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I.

SERIE: ​A Solas

PROPÓSITO: Que todos los creyentes y no creyentes podamos identificar cómo está
nuestra vida con Cristo cuando estamos a solas, que el Espíritu Santo nos confronte
si hay cosas que hacemos que no le agradan y si hemos dejado a Dios en segundo
plano podamos darle su lugar.

II. TEXTO: ​1 Reyes 19:3-13

Nueva Versión Internacional (NVI)


3 Elías se asustó[a] y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó a Berseba de Judá, dejó allí
a su criado 4 y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto,[b] y se
sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la
vida, pues no soy mejor que mis antepasados». 5 Luego se acostó debajo del arbusto y se
quedó dormido.

De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». 6 Elías miró a su alrededor y vio
a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua. Comió y
bebió, y volvió a acostarse.

7 El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un
largo viaje». 8 Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida,
viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. 9 Allí pasó
la noche en una cueva.

El Señor se le aparece a Elías


Más tarde, la palabra del Señor vino a él.

—¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.

10 —Me consume mi amor[c] por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los
israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado
a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí
también!

11 El Señor le ordenó:

—Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.

Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo
añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un
terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. 12 Tras el terremoto vino un
fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave
murmullo. 13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la
entrada de la cueva.
Entonces oyó una voz que le dijo:

—¿Qué haces aquí, Elías?

De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come».

III. TEMA: ​Depresión

IV. TÍTULO: ​A solas con la depresión

V. PROPÓSITO CENTRAL DEL SERMÓN: Conocer como Dios trabajó en la vida de Elías
en su momento de depresión y que de la misma forma Él puede restaurarnos. Que los
chavos entiendan que aunque hayan fallado, y estén en una situación de depresión Dios los
ve con ojos de amor y puede restaurarlos, motivarlos, fortalecerlos y entregarles un nuevo
propósito para ser usados.

VI. ANÁLISIS CONTEXTO

Contexto con comentarios

La amenaza de Jezabel.

(v 1-3) NVI
Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho, y cómo había matado a todos los
profetas a filo de espada. 2 Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías para decirle:
«¡Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la vida
como tú se la quitaste a ellos!» 3 Elías se asustó[a] y huyó para ponerse a salvo. Cuando
llegó a Berseba de Judá, dejó allí a su criado ...

a. ​Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho: El informe fue un gran golpe para
este siervo de la adoración de Baal en Israel. Pensó tanto en estos sacerdotes que los
apoyó desde el inicio, y ahora estaban muertos a manos de Elías.

b. ​¡Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la vida
como tú se la quitaste a ellos!: Jezabel se enteró de todo lo que Elías había hecho,
abarcando la gran confrontación en el Monte Carmelo. Sin embargo, su respuesta no fue
para decir: "El silencio de Baal y el fuego de Jehová demuestra que estoy equivocado y que
Jehová es Dios". En cambio, ella respondió con un voto de matar en 24 horas al hombre
que expuso la mentira de la adoración a Baal y mostró la gloria de Dios.

Segun Clarke, Elías "probablemente pensó que el milagro en el Carmelo hubiera sido el
medio para lograr la conversión de toda la corte y del país, pero al encontrarse equivocado,
está muy desanimado".
c. ​Elías se asustó[a] y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó a Berseba de Judá: No
podemos decir con certeza si esto fue guiado por Dios o no. Está claro que Dios quería
proteger a Elías, pero no podemos decir si Dios quería protegerlo en Jezreel o protegerlo al
sacarlo de Jezreel. Sin embargo, Elías fue a unas 80 millas al sur de Beersheba.

Para Patterson Elías "probablemente había sido engañado por Jezabel. Si ella realmente lo
hubiera querido muerto, seguramente lo habría agarrado sin advertencia y lo habría matado.
Lo que ella deseaba era que Elías y su Dios fueran desacreditados ante los nuevos
conversos lo que habían ayudado a Elías a ejecutar a los profetas de baal ".

Para Spurgeon "Elías falló en el punto en el que era más fuerte, y ahí es donde la mayoría
de los hombres fallan. En las Escrituras, es el hombre más sabio el que demuestra ser el
más tonto; al igual que el hombre más manso, Moisés, habló apresuradamente. Abraham
falló en su fe y Job en su paciencia; así, el que fue el más valiente de todos los hombres,
huyó de una mujer enojada".

La depresión de Elías.

(v 4-5) NVI
y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto,[b] y se sentó a su
sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no
soy mejor que mis antepasados». 5 Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó
dormido.

a. ​y caminó todo un día por el desierto: ​Más allá de la lejana ciudad de Beersheba, Elías se
aisló aún más.

b. ​y se sentó a su sombra con ganas de morirse: Este poderoso hombre de oración, lo


suficientemente poderoso como para hacer que la lluvia y el rocío se detengan por tres años
y medio, y luego lo suficientemente poderoso como para que comience de nuevo su
oración, ahora oró para que pudiera morir.

Afortunadamente, esta fue una oración no contestada. De hecho, ¡Elías fue uno de los
pocos hombres en la Biblia que nunca murieron! Podemos imaginar que cuando fue
arrebatado al cielo, sonrió y pensó en esta oración. Esa oración no fue respondida. Recibir
una respuesta negativa de Dios puede ser mejor que recibir una respuesta afirmativa.

c. ​¡Estoy harto, Señor!: seguramente Elías quiso decir: "Ya no puedo hacer esto, Señor". El
trabajo era estresante, agotador, y parecía no lograr nada. La gran obra en el Monte
Carmelo no resultó en un avivamiento nacional duradero ni en un regreso al Señor.

Quizás Elías había esperado especialmente que los eventos en el Monte Carmelo dieran la
vuelta a Acab y Jezabel y al liderazgo de Israel en general. Si es así, Elías olvidó que las
personas rechazan a Dios a pesar de la evidencia, no por la evidencia.
"Elías dijo: ¡Es suficiente! pero no fue suficiente ni siquiera para su propio disfrute, porque el
Señor tenía más bendiciones guardadas para él. Fue de esa manera con Elías, porque él
iba a tener esa maravillosa revelación de Dios. en el monte Horeb. Tenía más cosas para
disfrutar, y la vida posterior de Elías parece haber sido de comunión tranquila con su Dios,
parece que nunca tuvo otro ataque de desmayo, pero al final su sol brillaba sin una nube.
Por lo tanto, no fue suficiente; ¿cómo podría saberlo? Fue solo Dios quién sabe cuándo
hemos hecho lo suficiente y lo hemos disfrutado lo suficiente, pero no lo sabemos ".
(Spurgeon)

d. ​Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados: Cuando Elijah examinó el
aparente fracaso de su trabajo, instintivamente culpó a su propia indignidad. Fue porque él
era un pecador como el resto de sus antepasados ​y era por eso que la obra parecía fallar.

Dios atiende las necesidades de Elías

(v 5-8) NVI
5 Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido.

De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». 6 Elías miró a su alrededor y vio
a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua. Comió y
bebió, y volvió a acostarse.

7 El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un
largo viaje». 8 Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida,
viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. 9 Allí pasó
la noche en una cueva.

a. ​Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le
dijo: «Levántate y come»: Esta era la misericordia de Dios extendida a Elías. Físicamente
hablando, necesitaba reposo y reposición. Dios le dio descanso debajo de un árbol, y le
proporcionó alimento milagroso para la reposición.

Dios primero atendió las necesidades físicas de Elías. Este no es siempre su orden, pero
las necesidades físicas son importantes. A veces, lo más espiritual que una persona puede
hacer es descansar y reponerse lo suficiente.

"¿¡Cuántos hay hoy en día que se sientan bajo el enebro de Elías, dispuestos y deseosos
de dejar esa pesada carga que les impuso el Todopoderoso!?" (Trapp)

b. ​Comió y bebió, y volvió a acostarse: ​Elías recibió repetidamente este descanso y


reposición del Señor. Una siesta rápida y una comida rápida no eran suficientes.

Para Morgan Dios preparó a Elías "antes de entrar en esa comunión con él que era para
corregir su falsa actitud de temor, Él le ordenó comer, atendiendo así a su debilidad física".
"El espíritu necesita ser alimentado, y el cuerpo también necesita ser alimentado. No olvide
estos asuntos; a algunas personas les puede parecer que no debería mencionar cosas tan
pequeñas como la comida y el descanso, pero estos pueden ser los primeros elementos
que realmente están ayudando a un pobre siervo deprimido de Dios ". (Spurgeon)

"Fue muy amable para Dios tratar esto con su siervo. Podríamos haber esperado reproche,
reprimenda o castigo; pero difícilmente hubiéramos esperado un tratamiento tan cariñoso y
amable como este". (Meyer)

c. ​«Levántate y come, porque te espera un largo viaje»: Dios colocó a Eliás en un viaje de
200 millas y 40 días al Monte Horeb, también conocido como el Monte Sinaí. Esto muestra
que Dios no exigió una recuperación inmediata de Elías. Le dio tiempo al profeta para
recuperarse de su depresión espiritual.

"El viaje de cuarenta días de Elías no carece de importancia. De hecho, un viaje directo
desde Beesheba requeriría poco más de una cuarta parte de ese tiempo. Por lo tanto, el
período es simbólicamente diseñado. Como los hijos de Israel tuvieron un notable fracaso
espiritual, así fue vagar cuarenta años en el desierto, por lo que un Elías derrotado iba a
pasar cuarenta días en el desierto ". (Patterson)

Dios permite que Elías descargue sus frustraciones.

(v 9-10) NVI
9 Allí pasó la noche en una cueva.
El Señor se le aparece a Elías
Más tarde, la palabra del Señor vino a él.
—¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.
10 —Me consume mi amor[c] por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los
israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado
a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí
también!

a. ​Allí pasó la noche en una cueva: ​Literalmente, el hebreo es definitivo y describe la cueva.
"La cueva bien pudo haber sido el 'canto de la roca' específico donde Dios se apareció a
Moisés en Éxodo 33:22, en lugar de una cueva en general".

"Tal vez ningún lugar en la tierra esté más asociado con la presencia manifestada de Dios
que ese monte sagrado". (Meyer)

b. ¿Qué haces aquí, Elías?: Dios conocía la respuesta a esta pregunta, pero fue bueno que
Elías le hablara al Señor libremente y le desahogará el corazón.

"Dios tiene maneras de enseñarnos a todos en nuestros huesos y en nuestra carne, pero él
sabe especialmente cómo hacer esto con aquellos a quienes pone honor en su servicio. No
debe maravillarse, si Dios se complace en bendecirlo". (Spurgeon)
c. ​Me consume mi amor[c] por ti, Señor Dios Todopoderoso: Elías protestó a Dios: "Te he
servido fielmente y ahora mira el peligro en el que me encuentro". Para Elías, y muchos
siervos de Dios desde entonces, parecía injusto que un siervo fiel de Dios tuviera que sufrir.

d. ​Yo soy el único que ha quedado con vida: ​esto no fue exacto, pero sí se refleja cómo se
sintió Elijah. Incluso en la confrontación en el Monte Carmelo, Elías dijo que solo quedaba
un profeta del Señor (1 Reyes 18:22). Los tiempos desalentadores hacen que los siervos de
Dios se sientan más aislados y solos de lo que están.

e. ​Yo soy el único que ha quedado con vida ¡y ahora quieren matarme a mí también!:
Extrañamente, Elías no vio las razones por las que era importante que él siguiera vivo. Si
realmente era el último profeta o creyente vivo, ¿no debería tratar de vivir el mayor tiempo
posible? Si los enemigos de Dios como Jezabel lo querían muerto, ¿no debería tratar de
derrotar su voluntad malvada? Elías aquí mostró poderosamente la naturaleza irrazonable
de la incredulidad y el temor del ser humano.

Dios se revela a Elías.

(v. 11-12)

El Señor le ordenó:

—Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.

Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo
añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un
terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. 12 Tras el terremoto vino un
fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave
murmullo. 13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la
entrada de la cueva.

Entonces oyó una voz que le dijo:

—¿Qué haces aquí, Elías?

a. ​Sal y preséntate ante mí en la montaña​: Dios sabía lo que necesitaba Elías, deprimido y
desanimado. Necesitaba un encuentro personal con Dios. No había nada
fundamentalmente malo en la teología de Elías, pero en ese momento faltaba algo en su
experiencia.

b. ​estoy a punto de pasar por allí​: Dios llevó su presencia ante Elías, pero primero para
mostrar dónde no estaba. El Señor no estaba en el viento, no estaba en el terremoto, no
estaba en el fuego. Como muchos otros, Elías probablemente solo buscó a Dios en
manifestaciones dramáticas. Ciertamente, a veces Dios aparece de esa manera pero a
menudo aparece en entornos menos dramáticos.

“No será por la fuerza, ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor
Todopoderoso— (Zacarías 4:6). Es lamentable que la mayoría de los creyentes se aferran
obstinadamente al error fatal de buscar demostraciones de poder de un tipo u otro.
(Spurgeon)

c. ​… y después del fuego vino un suave murmullo: ​Este fenómeno final fue un marcado
contraste con las manifestaciones anteriores. En realidad, Dios se encontró con Elías en el
susurro de una voz tranquila en lugar del fenómeno que había sacudido la tierra que había
ocurrido antes.

Elías quizás pensó que la demostración dramática de poder en el Monte Carmelo daría
vuelta a la nación. O quizás pensó que la demostración radical del juicio de Dios contra los
sacerdotes de Baal después de la vindicación en el Monte Carmelo cambiaría los corazones
de la nación. Ninguno de estos funcionó. Este ejemplo es importante para los ministros
cristianos, especialmente los predicadores, en la actualidad. Muestra que las
demostraciones de poder y la predicación de la ira de Dios no necesariamente cambian los
corazones. En cambio, la pequeña voz de Dios que habla al corazón humano es en realidad
más poderosa que las demostraciones externas de poder o las demostraciones del juicio de
Dios.

Debido a que el éxito de Carmel se derritió como la niebla de la mañana, pensó que su
carrera había sido un fracaso todo el tiempo, y que no había traído a nadie para reverenciar
a Jehová; pero estaba leyendo con ojos de incredulidad, y su imaginación lo guiaba.

a. ​Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de
la cueva​: Inmediatamente, Elías sintió que Dios estaba presente en el murmullo de una
manera que no estaba en el fenómeno anterior, más dramático. Debido a que sintió la
presencia especial de Dios, Elías inmediatamente se humilló a sí mismo cuando y envolvió
su rostro con su manto.

Algo grande sucede cuando un pecador está dispuesto a envolver su rostro cuando está
humillado y dice: “soy culpable”. Sabemos que si en un tribunal, un hombre se declara
culpable, será castigado; pero en el tribunal del evangelio, quien se declare culpable será
perdonado. (Spurgeon)

b. ​¿Qué haces aquí, Elías?: Dios le hizo la misma pregunta a Elías, y recibió la misma
respuesta, como al inicio había venido La Palabra (v 9-10). Eso era lo que Dios quería
escuchar.
VII. EXÉGESIS

Depresión
La depresión es un proceso multifactorial y complejo cuya probabilidad de
desarrollo depende de un amplio grupo de factores de riesgo, sin que hasta
el momento haya sido posible establecer su totalidad ni las múltiples interacciones
existentes entre ellos.

Hay episodios de depresión leves, moderadas y graves que duran por lo menos 2 semanas
o más. Cada uno de estos episodios de depresión se identifican por la acumulación de
diferentes síntomas según la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y
Problemas Relacionados con la Salud (CIE):

Tipo A
El episodio debe durar dos semanas

Tipo B
● Humor depresivo de un carácter claramente anormal para el sujeto, presente durante
la mayor parte del día y casi todos los días, que se modifica muy poco por las
circunstancias ambientales y que persiste durante al menos dos semanas.
● Marcada pérdida de los intereses o de la capacidad de disfrutar de actividades que
anteriormente eran placenteras.
● Falta de vitalidad o aumento de la fatigabilidad.

Tipo C
● Pérdida de confianza y estimación de sí mismo y sentimientos de inferioridad.
● Reproches hacia sí mismo desproporcionados y sentimientos de culpa excesiva e
inadecuada.
● Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, o cualquier conducta suicida.
● Quejas o disminución de la capacidad de concentrarse y de pensar, acompañadas
de falta de decisión y vacilaciones.
● Cambios de actividad psicomotriz, con agitación o inhibición.
● Alteraciones del sueño de cualquier tipo.
● Cambios del apetito (disminución o aumento) con la correspondiente modificación
del peso.

Episodio depresivo leve:​ Están presentes dos o tres síntomas de Tipo B. La persona
con un episodio leve probablemente está apta para continuar la mayoría de sus actividades.

Episodio depresivo moderado:​ Están presentes al menos dos síntomas de Tipo B y


síntomas de Tipo C hasta sumar un mínimo de 6 síntomas. La persona con un episodio
moderado probablemente tendrá dificultades para continuar con sus actividades ordinarias.

Episodio depresivo grave: Deben existir los 3 síntomas de Tipo B y síntomas de Tipo C
con un mínimo de 8 síntomas. Las personas con este tipo de depresión presentan síntomas
marcados y angustiantes, principalmente la pérdida de autoestima y los sentimientos de
culpa e inutilidad. Son frecuentes las ideas y acciones suicidas y se presentan síntomas
somáticos importantes.

Elías un profeta de suma importancia y sumamente igual que nosotros.


Elías representa a los profetas del antiguo testamento y el poder del Espíritu Santo obrando.
“El espíritu de Elías” era una expresión muy familiar en los profetas (2 Reyes 2:15). Y
cuando el ángel de Dios habló a Zacarías en el templo, no halló mejor ilustración de la
presencia del Espíritu en el niño que se le prometía que decir: ​“E irá delante de él con el
espíritu y el poder de Elías” (Lucas 1:17).

Su importancia fue puesta a la par de la Ley con Moisés en la transfiguración: ​“En esto, se
les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús”. (Mateo 17:3 NVI). Y aún así, Elías
tenía pasiones semejantes a las nuestras: era débil donde nosotros somos débiles, fallaba
donde nosotros fallaríamos. ​“Elías era un hombre con debilidades como las nuestras…”
Santiago 5:17 (NVI). ​Pero este hombre se levantó solo contra su pueblo, detuvo la marejada
de la idolatría y del pecado e hizo que la nación volviera a Dios. Y lo hizo mediante el uso
de recursos que están al alcance de todos nosotros.

El glorioso ministerio de Elías no se debió, por tanto, a ninguna cualidad inherente en él


mismo, sino a que el Espíritu Santo moró en él de manera extraordinaria por medio de la fe.
Este Espíritu se le dio a él como a otros santos hombres de Dios. Lo que debemos
preguntarnos es si el Espíritu Santo está obrando con nosotros y a través de nosotros con
poder. Si está obrando, entonces, aunque nuestra naturaleza sea indigna y débil, Él
efectuará a través de nosotros las mismas obras poderosas que realizó a través de
hombres que fueron superiores a nosotros en capacidad mental y moral. Más aun, podemos
gloriarnos hasta en nuestras flaquezas para que este poder divino repose sobre nosotros de
manera más notable, y para que sea más evidente que sólo Dios merece la gloria (Meyer).

Elías atravesó un episodio de depresión


La amenaza de una reina indignada produjo en Elías el efecto deseado, porque su fe le falló
repentinamente. Huyó del reino, atravesó un desierto, y busco refugio en el monte Sinaí
donde anhelaba su propia muerte.

Muchos hemos aprendido algunas de nuestras más profundas lecciones sobre el amor de
Dios cuando hemos experimentado la tierna bondad de ese amor en medio de deficiencias
y fracasos, como el que empañó la carrera de Elías.

Pero los ojos de Dios siguieron con tierna compasión cada paso de la huida de su siervo a
través de las montañas de Samaria. Dios no amó menos a Elías ahora que cuando el
profeta se había puesto de pie, entusiasmado por la victoria, junto al sacrificio que ardía.
Y el amor del Señor asumió, si esto fuera posible, un grado más tierno y bondadoso cuando
se inclinó sobre su siervo mientras éste dormía. El amor del Señor se le manifestó a Elías
cuando, con el cuerpo agotado por la larga fatiga y el espíritu agotado por la batalla feroz de
los sentimientos, se dejó caer y se quedó dormido debajo del enebro.
Y Dios hizo algo más que amarlo. Con tierna solicitud, trató de sanar y restaurar el alma de
su siervo para que volviera a adquirir su anterior salud y gozo. A su mandato, un ángel le
preparó comida dos veces sobre la arena del desierto, y lo tocó, y lo instó a comer. No hubo
reconvenciones, ni palabras de reproche, ni amenazas de despido; sino sólo sueño y
comida y bondadosos pensamientos sobre el gran viaje que él tenía intención de hacer a
Horeb, el Monte de Dios.

El amor de Dios es para nosotros aunque no lo sintamos


Es difícil creer que Él siente mucho amor por nosotros cuando, exiliada por el pecado,
nuestra alma yace abatida dentro de nosotros. No es difícil creer que Dios nos ama cuando,
como Elías en el desierto, caemos sin recursos, o como embarcaciones desarboladas y sin
timón que se mueven por las olas. Sin embargo, tenemos que aprender a conocer y creer
en la constancia del amor de Dios. ​“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en
que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8).

Tal vez no lo sintamos. Tal vez imaginemos que hemos perdido todo derecho a Él. Espera
aún en el amor de Dios; confía en Él, entrégate a Él, y aún alabarás tu mismo Dios.

Un viaje sin reproche


Dicho amor de Dios se adelanta a las necesidades futuras. Este episodio de la vida de Elías
siempre se destaca como uno de los más maravillosos relacionados con la historia del
profeta. Podemos entender por qué Dios le dio una buena alimentación y un buen sueño
como los mejores medios para que él recuperara sus facultades. Esto es lo que debíamos
haber esperado de Uno que conoce nuestra constitución y recuerda que somos polvo, y que
se compadece de nosotros como el padre se compadece de sus hijos. Pero es maravilloso
que Dios le proveyera a su siervo todo lo que necesitaría para el largo viaje que lo
esperaba: ​“... Levántate y come, porque te espera un largo viaje” (v. 7).

El viaje lo había emprendido Elías por su propio capricho; era una larga escapada de su
propio puesto de responsabilidad y estaba destinada a encontrarse al fin con una grave
reprensión de parte de Dios: “​ ¿Qué haces aquí, Elías?” (v. 9 y 13) ​Y, sin embargo, el Señor
bondadosamente le dio alimento, con cuya fuerza pudo resistir la fatiga. La explicación de
esto tiene que buscarse de nuevo en el tierno amor de Dios. La naturaleza de Elías estaba
claramente sobreexpuesta.

VIII. BOSQUEJO Y BOSQUEJO AMPLIADO

Responde y desglosa los consejos que serían una respuesta a la necesidad que presenta el
propósito central del sermón; Y el bosquejo ampliado desarrolla y detalla ampliamente
(punto por punto) para ser presentado a la audiencia. Incluye la aplicación de cada punto.
Bosquejo

Lectura del versículo


Introducción

I. Exposición de los versículos

Conclusión

Bosquejo Ampliado

Lectura de versículos.

1 Reyes 19:3-13

Introducción
(Contar una experiencia corta de un desánimo que hemos tenido, algo que nos haya dolido
y nos llevará a pasar un tiempo muy difícil.)

A veces podemos estar en momentos de depresión sin darnos cuenta. Hay diferentes
etapas que te pueden decir que estás en depresión:

Tipo A
El episodio debe durar dos semanas

Tipo B
● Humor depresivo de un carácter claramente anormal para el sujeto, presente durante
la mayor parte del día y casi todos los días, que se modifica muy poco por las
circunstancias ambientales y que persiste durante al menos dos semanas.
● Marcada pérdida de los intereses o de la capacidad de disfrutar de actividades que
anteriormente eran placenteras.
● Falta de vitalidad o aumento de la fatigabilidad.

Tipo C
● Pérdida de confianza y estimación de sí mismo y sentimientos de inferioridad.
● Reproches hacia sí mismo desproporcionados y sentimientos de culpa excesiva e
inadecuada.
● Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, o cualquier conducta suicida.
● Quejas o disminución de la capacidad de concentrarse y de pensar, acompañadas
de falta de decisión y vacilaciones.
● Cambios de actividad psicomotriz, con agitación o inhibición.
● Alteraciones del sueño de cualquier tipo.
● Cambios del apetito (disminución o aumento) con la correspondiente modificación
del peso.

Vamos a ver como Elías en un momento de debilidad lo pudo llevar a una depresión donde
solo Dios lo pudo ayudar.

I. Exposición de los versículos

Es importante hacer un pequeño recordatorio lo que Elías acababa de realizar antes de


llegar a ese punto de querer morir. (Parafrasear la historia antes del momento).

Es importante que eso esté fresco para nosotros, del respaldo que Dios le había dado a
Elías para encender el holocausto. Elías pensó que después de este mensaje de parte de
Dios, todos se iban a volver a Jehová pero no fue así. Una mujer lo amenaza y entra temor
a la vida de Elías.

3 Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó a Berseba de Judá, dejó allí a
su criado.

La fe y el temor son antagónicos. En el momento que la fe escasea en tu vida, sentimos


gran temor por una situación. Dudamos de Dios y no nos recordamos todo lo demás que
Dios ya hizo en nuestra vida pero por la falta de ve, aunque venga una prueba pequeña el
mejor líder podría flaquear y caer.

A veces lo que primero hacemos al momento de un problema es huir. ​Los problemas


no se solucionan huyendo de ellos.

Todos tenemos emociones, pero hay que saber controlar. ​Debemos de tener
inteligencia emocional.

4 y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto,[b] y se sentó a su
sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no
soy mejor que mis antepasados».

Elías huyó y se aisló. ​Quiso alejarse de todo y caminar solos a lugares lejanos. Tal vez no
es un lugar físico, si no que un lugar mental.

Este poderoso hombre de oración, lo suficientemente poderoso como para hacer que la
lluvia y el rocío se detengan por tres años y medio, y luego lo suficientemente poderoso
como para que comience de nuevo su oración, ahora oró para que pudiera morir.

¡Estoy harto, Señor!. ​seguramente Elías quiso decir: "Ya no puedo hacer esto, Señor". El
trabajo era estresante, agotador, y parecía no lograr nada.
"Elías dijo: ¡Es suficiente! pero no fue suficiente ni siquiera para su propio disfrute, porque el
Señor tenía más bendiciones guardadas para él.

5 Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido.


De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come».
6 Elías miró a su alrededor y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes
y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.

A pesar de los momentos difíciles Dios nunca te deja. Podemos haber dudado y
abandonado a Dios pero él en medio de la necesidad envía a un mensajero a darte ánimo.

"​Fue muy amable para Dios tratar esto con su siervo. ​Podríamos haber esperado
reproche, reprimenda o castigo; pero difícilmente hubiéramos esperado un tratamiento tan
cariñoso y amable como este". (Meyer)

Dios usa a personas que están a tu alrededor para darte palabra para que sigas tu camino.
Si no comemos nos debilitamos. Nunca dejes de comer de la palabra.

7 El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un
largo viaje».

Por segunda vez se duerme, su cuerpo seguramente estaba sumamente cansado por
todo lo que pasaba. El no solo se sentía solo, también estaba solo. Pero Dios nunca nos
deja a pesar que ya no tengas fuerzas.

8 Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta
días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. 9 Allí pasó la noche en
una cueva.

Elías viajó 200 millas y 40 días al Monte Horeb, también conocido como el Monte
Sinaí. ​Esto muestra que Dios no exigió una recuperación inmediata de Elías. Le dio tiempo
al profeta para recuperarse de su depresión espiritual.

El Señor se le aparece a Elías


Más tarde, la palabra del Señor vino a él.

—¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.

Elías no le responde la pregunta a Dios, le contesta otra cosa.

10 —Me consume mi amor[c] por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los
israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado
a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí
también!
Extrañamente, Elías no vio las razones por las que era importante que él siguiera
vivo. Si realmente era el último profeta o creyente vivo, ¿no debería tratar de vivir el mayor
tiempo posible? Si los enemigos de Dios como Jezabel lo querían muerto, ¿no debería
tratar de derrotar su voluntad malvada? Elías aquí mostró poderosamente la naturaleza
irrazonable de la incredulidad y el temor del ser humano.

11 El Señor le ordenó:

—Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.

Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo
añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un
terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. 12 Tras el terremoto vino un
fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave
murmullo. 13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la
entrada de la cueva.

Entonces oyó una voz que le dijo:

—¿Qué haces aquí, Elías?

Dios llevó su presencia ante Elías, pero primero para mostrar dónde no estaba. El
Señor no estaba en el viento, no estaba en el terremoto, no estaba en el fuego. Como
muchos otros, Elías probablemente solo buscó a Dios en manifestaciones dramáticas.
Ciertamente, a veces Dios aparece de esa manera pero a menudo aparece en entornos
menos dramáticos.

¡Animémonos! Puede que Dios no esté obrando como nosotros esperamos, pero está
obrando.

Inmediatamente, Elías sintió que Dios estaba presente en el murmullo de una manera que
no estaba en el fenómeno anterior, más dramático. Debido a que sintió la presencia
especial de Dios, Elías inmediatamente se humilló a sí mismo cuando y envolvió su rostro
con su manto.

Algo grande sucede cuando un pecador está dispuesto a envolver su rostro cuando
está humillado y dice: “soy culpable”. Sabemos que si en un tribunal, un hombre se
declara culpable, será castigado; pero en el tribunal del evangelio, quien se declare culpable
será perdonado. (Spurgeon)

Conclusión

Tal vez, hayas fallado, pero no le tengas miedo a Dios, ni pienses que Él nunca te volverá a
mirar. Más bien, lánzate a sus brazos amorosos; dile que lamentas profundamente lo
pasado; pídele que te restaure; entrégate a Él de nuevo, y cree que Dios te volverá a usar
como vaso escogido.
IX. MULTISENSORIAL
El testimonio de una persona que haya pasado por un momento de depresión y como Dios
le ayudó a salir de ese momento.

X. BIBLIOGRAFÍA Y E-GRAFÍA

Blue Letter Bible (2014), Biblioteca de referencia en línea. Sowing Circle.


La Santa Biblia NVI (1999). Nueva Version Internacional. Biblica, Inc; Editorial Vida.
Kevin Alvarado (2019). Notas personales.

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