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Trabajo Teoria General Del Proceso
Trabajo Teoria General Del Proceso
1. Competencia objetiva
La competencia objetiva comprende los tres criterios: materia, cuantía y territorio2.
El territorio siempre acompañará la materia o la cuantía, pues estos dos
últimos son excluyentes entre sí. Dos son los únicos supuestos para determinar
la competencia de un tribunal: materia y territorio o cuantía y territorio. Para
esos efectos, es imprescindible distinguir entre competencia improrrogable y
competencia prorrogable. Cuando la materia o la cuantía define la competencia
es improrrogable; es decir, el juzgado se debe declarar incompetente de oficio
conforme al párrafo 1º del artículo 43 del Código Procesal Civil. Por territorio
también es improrrogable, pero solo en los dos supuestos previstos en el numeral
35 ibídem y en los procesos no contenciosos conforme al artículo 33 ibídem.
En todos los demás casos por territorio, la competencia es prorrogable y solo se
puede declinar por medio de excepción presentada dentro del plazo legal. Otra
característica de la improrrogabilidad es la posibilidad de decretarla en cualquier
etapa del proceso, según lo autoriza el ordinal 299 ibídem3.
2. Competencia subjetiva
Una vez definida la competencia objetiva –materia o cuantía– con el territorio,
el juzgado competente debe verificar las causales de impedimento, excusa
y recusación. Lo que se pretende es garantizar la imparcialidad, lo cual es el
objetivo de la denominada competencia subjetiva. Es posible que una parte recuse
a la persona juzgadora y, además, oponga la excepción de falta de competencia
por cualquiera de las tres razones. Por regla, la competencia objetiva se resuelve
siempre con prioridad a la subjetiva. De esa forma lo entiende la persona
legisladora por el orden impuesto en el Código Procesal Civil, lo que guarda
lógica, porque la imparcialidad del juez o de la jueza solo se compromete hasta
que se haya definido con certeza a la persona competente por materia, cuantía y
territorio.
2.1. Impedimentos
Las causas de impedimento se encuentran reguladas en el artículo 49 del Código
Procesal Civil y se caracterizan por su gravedad. Para la persona legisladora se
trata de motivos inobjetables que comprometen la imparcialidad del tribunal. Así
sucede cuando una de las partes mantiene una relación de pareja con la persona
juzgadora. Las causas se deben revisar de oficio y, si se verifica alguna, el juez
o la jueza se inhibirá de conocer el proceso, el cual pasará al que corresponda,
conforme lo dispone el artículo 5110.
2.2. Excusas
Las causales de excusa son las mismas para la recusación, previstas en el
numeral 53 ibídem, con las salvedades del artículo 80 ibídem. Artículo 79
ibídem. No tienen las consecuencias de inhibir de pleno derecho al funcionario
o a la funcionaria judicial. No obstante, también de oficio, el juez o la jueza
deberá poner constancia del motivo y se pondrá en conocimiento de la parte
perjudicada.
Por ejemplo, un compañero o compañera del despacho se pensiona y decide
litigar en su antiguo lugar de trabajo. Dentro de los doce meses siguientes, es
causal de recusación, según el inciso 3º del ordinal 53 ibídem. En ese supuesto,
si la persona pensionada es la o el abogado director de la parte actora, antes de
dar curso a la demanda, se le debe dar audiencia de veinticuatro horas a la parte
demandada de la excusa. En ese breve plazo, tiene dos opciones: habilitar a la
persona juzgadora, quien continuará con el conocimiento del asunto. Equivale
a una muestra de confianza que, a pesar de la circunstancia, no se cuestiona su
imparcialidad. La segunda es apoyar la excusa, en cuyo caso el expediente se
trasladará a otro funcionario u otra funcionaria. Artículos 82 y 83 ibídem.
2.3. Recusación
La inhibitoria y la excusa son de oficio con las diferencias comentadas. Si por
alguna razón el juez o la jueza no la declara, la parte afectada puede plantear
larecusación por vía incidental. En otras palabras, la recusación actúa a petición
de la persona interesada en defecto de la oficiosidad del tribunal. Para ello, como
requisito de admisibilidad, se debe aportar el depósito de dinero exigido en el
numeral 60 ibídem. El procedimiento que se debe seguir es regulado por los
numerales 61 a 64 ibídem.