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Falacia
Falacia
FALACIAS
A. Falacias de atinencia: estas falacias hacen referencia a todos los argumentos, cuyas
premisas no son las apropiadas para la conclusión.
1. Ad Ignorantiam: esta falacia ocurre cuando una proposición resulta ser verdadera
aunque no se haya demostrado lo contrario; o viceversa.
Ejemplos:
Como no me han demostrado la existencia de Dios, entonces no debe existir (Nietzsche)
Como no se ha podido demostrar la infinitud del universo, entonces debe ser finito
Nota 1: no es posible utilizar una conclusión para demostrar su contrario como verdadero
o falso.
Nota 2: existe una excepción, que confirma la regla: en el Derecho se dice lo siguiente:
Toda persona es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Este es el único caso en
que no se comete falacia.
2. Ad Verecundiam: esta falacia ocurre cuando acudimos a una pretendida autoridad para
apoyar un campo de discusión –al que aquella persona referida es una autoridad- o
nuestro punto de vista.
Ejemplos:
El ministro de gobierno dice que va a visitar a los encarcelados para determinar
quienes pueden acogerse al indulto por enfermedad Terminal.
o Esta es una falacia porque el ministro más apropiado para tal situación es
el de salud; el otro solamente debe pronunciarse según informe de una
autoridad pertinente en la salud: el ministro de gobierno no se ha
demostrado que sea médico.
Si hay una discusión de política – como el desarme atómico- o de fútbol, cometo
una falacia si cito a Einstein –quien “es” autoridad científica atómica- porque él
hizo un comentario al respecto: pero de todos modos su campo de acción es otro
distinto a la política o al fútbol.
La PUBLICIDAD es el mayor campo de falacias de este estilo: por ejemplo: cuando
hay un partido de fútbol y se pasa una propaganda de licor; o cuando se quiere
vender un automóvil y aparecen modelos de personas semidesnudas o cualquier
otro aspecto de la realidad pero que no se relaciona directamente con lo que se
quiere vender.
3. Pregunta compleja: ocurre cuando se hace una pregunta o afirmación de tal manera
como si fuera verdad o cierto lo que se quiere demostrar. Esta falacia es muy común
entre abogados y en los titulares de periódicos.
Ejemplos:
Un titular de periódico dice: ¿Por qué el capitalismo es mejor que el Socialismo?;
Esta pregunta es una falacia porque induce en el lector una posición en su
lectura; debería decir: ¿Cuál de los sistemas sociales es mejor: el capitalismo o el
socialismo?
Otro titular: degenerado sexual suelto por falta de pruebas. Según la nota 2 de la
falacia 1 no es posible hacer este tipo de afirmaciones –muy a pesar de la justicia
que actualmente administran algunos jueces ecuatorianos y en el mundo entero.
Agua potable en Papallacta: aquí se comete una falacia, al inducir al lector o al
oyente a tener una opción preferente en lo que lee o escucha.
4. Ad Hominem: esta falacia muy frecuente en diversas sociedades y parlamentos
públicos, se comete cuando quien acusa hace referencia al sujeto que formula el
argumento; cuando debería referirse exclusivamente al argumento –teniendo en cuenta
a las otras falacias, por supuesto. Hay que tener claro que ningún argumento depende
de quien lo formula.
Ejemplos:
Si realizo una argumentación acerca del TIEMPO que es conclusivo –es decir es
una verdad evidente; no es necesario que lo haga Einstein.
El sujeto A acusa al sujeto B diciendo que su argumento no sirve porque es del
partido X. La falacia la comete el sujeto A porque no se fija en el argumento del
sujeto B; sino que se fija en un aspecto ajeno al posible argumento.
5. Accidente y accidente inverso: esta falacia –de accidente- acontece cuando usamos
inadecuadamente o aplicamos equivocadamente una generalización del lenguaje a un
caso particular y viceversa –de accidente inverso.
Ejemplos:
Los cuencanos son buenos negociantes
Aristarco es cuencano
Por lo tanto, Aristarco es buen negociante
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Ante la pregunta, ¿por qué es incorrecto?, alguien responde: porque siempre ha
sido así.
La libertad religiosa esta garantizada en la Constitución de la república del
Ecuador; porque cada ecuatoriano debe tener la seguridad de acceder a cualquier
culto religioso.
9. Ad Misericordiam: sucede en la misma línea que la anterior; pero con el matiz que la
“argumentación” falaz apela a la lástima, piedad, compasión; acude al sentimiento como
estructura argumentativa.
Ejemplos:
Un abogado defensor, en un caso en que un hijo asesina a sus padres: señores
del jurado, tengan compasión del pobre huerfanito…
Un político se pone de rodillas y acude lastimeramente en su argumentación a la
compasión de sus oyente, que confundidos pueden aceptar tal lenguaje…
Nota: hay que examinar las circunstancias, pues, puede que haya una ética de la
compasión que sustente lo que se dice: pero en el caso de la vida pública y política de
nuestro país parece suceder lo contrario: miren la historia de las alocuciones políticas en
la línea del populismo y podrán ustedes hacerse un juicio a qué me refiero.
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B. Falacias de ambigüedad
Estos razonamientos incorrectos con proposiciones ambiguas son propiamente llamados
SOFISMAS.
3.1. División: ocurre al revés; es decir, cuando atribuimos a las partes lo que solamente
sucede en relación al todo.
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Ejemplos:
Se puede decir que la gente que trabaja en la NASA es científica. Así que, como el
Sr. Smith, que es chofer en la NASA, también es científico.
o La relación directa de la palabra científico está referida a la Institución
aeroespacial en sentido estricto de quienes son científicos, no sabemos si
la segunda frase es acertada o no.
Los hipopótamos se están extinguiendo; si estoy en un zoológico es falaz decir:
este es un hipopótamo mira como se extingue.
o La extinción es una referencia a la especie y no a algún animal en
particular; además, la palabra no esta referida de manera específica de
ese modo.
Un pastor puede decir lo siguiente: las ovejas blancas son mejores que las ovejas
negras; quien oye su pronunciamiento concluye falazmente: … entonces hay más
ovejas blancas que negras.
o La relación aquí no es de cantidad de ovejas sino de la calidad en cuanto a
su comportamiento.
La persona que quiere evitarlas, necesita tener actitud crítica –es decir, un proceso de razonamiento.
Fijarse que podemos estar de acuerdo en las conclusiones pero podemos diferir en las proposiciones.
Caer en la cuenta de los distintos usos del lenguaje.
Estar atentos a las falacias de atinencia; preguntarnos: ¿si la conclusión se sigue de las premisas?; no se trata
de decir si es verdad o no lo que decimos.
Estar atentos a las falacias de ambigüedad; preguntarnos: ¿si las palabras tienen el mismo significado?: se
trata tener claridad en los términos usados en el lenguaje.
Acuerdos y desacuerdos
Dos personas que intercambian ideas pueden tener razón en lo que dicen, pero cada uno puede
estar manejando conceptos diversos, aplicados desde diversos puntos de vista de la siguiente
manera:
Ejemplo:
A dice la primera afirmación y B responde diciendo otra frase distinta, aunque
aparentemente con el mismo sentido –sin embargo, la discusión no puede proseguir porque
manejan conceptos distintos:
o A: el hombre puede ser feliz, ya que siempre hay momentos de felicidad; por lo tanto
el hombre puede ser feliz.
o B: el hombre no puede ser feliz; ya que hay momentos de tristeza; por lo tanto, el
hombre no puede ser feliz.
Nota: hay que ponerse de acuerdo en el tema de discusión, así como en los términos y
conceptos a usar.
Aunque en una discusión haya un acuerdo en los términos que se usan; puede ser que la
creencia o la actitud marquen la diferencia y necesitan de otro tipo de resolución. Lo mejor es
informarse bien antes de nada
Ejemplo:
o El equipo X gano al equipo Y; por lo tanto pueden existir afirmaciones diversas acerca
del mismo acontecimiento:
El aficionado A está contento y el aficionado B está triste.
EN ESTE CASO HAY QUE DESCUBRIR CUÁL ES EL TUPO DE DESACUERDO; PUEDE SER DE TIPO
INFORMATIVO O VALORATIVO; PUESTO QUE EL HECHO ES EL MISMO.
La lógica no pretende eliminar los desacuerdos. Y, el hecho de que haya un desacuerdo,
no implica, necesariamente, que haya una falacia. Resulta enormemente importante
identificar en qué consiste el desacuerdo y en qué no consiste.
OJO: cuando se está de acuerdo en las creencias pero se difiere en la valoración, hay
discusión. (Hay desacuerdos genuinos, de puro bla, bla, bla o filosóficos).