Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para entender cómo funciona la bolsa de valores, debemos saber que el precio se varía en
función de la oferta y la demanda, y esta depende de gran variedad de
circunstancias económicas, empresarial o de cualquier tipo que pueden afectar a las
distintas corporaciones que actúan en el mercado de valores. Es por ello, que se considera
un mercado de renta variable, ya que los beneficios que se obtienen en las inversiones no
son fijos.
https://www.economiasimple.net/glosario/bolsa-de-valores
Jueves Negro
Caída del valor de los títulos y la constante liquidación de los avales, el volumen de
préstamos bursátiles descendió de manera drástica -se estima que su descenso cifrarse en
casi un millón-. Wall Street, Chicago y Buffalo habían echado el cierre: la situación se
tornaba cada vez más ingobernable.
"El jueves 24 de octubre, según los historiadores, fue el primer día de pánico. Ese día se
transfirieron 12 894 650 participaciones, muchas de ellas a precios que destrozaron los
sueños y esperanzas de quienes las habían poseído", afirmó John Kenneth Galbraith en
su célebre El Crac del 29, uno de los libros paradigmáticos para el estudio de este período.
https://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-
historia/2014/10/24/544a1b0dca474142598b4579.html
Las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York eran uno de los símbolos más
conocidos de esta ciudad. Fueron construidas entre 1966 y 1976 por el arquitecto japonés
Minuro Yamasaki.
Los 410 metros de altura y sus 110 plantas las ubicaban en el tercer lugar de los rascacielos
más altos del planeta.
• En las Twins (gemelas), como las llamaban los habitantes de la ciudad, trabajaban unos
55.000 empleados de más de 430 compañías de 28 países y cerca de 150.000 visitantes se
embarcaban diariamente en sus ascensores, que tardaban sólo 58 segundos en llegar al piso
107. Debido a las dimensiones de las torres era necesario un código postal único para cubrir
todas sus plantas, que era el 10048, y más de 10 camiones de correo descargaban cada día
en el World Trade Center.
No eran todavía las 9 de la mañana del martes en el sur de la isla de Manhattan cuando se
oyó la primera explosión. Los asombrados transeúntes vieron una bola de fuego en la torre
norte del World Trade Center y luego una columna de humo negro que se elevaba
rápidamente. En medio de la confusión la forma de la hendidura en el costado del edificio,
que dibujaba la silueta de un avión de frente, revelaba el origen del estruendo.
En los primeros minutos los periodistas de televisión sólo atinaban a comparar el desastre
recién ocurrido con el choque accidental de un bombardero B-26 contra el edificio Empire
State en una brumosa noche de 1947. Pero era una comparación aventurada: el sol
dominaba la mañana y ninguna ruta de aproximación al cercano aeropuerto de La Guardia
pasaba siquiera cerca de las torres. El avión estrellado estaba fuera de ruta y, además de
eso, en contravía. Era claro que no podía ser un accidente pero nadie se atrevía a aventurar
esa hipótesis.
Todas las dudas se desvanecieron 18 minutos más tarde. Mientras miles de espectadores
observaban el trabajo de centenares de policías y bomberos en la torre incendiada otro
avión apareció por el sur y se estrelló de frente contra la edificación gemela. El choque de
ese avión, que se metió en el edificio como un cuchillo en un queso antes de estallar en
llamas, fue presenciado por millones alrededor del mundo a través de una CNN alertada por
el primer golpe.
Un espectáculo que ninguno de los espectadores olvidará jamás, no sólo por la impresión
de presenciar una tragedia sino por la conciencia de que, con ese hecho, el terrorismo
atravesó un umbral que nadie había considerado posible y del cual tal vez no haya marcha
atrás.
Ese martes negro todavía traería más tragedias. En la siguiente hora y media dos aviones
más fueron estrellados, uno contra el Pentágono, el símbolo de la supuesta invulnerabilidad
de Estados Unidos, y otro en un campo cerca de Pittsburgh, con rumbo, según versiones
extraoficiales, a la Casa Blanca o el Capitolio. Lo que siguió fue un maremágnum más de
un película hollywoodesca con ribetes de ficción que a la vida
https://www.semana.com/mundo/articulo/atentados-11-de-septiembre-de-2001/539962