EL SEÑOR SABELOTODO

El sabelotodo es un cuento del autor William Somerset Maugham, Un

escritor británico caracterizado por una escritura con ironía critica
que analiza la sociedad con fría corrección, Maughan titula este
cuento como ‘’El señor Sabelotodo’’ el cual hace referencia a el
sobrenombre de uno de los personajes de esta historia, puesto que
caracteriza a un hombre extrovertido y social, que generara
encuentros con los tripulantes de este viaje y una discusión que
terminara en la forma que menos se espera.

Principalmente narra la historia de un trafago de pasajeros en un

trasatlántico con diferentes destinos. En el que tenemos un primer
encuentro con un pasajero inglés, el cual se dirige a Yokohama y
debe compartir un camarote por 14 días con un hombre que
apenas conoce, Max kelanda, de igual manera inglés, aunque no
llega a ser de su mayor agrado ni para muchos de esta tripulación,
por ser un hombre confianzudo y presumido hasta llegar al punto de
ser arrogante y molesto para ellos, al cual luego le llaman ‘’el señor
sabelotodo’’ llegando a ser un nombre que expresaba la molestia
que sentían con su compañero al querer sobresalir y tener la razón
en todo sin importar el tema que tratara.

Así pues, durante una de las cenas como era de costumbre los
ingleses compartían mesa con el señor ramsay y la señora ramsay
una pareja de esposos que provenían del medio oeste, y se
encontraban en esta tripulación luego de que el recogiera a su
esposa de un viaje en new york. Esta noche se encontraron
nuevamente en una de sus extensas y controvertidas discusiones,
luego de que alguien tocara el tema de las perlas cultivadas y los
cambios que generaría frente a las auténticas por el hecho de ser
tan similares Max kelanda se mostró en total desacuerdo a esta
postura dándoles a conocer su profesión y el motivo de su viaje, en
un intento de querer sobresalir dio su opinión sobre las perlas que
poseía la señora ramsay, llegando así a enfrentarse con la opinión
del señor ramsay, el cual aseguraba que las perlas no eran
auténticas ya que su esposa las había comprado a un muy bajo
precio en su viaje, Después de esto decidieron realizar una apuesta
ya que los dos estaban completamente seguros de su postura, y se
empeñaban cada vez más en comprobar la autenticidad de estas.
Kelanda al sentirse seguro en su conocimiento de perlas y con el
interés de vencer a ramsay y demostrar que tenía razón, tomo las
perlas y las examino con cautela, aunque a el momento de dar su
satisfactorio veredicto, noto una actitud y una mirada de
preocupación en la cara de la señora ramsay por lo que en este
momento el llegara a decir, que decidió darle la razón a su
compañero y concluir que se había equivocado, quedando en
ridículo y aguantando burlas el resto de su viaje.