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EL CONOCIMIENTO ANGÉLICO

1. NATURALEZA DEL ENTENDIMIENTO ANGÉLICO

1.1. El entender angélico en relación a su substancia, esencia y a su ser (I q. 54, 1-3).

Después de haber tratado sobre la substancia del ángel, Santo Tomás trata del conocer
del mismo, conforme al principio metafísico que el operar sigue al ser.

En primer lugar se pregunta si el entender del ángel es su substancia, a lo cual


responde negativamente apoyado en un principio metafísico: la distinción real de esencia y
acto de ser (esse) en todo ente creado y su identidad en Dios.

Respondeo dicendum quod impossibile est Hay que decir: Es imposible que la acción del
quod actio Angeli, vel cuiuscumque alterius ángel o la de cualquier otra criatura sea
creaturae, sit eius substantia. Actio enim est sustancia. Propiamente hablando, la acción es
proprie actualitas virtutis; sicut esse est la actualidad de una facultad, como el ser es la
actualitas substantiae vel essentiae. actualidad de la sustancia o de la esencia. Es
Impossibile est autem quod aliquid quod non imposible que sea su propia actualidad una
est purus actus, sed aliquid habet de potentia cosa que no es acto puro, sino que está
admixtum, sit sua actualitas, quia actualitas mezclada con la potencia, porque actualidad
potentialitati repugnat. Solus autem Deus est se opone a potencialidad. Sólo Dios es acto
actus purus. Unde in solo deo sua substantia puro. Por lo tanto, sólo la sustancia de Dios es
est suum esse et suum agere. su propio ser y su propio obrar.
(I q. 54, a. 1 co)

Consecuente con lo anterior también en Dios se identifican entre sí todos sus atributos,
cosa que no sucede en los ángeles.

Praeterea, si intelligere Angeli esset sua Además, si el entender del ángel fuese su
substantia, oporteret quod intelligere Angeli sustancia, sería necesario que fuera
esset subsistens. Intelligere autem subsistens subsistente. Pero el entender subsistente,
non potest esse nisi unum; sicut nec aliquod como cualquier otra forma abstracta
abstractum subsistens. Unde unius Angeli subsistente, tiene que ser algo único. Por eso,
substantia non distingueretur neque a la sustancia del ángel no se distinguiría de la
substantia Dei, quae est ipsum intelligere sustancia de Dios, que es el mismo ser
subsistens; neque a substantia alterius Angeli. subsistente, ni de la sustancia de otro ángel.
(I q. 54, a. 1 co)

Y por último la distinción especifica y numérica de los ángeles entre sí, que muestra
que en el ángel se distingue el entender de su substancia.

Si etiam Angelus ipse esset suum intelligere, También, si el ángel fuera su mismo entender,
non possent esse gradus in intelligendo no podría haber en el entender grados más o
perfectius et minus perfecte, cum hoc menos perfectos, ya que esto radica en la
contingat propter diversam participationem diversidad de participación del acto de
ipsius intelligere. (I q. 54, a. 1 co) entender.

Tampoco su entender se identifica con su acto de ser (esse) ya que este, en Dios, de
suyo es infinito.

Esse autem cuiuslibet creaturae est En cambio, el ser de la criatura está


determinatum ad unum secundum genus et determinado a una sola cosa en cuanto al
speciem, esse autem solius Dei est simpliciter género y en cuanto a la especie; y solamente
infinitum, in se omnia comprehendens, ut dicit el ser de Dios es un ser absolutamente infinito,
Dionysius, V cap. De div. Nom.. que comprende en sí todas las cosas, como
Unde solum esse divinum est suum intelligere dice Dionisio en el c.5 De Div. Nom. Por eso,
et suum velle. (I q. 54, a. 2 co) sólo el ser divino es su entender y su querer.

Ni tampoco el entender del ángel se identifica con su esencia, ya que en todo ente
creado se distingue realmente la potencia del acto.

In omni autem creato essentia differt a suo La esencia de todo ser creado difiere de su ser,
esse, et comparatur ad ipsum sicut potentia ad y, como ya dijimos (a.1; q.44 a.1), se relaciona
actum, ut ex supra dictis patet. Actus autem ad con él como la potencia con el acto. El acto
quem comparatur potentia operativa, est que le corresponde a la potencia operativa es
operatio. In Angelo autem non est idem la acción. Pero en el ángel, ser y entender no
intelligere et esse, nec aliqua alia operatio aut son una misma cosa, como tampoco hay en
in ipso aut in quocumque alio creato, est idem ningún otro ser creado alguna acción que sea
quod eius esse. Unde essentia Angeli non est lo mismo que su ser. Por lo tanto, la esencia
eius potentia intellectiva, nec alicuius creati del ángel no es su potencia intelectiva, ni
essentia est eius operativa potentia. tampoco en un ser creado su potencia
(I q. 54, a. 3 co) operativa es su esencia.

1.2. El ángel y el intelecto agente y posible (I q. 54, 4).

El hombre tiene en el orden de las inteligencias, la más imperfecta, ya que para


conocer necesita de los sentidos, y por otro lado, algunas veces esta en potencia de conocer y
otras veces en acto. En cambio, en los ángeles no sucede así, ellos no están limitados por estas
dos razones; por eso Santo Tomás afirma:

Utraque autem necessitas deest in Angelis. Pero en los ángeles no se da ninguna de estas
Quia neque sunt quandoque intelligentes in dos necesidades, puesto que nunca está en
potentia tantum, respectu eorum quae pura potencia para entender lo que entienden
naturaliter intelligunt, neque intelligibilia por naturaleza, ni sus objetos son inteligibles
eorum sunt intelligibilia in potentia, sed in en potencia, sino en acto; pues, ante todo y
actu; intelligunt enim primo et principaliter res sobre todo, entiende lo inmaterial, como se
immateriales, ut infra patebit. demostrará (q.34 a.7; q.85 a.1). Así, en ellos
Et ideo non potest in eis esse intellectus agens no puede haber entendimiento agente ni
et possibilis, nisi aequivoce. (I q. 54, a. 4 co) posible, a no ser equívocamente.

1.3. El ángel y el conocimiento intelectual (I q. 54, 5).

Por los anteriores argumentos también se sigue que el ángel no razona como el ser
humano, ya que razonar es de una inteligencia naturalmente unida al cuerpo; en cambio, el
ángel tiene una inteligencia más perfecta del hombre, totalmente separada de la materia.

Angeli autem non habent corpora sibi Como se desprende de lo dicho anteriormente
naturaliter unita, ut ex supra dictis patet. (q.51 a.1), los ángeles no tienen cuerpos a los
Unde de viribus animae non possunt eis que estén unidos por naturaleza. Por lo tanto,
competere nisi intellectus et voluntas. de todas las fuerzas indicadas, no le cuadran
más que el entendimiento y la voluntad.

Et hoc convenit ordini universi, ut suprema Es también lo que le corresponde al orden del
creatura intellectualis sit totaliter intellectiva; universo para que la criatura intelectual
et non secundum partem, ut anima nostra. Et suprema sea totalmente intelectual, y no sólo
propter hoc etiam Angeli vocantur intellectus en parte, como lo es nuestra alma. Esta es la
et mentes, ut supra dictum est. razón por la que los ángeles son llamados
(I q. 54, a. 5 co) Entendimientos y Mentes.

2. EL MEDIO DEL CONOCIMIENTO ANGÉLICO

2.1. Las especies en sí mismas (I q. 55, 1).

En gnoseología se estudia, siguiendo a Aristóteles y a Santo Tomás de Aquino, el


conocimiento en general: partiendo desde el conocimiento humano sensitivo por analogía se
llega al conocimiento humano intelectivo.

Alguien que puede conocer Algo que puede ser conocido


el cognoscente lo cognoscible
Dos existentes distintos
En potencia En potencia:
sujeto apto para conocer sujeto apto para ser conocido
En acto En acto
Sujeto que está Sujeto que está
conociendo siendo conocido
Acto del Acto de lo
cognoscente cognoscible
Una y la misma sobreexistencia

Aristóteles retornando al audaz realismo de Parménides señalará que conocer lo otro


es ser lo otro.
Recapitulando lo que hemos dicho sobre el alma, repetiremos que ella es, en cierto modo, todas
las cosas; porque los seres se dividen en sensibles e inteligibles, y el conocimiento se identifica
de algún modo con lo cognoscible, como la sensación con lo sensible. Conviene ahora
investigar cómo sucede esto.
Así pues, el conocimiento y la sensación se dividen como las cosas; y el conocimiento y
sensación en potencia, corresponden a las cosas en potencia; si están en acto, a las cosas en
acto. Las facultades sensitiva y cognoscitiva del alma son en potencia estas cosas: la intelectiva
es lo inteligible; la sensitiva, lo sensible. (Del Alma L. III, Cáp. VIII, 431 b 26).

Santo Tomás comenta:

Dicit ergo primo, quod nunc recapitulantes Primero, muestra que el alma es en cierto
quae dicta sunt de anima, ut ex his propositum modo todas las cosas como sostuvieron los
ostendamus, dicamus quod omnia antiguos. Segundo, dice que el alma es todas
quodammodo est anima. Omnia enim quae las cosas de un modo distinto del que ellos
sunt, aut sunt sensibilia, aut intelligibilia; creían, al decir: “De donde se sigue...”. Señala
anima autem est quodammodo omnia primero que recapitulando lo que hemos dicho
sensibilia et intelligibilia, quia in anima est sobre el alma y para que esclarezcamos la
sensus et intellectus sive scientia, sensus cuestión, digamos que el alma es en cierto
autem est quodammodo ipsa sensibilia, et modo todas las cosas. Pues todos los entes son
intellectus intelligibilia, sive scientia scibilia. sensibles o inteligibles y el alma es en cierto
modo todas las cosas sensibles e inteligibles
porque en el alma se da el sentido y el
intelecto o ciencia, el sentido es en cierto
modo los mismos sensibles y el intelecto los
inteligibles o la ciencia lo sabible.
(Comentario al Libro del alma. L. III, lec.
XIII, n° 787).

Señalando que respectivamente que tanto lo cognoscible como el cognoscente pueden


estar en potencia o en acto.

Et qualiter hoc sit oportet inquirere. Luego aclara de qué modo es preciso
Sensus enim et scientia dividuntur in res, idest interpretar esto. El sentido y la ciencia se
dividuntur in actum et potentiam dividen “como las cosas”, es decir se dividen
quemadmodum et res, ita tamen quod scientia en acto y potencia como las cosas. Así la
et sensus quae sunt in potentia ad sensibilia et ciencia y el sentido que están en potencia
scibilia, se habent ad scibilia et sensibilia quae respecto de los sabibles y sensibles se
sunt in potentia; scientia vero et sensus quae relacionan a los sabibles y sensibles que son
sunt in actu, ordinantur in sensibilia et scibilia en potencia; empero la ciencia y el sentido que
quae sunt in actu, sed tamen diversimode. son en acto se ordenan a los sabibles y
sensibles que son en acto. (Comentario al
Libro del alma. L. III, lec. XIII, n° 788).

Con la diferencia que lo cognoscible en acto se identifica con el cognoscente en acto y,


en cambio, el cognoscible en potencia es distinto que el cognoscente en potencia.

Nam sensus in actu, et scientia vel intellectus Sin embargo esto ocurre de modo diverso,
in actu, sunt scibilia et sensibilia in actu. Sed pues el sentido en acto y la ciencia o el
potentia animae sensitivae, et id quod scire intelecto en acto son sabíbles y sensibles en
potest idest potentia intellectiva, non est acto, pero la potencia del alma sensitiva y
ipsum sensibile vel scibile, sed est in potentia aquello que puede saber (la potencia
ad ipsa. Sensitivum quidem ad sensibile; quod intelectiva) no son lo mismo sensible o sabible
autem scire potest, ad scibile. Relinquitur sino que son en potencia respecto de los
igitur quod anima quodammodo sit omnia. mismos. Ciertamente lo sensitivo es a lo
sensible como lo que puede saber es a lo
sabible. Resulta, en consecuencia, que el alma
es en cierto modo todas las cosas.
(Comentario al Libro del alma. L. III, lec.
XIII, n° 788).

Aristóteles señala que esa unificación entre el cognoscente y lo conocido se da a nivel


de las potencias cognoscitivas:

El acto del objeto sensible y el del sentido son uno e idéntico realmente, pero difieren en su
concepto. Digo, p. e. que el sonido en acto y la audición en acto son una misma cosa; puede sin
embargo acontecer que alguien tenga oído y no oiga actualmente, o que algo puede producir
sonido y no lo haga. Pero cuando se actúa lo que tiene potencia para oír, y suena lo que tienen
potencia para sonar; entonces se producen simultáneamente la audición y el sonido en acto (al
uno se le llama audición, y sonido al otro). (Del Alma L. III, Cáp. II, 425 b 25).

Santo Tomás a su vez comenta:

Et sic patet quod videns est tamquam Ahora bien, no sólo el que ve es como
coloratum, inquantum habet similitudinem coloreado y semejante a lo coloreado, sino
coloris. Et non solum videns est tamquam también el acto de cualquier sentido y lo
coloratum, et simile colorato; sed etiam actus sensible en acto son un mismo sujeto, pero no
cuiuslibet sensus, est unus et idem subiecto son idénticos en el concepto.
cum actu sensibilis, sed ratione non est unus. Digo acto del sentido como la audición
Et dico actum sensus, sicut auditum secundum actualizada, y acto de lo sensible como el
actum; et actum sensibilis, sicut sonum sonido actualizado. Empero, no son siempre
secundum actum. Non enim semper sunt in en acto, porque puede acontecer que los que
actu: quia contingit habentia auditum non tienen oídos no oyen y el que tiene sonido no
audire, et habens sonum non semper sonare. suena. Ahora bien, cuando el que puede oír
Sed cum potens audire habet suam realiza su operación y el que puede sonar
operationem, et potens sonare habet sonare, produce el sonido, entonces, simultáneamente,
tunc simul fit sonus secundum actum qui se actualiza el sonido y lo llamamos sonada, y
vocatur sonatio, et auditus secundum actum, se actualiza el oído y lo llamamos audición.
qui vocatur auditio. Cum igitur visus percipiat Por todo ello, como cuando la vista percibe lo
sensibile et actum eius, et videns sit simile sensible y su acto, el que ve se hace semejante
sensibili, et actus videntis sit idem subiecto a lo sensible, y el acto del que ve y lo sensible
cum actu sensibilis, licet non ratione, en acto son un mismo sujeto aunque no en el
relinquitur quod eiusdem virtutis est, videre concepto, resulta que pertenece a la misma
colorem et immutationem quae est a colore, et facultad el ver el color y la inmutación que
visum in actu et visionem eius. Potentia ergo ocasiona el color, como la vista en acto y la
illa, qua videmus nos videre, non est extranea visión de sí misma. Por lo tanto, aquella
a potentia visiva, sed differt ratione ab ipsa. potencia por la que vemos que vemos no es
extraña a la potencia visiva, sino que difiere
de ésta en el concepto. (Comentario al Libro
del alma. L. III, lec. II, n° 590-591).

Por lo cual, si la potencia de conocer y la potencia de ser conocido son dos cosas
distintas, el acto de conocer y el acto de ser conocido son uno y el mismo. Es decir, que hay
una realidad indivisible y única que es, a la vez, existencia del cognoscente en cuanto
cognoscente, y de lo conocido en cuanto conocido; lo que hace existir en acto de conocer es
idéntico a lo que hace existir en acto de ser conocido.

Lo anterior, es valido para el conocimiento angélico, con la salvedad que el


conocimiento del ángel es más perfecto que el conocimiento del hombre.
A la luz de esto podemos entender la segunda objeción que Santo Tomás realiza en
esta cuestión y su respuesta.

Praeterea, secundum Philosophum, in XII 2. Más aún. Según el Filósofo en XII


Metaphys., et in III de Anima, in his quae sunt Metaphys y en III De anima, en los seres que
sine materia, idem est intellectus et quod no tienen materia, el entendimiento es lo
intelligitur. mismo que lo entendido. Pero lo entendido se
Id autem quod intelligitur est idem intelligenti identifica con el que entiende en razón de
ratione eius quo intelligitur. Ergo in his quae aquello por lo que es entendido. Por lo tanto,
sunt sine materia, sicut sunt Angeli, id quo en los seres que no tienen materia, como los
intelligitur est ipsa substantia intelligentis. ángeles, aquello por lo que entienden es la
(I q. 55, a. 1 obj. 2) misma sustancia del que entiende.

Ad secundum dicendum quod, sicut sensus in 2. A la segunda hay que decir: Que el sentido
actu est sensibile in actu, ut dicitur in III de en acto sea lo sensible en acto, como se dice
Anima, non ita quod ipsa vis sensitiva sit ipsa en III De anima, no quiere decir que la
similitudo sensibilis quae est in sensu, sed facultad sensitiva sea la imagen sensible que
quia ex utroque fit unum sicut ex actu et hay en el sentido, sino que de ambos, como de
potentia; ita et intellectus in actu dicitur esse acto y potencia, se hace una sola cosa. Que el
intellectum in actu, non quod substantia entendimiento en acto sea lo entendido en
intellectus sit ipsa similitudo per quam acto, no es porque la sustancia del
intelligit, sed quia illa similitudo est forma entendimiento sea la imagen por la que
eius. Idem est autem quod dicitur, in his quae entiende, sino porque aquella imagen es su
sunt sine materia, idem est intellectus et quod forma. Por lo tanto, decir: En las cosas que no
intelligitur, ac si diceretur quod intellectus in tienen materia el entendimiento es lo mismo
actu est intellectum in actu, ex hoc enim que lo entendido, equivale a decir: El
aliquid est intellectum in actu quod est entendimiento en acto es lo entendido en acto.
immateriale. (I q. 55, a. 1 ad 2) Lo entendido en acto lo es precisamente por
ser inmaterial.

De manera tal que de modo diverso a Dios que conoce todo en su esencia, el ángel
necesita de formas inteligibles para poder conocer.

Respondeo dicendum quod illud quo Hay que decir: Aquello por lo que el
intellectus intelligit, comparatur ad entendimiento entiende es para el
intellectum intelligentem ut forma eius, quia entendimiento que entiende como su forma,
forma est quo agens agit. Oportet autem, ad porque la forma es aquello por lo que el
hoc quod potentia perfecte compleatur per agente actúa. Pero para que una potencia esté
formam, quod omnia contineantur sub forma, totalmente actuada por una forma, es
ad quae potentia se extendit. Et inde est quod necesario que la forma contenga todo aquello
in rebus corruptibilibus forma non perfecte a lo que alcanza la potencia. Aquí radica el
complet potentiam materiae, quia potentia que en los seres corruptibles la forma no actúe
materiae ad plura se extendit quam sit completamente la potencia de la materia, ya
continentia formae huius vel illius. Potentia que ésta se extiende a más de lo que contiene
autem intellectiva Angeli se extendit ad la forma de este o de aquel ser. Pero la
intelligendum omnia, quia obiectum potencia intelectiva del ángel se extiende a
intellectus est ens vel verum commune. Ipsa todas las cosas, porque el objeto del
autem essentia Angeli non comprehendit in se entendimiento es el ser o la verdad universal.
omnia, cum sit essentia determinata ad genus Sin embargo, la esencia del ángel no
et ad speciem. comprende en sí mismo todas las cosas, pues
Hoc autem proprium est essentiae divinae, se trata de una esencia determinada para el
quae infinita est, ut in se simpliciter omnia género y la especie. Comprenderlo todo en sí
comprehendat perfecte. Et ideo solus Deus mismo absoluta y perfectamente es propio de
cognoscit omnia per suam essentiam. Angelus la esencia divina, infinita. Por lo tanto, sólo
autem per suam essentiam non potest omnia Dios lo conoce todo por su esencia. En
cognoscere; sed oportet intellectum eius cambio, el ángel por su esencia no puede
aliquibus speciebus perfici ad res conocerlo todo, sino que, para conocer algo,
cognoscendas. (I q. 55, a. 1 co) necesita que su entendimiento sea enriquecido
con algunas especies.

2.2. En relación a las cosas y a los ángeles superiores (I q. 55, 2-3).

Ahora bien, estas formas o especies inteligibles el ángel no las recibe como las recibe
el hombre, que necesita de los sentidos para conocer inteligiblemente. Sino que las han
recibido de Dios en el momento de su creación.

Respondeo dicendum quod species per quas Hay que decir: Las especies por las que los
Angeli intelligunt, non sunt a rebus acceptae, ángeles entienden no están tomadas de lo
sed eis connaturales. sensible, sino que les son connaturales.

Similiter et inferiores substantiae intellectivae, Asimismo, las sustancias intelectuales


scilicet animae humanae, habent potentiam inferiores, esto es, las almas humanas, tienen
intellectivam non completam naturaliter; sed la potencia intelectual naturalmente
completur in eis successive, per hoc quod incompleta; y se va completando
accipiunt species intelligibiles a rebus. gradualmente conforme toman las especies
inteligibles de las cosas.

Potentia vero intellectiva in substantiis Pero la potencia intelectual de las sustancias


spiritualibus superioribus, idest in Angelis, espirituales superiores, o sea, la de los
naturaliter completa est per species ángeles, por naturaleza está repleta de
intelligibiles, inquantum habent species especies inteligibles, por cuanto que poseen
intelligibiles connaturales ad omnia especies inteligibles connaturales para
intelligenda quae naturaliter cognoscere entender todo lo que naturalmente pueden
possunt. conocer.

Et hoc etiam ex ipso modo essendi huiusmodi Esto mismo se puede comprobar examinando
substantiarum apparet. Substantiae enim el modo de ser de estas sustancias. Las
spirituales inferiores, scilicet animae, habent espirituales inferiores, esto es, las almas,
esse affine corpori, inquantum sunt corporum tienen un ser afín con el cuerpo, en cuanto son
formae, et ideo ex ipso modo essendi competit formas de los cuerpos. Así, por su mismo
eis ut a corporibus, et per corpora suam modo de ser les corresponde obtener de los
perfectionem intelligibilem consequantur, cuerpos y por los cuerpos su perfección
alioquin frustra corporibus unirentur. intelectual, pues, de no ser así, en vano se
unirían a los cuerpos.

Substantiae vero superiores, idest Angeli, sunt En cambio, las sustancias superiores, esto es,
a corporibus totaliter absolutae, immaterialiter los ángeles, están totalmente desligadas de los
et in esse intelligibili subsistentes, et ideo cuerpos, ya que subsisten de modo inmaterial
suam perfectionem intelligibilem y en estado inteligible. De aquí que obtengan
consequuntur per intelligibilem effluxum, quo su perfección intelectual de un efluvio
a Deo species rerum cognitarum acceperunt inteligible por el que recibieron de Dios, junto
simul cum intellectuali natura. con su naturaleza intelectual, las especies de
Unde Augustinus dicit, II super Gen. Ad litt., las cosas conocidas. Por eso, Agustín, en II
quod cetera, quae infra Angelos sunt, ita Super Gen. ad litt., dice: Las otras cosas que
creantur, ut prius fiant in cognitione rationalis están por debajo de los ángeles fueron creadas
creaturae, ac deinde in genere suo. de tal manera que, primero fueron hechas en
(I q. 55, a. 2 co) el conocimiento de la criatura racional y,
después, en su género propio.

De tal manera que los ángeles más perfectos necesitan menos especies inteligibles para
conocer que los ángeles menos perfectos.

Respondeo dicendum quod ex hoc sunt in Hay que decir: El hecho de que entre los seres
rebus aliqua superiora, quod sunt uni primo, haya algunos que son superiores a otros, se
quod est Deus, propinquiora et similiora. debe a que aquéllos están más próximos y son
In Deo autem tota plenitudo intellectualis más semejantes al ser primero, Dios. Pero en
cognitionis continetur in uno, scilicet in Dios toda la plenitud del conocimiento
essentia divina, per quam Deus omnia intelectual está contenida en un solo principio,
cognoscit. Quae quidem intelligibilis esto es, la esencia divina, por la que Dios
plenitudo in intellectibus creatis inferiori conoce todas las cosas. Pero esta plenitud
modo et minus simpliciter invenitur. Unde intelectual, en los entendimientos creados, es
oportet quod ea quae Deus cognoscit per inferior y menos simple. Por eso, es necesario
unum, inferiores intellectus cognoscant per que lo que Dios conoce por una sola forma,
multa, et tanto amplius per plura, quanto los seres inferiores lo conozcan por muchas; y
amplius intellectus inferior fuerit. Sic igitur tantas más cuanto mayor sea la inferioridad de
quanto Angelus fuerit superior, tanto per su entendimiento. Así, pues, cuanto más
pauciores species universitatem intelligibilium elevado sea el ángel, con tantas menos
apprehendere poterit. Et ideo oportet quod especies puede entender la universalidad de lo
eius formae sint universaliores, quasi ad plura inteligible, y es necesario que éstas sean más
se extendentes unaquaeque earum. Et de hoc universales en el sentido de que cada una se
exemplum aliqualiter in nobis perspici potest. extienda a más cosas. Un ejemplo aproximado
Sunt enim quidam, qui veritatem de esto lo podemos encontrar en nosotros
intelligibilem capere non possunt, nisi eis mismos. Hay quienes no pueden captar la
particulatim per singula explicetur, et hoc verdad intelectual a no ser que se les explique
quidem ex debilitate intellectus eorum con todos sus pormenores; esto es así por la
contingit. Alii vero, qui sunt fortioris debilidad de su entendimiento. En cambio,
intellectus, ex paucis multa capere possunt. hay quienes, por tener un entendimiento más
(I q. 55, a. 3 co) vigoroso, con pocos principios captan mucho.

3. EL OBJETO DEL CONOCIMIENTO ANGÉLICO

3.1. De sí mismo, de otro y de Dios (I q. 56, 1-3).

Por lo cual el conocimiento que tiene el ángel de sí mismo no se realiza por medio de
una especie inteligible, sino por su misma esencia. Como se veía en gnoseología: 1 el
cognoscente puede ser el objeto conocido en acto primo por Identidad (en su misma entidad)
formal.

Sic igitur et si aliquid in genere intelligibilium Así, pues, si en el orden de lo inteligible existe
se habeat ut forma intelligibilis subsistens, algo que sea forma inteligible subsistente, se
intelliget seipsum. Angelus autem, cum sit entenderá en sí mismo. Pero el ángel, por ser
immaterialis, est quaedam forma subsistens, et inmaterial, es forma subsistente y por sí
per hoc intelligibilis actu. Unde sequitur quod misma inteligible. Por eso, hay que concluir

formal:el conocimiento que Dios, los ángeles y las almas separadas tiene de sí mismas.Identidad
(en su misma entidad)eminentemente causal: el conocimiento que Dios tiene de las criaturasno formalacto primoradical: el
conocimiento que los ángeles y las almas separadas tienen de las demás cosasinmediata:la visión beatificaInformación
(por comunicación extrínseca)El cognoscente puede ser el objeto conocidomediata:el objeto informa mediante su semejanza;
ésta semejanza o forma vicaria del objeto es la specie impressa.acto segundo
per suam formam, quae est sua substantia, que se entiende a sí mismo por su forma, que
seipsum intelligat. (I q. 56, a. 1 co) es su sustancia.

En cambio, los otros ángeles y las otras cosas las conocerá por las especies inteligibles
que le fueron infundidas en su creación

Respondeo dicendum quod, sicut Augustinus Hay que decir: Como escribe Agustín en II
dicit, II super Gen. Ad litt., ea quae in Verbo Super Gen. ad litt.7, las cosas que
Dei ab aeterno praeextiterunt, dupliciter ab eo preexistieron en la Palabra de Dios desde la
effluxerunt, uno modo, in intellectum eternidad, emanaron de El de dos maneras. 1)
angelicum; alio modo, ut subsisterent in Una, para que existiesen en el entendimiento
propriis naturis. In intellectum autem angélico. 2) Otra, para que subsistiesen en sus
angelicum processerunt per hoc, quod Deus propias naturalezas. En el entendimiento
menti angelicae impressit rerum similitudines, angélico procedieron en cuanto que Dios
quas in esse naturali produxit. In Verbo autem imprimió en la mente del ángel las semejanzas
Dei ab aeterno extiterunt non solum rationes o especies de las cosas que produjo en su ser
rerum corporalium, sed etiam rationes natural. Pero en la Palabra de Dios existieron
omnium spiritualium creaturarum. Sic igitur desde la eternidad no sólo las razones de los
unicuique spiritualium creaturarum a Verbo seres corpóreos, sino las de todas las criaturas
Dei impressae sunt omnes rationes rerum espirituales. Por lo tanto, en cada una de las
omnium, tam corporalium quam spiritualium. criaturas espirituales fueron impresas por la
Ita tamen quod unicuique Angelo impressa est Palabra de Dios todas las razones de todos los
ratio suae speciei secundum esse naturale et seres, tanto de los corporales como de los
intelligibile simul, ita scilicet quod in natura espirituales. Pero con la particularidad de que
suae speciei subsisteret, et per eam se en cada ángel fue impresa la razón de su
intelligeret, aliarum vero naturarum, tam especie según el ser natural y a la vez según el
spiritualium quam corporalium, rationes sunt ser inteligible, de modo que subsistiese en la
ei impressae secundum esse intelligibile naturaleza de su especie y por ella se
tantum, ut videlicet per huiusmodi species entendiese a sí mismo. En cambio, las razones
impressas, tam creaturas corporales quam de las otras naturalezas, lo mismo espirituales
spirituales cognosceret. (I q. 56, a. 2 co) que corporales, le fueron impresas solamente
con objeto de que por ellas conociese las
criaturas, tanto las espirituales como las
corporales.

El conocimiento natural que el ángel tiene de Dios se realiza por medio de su propia
esencia angélica, ya que ella es como un espejo en donde contempla a Dios.

Cognitio autem qua Angelus per sua naturalia En cuanto al conocimiento que el ángel
cognoscit Deum, media est inter has duas; et adquiere de Dios con sus medios naturales…
similatur illi cognitioni qua videtur res per Se parece al modo de conocer por el que se ve
speciem ab ea acceptam. Quia enim imago el objeto por medio de especies obtenidas de
Dei est in ipsa natura Angeli impressa per él. Porque, como en la naturaleza del ángel
suam essentiam, Angelus Deum cognoscit, está impresa la naturaleza de Dios, el ángel
inquantum est similitudo Dei. Non tamen conoce a Dios por su propia esencia, en
ipsam essentiam Dei videt, quia nulla cuanto que ésta es una semejanza divina, y, sin
similitudo creata est sufficiens ad embargo, no ve la esencia divina porque
repraesentandam divinam essentiam. Unde ninguna semejanza de lo creado es suficiente
magis ista cognitio tenet se cum speculari, para representar la esencia de Dios. De aquí
quia et ipsa natura angelica est quoddam que este conocimiento más bien se aproxime
speculum divinam similitudinem al conocimiento como en un espejo, ya que la
repraesentans. (I q. 56, a. 3 co) misma naturaleza angélica es como un espejo
que reproduce la imagen de Dios.

3.2. De las cosas materiales y singulares (I q. 57, 1-2).


Como hemos visto anteriormente (I q. 56, 2), el ángel conoce las cosas materiales por
las especies inteligibles impresas. Por eso, por medio de ellas el ángel conoce las cosas
materiales de un modo más perfecto.

Respondeo dicendum quod talis est ordo in Hay que decir: En el orden del universo
rebus, quod superiora in entibus sunt encontramos que los seres superiores son más
perfectiora inferioribus, et quod in inferioribus perfectos que los inferiores, y que lo
continetur deficienter et partialiter et contenido en los inferiores de forma
multipliciter, in superioribus continetur defectuosa, parcial y múltiple, está en los
eminenter et per quandam totalitatem et superiores de forma eminente, unitaria y
simplicitatem. Et ideo in Deo, sicut in summo simple. Por eso, en Dios, suprema cumbre de
rerum vertice, omnia supersubstantialiter todo, preexiste todo supersustancialmente,
praeexistunt secundum ipsum suum simplex según su mismo ser, que es absolutamente
esse, ut Dionysius dicit, in libro de div. Nom.. simple, como dice Dionisio en el libro De Div.
Angeli autem inter ceteras creaturas sunt Deo Nom. Entre todas las criaturas, los ángeles,
propinquiores et similiores, unde et plura son los más cercanos y semejantes a Dios. Por
participant ex bonitate divina, et perfectius, ut eso participan de la bondad divina más y
Dionysius dicit, IV cap. Cael. Hier.. Sic igitur mejor, como dice Dionisio en el c.4 De Cael,
omnia materialia in ipsis Angelis praeexistunt, hier. Así, pues, todo lo que hay en las cosas
simplicius quidem et immaterialius quam in materiales, en los ángeles preexiste de forma
ipsis rebus; multiplicius autem et imperfectius más simple e inmaterial que en las mismas
quam in Deo. Omne autem quod est in aliquo; cosas; aunque de forma menos simple y más
est in eo per modum eius in quo est. Angeli imperfecta que en Dios. Todo lo que está en
autem secundum suam naturam sunt otro tiene la manera de ser de aquello en que
intellectuales. Et ideo, sicut Deus per suam está. Pero los ángeles son intelectuales por
essentiam materialia cognoscit, ita Angeli ea naturaleza. Por lo tanto, así como Dios conoce
cognoscunt per hoc quod sunt in eis per suas en su esencia las cosas materiales, así también
intelligibiles species. (I q. 57, a. 1 co) las conocen los ángeles, puesto que están en
ellos por sus especies inteligibles.

Y en su propia singularidad.

Sicut igitur Deus per essentiam suam, per Por lo tanto, así como Dios, por su esencia,
quam omnia causat, est similitudo omnium, et por la que causa todo lo existe, es la
per eam omnia cognoscit non solum quantum semejanza de todo, y todo lo conoce por ella,
ad naturas universales, sed etiam quantum ad no sólo en cuanto a las naturalezas
singularitatem; ita Angeli per species a Deo universales, sino también en cuanto a su
inditas, res cognoscunt non solum quantum ad singularidad; así también los ángeles, por
naturam universalem, sed etiam secundum medio de especies infundidas por Dios,
earum singularitatem, inquantum sunt conocen las cosas, no sólo en cuanto a su
quaedam repraesentationes multiplicatae illius naturaleza universal, sino también en cuanto a
unicae et simplicis essentiae. (I q. 57, a. 2 co) su singularidad, por ser estas especies
representaciones múltiples de aquella única y
simple esencia.

3.3. Del futuro, de los pensamientos internos y de los misterios de la gracia (I q. 57, 3-5).

En la Sagrada Escritura hay ciertas acciones que son propias de Dios, ya que son
afirmadas justamente para demostrar su divinidad, como señala Santo Tomás en los sed
contra:

Acerca del futuro

Sed contra, id quod est proprium signum En cambio, lo que es signo propio de la
divinitatis, non convenit Angelis. Sed divinidad no les corresponde a los ángeles.
cognoscere futura est proprium signum Pero conocer lo futuro es el signo propio de la
divinitatis; secundum illud Isaiae XLI, divinidad, según aquello de Is 41,23:
annuntiate quae ventura sunt in futurum, et Anunciad lo que más tarde ha de suceder, y
sciemus quod dii estis vos. Ergo Angeli non sabremos que sois dioses. Por lo tanto, los
cognoscunt futura. (I q. 57, a. 3 sed) ángeles no conocen lo futuro.

Acerca de los pensamientos del corazón

Sed contra, quod est proprium Dei, non En cambio, lo que es propio de Dios no le
convenit Angelis. Sed cognoscere cogitationes corresponde a los ángeles. Pero conocer los
cordium est proprium Dei, secundum illud pensamientos de los corazones es propio de
Ierem. XVII, pravum est cor hominis et Dios, según aquello de Jer 17,9-10: Perverso
inscrutabile, quis cognoscet illud? Ego, es el corazón del hombre; e inescrutable.
Dominus, scrutans corda. Ergo Angeli non ¿Quién lo conocerá? Yo, el Señor, que penetro
cognoscunt secreta cordium. (I q. 57, a. 4 sed) los corazones. Por lo tanto, el ángel no conoce
el secreto de los corazones.

Acerca de los misterios de la gracia

Sed contra est quod nullus discit illud quod En cambio está el hecho que nadie aprende lo
cognoscit. Sed Angeli, etiam supremi, que ya sabe. Pero los ángeles, incluso los
quaerunt de divinis mysteriis gratiae, et ea superiores, investigan los misterios de la
discunt, dicitur enim VII cap. Cael. Hier., gracia y los aprenden. Pues se dice en el c.7
quod sacra Scriptura inducit quasdam Cael, hier.20 que la Sagrada Escritura habla de
caelestes essentias ad ipsum Iesum ciertas esencias celestes que proponían
quaestionem facientes, et addiscentes cuestiones al mismo Jesús y aprendían la
scientiam divinae eius operationis pro nobis, ciencia de su obra divina en favor nuestro, y
et Iesum eas sine medio docentem; ut patet Jesús les enseñaba directamente. Esto
Isaiae LXIII, ubi quaerentibus Angelis, quis concuerda con aquello de Isaías 63,1 cuando
est iste qui venit de Edom? respondit Iesus, preguntan los ángeles: ¿Quién es éste que
ego, qui loquor iustitiam. Ergo Angeli non viene de Edom? Y responde Jesús: Yo, el que
cognoscunt mysteria gratiae. (I q. 57, a. 5 sed) anuncia la justicia. Por lo tanto, los ángeles no
conocen los misterios de la gracia.

Algo similar que encontramos en los Evangelios respecto de Jesús.

Acerca del futuro

Mc 13, 1-2: 1 Al salir del Templo, le dice uno de sus discípulos: «Maestro, mira qué piedras y
qué construcciones.» 2 Jesús le dijo: «¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra
sobre piedra que no sea derruida.»

Acerca de los pensamientos del corazón y los misterios de la gracia

Mc 2, 5-12: 5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son
perdonados.» 6 Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: 7 «¿Por
qué éste habla así? Está blasfemando.¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» 8 Pero,
al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por
qué pensáis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te
son perdonados', o decir: `Levántate, toma tu camilla y anda?' 10 Pues para que sepáis que el
Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: 11 `A ti te
digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.'» 12 Se levantó y, al instante, tomando la
camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a
Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.»

Por eso el conocimiento del futuro por sus causas es cognoscible por el ángel, como
también lo es por el hombre; pero el conocimiento de futuro en sí mismo pertenece sólo a
Dios.
Alio modo cognoscuntur futura in seipsis. Et 2) La segunda, conocer lo futuro en sí mismo.
sic solius Dei est futura cognoscere, non Así sólo Dios conoce, y no sólo lo futuro que
solum quae ex necessitate proveniunt, vel ut in sucede necesariamente y en la mayoría de los
pluribus, sed etiam casualia et fortuita, quia casos, sino también lo casual y fortuito;
Deus videt omnia in sua aeternitate, quae, cum porque Dios ve todas las cosas en su
sit simplex, toti tempori adest, et ipsum eternidad, que, por ser simple, está presente en
concludit. Et ideo unus Dei intuitus fertur in todos los tiempos incluyéndolos a todos. De
omnia quae aguntur per totum tempus sicut in aquí que la mirada de Dios, siendo una, abarca
praesentia, et videt omnia ut in seipsis sunt; todo cuanto se hace a través de todos los
sicut supra dictum est cum de Dei scientia tiempos como si estuviese presente, viéndolo
ageretur. todo tal como es en sí mismo, según dijimos
Angelicus autem intellectus, et quilibet anteriormente al tratar lo referente a la ciencia
intellectus creatus, deficit ab aeternitate de Dios (q.14 a.13). En cambio, el
divina. Unde non potest ab aliquo intellectu entendimiento del ángel, como, por lo demás,
creato cognosci futurum, ut est in suo esse. cualquier otro entendimiento creado, no llega
(I q. 57, a. 3 co) a igualarse con la eternidad divina. Por lo
tanto, no hay entendimiento creado que pueda
conocer lo futuro tal como es en sí mismo.

Algo similar puede decirse del conocimiento del pensamiento que hay en el corazón;
se puede conocer naturalmente conjeturando sobre ciertos indicios.

Respondeo dicendum quod cogitatio cordis Hay que decir: El pensamiento del corazón
dupliciter potest cognosci. Uno modo, in suo puede ser conocido de dos maneras. 1) La
effectu. Et sic non solum ab Angelo, sed etiam primera, en su efecto; y de este modo puede
ab homine cognosci potest; et tanto subtilius, ser conocido no solamente por el ángel, sino
quanto effectus huiusmodi fuerit magis también por el hombre. Y tanta mayor ventaja
occultus. Cognoscitur enim cogitatio interdum lleva el ángel cuanto más recóndito sea el
non solum per actum exteriorem, sed etiam efecto. Ejemplo: Un pensamiento es conocido
per immutationem vultus, et etiam medici a veces no sólo por algún acto externo, sino
aliquas affectiones animi per pulsum también por la alteración de las facciones, y
cognoscere possunt. los médicos pueden conocer algunas
Et multo magis Angeli, vel etiam Daemones, afecciones del alma por el pulso. Los ángeles,
quanto subtilius huiusmodi immutationes pues, lo mismo que los demonios, las
occultas corporales perpendunt. conocerán tanto más cuanto con mayor
Unde Augustinus dicit, in libro de divinatione penetración escudriñen este tipo de
Daemonum, quod aliquando hominum alteraciones corporales ocultas. Por eso
dispositiones, non solum voce prolatas, verum Agustín, en el libro De divinatione
etiam cogitatione conceptas, cum signa daemonum, dice: Los demonios a veces
quaedam in corpore exprimuntur ex animo, descubren con toda facilidad las disposiciones
tota facilitate perdiscunt, quamvis in libro de los hombres, y no sólo las que manifiestan
Retract. Hoc dicat non esse asserendum de palabra, sino también las concebidas en el
quomodo fiat. pensamiento, porque en el cuerpo se refleja el
(I q. 57, a. 4 co) estado del alma. En su libro Retractaciones,
no obstante, dice que no puede asegurar cómo
sucede esto.

Pero en sí mismos solamente los puede conocer Dios.

Alio modo possunt cognosci cogitationes, 2) La segunda manera es conocer los


prout sunt in intellectu; et affectiones, prout pensamientos conforme están en el
sunt in voluntate. Et sic solus Deus entendimiento, y los afectos como están en la
cogitationes cordium et affectiones voluntad. De este modo sólo Dios puede
voluntatum cognoscere potest. Cuius ratio est, conocer los pensamientos de los corazones y
quia voluntas rationalis creaturae soli Deo la tendencia de la voluntad. El porqué de esto
subiacet; et ipse solus in eam operari potest, radica en que la voluntad de la criatura
qui est principale eius obiectum, ut ultimus racional no está sujeta más que a Dios, y en
finis; et hoc magis infra patebit. ella, como más adelante veremos (q.105 a.4;
Et ideo ea quae in voluntate sunt, vel quae ex q.106 a.2; 2-2 q.9 a.6), sólo puede obrar el que
voluntate sola dependent, soli Deo sunt nota. es su objeto principal y su último fin. Por eso,
Manifestum est autem quod ex sola voluntate lo que está en la voluntad o lo que depende de
dependet quod aliquis actu aliqua consideret, la voluntad, solamente es conocido por Dios.
quia cum aliquis habet habitum scientiae, vel Es evidente que de la voluntad sola depende
species intelligibiles in eo existentes, utitur eis que alguien piense de hecho alguna cosa,
cum vult. porque cuando alguien tiene el hábito de la
Et ideo dicit apostolus, I Cor. II, quod quae ciencia o posee especies inteligibles, lo usa
sunt hominis, nemo novit nisi spiritus cuando quiere. Por eso dice el Apóstol en 1
hominis, qui in ipso est. (I q. 57, a. 4 co) Cor 2,11: Lo que hay en el hombre nadie lo
conoce a no ser el espíritu del hombre que está
en él.

Por último, respecto a los misterios de la gracia, sólo son conocidos por Dios o por
revelación de Dios.

Respondeo dicendum quod in Angelis est Hay que decir: En los ángeles hay dos clases
cognitio duplex. Una quidem naturalis, de conocimiento. 1) Uno natural, por el que
secundum quam cognoscunt res tum per conocen las cosas, bien por su esencia o
essentiam suam, tum etiam per species también por especies innatas. Con esta clase
innatas. Et hac cognitione mysteria gratiae de conocimiento no pueden conocer los
Angeli cognoscere non possunt. Haec enim misterios de la gracia, porque éstos dependen
mysteria ex pura Dei voluntate dependent, si de la sola voluntad de Dios. Si un ángel no
autem unus Angelus non potest cognoscere puede conocer los pensamientos que dependen
cogitationes alterius ex voluntate eius de la voluntad de otro, mucho menos conocerá
dependentes, multo minus potest cognoscere lo que solamente depende de la voluntad
ea quae ex sola Dei voluntate dependent. Et divina. Esto mismo es lo que argumenta el
sic argumentatur apostolus, I Cor. II, quae sunt Apóstol en 1 Cor 2,11: Lo que hay en el
hominis, nemo novit nisi spiritus hominis, qui hombre nadie lo conoce a no ser el espíritu del
in ipso est. Ita et quae sunt Dei, nemo novit hombre, que en él está. Así también, las cosas
nisi Spiritus Dei. Est autem alia Angelorum de Dios nadie las conoce sino el Espíritu de
cognitio, quae eos beatos facit, qua vident Dios. Pero los ángeles tienen otra clase de
Verbum et res in Verbo. Et hac quidem visione conocimiento: el que los hace bienaventurados
cognoscunt mysteria gratiae, non quidem y por el que ven la Palabra y las cosas en la
omnia, nec aequaliter omnes sed secundum Palabra. Por esta visión conocen los misterios
quod Deus voluerit eis revelare; secundum de la gracia, aunque no todos los misterios, ni
illud apostoli, I Cor. II, nobis autem revelavit todos los ángeles por igual, sino en la medida
Deus per Spiritum suum. en que Dios haya querido revelárselos, según
(I q. 57, a. 5 co) aquello del Apóstol en 1 Cor 2,10: Dios nos
los ha revelado por su Espíritu.

4. EL MODO DEL CONOCIMIENTO ANGÉLICO

4.1. El intelecto del ángel (I q. 58, 1).

Como hemos visto en la cuestión q. 55, art. 1, el ángel está siempre en acto de conocer,
por lo cual en el orden natural no pasa de la potencia al acto; cosa que no ocurre en el orden
sobrenatural

Respondeo dicendum quod, sicut philosophus Hay que decir: Como dice el Filósofo en III
dicit, in III de anima et in VIII physic., De Anima y en VIII Physic., el entendimiento
intellectus dupliciter est in potentia, uno está en potencia de dos maneras. 1) Una,
modo, sicut ante addiscere vel invenire, idest como está antes de aprender o de encontrar,
antequam habeat habitum scientiae; alio modo esto es, 2) Otra, como está cuando ya tiene el
dicitur esse in potentia, sicut cum iam habet hábito, pero no analiza. Si se trata de la
habitum scientiae, sed non considerat. primera, el entendimiento del ángel nunca está
Primo igitur modo, intellectus Angeli en potencia con respecto a las cosas que puede
nunquam est in potentia respectu eorum ad entender con conocimiento natural. El porqué
quae eius cognitio naturalis se extendere de esto radica en que asi como los cuerpos
potest. Sicut enim corpora superiora, scilicet superiores, esto es, los celestes, no tienen
caelestia, non habent potentiam ad esse, quae potencia alguna para el ser que no esté
non sit completa per actum; ita caelestes completada por el acto, así tampoco los
intellectus, scilicet Angeli, non habent entendimientos celestes, esto es, los ángeles,
aliquam intelligibilem potentiam, quae non sit tienen potencia inteligible alguna que no esté
totaliter completa per species intelligibiles completada por las especies inteligibles que
connaturales eis. Sed quantum ad ea quae eis les son connaturales. No obstante, no hay
divinitus revelantur, nihil prohibet intellectus inconveniente en que su entendimiento esté en
eorum esse in potentia, quia sic etiam corpora potencia respecto a las cosas que les son
caelestia sunt in potentia quandoque ut reveladas por Dios, como también los cuerpos
illuminentur a sole. (I q. 58, a. 1 co) celestes están en potencia a veces para ser
iluminados por el sol.

Pero en el orden natural, si hay un progreso en la consideración de las distintas


especies inteligibles.

Secundo vero modo, intellectus Angeli potest En cambio, si se trata de la segunda manera
esse in potentia ad ea quae cognoscit naturali expuesta, el entendimiento del ángel puede
cognitione, non enim omnia quae naturali estar en potencia con respecto a las cosas de
cognitione cognoscit, semper actu considerat. las que tiene conocimiento natural, puesto que
Sed ad cognitionem Verbi, et eorum quae in no siempre está pensando en todo lo que
Verbo videt, nunquam hoc modo est in conoce naturalmente. Pero en cuanto al
potentia, quia semper actu intuetur Verbum, et conocimiento de la Palabra y de lo que en la
ea quae in Verbo videt. In hac enim visione Palabra ve, nunca puede estar en potencia,
eorum beatitudo consistit, beatitudo autem porque, de hecho, siempre está contemplando
non consistit in habitu, sed in actu, ut dicit la Palabra y lo que en la Palabra conoce, pues
Philosophus, in I Ethic.. (I q. 58, a. 1 co) esta visión constituye su bienaventuranza, y
ésta no es un hábito, sino un acto, como dice
el Filósofo en I Ethic.

4.2. Modo del conocer angélico (I q. 58, 2-4).

Teniendo en cuenta este doble orden del conocimiento angelico se ve como el ángel
puede conocer varias cosas simultáneamente, sin discurso y sin componer ni dividir.

Angeli igitur ea cognitione qua cognoscunt res Así, pues, los ángeles, con el conocimiento
per Verbum, omnia cognoscunt una con el que conocen lo que hay en la Palabra,
intelligibili specie, quae est essentia divina. Et lo conocen todo con una sola especie
ideo quantum ad talem cognitionem, omnia inteligible, la esencia divina. Todo lo que
simul cognoscunt, sicut et in patria non erunt conocen así, lo conocen simultáneamente.
volubiles nostrae cogitationes, ab aliis in alia Pues en la patria celeste nuestros
euntes atque redeuntes, sed omnem scientiam pensamientos no serán volubles, pasando de
nostram simul uno conspectu videbimus, ut unas cosas a otras para retornar sobre ellas,
Augustinus dicit in XV de Trin.. sino que veremos toda nuestra ciencia
Ea vero cognitione qua cognoscunt res per simultáneamente con una sola mirada, como
species innatas, omnia illa simul possunt dice Agustín en XV De Trin. En cambio, con
intelligere, quae una specie cognoscuntur; non el conocimiento por el que conocen los
autem illa quae diversis. (I q. 58, a. 2 co) ángeles las cosas por especies innatas, pueden
entender simultáneamente todo lo que se
puede conocer por una misma especie, pero no
lo que requiere especies diversas para ser
conocido.
Sic igitur et inferiores intellectus, scilicet Por esto, las inteligencias inferiores, esto es,
hominum, per quendam motum et discursum las de los hombres, adquieren la perfección de
intellectualis operationis perfectionem in conocer la verdad por un cierto movimiento y
cognitione veritatis adipiscuntur; dum scilicet discurso de su operación intelectual, ya que,
ex uno cognito in aliud cognitum procedunt. conocida una cosa, pasan a conocer otra. Pero
Si autem statim in ipsa cognitione principii si al entender el principio conocido viesen en
noti, inspicerent quasi notas omnes él de pronto, como objeto conocido, todas las
conclusiones consequentes, in eis discursus conclusiones que de él se derivan, no habría
locum non haberet. Et hoc est in Angelis, quia lugar para el proceso discursivo. Esto
statim in illis quae primo naturaliter precisamente es lo que ocurre en los ángeles,
cognoscunt, inspiciunt omnia quaecumque in porque en las cosas que primero conocen
eis cognosci possunt. naturalmente ven en el acto todo lo que de
Et ideo dicuntur intellectuales, quia etiam ellas se puede conocer. Por eso son llamados
apud nos, ea quae statim naturaliter intelectuales, como también entre nosotros
apprehenduntur, intelligi dicuntur. llamamos entendidas a aquellas verdades
(I q. 58, a. 3 co) percibidas al instante.

Unde cum in Angelo sit lumen intellectuale Por eso, como en el ángel la luz intelectual es
perfectum, cum sit speculum purum et perfecta, ya que es espejo puro y limpísimo,
clarissimum, ut dicit Dionysius, IV cap. De como dice Dionisio en c.4 De Div. Nom., se
div. Nom.; relinquitur quod Angelus, sicut non deduce, por lo mismo, que no entiende
intelligit ratiocinando, ita non intelligit discurriendo, como tampoco entiende
componendo et dividendo. (I q. 58, a. 4 co) componiendo y dividiendo.

4.3. Certeza del conocimiento angélico (I q. 58, 5).

Ahora bien, este modo más perfecto de conocer por parte del ángel implica que el
mismo no puede errar en el orden natural, si en el orden sobrenatural, temática que será
fundamento del pecado del ángel.

Manifestum est autem quod quidditas rei Es evidente que si la esencia de una cosa
potest esse principium cognoscendi respectu puede ser principio de conocimiento suficiente
eorum quae naturaliter conveniunt rei vel ab con respecto a lo que naturalmente cuadra o es
ea removentur, non autem eorum quae a incompatible con ella, no puede serlo respecto
supernaturali dei ordinatione dependent. de lo que depende de la ordenación
Angeli igitur boni, habentes rectam sobrenatural. Por lo tanto, los ángeles buenos,
voluntatem, per cognitionem quidditatis rei cuya voluntad es recta, vista la esencia de una
non iudicant de his quae naturaliter ad rem cosa, no juzgan lo que por naturaleza les
pertinent, nisi salva ordinatione divina. Unde corresponde a no ser una vez que se ha
in eis non potest esse falsitas aut error. salvado el ordenamiento divino. Por eso no
Daemones vero, per voluntatem perversam pueden incurrir en la falsedad o en el error. En
subducentes intellectum a divina sapientia, cambio, los demonios, que por una voluntad
absolute interdum de rebus iudicant secundum desenfocada no someten su entendimiento a la
naturalem conditionem. Et in his quae sabiduría divina, juzgan a veces las cosas
naturaliter ad rem pertinent, non decipiuntur. simplemente según su condición natural.
Sed decipi possunt quantum ad ea quae Entonces ocurre que, con respecto a lo que les
supernaturalia sunt, sicut si considerans es propio por naturaleza, no se engañan; pero
hominem mortuum, iudicet eum non sí pueden engañarse en lo que se refiere a lo
resurrecturum; et si videns hominem sobrenatural, como, por ejemplo, si viendo un
Christum, iudicet eum non esse Deum. (I q. hombre muerto consideran que no ha de
58, a. 5 co) resucitar; o si, al ver al hombre Cristo,
consideraran que no era Dios.
4.4. División del conocimiento angélico en matutino y vespertino (I q. 58, 6-7).

Este tema fue introducido por San Agustín, al considerar que en el relato de la creación
se habla que los días comienzan con el caer del sol, de manera que primero viene la tarde y
después la mañana. Esta consideración después la aplicó metafóricamente al conocimiento
angélico.

Respondeo dicendum quod hoc quod dicitur Hay que decir: Lo que se dice del
de cognitione matutina et vespertina in conocimiento matutino y vespertino de los
Angelis, introductum est ab Augustino, qui ángeles, fue introducido por Agustín, quien
sex dies in quibus deus legitur fecisse cuncta, opina que por los seis días que, según leemos
Gen. I, intelligi vult non hos usitatos dies qui en Gen 1 Dios hizo todas las cosas, se
solis circuitu peraguntur, cum sol quarto die entiende no los días corrientes debidos al
factus legatur; sed unum diem, scilicet movimiento circular del sol, hecho en el
cognitionem angelicam sex rerum generibus cuarto día; sino un solo día, que es el
praesentatam. conocimiento angélico, puesto en presencia de
Sicut autem in die consueto mane est los seis géneros de cosas. Pero así como en el
principium diei, vespere autem terminus, ita día corriente la mañana es principio del día y
cognitio ipsius primordialis esse rerum, dicitur la tarde su término, así también el
cognitio matutina, et haec est secundum quod conocimiento del ser primordial de las cosas,
res sunt in Verbo. Cognitio autem ipsius esse el que tienen en la Palabra, se llama
rei creatae secundum quod in propria natura conocimiento matutino; y el conocimiento del
consistit, dicitur cognitio vespertina, nam esse ser de la criatura en cuanto que existe en su
rerum fluit a Verbo sicut a quodam primordiali propia naturaleza, se llama vespertino. Hay
principio, et hic effluxus terminatur ad esse que tener presente que el ser de las cosas
rerum quod in propria natura habent. (I q. 58, emana de la Palabra como de su primordial
a. 6 co) fuente, y este caudal termina en el ser que
tienen las cosas en su naturaleza propia.

En este sentido si el conocimiento vespertino es distinto del matutino

Si vero cognitio vespertina dicatur secundum En cambio, si se llama vespertino porque los
quod Angeli cognoscunt esse rerum quod ángeles conocen el ser que tienen las cosas en
habent in propria natura, per formas innatas; su propia naturaleza por especies innatas, el
sic alia est cognitio vespertina et matutina. conocimiento vespertino es distinto del
Et ita videtur intelligere Augustinus, cum matutino. Así parece que lo entendió Agustín,
unam ponat imperfectam respectu alterius. ya que a un conocimiento lo considera como
(I q. 58, a. 7 co) imperfecto con respecto a otro.

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