Está en la página 1de 9

“La clasificación de los grupos familiares según

José Bleger”

La transición histórica en su conceptualización


(Argentina, 1959-1966)1

Sheila Daiana Giusti

Índice

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………1

1. Primera clasificación de los grupos familiares……………………………….…3

2. Nueva clasificación de los grupos familiares………….………….…….………5

3. Comparaciones y articulaciones conceptuales…………………………………8

4. Cierre…………………………………………………………………………..……9

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se propone realizar un abordaje histórico en la teorización


de las clasificaciones familiares desarrolladas por el médico y psicoanalista argentino
José Bleger y develar cuál es el punto conceptual que marca el pasaje de su primera
clasificación desplegada en 1959 en “El grupo familiar: psicología y psicopatología”
y su segunda clasificación en 1966 en Psicohigiene y Psicología Institucional.

Tomando del libro Entre Buenos Aires y París (2009) de Alejandro Dagfal, se
detallarán a continuación datos biográficos indispensables para comprender el tema
a desarrollar.
José Bleger nació en 1922, en Ceres, una colonia agrícola del noroeste de Santa
Fe. Su familia eran inmigrantes judíos. Realizó sus estudios de medicina en la
Universidad del Litoral, en Rosario. Al recibirse participó como ayudante de la
cátedra de Clínica Médica, que tenía como titular a Clemente Álvarez, médico de
orientación comunitaria involucrado en el movimiento de la higiene mental. Luego,
en los años ’40, ingresó como ayudante en la cátedra de Neurología de Teodoro
Fracassi. Con respecto a esto último, Dagfal dice que teniendo en cuenta quiénes
fueron sus primeros maestros, se observa cómo Bleger desde el principio de su
formación se interesó por los aspectos sociales, psíquicos y neurológicos de la
enfermedad. Para estos años ya pertenecía al Partido Comunista lo cual le traía
dificultades en el ingreso como médico a los hospitales públicos.

En 1946 se instaló junto con su esposa, médica ginecóloga, en La Banda,


Santiago del Estero con el fin de ejercer la psiquiatría de manera autónoma. Sin
embargo, realizó viajes a Córdoba donde, a través de Gregorio Bermann, profundizó
sus lecturas comunistas y se integró al grupo de la Revista Latinoamericana de
Psiquiatría. En 1952 publicó su primer libro, Teoría y práctica del narcoanálisis, donde
toma una idea de Enrique Pichon-Rivière y la sistematiza. En 1954 se instala en
Buenos Aires, comienza a psicoanalizarse con Pichon-Rivière e ingresa en la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Su formación comunista y psicoanalítica
lo llevan a publicar, en 1958, Psicoanálisis y dialéctica materialista, libro que le produjo
conflictos con el Partido Comunista y con la APA. En ese mismo año, participa en
una experiencia comunitaria en Rosario comandada por Pichon-Rivière.

En 1959 es nombrado titular de cátedra de Introducción a la Psicología, en la


Universidad de Buenos Aires, y de Psicoanálisis, en Rosario. En este mismo año
publica junto con su esposa Lily Bleger, “El grupo familiar: psicología y
psicopatología” en El grupo psicológico en la terapéutica, enseñanza e investigación,
editado por Grinberg, Langer y Rodrigué, miembros de la APA y continuadores de
los trabajos de Pichon-Rivière sobre familia y pareja. Tomando lo expuesto por Juan
Carlos Nocetti en Familia y psicoanálisis en Argentina (2002) este texto logra integrar en
el análisis familiar un nivel vincular y grupal, a partir de la distinción del nivel
intragrupal y del nivel institucional. Aquí se encontrará su primera clasificación de
los grupos familiares. Nocetti recalca que en 1960 el grupo familiar como objeto de
estudio se constituyó en una unidad diagnóstica, pronóstica, psicoprofiláctica y de
tratamiento.

En el año 1961, Bleger se hará cargo del primer seminario para graduados de
higiene mental. Como lo desarrollan Cyntia Acuña, Julio Del Cueto y Hérnan
Scholtenii, este seminario intentaba responder a la cuestión del rol del psicólogo con
respecto a la salud pública y la psicohigiene.

En el año 1963, Bleger publicará Psicología de la conducta, que junto con


Psicoanálisis y dialéctica materialista y Simbiosis y ambigüedad, son sus obras más
destacadas.

Enrique Carpintero en Las huellas de la memoria (2004) dice que los abordajes
institucionales y familiares lograron independizarse del desarrollo de los dispositivos
grupales. En julio de 1965 se realiza el primer Coloquio Internacional de ACTA con el
título “Familia y enfermedad mental” donde se discutió de tratamientos familiares,
cientificidad y de la necesidad de incorporar nuevas perspectivas. En este marco,
Bleger presenta Psicohigiene y psicología institucional, que luego lo publica en 1966,
donde conceptualiza las instituciones desde una perspectiva psicoanalítica y, lo que
interesa en el presente trabajo, realiza su segunda clasificación de los grupos
familiares.

En 1967, Bleger retoma en Simbiosis y ambigüedad la segunda clasificación de


los grupos familiares y ejemplifica con casos clínicos.

En el desarrollo siguiente, luego de exponer las dos clasificaciones desarrolladas


en los textos recién mencionados y contextuados, se intentarán articular
conceptualmente ambas clasificaciones.

1. Primera clasificación de los grupos familiares.

En 1959, José Bleger publica junto con su esposa, Lily Bleger, “El grupo familiar:
psicología y psicopatología” en El grupo psicológico en la terapéutica, enseñanza e
investigación. Los aportes aquí desarrollados se basan en su experiencia con distintas
modalidades de trabajo con sus pacientes, que comenzó a realizar un año atrás, como
ser psicoanálisis individual, psicoterapia de grupo y de matrimonios.

Aquí estudiará al grupo familiar entendiéndolo como intragrupo, en el cual


los vínculos y relaciones entre los miembros se despliegan en la estructura total. En
este encuadre define al grupo familiar como un sistema cerrado cuya tendencia es
preservar la estabilidad. La familia como sistema de equilibrio dinámico se sostiene
en la complementariedad de roles y en un proceso de comunicación lo cual permite
un interjuego de proyección-introyección y de identificaciones recíprocas. El
equilibrio grupal se ve modificado cuando el conflicto sobrepasa cierto umbral y es
en este desajuste del grupo donde emerge el enfermo como exponente de las
tensiones e intento de restablecer la antigua estructura.

En este momento de sus desarrollos teóricos, Bleger realiza una distinción de


las estructuras familiares basada en la forma en que se establece el vínculo y la
comunicación con la correlación de roles. En relación al grado de dispersión o
aglutinación de los miembros sitúa dos tipos de estructura opuestos, la esquizoide y
la epileptoide, y una tercera estructura entre estos dos tipos, la cicloide.

Por un lado, el grupo familiar esquizoide se caracteriza por la segregación


entre los miembros, tanto la comunicación como el contacto afectivo entre éstos son
escasos. Por lo tanto, la dispersión de los integrantes no provoca ansiedad y los
encuentros no ocasionan alegría. La separación de uno de sus miembros permite, en
momentos de conflicto, que la tensión que domina al grupo no amenace su
estabilidad. En este caso, el paciente enfermo es aislado por la familia y acude solo a
la consulta.

En contraposición, en el grupo familiar epileptoide sus integrantes se


encuentran aglutinados, lo que implica roles fijos y complementarios. En estas
familias numerosas se observa hostilidad, rencor y duelos dramáticos; a la consulta
concurren todos los miembros y en la internación se refleja culpa.
En el caso de la familia cicloide, se viven los afectos directamente, la oscilación
entre alegría y tristeza es fluida.

Por último, Bleger destaca la importancia de la estructura del vínculo


simbiótico como interdependencia cerrada, ya que está presente en todas las familias
y en algunos casos la masividad de la identificación proyectiva intensifica el vínculo;
como es el caso de la relación madre-niño, de parejas matrimoniales y del
enamoramiento.

2. Nueva clasificación de los grupos familiares

En el marco del Coloquio Acta 1965, primer coloquio internacional dedicado a


Familia y enfermedad mental José Bleger presenta el artículo Psicohigiene y Psicología
Institucional que en 1966 publicará como libro. En este contexto ubicará a la familia
como grupo, con su estructura y dinámica, en la planificación de la higiene mental y
psicohigiene. Aquí modificará su primera clasificación de los grupos familiares. Para
profundizar en esta segunda conceptualización resulta necesario desarrollar algunas
puntualizaciones conceptuales.
En primer lugar, parte del supuesto que enuncia que los trastornos mentales
emergen de la totalidad de la dinámica del grupo familiar (del intragrupo), de la
dinámica extragrupo y de las relaciones entre ambos.
En segundo lugar, retoma de Cooleyiii la distinción entre grupos primarios y
grupos secundarios. Por grupo primario entiende al grupo familiar que se caracteriza
por el sincretismo primitivo, que es la identificación proyectiva masiva, cruzada y
múltiple entre los miembros, configurador del grupo de participación, de la
identidad grupal, el grupo primario formará personas. Bleger, gracias a sus
investigaciones realizadas con el método del psicoanálisis clínico, agrega que la
dinámica del grupo familiar se caracteriza por ser el reservorio de la parte psicótica
de la personalidad de cada uno de sus integrantes, que se ha quedado en los niveles
más inmaduros y regresivos y que se caracteriza por la no diferenciación entre yo y
no yo, entre objeto interno y depositario. A ésto lo denomina simbiosis. En
contraposición, en el grupo secundario, se produce un proceso de discriminación,
diferenciación y personificación, un sistema de interacción, no de participación,
instalado como consecuencia de la proyección-introyección, de las recíprocas
internalizaciones discriminadas. Tanto grupo primario como secundario conviven,
de hecho, es gracias a la estructura simbiótica (reservorio de la parte más narcisística
de la personalidad) del grupo primario que los individuos actúan en el grupo
secundario conforme a la parte más discriminada de la personalidad, evitando
perturbaciones intra e intergrupales.
Retomando el problema que necesitó de éste desarrollo previo, se advierte que
Bleger va a destacar principalmente dos tipos de grupos familiares que son el
resultado de polarizaciones extremas de la estructura simbiótica.
Por un lado, el grupo aglutinado, caracterizado por su organización narcisística
ya que en la estructura grupal no hay diferenciación yo y no yo, mundo interno y
mundo externo, no hay individuación. Por el contrario, se conforma una identidad
grupal funcionando el grupo como totalidad donde los sujetos establecen relaciones
dependientes y realizan sus actividades ligados al grupo familiar mientras que la
relación con el extragrupo es escasa e inmadura. Justifica esta idea a través de la
simbiosis como momento inicial, previo al nacimiento, en el cual hay un sincretismo,
una falta de diferenciación de yo y no yo, y como consecuencia de esto una ausencia
de proyección e introyección. La familia aglutinada, entonces, retorna a este
momento primitivo, a este soporte narcisístico endogrupal, donde no se ha
alcanzado la personificación. Esto se comprende mejor a la luz de su desarrollo
teórico publicado en 1967 en Simbiosis y ambigüedad donde agrega que en el grupo
simbiótico o aglutinado los integrantes son depositarios y actúan roles de acuerdo
con los objetos internos de otros de forma complementaria.
Por otro lado, el tipo esquizoide o disperso, en el cual también se presenta una
relación simbiótica pero de forma diferente. Aquí el grupo indiscriminado pasa a
formar parte del mundo interno de los integrantes, por lo cual esta relación se
establece dentro de sí mismos y como consecuencia el grupo se dispersa. Esta
disociación esquizoide actúa como forma de defensa conservando la identidad
individual. Los sujetos realizan sus actividades con mayor adaptación en el
extragrupo. En contraposición al grupo aglutinado, se caracteriza por la
independencia entre los integrantes, la hostilidad, el bloqueo de las relaciones
emocionales.
Finalmente, entre la familia aglutinada y la esquizoide, ubica de forma
intermedia otras dos estructuras grupales familiares. La familia psicopática, que
surge como reacción de fuga frente a una simbiosis patológica donde el individuo es
absorbido por el intragrupo. Esto implica un déficit en el desarrollo de la
personalidad (falta de clivaje intra-extragrupo) y una relación más normal con el
extragrupo (fuerte clivaje intra-extragrupo sin interacción entre ambos). Y la familia
hipocondríaca que responde al mismo conflicto que la psicopática pero en forma de
enfermedad psicosomática.
3. Comparaciones y articulaciones conceptuales
A partir de lo expuesto anteriormente, se pueden observar en las teorizaciones de
José Bleger ciertas continuidades pero, de todos modos, el pasaje de una clasificación
a la otra, implica un cambio conceptual de suma importancia debido a la
introducción del fenómeno de la simbiosis. Si bien Bleger presentó en 1959 el vínculo
simbiótico como partícipe de todo grupo familiar, en 1966 la simbiosis tendrá un
papel estructural.
Bleger expone en Psicohigiene y Psicología Institucional que la simbiosis esta
presente aún antes del nacimiento. Su atributo es el sincretismo, la ausencia de
diferenciación yo y no yo. Se caracteriza por identificaciones proyectivas. Esta
totalidad indiscriminada gradualmente irá diferenciándose del mundo externo y
conformando su mundo interno, lo que dará lugar a mecanismos de proyección e
introyección como segundo momento. Aquí está la diferencia fundamental con la
primera clasificación, en la que, la simbiosis no es conceptualizada como momento
inicial y lo que ocurre primero son mecanismos de proyección e introyección en lugar
de identificaciones proyectivas.
En cuanto a la clasificación propiamente dicha, el grupo familiar esquizoide y el
grupo familiar epileptoide o aglutinado se encuentran en ambas teorizaciones, sólo
que en la primera esta distinción de basa en el grado de relación entre los miembros
del grupo y en la segunda en que ambos tipos familiares son polos opuestos de la
estructura simbiótica (la cual en 1959 fue considerada como un grupo familiar
separado). En la segunda clasificación omite a la familia cicloide y suma a la familia
psicopática e hipocondríaca caracterizadas por utilizar mecanismos de la familia
esquizoide y aglutinada cuando debe afrontar cambios en la estructura y por
permitir una discriminación entre el sujeto y los otros individuos dentro y fuera del
grupo familiar.

4. Cierre
Retomando la pregunta que guió este trabajo, a saber, cuál es el punto conceptual
que marca el pasaje de la primera clasificación de los grupos familiares de José
Bleger, desplegada en 1959 en “El grupo familiar: psicología y psicopatología”, y su
segunda clasificación en 1966, en Psicohigiene y Psicología Institucional, se puede
indicar que el concepto que marca una articulación y a la vez un distingo entre
ambas clasificaciones es el concepto de simbiosis.

A su vez, también se intentó realizar un abordaje histórico, partiendo de su


biografía y contextuando los textos aquí abordados. Como se expuso en la
introducción estas producciones están enmarcadas en los años ’60, en los cuales se
estaban realizando importantes desarrollos en lo que respecta al fenómeno grupal,
institucional, familia y pareja.

Como consecuencia del recorrido llevado a cabo se desprenden nuevos


interrogantes, como ser: el rol del psicólogo en la técnica del grupo familiar.

Bibliografía

Bibliografía primaria:
 Bleger, J. [1966] (1999). Cáp. 4 “Grupo familiar y psicohigiene”. En
Psicohigiene y psicología institucional. Buenos Aires: Paidós.
 Bleger, L. & Bleger, J. (1959). Grupo familiar: psicología y psicopatología. En
Grinberg, L., Langer, M. & Rodrigué, E. (Eds.), El Grupo Psicológico: en la
terapéutica, enseñanza e investigación. Buenos Aires: Nova.

Bibliografía secundaria:
 Bleger, J. (1967). Cáp. 1 “Estudio de la dependencia-independencia en su
relación con el proceso de proyección-introyección”, Cáp. 3 “Modalidades de
la relación objetal”, Cáp. 5 “La ambigüedad en la clínica psicoanalítica”. En
Simbiosis y ambigüedad. Estudio psicoanalítico. Buenos Aires: Paidós.

 Carpintero, E. y Vainer, A. (2004). Cáp. 1 “El progreso comienza a llamarse el


campo de la Salud Mental”, Cáp 5 “La Izquierda y la Salud Mental”, Cáp. 6
“El trabajo en grupo. Una marca de época”, Cáp. 10 “De Freud a Lacan
pasando por Marx”. En Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud Mental
en la Argentina de los ’60 y ’70. Tomo I: 1957-1969. Buenos Aires: Topía.

 Dagfal, A. (2009)..Cáp. 1 “El pasaje de la “higiene mental” a la “salud mental”


y la organización del campo psiquiátrico”, Cáp. 6 “José Bleger: de la
psiquiatría a la psicología psicoanalítica. La recepción de Politzer entre Freud,
Marx y Pavlov”. En Entre París y Buenos Aires. La invención del psicólogo (1942-
1966). Buenos Aires: Paidós.

 Acuña, C.; Del Cueto, J.; Scholten, H., Módulo de la cátedra. Unidad IV, segunda
parte, 2005. En: www.elseminario.com.ar

 Nocetti, J. C. (2002). Cáp. 2 “Los orígenes del tratamiento de familias en la


Argentina”. En Familia y psicoanálisis en la Argentina. Apuntes para una historia
conceptual. Buenos Aires: Biblos.

1 Trabajo realizado en el marco del seminario “La familia como objeto de intervención en la Argentina:
tradiciones intelectuales y psicoterapéuticas (1950-1979)”, dictado por la prof. Florencia A. Macchioli.
2do cuat. 2009.

ii Ver Cyntia Acuña; Julio Del Cueto; Hernán Scholten, Módulo de la cátedra. Unidad IV, segunda parte,
2005. En: www.elseminario.com.ar
iii Charles Horton Cooley (1864-1929), sociólogo y psicólogo estadounidense. Refutó el determinismo

psicológico y analizó fenómenos sociales a partir de las relaciones orgánicas entre individuo y
sociedad.

También podría gustarte