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Sociedades Trabajo
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HUARAZ
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo queremos dar a conocer lo que son las sociedades irregulares y
poder resolver la duda que se tiene si estas subsisten entre las actividades comerciales,
entre otros conocimientos adicionales más.
A esta clase de sociedades se les llama también de hecho y son las que se forman sin
escritura pública o si existiendo esta se omite inscribirlas en el registro. Los socios son
responsables solidariamente ante las personas extrañas a la empresa.
Hay Ejecutorias de la corte suprema en el sentido de que no habiendo escritura de
constitución no existe sociedad constituida, pero debe tenerse en cuenta que basta el
ánimo de formar sociedad para que exista y que es validad entre los socios si se prueba
el hecho.
La administración de la sociedad Irregular corresponde a sus administradores y
representantes designados en el pacto social o en los acuerdos entre socios. Se presume
que los socios y administradores de la sociedad irregular actúan individualmente, por lo
que están facultados para realizar actos urgentes y solicitar medidas judiciales
cautelares.
SOCIEDAD IRREGULAR
1. DEFINICION
Sociedad irregular, en el Derecho societario, es la denominación de las
sociedades que no se encuentran constituidas de una manera regular y/o
legal. También se denominan genéricamente sociedad de hecho.
El problema reside en que el contrato de sociedad es formal, esto es,
requiere de una serie de formalidades, como el registro o la escritura
pública, para su consecución. Cuando una sociedad se encuentra en proceso
de constitución, pero todavía no está completada, en ocasiones contrae
obligaciones con terceros, y es necesario regular qué ocurre en esos casos.
Por ello, las sociedades irregulares son aquellas que, exteriorizándose como
entidades societarias de carácter mercantil ante terceros, se encuentran
sujetas a una situación jurídica especial por la falta de uno o más de los
requisitos legales para su constitución.
Las sociedades irregulares pueden serlo por su origen , o sea, aquellas cuya
existencia consta de prueba escrita pero que no se han constituido por
escritura pública; o por irregularidad sobrevenida, o sea, las que continúan
en actividad después de vencido el plazo de duración, o no obstante la
pérdida de su capital en la proporción señalada en la Ley; o las que modifican
su organización sin las formalidades legales, o las que, en general, debían
haberse disuelto en virtud de la causal prevista en la ley o en el pacto social.
En primer término, es sociedad irregular la que no se ha constituido e
inscrito conforme a los preceptos legales. Pero, no obstante, este hecho, las
relaciones internas se rigen por el pacto social o por ley, según la clase de
sociedad de miembros de su organismo de gobierno, responden en forma
personal, solidaria e ilimitada frente a terceros; de donde se desprende que
los socios solo podrían hacer valer entre ellos la responsabilidad respecto a
quienes gozaran de este beneficio, pero la limitación no tendrá valor en
relación con terceros. De esta manera, entre los socios, la sociedad será del
tipo convenido por ellos. No puede aceptarse, desde una vista práctica, que
la existencia de la sociedad por inobservancia de la forma determine la
nulidad de todos los contratos celebrados por ella, originando perjuicios a
terceros, que no tienen responsabilidad por las omisiones formales en que
se hubiera ocurrido. La ley procura por diversos medios la regularización de
las sociedades irregulares, privándolas en michos casos de las garantías que
se conceden a las sociedades regularmente constituidas. Cualquier socio
puede pedir la formalización de la constitución del pacto social o, en su caso,
la inscripción. Hay otras medidas indirectas que conducen a la
regularización. El nacimiento, actividad y disolución de la sociedad producen
una serie de relaciones jurídicas que el derecho regula en forma sistemática
para dar eficacia y asegurar tanto a la institución como a quienes se pongan
en relación con ella. Es por estas razones que se ha creído conveniente
rodear a la constitución de la sociedad de todas las garantías que su
importancia aconseja, estableciendo condiciones y requisititos que deben
de cumplirse para que adquiera todos los atributos que a ley le otorga para
el normal desenvolvimiento de su actividad.
Según el artículo 423º de la Ley, es irregular la sociedad que no se ha
constituido ni inscrito conforme a la ley o la situación de hecho que resulta
de que dos o más personas actúan de manera manifiesta en sociedad sin
haberla constituido e inscrito. En cualquier caso una sociedad adquiere la
condición de irregular:
a) Transcurrido setenta días desde que los socios fundadores han formado
el pacto social sin haber solicitado el otorgamiento de la escritura pública de
constitución;
b) Transcurrido treinta días desde que la asamblea designó al o los firmantes
para otorgar la escritura pública sin que estos hayan solicitado su
otorgamiento;
c) Transcurrido más de treinta días desde que se otorgó la escritura pública
de constitución, sin que haya solicitado su inscripción en el Registro;
d) Transcurrido treinta días desde que quedo forme la denegatoria a la
inscripción formulada por el Registro;
e) Cuando se ha transformado sin observarse las disposiciones de esta ley;
o,
f) Cuando continúa en actividad no obstante haber incurrido en causal de
disolución prevista en la Ley, el pacto social o el estatuto.
Se tiene, de esta manera, que hacer la distinción de lo que se entiende por
una sociedad irregular; y aquel otro concepto relacionado con una sociedad
en formación; en esta última puede suceder que no se haya cumplido con
constituir la sociedad e inscribirla en el Registro, sin embargo se ha cumplido
con realizar los actos necesarios dentro de los plazos establecidos en la Ley;
por lo que no podemos calificarla como una sociedad irregular, sino como
sociedad en formación. Así por ejemplo, calificaremos una sociedad como
irregular, cuando han transcurridos treinta días de suscrita la escritura
pública de constitución de la sociedad, y no ha cumplido con solicitar su
inscripción en el Registro. Caso distinto al que supone haber suscrito la
escritura pública, haber solicitado la inscripción en el Registro y haber
transcurrido los treinta días. En este caso estamos ante una sociedad en
formación, pues se ha cumplido con solicitar la inscripción de la sociedad en
el Registro y ya no depende de la voluntad de los socios la inscripción de
dicho acto.
Los socios, los acreedores de éstos o de la sociedad o los administradores de
una sociedad irregular están en su derecho de pedir la regularización o la
disolución de la sociedad (Art. 426º de la LGS), recurriendo al juez del
domicilio social, por el proceso no contencioso m so lo que se busca es la
regularización y de tratarse de la petición de disolución se recurre al Juez
para que se convoque a junta, por el proceso sumarísimo. La inscripción de
la regularización de una sociedad inscrita que ha incurrido en causal de
irregularidad, se realizará en mérito del acuerdo del órgano social
competente adoptado con las formalidades y requisitos de Ley y de este
Reglamento.
2. ADMINISTRACION DE LA SOCIEDAD IRREGULAR
4. EFECTOS DE LA IRREGULARIDAD
En las relaciones entre socios, el pacto social mantiene su eficacia vinculante,
originando un primer derecho de los socios a pedir la regularización del
contrato, que no es sino una consecuencia del derecho más general de pedir
la formalización de los actos informales.
En segundo lugar, los socios pueden pedir su separación de la sociedad y
liquidación de la cuota que le corresponde.
Asimismo, del pacto resultan obligaciones que los socios deben satisfacer. La
principal es efectuar los aportes a que se hubiesen obligado, los cuales se
deberán hacer en partes iguales si no se hubiese hecho determinación en
otro sentido. Los socios están obligados a efectuar los aportes a que se
hubieran comprometido en el pacto social o en el acto posterior, en todo lo
que sea necesario para cumplir el objeto social o, en caso de liquidación de
la sociedad irregular, para cumplir con las obligaciones contraídas con
terceros (art. 425º). Si no hubiera estipulación al respecto se considera que
todos los socios deben aportar en partes iguales.
Además, los socios pueden pedir la disolución de la sociedad (Art. 426º), o
los administradores pueden solicitar alternativamente la regularización o la
disolución de la sociedad. El derecho de pedir la disolución alcanza
igualmente a los acreedores.
Los socios podrán separarse de la sociedad si la junta general no accediera a
la solicitud de regularización o de disolución. Frente a terceros la situación es
diversa. Los administradores, representantes y, en general, quienes se
presenten antes terceros actuando a nombre de la sociedad irregular son
personal, solidaria e ilimitadamente responsables por los contratos y, en
general, por los actos jurídicos realizados desde que se produjo la
irregularidad.
Si la irregularidad existe desde la constitución, los socios tienen igual de
responsabilidad.
En la relación de la sociedad con terceros, el art. 428º señala el pacto social,
el estatuto, los convenios entre socios y sus modificaciones, así como las
consecuencias que de ellos se deriven, son válidos entre los socios. Ellos no
perjudican a terceros quienes pueden utilizarlos en todo lo que los favorezca,
sin que se les pueda ser opuesto el acuerdo o contrato o sus modificaciones
que tienda a limitar o excluir la responsabilidad de los socios o de los
administradores por la situación irregular. Sin embargo, la ley considera
válidos los contratos que la sociedad celebre con terceros; no puede
invocarse la irregularidad de la sociedad para eludir los compromisos y
obligaciones asumidos por la sociedad irregular.
ANEXOS
Los socios están obligados a efectuar los aportes y las prestaciones a que se
hubieran comprometido en el pacto social o en acto posterior, en todo lo
que sea necesario para cumplir el objeto social o, en caso de liquidación de
la sociedad irregular, para cumplir con las obligaciones contraídas con
terceros.
Si no hubiera estipulación al respecto se considera que todos los socios
deben aportar en partes iguales.
En las sociedades irregulares las relaciones internas entre los socios y entre
estos y la sociedad se rigen por lo establecido en el pacto del que se hubieran
derivado y, supletoriamente, por las disposiciones de esta ley.