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DESCODIFICACIÓN
BIOLÓGICA
CHRISTIAN SIMÓN
HERRAMIENTAS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO en
DESCODIFICACIÓN
BIOLÓGICA
CHRISTIAN SIMÓN
Este libro fue publicado originalmente en el sitio web
descodificacionbiologicabcn.com
y su distribución es libre y gratuita a través de una
licencia Creative Commons.
1-INTRODUCCIÓN
La Ciencia ha demostrado que, a pesar de que podamos pensar que sim-
plemente estamos observando el mundo, en realidad es completamente im-
posible que solamente estemos actuando como meros espectadores. Cuando
centramos nuestra atención en algo, ya sea una partícula cuántica durante un
experimento de laboratorio, la sanación de nuestro cuerpo o la consecución
del éxito en nuestra profesión o nuestras relaciones, estamos poniendo en
juego nuestras expectativas y creencias en relación con lo que estamos obser-
vando. Y es precisamente a través de estas experiencias internas que pasamos
a formar parte de aquello que observamos.
Esto nos convierte en participantes activos de nuestra realidad y nos per-
mite comenzar a tomar responsabilidad de lo que sucede en nuestras vidas.
Cuando centramos nuestra atención en un lugar determinado en un momento
específico, estamos involucrando a nuestra Conciencia. Y en el vasto cam-
po de la Conciencia no existe una frontera definida que nos indique dónde
termina cada uno de nosotros y dónde comienza el resto del Universo. Una
concepción tal de la realidad nos acerca a la visión del mundo que compartían
nuestros ancestros: todo está conectado.
1.1-¿QUÉ ES LA PNL?
Definición
Una comunicación eficaz con los demás, permite expandir y enriquecer los
modelos del mundo que vienen determinados según las experiencias persona-
les vividas. Para alcanzar este objetivo, es necesario un modelo conciso que
permita plantear un cambio de paradigmas basado en los recursos propios de
cada persona. Y es aquí donde nos encontramos ante un potente modelo que
nos permitirá redescubrir nuestra comunicación y percepción de la realidad:
la Programación Neurolingüística (PNL).
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nuestra responsabilidad como comunicadores y a tomar conciencia de que
todos contamos con los recursos suficientes para cambiar, aunque a veces no
los encontremos.
Cuando hablamos de PNL, hemos de tener en cuenta los tres grandes ám-
bitos en que se basa este enfoque:
Antecedentes históricos
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Universidad de California en Santa Cruz) y Richard Bandler (estudiante de
Psicología en la misma universidad) iniciaron una fructífera colaboración.
Ambos estudiaron a varios terapeutas exitosos, entre ellos: Fritz Perls, psico-
terapeuta creador de la escuela Gestalt; Virginia Satir, psiquiatra familiar ca-
paz de mediar en relaciones familiares difíciles donde muchos otros profesio-
nales desistían; y Milton Erickson, hipnoterapeuta de renombre internacional.
Por otro lado, también fueron determinantes las contribuciones del psicólogo
norteamericano George Miller, quien estudió la manera en que los seres huma-
nos construimos hábitos con el fin de liberarnos para así poder expandir lo que
conscientemente percibimos en nuestro día a día. La aportación de Miller es de-
7
terminante en tanto que establece el limitado acceso de nuestra parte consciente
a la información procedente de nuestro mundo interior y exterior, así como el
vasto dominio de nuestro inconsciente, constituido por todos los procesos vita-
les del organismo, el aprendizaje y las experiencias acumuladas a lo largo de los
años y todo los estímulos a los que estamos expuesto en cada momento, aunque
nuestra parte consciente no se percate de ellos. Para Miller, la idea de poder
comprender una realidad tan compleja a través de una parte consciente que solo
puede procesar una cantidad de información limitada, es irrisoria.
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• Aumento de la creatividad, que puede aplicarse para poner en marcha
proyectos personales.
• Mejora del estado de salud con la superación de estados emocionales ne-
gativos y consolidación de hábitos que favorecen el desarrollo.
• Cambio de creencias limitantes para poder tomar decisiones conscientes
que promuevan el optimismo y la alegría.
• Cura de fobias, traumas y adicciones.
• Optimización del funcionamiento cerebral, a través de la estimulación de
ambos hemisferios cerebrales.
• Potenciación de capacidades y recursos.
• Armonización de las relaciones interpersonales, mayor empatía.
• Aumento de la confianza en uno mismo y de la autoestima, lo que permite
la superación de miedos, traumas o complejos.
• Descubrimiento de la misión personal, a tavés de la motivación y la fija-
ción de objetivos.
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El estudio de los “procesos a través de los cuales pensamos, actuamos y
organizamos nuestras informaciones internas”, uno de los pilares de la PNL,
es necesario para que, como acompañantes, podamos entender el mapa men-
tal del consultante. Este conocimiento acerca de la forma en que se dota de
significado y sentido a las experiencias vividas nos permitirá reencuadrarlas
de forma eficaz.
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Por el contrario, si seguimos las pautas dictadas por un mentor, la expe-
riencia de aprendizaje se diluye y se genera una relación de dependencia, de
modo que creamos la necesidad de alguien que nos diga cómo hacer las cosas.
Siguiendo las instrucciones de otro, no nos hacemos responsables del resulta-
do, sea cual sea. De ahí que este tipo de aprendizaje generativo haga gran hin-
capié en las emociones: cuando algo nos emociona, atrapa nuestra atención.
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1.2-Presupos ic iones de la PNL
Definición
Sobre la comunicación:
• No se puede NO COMUNICAR.
• Todas las personas tenemos dos niveles de comunicación: uno conscien-
te y otro inconsciente.
• Rapport (o sintonía) es el encuentro de las personas en el mismo modelo
del mundo.
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elección de las palabras adecuadas, sino que consiste en evocar una experien-
cia y una respuesta esperada en nuestro interlocutor.
Sobre el mapa:
Esta concepción del mapa mental nos permite, además, acercarnos a ese
estado de no juicio tan importante para los procesos de acompañamiento de
Descodificación Biológica. Todos funcionamos a la perfección de acuerdo
con el mapa mental de que disponemos. No hay personas malas ni conflictos
irreparables; solamente mapas mentales plagados de creencias limitantes ob-
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soletas que requieren actualización. Al ampliar el mapa será posible adoptar
nuevas estrategias y creencias que redunden en una mayor ecología del siste-
ma interno y externo de cada individuo.
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Llegados a este punto, convendría plantearse ciertos cuestionamientos
acerca de nuestra propia gestión de recursos, nuestra comunicación y el fun-
cionamiento de nuestros mapas mentales. ¿Qué presuposiciones están pre-
sentes en mis patrones de conducta? ¿Qué creencias limitantes conforman
mi mapa mental? ¿Cuál es la intención positiva de esas conductas que me
resultan conflictivas?
1.3-Estados internos
Los estados internos son la realidad emocional de la persona, una realidad
creada a partir de la interpretación de aquello que captamos a través de nues-
tro cinco sentidos. Los estados internos presentan dos modalidades diferen-
ciadas:
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nuestros propios estados internos. Nuestras representaciones internas tienen
un efecto tal sobre nuestro cuerpo, que si durante un periodo de tiempo pro-
longado enviamos los mensajes erróneos, podemos llegar a perjudicar nuestra
salud.
Seguramente todos nos hemos visto en una situación en la que una persona
reacciona exageradamente ante una simple pregunta y nos hemos pregunta-
do qué habremos dicho o hecho para propiciar tal respuesta. Probablemente
nada. Tal vez esa persona estaba conectando con imágenes o escuchando un
diálogo interno que la predispusieron a actuar de tal forma, no ante nuestra
pregunta, sino en general. No se trataba de nada contra nosotros personalmen-
te. Se trataba de lo que en ese momento se despertó en su interior, de aquello
que se disparó en su inconsciente en esas condiciones específicas.
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La habilidad de detectar nuestros estados internos y los de las personas que
nos rodean, constituye una herramienta muy valiosa para mejorar nuestra co-
municación y nuestras estrategias de resolución de conflictos. En el proceso
de acompañamiento será esencial que podamos reconocer el estado interno
del consultante con el fin de poder propiciar los cambios necesarios en su
sistema de representaciones. En los siguientes módulos se abordarán aspectos
de la PNL, como el rapport o la calibración, que nos ayudarán a afinar las ha-
bilidades adquiridas hasta el momento en la detección de los estados internos
propios y de los demás.
Prácticas
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2-COMUNICACIÓN (I)
En este módulo comenzaremos a adentrarnos en el extenso mundo de la co-
municación. Exploraremos la comunicación verbal y no verbal, el papel que
desempeña la escucha en los procesos de comunicación, la importancia del
rapport o sintonía entre los interlocutores y los tipos de comunicadores según
Virginia Satir, entre otros aspectos. Además, haremos especial hincapié en
cómo optimizar nuestras habilidades comunicativas de manera que podamos
alcanzar una relación fluida y enriquecedora con los consultantes a quienes
acompañamos.
Este módulo contiene información tanto teórica como práctica que iremos
profundizando a medida que vayamos ampliando nuestros conocimientos
acerca de la comunicación en todas sus vertientes en los siguientes dos módu-
los, también dedicados a la comunicación.
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Tal como explicamos en el módulo anterior, podemos definir “comunica-
ción” como la capacidad de transmitir mensajes tanto internos como externos.
Recordemos que primero se produce una comunicación interna, formada por
todo aquello que nos imaginamos, decimos y sentimos interiormente. Y, des-
pués, pasamos a la comunicación externa mediante palabras, gestos, posturas
o cambios de tono. De ahí que según la PNL sea imposible “no comunicar”;
la comunicación se construye mediante elementos verbales y no verbales.
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Así, durante una conversación podemos detectar si su contenido es o no co-
herente con las acciones que se describen o se observan. El lenguaje no verbal
otorga multitud de pistas. La mirada, la postura, los tics nerviosos, la sudora-
ción, etc, son indicadores del estado interior. Decir “estoy seguro” cuando el
lenguaje no verbal nos indica lo contrario, es un indicador de incongruencia.
Nos han llegado dos mensajes contradictorios: uno verbal y otro no verbal.
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estamos atentos a lo que nos está diciendo y, además, que nos está resultando
interesante. El principal objetivo de la escucha activa consiste en motivar a
nuestro interlocutor a que siga hablando, a la vez que se siente cómodo, segu-
ro y atendido. Para ello, disponemos de diversas estrategias que nos permiten
mantenernos en un nivel de escucha activa:
Una de las principales características que comparten todos los grandes co-
municadores es la capacidad de saber escuchar. Una escucha atenta y activa
nos permitirá acceder a información valiosa que emplearemos para plantear
las preguntas pertinentes. Y si somos capaces de formular las preguntas clave,
habremos dado un paso de gigante en nuestro proceso de acompañamiento.
Antes de dar por terminado este apartado acerca de la escucha activa, recor-
demos cuáles son los principales obstáculos con que nos encontramos:
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Enemigos de la escucha activa
• Falta de interés
• Falta de atención: generalmente debida a nuestro propio diálogo interno.
• Emitir juicios: para evitar los juicios deberemos aceptar la realidad del
consultante.
• Pasar por alto la comunicación no verbal
• Contar nuestra historia personal
• Adivinación: creer saber lo que el otro tiene que decirnos sin haberle
escuchado primero.
• Selección: quedarse solamente con las partes del discurso que nos resul-
tan útiles para reafirmar nuestro punto de vista individual.
• Entorno no adecuado
• Interrupciones
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Esta idea deriva en un proceso de aprendizaje generativo acerca de no-
sotros, favoreciendo la elevación de la conciencia. En vez de cambiar en
función de los resultados, cambiamos siguiendo nuestra voz interior. Es por
eso que trataremos de limitar al mínimo las instrucciones y consejos. En vez
de ello, el especialista planteará preguntas para que el consultante descubra
dentro de sí las respuestas, desarrollando de esta manera su conciencia y su
responsabilidad individual. La mejor lección es la que se siente: aquello que
experimentamos, siempre será recordado.
1. EMPATÍA
Los demás sienten tu apoyo incondicional. No juzgas, sino que compren-
des sus mundos.
2. FLEXIBILIDAD
Sabes despreciar las creencias limitantes y apoyar las creencias posibilita-
doras.
3. AUTENTICIDAD
Fuera roles y máscaras. Pensar lo que los otros esperan de nosotros nos
resta autenticidad, y posiblemente son simples creencias erróneas.
4. SABER PREGUNTAR
Preguntas para saber y conocer. No invades al otro y sabes aportarle fee-
dback.
5. SABER ESCUCHAR
Resístete a dar consejos. Si te sientes impulsado a hacerlo, pregunta antes.
Puede que el otro no quiera escuchar tus consejos.
6. ORIENTACIÓN A LA ACCIÓN
La vida empieza hoy. En el pasado están mis limitaciones e incapacidades
para darme cuenta de mi potencial. Para construir el futuro deseado, sigue
siempre adelante.
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7. REALISMO Y HONESTIDAD
Conócete a ti mismo.
2.4-Rappor t
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Funciones del rapport
Una vez alcanzada esta sinergia que nos conecta con el inconsciente de
nuestro interlocutor, este nos abrirá las puertas de su mundo interior; se senti-
rá lo suficientemente cómodo y seguro como para abordar temas delicados o
conflictivos sin sentirse juzgado. Y es aquí donde radica la función principal
del rapport: ponernos en el lugar de la otra persona con el fin de alcanzar un
mayor grado de entendimiento y respeto. El rapport fomenta el desarrollo de
una escucha activa, lo que contribuye a que nuestro interlocutor deposite en
nosotros su confianza y se permita expresarse con libertad.
Técnicas de rapport
Una vez establecido el marco teórico del rapport, pasaremos ahora a abor-
dar las cuestiones prácticas de esta valiosa herramienta. En primer lugar
ofreceremos unos delineamientos generales sobre la aplicación práctica del
rapport y, a continuación, trataremos en detalle algunas técnicas de rapport
específicas.
Estos son, grosso modo, los componentes más importantes para el buen
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funcionamiento de nuestro rapport:
Escuchar: escucha atenta y activa del mensaje y las frases y palabras (los
denominados “predicados” se abordan en el siguiente módulo). Prestaremos
especial atención a la tonalidad que emplea nuestro interlocutor. ¿Cómo es
su tono de voz?, ¿es un tono grave o agudo?, ¿cuál es la velocidad de su dis-
curso?
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Técnicas de reflejo
Reflejo no verbal
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nuestro interlocutor nos ha concedido acceso a su mundo interno), podre-
mos orientar nuestro procedimiento de reflejo hacia la transformación de las
experiencias conflictivas o traumáticas en cuestión. Para ello, adoptaremos
cambios en nuestra expresión corporal con el fin de que la otra persona siga
nuestro ejemplo. Por ejemplo, si después de abordar una experiencia traumá-
tica nuestro interlocutor ha adoptado una posición tensa y rígida, nosotros nos
enderezaremos y relajaremos nuestros músculos, de tal manera que la otra
persona haga lo mismo, calmando así su estado interno.
Reflejo verbal
El reflejo verbal es una herramienta crucial que nos permitirá adaptar nues-
tra forma de expresarnos a la de nuestro interlocutor. Consiste básicamente
en detectar y adoptar los predicados y el estilo de la otra persona; la manera
en que se expresa refleja su percepción de la realidad. A continuación se de-
tallan varias técnicas de reflejo verbal que nos serán de gran ayuda para crear
sintonía: el diálogo controlado, la igualación verbal y el reencuadre verbal:
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bre de matching (igualación, emparejamiento, correspondencia). En primer
lugar, deberemos identificar el sistema de representación dominante de nues-
tro interlocutor para así movernos en ese mismo sistema y evitar la confusión
lingüística.
Es importante que tengamos en cuenta que el éxito de nuestro rapport de-
penderá de nuestra capacidad para adaptar nuestros recursos al sistema senso-
rial preferido por nuestro interlocutor. Si la persona que tenemos enfrente es
de tipo cinestésico y nosotros nos estamos moviendo en el plano visual inten-
tando, por ejemplo, evocar imágenes, muy difícilmente llegaremos a alcanzar
la sintonía. Sin embargo, si nos centramos más en las emociones y sensacio-
nes que está experimentando, nuestra técnica de reflejo será todo un éxito.
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2.5-Tipos de comunicador según Virginia Sat ir
Virginia Satir, psicoterapeuta familiar de renombre internacional, fue una
de la excepcionales terapeutas modeladas por Bandler y Grinder para crear
el metamodelo y otras técnicas básicas de Programación Neurolingüística.
Richard Bandler conoció a Virginia Satir a principios de los 1970, cuando
él estaba trabajando con la editorial de Virginia editando transcripciones de
Fritz Perls. Junto a John Grinder, Bandler modeló más tarde sus métodos
terapéuticos; varias de las técnicas centrales de la PNL, como la igualación
verbal y la técnica del reencuadre, fueron inspiradas directamente por las ha-
bilidades y procedimientos terapéuticos de Satir.
Aplacador o conciliador
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Si el aplacador llegar a conectar con sus verdaderos deseos y aprende a
expresarlos, se convertirá en una persona más feliz y sus relaciones con los
demás será más auténticas.
Acusador
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Superrazonable
Irrelevante o distractor
Son personas de las que podría decirse que “no están centradas”. Viven en
su mundo. Le resulta difícil asumir responsabilidades. Su atención es disper-
sa, su capacidad de escucha es baja y desempeñan el papel del distractor. En
una conversación no interactúan con los demás al hilo de la misma, sino que
van por libre. Hacen preguntas a destiempo, que nada tienen que ver con lo
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que se está hablando e ignoran las preguntas que se les formulan y responden
explicando algo que nada tiene que ver con lo que se está hablando. En la ges-
tión de conflictos, el irrelevante se muestra esquivo y evita la confrontación.
Para concluir este apartado citaremos a Virginia Satir: “Hay una relación
entre la forma de comunicación de una persona y su nivel de autoestima”.
Así, el nivel en el que nos comunicamos es proporcional a nuestro grado de
crecimiento y desarrollo personal.
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Práctica
Para esta práctica será necesario que pidamos a otra persona que nos ayude.
Pediremos a nuestro colaborador que nos relate primero una experiencia posi-
tiva (una anécdota divertida o un viaje). A medida que estemos conversando,
iremos adaptando nuestra postura corporal, gestos, respiración y el tono y
timbre de nuestra voz a los de nuestro colaborador.
A continuación, le pediremos que nos relate una experiencia negativa (algo
que le haya entristecido, decepcionado o abrumado), y haremos el mismo
ejercicio de reflejo. El objetivo consiste en que, durante este relato de la ex-
periencia negativa, poco a poco vayamos adoptando las expresiones carac-
terísticas de la experiencia positiva de nuestro colaborador. Veremos cómo
nuestro colaborador se sincronizará con nuestro “nuevo” lenguaje corporal y
cambiará su percepción de la experiencia desagradable.
- Esquema:
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3-COMUNICACIÓN (II)
3.1-Siste mas representac ionales
Como bien sabemos, la comunicación comienza con nuestros pensamien-
tos, y a continuación usamos las palabras, el tono y el timbre de voz y el len-
guaje corporal para transmitirlos a los demás. El acto de pensar nos resulta un
tan obvio y natural que pocas veces nos paramos a reflexionar acerca de ello.
Normalmente pensamos acerca de lo que estamos pensando, no en cómo lo
estamos pensando.
¿Qué son los pensamientos? Se trata de un proceso complejo en el cual
empleamos nuestros sentidos internamente para representar, comprender y
conferir sentido a la realidad en la que vivimos. Cuando pensamos, tenemos
ideas y construimos internamente imágenes, sonidos, sensaciones táctiles,
olores, sabores y emociones asociadas a sentimientos. De hecho, la mayoría
de nuestros pensamientos son una combinación de constructos sensoriales,
que pueden ser tanto recordados como construidos.
Por lo general, asumimos que los demás piensan empleando los mismos
mecanismos que nosotros, por lo que damos por hecho que comprenderán
nuestro lenguaje y construirán representaciones internas exactas del conteni-
do y la carga emocional de la información que estamos emitiendo. Pero este
no suele ser el caso... Todos representamos nuestra realidad de conformidad
con los estímulos que captamos mediante nuestros sentidos, y este procedi-
miento viene determinado por nuestras experiencias, recuerdos y aprendiza-
jes adquiridos en el seno de la familia, la escuela, la universidad o nuestro cír-
culo de amigos. Y toda esta información almacenada en nuestra mente (tanto
consciente como inconsciente) actúa como filtro para que podamos codificar
y representar el mundo que nos rodea.
Visual: procesamos más imágenes que palabras, lo que nos lleva a recordar
en imágenes. Dado que las imágenes fluyen a gran velocidad, el pensamiento
de una persona visual suele ser veloz.
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primero lo que van a expresar. Aquí se incluyen sensaciones táctiles como el
tacto, la temperatura o la humedad, y sensaciones recordadas, emociones y
equilibrio y conciencia del propio cuerpo.
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actividades resultarán complicadas; si nos cuesta evocar imágenes mentales,
probablemente también nos resultará difícil plasmarlas sobre un papel o un
lienzo.
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otros indicadores que nos ayudarán a detectar los sistemas representacionales
que estamos empleando: los predicados (a través del lenguaje) y los movi-
mientos oculares (ver siguiente apartado). En este apartado nos ocuparemos
de las palabras y expresiones con base sensorial, es decir, cómo la forma en
que empleamos el lenguaje nos ofrece información acerca del sistema repre-
sentacional en uso.
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Palabras visuales
Mirar, ver, imaginación, imagen, escena, visualizar, perspectiva, brillo, re-
flejo, enfocar, mostrar, ilustrar, prever, observar, vigilar, visión, revelar, oscu-
ridad, claridad, horizonte, apariencia, luminoso...
Expresiones visuales
A simple/primera vista, verlo claro, arrojar luz a una cuestión, tener un
punto ciego, “ya veo lo que dices”, dar color a algo, tener un futuro/porvenir
oscuro...
Palabras auditivas
Decir, resonar, expresar, contar, preguntar, acentuar, discutir, oír, escuchar,
proclamar, gritar, agudo, grave, silencioso, vocal, armonioso, mudo, disonan-
te, tono, timbre, monótono, audible...
Expresiones auditivas
Estar a tono, ser todo oídos, me suena, vivir en armonía, hacer oídos sor-
dos, alto y claro, dar la nota, me suena a chino, palabra por palabra...
Palabras cinestésicas
Tocar, suave, cálido, frío, frialdad, calidez, apagado, aburrido, pesado, den-
so, sólido, sensible, firme, contacto, empujar, acariciar, agarrar, presión, to-
que, tensión, concreto, liso, arrugado, sostener...
Expresiones cinestésicas
Estar en contacto, seguir la corriente, tener fuerza, captar una idea, sentir
algo en el alma, estar hecho polvo, meter el dedo en la llaga, romper el hielo,
tener la piel de gallina, suave como un guante, arañar/rascar la superficie...
Palabras olfativas
Aroma, oler, fragante, ahumado, perfumado, fresco, rancio, olfatear...
Palabras gustativas
Saborear, amargo, salado, agrio, amargo, ácido, dulce, jugoso, sabor, gusto...
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Palabras neutrales
Decidir, considerar, pensar, meditar, motivar, cambiar, conciencia, evaluar,
procesar, recordar, reconocer, atender, entender, comprender, aprender...
42
43
Pasemos ahora a comprobar en nosotros mismos cómo funcionan las cla-
ves de acceso ocular. Para ello, ofreceremos una serie de preguntas asociadas
a la activación de cada uno de los canales de representación interna. Para este
ejercicio no son importantes las respuestas a las preguntas, sino el proceso de
pensamiento. Algunas de las preguntas pueden procesarse a través de cana-
les diferentes a los que exponemos; es decir, que si una pregunta del bloque
correspondiente al canal visual la procesamos mediante el canal cinestésico,
esto solamente es reflejo de nuestra flexibilidad y creatividad personales.
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• Recuerda el sabor de tu comida favorita
• ¿Qué se siente al caminar descalzo sobre la hierba?
• Piensa en el olor del café recién molido
3.4-Las Submodalidades
Como ya hemos mencionado, los sistemas representacionales son mo-
dalidades o formas de percibir el mundo. En este apartado vamos a profun-
dizar en los detalles que conforman nuestra manera de pensar a través de las
submodalidades. Cuando hablamos de submodalidades, nos referimos a los
bloques sobre los que se construyen los sentidos. Imaginemos que nuestro
sistema representacional preferido es el visual. Entonces, cuando estamos des-
cribiendo una imagen mental, podemos añadir información detallada sobre lo
que estamos visualizando. ¿Es una imagen brillante o mate? ¿Veo a través de
mis propios ojos o me veo a mi mismo/a? ¿Es una imagen en blanco y negro o
en color? ¿Hay movimiento o es estática? ¿Hay diálogo interno? ¿La sensación
que experimentas es ligera o pesada? ¿Dónde sitúas la escena en el espacio?
Podemos seguir precisando dentro de cada uno de los sistemas representacio-
nales hasta alcanzar el nivel de detalle deseado. Cuando pensemos en algo o
recordemos alguna vivencia, siempre habrá una estructura de submodalidades
que sustente nuestra percepción de tal pensamiento o vivencia.
Visuales
• Brillo (brillante-mate)
• Claridad (claro-oscuro)
• Color (Blanco/negro-color)
• Distancia (lejos-cerca)
• Localización (lugar en el espacio)
• Tamaño (pequeño-grande)
• Percepción (asociado-disociado)
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Auditivas
• Volumen (bajo-alto)
• Tono (grave-agudo)
• Velocidad (lento-rápido)
• Localización (procedencia)
• Ritmo (regular-irregular)
Cinestéstcas
• Temperatura (calor-frío)
• Intensidad (fuerte-débil)
• Peso (pesado-ligero)
• Textura (áspero-suave)
• Sabor y olor (agradable-desagradable [detallar sabor/olor concreto])
Cambio de submodalidades
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asociada (a través de nuestros propios ojos), la intensidad que esté tendrá será
mucho mayor que si lo vivimos de forma disociada (viéndonos a nosotros
mismos desde fuera). La disociación quita la fuerza emocional de una expe-
riencia, así que si se trata de una experiencia agradable, esta perderá su agra-
do, mientras que si estamos ante una experiencia desagradable, esta perderá
gran parte del dolor que nos aflige.
Ejercicio:
Calibración
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extraer conclusiones acertadas sobre los procesos internos de nuestro inter-
locutor en función de los cambios fisiológicos que se manifiestan en él/ella.
Así, cada vez que vuelvan a manifestarse, podremos reconocer el proceso
interno de nuestro interlocutor. Es importante que no generalicemos la corre-
lación entre determinados procesos internos y ciertas manifestaciones físicas,
ya que estas son aplicables únicamente para una una persona y una situación
concretas.
Así, a modo de ejemplo, si nuestro interlocutor tiene los ojos muy abiertos,
la mirada al frente, surcos en la frente y los labios apretados, probablemente
esté experimentando ira a nivel interno. O si mira hacia la derecha con los
ojos bien abiertos y un pliegue en sus fosas nasales, seguramente esté experi-
mentando un estado de sorpresa.
Como podemos constatar, para realizar una calibración precisa de los esta-
dos internos nos será de utilidad profundizar en las implicaciones y significa-
dos de nuestro lenguaje corporal. Nuestras emociones, nuestros pensamientos
y nuestro cuerpo están interconectados y forman un sistema integrado. Si a
nivel emocional estamos deprimidos, a nivel mental estaremos pensando en
ello y a nivel físico lo demostraremos a través de nuestra postura y actitud. La
emoción y el pensamiento suscitan cambios en nuestro cuerpo, como una pér-
dida de brillo en los ojos, una reducción en nuestro nivel de energía y de acti-
vidad y una determinada postura e inclinación de nuestro cuerpo (en este caso
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de depresión, el cuerpo y la mirada tenderán a ir hacia abajo a la derecha).
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• Sentarse sobre una pierna: personalidad conformista, dificultad para to-
mar decisiones
• Pestañear constantemente: atención absoluta
• Jugar con un bolígrafo u otro objeto: nerviosismo, inquietud, ansiedad
• Mirar el reloj mientras se habla: prisa, intranquilidad
• Mirar el reloj mientras otro habla: impaciencia, desinterés
• Echarse hacia atrás en una butaca: confianza en uno mismo
• Tono de voz muy elevado: agresividad
• Golpetear los dedos sobre una superficie: intranquilidad, impaciencia
• Tocarse la nariz al responder una pregunta: falta de sinceridad
Estados asociados
Estados disociados
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ción; es decir, verse a uno mismo con los ojos del observador. Nos vemos a
nosotros mismos desde fuera, igual que si estuviésemos viendo una película
en una pantalla de cine o televisión. Somos una persona más dentro de la es-
cena y estamos rodeados del resto de personas, objetos, paisaje, etc.
Todo aquello que nos aporte alegría, fuerza, motivación y sea positivo para
nosotros, es conveniente recordarlo o imaginarlo en estado asociado porque
reforzará e incrementará nuestras sensaciones y emociones positivas. Si se
trata de recuerdos negativos o estamos visualizando algo que nos produce
miedo o dolor, procuremos recordarlo o visualizarlo en el estado disociado.
De esta forma disminuye la carga emocional y nos sentimos más distantes de
la escena puesto que la estamos viendo desde fuera.
Asociar al consultante
Entra en la película y observa cómo te sientes utilizando el comportamien-
to/recurso seleccionado. En este estado se sienten los recursos.
Verificación ecológica
¿Deseas realmente incorporar esos nuevos comportamientos? / ¿Cómo te
sientes ahora que tienes este recurso?
51
3.7-Congruenc ias e incon gruenc ias
Cuando hablamos de congruencia e incongruencias en PNL, nos referimos
a al cruce que se produce entre nuestros valores y nuestras creencias. Precisa-
mente los valores y creencias constituyen una parte muy importante de nues-
tro mapa, dado que son los que configuran y dan sentidos a nuestra vida. Los
valores definen los que es importante para cada uno de nosotros, y el conflicto
se produce cuando diferentes partes de nosotros albergan valores diferentes y
tienen intereses e intenciones distintas.
Ahora que ya tenemos claro lo que sucede y cómo nos sentimos cuando
52
somos congruentes, veamos ahora cómo podemos detectar nuestras incon-
gruencias. En un estado de incongruencia habrá mensajes internos mezclados
que redundarán en un mensaje confuso y ambiguo. Como consecuencia de
este mensaje, la persona en cuestión emprenderá acciones que conducirán al
autosabotaje y la confusión.
Así, cuando nos estemos enfrentando a una situación de este tipo, en la que
estamos siendo incongruentes, también estamos recibiendo una información
realmente valiosa: nuestro inconsciente nos está indicando que es momento
de reflexionar, recabar más información o explorar otros objetivos. Prestemos
pues atención a nuestros estados internos para poder diferenciar entre un es-
tado de congruencia de un estado de incongruencia.
Práctica
Para esta práctica será necesario que pidamos a otra persona que nos ayude.
Pediremos a nuestro colaborador que nos cuente una experiencia en la que no
pudo alcanzar el objetivo que se había propuesto. A continuación, le pedire-
mos que imagine cómo habría deseado que sucedieran las cosas de manera
que alcanzara su objetivo.
Durante ambos relatos calibraremos las claves de acceso ocular y las mani-
festaciones fisiológicas de nuestro interlocutor, reparando en cómo cambian
de un relato a otro. Para ello será de utilidad anotar nuestras impresiones en
un cuaderno.
53
4-COMUNICACIÓN III
4.1-Metamodelo del Leng uaje
Definición
55
hicieron de esos hechos específicos. Para ello, emplearemos las metapregun-
tas, y con ellas desafiaremos las interpretaciones y creencias limitantes de
nuestro interlocutor. Si somos capaces de formular las preguntas apropiadas,
encontraremos la llave para entrar en el mapa del consultante. Idealmente,
plantearemos las metapreguntas empleando ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuán-
do?, ¿dónde?, y evitaremos el uso de ¿por qué?, dado que no nos suele dar
información fiable y estaríamos entrando en el terreno de las justificaciones
(este tema se tratará cuando abordemos las creencias limitantes).
1. Omisiones
Omisiones simples
En las omisiones simples el interlocutor crea una limitación, por lo que nues-
tro objetivo será especificar y concretar para completar o enriquecer el mapa:
“Estoy nervioso”
Ejercicio de metapreguntas:
56
Omisiones por comparación
Ejercicio de metapreguntas:
“No me quieren”
Ejercicio de metapreguntas:
57
“Todo el mundo me critica” _____________________________
“Nadie se ocupa de mí” ______________________________
“Mi familia no me entiende” _____________________________
Verbos inespecíficos
Ejercicio de metapreguntas:
2. Generalizaciones
58
casos específicos tales afirmaciones son válidas. Para ello, emplearemos me-
tapreguntas del tipo ¿cómo exactamente?, ¿quién concretamente? o ¿qué es-
pecíficamente?
Cuantificadores universales
59
Ejercicio de metapreguntas:
Operadores modales
60
Operadores modales de necesidad
Ejercicio de metapreguntas:
Juicios generalizados
Desafío: ¿Según quién? ¿Quién dice que está mal? ¿Cómo lo sabes? ¿En
virtud de qué criterio?
Desafío: ¿Normal para quién? ¿Normal según qué criterio? ¿Cómo lo sa-
bes?
61
Ejercicio de metapreguntas:
3. Distorsiones
¿Qué nos hace creer que las cosas son tal y como las estamos interpretan-
do? Nuestro mapa determina la manera en que interpretamos el mundo y,
en ocasiones, damos por sentado que nuestra interpretación es válida para
los demás. En esta categoría también nos encontramos con los juicios que
universalizamos, dado que estos también contribuyen a distorsionar nuestra
realidad. Cuando experimentamos nuestra reacción ante un estímulo exter-
no como la única posible, como si no tuviéramos otra opción, atribuimos al
otro la responsabilidad de nuestra propia reacción. Cuando desafiemos las
distorsiones, buscaremos que nuestro interlocutor se responsabilice de sus
propias vivencias y reacciones. Las principales estrategias de distorsión son
las nominalizaciones, el modelo causal (causa-efecto), la lectura mental, las
equivalencias complejas y las presuposiciones.
Nominalizaciones
62
Ejercicio de metapreguntas:
Desafío: ¿Cómo te hace enfadar? ¿Alguna vez que ha hecho algo no te has
enfadado con ella?
Ejercicio de metapreguntas:
Lectura mental
63
lacionadas en gran medida con lo que nosotros mismos pensaríamos o senti-
ríamos en la misma situación. Nuestro objetivo consistirá en buscar la fuente
de información.
Ejercicio de metapreguntas:
Equivalencia compleja
Desafío: ¿De qué manera el hecho de que no te salude prueba que te odia?
¿Alguna vez no has saludado a alguien a quien no odias?
Desafío: ¿Alguna vez ha estado nublado y ha sido un buen día? ¿De qué
64
manera el hecho de que esté nublado significa que es un mal día?
Ejercicio de metapreguntas:
Presuposiciones
65
Ejercicio de metapreguntas:
66
Uso elegante del metamodelo
• Estar en rapport
• Usar un tono de voz suave y una velocidad de habla moderada
• Evitar los desvíos. Mantener la atención puesta en el objetivo. Usar el
tiempo que sea necesario, de un modo relajado, directo y preciso
• Usar “atenuadores” ante de los desafíos: “Me imagino que…” “¿Me
puedes decir…?” “ Siento curiosidad por…”
• Repetir las palabras del interlocutor, asegurándonos de que sean exacta-
mente las mismas palabras que fueron utilizadas
A) ELIMINACIONES
Desafío: encontrar la información omitida
1. Omisión simple
“Tengo miedo”, “eso no me gusta”, “hago demasiado”
Metapregunta: ¿qué/de qué/con respecto a qué, específicamente?
2. Omisión de comparación
“Eso está mal”, “no es correcto”, “es mejor/peor”
Metapregunta: ¿en comparación con qué? ¿en relación con qué?
67
4. Verbos inespecíficos
“Me ayudó mucho”, “Ella lo traicionó”, “Se preocupan por mí”
Metapregunta: ¿cómo, específicamente?
B) GENERALIZACIONES
Desafío: ampliar posibilidades
1. Cuantificadores universales
Siempre, todos, nadie, nunca, jamás, cada vez, ningún, etc.
Metapregunta: repetir el cuantificador (¿siempre, nunca, todos...?); exage-
ración (¿estás diciendo que todos y cada uno/ que nunca en tu vida...?); buscar
un contra-ejemplo (¿alguna vez...?); especificar (¿quién/qué/cuándo, especí-
ficamente?)
2. Operadores modales
De posibilidad: “no puedo”, “imposible”
De necesidad: “tengo que”, “debería”
Metapregunta: ¿qué/quién te lo impide?, ¿qué/quién te obliga?, ¿qué pasa-
ría si...?
3. Juicios generalizados
“Está mal”, “es injusto”, “no es normal que”
Metapregunta: ¿cómo lo sabes?, ¿según qué criterio?; ¿quién lo dice?
C) DISTORSIONES
Desafío: clarificar la interpretación del mapa
1. Nominalizaciones
“Tengo esperanzas”, “Me causa frustración”
Metapregunta: ¿qué, específicamente? (pasar de sustantivo a verbo)
68
3. Lectura mental
“No me quiere”, “no sabe cómo me siento”, “no se preocupa por mí”
Metapregunta: ¿cómo lo sabes, exactamente?
5. Presuposiciones
Preguntas que inician con “¿por qué?” (¿por qué no ríes más?); falsas alter-
nativas (¿quieres ver una película o una serie?); afirmaciones con “si”, “des-
de”, “cuando”, “darse cuenta”, “saber/ignorar” (“si estudiaras, aprobarías”)
Metapregunta: ¿qué te hace pensar que...?
69
consciente, y con ambas realizamos la totalidad de nuestras funciones, desde
el pensamiento al control de nuestro organismo. Recibimos la información en
nuestro cerebro a través de los sentidos, a través del sistema visual, auditivo
y kinestésico. Y teniendo en cuenta que alrededor del 90% de la información
que manejamos durante los procesos de pensamiento pertenece al reino del
inconsciente, podemos constatar que el lenguaje que emplea el cerebro va
más allá del lenguaje verbal; se trata de un lenguaje basado en ideas, expe-
riencias, mandatos inconscientes, anclas...
70
4.4-Línea del t iempo
Cuando experimentamos nuestra realidad lo hacemos simultáneamente en
el espacio y el tiempo, aunque cuando organizamos internamente nuestras
vivencias lo hacemos fundamentalmente en base al tiempo. Los constructos
mentales que tenemos en relación con el pasado, el presente y el futuro, así
como la manera que tenemos de expresarnos verbalmente sobre ellos, confor-
man el plano en el que organizamos neurológicamente nuestras experiencias.
71
sadas; si no tenemos perspectivas de futuro, tampoco podremos movilizar
de forma organizada nuestras energías y recursos hacia la consecución de
nuestros propósitos. Por lo tanto, será de gran utilidad determinar de qué ma-
nera nuestra línea del tiempo particular se ajusta a nuestros objetivos de vida.
Si deseamos orientarnos hacia proyectos futuros, nuestra línea del tiempo
deberá tener una forma que permita contemplar nuestras proyecciones; si lo
que deseamos es vivir en el presente, deberemos constatar si nuestra organi-
zación neurológica del tiempo nos permite orientarnos hacia el presente; y si
deseamos conectar con nuestras experiencias pasadas para rescatar recursos
y aprendizajes, nuestra línea del tiempo deberá permitirnos acceder a ellas.
Aplicaciones
La linea del tiempo tiene poca aplicación por sí sola, pero es vital cuando
se utiliza junto a otras técnicas de PNL. Por el momento, podemos aplicar el
cambio de submodalidades dentro de la línea de tiempo con el fin de propi-
ciar cambios en la percepción de situaciones pasadas, presentes y futuras. En
próximos módulos aplicaremos la línea del tiempo para el cambio y la inte-
gración de creencias o el rescate de recursos, entre otras técnicas.
Prácticas
Para realizar esta práctica ponte de pie, cierra los ojos y toma varias respi-
raciones profundas, a medida que vas conectando con tu organización interna
del tiempo.
Primero, piensa en una experiencia o evento en tu vida que haya ocurrido
más o menos hace 5 años, y visualiza ese acontecimiento tan vívidamente
como sea posible.
Ahora, observa en qué lugar del espacio proyectas esa imagen, por ejem-
plo: ¿La imagen está a la izquierda o a la derecha? ¿Está arriba o debajo de tu
nivel de visión? ¿A qué distancia está la imagen?
Después de haber encontrado la posición de esa imagen, piensa en un even-
to que haya sucedido en la última semana y observa la posición de nuevo.
Imagina un evento que vaya a suceder un año en el futuro y, finalmente,
72
un evento que vaya a acontecer dentro de 5 años, como por ejemplo tu cum-
pleaños.
Ahora, si con tu dedo sigues esos puntos en el orden anterior, podrás des-
cubrir que se crea una línea o una curva. Esta es la representación mental que
empleas para organizar tus vivencias en el continuo espacio-tiempo.
Una vez te hayas familiarizado con tu línea de tiempo, prueba a jugar con
las submodalidades de las representaciones internas de tus experiencias pa-
sada, presentes y futuras. Date cuenta de cómo va cambiando tu percepción.
Sigue los pasos de la práctica anterior, pero esta vez con la ayuda de un
colaborador. Guía a tu colaborador inicialmente con los ojos abiertos para
calibrar sus movimientos oculares cuando evoca las diferentes imágenes que
le está pidiendo. Una vez se haya establecido la línea del tiempo, prueba a
cambiar las submodalidades y pide retroalimentación de tu colaborador, Re-
cuerda dejar las mismas submodalidades que tu colaborador tenía antes de la
práctica.
73
5-LAS CREENCIAS
5.1-Introducc ión
Las creencias son afirmaciones, pensamientos, juicios e ideas sobre noso-
tros mismos, sobre la gente de nuestro entorno, el mundo que nos rodea y su
funcionamiento. Nuestras creencias filtran lo que captamos a través de nues-
tro sistema sensorial, de manera que determinan el significado que asociamos
a cada vivencia en particular, por insignificante que esta nos parezca. Las
creencias ejercen un gran impacto sobre la manera en que nos comportamos y
los resultados que obtenemos en base a nuestro comportamiento.
Las creencias también pueden tener un efecto muy significativo sobre nuestra
salud, concretamente sobre el famoso “efecto placebo”. En numerosos estudios
clínicos se ha determinado que un porcentaje estadísticamente significativo de
pacientes responden a los placebos (sustancias inactivas) igual o mejor que los
pacientes que reciben el fármaco activo. ¿Por qué? Sencillamente porque creen
que va a funcionar. Tal puede ser la fuerza de una creencia.
Una vez que creemos en algo, tendemos a ignorar las evidencias en contra
y aceptamos sólo aquella información que refuerza esa creencia. Como bien
dijo Henry Ford :“Tanto si crees que puedes como si no, estás en lo cierto”.
75
tidad de creencias, tanto propias como ajenas, que manifestamos en nuestro
discurso habitual.
Mientras crecemos, las expectativas que la gente que nos rodea tienen en
relación con nosotros nos van modelando poco a poco, sin que nos demos
cuenta. Cuando somos jóvenes, tendemos a creer lo que otros dicen sobre
nosotros porque carecemos de experiencias que nos permitan contrastarlo, y
estas creencias pueden permanecer instaladas muchos años más tarde sin que
logros posteriores sean suficientes para modificarlas.
Una creencia nace de una idea que con el paso del tiempo va reafirmándose
a través de las experiencias que se viven. Cuando se han reunido las suficien-
tes experiencias de manera repetida, se percibe que la idea inicial ha sido lo
suficientemente sustentada y es por tanto cierta. Es entonces cuando la idea
inicial se ha convertido en creencia. A partir de entonces, todo lo que hacemos
mantiene y refuerza nuestra creencia. Lo que ha sucedido en este punto es que
las creencias ya han dejado de ser simples mapas o recuerdos de las experien-
cias y se han convertido en estrategias que se emplearán para la planificación
e interpretación de acciones futuras.
Cuando creemos algo, actuamos como si fuera verdad. De ahí que no sea
fácil encontrar pruebas de su falsedad. Tal como mencionamos en la introduc-
ción a este módulo, las creencias actúan como una especie de profecía, y para
ello se sirven de su potente efecto de filtro de nuestra percepción. Los hechos
se interpretan de acuerdo con las creencias y las excepciones nos sirven para
confirmar la regla. Se trata de un círculo de retroalimentación que tiende a
perpetuar lo que creemos cierto.
76
Dado que las creencias constituyen un generador tan potente de significado
en nuestras vidas y desempeñan un papel tan central en el proceso de percep-
ción, es esencial que comencemos a hacernos con el control consciente de
nuestras creencias, y para ello primero deberemos poder reconocerlas.
Por otro lado, las creencias estructurantes o núcleo derivan de anclajes ins-
talados antes de que alcanzáramos la madurez. Suelen aparecer como conse-
cuencia de las siguientes vivencias:
• Evento acontecido en un periodo relevante (como la primera infancia)
• Una primera ocasión (como la primera relación sexual)
• Una experiencia prolongada y repetitiva (como una convivencia de mu-
chos años con otra persona)
• Una experiencia emocional intensa (como un trauma o una traición)
77
hay una intención positiva. A nivel inconsciente, es preferible creer que uno
es incompetente que creer nada en absoluto; o el hecho de creer que el sufri-
miento de un familiar es mi culpa es preferible a creerme sin familia.
5.3-Modelo P.O.P.S.
El modelo P.O.P.S. es un acrónimo de Prueba-Operación-Prueba-Salida (en
inglés, Test-Operation-Test-Exit). Este modelo POPS nos proporciona una
manera útil de ver las estrategias que empleamos para relacionarnos con el
mundo, comprender cómo funcionan y cómo pueden ser modificadas si no
estamos obteniendo los resultados que estamos buscando. La principal apli-
cación de este modelo consiste en determinar si hemos alcanzado un objetivo
o no. El proceso finaliza cuando logramos el objetivo, de lo contrario, debere-
mos cambiar nuestra conducta o nuestras acciones y repetir el proceso.
Veamos primero en qué consiste cada una de las diferentes partes del mo-
delo:
Prueba (1): suele llamarse también disparador, y es el elemento que co-
mienza la estrategia. En la fase de prueba, establecemos una representación
del estado o resultado deseado, así como los criterios que vamos a emplear
para evaluar el progreso. Sin criterios claros, corremos el riesgo de sobreana-
lizar la situación y quedar confusos y reactivos.
Operación: son las acciones que emprendemos para conseguir el objetivo,
78
ya se trate de una búsqueda o creación de recursos e información, un cambio
de diálogo interno, etc. Esta fase incluye cualquier paso que demos, por pe-
queño que sea, para movernos en dirección al resultado deseado.
Prueba (2): en este punto comparamos el resultado obtenido tras la opera-
ción y se aplican los criterios de evaluación. Si los criterios han sido satisfe-
chos, entonces podemos salir del proceso y disfrutar del resultado. Si los cri-
terios no han sido satisfechos, entonces retornaremos al punto de operación y
emprenderemos de nuevo acciones. También existe la posibilidad de cambiar
los criterios y, por tanto, el resultado deseado.
Salida: cuando el resultado deseado satisface los criterios de evaluación,
entonces se sale del proceso y el algoritmo finaliza.
Se debe ver el proceso como un bucle que se repite hasta que el resultado
deseado ha sido alcanzado. Es como si se tratara de un algoritmo implemen-
tado en un ordenador, un programa que repite y repite hasta llegar al resultado
deseado satisfaciendo las condiciones especificadas. Y precisamente esta es
la forma de aprendizaje en que se basa, por ejemplo, el método científico.
El ensayo-error es una herramienta realmente válida en nuestro proceso de
aprendizaje y crecimiento interno, ya que nos permite eliminar del mapa el
concepto de “fracaso”. De acuerdo con este modelo, todo será retroalimen-
tación.
Una creencia cualquiera suele ser neutra y nos ayuda en nuestra interacción
con el mundo. No obstante, cuando elaboramos nuevos planes y fijamos obje-
79
tivos diferentes, solemos encontrarnos con bloqueos mentales y/o emociona-
les que nos complican el recorrido hasta el resultado que deseamos obtener.
De hecho, una creencia puede estar bloqueando en nuestra mente el acceso a
un resultado superior y no solo el camino hacia el mismo. En el momento en
que nos planteamos nuevos objetivos, las creencias pasan a dividirse en dos
categorías: limitantes y potenciadoras. Las creencias limitantes son aquellas
que limitan nuestro comportamiento y, por tanto, los resultados que podemos
alcanzar. Las creencias potenciadoras, por el contrario, son aquellas que nos
proporcionan una mayor flexibilidad, amplían nuestras miras e incrementan
nuestro potencial.
Creencias limitantes
Exploremos ahora las creencias limitantes a través de un caso concreto,
el de un hombre al que rechazan constantemente las mujeres (o al menos él
así lo vive). Posiblemente, este hombre habrá desarrollado de que “Todas las
mujeres me rechazan”. Aplicando el metamodelo, comprobamos que en esta
creencia se incluyen las tres principales estrategias de procesamiento men-
tal: omisión, distorsión y generalización. Esta creencia tendrá una influencia
decisiva sobre el resto de su vida, específicamente en lo que respecta a su
manera de relacionarse con las mujeres, la selección que haga de las mismas
y su deseo de iniciar una relación de pareja, entre otras cosas.
Desde el punto de vista de este hombre, es razonable creer que todas las
mujeres lo rechazan. La idea es lógica dentro de sus esquemas mentales, de
su visión del mundo. Después de todo, se trata de una idea reforzada con años
de experiencia vital. Esa creencia en particular le permite anestesiarse ante
el dolor que le genera el rechazo que vive una y otra vez. En circunstancias
normales, se trata de una creencia útil, y es por eso que sigue ahí. La mente
no desea necesariamente que prosperemos; desea que sigamos con vida. Y la
vida de este hombre es más apacible si ni siquiera intenta relacionarse con las
mujeres, ya que desaparece así la fuente de ansiedad y desvalorización
80
que tienda a conocer solamente a mujeres que lo rechacen. Quizá se sienta
contento si consigue que una mujer se interese al menos durante unas horas
por él. Este es un posible resultado al cabo de unos meses, pero ¿y si hubiera
decidido desafiar su creencia desde el principio?
Creencias potenciadoras
81
creencias hacen que sobresalgan unas u otras cosas en nuestra conciencia.
Poner la atención sobre cosas diferentes a las habituales nos permitirá extraer
nuevas conclusiones, generar nuevas creencias e ideas y obtener resultados
diferentes. Si sabemos hacia dónde nos movemos, entonces solo tendremos
que ir calibrando los resultados. Si lo que hemos hecho no ha dado el resulta-
do deseado, probaremos otra cosa. En este proceso de verificación podemos
emplear el modelo P.O.P.S.
82
Además de la pura toma de conciencia, la forma más sencilla de identificar
una creencia es a través del lenguaje, de las expresiones que escogemos al
comunicarnos. La elección de las palabras es un proceso inconsciente y reve-
la la forma de pensar de nuestro interlocutor. También podemos preguntar a
alguien “por qué” hace algo, aunque debemos esperar una cierta resistencia
ya que no nos gusta explicar las razones por las que hacemos las cosas por
temor a que nos las cuestionen. Vemos que para la identificación de creencias
no está censurado el uso del “¿por qué?”, de hecho es la herramienta que nos
ayudará a percatarnos de nuestras creencias y a desestabilizarlas al profundi-
zar en las justificaciones y mecanismos que las mantienen activas.
• Operadores modales: “No debería estar aquí”, “No soy capaz de conse-
guir un trabajo decente”. ¿Por qué?
• Nominalizaciones: “Por el honor”, “Ante todo el respeto”, “Mi familia
me causa frustración”. ¿Por qué haces cosas por conceptos que sólo existen
en tu mente?
• Causa-efecto: “Si soy blando con mis hijos, se van a creer que soy débil
y no me van a respetar”. ¿Por qué? ¿Qué te hace creer eso o siquiera pensarlo?
• Cuantificadores universales: “Todos los jefes son unos avaros”, “Siem-
pre acabo igual”, “Nunca conozco a hombres que merezcan la pena”. ¿Por
qué piensas eso? ¿Todos? ¿Siempre? ¿Nunca? ¿Ha habido excepciones?
• Juicios generalizados: “A quien madruga, Dios le ayuda”, “Dime con
quién andas y te diré quién eres”. ¿Por qué crees esas cosas? ¿Por qué crees
que se aplican universalmente?
5.6-Valores
Los valores son estados mentales complejos, modos de existencia por los
que se opta y, en consecuencia, en los que se cree. Pertenecen al ámbito de las
creencias más arraigadas. En función de los valores (y creencias) nos permi-
83
timos vivir unas u otras experiencias y evaluamos las situaciones y compor-
tamientos como buenos o malos, justos o injustos, éxitos o fracasos. Su poder
emocional es increíble.
En relación opuesta a los valores nos encontramos con los antivalores. Estos
son contrarios a la dignidad de la naturaleza humana puesto que todo ser hu-
mano está llamado a superarse a sí mismo. Cuando una persona actúa en con-
sonancia con algún antivalor está actuando por debajo de sus posibilidades.
Listado de valores/antivalores
Valores
• Libertad
• Felicidad
• Honestidad
• Humildad
• Amor
• Paz
• Respeto
• Responsabilidad
• Sencillez
• Tolerancia social
• Unidad
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• Ayuda
• Amistad
• Caridad
• Equidad
• Justicia
• Fidelidad
• Conocimiento
• Trabajo
• Limpieza
Antivalores
• Esclavitud
• Angustia
• Deshonestidad
• Arrogancia
• Odio
• Guerra
• Desprecio
• Irresponsabilidad
• Altanería o soberbia
• Intolerancia social
• Divisionismo
• Perjuicio
• Enemistad
• Envidia
• Desigualdad
• Injusticia
• Infidelidad
• Ignorancia
• Pereza
• Suciedad
85
do tiene el mismo concepto de felicidad. Ahora responde: ¿vives de acuerdo
a tus valores?
5.7-Niveles neurológicos
Podemos vivir nuestras creencias (en forma de pensamiento, experiencias
o comportamientos derivados de vivencias) en diferentes niveles de la expe-
riencia de los seres humanos. Estos niveles de la experiencia humana fueron
descritos por George Bateson, antropólogo y psicólogo estadounidense, y Ro-
bert Dilts, uno de los principales impulsores de la PNL, quienes les dieron el
nombre de niveles lógicos o neurológicos. Estos niveles representan los di-
ferentes escalafones sobre los cuales se organizan nuestra experiencia y per-
cepción de la realidad; las diversas dimensiones que se encuentran presentes
simultáneamente en toda situación y en toda vivencia. Toda situación puede
describirse en función de diferentes parámetros o dimensiones que guardan
una relación jerarquizada entre sí, de manera que cada nivel contiene e influye
a los inferiores. Los niveles (de mayor a menor) son los siguientes:
86
tus comportamientos?
Entorno: ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Con quién? ¿Dónde, cuándo y con quién
pones en práctica tus comportamientos? ¿Cuáles son las influencias y las li-
mitaciones que están actuando sobre ti?
87
más consciente, permitirá efectuar cambios más rápidos y, sobre todo, facti-
bles para la persona.
88
Cambio de creencias a través de submodalidades
89
7) Cambio de contenido: usando alguna otra submodalidad, cambiare-
mos el contenido de la creencia no deseada antigua a la nueva creencia. Por
ejemplo, podemos conseguir que la imagen de la antigua creencia se sitúe tan
distante que sea imposible distinguirla, y
retomar la visualización con la imagen de la nueva creencia. También es
posible hacer que la imagen sea tan brillante u oscura que el viejo contenido
desaparezca, y en seguida hacerla volver con el nuevo contenido, etc.
C. Verificación
90
• Sensaciones corporal: prestar atención a lo que experimenta a nivel fí-
sico. Sostener sensaciones y enviar respiración hacia esa parte en concreto.
• Llevar al interlocutor al pasado para que intente conectar con las pregun-
tas “¿quién te dice eso?”, “¿dónde escuchaste eso?”
• Desestabilizar la creencia limitante mediante preguntas que lleven al in-
terlocutor a expandir su mapa: ¿qué pasa si puedes con todo?, ¿qué pasa si
no puedes con todo? Estas preguntas nos permitirán acceder al beneficio o
intención positiva de tal creencia. En este caso, por ejemplo, una respuesta
típica podría ser “si puedo con todo me valoran, me reconocen, y si no puedo
con todo soy débil y me rechazan”
• Recapitulación de la información obtenida: “Podemos decir entonces
que A significa B” (podemos decir que si puedes con todo eso significa que
recibirás amor). Preguntar si es útil y necesario mantener esta creencia limi-
tante. Si la respuesta es “Sí” deberemos volver atrás y desestabilizar aún más
la creencia.
• Nueva creencia: definir la nueva creencia según los criterios del proto-
colo anterior.
• Visualizar de forma disociada las implicaciones de la nueva creencia:
cómo te ves a ti mismo/a, cómo te mueves, cómo es tu tono de voz, cómo te
expresas... Después asociar al interlocutor y que sienta en primera persona
cómo sería tener ya instalada esa nueva creencia.
• Verificar la ecología de la nueva creencia.
91
Definir las creencias en conflicto: qué creencia me mantiene donde estoy
(estado inicial) y cuál es la creencia que deseo desarrollar (estado deseado).
Por ejemplo, “soy débil y dependiente”, lo cual me impide “ser autónomo y
asumir responsabilidades”.
92
Identificación de recursos: volviendo a la metaposición, identificaremos
qué recursos tiene cada una de las partes que le falten a la otra.
Prácticas
93
6-AUTOESTIMA, MOTIVACIÓN Y
MODELADO
En el módulo anterior tratamos en profundidad el ámbito de las creencias
y cómo estas influyen en la percepción que tenemos de nuestras conduc-
tas, nuestras capacidades y nuestra identidad. Vimos cómo específicamente
la confusión que se produce entre nuestras capacidades y nuestra identidad
constituye una enorme fuente de desasosiego, desvalorización y falta de con-
fianza. Ahora que ya sabemos que nuestra identidad no está definida por nues-
tras capacidades, creencias o comportamientos, pasaremos a profundizar en
la importancia de la autoestima y cómo fortalecerla para formular y alcanzar
los objetivos que nos propongamos.
6.1-Autoest ima
¿Cuántas veces nos habremos dicho “no puedo hacer eso” sin siquiera ha-
berlo intentado? Y, efectivamente, no lo podemos hacer. ¿Cuántas veces nos
ha invadido miedo al fracaso, a lo que todavía esta por venir, y sufrimos a
consecuencia de ese miedo? ¿Cuántas veces hemos logrado todo lo que de-
seábamos y, en ese instante, empezamos a pensar que “no puede ser todo tan
perfecto” o que en realidad no nos lo merecemos? Todo esto está estrecha-
mente relacionado con la autoestima. La autoestima, como su nombre indica,
hace referencia a la estima en que nos tenemos o la manera en que nos valo-
ramos a nosotros mismos. Y el nivel de autoestima que tenemos, deriva di-
rectamente de la seguridad, confianza y éxito que manejemos en nuestra vida.
94
en el camino y así poder manejar nuestras emociones de una manera asertiva
y sana tanto para nosotros como para los demás.
Condicionamientos de la autoestima
95
influyen en la relación que nuestros progenitores tienen con nosotros. Y en
función de las reacciones que susciten en nuestros padres procederemos a
incorporar tales conductas o habilidades a nuestra identidad o a censurarlos.
Es decir, nos íbamos formando una idea de nosotros mismos en función de la
información que nos facilitaban.
Si a todo esto le añadimos que siempre hay alguien que nos dice “si no aprue-
bas no vas a llegar a nada en la vida”, y resulta que no aprobamos; o “eres un
incompetente” y nos comparan con otra persona que según sus criterios sí es
competente; si recibimos descalificaciones de forma continuada, o castigos
cuya razón u origen no terminamos de comprender; si nos hieren emocional-
mente, si no recibimos abrazos, si nadie nos valora o reconoce… entonces ya
quedamos del todo convencidos de que no valemos o merecemos nada.
96
Si los educadores, tanto en el hogar como en la escuela, eran estrictos y
nos controlaban y atemorizaban exigiendo una obediencia impuesta y enfure-
ciéndose si no se cumplía, entonces se estaba minando la autoestima del niño,
recalcándole su inutilidad y su falta de valía personal y de un futuro optimista.
97
sajes negativos que les han mandado, tales como “¿debería darte vergüenza?”
“eres un incompetente, un vago, un estúpido, etc.”
Importancia de la autoestima
98
mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso; la clave
para entendernos a nosotros mismo y a los demás..
¿De qué manera, específicamente, influye una autoestima alta sobre nuestra
calidad de vida? Una autoestima alta nos ofrece más posibilidades de estable-
cer relaciones saludables y basadas en el respeto, dado que aquello que vibra
en una misma frecuencia se atrae entre sí: la salud atrae a la salud, y un estado
de ánimo lleno de vitalidad y generosidad es más atrayente que el bloqueo
emocional y la tendencia a manipular a los demás.
99
Cuanto más elevada sea nuestra autoestima, mayores serán nuestras ca-
pacidades creativas en nuestro entorno laboral o académico, lo que también
implica mayores posibilidades de lograr el éxito. Una autoestima positiva
nos permite estar mejor preparados ante las adversidades. ¿Por qué? Una au-
toestima saludable proporciona flexibilidad, y esta nos ayuda a manejar la
presión que de otra forma nos llevaría a la desesperación o al fracaso. Cuanto
más alta sea la estima que nos profesamos a nosotros mismo, más inclinados
estaremos a tratar a nuestros congéneres con respeto, bondad y generosidad,
ya que no los percibiremos como una amenaza; el respeto por uno mismo es
una condición indispensable para poder respetar a los demás.
100
Cómo aumentar la autoestima
Elimina lo negativo. Por ejemplo: Si ves una imagen que no produce algo,
que “no puede”, cámbiala. Si tu imagen física no es la que tu quieres, ajústala,
etc. Que la imagen represente tus fortalezas, tus mejores habilidades, que te
veas como cuando alcanzaste esa meta que tanto habías deseado
101
- Técnica de análisis y visualización
Ahora imagina cuál sería tu estado ideal. Para ello, crea una película mental
lo más detallada posible, incluye sonidos, sensaciones agradables, diálogos
internos potenciadores, etc. En esta película estás en posesión de tus mejores
recursos, alcanzando tu estado ideal: una salud plena, bienestar, abundancia,
amor, etc. Lo que tú decidas.
Analiza que más hubieras podido lograr si hubieras cultivado una mayor
autoestima personal, si te sintieras más valioso y con mayores capacidades de
actuación.
102
tó con amor y respeto. Es importante que elijas a una persona que represente
verdaderamente estas cualidades, ya que será tu guía o modelo para encontrar
tus propios recursos de amor y autoestima.
103
que repetir el proceso hasta encontrar el ancla adecuada o hasta que seas ca-
paz de asociarte al estado deseado con mayor intensidad.
Fijar objetivos
- Basado en aprendizaje generativo: adquirido a través de la experien-
cia e impulsado por los objetivos que nos nos marcamos.
- Acción
- Creo mi realidad
- Evolución
- Concentración en lo que quiero
- Busco sistemas adecuados
Resolver problemas
- Basado en aprendizaje adaptativo: cambio en función de los resulta-
dos obtenidos.
- Reacción
- Soy espectador de la realidad
- Supervivencia
- Concentración en lo que quiero evitar
- Me quedo donde estoy y trato de adaptarme
104
La pasión es la mayor fuerza impulsora y la que nos lleva a vivir de un
modo auténtico. ¿Cuáles son los propósitos de tu vida? Estos propósitos sue-
len incluir los siguientes elementos:
Identificar el objetivo
105
• ¿Qué es lo que quiero? Alinearme con mis emociones.
• ¿Cuándo voy a hacerlo? Temporizar.
• ¿Cuánto estoy dispuesto a comprometerme para lograrlo? “Precio” a pagar.
• ¿Qué puedo hacer para lograrlo? Acciones.
• ¿Qué recursos tengo? Habilidades aprendidas.
• ¿Es realmente lo que quiero ahora? Confirmación del objetivo.
• ¿Cuáles son mis presuposiciones respecto a ello?
• ¿Es coherente con mis valores?
• ¿Cómo me voy a sentir cuando lo logre?
Evitaremos las preguntas del tipo “por qué” y “cómo”, ya que tienen un
matiz de evaluación o puesta a prueba. Las preguntas mostradas arriba están
formuladas con un lenguaje más descriptivo, y son muy útiles para sondear
nuestros valores y creencias.
106
Si nos resulta complicado encontrar un objetivo, probaremos a describir
con todos los detalles posibles nuestra vida ideal. Esto nos permitirá conectar
con nuestras necesidades más importantes. Cuanta más conciencia tengamos
de ellas, mayor creatividad tendremos para satisfacerlas.
Plan de acción
107
1. Elabora un plan sencillo.
2. Flexible a largo plazo.
3. Sensato y ecológico.
4. Sigue el plan tal y como lo has decidido. No puedes fallar en tu planifi-
cación.
5. Revísalo con frecuencia por si tienes que modificarlo.
Quiebres
108
Explorar posibilidades, ya sea a nivel de conversaciones que puedo tener
con alguien para cambiar la situación o bien a nivel de acciones, es funda-
mental. Así pues, con las herramientas y conocimientos que hemos adquiri-
do en este apartado, los obstáculos en nuestro camino hacia un objetivo han
dejado de constituir excusas que nos mantienen en nuestra zona de confort.
Práctica
109
7-ANCLAS
7.1-Direcc ión del pensamiento
Cuando cambiamos conscientemente la dirección de nuestro pensamiento
estamos seleccionando deliberadamente un pensamiento que está en coheren-
cia con nuestros deseos. Este proceso consciente también recibe el nombre
de “pivoting”. Los pensamientos negativos suscitan emociones negativas, de
manera que cualquier emoción negativa es indicativa de que estamos tenien-
do un pensamiento negativo. Y cuando albergamos pensamientos negativos,
iniciamos un efecto en cadena que generará un resultado negativo en nuestra
vida.
Nuestro ser interno hace uso de las emociones negativas para darnos un
toque de atención y que cambiemos nuestra forma de pensar. Resulta mucho
más fácil prestar atención a nuestras emociones que a nuestros pensamientos,
ya que estos son tan numerosos y están tan arraigados en nosotros (gran parte
de nuestro diálogo interno) que apenas nos percatamos de ellos. Estamos tan
acostumbrados a pensar negativamente que hasta nos parece algo normal e
inevitable. Por lo tanto, un argumento a favor de cambiar nuestros hábitos
en relación con el pensamiento es el hecho de que nos sentiremos mejor si
pensamos “mejor”.
111
usémoslas como un impulso para cambiar la calidad de nuestros pensamien-
tos y percepciones.
7.2-Anclas
El concepto de ancla no es algo novedoso ni exclusivo del ámbito de la
PNL. Hace ya más de un siglo que Ivan Petrovich Pavlov desarrolló la no-
ción del estímulo-respuesta mediante su famoso experimento. Cada vez que
daba comida a su perro, tocaba una campanilla. Con el paso del tiempo, el
perro acabó asociando el sonido de la campanilla con la comida e, incluso,
empezaba a salivar cada vez que sonaba la campanilla, independientemente
de si había comida o no. De esta forma, Pavlov pudo establecer una relación
entre un estímulo (la campanilla) y un respuesta (la salivación y segregación
de jugos gástricos).
112
Los anclajes constituyen un arma de doble filo, ya que pueden ser muy
útiles, y también muy contraproducentes. La mayoría de los anclajes se ins-
talan fuera de nuestra percepción consciente y, aunque no somos en absoluto
conscientes de que están ahí, ejercen un impacto sobre nuestros estados in-
ternos y nuestros comportamientos. ¿Cómo sabemos qué anclajes son útiles
y cuáles son contraproducentes? Los anclajes útiles son aquellos que generan
recuerdos agradables o propician un estado de confianza, seguridad, alegría o
motivación. También son útiles los anclajes que ponen en marcha comporta-
mientos útiles. Por otro lado, los anclajes contraproducentes nos sumergen en
estados internos y conductas limitantes. He aquí algunos ejemplos:
113
no se completará el resto del proceso original, de manera que la estrategia
que se había interiorizado no se completará de la misma forma. Este proceso
también recibe el nombre de interrupción del patrón.
En un instante único. Esto sucede durante vivencias con una elevada carga
emocional, ya sean las emociones positivas o negativas. Por ejemplo, imagina
que tu marido te anuncia que desea el divorcio cuando estáis cenando en un
bar y suena una canción específica. Cuando vuelvas a escuchar esa canción en
el futuro, ¿qué acudirá a tu mente?
7.3-Polar idades
Una de las estrategias que las personas empleamos para ordenar nuestra
realidad es la catalogación a través de las polaridades. Habitualmente etique-
tamos a las personas de nuestro entorno como buenas/malas, inteligentes/
tontas, aburridas/divertidas, alegres/tristes, etc. Y en este proceso de cataloga-
ción solemos emplear términos absolutos (o blanco o negro) que se encuadran
dentro del proceso de polarización. Y este proceso lo realizamos a través del
lenguaje, ya que mediante su uso establecemos las polaridades que aparente-
mente definen a los demás, así como a nosotros mismos. El uso del lenguaje
114
no hace más que confirmar lo que pasa dentro de nosotros.
115
Veamos otros ejemplos de polaridades:
Demandante – Demandado
Sensible – Insensible
Superado – Enojado
Víctima – Acusador
Celoso – Superado
Escribe en una hoja todo lo que NO eres. Una vez que termines el listado,
busca el opuesto. Por ejemplo, si escribiste que no eras agresivo, busca el
opuesto de ser agresivo; por ejemplo, pacífico.
116
Sincronización con el momento culminante de la experiencia: cuando re-
cordamos una situación en la que, por ejemplo, nos sentimos seguros de no-
sotros mismos, la sensación comenzará a hacerse cada vez más fuerte hasta
que alcance un punto álgido. El ancla deberá ser aplicada cuando la respuesta
casi ha alcanzado el máximo y mantenida hasta que la respuesta alcanza su
clímax. Aplicar el anclaje pasado el punto máximo hará que anclemos un es-
tado más débil o incluso indeseable.
Repetición del estímulo: para que el anclaje funcione hay que reproducirlo
de forma exacta. No obtendremos el mismo estado si aplicamos el ancla en
otra parte del cuerpo, o con una presión distinta, o con un tono de voz dife-
rente.
117
Establecer un anclaje para crear un estado interno
Una herramienta útil para evocar un recuerdo que nos permita establecer
un anclaje consiste en inducir una asociación profunda y vívida. Para ello
podemos emplear como modelo el siguiente guión:
118
diferentes recursos al mismo, también podemos apilar los anclajes. Esto es,
repetir el proceso varias veces mientras evocamos diferentes vivencias en el
mismo estado, o diferentes, y anclándolos al mismo disparador. Este proceso
de acumulación de anclas lo veremos más detalladamente en el apartado de-
dicado a la búsqueda de recursos.
119
ancla y mantenerlo hasta llegar al máximo. Si no lo hacemos en el punto álgi-
do, el anclaje no será lo suficientemente eficaz.
• Romper estado.
• Repetir los pasos 4 y 5 varias veces para establecer y afianzar el anclaje.
• Comprobar la asociación disparando el anclaje y verificando que esta-
mos experimentando el estado deseado. Si no es así, el anclaje no es lo bas-
tante fuerte, por lo que repetiremos los pasos 4 y 5.
Para que el estado evocado sea más potente en el paso 4, puede sernos de
utilidad ajustar las submodalidades o adoptar una fisiología que refleje el es-
tado deseado.
Conviene tener presente que está fuera de nuestro dominio cambiar a otras
personas. Sin embargo, disponiendo de más recursos, podemos elegir entre
diferentes comportamientos a la hora de interactuar con los demás. Si los
demás desean seguir participando de la interacción con nosotros, entonces se
verán obligados a modificar sus comportamientos.
120
padres o abuelos. El colapso de anclajes es una técnica que podrá ayudarnos
a transformar este tipo de situaciones.
121
puede sacudir hacia atrás, su cara puede enrojecer, una mano se puede sacudir
ligeramente o los párpados pueden temblar. Cada persona reacciona de una
manera diferente en cada caso.
• Una vez hayamos sentido un cambio, retiraremos primero el anclaje ne-
gativo.
• Esperaremos cinco segundos y retiraremos el anclaje positivo.
• La última fase es la que se denomina “Puente al futuro”. Consiste en
imaginar una situación futura en la que anteriormente habríamos reaccionado
con el estado problemático. ¿Qué sucede ahora en esa situación imaginada?
¿Cuál es la nueva reacción?
Hay veces en las que el estado problemático puede ser muy poderoso en
comparación con el estado deseado, o puede ser que la distancia percibida
entre ambos estados sea muy grande. Para algunas personas, pasar de una po-
laridad a otra puede ser un paso demasiado grande como para realizar de una
sola vez. En tal caso, se recomienda desarrollar varias fases intermedias entre
estos estados. Estableciendo anclajes encadenados construimos una vía neu-
rológica que nos ayuda a movernos a través de diferentes estados de manera
sencilla e inconsciente hasta llegar al estado deseado. Tal como vimos en el
módulo dedicado a la fijación de objetivos, para alcanzar una meta que con-
cebimos como lejana, es importante establecer un plan de acción basado en
pequeños objetivos intermedios, cuya consecución no hará más que alimentar
nuestra motivación y nuestro impulso para alcanzar la meta final.
122
focada a conseguir un cambio de conciencia y un descubrimiento de nuestros
recursos. Contactando con cada parte podemos ampliar y enriquecer la per-
cepción que tenemos sobre nosotros mismos descubriendo nuestras “subper-
sonalidades”. De esta manera no permitiremos que ni una polaridad ni la otra
tomen el control.
En la medida en que tratamos de “ser perfectos” y eliminar nuestras faltas,
nuestra imperfección adquiere mayor fuerza. Si tratamos de negar o ignorar
nuestros sentimientos desagradables y solamente prestamos atención a los
agradables, entonces serán esos sentimientos desagradables los que adquieran
más fuerza. Cuando exaltamos con vehemencia nuestras cualidades positivas,
como la generosidad, estamos negando, en este caso, nuestro egoísmo. Como
consecuencia de este rechazo, este último surge con mayor intensidad y se ve
reflejado en mi conducta.
123
concreta de nuestra polaridad.
Después de exponer la necesidad y motivaciones de la primera parte, vol-
ver a metaposición y observar lo acontecido. Se pondrá una etiqueta (una
palabra que defina claramente esa parte de la polaridad en caso que sea una
situación o un objetivo a alcanzar) y se apuntarán sus características.
Repetir el mismo proceso con la otra parte de la polaridad, aunque esta vez
desde la otra silla.
Nos sentamos frente a la persona y pedimos ayuda al inconsciente.
Tomar primero la mano derecha (o izquierda, según se prefiera) de la perso-
na y asociar la palma de la mano con la etiqueta y las características corres-
pondientes a una de las partes de la polaridad.
Repetir proceso con la otra mano.
Tomar una a una las manos de la persona y, en cada una preguntar: Cuando
ya tienes todo esto que necesitas, ¿qué consigues que es aún más importan-
te?” Y esto nos llevará a un valor.
Repetir proceso con la otra mano.
A continuación, preguntar a cada mano, en referencia a la otra parte de la
polaridad: “¿Puede esta parte aceptar lo que quiere la otra?”
Al haber identificado el valor que subyace a cada una de las partes, podre-
mos llegar a un consenso entre ambas que contribuya a la misión común.
Integración de ambas partes: la persona acerca lentamente las dos manos,
hasta que las dos polaridades se fusionan. A continuación, va acercando sus
dos manos a su pecho, hasta integrar en su cuerpo esta nueva realidad, cons-
ciente de la transformación de cada una de sus células y dejándose invadir por
la nueva energía que le embarga.
Prácticas
124
A continuación, procede a establecer el anclaje de recursos expuesto en el
apartado 7.5. Si lo consideras necesario puede aplicar una pila de anclas.
Silla caliente
Para esta práctica necesitarás la ayuda de un colaborador. Pide a tu cola-
borador que identifique una polaridad no integrada (p. ej., dedicarme a mi
pasión frente a mantener la seguridad económica de mi trabajo actual). Aplica
los pasos detallados en el apartado 7.6.
125
8-HIPNOSIS ERIKSONIANA
8.1-Introducc ión
Han sido muchas las culturas que, en diferentes épocas, han venido apli-
cando el trance como medio visionario para la sanación. En algunos rituales
es el curandero o sacerdote quien entra en trance y, en otros, es el consultante
quien lo hace.
A finales del siglo XIX surgieron en Francia dos grandes escuelas de hipno-
sis de reputación internacional: la escuela de Nancy, liderada por Bernheim y
Lièbault, quienes defendían que la hipnosis se alcanzaba por “sugestión”; y la
Salpêtrière en París, dirigida por el neurólogo Charcot, quien afirmaba que se
producía como consecuencia de la histeria, trastorno que consiste en padecer
una enfermedad imaginaria que imita a una enfermedad real.
Milton Erickson
127
intervención era diferente con cada consultante. Su modelo terapéutico no
responde a ninguna escuela de terapia reconocida, llegando a desmarcarse de
la influencia del psicoanálisis, del conductismo y de la terapia cognitiva, aun-
que a menudo utilizaba metodología de todas ellas, y de otras orientaciones.
Estados de conciencia
128
• ondastheta
• ondas delta
129
tras conducir un rato, de repente se da cuenta de que no recuerda cómo ha
conducido durante los últimos kilómetros. Las ondas theta se relacionan con
un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se trata de un estado
en el que las tareas realizadas se han automatizado, ya no se necesita tener un
control atento y consciente de su ejecución, pudiendo el sujeto distanciarse
de ellas mentalmente. Es decir, que su mente está en “otro sitio” (a veces nos
referimos a ello como “estar en la luna”).
Cuando nos vamos a dormir, las ondas cerebrales van pasando sucesiva-
mente de beta a alfa, theta y finalmente, delta. Durante el sueño se producen
ciclos que duran unos 90 minutos. En resumen, en estado beta es cuando lle-
vamos a cabo nuestra actividad cotidiana (siempre y cuando no hayamos acti-
vado el piloto automático). En estado alfa entramos en estado de meditación.
En estado theta entramos en estado de hipnosis. Y en estado delta estamos
completamente dormidos.
130
táforas, historias, anécdotas). Más adelante en este módulo nos adentraremos
específicamente en el uso del lenguaje hipnótico y las metáforas.
131
• La revisión del pasado no es la clave para solucionar el conflicto:
según Erickson, el pasado no se puede cambiar, y aunque se puedan encon-
trar explicaciones, lo que se vive es el hoy y el mañana, y eso es lo que debe
atenderse.
132
plejidad del modelo ericksoniano consiste en que resuelve el conflicto entre
un enfoque directivo y uno no directivo inclinándose por un modelo directivo
que promueve la libertad y el poder personal de todo ser humano.
Por lo tanto, quien padezca una afección médica o psicológica deberá ante
todo consultar a un profesional sanitario cualificado. Este especialista será
quien mejor podrá asesorar al interlocutor si la hipnosis es aconsejable para
su problema y cómo incluirla en su tratamiento en caso necesario.
El informe de la SBP de 2001 afirma que “Hay suficientes estudios que de-
muestran que los procedimientos hipnóticos pueden ser beneficiosos para el
tratamiento de un amplio rango de problemas, tanto del campo de la medicina
como de la psiquiatría o la psicoterapia”.
133
Por lo general, suelen aplicarse tres tipos de procedimientos hipnóticos:
Lenguaje hipnótico
134
mismo papel que los verbos inespecíficos. Por ejemplo, si decimos a nuestro
interlocutor que “poco a poco, a su ritmo, se sentirá cada vez más relajado”,
no estamos imponiéndole limitación alguna, con lo que promovemos la libre
manifestación corporal de nuestra sugerencia.
135
ojos". La dificultad de las sugerencias directas es que conllevan el riesgo de
no ser aceptadas. Erickson consiguió desarrollar habilidades excepcionales
de comunicación y superó tal resistencia con el uso de sugerencias camufla-
das (“alguien en su situación estaría mejor tumbado, por favor"), sugerencias
indirectas (me pregunto cuándo "se tumbará") o dobles vínculos ("¿prefiere
sentarse en esta silla o tal vez en esta otra?”).
8.3-Metáforas
Las historias o anécdotas constituyen una herramienta excelente dentro de
la hipnosis ericksoniana. Sin embargo, cuando empleemos metáforas no lo
haremos como un simple adorno o una distracción de nuestro discurso. El
poder que una metáfora bien elaborada puede ejercer sobre la comunicación
es asombroso, ya que se evocan emociones, recuerdos y asociaciones. De esta
manera, llegamos a estructuras y representaciones profundas del consultante
a las que de otro modo no podríamos acceder.
¿Por qué el lenguaje metafórico genera tanto impacto y es tan eficaz? Este
efecto se debe a que que las expresiones metafóricas generan una mayor acti-
vidad neuronal y precisan de la movilización de una mayor cantidad de recur-
sos cognitivos que las expresiones literales. Las metáforas estimulan el fun-
cionamiento del hemisferio derecho del cerebro, el cual procesa los mensajes
a través de imágenes mentales.
136
El uso de las metáforas presenta una doble función. Por un lado, las metá-
foras poseen un enorme poder hipnótico, ya que consiguen captar la atención
del consultante y, por otro, son instructivas, aunque de una forma sutil y dis-
creta, lo que contribuye a su elevada eficacia. Y es precisamente su sutileza
lo que permite llegar a personas con un mayor grado de resistencia, ya que no
estamos ofreciendo consejos o soluciones directas para que el consultante las
acate, sino más bien una representación simbólica de una situación conflictiva
en concreto. Las metáforas no mencionan o describen el problema de forma
directa sino que lo reflejan. De esta manera, el problema no aparece en el
contexto del consultante, sino en un contexto ajeno a la realidad.
137
como para que la intención sea percibida por el consultante. Esto es de una
importancia vital, ya que de lo contrario el consultante activará sus mecanis-
mos de resistencia.
Además de la estructura, la metáfora debe mostrar una solución. Las metá-
foras siempre deben transmitir el mensaje de que hay una solución posible al
problema y que dicha solución es sencilla. Procuraremos presentar tal solu-
ción como el modo de actuación más natural posible.
El tercer criterio, y más importante, es que la metáfora debe ser ecológica.
Hay que excluir de ella motivaciones fútiles o peligrosas y asegurarse de que
el consultante no tome un camino erróneo.
Entrega de la metáfora
138
8.4-Técnicas de acompañamiento: inducc ión al
trance
139
Asimismo los enfoques permisivos dan validez a cualquier experiencia o
respuesta. Toda experiencia o respuesta se considera aceptable y adecuada-
mente vinculada con el resultado que se desea (por ejemplo, "Si su mente
consciente es distraída por los ruidos del ambiente o por sus pensamientos,
su mente inconsciente puede tener mayor libertad para ayudarlo a entrar en
trance", o [si no se produjo alguno de los efectos sugeridos] "Perfecto, su in-
consciente puede realizar elecciones apropiadas para usted, y quizás de esta
manera usted pueda disfrutar de una experiencia de trance más profunda").
140
Aunque existe un sinfín de técnicas y procedimientos de inducción al tran-
ce, nosotros nos enfocaremos inicialmente en una inducción al trance basada
en los sistemas representacionales. Para ello, emplearemos predicados que
activen cada uno de los tres grandes sistemas representacionales (visual, au-
ditivo, cinestésico), y procuraremos hacerlo partiendo del exterior y yendo
hacia el interior; es decir, empezaremos conectando con estímulos del entorno
y, poco a poco, iremos llegando a sensaciones y representaciones interiores.
141
• Finalización de la inducción: “Ahora que has conseguido relajarte por
completo, puedes sentir cómo te invade una agradable sensación de bienestar
y paz”.
• A partir de este momento, procederemos a guiar al consultante por expe-
riencias conflictivas que permanecen bloqueadas, a acceder a vivencias posi-
tivas para rescatar recursos, a conectar con miembros del árbol genealógico
para darles recursos o recuperar información perdida, a ofrecer nuestro relato
o metáfora, etc.
Prácticas
142
9-REENCUADRE
9.1-Reencuadre (reordenamiento de recuerdos)
Antes de adentrarnos en los procesos de reencuadre (reframing) conviene
que aclaremos varios conceptos de manera que entendamos esta valiosa he-
rramienta en todas sus dimensiones. En primer lugar profundizaremos en el
principio de intención positiva y, a continuación, explicaremos brevemente el
concepto de marco o encuadre psicológico.
Así pues, podemos decir que el reencuadre constituye un recurso para "pen-
sar en un acontecimiento de forma diferente", " ver las cosas de otra manera",
"asumir un nuevo punto de vista", "tomar en consideración otros factores" o
"reenmarcarlos confiriéndoles un significado útil o favorable".
144
que queremos”. El encuadre-problema nos lleva a centrar nuestra atención en
las manifestaciones indeseables y la búsqueda de las causas que las originan,
mientras que el encuadre-objetivo nos invita a pensar en los objetivos y los
efectos deseados, así como en los recursos necesarios para alcanzarlos. Por lo
tanto, el encuadre-objetivo nos moviliza a mantener nuestra atención puesta
en las soluciones, orientados hacia las posibilidades positivas del futuro.
145
Reencuadre del contexto
La pregunta que debemos plantearnos a este respecto es: “¿Qué otra cosa
quiere decir esto? ¿cuál es el valor positivo de esta conducta? ¿cómo podría
describir de otra manera mi comportamiento?”. Este tipo de reencuadre se
encuentra muy extendido en ámbitos como la política, la publicidad y las
ventas.
9.2-Reencuadre en 6 pasos
En Programación Neurolingüística se emplea un procedimiento de reen-
cuadre más formal que está dirigido a poner fin a comportamientos no de-
seados a través de alternativas mejores. Lo que se pretende es mantener los
beneficios del comportamiento. Este procedimiento o técnica se conoce como
“reencuadre en 6 pasos” y suele aplicarse en aquellos casos en que una parte
146
de la persona conduce a una conducta que él/ella no desea:
4. Pedir a nuestra parte creativa que genere nuevas estrategias para lograr
el mismo propósito pero que no tengan las consecuencias negativas del com-
portamiento problemático: en este paso accederemos a nuestra parte creativa
y le pediremos que nos ofrezca al menos otras tres maneras de satisfacer
la intención positiva del comportamiento problemático original. Estas nue-
vas opciones deberán ser inmediatas y accesibles. No olvidemos agradecer a
nuestra parte creativa cuando hayamos concluido esta parte.
147
ble del comportamiento problemático que nos dé una señal si acepta las elec-
ciones alternativas. Si algunas elecciones no son aceptables, o si no hay señal,
volveremos al paso anterior para modificar o añadir opciones.
148
• Identificar comportamiento conflictivo propio: desde metaposición
nombraremos el comportamiento concreto que obstaculiza la comunicación.
¿Cómo me comporto con él/ella?
• Descubrir intención positiva: una vez nos ha quedado claro que existen
alternativas a nuestro comportamiento en este contexto concreto, pasaremos
a descubrir cuál es la intención positiva de mantener esta conducta. “¿Qué
me impulsa a seguir actuando de esta manera?, ¿qué provecho saco de esta
situación?”
• Entrar a segunda posición (“el otro”): desde esta posición nos visualiza-
remos a nosotros mismos desde la perspectiva de la otra persona. ¿Cómo se
ve desde aquí tu comportamiento? ¿Qué necesitas o que quieres para ti?
149
9.4-Negoc iac ión
Negociar consiste en comunicar con el objetivo de llegar a una decisión
común que pueda ser aceptada de manera congruente por todas las partes im-
plicadas. Cuando negociamos, estamos participando en el proceso de obtener
lo que queremos de los demás dándoles a ellos lo que quieren. Las negocia-
ciones tienen lugar cuando nos encontramos frente a intereses encontrados.
Como bien dice el refrán, “del dicho al hecho, hay un trecho”; si bien es
fácil de definir, la negociación constituye uno de los aspectos más complica-
dos de la comunicación humana. En este proceso hay un delicado equilibrio
entre la integridad, los valores y los objetivos propios y los de las demás per-
sonas implicadas. En toda negociación habrá valores e intereses compartidos
y otros serán opuestos, de ahí la dificultad de alcanzar el equilibrio.
Cuando albergamos en nuestro interior dos “partes” que están en clara con-
tradicción o se obstaculizan o bloquean mutuamente, nos encontramos ante
una situación susceptible de ser sometida a un proceso de negociación. Mu-
chos de nuestros problemas cotidianos se originan en estos desacuerdos inter-
nos: “Me gustaría ahorrar, pero constantemente me sorprendo malgastando el
dinero” o “Siempre que pretendo salir a hacer ejercicio acabo sucumbiendo a
la tentación de quedarme viendo la televisión”. Si bien lo anteriores son ejem-
150
plos de conflictos leves, esta misma situación en la que existen dos estructuras
excluyentes dentro de una misma personalidad, puede generar consecuencias
más graves.
Cuando pongamos en práctica este modelo con otras personas, nuestra la-
bor como especialistas será la de guiar hábilmente la negociación, como si es-
tuviéramos mediando en un conflicto entre seres humanos, sacando a relucir
todo nuestro potencial creativo y empático.
Modelo de negociación
151
• Llegar a un acuerdo: el consultante se dirigirá de la siguiente manera a
la parte Y: “Intenta averiguar si a la parte Y le importa lo suficiente el cumpli-
miento de su función como para estar dispuesta, a cambio de que X tampoco
interfiera en sus actuaciones, a no obstaculizar las actuaciones de X”. A con-
tinuación, el consultante se dirigirá a la parte X: “Averigua ahora si la parte
X está dispuesta a no interrumpir a la parte Y, a condición de que Y tampoco
le moleste a ella”.
Cambiar la historia personal constituye una técnica que nos llevará a ree-
valuar recuerdos y memorias problemáticas a la luz de los conocimientos
que poseemos en el momento presente. Todos contamos con una extensa y
variada historia personal construida en base a experiencias pasadas que habi-
tan en nuestro presente en forma de recuerdos. A pesar de que lo que ocurrió
realmente (fuera lo que fuese, puesto que las memorias humanas no son infa-
libles) no se puede cambiar, tenemos la capacidad de modificar el significado
que para nosotros tiene en el presente y, por tanto, el efecto que ejerce en
nuestro comportamiento.
152
Por ejemplo, muchos de los sentimientos que se apoderan de nosotros,
como los celos, casi siempre están sustentados no por lo que ocurriera real-
mente, sino por imágenes construidas de lo que creemos que pasó. Entonces,
en respuesta a las imágenes, nos sentimos tristes, deprimidos, traicionados,
etc.. Las imágenes son lo suficientemente reales para provocar reacciones
extremas, aunque nada de ello sucediera en realidad.
153
terior del consultante y estar bajo su control; tengamos en cuenta que tener a
una persona en una situación que la lleve a comportarse de forma diferente,
no permitiría que esa persona aprendiera nada nuevo. Nuestro consultante
únicamente podrá extraer respuestas diferentes en relación con las otras per-
sonas implicadas en la situación problemática cuando él sea diferente, cuando
haya cambiado su percepción.
154
9.6-Cura rápida de fobias y exper ienc ias trau-
mát icas
Una fobia es un terror infundado ante un estímulo que racionalmente no
justifica el pavor que desencadena. En realidad, las fobias pueden definirse
como comportamientos aprendidos o anclajes negativos que se instalaron en
nuestro inconsciente en algún momento, probablemente durante la infancia.
La técnica de la cura rápida de fobias no solo nos permite tratar fobias, sino
que también es de gran utilidad para experiencias traumáticas, dado que nos
ofrece la posibilidad de deshacernos de la carga que conllevan ciertas expe-
riencias desagradables del pasado y que nos resultan difíciles de recordar sin
alterarnos.
155
3. Doble disociación: “Antes de que todo comience quiero que flotes fuera de
tu cuerpo hasta la cabina de proyección, desde allí puedes controlar la película, y
puedes verte a ti mismo/a en la butaca viendo la pantalla. Cuando lo desees inicia
la proyección y te verás sentado/a en tu butaca abajo en la sala y viendo la película
de ti mismo/a atravesando la experiencia traumática o sufriendo la fobia”.
8. Puente al futuro: Imagina que estás dentro de unos días, semanas, meses,
viviendo una situación similar. ¿Qué ocurre ahora? ¿cómo te sientes? En esta
ocasión el consultante debería ser capaz de vivir la experiencia sin ansiedad.
156
Si nos deshacemos de una fobia (que es una conducta) que está desempe-
ñando una función importante para nosotros a nivel inconsciente, habrá una
parte nuestra que se resista porque no quiere perder ese beneficio. Incluso, es
posible que busque otras maneras para recuperar ese beneficio. ¿Qué pode-
mos hacer en estos casos? Podemos combinar esta técnica con el reencuadre
en seis pasos o el cambio de historia personal.
Para terminar, es importante que recordemos que las raíces de muchas fo-
bias se encuentran a nivel de Proyecto-Sentido y Transgeneracional. Así, en
caso de que estas técnicas no nos estén dando los resultados deseados, tendre-
mos que prestar más atención en ir desbloqueando estos niveles más profun-
dos de nuestra programación inconsciente.
Prácticas
157
10-CREACIÓN DE UN NUEVO FUTURO
Para crear un nuevo futuro lo primero que tenemos que comprender
es que podemos controlar lo que sucede en nuestro interior. Todo lo que he-
mos venido aprendiendo en los módulos anteriores no ha ido preparando para
reconocer esta capacidad innata que tenemos. Ya hemos aprendido a cambiar
la estructura de nuestros pensamientos y emociones, así como a reconocer y
reorganizar nuestros procesos internos. Cuando cambiamos lo que hacemos
internamente, también estamos cambiando nuestras conductas y actitudes, así
como las de las personas de nuestro entorno como consecuencia de la interac-
ción sistémica: cualquier cambio en uno de los elementos del sistema afecta
al sistema en su totalidad.
10.1-Metaprogramas
Los metaprogramas son filtros que determinan la manera en que percibi-
mos el mundo que nos rodea. Ejercen una gran influencia sobre nuestra comu-
nicación y nuestras conductas. “Meta” significa más allá, por encima o a otro
nivel, por lo que sugiere que nos encontramos en el nivel del inconsciente.
Los metaprogramas pueden variar en función del contexto (p. ej., entorno
laboral/casa) y también pueden cambiar con el tiempo a medida que se ad-
quiere nueva información o se experimentan ciertas vivencias.
Clasificación de metaprogramas
1. Interno / Externo
¿Cómo evalúa esta persona su propio rendimiento? ¿En función de sus pro-
pios criterios internos o mediante información y retroalimentación externas?
Interno: Estas personas tienen sus propios criterios y emiten sus propios
juicios sobre la calidad de su trabajo. Suele costarles aceptar las opiniones e
indicaciones de los demás. Si reciben feedback negativo sobre algo que han
hecho y que creen que está bien, pondrán en duda el juicio de la persona que
ha dado ese feedback. Valoran la información que reciben de fuentes externas
en función de sus propios criterios internos. Para motivar a una persona que
funciona según este metaprograma, podemos emplear las siguientes frases:
“tú sabes lo que es mejor”, “solo tú puedes decidir”, “hazlo como creas con-
veniente”, etc.
159
Externo: Las personas con este metaprograma necesitan recibir supervi-
sión y retroalimentación desde el exterior para mantener su motivación y di-
rección. Sin validación externa, puede que se sientan perdidos o presenten
dificultades para iniciar o progresar en una actividad. Se les motiva con frases
como “según los expertos”, “se te reconocerán los esfuerzos”, etc.
2. Hacia / Desde
¿Está la persona motivada por los logros y los objetivos o por problemas y
obstáculos que deben ser resueltos o evitados?
160
3. Proactivo / Reactivo
Proactivo: Las personas con este metaprograma tienden a iniciar las ac-
ciones y no esperan a otros. Suelen conseguir terminar lo que empiezan. Para
motivar o influir a estas personas, utilizaremos frases como: “a por ello”,
“solo hazlo”, “por qué esperar”, “toma el mando”, “a qué estás esperando”,
etc. Para identificar a este tipo de personas deberemos fijarnos en su forma
de expresarse, como si estuvieran dando órdenes, o en si les cuesta estarse
quietos durante un tiempo.
4. Opciones / Procedimientos
Opciones: Las personas con este metaprograma están motivadas por la po-
sibilidad de hacer las cosas de un modo diferente. Generalmente desarrollan
un procedimiento o plan que acabarán ignorando. Les interesa explorar nue-
vas ideas y posibilidades. Para motivar o influir a estas personas, usaremos
palabras y frases como: “alternativas”, “flexibilidad”, “infinitas posibilida-
des”, “expandir opciones”, etc.
161
de manera repetida. Suele costarles desarrollar nuevos procesos y se sien-
ten perdidos sin un procedimiento establecido. Están más preocupados sobre
cómo hacer algo que sobre la razón por la que lo están haciendo. Están moti-
vados por palabras y frases como “la manera correcta”, “probado”, “primero/
luego”, etc.
5. Igualdad / Diferencia
Igualdad: Las personas con este metaprograma desean que el mundo per-
manezca como está. Pueden aceptar el cambio de forma muy esporádica y lo
iniciarán activamente de manera aún más esporádica. Para motivar a estas per-
sonas, comentaremos la forma en que las cosas no han cambiado y ellos siguen
desempeñando el mismo tipo de trabajo. Usaremos frases como: “igual que”,
“parecido a”, “en común”, “como siempre has hecho”, “como antes”, etc.
Igualdad con excepción: A estas personas le gusta ver que las cosas cam-
bian lentamente con el paso del tiempo. Buscan cambios considerables cada
X años. Palabras y frases para motivarles: “mejorado”, “mejor”, “más/me-
nos”, “igual excepto”, “mejora gradual”, etc.
162
10.2-Alineac ión de los niveles neurológicos
Tal como se expuso en módulo anteriores, los niveles neurológicos nos
ayudan a simplificar y guiar la gestión del cambio personal. Se trata de un
modelo que explica cómo los cambios se organizan por niveles y como éstos
interactúan entre sí. Cuanto más ascendamos en los niveles, más profundo
será el cambio que estemos realizando. Recordemos brevemente cuáles son
los niveles neurológicos:
163
cada uno de los niveles neurológicos.
164
10.3-Integrac ión del cambio
Aunque, por lo general, no nos demos cuenta de ello, el cambio forma par-
te de nuestras vidas. Cada día nos ocurren cosas que debemos integrar de la
mejor manera posible. Por lo tanto, dado que estamos inmersos en un proceso
de cambio continuo, nos será de gran utilidad familiarizarnos con la manera
exacta en que el ser humano lo asume.
165
• Pautas: ¿Qué hago con mis sentimientos? ¿Me pertenecen o se los atri-
buyo a otros? ¿Actúo como si sintiera algo que en realidad no siento o como
si mis sentimientos fueran lo que no son? ¿Me estoy engañando a mí mismo/a
y a los demás?
• Responsabilidad/Gestión del riesgo: ¿Cómo reacciono al hacer cosas di-
ferentes?
Recordemos que cualquier cambio en una parte del sistema tiene una reper-
cusión sobre el resto del sistema. Por lo tanto, para cambiar algo en nosotros
mismos, podemos comenzar por cualquier parte del sistema: un cambio en
nuestros patrones de conducta influirá en nuestra autoestima, nuestra comu-
nicación y nuestra responsabilidad; un cambio en nuestra forma de comuni-
carnos afectará también a nuestra autoestima, nuestros patrones de conducta
y nuestra responsabilidad; un cambio en nuestro modo de valorarnos re-
percutirá en nuestra comunicación, nuestros patrones de conducta y nuestra
responsabilidad; y un cambio en nuestra responsabilidad (asumiendo nuevos
riesgos) influirá en nuestra autoestima, nuestros patrones de comportamiento
y nuestra comunicación. Todo está conectado con todo.
10.4-Reimpronta
Una impronta es un acontecimiento significativo que tuvo lugar en el pa-
sado, a partir del cual adquirimos una creencia o un conjunto de creencias.
En este contexto, partimos de la base de que los comportamientos actuales a
menudo han sido creados o configurados por conductas y vivencias pasadas.
Para nosotros lo más importante de las experiencias pasadas no es su conteni-
do objetivo, sino la interpretación o creencia que la persona se formó a partir
de tal experiencia.
166
madre, los patitos no la reconocían como tal; los patitos ya habían recibido la
impronta.
Técnica de reimpronta
167
Al externalizar estos eventos es mucho más fácil disociarse de ellos, re-
flexionar y reevaluar las creencias que nos hemos formado a partir de ellos.
Con esta técnica obtendremos nuevos conocimientos y conectaremos con los
recursos que fueron necesarios pero no estaban disponibles en ese momento
por las propias circunstancias. No estamos buscando una solución a un evento
del pasado, sino más bien una integración y actualización de nuestras creen-
cias y del sentido de identidad en relación con el sistema de relaciones que
hemos mantenido con personas significativas.
Pasos de la técnica
168
• Búsqueda y rescate de recursos para las personas involucradas en
la experiencia de impronta. El consultante deberá buscar los recursos u op-
ciones que necesitaban en ese momento las personas que intervinieron en la
experiencia. Para ello, entrará en la línea del tiempo en la posición perceptiva
de cada una de las personas significativas de esta situación y anclaremos el
recurso.
10.5-Círculo de Excelenc ia
El objetivo de un círculo de excelencia consiste en crear un anclaje espe-
cial de recursos al que podamos acceder en cualquier momento. Cuando este
ejercicio se lleva a cabo, acabamos obteniendo un archivo de recursos que nos
llenan de la energía y la motivación necesarias en el momento de plantearnos
un objetivo y llevarlo a la acción.
Este ejercicio programa nuestra mente de tal manera que, cada vez que ne-
169
cesitemos determinados recursos que nos impulsen a pasar a la acción, estos
queden registrados para mantener un estado de energía constante y acceder a
él cada vez que lo necesitemos. Es un herramienta muy potente que nos ofre-
ce la Programación Neurolingüística.
170
frente y entraremos en el círculo de la excelencia que hemos creado, deján-
donos envolver por el color con el que lo diseñamos, como si de una ducha
de color se tratara; usaremos nuestras manos para impregnar en nosotros ese
color que le dimos a nuestro circulo de la excelencia. También podemos usar
una frase del tipo “entro en mi círculo y me lleno de él”. Esta es la fórmula
que emplearemos cada vez que queramos entrar en nuestro circulo de la ex-
celencia. Se trata de un potente anclaje que se dispara en nuestra memoria.
• Es clave que disfrutemos con este proceso, que sintamos, oigamos, vea-
mos y admiremos lo que sucede y se evoca en nuestro círculo de la excelen-
cia; adoptaremos una nueva postura que nos permita llenarnos y nutrirnos de
esa sensación de éxito, logro, superación, capacidad, excelencia. Respirare-
mos profundamente y llevaremos estas sensaciones al máximo.
• Volveremos a salir del circulo dando un paso atrás y abriremos los ojos.
Entraremos de nuevo y comprobaremos si al hacerlo y decir la frase “entro
en mi circulo de la excelencia” se activan todas las sensaciones. Obviamente,
esta frase la podemos cambiar, adaptar a lo que resuene más con cada uno
de nosotros. Cuantas más veces reforcemos el círculo y conectemos con él,
visualizando su color y sintiendo sus sensaciones, más fuerza tendrá.
De hoy en adelante, cada vez que revivas o estés en algún estado de ex-
celencia, cuando alguien te diga algo agradable, hayas hecho algo muy bien
o tengas un sentimiento positivo de alegría, satisfacción, amor, logro, etc.,
visualiza tu círculo y da un paso hacia adelante. Si estás sentado, ponlo en el
respaldo o en el asiento de tu silla o sillón y métete en el círculo de excelencia
con un pequeño movimiento, su color y respirando profundamente. De esta
171
manera irás archivando tus vivencias positivas. Si hoy realizas algo en forma
óptima, o alguien te dice algo placentero, asocia tu estado con dicho círculo y
así cada vez será más poderoso.
Prácticas
Metaprogramas
A la luz de la información ofrecida acerca de los metaprogramas, detecta
cuáles son los metaprogramas que determinan en mayor medida tus com-
portamientos y tu percepción de la realidad. Una vez los hayas identificado,
analiza y reflexiona cómo estos metaprogramas influyen en la consecución de
tus objetivo y las relaciones con las personas que te rodean. Además, analiza
qué metaprogramas tienen las personas más cercanas a ti (padres, hermanos,
pareja, compañeros de trabajo...) con el fin de entender en mayor profundidad
las relaciones que has establecido con ellas.
Círculo de excelencia
Crea tu propio círculo de excelencia siguiendo los pasos detallados en el
apartado 10.5. A continuación, acompaña a otra persona en este proceso de
creación del círculo de excelencia. Una vez hayáis concluido, comparad im-
presiones.
172
11-PRÁCTICAS
PRÁCTICA 1: CAMINO AL INCONSCIENTE CON
UNA SITUACIÓN CONFLICTIVA
• Identificar una situación conflictiva o desagradable que el consultante
desee cambiar.
• Establecer la línea del tiempo del consultante, y desde metaposición
(fuera de la línea del tiempo) explorar desde cuándo el consultante vive tal
situación (si se ha repetido) o cuándo vivió la situación. Pediremos al consul-
tante que nos proporcione la información relativa a la situación objetiva del
conflicto.
• El consultante entra en la línea del tiempo en el momento presente y se
desplaza hasta el momento en que tuvo lugar el conflicto. Dado que ahora
está asociado a la situación, procederemos a realizar el camino al inconscien-
te (pensamiento, sentimiento, emoción social, sensación corporal, emoción
oculta).
• Cuando el consultante haya expresado su emoción oculta, le pediremos
que mantenga ese estado y se desplace hacia el pasado en la línea del tiempo
para buscar otras situaciones en las que experimentó lo mismo.
• Cuando lleguemos a la primera vez que vivió la situación conflictiva en
cuestión (programante), la exploraremos para detectar qué recurso necesitaba
el consultante en esa situación.
• Una vez hayamos detectado el recurso, procederemos a anclarlo. Para
ello, el consultante conectará con una situación de su pasado en la que haya
experimentado ese recurso (si no lo ha experimentado nunca, puede escoger
a un personaje o familiar al que modelar) y en el momento álgido de la expe-
riencia, anclaremos el recurso.
• Activaremos el ancla y pediremos al consultante que tome conciencia de
cómo cambia la situación conflictiva original.
• A continuación, el consultante recorrerá su línea del tiempo con este nue-
vo recurso pasando por las otras ocasiones en que experimento el conflicto en
cuestión, dándose cuenta de lo que cambia.
• Por último, procederemos a hacer un puente al futuro, sintiendo como el
recurso y el cambio de percepción se expanden.
PRÁCTICA 2: CAMINO AL INCONSCIENTE CON
UN SÍNTOMA LEVE
• Identificar un síntoma leve que el consultante desee sanar. Antes de hacer
el camino al inconsciente deberemos establecer a qué capa embrionaria co-
rresponde, cuál es su sentido biológico y qué tipo de conflicto existe.
• Establecer la línea del tiempo del consultante, y desde metaposición
(fuera de la línea del tiempo) explorar desde cuándo el consultante experi-
menta el síntoma. Pediremos al consultante que nos proporcione la informa-
ción relativa a la situación objetiva del conflicto.
• El consultante entra en la línea del tiempo en el momento presente y
se desplaza hasta el momento en que comenzó el síntoma. Dado que ahora
está asociado a la situación, procederemos a realizar el camino al inconscien-
te (pensamiento, sentimiento, emoción social, sensación corporal, emoción
oculta).
• Cuando el consultante haya expresado su emoción oculta, le pediremos
que mantenga ese estado y se desplace hacia el pasado en la línea del tiempo
para buscar otras situaciones en las que experimentó lo mismo.
• Cuando lleguemos a la primera vez que vivió la situación conflictiva en
cuestión (programante), la exploraremos para detectar qué recurso necesitaba
el consultante en esa situación.
• Una vez hayamos detectado el recurso, procederemos a anclarlo. Para
ello, el consultante conectará con una situación de su pasado en la que haya
experimentado ese recurso (si no lo ha experimentado nunca, puede escoger
a un personaje o familiar al que modelar) y en el momento álgido de la expe-
riencia, anclaremos el recurso.
• Activaremos el ancla y pediremos al consultante que tome conciencia de
cómo cambia la situación conflictiva original.
• A continuación, el consultante recorrerá su línea del tiempo con este nue-
vo recurso pasando por las otras ocasiones en que experimento el conflicto en
cuestión, dándose cuenta de lo que cambia.
• Por último, procederemos a hacer un puente al futuro, sintiendo como el
recurso y el cambio de percepción se expanden.
174
PRÁCTICA 3: CALIBRACIÓN Y RAPPORT
Calibración:
Rapport:
175
donde observamos desde fuera la interacción entre nosotros y la otra persona.
• Identificar comportamiento conflictivo propio: desde metaposición el
consultante nombrará el comportamiento concreto que obstaculiza la comu-
nicación. ¿Cómo me comporto con él/ella?
• Tomar conciencia (aún en metaposición) de cómo su forma de actuar
refuerza o desencadena el comportamiento de la otra persona. En este punto
preguntaremos: “si no estuvieras, ¿cómo actuaría él/ella? ¿seguiría con las
mismas reacciones?”
• Pensar en maneras alternativas de actuar. Para ello conectaremos con
nuestra parte creativa.
• Descubrir intención positiva: una vez ha quedado claro que existen alter-
nativas de comportamiento en este contexto concreto, el consultante pasará
a descubrir cuál es la intención positiva de mantener esta conducta. “¿Qué
me impulsa a seguir actuando de esta manera?, ¿qué provecho saco de esta
situación?”
• Establecer el reflejo: al haber descubierto la intención positiva de su
comportamiento, el consultante ha podido desbloquear cierta información
que permanecía en la sombra. Ahora, desde metaposición, podrá tomar con-
ciencia de cómo se trata a sí mismo en esa interacción. También cabrá pregun-
tarse “¿en qué medida la manera en que yo mismo/a me trato a mí mismo/a es
un reflejo de lo que hace la otra persona, de su conducta?”.
• Entrar a segunda posición (“el otro”): desde esta posición el consultante
se visualizará a sí mismo desde la perspectiva de la otra persona. ¿Cómo se ve
desde aquí tu comportamiento? ¿Qué necesitas o que quieres para ti?
• Volver a primera posición: al volver a la posición de su “yo”, el con-
sultante integrará las alternativas de conducta, así como los recursos y los
cambios de percepción que se han producido durante el proceso. ¿Cómo han
cambiado tus reacciones? ¿cómo ha cambiado tu punto de vista? ¿cómo per-
cibes ahora a la otra persona? ¿y a ti mismo/a?
176
PRÁCTICA 5: ELIMINAR PENSAMIENTOS NOCI-
VOS MEDIANTE SUBMODALIDADES
En esta práctica trabajaremos con cada uno de los tres canales de represen-
tación principales (visual, auditivo y cinestésico) para abordar las diferentes
vertientes de nuestros procesos de pensamiento.
1- Canal visual
2- Canal auditivo
177
a continuación, lo haremos cada vez más lento.
• Visualizaremos que el sonido procede de un disco. Lo tomaremos entre
las manos y los rayaremos completamente. Ahora escucharemos el mensaje
absolutamente deformado y distorsionado; ya no tiene sentido el mensaje, es
ininteligible.
• Aplicaremos este procedimiento varias veces antes de pasar a la compro-
bación. ¿Sigue aún presente el diálogo interno o el mensaje? Si no ha desapa-
recido, ¿ha perdido su fuerza?
3- Canal cinestésico
178
tiempo de nuestro interlocutor. Este se colocará en la línea del tiempo y avan-
zará hacia el futuro con la creencia/identidad que desea desarrollar.
179
ciencia de que ambas partes se necesitan mutuamente. Desde la posición del
pasado, caminar hacia el futuro para llevarle los recursos que necesite del
pasado y, a continuación, hacer lo mismo desde el futuro hacia el pasado.
180
al problema y que dicha solución es sencilla. Procuraremos presentar tal so-
lución como el modo de actuación más natural posible.
181
contar con él/ella: eres tú mismo/a. Agradece a ese “yo” que ahora te pro-
porciona lo mismo que la otra persona te daba; se ocupa de ti y garantiza tu
seguridad.
• Pediremos al consultante que observe de nuevo a la persona con la que
estaba vinculado y tomará conciencia de cómo ese vínculo ya no existe. Vi-
sualizará ahora cómo esa persona se conecta con su propio “yo” ideal. De esta
manera la está liberando de esta dependencia.
• Por último, el consultante regresará a la imagen de sí mismo/a y su “yo”
ideal conectados. Mediante respiraciones profundas, el consultante traerá esa
imagen hacia su pecho y la integrará. Le pediremos que se conecte con ese
estado de libertad y seguridad derivado de este nuevo vínculo.
182
IDENTIDAD: cuando el consultante esté preparado, dará otro paso adelan-
te y conectará con su identidad. ¿Quién eres? ¿cuál es tu verdadera esencia?
¿cómo te conecta este objetivo con tu identidad?
ESPIRITUALIDAD: el consultante dará un último paso adelante y llegará
al nivel de la espiritualidad. Le pediremos que reflexione acerca de lo que le
conecta con la dimensión espiritual, con su verdadera misión en la vida. ¿Qué
impacto tiene tu objetivo en tu comunidad, en tu cultura y en la cultura de
otros?
183
PRÁCTICA 10: REIMPRONTA CON SÍNTOMA O
SITUACIÓN CONFLICTIVA
• Identificar síntoma o situación conflictiva y establecer la línea del tiem-
po.
• Anclar estado de bloqueo/síntoma: ¿Cuáles son los sentimientos, pala-
bras o imágenes asociadas con el síntoma o la sensación de bloqueo? Anclar
estado.
• Retroceder en la línea del tiempo. Mientras se mantiene el ancla, pedire-
mos al consultante que se remonte en el tiempo y vaya hacia al pasado conec-
tando con las experiencias en las que tuvo la misma sensación de bloqueo o
malestar, hasta llegar a la primera experiencia (en la infancia).
• Soltar ancla y disociar al consultante. Desde fuera de la línea del tiempo,
pediremos al consultante que observe la experiencia desde fuera y nos expli-
que cualquier otra generalización que haya hecho con el paso de los años en
relación a este bloqueo.
• Encontrar la intención positiva. Aún desde fuera de la línea del tiempo,
acompañaremos al consultante en la búsqueda de la intención positiva de esta
impronta.
• Búsqueda y rescate de recursos propios. El consultante deberá buscar los
recursos u opciones que necesitaba en ese momento y no tenía, pero que ac-
tualmente tiene a su disposición. Procederemos a anclar tales recursos dentro
de la línea de tiempo.
• Búsqueda y rescate de recursos para las personas involucradas en la ex-
periencia de impronta. El consultante deberá buscar los recursos u opciones
que necesitaban en ese momento las personas que intervinieron en la expe-
riencia. Para ello, entrará en la línea del tiempo en la posición perceptiva
de cada una de las personas significativas de esta situación y anclaremos el
recurso.
• Reinterpretación. Pediremos al consultante que salga de la línea de tiem-
po y observe desde fuera cómo habría cambiado todo si cada una de las per-
sonas significativas que participaron de esta situación hubieran tenido los re-
cursos a su disposición.
• Reexperimentación. El consultante volverá a entrar en la línea del tiempo
y se asociará con cada una de las personas implicadas, activando los recursos
anclados y comprobando cómo cambia la situación. A continuación, el con-
184
sultante entrará en primera posición, se dispararán las anclas de sus recursos
y tomará conciencia del cambio de su percepción de la situación.
• Regreso al presente. Manteniendo activados los anclajes de los recursos,
pediremos al consultante que reviva todo el proceso, desde la impronta hasta
la actualidad, llevando los recursos adquiridos a todas las situaciones conflic-
tivas asociadas a esta impronta en concreto.
• Puente al futuro. El consultante llevará sus nuevos recursos primero a un
futuro próximo, y después a un futuro algo más lejano.
185
• Volver al punto inicial y entrar en el círculo de la salud. Disfrutar de las
sensaciones agradables y la vitalidad que proporciona. Respirar profunda-
mente varias veces, conectando con nuestro estado de salud perfecto.
• En cuanto aparezca la más mínima sensación de malestar o síntoma, pa-
saremos de inmediato al círculo de enfermedad y la sacudiremos allí. Una vez
nos hemos deshecho de la sensación de enfermedad, volveremos al círculo de
salud.
• Cada vez que sintamos el más mínimo malestar, repetiremos este ejerci-
cio, de manera que nuestro círculo de la salud esté siempre limpio y lleno de
vitalidad.
186
que A significa B” (podemos decir que si puedes con todo eso significa que
recibirás amor). Preguntar si es útil y necesario mantener esta creencia limi-
tante. Si la respuesta es “Sí” deberemos volver atrás y desestabilizar aún más
la creencia.
• Nueva creencia: definir la nueva creencia según los criterios del proto-
colo anterior.
• Visualizar de forma disociada las implicaciones de la nueva creencia:
cómo te ves a ti mismo/a, cómo te mueves, cómo es tu tono de voz, cómo te
expresas... Después asociar al interlocutor y que sienta en primera persona
cómo sería tener ya instalada esa nueva creencia.
• Verificar la ecología de la nueva creencia.
187
cómo se los envía al ancestro (podemos visualizar un rayo de luz que sale
desde nuestro corazón y conecta con el del ancestro, por ejemplo). También
el consultante enviará información acerca de la continuidad del clan en caso
de que el ancestro ya haya fallecido.
• El consultante se asocia al ancestro y recibe los recursos y la informa-
ción. Verificamos qué ha cambiado a nivel emocional, las sensaciones físicas,
etc. “Date cuenta de lo que ha cambiado”.
• El consultante vuelve a estado disociado y comprueba qué ha cambiado
en él/ella.
• Visualizando al ancestro, el consultante y el ancestro expandirán esta
nueva información y lo nuevos recursos por todo el sistema familiar. Visuali-
zar cómo el árbol se llena de luz.
• Puente al futuro.
188
• El consultante imaginará ahora que hay un grueso vidrio de lado a lado
de la habitación. Nada puede traspasarlo. El consultante visualizará cómo
sale de su propio cuerpo y aparece en el otro lado del vidrio, observándose
a sí mismo con la respuesta inmunitaria saludable. Su sistema inmunitario
responde adecuadamente a ese estímulo similar al que causa alergia. Respirar
profundamente mientras se observa a sí mismo; esa es la persona que el con-
sultante desea ser, libre de alergias.
• Detrás del vidrio, el otro “yo” del consultante puede ver cómo en la le-
janía aparece el alérgeno que te provoca la respuesta inmunitaria exagerada.
La diferencia ahora es que el consultante sabe que, en ese lado del vidrio, su
sistema inmunitario responderá adecuadamente. Poco a poco el consultante
se acercará al alérgeno, y su sistema inmunitario permanecerá en calma, sin
reacción alguna. Respirando profundamente, el consultante integrará la ma-
nera en que su sistema inmunitario ha enfrentado esta sustancia.
• Ahora, el consultante volverá al otro lado del vidrio, dónde es él/ella
mismo/a. Imaginará que se expone al alérgeno, para lo cual recordará alguna
situación del pasado en la que experimentó una reacción alérgica. Pediremos
al consultante que respire y se relaje, su sistema inmunitario ya sabe cómo
debe reaccionar. Observar la respuesta fisiológica que se produce.
• Puente al futuro: pediremos al consultante que se imagine en un futuro
cercano en una situación en la que está en contacto con el alérgeno. ¿Qué
sucede en tu interior? Si no sucede nada, significa que el ejercicio ha salido
a la perfección. De lo contrario, volveremos a repetirlo hasta que el sistema
inmunitario aprenda la nueva respuesta.
• Soltar el ancla.
189
• Concreto, específico y con plazo
• Su realización depende de mí: realismo
• Ecológico para mí y el entorno
• Que valga la pena conseguir (pagar el precio)
• Coherente con mis valores
Pasos
190
BIBLIOGRAFÍA