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Manejo de Bovinos PDF
Manejo de Bovinos PDF
1) Introducción................................................................................... 1
2) Acercamiento ................................................................................. 2
3) Tipos de sujeción............................................................................ 2
3.1) Psicológica..................................................................... 2
3.2) Disminución sensorial................................................... 3
3.3) Empleo de pasillos y barreras ...................................... 3
3.4) Uso de instrumentos y fuerza física ............................. 3
3.5) Sedación o inmovilización química .............................. 4
4.1) La cola........................................................................... 5
4.1.1) Torcimiento de cola .................................. 5
4.1.2) Sujeción por la cola .................................. 5
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1) Introducción
Si cualquiera de las preguntas anteriores tiene una respuesta negativa será mejor
buscar un método distinto.
Sin importar los métodos de sujeción que se elija, el encargado de manejar al animal
debe conocerlos bien. El estudio diligente de los métodos de sujeción conocidos, la total
comprensión de la anatomía, fisiología y psicología de los animales, así como la
demostración de las técnicas por parte de técnicos con más experiencia y la práctica
directa, son el único camino que conduce a adquirir la habilidad necesaria para ejecutar
de una manera correcta, segura, rápida e indolora, las técnicas de sujeción y manejo.
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2) Acercamiento
3) Tipos de sujeción
3.1) Psicológica
3.2) Disminución sensorial
3.3) Empleo de pasillos y barreras para el confinamiento
3.4) Uso de instrumentos y fuerza física
3.5) Sedación o inmovilización química
En ocasiones la voz humana sirve como instrumento de sujeción, lo que depende del
condicionamiento previo del animal. La voz puede transmitir autoridad o falta de esta,
confianza o temor y un efecto relajante o excitante. Los animales perciben fácilmente
esto y responden en concordancia. Con mucha frecuencia los animales responden en
realidad ante la combinación de la voz y los ademanes de quien los maneja. Esta
persona debe moverse con agilidad y confianza, pero sin hacer alardes de machismo
gritando, agitando los brazos frenéticamente y saltando de aquí para allá. La confianza
en uno mismo en lo que respecta a la ejecución adecuada de la tarea es un fenómeno
natural que, si existe, hará que el animal responda apropiadamente. Lo único que se
puede hacer es para adquirir esa confianza es estudiar el comportamiento, anatomía y
fisiología de los animales, observar a otros y tratar de practicarlas y confiar en las
habilidades adquiridas.
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3.2) La disminución sensorial
Es uno de los métodos más utilizados para la sujeción de animales, sobre todo
bovinos y ovinos. Sin embargo, antes de que alguien se decida por este método como el
principal medio de sujeción, se debe tener en consideración el conocimiento previo del
comportamiento, anatomía y fisiología del animal, así como el sentido común de las
personas al cargo. Nada sustituye al conocimiento, experiencia y sentido común al
tomar estas decisiones. Hay que conocer bien la ayuda que nos pueden prestar los
pasillos y jaulas de contención. Sin embargo conviene ver por separado el uso de
barreras como auxiliares para la ejecución de algunas técnicas de manejo. No todas las
instalaciones ganaderas son suficientemente grandes para justificar la existencia de un
equipo completo y costoso para el manejo de los animales. Las barreras pueden ser
temporales, económicas, de múltiples aplicaciones o improvisadas con lo que ya se
tenía. Una vez más si se tiene pericia en la técnica que se va a aplicar, se comprende el
comportamiento del animal en cuestión y se sabe la anatomía y fisiología de este, se
puede improvisar con cualquier cosa en vez de comprar equipo para unos cuantos
animales. Quizá los ejemplos más obvios de empleo de barreras son:
- Colocar unas pacas de paja entre el que maneja al animal y este con el propósito
de evitar que le alcance una coz
- Uso de un panel para apretar al animal contra una cerca o una pared, donde se le
controla.
Este método para sujetar a los animales es tan viejo como la domesticación de los
animales por el hombre. Los instrumentos son en realidad simples amplificadores o
extensores de la fuerza física un hombre puede ejercer sobre un animal. La necesidad de
instrumentos es obvia dado el tamaño, fuerza y agilidad de los animales, que en
ocasiones son más de diez veces superiores a las del ser humano.
Los tipos de instrumentos, todos manuales que se utilizan para con mayor
frecuencia para el control de los animales son: cuerdas, lazadas, anillos nasales,
bastones eléctricos entre muchos otros. Cada uno de ellos sirve para facilitar el control
y sujeción de los animales de una manera segura, eficaz y responsable, lo que permite
la ejecución satisfactoria de la técnica de manejo necesaria
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3.5) Inmovilización química
Esto podría sonar como un método de control adecuado, sin forcejeo, sudor o
sufrimiento, tanto para el animal como para el que lo maneja. Pero la realidad es otra, el
empleo de la sujeción química tiene ciertas desventajas:
Cualquier compuesto químico que afecte los sistemas nervioso o muscular hasta el
grado de la total inmovilización es peligroso ya que es fácil administrar una
sobredosificación que cause la muerte del animal. Por otra parte siempre es necesario
sujetar previamente al animal antes de administrarle la inyección.
4) Anatomía y comportamiento
El comportamiento de los bóvidos se caracteriza por variaciones raciales e
individuales. En términos generales se puede señalar que las razas de aptitud cárnica
presentan mayores dificultades de manejo que las de aptitud lechera, si bien es cierto
que generalizar casi nunca es acertado.
Existen unas partes del cuerpo del animal que en todo momento debemos de
observar para evitar males mayores. Los movimientos defensivos o vicios del bovinos
generalmente pueden reducirse o anularse durante el examen o el tratamiento mediante
una fijación correcta de la cabeza y/o miembros.
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4.1) La cola
Pinza de rabo
Cuando algún animal está reacio a moverse o a entrar por un pasillo o puesta,
puede obligársele retorciendo su cola. Siempre hay que tener cuidado para que la
torcedura no sea tan fuerte que rompa el rabo. Los métodos que se pueden usar con
eficacia, según el animal, son dos. El primero consiste en hacer un lazo con la cola, el
segundo consiste en formar una S empujando hacia arriba. Al aplicar cualquiera de estos
métodos hay que asegurarse de estar al lado del animal para no sufrir lesiones.
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4.2) Las extremidades
Tanto con las anteriores como con las posteriores la vaca, en uno de sus torpes
desplazamientos, puede pisarnos, cosa que evidentemente no resulta agradable ya que,
consciente o inconscientemente, no hace ningún esfuerzo por retirar su pezuña de
encima de nuestro pie. No obstante el mayor peligro son las coces. Siempre se ha oído
decir que las vacas cocean hacia delante, sacando la pata en forma de guadaña y
arrastrando todo lo que encuentran a su paso, pero no es del todo cierto, porque estos
animales también lo hacen hacia atrás con una maestría semejante a un équido.
No existe ninguna regla para evitar un pisotón, pero sí para no ser cazados con
una coz. Se puede recurrir a:
- Pellizco de bragada
- Pinza de ordeñador o quitacoces
- Presión en los gastronemios
- Encolamiento
Pinza de ordeñador
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4.2.1) Manejo del calcáneo
La presión sobre los gastronemios se puede realizar por medio de una cuerda atada
sobre los mismos y que posteriormente se retorcerá para ejercer la presión necesaria
para que el animal eleve la extremidad. Esta presión puede realizarse por medio de una
pinza especialmente diseñada para tal efecto. Este instrumento tiene la ventaja de que no
es necesario que alguien esté continuamente manteniendo la cuerda.
Pueden ser levantados normalmente por ayudante ubicado en el lateral del animal.
Durante el procedimiento el animal solo debe recibir un apoyo leve, por el ayudante que
aprieta la articulación del carpo flexionada contra su propia rodilla, ya que los bovinos
tienden a apoyarse plenamente sobre el ayudante. El miembro anterior también puede
levantarse mediante una soga atada al metacarpo y nudo que se pasa por la cruz del
animal y que es sostenida del otro lado por un ayudante; según el caso, puede resultar
ventajoso sujetar la soga por encima del animal a un travesaño o argolla de la pared de
manera tal que se la pueda levantar según necesidad. Una mordaza en el antebrazo
puede facilitar el levantado y pequeñas intervenciones en este miembro. No se dispone
de un método de fijación totalmente satisfactorio de mayor duración para el miembro
anterior levantado.
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4.2.3) Manejo de los miembros posteriores:
Para sujetar al animal que durante su examen se mueva constantemente hacia uno u
otro lado, para protegerse de sus coces lo más simple es fijarlo mediante la sujeción en
el pliegue de la babilla o combinando éste con la toma de la cola, esto hace que la
extremidad no pueda ser flexionada debido a la tensión de la fascia. El mismo fin se
logra con la mordaza de babilla o pinda de ordeñador. La inmovilización mecánica del
tendón de Aquiles y con ello de las articulaciones de la rodilla y del tarso se hace con
una doble lazada de cuerda y un palo de 30 a 40 cm de largo o con la mordaza de Bron
que se aplica igualmente una palmada por encima del tarso, mientras que las mordazas
de Scheel o Morin actúan más por el dolor-presión que provoca sobre el tendón.
Levantar el miembro pelviano en el bovino suele ser más difícil que en los équidos.
Para ello se puede utilizar un palo grueso de 1,5 m de largo, que se sitúa por delante del
tarso y se levanta por medio de dos operarios, de manera tal que permanece en ese lugar
aún con el miembro levantado. Si es necesario, el miembro se ata la palo por encima del
tendón de Aquiles. También se puede levantar la pata por medio de una mordaza y un
palo de menos de 1 metro de largo que se coloca en la cara flexora del tarso.
4.3) La cabeza
En caso de sujetar al animal por la nariz sin instrumental alguno hay que colocarse a
un costado del mismo a la altura de la cabeza, girando la misma en la misma dirección
en la que el animal mira. Hay que sujetar al animal con firmeza. El dedo índice se
introduce en una fosa nasal y el pulgar en la otra. En ocasiones esto basta para sujetar al
animal sin emplear el anillo. Si no es suficiente hay que colocar el anillo con rapidez.
Todo esto hará que el animal deje de mover la cabeza de un lado a otro. No hay que
esperar que el animal se someta dócilmente a la sujeción con la mano, lo más probable
es que sacuda la cabeza con fuerza de un lado a otro y de arriba abajo.
El anillo nasal debe tener un pequeño tramo de soga. Nunca hay que atar en corto
esa soga pues el animal puede tumbarse con el narigón puesto y romperse la nariz antes
de que haya tiempo para soltarlo.
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En caso de tratarse de animales claramente peligrosos, como es el caso del toro de
lidia, es necesario realizar la exploración en potros especiales, en los que el animal no
tenga ninguna posibilidad de alcanzarnos, especialmente con los cuernos.
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4.3.2) El abrebocas
Por un lado puede hablarse de los abrebocas de muelas, este tipo se introduce por la
comisura de los labios mientras se sujeta la cabeza del animal por la nariz bien con las
manos o por medio de una pinza nasal. Poco a poco se introduce el abrebocas e intenta
colocarse entre los molares de la mandíbula y maxila de un lado, de tal modo que el
animal lo muerda. Una vez colocado impedirá que el animal cierre la boca. Debe
sujetarse con firmeza para que el animal no lo expulse. Este tipo de abrebocas son de
metal o de plástico.
Por otro lado se encuentran los abrebocas empleados para la introducción de sondas.
Este modelo suele ser de madera y consiste en una tabla con un orificio en la posición
central, por el que pasará la sonda y los bordes romos (de este modo no daña la mucosa
del animal). Se introduce y coloca en las comisuras de los labios. Una vez en esta
situación la tabla se gira de modo que viendo al animal de frente no pueda cerrar la boca
y se vea el orificio de la tabla. Una vez en esta situación y sujetando fuertemente la
tabla, se introduce la sonda por el orificio.
Abrebocas de metal
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Abrebocas de plástico y modo de colocación
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5) Técnicas de sujeción de ganado
5.1) Jaula o trampa para el recorte de pezuñas
Las jaulas o trampas para el recorte de pezuñas se usan también para diversas
técnicas de manejo de ganado cuando el ganado es manso y de fácil conducción. Por
supuesto, el objetivo principal de esta trampa es el recorte de las pezuñas, pero también
sirve para sujetar animales durante la inseminación artificial, la aplicación de implantes,
la descornadura y la castración, cuando no se dispone de una jaula de compresión o
contención. En las pequeñas ganaderías, donde se entrena a los animales para poderlos
conducir, las jaulas para recorte de pezuñas de fabricación casera suelen ser la única
sujeción necesaria para efectuar la mayoría de las técnicas de manejo de bovinos.
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5.2) Técnicas de derribo
Esta técnica hay que emplearla con gran precaución, ya que puede ocasionar
complicaciones en la preñez o desviaciones del abomaso a causa de la torsión,
meteorismo y neumonía por hacer que el animal permanezca mucho tiempo sobre su
costado.
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Técnica de derribo de Jong
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Técnica de derribo Nº 1, método de Rueff o de Szabó
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Técnica de derribo Nº 2, método italiano o de Hertwig
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Técnica de derribo Nº 3 o de Jong
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Técnica de derribo de Hertwig paso a paso
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5.3) Manejo de vacas postradas
Las vacas postradas pueden aparecer en cualquier sitio de las instalaciones, por
lo que en ocasiones es necesario trasladarlas a un sitio más cómodo para
proporcionarles el tratamiento adecuado. El cuidado y procedimiento correctos hacen
esta tarea relativamente segura para el animal y la persona que maneja al animal, y se
traduce en la pronta recuperación del paciente. La negligencia, mas trato o tratamiento
inadecuados en estos casos, aumentan la magnitud de los daños y retrasan la
recuperación.
1) En este tipo de operaciones hay que tener todo el equipo preparado y ser lo más
cuidadoso posible para no espantar al animal. Hay que aproximarse a ella y
colocarle el cabestro con cuidado.
2) Hay que ser lo más cuidadoso posible para no asustar a la vaca.
3) Acercar una plancha de metal a modo de camilla a las espaldas del animal.
Puesto que la vaca no se puede levantar o hacer muchos movimientos, es
necesario subirla a esta plancha. El método más sencillo en la mayoría de los
casos es hacerla rodar encima de dicha plancha. Para facilitar la maniobra, la
reja debe esta lo más baja posible. Si dos o tres personas toma a la vaca por las
taras la pueden rodar hasta que quede encima de la plancha.
4) Después de haber puesto al animal encima de dicha reja, hay que llevarla hasta
un sitio donde pueda mantenerlo con comodidad para proporcionarle un correcto
tratamiento. Un pequeño corral es adecuado. En los climas benignos basta con
un lugar sombreado en la instalación.
5) Hay que bajar al animal de la improvisada camilla mediante el mismo
procedimiento que empleamos para subirlo.
6) Tras haber bajado al animal no se le puede dejar tirada sobre el suelo de costado.
Es mejor hacerla rodar hasta que esté echada sobre el pecho, con las espaldas en
un punto más alto que las patas. Si la vaca permanece de costado y con las patas
a mayor altura que la espalda, los líquidos del rumen pueden fluir hacia la
garganta o pulmones, ahogándola. Si el animal no se pacas.
7) Hay que permitir que la vaca esté echada sobre un costado una parte del día y
sobre el otro la segunda parte. Para voltearla se uso uno de estos dos métodos:
a. Hacerla rodar sobre su espalda
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b. Doblarle las patas por debajo del cuerpo y con ayuda de dos o tres
personas más, empujándole hasta que esté sobre el otro lado.
b. Fajas anchas: Se pasa una de las fajas por detrás de las patas delanteras,
la segunda se pasa por delante de la ubre. Si se emplea una tercera faja,
se pasa entre las dos primeras. Posteriormente las fajas se enganchan a
una polea.
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Hay que levantar al animal hasta que las extremidades queden derechas y las
pezuñas se apoyen en el suelo. No hay que levantarla hasta donde las pezuñas apenas
rocen el suelo. Es necesario acomodarlo de tal manera que si desea ponerse de pie por si
mismo lo haga. Hay que mantener el soporte empleado para levantarlo tenso hasta que
se pueda saber si la vaca quiere o es capaz de mantenerse en pie. No se debe dejar al
animal suspendido por más de una hora seguida. Si se recupera lo suficiente para
sostenerse y lo hace por varios minutos, se puede bajar progresivamente la polea. Si aún
así permanece en pie, es posible retirar la pinza o las fajas lenta y cuidadosamente para
no asustar a la vaca y evitar que se mueva con rapidez. Si esto sucede es probable que el
animal vuelva a caer y se lesione otra vez.
A la hora de levantar una vaca hay que tener en cuenta que estos animales se
ponen de pie de una forma distinta al resto de los animales. En primer lugar remeten las
extremidades anteriores debajo del cuerpo y se levanta el tercio posterior, de forma que
el animal queda arrodillado sobre sus carpos. Una vez en esta posición el animal acaba
de levantar su tercio anterior ayudándose del impulso proporcionado por la cabeza.
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Pinza de coxal
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Tuberosidad coxal
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6) Conducción del ganado bovino
Los bovinos jóvenes y vacas para ser examinados en movimiento (Por ejemplo
en el caso de una cojera) se deben conducir con una cabezada de cuerda, cadena o
cuero. Es incorrecto conducir un bovino solamente con una cadena al cuello o por los
cuernos. La cabezada debe pasar por detrás de la nuca y ambos lados deben estar
colocados por detrás de las orejas; La cuerda de conducción debe estar fijada al lado
izquierdo. La persona que conduce al animal camina un poco delante de él, a la
izquierda, y lo detiene mediante suaves golpes con un palo sobre el dorso de la nariz,
cuando quiere adelantarse el animal. Si hace falta se le coloca una venda de lona. Pero
ya que no todos se comportan con más tranquilidad con la anteojera que sin ella, su
efecto debe comprobarse en cada caso.
Los toros de más de 18 meses de edad deben ser conducidos mediante un bastón
enganchado en el anillo nasal y con una cuerda o cadena fijada al bozal. Hay que cuidar
que la soga pase a través del anillo nasal y también del ojal del bastón, para ejercer
tracción sobre el anillo nasal solamente en caso de emergencia.
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Elaboración de la lazada de cabeza o cabezada
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