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¿QUÉ ES EL ALMA?

En este artículo estudiaremos qué dice la Biblia sobre el alma, veremos qué es el alma, si es eterna o no y qué sucede
con nuestra alma al morir.

Sabemos que somos tri-partitos: es decir formados por espíritu, alma y


cuerpo: 1 Tes 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida
de nuestro Señor Jesucristo.”

Todo nuestro ser está formado por espíritu, alma y cuerpo, primero veamos
qué sucede con el cuerpo y el espíritu cuando morimos:

El espíritu regresa a Dios:


El espíritu de vida lo dio a cada uno de nosotros Dios:
Gén 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente.”

Al morir el espíritu de vida que teníamos vuelve a Dios quien fue El que nos lo dio.
Ecle 12:7 “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.”

Veamos también como una persona que pierde su espíritu muere: Sant 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta.”

El cuerpo regresa al polvo. Como vimos en un versículo anterior nuestros cuerpos fueron formados del polvo de la
tierra: Gén 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un ser viviente.”

Al morir nuestro cuerpo regresa al polvo: Gén 3:19 “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la
tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”

Muy bien tenemos claro qué pasa con nuestro cuerpo y con nuestro espíritu al morir.

Para las personas que han nacido de nuevo y son hijos de Dios su cuerpo es templo del Espíritu Santo:
1 Cor 6:19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?”

Un detalle adicional, antes de adentrarnos en lo que es el alma, es que debemos tener claro que cuando resucitamos
para la vida eterna nos será dado un nuevo cuerpo, ya que carne y sangre no entrarán al reino de Dios:
1 Cor 15:50-53 “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción
hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. ”

Los que estaban muertos cuando se dé el arrebatamiento de la iglesia y Jesús nos reciba en las nubes resucitaran con
un cuerpo incorruptible y los que estén vivos en ese momento serán transformados también.

Recordemos que el cuerpo de Jesús cuando resucitó tenía capacidades que un cuerpo humano no tiene, por ejemplo:
Juan 20:19 “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el
lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a
vosotros.”
Muy bien, ahora la pregunta es ¿Qué es el alma?, lo veremos, el alma está dentro de nuestro cuerpo y cuando una
persona muere el alma sale del cuerpo:

Gén 35:18 “Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió, Raquel esposa de Jacob), llamó su nombre Benoni; mas
su padre lo llamó Benjamín.”

El alma sale, lo que implica que no se destruye al morir, veamos un ejemplo más claro: 1 Reyes 17:21-22 “Y se tendió
sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. ”

El alma del niño volvió, es decir había salido porque murió, pero Jehová escuchó la petición de Elías y permitió que el
alma del nuño volviera. Si el alma se destruyera al morir como algunos afirman, no podría haber vuelto el alma de ese
niño. Se han dado muchos casos como los de este niño, en los que médicamente una persona es declarada muerta,
pero revive y el alma regresa al cuerpo.

Alma - sale-del-cuerpo-al-morir.

Muy bien teniendo claro que el alma no se destruye al morir, la pregunta sigue en pie, ¿Qué es el alma? Vamos a ver
algunas de las muchas características de nuestra alma: En nuestra alma residen todas las cosas por las que sufrimos,
nuestras angustias, tormentos tristezas, fastidios, amarguras, etc. veamos algunos pasajes donde se explica esto.
Nuestra alma se puede:
Angustiar:
Gén 42:21 “Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia
de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.”
1 Reyes 1:29 “Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia,”
Job 19:2 “¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?”
Prov 21:23 “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.”

Atormentar:
Lev 26:16 “yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman
los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.”

Sufrir tristezas:
Deu 28:65“Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová
corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;”
Jonás 2:7 “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.”
Mat 26:38 “Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.”

Fastidiarse:
Núm 21:5 “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en
este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.”

Tener amargura: 1 Sam 1:10 “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.”
2 Rey 4:17 “Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para
quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo,
y no me lo ha revelado.”
Job 7:11 “Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré con la amargura de mi
alma.”

Estas y muchas otras cosas negativas que sufrimos residen en nuestra alma, en nuestra alma también residen todos
nuestros deseos y anhelos:
1 Reyes 11:37 “Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.”
Sal 10:3 “Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.”
Prov 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.”
Jer 22:27 “Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, allá no volverán.”

En este punto hemos visto que nuestras frustraciones, tristezas y además nuestros anhelos, deseos residen en nuestra
lama.

Nuestra sabiduría y nuestra rectitud también residen en nuestra alma:


Prov 19:2 “El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca.”
Prov 24:14 “Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza
no será cortada.”
Hab 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá.”

El alma es más que solo sentimientos, es lo que somos, incluso hay personas que ligan sus almas cuando hacen
promesas o desobedecen:
Núm 30:2 “Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará
su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.”
Prov 1:18 “Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.”
Prov 6:26 “Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa
alma del varón.”
Prov 18:7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.”

El alma, ellos mismos, quedan ligadas, pero el alma va más allá, nuestra alma está íntimamente ligada con Dios, es la
que obedece a Dios o le da la espalda.

Veamos primero como el alma es con la que se ama a Dios:


Deu 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Mat 22:37 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”
Marcos 12:30 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. Este es el principal mandamiento.”

Con el alma obedecemos y servimos a Dios:


Deu 11:13 “Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro
Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,”

Deu 30:2 “y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus
hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,”

Nuestra alma es la que tiene la esperanza y confianza en Dios:


Sal 33:20 “Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.”
Sal 57:1 “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de
tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.”
Sal 62:5 “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.”
Sal 130:5 “Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.”

La sed de Dios y el buscarlo también está en el alma:


Sal 42:2 “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”
Sal 63:1 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca
y árida donde no hay aguas,”
Isaías 26:9 “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a
buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.”

La alegría y el regocijo en Dios, también está en el alma:


Sal 35:9 “Entonces mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación.”
Prov 29:17 “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.”

Con nuestra alma bendecimos a Dios:


Sal 103:1 “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.”
Sal 104:1 “Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de
magnificencia.”
Luc 1:46 “Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor;”

Con nuestra alma guardamos Sus testimonios:


Sal 119:129 “Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma.”
Sal 119:167 “Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera.”

Con nuestra alma alabamos a Dios:


Sal 119:175 “Viva mi alma y te alabe, Y tus juicios me ayuden.”
Sal 146:1 “Alaba, oh alma mía, a Jehová.”

Con nuestra alma tenemos descanso en Dios:


Jer 6:16 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino,
y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.”
Mat 11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas;”
Jer 31:25 “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.”
Mat 11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas;”

Dios guarda las almas


Sal 25:20 “Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.”
Sal 97:10 “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los
libra.”
Sal 121:7 “Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.”

Muy bien, en este punto ya tenemos claro la estrecha relación de nuestra alma con Dios, el alma no son solo
sentimientos como algunos afirman, es mucho más que eso, es lo que somos.

Ahora veamos como con el alma también podemos decidir darle la espalda a Dios:
El alma se puede corromper:
Prov 6:32 “Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.”

El alma puede menospreciar los estatutos de Dios:


Lev 26:15 “y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis
mandamientos, e invalidando mi pacto,”

El alma puede ser desechada por Dios y no escucharla:

Sal 88:14 “¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?”

Isaías 3:9 “La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan.
!!Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.”

Nuestras almas pueden pecar:


Miq 6:7 “¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi
rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?”
Eze 18:20 “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo;
la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”
Sant 4:4 “!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que
quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

Pudimos ver lo que comprende el alma, la Escritura es bastante extensa al hablar sobre el alma, acá pudimos estudiar
algunos de los pasajes que hablan sobre el alma. Es evidente que el alma es nuestra esencia, es lo que somos, nuestra
alma decide alabar a Dios y bendecirlo o decide desobedecerlo, el alma es la que decide pecar o no pecar, guardar los
mandamientos o no guardarlos, en nuestra alma está la confianza en Dios, el deseo de Dios, la rectitud, la alabanza o
por el contrario el menosprecio de Él y el pecado. En nuestra alma sentimos angustia, temores, pero en nuestra alma
también sentimos el consuelo, la alegría y el amor de Dios.

En este punto podemos decir que vivimos dentro de un cuerpo de carne y hueso, tenemos un espíritu de vida que nos
fue dado y somos un alma.

Muy bien, al inicio del artículo vimos que cuando morimos el cuerpo regresa al polvo, el espíritu a Dios y nuestra alma
sale del cuerpo, es decir no morimos si no que salimos de nuestro cuerpo. Si nuestra alma, lo que somos, no muere
cuando nuestro cuerpo muere ¿A dónde va?

Es importante, primero, rescatar que la Escritura nos manda a guardar nuestra almas:
Deu 4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han
visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus
hijos.”
Josué 23:11 “Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.”
Prov 19:16 “El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus caminos morirá.”

Muy bien debemos guardar nuestras almas, ahora estudiemos lo que dice la Escritura respecto a salvación del alma:
Sant 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas.”
Sant 5:20 “sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud
de pecados.”
1 Ped 1:9 “obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.”

Ahora bien, se nos manda a guardar nuestras almas y se habla de la salvación del alma, esto implica que: se vuelve a
confirmar que el alma no desaparece al morir y se afirma que el alma puede salvarse o no salvarse. Veamos para qué
vino Jesús:
Luc 9:56 “porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron
a otra aldea.”

Es evidente que esas almas existían aún después de haber muerto, por eso debemos guardar nuestras almas.
Mat 16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa
dará el hombre por su alma?”

SALVAR LAS ALMAS, Jesús no vino a salvar un conjunto de sentimientos, NO, nos vino a salvar a nosotros, las personas,
las almas. Este es el punto clave para determinar que nuestra alma es la que se salva, pero si se salva, implica que
también puede que no se salve y se pierda

Es evidente que Jesús vino para salvar nuestras almas ¿Pero salvarlas de qué? Del castigo eterno, el castigo de las
almas se da temporalmente en el Seol/Hades/Infierno y finalmente en el Lago de Fuego por los siglos de los siglos.

(Si quieres saber más sobre el Seol/Hades/Infierno/Lago de Fuego te invitamos a leer el artículo: Seol, Hades, Infierno,
Lago de Fuego – ¿Qué dice la Biblia? aquí)
Veamos como David agradeció a Dios por librar su alma del Seol:
Sal 16:10 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.”
Sal 86:13 “Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.”

Veamos como en el libro de Hechos se profundiza en estas palabras de David:


Hec 2:22-31“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las
maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste,
entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese
retenido por ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré
conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; 27
Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28 Me hiciste conocer los caminos
de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca
David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y
sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo
para que se sentase en su trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en
el Hades, ni su carne vio corrupción. ”

David habló de la resurrección de Cristo y que no fue dejada su alma en el Hades, Cristo resucitó y su alma fue librada
del Hades (misma palabra que Seol usada en el Antiguo Testamento):
1 Cor 15:20 “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.”

Se nos manda a temer a quien puede destruir nuestra alma en el infierno:


Mat 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”

Acá vamos a hacer un alto, porque hay una doctrina enseñada por los Testigos de Jehová, que toma el pasaje anterior
para decir que el diablo destruye las almas en el infierno y por lo tanto dejan de existir y por ende sólo algunas almas
resucitan y otras no. Sin embargo al escudriñar vemos que la palabra usada para destruir en griego es: ἀπόλλυμι cuy
significados puede ser: matar, destruir, perder

Veamos el uso de esa misma palabra en otros pasajes:


Mat 10:6 “sino id antes a las ovejas perdidas (ἀπόλλυμι) de la casa de Israel.”
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda (ἀπόλλυμι), más tenga vida eterna.”

Así es, el diablo lucha por lograr que las almas se pierdan en el infierno y luego eternamente en el lago de fuego junto
a él. El castigo para las almas que no se salven será ETERNO, la Escritura es contundente:
Daniel 12:2 “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros
para vergüenza y confusión perpetua.”

El libro de Mat en el Nuevo Testamento confirma lo escrito en el libro de Daniel:


Mat 25:46 “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Las almas irán o al castigo ETERNO o a la vida ETERNA.

En el libro del Apocalipsis Juan describe que vio las almas, de los que habían muerto por guardar la palabra de Dios:
Apo 6:9 “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra
de Dios y por el testimonio que tenían.”
Apo 20:4 “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados
por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que
no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”
Como vimos en Mat y Daniel el castigo es eterno para las almas que negaron a Dios, en Apocalipsis vemos que el
tormento para los que estén en el lago de fuego será por los siglos de los siglos:
Apo 20:10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso
profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”

Una vez que un alma ha sido encontrada culpable no hay nada que pueda evitar su castigo, primero en el infierno y
finalmente por los siglos de los siglos en el lago de fuego junto al diablo, a la bestia (anticristo) y el falso profeta:
Apo 20:11-15 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo,
y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades
fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego. ”

Conclusión
En este artículo pudimos estudiar a la luz de la Escritura, qué es el alma, la eternidad del alma y el castigo para las
almas que nieguen a Dios, nosotros somos un alma y Jesús vino a morir por las almas para que puedan ser salvas.

Te alentamos a seguir adelante en los caminos del Señor, mantener tu fe y no retroceder:


Luc 21:19 “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.”
Heb 10:39 “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación
del alma.”

Encomienda tu alma a Dios:


1 Pedro 4:19 “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan
el bien.”
1 Pedro 1:22-25 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor
fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23 siendo renacidos, no de simiente
corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 24 Porque: Toda carne
es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 Mas la palabra
del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. ”

A los pastores les recordamos que tienen la responsabilidad de velar por las almas:
Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes
han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”

Finalmente
Ezequiel 18:27 “Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir
su alma.”
Podemos morir en cualquier momento:
Luc 12:18-20 “Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis
bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe,
regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?”

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