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UD 72. CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS.

FEMINISMO, PACIFISMO Y ECOLOGISMO.

INTRODUCCIÓN.

1. CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS.


Cambio social.
Movimientos sociales.
Movimientos alternativos.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
CARACTERÍSTICAS DE LOS MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS.
Sujetos.
Valores.
Organización.
Actuación.
RELACIÓN ENTRE CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS
ALTERNATIVOS.

2. FEMINISMO.
CONCEPTO.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO FEMINISTA.
Dos grandes periodos: 1789-1914, 1914-hoy.
Antecedentes.
Francia.
EE UU.
Reino Unido.
España.
Otros países.
La actualidad.
CONCLUSIONES.

3. PACIFISMO.
CONCEPTO.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO PACIFISTA.
CONCLUSIONES.

4. ECOLOGISMO.
CONCEPTO.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO ECOLOGISTA.
Antecedentes: la defensa de los pájaros.
El ecologismo como ideología.
Organizaciones ecologistas.
Los ecologistas y la política.
CONCLUSIONES.

INTRODUCCIÓN.
Esta UD aborda el cambio social y los movimientos alternativos, o sea una parte
de los movimientos sociales. Nos centraremos especialmente en tres, el feminismo, el
pacifismo y el ecologismo, en sus conceptos, historias y unas conclusiones.

1. CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS.


CONCEPTOS.
Cambio social.
El cambio es consustancial a la sociedad, siempre en sucesión, siempre en
movimiento, aunque su tiempo puede llegar a ser muy lento (por ejemplo en la sociedad
egipcia o china).
El cambio social supone una modificación observable de las instituciones
básicas durante un periodo específico. Esto supone que hay una parte que permanece,
que no cambia (por ejemplo es evidente la resistencia al cambio de las grandes
religiones monoteístas). La sociedad es, pues, un conjunto de cambios y continuidades.
En la actualidad se ha acelerado notablemente la velocidad del cambio social,
debido a la globalización económica, la mundialización de la información, la ruptura de
las fronteras espaciales y de las leyes de privilegios sociales, etc.
Movimientos sociales.
Los movimientos sociales, según Giddens son: ‹‹un intento colectivo de
promover un interés común, o de asegurar un objetivo compartido, mediante la acción
colectiva en el exterior de las instituciones establecidas›› [Giddens. Sociología. 1991
(1989): 659-660.]. Para Giddens, pues, se distinguen por su carácter de no organización
formal y de acción colaboradora fuera de las instituciones, pero a continuación acepta
que sus límites con las organizaciones formales son muy ambiguos, por lo que grupos
institucionalizados podrían ser conceptuados como movimientos sociales en la medida
en que su actividad se orienta a realizar actos públicos o privados para promover o
resistirse al cambio social. Esta concepción tan amplia es muy común en los ámbitos
científicos: por ejemplo en la mayoría de las universidades la asignatura de Historia de
los Movimientos Sociales incluye en su temario a los movimientos alternativos
(feminismo, pacifismo, ecologismo), las ONG, las patronales, los sindicatos, los
partidos políticos, las organizaciones profesionales o gremiales, la Iglesia católica, los
grupos contraculturales (hippies, beatniks), etc. Los ciudadanos se organizan con
autonomía en diferentes niveles de relación y compromiso con la sociedad. Las
personas individuales pueden relacionarse y agruparse para la consecución de objetivos
concretos en un tema que les ilusione y motive.
Movimientos alternativos.
Los movimientos alternativos son movimientos sociales no institucionalizados
que, además, presentan alternativas radicales al sistema imperante. Su concepto está
mucho mejor limitado, ya que necesariamente no han de ser organizaciones formales
según el modelo tradicional porque se oponen a ese modelo, y porque han de buscar un
cambio social profundo, que trastorne profundamente el orden establecido. Los
movimientos alternativos más conocidos y con más historia son el feminismo, el
pacifismo y el ecologismo.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Dentro de los movimientos sociales destaca últimamente el fenómeno de las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), muchas de ellas inscritas en los tres mo-
vimientos anteriores o nacidas en su seno.
En los años 1990 parece que las ONG se configuran como un cuarto movimiento
alternativo, mucho más plural, que integra en gran parte a los otros tres y que se
caracteriza por su ideología solidaria con los individuos y grupos marginados de las
sociedades desarrolladas y subdesarrolladas y por su atención a problemas muy
concretos que afectan a un modelo ideal o utópico de sociedad, como la pobreza, la
incultura, la enfermedad, la guerra, etc., especialmente en el Tercer Mundo.
Su origen puede datarse con posterioridad a 1968, cuando hubo un renacer de
conceptos ácratas y neoizquierdistas como autogestión, antimilitarismo,
antinuclearismo, denuncia de la arrogancia del poder, rechazo del consumismo, que
fueron recogidos por distintos movimientos contraculturales y de acción ciudadana para
cuestionar el orden imperante.
Además, en la actualidad muchos ciudadanos sufren un sentimiento de
desconfianza hacia las grandes organizaciones estatales, dominadas por burocracias
inabarcables, lentas en su respuesta a los problemas, y en muchos casos los ciudadanos
prefieren colaborar con aportaciones económicas o con su labor en las ONG, que están
desarrollando una tarea extraordinaria para la resolución a pequeña escala de gravísimos
problemas sociales tanto entre las víctimas de la marginación social en el mismo
Occidente, como en el Tercer Mundo. Sus campos de actuación son variados, desde las
propias de los movimientos alternativos clásicos (paz, ecología), hasta los de
cooperación, derechos humanos, alimentación, tratamiento de las drogadicción, sanidad,
etc. Así, Amnistía Internacional y otras ONG se dedican a defender los derechos
humanos. Algunas organizaciones incluso circunscriben sus objetivos a temas locales o
temporales, como fueron los Voluntarios Olímpicos de Barcelona 1992 o los que
defienden una zona concreta del paisaje de su comunidad o atienden a los necesitados
de su parroquia. Cruz Roja, Caritas, Médicos del Mundo, Médicos sin Fronteras y
decenas más laboran en campos como la sanidad, la educación, el asesoramiento y
financiación de proyectos productivos.
Un ejemplo más reciente es el movimiento conocido como 15-M, aparecido en
2011 en Madrid y pronto extendido por España y muchos otros países, con una
organización mínima y un ideario muy amplio de protesta contra los peores aspectos de
la globalización y de la crisis económica y social aparecida en 2008.

CARACTERÍSTICAS DE LOS MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS.


Sujetos.
- Son grupos de sujetos movidos por ideales, con un elevado altruismo.
- Provienen de todas las clases sociales y niveles de educación, pero en general
proceden de las clases medias y tienen un nivel educativo de rango alto/medio.
Valores.
- Se autoidentifican por un ideal común, por un compromiso con una de las
causas idealistas de la humanidad: la igualdad del sexo femenino respecto al masculino
en el feminismo, la aspiración a la paz en el pacifismo, la defensa del medio ambiente
en el ecologismo.
- Creen que la sociedad y la Historia pueden cambiar con la acción de las
personas y de los grupos que lo pretendan.
- Se oponen a las instituciones tradicionales y, salvo excepciones (ecologistas) a
la participación política, abogando por la presión constante en la vida civil.
- Se oponen a la racionalización militar, política, económica y tecnológica, por
lo que generalmente no aceptan un compromiso con los poderes que representan estos
intereses.
Organización.
- Su organización es poco profesional, con pocos miembros liberados, porque
está basada en el compromiso idealista de sus miembros ya que no tienen ánimo de
lucro.
- Están poco estructurados (apenas hay jerarquías).
- Son muy democráticos y asamblearios.
Actuación.
- Ante la sociedad actúan con medios variados: manifestaciones, protestas
espectaculares (para su difusión en los medios de comunicación), cartas masivas...
- Generalmente no aceptan un compromiso sobre sus ideales, que son
irrenunciables y maximalistas. De hecho, los pactos (por ejemplo de algunos grupos
ecologistas) han provocado a menudo escisiones internas.
RELACIÓN ENTRE CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS
ALTERNATIVOS.
El cambio social es constante e imparable en el mundo actual y exige de la
sociedad una constante adaptación y confrontación. Los movimientos alternativos son
los grupos de personas cuya actividad se orienta a promover el cambio social,
presentando alternativas al sistema imperante.
Los movimientos alternativos constituyen una de las grandes esperanzas de la
Humanidad y uno de los fenómenos sociales más importantes del Mundo
Contemporáneo. Los movimientos alternativos del feminismo, el pacifismo y el
ecologismo defienden los derechos humanos más modernos: los derechos de la mujer, el
derecho a la paz, el derecho a un medio ambiente sano. Son derechos humanos que los
gobiernos no satisfacen convenientemente y que la sociedad civil, por sí misma,
defiende de este modo alternativo.

2. FEMINISMO.
CONCEPTO.
El feminismo es un movimiento social que aboga por la igualdad de derechos de
las mujeres respecto a los hombres.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO FEMINISTA.
Dos grandes periodos: 1789-1914, 1914-hoy.
Hay dos grandes periodos en la historia del movimiento:
1) De 1789 a 1914. Fue un periodo de elaboración teórica, organización y
comienzo de la lucha. Un momento esencial fue 1888, con la creación del Consejo
Internacional de Mujeres (ICW), que ayudó a coordinar esfuerzos y fue una plataforma
teórica y reivindicativa, generalmente con peticiones sociales (derecho de divorcio,
control de natalidad, administración de los bienes propios, trabajo de la mujer, denuncia
de la explotación laboral...).
2) A partir de 1914, con una intensificación después de 1945. Fue un periodo de
grandes victorias legislativas y cotidianas, sobre todo con el derecho de voto, gracias a
los efectos sociales liberalizadores de las dos guerras mundiales y la difusión de los
ideales democráticos entre la población europea, americana y de los países
descolonizados.
Antecedentes.
Desde los oscuros tiempos del matriarcado, en que se supone regía un sistema
democrático y no autoritario, la mujer ha ocupado en la mayoría de los pueblos y
civilizaciones una situación de dependencia y sometimiento respecto del hombre, en
muchos órdenes de la existencia: jurídico, político, económico, educacional, etc. La
mujer era explotada en el campo y en las casas, donde, junto al trabajo doméstico,
trabajaba a menudo en tareas artesanales.
Ya en la Edad Media y el Renacimiento algunas escritoras abogaron por sus
derechos, como Christine de Pisan (El libro de la ciudad de las mujeres, 1405).
Desde el siglo XVIII, el feminismo apareció como idea y se apoyó en las
corrientes ilustrada, racionalista, liberal, utópica y romántica. El objetivo era obtener el
derecho de las mujeres a ser libres e iguales a los hombres, basándose en que las
mujeres eran tan racionales como los hombres.
Francia.
Las primeras mujeres que levantaron sus protestas fueron las francesas, en la
época de la Revolución. Olympe de Gouges redactó un proyecto de los Derechos de la
Mujer, en consonancia con la Declaración de Derechos del Hombre aprobada por el
Parlamento, e inspirada por el pensamiento de Condorcet.
En la misma época revolucionaria se crearon numerosos clubes femeninos en
Francia, aunque de un activismo más político que feminista. En 1792, Etta Palm
acaudilló una delegación de clubes femeninos ante la Asamblea Legislativa, con la
petición de obtener una reserva de puestos femeninos en los escalafones civiles y
militares. Su petición fue rechazada y, durante el Terror, los clubes femeninos fueron
cerrados por orden de Robespierre, además de ser desestimada su propuesta de igualdad
política de ambos sexos. La revolución, sin embargo, dio un impulso decisivo a la lucha
que se prolongaría a lo largo de la época contemporánea.
El movimiento resurgió hacia 1836 con la fundación del periódico la “Gazzete
des Femmes”, editada por Mme. Herbinot de Mauchamps, en la que se volvían a
reclamar los derechos políticos y jurídicos de las mujeres. En 1838 se pidió el sufragio
para las mujeres, lo que repitió, en 1848, Emile Dechanel.
Durante la revolución de 1848 surgieron de nuevo los clubes femeninos, aunque
más tarde, otra vez, fueron prohibidos. Varios grupos reclamaron la igualdad política,
social y civil, y además exigieron la igualdad salarial y laboral.
Con la masiva industrialización y la urbanización, a mediados del siglo XIX, las
mujeres comenzaron a abandonar su exclusiva dedicación al hogar y al campo para
entrar como asalariadas en las fábricas, haciendo una ruinosa competencia a los
hombres, por sus salarios más bajos, con las consiguientes protestas antifeministas de
muchos trabajadores masculinos.
Con todo, la explotación laboral a que se vio sometida la mujer dio lugar a dos
fenómenos liberadores:
- Se demostró que la mujer no era un mero objeto de adorno y que podía trabajar
duramente, por lo que concitó una imagen de dignidad.
- Las mujeres trabajadoras relacionaron sus reivindicaciones laborales con las
feministas, y desde esta época se mantiene una estrecha relación entre el feminismo y
los movimientos obreros y de izquierda.
En 1868 resurgió el movimiento feminista en Francia. Marie Deraismes y León
Richer iniciaron una campaña legal por los derechos femeninos, desde su periódico “Le
Droit des Femmes”. Se llegó incluso a la formación de una asociación para la agitación
legal y la propaganda activa en favor de sus ideales. Después de unos años de vida
difícil el movimiento reapareció gracias a Richer, que organizó el I Congreso Feminista
Internacional. Por su parte, Hubertine Auclert fundó la sociedad Le Suffrage des
Femmes, relacionado con el movimiento socialista, que había hecho suyas las
reivindicaciones feministas. En 1882 se unieron varias asociaciones feministas para
organizar el II Congreso Feminista, siendo apoyadas por muchos intelectuales franceses
como Víctor Hugo y Alexandre Dumas.
A lo largo de la primera mitad del siglo XX se sucedieron las luchas feministas
en Francia, que culminaron en la concesión del voto en 1946, en la ola de libertad tras la
ocupación nazi. Simone de Beauvoir influyó en el movimiento feminista de estos años,
con su libro El segundo sexo (1949), donde denunció que la desigualdad de la mujer no
se debía a la naturaleza sino a las costumbres y las leyes tradicionales.
EE UU.
El segundo país en plantear las reivindicaciones feministas fue EE UU. Ya en
1837 se inauguró la primera universidad femenina de Mount Holyoke, y se celebró en
Nueva York la primera Convención nacional femenina contra la esclavitud, siendo el
abolicionismo un factor clave en la aparición y consolidación del feminismo
norteamericano: la reivindicación de la igualdad para los negros se hermanó con la
misma reivindicación a favor de las mujeres.
En 1841 apareció el libro de Catherine Beecher Treatise of Domestic Economy,
en el que la autora abogaba por un hogar más confortable para la mujer. Desde entonces
comenzó una evolución en el equipamiento del hogar, que llegará a la revolución de los
electrodomésticos en el siglo XX, sin la cual la emancipación de la mujer de las labores
domésticas hubiera sido casi imposible.
En 1848 una nueva Convención, exclusivamente femenina, se organizó en
Seneca Falls. Sus dos principales animadoras, Elizabeth Candy Stanton y Lucretia Mott,
presentaron un proyecto de enmienda constitucional que, de haber sido aprobado por el
Congreso, hubiera equiparado jurídicamente a ambos sexos.
En 1850 se organizó el I Congreso Nacional para los Derechos de la Mujer, en
Worcester, que se repitió anualmente hasta 1860, al tiempo que había numerosas
reuniones feministas en todo el país. Después de la guerra civil el movimiento se dividió
entre las sufragistas y las que sólo reclamaban algunos derechos civiles.
En 1869 funcionaban dos asociaciones feministas, la Asociación Nacional del
Sufragio Femenino dirigida por Harriet Stanton y Susan B. Anthony, y la Asociación
Estadounidense del Sufragio Femenino dirigida por Lucy Stone, y a partir de 1870 se
reforzó la lucha con manifestaciones a menudo violentas.
Fruto de todo ello fue la concesión del derecho de voto por el estado de
Wyoming (1869), seguido por Colorado (1893) y luego Utah e Idaho. Las dos facciones,
sufragista y de los derechos civiles, se unieron ante los nuevos acontecimientos bajo la
dirección de la veterana luchadora Elizabeth Stanton. Su hija, Harriet Stanton, regresó
de Gran Bretaña más tarde y fundó la Liga de Mujeres Independientes, que organizó la
nueva forma de lucha a base de marchas femeninas y protestas callejeras de gran
impacto público.
En 1920 una reforma de la Constitución admitió por fin la igualdad del voto para
hombres y mujeres.
Reino Unido.
Las mujeres comenzaron a luchar por su libertad, primero de una manera
individual, abogando por una reforma igualitaria de la educación y por sus derechos
políticos y naturales. Así, Mary Wollstonecraft publicó en 1792 su A Vindication of the
Rights of Women (Reivindicación de los derechos de las mujeres), que supuso el inicio
del movimiento teórico a favor de las mujeres, con su petición de igualdad educativa,
laboral y política.
El feminismo alcanzó verdadera fuerza a mediados del siglo XIX, con Barbara
Leigh Smith, quien consiguió el apoyo del filósofo J. Stuart Mill, quien llegó a escribir
un libro sobre la esclavitud femenina (The subjection of Women, 1869). Se creó un
Comité del Sufragio Femenino (1866), que defendió con la acción las aspiraciones
feministas y presentó al Parlamento unas peticiones igualitarias que fueron rechazadas.
En 1870, con el apoyo del diputado J. Bright, se consiguió el derecho de voto en
los consejos escolares del reino. Siguieron varias victorias secundarias, hasta que, ante
la imposibilidad de lograr el voto político, el movimiento se lanzó a la acción directa,
por medio de la Women's Social and Political Union (WSPU, 1893), liderada en Gran
Bretaña y EE UU por Emmeline Pankhurst, que organizó el movimiento como un
ejército, con sus banderas, escarapelas, chapas, lemas, vestido blanco, periódicos,
folletos...
Siguieron en 1906-1914 acciones polémicas y en ocasiones violentas, en favor
de sus derechos y contra otros males sociales que afectaban a las mujeres, como el
alcoholismo y la violencia conyugal. Aquellos años, hasta la I Guerra Mundial, fueron
los más agitados de la historia del feminismo, que sufrió miles de encarcelamientos (el
sistema opresor desarrolló la imagen de una sufragista agresiva con aspecto de
solterona). El 8 de noviembre de 1910 una manifestación pacífica de 300 sufragistas fue
reprimida violentamente por la policía, lo que enconó la lucha, sobre todo a partir de
1911: en pocos meses fueron incendiados seis edificios, atacadas dos estaciones
ferroviarias, rotos buzones y escaparates, una huelga de hambre de 1913, etc., siempre
dirigidos por E. Pankhurst, que fue detenida en 1913 tras la prohibición de la WSPU en
Gran Bretaña, aunque consiguió escapar y llegar a EE UU, invitada por el presidente
Wilson. A su regreso fue encarcelada otra vez, provocando nuevas protestas (como el
acuchillamiento del cuadro de Velázquez La Venus del espejo).

La dirección del movimiento pasó a su hija, Christabel Pankhurst, desde su


refugio en Francia. La inmensa aportación de las mujeres en la industria y los servicios
durante la I Guerra Mundial llevó a darles el voto en 1919, sólo para las mayores de 30
años. Finalmente, en 1928 se obtuvo la plena igualdad del sufragio y elección.
España.
En España se retardó el movimiento feminista varios decenios. Sí existieron
individualidades, como Concepción Arenal que defendieron ya en el siglo XIX la
instrucción de la mujer y la protección del trabajo femenino. El movimiento feminista se
limitó a las publicaciones periódicas escritas por mujeres, que se multiplicaron desde la
revolución de 1868, pero sin organizarse como grupos.
En el siglo XX surgieron las primeras asociaciones: en 1920 La Mujer del
Porvenir y la Progresiva Femenina, en Barcelona, y la Asociación Nacional de Mujeres
Españolas, en Madrid. Más tarde aparecieron en Madrid la Liga Española para el
Progreso de la Mujer y la Sociedad Concepción Arenal, que se extendieron a toda
España. Con la dictadura de Primo de Rivera algunas mujeres alcanzaron puestos en la
Asamblea Nacional. En 1926 se creó en Madrid el Lyceum Club, de carácter feminista
muy moderado (se le llamó el “club de las maridas”).
Con el advenimiento de la República, en 1931, se aprobaron el voto femenino y
otras medidas favorables. Destacaron las feministas Victoria Kent y Margarita Nelken.
Después de la Guerra Civil el feminismo sufrió un retroceso, aunque sus
conquistas legislativas no fueron puestas en entredicho. Sólo destacaron algunas
mujeres aisladas: la condesa de Campo de Alange, María Aurelia Capmany, Lidia
Falcón, etc. En la actualidad, tras la Transición a la democracia, habiendo alcanzado
casi todos sus objetivos legales, apenas hay un movimiento feminista, subsumido dentro
de otras organizaciones más amplias.
Otros países.
En Alemania el movimiento feminista fue tardío y poco activo. En 1865 se creó
la Asociación General de Mujeres Alemanas y los socialistas reclamaron la igualdad de
los sexos. Tras otras acciones en la segunda mitad del siglo XIX obtuvieron el derecho
de voto al terminar la I Guerra Mundial.
En Italia el movimiento comenzó en las mismas fechas, con nombres como
Anna Maria Mozzoni, Anna Kuliscioff, Argentina Altobelli. Se consiguió el sufragio en
1923 con Mussolini, aunque sólo era nominal por la falta de libertad política, y no fue
efectivo hasta 1945.
En Latinoamérica surgieron organizaciones feministas en el siglo XX, como la
Sociedad Protectora de la Mujer, en México (1904), que alcanzaron triunfos legislativos
ya en los años 20.
Se consiguió el voto femenino en Nueva Zelanda en 1893 y en Finlandia en
1906 (aunque estaba bajo la férula rusa, aprobó no obstante el voto para la mujer, una
excepción entonces en Europa). Los años 1920 vieron como el sufragio femenino se
extendía a muchos países, en un proceso que se incrementó tras 1945, llegando en 1950
a más de cien países y destacaron por su importancia la URSS (1917), Turquía (1934),
Japón (1945), India (1949), China (1949).
La actualidad.
En la actualidad la lucha femenina por la igualdad total del hombre y la mujer ha
adquirido nuevo impulso en EE UU, Canadá, Reino Unido y Países Bajos, con el
Movimiento de Liberación de la Mujer, que en 1970 contaba con más de medio millón
de afiliadas. Destacan las líderes estadounidenses Betty Friedan, Leslye Russell, Ti-
Grace Atkinson, Roxane Dumbar y Jo Freeman. Entre sus reivindicaciones se cuentan el
aborto libre, la semana laboral de 20 horas, guarderías para los hijos e igualdad plena en
todos los terrenos.
La ONU declaró 1975 como año internacional de la mujer y se logró celebrar un
gran Congreso de la Mujer en México, en el que se aprobó un plan de acción para
promover el ascenso social y personal de la mujer en todas las naciones del mundo. Le
siguió otro Congreso de la Mujer en Pekín en 1996, en el que se aprobaron nuevas
medidas.
En Escandinavia, en especial, los logros han sido importantes, con la práctica
paridad en puestos políticos, igualdad de los hombres en los cuidados domésticos y de
los hijos y en otras tareas tradicionalmente femeninas.
En España la democracia, desde 1975, ha roto los últimos obstáculos legales y
los avances en la integración social y laboral han sido muy evidentes. Hay pocas
asociaciones importantes, entre las que se puede mencionar Mujeres para la
Democracia. Hay una Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado Español
(pertenece a ella una Assemblea de Dones de Ciutat de Palma). Han aparecido
instituciones públicas como el Instituto de la Mujer (con distintos nombres tras sendos
cambios legislativos) con sus Planes para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres y
sus tareas de estudio, investigación, asesoramiento, documentación, coordinación y
cooperación a nivel internacional, nacional, autonómico y local, diálogo social,
denuncia, impulso de servicios sociales y programas experimentales. Muchas
instituciones como Comunidades Autónomas y Ayuntamientos tienen organismos
específicos que promueven la integración femenina.
En el mundo actual, conseguidos los derechos básicos, se lucha por derechos
más sutiles y contra injusticias menos patentes pero humillantes. A veces se cae en el
“sexismo”, por exigir el poder para la mujer. En todo caso, la enorme pluralidad de
propuestas y fines, de planteamientos ideológicos y de situaciones reales impide una
unidad total del feminismo. El objetivo de la plena igualdad de la mujer, nunca
alcanzado, ha sido cumplido de manera muy desigual en los diversos países del mundo.
Entre los obstáculos a los que se enfrenta, los de índole cultural poseen una
especial significación. Por ejemplo, la pervivencia de esquemas de organización tribal
en gran parte del continente africano o las particularidades culturales del mundo
islámico o indio provocan grandes dificultades e incluso retrocesos, como se comprobó
en 1997 en el Afganistán de los talibanes, donde se prohibió a las mujeres ejercer
derechos como la educación universitaria y el trabajo fuera de casa. Destacaba la trágica
situación de la mujer en Argelia, donde el movimiento fundamentalista islámico más
radical declaró la guerra a las mujeres que se habían liberado de las ataduras ancestrales
y que ejercían profesiones; las víctimas de esta violencia fueron miles, y muchas
tuvieron que exiliarse ante las amenazas de muerte.
CONCLUSIONES.
El siglo XX ha sido sin duda el de la revolución política de la mujer y, en
consecuencia, el de la transformación de la familia. El fenómeno comenzó con los
movimientos sufragistas en EE UU y Europa y ha derivado hacia un mundo en el que
existen ya algunas mujeres al frente de Estados y gobiernos (Margaret Thatcher, Benazir
Butho, Bro H. Bruntland, Indira Gandhi). El ingreso de la mujer en el mundo del trabajo
fue progresivo desde la I Guerra Mundial y se aceleró con la Segunda Guerra Mundial.
Este proceso, unido a la aparición de la píldora anticonceptiva, provocó grandes
transformaciones sociales que implicaron una vida sexual más abierta y una mayor
independencia de la mujer. Esto ha hecho que también el concepto de familia haya
sufrido modificaciones. Hoy en día existen diversas formas de interpretar el término
familia aunque todavía prevalece el concepto más tradicional. La mayor independencia
económica lograda por la mujer ha permitido, a su vez, una mayor dependencia familiar.
Pero la igualdad laboral entre hombres y mujeres no ha sido sin embargo fácil, debido a
las diferencias salariales que aún persisten y a formas sutiles de discriminación que la
mujer ha debido afrontar en su masiva incorporación al mundo laboral. Sin embargo,
hoy en día la presencia de la mujer crece y se afianza en todas las profesiones. Muchos
partidos políticos, incluso, han debido ceder cuotas de poder a la mujer para ganar
apoyo electoral. Pese a estos avances, persisten los problemas para la plena
equiparación de la mujer en muchos países poco desarrollados, con costumbres
ancestrales.

3. PACIFISMO.
CONCEPTO.
El pacifismo es la doctrina que preconiza el rechazo de la guerra en todas sus
manifestaciones y se esfuerza por mantener la paz entre los pueblos.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO PACIFISTA.
El cristianismo primitivo abogó por el pacifismo y la no resistencia violenta,
aunque luego se desarrolló la teoría de la “guerra justa”. Hay tendencias religiosas que
pregonan un pacifismo puro: cuaqueros, menonitas, testigos de Jehova. En el siglo XVI
Erasmo y Vives criticaron el belicismo.
El pacifismo, la lucha contra la guerra, antes tarea de filósofos y reformadores
sociales, se convirtió a principios del siglo XIX en objeto de controversia política para
movilizar a la opinión pública, conmovida por las largas guerras napoleónicas. Este
movimiento se originó con la Sociedad para la Paz, de Nueva York (New York Peace
Society), fundada por David L. Dodge en 1815, que partiendo de bases religiosas
condenó la guerra sin reserva alguna, mientras otras sociedades similares se creaban en
Londres (1816), París (1821) y Ginebra (1830). El primer Congreso Internacional para
la Paz se reunió en Londres (1843) con una orientación religiosa y radical, opuesta a
todo servicio militar y a cualquier clase de apoyo a actividades militares. Se abogaba
por la cooperación internacional, el progreso y la educación.
A fines del siglo XIX se produjo una revitalización del ideal pacifista, al hacerlo
suyo los partidos socialistas y la mayoría de los anarquistas (Tolstoi, partidario de la
“no-resistencia”), y los postulados religiosos dieron paso a una actitud más constructiva.
La Oficina Internacional para la Paz se creó en Berna en 1892. Ante las continuas
amenazas de guerra europea en aquellos años se realizaron numerosos esfuerzos
pacifistas, como las dos Conferencias para la Paz en La Haya (1899 y 1907), en la
primera de las cuales se acordó la constitución del Tribunal Permanente de Arbitraje.
La I Guerra Mundial significó un duro golpe para el pacifismo de los partidos
socialistas y los intelectuales. La introducción del servicio militar obligatorio en EE UU
y Reino Unido movilizó a muchas conciencias contra tal obligación. La innovación más
importante que conllevó la guerra fue la Creación de la Sociedad de Naciones (SDN)
como instrumento al servicio de la seguridad colectiva; no obstante, fue impotente para
contener la amenaza de los poderes totalitarios. Contra un totalitarismo violento y
expansionista el pacifismo resultaba poco eficaz y sólo envalentonaba aun más la
agresividad fascista y nazi. Al mismo tiempo surgía la doctrina de la “resistencia no
violenta” (Gandhi), desarrollada primero en la India y en otros puntos de conflictos
nacionalistas y que se extendería más tarde a Occidente a las luchas contra el racismo y
toda clase de injusticias y problemas sociales.
Después de la II Guerra Mundial, la ONU fue creada con este mismo fin, pero
muy pronto se vio coartada por la división del mundo en bloques antagónicos. El
movimiento pacifista conoció un nuevo auge a causa de la amenaza atómica, y propició
el desarme, consiguió mejorar la condición de los objetores de conciencia en muchos
países y se mostró muy activo en la denuncia de los conflictos promovidos por las
grandes potencias. Destacaron entre los pacifistas el filósofo inglés Bertrand Russell, el
físico soviético Sajarov y muchos intelectuales y científicos opuestos a la carrera del
armamento nuclear.
La oposición a la guerra del Vietnam supuso un importante impulso del
movimiento pacifista, especialmente entre la juventud universitaria de EE UU y Europa
occidental, y se extendieron sus reclamaciones a la oposición al armamento nuclear y
las organizaciones militares. Gran parte de sus postulados fueron los mismos de la
Nueva Izquierda alternativa, un movimiento no unitario de pensamiento marxista
heterodoxo, con pensadores como Marcuse, Sartre o Beauvoir
El pacifismo influye crecientemente en los programas políticos y entre los
últimos grandes éxitos están los acuerdos de desarme nuclear (parcial) entre EE UU y la
antigua URSS, en 1987-1988, firmados por Gorbachov y Reagan, profundizados en
años posteriores. Debido a la presión de las ONG pacifistas se logró en Oslo, el 17 de
septiembre de 1997, un extraordinario éxito al prohibir las minas antipersonales y en
diciembre de 1997 se firmó en Ottawa un tratado internacional, por el que un centenar
de países (faltan EE UU, Rusia, China, Iraq y otros), acuerdan prohibir en el 2002 la
producción, almacenamiento, comercio y uso de minas antipersonales.
CONCLUSIONES.
Hay una división del pacifismo entre los “puros”, opuestos a todo medio
violento, y los “políticos”, partidarios de unas fuerzas internacionales de paz que
garanticen ésta y los derechos humanos, llegando a defender incluso el derecho de
intervención en otros países (Somalia, Ruanda, Haití, Afganistán, Irak). Muchos llevan
el pacifismo a la esfera familiar y a la misma relación Sociedad-Estado, oponiéndose a
toda coerción, con la teoría de que unos medios violentos tendrán siempre
consecuencias violentas.
Los movimientos actuales más representativos son los antinucleares y los
aglutinantes de los objetores de conciencia contra el servicio militar, junto a los
insumisos, que rechazan incluso el servicio civil sustitutorio.
Un peligro muy actual es la manipulación del movimiento pacifista por violentos
grupos nacionalistas o radicales y los excesos de quienes no comparten verdaderamente
los ideales pacifistas sino que sólo quieren rehuir todo compromiso ético con la
sociedad o que se oponen no a la guerra en general sino a una en concreto (o a una
determinada institución), empleando medios no pacifistas, pues estas desviaciones
provocan el desprestigio y un rechazo social hacia los ideales pacifistas. Por ejemplo
muchos objetores de conciencia de los grupos nacionalistas vascos más radicales
criticaban el servicio militar en el ejército español y se oponían al militarismo, pero a la
vez justificaban el asesinato de los oponentes políticos y el alistamiento en
organizaciones terroristas.

4. ECOLOGISMO.

CONCEPTO.
El ecologismo es el conjunto de ideas, teorías, acciones prácticas y
organizaciones que tienden a sensibilizar a la opinión pública acerca de los peligros y
efectos negativos que implica la explotación sistemática y desordenada del medio
natural.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO ECOLOGISTA.
El ecologismo constituye un fenómeno característico de las sociedades más
desarrolladas del siglo XX. El ecologismo valora el respeto al medio natural como
elemento fundamental del desarrollo humano y social; y tiene una conciencia y
preocupación intensas con respecto a los hechos y problemas que plantea la ecología.
Antecedentes: la defensa de los pájaros.
Antecedentes del ecologismo pueden encontrarse en los movimientos
“preservacionistas” americanos y británicos de finales del siglo XIX, que impulsaron la
creación de los parques nacionales en EE UU y África. Destaca la Real Sociedad para la
protección de las Aves (RSPB) de Reino Unido, hoy con más de 700.000 socios,
seguida por movimientos más minoritarios en Francia, Alemania... unidos en 1922 en el
Consejo Internacional para la Protección de las Aves (ICPB). Hasta los años 1970 la
defensa de las aves fue el principal factor de unión de los ecologistas. En estos
movimientos se formaron los activistas que luego proliferaron por todo el mundo. El
primer movimiento que se denominó a sí mismo ecologista fue el Ecology Action,
fundado en 1968 en la universidad de Berkeley por Cliff Humphrey, con muchos
miembros provenientes del movimiento de los derechos civiles y de oposición a la
guerra del Vietnam.
En España la primera asociación afiliada a la ICPB fue la Sociedad Española de
Ornitología (SEO), en 1954. Particularmente intenso es el movimiento en Cataluña. En
1978 se fundó la Coordinadora de Organizaciones para la Defensa Ambiental (CODA),
en la que se integraron 160 asociaciones ecologistas.
El ecologismo como ideología.
Havelock y su teoría del planeta como un organismo vivo, Gaia, ilustran un
profundo cambio ideológico desde los años 60, cuando se tomó conciencia del deterioro
ambiental planetario. La bióloga estadounidense Rachel L. Carson (1907-1964) escribió
un libro esencial, Silent Spring (Primavera silenciosa, 1962), donde explicaba la
contaminación en cadena que provocaban los productos químicos (sobre todo
insecticidas), lo que alertó a las clases medias de que los efectos de la contaminación
podían afectar a la gente. Desde este momento el movimiento ecologista se engrosó con
nuevos adeptos.
El Club de Roma, fundado en 1968, ha elaborado informes sobre los principales
asuntos del mundo actual que han tenido un enorme impacto en la opinión pública. Los
principales son la contaminación del aire y los océanos, el desarrollo y el subdesarrollo
económico, el excesivo crecimiento y el envejecimiento de la población, el agotamiento
de los recursos naturales, la descohesión social, los flujo financieros descontrolados, el
trabajo precario y mal pagado.
Desde 1972 aumentó la conciencia de la grave amenaza para la Humanidad que
constituye la agresión medioambiental. En la Conferencia Mundial sobre el Medio
Ambiente de Estocolmo (1972) se aprobó el Plan de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) y sus apéndices de planes de acción para la protección de mares
regionales, como el Mediterráneo.
Organizaciones ecologistas.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), engloba
las organizaciones ecologistas más importantes a nivel mundial, como Greenpeace
(fundada en 1972 en Vancouver y presidida hasta 1996 por el español Xavier Pastor; la
World Wildlife Found (WWF), fundado en 1961 para recaudar fondos en defensa de la
vida salvaje; Friends of the Earth, fundada en 1969 y extendida por muchos países.
En España surgió la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental
(CODA), que contaba hacia 1990 con 160 asociaciones y un total de 50.000 socios.
Destaca la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), fundada en 1968 por
ecologistas como Félix Rodríguez de la Fuente, como sección española de la WWF.
Descuella en Baleares el Grupo Ornitológico Balear (GOB) desde 1973. La
consolidación del ecologismo fue manifiesta desde la restauración de la democracia en
1976: sólo en los años 80 se crearon más de 300 grupos ecologistas, especializados a
nivel local o por temas (anti centrales nucleares, anti presas hidráulicas...).
Son importantes las instituciones de estudios como el Worldwatch Institute,
presidido por Lester R. Brown, con sus informes anuales, participan del proceso de
concienciación.
Los ecologistas y la política.
Partidos políticos ecologistas son el Green Party (Gran Bretaña, 1973), Die
Grünen (Alemania, 1979), con fuerte presencia parlamentaria, Les Verts (Francia,
1982), Lista Verde (Italia, 1984), Los Verdes (España, 1983). Pero durante mucho
tiempo no fueron grupos homogéneos y al amparo de esta división menudearon en los
años 80 los grupúsculos falsamente ecologistas con aspiraciones sólo electoralistas —
eran grupos que comprendían desde los fascistas hasta los radicales de izquierda—,
aunque la madurez política ha decantado finalmente en los años 90 a los partidos más
sólidos ideológicamente y forzado a la unión electoral en coaliciones.
La postura del ecologismo ante la política ha supuesto una doble fractura del
movimiento:
- Por un lado la posición de no estructurarse como organizaciones políticas,
renunciando a la participación electoral, y manteniendo una independencia ante el
Estado.
- Por otro lado, la postura de participar electoralmente, bajo la bandera de los
Verdes o Ecologistas, con dos variantes:
1) Radicalizar las reclamaciones y actuar como un factor de estímulo,
concienciación y crítica, sin compromisos ni pactos (los fundis, fundamentalistas de
Alemania).
2) La aceptación del pacto con otros partidos, como una forma de lograr
inmediatos éxitos en la política de medio ambiente (los realos, realistas de Alemania).
Estas dos variantes han supuesto que en muchos países el movimiento ecologista
haya concurrido dividido a las urnas y ha limitado su presencia política.
Desde los años 90 y sobre todo a principios del siglo XXI es constante la
coalición preelectoral (Francia) o postelectoral (Alemania) de los Verdes con otras
formaciones progresistas, lo que ha ampliado mucho la aplicación de las tesis
ecologistas: interrupción del desarrollo de centrales nucleares, canales y presas, fábricas
contaminantes; reciclaje integral de residuos...
CONCLUSIONES.
Se han logrado progresos importantes: la concienciación antinuclear (las grandes
manifestaciones de 1979 a nivel mundial), el Programa de la ONU sobre el Medio
Ambiente (PNUMA), la Convención de París (1989), que limitó la explotación de la
Antártida, la cumbre de Río de Janeiro, con un tratado internacional sobre varios puntos,
la Convención de Londres (1993), que ha prohibido el vertido de residuos radiactivos e
industriales al mar, así como ha vetado su incineración; la cumbre del Medio Ambiente
de Kioto (1997), con sus acuerdos internacionales; las normativas y procesos
industriales para la gestión integral de residuos, tanto a nivel nacional como de la Unión
Europea; la creación de instituciones especializadas para defender el medio ambiente
como ministerios o secretarías de Estado; la creación de parques naturales, etc.
Pero lo más importante, en definitiva, es el triunfo de los valores ecologistas.
Hoy casi todos los partidos tienen apartados de defensa del medio ambiente en sus
programas y se está consiguiendo que sean aplicados en gran medida, aunque sea con el
compromiso de la tesis del “desarrollo sostenible”. Una excepción en esta dinámica es
el Partido Republicano estadounidense, que empujado por el Tea Party se ha escorado a
principios del siglo XXI hacia una negación de la amenaza al medio ambiente. Pero la
gran mayoría de la sociedad mundial acepta ahora que la naturaleza debe conservarse,
para legarla a las futuras generaciones de la Humanidad.

BIBLIOGRAFÍA.
Libros.
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Huete Machado, Lola (texto); Moro, Sofía (fotos). Galería antisistema. “El
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ONG ecologistas, feministas, pacifistas...
Angulo, Carmelo; Jiménez Araya, Tomás; Sotillo, José Ángel. Después de la
crisis, ¿qué? “El País” (19-XII-2011) 29. Reivindican la necesidad de mantener la
cooperación internacional de España. Sobre la crisis económica y su impacto en las
ONG y la solidaridad internacional.
Esteve, Fernando. El 15-M, la esperanza del sistema. “El País” (9-VIII-2012)
23. Esteve defiende la importancia de los ‘indignados’ del movimiento 15-M, que
significan una protesta desde dentro del sistema democrático para su reforma, y no un
ataque contra este. Siguiendo la distinción establecida por Albert O. Hirschman en
Salida, voz y lealtad, están a favor de la voz reformadora y no de la salida del sistema,
hacia posiciones totalitarias antisistema.
Morán, Carmen; Limón, Raúl. Activismo efervescente. “El País” (9-VIII-2012)
26-27. Las protestas puntuales carecen de efectos a largo plazo si no se combinan con la
participación organizada en la vida política y social.
Gil Calvo, Enrique. ‘Performances’. “El País” (9-VIII-2012) 27. La
participación cívica en España es bipolar, con baja participación organizativa y grandes
estallidos de protestas en la calle.

PROGRAMACIÓN.
CAMBIO SOCIAL Y MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS. FEMINISMO,
PACIFISMO Y ECOLOGISMO.
UBICACIÓN Y SECUENCIACIÓN.
En 1r curso de Bachillerato, en Historia Contemporánea. Bloque de contenido 5:
Problemas y perspectivas del mundo actual.
Una visión general puede darse también en ESO, 1r ciclo.
Eje temático 3. El mundo actual.
Bloques 8 y 9.
Bloque 8. Participación y conflicto político en el mundo actual. Apartado 5.
Cauces y retos actuales para la participación ciudadana: partidos y organizaciones
sociales; instituciones y centros de información y ayuda ciudadana; el papel de los
medios de comunicación de masas.
Bloque 9. Arte, cultura y sociedad. Apartado 6. Focos de tensión y nuevos
valores en las sociedades postindustriales, y sus repercusiones en la calidad de vida y en
la salud individual y colectiva. Transformaciones en los ámbitos de la vida privada y de
las relaciones humanas: cambios en los roles y las relaciones entre hombre y mujer.
RELACIÓN CON TEMAS TRANSVERSALES.
Relación con temas de Educación Moral y Cívica, Educación Ambiental,
Educación para la Paz, Educación para la igualdad de oportunidades entre sexos,
Educación para la Salud, Educación del Consumidor.
TEMPORALIZACIÓN.
Cinco sesiones de una hora.
1ª Sobre cambio social y movimientos alternativos: Documental. Diálogo.
Exposición del profesor. Cuestiones.
2ª Sobre feminismo: Documental. Diálogo. Exposición del profesor. Cuestiones.
3ª Sobre pacifismo: Documental. Diálogo. Exposición del profesor. Cuestiones.
4ª Sobre ecologismo: Documental. Diálogo. Exposición del profesor.
Cuestiones.
5ª Exposición del profesor para refuerzo y repaso. Esquemas y comentarios de
textos; debate y síntesis.
OBJETIVOS.
Comprender las causas y la naturaleza de los movimientos sociales alternativos.
Definir los conceptos de cambio social, movimientos sociales y movimientos
alternativos.
Conocer los movimientos del feminismo, del pacifismo y del ecologismo.
Sintetizar la evolución de estos movimientos.
Reconocer su influencia sobre nuestras vidas.
Debatir razonadamente respecto a sus ideales.
Usar los medios de comunicación como instrumento cotidiano de información
sobre los movimientos sociales.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES.
El cambio social y los movimientos sociales alternativos.
El feminismo.
El pacifismo.
El ecologismo.
B) PROCEDIMENTALES.
Tratamiento de la información: realización de esquemas del tema, comparación
de los distintos movimientos, uso y crítica de los medios de comunicación como
instrumento cotidiano de información sobre los movimientos sociales.
Explicación multicausal de los hechos históricos: en comentario de textos y
debate.
Indagación e investigación: recogida y análisis de datos en enciclopedias,
manuales, monografías, artículos...
C) ACTITUDINALES.
Rigor crítico y curiosidad científica.
Tolerancia y solidaridad.
Valorar la solución pacífica de los conflictos nacionales.
Interesarse por los cambios sociales de la actualidad.
Tomar posición ante los problemas sociales.
METODOLOGÍA.
Metodología expositiva y participativa activa. En esta UD en especial es
importante que predomine la participación activa del alumno, tanto en su indagación
individual como en las actividades grupales.
MOTIVACIÓN.
Un documental, con diálogo que sirva de evaluación previa. Si es posible, el
documental debe abordar los tres principales movimientos alternativos, y su pase se
dividiría en tres fases, cada una al principio de la exposición de cada movimiento, con
diálogos breves, que se relacionarán con un tema de actualidad.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN GRUPO.
Exposición por el profesor del tema.
Debate final en clase.
B) EN EQUIPOS DE TRABAJO.
Realización de tres líneas de tiempo sobre el proceso de estos movimientos
alternativos.
Realización de esquemas sobre los apartados.
Dossier de prensa durante unas semanas previas a la UD.
Entrevista con representantes de movimientos alternativos.
Comentarios de textos sobre los problemas que combaten y sobre las respuestas
de estos movimientos.
Debatir sobre la posición del grupo ante la problemática y el futuro de la ciencia
y consensuar una posición común, y dialogar en clase mediante un representante.
C) INDIVIDUALES.
Realización de apuntes esquemáticos sobre la UD.
Participación en las actividades grupales.
Búsqueda individual de datos en la bibliografía.
Contestar cuestiones: tras un diálogo de grupo, los alumnos deben contestar
individualmente por escrito.
RECURSOS.
Presentación digital con esquemas y mapas.
Libros de texto, manuales.
Fotocopias de textos para comentarios.
Cuadernos de apuntes, esquemas...
Documentales. Este medio es especialmente usado en esta UD, por entender que
favorece que los alumnos usen los medios de comunicación audiovisuales como un
instrumento de información, que deben analizar y criticar con raciocinio. Además, hay
numerosos documentales muy adecuados a esta UD.
EVALUACIÓN.
Evaluación continua. Se hará especial hincapié en que se comprenda la relación
entre los problemas sociales y las alternativas de esos movimientos. En especial, se
valorará la actitud abierta y crítica, y el grado de empatía y compromiso individual con
los ideales humanistas.
Examen incluido en el de otras UD, con breves cuestiones y un comentario de
texto. No será esencial para la evaluación final, sino que servirá sobre todo de referencia
para conocer los resultados del aprendizaje.
RECUPERACIÓN.
Entrevista con los alumnos con inadecuado progreso.
Realización de actividades de refuerzo: esquemas, comentario de textos...
Examen de recuperación (junto a las otras UD). Del mismo modo, sólo será
secundario respecto a la evaluación de procedimientos y actitudes.

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