos generales.
que ambas son vitales en la correlación continua de la experiencia inmediata Por "oyente" nó. me refiero a la persona que simplemente oye música,
con el sentido expuesto de la estructura total. Pocos de nosotros podemos lo­ que está presente cuando se la ejecuta y que, de manera general, puede
grar semejante experiencia de audición ideal consistente: pero vale la pena disfrutarla o no, pero que no es en ningún sentido un participante real
practicarla. en ella. Escuchar implica, m ás bien, una participación real, una respues­
Otra forma muy popular de percepción es la que describió Leonard ta, un compartir en verdad la labor del compositor y la del ejecutante
B.Meyer: y un mayor o menor grado de conciencia del sentido individual y espe­
A menudo la música despierta afecto a través de la mediación de la cífico de la música ejecutada. . . Su objetivo ideal es aprender, hasta
cortnotación consciente o de procesos de imágénes inconscient�s. Una donde le sea posible, la expresión musical del compositor como se la
vista, un sonido o una fragancia evocan pensamientos semiolvidados presenta al ejecutante.4
de personas, lugares · y experiencias; fomentan sueños "mezclando el
recuerdo con el deseo" o despiertan connotaGiones conscientes de Hindemith, por su parte, proporciona una descripción específica {le lo
objetos referenciales. Estas imaginaciones, conscientes o inconscien­ que denomina proceso de "coconstruccióri" del oyente.
tes, son los estímulos a partir de los cuales se elabora la respuesta efec­ Se puede describir de la siguiente manera a la actividad (del oyente).
tiva.E� breve, la música puede dar origen a imágenes y cadenas de pen- Mientras �scucha la estructura musical, a medida que ésta se va desarro­
samiento que, por su relación con la vida interior del individuo· particu­ llando ante sus oídos, mentalmente construye 1J,na imagen . espejada
lar, pueden dar como resultado final el afecto.3 paralela y simultánea. Registrando los componentes de la composición
como le llegan, trata de hacerlos combinar eón las partes correspondien­
Muy poco sabemos sobre la forma en que adquiere semejantes hábitos tes de su construcción mental. O tan sólo supone el curso presumible de
auditivos.A la gente que practica la forma "asociativa" de audición le resulta la composición y lo compara con la imagen de una estructura musical
que después de una experiencia previa él había almacenado en su me-

! Edward T. Cone, Musical Form and Musical Performance, págs. 88-97.


Leonard B. Meyer, Emotipn andMeaning in Music, pág. 256.
4
Roger Sessions, "The Musical Impulse", en Elliott Schwartz y Bamey Childs ·
.
(editores), Contemporary Composers on l"'".:>n temporary Music, págs. 185-6.
- 132
13 3
Separación
moría. En ambos caso s, cuanto más se acerque la impresión mu sical ex.­
tema a una coincidencia perfecta con su expectatiya mental de la Distancia, de_sinterés Y separación son palabras provocativas que -�pare­
composición, mayor será su satisfacción e stética. 5 _
cen �on frecu �nc!a ei:i la literatura de la estética. Las tres tienen algo en
comun: todas mdican �lguna clase de separación (e ntre el obje to de arte y el
e�pectador, entre el ob 1e to de arte y el mundo cotidiano, o alguna combina­
Hindemith .
No e s é ste el lugar adecuado para examinar la suposición-de c10� �e los tres).Una de las primeras propue stas de esa clase fue la famosa de­
la adecua ción entre hecho y exp e ctativa mayor será .
de que cuanto mayor ea fi�1c10n de Kant sobre el gu sto como "la facultad de juicio de u_n objeio o un
e s no su elen e s­
s
la satisfacción del oyente. Las piezas musicale s más predecibl metodo para representarlo por una satisfacción o insatisfacéión por entero
e obra de arte d l mund o. El punto crucial
tar reconocidas e n_tre l as mayor s s e
interna desinteresadas ': 6
mental
para nuestra discusión es l a visión de Hindemith de la música ant que¡ía decir que el juicio estético no se debe b asar en caprichos,
que se desarrolla en un curso paralelo a los dato ensible de la músi� a física . .�
P :e}mc1o s Y auto afecto del observador individual sino en cánones de juicio
s s s

oyent cocon struir con l mismo grado d


. e habi­
externa. Nunca podrán do válidos para todos los observadores . "Agradable;' e s un juicio que cada uno
es e
e a la música)' compar­
s
lidad, pero cada oyente ( i dirige su tenció n consci ent
s a
de?e hacer para sí mismo; "b ello" exige lo que K ant sentía que era un nivel
tirá en e sta experiencia mental su propio nivel de logro musical. ' umver��l d�l gusto. La b �llez� no radica, en su opinión, "en el ojo del contem­
ene n lugar
Hemos señalado ciertas clases de actividades auditiva:s que ti plad or , smo qué reqmere u � a e�alua:ión más objetiva. No nos preocupa
: daptac ión, fusión , predic ción, r e cuerdo , r e gistro d e s orpresa _ . ,
en- la mente �qu.1 sm Kant tern � º. no razon smo solo el empleo que hizo de l a pal abra
circuitos auditi­
y otras.Otr a experiencia común tiene lugar cuando nuestros
a

ón d d
_ atos sensibles qu e : desmteresado. No s1gmfica una falta de interés o una actitud informal hacia el
vos están sobrecargados con una exc iv profusi
art : ; :nás bien, significa un deseo de ubicarse un poco más lejos del objeto
es a e
nte ; el flujo de sen ación de sbor­
se perciben de maner a separada y/o cohere
s
arttsbco para poder tener u na visión má s objetiva, poner distancia emocional
dante es sentido como una_ especie de atropell o, un pozo de s nsacio �es irra­
entre uno mismo y l os objeto s 'd e la percepción y mirar má s allá de · nuestr as
e
respon der . con l a fusión; interpretan­
cionales al cual la percepción sólo puede preocup acione s inmediata� y per sonales.
(lo irracio­
do los datos como una masa de sonidos más unific ad a, el alogon El tlósofo e historiador e spañol del arte Ortega y Gasset, en ·La deshu-
nal).Recu�os a semejante modo de percepción n varia s condic iol!es: una . .�
manzza�zon del arte, proporciona un ejemplo:
e
di tracció n o simpl m nt por un acto
profusión de datos sensible s, fatiga, s e e e

pu de int rpretar a la . xp rienci a como placentera


mental consciente; y e e
Del mismo m od o, quien en la obr a de arte busca el conmoverse con los
se e e

o desagradable . · · ·
la ejecu- dest�os de J� an y María .º de Tristán e I se o y a ellos acomoda su per­
La percepción cobr a una nu eva dimensión cuando confronta .
cepc10n espmtu al, no vera l a obra de arte.La de sgr acia de Tristán sólo
de conci rto con un im g n interna d e la composición,
ción de un artista e a a e
es tal desgracia, y, consecu entem e nte, sóio podrá conmover en la me­
la entonación
atendiendo a cosas tales como la calidad del sonido, el tempo, d!d � en 9-u e s e la t�m e como realidad . Pero e s el caso que el objeto ar­
correcta, la ejecución de las notas correct a s y otros asp e cto s m e nos tangibles ,
La audició n técnié es un exp eri encia común p ara los bstico solo es art1 sttco en la m e did a en que no e s re al. Para poder gozar
de la "inte rpretac ión". a a
enta en el del retrato ecuestre de C arlos V, por Tiziano, e s condición ineludible
estudiantes de música y para otras p ersonas cuyo inte rés se fundam que no .veamos allí a Carlos V en per sona, auténtico y viviente, sino
tambié n � u na ctivida d fr cuente de
aspecto más técnico de l a música, pero e a e
que ! en su lu-gar, hem os de ver s9lo un re tr ato, u na im agen irreal, una
tos que pueden tener ocasión de oír veint e versio­
los- auditorios de co_ncier ,
para violín de Tchaico vsky en mucho s años.Aquí ficc10n.El retratado y su retrato son dos objeto s comple tamente distin­
ne s distinta s d l Conci rto
s d e la !o s : o nos inte re samo s por el uno o por el otro. En el primer caso
e e
tenemos tres imáge O:es mentales qu e s e d esarrollan a l a v ez: los hecho ·'c �n�ivimos" con C a rlos V ; en el segundo "contemplamos" un objeto
y el t cu rdo 'de l obra misma, u na sup erposi­
ejecución, la música interior
a
art1stico como tal. 7
e e
· comple ja. Una v z más, nuestro interé s no se
ción de· imagine ría d m siado e
erien­
e a
basa en los valores implicados, sino más bien en la naturaleza de l a exp Debemos comprender que se pu ede interpretar de v ario s modos �ste
ent automá tic de múltipl s :imág n � mu sical es
cia y la adecuación v irtualm e a e e e
ambiguo "·ractor distancia": como distancia literal en el esp acio, como cuan-·
en el má s extraordinario de todos los in strumentos: la m e nte humana.

� Em �nuel Kant, Critique of Judgement, pág. 45.


. Jose, Ortega. y Gasset, La deshumanización del arte, Revista de Occidente• Mª_
5 Paul Hindemith, A Composer's World, pág. 16. dnd, 1925 , pags. 19 y 20.

135
134
Ciertas clases de música, en especial · la "pura", "clásic�" o "pesada'\
do nos alejamos de una pintura para que las pinceladas individuales se pierdan parecen muy alejadas para mucha gente; las melodías livianas, "pegadi­
e� la ifusión que el artista buscó transmitir; como distancia en el tiempo, por zas", por el contrario, alcanzan con facilidad el grado de distancia en
eJemplo, cuando se ubica una obra teatral en una época pasada i (Orson Wells disminución por debajo del cual dejan de ser arte y se convierten en pu­
violó deliberadamente esta convención cuando presentó Julio César de Sha­ ro entretenimiento.A pesar de su extraña abstracción, que para muchos
kespeare C(?n vestuario .. · moderno y en la Italia fascista de fines de la década _
· de 1930). Pero la más importante de estas interpretaciones es el concepto de filosofas la ha hecho comparable a la arquitectura y fas matemáticas la
música posee un carácter placentero y, a menudo, sensual; el estím�lo
"distancia psíquica", una separación emocional de la obra de arte presentada. fisiológico y ?1uscular de sus melodías y armonías, no menos que sus
En muchos de los puntos siguientes se cita el famoso estudio de Edward . _
aspectos n.tm1cos, parecena explicar la desaparición ocasional de la dis­
· Buf}�ugh sobre ''la distancia psíquica como factor en el arte y como principio tancia. A esto se puede agregar su fuerte tendencia, en especial en la
estetico. Regresaremos a lo que Bullough tiene para decir sobre la música,
g�nte no musical, a estimular cadenas de pensamiento muy desconecta­
pero vale la pena mencionar aquí su ejemplo de un hombre que asiste a una
das de ella misma, siguiendo canales de inclinación subjetivas, sueños
representación de Otelo: si un hombre celoso de su esposa pasa su tiempo du­
diurnos de un carácter m,ás o menos directamente personal. 9
rante la obra cavilando sobre las semejanzas entre Otelo y él mismo, no está
respondiendo al drama en un sentido estético adecuádo; su "falta de distan­
No se gana mucho argumentando los méritos relativos de distancia ma­
cia" es un obstáculo. Como señala Bullough, si nuestro espectador pudiera
yqres y menores; es probable que resulte vital algo de distancia para la
conseIVar alguna distancia emocional, podría gozar de una satisfacción estéti­
experiencia estética, ni demasiada ni muy poca. Un idioma poco familiar
ca superior a la de al guien que jamás se hubiera sentido afectada por los ce­
de una nueva composición del siglo XX puede poner tanta distancia entre ésta
los. Por eso, Bullough opina que la distancia debe ser mínima pero no debe
desapare�er.3 y nosotros que la experiencia estética se toma virtualmente imposible; el
oyente que · responde al ritmo insistente del Bolero de Ravel cayendo en un
·
· La mayor parte de los que han contribuido a e�ta discusión estética ven
trance cuasi-hipnótico reduce la distancia al punto de desvanecerla.1 0 El
a la distancia como medida en una escala de .avances suaves: no "lejos" y
compositor que oye cómo se desvirtúa su obra en .u na mala ejecución, la
"cerca" sino "más" o "menos" distante.No hay línea divisoria precisa para
madre orgullosa ante el recital de piano de su hijo, el irlandés cuya nostalgia
cntzar, sólo la conciencia relativa del espectador individual. Y probablemente
por la vieja tierra se desencadena por una interpretación de "Danny Boy"; to­
sea exagerado esperar que un espectador mantenga la misma distancia a todo
dos ellos tienen preocupaciones musicales legítimas, aunque su experiencia
lo largo de su experiencia con una obra de arte; en realidad la distancia tiende
musical padece el problema de una distancia demasiaq.o reducida.Y, de mane­
a fluctuar, para todos · nosotros, mientras vemos a una amiga en escena y
ra similar, el oyente· cuya experiencia de conciertos se ve tamizada por una
pensa�os alternativamente en ella como Mary y como Lady Macbeth, mien­
tras 01mos a Isaac Stem ejecutando un concierto y pensamos alternativamen­ . serie de factores de distracción (conversación en la sala, incomodidad, el
precio de las entradas; las notas de programa demasiado técnicas y la aparente
te en él como virtuoso y como fuente de la expresión musical de Beethoven.
La música, qomo todas las demás artes, exige su propia interpretación insistencia del director en evitar interpretar sus obras favoritas} acerca la ex­
del concepto de distancia.La distancia espacial literal es un tema de discusión periencia musical a través de una extensión formidable de distancia.
válido en el caso de la mú�ca; ya que todo ensamble musical pretende ser oí- . Veamos el problema más general de la separación. En A Humanistic Phi-
do con un derto equilibrio, previsto por el compositor. Mi propia ex­ losophy ofMusic, Edward A.Lippman escribe :
periencia temprana ejecutando el trombón y sentado en la última fila ae la or­ En realidad, se puede tomar. con justicia la noción de separación como
� esta _ justo atrás de los cornos franceses me daba un concepto por entero la caracterización central de la estética tradicional. La obra de arte y la
distorsionado del sonido orquestal.Las posibilidades proyectivas relativas de experiencia estética son desinteresadas, sin propósito, inclusive aisladas
los distintos instrumentos le dan a la música una fuerza mucho más direccio­ y, por lo tanto, de natural�za bien distinta a la de la experiencia y los
nal de lo que se suele suponer, y se acordará con presteza que hace falta una objetos en general.Sin duda, se ha exagerado el contraste.Ciertamente,
cierta distancia física para obtener una gestalt del ensamble sonoro. Pero ésta son distantes, en principio, del propósito práctico del que percibe; la
es una cuestión más práctica que estética. voluntad, el deseo y la ventaja práctica son irrelevantes en lo . ideal aun-
Sobre la distancia y la música, Bullough dice:
9
Ibídem, pág. 405.
to El empleo de esta pieza en el filme Ten de Blake Edwards ha sido citado antes
� Edward Bullough, "Psychical Distance as a Factor in Art and an Aesthetic Prin­ en �l ca� ítul� 2, N° 6 ; se invita al lector que tenga acceso a esta película a que consider�
ciple", pág. 401 . sus unph�anc1as para el concepto de "distancia" estética.

136 137
que no puede haber dudas de que en realidad suelen hacer impacto en el cualquier otra característica contextu�. No comparto una posición tan abso-
reino estético y colorean la experiencia artística, en especial en el caso · Iutista. ·
de la ejecudón y la composición. 1 1 Mi aprehensión ideal de la música combinaría una comprensión de la
individualidad esencial de fa compos::ción en sí y una concíencia y una apre­
No e s éste .el>. lugar para discutir si e l arte {la música) se crea y practica ciación de la cantidad de hilos que la ligan a su compositor, género, estilo, pe­
con un propósito: entrenamiento moral, ceremonia, entretenimiento, catarsis, ríodo y medio. Y al registrar los detalles de una composición particular, pro­
propaganda, · narcosis, seducción, educación, salvación o los muchos otros fi­ bablemente deberíamos agregar un conoc��nto del estilo, el período Y el
nes que en distintas épocas se sugirieron. Pero cuanto más se centra nuestra ambiente de la ejecución, para · estimular nuestra apreciación tanto para las
atenc;ión en el propósito del arte, menores son nuestras posibilidades de perci­ · históricamente precisas cuanto para las ejecuciones contemporáneas. A la vez,
·prefiero conse:r"vir cierta distancia y considerar toda experiencia de esta obra
bir de una manera estética.
como algo separado y distinto de c�alquier conocimiento del yo.
El ser esen�ial de toda obra musical sobrevive en medio de un contexto
Vale la pena notar que . la distancia y la separa9ión no son prescritos
y es un ejercicio útil para considerar algunas de las varias fonnas en que por todas las filosofías del arte. La fiiosofía del yoga, q� e juega un p �pel muy
separamos una obra .individual de parte de su contexto o de su totalidad. .
importante en la estética tradicional de la 'India, descrtbe a la expenenc1a es­
Primero, por supuesto, tomamos la decisión de aislar los sonidos de la tética como el logro de la distancia cero: una unión intensa (el significado
música de los del mundo exterior por medio de nuestro acto de atención.
literal de yoga) con la ilusión de la música, 1� pérdida de la identidad perso­
Fuera de esto, no puede haber existencia separada de la obra musical. . .
nal y la absorción ert la experiencia, una fusióf! ..�el yo y el objeto y el logro de
un estado de bendición trascendental: ananda.
Luego separamos la obm individl.lal de otras de su estilo, género o me­
para nosotros.
Para sintetizar esta secció�, cito un fragmento de un excelente ensayo
1 .:, ,

dio; no evaluamos cualquier cuarteto de Beethoven o aria de Mozart sino un


cuarteto de Beethoven o un aria de Mozart en particular. Esto puede parecer de P. A. Michelis:
una cuestión trivial pero es vital en el caso de un arte que hace uso frecuente La distancia estética . . . proporciona un reconocimiento mágico y trae
de los modelos comunes y las versiones múltiples. al firmamento déideas invisibles a un lugar bien cercano a nuestra per­
Luego separamos a la obra musical en sí de la actividad del compositor cepción. Como si el arte hubiera pÜesto un par de ant� ojos mágicos �te
al escribirla y la del ejecutante ·al interpretarla; permanece algo que se puede nuestros ojos, nuestros sentidos ahora dotan a los obJetos de la realidad
recordar, contemplar, imprimir, grabar, estudiar. Se puede re-presentar o co­ con otra cualidad, otro significado, haciendo que parezca que pa�ci­
piar la experiencia y la a'ctividad, pero la idea de la obra en sí pennanece pan de una existencia ideal . . . El artista debe estar .cerca � a la vez l�JOS
como algo separado y distinto. de su experiencia; ser tanto espectador separado cuanto e1ecutante apa­
La grabación del sonido y la tecnología electrónica han tendido a incre­ sionado, participante desapasionado de la pasión, conte!?p!ador desin­
mentar el potencial para el aislamiento y la distancia psíquica, separando a teresado pero absorto, concibiendo y sin embargo tamb1en Juzgando su
una obra musical de su fuente sonora. Lippman señala que, aunque la graba­ obra. 1 4
ción ha hecho que la música estuviera más al alcance del público y se la
pudie.ra repetir con mayor focilidad, su efecto ha .sido, a la ve�, el aumento de
la posibilidad de una experiencia infonnal y superficial. 1 2 También se podría El objeto fenoménico
plica una fidelidad no bien recibida, ya que arbitrariamente sustituye los deta­ Regresamos ahora a dos de las cuestiones más element�es que hemos
ciP.r.1r qnP Hn!l t"nn�nr�r1ñn t!ln Pv�rt,;i A&l 1 t n !l uPrc1An rlP 11n� nhr� m11c1r!ll 1tTI...

lles fijos de una interpretación (no importa su excelencia) por la flexibilidad planteado: ¿cuál es el ser esencial de una obra musical?, y ¿como � odemos
de la obra viva en sí. cono9erlo por lo que es? Desde Kant, l� filosofía del arte ha te� dido cada
Varios autores han sugerido que la experiencia musical ideal (y losjui­ vez más a reconocer que hay una diferencia entre nuestras percepc10nes de l�s
cios resultantes) debería separar a una obra musical de todo su contexto; los cosas y las cosas "como son en realidad". ¿Has�a qué punto pue �e el �onoc1-
hechos históricos, la geografía, el estilo y el medio cultural, otras obras del miento que al� ien tenga sobre la sinfonía Herozca de Beethoven mclurr todas
mismo compositor, otras obras del mismo género, modelos y fuentes específi­
cos, las limitaciones del medio, la vida del compositor, sus intenciones o
Véase capítulo 10.
1 1 Edward A, Lippm�, A Humanistic Phüosophy ofMusic, págs. 227-28. P. A. Michelis, "Aesthetic Distance and the Charm of Contemporary Art",
13

Ibídem, págs. 349-50. pág. 12.


14
12

1 38 1 39
. do que un observador no separa a un objeto estético de su ambiente na­
las características esenciales de esta obra, excluyendo a la vez a todas las túral sin una conciencia y una acción internas.u;
influencias del contexto de la obra y otros datos extraños semejantes adquirí- ·
dos durante su percepción? Kant distinguía entre los objetos y hechos como En resumen, un oyente hace una reconstrucción (o "coconstrucción")
son (noumena) o "cosas en sí" y los objet_os y hechos como aparecen en nues- dentro de sí mismo mientras oye, recuerda o anticipa una pieza musical.
Su concepto de una obra individual no sólo está influido por su experiencia
tra experi�ncia (phenomena). 1 5 Tomo su término noumena (del griego, nous)
para refennne a ese ser que la mente puede atrapar, de inido "científicamen­
f sensorial inmediata, sino por todos los hechos que lo forman antes de su ex­
te" (hasta donde se pueda definir así a la música), invariante, que contiene to­ periencia de la composición (biográficos, históricos, intencionales, formales)
das las características esenciales y las condiciones necesarias: el sedimento y la acumulación de toda su · experiencia previa con esta obra.Mi concepto
que pennanece in�epenclie�te de.toda percepcion.Phenomena (del griego de la Cuarta Sinfonía de Brahms, tan real para mí como cualquier afinnación
. verificable de la existencia de la sinfonía, es un compuesto de: 1) lo que
phamo) lo tomo para refennne simplemente a l as "cosas como se las , per-
cibe". aprendí primero de esta obra, su forma, su significado como sinfon ía román­
Esta es una hipersimplificación de un tema complejo, pero seivirá para tica, mi estudio preliminar de la partitura, mi conocinúento general de la músi­
comenzar.Puede ·ayudar un ejemplo; una descripción física de una pintura (la ca del siglo XIX; 2) todas mis .experiencias auditivas con esta obra, incluyendo
"cosa en sí").se puede definir en términos de. pigmentos de óleo coloreados una . ejecuciqn especialmente memorable de Max Rudolf y la Orquesta
esparcidos sobre una superficie de tela ; pero los datos sensibles 'como se or: Sinfónica de Cincinati y varias grabaciones; 3) mi estudio y enseñanza de esta
ganizan en la mente del espectador, se perciben de acuerdo con Ía ilusión bus­ obra a varias clases teóricas, que incluye la ejecución de fragmentos en el pia­
c� �a por el pintor, como un paisaje.La percepción del espectador incluye ac­ no; 4) mi estudio informal de una edición facsimilar de la partitura original de
ttv1dad�� tales como la fusión de ciertas ide as mientras se separan otras, la su­ Brahms, . que me proporcionó algunas sorpresas, y 5) lo que estoy oyendo
, ahora.
perp0S1c10n de 1� estructura, la separación de la superficie plana en figura y
fondo, la interpretación y . as�gnación de significado.La percepción de la músi­ Es obvio .que mi versión es sólo mía y �stinta· de la de cualquier otra
_ persona, que es posible que por eso yo la prefiera más lenta o rápida que
ca mcluye la misma serie de actividades, traducidas al reino de lo audible.
otros. También es distinta de la versión· de Braluns (que debe de haber sido
�a fei:iomenología es un desarrollo bastante reciente de la filosofía, que un compuesto de su propia versión y las de varios directores) aunque espero
flore:10 en las universidades alemanas inmediatamente antes y después de
la Pnmera Guerra Mundial; sus principales exponentes fueron Edmund Hu­ que tengan mucho en común. Cambió de manera radical después de cada uno
sserl (1859-1938), Franz Brentano, Martín Heidegger, Jean-Paul Sartre y M. de mis primeros contactos' con la obra; cambia menos cada vez que me enfren­
Merleau-Ponty. Husserl y ·sus seguidores estaban preocupados especialmente to en la actualidad, pues cada experiencia nueva contribuye proporcionalmen­
por la fenomenología cqmo método de investigación y sólo de una manera se­ te menos a la acumulación.
cundaria por sus implicancias para la psicología de la percepción.La fenome­ La teoría renorrÍenológica de la percepción plan tea cuestiones profun­
nología afirma que la percepción es/debería ser un proceso de descripción ri­ d as para la música: ¿alguna parte de nuestro conocimiento de la música (qui­
gurosa de nuestra experiencia con datos sensibles, no basada en teorías, su­ zá nuestro concepto del tiempo) cae en la categoría del a priori o todo nues-
posiciones o presuposiciones, sólo al a priori, esa parte de nuestro conoci­ tro conocimiento deriva de . nuestra experiencia? 1 7 ¿Es posible inclusive para
miento que poseemos independientemente de cualquier éxperiencia. La con­ el oyente más experimentado (o para el que menos lo está) librarse por com­
tribución nueva e interesante que la fenomenología aporta a las artes es este pleto de los presupuestos musicales? Creo que no.En realidad, sin alguna no­
enfoque del espectador como organizador activo de las percepciones, no co­ ción de la estructura de la música y un lenguaje con el' que expresar nuestra
mo recipiente pasivo_ de objetos invariables. Silliman describe su propósito comprensión de ella, ¿cómo se puede describir el fenómeno, aun para noso­
como hacer tros mismos? ¿Es apropiado este enfoque sobre el oyente? Dados los límites
de nuestra capacidad de percibir, ¿sustituye el conocimiento del yo por el
al _observado_I consciente del objeto estético como lo ha percibido, no conocimiento de la realidad exterior?
como un objeto fijo e inmutable pasado por varias vistas, lecturas o Monroe Beardsley sugirió seis "postulados de la· crítica" que he ·repasa­
r �presentacione�. Lo hace consciente de su propia cognición, de su pro­ do para hacer más explícita la conexión con la música:
p m papel en la hechura del objeto estético.Se reconoce que. existe un
objeto estético que ha sido realizado por un artista creativo; sin embar­
go, la fenomenología se centra en el que percibe el objeto, destacan-
. 16 A. Cutler Silliman, "Familiar Music and the a priori", Journal
ofMusic Theo­
ry 20 (1976): 217-18.
� Para algunas respuestas, véase Thomas Clifton, "Music and the a priori", Jour­
7

nal .ofMusic Theory 1 7 (1973): 66-85.


15 Emanuel Kant, Critique ofPure Reason, págs. 257-75
.
141
140
1 : La obra musical es ·u n objeto perceptual; es decir, que puede tener
presentaciones;
Significado

2. las presentaciones de la misma obra musical pueden darse en distin- Una melo día es una serie de · tonos que tiene
n sentido. . . ¿ Cómo pue�
tos �omentos para personas o grupos de gente diferentes; den tener significado los tonos? Las
palabras significan porque ·se re­
. . fieren a cosas; las Óraciones,_ porque expresan
3 . dos presentaciones de la misma obra musical pueden ser d1stmtas en-
�� · cuadros tienen significado si representan algo; algo sobre fas cosas. Los
los símbolos, si anuncian
algo, si indican algo. Los tonos no se relac
4. las características de una obra musical pueden no quedar reveladas e-n ionan con cosas, no expresan
nada sqbre ellas, no representan, preanunc
ian ni
su totalidad en alguna de sus presentaciones;
. . entonces, lo significativo en los tonos, que nos indican nada. ¿Qu,é es,
s. una presentación puede ser verdadera, es decir, que sus caractensticas pennite distinguir el sen­
tido del sin sentido en las sucesivas de tono
pueden cori�sponder a las de la obra real; s? (Víctor Zuckerkandl). 1 9
Zuckerkandl h a planteado nuestra pregunta con
6. una presentación puede ser ilusoria, es decir, que al� �!s de sus ca­ claridad, aunque su con­
cepto del significado musical (pese a que algunos
racterísticas pueden no corresponder a las de la obra en s1. puedan encontrarlo atracti­
vo) es demasiado limitado como para acomodars
e a la variedad de respuestas
La música, como la pintura, tiene sus ilusiones, !us "ficciones' ', Y en sugeridas. Ningún otro problema de la estética de
la música ha sido tan debati­
. do con tan poco acuerdo. El propósito de esta
algún sentido se puede decir que depende d� ellas. Penn �tanseme sugenr al� sección es el de contribuir a
_ : nuestra comprensión del problema y no el de propo
nas: nuestra percepciones de grupos annomcos �ompleJo� como alturas Sll11 ner una nueva teoría del
ples, fenómeno especiaímente evidente en los r�gi�tros de or?ano qu � en:iplean lenguaje musical o l!n argumento a favor de alguna
de las teorías existentes. 2 0
pausas de mutación (que agregan nuevos annorucos al somd�); la iluS10!1 de En el centro del problema hay una cuestión semán
tica:
.
cuerpo sustancial, por 1a cual llegamos, con frecuenci�, a ��ntrr que l� m�s1ca mente cuando usamos la palabra sign(ficado ? Examinarem ¿Qué tenemos en
os brevemente una
tiene volumen, masa, peso, energía y ocupa lugar; 1� ilus1on de continuidad, amplia gama de afinnaciones, pero primero será útil
considerar una definición
que nos hace interpretar una sucesión de sonidos discretos como �n tema o muy general de Morris Cohen: "Cualquier cosa adqui
ere significado si se la
"línea" musical; la ilusión de tonalidad, que nos persuade para que mterprete­ asocia o se refiere a algo más allá de ella misma, de
manera que toda su natu­
mos un tono peculiar como referente o punto o centro t��al, o una �scala raleza y se revela en esa asociación". 2 1
como estructura organizadora de la música; nuestra· percepc10n de los vzbrato E l significado, entonces, e n su sentido más amplio,
implica una especie de
ondulantes como tonos fijos, y la ilusión del tie�po que pasa � una cierta v �­ asociación entre lo intrínseco y lo extrínseco, lo interi
_ or y lo exterior: en el
.
locidad, no la del reloj sino la de una serie peculiar de pulsaciones que elegi­ caso de la música, entre los hechos tonales y "algo
más". Antes de considerar
mos de entre nuestras percepciones. qué es este algo más y cómo se refiere a él ]a músic
a, prese
Algunas de estas ilusiones esenci�e� se adquie �en sobre la base de una ción muy lúcida de Leonard B. Meyer sobre la naturaleza ntamos una afinna­
. del significado musical.
experiencia mínima; otras exigen practica. �ar cierto, el compos�t�r las Al iniciar el tema, Meyer nos recuerda que los signifi
cados no son observacio­
debe prever y el ejecutante tiene que comprenderlas. De toda� las habilida�:s nes subjetivas sino "conexiones reales que existen objeti
vamente en la cultu­
auditivas, esenciales, la má� importante es la fusión, la capacidad de p �rc1brr ra. . . (y) no conexiones arbitrarias impuestas por
la mente caprichosa del
como acordes a los tonos simultáneos, como melod1as a los !?nº! � ceStvos Y
_ oyente particular".
como ritmos a los acentos y duraciones sucesivos. La fuSton ultima se da El significado, entonces, no se funda en el estímulo
cuan do se percibe toda una fusión como una gestalt o�ganizada: ni en lo que apunta
hacia (algo) ni en el observador. Más bien, surge · de
Una obra musical es siempre más de lo que uno p�ede expenmentar de e�a. lo que Cohen y Mead
_
A la vez, nuestra versión de tal obra puede ser (para nosotros) algo ma� neo
y complejo que la obra en sí. La ejecución musical es tanto real cuant? iluso­
_ .
ria, y nuestra percepción de la ilusión es vital para la e�pen�nc1a m�s1cal. Se
_
19

puede estar presente de una m�era pasiva durante la eJecuc1on muStcal, �ero
V íctor Zuckerkandl, Soun d and Sym bol, págs. 1
20 5-16.

la percepción es un proceso activo paralelo·al progreso de la obra musical.


El tema importante del significado musica
l se discute en los siguientes estudio s:
Beardsley, Aesthetics: Problems in the Philosophy
o[ Criticism, págs. 3 1 8-39; Wilson Co­
ker, Music and.Meaning.: A Theoretical Introduction
The Corded Shel/; Rejlections on Musical Expression;to Musical Aesthe tics: Peter Kivy,
in a new Key: A Study in the Symbolism of Reason, Susanne · L. Langer, Philosophy
Nueva Yort Mentor Books, 1 948), págs. 165-99
Rite and Art (1942 ; reimpresión,
; Lippm an, A Humanistic Ph11osophy of
1 5 Monroe Music, págs. 125-6 0; Mcyer, Emotion and Meani
c. Beardsley, Aesthetics.: Problems in the Philosophy of Criticism, and Symbol, págs. 66-70 . ng in Music; y Zuckerkandl, Sound
pág. 46. 21
Morris R. Cohen, A Preface to Logic (Nueva York: Holt,
1944), pág. 47.
142
1 43
hari llarrn;tdo la relación ''triádica" entre: 1) un objeto o estímulo; 2) aque­ Sujeto Verbo· Objeto
llo a lo que apunta el estímulo, que es su consecuente, y 3) el observador
consciente . . . lo que un estímulo musical o una serie de. estímulos indican significa un sentimiento
o aquello a lo que apuntan no son conceptos y objetos ·extramusicales, sino expresa emoción
otros hechos musicales a punto de suceder. Es decir, un hecho musical (ya representa un humor
sea un tono, una frase o toda una sección) tiene significado pQrque ·apunta La música o un hecho .----- evoca una imagen
hacia (algo) y nos hace esperar otro heclrn musical.22 musical imita una cosa
simboliza nada
¿Por qué nos interesa la cuestión del significado y no nos limitamos a escu­ se parece a un proceso
char? En principio, porque la palabra significado ha estado dando vueltas de apunta hacia cualidades ·humanas
una manera tan libre y con tantos sentidos distintos que es importante para se refiere a otro hecho musical
nosotros ajústar nuestro p�nsamiento. Pero también porque cualquiera sea el un tipo de movimiento
significado de- la música (si es que algo significa) es vitai para nuestra interpre­
tación y su ejecución. Resulta irónico que las discusiones sobré el significado de la música
La famosa frase de Archibald MacLeish (de su "Ars Poetica" de 1 926), se­ tiendan a empantanarse en discusiones sobre el significado de las palabras. Y
gún la cual "un poema no debe significar. . . sino ser". ha sido muy citada y sin embargo, es difícil ver cómo se puede evitar esto ya que estamos obligado_s
admirada, pero exagera el punto. La afinnación de MacLeish estaba pensada a comunicamos por medio de ellas. Un análisis elaborado d� los matices de
como un recordatorio de que el significado no constituye la dimensión mayor significado en el diagrama supera el objetivo de esta sección, pero puede resul­
de un poema, no representa su contenido total, ya que sus dimensiones rítmi­ tar útil hacer algunos comentarios: los verbos varían desde los meramente des­
cas y fonéticas son iguahnente importantes. Y, con seguridad, esto es igual cri�tivos (apunta hacia, se parece a) hasta los que representan procesos com­
en el caso de la música. Un tono o una frase musical pueden contener una plejos o que se basan en suposiciones elaboradas (expresa, simboliza). Beards­
ten.dencia lógica (y a ·menudo lo tienen) pero también tiehen valor en sí; ley, por ejemplo, sugiere la siguiente explicación como una más completa del
no sólo significan sino que son. verbo expresar: " 'El compo&itor ha objetivado (corporizado, expresado) ale�
Beardsley señala otros modos (algunos muy triviales) en los que la músi- gría en su scherzo' significa que: 'I) ha sjdo conmovido por un sentimiento de
alegría para componer el scherzo ; 2) ha dado una cualidad alegre al scherzo, y
ca puede significar o recordarnos "algo más":
3) el scherzo tiene la capacidad de darle el mismo sentimiento de alegría cuan­
1. Una melodía asociada con una frase familiar ("God save the Queen" do lo vuelve a oír y por eso también se la puede proporcionar a los demás
-Dios salve a 1a Reina-) puede evocar las palabras mismas. oyentes' ". 24
2. Las m!1sicas funcionales. La música eclesiástica en estilo vitraux, las En la actualidad se han popularizado las teorías semióticas sobre el
marchas militares, las danzas, las canciones escolares y otros géneros significado musical. · En estas teorías se dice que la música funciona como
semejantes pueden conjurar un conjunto de asociaciones, inclusive si - signo que puede ser icónico o no de su : objeto (un sentimiento, un proceso,
la música específica no resulta familiar. movimiento). La luz verde del semáforo es un buen ejemplo de un signo que
3. La música abiertamente imitativa o descriptiva. Las canciones de no es icónico, pero la señal de una cuiva en "S" en una carretera es icónica ya
aves, truenos, el chirrido de una rueda que gira, las ovejas balando en que �e asemeja a su . objeto. Feeling and Form de Susanne Langer plantea una
Don Quijote de Richard Strauss y la descripción sexual explícita en teona semejante :
Lady Macbeth ofMzensk de Shostakovitch.23 Las estructuras tonales que llamamos. �'rriúsica" tienen una estrecha si­
milaridad .lógica con las fonnas del se ntimiento humano; formas de cre­
El diagrama que sigue muestra algunas de las afinnaciones realizadas en cimiento y atenuación, corriente y almacenamiento, conflicto y resolu­
nuestros intentos de definir el significado -musical, aunque no pretende ser ción, velocidad, arresto, gran estímulo, calma o sutil activacióf!, y perío­
una lista exhaustiva. Para separar las distintas teorías del significado, es útil dos de somnolencia; quizá no alegría y pena sino la intensidad de cual­
notar que ellas pueden variar en el verbo (el nexo) o en el objeto (el "algo quiera de ellos o de · ambos; la grandeza y la brevedad y el eterno paso
más"). Se invita a los lectores a elegir la combinación particular que mejor re­ de todo sentido de una manera vital. Tal e-s el esquema, o la fonna lógi­
presente su propia opinión. ca, de la percepción, y el esquema de la música es esa misma forma ela-
�! Meyet, Emotion andMeaning, págs. 34-35.
Beardsley, Aesthetics¡ págs. 3 21-22; algunos de los ejemplos son míos. 24 Ibídem, págs. 327-28.

144
145
b.orada en sonido y silencio puros y medidos. La música es un análogo terminación del carácter de la respuesta. Aquellos a los que se les ha en-
tonal de la vida emotiva. 25 . señado a creer que la experiencia musical es en primer lugar emocionál
Y que por lo tanto están listos para responder con afecto, es probable
Se suele clasificar a las teorías sobre el significado musical en algunos de que así lo hagan. Aquellos oyentes que hayan aprendido a entender la
los siguientes tipos: referencialista, de evocación de �ágenes, expresionista, música en términos técnicos, tenderán a hacer de los p'rocesos musicales
de significación, absolutista, formalista. Sugiero que el problema es más su­ un objeto de consideración consciente.2 6
til que fo que estas etiquetas aparentan y que sólo se puede describir una
teoría adecuada del significado musical por una combinación de verbo y El hilo común que liga los cuatro problemas presentados en este capítu­
objeto y por medio de un riguroso análisis de las palabras empleadas. Cerraré lo es su significatividad para la . epistemología de la música; el intento del
este capítulo con unas pocas observaciones más. oyente de obtener conocimiento válido (de la sustancia musical, de las ficcio­
La percepción del significado en la música exige competencia de parte nes, estructuras y significados en ella incluidos, del yo) a través de la experien­
del oyente; el significado corporizado no resulta automáticamente el signi­ cia de la música. El próximo capítulo explora los problemas que· están en el
ficado tomado. Los significados musicales son productos culturales aprendi­ corazón de la disciplina de la estética, en el todavía más subjetivo reino de los
dos, no universales absolutos. valores, las preferencias, los juicios y los niveles.
El compositor que establece un nivel de competencia demasiado eleva­
do para su auditorio, quizá por escribir en un estilo demasiado complejo o
muy poco familiar, debe estar listo para pagar el precio de su capricho.
Sea cual fuere el verbo empleado, el objeto de ese verbo debe ser especí­
ficamente el mismo para el compositor ·y para todos los oyentes pues de otro
modo no podrá haber comunicación de su significado.
Muchos oyentes toman significados de la música que no han sido inclui­
dos (por lo menos a propósito) por el compositor .
Se están popularizando mucho las teorías formalistas a medida que se
descubren dificultades al defender cualquier otra teoría del significado musi­
cal. La posición formalista, lamentablemente, se suele expresar con un lengua­
je impropiamente negativo, como en la frase "el único significado apropiado
de la música es la música misma".
Sin embargo, es posible afmnar esta posición con un lenguaje positjvo;
la música es un lenguaje tonal sensualmente atractivo, autocontenido y que
se caracteriza por un movimiento abstracto, incidentes y un proceso dinámi­
co. Estas cualidades abstractas pueden provocar (en un oyente inclinado a
ello) ciertas clases de afecto, qu� a veces se pueden parecer inclusive al afecto
sentido por el compositor y/o por el ejecutante.Pero este afecto es extrínseco
al s�ntido real y a la continuidad de la música. El significado intrínseco de la
música se comunica en su propio lenguaje, el l�nguaje del tono. .
Meyer ha señalado que las respuestas afectivas e intelectuales a la músi-
ca son sólo formas �istintas de sentir el mismo proceso.
Que una pieza musical provoque una experiencia afectiva o una intelec­
tiva depende de la disposición y el entrenamiento del oyente. Para algu­
nos, el sentimiento incorpóre·o de la experiencia afectiva es ·extraño ·Y
desagradable, y se · emprende un pi:,oc�so de racionalización en el que
los procesos musicales se objetivan como significado consciente. La
creencia �robablemente también juegue un papel importante en la d�-

25 · 26· Méyer, Emotion


Susanne K. Langer, Feeling and Form, pág. 27. andMeaning, pág. 40.

146 147
proporcionan la base para una ·estimación del valor, en la forma de una afir­
mación de reconocimiento, quizá también de favor (o disfavor). Entonces un
valor, en el actual entido de la palabra, puede ser un objeto de interes ("lo
reconozco") o de deseo ("me gusta").
Es difícil · organizar los valores musicales en un marco sistemático, princi­
palmente por la fonna única en que las varias demensiones musicales se inter­
9 Los valores
penetrart y correlacionan; el fenómeno del acento, por ejemplo, se puede pro­
ducir por énfasis, duración, elección de altura, silencio o varios otros medios
musicales, simples o combinados. Un enfoque tradicional en estética es sepa­
De gustibus non disputandum. rarlos en sensuales y formales; respondemos con gusto a los valores sensuales
porque son, en primer lugar, cualitativos y piden una interpretación subje­
tiva; tendemos a medir los valores más fonnales · porque son, primariamente,
cuantitativos y más abiertos a una verificación · objetiva. El presente capítulo
. ¡CAVEAT LECTOR! Pues si la filosofía de la música se encuentra en se organiza por medio del siguiente esquema:
terreno resbaladizo en todas partes, cuando se trata de las cuestiones de valor
y valoración, se mueve entre arenas movedizas. Puede resultar conveniente ha­
cer algunas observaciones, definiciones y advertencias preliminares. Cuando se tonale�
disiente, se suele citar el viejo dicho: "Sobre gustos no hay nada escrito". Ha
consolado a muchos. La frase anónima posee un cierto carácter democrático texturales sensual / cualitativo / subjetivo
. para todos los que se sienten amenazados (caso frecuente), a la defensiva o
tan sólo incómodos, ante un juicio de "es bueno" o �'me gusta", dos afirma­ Valores dinámicos I un continuo
. ciones frecuentes que pueden significar lo mismo o no. Pero si caemos en esta
máxima y negamos la existencia de denominadores comunes, de bases legíti­
temporales fonnal / cuantitativo / objetivo
. mas para las preferencias y · 1as afinnaciones valorativas, abandona.nios todo
juicio objetivo. estructurales
El propósito de este capítulo no es el de dictar gustos ni el de establecer
criterios críticos; más bien, es el de reconocer los valores existentes y sugerir Con ciertos valores, nuestra forma de percepción se establece por nues­
cómo pueden influir conjuntamepte nuestros juicios. El capítulo concluye tra actitud, hábito o prá�tica; con respecto a la textura, la mente musical en­
con una discusión sobre las estrategias críticas y un conjunto de líneas direc­ trenada puede desentrañar los hilos contrapuntísticos de una fuga de Bach y
trices, pero a éstas se las sugiere de manera tal que dejan espacio para las percibir de un modo estructural en tanto que es más probable que un oyente
percepci{)nes y prioridades del oyente individual, ya que de él dependen. menos acostumbrado perciba la tela enmarañada como pura superficie tonal y
Al decir valor, quiero decir "digno, merecedor". Cuando le atribuimos va­ responda de manera sensual. Algunos de los valores que citemos serán. regio- ·
lor a una obra musical o a una de sus propiedades, decimos que tiene, a nues­ nales, localizados en una sola parte de una obra musical; otros serán penetran­
tro juicio, dignidad, merecimiento, que debería ser valorada porque es hermo­ tes o atraerán de una manera intennitente. En consecuencia, el esquema se re- .
sa, agradable, buena o verdadera. Semejante definición es coherente con el siste a una organización prolija de la parte más pequeña hasta el todo. Agre­
uso general de la expresión valor estético, la propiedad inherente a una obra gamos, también, una categoría especial de valores dinámicos (por ejemplo dí­
de arte de producir una experiencia buena o placentera en los que la contem­ max, crecimiento) que parece no pertenecer con claridad a ninguno de los dos
plan. reinos, fonnal y sensual. En nuestro esquema no se detallan los valores annó­
Pero propongo un significado más técnico para el plural, valores, como se nicos, aunque los efectos armónicos están incluidos en los valores tonales y
emplea en el título y la primera parte de este capítulo; como conjunto de pre­ dinámicos. Y, por fin, muchos de los valores se expresan como antítesis, co­
dicados específicos de la música, similar a los valores texforales o de color que mo oposición entre extremos polares (por ejemplo, lírico y dramático); debe
reconocemos en las artes visuales. Si una pintura presenta u,n valor color azul, ser evidente que ambos polos son relativos y que también ellos se encuentran
se puede ·describir a un fragmento musical como teniendo un valor de timbre en un continuo ·aunque se los exprese en un lenguaje de alternativas.
hoiriogéneo, un valor de textura staccato o el valor dinámico que denomina­ Por cierto, el catálogo no es · exhaustivo y no he buscado dedicarle la
mos clúnax. Estos son ténninos innecesariamente engorrosos y se los usa aquí misma átención a todos los valores. Muchos de ellos ya-se han mencionado en
sólo para clasificar. La suposición es que estos valores son cualidades o propie­ relación con determinados períodos históricos. Los valores que esbozo ( que
dades que se pueden verificar de manera objetiva y, cuando se los percibe,
1 49
148
quede claro) son los de la sociedad musical occidental como se reflejan en el
repertorio frecuente de conciertos escrito entre el año 1 700 y alrededor de ataque, distensión, integridad, aliento, vibrato y otros matices sutiles que .re­
1950. Se debe considerar a algunos de ellos entre los valores más elementa­ compensan bien el esfuerzo. La cantidad de tonos que nuestras mentes pro­
les de · 1a experiencia humana y , como tales, se los puede discernir en todas cesan en una experiencia musical, aun cuando ésta sea breve, hace imposible
las músicas del mundo.El capítulo 1 O explorará cómo se cmporizan y perci­ que derrochemos nuestra atención ante cada tono que oírnos; podemos lo­
ben estos valores y otros más �n dos culturas musicales del Asia, pero este ca­ grarlo en parte cuando _escuc_hamos líneas melódicas simples como en Syrinx
pítulo se refiere a la tradición de la civilización occidental.Los objetivos 'd e de Debussy o Density 21.5 de Edgard Varese, ambas para flauta sola. Pero es­
esta exposición son: proporcionar un marco de referencia para los valores de te centro intenso sobre el tono particular también puede obstruir la ilusión de
la música y estimular a los lectores a investigar en aquellos complejos de va­ continuidad que el compositor buscaba crear. be modo que el valor principal .
lores que les interesan o atraen. Por fin, pueden servir colectivamente como del tono simple es como un toque de luz, una percepción momentánea de la
base para juicios de valor musicales, descansando sobre una mezcla informe de belleza en aislamiento que puede sacudirnos con más fuerza al comienzo o al
final de un fragmento de música, en especial cuando se pennite que su efecto
consenso cultural y preferencias personales.
penetre.
Cada uno de nosotros puede hacer catálogos de tonos individuales que
Valores tonales sobresalen en nuestra experiencia musical. El mío incluye ei La de trompeta
que se mantiene al comienzo de la Obertura de Rienzi de Wagn�r, el primer
Silencio. Puede parecer paradójico asignarle valor musical específico a Do sostenido del solo de flauta al comienzo del Preludio para la siesta de un
un período de silencio pero el contexto que rodea a los silencios musicales in­ fauno de Debussy, el Do alfo para fagot con q'!:}e comienza el ballet La consa­
fluye profunda1nente sobre la fonna en que se los pcrcibe. 1 Los descansos no gración de la Primal)era de Stravinsky, el últi.rn o Sol sostenido grave para cla­
suelen ser espacios muertos en la música y determinados silencios están inves­ rinete bajo de las Variaciones3 del mismo compositor y el largo y sostenido
tidos con extraordinarias cantidades de tensión o liberación de energía física. Mi bemol con pedal al comienzo del preludio orquestal de Oro de! Rin de
Pueden ser interruptivos o no, medidos con estrictez o libres y pueden ir ·des­ Wagner. Estos no son simples; en el caso del tono de trompeta deRienzi no
4

de la mera puntuación hasta separacionenignificativas entre secciones o mo­ es el "ser trompeta" ni el "ser La" ni la exaltación y desaparición del tono,
vimientos. Uno de los silencios más dramáticos y tensos en la música se da sino la combinación única de los tres. Mi conciencia de este tono incluye to­
justo antes de la cadencia final del coro del "Aleluya" de H�ndel en El Me­ davía la falla ocasional cuando el trompetista no ataca el tono limpiamente.
sías; una interrupción no medida y repentina del flujo musical que efectú a Acorde. Las sonoridades individuales y los acordes suelen ofrecer pro­
una transición abrupta hacia el ritmo más lento de los últimos dos compases. piedades sensuales muy específicas, a veces en aislamiento y otras por su con­
Otro silencio-clímax que marca el compás acentuado de medida 280 en el texto. Citaré sólo dos de los acordes musicales más celebrados: primero, el
primer movimiento de la Sinfonía Heroica de Beethoven, reemplaza el acento acorde de apertura de la Sinfonía de los salmos de Stravinsky, que no requiere
.
bajo esperado y de algún modo descarga las energías acumuladas durante los contexto para que se lo reconozca debido a su registro, artificio y "voz" dis-­
compases previos de conflicto y desarrollo rítmicos intensos. tintivos; por eso la obra misma es una de las tantas composiciones que puede
Tono . Pocas veces somos conscientes de los sutiles detalles de un tono reconocer al instante cualquiera que la conozca.5 El acorde más famoso de
. musical simple hasta que nuestra percepción se dirige hacia algún tono ex­ "Tristán" en el segundo compás del Preludio de Tristán e !solda de Wagner .
puesto en particular, que podemos separar de su contexto, en contraste con al­ depende más de su contexto: la intersección de dos motivos melódicos, la am­
gunos géneros de la música asiática (es notable el repertorio de shakuhachi ja­ Digüedad, tonal y rítmica del primer compás y la impredecible resolución,
ponés)2 en los. que la atención se centra en los matices múltiples de los tonos as í como himhU�n nP.p ende de la estructura interválica y del registro para cuer-
simples. Un tono musical, en nuestra experiencia común, puede parecer más
, una pieza del tipo de un impresor, una ·unidad abstracta que está combinada
en una gran cantidad de esquemas significativos; pero en una inspección más s Esto es cierto por razones peculiares y altamente técnicas; esta altura simple es
· inevitable y la reducción final de la serie precedente de acordes, ejemplo
la consecuencia
detallada los tonos adquieren cualidades bien particulares. Un tono musical
sorprepdente de relaciones musicales que resultan totalmente convincentes en su rigor
no se asemeja tanto a una pieza de tipografía cuanto a un carácter de la cali­ intelectual aun más allá de la comprensión auditiva de hasta el más experto de los �yen­
grafía china; dirigir nuestra atención hacia sus detalles revela propiedades de tes. Véase Claudio Spies, . "Notes on Stravinsky's Variations", Perspectivas ofNew Music
4 (1965): 66-70, especialmente ej. 6.
4 Véase capítulo 7.
1 Véase el capítulo 3 y la lista de referencias en el n° 1 1 de ese capítulo. .
s El acorde es una tríada de staccato en· Mi menor, escrito para instrumentos
· de
2 Una flauta de bambú llevada por sacerdotes ambulantes (ex samurais) durante el viento, arpa, piano y cuerdas bajas; se violan las ''reglas" tradicionales al enfatizar la
período Edo; William P. Malm; Japanese Music and Musical Instruments, págs. 15 1-64, tercera del acorde (la altura Sol) y por el estrecho espaciamiento en la parte superior e
describe al instrumento y su !epertorio. inferior del acorde.

150 151
nos Y madei:as. El valor del acorde en cuestión es una fusión compleja de su vidad· es un ideal al que aspira la mayor parte de los intérpretes. Y la ñoción
ambigüedad, inestabilidad, color instrumental heterogéneo y flujo y reflujo de "igualdad" tonal es un prerrequisito importante si hemos de percibir una
dinámicos, como de las alturas reales. melodía qe un matiz simple de sonido. Los timbres de los instrumentos or-
Timbre. Cualidad tonal o "color", como lo producé la configuración de questa1es de cuºerda son inuy similares y se funden en obras tales como la
la onda sonora, la presencia y la intensidad relativa de los armónicos y otros Música funeral de Witold Lutoslawski (para Bela Bartók) en una red unifor-
hechos acústicos semejantes. Se debe reconocer al timbre entre los valores . me de sonido monocromático. El timbre complejo del órgano de tubos com-
sensuales más importantes de la música y el placer que sentimos en los varios pleto presenta un caso bastante especial e ilustra cómo una rica mezcla de so­
sonidos instrumentales y los colores característicos de la voz humana se debe nidos diversos en extremo también se percibirá como monocroma. La yuxta­
colocar entre los máximos placeres de la música. Propondré varias subcatego­ posición de los timbres contrastantes es uno de los valores originales de. la mú­
rías para el valor tímbrico, según el siguiente esquema: sica escrita para la orquesta moderna :· los colores de los instrumentos indivi­
duales y sus propiedades familiares quedan demostrados en Young Person 's
Cuide to the Orchestra de Benjamin Britten-; el sonido característico de la

· los timbres de los


instrumentos individuales
- familias de
instrumentos
cuerda (punteada}, la madera y los córos de bronces de la orquesta se
terizan en el scherzo de la Cuarta Sinfonía de Tchaicovsky; y el 2 movi­
°

miento del Concierto para orquesta de Bartók, titulado Giuoco delle coppie
carac­

("El juego de los pares") se organiza, en lo formal, en una serie de dúos (fa­

- gotes, oboes, clarinetes, flautas y trompetas con sordina), cada uno de ellos
1 1
sonidos monocromos, sonidos homogé-
,......
sonidos heterogéneos asociado con determinado inteIValo musical. Se debe notar que la sección de
fundidos neos, combinados mixtos maderas común de una orquesta es una conjunción en extremo heterogénea
de tiiubres y, de manera semejante, el quinteto de vientos (flauta, oboe, clari­
nete, fagote y como francés) contrasta con los timbres homogéneos de un
1

el juego de timbres cuarteto de cuerdas.


1 Los sonidos heterogéneos son, en mi opinión, fuente de valores musica­
el aÍagon · les muy especiales. Le marteau sans maftre (para flauta alta, vibráfono, viola,
guitarra y voz alto) de Pierre Boulez, demuestra un 'juego" placentero e im­
("irracional") predecible de timbres ·mezclados, una superficie sensual demasiado compleja
para descomponerla en sus partes. Esto se acerca al valor musical que me gus­
ta pensar como irracional; densas masas de sonido que percibimos como uria
Entre los timbres distintivos individuales y familiares se pueden destacar textura y un volumen simples. Puedo sugerir cuatro instancias del alogon en la
los siguientes: los dos registros diferentes del clarinete, la resonancia de las música: la introducción de la Segunda parte de La consagración de la Primm}e­
cuerdas abiertas de la familia de los violines, la cualidad oscura peculiar de la ra de Stravinsky 'comienza con pozos de sonido oscuros y misteriosos que des­
cuerda más baja del violín, el armónico inusual del espectro de campanas, los criben un humor de sacrificio inminente y la llegada de la noche primigenia en
sonidos de bronce · "dulces" del como francés y la tuba en contraste eón el 1<! Rusia pagana. En el Preludio de Sueño de una noche de verano de Britten,
tono más preciso de las trompetas y trombones, 6 el contraste entre flauta y el mundo de las hadas se evoca por medio de glissandi "irracionales" de las
oboe en el espectro tonal,7 la llamada voz de pecho de la contralto y el bri­ cuerdas, que transmiten el sonido de lo "sobrenatural". Gunthe Schuller, en
llante "anillo" de notas altas en la voz masculina. The Twittering Machine (en Seven Studies on Themes ofPau l Klee) ha cons­
Los sonidos combinados pueden ser uniformes, combinados o mezcla­ truido. un divertido análogo musical respecto del celebrado pájaro mecánico
dos (simultánea y/o sucesivamente) y cada uno es, a su modo, fuente de valor animado de Klee. Y el episodio del rebaño de ovejas en Don Quijote de Ri­
(unidad o diversidad). Ningun.a voz o instrumento puede ascender en fonna chard Strauss, que en principio fue muy criticado por ser evidentemente hi­
regular a todo lo largo de su registro pero una escala tonal modulada con sua- perpictórico, cobra hoy nuevo significado por la forma en la que .Strauss anti­
cipa algunas de las tendencias en el estilo musical desde 1950.
6 Richard Wagner fue el primer compositor en expandir estas dos "familias" de Estas selecciones demuestran una característica importante de la per­
instrumentos de bronce en coros completos cubriendo toda la gama desde · soprano hasta cepción musical. Cuando el nivel de complejidad excede a nuestra capacidad
contrabajo, en especial en El anillo de los nib.elungos. · de procesar los sonidos individuales, nuestra percepción se sobrecarga y res­
ponde de manera irracional. Sugiero que estos tres :r:nodos de percepción tún­
7 La flauta tiene una fundamental fuerte pero virtualmente ningún armónico
mientras que el espectro de armónicos más complejo del oboe presenta un primer armó�
nico extremadamente fuerte y parciales superiores prominentes. brica (1. el registro sistemático de los sonidos individuales; 2 . la percepción

1 52 1 53
fundida; y 3. la percepción sobrecargada) son potencialmente placenteros práctica, significaba música cromática, emocional, relatiyamente lenta y pa­
dentro de detenninados límites, establecidos por la práctica y las preferencias tética, en tanto que Do menor era más dinámica, afilnnativa, hasta tempes­
individuales. tuosa. Consideraba al Mi bemol mayor como una clave adecuada para el ri­
Color armónico. El papel de la annonía en la música es demasiado com­ tual majestuoso, como en los ritos simbólicos de La Flauta mágica, y su ver­
plejo como · para resumirlo aquí, por lo que apenas podemos señalar algunas sión de esta clave caía con fuerza sobre los instrumentos de viento (en espe­
de sus propiedades estructurales: su capacidad para definir un centro tonal y cial pares de clarinetes, oboes, fagotes y comos franceses)en terceras y sextas pa­
sugerir movimiento hacia el objetivo, para apoyar y dar fonna a la frase me­ ralelas, texturas acórdicas y una velocidad no más que moderada.9 Hay (o
lódica� para producir la agradable alternancia entre· tensión y distensión a tra­ · había, en los tiempos de Mozart) razones técnicas para la "brillantez" del Do
vés de sus propiedades de disonancia y consonancia; todo esto obtenido me- y el Re mayores, ya que éstas eran las claves más convenientes para las trom­
.. diante la progresión de acordes. Pero detenninados efectos annónicos nos petas. Algunas otras claves, como el Si bemol ·y el Fa' mayor, parecen haber si-
pueden llevar a responder de una manera sensual, en especial cuando la di­ do relativamente neutras para él. .
mensión armónica es inestable, y cambiante (como en el Preludio de Lohen­ Cada compositor tiene sus preferencias y asociaciones peculiares para
. grin de Wagner o los dos primeros de los Tres Nocturnos de Debússy). la� distintas claves; no caprichos, sino introspecciones enterradas en su incóns­
Las propiedades afectivas de las claves mayores y menores (por ejemplo, ciente, que son resultado de la experiencia musical previa, recuerdos de piezas
las.mayores interpretadas como felices y exuberantes; las menores, como tris­ específicas y conocimiento de lo que será fácil o difícil de ejecutar en deter­
tes y patéticas) pertenecen, con seguridad, a los valores sensuales de la música, minado instrumento. El concepto de. Beethoven del Do menor (como se lo
aunque su status es una cuestión muy controvertida. Parece no haber casi di­ oye en la Sa. Sinfonía, la sonata Patética y muchas otras obras) influyó sobre
sensión acerca del hecho de que la generalidad del público hace una ecuación 1a versión de Bra..h.ms de la misma clave en su 1 a. sinfonía; pero el Concierto
semejante como parte rutinaria de su: experiencia musical. Parece claro que para piano en Do menor de Mozart, K. 491 , escrito cuando Beethoven sólo
estas asociaciones son respuestas aprendidas que de ningún modo se pueden tenía dieciséis años de edad, revela que el concepto de é.ste se moldeó en parte
considerar entre los valores a priori o universales de la música. Leonard Meyer por su experiencia previa. Y las marchas fúnebres de las Variaciones para pia­
opina convincentemente que el afecto que se percibe ·en las claves menores es no, op. 34, de Beethoven y su Sinfonía Heroica demuestran que se pueden
un producto del conjunto de propiedades relacionadas del modo menor: cro­ transferir asociaciones musicales específicas de una pieza a otra. De este mo­
matismo, ambigüedad, inestabilidad, tendencia a usar tempi más lentos que en do, la música de los siglos XVIII y XIX ha establecido un lazo po� lo menos
el mayor y lo que él llama carácter "desviado" del modo (opuesto al carácter parcial entre la clave y el "carácter" musical y este conocimiento fonna parte
"nonnativo" del modo mayor).8 Sean cuales fueren las razones, estas cualida­ ds nuestra tradición musical; un depósito de significado musical y virtualmen­
des afectivas han formado nuestra experiencia musical colectiva durante cien­ te un "inconsciente colectivo" que los compositores adqu.ieren junto con su
tos de años y no se las puede desechar con ligereza. práctica técnica.
Pero el valor que le adscribimos a las varias claves va mucho más allá de
esta simple antítesis emocional entre mayor y menor. Pídasele a cualquier
mµsico que compare las cualidades del Sol mayor (cuatro sostenidos) con el Valores texturales
Sol bemol mayor (tres bemoles) y los resultados serán muy similares; se suele Al hablar de textura nos referimos al "tejido" de la música, ya sea que
describir a las claves con sostenidos como brillantes, altas e intensas, mientras la concibamos/percibamos como una superficie estética o como la urdimbre
que se describe a las que tienen bemoles como plenas, dulces, bajas y suaves. (altura, eje vertical, simultaneidad) y trama (tiempo, eje horizontal, secuen­
Y semejantes asociaciones se comunican de un modo inconsciente en la eje= cia) de ia fábrica musical. Ya que la palabra textura, en el uso común, consi­
cución a través de la elección del,tempo, la articulación, el carácter rítmi�o y dera al tiempo como una de sus dos dimensiones mayores, es inútil tratar de
otros indicios semejantes. Los oyentes pueden no ser capaces de identificar la evitar ciertos valores que incluyen con claridad a lo temporal en la música.
,clave pero recogerán con presteza las señales del ejecutante y responderán se­ Simple/cómp!ejo. La percepción de la música como simple o compleja
gún ellas. debe estar :entre las respuestas más elementales y subjetivas a la música. Nues­
El proceso con:uenza con el compositor, que (conscientemente o no) tra opinión de que algo es simple o complejo se relaciona con nuestra escala
moldea . el carácter de su música de acuerdo con el concepto que tiene de la personal de valores y tales juicios· sólo se verifican en instancias obvias en ex-
clave que ha elegido. Es bien sabido que Mozart recurría siempre a determi­
nadas claves cuando buscaba un tipo de expresión específico; Si menor, en su

9 Véase Alfred Einstein, Mozart: His Character, Bis Work (London: Oxford Uni­
8 Leonard P� ijeyet, fmotion and Meaning in Music, págs. 222-29. versity Pr�ss, 1945) en espeéial págs. 157-63.

1 54 1 55
tremo o cuando comparamos una complejidad mayor con otra menor. Al ha­ pizzica,to para cuerdas o las consonantes :rnás explosivas que se pueden oír en
blar de complejo, podemos querer referirnos a cualquiera de los siguientes ca­ las canciones rusas y alemanas.
sos: demasiada información, profusión de distintos tipos de datos sensibles, Delgado/denso. Se pueden comentar breve�ente .otros _valores tex :t1r�-
falta de esquema de organización, ambigüedad, inestabilidad o ausencia de un tes. Delgado/denso se refiere a · la cantidad de somdos stmultaneos � su dist�­
objetivo aparente. Se suele juzgar a lo que no resulta familiar como más com­ bución relativa sobre el espectro de altura de grave a agudo. La densidad musi­
plejo que aquello que sí resulta conocido. Podemos interpretar a la compleji­ cal va desde una línea de sólo texturas de más de cincuenta partes, como en el
dad como un exceso de datos incluidos en una dimensión o un plano simples Treno por l�s victimas de Hiroshima de Penderecki, pero la mayoría de las
(una melodía demasiado elaborada, ambigua, digresiva o desorganizada) o la texturas musicales se acercan más al extremo delgado de la escala. Son raras
interacción de varias dimensiones musicales. La mente busca instintivamente las composiciones como el motete para cuarenta voces de Thomas Talli� lla­
reducir la complejidad percibida, centrándose en un hilo único, imponiendo mado Spen in alium. Hay una relación recíproca importante entre la can�dad
. esquemas y jerarquías a los datos sensibles o fusionando esos datos en una de partes y la actividad melódica dentro de una parte: las texturas �usicales
"superficie" unificada. Pero cada persona tiene sus propios límites, más allá le dejan espacio y requieren actividad melódica, en tanto que las mas gruesas
de los\cuales no irá voluntariamente. Una vez superados esos límites, se pien­ tienen un efecto inhibitorio sobre la línea individual. Disfrutamos con ambos
sa que lo complejo es caótico. Con estas reflexiones en mente, es instructivo extremos de la escala; la masa de una textura densa como en la. Serenata, K.
oída representación convincente en el aspecto musical (aunque pasada de 36 1 , de Mozart, para trece instrumentos de vi�nto, y la textura delgada de
moda) que Haydn hace del caos en la introducción orquestal a su oratorio La una sonata trío de Corelli o Telemann. Las texturas densas se modelaron, por
creación. Muchos compositores recientes han empezado a explorar de manera lo · general, después de la distribu�ión de series armónicas, por ejen:i plo, con in­
sistemática a lo muy complejo en la música en forma de piezas de "masa de · tervalos mayores en lo más bajo y progresivamente m�nores hacia lo alto, �a
sonido"; entre ellos, son destacables Penderecki, Lutoslawski, Ligeti y Xena­ que es más difícil percibir con claridad los espacios mas cerrados en los regis-
kis. En el otro extremo de la escala simple/complejo, curiosamente, parece no tros bajos. · . . . .
haber límite� para nuestro deleite por los efectos musicales más simples, dis­ Eeonomía/saturación. A primera vista, esta antítesis paree� una v 3:°ante
tintos . de aquellos que; por su repetición prolongada, transgreden los límites de las escalas de simple/complejo o de delgado/denso, pero qmero decrr al?o
de nuestra paciencia. junto a las líneas de los estilos contrastantes de compositores como Gabnel
Suave/áspero. Respondemos a lo que percibimos como una superficie Fauré (simple, severo) y Richard . Strauss o Gustav Mahler (exuberantes). Al­
musical de la misma forma en que reaccionamos ante cualquier superficie gunos compositores parecen tener una afinidad natu �al_ c�n el em�leo profuso
(textura!, una pared o una estatua de mármol). Lo que oímos como �'suave" del medio ; efectos orquestales coloridos, una gama dinam1ca amplia, un es�ec­
en música resulta de los sonidos ligados (legato ), conectados, donde las tran­ tro de alturas completo, profusión de temas y por lo general un elevado mvel
siciones ineludibles entre los tonos están minimizadas, a veces, por el desliza­ de actividad rítmica; ·otros hacen un uso más conservador de sus recursos �u­
miento entre alturas al que los italianos llaman portamenta , que es, literalmen­ sicales. La Sinfonía N O 8 de Mahler (Sinfonía de los mil) y el Réquiem de
. te, un transporte de un tono de u na altura a ]a siguiente, que estructura una Fauré se encuentran en los extremos opuestos de este continuo .
de las ficciones más caras a la música: la ilusión del flujo continuo. Lá aspe­ Orientación. Hacia lo vertical/ acórdico o lo horizontal/lineal. En las
reza o texturación en música es producto de la articulación en staccato,. ata­ texturas orientadas hacia lo vertical {homofónico, "de voz igual") los tonos
ques de notas ( donde algunos elementos de sonido extraño están siempre pre­ son dependientes (en cierto sentido), ya que se muev�n juntos en acor�es o se
sentes), acentos, puntuación rítmica, descansos que interrumpen el flujo mu­ subordinan a la línea melódica. En las texturas onentadas a lo honzontal
sical, yuxtaposición de timbres contrastantes; de hecho, cualquier cosa que dé (contrapuntístico), l;lS voces demuestran una independencia m�,yor y se · entre­
la noción de discontinuidad. A lo largo de la historia de la música occidental tejen entre ellas. Las preferencias de orientación .suelen e.star �ntre las c��cte­
han .variado las preferencias por la naturaleza de la superficie musical según el rísticas más distintivas de los períodos de estilo en la h1stona de la muste� Y
gusto de la época; el gusto barroco y el clásico favorecieron una superficie un cambio en la orientación básica suele ir acompañado o produce cambios
más texturada, pero las ·preferencias románticas . estuvieron del lado de un flu­ mayores en las otras dimensiones de la música; por. ejemplo, _el comien�o del
jo de sonido más suave. En nuestro siglo XX el péndulo ha regresado a una Barroco (ca. 1600) estuvo señalado por un repentino cambio de _ la onenta·
elección por las superficies musicales más texturadas, más articulad�. Es fácil ción horizontal/lineal por la vertical/acórdica y seguido por muchos otros de-
·
. citar ejemplos; para las texturas suaves, una ejecución al piano de Traumerei de sarrollos radicales en el éstilo musical.
Robert Schumann, las vocales suaves prolongadas de un aria italiana o el Ada­ Centro/in terjuego. Por medio de esta antítesis me refie�o . � contr�ste
gio para cuerdas de Samuel Barber; para las texturas más ásperas, cualquier entre la música en la que nuestra atención se centra en _la act1V1dad ��sic�
composición para clavicordio, los vientos en staccato del scherzo de Mendel­ que tiene lugar a lo largo de un plan� único (una m�l ? dta, una progres1on de
ssonhn de la música incidental para Sueño de una noche de verano, cualquier acordes o un solo instrumental prommente) y la musica en la que el lugar de

1 56 1 57
la actividad se desplaza (del agudo al grave, de un instrumento a otro, en for­ mas" representan lo que muchos creen que son los aspectos qiás visibles de
ma de diálogo o conversación múltiple que nos obliga a desplazár nuestra a-· la música; movimiento, cambio y proceso. Los músicos sueieri usar el término
tendón hacia atrás o hacia adelante). Ejemplos típicos de esto incluyen al diá­ dinámica en un sentido más técnico, para referirse al nivel del volumen de la
logo ' dramático entre las cuerdas bajas y las altas al comienzo de la sa Sinfo­ música y al muy importante contraste y las modulaciones el'l;tre los varios ni-
nía de Shostakovitch, el interjuego entre los dos violines .solistas y la orques­ ·veles de intensidad, y el uso actual no es incoherente con esta posición: en
ta en el Concierto en Re menor de J. S. Bach (BWV 1043) o el intercambio-de muchos de los valores citados más adelante el efecto se obtiene por medio de
material entre los instrumentos de Viento solos en la sección de desarrollo de una correlación entre movimiento e intensi'dad.
una sinfonía de Mozart o Beethoven. Clz'max. El proceso de construcción y que alcanza lin alto punto mu­
Confusion. lJno de los valores musicales primarios,es el sentido de con- sical, obtenido por alguno defos siguientes medios, o por todos ellos: aumen­
. . fusión que resulta del entretejido contrapuntístico de melodías, al cual pode­ to de la velocidad, aumento del volumen, comprensión de los esquemas y he­
\µios responder primero dividiendo nuestra atención y luego interpretando los chos musicales, engrosamiento textura!, aumento de la frecuencia de los pun­
hllos enniarafiados como superficie cuando su complejidad se hace demasiado tos de ataque musicales y muchos otros indicios (musicales) que señalan el
t,ande como�para permitimos seguir_ cada línea a la vez. En el Concierto Bran­ clí;max inminente, ya sea una explosión repentina o una construcción larga
deburgués · No 2 de Bach, los cuatro instrumentos solistas (trompeta, ·flauta, y gradual. Los oyentes occidentales han adquirido un paladar ahíto para los
oboe Y violín) permanecen �larainente separados por sus timbres heterogéneos clímax, como resultado de obras, tales como la Obertura 1812 de Tchaicovs­
aun cuando cada uno envuelve y es envuelto por los demás. Otros ejemplos ky, que se ha convertido en parte regular de las celebraciones del dí a de la In­
notables de entretejido contrapuntístico incluyen el famoso pasaje del qufn­ dependencia de los Estados Unidos de América, con cañones y fuegos artifi­
tuple contrapunto invertible de la coda del primer movimiento de la Sinfonía ciales. La ubicación y ía intensidad relativa de ios ciímax en una obra musical
Júpiter, K. 551, de Mozart, y el no menos complejo desarrolló del primer mo- es una cuestión que interesa tanto al compositor cuanto al ejecutante, ya sean
vimiento de la 2 ª Sinfonía de Brahms.1 0 planeados como conjuntos de picos equivalentes en lo �structural o como clí­
Figuración. Es la organización de la música en esquemas.A veces ,_ éstos max únicos y monumentales . Nuestras expectativas del clímax están condicio­
son esquemas temáticos, pero suelen ser sólo decorativos, geométricos, y fun-· nadas, sin duda alguna, por las nociones culturales de tiempo y teleología; en
cionar como esquemas de fondo en un empapelado de pared. Los usos de la · la tradición occidental, el clí.rriax es más una propiedad de los finales que de
figuración son múltiples; decorar una l ínea melódica, proporcionar un fondo los comienzos (aunque los finales no siempre implican un clímax) y hay
o :un acompañamiento texturados agradables para las melodías (como en las pocas obras que alcancen su punto cumbre en un momento temprano y luego
escalas Y arpegios ligeros asignados al solista en un concierto para piano de decaigan gradualmente.
Mozart), proveer movimiento rítmico y continuidad (como en las figuracio­ Los anticlúnax son igualmente efectivos en música; momentos de inten,
nes de violín de un concierto de Vivaldi), completar el fondo annónico . esbo­ sidad y concentración silenciadas en los que la atención máxima se concentra
zando acordes (como en el Preludio en Do mayor del Libro / de El clave bien en la mínima actividad musical, como sucede, pór ejemplo, en esos emocio­
atemperado de Bach), desarrollar motivos musicales por repetición y secuen­ nantes momentos de los actos finales de las óperas de Verdil (con frecuencia,
cia Y a veces como estructura pura, abstracta (como en la música atemática escenas de muerte) en los que la línea melódica parece osciar en un conjunto
de Erik Satie), análogo musical al cubismo de las artes visuales. de frases suaves, libres en lo rítmico, o el cuarteto vocal canónico "Mir ist so
wunderbar" del acto I de Fidelio de Beethoven, donde toda la acción dramá­
tica queda suspendida, mientras los cuatro personajes expresan sus respecti­
Valores dinámicos vas emociones.
Los clímax y los senderos musicales que conducen a ellos pueden ser ra­
Con esta expresión me refiero a lo que creo que Susanne Langer pensa­ cionales o irracionales, por ejemplo, logrados por medio d� las propiedades es­
ba cuando escribió que ''las. estructuras tonales que llamamos 'música' mantie­ tructurales tradicionales de la música o en una forma más naturalista y dramá­
nen una estrecha . semejanza lógica con las fonnas del sentimiento humano; tica . .Un ejemplo elemental de semejantes clímax racionales es el famoso cres­
fonnas de crecimient9 y atenuación, flujo y almacenamiento, conflicto y re­ cendo de Rossini que se oye en las oberturas de óperas como La gazza ladra,
solución, arresto, terrible excitación, calma o activación sutil y lapso nebulo­ La Cenerentola y Semiramide. Se repiten frases regulares, periódicas, con tex­
11
Junto con los valores tradicionales temporales/rítmicos, estas "for- turas que gradualmente se van engrosando, el volumen aumenta y se agregan
cada vez más instrumentos hasta llegar al pico; en este punto las cuerdas to­
$OS• • •"

10 Véase en especial el pasaje: que comienza en el compás can un trémolo apoyadas por escalas rápidas de trombón que sirven para pro­
de la Segunda Sinfonía de Brahms.
204 del ler: movimiento longar el clímax hasta la cadencia final. La escena de tormenta del comien­
11 S1:1sanne K. Langer, Feelingand Fotm, pág. 27. zo de Otelo de Verdi ilustra un clúnax más "irracional" que sigue a un texto

158 1 59
evocadas en los miembros de nuestra sociedi:ld; de aquí que el sentimiento 4e
meteorológico realista: rayos y relámpagos, repentinos intervalos de calma, lo sacro en la esc1..na de Cáliz Sagrado en el Acto I de Parsifal de Wagner se co­
mares encolerizados, repentinos disparos de cañón y gritos dramáticos. Es más munica por medio del tempo lento, el temperamento solemne y el material
difícil lograr el descenso luego de un clímax; tales pasajes suelen ser abruptos musical que conjura recuerdos de la música religiosa de comunión. Para uri de­
y rara vez se extienden en grandes longitudes. voto hindú de Kris�na, semejante seme carecería de significado si no se le ex-
Semes expresivas. Nó hay duda de que dentro de un segmento limitado plicara.
de una cultura musical es posible estructurar y comunicar formas específicas Tensión/distensión. · Es una de las respuestas fisiológicas más elementa­
de significado expresivo; semes según el .término de Eero Tarasti. 1 2 Algunos les. Se puede argumentar que el más importante de todos los ritmos subyacen­
de los semes comunes en la tradición occidental no sólo incluirán a lo líri­ tes de la música es el binario de alternancia: entre el sonido y el silencio, lo
co Y lo dramático sino también a lo trágico, lo épico, lo heroico, lo cómico, fuerte y lo débil, el flujo y el reflujo, la sístole y la diástole, \a estabilidad y la
lo sagrádo, lo cataclísmico, lo apoteótico y quizás hasta también los estereo­ inestabilidad, la ambigüedad y la certeza, la acción y el reposo, la rigidez y la
tipos de personalidad tradicionales, como el melancólico, el sanguíneo, el libertad . Semejante ritJno binario se actúa en todos los niveles jerárquicos de
colérico y el flemático. 1 3 Como ejemplo de lo _lírico y lo dramático, los lec­ . la música; podemos conocer conscientemente ritmos mayores, pero las tensio-
tores pueden comparar los comienzos de dos conciertos para piano de Mo- . nes y, distensiones subcutáneas con las que respondemos a la superficie musi-
zart : K. 488 en La Mayor (lírico) y K. 491 en Do menor (dramático). Taiet cal pueden pasar inadvertidas, . . registradas sólo por reacciones musculares in­
semes pueden ser parte de la experiencia h�mana universal pero su significado conscientes y las fibras nerviosas correspondientes en el cerebro� Aquí trata­
no se comunica de manera automática a un integrante de una cultura extre­ mos una vez más sobre los resultados del condicionamiento cultural: toda la
ma por medio de la música sola; mientras todos los seres humanos experimeñ- gente experimenta tensión, pero podemos in�e1pretarla de distintas maneras,
, tan cosas tales como tensión, el paso del tiempo, movimiento, sentimientos de respondiendo de modo único a ella y reaccionando según distintas escalas de
crecimiento y decaimiento, orientación hacia y extensión en el espacio tensión. La tensión qu� un oyente occidental advierte en los estilos
circundante, esquemas rítmicos familiares y acentos de expresión, repetición tradicionales del canto japonés tendrá un significado distinto para el-cantante
rítmica, ambigüedad, expectativa y cosas por el estilo, su valor cultural y su y su auditorio usual.
escala relativa de intensidad diferirán mucho y estarán representados en una La· música occidental es una jerarquía compleja de niveles estructurales,
tradición musical en formas únicas a la cultura progenitora. Pero dentro de la cada uno con sus propias periodicidades y alternancias de tensión y relajación,
sociedad musical occidental se ha establecido con firmeza una cantidád deter­ creadas por esquemas de relaciones de acentos, duraciones y alturas (conso­
minada de semes básicos que hace virtualmente imposible que inclusive un nancia y disonancia). Cualquíer perturbación en el flujo predecible de estos
miembro desinformado de esa sociedad confunda su significado. Aui:i cuando ritmos se pu�de experimentar como afecto. La tensión en la música puede ser
estos semes aparecen en la música abstracta (una sinfonía o una sonata) pode­ el resultado de la disonancia, la inestabilidad (ambos implican la necesidad de
mos responder del modo apropiado, por nuestra familiaridad con la misma for­ resolver, en consonanciá y/o estabilidad) la ambigüedad, la complejidad, la
ma de expresión en la música con texto, título específico, abiertamente pro­ desviación, la implicancia; la distensión llega con forma de consonanGia, esta­
gramático o que posee alguna otra dave extrínseca al significado implicado en bilidad, certeza o · referencia, simplicidád o reconocimiento de la estructura,
la música. regreso a la normativa, cumplimiento de la expectativa. Como ejemplos de
Unas pocas reflexiones adicionales: la cantidad de semes es limitada, tensión en la música, sugiero la pausa dramática cerca del fin de Don Juan
restringida a ciertas cualidades más elementales de la expresión humana." Sus de Richard Strauss, la construcción de la disonancia justo antes de la coda si­
características musicales distintivas son más fáciles de equiparar con las res­ lenciosa de la Sinfonía de los salmos de Stravinsky, las ambigüedades. annóni­
puestas físicas reales (tensión, pulso, presión sanguínea, fatiga, respiración, cas en la instroducción lenta del cuarteto Disonante de Mozart, K. 465, el co­
excitación) que con las emociones que asociamos con estas respuestas; la con­ mienzo del último movimiento d� la Novena Sinfonía de Beethoven y el efec­
ducta física y, por lo tanto, las asociaciones que semejante conducta despier­ to a njvel de súper:ficie de la figura de suspensión en la música del Barroco.
ta,, se desencadenan ante una conducta musical análoga. Pero .parece haber po­ Crecimiento / caída. Sentimientos de aumento, ímpetu, mantenimiento
cas posibilidades de formular un conjunto de reglas musicales específicas que, de la identidad, extensión, ampliación, asimilación, y continuidad, en tanto
en cualquier condición, produzca la misma respuesta precisa. Un seme es el se, oponen a los s€.ntimi!!ntos de disminución, pérdida del ímpetu; abreviación,
discontinuidad, pérdida de centro y disolución. Se ha aplicado a menudo la
· resultado de un grupo de conductas musicales específicas más las asociaciones
metáfora del desarrollo orgánico ·en la literatura estética reciente, al ver al
arte, y en particular a la música, como un análogo del proceso vital: la evolu­
ción de un todo musical coherente a partir de la sustancia melódica semihal,
12 Eero Tarasti, Myth and Music, págs 7 1-129.
13 Para versiones musicales de los · "cuatro humores" tradicionales, véase la Sinfo­ cada etapa procediendo inevitablemente de la an�rior. Bamy Childs ha pro-

1 61
nía n° 2 de Carl Nielsen (1902) y Theme and Four Variations de Paul Hindemith (1947).

160
yectado una "curva narrativa como modelo de nuestras expectativas tradicio­ do simple previo a fa creación, reunión con lo divino o con la materia indife­
nales tanto en la vida cuanto enla música; un ascenso gradual hasta el clímax renciada, el paraíso, fin de todo dolor y tensión. En general, la noción occi­
Y. una caída más veloz: 1 4 dental de final implica ut1a expectativa de un estado más simple y no de uno
más complejo.
Ambigüedad. Valor importante en todas las artes pero propiedad espe­
cial de la música. La mayor parte de la música se escribe dentro d� un sistema,
gobernada por conjuntos de probabilidades, reglas, preferencias e implicancias
. Como excelentes ejemplos de crecimiento en música, sugiero el prelu- que generan una corriente continua de expectativa en el oyente, que constan­
dio orquestal de Tchaicovsk.y a La reina de espadas o el interludio en el Acto temente confronta las realidades de la pieza con las probabilidades del sistema
III del Wozzeck de . Alban Berg. ;Los ejemplos de caída musical o disolución como él lo entiende, interpretando como afecto a las desviaciones de la nor-
son más raros, pero efectivos; un buen ejemplo es el final del movimiento len­ ma. i s ·.
to de la Sinfonía Heroica de Beethoven. No todos los hechos musicales implican tendencias, y en aquellos que
Atleticismo. * Puede parecer extrafio insertar semejante categoría de va­ las' implican, muchas de las implicancias son claras y sin ambigüedades, pero
lor musical pero sospecho que la gente responde al sentimiento de la actividad otros hechos musicales originan tendencias ambivalentes o ambiguas; un senti-.
atletica y el logro diestro que implica, por supuesto, más qu e la habilidad de miento de posibilidades de competencia o un afecto que se resiste a la inter­
interpretar un 20 % más de notas que cualquier otro en el mismo espacio de pretación. Semejantes ambigüedades musicales son especialmente fuertes en
tiempo. Es probable que esta respuesta difiera poco de lo de un espectador en lo muy simple y lo muy complejo. En lo muy simple, la dispersión de los indi­
un evento atlético; la música y el deporte tienen mucho en común, en especial cios musicales sugiere referencias, conclusiones y resoluciones múltiples; en lo
en la organización de su dimensión temporal pero también, de manera más muy complejo, las posibilidades de competencia se rumian entre sí. Los com­
abstracta, si equiparamos la climensión musical de la altura con el uso atlético positores han hecho buen uso de la ambigüedad para muchos propósitos: es­
del espacio. Un campo de juego, una pizarra, piezas móviles, encuentros e in­ tructuralmente, para intensificar el efecto de regresar la estabilidad toneµ o
teracciones, oposiciones y resultados, pieza$ que se interpenetran, jugadas, métrica; tonalmente pára obtener modulaciones nuevas e inesperadas; como
líneas y vectores. El atleticismo en la música puede sugerir el sentido de ganar medio de comunicar un sentido de misterio; corno recurso para crear .tensión.
(contra las posibilidades, un cronómetro, un oponente, obstáculos técnicos En la música occidental la ambigüedad suele ser una propiedad de los comien-
ert apariencia insalvables), de competir (como en el género del concierto) o zos y los medios pero raras veces (hasta hace poco) de los finales. No se puede
simplemente un sentido de ejercicio o juego muscular saludable y flexiones ser más específico sobre la ambigüedad en la música sin tornarse muy técni­
rítmicas (como en el concierto para violín del Barroco). Co�o ejemplo de cos, pero se pueden citar algunos ejemplos: el comienzo del Parsifal de Wag-
atleticismo extremo en la ópera, sugiero el aria T?_ara tenor "Ecco ridente in -ner es un ejemplo insuperado de casi total amhigüedad dentro de una línea
cielo", de El barbero de Sevilla de Rossini o. cualquier aria para soprano de · melódica única, y ya hemos mencionado la ambigüedad armónica en la len­
coloratura. ta introducció:n. al cuarteto de Mozart,· K. 465 . 'En un sentido, todo nuestro
Como contraparte de este valor; podemos agregarle alto valor musical : procesamiento de una obra musical es una reinterpretación sucesiva de la am­
� sentimiento de simplicidad trascendental proyectado en obras, tales corno bigüedad percibida; a medida ·que una pieza se va �esarrollando, sus p�sib�
la Sonata para piano en Mi mayor de Beethoven, op. 1 09 (la afirmación final da.-cies disminuyen hasta que ·1a total ambigüedad de los comienzos queda
del terna en el último movimiento), y elsoliloquio de Ascenbach junto al po­ reemplazada por la total certeza de su forma completa.
zo en el acto final de Muerte en Venecia de Benjamín Britten. La música tiene
_muchas formas de sugerir esta visión de la simplicidad ideal: tonalidad clara,
,sin perturbaciones; centro en una melodía simple con acompañamiento mí­ Valores temporales
nimo; movimiento lento, periódico y regular; ausencia de ambigüedad; tex­
turas simples y timbres puros. Todo simboliza un regreso a la simplicidad pri- La temporalidad en la música ha sido uno de nuestros temas principales1 6
. mordial.
y todos los valores musicale� (aparte de los sonidos aislados y simultáneos)
Finales de este tipo se popularizaron en la música de los siglos XIX y incluyen lo temporal en alguna medida. Pero nuestra preocupación se basa
XX, con la evocación de un conjunto de asociaciones: regreso al útero, el esta- ahora en esos fenómenos musicales que tradicionalmente se h� identificado

1 � Barney Childs, "Time and Music", pág. 195 ; véase también el fam�so "Seven
Ages of Man" (las siete edades del hombre), monólogo del acto II, escena 7 de Como 1 5 Véase Meyer, Emotion and Meaning, pág. 32.
,gustéis. 16 El lector puede querer consultar la exposición sobre el tiempo en el capítulo 3 . .

1 62 1 63
con la d�ensión del tiempo: ritmo, tempo y movimiento. Cada obra musical
establece su propia escala tempo_ral (la estructura jerárquica de compases,
grupos, frases, proporciones de movimiento) a lo largo de la cual se proyectan cebir a su música en compases principales lentos, con el e·spacio intervinien­
loS' hechos de la obra (el sentido de movimiento o estancamiento' nonnativo o te lleno de texturas esquematizadas de actividad de superficie; el oyente se
desviado, etcétera). · puede centrar en lá proporción de superficie e interpretar la música como
Ritmo motor. Quizás el mayor valor temporal básico es el sentido de ac­ "rápida", lo cual, en cierto sentido, es verdad . Por lo general se acepta que se
tividad "rítmica regular y vigorosa que oúnos en obras, tales como el Bolero de interpreta a los tempi como "moderados" cuando son paralelos a la velocidad
Ravel y Carmina Burana de Carl Orff, esquemas reiterativos fuertemente del pulso, "rápidos" cuando exceden esta velocjdad en un grado significativo
acentuados que hacen que los oyentes acompañen con sus pies, tamborileen y "lentos" cuando se retrasan con respecto a ella. Los temp(suelen hallarse en
con sus d �dos o ten?an alguna clase de respuesta muscular interna para seguir un estado de fluctuación y rara vez mantienen proporción alguna con la pre­
las pulsaciones. musicales. Los compositores barrocos como Antonio Vivaldi cisión mecánica; se interpreta a la velocidad creciente como excitación y a la
corp�rizaban este impulso rítmico ;motor en sus conciertos para solo y or­ decreciente como disminución de la tensión. El tempo firme del ritmo motor
questa y desarrollaron el concepto de tempo giusto (en italiano, "tiempo co­ se percibe como c�nstante, pero . el tempo rúbato variable de un noeturno
rrecto") que se enseñó por tradición y se encontró por instinto. El ritmo mo­ de Chopin (que a veces se retrasa y otras avanza con ímpetu respecto de la
tor exige :�to repetic�ón cuanto acento recurrente, pero no hace falta que proporción básica con las desviaciones · artísticas) es también un efecto musi­
ambos comc1dan. Stravmsky, en la 2 a sección del Acto I de La consagración cal atractivo y una fuente de valor.
de la Primavera, mantiene brillantemente · el sentido del impulso rítmico vi­ Jerarqu ía. En el capítulo 3 destacamos la naturaleza jerárquica de la
g?roso, compensado por �centos rítmicos marcadamente irregulares sobre los escala temporal en la música occidental. Uno no suele ser más consciente de
tiempos débiles. Todos los valores .musicales hacen su efecto más fuerte por esta jerarquía de lo consciente que es de la jerarquía de los niveles tipográfi­
contraste, Y toda una noche de marchas militares pierde su efecto después de cos de un mapa, pero las periodicidades más largas en los niveles mayores de ..
unas pocas selecciones; el sentido de iniciar un pasaje de ritmo motor O de li­ la jerarquía musical son tan difíciles de ver como la palapra Canadá extendida
beración de semejante pasaje hipnótico es más fuerte que su continuación. sobre un mapa de Norteamérica, con sus letras separadas por nombres de pue­
Proporción. Rápido/lento, tempo. La escala temporal de una obra mu­ blos, ciudades y provincias. La Fantasy on the Dargason de Gustav Holst1 de ·
sical consiste en una cantidad de proporciones o periodicidades entrelazadas su Suite en Fa para banda militar, es una brillante demostración de los distin­
la proporción de pulsación, la de acentos, la de las unidades regulares má� tos niveles- arquitectónicos de la música; al escuchar esta obra, la atenció,1 se
cortas de actividad superficial (llamada "referente de densidad" por .los ve obligada a cambiar de la · velóz melodía del comienzo de la melodía de
e nomuSi. co· 1ogos) ,1 7 1as proporc10nes de esquemas, de frases, la proporción "Greensleeves" interpretada en un tempo más lento; cada una de las dos
en _qu � se suceden los hechos a lo largo de esta escala temporal y otras melodías si:i articula en un nivel distinto en lo jerárquico y las medidas del an-.
. terior se convierten en los'compases del posterior.
penodic1ad� s mayores. Nuestra vida diaria es, de modo similar, una jerarquía
de proporc�o�es entrel�a �as: la proporción de las manecillas del reloj, el Logogénico/melogénico. Son términos acuñados por Curt Sachs, que li­
pr?gr�a d1a �o de obligac1ones, nuestras necesidades biológicas y los ciclos teralmente significan "nacido ¡de palabra�' y "nacido de melodía". 1 8 El tiem­
fis10logicos d11:�os, las proporciones de pulso y respiración, la . proporción po musical.tiene sus propias c,a.racterísticas intrínsecas pero a veces emplea los
de hechos cotidianos que ocurren a lo largo de nuestra escala de tie,npo esquemas temporales del len�aje, como en los recitativos de ópera y en los
. ·
Y la puntúan y otras por el estilo. Tendemos a interpretar nuestra música varios estilos de canto sacro·. El tiempo del lenguaje es más . irregular, más
Y nuestras vidas corno un pasaje teleológico a través de una jerarquía de ciclos constante en tempo y más unifonne en jerarquía que el tiempo de la música,
temporales, pero ésta traiciona nuestra identidad como integrantes de la so­ que es más regular, caracterizado por una mayor variedad de tempi y una je­
ciedad occidental. rarquía más exagerada. La proporción de lenguaje se determina en parte por
El temp� no es un �uicio absoluto, sino una relación entre alguna pro­ las características del idioma (por ejemplo, el ritmo del italiano es ml,lcho más
U veloz que el del alemán o el ruso) y el significado transmitido por el lenguaje
orct
p ?n selecc10n�da arbt!rariamente en la música (por lo general la que
identificamos como cqn:,pas) y nuestra noción de lo que queremos decir con se pierde a menos que el hablante siga la norma. Hablar dos veces más rápido
términos corno rápido, moderado, lento y varios matices a lo largo de la esca­ o más lento puede hacer que el oyente pierda el significado, pero la música
la. Los juicios individuales pueden variar mucho; un compositor puede con- emplea aumentos y disminuciones -de 4 :1 y 8 :1 en el tempo. La jerarquía de
lenguaje se puede representar como sílaba-palabra-oración, pero la jerarquía,
hasta de la más simple de las piezas musicales, podría con facilidad ser doble­
mente precipitada; varios niveles de s�bdivisiones/divisione� de. tiem.Q_o�/!i�m­
1 7· Véase Mantle Hood, The Ethnomusicologist (Nueva York: McGraw-Hill,
1971) págs. 1 14-16. pos/compases/frases/agrupam�entos de · frases. Como ejemplos de ritmo logo-
18 Curt Sachs, The Rise ofMusic in the Ancient World, págs. 41-43.
164
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do y los que . se perciben en la música. Parte de la confusión surge de la impo­
. génico, �ugiero un pasaje . de recitativo secco de Don Giovanni de Mozart o los sibilidad de definir con precisión nuestros términos y nuestra suposición de
ritmos de lenguaje más naturalístas de R.iders to the Sea de VaughanWilliams;
como ejemplo de ritmo melogénico, un aria de Mozart bastará. que el movimiento se produce por todos los tipos de cambio. Nuestro ejemplo
Libre/estricto. Es el grado de control temporal (aparente). En la tradi­ de movimiento más simple es la locomoción, cambio de lugar, y la música
ción occidental se considera al sentido preciso del tiempo como nonnativo, proporciona en realidad muchos ejemplos de locomoción. Su esquema de vi­
con la libertad temporal como una desviación agradablemente expresiva, cosa bración se mueve a través del espacio, como lo he señalado, hacia el oyente,
poco sorpresiva en un arte que destaca a los músicos que tocaban en grupos y un tema puede moverse de instrumento a instrumento o de un registro más
solían acompañar a la danza.. La necesidad prácticª- se ha convertido en una agudo a otro más grave. Pero estos movimientos, aunque tienen lugar en el
fuente -de . valor artístico. Pero, a la vez, hemosUegado a valorar la aparente tiempo, son primariamente espaciales y no temporales. Otros hechos musica­
espontaneidad y libertad que inferimos en las fantasías, toccatas, preludios, les que nos conmueven como móviles se pueden describir como un cambio .de
cadencias,_ recjtativos, etcétera. A veces parecería que las piezas se improvisa­ estado o de cualidad pero es cuestionable que el tiempo, en tales casos; sea
ran en el lugar, y podemos considerarlas más c�mo procesos que como obje- . algo más qúe el campo en el que se dan tales cambios.
tos. En una escala menor, los compositores han insertado, con frecUencia, se­ Creo que por lo general queremos decir cuando hablamos de movimien­
mejantes momentos de libertad relativa entre secdones más estrictas de una to musical de una ·suerte de movimiento vehicular, similar aJ del progreso de
pieza, como interludios o transiciones. Y aun dentro de una sección. relativa­ un ferrocarril a lo largo de las v ías; el movimiento puede ser intermitente o te­
mente estricta hay muchas oportunidades para la libertad: sutiles modifica­ i:ier una proporción variable o constante, pero percibimos una identidad musi­
ciones del tempo (algunas prescritas, otras no), fermate (del italiano, "soste­ cal continua que pasa por nuestro campo auditivo. Si aceptamos la paradoja
nidas") y otras desviaciones menores del ritmo firme de tiempos y acentos. de que el vehículo está, él mismo, en un proceso de cambio virtualmente
De hecho, . es característica de muchos ejecutantes sin experiencia su tenden­ constante, la analogía se hace más apropiada . 20 Para. complicar la cuestión, la ·
cia · a tocar con una regularidád mecánica perturbadora . . escala temporal de la obra . entera (aunque sólo una porción de ella se revela
Pero alguna música es realmente libre, sólo éon un mínimo control del a nuestra audición en cualquier momento) se establece y modifica por medio
flujo temporal, en especial en algunas regiones de Asia y en el repertorio so­ de los estados sucesivos del vehículo. Estas reflexiones apenas sugieren la
lista. En otras ocasiones, el sentido de libertad es ilusorio; el ambiguo comien­ complejidad del problema filosófico implícito al tratar de definir el movi­
zo del Parsifal de Wagner está bajo un control temporal completo pero el miento en la música, pero por lo menos pueden servir para introducir la idea
compositor procuró intencionalmente evitar cualquier implicancia de organi­ de que se puede interpretar al "flujo" de música como movimiento o estan-
zación métrica estricta. El pasaje del tiempo musical libre al estricto ha evo­ camiento.
lucionado en un importante arquetipo formal en el mundo de la música, en la Consideramos al movimiento como normativo para la música; las sucesio­
fonna de pieza lenta, organizada libremente y seguida por una pieza más rá­ nes lógicas de tonos, acordes y frases que generan y resuelven las tendencias,
pida, orgaI}.izada de manera más estricta, como en el recitativo y el aria de las sugieren y completan implicancias, impulsan identidades musicales (temas,
operas del siglo XVIII, el preludio y la fuga para teclado del Barroco, la intro­ motivos, gestos) a varias proporciones y las dirigen hacia un objetivo futuro.
ducción lenta y el primer movimiento con forma de sonata de la sinfonía clá­ Podemos volver atrás los temas, invertir el orden de hileras dodecafónicas, re­
sica o el alap y tanam de la India: 19 En semejantes piezas, sentimos primero trogradar los esquemas rítmicos e invertir el orden de hechos musicales y sec­
una música de devenir, luego una de ser. ciones forma\es pero no tenemos modelos sobre los cuales basar el sentido
Movimientoíestancamiento. Damos por sentado que fa música tiene mo­ de un flujo del tiempo hacia atrás. Quizá podamos interpretar una serie de he­
vimiento, ya que, por. supuesto, lo tiene. Los cuerpos sonoros vibran, las on­ chos cortos y repetitivos como un pasaje continuo a través del mismo período
das sonoras se mueven hacia el oyente, cuyos aparatos auditivos y sistema ner­ · de tiempo (con el tiempo puesto, por así decirlo, lado a lado) pero creo que
vioso central se mueven en respuesta, pero la ilusión de movimiento en la mú­ es más probable que interpretemos cualquier partida semejante de la teleología
sica es algo distinto. El movimiento que identificamos en la música no es un tradicional de la músicá· como algo estático: un continuo presente, el mítico
concepto simple, aunque así pueda parecerlo al princ;ipio; incluye las ideas de "eterno retorno",2 1 la atemporalidad,2 2 la rendición del yo en estados de
continuidad, la proporción de recurrencia regular, la identidad de un tema, la
proporción aparente de pasaje a través del tiempo, la dirección hacia un obje­ 20 David Epstein desarrolla esta excelente analogía en su estudio " On Musical
tivo futuro, J?,Uestra propia mad:uración temporal �n el trartscurso · de una obra Continuity" págs. 181-82.
musical y la diferencia de proporción entre nuestros propios cambios de esta- 21 Me refiero aquí al concepto de Mircea Eliade del tiempo primordial (in illo
tempore) como lo expone en The Myth of the Eternal Retum, traducido al inglés por
19 Para una exposición más completa del arquetipo libre/estricto, véase Lewis . Willard22R. Trask, Bollingen Series 46 (Princeton: Princeton University Press, 1 954).
"T"tempo verttc
• al" como 1 o descnbe
· Jona.than D. Kramer, "New Temporali-
Rowell. "The Creation of Audible Time''; págs. 204-9. ties in Music", págs. 549-52.

166 167
concie?�ia ext�ndidos u otros modelos de tiempo suspendidos. Los ejemplos o muchos ; puede sugerir líneas musicales múltiples y no relacionadas o puede
_ fundirse (en nuestra percepción) en una g(}stalt única y compleja. Establecer:
de mus1ca estatica comenzaron a aparecer en el siglo XIX y se han hecho más
frec�ente� des �e 19 50.Su �enomf?ador común es la continuidad sin objetivo, la escala temporal en cualquier posición es fijar una norma. Uno puede des­
ve? 1culo identificable � �rt�culac1on de estructura. Es claro que la música qúe viarse de la proporción básica (tempo), de la orientación temporal general (en
evita la estructura tematica y/o las propiedades implicativas de tonalidad es una cadencia, un recitativo o en otro pasaje de tiempo más libre) o de la esca­
más :á�� de per�ib�r como estática; �a música tonal y temática es móvil por la de acentos (como en la síncopa).Es obvio que existe una oportunidad de
_ desviación de ese tipo (de hecho, es una necesidad) a medida que una compo­
defin1c!on.Los s1gmentes tipos de musica implican tal tipo de atemporalidad ;
_ sición pasa por sus sucesivas etapas: de la concepción del compositor, a tra­
1� mus1ca con repetición extensiva, la música hipnótica y la que emplea con­
. vés de su forma anotada y la ejecución del intérprete, hasta la percepción del
tm�as ondas de somdo, las piezas de sonido masivo, la música que no es jerár­
qu1c �, la que s� ordena de manera azarosa, las piezas minimalistas, la música oyente. A pesar de las súplicas de algu nos compositores por la interpretación
ambigua en extremo, los clímax exten·didos y la música del fluir de la con­ fiel de su música, es inevitable que ocurran ciertas desviaciones.
�iencia con un amplio uso de la cita y la alusión a otras obras. Otra parado­
23

ja es que la excesiva movilidad en la música puede hacer que nos desoriente­


mos Y percibamos a esta música como si fuera estática.En lo profundo, com­ Val ores estructurales
prendemos que la esencia de la música es la vibración y que la vibración de los
t�nos Y hechos musicales sostenidos es análoga a la energía palpitante de una La palabra estructura es tal vez una de las que más uso abusivo se ha
. hecho en nuestro idioma. Al referimos a la estructura de la música, solemos
celula viva ; el movimiento no dirigido se interpreta como oscilación celular
agrupar al descuido varios significados para los que los griegos habían desarro­
s ?�ora, vi?r�nte, a menudo placentera, pero que no es (en nuestra interpreta­
. llado términos especializados, por ejemplo schema (forma o diseño externo),
c1on) movumento en el sentido tradicional de la música.
Conflicto y desviación. Disfrutamos de cierta cantidad de interferencia taxis (esquema y orden interno), morphe (forma como opuesta al contenido;
placentera a los esquemas temporales normativos de nuestra música.La músi­ _el término más general para referirse a la forma) y eidos (principio causal,
ca que sigue servilmente el curso normal y observa los acentos predecibfes po­ forma esencial). 2 4 Nuestros comentarios previos no han evitado la mención
cas veces resulta interesante durante mucho tiempo, a menos que el interés de algunos aspectos de la estructura, en especial en lo que respecta a proble­
surja como resultado de otras dimensiones de la música; timbres atractivos, mas como el de la orientación estructural, el centro/interjuego, las proporcio­
una melodía apremiante u otras cosas por el estilo. El fenómeno al que llama­ nes temporales y la jerarquía. Todo ello es muy importante en cualquier con­
mos síncopa (un desplazamiento de los acentos normativos) no es sino un sideración de la estructura de la música. El orden en el que hemos tratado los
ej�mglo. El establecimiento de la es?ala temporal en una obra musical exige la valores de la música y la taxonomía se ha preparado en una progresión que
f1Jac10n de puntos acentuales predecibles y periódicos, similares a las marcas va ,desde los fenómenos· que hacen impacto inmediato por medio de la sensa­
de los centímetros en una regla y las marcas más pequeñas que indican los mi­ cidn diáfana hasta aquellos que requieren reflexión e interpretación.A medi­
límetros. Toda música que tenga algún interés rítmico se desvía de esta esca­ da que progresábamos en los valores más sensuales a los más estructurales el
fa �n· -alguna medida.Una desviación menor puede escapar a nuestra atención énfasis se iba desplazando de lo subjetivo a lo verificable; se pueden debatir la
pero las desviaciones mayores se perciben como afecto. La gama de conflicto belleza, la significación y el significado de la estructura, pero no se puede dis­
musical abarca desde la simple interacción de dos esquemas de fondo simultá­ cutir su existencia.
neos (por ejemplo, dos contra tres) hasta la interacción compleja de dos o más Principio causal. Es la idea que hace que una pieza sea como es, la visión
te�as en un pasaje de desarrollo sinfónico. La música puede inclusive corpori­ del compositor. de la totalidad.2 5 Hay muchas obras musicales, cuya estruc­
zar el conflicto entre lo racional y lo irracional; los ritmos irracionales de un tura es tan simple que consisten en un único pensamiento unita.rio, un blo- ·
tamborilero africano superpuesto libremente sobre el fondo rítmico más com­ que coherente de música. Pero en obras más complicadas es sorprendente
plejo pero racional del ensamble. ver qué pocos principios estructurales se han desarrollado que sean diferentes
El tiempo musical ha sido, por tradición, un tiempo sincronizado, co­ en esencia. Hay, más obviamente, innumerables variaciones sobre estos prin­
mún, pero algunos compositores recientes (Lutoslawski, Carter) han comenza­ cipios básicos. Sugiero cinco principios específicos que invaden el repertorio
do a explorar las posibilidades de la música no sincronizada y las líneas musical, descritos aquí en términos deliberadamente explícitos:
temporales múltiples dentro de la misma composición. En consecuencia, el
conflicto musical puede ser localizado o penetrante, incluir dos componentes
24 Para mayor apoyo sobre estas distinciones, véase Lewis Rowell, " Aristoxenus
ºf: Rhythm'' � págs. 68-69:
2 5 Me gusta especialmente el tratamiento que Paul Weiss hace de este problema
23 Véase capítulo 1 1. ("el prospecto") en The World ofArt.

1 68 169
estrófico, una cantidad no especificada de repeticiones exactas de un posición, superar la inercia del silencio del marco, darle centro ·tonal y
módulo musical, principio derivado de los versos y estancias de 1� poe­ fijar el campo tonal, prever el objetivo, el nivel de energía y el peso acen­
sía formal y obviamente apropiado para las canciones; tual de la composición y otros temas semejantes. Se puéden distinguir
variación, una acumulación de revisiones sucesivas (por lo general, ela­ cuatro estrategias comunes: emergencia, una suerte de creación musical
boraciones) de un módulo musical, como en un tema con variaciones; ex nihilo (la Novena Sinfonía de Beethoven, 1); arrastre, llevar al oyen­
girder (en inglés, "viga maestra"), un;i obra 'musical organizada en tor­
te a la creación de tiempo musical sin ceremonia alguna (el Concierto
no de (a veces por encima de) una línea musical única que da apoyó a la para violín de Mendelssohn, 1); afirmación, comenzar la composición
estructura de la misma forma en que una viga de acero encajonada so­ con un gesto dramático "''mayor que la vida" (el Don Juan de Sfrauss);
porta un . pilar de concreto; un nombre más técnico para este principio y duración, comenzar con una duración musical extendida e inarticula­
es cantus firmus (canto llano), técnica empleada en los motetes medie­ . da (la Obertura Egmon t de Beethoven). Las introducciones y los prefa-
vales y en los preludios corales barrocos. cios 'musicales de varios tipos son bastante comunes en la música de este
período y suelen ser más lentos y de organización menos estricta que la
mosaic?, una obra unida por l� yuxtaposición de módulos musicales ·
sección que sigue.2 6
contrastantes, cúmo en el rondó y las formas menores; sus dos valores
primarios son el contráste y la repetición. • Finales, formas convencionales de lograr un cierre musical con un senti­
orgánico, una obra musical que se desarrolla a partir de alguna sustan­ do apropiado de finalidad, unidades terminales esquematizadas que
cia seminal en la forrI?- a de un organismo viviente, presentando propieda­ resumen, refuerzan o dispersan las energías y tendencias tonales y
des como crecimiento, desarrollo, ambigüedad, tensión, complejidad rítmicas acumuladas en el curso de la obra. Las estrategias típicas de
creciente, clímax y quizá también caída. Esta categorfa incluye tipos es­ final incluyen la repetición hiperbólica por medio de cuerdas percutidas
tmcturales mayores, tales comó la fuga y la forma sonata. e . intensidad rítmica (5 ª Sinfonía de Beethoven, 4); apoteosis, una coda
extendida y continua (Sinfonía de los salmos _de Stravinsky); duración
· Varios .de estos principios forman híbridos de éxito, como la variación y (obertura de Sueño de una noche .de verano d� Mendelssohn);
· el girder en formas, tales como el ground, la passacaglia y la chacona; el disolución en un caos (Sinfonía Heroica de Beethoven, 2) y regreso al
mosaico y el orgánico en el tipo de rondó preferido de Beethoven, como en comienzo (Peter Gn'mes de Britten). Los finales, como los comienzos,
los últimos movimientos de" su 3er. co_ncierto para piano y su concierto para tienden a ser retóricos; la mayor párte de las piezas terminan, pero
violín. Las breves descripciones presentadas antes han evitado, de modo deli­ pocas veces ese final es real. La reinstalación tonal es, por lo general,
berado, las cuestiones de tonalidad y estructura tonal pero es más que obvio una propiedad de los finales de la música tonal, con muy pocas excep­
que a estas formas se les puede dar u·na dimensión adicional que depende del cione�. No es extraño que se le den múltiples finales a una pieza. ·
grado de coherencia y/o de contraste tonal. Las formas estróficas tienden • Afirmaciones, presentaciones temáticas, que incluyen también la trans­
a evitar el contraste tonal, las formas de variación y girder lo minimizan en posición de un tema afirmado a otra clave, registro o instrumento.
tanto que las formas de mosaico y orgánicas suelen emplear cadenas tonales • Transiciones y varios tipos de conjunciones musicales entre temas, sec­
(de claves relacionadas y distantes) y c�mtrastes como parte principal de su ciones o cualquier otra unidad estructural. Hay dos tipos importantes:
estrategia formal. transiciones graduales, puntuales de refuerzo, que imponen un sentido
Funciones estrnctu.rales, los papeles distintivos de los varios componen­ de conexión entre un módulo y otro; e interludios/episodios, que sirven
tes formales de la música, cada uno caracterizado por un propósito forinal es-" para separar más que para unir. Las transiciones sueien ser bastante ines-
pecífico y tácticas o conductas tonales/temáticas distintivas. Las funciones es­ . tables en su tonalidad pero los interludios pueden ser estables. Ambos
tructurales identificadas aquí s� toman del repertorio musical que se extiende tipos pueden usar material de la . sección previa o de la siguiente ó pue­
entre los años l700 y 1950; determinadas funciones estructurales, bien distin­ den estar hechos con u n material totalmente distinto. Cuanto mayor y
tas, parecén estar surgiendo en la música compuesta en los últimos treinta más orgánica sea la estructura; más probable será que emplee secciones
años, pero es demasiado pronto.para aislarlas con seguridad. Se puede descri­ de transición extensas.
bir a la función de. cualquier componente de la estructura musical se�n su • Acercamientos, pasajes inestables que crean tensión y dirigen la aten­
propósito (comienzo, afirmación, transición) y su conducta, tanto en lo ción hacia el �omienzo de una sección siguiente, dejando implícita la
tonal (estable, inestable) cuanto en lo temático (presentación, fragmentación,
recombinación):
• Comienzos, varias formas convencionales de comenzar una pieza; con 2 6 Los comienzos musicales se discuten más extensamente en Rowell, "The
los siguientes objetivos tácticos: establecer la escala temporal de la com- Creation of Audible Time".

1 70 1 71
ya a todo lo l argo de todas las partes. Sin embarg�, hay ejemplos de música
llegada inminente a un punto estructural importaJ}te . .Los acercamientos realmente atemática que confía en esquemas de superficie repetitivos para
pueden presentar un largo acorde de preparación para la clave por venir provocar la ilusión de estancamiento musical y presenta al fondo como suje­
o traer annonía en tomo del punto de llegada apropiado, por medio de to (como en muchas de las piezas para piano de Erik Satie).
algún proceso continuo, tal como una secuencia armónica. Las caracte­ Melodía . Deliberadamente he evitado este tópico tan controvertido has­
rísticas de un acercamiento incluyen la continuidad de proceso, ten­ ta ahora, prefiriendo no amesganne a especificar las características de lo que
sión, preparación, implicancia y dirección a un objetivo. muchos oyentes creen que es la prueba final de una composición;:si contiene
o no un h_!:!o _de continuidad. temática que (según sus preferencias) · valga la
• Prolongaciones, pasajes cuyo propósito principal es continuar el estilo pena no soltar. Los libros que aconsejan cómo escuchar música insisten en
que el oyente inexperimentado se aferre al hilo melódico principal, el cual
Y el sentido de la sección musical previa, ya sea extendiendo el dominio
. de la nota tónica o de la clave (a menudo por medio de un punto pedal) puede no ser un mal consejo a menos que el oyente pueda inferir de ello que
o pr�longando .l� misma tex�ra musical, sustancia temática y actividad la prominencia y carácter de una melodía son el criterio primario para juzgar
_ una pie?a. Para muchos oyentes, la melodía se iguala simplemente con los va­
ntm1ca. No es una repetición -ni una variación sino una excrecencia de
lo que lo precedió. Las prolongaciones son, con frecuencia menos lores de canción o tonada y: así se la debe juzgar. Pero los estilos melódicos
temá!icas que las secciones cuyo efecto prolongan; aunque �elen ser cambian con casi tanta frecuencia como las longitudes de las faldas femeninas
semeJantes en sus faunas de acercamiento, miran más hacia atrás que e inclusive en el siglo XIX podemos detectar una variedad de estilos melódicos
ha�ia adelante. distintos. Una línea melódica ornada, chopiniana; un cuasi-recitativo con es­
quemas r ítmicos de ámbito estrecho y semejantes al lenguaje; un tipo de me­
• . Desa"ollos, pasajes que fragmentan y analizan material expuesto ante�, lodía más instrumental con un rango i:nás amplio, saltos, escalas y figuras ins­
trumentales .idiomáticas, y un tipo de línea que oscila en torno de alturas úni­
presentando inestabilidad tonal, presentaciones temáticas en claves nue-
vas, conflicto e interacción, contrastes dramáticos y ambi$Üedad. cas y se distingue por su contexto y fondo armónico más que por su melodio-
sidad.
• Combinaciones, pasajes que sintetizan y combinan material antes ex-
. puesto, - de forma suc�siva (impulsando motivos cortos en una línea me-
Los valores principales de la melodía probablemente incluyan a los si­
guientes: exposición, el surgimiento de una líq.ea musical; fonna, las curvas y
.
lódica continua) o simultánea (como en la repetición de la obertura de · contornos distintivos, el rango y la naturaleza de los incrementos melódicos
. Wagner a Los maestros �_an tores de Nüremberg) . (pasos, saltos); periodicidad, · cómo se articula wna melodía por páusas de·
aliento regulares o irregulares, cesuras, cadencias, frases, esquemas de rima, co­
• Repeticiones, el regreso de material previo, en especial cerca del fin de
mo el proceso por el que se de�envuelve en el ,tiempo (la afirmación y el de­
sarrollo de fragmentos motivadores, líneas largas continuas y cosas por el esti­
una . obra y en la tonalidad original (en la recapitulación de virtual­
mente cualquier ler. movimiento sinfónico de Haydn, Mozart o Bee­ lo); tonalidad, el aspecto referencial de la melodía, su centro interno sobre
tJ:ioven). El sentido de reconocimiento que se produce por una repeti­ una altura y una escala central; e implicancia, la creación de tendencias y la de­
. silusión o cumplimiento de las expectativas del oyente.
c1on es uno de los valores estructurales más poderosos de la música.
Nadie puede decir qué hace que una melodía sea "buena", aunque· las
.melodías por demás co�plejas como las excesivamente simplistas pueden con­
Tema. Mucha música se organiza en estratos claros de figura y fondo, y movemos como ser insatisfactorias. Nuestras preferencias melódicas, como
acompañamiento o fondo musical más suave. La música temática se puede las rítmicas, se fonnan en fa temprana infancia y (más que cualquier otro
equiparar a la pintura o a la escultura representativas; se pueden exponer los valor_ musical) son productos del condicionamiento cultural. Es difícil es­
quiparar a la pintura o a la escultura representativas; se pueden exponer los capar a las ·experiencias tempranas que nos enseñan que la mel_odía "debería
temas, reexponerlos, trasponedos, variarlos, desarrollarlos, combinados y por ser" más lírica, como una canción, claramente tonal, no ambigua, periódica y
fin reafirmarlos; la ambigüedad progresiva, la pérdida de identidad y la recu­ con contornos graciosos. Las melodías más m elladas, atonales, �biguas, no
peración de la identidad y/o del contexto son valores melódicos importantes implicativas, motivicas e instrumentalmente concebidas de Schoenberg, Hin­
que suceden en la mayor parte de las obras del período en estudio. Se suele demith, Stravinsky y Webern recompensan (en muchos casos) los esfuerzos de
emplear a la música atemática ·en las introducciones, episodios, conclusiones los estudiantes experimentados de música contemporánea pero enfrentan un
o en otras secciones que enfaticen la continuidad rítmica, la inestabilidad o gran obstáculo al tratar de ganar los corazones de los muchos cuyos valores
la. textura ligera y diáfana. Lo que se suele tomar como música atemática es musicales se han desarrollado mediante la exposición a modelos melódicos
en verdad música en la que los elementos temáticos están oscurecidos por más simples y tradicionales.
confusión de textura, falta de presentación clara en una línea musical promi­
nente o en texturas cóntrapuntísticas donde la activida d temática se distribu-
173
172
Variación , la elaboración y/o revisión (y e n ocasiones la simplifica�i �n) • Identidad preservada en medio del cambio, en que ciertas característi�
de sustancia musical previa, uno de los procesos más penetrantes en la �u sica cas d el tema (m elodía, bajo, progresión armónica, estructura de frase)
d e todos los ti empos y lugares, actuando sobr e uno de los valores mus�cales se r etienen en las sucesivas variaciones, produciendo así unidad en la va­
más elem entales: el sentido de identidad. " Identidad prese rvada en m e dio del ri e dad.
cambio" e s quiía la de finición más amplia de variación; contras�e sign!fica pé �- •. Decoración, la elaboración del tema en formas coherentes · con el esti-
dida de la identidad o establecimie nto de otra identidad . Es un posible d ecir
4

lo y las preferencias prevaleci entes.


e n qué punto la re petición se convierte e n variación (cuá�do _la �
anti �ad de
• Jngenuidád, e n que la habilidad del compositor al crear nuevas variacio­
cambio in scapable requi re interpr tación coI? o camb �o significat ivo) o .
e e e
te la nes está constantem ente en exhibición y s e convierte en uno de los ob­
cuando la variación se convierte en contraste (cuando s pierd finalmen
jetivos principales de la pieza.
e e

identidad frágil e n medio de las compleji dad s d l ·cambio). M av nturo a su­



e e
Amplificación, e n la que características d el tema están sujetas a una
e e
ad d la variación en la música d l mu do se � e be a su
gerir que la popularid e e � ampliación progresiva.
simbolismo psíqu ico ; la preservación, el desarrollo y la re mstalacm n de la .
• Profusión, gusto por la abundancia de tratamiento nuevos e interesan­
ide ntidad del yo durante el paso por la vida . La variación s e co�promete, c_on
un valor musical asociado el interjuego de estructura y decoraoz on. La �
us1ca tes e n cada variación del tema. Algunas piezas se admiran P.ºr su econo­
es d e por sí u n arte decorativo �un que la cantidad y la clas e de decorac1o
n va- mía de medios y justeza de organización, pero no variaciones.
rfa con el estilo y el período. , , • Acumulación, en la que las variaciones son una estructura paratáctica
Tonalidad, la propi edad re ferente de la música q ue establece Y actúa so- (no sintáctica), y hacen su efecto por u n proceso aditivo.27
bre ia fidelidad de aituras a un tono de referencia (la "tónica"), una escala Y a Integridad, la's obras músicales de mayor éxito nos convencen de que
veces toda una red de relaciones de altura.No m e refiero sólo a u n pu nto re­ hari obtenido u na cierta gestalt y ·están en verdad comple tas. En las va­
fer ente fijo, sino al proce so que determina las p�opi edad:s � �licativ_as de to­ riaciones no hay límite para las posibilidades que se puedan inventar,
dos los tonos musical es.La tonalidad e n la mus1ca es _mas facil de o �r que de pe·ro el compositor usualmente s e las arregla para hallar cierres convin­
describir; su efecto auditivo está programado en toda :experiencia humana de cente s, ya sea agotando a su auditorio o por una suerte de procedi­
la música. mie nto de suma que s eñala el cierre inminente .
• Jerarquía limitada, s e pue de subdiviq.ir al tema mis_mo y cada u na de.sus
Grup os de �alores variacioµes e n los niveles jerárquicos usuales (secciones, frases, compa­
ses, tiempos, divisiones y subdivisiones de tiempos) pero pocas v eces
· Nuestra enum eración de los valores musicales precedentes puede sugerir hay nivel más alto que la totalidad ·de la obra. La estructura de un tema
que son fenómenos separados que se perciben y ju zgan de a uno por vez p ero, con variaciones es modular; y aun si los módulos (variaciones) no tie nen
por supuesto, no es éste el caso. A veces podemos conocer un proceso o u n �­ la misma longitud, s e los p ercibe, e n cierto sentido, como iguales en que
fecto musical simpl es que eclipsan todos los otros aspe���s de una obra musi­ su proporción de longitud a los puntos sobresalientes del tema es cons­
cal pero con más frecuencia el impacto d e una compos1c1on es el resultado de tante: mitad de camino en el tema es mitad de camino en el tema, ya
un interjuego de muchas cualidades musicales (a v eces cada una refu_erza a l_a s e lo logre en die z se gundos o e n cuatro minutos. Raras veces hay e s­
otra a veces s e contradic en). Las obras d e éxito en los muchos Y vanados ge­ tructuras profundas en las obras de tema con variaciones; la atención se
ner�s y formas presentan sus propios-rconjuntos de valores distintivos, qu e in- centra en el detalle de superficie.
tentO aislar en laS próximas pagmaS� Llamo - TaClIIlU:S UC V é11Ulti.> 11 1.,uauv """
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• Temporalidad, el tiempo de un tema con variaciones a secuenciaí, cons­
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los diseños musicales mayores; tema con variaciones , fuga, forma-sona tante (por las razones antes ·expuestas), cíclico (ya que cada variación
conci e rto. Algunos d e estos valore s pu e d e n t e ner una aplicación mucho más vuelve a empezar), modular, direccional aunque no especialmente te­
amplia (quizás hasta universal), pero m e gustaría aclarar que en este contexto · 1eológico, ya que no hay objetivo particular a la vista ni punto esp ecial,
se trata de valores del período estilístico d entro del que estas forma� s e d esa­ alguno por el que se esp er e lle�ar a un obje tivo.
rrollaron y el resultado d e cierta cantidad d e decisiones y preferencias perso­ • Estancamiento tonal, las variaciones su elen no dep ender dé las claves
nales de los compositores que escribie ron en estas formas y por eso crearon contrastantes y de· las r elaciones de claves para su estructura general; la
mod elos para los compositores posteriores.
Tema con variaciones (como en las Variaciones Diabelli de B eethove n o
e n sus Variaciones para piano, op. 35), uno de los planes formal es más popu­ 2 7 Aunque, por. supuesto, se pueden superponer varios diseños sintácticos sobre ·
lares de la historia de la música desde el R enacimiento, que destaca estos va- un conjunto de variaciones, como en el 4º movimiento de la Sinfonía no 4 de Brahms,
lores: que incluye un conjunto de variaciones repetidas.

174 175
. v�riedad annónica y la textura! se consideran más importantes que la .
variedad tonal. · Argumento, un ciclo dramático de estable cimiento (exposición), con­
• . Fuga (como en cualquiera de las fugas de J. S.Bach) en los dos libros de flicto (desarrollo) y restauración (reexposición) anáiogo a uno de los
principios estructurales penetrantes en el drama occidental.
El clave bien atemperado, un género contrapuntístico para teclado que
surgió a fines del Renacimiento y se desarrolló como una de las formas Estructura (sintática) paralela, entre la exposición y la reexposición,
�ás características del Barroco: desviándose por medio de varias extensiQJJ._e s, inserciones, abreviacio­
• Hconom ía, sacar mucho de poco.Las fugas son composiciones ajustadas nes y distintas tácticas tonales.
en extremo y se suele desarrollar toda la composición a partir de la es­ Diferenciación de funciones estructuro/es, comienz� y finales múlti­
tructura distintiva interválico/rítmico del sujeto. ples exposiciones difere.nciadas de las transiciones, d�sarrollos, llega­
Inteligf!ncia, evidente u oculta. E�crib; una fuga exige destreza en el das, retrasos y acercamientos.
contrapunto y habilidad para mántener el progreso inexorable de la Procesamiento del material musical, en especial en la sección de desarro:
obra. Se suelen explotar los recursos aprendidos como el aumento, la llo, en la fragmentación y combina�ión de varias formas ingeniosas.
disminución y la inversión. Predecibilidad, la estructura de la forma-sonata sugiere muchas posibi­
• Confusión, un sentimiento agradable de inmersión en un proceso que
avanza en medio del tejido complejo de la textura musical.
lidades para es. timular y' engañar a la expectativa, confrontando al
presente inclusive con el recuerdo del modelo pasado.
• Identidad preseniada en medio del cambio, pero en un sentido distinto Estabilidad e inestabilidad, un ritmo que recorre toda la obra pero en
especial en el gran esquema de exposición (estabilidad/inestabilidad
que en el tema con variaciones; la identidad en una fuga es una línea
· musical única (el sujeto) rodeada por un contexto en cambio constante. contrastadas), desan:ollo (mucha inestabilidad) y reexposición (estabili­
. La identidad del sujeto s� afirma de _manera intermitente, y desaparece dad recuperada).
por cortos períodos y luego reaparece. Promedios de movimiento variable, correlacionados con niveles de ten­
• Imitación entre las varias partes, obligándonos a escuchar de una forma sión irregularés y áreas alternantes de actividad alta y baja.
oblicua o diagonal, haciendo una conexión mental entre el mismo he­ Conexión, entre hechos .musicales intermitentes o muy separados.Más
cho musical expuesto de manera sucesiva y superponiéndose en las dife­ que cualquiera de los otros planes formales tradicionales, la fonna-so- :
rentes partes. nata suele causar efecto por medio de la memoria a largo plazo, la anti­
• Continuidad, un sentido de movimiento inevitable y perpetuo a un pro­ cipación a largo plazo y los procesos sintácticos complejos.Los hechos
consecutivos suelen ser discontinuos pero se justifican por estructuras
medio de velocidad regular. La temporalidad de una fuga es, podo ge­
neral, inclusive severa, del principio al fin, aunque hay momentos de y procesos jerárquicos de alto nivel.
menor actividad y textura más ligera, que proporcionan descanso.El
movimiento que percibimos en una fuga es el resultado de la actividad Concierto (q:,mo en un conciertoi para órgano de Handel o cualquiera
rítmica constante �tribuida entre las varias partes y el ritmo de nivel de los conciertos para piano de Mozárt ), género de varios movimientos
de superficie de disonancia/consonancia que ayuda a que la obra avance. que se desarrolló durante el Barroco y desde entonces ha mantenido su
• Interjuego tonal, en tres etapas sucesivas: exposición en la tonalidad pop�laridad:
principal, movimiento hacia y entre tonalidades relacionadas y, por fin, • Solo, presenta un solista <;> un grupo de solistas y proyecta la personali·
reafirmación de la tonalidap principal.A todo lo largo de la fuga se pue­ dad musical del ejecutante.
de oír otro tipo de interjuego tonal; la alternancia de pasajes de tonali­ • Interjuego, entre solo y grupo: oposición, alternancia, combinación,
dad estable e inestable.
• Combinación, la solución de un rompecabezas musical aparente, unien­ •
melodía proyectada contra un fondo, etcétera.
A tleticismo, presentación de técnica virtuosa, en especial en las caden­
do varios elementos temáticos en nuevas combinaciones, lo cual se da
cias brillantes para solistas.
con _ mayor frecuencia a medida que la pieza se va acercando a su fin.
• Figuración, uso prominente de esquemas idiomáticos para el instrumen­
to (o instrumentos) solista (o solistas), produciendo el sentido de lo
Forma sonata (como en el primer movimiento de la sinfonía en Sol me­
adecuado entre medio y material.
nor K. 550, de Mozart, o el de la 4a. Sinfonía de_ Beethoven), · estructuia
compleja desarrollada durante el período clásico por compositores como • · Superposición, de los valores antes mencionados so�re los esquemas y
Haydn, Mozart y otros : valores estructurales de otras formas musicales como el rondó, la forma
�anata, �1 tema con variaciones y las formas parciales menores..
1 76
1 77
Diseño de varios movimientos, ciclos de primeros movimientos mode­ relativ�ente reducido de contraste tonal y dinámico tienda a amplificar los
radamente rápidos y atléticos, segundos movimientos lentos y líricos, contrastes que .puedan haber presentes, y muchas miniaturas líricas de la can­
finales rápidos y brillantes. ción romántica tienen. poca · intensidad. Se pueden racionalizar todas estas
"deficiencias", pero prefiero creer que una obra musical puede tener éxito ·
aun violando cualquier valor estético, compensándolo con la diáfana·excelen­
Valores penetrantes cia de sus ideas, su contenido, su estilo, su retórica o sú estructúra. Pero seme­
jante exigencia no disminuye de ningún modo la importancia de estos valores
Hay valores mayores que incluyen muchas de las cualidades individuales básicos como normas críticas según las cuales se conformarán la mayor parte
que hemos identificado en las páginas precedentes. Estoy pensando en las tres de las obras de excelencia. No se pueden prescribir cantidades ideales de uni­
normas generales señaladas por Monroe Beardsley como "cánones generales" dad, complejidad e intensidad para una composición musical particular,· pero
de crítica: los cánones de unidad, intensidad y complejidad.2 8 La mayor par­ se puede y debe citar a la unidad, complejidad . e intensidad que la obra pre­
te de los valores de la música (si no todos) apuntá, en definitiva, a uno de es­ senta como causas objetivas de su valor.
tos tres objetlvos, sirviendo así para intensificar, variar o unificar la obra mu­
sical y la experiencia del oyente de ella. Como ejemplos de unidad, tenemos a
la tonalidad, el ritmo motor, la jerarquía y los varios principios estructurales;
Evaluación
de complejidad, el intetjuego, la confusión� la ambigüedad; la desviación y el La sección final de este capítulo se refiere a la evaluación y el juicio crí­
conflicto; de intensidad, el clímax, el crecL-riiento, el atleticismo y algunos va- tico, proceso que comienza con una percepción, continúa con una afirmación
lores tímbricos. de preferencia (o su carencia) y concluye afirmando una causa para ei juicio.
Uno recuerda de inmediáto el c:onjunto similar de cánones artísticos de Nuestra.s evaluaciones verbales suelen ser incompletas, pero se pueden deducir
Santo Tomás de Aquino (expuesto en el capítulo 6): perfectio, integritas (u­ las tres etapas con facilidad. Un juicio típico podría ser el siguiente:. "Esta
nidad, coherencia, integridad), proportio , consonantia ( mediante la cual San­ música-tiene una cualidad dramática que me resulta estimulante y me gusta,
to · Tomás se refería a··ta armonía, el equilibrio obtenido entre componentes ya que disfruto del estímulo· en una obra de arte".
disímiles), claritas (resplandor, intensidad). Se suele construir la evaluación sobre supuestos excesivamente compli­
Para un autor medieval, "variedad'.' o "complejidad" significaban com­ cados, en particular cuando se intenta juzgar a una obra como totalidad, equi­
plejidad racional y proporcionada; no ambigüedad, confusión, desviación o librando todas 13$ cualidades que se perciben en ella con los criterios persona­
cualquier medida artística irracional; pero en todos los demás aspectos se pue­ les y culturales ("standards") que se tienen (a sabiendas o no) y a la vez tratan-
den igualar ambos esquemas. Este conjunto de valores no sólo parece atempo­ do de eliminar todos los juicios extempóraneos. Como dije antes, este capítu­
ral sino también universal, no limitado por convenciones de estilo, período, lo no es un manual para críticos; una investigación apropiada de los juicios
género, medio o cultura. La unidad, la complejidad y la intensidad se pueden musicales tendría que incluir un estudio mucho más intensivo del lenguaje de
obtener por varios medios y presentar en grados variables de una cultura o pe­ la crítica y los tipos de motivos dados para apoyar los juicios críticos. Estas
ríodo a otro, pero casi no se puede discutir su existencia como niveles críticos son cuestiones importantes, pero alejan demasiado nuestro tema hacia la es­
objetivos. tética "aplicada". Los críticos están de acuerdo, por lo general, en que los
Una obra de arte (de música), si ha de satisfacer, debe tener la coheren­ · juicios deben ser tan objetivos como sea posible, .deben basarse en la percep­
cia suficiente como para pasar la prueba de la unidad; la vari�dad suficiente ción real de los valores de una obra de arte y se deben hacer con la más pro­
como para satisfacer el canqn de complejidad. y el color suficiente como para funda comprensión de la propia tradición cultural (que in'cÍUye una cónside­
soportar la demanda de intensidad. Las obras que carecen de unidad ·son c�ó­ ración adecuada del peligro de aplicarlos con de¡p.asiado rigor). Meyer resume
.ticas. e incoherentes, las obras sin complejidad resultarán simplistas ·y aburri­ nuestro problema:. "El valor se refiere a una cualidad de la experiencia musi- ·
das y las que tengan un bajo nivel de intensidad se juzgarán como "grises". Es cal. No -es inherente al objeto musical en sí ni a la mente del oyente en sí. An­
fácil citar obras de éxito que parecen carecer de alguno de estos aspectos: la tes bien, el valor surge como resultado de un transacción, q_ue ocurre dentro
música de Charle� Ives impone respeto crítico, a pesar de su frecuente falta de de una tradición objetiva, entre la obra musical y un oyente".29 Hemos inten- .
unidad; la música hipnótica de Erik Satie y Morton Feldman presenta un nivel tado aislar y organizar los valores musicales de una tradición objetiva semejan­
muy bajo de complejidad y de intensidad, aunque es discutible que su rango te; el estilo musical en Europa y Américá entre 1700 y 1950. Se puede incluir
a la generalidad de estos valores en uno de los tres cánones generales de uni-

· 28 Monroe C. Beardsley, Aesthetz"cs: Problems in the Philosophy o(Criticism,


págs. 466-70. 29 Leonard B. Meyer, Music, the Arts, and Idea�, pág. 34.

1 78 1 79
yor parte de las obras musicales que de hecho han sobrevivido, pero ese solo
. dad, complejidad e intensidad, pero cada uno de ellos influye en nuestra res­ hecho es base insuficiente para obtener el favor crítico. A menudo se escu­
puesta
' a la música de una fonna muy específica. chan historias sobre la forma en que determinadas obras ganaron el favor
Quisiera coinentar brevemente algunos lugares comunes de juicio que eventual a pesar de una abrumadora recepción desfavorable en su primera eje­
se suelen invocar: cución (por ejemplo, la ópera Carmen de Bizet), pero no hay duda de que
"Presenta un equilibrio adecuado entre ... " (por ejemplo, unidaq y varie­ otras obras excelentes se han abandonado como consecuencia de circunstan-
dad, simplicidad y complejidad, fines y medios, las distintas partes, gratifica­ cias hostiles.
ción inmediata y mediata) . A la mayoría de nosotros le resultaría difícil di­ . "Tal persona lo elogió", la doctrina medieval de la au.ctoritas. Marco
sentir con un juicio fonnulado en ténninos semejantes, pero pierde, a mi en­ · Aurelio enseñaba cómo evaluar el elogio crítico: "Lo hennoso, en cualquier
tender, el motivo real detrás del juicio. A menudo se han alabado la modera­ sentido, tuvo su fuente en la belleza en sí y es completo en sí mismo; el elo­
ción y el equilibrio en la estética, pero es difícil que la moderación estimule. Es gio no fonna parte de ello. Así que no es mejor ni peor porque se lo elo­
probable que el logro de tal equili'brfo signifique más haber evitado el error gie ". 3º Se puede y se debe tomar en serio a la crítica, pero los juicios no son
que haber logrado el bien. Probablemente se quiera decir que la obra no es motivos.
demasiado caótica ni demasiado "gris", ni simplista ni demasiado compleja, "Es sobrecogedor." Muchas composiciones dan una primera impresión
pero ¿es por eso que en realidad gusta? Creo que no. A menudo se puede apo­ intensa, pero esta impresión no sobrevive en audiciones posteriores, y, a la in­
yar una afirmación semejante por motivos muy específicos. versa, muchas obras exigen reiteradas audiciones. Epíteto se refería a esto
· - - "Caéiá"únoa su modo'\ otra frase común que a veces parece una eva­ cuando decía: "No pierdas la cabeza par la fuerza de la impresión, antes di: 'Im­
sión de la _crítica responsable. Es cierto que se deben aplicar distintos denomi­ presión, espérame un poco. Déjame ver qué eres y qué representas. Déjame
nadores en distintos momentos para obras diferentes, pero afirmar que "a su mo­ probarte'". 3 1
do" es bella, verdadera o buena es aplicar mal a la filosofía la estética de la "Este scherzo tiene una intensidad demoníaca y colores que brillan con
canción popular. El occidental que pretende aprecfar la música, la danza y el magia." Tipo de afirmación que cae en lo que Beardsley llamaba la "Falacia
teatro -asiáticos en sus propios ténninos debe comprender que cosas como la del efecto emotivo subrepticio". 3 2 Cuando un crítico emplea un lenguaje co­
unidad, la belleza, la variedad y la intensidad se ínstrumentan de maneras cul­ lorido como herramienta de persuasión, es un poco clandestino.
turales específicas; en un intento semejante, . "cada uno a su modo" es por lo
menos un reconocimiento honesto de que la comprensión intercultural exige
aprendizaje. Pero aplicar la frase indiscriminadamente en la propia tradición
Guías para la excelencia .en la música: una propuesta
es una incongruencia. . Es hora de sugerir cómo ensamblar los criterios de valor precedentes é·n
" ¡Es bueno, pero no me gusta! " (o, a la inversa: " ¡Será maló, pero me un paquete factible sobre el que se puedan basar los juicios musicales objeti­
gusta!"). Las preferencias individuales son complejas, a menudo caprichosas y vos. El siguiente conjunto de guías que propongo, y con el que muchos lecto­
en ocasiones perversas. Se dice que Voltaire decía de Dios: "Lo puedo admi­ res concordarán sólo en parte, se expone. como contribución del músico de los
rar:, pero no lo puedo amar". Esta frase puede describir la forma en que un o­ denominadores críticos que ahora existen dentro del consenso cultural de la
yente reaccionaría ante la personalidad de un compositor dado. Y, a veces, civilización occidentai. Merecen probarse.
sencillamente no estamos a la altura de obras maestras, tales como la Misa So­ El orden propuesto no indica prioridad, ya que es el conjunto total lo
lemne de Beethoven o la Pasión según San Mateo de Bach y preferirnos pasar que importa. La atracción de una composición particular puede descansar s0_:-_
nuestro tiempo con obras que nos exigen menos. No está bastante · claro bre otros valores acerca de los cuales no hay consenso discernible. Y es un
por qu� nos pueden gustar obras de las que sabemos o sospechamos que son ejercicio útil y que no resulta difícil el de citar obras individuales que hayan lo­
mediocr�s o directamente malas; tendemos a crear relaciones con piezas par­ �ado buen nivel, pese a su violación de uno o más de estos denominado�e�.
ticulares, quizás hasta llegamos a sentir derechos de propiedad o una inversión Pero si todas las cosas son iguales (y jamás lo son) es más probable que una
emocional en ellas, recordando la famosa línea de Touchstone en Como gus- composición merezca una calificación de
téis: "Desagradable ... , pero mío" (acto V, escena 4). Se pueden matizar estas
obras con asociaciones agradables o evaluar su mensaje o su significado simbó­
lico; o el motivo puede ser trivial. El único error, según creo, es confundir la
reacción subj etiva con el juicio objetivo.
"Pasó la prueba del tiempo." La supervivencia no le confiere excelencia
inmediata a una obra musical. Se conservan piezas mediocres y se han perdido
30 Meditations 4.20.

otras buenas de la misma manera en que el bueno puede sufrir y el malo esca­
31 Dicourses 2.18.

par al castigo. Hay fuertes razones que determinan la supervivencia de la ma-


32 Beardsley, Aesthetics, pág. 4 77.

181
1 80
menos que excelente si:
segú � �u �efmici�n tradicional; el centro puede ser el resultado cie uq conjun­
excelente si-:
- resulta a la percepción como - se resiste a la percepción como to distintivo de timbres,. texturas o formas de organ ización del ·espectro sono­
. una estructura· unificada y coherente una estructura unificada y co­ ro, o puede ser un hilo de continuidad, un canal que preserva la orientación
herente
- su estructura se articula y equi- mental en medio de la estructura en desarrollo.Quizá la prueba más convin­
..,... su estructura es oscura o des­
libra con cfar�dad (es proporcionada) cente de que estas guías son una reflexión válida sobre nuestra tradición sea
proporcionada
- es �ompleta y cumplida que los compositores de vanguardia de los años recientes han violado todas y
· - es incompleta y no cumplida
- es jerárquica cada una de ellas. El consenso ha mostrado signos de desmoronamiento des­
- no es jerárquica
-_ es centrada, típicamente por al- de Beethoven y con más rapidez desde 1900. Volveremos a este tema en el
- no es centrada
gunos . medios tonales, de modo que capítulo final, luego de una revisión de los sistemas de valores y las p�eferen­
la men.te se dirija a través de la es­ cias music�es de dos culturas asiáticas importantes.
tructura distintiva de la obra
- es perceptiblemente temática - es atemática
- imparte un sentido de n:iovi-· - transmite un sentido de estan-
miento, continuidad y cambio diná- . · camiento
�ifO.
- tiene una . superficie texturada - su superficie no está texturada
- está "saturada" sóriicamente, es - no está saturada·
rica · en intensidad y color tonal33
- evita la autocontradicción (por - es autocontradictoria
ejemplo, annado de texto pobre, uso
torpe del. medio, incoherencias inúti­
les del lenguaje musical)
- presenta un equilibrio adecuado - no presenta un equilibrio ade­
entre: . cuado entre:
a) unidad y variedad
b) simplicidad y complejidad
c) la expectativa frustrante y la gratificación inmediata de la
expectativa 34
d) fines y medios

Se entiende, como consecuem�ia, que la mejor ejecución es la que mejor


. articula las propiedades de equilibrio y e�celencia. Las e.xigei:icias de estructu­
ra jerárquica, superficie texturada y saturacion tonal parecen ser las que más
discusión provocarán, pero sostengo que estos valores son parte del consenso
cultural aunque no se puede especificar el tipo y grado precisos de jerarquía,
textura y saturación: La exigencia de centro es, tal vez, la más confusa, pero
se la puede afrontar de varias maneras y no se la debe igualar con la tonalidad,

33 En otras palabras claritas. Para un.a aplicación nueva e imaginativa de los cáno­
nes de unidad, complejidad e intensidad, véase Edward T. Cone, "Music: A Vi�w from
Delft", págs. 5. 7-71.
34 En SU· estudio ..Sorne Remarks on Value and Greatness -in Music'' (Music, the ·
Arts, and Ideas, págs. 22-41 ) Meyer argumenta que se puede plantear una distinción
entre "música primitiva" (pop) y "música artística sofisticada" Gazz) sobre la base de si
la gratificación de las tendencias musicales es inmediata o retardada.

182 1 83
Las citas del epígrafe nos recuerdan- que la filosofía del arte habla mu­
chos idiomas y que las creencias y hábitos de pensamiento fundamentales son
tan diversos como los idiomas que les dan voz. Desde la perspectiva occiden-
10 · Estética comparativa: India y Japón . tal, el ambiente de la estética asiática no sólo es exótico sino que, a la vez,
tiene reminiscencias del pensamiento occidental mediev-al con sus supuestos
metafísicos y sus valores trascendentales. Durante siglos, los filósofos asiáti­
cos han reflexionado sobre muchos de los grandes problemas debatidos por
Alabamos ese Sonido divino, la vida de la conciencia en todos los los autores occidentales; la naturaleza de la belleza, la e_xperiencia humana del
seres y la bendición suprema, manifiestas en la fonna del univer­ arte, el ser de la música, la fonna de obtener conocimiento musical válido, el
so. Por la adoración del sonido, los dioses Brahma, Vishnú y Shiva propósito del arte, preceptos para su creación, la relación de la música con las
son verdaderamente alabados, porque son la corpÓrización del demás artes, los valores (sensuales y fonnales) corporizados en el objeto musi­
sonido. cal y los valores que apoyan a la cultura progenitora.:Pero se han ettfocado en
Samgadeva 1 fonnas típicamente asiáticas estos problemas y se los ha discutido con lengua­
jes surgidos de fonnas de pensamiento y experiencia distintivamente asiáticos.
Lo que no se ve son las flores (proverbio japonés).
¿ Qué se puede decir, en general, sobre la filosofía del arte en las altas
culturas esotéricas? Primero, que la práctica del arte está infonnada por un
elaborado y antiguo sistema de pensamiento con tópicos y categorías tradicio­
nales y un corpus de teoría artística que representa muchos siglos de análisis
y especulación. El arte asiático es preceptivo y se ajusta a una variedad de
cánones, modelos y valores tradicionales. La mayor parte de las artes asiáticas
destaca el riguroso refinamiento de un espectro limitado. La conciencia del
Este capítulo se refiere a las músicas tradicionales y a las filosofías mu­ cuerpo humano y su operación son temas comunes en la teoría estética. Se le
. sicales de India y Japón, dos antiguas altas culturas, importantes y contrastan­ otorga poco valor a la originalidad, lo individual, la evolución estilística y el
tes, del Sur y el Nordeste de Asia. Esta breve introducción a la estética desarrollo (en tanto progreso) o a lo "real como se lo percibe"; por el contra­
comparativa demostrará una de nuestras premisas básicas: que los valores mu­ rio, la mayoría de los autores asiáticos desconfían de las apariencias y advier­
sicales son productos culturales y no absolutos universales. La vasta diversidad ten contra la percepción "realista". Por eso el simbolismo juega un papel muy
del pensamiento musical asiático no se evidenciará en esta exposición; en importante en la creación y en la percepción del arte y se valoriza el conoci­
especial porque excluye toda consideración sobre las tradiciones islámicas del miento intuitivo por -Sobre la percepción sensible, como lo señala Ananda
Asia occidental. Los contrastes entre varias escuelas de pensamiento asiático Coomaraswamy: "Lo que la representación imita es la idea o variedad del ob­
(en sus opiniones sobre las dimensiones musicales, su ontología y epistemolo­ jeto, por la cual se la conoce inteleci1:1almente, más que la sustancia del obje­
gía, sus posiciones con respecto a la naturaleza externa y el mundo interno to como la perciben los sentidos".2' Y, en una lograda metáfora, Zeami
del cuerpo y la mente humanos, su psicología, géneros, preferencias específi­ (1363-1443) invoca una relación similar entre la apariencia y la esencia en el
cas y el papel de la estética en la vida humana) son tan sorprendentes como teatro No del Japón: "pn el arte del No hay piel, carne y huesos. La piel es
los contrastes n:iás predecibles con Occidente. Mi enfoque procederá de lo visión, la carne es sonido y los huesos son el álma.O, si consideramos sólo a la
externo a lo interno, de los fenómenos musicales a los conceptos teóricos y música, luego la piel es la voz, la carne es el canto y los huesos son el aliento.
filosóficos subyacentes, de lo descriptivo a lo preceptivo. Comenzaré con Y en la danza _ la piel es la apariencia, la carne es el gesto y los huesos son el
algunas descripciones preliminares de las músicas típicas del Japón y la India; corazón".3
luego continuaré con una opinión comparativa soore las preferencias cultura­
les que han influido en la organización del sonido; luego haré un estudio de
algunos conceptos y términos importantes que revelan los valores únicos de la
OhseIVaciones preliminares
estética japonesa .y concluiré con una análisis de las dos bases filosóficas más Antes de proceder, los lectores que carezcan de experiencia auditiva en
importantes de la música de la India; las teorías de rasa (gusto, sabor) y
las músicas del Japón y la India harían bien en tener algún encuentro infonnal
nada (sonido causal).
2 Ananda K Coomaraswamy, "Toe Theory of Art in Asia", pág. 39.
.
1 De Sangita-ratnakara ("Mina de piedras preciosas de la música") del siglo XIII 3 Zeami (1363-1443), Shikwado-sho ("El libro del camino de la flor más alta") 4, ·
1.3 :" 1-2. citado en Eta Harich-Schneider, A History ofJapanese Music, pág. 427.

184 .185
con la riqueza de la música oriental, muy fácil de'lograr en la actualidad, por de la misma manera que alguien que esté infonnado con respecto a ella, en es­
medio de las grabaciones en discos y cintas. De lo contrario, nada los persua­ pecial en una cultura tan homogénea que los antropólogos la han des�ñto_ co­
dirá de su excelencia ni podrá transmitir sus sabores distintivos. Un encuentro mo una "tribu" virtual. Siglos de condicionamiento cultural en relativo aisla­
personal con los fenómenos del sonido es el único punto_ de partida adecuado miento han producido un conjunto de hábitos, conductas y respuestas instin­
para una comprensión de la estética musical asiática, y los siguientes comenta­ tivas, preferencias y . actitudes que aseguran la comunicación del signifi�ado
rios sólo serán inteligibles cuando se puedan reunir recuerdos vividos de la musical dentro del contexto de la sociedad japonesa.
experiencia musical que intento describir. Con respecto a la música de la India, observamos prime:º que aunqu: 1�
El tono musical, en la tradición japonesa, es un fenómeno más complejo naturaleza del tono musical no es tan compleja como la que vtmos en la practi­
que en occidente, tanto, que es virtualmente imposible apuntar con especifici­ ca japonesa típica, las caraterísticas organizadoras de la música pa�e �en pre­
dad. Las notaciones japonesas son inclusive más esquemáticas que las occiden­ sentar mayores complejidades. El tono vocal es la base de toda la mus1ca de la
tales y dejan más de los detalles musicales esenciales a la instrucción tradicio­ India y los instrumentos hindúes tocán en el mismo estilo "vocal", por ejem­
nal cara a cara. Un tono simple mantenido de la vqz o una flauta, una vez que plo, alturas deslizantes y ornamentos graciosos. La om� e?tación abun�ante
atendemos con cuidado, resulta ser un hecho de suma complejidad con y variada es una característica específica de to ?a la mus1�a de 1� India. La
matices sutiles, que adelgaza y se engrosa, posee tensión y relajamiento, .
cualidad vocal en India es un estilo de produccion tonal mas . relaJado Y hbre
trémolo, aliento y variaciones de altura y timbre. Los ataques y las liberacio­ con una cierta resonancia nasal que muchos instrumentos imitan. La carac­
nes tonales son complejos de una manera similar, con una variedad de notas terística tonal más penetrante es el zumbido constante, el mantener una con­
de ornamento casi indiscernible. Los oyentes occidentales se sorprenderán tinua saturación de sonido.
ante el tono vocal, en especial en el uso del fa!setto, los deslizamienos tonales La música de la India es de ritmo más activo que la del Japón y se admi­
y lo que los conmoverá como un alto grado de tensión. Muchos géneros vo- . ra e1 atleticismo. Se pued� describir a la textura común simplemente como un
cales japoneses son estilos narrativos y ·por eso están muy influidos por las instrumento o voz solo, tambor(es) y gaita. Aunque los hindúes piensan en su
inflexiones y los ritmos del japonés hablado. El rango de instrumentos incluye música como algo unidimensional, los variados timbres de los distintos golpes
flautas, cuerdas punteadas claramente (koto, biwa, shamisen) e instrumentos de tambor (concebidos como "sílabas", con propiedades de altura � ataque)
de lengüeta así como un conjunto de tambores, campanas y otros instrumen­ proporcionan un contrapunto a la línea melódica principal. Las notaciones son
tos de percusión. Los géneros incluyen música para solista y de cámara así aun menos específicas que en el Japón y rara vez se las emplea; un maestro
como una variedad de ensambles mayores para músicas rituales y teatrales . . enseña las piezas. Gran parte de la"música hindú es improvisada pero no en el
Se puede describir mejor a la textura prevaleciente como heterofónica, sentido de "composición espontánea".
con frecuencia producida por la variación simultánea de la misma línea meló­ Ya que el gurú ha programado las técnicas de improvis�c�ón en_ el estilo
dica; este modo de evitar estudiado de la. simultaneidad de la misma línea del ejecutante, el resultado es una mezcla indefinible de habito e �pulso,
melódica da la ilusión de imágenes tonales múltiples superpuestas. En los tradición e innovación que el ejecutante aplica a uno de un conJunto de
ensambles, se prefieren los timbres heterogéneos, promoviendo centros claros arquetipos . melódicos apreciados (los rligas), controlad? s _POr lo� e� quemas
y la diferenciación de los varios sonidos. La puntuación rítmica es incisiva, reiteraivos y cíclicos conocidos como tala'. Uno de los objetivos pnnc1pales de
pero los tiempos de ensamble a menudo están delineados para producir un la ejecución es la exploración sistemática de las posibilidades que se pueden
grupo de ataques, otra instancia del aparen�e desorden y asimetría que es-uno obtener dentro de las restricciones del raga y el tala.
. de los valores más altos en las artes del Japón. En general, el control temporal
es nreciso nero invita a la intemre tación como "libertad" rítmica por la au-
. ;�nci� -¡¡�-p�l�� ;;¡;r-(�; l�- ;;��i���s-�á;l�ritas de una composi�ión) y las
grandes cantidades de silencio entre eventos. El resultado es una música en la ·
Preferencias culturales
que la respiración y el gesto son modelos importantes para el flujo rítmico y En esta sección delineo con pleno detalle lás preferencias culturales con­
en el cual la nada es parte de la música en la misma medida en que lo es '_'el trastantes que han formado las músicas tradicionales del Japón Y la India, con
algo". breves notas sobre algunos problemas importantes. Algunas de estas preferen­
Se trata a las dimensiones de altura y tiempo como continuos, . en con­ cias se relacionan de manera específica con la música y las demás artes, otras
traste con las ranuras y estrías escaladas con precisión del espectro sonoro son cualidades generales de la experiencia y otras tienen su raíz en la filosofía
occidental. Los oyentes experimentados se encuentran concentrándose más y la teoría. Ya que las secciones posteriores ahondarán en las teorías del arte
en menos sonidos y en el fino detalle que antes podrían haber pasado por de la India con más profundidad, esta discusión se organizará en torno de las .
alto; sus principios de percepción y escala de referencia se han vuelto más cen­ preferencias japonesas con las actitudes hindúes correspondientes presentadas
trados y agudos. Pero ningún extraño puede esperar responder a esta música para_ su contraste . . Algunos contrastes son tan extremos que el lector debería

1 86 1 87
Fugacidad. El c onoce dor'japonés disfruta del . conocimiento de que u na
recordar que . cie rtas semejanzas culturales importantes han de ser pasadas obra de arte he rmosa está hecha para ser frágil y transitoria:Como escribió el
por alto. p oeta Ton'a: "Es sólo·de spués de qu e la envoltura de seda se ha raí do arrib�
Se deben destacar tres pu ntos de c ontraste importantes: primero, la cul­ abajo y la madre perla ha caído de la concha que un rasgo parece hermoso J.
tura japonesa es i nten samente estética, mu cho más qu e la hindú. El. gusto · La filoso fía hindú pre fiere negar e l problema: ya qu e to do e s, por naturaleza,
estético de la expe riencia diaria e s u na caracte rística penetrante en la vida ilusorio y fugaz, e l arte l o e s en la misma me dida. Y n o· e s probable qu e se
japonesa; el goce estético en la India parece e star re servado para las obras de cite a la fugacid.ad como valor enun país donde el cal o r, el polvo, los monzo­
arte formale s. Segu ndo, el arte japonés se centra en la nauraleza; aunque los ne s y los insectos han causado pérdidas e n los grande s monume ntos del arte·.
proce sos n aturale s son fuentes de valor en la tradición hindú, la naturaleza co­ Las siguien te s pre ferencias ti enen e special relevan�ia en la música. Por la
m o tal no lo es. Y, por fin , tanto los fine s del arte cuanto los mo dos de p er­ .
inte gridad, incluyo a las más significativas de las mencionadas en las descnp­
cep ción difieren ; el propósito de l arte japon és es el conocimiento e stético cione s pre limin are s, empe zan do por Japón :
(de la esencia de las cosas), la iluminación, obtenida por me dio de la expe­
riencia · inmediata y la intuición directa: el camin o del Zen . El pu nto de I . Un c once pto complejo y dinámico del to no musical, con mu chas
vista hindú, base de la mayor parte de las doctrinas artísticas hindúes, es qu e variables.
los obj etivos gem elos del arte son linanda (b en dición) y moksa (liberación), 2. La re stricción.
obte nidos p or ·medio de ·1a concen tración fija, del yoga y la absorción del yo 3. La con ti nuidad como resultado de la ten sión mantenida o el silen-
en la experiencia artística. La experiencia japone sa del arte busca enten de r y ci o (ma) y lo s tonos sostenidos.
estar e n u nidad con el mu n do; la pe rce pción, e n la tradición hindú, ofrece u n
4. El tono vocal e instrumental valorizados de la misma manera.
me dio de liberación del mundo de la ilusión.
5. Un c ampo tonal no saturado, con u n uso expre sivo del silencio.
Donald Kee ne, en u n sin1posio de i 968 sobre "Estétic a o riental y occi­
dental" sugirió cuatro valqres c ardinales en el arte japonés: sugestión, irregu­ 6. Linealidad y esqu emas no repe titivos.
laridad., simplicidad y fugacidad4 • Antes de c ontinuar con u na lista más larga 7. 'Envolturas' tonale s c omplejas (comienzos y fine s), ataque s preciso s.
de preferencias musicales específic as, examinemos cada u no de estos valores. 8. Pe rcusión c omo pu ntuación, señal y marcador de tiempo.
Sugestión. La obra de arte nunca se hace explícita, nunca "p erfecciona­ 9. Timbres hete rogéne os.
da", pe ro exige imaginación ac tiva de parte del e spectador si quie re sabore ar
sus alusiones. Las obras de arte hindú es son afirmaciones ex·plícitas que ·bus­ 1 O. Claridad de cen tro textúral.
can tratar plenamen te c on su contenido. " ¿Sólo de bemos mirar los brotes de
1 1 . Evitar de libe radamen te la simultaneidad, una pseudode sorganiza­
cereza cuando e stán e.n pleno flore cimiento, a la luna cuando está libre. de ción.

nube s? Añorar la lu na mientras se mira la lluvia, bajar las pe rsianas y n o se r 1 2. Particularid�d: el goce de la unicidad de las cosas, el sonido indivi­
conscie nte d el paso de la primave ra; éstos son aun más profun damente ·con­ dual, el gancho qu e e s un �cceso rio permanente en tod o el te atro
move dores. Más vale la pena admirar las ramas con florecer o los jardine s NiJ pero exigido para sólo uria obra del re pe rtorio.
cubiertos de flore s marchitas" (Kenko)�
1 3 . Suj e t o confronta a objeto, una distancia artificial entre el especta-
Irregularidad. El famo so jardín de rocas y arena de Ryoaizji en Kioto dor y el objeto de arte .
delibe radamente evita las formas de diseño re gulares, sim étricas y arquitectó­ 1 4. La improvisación no es u na caracte rístic a prominente.
nicas. La preferencia japonesa p or los comienzos y l os finales (surgien do y
dese stabilizando procesos, · como opu esto a la continuidad e stabilizada) ma­ 1 5. El e stancamien to como fu ente de valo r.
nifiesta igual impulso. Aun qu e hay mu chas irregularidades en las arte s de la 16. El sonido valorizado por sí mismo.
India, se prefieren con claridad el e quilibrio y la sime tría y se expresan en la
conciencia y la cosmovisión "centrista" hindúes. Estas preferencias se pu e den contrastar una a u na co n las de la tradición
Simplicidad. Esta preferencia se ve en el uso de materiales naturale s, el . musical de la India:
ev itar la dec oración, los colo re s op�c os, las supe rficies rugosas simples y el di­ 1 . El tono musical suje to a menos variable s.
seño n o complicado; t o do combinado en la simplici dad e studiada ·de la cere­
2. Liberación , simbólica de larimportancia dada a la re spiración, Y al
monia del té. En co ntraste, la profusión , los colores vívidos y la ornamenta�
pap el de la aspiración en los idiomas hindú es.
ción pene trante están e ntre los valore s más altos del arte hlndú.
4
5 Donald Keene, "Japanese Aesthetics", págs. 293-306.
Ibídem, pág. 70.
6
Kenko, Essays in Idleness, pág. 1 15.

1 88 1 89
3. Continuidad por medio de suaves corrientes de sonido y esquemas
rítmicos repetitivos. tintivas: jo se comunica por una energía restringida, un sentido de anticipa­
4. El tono vocal como modelo para la música. ción y una libertad temporal relativa; ha, la consecuencia de jo, se suele seña­
5 . Un campo tonal plenamente saturado. lar por una mayor regularidad rítmica y continuidad, así C(?mO por un incre­
mento en el tempo ; kyü se anuncia por una crecie.nte densidad de los hechos
6. Circularidad, repetición y recurrencia. y un sentido de desenlace. Los escritores japoneses han aplicado una metá­
7. Valor adjudicado a los sonidos an'llhata (no realizados). fora botánica familiar a estos tres aspectos de la fonna: las fases de brote,
8, Percusión prominente, usada como dimensión tímbrica separada y florecimiento y marchitamiento del ciclo de una planta.
con frecuencia independiente de la función de mantener el tiempo. Es común hallar metáforas similares en 'la literatura de la India, con la
9. Homogéneo es una palabra demasiado fuerte, pero el rango tímbri- música descrita como un desarrollo orgánico de la semilla al tallo, a la hoja, al
co es estrecho. fruto. En . otro nivel, las ideas de surgimiento, acción continua y disolución
1 O. Oscuridad valorizada sobre la claridad. fueron aportadas por la especulación cosmológica hindú en la que se veía a
la creación como un proceso continuo con tres etapas diferenciadas: la crea­
1.1. Se valoriza la concurrencia de sonidos y la confluencia de esquémas. ción de las formas a partir de la materia indiferenciada, regida por Brahrna; el
1 2. Universalidad: lo� hindúes son platóniéos y les gusta pensar en tér- universo creado mantenido en movimiento ordenado, con la protección de
. minos de tipos ideales. Vishnú ; y, por fin, la disolución del mundo en su estado anterior de materia
13. Identidad del sujeto y el objeto, fusión psíquica con la obra de. primordial, acompañada por la fiera danza de Shiva. Estas ideas han dejado su
. arte, el arte como efecto de "doblarse alrededor": marca en la estructura arquetípica de la música hindú; virtualmente toda eje­
14. La improvisación es una característica distintiva. cución comienza con una lenta sección improvisatoria, seguida por una sec­
1 5. El movimiento (quizás hasta el movimiento "perp·etuo") como ción más rítmica y reguíar y terminando con una suertf de proceso que señala
fuente de valor. el inminente cierre. Y, en una formulación algo distinta, los primeros teóricos
hindúes reconocieron estos cuatro aspectos de la forma musical: -sthiiyi, la
16. El sonido valorizado por lo que representa. parte estática o "constante" : sañcañ, la parte móvil; iihári, la parte ��de recu­
,,
Esta sección concluye con un breve comentario sobre los arquetipos peración ; kiipiiliní, la parte coronadora. Parece posible considerar . a éstas
formales de estas dos músicas. A primera vista, ambas culturas parecen dife­ como manifestaciones de una forma arquetípica única, expresada en formas
significativas para cada cultura; una progresión desde el surgimiento gradual
rir tanto en sus estrategias formales como en sus preferencias tonales; la es­ hasta el proceso rítmico de conclusión.
tructura asimétrica de la mayor parte de la música japonesa parece elusiva
para los oídos occidentales, en tanto que la continuidad rítmica y los esque­
mas repetitivos del tl!la·(en especial cuando están reforzados por los gestos del El lenguaje de la estética japonesa.
ejecutante) marcan con claridad la estructura que se desarrolla en una ejecu­
.ción hindú. A este respecto, se percibe la organización cíclica prevalec�ente Si hubiera que seleccionar una lista de las palabras clave de la teoría
como una estructura "en cadena", en la que un módulo sigue a otro, idea que estética occidental, seguramente se incluirían las siguientes: belleza, unidad,
viola virtualmente todas las premisas del arte japonés. Pero cuando se exami­ variedad, armonía, forma, color, intensidad, expresión, simetría y propor­
nan los conceptos formales mayores que organizan obras enteras,. surgen ción. Aunque los análisis lingüísticos pueden desentrañar los signifícádos y las
semejanzas más profundas. · asociaciones ocultos para algunos de estos términos (como en el caso . de
El arquetipo formal más elemental en la música (y el teatro) del Japón claritast la lista de palabras no deja de ser una colección de términos rela­
es la secuencia jo (introducción)
. - ha (dispersión) - kya (apuro hacia la conclu­ tivamente formalistas y abstractos. En contraste, muchas de las palabras cla­
sión). Si se parte de la estructura del drama Nó, el esquema jo - ha · kyil se ve de la estética japonesa son básicamente afectivas y se las usa como metáfo­
reconoce en varios niveles estructurales: la obra como totalidad, cada acto y ras. He aquí una breve lista.
escena individuales, las subescenas, las frases individuales y el hecho musical
simple. Por eso es posible que el auditor perceptivo detecte un momento Yugen, belleza, misterio, profundo, remoto, simbolismo;
ha en una frase jo en la sección kyü de una escena ha, y responda de manera shibui, astringente, de gusto sobrio, exageradamente modesto, refina­
adeéuada. Cada miembro de la secuencia tiene sus propias características dis- miento;
sabi, oxidado, desolado, simple; yermo, viejo, deslucido;
7 Véase Richard Lannoy, The Speaking Tree, pág. 279.
8
Véase capítulo 6.

1 90
191
aware, pena suave, agradable melancolía, conciencia emotiva de la be- de .estos objetos no recibimos una impresión de tristeza o estado_ ruino­
lleza, patético; so sino de serena annonía y paz, y al observar la ceremonia podemos
miyabi, refinado; sentir una insinuación · del yügen.1 0
en, encantador. Sabi e s u n ténnino c asi antiestético, u n rechazo de todo un espectro de
valores artísticos alabados por otras cuJturas. Es difícil entender de qué modo
Es fácil exagerar la significatividad de • semejante lista de palabras y toda la sociedad japonesa llegó a valorizar esta cualidad; las clases superiores
suponer que el discurso estético japonés está confinado al lenguaje cualitativo pueden, tal vez, disfrutar del cultivo estudiado (y caro) de la simplicid�d
y subjetivo. No es ése el caso. Pero éstas son palabras que con más frecuencia decorosa en medio de ambientes descoloridos e infecundos; las clases mas
se analizan y aplican en la crítica tradicional japonesa; por eso, debería ser bajas están destinadas a habitar en medio del sabi s�n disfrutad� . Y las clases_
seguro suponer que representan ideales importantes en la cultura japonesa. medias semejan ser un mercado pobre. Pero, de algun modo, el ideal del sabz
Yügen trata sobre la tensión de la ambigüedad y la indefinición corpori­ toca una cuerda de reacción en la c�ltura japonesa y se annorúza con las
zada en el idioma japonés y alabada en la cultura japonesa. Ya que el idioma demás cualidades estéticas.
no distingue entre singular y plural ni entre lo definido y lo indefinido, el Aware es uno de los ténninos más antiguos de la estética japonesa, y la
famoso haiku de Basho sobre el "cuervo posado en la rama" deja para el lec­ cualidad de pena suave que significa invade a toda la literatura japo�e �a y las
tor la decisión de si el autor se refería a uno o más cuervos. Algo está claro: el obras de arte representativo, infudiéndoles un cierto ethos caractenshco. El
arte explícito no revela o sugiere yügen . Si la obra de arte es demasiado per­ significado de la palabra se ha al�erado sutilmente con los años; e� su�. oríge­
_
fecta, demasiado completa en sí misma, no deja lugar para esta cualidad. nes era una exclamación de un goce sorprendido, u1;1 reconocumento de la
El monje Shotetsu, del siglo XV, escribió una de las descripciones más cualidad esencial de algo; luego se tiñó con la idea de tristeza; en el uso mo­
famosas de yiigen: derno,. su significado se ha convertido en despreciable o patético. Implica una
.
conciencia sensitiva de las inevitabilidades de la vida, de los frutos de gumda
La mente puede aprender el yügen, pero no lo puede expresar en pala­ caídos de Kenko.
bras. La visión de una delgada nube que vela la luna o la niebla otoñal y Miyabi (refinado) es otro ténnino coherente con este grupo de valores;
cubre las hojas escarlata en una ladera pueden sugerir su cualidad. Si se se refiere a los silenciosos placeres del conocedor en la sociedad cortesana
pregunta en qué lµgar de estas visiones está el yügen , no hay respuesta; Heian aislado de los hechos groseros de la realidad externa. En realidad, hay
y no es sorprendente que un hombre que no entienda esta verdad ·otro ;specto de las artes en el Japón Oos templos deslumbrantes en Nikko, las
pueda preferir la visión de un cielo perfectamente claro y sin nubes. Es vulgaridades de las escenas de burdel en el qrama Kabuki} pero estos contras­
imposible explicar dónde radica el interés o la naturaleza destacable· del tes enfatizan mucho más esas cualidades de exagerada modestia y refinamien­
yügen.9 to que son el legado original del Japón al .r.nundo del arte.
¿ Qué tiene que ver todo esto con la música? Y_a�as _ideas me vie�en a la
Como canon universal de belleza, el yügen tiene '. sus peligros. Corre el mente: primero, que los adornos visu�es de la mus1ca Japonesa sug¡eren el
riesgo de sobrecargar al objeto de arte con una cantidad de significados más yügen, por ejemplo, en la decoración de los instrum�nto� �la borla dentro de
pesada de lo que el objeto pueda justificar. También puede desviar nuestra
· la flauta que ni siquiera el ejecutante ve, el arreglo sunbohco de los puent_es
atención de las características de presentación de la obra de arte en sí. Coino movibles del koto como una bandada de pájaros) y las costumbres ceremoma­
valor estético, probablemente sólo pueda fu·ncionar dentro de un amplio les así como también lo sugiere el contenido programático y pictórico de
acuerdo sobre los principios estéticos y de una sociedad en la que se haya gr� parte del repertorio musical. Más importante aún, l� textura extraordina­
cultivado la respuesta estética mediante un largo condicionamiento cultural riamente abierta y espaciosa que rodea a los hechos muSicales de un contexto
Shibui y sabi se combinan para fonnar la base estética para la ceremonia de silencio, resistiendo la expectativa el oyente, evoca al yügen. En semejante
del té: estética del estancamiento, se debe buscar el significado musical en la reverbe­
La casa de té está desnuda al extremo y casi falta de color. Si se arregla ración y la implicancia del hecho individual y la frase aislada más que en la
una flor en un jarrón, suele ser un brote simple y pequeño de un matiz fonna en que se conectan los hechos musicales. ·
· Shibui, en su significado literal, puede decir algo sobre el concepto ja ·
suave o blanco. Los utensilios para el té no son de porcelana fina sino ?�
de cerámica vulgar, con frecuencia de un marrón opaco o negro· y de nés del sonido musical: "astringente" es una palabra adecuada para descnbrr
fonna imperfecta. La pava puede estar un poco oxidada. Sin embargo, la superficie tonal "ru gosa" tan apreciada en la música japonesa; en la produc-

9 10 Tsunoda, de Bay y Kecn�,. Sources ofJapanese Tradition, pág. 8 7.


Shotetsu Monogatari (1430) citado eri Ryusaku Tsunoda, WilÍiam Theodore de
Bary y Donald Keene, compiladores, Sources ofJapanese Tradition, pái 285.

1 92
1 93
ció� vocal, el crujido caracterítico de las cuerdas del koto, el grosero golpe del damentalrnente su versión la que sirve de base a la preseµte posición. Corno la ·
· plectro sobre el shamishen y los timbres heterogéneos del ensamble gagaku. mayoría de los conceptos en la filosofía hindú, el rasa abre un océano de po­
El sonido ideal en la musica Japonesa es más descarnado, agudo y ab�asivo que tenciaies complicaciones e invita a la exploración en infinito detalle por me- .
el concepto del siglo XIX del sonido suave, vibrante y opulento que se prefe­ dio de una gran variedad de términos sánscritos técnicos, distinguidos por fi.
ría (y aún se prefiere) en occidente, tanto en la práctica vocal cuanto en la nos matices de significado. Sólo podernos presentar un mínimo bosquejo de
instrumental. Y en tanto los ejecutantes occidentales tratan de maximizar el este complejo tema,. y expondremos exclusivamente los términos esenciales.
"centro" del tono, la práctica japonesa parece enfatizar los elementos de Así como una tradición hindú · reconoce seis sabores basicos (dulce, áci­
ruido que están presentes en el ataque tonal. En su significado derivado {"re­ do, salado, agrio, amargo y astringente, con sesenta y tres subclasificaciones),
finamiento deficientemente expuesto"), el shibui alienta a los oyentes a diri­ la teoría del rasa identifica ocho emociones básicas asentadas con firmeza en
gir su atención concentrada hacia los mínimos detalles de un sonido musical el inconsciente, donnidas pero listas para que las despierte la experiencia del
angostando así su centro y permitiéndoles percibir sobre una escala más fina. arte. Son: lo erótico (srñgara), lo heroico (vfra), lo disgu stante (bibhatsa), lo
La influencia del sabi se refleja en la ausencia casi absoluta de retórica furioso (ravdra), lo cómico (hllsya); lo temible (bhaylinaka), lo patético (karu­
en la música japonesa, la economía y escasez de la texturamusícal y quizá tam- . na), lo maravilloso (adbhuta) y algu nos autores agregan un noveno rasa: lo
bién en la tendencia del japonés a resistirse a cualquier innovación en la ejecu- · pacífico (santa).
ción de los repertorios tradicionales, alentando de esta manera a su veneración A menudo el orden difiere, pero la generalidad de los autores concuer- ·
como colecciones de objetos antiguos y amados. Y si la música japonesa pare­ dan en que los primeros cuatro son los rasas mayores y los demás son depen­
ce, a veces, acercarse a una condición de silencio más que de sonido, eso tam­ dientes. Los occidentales se suelen sorprender al encontrar que se eleva el
bién es coherente con ei ideal dei saói. displacer al grado de emoción mayor, pero no comprenden la profundidad del
concepto de polución en el pensamiento tradicional hindú. La mayor parte de
las obras del repertorio caen en uno de los dos primeros rasas, es decir, sakun­
La teoría del rasa talá (lo erótico) y "el pequeño carretón de barro" (lo heroico).
Bhava es la palabra sánscrita general para referirse al afecto, emoción y
El teatro musical ha promovido algunas de las propuestas mayores en la estado mental; también és la base para la siguiente serie de términos técnicos:
historia de la estética. Cada una de las tres piedras angu lares de la antigua teo­ vibhavas, estúnulos, determinantes de la experiencia estética; anubhavas, res­
ría dramática (la Poética de Aristóteles, el Natyasastra de Bharata y los varios puestas, los estados físicos resultantes, cambios "miméticos" que se dan en el
tratados de Zeami sobre el teatro No) se dirigía a un tipo de drama en el que· espectador; vyabhicaribhavas, las emociones vacilantes, pasajeras, que acom­
la música jugaba un papel prominente. En esta sección examinaremos la con­ pañan a los varios estados básicos; y sthayibhavas, las emociones permanentes.
tribución principal del teatro hindú a la teoría estética: la teoría del rasa. Así como los teóricos del Affektenlehre analizaron cada· uno de los
Rasa {literalmente "savia, jugo, esencia") se suele traducir corno gusto afectos en sus pasiones componentes, 1 2 los autores hindúes disfrutaron con­
o sabor, pero lo usaremos sin traducir para evitar la reducción de toda una ga­ feccionando largas listas con las emociones pasajeras y las reacciones físicas
ma de significados. Es un ténnino altamente técnico en la estética hindú. que acompañan y se refieren a cada uno dé los estados básicos. Están pensa­
Rasa, como se tl�scribe en la literatura de la India, se emplea para refe­ das como señales para el espectador alerta. Pero el proceso por el que se
rirse a un cierto tono emocional penetrante que baña a la obra de arte y es la comunica el rasa es más que un simple estímulo y respuesta. El rasa no es una
base para la experiencia estética del espectador. El poeta, el actor, el músico causa mecánica ni una expresión de la emoción sino una manifestación del
y el espectador son participantes activos en la creación y el degusta_¡-rJento de estado emocional subyacente por medio de la presentación dramática. El es­
esta unidad emocional, que es el objetivo de la ejecución. Igualar rasa con pectador debe lograrlo a través de una reconstrucción . activa, y la emoción
"humor, temperamento", es reducir el concepto a un -clisé. que así logra es totalmente distinta a la emoción de la vida diatj.a. La expe­
Los filósofos hindúes han discutido la teoría estética de un modo más riencia estética, desde el punto de vista hindú, es un proceso por el que uno se
sistemático que los autores japoneses. La teoría del rasa se debatió y analizó libera de las limitaciones de una manera gradual. La experiencia nonnal de la
con amplitud 4asta su formulación definitiva en fos escritos del estudioso emoción está siempre asociada con la conciencia del yo y el apego á otras per­
Kashmiri del siglo XI, Abhinavagupta. 11 La mayoría de los autores hindúes sonas y/o condiciones limitantes de nuestra vi�. Una experiencia nueva, en
posteriores han considerado autorizada a su exposición de la teoría, y es fun- un sentido especial, "nos saca de nosotros mismos"; en el teatro nos emocio­
namos por las pers�nas y hechos que hay en el escenario, algo liberado de las
11
Para datos biográficos y fondo filosófico, véase Kanti Chandra Pandey, Abhina·
vagupta: para las teorías estéticas de Abhinavagupta y, en particular, ia teoría del rasa,
12 Véase
véase Comparative Aesthetics, 1 : 15 1-256, del mismo autor. capítulo 6, N º 44.

1 94 1 95
limitaciones comunes del tiempo y el espacio pero todavía apegado a los per­
sonajes del drama.
Impedimento Eliminado median te

En la siguiente etapa, al participar y reconstruir el tono emocional pe­ 1 . Incapacidad para percibir el sig­ - Empatía y asociaciones tradicio­
netrante de. la obra, llegamos a una satisfacción estética que se separa de las nificádo, falta de verosimilitud. cionales.
personas y hechos de la obra a una conciencia más destilada de una emoción 2. Limitaciones subjetivas de tiem­ - Arte teatral y música.
que todos los presentes comparten, más allá_ de sus propias limitaciones. Por po y espacio.
fin, si el proceso "funciona", el espectador logra un cierto estado emocional 3. Limitaciones objetivas de Arte teatral y música.
purificado y universalizado (quizá-sllnta rasa) que neutraliza al r.asa· específico tiempo y espacio.
de la obra. Semejante estado de bendición y absorción es llamado ananda y es 4. Influencia de las alegrías y pe­ - Autoolvido.
una suerte de identificación con la conciencia universal y una liberación de to­ nas personales:
das las limitaciones del yo, el tiempo, el espacio, los deseos y" las circunstan­ S. Estímulo insuficiente. - Actuación, intensidad y presen-
cias. Aunque Aristóteles no habría compartido los supuestos metafísicos so­ 6. Subordinación de li;t idea prin­ tación.
bre los que __se)asa esta teoría, habría estado de acuerdo en que ésta es una cipal. - Enfasis.
muy buena definición de la que él llamó katharsis. 7. Presentación dudosa. - El contexto total: la situación,
En una crítica perspicaz, Eliot Deutsch opina que el rasa no es subjetivo los cambios miméticos, las emo­
ni objetivo (categorías que no se excluyen entre sí en el pensamiento hindú) ciones transitorias. 1 6
y concluye que
la teoría del rasa es correcta, ya que uno de los factores que distingue Planteamos tres preguntas: ¿La. teoría del rasa se aplica, además de al
con claridad a una obra de arte como un contenido estructurado respec­ teatro, a la música? ¿Se ha desarrollado en una teoría general del significado
to de una mera colección o suma de elementos es la forma en que un to­ . dentro de la cultura hindú? ¿Es un.a �escripción válida de la experiencia uni­
no sensible satisface a la obra y le da unidad. Y si éste es el caso, como versal del arte y en consecuencia merece una aplicación más amplia? La res-
sostiene Susanne K; Langer, que "el arte es la creación de formas simbó­ puesta a las tres preguntas es: "Sí, pero . . •"
licas del sentimiento humano", entonces ese tono sensible que unifica La teoría del rasa es, sin duda, la base para el nexo entre la música y la
a la obra se debe basar, a la vez, en las estructuras del sentimiento cate­ emoción en el pensamiento hindú posterior, aunque el catálogo original de
góricas más profundas; debe ser transpersonal y universal; en síntesis, de- ocho (o nueve) etapas se haya ampliado y fragmentado. Como teoría general
be ser el rasa. 1 3 del significado musical, es casi axiomático en la cultura hindú. La conexión
obvia se da entre el rliga y el rasa, y muchos autores han discutido una base
Abhinavagupta esbozó las características del espectador ideal; debe po- objetiva para la correlacion de tipos de escala específicos con sentimientos es­
seer un gusto innato, el potencial para responder al rasa y, lo más importante, pecíficos. Pero la ligazón es compleja y tenue.
debe tener salzrdayatva (literalmente, la capacidad de "tener un corazón _ co­ Los músicos hindúes están de acu�rdo en una cantidad de aspectos: una
mún" con el drama), empatía; el poder de visualizar una imagen estética, mia­ ejecución competente requiere tanto unidad musical cuanto emociona!. Cada
ginación; un cierto trasfondo intelectual; el hábito contemplativo, la volunt�d raga se asocia con ciertas cualidades emocionales, por ejemplo, anhelo tierno
de ver más allá de las limitaciones de la experiencia inmediata; condiciones o serena alegría. También se les ha asignado, a los ragas, horas específicas del
psicofisicas adecuadas, es decir, la libertad del dolor, el deseo o la ansiedad día y determinadas. esJaciones del año, tradición cada vez más ignorada en la
personal y la capacidad para identificar. 1 4 práctica moderna. La famosa serie de pinturas Riigamala, que describe el con­
Abhinavagupta identificó cinco niveles de experiencia estética: percep­ tenido emocional de varios · rligas, proporciona evidencia iconográfica. Como
. ción sensible, imaginación, reconocimiento de la emoción, universalización y, resultado, la eiección del raga resume un rico conjunto de ·asociaciones.
· por fin, satisfacción trascendental (iinanda). 1 5 También hizo una lista de sie­ El más prominente de los antiguos rasas era smgü.ra (lo erótico). Se lo
te impedimentos para la experiencia estética y los medios para superarlos en llamaba el rasaraja (el "rey entre los rasas,, ) y algunos autores hindúes han
una ejecución de éxito: opinado (de modo no muy convincente) que se puede considerar a todos los ·
demás rasa_s como _ aspectos del srnglira. Está más allá de toda disputa que el
13
Eliot Deutsch, "Reflections on Sorne Aspects of the Theory of Rasa", en Stu­
dies in Comparative Aesthetics, pág. 16.
14 16
Pandey, Comparative Aesthetics, 1 : 162-165 . Ibídem, págs. 1 78-80. , .
17
15
Ibídem, págs. 166-78. 1/éase Klaus Ebeling, R.agamala Painting (Basilea y Nueva Delhi: Ravi Kumar,
1973).

1 96
1 97
srngára es, de modo similar, un rasa dominante en la práctica moderna, ya sea de la ,música, algo de consenso sobre las propiedades musicales apropiadas
sólo o mezclado con la cualidad emocional del bhakti (devoción religiosa). El · para el significado deseado. Y es sólo en este punto fmal en donde la generali­
nexo entre lo devocional y lo sensual tiene los más profundos lazos con la cul­ dad de las teorías referencialistas occidentales del significado musical se han
tura hindú, como lo sabe cualquiera que haya visto las esculturas del templo convertido en algo rodeado por una especie de cerco.
erótico de K.hajuraho. Dadas las raíces religiosas del arte hindú, uno se extra­
ña ante la ausencia de bhakti del círculo original de los rasas. Y, según Samba­
moorthy, el actual repertorio incluye más composiciones de rasas srngara y
bhaktJ que cualquiera de los otros. 1 8
La teoría hindú del sonido (Nada}
La música vocal en la tradición hindú es excesivamente específica en su La filosofía hindú de la música se basa en supuesto·s metafísicos, mu-
contenido emocional, lo cual no resulta sorprendente a la vista .dé las claves . chos de los cuales quedan explícitos en la cita que se encuentra al comienzo
evidentes en cualquier texto, y es más que obvio que se pueden combinru- . de este capítulo; el sonido se iguala con la conciencia universal, la estructura
muy bien el texto y el raga. La interpretación vocal hindú está -saturada de ex­ del universo, el proceso cósmico de la creación, y se corporiza en la divina tri­
pre,sión emocional, que se comunica por una serie de claves: texto, riiga (que nidad que componen Brahma, Vishnú y Shiva. El pasaje continúa así:
mcluye todas las asociaciones tradicionales), expresión facial y gesto. Pero la
ejecución instrumental es otra cosa. Aunque ciertos riigas buscan transmitir
El Alma Universal, queriendo hablar, aviva la mente. La mente sacude
al fuego constante en el cuerpo y ese fuego sacude al viento. Luego, ese
un contenido emocional mµy específico, se dice que muchos otros demues-
tran la cualidad más general de ·raga Bhava (afecto). Y la mayor parte de las viento constante en la región de Brahma, elevándose por los senderos
improvisaciones terminan en un humor elevado de exuberancia. atlética en ascendentes, manifesta al sonido sucesivamente en el nave!, el corazón,
la garganta, la cabeza y la boca.
Náda_ (sonido), ocupando estas cinco posiciones, asume, respectivamen­
donde el centro parece haberse desviado del sentimiento emodonal original a
la ejecución misma.
te, estos cinco nombres: muy sutil, sutil, manifiesto, no manifiesto y ar­
tificial. Niida se llama así porque la sílaba NA es sinónimo de aliento
El consenso de la sociedad hindú es que la ejecución musical comuni­
(prána) y la sílaba DA significa fuego; en consecuencia, náda es la con­
ca un mensaje emocional del intérprete al oyente. A pesar de todos los argu­
mentos a favor de una base objetiva. para esta comunicación, parece claro que
se basa sobre conductas y respuestas aprendidas y es un producto del con­ junción del aliento y el fuego. 1 9
dicionamiento cultural. Quizá todas las teorías del significado musical (co­
municación, expresión, imitación, representación) sean válidas en este contex­ Por eso, e l sonido musical es una manifestación de la corriente continua
to. Las teorías formalistas del significado . musical violan las premisas del ar­ de sonido universal que corre por lo profundo del cuerpo humano. El aliento
te hindú; el significado en la música hindú es referencial y se refiere a la emo­ esencial de la vida (prána) lo lleva, la energ ía calórica lo actúa y toma parte en
ción. El ser de la música es simbólico: la sustancia musical es la ilusión · 1a el poder metafísico de Vác (elocuencia), tratada como deidad en los himnos
védicos. A medida que el sonido va emergiendo a través de los canales corpo­
rales, descubre resonancia p.e cada uno de los cakras (registros, concentrado-
sombra o el reflejo de la emoción fundamental. El conocimiento musical e� el
conocimiento de lo que la música representa. Y este tipo de conocimiento,
desde la perspectiva hindú, no sólo conlleva goce, sino también liberación. . nes del aire vital) del cuerpo.El soµido puro, intemo, es sutil, espiritual, indi­
¿ Cuán· universalmente válida es la idea de rasa? La teoría misma es más ferenciado, no manifiesto y eterno; el sonido expresado es gr9sero, material,
importante que la lista específica de estados emodonales, a los que se debe diferenciado (en sílabas, notas y duraciones individuales), manifiesto y parti­
considerar como variables. En un sentido, se puede argumentar que la mayor cular.
parte de las obras de arte se unifican por un cierto tono emocional coherente Los ftlósofos hindúes reconocieron sutiles gradaciones del proceso por
y una unidad de percepción, por ejemplo, el tono de combate épico. manteni­ el que se libera el sonido musical; a partir del inconsciente, comprendido
do que invade Moby Dick, la melancolía lírica del Lago de los cisnes, la fan-, como inteQ.ción en la mente consciente, brotando desde el estrado interior del
tas,ía romántica de La tempestad, la frustrada añoranza de Tristán e !solda sonido, manifestándose en la garganta, formando en lenguaje articulado por
o la indignación grotesca del Guemica. Pero esto no es muy preciso. La los órganos de la e::¡c.presión (paladar, lengua, labios) y emergiendo en el aire
comunicación de la emoción exige un espectador (o auditor) competente, una como sonido grosero, diferenciado. Con esto como fondo, es fácil entender la
variedad de claves (títulos, texto, asociaciones visuales y otras) y, en el caso unión de la música y la fonética articulatoria en el género literario hindú tem­
prano conocido como siksii. 2 0 Se suele comparar el _proceso de emanación

18 19
P . Sambamoorthy, South lndian Music, 2ª edición, 6 volúmenes (Madras: In� Sangrta-ratnakara 1.3 :3-6.
dian Music Publishing House, 1963), 5 : 167. 20
Véase Lewis Rowell, "A Siksa for the Twiceborn", en especial págs. 7 2-75.

1 98 1 99
musical con las fases evolutNaS sucesivas . de la vida vegetal; ausencia total de Es algo interno que se sacá a la superficie, un proceso con el que uno se puede
diferenciación, semilla, brote, formación de hojas, tipos diferenciados de poner a tono; es, por fin, �na identificación.
hojas y fonnas externas.
Imbuido de esta ftlosofía, el músico hindú consideraba a cada emisión Observamos la filosofía de la música en las culturas asiáticas con algo
de sonido (especialmente el sonido vocal) como una acción sagrada y como más que una curiosidad infonnal por lo exótico_. Durante muchos años se han
un medio de "embarque" en el sonido universal. Su improvisación inicial en estado infiltrando principios de la estética asiática en el pensamiento y la cul­
tiempo libre (álap) simboliza la liberación de sonido de su fuente interna y su tura occidentales ; a un extremo tal que casi ningún compositor puede afirmar
. delineación de las alturas y los registros individuales del raga continúa la di­ no haber sido afectado.Las categorías asiáticas tradicionales .de pensamiento
visión de su expresión en unidades más groseras. El proceso de división y ex­ resisten la traducción directa al idioma y la experiencia occidentales; y hasta
ternalización se completa cuando el ritmo del tiña es puesto en movimiento tos músicos occidentales más perceptivos encuentran barreras culturales que
por el tamborilero.Al final de la ejecución, muchos músicos hindúes revierten no pueden superar. Pero cualquier resumen del pensamiento musical del siglo
conscientemente este proceso, permitiendo que el sonido se hunda en el zum­ XX debe considerar, entre sus corrientes, a la síntesis en evolución del pensa­
bido continuo y atemporal que se ha mantenido durante la ejecución. miento oriental y occidental y sus implicancias de largo alcance para la músi­
La teoría del nada demuestra con qué fuerza se puede ver influida la ca.Volveremos a este problema en el capítulo final.
música de una cultura por su filosofía.La mayor parte de las filosofías hin­
dués son monistas y ven a la materia, la vida y la mente como partes de un
contjnuo, sin diferenciar con precisión aspectos de la existencia. A pesar de su
adicción a las categorías lógicas y los análisis críticos, la mente hindú coloca
el valor más alto sobre aquel que es continuo (más que dividido) y universal
(opuesto a lo individual y particular).El flujo de música representa el fluir de
todas las cosas, el proceso continuo de creación y disolución y el juego depor­
tivo (lilá} de formas que interpretamos como la realidad externa. Pero todo
esto es ilusión (máyii). Al golpear la fuente interna del sonido puro y la ab­
sorción fija en el proceso musical, tanto el ejecutante . cuanto el oyente
, pueden escapar a su aferramiento a las cosas materiales y lograr la condición
de moksa : liberación.
El resultado de la experiencia musical se describe con elocuencia en el
Vijnanabhairava Tantra: "Para el yogui cuyo espíritu logra un estado unifica­
do en la bendición uniforme engendrada por el goce de objetos como la músi­
ca, tiene lugar una absorción y un anclaje -de la mente en esa bendición.
Donde hay un flujo continuo y largo de sonidos de instrumentos encordados,
uno se libera de otros objetos de cognición y �e funde en esa última y verda­
dera de la forma de ese Ser Supremo (Brahman) ". 21
La teoría también nos recuerda la importancia del cuerpo humano co­
mo modelo para la música en las culturas asiáticas. Ante la ausencia de nota­
ciones .precisas y otras objetivizaciones externas de la música y condicionada
por las filosofías tradicionales, la cultura musical de la India mide la altura y
las duraciones por el cuerpo y sobre él. Los movimientos de las manos acom-
. pañan los varios tiempos y expresan la estructura y las energías de los distin­
tos talas; se emplean otros gestos para referirse a las alturas y a los centros to­
nales del canto samavédico; el aliento sirve como modelo para la frase musical ·
y como fuente de tensión, así como de vehículo primario para el sonido mu­
sical. Desde la perspectiva asiática, �l sonido musical no es algo externo, como
cuando uno se sienta al piano y activa un mecanismo productor de sonido.
21
Theodore de Barry y otros, Sources ofJndian Tradition, pág. 274.

200 201
evaluar sus obras. No hay duda de que un compositor puede proporcionar in­
formación privilegiada sobre su propia música, en particular sobre la forma en
que ésta llegó a existir. Por otra parte, los compositores no son más inmunes
1 1 Cloto y Atropo que el resto a la adoración de "ídolos" y con frecuencia han sido víctimas de
la necesidad de realizar interpretaciones crípticas y profecías. No se puede de­
sechar con ligereza su testimonio, pero tampoco se lo debe considerar oracu­
lar.
Es demasiado pronto para evaluar las contribuciones de la filosofía for­
mal con relación a la Nueva Música. Los filósofos practican el hábito admira­
Alrededor del huso y a distancias iguales se hallan sentadas tres ble de discutir desde los principios, y los principios que subyacen a las tenden:
mujeres, cada una de ellas en su trono. Son las Moiras, hijas de la cías musicales de este siglo están emergiendo gradualmente de entre una jun­
Necesidad, vestidas de blanco . . . Láquesis, Cloto y .Atropo ajus­ gla de descripciones . técnicas, teorías, retórica crítica, especulaciones estéti­
tan sus voces al acorde de las Sirenas; Láquesis canta las cosas pa· cas y jerga de moda. Necesitan una definición más clara. Como de costumbre,
sadas, Cloto las cosas· presentes y Atropo canta las cosas · por el mejor camino es el de intentar ordenar las corrientes de ideas, aisla� .l�s
venir. (Platón) 1 .
ternas importantes y plantear las preguntas relevantes con la mayor prec1s1on
posible. ..
Hay m'uchos motiv9s evidentes para el estado confuso del pensarr,Jento
musical: el vuelco virtualmente completo d_el conjunto de valores musicales
sostenido en el siglo XIX, los arrolladores cambios sociales y políticos de este
La mayor parte de nuestra investigación ha caído dentro de la jurisdic­ siglo, el surgimiento y resquebrájamiento del mercado masivo para la música,
ción de Láquesis; es hora de explorar los do.minios_ de. Cloto y Atropo. En la el comercialismo, el desarrollo de tecnologías avanzadas, la explosión in­
mitología griega, Cloto {la hilandera) desarrolla el hilo de lino de la vida de formativa y un clima favorable para la experimentación. Una nueva corrien­
su huso, con la guía de Láquesis (la medidora) mientras Atropo {"la que no se te de pensamiento importante refleja el desarrollo de las ciencias sociales
puede apartarn) se prepara para cortar el hilo .2 El mito de las tres Moiras {las como disciplinas eruditas, dando como resultado estudios que aplican a la mú­
Moerae), como la mayor parte de los mitos, tiene sus raíces en una compren­ sica los principios y los métodos de la psicología, la sociología, la ciencia polí-·
sión profunda. A medida que el presente se desenvuelve, lo medimos por el tica, la semiótica y la lingüística estructural. J'odos ellos contienen enfoques
pasado, aun en el conocimiento cierto de que el futuro traerá cambios y dis­ potencialmente productivos para la música, tanto para la del pasado cuanto
continuidades inevitables e impredecibles. Y así es con la música. para la nueva.
Este capítulo trata sobre la Nueva Música y sus implicancias para la filo­ Dos condiciones presentes proporcjonan eL contexto inevitable para
sofía. Por Nueva Música sólo me refiero a aquello que es nuevo en la música, cualquier investigación musical: el desarrollo cada vez más acelerado del len­
categoría más amplia y útil que lo que implican las etiquetas de experimental guaje musical y la ausencia total de consenso sobre los valores musicales.
o avant-garde. La nueva música es {siempre lo ha sido) una incitación al de­
bate encendido y la parcialidad. Pero no se satisfaría ningún buen propósito
probando las posiciones adversas familiares enfrentadas, música "vieja" y El individuo y la sociedad
"nueva", ya que esto no necesita filosofía.
Este capítulo es una exploración de los tres temas principales: el indivi­ Cuando Platón expresó, en La República (y en especial en el Libro III),
duo y su papel en la sociedad musical, el material musical y su organización. que la función primaria de la música era educar al ciudadano para que se COI?,·
Comenzaremos por las cuestiones más conservadoras y humanísticas (que han virtiera en un miembro ideal de la sociedad, apenas podía haber previsto todas
recibido bastante atención de parte de los filósofos) y luego seguiremos con las consecuencias de su propuesta. La idea misma fue ampliamente aceptada
elementos técnicos y posiciones radicalizadas (a través del testimonio de com­ por las civilizaciones de la antigüedad, · las sagas de la anti�a China p:rescri­
positores). Parece ·adecuado cuestionar la autoridad con la que habla un com­ bían a la música ritual como refuerzo simbólico de la armoma que abarcaba a
positor, ya que a menudo escuchamos sus expresiones como una guía pata la sociedad, sus regentes y el mundo de la naturaleza extema . 3 La promoción ·
de la música como instrumento de la política estatal ha sido y sigue siendo
1
La República {traducida al inglés por Paul Shorey) 10.6 1 7b-6 1 7c.
2 3 Walter Kaufmann, Musical R.eferences in the Chinese Classics, págs. 3 2-47.
Robert Graves, The Greek Myths, 2 volts. (Nueva York: Braziller, 1 959).
1 :48-49.

202 203
Es fácil estructurar el realismo en las artes representativas de la litera­
una de las cuestiones mayores de la filosofía de la música, que plantea impor- tura y la pintura, pero no tanto en el arte abstracto de la música. Pero había
·,,..- · tantes preguntas sobre la autoridad, el libre albedrío y el significado. Esta a mano una solución brillante: la provocativa teoría de . la entonación, tal
práctica,
,, que ha prevalecido en general en sociedades e instituciones "contro­ como la formuló el compositor y crítico Boris Asafiev (1884-1 949). Hubo
ladas , ha provocado un amplio debate, aunque las posiciones se han expre­ otros intentos de atribuir los medios de la expresión musical a las entonacio­
sado, con frecuencia, en términos que Platón habría encontrado de muy mal nes inherentes al lenguaje de la gente (en ·particular aquellos in<;luidos en los
gusto. repertorios de canciones folklóricas), pero ninguno tan profundo y sistemáti­
Se suele explicar a la politización de la música en el siglo XX como una co como el de Asafiev:
reacción contra "el arte por el arte", movimiento popular en el siglo pasado,
cuya premisa principal era que la única obligación del artista era para con el El realismo soviético exige que los compositores soviéticos escriban mú­
arte mismo. La contrapropuesta, en su forma más simple, es que el-propósito sica basada en entonaciones musicales, es decir, significados entonados
del arte es reflexionar, afirmar y promover los ideales más elevados de la que se supone que son los transportadores de la significación ideológica
sociedad; el arte que está alejado o separado de la sociedad que lo ha nutrido del nacionalismo ruso y la realidad soviética. . . Las recolecciones, im­
degenera en mero fonnalismo, palabra codificada por los soviéticos como sig­ presiones y fragmentos musicales se entretejen con las experiencias, los
no del mal arte. El impacto de las doctrinas maixistas-leninistas sobre la músi­ sentimientos y las aspiraciones vitales, penetrando en la vida artística
ca en la Unión Soviética proporciona los ejemplos más claros de esta filosofía y las tradiciones de los pueblos . . . El trasfondo de las grandes composi­
en acción, aunque, con la misma justificación, se podría citar el status de la ciones es un mundo de la música como actividad de conciencia pública;
música eri el Tercer Reich de Hitler, las consecuencias musicales de las ense­ interjecciones musicales, entonaciones rítmicas, fragmentos de motivos
ñanz� maoístas en la China moderna y la reacción de la música eclesiástica populares, giros armónicos y extractos de impresiones musicales de una
católica ante algunos de los pronunciamientos papales a comienzos de este época. 6 · ·

siglo.
Hay una ambivalencia tradicional en la actitud soviética hacia la música . El pensamiento marxista destaca que el arte es en esencia un instrumen-
y las demás artes. Los filósofos han visto a la música, por lo general, con una to para la educación y el cambio social progresivo. El artista tiene una respon­
mezcla de admiración y sospecha, alabando la capacidad de la música para sabilidad ideológica hacia la sociedad: reflejar lo que es bueno, ayudar a trans­
promover el bienestar general de la sociedad y, sin embargo, temen que sus formar lo que es malo, educar e .inspirar a los auditorios en formas coherentes
propiedades sensuales puedan seducir a los ciudadanos para que no cumplan con los objetivos más elevados de la sociedad. Es curioso que una de las de­
con sus deberes, como el propio Lenín dijo una vez: "No puedo escuchar mú­ fensas más elocuentes de la posición soviética haya sido escrita por Joseph
sica con demasiada frecuencia. Me afecta los nervios, me hace querer decir es­ Goebbels, ministro d.e propaganda de Hitler: 7
tupideces y acaricia las mentes de aquellos que podrían crear semejante belle­ El arte no sólo debe ser bueno; debe estar condicionado por las necesi­
za viviendo en este vil infierno".4 dades del pueblo o, para expr�sarlo mejor, sólo un arte que surge del al­
Antes de la revolución de octubie de 1 9 1 7, G. V . Plekhanov aconsejaba ma integral del pueblo puede ser, al fin, bueno y significativo para el
la estética maixista a un auditorio cada vez más receptivo, y los grandes deba­ pueblo para el que fue creado. El arte, en un sentido absoluto, como l.o
tes internos de las décadas de 1 920 y 1 930 establecieron el principio del Rea­ sabe la democracia liberal, no tiene derecho a existir. Cualquier intento
lismo Socialista como p�ncipal pilar estético del pensamiento soviético, apli­ de promover un arte semejante podría, al final, hacer que la gente per­
cado primero a la literatura y a las artes visuales y pronto extendido a la músi­ diera su relación íntima con el arte y que el artista se aislara de las fuer­
ca. En el Estatuto de los escritores de la Unión Soviética, Andrei Zhdanov, zas en movimiento de su época, encerrado en las cámaras asfixiantes del
vocero principal de Stalin en los temas estéticos, planteó la definición· básica: "arte por el arte". El arte debe ser bueno, pero más allá de ello debe ser
"El Realismo Socialista es el método fundamental de la literatura y la críti­ consciente de su responsabilidad, competente, cercano . a la gente y de
ca soviéticas; exige una representación verdadera e históricamente concre­
ta de la realidad en su evolución revolucionaria de parte del artista. Además espíritu combativo.
debe contribuir a la transformación ideológica y la educación de los trabaja­
dores en el espíritu del socialismo". 5 Referencias parecidas al papel militante del arte en la lucha de clases
son características típicas de la retórica estética soviética de la "plancha de
4 c·
1tado por Theodore H. Van Laue en Why Lenin? Why Stalin? (Nueva York: 6
Lippincott, 1971 ), pág. 90. Como lo resume James Bakst en A History of Russia�·Soviet Music, págs. 286-7.
s 7
En una carta abierta al director Wilhelm Furtwangler, Berliner Lokalanseiger, 1 1
Citado por Monroe C. Beardsley en Aesthetics from aassical Greece to the Pre­ de abril de 1 933 .
. sent, pág. 360.

205
204
caldera": "Las posiciones soviéticas sobre el arte le indican a éste su lugar en de.ro internacionalismo en música sólo se logra sobre la base de un refor­
la vida de la gente y detenninan lo que debería ser el terna. Las fuerzas socia­ zamiento de la cultura nacional.
les �eaccionarias en retroceso exigen del arte helleza "pura" y sueños abstrac­ 3) Si la atención de los compositores se dirige primero hacia las fonnas
tos. Por otra parte, las fuerzas sociales ascendentes y nuevas, en su desarrollo, musicales más concretas en su contenido, en particular las óperas, orato­
consideran al arte un participante en la batalla terrenal.. . 8 rios, cantatas, canciones, coros de misas, etcétera.
Tanto Prokofiev cuanto Shostakovitch se enfrentaron a du ras críticas 4) Si los compositores y los críticos musicales se convierten en trab�ja­
en las décadas de 1930 y l 940 y ambos, al fin, se retractaron de los errorPC' dores activos y prácticos de la educación musical de sus pueblos.1 0
a los que los había conducido el "fonnalismo". Existe una fuerte tt.ndencia
hacia la "culpa y arrepentimiento" en el carácter ruso que vuelve más creíble Concluyo esta sección con algunas reflexiones personales, en parte para
a semejantes confesiones artísticas. Aquí hay · extractos de una declaración refutar y en parte para enfatizar la importancia de algunos de los problemas
de Dmitri Shostakovitch en apoyo a la resolución -de 1948 del Comité Cen­ que se han planteado en el · curso de la exposición. Hemos dedicado tanta
tral del Partido Comunista de toda la Unión: atención a la política de la música no por la excelencia intrínseca de la música
producida con la influencia de la ideología soviética, sino porque esa ideolo­
· Cuando mirarnos el camino recorrido por nuestro arte se nOs hace claro
que cada vez que el Partido corrige los errores de un artista creativo y gía ha reavivado el interés en algunas de las cuestiones más elementales de la
señala las desviaciones de su obra o condena con severidad a cierta ten­ filÓsofía de la música. Nadie que se tome el trabajo de pensar con seriedad
dencia del arte soviético, siempre redunda en resultados beneficiosos sobre su papel dentro de la sociedad musical puede ignorar lo que es funda­
para este arte y para fos artistas individuales . . . La ausencia, en mis mental: si sus decisiones como compositor individual, intérprete o docente
obras, de la interpretación del arte popular, ese gran espíritu por el que deben estar guiadas por las necesidades de su sociedad o si elias dependen só­
vive nuestro pueblo, ha sido señalada eón soberbia claridad y definicwu lo de sí mismo.
p_or el Comité Central del Partido Comunista de toda la Unión . . . El Es demasiado fácil y hasta burdo bu rlarse del arte "tractor" soviético,
trabajo (arduo, creativo, alegre) en las nuevas composiciones que se sus ballets revolucionarios y sus suites de canciones folklóricas. Es . innega­
harán camino hacia el corazón del pueblo soviético, que serán compren­ ble que el resultado del Realismo Socialista ha sido la producción de mucho
sibles para ellos y que estarán orgánicamente conectadas con el alie del arte de mala calidad, pero éste ha florecido en todas partes con sistemas po­
líticos muy diversos.
. pueblo, desarrolladas y enriquecidas por las grandes tradiciones del cla­
sicismo ruso; és.ta será una respuesta adecuada . .. 9 Entre los logros positivos se pueden contar a los siguientes: el apoyo es­
tatal a los compositores e inté rp retes, los altos niveles de interpretación, la
En el conjunto de guías adoptadas· por el Segundo Congreso Inte�acio­ competencia técnica de parte del compositor, la preservación de las tradicio­
nal de compositores y musicólogos realizado en Praga en mayo de 1948 se es­ nes musicales regionales únicas de la Unión Soviética, un programa de educa­
. bozó el curso futuro de la música soviética: ción musical de éxito, el goce difundido de las artes y el mantenimiento de
una tradición floreciente de ópera y ballet.En el lado negativo podemos seña­
lar un clima intelectual hostil a la experimentación y a la evolución libre del
Una solución de éxito para la crisis de la música contemporánea parece estilo musical así como un cuerp o de crítica pomposo y pesado que valoriza
posible con las siguientes condiciones: más el contenido mensaje que la música misma.
1) Si los compositores renuncian en su arte a las tendencias al subieti­ Ninguna presentación externa, por simpática e imparcial que sea, puede
vismo extrem9; entonces su música expresará ideas y aspiraciones g�an­ hacer completa justicia a la posición estética soviética, en particular con res­
des, nuevas y progresivas de las masas populares y los ideales de la vi­ pecto a algunos de los argumentos más sutiles. Tampoco debe esperar sentirse
da contemporánea. convencido por un resumen del argumento principal, sin contar con todo el
2) Si los artistas creativos se di,rigen de manera decidida hacia la cultu­ contexto del pensamiento marxista, aquel que carezca de un conocimiento de
ra nacional de sus tierras y se vuelven sus verdaderos defensores contra primera mano de las condiciones reales existentes en las partes del mundo que
las tendencias cosmopolitas de la vida contemporánea, ya 4t:1e el verda- el Realismo Socialistá busca mejorar. La escasez de traducciones competentes
ha impuesto una desafortunada barrera lingüística entre la URSS y el mundo
occidental, incrementando de manera considerable la posibilidad de malenten­
didos.
8
Nikolai Shamata, "On Tastes in Art (The Soviet View)", en Aesthetics Today,
editado por Morris Philipson, pág. 28. 10
9
Nicolas Slonimsky, compilador y traductor, Music Since 1900, págs. 1370-1. Ibídem, págs. 1378-9.

2Ó6 207
La calidad del discurso filosófico siempre sufre en proporción directa al mentos más grandes en la historia ' de la música occidental _han surgido como
empleo de palabras clave, slogans, frases fáciles de recordar y recursos simi­ consecuencia de decisiones individuales.
lares de retórica persuasiva. Etiquetas como fonnalismo, subjetivismo y Rea­
lismo Socialista (pese a su atractivo popular y su efectividad en la argumenta­
ción) han tendido a disminuir el nivel de calidad del debate. Intercambio de roles ·
La ubicación de la música con la política estatal, ahora y en toda la his­
toria, tiene consecuencias predecibles : ortodoxia y estilo conservador. Con se­ Se suele pensar que los roles individuale� dentro de la matriz de la s0cie­
guridad no hay motivos para que sea deseable (o no) que el estilo musical dad musical tradicional no son ambiguos.1 1 La fórmula común del siglo XIX,
evolucione o permanezca invariable; la brecha que se ha abierto en occidente que aún hoy es modelo en la práctica pública de conciertos, consistía en que
entre el compositor y el público se debe más a una cuestión de proporción de el compositor prescribe, el intérprete ejecuta (o interpreta) y el oyente perci­
cambio que a una cuestión de cambio en sí.Pero las condiciones poHticas que be; una hipersimplificación de una relación mucho m ás compleja pero adecua­
inhiben el desarrollo del lenguaje musical e incentivan el conformismo han te­ da para nuestro punto. Notamos varias tendencias interesantes en la música
nido efectos insidiosos.Parece incoherente que aquellos que argumentan que m oderna que ubican a miembros de la "tríada social" en papeles no familiares.
la sociedad debe mantener un estado revolucionario constante nieguen el mis­ El compo#tor como ejecutante. Esto es más una reversión de un papel .
mo impulso renovador en su música. anterior que una novedad. Antes del 1 800, los compositores eran casi siempre
La frase final de la carta de Goebbles es una prescripción específica para ejecutantes activos y, de una manera o de otra, siempre tenían que ver con la
el arte que resulta admirable. Pocos disentirían con él en que el arte debe ser ' ejecución de su propia música. La dicotomía entre el compositor de la torre
competente, aunque no siempre es fácil definir la "competencia".Pero una de marfil y el virtuoso es básicamente una creación del siglo romántico.Pero
reputación más considerada podría señalar que el arte que busca ser "comba­ hay giros nuevos. En algunos casos el compositor asume ahora un control ple­
tivo" y es "autoconsciente de sus responsabilidades" tiene más posibilidades no sobre el ejecutante y elimina por completo la necesidad de un ej�cutante o
de que se lo valorice por su mensaje que por sus propiedades intrínsecas y el intérprete, como en alguna música electrónica o de computadora, que se
puede grabar de manera dire�ta o en cinta magnética. Así, la com�osición y 1�
· arte que se mantiene "cerca del pueblo" tiende a atraer el denominador co­ ejecución se han fundido en una función de laboratorio única.
mú.n más bajo del �sto musical.
· Estas consideraciones plantean la pregunta general de la "separación": En otros casos el compositor toma partido para darle forma a los
¿el valor final de la música depende de las teorías sociopolíticas y su · utilidad · hechos musicales durante la ejecución (como director, colaborador o incluso
como "actor"), ya sea porque la partitura musical no exige gran habilidad téc­
para promover los fines sociales deseados y posee valor independiente? Prefiero nica o porque tiene la suficiente flexibilidad como para pe1TI1itirle decidir los
creer en la segunda posibilidad.La posición soviética plantea un peligro real
hechos en el curso de la ejecución. Muchos compositores son diestros intér­
para la música abstracta, implicando que sólo la música que transmite un pretes y siguen funcionando en el doble papel típico de la sociedad musical de
mensaje concreto y extramusical puede servir a su propósito social. Esto los siglos XVII y XV111.
también rechaza la existencia independiente de la música. ·
El ejecutante como compositor. Ejecución y composición no son fun­
Si hay un increíble pQtencial para el uso social de la música, hay un po­ ciones tan separadas como se podría suponer: en las culturas (India, el jazz) y
tencial igual para su abuso. Mi lista de abusos posibles de la música incluiría épocas musicales (el Barroco) que han mantenido una tradición de improvis�­
todas las técnicas dirigidas a la persuasión masiva y · el control de la mente, la ción se puede describir con más precisión a los ejecutantes como "composito,.
trivialización de la música en un ambiente continuo y amorfo, el empleo. de la res espontáneos". Pero, más que esto, la ejecución musical siempre ha implica­
música como narcótico o anestésico (aparte de los usos terapéuticos legíti- do mucho más que la ejecución precisa de un conjunto de directivas, aunque
.
mos), la intrusión de la música en la esfera privada de la propia vida y la deter­ elaboradas.
minación del gusto musical y los niveles por las técnicas de realimentación Cualquiera que dude de esto no tiene más que comparar dos versiones
diseñadas para manipular y complacer a un mercado masivo.Siguen habiendo grabadas, de la misma composición. Inclusive compositores como Gustav
preguntas legítimas sobre la música como arte individual o colectivo. Se ha Mahler y Alban Berg, que llenaban sus partituras con suplementos verbales
practicado con frecuencia la música dentro de un contexto social, pero las para la notación común, fueron incapaces de hacer algo más que minimizar la
decisiones específicas (aunque influidas por las preferencias grupales) han posibilidad de desviación de su visión interior. Cualquier compositor o ejecu­
quedado a cargo, por lo general, de los individuos. Sólo últimamente, en la tante est:.rá dispuesto a admitir que nuestra notación es, en esencia, demasia-
República Popular China, se ha hecho práctica la composición de música a
cargo de un grupo.La teoría del "Gran Hombre" de la 11:istoria de la música
es sin duda una declaración exagerada, aunque es difícil negar que los monu- 11 V' ' . lo
ease cap1tu 3

. 208 209
ble silencio. Quizás un propósito igual motivó Vieux Sequins et Vieilles Cui­
do inexacta para especificar más. que un esbozo del intento del compositor, rasses de Erick Satie·, en la que el pasaje final, de ocho tiempos, se debe repetir
hasta que la tradición, la instrucción, la imitación y el instinto lo completan. 380 ve�es, y la aún más fattgosa Vexations, qt1e P!escribe 840 repeticiones dé
Pero, recientemente, algunos compositores han buscado aumentar el un módulo muy suave y lento de 5 2 tiempos.
papel del ejecutante en su música y capitalizar su aptitud para la improvisa­ En estos intercambios de papel, muchos de los cuales están reconocida­
ción. Un compositor así puede verse a sí mismo como "planificador" o "dise- · mente pensados más como una demostración filosófica que como música for­
ñador" de un conjunto de condiciones en las cuales algo sorprendente y her­ mal, se puede detectar lo que parece ser una tendencia saludable_; hacia un
moso ( quizás algo imprevisto) podría emerger. Los manuscritos para este tipo concepto holístico de la música en el que las fu_nciones de . creación, . ejecu­
de música pueden ser mínimos, hasta tal punto que la Oficina de la Propiedad ción y percepción no se mantengan separadas de forma artificial.
Intelectual de los Estados Unidos ha rehusado otorgarles protección de dere­
chos intelectuales!2 La pieza real puede ser más una proyección de la persona­
lidad del ejecutante que del intento del compositor, o tal vez ése era precisa­ Material
mente el intento del compositor.
Esto sugiere algunas cuestiones problemáticas. ¿Quién debe recibir el Romain Rolland, en su novela Juan Cristóbal (1 904- 1 9 1 2), describió la
elogio (o la crítica) por la pieza, el compositor o el intérprete? ¿A quién se le lucha de su héroe compositor contra las limitaciones de la forma y la sustan­
debe pagar por ella? Si una composición existe de una forma mínima y difiere cia musical tradicionales:
mucho en cada ejecución, ¿es la misma obra? ¿Cuánto debe diferir antes de
convertirse en otra pieza? ¿Cómo puede la crítica tratarla como una entidad? La dificultad comenzó cuando él trató de echar sus ideas en los moldes
El auditorio como ejecutante. La música no ha sido siempre un entrete­ musicales comunes; hizo el descubrimiento de que ninguno de los mol­
nimiento de espectador. En muchas culturas musicales no occidentales y en la des anteriores se adecuaba a ellos; si quería fijar sus visiones con fideli­
tradición de la música de cámara aficionada, los papeles del ejecutante y el dad, tenía que comenzar _por olvidar toda la música que había o ído,
oyente son inseparables. La idea de un auditorio masiyo pasivo es otra crea­ toda la que había escrito, hacer . tabla rasa con todo el formalismo que ·
ción del siglo XIX y una ficción en la que sé han nutrido muchas concepcio­ había aprendido, con la técnica tradicional, arrojar al cesto de los des­
nes erróneas sobre la naturaleza de la percepcióri musical. Y, en siglos anterio­ perdicios esas muletas de impotencia, esa cama, todo preparado para
res, la gran tradición de la música coral sagrada, la danza general al final de un la haraganería de aquellos que, escapando de la fatiga de pensar por sí
ballet cortesano, el canto madrigalista en la Inglaterra isabelina y otras músi­ mismos, reposan en los pensamientos de otros�4
cas que exigían que la participación del auditorio evidenciara que el papel del
Un comienzo nuevo, "tabla rasa" (la famosa tabula rasa de Locke),
15
público musical no ha sido siempre pasivo.
Sin embargo, últimamente, algunos compositores han querido· incluir de éstas han sido imágenes atractivas para muchos compositores jóvenes que en­
una manera más íntima al espectador en el proceso musical cambiando la con­ frentan el prospecto desilusionador de escribir en un idioma todavía imper­
figuración del espacio de ejecución como para envolver al auditorio, asignán-· fectamente comprendido o cuya gramática y sintaxis encuentra� hostil o
doles varios roles de participación (canto, percusión, ruido) o bien dejándole restrictiva para su pensamiento. Pero, ¿se debe regir la "tabla" con líneas de
algunas decisiones. con respecto a la ejecución. pentagramas musicales? ¿O · debe estar, en realidad, ert blanco? ¡,Debe estar
El auditorio como compositor. En una obra "extrema", como la famosa predeterminado de alguna manera lo que uno escribe? ¡,O se debe uno mole�
· 4' 3 3" (de silencio) de John Cage, la música es (en una interpretación posible) tar por una tabla en primer lugar?
la creciente conciencia y resistencia del auditorio ante el �encio controlado, - Un artista necesita material en bruto, una sustancia sobre ia cuai actuar.
el sonido de la propia respira,ciórt, sentimientos de incomodidad, toses, risitas, El poeta debe comenzar con palabras; tiene una amplia variedad, pero sus
irritación creciente y cosas así. Nada puede ser menos satisfactorio que una elecciones retienen los significados y connotaciones determinados de su idio­
ejecución en la que todo el auditorio sabe qué esperar y se sienta en un ama- ma. ¿Cuáles son las palabras del · compositor (y en qué medida están deter­
minadas)? ¡,Cuán "bruto" es su material en bruto? Es probablemente una no­
12
Sobre la base de que "las ideas, planes, métodos, sistemas, etcétera" no están ción romántica la de sugerir, como lo hace Rolland, que los sonidos que un
sujetos a derechos de propiedad intelectual como las obras musicales en la Clase E; para
que se la registre en la clase E como obra musical, la copia debe contener u na cantidad
mínima de expresión musical original fijada en una fonna concreta y definida (notacio- 14
nes u otras expresiones escritas visibles que representen una sucesión de sonidos musica­ Traducido por Edgard V arése y citado en su conferencia de 1939 "Music as
les) - Circular 96H, Oficina de Propiedad Intelectual, Biblioteca del Congreso. an Art-Science;', en Elliot Schwartz y Barney Childs,
· · comps.,• Con temporary Compo-
13
Como en Audience Pieces de Ben Vautier ' descritas en Michael Nyman' Expe· serrs on Con temporary Music, pág. 20 1 .
1 5 Véase capítulo 6, Nº 36.
rimental Music, pág. 71.

210 21 1
c�m � ositor .imagina p �dría.n ser de algún modo independientes de su expe­ 1 ) la demanda de un espectro de sonido tan completo como sea posi­
nenc1a previa, como s1 su mconsciente pud�era de alguna fo rm a purgarse de ble, con respecto al rango (alto/bajo), la continuidad (glissandi, disponi­
sus contenidos . Y parece inevitable que el acto de imaginar y prescribir soni­ bilidad de sonido en "fragmentos" menores de los que los principios hu­
dos específicos deba estar precedido por un programa de preselección elabora­ manos de discriminación de altura y tiempo nos permiten discernir),
do _(aun_que amp?amente in� onsciente), basado en una cantidad de supuestos: densidad (grupos tonales, masas de sonidos, ritmos cruzadps) y variedad
··
q�e somdos c �? s1dera ap:optados, herm osos o útiles el compositor (o su tradi­ de timbres;
c10n); su relacmn potencial entre ellos, expresada en términos de un "sistema" 2) tecnología electrónica; generación y síntesis de tonos, técnicas de
funcional o como contenido temático; qué clase de gestalt pueden formar por registro de sonidos_ (eri disco y cinta magnetofónica),. aplicaciones en
fin, y qu� ás_ inclusive 1� cuestión más mundana de qué sonidos son interpre­ cornpu tación.
tables. Nmgun compositor puede argumentar familiaridad con .toda la gama 3) la invención de nuevos .instrumentos, el empleo de instrumentos
de_ 1:1 aterial acústico e� istente ni considerar a toda esta gama prop_iada para la tradicionales según form as no tradicionales y el uso de "no instrumen­
musica; algunos, por ejemplo, excluirán. aquellos sonidos cuyos esquemas vi­ tos";
bratorios sean no periódicos, como el ruido. 4) sonidos vocales nuevos, empleo abstracto del material fonético ,
La respuesta de Edgard Varese a estas preguntas fue inequívoca: "El nuevos estilos de declam ación musical (corno el Sprechs timme) ,18

material en bruto de la música es el sonido". Y en una conferencia de 1 939


requería una máquina que la daría al compositor pleno acceso a su material 5) desconocimiento de la distinción tradicional entre sonidos musica-
acústico: · 1es y ruido;
6) sonidos naturales (canciones de aves, ballenas) y ambientales;
He aquí :. las ventajas que anticipo en una máquina semejante: libera­ 7) escalas, ritmos e instrumentos no occidentales;
ción del sistema arbitrario y paralizante modificado a gusto; posibilidad alusión, adopción,
8) transformaciones de música preexistente: cita.
de obtener cualquier cantidad de ciclos o, si aún se lo desea, de subdivi­ otros tipos de "músic a sobre la rnúsica ", 19
parodia y
siones de la octava y en consecuencia la form ación de cualquier escala
que se pretenda; un insospechado rango en los registros altos y bajos; 9) ordenamientos especiales alterados, contextos o ambientes música­
nuevos esplendores armónicos obtenibles por el uso de combinaciones les alterados, mezclas varias de música con danza, literatura, teatro o in­
armónicas hoy imposibles; la posibilidad de obtener cualquier diferen­ cluso arquitectura.
ciación de timbre, de combinaciones de sonidos; nuevas dinámicas Tenemos la ventaja de la retrospectiva: muchas de estas tendencias son
. mucho más allá de la actual orquesta de fuerza humana; un sentido de
evidentes en la música gesde comienzos del siglo XIX y la urgencia por libe-.
la proyección sonora en el espacio por medio de la emisión de sonido en
rarse de las "limitaciones" es una consecuencia obvia de la estética del Ro­
cualquier parte de la sala o en su totalidad . . .1 6
manticismo. También se está aclarando que algunos compositores prefieren
no reconocer a la música como una categoría de sonido independiente, es
Varese vivió lo suficiente como para componer una máquina semejante
Y los resultados fueron bellísimos. Pero no todos los compositores piensan decir, separable de todo el contexto de sonido ambiental.
que las limitaciones son "paralizantes" ni los inhibe la "arbitrariedad" del Nuestra labor consiste, ahora, en plantear algunas de las preguntas esté­
sistema musical tradicional. Cuando se le preguntó a lgor Stravinsky qué pen­ ticas implícitas en estas tendencias a la selección del material sonoro, apoyan­
saba de los nuevos medios y los nuevos recursos, dijo: "No estoy convencido do algunas con citas relevantes y exponiendo otras con brevedad. Para mante­
de l ? que ha�e falta son mayores recursos. Me parece que las posibilidades ner la perspectiva adecuada, es buena idea tener en cuenta que nuestra con­
. centración en el material sonoro tiende a oscurecer la preferencia estadística
ya tienen la nqueza suficiente, o hasta demasiada. La escasez de recursos no
abrumadora por la selección de sonido tradicional. Si estas preguntas se
�etendrá a un buen _artist!, ya que los recursos están el hombre mismo y · el extienden en la estética de la música experimental es porque el establishment
tiempo los renueva dia a dia. La llamada crisis de medios es interior".17
He aquí algunas de las formas en que la música actual refleja la necesi­ . experimental (con John Cage corno su vocero más elocuente) ha articulado
dad de recursos de. sonido adicionales:
18 ·
Un estilo de producción vocal intermedio entre la expresión y la canción, usa­
do con gran efecto en la ópera Wozzeck de Alban Berg y en otras obras dramáticas de
16 V ' .
arese, "MUSIC .
as an A �t-Sc1ence " , en Scwartz y Childs, Contemporary Com- Berg y Schoenberg.
19
posers on Contemporary music, pags. 200-20.1. Expresión atribuida a Rudolf Kolisch y aplicada despectivamente a la música
17 de Stravinsky por Theodor Adorno en Philosophy ofModern Music, págs. 1 8 2-84.
. Igor Stravinsky y Robert Craft, Dialogues and a Diary, págs. 68-ó9.

21 2 213
con gran claridad temas importan tes para la filosofía de la música, temas qu·é samente) una pincelada púrpura en el pigmento oleoso es inevitablemente un
no desaparecerán. recu.erdo de una pincelada shnilar, el mismo matiz o la_ c�tegoria de la "rojez"
· Algunas de las siguientes preguntas están hechas desde el punto de vista misma, algunos afirmarán que se deb e percibir a los sonidos, inexorablement�,
del compositor y comienzan con la palabra debería. No se las debe tomar en como recuerdos de otros sonidos, algunos vívidos y específicos y otros mas
· el sentido de imperativos, morales: la filosofía es un medio de producir el generales. Desde este punto de vista, toda decisión musical {inclusive a veces
cambio por la persuasión y no por la legislación. Su significado, cuando un las decisiones que uno deja que otro tome) conlleva de terminados significa­
· compositor quiere averiguarlo, puede variar desde el relativamente neutral dos, ya sea que el sonido lo produzca un arco de violín sobre una cuerda ex­
: "¿será éste el caso?" hasta uno basado sobre - ciertos su puestos estéticos: tendida o un trozo de hielo raspado sobre una superficie metálica. Esto nos
" ¿Será productivo en lo artístico si. . . ?" lleva a una segunda pregunta:
¿Se puede (se debería} separar a los sonidos de las ideas acerca de ellos? ¿Qué significados o valores específicos tienen para nosotros los sonidos
En otras palabras, ¿se puede considerar a los sonidos como algo sin significa­ particulares? Podemos considerar "naturales" o "musicales" a ciertos soni��.s,
do desviado de cualquier contenido simbólico? Cage expone semejante punto basados en la experiencia previa. Podemos hallar que los sonidos de la voz hu­
de vista : mana son agradable s y/o significativos en lo intrínseco y es improbable que
podamos percibir sonidos humanos sin retener alguna idea de su origen huma­
Imagino que como la música contemporánea sigue cambiando en la for­ no. V�rios sonidos instrumentales pueden llevar significados igualmente espe­
ma en que yo la estoy cambiando, lo que se hará será liberar cada vez cíficos, algunos de ellos recuerdos y asociaciones personales; otros, asociacio­
más completamente a los sonidos de las ideas abstractas sobre ellos y nes más generáles (como para el sonido de la flauta) que parece n ser parte de
cada vez con más precisión para dejarlos ser, en lo físico, sólo ellos la experiencia cultural común de la especie humana:2 El método de produc­
mismos. Esto significa, a mi ent.e nder: sabiendo cada vez más no lo que ción de sonido y las varias propiedades tonales influyen en nuestra reacción
creo que es un sonido sino lo que en realidad es en todos sus detalles ante un sonido, es decir, uno no puede sino reaccionar con tensión ante un so­
acústicos y luego permitiendo que ese sonido exjsta por sí mismo, cam- nido c·on un impacto alto o un sonido muy breve. Se le otorga valor negativo
biando en un medio sonoro cambiante?º
a cie rtos sonidos, como el del flato, y se puede reaccionar de modo negativo
cuando se ve o se oye un instrumento tradicional golpeado con un mazo o
Y Morton Feldman agrega: "Sólo 'soltando.' los elementos tradicional­
mente usados para construir una pieza musical podrán existir los sonidos en raspado con una lima. Muchos oyentes conside ran que el tono electrónico es
sí mismos, no como símbolos o recuerdos que fueron, para empezar, recuer­ "artificial", en tanto qu� otros, que se han educado con los sonidos amplifica­
dos de otra música"7 1 dos de los instrumentos electrónicos y los sintetizadores, pueden otorgarle
Estas afirmaciones sugieren problemas complejos y merecen seria consi­ valor positivo al mismo sonido. Stravinsky fue muy rechazado por sus tempra-_
deración. Cada especificación de un sonido abstracto, cada mediación por la nos esfuerzos en el campo de la música electrónica, y una vez dijo: "N<? ve�
mrnte o un instrumento, impone significado simbólico a ese sonido y es por qué un medio tan rico en posibilidades sonoras d�ba ser tan_ r.obre"�
Significados como éstos pueden pone rse en el camino de la mus1ca y re­
dudoso que cualquier compositor u oyente pueda desechar esta suce sión de presentan obstáculos reales pa111 el goce estético. Per.? no parece realist� negar
significado. Por otra parte, el valor de conside rar a los sonidos como objetos su influencia en muchos compositores y en la mayona de los oyentes, s1 no en
aislables se funda en la actitud que implica : actitud en la que los oídos y.men­ todos. La tecnología de la grabación ha hecho . una gran contribución a la
tes están más abiertos al sabor de las propiedades únicas de los sonidos, que separación del sonido y el significado, pero se podría deci� que �l �onido ad­
incluye los sonidos en tomo de nosotros y los de la música fotmai. Apreciar quiere un significado igualmente específico en su nuevo medio acústico:
más la claridad del sonido debe ser uno de los objetivos principales de la expe­ ¿Son todos los sonidos igualmente hermosos? ¿Puede un somdo ser
riencia musical. bello en sí mismo o necesita de un contexto? ¿Cuáles son los denominadores
. Por otra parte, la música consiste en relaciones, previstas por el compo­ que prevalecen pm-a la belleza? A pesar de la actual falta de consenso, parece
sitor y percibidas (aunque a menudo de manera subconsciente) por el oyente . . obvio que el concepto de belleza tonal del siglo XIX (un tono suave, opulen­
Algunos dirán (en mi opinión, con razón) que es tarea del compositor no per­ to, vibrante, intensamente rico) ha perdido parte de su fuerza. Y� en su lugar,
mitir que los sonidos existan sino hacer que existan, guiados por su poder oímos un de splazamiento en la dirección de sonidos más delgados, más afila­
imaginativo superior y su conocimiento de lo que es posible y potencialmente dos, precisamente engastados, lo que entiendo que está más cercano a los
agradable dentro del reino de lo audible. Así como el color roj? o {más preci- valores tonales de la música barroca tanto como una reacción predecible contra
2 Citado en. Nyman,
° 22 Véase capítulo 5 .
Experimental Music, pág. 42.
2 1 Ibídem. 2 3 Stravinsky y Craft, Memories and Commentaries, pág._ 100.

214 21 5
las preferencias tonales del último siglo.· Pero, a la vez, se debe admitir que medio d e parálisis? 24 ¿La economía d e medíos.es un criterio estético válido O
ciertos géneros (en especial la ópera) han mostrado ser resistentes a estas ten­ importa (a la larga) sin un compositor elige a partir de un conjunto pequeño y
dencias, y_ que grandes segmentos de la sociedad musical sostienen los valores preseleccionado de posibilidades de todos los sonidos disponibles en el
tonales del Romanticismo con tanta tenacidad como siempre. Podemos pre­ mundo? Podemos admirar la economía; pero, ¿debe influir en nuestro juicio?
guntar, con legitimidad, qué causas para la preferencia se pueden aplicar a la Lippman presenta un punto de vista tradicional cuando habla de una fuerza
profusión de sonidos electrónicos y ambientales en la música actual, que no destructiva de los valores musicales,
sean (como siempre) nuestros instintos y experiencia. Desechar la cuestión con
"cada uno a su modo" parece una evasión. Sugiero que un nuevo conjunto de que está conectada con la tecnología electrónica, es la multip1icación de
valores tonales se está uniendo de manera gradual en medio de lo que parece materiales y medios estéticos; de compuestos artísticos, de escalas de al­
ser el caos de la variedad sin límite aparente. Nunca se pueden declarar estos tu ra y de tipos de sonido en los que la áltura no es importante o está
valores por consenso, pero se los está demostrando en la actualidad y (cuando ausente . . . Aquí se pasan por alto dos condiciones de valor artístico;
Atropo lo permita) los reconoceremos por lo que son. una es la restricción esencial que convierte a. la materia en material y
¿La naturaleza del material sonoro determina en alguna forma a la orga­ proporciona un marco ·de limitación; la otra (que se conecta con la arti­
nización de la música? En una palabra, ¿los sonidos son causales? ¿Hasta qué ficialidad relativa del material nuevo.) es la relación esencial con el pasa­
punto la selección (o preselección) de un compositor determina su organiza­ do que da significado al presente y al futuro:5
ción? La causación es un concepto tan difícil en música como lo es en la filo­
sofía.Las elecciones musicales suelen causar otras elecciones, en especial den­ La distinción que Lippman establece entre "materia" y "material" va al
tro de un estilo establecido; la dificultad surge cuando uno trata de angostar centro de la cuestión.John Cage, en su ensayo Rhythm, etc., se opone a todo
la sucesióIJ, de causa y efecto en una secuencia específica de 1 : 1 y afirma que "marco de limitación" citando en particular los efectos determinados de los
una causa específica única lleva a un efecto específico único. Hasta el punto instrumentos tradicionales: "Debemos prescindir por completo de los instru­
en que la música tonal tradicional permite al oyente sentir expectativa y mentos y acostumbrarnos a trabajar con herramientas. Entonces, si Dios quie­
predecir la resolución de tendencias, así se demuestra la causación. re, tendremos parte del trabajo hecho. También se lo puede decir de este
Permítaseme presentar unas pocas instancias obvias. Parece claro que las modo: encontrar formas de usar los insttumentos como si fueran herramien­
propiedades respectivas de las escalas diatónicas y cromáticas han tenido impli­ tas, es decir, para que no dejen huellas. Esto es precisamente lo que son nues­
y
caciones causales, la primera tendiente a estimular el centro tonal la diferen­ tros grabadores, amplificadores, micrófonos, altavoces y células fotoeléctricas:
ciación de estructura de altura y la segunda excluyendo virtualmente a ambos. objetos para usar que no necesariamente determinan la naturaleza de lo que se
Las consideraciones prácticas también pueden ser causales; los soniqos de hace . . . "26 En tanto que el punto de Cage queda bien claro, la distinción
cuerdas de arco se pueden sostener más tiempo que los sonidos de vientos y se entre instrumentos Y · "herramientas" no es por entero convincente parece
pueden sostener los sonidos electrónicos de una forma indefinida. Es virtual­ claro ahora que las técnicas de transformación de sonido de la primitiva tec­
mente imposible escribir música lírica con sonidos breves y staccato. Y el nología electrónica han tenido más d.e un efecto determinado sobre la música
compositor hábil sabe que debe prever las consecuencias mentales y muscula­ reciente de lo que hasta ahora se ha comprendido.27
res que, los sonidos que él -prescriba tendrán en sus ejecutantes; es decir, un ¿La selección de material (y, por supuesto, también su organización)
acento pesado exigirá algún tiempo de recuperación y conviene que una nota · debe tener en cuenta las limitaciones de la percepción humana? ¿ Todavía se
difícil de alcanzar esté precedida por un tiempo de preparación. Para muchos dirige la música a la gente? Si es as í, ¿puede existir valor alguno en ignorar los
compositores, las implicancias tradicionales del material sonoro operarán de principios de la percepción humana o en mofarse de las leyes de la percepción
una manera causal, en tanto que otros compositores buscarán elegir sonidos y auditiva? No exige muchos datos el superar la propia capacidad de procesarlo.
- medios de producción de sonido que estén relativamente libres de tales im­ Es evidente que se puede considerar. a la composición musical una actividad
plicancias. Sea cual fuere el caso, para cuando un compositor ha adquirido un privada, y en ese caso el compositor tiene todos los motivos para buscar su
"estilo", suele haber una relación clara entre su material y lo que hace con él.
He retrasado la respuesta a la pregunta con la que comencé esta sección,
ya que sigu� con naturalidad a la precedente: ¿Hasta qué punto debe estar
24
Véase Nº 16 .
25 Edward A. Lippman, A Humanistic Philosophy ofMusic, pág. 350.
sujeto a límites el material sonoro? La cuestión contiene muchos subinterrogan­ 26
tes provocativos: ¿Se debe "regir" y cubrir el material sonoro con escalas de John Cage, " Rhythm etc.", pág. 197. ·
2 7 Señalamiento de Jonathan D. Kramer en "New Temporalities in Music", págs.
altura y tiempo: ¿Los espectros de altura y tiempo deben ser estriados o con­ . 543-44, elaborado en un artículo llamado "The lmpact of Technology on Musical
t�µos ? . ¿Semejante preselección del material es una disciplina que el compo­ Time" presentado en un simposio sobre "Chronos and Mnemosyne: Time in Literature
sitor observa como preludio necesario a su actividad o, como decía Varese, un and the_ Arts", Universidad de California del Sur� 3 de abril de 1 982.

216 2 17
propia satisfacción sobre todas las consideraciones prácticas semejantes. En su
ensayo "Who cares if you liste111 ", Milton Babbit aboga por el caso de una
La filosofía de la música se ocupa con propiedad del ser de la música
(producto o proceso), su permanencia y su especificación, ya que el compo­
"música especializada": sitor prefiere elegir del material sonoro tradicional y preseleccionado o de
cualquier otra materia acústica que considere apropiada, y ya sea que espe­
Me atrevo a sugerir que el compositor se haría un servicio inmediato y
cifique su obra en detalles elaborados y deje una gran cantidad de elecciones
final a s� música y también a sí mismo por el retiro total; resuelto y
para el intérprete. Al pesar sus contribucione s respectivas no podemos evitar
volun!ar�o de este mundo público a uno de ejecución privada y medios
ciertos temas: ¿cuál es el mínimo irreductible para la composición (una idea,
electro1?-1cos, con su muy real posibilidad de eliminación completa de
un plan, un libreto, un programa detallado completo), cuán fija es y cómo se
los aspectos públicos y sociales de composición musical. Haciéndolo así
realiza en sus múltiples versiones de interpretación?
1 � �eparación entr� los dominios se definiría más allá de cualquier posi�
_ Me gustaría señalar que las siete preguntas precedentes no son una varie­
bihdad de �onfus.mn de categorías, y el compositor estaría libre para
dad azarosa ni trivial. Hemos considerado, a su vez: los p roblemas de aisla­
lle.var una vida pnvada, de logros profesional�s, opuesta a una vida pú­
mien tq, significado, valor, causación, ser, conocimiento y permanencia; todos
b�ica, d e falta de compromiso profesional y exhibicionista, . . Semejante
. ellos temas cruciales en la filosofía de la música. Juntos demuestran que los
vida pnvada es lo que la universidad le proporciona al estudioso y al
compositores de música experimental hari desafiado los supuestos tradiciona­
científico: 8
-Ies de la música artística occidental. Como resumen de la estética alternativa
¿Se debe considerar a la música pennanente o desechable? La cuestión
más moderna, he aquí, su puesto � que Barney Child a firma como ya no válidos:
de la permanencia es central para la filosofía de la música. La dicotom ía entre - ia idea de "obra maestra";
la transit � riedad del proceso musical y :la permanencia del producto musical - la permanencia como valor estético;
ha evolucionado en un tema común en la literatura occidental. Hasta hace - el pro�eso como útil al producto que realiza;
bastante poco, sin embargo, los análisis estéticos han tendido a centrarse en el
el ordenamiento no azaroso jerárquico sistematizado;
objeto musical, sus cualidades como "objeto", otorgándole así el status de un
la validez estética como parcialmente dependiente de la toma de decisiones
virtual objeto de museo. Una estética más nueva enfatiza a la música como
extensiva y cuidadosa; .
proceso, un concepto más en armonía co_n la generalidad de las músicas fol­
·.
klóricas y tradicionales del mundó no occidental. la "responsabilidad" del artista;
No elaboraré aquí las importantes distinciones entre la música como el valor estético de la historicidad y la valiciez de la sucesión histórica;
producto � la m� sica como p�oceso que no sea notar ciertas implicancias para - el énfasis en lo lógico, lo racional y lo analizable;
_
la sustancia musteal; hay en Juego conceptos como el status de los sonidos
- la forma más elevada de respuest_a estética como sentimientos de profun-
musicales, la forma en que se los puede preservar y el grado hasta· el cual una
. didad, temor y cosas por el estilo.30
c��p o�ición (o una ejecución individual de ella) se puede especificar. La tra�
.
dicto� mte1ectual europea occidental ha asumido que los sonidos musicales
cons!t� yen una categoría especial. Si no se sostiene que ése es el caso, luego
la musica se puede componer con sonidos comunes, "encontrados", como el
Organización
arte visual que emplea objetos "encontrados". Y, para avanzar un paso más en.
compositor héroe de la novela Doctor Fausto de Tnomas Mann, asistía a las
' 1• . d . Adrián Léverkühn, que fue presentado en un capítulo anterior como el
esia nnea e razonamiento, se puede considerar a la propia música como un
pro�: so de "dese ��o" que no existe de modo fijo, sino que cambia de una eje­
conferencias de Kolonat Nonnenmacher sobre filosofía griega antigua en la
cuc10n a otra. S1 ese es el caso, ¿no es incoherente ( quizás hasta opuesto al
Universidad de . Halle, en preparación para el primer examen de teología, y
proceso) hacer un registro de tal ejecución? John Cage expresó que el registro
escribía música con la influencia del cuadrado mágico que había colgado
de semejante obra "no vale más que una postal; proporciona un ·conocimient.o
sobre su piano alquilado:
de algo que ocurrió, en tanto que la acción era un desconocimiento de algo
· ·
que aún no había ocurrido".29 En la pared sobre . el piano había un diagrama aritmético sostenido con­
alfileres, algo que él había encontrado en un negocio de venta de
objetos de segunda mano: uno de los -llamados cuadrados mágicos,
28 En Schwartz y Childs, Con temporary Compasen;
, . on Contemporary Music
pagma 249.
29 John Cage, "Composition as Prolt'��", en Silence, pág. 39. 30 Barney Childs, "Time and Music", pág. i 97.

21 8 219
.
com o e l que ap arece en Melancolía de Dure�o ju nto con el rel oj d e m ensi ones musicale s . Ha demostrado ser el principlo or.ga nizad_or m ás in flu-
a rena, el círculo, la balanz a, e l poliedro y otro"s símbolos. yente en l a música de e ste siglo .
Es e e foqu_e
En éste, tanto c om o en aquél, la figura se dividía en dieciséis campos La música, en algúri s entido, h a completado el cír:�l o._ : n
invoca la antigu a idea de la música com o disciplin a m a t m t Y simb ol o �el
m arc ados con núme ros arábigos, d e m anera tal que . . . 111 sum a de. estos e a ica
. lí ci ta m � nt e la o nex m n
nume ra les, d e cualqu ier forma que u no l os sum ara, horizontal, v ertical orden y l a annoní a u niversales.M ann estable ce exp _ �-
la msp_irac i� n de l as
o diag onalmente, si'm1pre daría tre inta y cu atro : en tre l o s expe rim entos de Adrián en el cálcul o music al Y
1

brillan te s confe rencias de Nonn enm acher s obre


V efu te año s después de la aparición de l Doctor Fausto, la publicación e sta temp rana concep ción c o sm ológica de u n e s
p íritu_ �uStero Y p ío
de los en sayos d e Anton We be m (1926-1945) reve ló que a és te le había inte­ ati ca., la p�op or­
(Pitágoras), q ue elevó su pasión fun dam ental, la a tem m
re sado de manera s emejante, un famos o cu adro latino.32 g l a ��i�tencta d�l
ción abstrac ta, el núme ro, al principi o d e l o ri n · e Y
un tad o, d e di-
mundo '· que' oponié n dose a la n atural· e za toda como C mic ,, · o
m " sm o s , com
cado, s e dirigió a ella prim e ro con un gran ges to c o o
e s fi�.ras que su �nan
o
A T R li de as _
· orden y annoní a, c om o el sistema intervá c o la re c on en nu
s o l

A R E ,más allá del al can ce de. los sentid os.El número y � �e ampr �;�
p o ros c �nsti tuy en do un concepto d e se r y de val or m or .10 e sp •
oral, aqu_1
T E N E T tro; era mu y impresi onan �e · cóm o l o bell o, l o exacto, l _ m
o

e d e au tondªd qu e an i­
a
c onflu í n d e m ane ra s olemne para aba rc a r l a id a
o p E R A m ab a al orden pitagórico� . .35
R teni o simbólico
o T A s El · cu ad ra do d e pal ab ras contenía una riqu ez a d e c o� � _
m as p rac co.
simil ar para Webem, au n qu e en un nivel men os cósm Y ic o � . .
intlró m i ca ( ten e ncia evi-
p
R re s enta a
e b su p a sión p o r la e s tru ctu ra pal
L a c oincid enci a n o e s u na trivialidad. T anto para Mann cu anto para We­ dente en l a m ayor p arte de su música posteri or):
bem y otros compositore s se rial es, e l cuadrado mágico era u n fuerte símbol o �
d e ord en y rig or en la música ; el c ontrol de l as dimensi ones h orizontal y v erti­ ROTAS
SATOR AREPO TENET OPERA �
cal p or el principi o y la cuan tificación de l a sus tanci a mu sical, amb os c on pro­
fu ndas implicancias en e l proceso c omposi tiv o (s egú n las palabras de Mann,
"e l cálc ul o elevad o a mis terio"33 ). Prestatari o compulsivo de personas e ideas, tanto cuanto las rela ciones recíprocas e ntre l as cuat ro formas bási cas de una
Mann emple ó a Arnold Schoenberg como model o para el carácter· de Adrián · serie ton al:
L ev e rkühn, y le permitió a és te 1 'inv entar" el sistema de comp osición d ode­
cafónic o de S c ho en be rg:34 Es te pri ncipi o serial, en el qu e las doce no tas de l a --c onjunto prim ari o __:_...,.

escala cromá tica ap arece ñ en u n orden predetermin ad o, se aplicó prime ro a l a

l
alt ura p ero lu eg o se ex ten dió (en otros c omp osi tores) al control d e otras di- s A T º· R

A R E p o ��
e:
·a
31
6h
Thomas Mann, Doctor Faustus, pág. 92. ,O c:u

r
32 Véase David .Cohen, " i\nton Webem and The Magic Square", Perspectives o/ ·e
,o
T E N E T 11.) •0
��
:S
New Music 13 (1974): 2 1 3-15 ; Dimitri A. Borgmann, Language on Vacation (Nueva

1
York: Scpbner's, 1 965), pág. 208; y Anton von Webem, Sketches {1926-1945), edición
facsimilar (Nueva York: Cárl Fischer, 1 968), lámina 34. La traducción literal del crípti­ o p E R A
co adagio es: "El sembrador Arepo mantiene el trabajo girando". Véase et post scriptum
de Willi Reich a 'The Path to the New Music de Anton Webem (Bryn Mawr, Pa.: Theodo­ R o T A s
re Presser, 196 3), pág. 5 7.
+--- retrógrad a ---
33
Doctor Faustus, pág. 379.
34 Mann lo hizo para gran irritación de Schoenberg; véase el intercambio de co­
rrespondencia en Saturday Review ofLiterature, 1 de enero de 1949, y las cartas siguien­
tes en Letters o{ Thomas Mann, traducidas al inglés por Richard y Clara Winston,-2 vols. 35
(Nueva York: Knopf, 1970). Doctor Faustus, pág. 93.

221
220
y la matriz completa que incluye todas las transposiciones posibles de las ¿Y cuál es el propósito de escribir música? Uno es, por supuesto, el de
cuatro formas de filas básical 6 Los bocetos para su Concierto op. 24 mues­ no ocuparse de los propósitos, sino de los sonidos. O la respuesta puede
tran la fornía en que Webem émpleaba el cuadra.d o de palabras como modelo tomar la forma de una paradoja: una falta de propósitos como propósi­
para la construccfón triacórdica única de su hilera dodecafónica,37 que, a su to o un juego sin propósito. Este juego, sin embargo, es una afirmación
vez, es responsable de gran parte dei rigor y la fineza que los analistas han de vida y no un intento de ordenar el caos o de sugerir mejoras a la crea­
encontrado en esta composición. ción sino sencillamente una forma de despertarse a la misma vida que se
Se puede plantear de dos maneras la cuestión general de la organización está viviendo, que es tan excelsa una vez que uno quita de en medio a su
de la música en el siglo XX, una forma extrema y otra más moderada.En la mente y sus deseos y la deja actuar a su arbitrio�
extrema: ¿Preferimos concebir a la música como una red de relaciones forma­
les elegantes (la posición serialista) o como una serie encantadora de hechos En refutación, los que proponen el orden pueden decir que la música
de sonido discretos (la pósición minimalista)? ¿La belleza se encuentra en las no es una afirmación de la vida ni una, forma de despertarse a los entornos
relaciones o en los sonidos individuales? acústicos, sino más bien la creación de esquemas sonoros bellos y significati­
Para un compositor tradicional este problema no existe; para él, la cues­ vos. Algunos son más atractivos, más conmovedores, más lógicamente convin­
tión es: ¿Hasta qué punto, y por qué medios, se debe organizar una composi­ centes que otros, y corresponde al compositor su elección.
ción ? Si u.na pieza debe aparecer ante el oyente como algo unitario, éste La cuestión de la organización en la música plantea varios problemas
espera responder a relaciones o reconocerlas, o podo menos que se lo persua­ colaterales provocativos. Tomamos dos que parecen especialmente impor­
da de que éstas existen; concebidas de manera sistemática y consciente por el tantes:
compositor o como resultado tradicional del aspecto (mayormente) incons­ ¿Debe ser evidente el orden de una obra musical? '(¿Debemos ser capa­
ciente del proceso de composición o impuestas sobre los sonidos por parte de ces de oírlo?
nuestra mente perceptiva que rechaza el ·desorden aparente.
Si el cuadrado mágico es el símbolo de la organización, los dados (en y
latín, alea) simbolizan la posibilidad y la indetenninación. Se ha contrapuesto ¿La coherencia musical requiere alguna especie de centro de altura, por
en muchas discusiones sobre la música última a la música serial con la aleato­ ejemplo, la tonalidad?
ria y a menudo se han discutido sus respectivas virtudes con el tipo de retórica
usualmente . reservado para cuestiones morales. Los compositores que optan A menudo se desecha a la música serial (y a toda la música de organiza­
por las posiciones extremas de organización máxima o mínima lo hacen como ción ajustada de cualquier período histórico. Un motete isorrítmico medieval
consecuencia práctica de su concepción filosófica de la música (como armo­ o una fuga de Bach) por considerársela fría y cerebral, ya que el proceso de
nía universal o entropía universal) y en pleno conocimiento de que se están composición incluye cálculo. La acusación se basa, en parte, en supuestos
dirigiendo a un auditorio limitado y no compitiendo contra compositores más románticos (que la música proviene del corazón y no del cerebro)40 y se puede
tradicionales por el afecto del público musical.38 Para apreciar la posición de decir que semejantes críticas genéticas caen en la "falacia intencional" y son
los que abogan por un orden riguroso en su música es esencial comprender irrelevantes para. los resultados.Los problemas reales en este caso son la com­
que muchos compositores hallan la misma satisfacción intensa en el juego del plejidad, la falta de redundancia y la no familiaridad estilística; todos ellos re­
intelecto que genera un rico tapiz de relacion�s P1Usicales que el matemático presentan obstáculos genuinos para la percepción. El sentido de orden es uno
toma para construir un teoremoa complejo.Los defensores de la indefinición de los principales placeres de la música, pero nPhP. q11P.1br r.1:im q11P. mmr.:i <:P.
escriben cori un entusiasmo contagioso acerca de la espontaneidad que se pue­ puede oír todo el orden que el análisis puede revelar en una obra musical. Ni
de lograr eliminando los elementos de búsqueda arbitraria, subjetiva y perso­ siquiera el compositor puede prever todas las consecuencias de su obra y se
nal de la composición de música. John Cage concluía de esta forma una con­ suele sorpr�nder cuando se le señalan relaciones insospechadas en su música.
ferencia sobre "Música experimental" en 1957 : En un capítulo anterior cité el famoso fragmento de Heráclito.''La armonía
oculta es superior a la evidente".Y cuando se le preguntó si esperaba que se
oyera el orden en su música, Adrián Leverkühn contestó : "Si por 'oír' usted
36 Véase Gary E. Wittlich, "Sets and Ordeiing P�ocedures in Twentieth-Century entiende la comprertsión preci�a y detallada de los medios por los que se logra
Music", en Aspects o[ Twentieth-Century Music, Gary E. Wittlich, editor coordinador
(Englewood Cliffs, N. J. : Prcntice-Hall, 1 975), págs. 3 92-93.
37
Weber; Sketches (1926-1 945), lámina 34.
38 : John Cage, "Experimental Music", en Silence, pág. 12 .
. Como lo expresó Alvin Toffler hace unos años en su popular Future Shock, es
Véase la cita de Wagner en el capítulo 7.
cuestionable la actual validez del concepto de "audiencia masiva". 0

222 223
La tonalidad, como el feudalismo, no s e .c reó en una noche.El sentido
�l ordef m�s elevado y estricto, como el de los planetas, un ord en y una lega­ de legalidad tonal se ha d esarrollado a un ritmo g eológico en milenios. En las
. hd �d co�mcos, no, de esta fo rma no que rría que se oy era.P ero uno querría y músicas d enominadas primitivas la tonalidad su ele aparecer en la forma de
qmere otr este orden, y su percepción brindaría una satisfacción estética un conjunto limitado de tonos qu e se arraciman en tomo de un "tono"
desconocida"�1 nuclear. En las músicas más cultivadas del mundo no occidental, las escalas
El principi? de tonalidad, e n una u otra forma, ha sido el agente princi­ resultantes suelen servir como matrices para variaciones improvisadas (el prin­
pal de coherencia a todo lo largo d e la historia de la música; en forma de cipio de maquam) . Quizá sea innecesario señalar que no hay motivos para que
.
modalidad es:alar hasta alrede �or de l año 1600; seguido por un gran perío­ se le asigne prioridad a una altura por encima d e otra o que s e exlúba cual­
.
do de armoma, la to�al1dad acordica (es d ecir, el sistema d e claves mayores y quie r "tendencia" aparte d e la influ encia de ciertos instintos humanos b�sicos;
m enores) que no esta acabada para nada ; y, en este siglo, una versión ate nua­ ir desde un comienzo, a través d e un medio y hasta un fin, desviarse de la esta­
da del principio que re tie ne la premin encia de una altura central (la tónica) bilidad y re tomar a ella y acercarse a tonos fue rtes y estables por el menor
pero ha �escartado la re d de apoyo de las r elaciones e implicancias tonales. intervalo perrnitioo.
.
Hay mfimdad de motivos para cr eer que la tonalidad descansa sobre jnstintos Pe rle señala algunas de las ambigü edades implícitas en la discusión d el
fuert es y unive rsal es, ya que es una propie dad de todas las músicas conocidas status de la tonalidad en la música d el siglo XX: "Los d esarrollos musicales
del mundo. contemporáneos han evid enciado que la estructura acprdica no g enera necesa­
La tonalidad es algo qu e siente con fuerza el oyente que h� sido condi- riam ente un centro tonal, que se pu ed e hacer funcionar a las formaciones
.
cionado para responder a la "versión" peculiar que preval ece en su tradición armóni�as no acórdicas como e lem entos r eferenciales y que la suposición de
pe ro sus efectos auditivos no son fáciles d e d escribir. Para ilustrar la variedad un complejo dodecafónico no impide la existencia d e centros tonales'�3 Y así
del concepto, prese n !amos una �i�opsis d e algunas de las me táforas que se han como la mG.sica dode cafónica pu ede ser tonal, la música atonal puede pres en­
�ropuesto. Las me taforas trad1c1onales incluyen: foco (o centro) como e n tar ciertas propie dades r e ferenciales. En suma, cualquier p ropiedad de t en­
opttca '. reK!,eso a casa, como en las palomas; atracción, como en magnética ; sión, atracción, estabilidad, movimiento dirigido, prioridad, centricidad o refe­
vectonzacion, co�o en las aproximaciones d e a eropuerto; y punto de Jitga, re ncialidad que se encu entre en la música atonal es resultado de las decisiones
c ?mo en perspectiva. Etique tas más mod ernas y abastractas son las de centri­
.
del compositor y las propiedades de la obra individual (o, si es coherente, de
cidad, prion'dad y referencialidad. su estilo) y no propiedades inherentes al siste ma.
u siste a tonal co�ple to prese �ta estas propiedad es: 1) una altura
. . ,�. . � .
"tomca . Para continuar con la analogía d e una socie dad : la mayor parte d e la
. pnondad, centnctdad, estabilrdad, finalidad; 2) una jerarquía d e música tonal del siglo XX (por ej emplo, la de Stravinsky o Bartók), aunque
apoyo (de tonos o acord es) con funciones específicas; 3) direccionalidad: puede re tener, y con frecu encia lo hace, ciertos elementos de la tonalidad tra­
hacia, d esd e, neutral; 4) sucesiones autorizadas y d esautorizadas, s enderos dicional, sugi ere un modelo de sociedad en la que todos sus integrantes tiene n
aprobados; con la posibilidad de: 5) movimie nto hacia centros tonales de iguales posibilidades de acceso a un regente fuerte, con pocas (o ninguna)
C?�p etencia (mo �ulación), qu e . incluy e inte rcambio de funciones; 6) am- funciones especializadas y obligacione� recíprocas . En contraste con este m o­
bt�� dad de func10n, y 7) func10nes se cundarias con sus propias relaciones
. delo, se puede comparar a la música atonal con una sociedad sin clases e n la
satelite.
que todos sus integrantes , cumplen todas las funciones, la obligación es una
Estas propie dades se estructuraron prim ero en las r elaciones melódicas
consecuencia de la posición asignada y en la que el reg ente (si lo hay) es
primus ínter pares. En te oría, si no en la práctica, esto su ena como un parla­
entr e tonos simples Y luego, en un logro más d estacable se transfirie ron a las
relacio�es armónicas más complejas, entre acord es. El �ov#ni�nto tonal (de
to�os s�ple� � d e acord es� se da en varios ejes relacionados: "lejos" a "cerca" mento electo.
Siempre . es apropiado dudar, por modestia, antes de proclamar al fin de
? aqu1 , debil a fu erte, mestable a estable, implícito a confirmado. A los "la civilización tal como la conocemos", pero la posibilidad d e la música
mtegrantes d e un sistema tonal s e les asigna rango y función, como a los inte­
grantes de cualquier sociedad.De hecho, existe una soberbia analogía hindú atonal sólo ha existido durante una fracción infmitesimal de la hlstoria huma­
que atrapa con pureza la idea de "función" tonal en términos de las relaciones na. Sin embargo, muchísimos compositores han estado escribiendo música
y obligaciones mutuas d e la sociedad feudal: atonal durante la mayor parte d e este siglo y sus esfuerzos han demostrado
(quizá no a todos) que se pu ede lograr unidad en la música sin la ayuda de un
- el re gente : la tónica como obje tivo y estabilidad última; centro tonal o las relaciones más específicas de tonalidad armónica tradi-
- sus generales y ministros: los tonos fuertes, prominentes y estables;
- sus vasall?s: los tonos débiles, neutrales y/o inestabl es, y
- sus enemigos: los tonos extraños o remotos.
42
Mukund Lath, A Study of "Dattilam ", pág. 233.
43
George Perle, Serial Composition and A tonality, pág. 8.
4t Doctor Fi.austus, pag. 192.
225
224
comienzo de este cuarteto se emplea una continuidad interrumpida
cional. Aún queda abierta la pregunta de si la experiencia musical ciel oyente
similar, con una cadencia para cello solo que se sigue con el ler.violín
en general se verá al fin condicionada hasta el punto de que éste pueda res- · solo al final:14
ponder con afecto a la nueva música.
Nuevos modelos. Para muchos compositores, elegir un model� formal es · 2 . El modelo de juego que, por lo general, presenta improvisación go­
�na de las primeras y más cruciales decisiones previas a la composición. Puede bernada por uri conjunto de reglas predeterminadas. Como. ejemplo, Duel de
tr desde una vaga idea hasta un concepto detallado y puede ser seria o trivial. lannis Xenakis (1959), ob.ra para dos directores y dos orquestas, que incluye
Puede setvir tan sólo como estúnulo para . lograr que su imaginación creativa tácticas, probabilidades y logros�5
se desencadene o puede guiarlo paso a paso por el camino. En los años 3: El laberinto, corno lo describió Pierre Boulez:.
recientes se han explorado muchos modelos nuevos para la estructura musical ·
Para m í, la noción del laberinto en una obra de arte es más bien como la
quizá la mejor generalización que se pueda hacer sobre ellos sea la de deci; idea de Kafka en su cuento La madriguera. Cada uno crea su propio
que s �n e�tramusic ��s.Se puede argumentar que la mayor parte de los esque-
laberinto. . . Uno lo construye de la misma forma que un animal subte­
m s m stcales tradic10nales ( estrófico, rondó, variaciones y otros) se basaba
. �. � rráneo construye esta madriguera tan bien descrita por Kafka: constan­
ongmanamente en modelos extrínsecos a la música, pero, con el tiempo, cada
temente se desplazan las fuentes para que todo pueda seguir en secreto
uno de estos modelos pasó a depender de las fuerzas y tendencias de la tonali­
y siempre se eligen nuevas rutas para despistar. De manera semejante, la
dad. No hay motivos, por supuesto, para que un compositor necesite aplicar
los esquem � tradicionales según formas tradicionales: llenar una vieja vasija obra debe proporcionar una cierta cantidad de rutas posibles. . .con la
posibilidad de jugar un papel de cambio o desviación en el último mo­
con contemdos nuevos suele ser una forma de éxito para demostrar la vitali­
dad de una estructura familiar y mantener lo que ambos compositores creen rnento�6
que es una relación esencial eon el pasado. Presentamos una variedad de Eflaberinto no es una noción nueva en la música: J. S. Bach, H.einichen
modelos :structurales �uevos, algunos :con el testimonio de sus compositores; y otros compositores del siglo XVIII constniyeron laberintos armónicos, pie­
no se ha intentado ubicarlos en un orden que refleje su significatividad o po­ zas de demostración que modulan sistemáticamente a través de la escala de
pularidad. Es aún demasiado temprano para.predecir qué potencial tienen los claves y vuelven al punto de partida. Para un equivalente del siglo XX, véase el
varios 1110?el�s nuevos para el futuro; algunos podrán florecer, oÚos quedarán arioso que aparece en el Praeludium. y el Postludium del Ludus Tona/is (1943)
como cu nos1dades. Tomados como grupo (todavía incompleto) demuestran de Paul Hindemith; y para otra versión interesante del modelo ael laberinto,
_ véase el ballet The Minotaur (1947) de Elliott.
la vanedad de lo que en la actualidad se define como música.
� .El collage, un ensamble calidoscópico de material diverso, que a me­ 4. Estructura de cristal, modelo que Edgard Varese favoreció para su '
nudo mcluye extractos de otra música. Este modelo releja la influencia de las música y describió así: "Hay una idea, la base de una estrui,;tura interna, ex­
artes visuales (objetos "encontrados"), del montaje cinematográfico y de pandida y partida en formas distintas o grupos de sonido en constante cambio
la novela del fluir de la conciencia. Quizá también exista un modelo interno: de forma, dirección y velocidad, atraídas y rechazadas por fuerzas variadas.
la imaginería asociativa del estado de sueño o los contenidos del inconsciente La forma de la obra es consecuencia de esta interacción.Las formas musicales
artístico antes de que se organice conscientemente el enjambre de ideas y con­ _posibles son tan limitadas corno las formas exteriores de los cristales"�7 .
n ?taciones por medio del intelecto censor y la voluntad. Esta técnica, Cl]yos 5 . Parodia� no en et' sentido de caricatura sino en el r�nacentista:. Un
pmneros fueron Charles lves en los Estados .Unidos y Claude Debussy (en me­ parafraseo de· compositores existentes .o la simulación de un estilo histórico,
nor gr �do) en Francia; ha surgido corno una de las corrientes importantes de corno en Pulcinella (Pergolesi), Le baiser de la fée (Tchaicovsky), las Variacio­
_
la mus1ca contemporánea, en particular en la música de Geore:e Rochbern. ... nes coraies sobre Von Himmelhoch (j. S. Bach), la Misa (el estilo de Guillau­
Como ejemplo del modelo, el 2 ° movimiento de la Sinfonía nº 4 ...de Ives. rne de Machaut) y el concierto "Durnbarton Oaks" (estilo barroco) de lgor
. El modelo del "fluir de la conciencia", con sus discontinuidades, flash­ Stravinsky. En Music, the Arts, and Ideas Meyer ha delineado distinciones
backs y asociaciones, fue el que empleó Elliott Carter en su Primer Cuarteto cuidadosas eritre parafraseo, préstamo recibido, simulación y rnodeJado�8
(1951), aunque de una forma ligeramente distinta:
El fiJme Le sang d'un _poete de Jean Cocteau fue �l que propuso el plan 44
general, en el que toda la acción onírica se enmarca en una torna de mo­
Elliott Carter, The Writings of Elliott Carter, págs. 276-77.
45
vimiento lento interrumpido de una alta chim�nea de ladrillos en un
Analizado en Iannis Xenakis, Formalized Music, págs. 1 13-22. ,
46
Pierre Boulez, "Sonate, que me veux-tu?", págs. 34-35.
lote vacío que es dinamitado. Cuando la chimenea comienza a caerse a 47
Edgard Varese, "The Úberation of Sound", en Schwartz y . Childs, Contempo­
pedazos, la toma se interrumpe y toda la pel ícula sigue, después de lo
cual la �orna de la chimenea regresa al punto en el que t�nninó. ·.. En el
rary_ (:omposers on Contemporary Music, pág. 203 .
48 Leonard B. Meyer, Music, the Arts, and Ideas; págs. 195-208.

22 6 227
6 . Actuació n, u na conversazione.musical entre distintas "personalida- .
des", procedimie nto usado por Elliott Carter e n su 2 ° Cuarteto ( 1959): 13. El modelo matemático, del que se pueden construir i n finitas versio­
nes. Jóseph Schillinger, en The Schillinger Systerri o[ Musical Composition
Hasta cierto punto, los in strumentos rerpresentan papeles asignados, ya
(1941), propuso un conju nto de procedimientos para derivar nuevas escalas,
que cada u no i nventa con bastante cohere ncia su rnatepal a partir de su
propia actitud expresiva y su propio repertorio de velocidades e inteiva­ ritmos y estructuras, aplicando varias transformaciones y p�rrnutas matemáti­
cas. Su enfoque fue muy popular en su momento, quizá porque George
los rnus�cales. En cierto sentido, cada instrumento es como· un personaje
Cershwin fue uno de sus alumnos, pero compositores matemáticos más actua- ·
en una opera, hecho en primer lugar de "cuartetos". . . Los individuos de
les han creado medios más sofisticados para generar música sobre la base de
este grupo se relacionan entre sí por lo que metafóricamente se pueden
modelos matemáticos. En una crítica al método de Schillinger, Carter escribió :
llamar tres formas de respuesta: discípulos, compañeros y rivale�. . �
7. El modelo espacial, corno la obra maestra de Ch�rles Ives The La falacia , filosófica. básica del punto de vista de Schillinger es el supues­
Unanswered Question (1908), u na de las primeras composiciones modernas to de . que ias "correspondencias" e ntre los modelos del arte y los del
e n la que el desplie_gue espacial de los ejecuta ntes (u n solo de trompeta, mundo natural se pueden tr�nsferir de una manera mecánica de uno al
cuatro flautas y un conjunto de cuerdas) y la indepen dencia de cada uno con otro por medio de la geometría o los números . . . Viene de u n pitagoris­
respecto a los demás siive corno idea organizadora principal de la obra.50. mo que está muy fuera de lugar como co nsideración primaria e n la músi­
ca artística. Este sistema se ha empleado con éxito eri aquellos lugares
8. El modelo cosmológico, corno e n Sicut Umbra de Luigi Dallapic­
en los que los compositores ya estaban bien entrenados cornó para dis­
cola, en la que los contornos · de las ideas musicales siguen los esbozos de · ti nguir los resultados musicales de los que no lo era n .53
varias constelaciones. .
9 . El modelo del absurdo, ma nifestado en actividades dadaístas corno 14 . El modelo estadístico, descrito por Pierre Boulez con la analogía
i nterpre!ar sin ropas, despedirse de las patas d� un gra n pia no, arrojar paste- elegante de un "µiovirniento brownia no", los movimientos azarosos de par­
les, saltar en ti nas de agua y otras bufo nadas. . tículas suspendidas en un gas o fluido a medida que se las bombardea con
1 o �l rn �de�o �onético, que emplea los sonidos de la voz huma na y las moléculas del medio, cuya masa permanece inalterada:4 En las versiones
caractensttcas smtacticas del lenguaje corno base de la estructura. Véanse musicales de este modelo (las llamadas obras para masas de sorlido) la masa
_.

ob �as corno Sequenza II/ (I 965) de Luciano Berio, Aria (1958) de Joh n Cage, de sonido permanece con stante i nclusive si la posición de cualquiera de las
Nuzts ( I 968) de Iannis Xenakis y Stimmung (1968) de Karlheinz Stockhausen . alturas i n dividuales es indetermi nada . La composición con masas de sonido
· 1 I . El modelo ambie ntal, como en Listen ( I 966) de Max Neuhaus, en densas se ha convertido en una corriente de gra n import'ancia en la música
_ recie nte, corno en el Treno por las victimas de Hiroshima ( 1 960) de Krzysztof
la que "se pone en un óm nibus a un auditorio que espera un concierto o una
co nferencia convencionales, se estampan sus palmas con la palabras listen Pe n derecki, Jeux vénitiens {1961) de Witold Lutoslawski y Atmospheres
. (1962) de Gyorgy Ligeti. Xenakis acuñ. ó la expresión música casual para su
(escucha) y se los lleva hacia y alrededor de un ambiente sonoro existente
corno una usi na energética o u n sistema de trenes �ubterráneso"� 1 versión del modelo, regida por las leyes de la probabilidad: "Los eventos sóni­
12. El modelo Muzak, como en la propuesta de Erik Satie de una · cos se hacen a partir de miles de sonidos aisla�os, . . . Este hecho masivo se
musique d 'ameublement ("música de amoblamiento") ·para tocarse en los in­ articula y forma un modelo plástico de tiempo, que sigue leyes aleatorias y for­
tervalos de los c �nciertos: "Les rogamos no darle ninguna importancia y . tuitas. . . Son las leyes dél pasaje del orden completo al desorden· total en una
act_uar dura nte el .tn �eivalo como si la música no existiera . . . Queremos esta­ forma conti nua o explosiva"� 5 ·

blecer una música diseñada para satisfacer necesidádes 'útiles'. El árte no tiené 15. El modelo arquitéctónico, como en Concret P-H de Xenakis, escri­
parte en semeja ntes necesidades. La música de amoblamiento crea u na vibra­ to para la Exposició n de Bruselas de 1958 y modelado sobre la estructura del
ción; no tien e otro objetivo; cumple el mismo papel que la luz y el caior: pabellón Philips de Le Corbusie·r . P-H se refiere a los contornos "paraboloides
comodidad en todas sus formas".52 hiperbólicos" internos del pabellón, que el arquitecto asemejó caprichosa­
mente a la forma del estómago de una vaca. Esta obra y su acompañante, el
controvertido Poeme electronique de Edgard Varese, se ca n alizaron y transmi­
tieron por medio de 400 altavoces que cubrían las superficies i nternas del
49
The Writings o{Elliott Carter, pág. 278.
so Para un análisis esclarecedor de la tendencia hacia el pensamiento espacial en la
música 1el siglo XX, véa� George Rochb�rg, "Uie New lrnage of Mu sic", págs. 1-1 o.
5 Nyrnan, Expenmental Music, pags. 88-89.
52 53
, 7 6°8 Citado en ibídem, pág. 3 1 ; véase también John Cage, "Enlc Satie", en Silence, The Writings ofElliott Carter, págs. 120·2L
pags. 2. 54
.Boulez on Music Today, pág. 67.
55
· Xenakis, Formalized Music, pág. 9.
22 8
229
pabellón. Xernikis eligió la descarga de carbón ardiente como su fuente de que la música es cada vez menos el producto voluntario de. una inteligencia
sonido y describió el efecto de la música como "líneas sonoras moviéndose en simple, imaginativa, selectiv?,, conformadora, y cada vez más el incierto resul­
complejos de punto a punto en el espacio, como dardos arrojados de todas tado de un conjun.to de circunstancias o decisiones colectivas. Tomados_ c9mo
partes"� 6 . grupo, los modelos revelan una variación mayor en el pensamiento inetaforico
16. El modelo de repetición ("música de trance" o "música de proce­ sobre la música, alejándose las metáforas vegetativo/orgánicas populares
so"), como el de Come Out (1 966) de Steve Reich, A Rainbow in_ Curved Air durante el siglo XIX y hacia lo abstra9to/inorgánico y lo personal/int�·ractivo.
( 1 969) de Terry Riley y Music with Changing Parts ( 1 97 1) de Phil Glass; y La música, segón estas metáforas, ya no se debe comparar con la maduración
antes en el Bolero (1928) de Ravel. La música ha tolerado ( quizás hasta exigi­ de un árbol o toda una vida humana; más bien, se la debe asemejar a los pro­
do) tradicionalmente más repetición que cualquiera de las otras artes tem­ cesos físicos del universo inanimado o los encuentros y contingencias impre­
porales. La característica distintiva de este modelo es que la repetición decibles que contribuyen al sentido de tensión existencial en la vida contem­
continua e hipnótica se ha convertido en el agente principal de la est�ctura poránea.
musical, y con frecuencia sugiere la influencia de la música hindú y otras no
9ccidentales. Ya que la repetición en sí es un mero recurso, los modelos reales Temporalidad. La idea del tiempo en la música occidental tradicional se
pueden ser los siguientes: el mantra (encantamiento ritual), un estado de enraíza en muchos supuestos relacionados: que la música es un-arte de movi­
trance, conciencia expandida inducida por drogas (uri continuo "ahora"), la miento dirigido; que es teleológica (apunta, a un objetivo futuro) y por ello
vibración celular pulsante de los organismos más bajos y la idea de una regre­ irreversible; que presenta continuidad acumulativa; que se ubica a lo largo de
sión a un estado evolutivo anterior a la visión isabelina de la música continua una escala jerárquica de compases y periodicidades; que comienza de una for­
y la danza en el cielo.57 ma clara y decisiva, procede a través de partes relacionadas y termina con un
¿Ut pictura poesis? 58 · ¿Una obra musical es en verdad como una pintura

sentido de finalidad y cumplimiento; que sigue una línea temporal simple que
o un poema? Ni siquiera la magia del compositor pue,de traducir ideas directa­ pasa gradualmente de nuestro futuro, a través de nuestro presente, a nuestro
mente en música. Sólo puede planear esquemas análogos, movimientos, den­ pasado; que su estructura ideal sugiere una interpretación narrativá de la diná­
sidades, conexiones, formas e interacciones. Entender cómo se las arregla una mica de la vida humana{'º que le permite al oyente experimentar expectativa
obra musical para comprender un modelo extern,o puede satisfacer la curiosi­ y percibir pór medio de predicción.y retrodicción; que sus pr�piedades inclu­
dad personal, pero falla como base para la crítiéa. ·si alguna de las composicio­ yen la causalidad, las relaciones sintácticas y connotaciones que piden y pre­
nes citadas nos convence de que es una obra de excelencia, lo hace por cum­ mian las referencias cruzadas entre h:echos musicales que estan separados en el
plir con nuestros criterios de excelencia y no por la destreza para modelar del tiempo. El tiempo de la música, en esta interprétación, es singular, lógico, pre-
compositor. . decible, continuo y (sobre todo) lineal. Semejante descripcíón se , aplica por
Lo que parece más importante es el conjunto de actitudes filosóficas· igual a una fuga de Bach, un cuarteto de Mozart o una ópera·de Verdi, en esta
que demuestran los dieciséis modelos. Hemos visto a la música concebida sección final presento testimiinonios conflictivos sobre estos supuestos, con
como objeto, acentuando sus cualidades tradicionales como "cosa", perma­ breves comentarios. ·
nencia y estructura; como proceso, enfatizando sus propiedades dinámicas: Nada podría ser más ajeno a la temporalidad tradicional de la música
cambio, movimiento y energía ; como estado, la música en forma de puro que una estética que le adjudica importancia capital al momento presente, fa­
"ser" con unidad y estancamiento como características principales; cQmo vorece· ta discontinuidad por sobre la continuidad y niega la visión teleológica
situación, ia interacción espontánea de ias personaiidades actuantes; y como de la música, separando al momento de ia percepcióñ tanto de su pasado
campo, un terreno o dominio circunscrito en· el que ocurren los hechos, sólo cuanto de su futuro, Rochberg esboza la base filosófica para semejante estéti­
regido por las leyes de la probabilidad.59 Quizás en el futuro aparezcan mode­ ca "particularista".
los que sugieran otras posibilidades.
Ciertos modelos parecen haber sido elegidos más como demostraciones El modo filosófico predominante de nuestro tiempo es, reconocidamen­
filosóficas que como "música" en cualquiera de los sentidos generalmente te, el existencialismo, una visión de la vida que sostiene que el momento
aceptados de la palabra; en especial los puntos n° 9, 1 1 y 12.Varios implican presente es el punto nodal de 1á existencia.Es en el presente donde la
existencia es real, más vital; antes de que pueda haber esencia debe
haber existencia. La forma de sentir la propia existencia es cargando
56
. Notas de cubierta de disco, Nonesuch H-7 1246 . cada momento presente con contenido y significado. El presente es rea­
lidad. Esta vi�ión, áunque claramente occidental en su origen, originada
57
• Véase capítulo 5 y en especial Nº 28.
511
Véase capítulo 3.
59
He expuesto estas cinco: posibilidades en "The Creation of Audible Time",
págs. 200-201 y ejemplos específicos sugeridos en pág. 209, Nº 8. 60 Véase capítulo 9 y en especial Nº 14.

230 23 1
en el pensamiento de Nietzsche, . Kierkegaard, füidegger, Jaspers y iles de Stockhausen... y aunque cada elemento en esas piezas puede es­
otros," encuentra fuertes reverberancias en el budismo Zen oriental, que tar organizado para generar movimiento,' el resultado suele parecerme
también sostiene que el momento presente es la realidad suprema. como la esencia de lo estático. Una serie temporal . bien puede postular
No es nada extraño, �ntonces, que los compositores de música casual en una nueva parábola sobre tiempo, pero eso no es igual a una experiencia
parti�ulai ,se vean arrastrádos al Zen y _dejen implícita una tendencia del tiempo, la cual es para mí un lenguaje dinámico a través del
existencialista en su actitud ante la música; es decir, ver ll la música tiempo�3
como la ocurrencia. de hechos impredecibles, cada momento de sonido
o silencio libre de conexiones formales con el momento anterior o el Y, � otra ocasión: "Además reconozco una necesidad de ir de un co­
posterior, audible sólo como sensación presente . . . En esta forma de mienzo a un fin a · través de partes relacionadas. Quizás en simpatía cori la
música existencial, el presente borra el pasado, no permitiendo revoca­ movilidad disminuida de mi cuerpo, mi mente ya no parece tener deseos ni
ción o regreso, y promete que no habrá futuro, ya que acontecer pre­ capacidad para saltai: de los momentos 'presentes; aislados a otros momentos
sente es suficiente para sí mismo, · sin necesitar hecho futuro para que también 'presentes' ".64
se lo comprenda.. . Todo lo que puede esperar hacer el oyente es atra­ Meyer ha llamado la atención sobre los problemas de la percepción y el
par cada hecho : así como atrápa la sucesión de hechos infoimes de la análisis de la música que se ·proyecta como una serie de hechos discretos;
yida, esperando deducir algún orden significativo. En el caso de la músi­ para los que acuñó la expresión particularismo trascendental:
ca casuaj esto es muy poco probable, y, desde el punto de vista de los
Cuando.. . la · atenci(m sólo se dirige a la unicidad de las cosas, entonces
compositores de tal música, altamente indeseable . . . 61
todos y cada uno de los atributos de un objeto o hecho son igualmente
significativos y necesarios.No puede haber grados de conectividad entre
. John,Cagé dice lo que, en su opinión, es deseable: "Lo más inteligente
hechos o dentro de ellos . . . Un hecho que no tiene redundancias es su
es abrir de Wnedjato los propios oídos y oír repentinamente un sonido antes
propia descripción simple ...Ya que en tal mund_o no redundante no se
de pensar que se tien:e -un_a posibilidad ·d e convertirlo en algo lógico, abstracto
puede describir a. los objetps de arte en términos más simples, la crítica
o simbólico"�2
_La discontinuidad es una conducta carac�erística en las artes contempo­ consiste, necesariamente, en: a) una lista por ítems de los atributos de
.

ráneas, que ·se manifiesta en formas tan diversas como el contraste en staccato la obra artística ; b) una "traducción" de semejante lista en un análogo
de registros extremos en la música de Ariton' Webern, los recuerdos en [lash­ poético verbal; c) un resum�n de las "reglas" implícitas en la construc­
back de Proust, la caótica yuxtaposición de citas en The Waste Land d_e T. S. ción de la obra; o d) una exposición. .. sobre la significación cultural
Eliot; la narrativa del fluir ·de la conciencia en Retrato del artista adolescente ideológica de la obra artística, más que un análisis de sus relaciones y
y Vlises de Joyce, ·1os rápidos "cortes" posibilitados por empalmes en la cinta significados in temos.65
magnética de grabación,'el montaje de imágenes filmadas superpuestas . en la
cinematografía, los no sequiturs del "teatro del absurdo'\ así como las dis­ Las nuevas tendencias en el concepto temporal y la estmctlira de la mú­
co�tinuidades visuales igudas. del cubismo analítico y sintético. Aunque sica plantean cuestiones importantes para la psícoÍogía de la percepción; en
semejantes té�nicás requieren que se las interprete como desorden, su signi­ particular, si la experiencia de la música se percibe ccímo antes en términos de
ficación real · es que el orden se afirma por medios no . lineales. Las impli­ las dos series temporales tradicionales (serie A: antes/después; serie B ·: pasa­
cancias de esta revolución en la ·sintaxis .artística no han sido tódavía -com� do/presente/futuro) o se interpreta como el estancamiento de un perpetuo
prendidas en plenitud. "ahora". William James describió al presente sensible no como el "filo de un
· No t9dos los artistas están preparados para aceptar las consecuencias de cuchillo" sino como una "ensillada" que parece extender los límites de
esta nueva orientación a la estructura musical. Como escribió Igor Stravinsky nuestra conciencia del momento presente, quizás hasta la duración de un mo­
hace· unos años: tivo, 'gesto o frase.66 Varios estudios de psicólogos gestálticos han mostrado
qu� la ten dencia a imponer esquemas sobre los datos sensibles aparentemente
El tiempo es, también, una: medida física para m L y en la música debo
sentir un aquí y· allí físicos y no sólo un ahora, lo · cual implica movi­
miento desde y hacia.No siempre percibo este sentido del movimiento 63
Stravisnky y C,raft, Dialogues and a DiQry, págs. 127-28.
o ubicación en, digamos, Structures de Boulez o en esos fascinantes pla-
64
Stravinskyy Craft, Retfospectives and Con<:lusions, págs. 76-77.
65
Meyer, Music, the Arts, and Ideas, págs. 164-65.
66
William James, The Principies ofPsychology, "Toe Perception o fTime", capí­
61 · George Rochberg, "Duration in Music", págs. 6o-62. tulo 15 en The Human Experience of-Time, compilado y eqitado por Charles M. Shero-
62 Nyman, -Experimental Music, pág. l. ver� págs. 370-74. •

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incone�os es una característica tanto de nuestra percepción visual cuanto de Para clarificar las distinciones entre estos modos temporales, puede ser
la au�tiva. Una conclusión parece inevitable: que las leyes de la percepción útil proponer ejemplos de la música de un compositor, y parece particular­
limitan nuestra capacidad de oír discretamente. mente adecuado citar de las obras de Igor Stravinsky, generalmente reconoci­
Varios estudios provocativos han examinado el concepto de temporali­ do como el compositor sobresaliente de este siglo; como ejemplos del tiempo
dad· en la música más reciente, en particular los de Childs, Kramer y Steck- lineal tradicional, Petrouchka {19 1 1) y muchas de las obras neoclásicas poste­
: hausen (f¡ . De sus investigaciones, y especialmente confiando en la elegante riores ; como Pulcinella {1920) o el Dúo concertante (1932); en la introduc­
fonnulación que Krarner hace del problema, planteamos una pregunta que ción sincronizada libremente de La consagración de la primavera {1913), re­
puede ayudar a clarificar la diversidad de temporalidades en la nueva músi­ presentación musical del caos de lá creación primordial, los instrumentos dan
ca: ise puede describir mejor a la organización temporal de una obra musical la ilusión de líneas temporales independientes 71 en la coda lenta y serena del
lo de una sección de ella) como un tiempo simplejlineal}, dos o más tiempos 3er. movimiento de la Sinfonía de los salmos {1930), prolongada sobre un ba­
simultáneos, atemporal o un momento de tiempo después de otro? sso ostinato hipnótico de tres notas, el tiempo parece detenerse casi literal­
1 . El mundo teleológico del tiempo lineal, en el que la niúsica se con­ m�nte, y sugiere un estado de ser más que un proceso de devenir y , finalmen­
cibe y percibe como movimiento dirigido, es nuestro modelo más familiar, te, aunque, como lo señala Kramer, la Sinfonía de instrumentos de viento
como en la mayor parte de la música de Bartók, Berg, Britten, Copland, Hin­ (1920) es claramente el mejor ejemplo de tiempo del momento en su catálogo
demith, Prokofiev y Schoenberg. Muchos de los supuestos tradicionales sobre de obras.Hay fuertes sugerencias de este modo de temporalidad en la segunda
el tiempo mantienen su validez para este repertorio, en particular en las obras de sus Tres Piezas para Cuarteto de Cuerdas ( 19 14) y en The Wedding {19 17).
organizadas según el principio de tonalidad. Para demostrar que las raíces de los nuevos modos temporales se pue­
2 . La música que separa en línea� temporales múltiples y no sincroniza­ den rastrear en el siglo XIX ( quizás incluso hasta llegar a Beethoven), he aquí
das, como en el 2do. y el 3"er. cuarteto de Elliott Carter y en el Cuarteto un conjunto de ejemplos de la música de Richard Wagner. Como ejempios de
(1964) de :Witold Lutoslawski, sugiere la existencia d� tiemponimultáneos. tiempo lineal tradicional, se pueden citar los preludios al Acto III de Lohen­
Las imágenes múltiples superpuestas del cubismo (como el Desnudo bajando grin y al Acto I de Tristán e !solda. Par a ilustrar el renórrieno de los tiempos
una escalera de Marcel Duchamp, 1911) y las yuxtaposíciones espaciales fan­ múltiples simultáneos, sugiero la escena final del Acto I de Los maestros can­
tásticas de Marc Chagall , exhiben tendencias paralelas en las artes visuales.68 tores de Nüremberg; aunque las líneas r ítmicas independientes están sincr�
3. La mayor parte de la música aleatoria y particularista, música que es nizadas dentro de la estructura del metro prevaleciente, el control es m íni­
altamente repetitiva, la mayor parte de las piezas de sonido m asivo y otras mo, 72 El preludio a Parsifal es �an �mbiguo en lo rítmico que es virtualmente
obras que presentan la,s técnicas de estancamiento musical esbozadas en el ca­ atemporal y los largos silencios entre los hechos contribuyen a la ilusión gene­
pítulo 9 , implican un estado de atemporalidad.69 ral de estancamiento. Y el preludio a El oro del Rin es totalmente estático
4 . Stockhausen y Kramer han hablado de "tiempo del momento", músi­ tanto en lo que respect� a la annonía cuanto a la tonalidad; y consiste en 136
ca con,sistente en un conjunto de módulos discretos y autocontenidos, como compases de un acorde mayor sostenido en Mi menor sin articulaciones del
en Sinfonías •de instrumentos de viento de Stravinsky y Klavierstück XI de flujo temporal aparte del firme crecimiento en textura y volumen.Los pasajes
Stockhausen. Según Kramer, los atributos del tiempo del momento incluyen: que implican inclusive un modo rudimentario de tiempo del momento . son
a) ausencia de conductas de comienzo y fin; b) conexión mínima de más difíciles de ubicar, pero sugiero que la tendencia a encapsular el flujo mu­
secciones; c) el orden de las secciones parece arbitrario y no determinado por sical se puede oír en algunos de los largos monólogos narrativos del ciclo del
una lógica global; y d) la estructura de la obra se define por las proporciones Anillo de la música funeral de Siegfried de Die Gotterdiimmen.mg organiza­
relativas (como el número y el orden) de los "momentos". 7 º dos en un mosaico dramático y musical por las series de leitmotifs. Wagner
quería que la secuencia de hechos musicales fuera tan lineal como los hechos
dramáticos qu_e representaba, pero los ritmos, las energías y los contornos dra.
67 máticos .inpividuales distintivos de los motivos sucesivos sugieren la posibili-
Bamey Childs, "Time and Music: A Composer's View", págs. 1 94-2 19; J ona-
than, Dr. Kramer, "New Temporalities in Music", págs. 5 39-56; Karlheinz Stockhauseri,
". . . how time passes. . .", págs. 1040.
69 71 Se puede ou el mismo efecto, aunque por motivos muy distintos, en la pieza
Los lectores familiarizados con el excelente artículo de Kramer "New Tempo­
orquestal Variations .(1964), a la memoria de Aldous Huxley.
ralities in Music" notarán que empleamos aquí una tenninología diferente: Kramer em­ 72 Para un ejemplo temprano de tiempo múltiple, véase el final del Acto I de
plea la expresión tiempo '!JÚltiple para una versión reordenada o "dislocada" del tiempo
lineal, como en su artículo "Multiple and Non-Linear Time in Beethoven's Opus 1 35", Don <?fovanni de � oz �, la famosa escena en la que las dos bandas compiten por nuestra
Perspectives ofNew Music 1 1 (1973): 122-45. atencmn con el mmue tocado por la orquesta del foso principal, y las tres tocando en
.
fD Véase capítulo 9 y en especial Nº 22. metros diferentes. Alban Berg parodió brillantemente esta escena en el Acto II, escena
°7
Kramer, "New Temporalities", págs. .546-49.
4, de Wozzeck. .

234 235
1 tant� tarea de reconocimiento e inspección, con una mente ábieiia, de todas
las dimensiones de la idea de la música (antigua, medieval, romántica, asiática,
dad de los "momentos" más discretos y autosuficientes que se escuchan,en la moderna) en toda su increíble variedad. Mirando hacia atrás en esta
música reciente. _No estoy sugiriendo que todos los cambios . en la modalidad diversidad, mi preferencia sigue siendo la de deéir : "Dejemos que música quie­
temporal de la nueva música se deban atribuir a la influencia de Wagner, pero ra decir cualquiera · de las cosas que normalmente se denominan música';
parece obvio que estos cambios no son creaciones absolutas del siglo XX. Los productos de la Nueva Música han rechazado, en una u otra
Schuldt ha resumido la variedad de tiempos musicales: ocasión, a la gene.ralidad de los conceptos tradicionales (si no � todos ello�) *
La · música puede ser impulsada por el tiempo o puede ser estática, un sobre el ser el conocimiento y el valor musicales, con frecuencia por medio
número de momentos separados. Puede desarrollarse como proceso vital de "demostraciones" brillantes, vacilaciones de la mente que obligan a los
o puede ser cíclica, volviendo sin caml>ios a su punto de partida. Puede oyentes a rever sus suposiciones sobre la música. Aún no se avizora consenso
dirigirse · conilantemente hacia un objetivo o ser laberínti�a y: de -final alguno acerca de los valores, pero me aventuro a sugerir que los signos de una
abierto. Puede ser fuertemente física en sus acentos y acci(>n o Sl:lPrimir eventual clarificación de la confusión presente serán muy obvios en retrospec­
toda regularidad de pulsación, liberando a la mente del cuerpo. Puede tiva. Prefiero pensar que estamos pasando por un período muy importante de
moverse en· el tiempo dinámico de Newton, en el espacio-tiempo de cua� selección de las ideas, de cuestionamienfo de los supuestos y prueba de los
t�o dimen�iones de �instein o e � el tiempo sin apuro del briente.73 . valores, lo cual, con el tiempo, llevará a un nuevo consenso (que admito que,
. en la actualidad,. parece improbable) o a la consolidación de un conjunto de
sistemas de valores paralelos, que pueden tener mucho en común o no. El
punto hasta el cual la música seguirá siendo un arte que se puede compartir
Perspectiva y retrospectiva dentro de un amplio contexto social dependerá del consenso (o_ de su ausen­
cia) que surja; lo qµe parece seguro es que tanto la música cuanto la idea de
Los cambios obseivaqos en la organización temporal de la música no la música seguirán evolucionando, quizás en direcciones muy inesperadas, agre­
sólo sugieren nuevas rutas para la exploración futura sino también un posible gando nuevas dimensiones y separando otras, en un desarrollo persistente de
. m�co de ideas con el que podemos interpretar el pasado último; así como 1� lo que con seguridad es una de las creaciones más antiguas, compJejas, profun­
distintas etapas de la evolución de la tonalidad han proporcionado una base das y sensibles del intelecto h�mano.
para la identificación e interpretación de las tendencias de largo alcance· en la
historia d� la música, de igual manera la estructura temporal en evolución de
la m(lsica 'proporciona una base conceptual para determinar la sucesión y ace­
lerar la proliferación de estilos desd,e el año 1800 . Se puede describir el curso .
estilístico de la música de los últimos dos siglos no sólo como un debilita�
miento y rechazo de la tonalidad como principio fundamental de organiza-·
ción, sino también como· génesis· y desarrollo de un nuevo conjunto de modos
temporales, que · con el tiempo podrá resultar un conjunto influyente cie ma­
trices musicales como los modos, las escalas y las claves de la tonalidad tradi-
cional.
La idea de la música (y la música es uria "idea" en la misma medida en
que lo es cualquier otra cosa) ya no es una idea simple a la que se puede sus­
cribir cualquier cultú'ra, sino un .co.njunto de ideas alten:iativas, cada una apo­
yada por sus propios supuestos, profetas, escrituras y válores. Pensar el propio
camino a través de:i1a confusión de palabras e ideologías conflictivas exige más
que la guía de la 'crítica competente {filosofía "aplicada"); exige la ayuda de
un éuerpo. de pensa:mj.ento básico sobre la naturaleza de la música (filosofía
. "pura"). La provisión es desilusionadoramente escasa.
Comencé dudando' en definir a la música, sabiendo que postular una de- .
fmición operativa demasiado conveniente habría alentado al lector . a vali4ar o
desafiar un concepto particular de la música en lugar de la mucho más ímpo�- ·

73
Agnes Crawfo�d Schuldt, "The Voices of Time in Music", pá� 549.
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