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Introducción

El tema que voy a desarrollar en las siguientes páginas está basado en el

Enfoque Adleriano, titulado así en honor a su fundador Alfred Adler, que tiene

como idea central la psicología individual de la persona.

Este enfoque psicológico señala que las personas pueden superar sus

dificultades psicológicas por medio de la superación de éstas. He aquí la

importancia de conocer este enfoque y poder aplicarla en nuestra vida personal.

Este trabajo tiene como objetivo presentar este enfoque a la luz de Palabra de

Dios y la unidad de estas dos sea una herramienta poderosa en la consejería

pastoral en las iglesias. También tiene como objetivo corregir algunos aspectos de

este enfoque que no estén de acuerdo con la cosmovisión bíblica cristiana.

El trabajo empieza con una breve introducción del tema mostrando quién fue

el autor, para luego desarrollar algunos conceptos claves, el propósito de la

terapia, las funciones y roles del terapeuta, también veremos el proceso de la

terapia y para finalizar veremos dos cosa importantes como son la comisión

bíblica de este enfoque y la aplicación de los principios del enfoque.

Para el desarrollo de este trabajo se utilizó, revistas digitales, libros y

versiones de Biblias, materiales que nos ayudaran a presentar un trabajo con una

muy buena información y que será de gran ayuda para el ministerio pastoral en las

iglesias.
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Terapia Familiar

Enfoque Adleriano

1. Introducción

1.1. ¿Quién es el autor?

Alfred Adler nació en Viena, el 7 de febrero de 1870. Fue el segundo de seis

hermanos de origen judío, se graduó en Medicina en 1895, donde comenzó a

trabajar de oftalmólogo en 1897.

Su primer encuentro con Freud se produce en 1899. Adler defendió las ideas

de Freud en la Escuela vienesa de Medicina, en los círculos médicos locales y en

la prensa. Desde 1902 participó en una pequeña tertulia organizada en casa de

Freud, la «Sociedad Psicológica de los Miércoles».

En 1912 se publicó "El carácter neurótico”. En este trabajo Adler establece la

"psicología individual" como teoría de la unidad del individuo que tiende a metas

finales de carácter inconsciente. En esta obra desarrolla el tema de la

compensación infantil al sentimiento percibido de inferioridad mediante distintas

estrategias hacia una meta final (de superioridad).

Adler forjó las bases de esta nueva Psicología Individual fijándose en sus

pacientes discapacitados. A pesar de que todos ellos arrastraban un historial de

limitaciones similares, algunos se veían consumidos por su complejo de

inferioridad al compararse con otras personas, mientras que en otros las


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limitaciones físicas que experimentaban actuaban como un factor motivador que

los conducía, según Adler, a la autosuperación.

La ruptura entre Alfred Adler y Freud, pues, tuvo mucho que ver con el grado

en el que el primero le daba importancia a la vertiente consciente del pensamiento,

lo que nos hace ser personas únicas y con capacidad para construir objetivos

originales.

Alfred Adler murió en 1937 en Aberdeen, Escocia, de un ataque al corazón.

2. Conceptos claves

Cada vez más niños y niñas con problemas conductuales se les diagnostica

un trastorno mental y se les medica por ello. A la cabeza se encuentra el trastorno

de déficit de atención con o sin hiperactividad, pero también ha aumentado

exponencialmente el diagnóstico de TEA (trastorno del espectro autista), e incluso

se han creado diagnósticos nuevos como el “trastorno de desregulación del estado

de ánimo” (niños/as irritables y con frecuentes berrinches fuertes). (…) Hay

mucha controversia entre los y las profesionales de la salud mental sobre la

conveniencia de considerar o no ciertas manifestaciones como un trastorno. Al

menos, no sin tomar en cuenta los aspectos psicosociales, la relación parento-filial

y la influencia del entorno.

En la visión adleriana, la conducta perturbadora y algunos de estos

“desórdenes” se entienden mejor como las manifestaciones de un niño o niña

consentidos y el resultado de un estilo educativo equivocado. Según Alfred Adler,

toda conducta humana, hasta la conducta desadaptativa o desviada, tiene un

propósito, un objetivo y un significado social. Generalmente, este objetivo es


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conseguir satisfacer sus necesidades psicológicas, en concreto la de auto-

afirmación y pertenencia. Esto nos permite interpretar toda conducta, buena o

mala, saludable o patológica, como un intento del individuo de encontrar su sitio

entender lo que pasa y para tener los recursos que le permitan encontrar una

solución mejor. La Psicología Adleriana ofrece una interpretación que permite

ayudar a padres, madres e hijos/as a encontrar una solución más adaptativa. La

Psicología Adleriana: Pertenencia y cooperación.

Aplicado esto a la infancia, podemos decir que las conductas

problemáticas son un intento de solucionar un problema que el adulto (padre,

madre, profesor/a) no ve o no comprende. Las rabietas fuertes, por ejemplo,

pueden ser una conducta no deseada por las personas adultas, pero pueden tener

sentido en un contexto familiar en el cual las necesidades básicas del niño o niña

no se satisfacen. Así, independientemente de si se hace un diagnóstico

psiquiátrico de la conducta disruptiva o desadaptativa, no deberíamos interpretarla

como “patológica”, “anormal” o “mala”, sino como un intento de solución,

aunque desadaptativa, a una situación que el niño o niña percibe como un

problema.1

3. Propósito de la terapia

Bajo el concepto de Sentimiento de Comunidad, Adler entiende que la

persona es un ser social y la manera de interactuar con las demás es de suma

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Román, D. M. (2016). La crianza desde la Psicología Individual de Alfred Adler. AFIN, 1,2.
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importancia. El Sentimiento de Comunidad se compone de dos aspectos

importantes entrelazados: el sentido de pertenencia y la capacidad de cooperación.

3.1. Sentido de pertenencia

El ser humano tiene la necesidad de sentirse próximo a otras personas

y desea formar parte de la familia, de un grupo, de una pareja, de la

comunidad humana, etc., además de sentirse apreciado y útil en el marco

de esta comunidad. Tener la sensación de que uno no pertenece es una

fuente de malestar importante y puede conllevar muchos problemas tanto

en la infancia como en la edad adulta. A este malestar que se experimenta

cuando la necesidad de pertenecer no se satisface o cuando el individuo

percibe que está en desventaja respecto a otros, Adler lo llamó

“sentimiento de inferioridad”.

3.2. Capacidad de cooperación

El segundo aspecto del Sentimiento de Comunidad es la capacidad de

cooperación y el deseo de contribuir al bien común. No se trata de

altruismo o amor al prójimo, sino de sentir que la superación de las

inclemencias de la vida no pasa por la búsqueda de un beneficio

egocéntrico, sino por la colaboración y la contribución al bienestar de

todos.

4. Funciones y roles del terapeuta

Como elementos básicos, estos programas enseñan a los padres y madres a

identificar los objetivos inconscientes de sus hijos/as detrás de la conducta

problemática, a no repetir los errores educativos, además de unas técnicas eficaces


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para criar mejor y para mejorar los problemas de conducta, de disciplina y de

convivencia.

Para empezar, se les solicita a padres y madres una descripción detallada de

una situación problemática prototípica, por ejemplo, el último berrinche o la

última discusión fuerte que hayan tenido. A partir de esta descripción se

establecen hipótesis sobre la función de la conducta infantil en el marco de esta

relación, es decir, su objetivo inconsciente; se les pide entonces otra situación para

corroborar esta hipótesis.

5. Proceso de la terapia

La crianza adleriana tiene unos pocos principios fundamentales, que son muy

sencillos, pero a veces requieren de madres y padres un cambio radical de su

posicionamiento. De forma didáctica, se pueden resumir en tres principios: el de

los Tres Monos (no aplicar las “soluciones” erróneas de siempre), el de Martin

Luther King (alentar) y el del Buda (mantenerse firme y aplicar consecuencias

lógicas).2

5.1. El principio de los tres monos

Esta imagen se refiere a los tres monos chinos de la sabiduría

(también llamados monos místicos), los que se tapan los ojos, los oídos y

la boca, respectivamente. El primer paso es ignorarlo, ya que sermonear,

pedirle que se calle, “incentivarlo” para que pare y que se lleve bien, son

formas de dar atención (negativa, pero atención al fin y al cabo).

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Román, D. M. (2016). La crianza desde la Psicología Individual de Alfred Adler. AFIN, 1,2.
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5.2. El principio de Martín Luther King

Recordamos a este activista defensor de los derechos civiles y

luchador contra el apartheid (segregación o separación de la población por

motivos raciales o étnicos) en Estados Unidos por su capacidad de

liderazgo, de entusiasmar y alentar a la gente y su incansable esfuerzo para

lograr una convivencia pacífica.

Alentar es el principio más importante de la crianza adleriana, ya que

solo el aliento lleva al niño o niña a afrontar las dificultades de la vida con

éxito. Animar o alentar se confunde con motivar, elogiar, premiar o

incentivar pero hay mucha diferencia. Incentivar, por ejemplo, no es otra

cosa que sobornar, es decir, el método del mafioso. En cambio, alentar o

dar ánimos significa envalentonar, dar alas, valorar, fortalecer… todo

aquello que facilita que el niño o niña se vea con el valor y el coraje de

enfrentarse a la vida y a sus retos.

5.3. El principio de Buda

Este principio hace alusión a la imagen habitual del Buda: una figura,

una estatua, normalmente sentada, con la cara serena, pensativa, a veces

sonriendo. De postura relajada e inamovible. De esta imagen se toman las

siguientes pautas educativas: establecer normas y mantenerlas; aguantar

las protestas y rabietas; mantener la calma y ser firmes.

5.3.1. Mantener las pautas establecidas: Padres y madres deben

establecer unas normas de convivencia en la familia, hacerlas respetar, y

también deben respetarlas ellos mismos.


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5.3.2. Aguantar la protesta y las rabietas: Padres y madres saben que no

deben satisfacer todos los caprichos del niño o niña y darle todo lo que

pide.

5.3.3. Mantener la calma y ser firme: Ante una protesta o negativa

infantil o adolescente aparatosa, es importante no entrar en una lucha.

5.3.4. Aplicar consecuencias en vez de castigar: La aplicación de las

consecuencias implica que haya unas normas preestablecidas que el niño

o niña debe conocer y, si es posible, aceptar.

6. Cosmovisión bíblica sobre el enfoque adleriano

Si bien es cierto que es un enfoque que hace que el individuo pueda

desarrollar una psicología individual de superación personal, por otro lado esta

que es un pensamiento muy humanista y antropocéntrico. Creo que si lo vemos a

la luz de la Biblia estamos dejando de lado lo que Dios puede hacer en nosotros y

nos estamos enfocando en lo que nosotros (uno mismo) somos capaces de hacer, y

en que en algún sentido no está mal, pero hay un margen de riesgo en confiar

solamente en nosotros y así hacerlo a Dios a un lado.

Me parece adecuado en el sentido de motivar para que alguien logre una meta

o un objetivo y creo que también ese es el propósito de Dios para toda persona, y

se me viene a la mente el personaje de Josué cuando Dios le dijo: “Ya te lo he

ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el

SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vaya”, vemos por lo tanto que

Dios mismo motivo a Josué para que se esfuerce y sea valiente; y no lo dijo

porque sabía que Josué lo podía hacer en sus propios esfuerzos, sino el punto
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clave está en lo que sigue “Porque el Señor te acompañará, donde quiera que

vayas”, creo que este es el motivo principal que toda persona debe entender

cuando quiere lograr algo, es que debemos recordar que lo que podemos hacer no

es por nuestras propias fuerzas sino es porque Dios está con nosotros.

Creo que otro punto importante es lo que el Señor Jesús dijo: “Yo soy la vid y

ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto;

separados de mí no pueden ustedes hacer nada”. Es importante resaltar la última

parte, que separados de Dios nada podemos hacer, que estando unidos a él

podemos lograr aquello que nos proponemos.

Lo que he dicho anteriormente no quita que otras personas puedan

“autosuperarse” muy por el contrario, la única diferencia es en reconocer

realmente el origen de nuestra motivación y eso nos llevará a glorificar lo que

consideramos la fuente de nuestra superación y logros.

7. Aplicación de los principios del enfoque adleriano a la

consejería pastoral

Con respecto a la crianza de los hijos con el enfoque adleriano, en el proceso

de la terapia he mencionado tres principios que son figurativos: 1. El principio de

los tres monos, 2. El principio de Martín Luther King, y 3. El principio de buda.

Con los dos primeros principios creo que no hay discusión y que pueden ser

aplicados a la consejería pastoral. En referencia al tercer principio creo que el

enfoque no está de acuerdo con la disciplina física que se debe emplear en la

crianza de los hijos, pues dice que se debe aplicar consecuencias en lugar de
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castigar. Considero aquí que en algunas oportunidades los padres deberán de

aplicar la disciplina física. Es más Dios manda esto cuando dice: “Proverbios

13:24: “El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con

diligencia”, otro pasaje es Proverbios 29:15: “La vara y la reprensión dan

sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre”. Son pasajes de la

Biblia que apoyan el castigo necesario en la disciplina de los hijos sin llegar al

extremo de la violencia.

“El uso de la vara preserva la autoridad que Dios ha delegado a los padres.

Dios les ha dado a los padres la autoridad al llamarlos a ser sus agentes en la

crianza de los hijos”.3

Y como dice James Dobson “Muchos problemas de comportamiento se

pueden prevenir simplemente cuidando las circunstancias que los eran”.4

Creo que si añadimos este aspecto al tercer principio, esto ayudará mucho en

la aplicación de este enfoque en la consejería pastoral.

3
Tripp, T. (n.d.). Pastoreando el corazon del niño.
4
Dobsom, J. (2005). Cómo criar a un niño de voluntad firme. Miami: Unilit.
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Conclusión

El enfoque adleriano, en armonía con la Biblia puede ser utilizado en la

consejería pastoral. Ya que el enfoque será usado para ayudar a las personas a

mirar un futuro posible con la ayuda de Dios y bajo su voluntad.

No bebemos caer en el error de dejar de lado la Palabra de Dios para usar este

enfoque, esto nos llevará a caer en la autosuficiencia ya autodependencia.

También debemos tener en claro que la Biblia está por encima de cualquier

enfoque y que los principios se usaran en la medida que no contradiga a la

enseñanza bíblica. El terapeuta debe conocer los principios de este enfoque para

no caer en do extremos, uno en no contagiar una esperanza al que está buscando

ayuda y la otra en el humanismo o antropocentrismo.

Considero que este enfoque ayudará mucho a entender aquellas personas que

se encuentran desanimadas, cohibidas, deprimidas, limitadas por alguna

experiencia y sin esperanza. Dios nos ayudará a consolar y dar aliento al decaído y

que su Espíritu Santo pueda hacer la obra en revelar a Cristo, para que las

personas desahuciadas pueden tener una esperanza segura en Cristo.

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