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Los mayas

Características de los mayas


Algunas de las principales características de la civilización maya fueron las siguientes:
Llegaron a abarcar, de forma discontinua, más de 400.000 km². El antiguo territorio maya
lo ocupan actualmente cinco países: México (sureste), Guatemala, Belice, Honduras
(norte) y El Salvador (norte).
Se encontraban organizados en ciudades-estado que muchas veces competían entre sí y
otras, entablaban alianzas.
Alcanzaron su máximo esplendor cultural entre los siglos III y X d. C., es decir, durante el
período Clásico, de acuerdo con la periodización de la historia mesoamericana.
Fueron grandes astrónomos. Mediante la observación y cálculos precisos, lograron
establecer dos calendarios, uno solar y otro lunar, que les permitió determinar con
exactitud fenómenos astronómicos como eclipses y equinoccios.
Construyeron sus templos sobre basamentos piramidales de grandes dimensiones, por
ejemplo: el templo del Jaguar de Tikal, gracias a su basamento, llega a la altura de 47
metros.
Como otros pueblos mesoamericanos, practicaban el juego de pelota como ritual
religioso.
Religión de la cultura maya
Los mayas eran politeístas. Su amplio panteón de dioses se encontraba conformado por
divinidades que se encontraban relacionadas, principalmente, con la agricultura y la
fertilidad.
Muchas de las creencias religiosas de los mayas fueron registradas pocos años después de
la conquista en los documentos que hoy en día conocemos con los nombres de Chilam
Balam y Popol Vuh.
Organización política
Los mayas nunca constituyeron un Estado unificado; en su lugar, una serie de ciudades-
estado vinculadas culturalmente gobernaban su propio territorio de forma autónoma. El
gobierno de cada ciudad se encontraba bajo el mando de un halach uinic, término que
significa hombre verdadero.
No obstante, no todas las ciudades mayas eran independientes. Algunas de ellas se
encontraban sujetas a otros centros tras haber sido conquistadas. En este caso, sus halach
uinic eran depuestos y reemplazados por batabs, unos administradores provinciales que
tenían la función de controlar los gobiernos locales y supervisar el pago de tributos que se
recaudaban para la ciudad conquistadora.
Organización social
La maya era una sociedad jerarquizada que se encontraba organizada de la siguiente
forma:
Nobleza (almehenob): sus miembros ocupaban un lugar de privilegio que les daba acceso
a los cargos de mayor prestigio.
Sacerdotes (ahkinob): eran los encargados de los ritos y ceremonias, pero también,
algunos de ellos, de los estudios astronómicos y cálculos matemáticos.
Gente común (ah chembal uinieol): eran los campesinos y artesanos, personas que, con su
trabajo, además de mantenerse a ellos mismos, también debían sostener a los grupos de
privilegio.
Esclavos (ppencatob): este grupo podía estar conformado por prisioneros de guerra,
delincuentes o descendiente de esclavos.
Economía de la cultura maya
La principal actividad económica de los mayas era la agricultura, labor que efectuaban
sobre terrenos que, en gran parte, habían ganado a la selva mediante el sistema de roza-
quema.
Así cultivaron maíz, frijol, calabaza, yuca, ají y algodón, entre otras especies.
Vestimenta de la cultura maya
El hombre maya, independientemente de su condición social, vestía un taparrabos de
algodón enrollado alrededor de la cintura y las piernas. La indumentaria de los individuos
de mayor rango se encontraba más ornamentada, por ejemplo, sus taparrabos tenían
bordados y plumas, o incluso, en algunos casos, llevaban una falda de tela decorada con
piezas de jade sobre él.
Todos los hombres llevaban el torso desnudo, aunque los nobles podían llevar pectorales
y collares de jade sobre su pecho, una capa sobre sus hombros y un penacho de plumas
en su cabeza.
Las mujeres llevaban una amplia túnica blanca adornada con bordados de motivos
geométricos o florales. Las mujeres nobles se distinguían por sus collares y orejeras de
jade.
Conocimientos de la cultura maya
Algunos de los conocimientos que desarrollaron los mayas fueron los siguientes:
En el campo de las matemáticas desarrollaron un sistema de numeración vigesimal
estructurado en base a tres signos: el punto, la raya y el caracol. El valor de cada uno de
éstos equivalía a uno, cinco y cero respectivamente. La posición de cada signo y su
combinación con los otros determinaba su valor final.
Desarrollaron un sistema de escritura compuesto por más de 800 glifos, es decir, de signos
que en su mayoría expresaban ideas, pero también, algunos de ellos, fonemas.
En astronomía, gracias a la precisión de sus cálculos matemáticos y la observación de los
astros, pudieron determinar con exactitud los ciclos de la Luna, el Sol y el planeta Venus.
Manifestaciones culturales
La cultura maya tuvo influencia de las tradiciones anteriores y variaba de acuerdo con el
espacio geográfico donde se ubicaban las ciudades. Algunas de sus características son las
siguientes:
Desarrollaron importantes obras arquitectónicas, como centros ceremoniales o religiosos
organizados alrededor de plazas rectangulares; caminos de piedra; palacios y templos
sobre basamentos escalonados. Los templos y otros edificios importantes solían tener las
paredes cubiertas de estuco decorados con relieves y pinturas.
Tuvieron un gran desarrollo de la escultura. Tallaron, en madera, hueso y distintos tipos
de piedra, representaciones de los dioses y también animales y seres humanos.
Dentro de la técnica de la escultura, se destacaron los relieves, con escenas de rituales
como la decapitación de jugadores de pelota, sacrificios humanos y personajes con cabeza
de serpiente. Algunas de las piezas más conocidas son la escultura de Chac Mool y la
estela de Copán.
Realizaron cerámicas policromadas ornamentadas con motivos de la naturaleza, escenas
de la vida cotidiana, de ceremonias y guerras y jeroglíficos.
Se destacaron en la producción de pinturas murales, realizadas con técnicas de altísima
calidad que han asegurado la supervivencia de muchas de ellas hasta el presente. Las
escenas representadas, muchas veces acompañadas de escritura, dan cuenta de
numerosos aspectos de la vida de esta civilización. Se destacan las pinturas de Bonampak
y las de Calakmul, en Campeche.
Hacia finales del período clásico, en la Península de Yucatán surgió un nuevo estilo,
conocido como la “cultura del Puuc”, caracterizado por edificios decorados con mosaicos
de piedra con diseños geométricos y representaciones del dios de la lluvia. Este nuevo
estilo tuvo gran influencia en otras culturas, como la tolteca.
Fin de la cultura maya
Luego de alcanzar su máximo esplendor durante el primer milenio, la civilización maya
sufrió un abrupto colapso y muchas de las ciudades del centro de la península de Yucatán
fueron abandonas.
Algunas teorías sostienen que la causa del colapso se encuentra vinculada a diversos
conflictos sociales que habrían impulsado una serie de rebeliones y levantamientos. Otras,
lo relacionan al uso indiscriminado de los recursos naturales. Según esta última hipótesis,
fueron los mayas mismos quienes, mediante un empleo excesivo de la tala y quema,
causaron un desequilibrio ambiental que trajo aparejado largos períodos de hambruna y,
en consecuencia, un rápido descenso de la población.
Tiempo después, durante el posclásico, la civilización maya experimentó un breve
renacimiento, tras recibir la influencia tolteca en la región norte de la península de
Yucatán. Sin embargo, para los primeros años del siglo XVI, cuando los españoles llegaron
a las tierras mayas, esta civilización ya se encontraba completamente debilitada.
Algunas ciudades mayas cayeron pronto en manos de los españoles, pero otras, lograron
resistir por casi doscientos años. Recién en 1697, los españoles obtuvieron su última
victoria sobre los mayas.
Cultura azteca
¿Qué fue la cultura azteca?
Se conoce como los aztecas, tenochcas o mexicas a uno de los más conocidos pueblos
mesoamericanos de la época precolombina. Fueron los fundadores de la entidad político-
territorial más grande y poderosa de la región hasta la llegada de los conquistadores
españoles en el siglo XV: el Imperio azteca, ubicado en la región centro-sur del actual
territorio mexicano.
El Imperio azteca surgió en apenas 200 años, gobernó y colonizó la región central
mesoamericana en una triple alianza entre los pueblos de Texcoco (acolhuas), Tlacopan
(tepanecas) y México-Tenochtitlán. De hecho, Tenochtitlán fue la capital del Imperio
completo.
Cada una de estas poblaciones era un altépetl distinto, es decir, una instancia política,
social y religiosa organizada. En su conjunto conformaban un mismo Estado que invadió,
esclavizó y controló a los pueblos vecinos, imponiéndoles entre otras cosas su lengua (el
náhuatl) y su religión (el culto al dios solar y guerrero Huitzilopochtli).
Por eso, una vez llegados los ejércitos conquistadores en el siglo XV, fue muy sencillo
convencer a las poblaciones rivales de aliarse con los europeos en la guerra contra los
aztecas. Esta fue la decisión tanto de tlaxcaltecas como totonacas, a pesar de que después
ellos mismos compartieran el destino de sometimiento y exterminio que puso fin a la
cultura mexica.
Se estima que, para el momento de su caída, el Imperio azteca contaba con unos 22
millones de personas y con una densidad poblacional de 72,3 habitantes por kilómetro
cuadrado (a lo largo de 304.325 kilómetros de superficie).
Características generales de la cultura azteca
Los aztecas eran un pueblo fundamentalmente guerrero y religioso, cuyo patrono
principal era el dios Sol, Huitzilopochtli. A su nombre hacían sacrificios humanos, con los
guerreros de las etnias conquistadas, a las que además imponían un sistema de impuestos
que centralizaba en Tenochtitlán la mayor cantidad de riquezas posible.
Su carácter belicista se reflejaba en sus vestimentas, adornadas con plumas y otros
adornos que mostraban además la jerarquía del individuo dentro de la sociedad.
Dominaban un tipo de metalurgia prehispánica basada en bronce, oro, plata y obsidiana,
con el que confeccionaban ornamentos y armas para la guerra.
Poseían también una escritura pictográfica que cumplía fines de documentación, un
sistema métrico propio con el que desarrollaron numerosas obras arquitectónicas, y un
sistema astronómico basado en la observación del Sol, la Luna y Venus.
Su imperio heredó tendencias culturales de culturas precedentes, como los teotihuacanos.
De hecho, hicieron de Teotihuacán, ya abandonada y en ruinas, un lugar de peregrinaje
religioso en el que llevar a cabo ritos y ofrendas humanas: varones al dios Sol, mujeres a la
diosa Luna.
Organización política y social de los aztecas
La sociedad mexica se dividía en veinte clanes o calpullis, vinculados entre sí por
parentesco, división territorial y la práctica religiosa, esta última inseparable del arte de la
guerra. Cada clan tenía una autoridad o calpullec, un territorio asignado y un templo
propio. Incluía personas de las tres clases sociales:

Nobles guerreros (pipiltin). Controlaban el gobierno y la religión, dado el carácter


teocrático de la sociedad mexica.
Plebeyos (macehualtin). Comprendían artesanos, campesinos y comerciantes del pueblo
llano.
Esclavos (tlatlacohtin). Generalmente eran prisioneros de guerra, criminales o ciudadanos
que pagaban mediante la servidumbre grandes deudas a terceros.
En cada altépetl se ejercía la justicia local y administrativa mediante instituciones
designadas para ello. Por otro lado, los problemas irresolubles podían elevarse a
tribunales judiciales en México-Tenochtitlán y Texcoco.
Allí, la justicia era impartida en el propio palacio real por parte de las autoridades. Sin
embargo, entre el pueblo llano la impartía un tecutli o juez de elección popular, que
estaba en funciones durante un año.
Por encima del tecutli estaba un tribunal de tres jueces vitalicios, designados por el asesor
encargado del ejecutivo o cihuacóatl, quien servía de consejero a la autoridad política
máxima del Imperio, el huey-tlatoani. Este último era electo, a su vez, de entre la nobleza
de los clanes de la sociedad, por un concejo integrado por representantes de cada clan.
Economía azteca
La economía azteca fue, especialmente durante el apogeo imperial, sumamente próspera.
En particular porque el dominio de los pueblos vecinos brindaba la oportunidad de mano
de obra barata y abundante.
Además, el cultivo de las tierras se asignaba a los clanes o calpulli, repartiendo la
producción entre el Estado, los sacerdotes, las familias del clan y su jefe. Gracias a sus
avanzadas técnicas agrícolas, se aprovecharon las aguas del lago Texcoco mediante un
sistema de cultivo llamado chinampas, que empleaba el lodo del lago como abono y
pudiendo sembrar varias veces al año.
Además, conocieron el comercio, principalmente el trueque, así como el tráfico de
esclavos, y las industrias de la minería (especialmente obsidiana para elaborar utensilios y
armas) y la textil (empleando algodón y fibras de magüey).
Religión de los aztecas
Como otras tribus mesoamericanas, los mexicas poseían una cosmovisión fruto de la
herencia e hibridación de culturas anteriores, organizada en torno a la veneración de un
dios solar. Sin embargo, es posible y frecuente hallar evidencia de veneración de dioses
toltecas como Tláloc, Tezcatlipoca o Quetzalcóatl.
Incluso, a medida que el Imperio crecía nuevas deidades eran veneradas. Esto se debía a
que nuevas poblaciones eran asimiladas y el panteón mexica se expandía. Para ello, se
enlazaban sus relatos mitológicos con los de los dioses existentes.
Esto arrojó como resultado una religión llena de intrincadas y complejas historias de
parentesco entre los dioses, fruto del sincretismo entre civilizaciones. Sin embargo,
conforme el Imperio se establecía, surgió cierta concepción monista sobre lo divino,
abandonando el politeísmo tradicional. En esto los estudiosos no llegan a un consenso
definitivo.
En todo caso, la religión de los aztecas era un elemento central en su cultura. Los ritos de
ofrenda a los dioses y sacrificios humanos (generalmente de prisioneros de guerra) era
común e importante en la consolidación de las castas militares.

El colapso del mundo medieval


1. Crisis demográfica
En primer lugar, se dio un agotamiento de los suelos y la agricultura, lo que devino en
una hambruna generalizada. Esto, sumado a las enfermedades y las guerras, produjo un
retroceso en el crecimiento poblacional.
Epidemias como la malaria y la tuberculosis comenzaron a amenazar al continente. Pero
la más fulminante fue la peste bubónica, también conocida como peste negra. A raíz de
la peste murió casi un tercio de la población europea.
Esta gran mortandad tuvo sus consecuencias en la economía, pues el campo tuvo menos
mano de obra.
2. Transformación económica
Producto de la poca cosecha y la disminución de la población, se abandonaron las aldeas
en el campo, y los campesinos prefirieron refugiarse en las ciudades. Además, hubo
grandes rebeliones y levantamientos en las zonas rurales.
Los campesinos ya no podían pagar las nuevas exigencias tributarias de los
señores feudales y la iglesia, por efecto de la crisis de las cosechas. Así, poco a
poco la tierra dejó de ser la base de la riqueza.

En su lugar, el comercio tomó el puesto como actividad primordial, se comenzó a


trabajar para intercambiar bienes por dinero y así nació un capitalismo primitivo.

3. Surgimiento de la burguesía

En lo social, las clases dominantes de los nobles y el clero perdieron poder. Su


dominio cambió al surgir la burguesía con el renacimiento de la vida urbana en
Europa, luego de las Cruzadas.

Además, la sociedad empezó a “corporativizarse”, es decir, los grupos de


artesanos, comerciantes y maestros se asociaron en corporaciones (gremios) que
marcaron un nuevo peso. Esto no solo debilitó las clases dominantes, sino que
creó una nueva estructura social.
4. Origen de las monarquías nacionales
En el panorama político, el modelo imperante hasta entonces, el feudalismo, decayó. En
su lugar se formaron gobiernos centralizados, como una nueva modalidad de las ciudades-
estados del Medievo, o repúblicas.
También se conformaron otros pequeños estados independientes, confederados en
imperios, como el Sacro Imperio romano-germánico.
Y por último se da una tercera forma de organización, que serán los Estados nacionales,
como las futuras España, Francia o Inglaterra. Esto sucedió luego de la guerra de los Cien
Años, cuando los ingleses se replegaron y los franceses comenzaron a unificar su
territorio. Esta guerra devastó la región.
En lo cultural, surgieron las lenguas nacionales en los nuevos Estados centralizados, que se
unificarán en idiomas.
5. Pérdida del poder cristiano
La iglesia empezó a sufrir problemas que anunciaban la posterior reforma. El papado entra
en una época de corrupción y los reyes desean que la iglesia deje de imponerse en sus
territorios. Esto produjo un enfrentamiento entre el papa Bonifacio VII y el rey Felipe IV de
Francia.

La disputa desembocó en un conflicto. Por ello, se inició el pontificado en Aviñón, como


una estructura paralela a la de Roma, y se generó el llamado Cisma de Occidente, cuando
la iglesia se dividió y tuvo dos papas.

6. Caída de Constantinopla
La capital del Imperio bizantino, o Imperio Romano de oriente, era de profunda
importancia para el mantenimiento del sistema feudal y cristiano de la Edad Media y su
expansión en el este. Al caer en manos de los turcos otomanos, interrumpió el comercio y
la comunicación hacia Oriente.

Esto, entre otras cosas, favoreció la búsqueda de vías alternas para el comercio europeo,
que terminó con la llegada al Nuevo Mundo de Cristóbal Colón.

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