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El Trabajo en Equipo PDF
El Trabajo en Equipo PDF
Bases Bíblicas: Génesis 11, Eclesiastés 4:9-12, 1 Crónicas 19: 26-30, Juan 17.
Propósito: Examinar lo que la Biblia tiene que decir en cuanto al tema de trabajar en
equipo. Además utilizar ejemplos prácticos que nos ayuden a entender la importancia de
trabajar en equipo y los resultados positivos del trabajo en equipo.
INTRODUCCION
Es cierto que el Señor da a cada uno de los que el ha llamado, una visión particular y una
misión particular. No obstante, también es cierto que Dios es su sabiduría, tiene una
macro plan para su iglesia, la cual se compone de micro planes. Es decir, Dios sabe
perfectamente hacia donde el quiere dirigir la iglesia colombiana, para ellos usa los
distintos micro planes que orquestados por el Espíritu Santo, llegan a conformar un plan
nacional.
El trabajo en equipo exige la disposición de los individuos a rendir su propio ego, sus
propias agendas, sus propias metas, aun sus propias visiones, para alcanzar el bien común
a través de una Visio común. En última instancia llegar a resultados verdaderamente
exitosos.
No obstante, vista desde otra perspectiva, encontramos en este pasaje elementos humanos
que el mismo Dios reconoció como indestructibles e imparables.
Cuando Dios descendió para ver lo que los ninivitas hacían, rostros conocemos bien esta
historia, dice la Biblia que Dios vio que la obra que hacían no podría ser parada porque
los que laboraban en ella tenían un mismo lenguaje y hablaban un mismo idioma. El dijo
por tanto, descendamos y confundamos sus lenguas. Dos cosas son notables en esto.
Dios reconoce que nada podría parar la obra de los ninivitas porque entre ellos había una
comunicación fluida. Su trabajo estaba claramente definido y se entendían entre ellos.
Muchas veces los líderes no sabemos o no queremos comunicar nuestra visión a aquellos
que son parte del equipo. La Biblia dice, “Donde no hay visión, el pueblo se extravía.”
(Prob. 29:18, NVI). Pueda ser que no podemos comunicar una visión clara porque
sencillamente no la tenemos y la tendencia es a aislarnos.
La falta de unidad en los propósitos y planes que tenemos hace que no podamos trabajar
en equipo. Uno de las cosas mas difíciles en administración eclesiástica es comunicar
adecuadamente nuestra visión, luego articular nuestra misión claramente y finalmente
establecer objetivos y metas que den a los miembros de la iglesia, a los ministros, etc. un
sentido claro de dirección.
El pueblo que construía la torre de Babel “hablaban el mismo idioma.” Esto quiere decir
sabían claramente, todos, lo que querían lograr. Es interesante que ellos llegaran aun a
crear nuevas metodologías de construir. Cambiaron el uso de piedra por el de ladrillo.
Cambiaron el uso de morteros basados en productos calinosos por morteros basados en
resinas provenientes del asfalto (petróleo) que abundaba en la región. Realmente estaban
muy claros de lo que querían lo cual les permitía ser innovadores y escoger mejore
métodos para logra sus objetivos y metas.
Me parece que podemos afirmar con certeza que cuando Jesús inicio su ministerio, el
tenia muy claro el plan de su misión. Discipulado, enseñanza, proclamación, etc. Todo lo
hizo bajo un plan divino. El maestro creador del universo que mantiene todo bajo su
control, en perfecto balance, no puede mas que deleitarse cuando su pueblo planifica y
organiza y ejecuta la obra de su reino bajo un plan claro y realizable.
El tener visión, misión, objetivos y metas comunes y claras hace que podamos trabajar en
equipo.
“Dos son mejor que uno… tienen mejor paga de su trabajo….Cordón de tres dobleces no
se rompe.” Eclesiastés 4:9:12. El proverbista nos enseña un principio fundamental del
trabajo en equipo. Somos mejores y tenemos mejor resultado de nuestro trabajo cuando
aprendemos a trabajar unidos. Dos son mejor que uno. La eficiencia del trabajo en equipo
se demuestra por el principio de sinergia que dice que un caballo puede halar 1 tonelada,
no obstante, 2 caballos pueden halar no 2 sino 9 toneladas. El principio aquí no es una
suma aritmética sino geométrica. La multiplicación de la energía es geométricamente
mayor cuando más de un elemento participa. Cuando la iglesia entiende este principio, el
trabajo en equipo es posible.
En el trabajo en equipo cada miembro del equipo aporta lo que tiene. La suma de
capacidades y habilidades es geométricamente multiplicada. No hay límite a lo que
podemos lograr cuando trabajamos en equipo. Recientemente visite una iglesia hispana
en Tucson, Arizona, EE. UU. El pastor nos atendió muy amablemente y note que el
estaba muy relajado, hablando con nosotros mientras el culto había empezado. La
asistencia normal de esa iglesia el domingo es de unas 1300 personas, en tres servicios.
Cuando entramos al culto todo estaba marchando bien y el director de la alabanza llama
al pastor y el hace su parte, luego dan anuncios en una presentación de multimedia, en
seguida el mensaje y el culto termina. Esto paso tres veces durante la mañana. Uno de los
cultos es en idioma ingles para hispanos de 2ª y 3ª generaciones.
Me llamo la atención que a pesar de lo elaborado de los cultos, el pastor estuvo todo el
tiempo relajado y parecía tener todo bajo control. El me compartió después, mientras
hablábamos de la iglesia, que la clave para el era su equipo. Conforme su iglesia crecía el
llego a la conclusión que el solo no podría pastorear a tanta gente. Si el lo hacia todo, el
crecimiento numérico y cualitativo de la iglesia se detenía. El tenía que delegar y armar
un equipo y pastorear especialmente a este equipo. El dice que se reúne con su equipo por
lo menos dos horas semanales. El llama a los pastores que quieren hacer todo, sin
delegar y formar equipo, con un termino que el creo, “pastores TODOLOGOS.” Nótese,
no es pastores TEOLOGOS sino todólogos. Es decir pretenden hacerlo todo. Es obvio
que este pastor es hoy uno de los mas exitosos en la Iglesia de Dios Hispana, y es un
modelo también para las iglesias de anglosajonas.
Personalmente, hace varios años, cuando el Señor me dio el privilegio de pastorear una
iglesia en la ciudad de Guatemala, note que yo no podía ya servir a la iglesia como era
necesario. Dios me dio la oportunidad de empezar una practica que para ese entonces (los
80s) no era popular, al menos en nuestra denominación. Muchos me criticaron y pensaron
que el proyecto fracasaría. La realidad era que muchas veces los pastores crecientes no
queremos compartir las bendiciones del ministerio con otros. Queremos que todo el
producto del ministerio sea para nosotros. Nos sentimos inseguros teniendo a otra
persona a nuestro lado. Pensamos que nos puede mover la silla (que algunas veces pasa).
No obstante, lamentablemente por esas razones, muchas iglesias están detenidas y no
crecen ya que el pastor a llegado a un limite de eficiencia y a menos que establezca un
equipo de trabajo, no podrá salir del estancamiento.
“¡Hay del que cae y no tiene quien lo levante!” (Eclesiastés 4:10b NVI)
Me parece que este es uno de los aspectos mas tristes del ministerio y de la vida eclesial.
Lamentablemente muchos tienen mejores amigos fuera del circulo eclesial ya que no se
puede confiar en otro creyente o ministro de mi iglesia. Pueda ser que en su caso es
diferente y usted tiene gente cerca de usted, tanto en su iglesia, como en su región, a la
que usted puede confiar. Déjeme decirle que eso es un tesoro. La realidad es que muchas
veces no confiamos en otro hermano porque sabemos que si le contamos o pedimos un
concejo, nuestro problema será sabido y criticado por muchos.
“Cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” El secreto esta en la unidad granítica que
puede existir en un nudo bien realizado. Hay nudos que no resisten un tirón fuerte. No
obstante, cuando el nudo es hecho adecuadamente, al tirarse de el, en vez de romperse, se
solidifica. Ustedes seguramente pueden imaginar en su mente los famosos nudos de los
“boy scout” o los marinos. Son hechos para que en vez de desatarse y romperse, puedan
resistir cualquier jalón. Así debe ser la unidad de nuestro equipo. Entre mas se tira de el,
mas granítica es nuestra unidad e integración. Un detalle de los nudos es que no es como
una soldadura en la cual se funden los metales. En un nudo, la soga se mantiene integra,
no obstante, el amarre lo funde al resto de los pliegues de la soga. Linda ilustración de
cómo, en un equipo, cada uno de nosotros mantenemos nuestra identidad, no obstante,
estamos amarrados unos a otros de tal manera que nada nos puede desatar.
El trabajo en equipo es la manera mas efectiva de llegar alcanzar objetivos y metas que
salen de lo normal o convencional. Eso exige una entrega completa al bien común.
IV. SOMOS UN EQUIPO CUANDO TENEMOS LA CAPACIDAD DE
RELACIONARNOS EN UN AMBIENTE DE HUMILDAD Y RESPETO Y
VALORACION MUTUA
El pasaje que vamos a analizar ahora es uno de mis favoritos porque ilustra uno de los
principios de liderazgo más poderosos en el trabajo de equipo, esto es, el principio de
valoración mutua y de modestia y humildad.
Para la cultura hebrea, lo que hicieron a los embajadores era la peor ofensa que un
hombre podía recibir. A raíz de la experiencia desafortunada basada en la sospecha, que
rechaza la amistad genuina, los ofensores se sienten obligados a pelear contra David y
para ello gastan una fortuna en contratar un ejército para pelear contra David.
Obviamente la situación era crítica para David. Por un lado, había sido muy ofendido, y
en vez de él tomar una represalia, se enfrenta ahora a una guerra provocada por su buen
deseo de ser diplomático y amable hacia un reino amigo.
El pasaje nos dice que Hanún se gasto una fortuna ya que pago 3587 toneladas de plata
para rentar un ejercito de 32,000 carros con sus jinetes de cuatro reinos del medio oriente
(Mesopotamia, Siria, Maca y Soba). Además de eso, los hijos de Amón, es decir el
ejército de Hanún se unió al ejército rentado para formar dos frentes y pelear contra
David y el pueblo de Israel. El texto bíblico literalmente dice: “Los amonitas avanzaron
hasta la entrada de su ciudad, pero los reyes que habían venido a reforzarlos se quedaron
aparte, en campo abierto” (1 Crónicas 19:9 NVI).
El texto dice que “viendo Joab que el ataque contra él había sido dispuesto por el frente y
por la retaguardia, escogió de los mas aventajados que había en Israel, y con ellos ordeno
su ejercito contra los sirios.” (Verso 10).
“Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, y los ordeno en batalla
contra los amonitas” (Verso 11).
En esta descripción bíblica vemos que Joab diseña una estrategia apropiada para enfrentar
al enemigo el cual viene en dos frentes. El principio de subdivisión de responsabilidades
es importante aquí. No todos tenemos que hacer de todo. Unos son bueno para algo, otros
son buenos para otras cosas. Cada uno tiene una función en el cuerpo de Cristo para
lacual esta mejor preparado. Aceptar y poner en práctica eso es asunto de vida o muerte.
Muchas iglesias están muriéndose por falta de una subdivisión adecuada de
responsabilidades.
Si dijere el diacono, porque no soy evangelista, no soy de la iglesia, ¿por eso no será del
iglesia? Y si dijera la hermana que limpia: porque no soy la que dirige los cultos de
damas no soy de la iglesia, ¿por eso no será de la iglesia? Si todos en la iglesia fueran
evangelistas, donde estarían los diáconos, quien serviría en la iglesia. Si todas dirigieran
los servicios de damas, en donde estarían las que limpian, quien limpiaría la iglesia.
Mas ahora Dios ha colocado los miembros, cada uno de ellos en la iglesia, como el quiso.
Porque si todos hicieran los mismo, ¿en donde estaría la iglesia? Así que ni lo profetas
pueden decir a los diáconos no los necesito, ni tampoco los pastores puede decir a los
evangelistas y misioneros no tengo necesidad de ustedes. Antes bien aquellos miembros
que parecieran ser los menos dignos en la iglesia, los cuales no pueden dar mucho dinero,
pero oran y ayuna por el pastor y por la iglesia, estos son los mas necesarios.
Y aquellos que son los mas deshonrosos, jóvenes problemáticos que generalmente por
sus acciones avergüenzan a la grey, a esos Dios en su misericordia y amor les da mas
honor, porque al menos hacen la lucha de estar en la iglesia ya que enfrentando tanta
presión fuera de la iglesia, se atreven al menos a venir al templo a hablar y a llamar por
sus celulares mientras se predica. Algunos de ellos vienen solamente porque los obligan
sus padres, otros porque están interesados en una persona del sexo opuesto, no obstante,
Dios en su amor y misericordia los viste con honor al tocarlos con su Espíritu ya que al
menos hacen el esfuerzo de venir a la iglesia. Pero seria que estuvieran fuera del cuerpo
perdidos totalmente en el pecado.
Joab sabia que era crucial entregar una parte de la tarea en manos de su hermano y el
mismo tomar la otra parte. Interesante que el, como general toma la sección elite del
ejercito de David. Seguramente allí estarían muchos de los valientes de David, hombres
diestros en la guerra y cuya fuerza y valor había sido probada. Así que el va con la elite
del ejercito de David. El RESTO, es decir lo otros soldados rasos, los cuales, según mi
especulación, serian mas en numero, estarían con el segundo en rango en el ejercito, el
comandante Abisai.
Me llama la atención que dice que los “ordeno en batalla contra los amonita,” lo que el
consideraba seguramente el ejercito mas débil y el como general, según el verso 10 iría
en contra de los Sirios, o sea el ejercito mas fuerte y armado que venia contra ellos. El
pastor como general de su ejército necesita ser un estratega y definir a donde y en donde
pondrá sus esfuerzos y a su gente a hacer la tarea que tiene que hacer. Muchas veces
concentramos demasiados recursos en una parte de nuestra tarea como iglesia, por
ejemplo la alabanza y la adoración, y descuidamos la palabra, la oración, el ayuno, el
evangelismo. Todos estos elementos son necesarios y no podemos descuidarlos en aras
de un solo elemento en la iglesia.
Joab dijo: “Si los sirios fueren mas fuertes que yo, tu me ayudaras; y si los amonitas
fueren mas fuertes que tu, yo te ayudare” (Verso 12).
El que esta hablando era un general de cinco estrellas, un hombre con gran valor y
probada carrera militar. El había escogido la elite del ejercito de David y no había
ninguna razón, humanamente hablando, para que le dijera a su hermano menor,
comandante del ejercito, menor en rango y en experiencia, que si los enemigos que el
enfrentaría, los sirios, fueren mas fuertes que el que por favor, lo viniera a ayudar.
Era ilógico lo que estaba pasando. Lo normal seria que su hermano le dijera: mira
hermanito, yo se que los amonitas son fuertes y pueda que te venzan. No te preocupes yo
estaré allí para ayudarte. Aunque no lo creo, por si acaso a mi me están venciendo, ven
por favor a ayudarme. No obstante, lo que encontramos en la actitud de Joab es una
combinación de humildad, sabiduría, sagacidad y un gesto de vulnerabilidad que haría
varios efectos. Primero, le daba un mensaje a su hermano menor: hermanito, tu eres tan
bueno en la guerra que yo pueda necesitar de tu ayuda. O sea, estoy tan seguro que tú
ganaras la batalla contra los amonitas y todavía te quedaran fuerza para venir a ayudarme.
Si algo es poderoso en un líder es que haga sentir a los miembros de su equipo que sin su
presencia, pueda ser que la batalla se pierda.
Nunca olvidare la experiencia que tuve cuando era miembro de mi iglesia local. Mi
pastor era muy celoso de quien dirigiera la escuela dominical y sobre todo de cómo los
fondos de la escuela dominical se manejaran. Recuerdo que después de haber servido dos
términos como presidente de la sociedad de jóvenes, y habiendo sido maestro de la clase
de jóvenes por siete años, en una reunión de negocios de la iglesia, mi pastor me propuso
para ser el superintendente de la escuela dominical. Conociendo a mi pastor y sabiendo lo
estricto que era, me pareció que el estaba confiando en mi la tarea de conducir uno de los
ministerios mas importantes de la iglesia.
Yo le puse una condición, la cual el nunca había querido conferir a otros lideres de
escuela dominical, esa fue que el me permitiera manejar los fondos de la escuela
dominical. Para mi sorpresa, el me concedió tal privilegio, lo cual fue una gran sorpresa
para todos. Les digo con sinceridad, tal confianza depositada en mi me obligo, me
impelió de tal manera que lo que hice durante ese periodo de ministerio fue tan cuidadoso
y meticuloso de tal manera que no dejara avergonzado a mi pastor quien había confiado
en mi. Los salones de escuela dominical que nunca habían sido renovados y estaban muy
mal, fueron renovados, levantamos finanzas más allá de las normales y cuando el periodo
de mi ministerio como superintendente de la escuela dominical termino, teníamos nuevos
salones de escuela dominical.
Empoderar a aquellos que están bajo nuestra responsabilidad es una de las cosas mas
difíciles. No es sencillo entregar autoridad a otros. Aun mas, no es sencillo confiar cosas
que son cruciales en manos de otros. Joab estaba con su actitud empoderando a su
hermano diciéndole, hermano, confió tanto en tu capacidad de pelear que se que si yo no
puedo vencer a mis enemigos tu vendrás a ayudarme.
El otro mensaje que encuentro aquí es uno de humildad. Un hombre de la talla de Joab
dándole una lección de humildad a su hermano y a todo su ejercito. Lo que él estaba
diciendo era: yo no soy tan poderoso que no necesite de tu ayuda. Realmente necesito de
ti hermano, ayúdame por favor; si me ves perdiendo tiéndeme la mano, si ves que estoy
en peligro ven a rescatarme, si ves que me estoy hundiendo tiéndeme la mano y sácame
del agua. No me dejes caer, pensando que yo no necesito de ti y que de alguna manera
podré salir, ya que soy quien soy. ¡No, no era ese el mensaje! El mensaje era uno de
vulnerabilidad. Hacerse vulnerable es quitar las mascaras de superhombres o de
superpastores y mostrarnos humanos.
Esto es algo muy difícil ya que tiene que ver con el concepto que tenemos de los pastores
o los lideres. Tendemos a verlos como infalibles o inamovibles. Esa es la tendencia.
Pareciera que fuéramos clase aparte, que somos una liga diferente. De hecho, nos
separamos muchas veces del pueblo y aun en nuestro estilo de vida le damos a entender a
la iglesia que estamos por encima de ellos.
El Señor Jesucristo fue diferente, él se hizo vulnerable. Cuando estaba triste por la muerte
de su amigo Lázaro, él lloro, cuando tuvo hambre, pido que le compraran comida.
Cuando estaba angustiado pido que le acompañaran en oración. Cuando se enojo en
contra de los comerciantes en el templo, no escondió su enojo y su ira santa, en contra de
aquellos que estaban tergiversando el propósito del templo. El se mostró humano en todo
momento.
Esto por supuesto no lo inhibió de mostrar su divinidad, es decir, de hacer lo que como
Dios el podía hacer. Calmar la tempestad, convertir el agua en vino, multiplicar los panes
y los peces, y muchas otros milagros. El mostraba su autoridad como Dios y al mismo
tiempo no temía revelar su humanidad ya que estaba seguro de donde venia, quien era y a
quien servia. Esto se manifiesta poderosamente especialmente cuando el lava los pies de
sus discípulos. Juan 13 nos dice varias cosas importante.
En el verso uno dice que Jesús SABIA que su hora había llegado para que pasase de este
mundo al padre.” Luego nos dice en el verso tres que “sabiendo Jesús que el Padre le
había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dio iba, se
levanto de la cena, y se quito su manto, y tomando una toalla, se la ciño. Luego puso agua
en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la talla
con que estaba ceñido” (Juan 13:2-5).
Este acto tan poderoso del Señor Jesucristo era como el sello de sus enseñanzas. Aquel
que sabe quien es, de donde viene, a donde va, a quien sirve y cual es su misión final, no
tiene temor de humillarse ante los miembros de su equipo y rebajarse de su autoridad y
posición. Al contrario, la actitud de humildad de Cristo realmente lo colocaba en una liga
diferente a cualquier otro ser humano.
Un líder que sabe quien es en el Señor, el cual tiene una visión clara de Dios y esta
seguro de su llamado y de la misión que el Señor le ha encomendado, nunca tiene temor
de mostrarse humilde y vulnerable a sus discípulos o miembros de su equipo. Este líder
sabe que el que lo tiene en donde esta es Dios. No ha llegado allí por voluntad humana
sino porque el Señor le ha colocado allí y no hay nada ni nadie que lo pueda remover de
dicho lugar. Aquí no hay complejos de inferioridad o superioridad. Realmente dicho líder
esta seguro de quien es el en el Señor por lo tanto puede actuar humilde.
El otro aspecto notable de esta historia es la segunda parte del verso 12, cuando Joab le
dice a Abisai, “y si los amonitas fueren mas fuertes que tu, yo te ayudare” (verso 12b).
Que tremenda garantía y confianza se estaba creando en el corazón de Abisai. Su
hermano no solo confiaba en el y lo consideraba una persona capaz, sino que también le
estaba diciendo. Hermanito, si necesitas mi ayuda, cuenta conmigo. Yo confío en tu
capacidad, pero si por cualquier razón te veo siendo derrotado, allí estaré contigo, no te
dejara. YO VENDRE A AYUDARTE.
Para poder trabajar en equipo necesitamos según esto varias cosas: primero, necesitamos
ser humildes y hacernos vulnerables hacia nuestros compañeros de equipo. El orgullo y la
pretensión de suficiencia son el peor enemigo de un buen equipo. El líder tiene que ser
ejemplo de confianza y mostrar que verdaderamente, genuinamente confía en sus lideres.
El líder debe encomendar tareas a sus miembros de equipo que normalmente solo el
podría desarrollarlas. Eso les da a los miembros del equipo la confianza de que ellos son
importantes y su líder confía en ellos.
Imagínese el gozo que sentía. De nuevo mi pastor me honraba y por primera vez, sin
haber alcanzado el próximo rango ministerial, celebraría mis primeros bautismos. Esa
preafirmación pastoral en la cual se me confiaba una tarea que era inherente al pastor, me
dio a mi un empuje y una experiencia que aun hoy recuerdo con cariño y agradecimiento.
Hay muchas cosas negativas que yo podría mencionar de mi pastor, no obstante, las cosas
positivas que el hizo para reafirmarme como un futuro siervo de Dios, no me permiten
recordar las negativas. Yo le estoy a el eternamente agradecido por haber confiado en mi
para que fuera superintendente de la escuela dominical, para que predicara por primera
vez un domingo en la noche, o para que diera por primera vez un estudio bíblico los
jueves por la noche o para bautizar a mis primeros candidatos al bautismo.
1. Todos esfuerzo realizado no es por una ganancia personal sino para beneficiar al
reino de Dios y a su iglesia. (Verso 13a).
Joab le dice a su hermano “Esfuérzate y esforcémonos por nuestro pueblo y por las
ciudades de nuestro Dios.” Obviamente Joab tenía claro que la libertad del pueblo de
Israel estaba en juego. El rey David le había encomendado una tarea y ahora sellaba su
estrategia de equipo y de empoderamiento, estableciendo una filosofía de acción que
elevaba la guerra de un nivel meramente individualista, a una dimensión comunal.
Hermano, no es asunto de nuestro pellejo y nuestra vida, es asunto de nuestro pueblo. La
libertad de ellos esta en juego y debemos pelear por ellos. Son nuestro pueblo porque
pertenecemos a el y ese pueblo nos ha confiado la tarea de defenderlos.
Lo otro es que Joab dice, pelearemos por las ciudades de nuestro Dios. A mi me
impresiona eso en particular. El pueblo, era el pueblo de ellos, no porque el pueblo les
perteneciera, sino mas bien, porque ellos pertenecían a ese pueblo. Pero en el caso de las
ciudades, eran las ciudades de Dios. Este es un concepto muy profundo. En el corazón de
Joab estaba claro que ellos no defendían algo que era solamente de ellos sino algo que
pertenecía a su Dios. El Salmista escribió que el cielo, la tierra y los que en ella habitan
son de Dios, le pertenecen a Dios. Son propiedad y dominio de Dios. No era que
pelearemos por nuestras ciudades, sin era las ciudades de nuestro Dios. Poderoso
entendimiento de a quien las cosas pertenecen.
Cuantas veces en el ministerio nosotros vemos a la iglesia como nuestra iglesia. Como si
nosotros la hubiésemos comprado. Se nos olvida que Jesucristo pago su preciosa sangre
para comprar una iglesia que estuvo cautiva bajo el pecado y la muerte pero que ahora es
libre. La iglesia no es mi iglesia, ni es la iglesia del director de campo o el supervisor
nacional, o el supervisor territorial, o el pastor local. No, la iglesia es de Jesucristo porque
el la compro con su sangre. Cuando tenemos eso claro, no subyugamos y maltratamos su
iglesia. Al contrario, la cuidamos y nutrimos adecuadamente para que cuando venga el
día de la redención, podamos levantar manos limpias
Finalmente Joab concluye diciendo, “que haga Jehová lo que bien le parezca.” En otras
palabras, nosotros hacemos lo que nos corresponde, queda en manos de Dios el hacer lo
que el quiera. Linda actitud de reconocimiento que realmente la batalla no dependería ni
del general con sus dos ejércitos, ni de la capacidad militar de los ejércitos. Realmente
ellos estaban en gran desventaja ya que pelearían con un ejército de 32,000 carros y sus
jinetes, además otro ejército numerosísimo de amonitas.
El resultado de esta batalla fue asombroso. Los sirios, con sus carros y su gente de a
caballo, huyen delante de Joab. Que paso, como paso, que fue lo que Joab hizo no lo
sabemos. Lo que sabemos es que el todopoderoso respaldo la estrategia, la actitud y el
espíritu de estos fieles guerreros, y el peleo por ellos. Los amonitas también, viendo que
los sirios huyeron, también huyeron delante de Abisai.
Una batalla puede ser perdida o ganada antes de pelearla, dependiendo de estrategia
seguida, la actitud de los que forman el ejercito y sobre todo la actitud de sus lideres. La
Vitoria esta segura cuando trabajamos en equipo y empoderamos a cada uno de los
miembros del equipo para que den lo mejor de ellos y el Señor haga lo que bien le
parezca. En ultima instancia es la iglesia de Dios, a el le pertenece y el hará lo que el
desee con su iglesia.
CONCLUSIONES
El trabajo en equipo es posible cuando establecemos estrategias que utilizan a todos los
elementos del equipo y los empoderamos para que sirvan al Señor en lo mejor de sus
capacidades. Cuando depositamos en ellos toda la confianza y les ofrecemos al igual la
certeza de que nosotros estaremos ahí por ellos.
El trabajo en equipo es finalmente posible cuando tenemos claro que no trabajamos por
nuestro propio reino y nuestros propios interese, sino que trabajamos para el Reino de
Dios y por sus intereses. El resto del trabajo lo hará el Señor. Al fin y al cabo, todo lo que
hacemos en su iglesia depende directamente de la mano del Señor.