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Responsable de la sección: Peio H. Riaño p culturas@publico.es
Náufrago
madrid
3 “Ahí fuera tenemos gen-
1.200 detenidos
te que lleva cinco días viendo pasaron por una
cadáveres, viendo cómo unos cárcel improvisada
vándalos matan gente, violan
gente”. Tras el paso del Katri- en Nueva Orleáns
na a finales de agosto de 2005,
estas palabras del alcalde de Zeitoun recorría la
de un huracán
Nueva Orleáns pidiendo ayu-
da en el programa de Oprah ciudad en canoa
Winfrey, uno de los más po- salvando a gente y
pulares e influyentes de Esta-
alimentando a perros
de rumores
dos Unidos, se rebotaron en
los principales noticiarios del
país. La gobernadora del esta- Pasó un mes preso,
do de Luisiana había adverti-
do ya de la llegada del ejército: acusado de saquear
“Estos soldados saben disparar su propia casa, e
y matar, y están dispuestos a
hacerlo si es necesario, y espe- incomunicado
ro que así lo hagan”, dijo. Pero
la ola de saqueos, asesinatos y
‘Zeitoun’, el nuevo libro de Dave Eggers, analiza los dos traumas de la era Bush, el violaciones que, según las au-
«Yo no veía lo que
‘Katrina’ y el 11-S, a través de la historia de un sirio encarcelado en Nueva Orleáns toridades y los periodistas, ha- mi mujer decía que
bría devuelto Nueva Orleáns a estaba saliendo
un “estado casi animal”, en ex-
presión del alcalde Ray Nagin, por televisión»
tras la ruptura de los diques
del puerto, nunca existió. cía, pero sólo respecto de nues-
Abdulrahman Zeitoun no tra zona”, explica su esposa,
se movió de la ciudad duran- Kathy Zeitoun. “Esos días, yo
te aquellos días y todavía hoy no sabía si los hechos se esta-
recuerda la distancia entre lo ban exagerando o no. No sabía
que su mujer Kathy, ella sí eva- lo que pasaba”, añade él.
cuada, le contaba que veía por Las autoridades acabaron
televisión y lo que él veía con desmintiéndolo. “No tenemos
sus propios ojos: “En realidad, ningún informe oficial que do-
yo no veía lo que mi mujer me cumente ningún asesinato,
iba diciendo que estaba ocu- violación o asalto sexual”, de-
rriendo”, cuenta Zeitoun por claró el mismo alcalde Nagin a
correo electrónico a Público. The New York Times días des-
Sin embargo, algo sí había de pués. Pero el clima de pánico
cierto en las palabras de la go- y las reacciones que esa ola de
bernadora Kathleen Blanco: rumores había desatado no se
la presencia militar iba a ser desmienten tan fácilmente.
abrumadora. Además de a Kathy, Zeitoun
llamaba a menudo a su her-
Espejismo de agua sucia mano Ahmad, un antiguo ca-
Zeitoun (Mondadori), el nue- pitán de barco que vive en Es-
vo libro de Dave Eggers (Bos- paña desde hace casi 30 años.
ton, 1970), uno de los escrito- El 6 de septiembre, Zeitoun le
res norteamericanos más im- pidió colgar. “Me dijo: ‘Oye,
portantes de su generación, espera un momento’, como si
además de una precisa pano- fuera a ir al baño o algo, no re-
rámica sobre los daños y las cuerdo. Me quedé esperando.
víctimas causados por la tor- Luego, empecé a llamarlo y no
menta (más de 1.100 muertos contestaba”, cuenta Ahmad
en todo el estado de Louisia- por teléfono desde Málaga.
na), refleja también las conse- Las tres semanas siguien-
cuencias bien reales de aquel tes, Zeitoun enmudeció como
espejismo de agua sucia des- si las aguas se lo hubieran tra-
encadenado en los despachos. gado. “Lo habían arrestado a
Su protagonista vivió, en el ojo punta de pistola en una ca-
del huracán, ambos desastres. sa de su propiedad, lo habían
Abdulrahman Zeitoun, ciu- trasladado a una base militar
dadano sirio, residente ameri- improvisada dentro de una es-
cano y dueño de una pequeña tación de autobuses, lo habían
empresa de reformas, se de- acusado de terrorismo y lo ha-
dicó a recorrer las calles inun- bían encerrado en una jaula
dadas en una vieja canoa que exterior”, se lee. En efecto, Zei-
tenía y a rescatar a personas toun estuvo en prisión inco-
atrapadas por el agua durante municada y sin fianza duran-
los primeros días. Entre ellas, te 23 días.
una anciana flotando como un No lo acusaban de terroris-
nenúfar por el salón inundado mo, sino de “saqueo”. Pero eso
de su casa. También alimenta- no lo supo hasta que tuvo abo-
ba a algunos perros abandona- gado. Por lo demás, los insul-
dos. “Cada día olía peor, a una tos de “talibán” y “terrorista”
mezcla espantosa de pescado, que algunos de los soldados le
barro y productos químicos”, dirigían y la propia incomuni-
escribe Eggers en el libro. cación le convencieron de que
Zeitoun llamaba diariamen- todo se debía a su origen sirio.
te a su mujer, acogida con sus “No saber dónde estaba, no sa-
cuatro hijos en casa de unos ber que estaba detenido”, re-
amigos en Phoenix. “Bueno, cuerda Kathy Zeitoun, fue lo
La rotura de los diques del puerto de Nueva Orleáns provocó la inundación de la ciudad tras el paso del ‘Katrina’. AFP yo confiaba en lo que él me de- que más les dolió.
Lunes, 1 de noviembre de 2010 público 37
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