Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Escatología
Escatología de la denominación y mi propia escatología.
Alumno:
Jesús Flores Quispe
Profesor:
Prof. Luis Cornejo
Curso:
Escatología
Ministerio Pastoral
2019 – I
ESCATOLOGÍA
Reseña Histórica
Sr. Alberto Benjamín Simpson (1848 – 19119) fue el que dio origen a esta denominación, luego
de renunciar al pastorado de su Iglesia presbiteriana en los Estado Unidos para dedicarse a la
evangelización de las zonas pobres, nace así la primera iglesia en New York.
En 1897 se formó la “Alianza Misionera Evangélica”, más tarde se adoptó el nombre de Iglesia
Alianza Cristiana.
La IACYM de la Alborada es creada el 26 de julio del 2011 por el pastor misionero Pedro Ortiz
Tocre, junto a su esposa Ana Chapoñán de Ortiz. A la actualidad es el pastor vigente y titular
de la iglesia, con una membresía alrededor de 180 miembros.
Art.- 9
“Que el destino del creyentes una existencia en espíritu, alma y cuerpo glorificado, de eterno
gozo y bienaventuranza en la presencia de Dios”.
Mi posición escatológica
Para definir mi posición escatológica tocaré los cuatro puntos en los que Grudem (1999) lo
clasifica la doctrina del futuro, que es: El regreso de Cristo, milenio, juicio final, nuevos cielos
y nueva tierra.
El Regreso de Cristo
La IACYM respecto al regreso de Cristo, confiesa que será inminente, es decir, puede ocurrir en
cualquier momento, puesto que no hay eventos predichos que deban preceder al momento en que ella
ocurra. La opinión dominante es que en este tiempo Cristo no descenderá a la tierra, sino permanecerá
en las alturas de aire. Aquellos que mueren en el Señor serán resucitados de entre los muertos, los santos
que vivan serán transfigurados, y juntos, serán arrebatados para encontrar al Señor en el aire. De aquí
que a este regreso se le llame también “la venida por sus santos”, 1 Tes. 4:15, 16. Esta será seguida de
intervalo de siete años, durante los cuales el mundo será evangelizado, Mat. 24:14, Israel convertido;
Rom. 11:26, 1a gran tribulación ocurrirá, Mat. 24:21, 22, y el anticristo o el hombre de pecado será
revelado, II Tes. 2:8-10. Después de estos acontecimientos hay otra venida del Señor con sus santos, 1
Tes. 3:13, venida a la cual se llama “la revelación” o “el día del Señor”, y en éste bajará hasta la tierra.
Según mi postura, esta venida no puede considerarse inminente, debido a que tiene que ser precedida
por varios eventos predichos.
Aquí quiero resaltar lo que Hoekema menciona, que será único, ya que los premilenialistas-
dispensacionales según su interpretación se habla de una doble venida de Cristo, con un
intervalo de siete años entre las etapas. La primera fase de la Segunda Venida es llamada el
arrebato (o también "arrebato pretribulacionista"), en tanto que la segunda fase, en la cual Cristo
establecerá su reino milenario, es llamado su regreso.
Según mi posición escatológica, tal evento será único, es decir un solo evento para su segunda
venida, pero dicha venida será visible (Ap. 1:7, Tito 2:13, Ro. 8:22 - 26), personal (Hch. 1:11,
Flp. 3:20, Hch. 3:19 – 21, Col. 3:4), gloriosa (2 Ts. 1:10, Mt. 24:30) y repentina (1 Ts. 5:1, 2;
Mt. 24:42).
El Milenio
El amilenarismo entiende que la segunda venida de Jesucristo será precedida por ciertos eventos
como la predicación del evangelio a todas las naciones, la conversión de la plenitud de Israel,
la gran apostasía, la gran tribulación y la venida del Anticristo. Entonces, volverá Cristo en un
solo evento, los muertos en Cristo resucitarán con cuerpos de gloria y los que estén vivos serán
transformados en un momento (l Ts 4.13). Luego vendrá el juicio final, que determinará el
destino eterno de las personas, para dar lugar, entonces, a la consumación del Reino de Dios:
cielo nuevo y tierra nueva.
El juicio final
Según mi postura, considero que de un solo evento. Debe notarse, sin embargo, que la Biblia
siempre habla del juicio venidero como de un solo evento. Nos enseña a mirar hacia adelante,
no a los días del juicio, sino al día del juicio, Juan 5:28, 29; Hech. 17:31; II Ped. 3:7, llamado
también “aquel día”, Mat. 7: 22; II Tim. 4:8, y “el día de la ira y de la revelación del justo juicio
de Dios”, Rom. 2:5.
Respecto a este punto hay quienes consideran que el juicio final no sea necesario, puesto que el
destino de cada persona ya ha sido determinado en el momento de su muerte. Si una persona,
al morir, es uno de los que están en Cristo, será salva e inmediatamente después de su muerte
estará con el Señor. Sin embargo, si una persona muere en incredulidad, se perderá e irá
inmediatamente al lugar del tormento. Pero, si esto es así, ¿por qué es necesario entonces el
juicio final? Tal juicio sería necesario para aquellos que estuviesen todavía vivos al regresar
Cristo, pero no para aquellos que hubiesen muerto antes de ese momento.
Dicha objeción, sin embargo, se basa en la presuposición de que el propósito del juicio final es
el de determinar el destino futuro de la persona. Pero esta presuposición no es correcta. Para
cuando llegue el juicio final, el destino final de todos los que han vivido o todavía viven sobre
la tierra ya habrá sido determinado. Dios no necesita llevar a cabo un examen de la vida de las
personas para determinar quién será salvo y quién no. Leemos en Efesios 1:4 que el destino de
los salvos no sólo es ya conocido por Dios de antemano sino que ya ha sido predeterminado
desde la eternidad: "Según nos escogió en él [Cristo] antes de la fundación del mundo". Juan
10:27-28 nos enseña que Cristo conoce a sus ovejas y les ha dado vida eterna, de manera que
nadie pueda arrebatarlas de su mano.
El estado final de los creyentes será precedido por el paso del mundo actual y la aparición de
una nueva creación. Mat. 19:28 habla de “la regeneración”, y Hech. 3:21, de “la restauración
de todas las cosas”.
En Heb. 12:27 leemos: “Y esta frase: aun una vez, indica, la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles (el reino de Dios)”. Dice Pedro: “Pero
según sus promesas esperamos cielos nuevos y tierra nueva, donde mora la justicia”, 2 Ped.
3:13, comparando con el versículo 12; y Juan vio esta creación nueva en una visión, Apoc. 21:1.
Sólo después de que la nueva creación haya sido establecida, será que la nueva Jerusalén
descenderá del cielo de Dios, que el tabernáculo de Dios acampará entre los hombres, y que los
justos entrarán a su gozo eterno.
En este punto la IACYM enseñan sobre este punto como algo espiritual y consideran que será
del todo una nueva creación.
Mientras que mi postura es considerar que será una renovación de la presente Sal. 102: 26, 27
Heb. 1: 10-12; y Heb. 12:26-28.
Conclusiones
Bibliografía