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Filosofía de la historia
Presenta
Sahid Aquino Rodriguez
Sección 02
Profesor
Lic. Juan Velasco Herrejón
La versión definitiva de la Ciencia nueva fue editada hasta 1744, diecinueve años
después de su primera aparición, sin embargo, se presume un rechazo general a la
obra de Vico por parte de sus coetáneos. Si Vico tiene un lugar en la historia, se debe a
una valoración posterior. Concha Roldán nos recuerda la discusión que hay respecto a
esta cuestión, a saber, una especie de tensión entre el movimiento renacentista y la
Ilustración. Las etiquetas de “antiilustrado”, “ilustrados atípico” o renacentista son,
para la autora, insuficientes para entender el contenido de la obra de Vico “[…] toda
periodización encierra algo de arbitrario y ni la historia humana ni la historia del
pensamiento se dejan encorsetar conforme a patrones preconcebidos.” 1 Nosotros, no
obstante, apostaremos por la vía contraria. Creemos que las causas de rechazo o de
posible aceptación, tienen algo que aportar al análisis concreto de la filosofía de la
historia en Vico. Por tal razón, aunque sea únicamente, para volver y aceptar la
advertencia citada, el presente ensayo pretende ser una propuesta de posible
contextualización de las ideas presentadas en la obra de Vico.
Si esto es así, en virtud de lo que hoy conocemos como “universalidad de las ciencias”
–el carácter axiológico, acumulativo y transferible de la ciencia- se pone de manifiesto
la relación del desarrollo científico con el tiempo. Para explicar esta relación, Bacon
atribuye a la antigüedad no sólo una menor capacidad de experimentación, sino en
general, una experiencia limitada del mundo “En conexión con esto, Bacon señala que
la palabra <<antigüedad>> es equívoca y hace una observación sobre la cual volverán
una y otra vez los escritores de las generaciones posteriores. Antiquitas seculi inventus
mundi, lo que denominamos antigüedad y reverenciamos como tal, era la juventud del
mundo.”2 De esto se sigue, por otro lado, el reconocimiento de que el saber progresa.
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2 Bury, John. (1971). “La idea del progreso”. España: Alianza Editorial. p. 57.
3Término acuñado por Ferrater Mora para señalar el carácter cientificista de Vico “La historia significa
para Vico el establecimiento de unas leyes por las que se explica la naturaleza común de las naciones.”
en Ferrater Mora, José. (1982). “Cuatro visiones de la historia universal”. España: Alianza Editorial.
Para entender a Vico como ilustrado, es necesario exponer una idea elemental sobre
este periodo. La Ilustración, es un período de emancipación frente a los dogmas de la
Iglesia y el Antiguo Régimen, en consecuencia debe entenderse como un periodo en
donde el hombre es consciente, –o, si se quiere, cree serlo- de su lugar en el cosmos.
De forma paralela, una conciencia social indisociable de una conciencia histórica
forma parte del movimiento de la emancipación. Si bien esta premisa, es comparable
con la idea de Vico en la cual el conocimiento de la situación del hombre supone el
conocimiento del desarrollo de tal situación, no tenemos motivos para pensar en una
influencia directa entre Vico y los ilustrados. Tagliacozzo distingue varias
circunstancias que presume como causas del rechazo de Vico por sus coetáneos4,
principalmente la tendencia racionalista que imperaba en Francia y Alemania, así
como la inexistente traducción al inglés –lo cual es, al mismo tiempo, causa y efecto
del olvido de Vico-. Empero, nuestra empresa, no pretende conocer la influencia de
Vico en la Ilustración. En todo caso, nos es más útil, especular sobre como Vico fue
afectado por su generación.
Durante la primera mitad del siglo XVIII, probablemente siguiendo las líneas de
argumentación de autores como Hobbes y Locke, se desarrolló la idea de que la
civilización, es un estadio deseable para la humanidad en tanto es capaz de acabar con
los conflictos que existirían entre los hombres si estos no fueran civilizados. Esta idea
contiene, a su vez, una segunda que maduraría en la Ilustración plena. La idea de que
la naturaleza humana posee una infinita maleabilidad y puede ser forjada por
instituciones sociales. De tal manera, que en Rousseau la idea básica llega a invertirse
llegando a sostener que los males sociales se debían no a deficiencias innatas e
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4Tagliacozzo, Giorgo. (1993). Giambattista Vico: olvido y resurrección en “Cuadernos sobre Vico 3”.
España: Universidad de Sevilla.
Sin duda, uno de los rasgos más notables en la teoría viquiana es la introducción del
Derecho positivo, la función del mismo y la justificación que ofrece para la existencia
de un Derecho natural, sin embargo ¿debemos entender el elemento jurídico en Vico
como parte de la discusión central del siglo XVIII? Aun cuando nuestra respuesta fuese
un “sí”, no podríamos aceptarlo sin algún matiz. Como se recordará para Vico el papel
de la ley, si bien puede templar y dirigir las acciones del salvaje natural, no constituye
una vía última para el hombre, mientras que para un ilustrado –pese a la
heterogeneidad de la época- la ley es el fundamento, la piedra angular, de una
sociedad ideal.
Debo confesar que al iniciar este ensayo, no me esperaba volver sobre mis pasos. Sin
embargo, me parece que el análisis previo no ha sido en vano. Si regreso a recolectar
aquella sentencia sobre la arbitrariedad de la periodización, es ahora por mis propios
motivos. Entender a Vico desde las respectivas ópticas del Renacimiento o la
Ilustración, es entender a Vico parcialmente, la verdadera originalidad de la filosofía
viquiana consiste en la integración esfera de lo profano y la esfera de lo sagrado, no
obstante, bajo las formas de la modernidad. No me refiero a la distinción que hace
Vico entre la historia sagrada e historia profana, sino a la dialéctica entre la filosofía y
la ley.
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5Roldán, Concha. (1997). “Entre Casandra y Clío. Una historia de la filosofía de la historia”. España:
Ediciones Akal. p. 59.
6Ferrater Mora, José. (1982). “Cuatro visiones de la historia universal”. España: Alianza Editorial
Bibliografía