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2ª parte

Lic. Héctor Arcadio Delgado


Grupo Mayense: son los
descendientes del choque militar y
cultural, ocurrido entre los mayas de
fines del período clásico y los toltecas
invasores, provenientes de Tula, en el
Altiplano Central Mexicano.
Después de rivalidades y contiendas entre los
mismos pueblos indígenas surgen los señorios
indígenas que se establecieron en diferentes
partes de la país.

Los cakchiqueles se asentaron en la región


central, ocupando el territorio que hoy sería el
occidente del departamento de Guatemala,
Sacatepéquez, Chimaltenango, norte de Escuintla
y norte de Sololá.

Los tzutuhiles ocuparon la región situada al sur


del lago de Atitlán y una faja de tierra dentro de
Suchitepéquez.
Los quichés extendieron su dominio en el sur
del departamento de Quiché, Totonicapán,
oriente de Quetzaltenango, norte de Retalhuleu y
norte de Suchitepéquez.

Los mames se situaron en el sur de


Huehuetenango, San Marcos y occidente de
Quetzaltenango.

Los Q´eqchies ocuparon Alta Verapaz, el


occidente de Izabal y el sur de Petén.

El pocomchí ocupó el sur de Alta Verapaz y


norte de Baja Verapaz.
Los pocomames centrales se situaron en el centro
del departamento de Guatemala y nororiente de
Escuintla.
Los pocomames orientales en el departamento de
Jalapa.
Los pipiles se asentaron en el sur de San Marcos,
Retalhuleu, Suchitepequez, Escuintla y Jutiapa.
El pueblo xinca ocupó la mitad de Santa Rosa.
Los itzaes en el centro y norte de Petén.
Los chortíes ocuparon Chiquimula.

Los señoríos más importantes fueron los quichés,


cakchiqueles, tzutuhiles y los mames.
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El pueblo:
Estaba integrado por el grueso de la población
maya y lo formaban los agricultores y artesanos.
También se les llamaba mazehuales. Estos tenían
la obligación de dar tributo para mantener a la clase
principal (gobernantes) a cambio de esto recibían
protección contra ataques externos, asesoría
técnica en sus labores agrícolas y orientación
religiosa. Se encargaban de construir los templos,
palacios y calzadas; y de esculpir los monolitos.
Vivían en los lugares más alejados de la ciudad.
Esclavos:
Eran la última clase social y estaba
integrada por los prisioneros de guerra y sus
familias, así como las viudas y los huérfanos
de los combatientes enemigos. Los esclavos
no eran necesarios para la actividad
productiva por lo que eran sacrificados en las
festividades religiosas.

Responder:
Se puede considerar que en la actualidad
existe esclavitud, cómo se manifiesta?
Familia:
Era la base de la organización político-social a partir del
parentesco, tanto consanguíneo como ritual; los derechos
de la familia se transmitían hereditariamente. Los grupos
familiares se distinguían por el apellido del padre y se
evitaba que se contrajera matrimonio entre la misma familia.
La educación de los hijos estaba a cargo del padre, más que
de la madre. A los niños del pueblo se les enseñaban,
especialmente, las labores del campo, mientras que los
niños de los señores recibían una esmerada educación que
los preparaba para ser gobernantes.

En parejas, responder:
De que manera viven las familias en la actualidad.
Se sigue la tradición de la pedida, si no, consideraciones del
porque se ha perdido esa costumbre.
Qué impacto tiene la unión familiar en la sociedad.
Matrimonio:
Los jóvenes se casaban con quienes les destinaban sus
padres. Los contrayentes generalmente eran del mismo
territorio, pero algunas veces no se conocían sino hasta el
momento de la ceremonia nupcial. Los casamenteros se
encargaban de concertar los matrimonios; éste llegaba a la
casa de los padres de la novia a pedirla en matrimonio, la
costumbre era contestar negativamente las primeras dos
veces hasta la tercera vez los padres aceptaban la petición.

Desde el día de la boda el varón se quedaba en casa de la


esposa, con la obligación de trabajar para su suegro por
espacio de seis o siete años; si durante ese tiempo no
cumplía con lo estipulado, los suegros lo echaban de la casa
y entregaban su hija a otro hombre.
Religión:
Los mayas estaban influenciados por los dioses, desde el
momento que nacían hasta la hora de su muerte; les rendían
culto durante todo el año, les ofrecían ayunos, oraciones y
sacrificios humanos. Eran politeistas aunque tenían la idea
de la existencia de un dios supremo, creador del mundo, al
cual llamaban Hunab-Ku, que quiere decir "un solo dios".

Entre los muchos dioses que adoraban estaban: Ah Puch,


dios de la muerte; Ek chua, dios de la guerra; Kukulcán, dios
del viento; Yum-Kax, dios del maíz; Ixchel, diosa del tejido y
medicina; Chaac, dios de la lluvia y agricultura; entre otros.
Vestido:
El traje de los hombres consistía en el taparrabo
de algodón y una camisa protectora del mismo
material. Las mujeres usaban güipiles, éstos eran
una sola pieza de manta, al que le hacían cortes
para los brazos. Los sacerdotes y jefes vestían
largas túnicas blancas. También tenían la
constumbre de adornarse el cuerpo con brazaletes,
collares y tobilleras, fabricados de conchas, huesos
o metales. En la cabeza se ponían casquetes con
bellos penachos de plumas de diferentes colores.

En la actualidad son vistosos trajes llenos de


colorido.
Literatura:
Lamentablemente muchas de sus obras
fueron destruidas durante la conquista.
Unicamente han sobrevido las inscripciones
en piedras (estelas) y muros, así como
algunos códices escritos en papel fabricado
con la corteza de árbol de amate. Entre los
códices que aún existen podemos
mencionar: El Dresdiano (proveniente de
Tikal); el Peresiano, y el Trocortesiano
(originarios de México).
El Dresdiano se llama así porque el
original se encuentra en la ciudad
alemana de Dresden. El Peresiano en
París y el Trocortesiano en Madrid.
Entre otras obras literarias de los
mayas clásicos se encuentran los
libros del Chilam Balam que contienen
poemas mayas o libros de la profesia.
Las obras literarias de los pueblos
quichés y cakchiqueles están llenas de
hermosos relatos y leyendas. Entre ellas
podemos mencionar al Popol Vuh,
llamado también El Libro del Consejo,
en él se relata el origen y evolución del
pueblo quiché hasta la conquista de los
españoles. Este manuscrito fue
encontrado en el siglo XVII, en la
parroquia de Santo Tomás de Chila, hoy
Chichicastenango,
por Fray Francisco Ximenes, quien lo
tradujo al español, pues estaba escrito
en quiché con letras castellanas. No
se ha podido determinar quién fue el
autor de esta obra. Otra obra literaria
importante de los quichés es el "Título
de los Señores de Totonicapán", que
narra los acontecimientos más
importantes de los quichés.
La obra literaria más importante de los
Cakchiqueles es el "Memorial de Sololá o Anales
de los Cakchiqueles", en él se narran los sucesos
más relevantes para el pueblo de los Cakchiqueles:
pestes, terremotos, la llegada de personajes
importantes, etc. Esta obra fue encontrada por
Juan de Gavarrete, en 1844, cuando organizaba el
archivo del convento de San Francisco, quién más
tarde lo tradujo al español.

Estas obras han prestado una valiosa contribución


a la comprensión de estas culturas al facilitar
conocer aspectos importantes de su pasado.
Música:
Sus manifestaciones musicales generalmente eran
religiosas, guerreras o amorosas. Utilizaban el tun, la
chirimia, los tambores, caracoles, cuernos y caparazones de
tortuga, las trompetas y marimbas, las que más tarde usaron
los Quichés.
Agricultura:
El principal cultivo era el maíz, ya que era el alimento
fundamental de su civilización. Además del maíz, cosechaban
frijol, chile, algodón, calabaza, yuca, camote y algunas plantas
tintóreas. Sus instrumentos de labranza los hacían de piedra
pulida al igual que sus armas. Para mejorar su agricultura
hacían uso de canales de riego. También observaron el
cambio de las estaciones, la entrada y salida de las épocas de
lluvias y de secas para realizar sus siembras.
LAS CULTURAS QUICHE Y CAKCHIQUEL

Después de los mayas, los quichés


y Cakchiqueles fueron los pueblos más
cultos que poblaron nuestro territorio en
la época prehispánica.

La primera capital de los quichés se


llamó Izmanchí, en donde vivían en
paz, pero luego surgió la rivalidad entre
las tribus hermanas.
La segunda capital fue Gumarcaah,
llamada después Utatlán en tiempos de la
conquista, esta ciudad alcanzó gran
esplendor en el gobierno de Kikab el
Grande.

Luego vino la decadencia; sus propios


hijos se levantaron en contra de Kikab
hasta derrocarlo.
Los Cakchiqueles originalmente eran aliados
de los quichés, y gracias a esta alianza
fueron posibles las famosas conquistas de
Kikab, pero a mediados del siglo XV ocurre la
separación de ambos pueblos y los
Cakchiqueles fundan Iximché, su capital, en
el año 1463, sobre el monte Ratzamut.

Estos indígenas estaban bien organizados


militarmente, por lo que conquistaron
numerosas ciudades, logrando un gran
poderío.
Entre los quichés y los
Cakchiqueles había una fuerte
rivalidad, esta rivalidad fue
aprovechada por los españoles, ya
que con el apoyo de los
Cakchiqueles vencieron a los
quichés. Aunque más tarde los
Cakchiqueles se revelaron contra
los españoles.
Gobierno:
Los señoríos Quichés y Cakchiqueles estaban
divididos en casas grandes o cabezas de calpul;
a su vez, estas casas grandes se dividían en
cuatro grupos:
Los quichés recibieron los nombres de: Cayec,
Tamub, Ilocab y Ahau Quiché
Los cakchiqueles, los nombres de: Tzotzil, Xahil,
Tucuché y Acajal. De cada uno de estos grupos
salía un señor, de donde resultaban los cuatro
señores que gobernaban a estas naciones. La
atribuciones de los señores eran: resolver sobre
guerra o paz, controlar los ingresos provenientes
de tributos, dirigir las guerras, etc.
Organización social:
Estaba dividida en cuatro estratos sociales:
1) Una especie de nobleza bajo el Ahau.
2) Otra pequeña nobleza, integrada por familias
distinguidas de las cuales salían los gobernadores de
las provincias recién conquistadas, los embajadores,
que eran enviados a otras cortes, y los recolectores
de tributos o Ajuchán.
3) Los plebeyos o macehuales, que constituían el
pueblo.
4) Los esclavos.
La “Justa Guerra”
En una larga vuelta en el De unico vocationis modo preconizado
dos siglos atrás por Bartolomé de Las Casas en ese mismo
territorio, y tras una serie de continuados fracasos y revueltas
indígenas, el Colegio de Cristo Crucificado (Propaganda Fide) de
Guatemala, creado en 1701, no encontró mejor opción para
alcanzar sus objetivos misionales que recurrir a la intimidación, la
coerción y el apoyo armado.

La violencia psicológica y física (a manos de compañías de


soldados) supieron de un importante recrudecimiento desde
finales del siglo XVII y fueron alentadas a menudo por los
integrantes del Colegio de Propaganda Fide, comenzando por su
fundador Antonio Margil de Jesús, cuyo desempeño en la
Audiencia guatemalteca ciertamente no se caracterizó por su
mansedumbre,
El siglo XVIII despuntó con particular brutalidad en la
represión de indios rebeldes. La Audiencia de Guatemala,
en respuesta a una real cédula, que ordenaba a las
autoridades americanas poner especial cuidado en la
sujeción de las zonas aún insumisas, renovó esfuerzos
por sujetar las regiones de Tologalpa y Mosquitia en
Nicaragua, Tegucigalpa en Honduras, Talamanca en
Costa Rica y El Manché en Guatemala.
Casi todas ellas estaban por entonces bajo la
administración espiritual de Propaganda Fide, pues cabe
recordar que la cédula de erección del Colegio
guatemalteco declaraba que se formaba “sólo para el fin
de las misiones de esas provincias”.
En un principio el franciscano vio en los soldados una mera
medida atemorizante, por lo que solicitó se enviase sólo
una fuerza de 30 hombres para amedrentar a los indios y
disminuir en alguna medida los frecuentes conflictos entre
los diversos cacicazgos; conflictos que al obligar a los
indígenas convertidos a huir a los montes provocaban el
continuo abandono de los pueblos recién fundados.

Pero los indios sabían lo que a la larga significaría la


presencia española en el área: servicios obligados,
exacciones religiosas, tributos, explotación, malos tratos; el
abandono del entorno que les era familiar y de costumbres
ancestrales.

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