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La dignidad humana es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado

y valorado como ser individual y social, con


sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona.

Como seres dignos (sinónimo de valiosos) somos merecedores del derecho a la


vida, a la libertad (salvo como pena si se ha cometido un delito) a la educación y
a la cultura, al trabajo, a poseer una vivienda, a constituir una familia, tener
alimentación saludable y recreación. Debemos poder elegir nuestro destino,
nuestra vocación, nuestras ideas, con el único límite del respeto a la dignidad de
los demás.
Se oponen a la dignidad humana, los tratos humillantes, indecorosos,
discriminatorios, la violencia, la desigualdad legal y jurídica.

El término dignidad deriva del vocablo en latín dignitas, y del adjetivo digno, que
significa valioso, con honor, merecedor. La dignidad es la cualidad de digno e
indica, por tanto, que alguien es merecedor de algo o que una cosa posee un
nivel de calidad aceptable.
La dignidad humana es un valor o un derecho inviolable e intangible de la
persona, es un derecho fundamental y es el valor inherente al ser humano
porque es un ser racional que posee libertad y es capaz de crear cosas. Esto
quiere decir que todos los seres humanos pueden modelar, cambiar y mejorar
sus vidas ejerciendo su libertad y por medio de la toma de decisiones.

CARACTERÍSTICAS DE LA DIGNIDAD

1)La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedora de


respeto.
2)La dignidad es reconocida por los seres humanos sobre sí mismos, como un
producto de la racionalidad, la autonomía de la voluntad y el libre albedrío.

3)La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional.

4)La dignidad es grandeza, excelencia; es una calidad o bondad superior por la


que algo o alguien goza de especial valor o estima.

5)La dignidad reside en el hecho de que es, no un qué, sino un quién, un ser
único, insustituible, dotado de intimidad, de inteligencia, voluntad, libertad,
capacidad de amar y de abrirse a los demás.

2. Ejemplos de dignidad

La dignidad humana se puede evidenciar en diversos ámbitos y actitudes. Por


ejemplo:
 Se dice de una persona que posee dignidad cuando se valora a sí misma
por encima por las necesidades del momento o de las exigencias de los
demás. En este caso se puede considerar sinónimo de integridad u honor.
 Se dice que una persona vive dignamente cuando puede brindarse a sí
misma la satisfacción de sus necesidades sin necesidad de suplicar a los
demás, de someterse a designios ajenos o de realizar actos contrarios a
su moral para sobrevivir.
 Comúnmente puede considerarse una actitud digna la de respetar a los
demás: tomar en consideración sus derechos, su valía, así como la
propia. Una persona indigna puede ser alguien que no se respeta a sí
misma o que no respeta a los demás, o ambas cosas.
 También se dice que una persona digna es aquella que honra los
compromisos adquiridos, que no se refugia en la mentira o la evasión para
no enfrentar sus responsabilidades.

Existe sin embargo otra acepción de dignidad que está emparentada con el
honor, la honra, el orgullo, es decir, con la pertenencia (real, simbólica o
imaginaria) a un grupo humano que merece y exige el respeto de los demás.
Esta noción proviene de las épocas antiguas y se vinculaba con las decisiones
tomadas, con la fidelidad a los ideales o a los mandatos divinos, por los cuales
era decente morir antes que retractarse o traicionarlos.

Los héroes trágicos, por ejemplo, protagonistas de las épicas antiguas, eran
capaces de sacrificarse por salvaguardar el honor, lo cual equivalía a “morir
dignamente” en lugar de vivir “deshonrosamente”. Este concepto luego fue
universalizado por el cristianismo, cuya filosofía daba al pecado una concepción
más o menos similar al deshonor antiguo, con la diferencia que no se podía
“limpiar” con la muerte (como sí hacía hasta no hace mucho la cultura japonesa,
mediante el suicidio ritual o harakiri) sino que atormentaría al alma en su camino
hacia el más allá (el infierno, purgatorio o paraíso).

En la actualidad, sin embargo, gracias al Humanismo y a las escuelas filosóficas


de la Era Moderna y Contemporánea, se entiende la dignidad del ser humano
como algo mucho más secular (laico) y vinculado con las condiciones en que
vive su vida. Las formas dignas de vivir implican una serie de conceptos
objetivos y subjetivos, como la libertad, la autonomía, la pertenencia, la
identidad, la plenitud de derechos y la autodeterminación.

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