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36 público Lunes, 1 de noviembre de 2010

Culturas
www.publico.es
Responsable de la sección: Peio H. Riaño p culturas@publico.es

braulio garcía jaén

Náufrago
madrid
3 “Ahí fuera tenemos gen-
1.200 detenidos
te que lleva cinco días viendo pasaron por una
cadáveres, viendo cómo unos cárcel improvisada
vándalos matan gente, violan
gente”. Tras el paso del Katri- en Nueva Orleáns
na a finales de agosto de 2005,
estas palabras del alcalde de Zeitoun recorría la

de un huracán
Nueva Orleáns pidiendo ayu-
da en el programa de Oprah ciudad en canoa
Winfrey, uno de los más po- salvando a gente y
pulares e influyentes de Esta-
alimentando a perros

de rumores
dos Unidos, se rebotaron en
los principales noticiarios del
país. La gobernadora del esta- Pasó un mes preso,
do de Luisiana había adverti-
do ya de la llegada del ejército: acusado de saquear
“Estos soldados saben disparar su propia casa, e
y matar, y están dispuestos a
hacerlo si es necesario, y espe- incomunicado
ro que así lo hagan”, dijo. Pero
la ola de saqueos, asesinatos y
‘Zeitoun’, el nuevo libro de Dave Eggers, analiza los dos traumas de la era Bush, el violaciones que, según las au-
«Yo no veía lo que
‘Katrina’ y el 11-S, a través de la historia de un sirio encarcelado en Nueva Orleáns toridades y los periodistas, ha- mi mujer decía que
bría devuelto Nueva Orleáns a estaba saliendo
un “estado casi animal”, en ex-
presión del alcalde Ray Nagin, por televisión»
tras la ruptura de los diques
del puerto, nunca existió. cía, pero sólo respecto de nues-
Abdulrahman Zeitoun no tra zona”, explica su esposa,
se movió de la ciudad duran- Kathy Zeitoun. “Esos días, yo
te aquellos días y todavía hoy no sabía si los hechos se esta-
recuerda la distancia entre lo ban exagerando o no. No sabía
que su mujer Kathy, ella sí eva- lo que pasaba”, añade él.
cuada, le contaba que veía por Las autoridades acabaron
televisión y lo que él veía con desmintiéndolo. “No tenemos
sus propios ojos: “En realidad, ningún informe oficial que do-
yo no veía lo que mi mujer me cumente ningún asesinato,
iba diciendo que estaba ocu- violación o asalto sexual”, de-
rriendo”, cuenta Zeitoun por claró el mismo alcalde Nagin a
correo electrónico a Público. The New York Times días des-
Sin embargo, algo sí había de pués. Pero el clima de pánico
cierto en las palabras de la go- y las reacciones que esa ola de
bernadora Kathleen Blanco: rumores había desatado no se
la presencia militar iba a ser desmienten tan fácilmente.
abrumadora. Además de a Kathy, Zeitoun
llamaba a menudo a su her-
Espejismo de agua sucia mano Ahmad, un antiguo ca-
Zeitoun (Mondadori), el nue- pitán de barco que vive en Es-
vo libro de Dave Eggers (Bos- paña desde hace casi 30 años.
ton, 1970), uno de los escrito- El 6 de septiembre, Zeitoun le
res norteamericanos más im- pidió colgar. “Me dijo: ‘Oye,
portantes de su generación, espera un momento’, como si
además de una precisa pano- fuera a ir al baño o algo, no re-
rámica sobre los daños y las cuerdo. Me quedé esperando.
víctimas causados por la tor- Luego, empecé a llamarlo y no
menta (más de 1.100 muertos contestaba”, cuenta Ahmad
en todo el estado de Louisia- por teléfono desde Málaga.
na), refleja también las conse- Las tres semanas siguien-
cuencias bien reales de aquel tes, Zeitoun enmudeció como
espejismo de agua sucia des- si las aguas se lo hubieran tra-
encadenado en los despachos. gado. “Lo habían arrestado a
Su protagonista vivió, en el ojo punta de pistola en una ca-
del huracán, ambos desastres. sa de su propiedad, lo habían
Abdulrahman Zeitoun, ciu- trasladado a una base militar
dadano sirio, residente ameri- improvisada dentro de una es-
cano y dueño de una pequeña tación de autobuses, lo habían
empresa de reformas, se de- acusado de terrorismo y lo ha-
dicó a recorrer las calles inun- bían encerrado en una jaula
dadas en una vieja canoa que exterior”, se lee. En efecto, Zei-
tenía y a rescatar a personas toun estuvo en prisión inco-
atrapadas por el agua durante municada y sin fianza duran-
los primeros días. Entre ellas, te 23 días.
una anciana flotando como un No lo acusaban de terroris-
nenúfar por el salón inundado mo, sino de “saqueo”. Pero eso
de su casa. También alimenta- no lo supo hasta que tuvo abo-
ba a algunos perros abandona- gado. Por lo demás, los insul-
dos. “Cada día olía peor, a una tos de “talibán” y “terrorista”
mezcla espantosa de pescado, que algunos de los soldados le
barro y productos químicos”, dirigían y la propia incomuni-
escribe Eggers en el libro. cación le convencieron de que
Zeitoun llamaba diariamen- todo se debía a su origen sirio.
te a su mujer, acogida con sus “No saber dónde estaba, no sa-
cuatro hijos en casa de unos ber que estaba detenido”, re-
amigos en Phoenix. “Bueno, cuerda Kathy Zeitoun, fue lo
La rotura de los diques del puerto de Nueva Orleáns provocó la inundación de la ciudad tras el paso del ‘Katrina’. AFP yo confiaba en lo que él me de- que más les dolió.
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Mientras, las imágenes de


los enviados especiales se-
guían dando la vuelta al glo-
bo. “El cámara hizo un barrido «Lo que más
miedo da son
por toda la prisión, Zeitoun in-
cluido. La cámara llevaba una
luz brillante y verse retratado
así, bajo el destello de un foco
y mostrado al mundo como un
criminal enjaulado, enfureció
a Zeitoun. Era mentira”.
A partir de ahí, Eggers, autor
las personas»
también de Qué es el qué, ha es-
crito una obra de no ficción que
dispara contra los dos grandes
traumas de la era Bush: el 11-S
y el Katrina. “Si la gobernadora
Blanco estaba en lo cierto, si se
trataba de veteranos recién lle-
gados de Afganistán e Irak, no
pintaba muy bien para su ma- el esperado regreso a málaga
rido”, pensaba Kathy Zeitoun Este año, los Zeitoun han vuelto a Málaga por primera vez desde que Abdulrahman
por entonces. Pero Zeitoun no se fotografió con sus hijas en 2004. Allí viven su hermano Ahmad y su familia.
es sólo un ejemplo del racismo
que genera la guerra contra el
terror. El mismo Eggers lo se- escribir, editar y publicar
ñala: los policías no tenían na-
da contra sus orígenes. Eso sí,
“estaban tensos”. Llegaron a Dave Eggers, un emperador comprometido
Nueva Orleáns habiendo “oí-
la fundación experiencias. La serie se basa una revista cuatrimestral
do hablar de tiroteos, violacio-
nes y bandas armadas”, reco- Literatura y en la narración oral de sus
protagonistas. Por último,
de literatura, con formato
e incluso nombres nuevos
ge el libro. reformas Zeitoun ‘826 National’, también im- para cada número. El núme-
“Ley marcial” Zeitoun no es sólo el protago- pulsada por Mcsweeny’s, es ro 33 era un homenaje a los
una organización sin ánimo de periódicos de papel editado
Hino usa el terror contra la marginalidad. Arnau Bach
nista del último libro de Dave
Zeitoun fue detenido junto a lucro dedicada, según declara como un dominical, ‘The San
Eggers. Es también el nombre
dos norteamericanos que tar- su página web, a “ayudar a los Francisco Panorama’, cuya
che abrazado al libro –expli-
daron varios meses más en sa- de la fundación creada por el
estudiantes de entre 6 y 18 primera edición, vendida
El dibujante Hiroshi ca, a la vez que sonríe mali-
autor y el protagonista para
lir de Camp Greyhound, la cár- años con sus tareas escritas, y a viva voz por la ciudad, se Hino es una de las cioso–. Los adultos abren mis
ayudar en la reconstrucción
cel improvisada en la estación libros, los hojean, dicen ‘¡qué
de autobuses. Entre los otros de Nueva Orleáns y la defen- a los profesores a mantener el agotó en minutos. Bajo ese estrellas invitadas asco!’ y los dejan de lado. En
interés de sus clases sobre la sello, se publican también
detenidos con los que se cruzó, sa de los derechos humanos.
escritura”. Trabajan en ocho otras dos revistas: ‘Wholpin’,
al Salón del Manga. cambio, los niños entienden
Eggers ha cedido los ingre-
hay una anciana de 73 años, ciudades de Estados Unidos. una revista-dvd, con cortos,
perfectamente lo que quiero
sos por derechos de autor
un enfermo mental, un em- documentales y animación,
Cristina s. torres expresar, que es, en definiti-
generados por la venta del
pleado de una empresa de lim- imperio cultural que aparece también tres
barcelona va, la soledad”, argumenta.
libro a la Zeitoun Foundation,
pieza y un bombero llegado 3 Bajo esa apariencia de
para trabajar en la reconstruc- que ya ha distribuido más Mcsweeny’s veces al año, y el mensual
abuelo encantador, se oculta Lucha contra la soledad
de 200.000 dólares en ayu- literario ‘The Believer’, edi-
ción de la ciudad. Timothy Mcsweeny, el miste- tado por Vendela Vida, escri-
uno de los hombres con la ima- En sus obras, se centra en el
das. Por su parte, Zeitoun
Si algo tenían en común, es rioso corresponsal que duran- tora y esposa de Eggers.
ginería más sangrienta, per- monstruo para abordar la
Paintigs, la empresa de refor-
que fueron víctimas de un es- te años escribía a la madre de versa y salvaje que pueblan marginalidad y la maldad.
mas que él y su mujer, Kathy
tado de excepción encubier- Eggers asegurándole que era la faz de los cómics. Capaz de Buena parte de la inspiración
Zeitoun, dirigen desde hace
to, no declarado pero practi- su hermano olvidado, consi- provocar las peores pesadillas y de la materia prima que nu-
años en Nueva Orleáns, había
cado en medio del desconcier- guió al menos dar su nombre Hiroshi Hino es para muchos tren sus relatos proceden de
reformado 114 casas des-
to general y que Eggers descri- al imperio cultural que dirige el maestro por excelencia del su infancia. Nació en China
truidas por el huracán hasta
be sutilmente. Los medios de su nunca–confirmado–sobri- manga de horror. En sus his- en 1946; sus padres eran in-
finales de 2008, según recoge
comunicación ayudaron en la no. Mcsweeny’s, que empezó torias para no dormir, conju- migrantes japoneses que tra-
el libro.
cobertura, al titular que el al- como una revista literaria ga el imaginario popular japo- bajaban en Manchuria. Al
calde Nagin había decretado que publicaba sólo piezas nés, poblado de fantasmas y acabar la II Guerra Mundial,
testimonios
la “ley marcial” (lo que supone descartas por los demás, edita espíritus que vuelven a la vida tuvieron que abandonar el
suspender las garantías cons- La vida sigue buscando venganza. Mezcla la país y volver a Japón para sal-
titucionales), a pesar de que (más de allá tradición manga con su vario- var la vida. Aun así, Hino ca-
no tenía potestad para ello. pinto infierno personal, y el re- si la pierde porque, duran-
(¡Un portavoz de la Casa Blan- de los libros) la ficha sultado son historias como Ga- te la evacuación de nipones,
ca lo confirmó, erróneamen- La Zeitoun Foundation no lería de horrores, El niño gusa- unos vecinos chinos trataron
te!). Todavía hoy, los Zeitoun es la primera experiencia > dave eggers no o Circo de monstruos, su úl- de asesinarlo. Y esa no es la
siguen creyendo que fue esa con la que Eggers alarga el > (boston, 1970) tima obra publicada por la edi- única experiencia difícil que
ley la que se aplicó. “Lo prime- compromiso de su literatura. torial La Cúpula. este mangaka tuvo de niño:
ro que espero es que cambien Valentino Achak Deng, el la necesidad y la virtud GRANDES ÉXITOS Hino que lleva más de 40 su abuelo era un mafioso ja-
la ley marcial”, responde Ka- joven sudanés cuya vida y Dave Eggers perdió a sus Carne de años dedicado al terror, es una ponés y su padre, un cuida-
thy cuando se le pregunta qué huida de la guerra civil de su padres, enfermos de cáncer, de las estrellas invitadas a la dor de cerdos con una araña
puede ayudar a cambiar que país Eggers noveló en ‘¿Qué con apenas unas semanas pantalla XVI edición del Salón del Man- gigante tatuada en la espal-
se conozca su historia. Aunque es el qué?’ (Mondadori), de diferencia, cuando tenía La adaptación al cine de ga, que se celebra en La Far- da, la misma que tienen algu-
formalmente equivocada, no también tiene su propia fun- 21 años y tres hermanos Zeitoun está en marcha. ga de l’Hospitalet. Ostenta el nos de sus personajes.
le falta razón práctica: 1.200 dación, con la que reinvierte pequeños. ‘Una historia Jonathan Demme, el direc- cuestionable honor de haber Quizás, opina Hino, lo
detenidos pasaron por Camp parte de los beneficios del asombrosa, conmovedora tor de ‘El silencio de los cor- traumatizado a toda una ge- que atrae a tanta gente de
Greyhound. libro. En su caso, en una red y genial’ (Mondadori), sus deros’, tiene los derechos. neración de niños japoneses sus cuentos e historias no sea
Al principio, los Zeitoun, de escuelas y bibliotecas en memorias ficcionadas de los Demme hará una película con la historia de Zoroku, un tanto el terror como los senti-
que aún esperan que la Jus- el sur de Sudán. Además, a ocho años que siguieron a esa de animación, un género chaval que padece una extra- mientos que expresan. “Mu-
ticia reconozca los abusos de través de ‘Voices of Witness’, pérdida, lo lanzaron como autor en el que Eggers ya ha tra- ña enfermedad degenerativa. chas personas viven cosas
la Administración, recibieron una serie de libros publica- aclamado por el público y la bajado como guionista de “Escribí La enfermedad de Zo- parecidas a las que cuento.
con nerviosismo la propuesta dos bajo el paraguas de la crítica, y fue finalista del Pulitzer. ‘Where the Wild Things Are’. roku cuando tenía 23 años y Yo exploro el que hay dentro
de Eggers para contar su his- editorial Mcsweeny’s, inmi- En Mondadori, ha publicado La adaptación de su fulgu- pretendía reflejar mi estado de las personas. De hecho, lo
toria. “Cuanto más hablamos, grantes indocumentados, también ‘Los Monstruos’, una rante debut, ‘Una historia psicológico”, cuenta. “Con es- que más miedo debería dar-
mejor nos sentimos. Para que víctimas del ‘Katrina’ (de ahí adaptación libre del cuento asombrosa, conmovedora ta obra, empecé a recibir car- nos son los seres humanos,
se sepa lo que realmente pa- salió Zeitoun) o de errores infantil de Maurice Sendak, y genial’ (Mondadori), no se tas de fans; había uno que me porque quien menos te espe-
só”, escribe ahora Kathy Zei- judiciales han narrado sus llevada también al cine. llevó finalmente a cabo. contó que le daba tanta pena ras puede venir con un cuchi-
toun desde Nueva Orleáns. Zoroku que dormía cada no- llo y apuñalarte”, afirma.

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