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HISTORIA Y TENDENCIAS EN LA MEDICINA

Docente: Percy Delgado.


Grupo: “GALENO”
Año Académico: 4º año
Integrantes:

--2019 --
LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

INDICE
....................................................................................................................................................... 1
RESUMEN ................................................................................................................................... 3
CAPITULO I .................................................................................................................................... 4
LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO ................................................................. 4
1. ÉPOCA HELENA HELENÍSTICA ............................................................................... 4
CIENCIAS ................................................................................................................................ 5
MATEMÁTICAS ..................................................................................................................... 5
MECÁNICA ............................................................................................................................. 5
INGENIERÍA ........................................................................................................................... 6
ASTRONOMÍA ....................................................................................................................... 6
2. PERIODO HELENISTICO-ROMANO ............................................................................. 9
PRINCIPALES REPRESENTANTES ............................................................................... 10
3. PENSAMIENTO PRESOCRATCO MEDICINA .......................................................... 12
3.1 PHYSIS COSMOS............................................................................................................. 12
3.2 DEXOGRAFIA MÉDICA.................................................................................................. 15
CAPITULO II ................................................................................................................................. 16
MEDICINA HIPOCRATICA. CORPUS HIPOCRATICO .................................................. 16
1. MEDICINA PHYSIOLOGIA ........................................................................................ 16
RASGOS PRINCIPALES DE LA MEDICINA HIPOCRÁTICA ......................................... 16
CORPUS HIPOCRÁTICO ....................................................................................................... 17
CONCEPTOS DE LA MEDICINA HIPOCRÁTICA ............................................................. 18
2. ANTROPOLOGIA ........................................................................................................ 20
3. DIAGNOSTICO ............................................................................................................. 23
3.1 El método ........................................................................................................................... 24
3.2 La patología especial ...................................................................................................... 25
4. TRATAMIENTO ............................................................................................................ 27
5. MEDICINA SOCIAL ..................................................................................................... 31
MEDICINA SOCIAL ................................................................................................................. 31
ÉTICA MÉDICA: ....................................................................................................................... 32

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

RESUMEN

En el siglo VI a.C., la medicina griega se volvió secular por completo; hacían hincapié
en la observación clínica y la experiencia. Alcmaeon (siglo VI a.C.) identificó el cerebro
como el asiento fisiológico del entendimiento. El filósofo griego Empédocles formuló el
concepto de que la enfermedad es en primera instancia la expresión de un desequilibrio
entre la perfecta armonía de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Cos y Cnido
son las dos escuelas de medicina griega cuyos estudiantes contribuyeron al Corpus
hippocraticum(Colección hipocrática) y a una antología de escritos de varios autores,
que se le atribuye a Hipócrates.
Se impusieron los valores éticos más elevados a los médicos, quienes tomaron el
célebre juramento atribuido a Hipócrates. Hipócrates puso en duda la idea de que la
enfermedad era un castigo enviado por Dios y descubrió la relación entre la enfermedad
y las condiciones precarias del medio. Su capacidad para realizar observaciones clínicas
precisas le condujo al concepto de prevención.
El conocimiento de la anatomía humana se basaba en la disección de los animales. La
fisiología se basaba en los cuatro humores cardinales, o fluidos del organismo (sangre,
flema, bilis amarilla y bilis negra): este concepto procedía de la teoría de Empédocles
de los cuatro elementos. El dolor y la enfermedad se atribuyeron al desequilibrio de
estos humores. El verdadero genio de Hipócrates se muestra en sus obras Tratado del
pronóstico y Aforismos
El griego Aristóteles contribuyó mucho al desarrollo de la medicina con sus numerosas
disecciones de animales. Es conocido como el fundador de la anatomía comparada.

En Alejandría el anatomista Herófilo realizó la primera disección pública y el


fisiólogo Erasístrato realizó importantes trabajos en la anatomía del cerebro, los nervios,
las venas y las arterias. Un estudiante regio del empirismo, Mitrídates VI Eupátor, rey
del Ponto, desarrolló el concepto de la tolerancia a ciertos venenos por la administración
de dosis que se incrementaban de forma gradual.

Asclepíades de Bitinia pensaba que el cuerpo se componía de partículas


desconectadas, o átomos, separados por poros. La enfermedad era causada por la
restricción del movimiento ordenado de los átomos o por el bloqueo de los poros, y el
tratamiento que propuso se basaba en el ejercicio, los baños y las modificaciones en la
dieta más que en los fármacosLos escritores médicos más importantes de los siglos I y
II d.C. además de Galeno de Pérgamo, fueron el romano Aulio Cornelio Celso, que
escribió una enciclopedia de medicina; el médico griego Pedáneo Dioscórides, el primer
botánico médico científico; el médico griego Arteo de Capadocia, el anatomista
griego Rufo de Éfeso célebre por sus investigaciones sobre el corazón y los
ojos; Sorano de Éfeso, ortopedista griego que recogió información relativa a la
obstetricia y la ginecología, en apariencia basada en la disección humana, y que
distinguió las enfermedades por su sintomatología y evolución.

Galeno de Pérgamo, describió los cuatro síntomas clásicos de la inflamación (rubor,


dolor, calor y edema) y realizó grandes aportaciones al conocimiento de las
enfermedades infecciosas y a la farmacología. Su trabajo más importante versó sobre
la forma y función de los músculos y la función de las áreas de la médula espinal.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

CAPITULO I

LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

1. ÉPOCA HELENA HELENÍSTICA

El “helenismo” es el período que se inicia con el comienzo de las campañas asiáticas


de Alejandro Magno se considera como un cambio del sistema político griego basado
en las polis hacia un conjunto de monarquías producto de la desmembración del imperio
tras la muerte de Alejandro (1).
Atenas obtuvo supremacía en el terreno de la filosofía, sin embargo, Alejandría fue
aquella ciudad que se convirtió en el centro de la cultura científica que lograron alcanzar
hasta ese momento. Existen diversos factores que contribuyeron a que Alejandría lograr
tal objetivo, dentro de las cuales se incluyen la buena ubicación, al estar cerca a la
desembocadura del Nilo, la agricultura fue favorable y el comercio que se realizó
posteriormente ayudó a obtener suficientes beneficios. Debido a la constante expansión
de la cultura griega se estableció la helenización de otras culturas orientales, a la vez al
entrar en contacto con tradiciones y creencias diversas la cultura helénica llegó a
asimilar algunos de sus elementos (2).
Las personas que sucedieron a Alejandro trataron de transformar a Alejandría en la
capital cultural del mundo helenístico atrayendo a intelectuales griegos de distintos
lugares en una gran institución con los libros e instrumentos necesarios para que
llevaran a cabo sus investigaciones.
El Museo fue uno de los lugares que nacieron bajo ese concepto, siendo una institución
encargada de brindar los medios necesarios para las investigaciones médicas,
biológicas, astronómicas, etc. Dotando al Museo de infraestructuras tales como
observatorio astronómico, jardín botánico, zoológico, etc. Fue creado en base al Liceo
aristotélico por el peripatético Demetrio de Falera (345-283 a.C.) (1)
La Biblioteca se encontraba cercana a ella y ofrecía la más grande colección de literatura
mundial de aquella época, llegando a albergar hasta unos 700 000 libros, sin embargo,
en períodos posteriores, la Biblioteca de Alejandría quedo arruinada definitivamente. En
la Biblioteca fueron inventadas las formas de catalogación, se escribió la gramática
griega, fueron desarrollados técnicas refinadas de edición crítica, entre otras cosas más
(2) (3).

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CIENCIAS
El concepto de ciencia solo fue posible de establecerse una vez que el pensamiento
científico se separó de la filosofía trayendo como consecuencia la realización de
investigaciones más empíricas que estaban muy ligadas con el establecimiento de las
instituciones públicas. Estuvo caracterizada por una fuerte especialización, llevada a
cabo a través de la observación directa. La tecnología alcanzada no fue aplicada a
tareas productivas, la mayoría de ellas solo era usada como maquinaria de
entretenimiento, siendo sustentada como necesidad de prestigio de una dinastía. (1)

MATEMÁTICAS
La matemática fue la ciencia más apreciada en Grecia, incluso hay registros de qu en la
entrada de la Academia, Platón hizo grabar la inscripción: “Que no entre quien no sea
geómetra”, sin embargo, la matemática no está ligada a la filosofía. Uno de los primeros
científicos que se trasladó a Alejandría fue Euclides (330-227 a.C.), al cual se le otorgó
el honor de recopilar el pensamiento matemático en su obra “Elementos”, trece libros
que contenían una sistematización de todo el saber matemático de la época, la cual
estaba basada en la lógica aristotélica y nos presenta definiciones, cinco postulados y
axiomas comunes (1) (2).
Luego de Euclides, sin contar a Arquímedes, el más grande matemático griego fue
Apolonio de Perga (siglo III), el cual expone de manera rigurosa y sistemática en su obra
“Secciones cónicas” la terminología técnica necesaria para la designación de los tres
tipos de secciones de cono: elipse, parábola e hipérbole, los cuales incluso hasta
nuestros días continúa siendo de utilidad (2).

“Cono de Apolonio”
MECÁNICA
Arquímedes de Siracusa nació por el año 287 a.C. aunque viajó a Alejandría no
permaneció mucho tiempo en ella, pasando gran parte de su vida en su ciudad natal
hasta su muerte en el 212, durante un saqueo de la ciudad. Sus más grandes
aportaciones son aquellas relacionadas a la “cuadratura del círculo” y la “rectificación de
la circunferencia” (2).
Las bases de la hidrostática fueron establecidas gracias a su “Tratado de los Cuerpos
flotantes” en el cual explica que “un cuerpo sumergido en un líquido experimenta un
impulso hacia arriba igual al peso del volumen del líquido desplazado por él”, mientras
que las de la estática en el “Equilibrio de los planos”.

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Los estudios principales de Arquímedes fueron las leyes de la palanca, con la cual se
llegó a la conclusión de que dos pesos están en equilibrio cuando se hallan a distancias
que se encuentren en proporción recíproca a sus pesos específicos. Trayendo como
consecuencia que la frase “Dadme un punto de apoyo y levantaré la Tierra” haya pasado
a la historia. Otro de sus importantes aportes al mundo fue el descubrimiento del peso
específico, la relación entre el peso específico y volumen (1) (2).

INGENIERÍA
Ctesibo (285-222) fue el fundador de la escuela alejandrina de ingenieros, aunque
ninguna de sus obras sobrevivió muchas de estas son descritas por su discípulo Filón
de Bizancio, atribuyéndole la invención del reloj del agua.
Desarrollaron la ingeniería aplicada, muchos de sus Tratados constan de Principios y
aplicaciones de la palanca, construcción de puertos artillera y balística; neumática,
construcción de autómatas y Defensa y sitio de ciudades. Ambos estudiosos sugirieron
que podría utilizarse la fuerza elástica del aire comprimido o de resortes metálicos para
fabricar catapultas de asedio en remplazo de los elementos que se usaban actualmente
(4) (5).
Aunque Arquímedes consideraba sus estudios en ingeniería como marginales, fue
capaz de defender Sicilia con la construcción de diferentes máquinas como espejos que
reflejaban los rayos del sol con gran intensidad que incendiaron las naves romanas,
diseño aparatos para el trasporte de pesos, invento una bomba de irrigación llamada
“rosca de Arquímedes” lo que nos demuestra que fue uno de los ingenieros más
importantes del mundo antiguo (2).

“Rosca de Arquímedes”
ASTRONOMÍA
El estudio de la astronomía estuvo centrada más en ciencia matemática y geométrica
que física.
Los griegos tuvieron una concepción astronómica principalmente geocéntrica, creían
que tanto las estrellas, el Sol, la Luna y los planetas giraban alrededor de la Tierra, para
explicar estos conceptos, Platón comprendió que cada planeta necesitaba tener más de
una esfera para que su movimiento fuera posible, pensamiento que fue compartido por
su contemporáneo Eudoxo el cual agregó movimientos esféricos que explicarán el
desplazamiento de los planetas llegando a alcanzar 26 esferas, Calipo, un discípulo
suyo subió en número en siete y con Aristóteles se llegó a alcanzar 55 (2).

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No fue hasta la primera mitad del siglo II que se cuestionara la teoría geocéntrica con
Aristarco de Samos, quién plantea “que las estrellas fijas eran inmutables y la Tierra
giraba alrededor del Sol describiendo un círculo” siendo solo apoyado por el astrónomo
Seleuco de Seleucia (150 a.C.), mientras que tanto Apolonio de Perga como Hiparco de
Nicea quienes rechazaron su tesis, imponiendo nuevamente la teoría geocentrista (2).
Apolonio de Pérgamo centro sus estudios en los cambios de color de los planetas y las
aberraciones de sus órbitas proponiendo como solución a ellos su famosa teoría de
epiciclos y deferentes (5).
Hiparco de Nicea (siglo II), brindó explicaciones que convencían a la población de
aquella época, basándose en la distancia variable del Sol a la Tierra y las estaciones
explicaba una teoría de órbita excéntrica del Sol, con lo cual este giraba en una órbita
que no tenía a la Tierra como su centro. Además, también descubrió la precesión de los
equinoccios gracias a una mayor de sus precisiones. (1)(2) Fue capaz de calcular el
mes lunar y realizó un catálogo de más de mil estrellas clasificándolas por magnitud,
incluso según Plinio descubrió una “nova” llegando a conjeturar que las estrellas nacen
y mueren (5).
Eratóstenes, natural de Cyrene nació en el año 276 a.C. Curso estudios en Alejandría y
Atenas siendo director de la Biblioteca de Alejandría en el año 255 a.C. Sus atribuciones
más importantes son aquellas referidas a la medición de la tierra llegando a cifrarla en
39 651 Kms (Errando por 80 Kms), logró descubrir que la Tierra no era plana al medir la
proyección del Sol en una misma hora sobre distintas ubicaciones. También contribuyó
a la geografía dibujando mapas del mundo conocido hasta esa época y creó uno de los
calendarios más avanzados y una historia cronológica del mundo desde la guerra de
Troya. A su vez también se le atribuye la invención de los conceptos de altitud y longitud
(2)(5).
Claudio Ptolomeo propuso el sistema geocéntrico como base del movimiento de los
cuerpos celestes. Vivió en el año 85 y murió en Alejandría en el 165 d.C. Su recopilación
sumada a los estudios de Hiparco de Nicea, llegaron a Europa en lengua árabe con el
nombre de Almagesto (anteriormente Sintaxis Matemática), un compendio astronómico
de 13 volúmenes que trataba de explicar la posición de la Tierra como centro del
Universo con los demás astros girando a su alrededor por una gran esfera llamada
“primum movile”. Afirmaba que las estrechas se encontraban en la superficie de dicha
esfera y los planetas describían movimientos excéntricos alrededor de la Tierra (2)(5).

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

Realizado por: DE LA TORRE BUENDIA, LUYEL STEVEN


BIBLIOGRAFIA:

1. Lerma, J. (2006). Tema 3. El helenismo. Retrieved from


http://juango.es/files/tema3helenismo.pdf

2. APÉNDICE TEMA 5: “LA CIENCIA EN LA ÉPOCA HELENÍSTICA”. (2012).


Retrieved from
http://www.iesseneca.net/iesseneca/IMG/pdf/Apendice_Tema_5.pdf

3. Gonzales, E. (2019). La ciencia en época helenística [Blog]. Retrieved from


https://herodotoycia.wordpress.com/2018/08/26/la-ciencia-en-epoca-
helenistica/

4. APÉNDICE TEMA 5: “LA CIENCIA EN LA ÉPOCA HELENÍSTICA”. (2012).


Retrieved from
http://www.iesseneca.net/iesseneca/IMG/pdf/Apendice_Tema_5.pdf

5. Ciencia Alejandrina - Filosofia - IES Casas Viejas. (2007). Retrieved from


http://filosofia.iescasasviejas.net/home/ha-de-la-filosofia/05-mundo-
latino/ciencia-alejandrina

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2. PERIODO HELENISTICO-ROMANO

Los romanos, eran hombres prácticos y por esto, buscaron solo la aplicación concreta
de las verdades que encontraban. Así, no se entregaron con pasión al estudio de la
Astronomía, sino como una necesidad para conseguir un calendario más perfecto. La
primera realmente impórtate fue la de Julio Cesar, decretada el año 47 a.J.C., pero
incluso en esta tarea le ayudó un astrónomo griego llamado Sosígenes. A él se le debe
la invención del día bisiesto.

En general, la Ciencia en Roma recogió todos los contenidos anteriores, pero no el


método de investigación. Un ejemplo claro es la Historia Natural de Plinio el Viejo (23-
79 d. C.) que está formada por treinta y siete libros de hechos extraídos de más de dos
mil obras de autores pasados.

La bomba de agua de Ctesibios

Tan solo la aplicación de los adelantos de la ingeniería helenística a las obras publicas
y la difusión de la medicina, mediantes centros abiertos en las provincias, pueden ser
considerados una excepción.

En cambio, la alquimia se desarrolló a partir del siglo II d.C. Esta disciplina pretendía
que los metales eran organismos vivos que progresaban hacia el oro, que era el más
perfecto de todos ellos. Alterando o acelerando el proceso, de cualquier metal se podría
obtener oro y a este empeño se dedicaron todos los alquimistas. La idea era errónea
pero supuso descubrimientos accidentales que nos sitúan en el origen de la química.

A partir del siglo IV d. C., destruida gran parte de la Biblioteca de Alejandría, depósito
de todo el saber antiguo, y en pleno proceso de desintegración del Imperio Romano de
Occidente, se volverá a mezclar la religión con la ciencia, hasta el punto de volver a
considerar la tierra plana para asemejarse al tabernáculo o lugar donde se encontraba
el arca con el Viejo Testamento. Tan sólo Bizancio mantendrá abiertas la Academia y
el liceo que en el año 529 Justiniano ordene cerrarlas.

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PRINCIPALES REPRESENTANTES

 Emperador y Filósofo romano Marco Aurelio: Uno de los grandes emperadores


del siglo II, además era un amante de la filosofía, llegando a crear pequeñas obras
en griego y latín, aunque su obra más famosa “meditaciones” la compuso en las
largas jornadas que vivió como emperador combatiendo contra los barbaros en
Germania.

 Claudio Tolomeo: Astronomo, matematico y geograf griego. Contruyó un sistema


del mundo que reprentaba con un grado de presicion satisfactoria los movimientos
aparentes del sol, la luna y los 5 planetas entonces conocidos, mediante recursos
geométricos y calculísticos de considerable complejidad; se trata de un sistema
geocentrico según el cual la tierra se encuentra nmovil en el centro del universo,
mientras que en torno a ella giran, en orden creciente de distancia, la luna, mercurio,
venus, el sol, marte, jupiter y saturno.

 Galeno: Médico griego, los aportes fueron esenciales para establecer la importancia
de la columna vertebral, uso el pulso como método diagnóstico, identifico músculos
importantes e hizo innumerables disecciones para estudiar anatomía y fisiología. El
sistema galeno fue una mezcla de antiguas ideas filosóficas, como la doctrina de los
tres espíritus y almas, pero a menudo equivocadas. Diseccionó muchos animales, en
especial cabras, cerdos y monos, para mostrar como los músculos son controlados
por la medula espinal.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

Realizado por: MATOS MARTINEZ PIERO ALEXANDER


BIBLIOGRAFIA:

1. 1. Astuhuaman J. Periodo helenístico-romano. 2013. revisado 27 de abril 2019. URL.


Disponible en: http://periodohelenistico.blogspot.pe/
2. 2. El Conocimiento Científico en la época Helenística y Romana: Disponible en:
https://prezi.com/bdxmkfpwypko/el-conocimiento-cientifico-en-la-epoca-helenistica-y-
romana/
3. 3. Cultura Clásica. La ciencia en Roma. Disponible en:
http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/cclasica/

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3. PENSAMIENTO PRESOCRATCO MEDICINA


3.1 PHYSIS COSMOS
La mayor parte de las reelecciones de los filósofos presocráticos versan sobre la
physis, que era el término griego de naturaleza. Es así que ellos tratan de entender
la realidad a través de un principio (arché) o en el caso de los pluralistas, de unos
pocos principios. Este principio puede ser agua, aire, fuego, varios elementos,
números o átomos. Pero en todo caso principios naturales, producto de la
observación o la reflexión, pero ajeno ya a cualquier elemento sobrenatural,
mágico o religioso. Los milesios, los eleatas, Pitágoras, Empédocles o los
atomistas, influyeron notablemente en los primeros médicos, siendo algunos,
como en el caso de Empédocles, ambas cosas. Los médicos griegos heredan
ciertas actitudes filosóficas de los presocráticos, que mediante el razonamiento
pretenden alcanzar un conocimiento riguroso como un saber aplicado a la
naturaleza. Lo que les lleva a una idea fundamental: que la enfermedad es un
fenómeno natural.
 IDEA DE LOS CUATRO ELEMENTOS
La idea de los cuatro elementos básicos (agua, aire, fuego y tierra) influyó en el
desarrollo de la teoría de los humores. Los cuatro humores orgánicos sirven de
base para interpretar las enfermedades. Cada uno de los cuatro elementos está
caracterizado por una cualidad especifica (humedad, sequedad, calor, frío) y
además que los elementos opuestos deben conservar un equilibrio para
mantener la salud. Todos los fluidos orgánicos están compuestos, en proporción
variable, por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla
(caliente y seca) y bilis negra (fría y seca).Cuando estos humores están en
equilibrio el cuerpo tiene salud, pero hay exceso o defecto de alguno de ellos,
entonces se produce la enfermedad. El cambio en las proporciones de los
humores puede estar causado por factores externos o internos. Cuando hay un
cambio el organismo reacciona y, o bien, acaba con el desequilibrio del humor
que provoca la alteración o el organismo muere. La eliminación de los humores
puede observarse durante la enfermedad (sangre, flema o moco de la nariz,
vómitos, materias fecales, orina, sudor), y la afección normalmente desaparece
con la expulsión del sobrante. Otra aportación fue la clasificación de los
individuos en función de la proporción propia de los cuatro humores en:
flemáticos, melancólicos, coléricos o sanguíneos. Las escuelas médicas de esta
época destacan por su cantidad y por su variedad, entre las más conocidas están
las de Mileto, Efeso, Crotona, Cnido y Cos.

PITÁGORAS
Pitágoras fue un matemático y filósofo del siglo -VI a. que fundó una escuela en
Crotona, en el sur de Italia, que se conoce como escuela pitagórica, de gran
influencia posterior. La terapia pitagórica estaba basada en la higiene, los
ejercicios corporales y el empleo de la música como remedio que servía para
purificar sus facultades psíquicas uniendo el cosmos y el hombre. La dieta que
tiene como objeto mantener la armonía de cuerpo y alma. La salud se encuentra
en el justo medio, en la medida equilibrada de las cosas. Concebía la salud, tanto
psíquica como física, como una armonía de los componentes del cuerpo
anticipándose en cierta manera a algunos de los pensamientos de Hipócrates.
El cosmos era para él una vasta relación armónica hecha de pequeñas
relaciones sucesivas que, cuando se juntaban, formaban la armonía cósmica

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audible sólo para iniciados como él. La música no era considerada diversión, ya
que era el centro del culto de los dioses. En la educación era usada como
enseñanza moral, puesto que actuaba como freno de las partes físicas y
agresivas del alma. El hombre era un microcosmos en el que el alma aparecía
como la armonía del cuerpo. En este sentido, entendían que la medicina tenía la
función de restablecer la armonía del individuo cuando ésta se viera perturbada,
y, siendo la música instrumento por excelencia para la purificación del alma, la
consideraban, por lo mismo, como una medicina para el cuerpo.La salud para
Pitágoras implicaba toda una serie de normas higiénicas algunas basadas en
tabúes como la prohibición de consumir animales. Al lado de estas
prescripciones dietéticas estaban los misteriosos preceptos sobre las comidas.

EMPÉDOCLES
Empédocles nació en Agrigento, Sicilia, alrededor del año -495; Escribió dos
poemas filosóficos “Sobre la naturaleza” y “Las Purificaciones”, de los que se
conservan algunos fragmentos, también escribió un tratado de medicina del que
no se conserva nada.Los filósofos milesios habían explicado los procesos de
generación y corrupción recurriendo a cambios cualitativos de una sola
sustancia, Empédocles, en cambio recurre a diferentes elementos. Expone una
pluralidad de principios o raíces como los llama él, tomando el agua de Tales,
el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y añadiendo la tierra. Empédocles
plantea además otra cuestión fundamental: que estos principios o raíces están
sometidos a dos causas eficientes, mediante las cuales pretenden explicar el
movimiento (generación y corrupción) en el mundo, el Amor que las une, y el
Odio que las separa. Todo va bien cuando hay equilibrio. Este planteamiento se
encuentra en el poema “Sobre la Naturaleza”. Esta teoría es importante también
porque hace una distinción entre materia y fuerza, lo que marca el origen de un
dualismo. Para Empédocles la realidad es el resultado de la combinación de
esos cuatro elementos originarios, la realidad que captamos es el resultado de
la mezcla de dichos elementos. La generación es agregación o mezcla de
elementos y la corrupción es su separación.
Empédocles planteó el concepto de enfermedad de acuerdo con su teoría, es
decir, como expresión de un desequilibrio en la armonía de los cuatro
elementos: agua, fuego, aire y tierra, provocada por el exceso o defecto de
alguno de estos elementos.
Freud, en su obra “Análisis terminable e interminable” considera a Empédocles
como un antecedente de su pensamiento dualista: eros y tánatos: "La teoría de
Empédocles que merece especialmente nuestro interés es la que se aproxima a
la teoría psicoanalítica de los instintos, tanto que nos veríamos tentados de
mantener que las dos son idénticas si no fuera por la diferencia de que la del
filósofo griego es una fantasía cósmica, mientras que la nuestra reclama además
una validez biológica...".

DEMÓCRITO
El siguiente paso lo dan los atomistas Demócrito, Leucipo y más tarde Epicuro y
Lucrecio, aportando la idea de que todo está compuesto de átomos y vacío,
ahondando en la eliminación de cualquier explicación sobrenatural. Demócrito
relativiza la validez del conocimiento y afirma que las cualidades sensibles, como
los colores, olores, sabores, etc., carecen de auténtica objetividad, manteniendo

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la distinción entre cualidades primarias (objetivas) y cualidades secundarias


(subjetivas).
En el aspecto epistemológico, Demócrito manteniendo un cierto escepticismo,
apreciable en frases como: “no es posible llegar a saber qué es en realidad cada
cosa”, o “no conocemos nada en realidad, ya que la verdad yace en el fondo de
un profundo abismo”. Consideró que el conocimiento sensorial era un
“conocimiento oscuro” y que las cualidades sensibles de los cuerpos son
reacciones de nuestra sensibilidad a las propiedades de los átomos: “En nuestra
creencia existe lo dulce y lo amargo, lo caliente y lo frío, y así también existe el
color, pero la realidad es que sólo hay átomos y vacío”.
Átomos y vacío son lo único real. Todo lo demás es convención u objeto de
opinión. Las diferencias que existen entre los átomos son las que permiten
explicar las diferencias que existen entre las cosas, y son tres: figura, orden y
posición. Estos elementos básicos del mundo físico son infinitamente numerosos
y presentan una variedad infinita de figuras y tamaños, están el movimiento
constante.

Realizado por: BENITES PALACIOS JULISSA

BIBLIOGRAFIA:

1. Merino M. Los orígenes del pensamiento científico. España 2017.


2. Segura C. Una interpretación de la concepción de la physis entre los
pre socráticos. Madrid (2001)
4.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

3.2 DEXOGRAFIA MÉDICA


La doxografía (del griego δόξα, 'parecer, opinión' + γραφία, 'escritura, descripción') es
una rama de la literatura que comprende aquellas obras dedicadas a recoger los puntos
de vista de filósofos y científicos del pasado sobre filosofía, ciencia y otras materias.
Muchas de las obras de los grandes filósofos griegos no han llegado hasta nosotros.
Nuestro conocimiento, limitado, de las mismas depende del trabajo de autores menores
que recogieron en sus comentarios o biografías fragmentos o paráfrasis de estas obras
perdidas. Se considera a Teofrasto, autor de Opiniones de los físicos, fundador de la
doxografía. Un ejemplo clásico de la doxografía griega es la obra de Diógenes Laercio
Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, gracias a la cual se conoce
lo poco que se sabe sobre algunos filósofos griegos, como los cínicos Diógenes de
Sínope y Crates de Tebas. El léxico de Focio y la Suda pueden considerarse también
obras doxográficas.
En la Grecia antigua, el médico o iatros era un sacerdote del culto al dios
Asclepíades, y su actividad profesional se limitaba a vigilar que en los santuarios se
recogieran las ofrendas y los donativos de los pacientes, se cumplieran los rituales
religiosos prescritos, y quizá a ayudar a algún enfermo incapacitado a sumergirse en
el baño recomendado, o a aconsejar a una madre atribulada sobre lo que debía
hacerse para controlar las crisis convulsivas de su hijo; todo esto anticipando su
curación o por lo menos el alivio de sus males. Aunque el iatros era el equivalente
del brujo o chamán de la medicina primitiva, del asu asirio, del snw egipcio y del tícitl
azteca, sus funciones estaban mucho más restringidas que las de sus mencionados
colegas, porque él pertenecía a una sociedad mucho más estratificada y a una
disciplina profesional mucho más rigurosa.

En la Grecia Clásica persistió la práctica de la medicina primitiva o sobrenatural,


ejercida por los iatros especializados en los templos de Asclepíades, y al mismo
tiempo otra medicina todavía más primitiva, a cargo de magos y charlatanes
itinerantes, demiurgos que iban de ciudad en ciudad anunciando sus pócimas
maravillosas y prometiendo toda clase de curaciones y milagros. De hecho, algunos
de los libros del Corpus Hipocraticum fueron escritos para combatir a los que
practicaban esa forma de medicina, ya que en Grecia no había reglamentación
alguna del ejercicio profesional. Tampoco había escuelas de medicina, de modo que
si un joven deseaba hacerse médico buscaba a un miembro distinguido de la
profesión que lo aceptara como aprendiz; la regla era que fuera admitido a cambio
de una remuneración, con lo que el maestro quedaba obligado a impartirle su ciencia
y su arte al alumno durante el tiempo que fuera necesario.

Realizado por: AGUIRRE HARUMI


BIBLIOGRAFIA:

 Pérez, Ruy (1997). De la magia primitiva a la medicina moderna. México. 1


ed. Vol 3. ISBN 968-16-5415-3
 Laín Entralgo, Pedro (Dir.), Historia universal de la medicina. La medicina
Hipocrática. Tomo II. Antigüedad clásica, Barcelona, Salvat, Editores, 1972

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

CAPITULO II

MEDICINA HIPOCRATICA. CORPUS HIPOCRATICO

1. MEDICINA PHYSIOLOGIA

Surgió en los siglos VI y V a.C en la franja colonial del mundo griego (Magna Grecia y
Sicilia). Es en ese momento en que la medicina se constituye como un saber técnico
fundado sobre el conocimiento científico de la naturaleza, la medicina hipocrática tiene
su precedente en el texto de Alcmeon de Crotona en la que resume su concepción
“fisiológica” de la salud y enfermedad.
La medicina hipocrática se divide en 2 puntos de vista:

 Realizadora de la hazaña medica


 Parte integral de la cultura griega
Antes de Alcmeon de Crotona e Hipócrates la medicina era una mezcla de empirismo y
magia, conectada a la religión del pueblo. Se dieron 3 sucesos para que surgiera el
cambio de la medicina mágico-empírica en hipocrática: la multiforme riqueza de la
medicina empírico-mágica de los antiguos griegos, su total carencia de dogmatismo y la
tácita o expresa convicción de que algo divino en la realidad del mundo y de las cosas,
llámese moira o anánkē, pone límites irrebasables a toda posible acción mágica.
Entre los siglos VI y V la medicina griega era un oficio más o menos artesanal
considerado como servicio público que podía aprenderse en ciertas «escuelas»
profesionales, era luego practicado en una sola ciudad o viajando de una pólis a otra
(como periodeutas) y se hallaba muy próximo ya a convertirse en un verdadero «saber
técnico», en una tékhnē autónomamente constituida, tanto a través del aprendizaje
práctico como por una cuidadosa reflexión acerca de ella misma. A fines del siglo VI se
inicia la definitiva madurez del espíritu griego en las colonias, de un modo más
intelectual y filosófico y la medicina comenzó a ser una tékhnē basada en la fisiología.
Alcmeón fue el iniciador de la medicina «fisiológica» después de él va constituyéndose
la medicina hipocrática, cuya expresión literaria son, con todas sus mutuas
discrepancias, los sucesivos escritos del Corpus Hipocrático.

RASGOS PRINCIPALES DE LA MEDICINA HIPOCRÁTICA


 Desvinculación consciente de las prácticas religiosas y de la magia (en mayor o
menor medida según los escritos, pero inequívocamente como intención
general). Esto es muy patente en el texto titulado Sobre la enfermedad sagrada.
 Cualificación de la medicina como “techne” (arte/técnica/protociencia, de
acuerdo con nuestro lenguaje actual), es decir, una saber hacer algo (en este
caso, la salud).
 Tendencia a afirmar un método propio basado en la idea de que todas las
enfermedades son naturales (naturalismo, inmanentismo). Sus recursos
principales son:
o El diagnóstico: exploración sensorial, comunicación verbal (logos/palabra)
con el enfermo y razonamiento (logismos)

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

o El pronóstico basado en la consideración de la enfermedad como un proceso


de descompensación (=ruptura de la armonía) de los humores corporales
(líquidos fundamentales del organismo, que para la medicina hipocrática eran
cuatro: flema, bilis, bilis negra y sangre )

 La medicina hipocrática, entendida como saber o techne (=saber hacer), está


fundada en una cosmovisión racional (teórica) de las últimas causas del acontecer
humano, así como en una serie de prescripciones (prácticas) para la actuación del
médico con la finalidad de velar por el mantenimiento de la salud.

CORPUS HIPOCRÁTICO

Los conocimientos de Hipócrates fueron recopilados por diversos autores en el Corpus


Hippocraticum o Colección Hipocrática recopilada en el siglo IV a.C. en la Gran
Biblioteca de Alejandría, donde Ptolomeo creó un extraordinario Centro Cultural con la
intención de reunir la totalidad de los conocimientos humanos. Entre sus temas se
encuentran: etiología, pronóstico, cirugía, anatomía, dietética, medicina interna,
ginecología, deontología, etc. Incluye 72 libros y 59 tratados, los cuales luego de arduas
investigaciones se llegó a establecer un criterio de clasificación de acuerdo con la
autenticidad. Estos son:
 Escritos que corresponden con toda seguridad a Hipocrates: Sobre
articulaciones y sobre fracturas.
 Escritos que podrían corresponder a Hipocrates con seguridad: Aforismos,
Pronosticos, Régimen de las enfermedades agudas, Sobre los aires, aguas y
lugares, Heridas de la cabeza, Materia médica y Medicina antigua.
 Escritos de la escuela de Cos: Los humores, Las epidemias, El médico, Losp
prorréticos, Las coacas, La dentición, La naturaleza del hombre, Uso de los
líquidos, El juramento y La Ley.
 Escritos que no pertenecen a Hipocrates ni a su escuela: Afecciones internas,
De las glándulas, Régimen de la salud, Enfermedades de las mujeres.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

CONCEPTOS DE LA MEDICINA HIPOCRÁTICA


El primero y más importante de los conceptos de la medicina hipocrática es el de physis
o naturaleza. Los pensadores presocráticos, desde Tales de Mileto hasta Demócrito,
han enseñado que la physis es el fondo universal de donde nace cuanto hay. He aquí
las cinco notas principales de la visión hipocrática de la Naturaleza:
1. Universalidad e individualidad. Todas las cosas tienen su physis propia: los astros,
las partes del mundo, los vientos, las aguas, los alimentos, los medicamentos, el hombre
el cuerpo, el alma, las distintas partes del cuerpo, cada uno de los individuos humanos,
los diversos modos típicos de ser hombre, las enfermedades, los animales.
2. Principialidad. La physis es el «principio» no sólo de todo lo que hay, sino de cada
una de las cosas que existen.
3. Armonía. En su apariencia y en su dinámica, la physis es armoniosa: tiene armonía y
la produce. Es, por tanto, táxis (orden) y se realiza como kósmos (aderezo, orden bello).
4. Racionalidad. La Naturaleza es en sí misma «razonable», posee en su seno un
secreto lógos.
5. Divinidad. La physis es en sí misma «lo divino».
Algunos autores han considerado a “Sobre la enfermedad sagrada” como la expresión
de la lucha siempre renovada de hombres que piensan científicamente, contra la
superstición, la charlatanería sin escrúpulos (H. Grensemann). Efectivamente se trata
de un libro cuyo rasgo fundamental es que representa acertadamente las ideas de unas
personas que confían en la razón para interpretar o explicar y entender el mundo,
rechazando sin miramientos actitudes irracionales como la magia y la superstición.
En el mundo antiguo no hay una separación entre forma y función, entre anatomía y
fisiología.
Su fuente fueron la observación de los animales y la práctica quirúrgica, no la
disección de cadáveres humanos.
Las funciones del cuerpo se interpretan en ese momento partiendo de la idea de que la
physis de cada ser vivo en particular es una manifestación de la naturaleza en su
conjunto.
Los hipocráticos consideraron la enfermedad igual que otras culturas, como una
alteración de la armonía orgánica y, por tanto, como un desequilibrio de las cualidades
o dynameis,un mal flujo del pneuma, una inadecuada mezcla de los humores
No hay una clasificación metódica de las causas, pero la gran diversidad de las que en
él se mencionan puede ordenarse en causas internas (el temperamento, el sexo, la
edad) y externas (inanimadas, como la mala alimentación, el aire corrompido, los
traumas, los venenos; o animadas, como los parásitos, y las emociones violentas). Los
hipocráticos fueron muy meticulosos al recoger señales (semeia) de las enfermedades.
Se recogen éstas por los órganos de los sentidos (lo que se ve, lo que se toca, lo que
se oye) y con el entendimiento. En “Epidemias” se dice "Es una tarea el examinar el
cuerpo. Requiere vista, oído, olfato, tacto, lengua, razonamiento". Los médicos recogían
estas señales observando el aspecto general del enfermo, los cambios de cara y lengua,
examen de los humores, estimación de la temperatura, palpación, auscultación mediata,
etc. Desde el punto de vista humoral, el médico captaba los cambios de los humores

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enfermos, de las cocciones, a través de la orina, la fiebre y el sueño, la sudoración, el


aspecto de la expectoración y de las heces.
Respecto al diagnóstico lo primero que hacían era determinar si la enfermedad se debía
al azar o a alguna causa; si era curable o era incurable y el médico debía abstenerse de
intervenir. Por tanto, la acción nosogénica de una causa de enfermedad podía adoptar
dos modos muy distintos: la forzosidad o necesidad fatal, por tanto, invencible e
ineludible, y el azar, donde podía ser útil la acción técnica del médico. Trataban después
de establecer un diagnóstico más específico. Las enfermedades internas eran agudas,
las más funestas, y crónicas, que lo eran por cronificación de una enfermedad aguda (el
empiema, por ejemplo), o por su propia naturaleza (la hidropesía, por ejemplo).
La última meta del diagnóstico entre los hipocráticos tenía carácter predictivo: el
pronóstico. Éste era una herramienta de prestigio social y dependía de la experiencia.
Finalmente, la terapéutica de los hipocráticos estuvo en consonancia con los
fundamentos conceptuales expuestos. La naturaleza posee una "fuerza curadora", una
“vis curatrix” , idea que se ha mantenido durante siglos en medicina y que todavía
algunas corrientes neohipocráticas y naturistas reivindican hoy en día.
El médico debe favorecer y ayudar a la naturaleza y no perjudicar. Pocos son los
medicamentos o remedios que se mencionan en el Corpus hippocraticum. La mayoría
son "contrarios" al tipo de trastorno, pero en algún libro se mencionan remedios
"similares". Procedían éstos de la práctica empírica y mágica anterior con muchos
elementos que se filtraron de otras culturas como la egipcia y la india. Algunos médicos
abusaron del uso de purgantes y otros, en cambio, prefirieron la actitud expectante.
La cirugía es uno de los aspectos más destacados del Corpus Hippocarticum. Consistía
básicamente en curar heridas, llagas y úlceras, actuar en fracturas y luxaciones, evacuar
abscesos, etc.

Realizado por: BONILLA VELASQUEZ NATALI O.


BIBLIOGRAFIA:

 Anónimo. (s.f.). LA MEDICINA HIPOCRÁTICA. Obtenido de


http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/salus/MEDICINA_HIPOCRATICA.
pdf
 Bercovitz, L. K. (2007). La medicina en tiempos de Hipócrates. Revista Médica de
la Universidad Veracruzana, 59-62.
 Entralgo, P. L. (2012 ). La medicina hipocrática . Barcelona: Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes.

 Fresquet, J. L. (s.f.). La Medicina en la Antiguedad Clásica . Obtenido de Historia


de la Medicina: https://historiadelamedicina.org/Fundamentos/1_3.html

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 19


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

2. ANTROPOLOGIA
Como para todos los griegos, para el médico hipocrático el hombre fue un retoño viviente
de la physis universal, un phyon; una realidad, por tanto, que tiene esencialmente que
ver con todas las que integran la naturaleza, en especial con el resto de los animales y
con las plantas, y caracterizada por su capacidad de pensar, hablar y gobernar con sus
manos el mundo en torno. Veamos cómo esta idea básica de la naturaleza humana se
realiza en cuatro direcciones del pensamiento: la génesis del hombre, la relación entre
el hombre y el cosmos, la estructura de la physis humana y la dinámica de esa physis.

a) Sólo dos escritos -Sobre la dieta y Sobre las carnes- esbozan una idea de lo que
pudo ser la formación de la especie humana en el proceso de la cosmogénesis.
Apoyado en Empédocles y Anaxágoras en donde la forma humana es el resultado
de una configuración de elementos cósmicos anteriores a ella, que por obra de una
«divina forzosidad» se mueven y combinan en un constante proceso de «mezcla»,
«separación de formas» y «disolución» o muerte. Más compleja es la doctrina
antropogénica de Sobre las carnes, muy influida por Heráclito en la cual el mutuo
juego de dos materias orgánicas básicas, «lo grasiento» (liparón) y «lo coloideo»
(kollōdes) tiene papel principal.

Preparativos de un banquete.
Detalle de la decoración de una crátera corintia del s. V. a. C.
Museo del Louvre, París

Mayor precisión alcanzan las ideas embriológicas de los autores hipocráticos.


Para ellos, las dos «semillas», la masculina y la femenina, colaboran,
mezclándose entre sí, en la formación del embrión; pero el pensamiento acerca
de la procedencia de esas «semillas» no es en todos coincidente. Erna Lesky
ha distinguido en el pensamiento antiguo tres orientaciones principales acerca
de la procreación:

A. La teoría encéfalo-mielógena, que atribuye el origen de la semilla al cerebro y la


medula espinal;
B. La teoría de la pan génesis, según la cual la materia fecundante procedería de
todas las partes del cuerpo;
C. La teoría hematógena, para la cual el esperma tiene su fuente en la sangre.

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La mezcla de las dos semillas se contrae y condensa, y en su seno el aire


procedente de la respiración de la madre se transforma en pneûma. Tan pronto
como el pneûma se ha formado en cantidad suficiente, se fragua un conducto
por donde entrar y salir (respiración del embrión).
Se da el problema de la ontogénesis: la determinación del sexo, la biología de
la oposición entre el lado derecho y el lado izquierdo del cuerpo y la herencia
de los caracteres somáticos.
Debe añadirse, no obstante, que tanto Sobre la generación como Sobre la
dieta atribuyen un carácter a la vez masculino y femenino -con el respectivo
predominio de uno u otro, según el «esperma» sea del varón o de la hembra-
a la semilla de uno y de otro sexo.
Con estas ideas se halla estrechamente relacionada la atribución de un
carácter «masculino» al lado derecho del cuerpo y de un carácter «femenino»
al izquierdo.
No menos preocupó a los hipocráticos el problema de la herencia de los
caracteres somáticos. ¿Por qué los hijos se parecen a los padres? Para el
autor de Sobre la generación, la transmisión de dichos caracteres es una
«forzosidad» (anánkē), regida por el «principio del predominio» y determinada
por un mecanismo en el que se combinan la preformación (la «forma» del
progenitor está en su propia semilla), la localización (la semejanza entre el hijo
y sus progenitores se produce «por partes») y la bisexualidad (cada una de las
dos semillas es a la vez masculina y femenina).

b) Así engendrado y constituido, el individuo humano es una parte del cosmos


envuelta por él y con él constantemente relacionada. ¿Cómo los médicos
hipocráticos entendieron la relación entre el hombre y el cosmos?

La «forzosidad» gobierna la dinámica y el paralelismo de los elementos del cosmos


y los humores del cuerpo humano (Naturaleza del hombre); la consideración de las
«cosas celestes» es necesaria para saber lo que es el hombre (Sobre las carnes);
hay una estrecha relación entre el ciclo anual de las estaciones, la dinámica de los
humores y la génesis de las enfermedades (Naturaleza del
hombre, Humores, Epidemias, Aforismos); el estómago «equivale» a la tierra
(Humores); el número siete es esencial en el ritmo del cosmos y en el del hombre
(Parto de ocho meses, Carnes, Glándulas, Enfermedades IV, Generación, Mujeres
estériles, etc.); el mes lunar posee una «virtud propia» sobre las funciones del
cuerpo (Parto de siete meses), etc. Explícita o implícitamente, la antropología
del C. H. se halla traspasada por la concepción microcósmica de la naturaleza
humana.

Cada una de las partes del cuerpo tiene su physis propia, la cual depende tanto de
su peculiar composición humoral como de su «figura». Dynamis («potencia»)
y skhēma («figura») son los dos conceptos que rigen la fisiología de los órganos,
según el autor de Sobre la medicina antigua. De ahí no pasó la morfología general
de los hipocráticos.

Osteología y artrología, Miología, Esplancnología, Neurología


«estequiología» al conocimiento científico de los elementos (stoikheia) que
componen el cuerpo humano.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

Junto a estos «elementos primarios» de la physis universal, y para explicar la


constitución y las funciones del hombre y, en general, de los seres vivientes,
los autores hipocráticos -la mayor parte de ellos- introducen una noción nueva,
a la que Galeno, siglos más tarde, también dará el hombre de stoikheion: la
noción de «humor».

Cuatro esquemas típicos es posible distinguir en el C. H.: el tetrádico de


la escuela de Cos (Naturaleza del hombre, Humores), según el cual los
humores serían cuatro, la sangre (haima), la pituita o flema (phlégma), la bilis
amarilla (xanthē kholē) y la bilis negra (mélaina kholē); el tetrádico de la
escuela de Cnido (sangre, pituita, bilis y agua); el ternario, coico o cnidio,
de Sobre la enfermedad sagrada, Pronóstico y Epidemias I y III (pituita, bilis y
sangre) y el diádico de ciertos escritos cnidios, como Sobre las afecciones
internas y Enfermedades I y III (pituita y bilis). En cualquier caso, la sangre es
caliente y húmeda; la pituita, fría y húmeda; la bilis amarilla, caliente y seca; la
bilis negra, fría y seca. Parece muy probable que, en su desarrollo histórico, la
teoría humoral comenzase siendo diádica (orígenes de la escuela de Cnido,
en la primera mitad del siglo V) y terminase -para pasar así a la posteridad-
con la antes mencionada enumeración tetrádica que se lee en Sobre la
naturaleza del hombre.

Modelo de Humores Hipocráticos – Antecesor de Galeno

Realizado por: CABANILLAS VARGAS, SHARON JANETH

BIBLIOGRAFIA:

1. Laín P. La medicina hipocrática. Pedro Laín Entralgo. Alicante: Biblioteca


Virtual Miguel de Cervantes, 2012.
Disponible en : http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-medicina-
hipocratica/html/eb4cdfa6-c5c0-11e1-b1fb-00163ebf5e63_2.html#I_3_
2. Pedro Laín Entralgo (dir.), Historia universal de la medicina. Tomo II.
Antigüedad clásica, Barcelona, Salvat, Editores, 1972, pp. 73-116.

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LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

3. DIAGNOSTICO

La práctica de la medicina curativa, descansa sobre dos bases fundamentalmente: el


diagnóstico y el tratamiento. De ellas, la primera y más importante es el diagnóstico, ya
que se él depende el tratamiento a seguir. Es sin duda la piedra angular de la medicina.
Hipócrates hizo lo que ningún médico antes de él: examinar al enfermo con gran cuidado
y describir de modo fidedigno, sin teorizar sobre ello, los signos y síntomas de las
enfermedades. Ni buscaba pruebas de existencia de espíritus, ni de demostrar que los
humores estaban desequilibrados, sinó de estudiar con exactitud en que se diferenciaba
un hombre enfermo de uno sano, y un enfermo de otro.
Mediante el atento ejercicio de sus sentidos, el médico recogía los distintos signos
empíricos (semēia) que integran la katástasis del enfermo y del universo entero; y
mediante la comparación entre esa katástasis particular y otras anteriormente percibidas
-método de las semejanzas y las desemejanzas-, establecía el «modo» típico y
específico (trópos, eidos) del caso en cuestión.
El segundo momento del empeño diagnóstico -conocer la consistencia real del caso
contemplado- suponía un conocimiento más o menos preciso de la naturaleza individual
del enfermo, de la general naturaleza humana y de la naturaleza universal. Apoyado
mentalmente en él, atenido a una u otra orientación intelectual en lo tocante al
conocimiento de la physis del hombre (doctrinas humoral, neumática o dinámica,
llamando así a la que únicamente tiene en cuenta la noción de dynamis) y entregado
con prudencia o con osadía a la imaginación de los «mecanismos internos» del
desorden en cuestión (Joly), el médico hipocrático trataba de dar su respuesta suficiente
a este problema.
En tercer lugar, la ordenación de la katástasis en el tiempo; en términos más
auténticamente hipocráticos y griegos, la recta incardinación de la ocasional
«oportunidad» (kairós) del cuadro clínico en el curso temporal (khrónos) de la
enfermedad y del enfermo. Por tanto, el conocimiento de la etapa de la enfermedad -
comienzo, crecimiento, acmé, resolución, cocción, crisis- en que el caso clínico se
encontraba y la formulación más o menos cierta de un juicio acerca de la suerte futura
del paciente (pronóstico).Y, por fin, la conjetura -o, en los casos más favorables el
establecimiento cierto- de la causa externa y de la causa interna o dispositiva en cuya
virtud había llegado a producirse el proceso morboso en cuestión.
Por lo tanto, tres intenciones principales determinaron, según lo dicho, el contenido y la
estructura del diagnóstico hipocrático:
*Una descriptiva, el conocimiento de la katástasis del caso y de los diversos «modos
típicos» (tropói, eidē) a que ella pudiera pertenecer;
*Otra explicativa, un saber más o menos cierto acerca de la causa y la consistencia
«fisiológica» del desorden contemplado;
*Otra, en fin, predictiva o pronóstica, la conjetura racional de lo que en el futuro inmediato
iba a ser del enfermo.

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 23


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

3.1 El método
Para resolver la serie de problemas era necesario un método, y éste tuvo tres
recursos principales:
a. La exploración sensorial (aísthēsis): La vista le permitía conocer el aspecto de la
piel, los movimientos del cuerpo del enfermo o de alguna de sus partes, el estado
de los ojos, de la mucosa nasal, del recto y la vagina (espéculos anal y vaginal), las
secreciones y las excreciones, el curso de las úlceras y las heridas. Algunas
descripciones de orden visual, como la de la facies hipocrática, se han hecho
clásicas en la historia del saber médico. Mediante el oído eran explorados la voz y
el silencio del enfermo, la respiración, la tos, la crepitación de los huesos
fracturados, los borborigmos, las ventosidades. El tacto daba a conocer al clínico la
temperatura, el estado del pulso, la posición de los huesos, la consistencia del
vientre, el volumen y la dureza del bazo, etc. La exploración manual del hipocondrio
era muy atenta, y la práctica del tacto vaginal (escritos ginecológicos), sobremanera
fina. Las referencias a la exploración olfativa (olor de la piel, de la boca, de los oídos
y la nariz, de las heces y los vómitos, de los eructos, los esputos y la orina, de las
heridas y las úlceras, del sudor) son frecuentes en los escritos del C. H., y no es
menos notoria en algunos de ellos la exploración gustativa del sudor, la piel, las
lágrimas, el moco nasal, e incluso el cerumen.
Mas no sólo fue «somatológica» -orientada hacia el cuerpo del enfermo- la exploración
sensorial del médico; fue también «meteorológica». El conocimiento de «la peculiaridad
del cielo y del país» (II, 670), «las mudanzas y excesos de todo el cosmos», la
observación atenta de los aires, las aguas y los lugares fueron para él momentos
esenciales para el establecimiento «fisiológico» del diagnóstico.
b. La comunicación verbal (lógos): El médico hipocrático no se limitaba a ver, oír,
tocar, oler y degustar el cuerpo del enfermo; también dialogaba con éste, y sabía
convertir ese lógos en recurso diagnóstico. Dos funciones principales cumplían este
diálogo: una exploratoria (el interrogatorio, la anamnesis) y otra comunicativa.
Algo más fue para el médico hipocrático su conversación con el enfermo. Con
extraordinaria lucidez advirtió que, puesto que el lógos es la nota más esencial de la
physis humana, el juicio diagnóstico sólo alcanza su verdadero acabamiento cuando en
alguna medida es compartido por el enfermo; por tanto, cuando éste era de algún modo
instruido por el médico acerca de su enfermedad.
c. El razonamiento (logismós): La exploración sensorial y el coloquio con el enfermo
dan al médico el material para su diagnóstico; pero la actividad mental de que éste
inmediatamente procede es el razonamiento (logismós); por tanto, un ejercicio
estrictamente intelectual, porque, como dice Sobre la dieta, sin la inteligencia no es
posible entender lo que los ojos ven.
La estructura de este razonamiento se relata en un texto de Epidemias VI donde
expresa: «Hágase un resumen de la génesis y la iniciación (de la enfermedad) -de su
aphormē-, y mediante múltiples discursos y exploraciones minuciosas, reconózcanse
las semejanzas entre sí, y luego las desemejanzas entre las semejanzas, y por fin
nuevas semejanzas entre las desemejanzas, hasta que de éstas resulte una semejanza
única; tal es el camino». Bajo esa sólo aparente logomaquia de las semejanzas y las
desemejanzas, el pensamiento es claro: el clínico se propone encontrar un resultado
final -un juicio diagnóstico- capaz de explicar satisfactoriamente todo lo que ha

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 24


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

observado en el enfermo, por dispares e incoherentes entre sí que los síntomas


parezcan ser.
Más aún podía y debía dar al médico su razonamiento; porque sólo mediante éste sería
posible conjeturar lo que en el enfermo está oculto a la mirada de quien le explora. Las
excreciones y los sonidos delatan el estado de los órganos internos; pero «cuando estos
signos enmudecen», el arte del médico encuentra recursos mediante los cuales «la
naturaleza es violentada sin daño; y así, ora fuerza al calor innato a disipar la pituita
mediante alimentos o bebidas acres, para que sea probatoria la visión de algo que de
otro modo no podría verse, ya, mediante paseos cuesta arriba y carreras, obliga al soplo
a revelar lo que él revela». Con ello, el procedimiento exploratorio que desde el siglo
XIX venimos llamando «prueba funcional» o «prueba de sobrecarga» hace su aparición
en la historia.

3.2 La patología especial


Los hipocráticos no distinguieron expresamente, como nosotros, entre una «patología
general» (conocimiento de «la enfermedad») y una «patología especial» (conocimiento
de «las enfermedades»).
Fue en la escuela de Cos, que tuvo a Hipócrates como alumno, donde apareció por
primera vez la idea de una patología general en lugar del concepto de la enfermedad
como un proceso limitado a un órgano; así pues, la enfermedad fue considerada como
una reacción de la physis o naturaleza del cuerpo, frente a las materias morbosas
resultantes del desequilibrio de los humores. El interés de la escuela de Cos por las
enfermedades agudas y febriles hizo que se interpretara el curso de los procesos
morbosos en tres etapas: la enfermedad aparecía por la alteración de humores crudos,
apepsia que se manifestaban por los síntomas generales de la enfermedad. Mediante
la reacción de la physis o naturaleza del cuerpo, se cocían los humores crudos, pepsis,
sobreviniendo la fiebre, la inflamación de los tejidos o se formaba el pus. La curación
del enfermo podía ocurrir por la brusca eliminación de los humores ya conocidos o crisis,
y también más lentamente, por la excreción paulatina de los materiales morbosos en la
lysis. La enfermedad se inicia en el interior del cuerpo humano cuando la mezcla
armónica y proporcional de los humores se altera. Como consecuencia inmediata de la
desarmonía humoral suele producirse una acumulación de sustancias provenientes de
la desarmonía en determinados lugares del organismo, lo que la tradición hipocrática
llama un “depósito”. Este “depósito” debe ser expulsado a corto o largo plazo por el
organismo a través de una “pepsis”, es decir, una cocción. La aparición de la cocción,
que indica el momento máximo de la expulsión, se traduce exteriormente en una crisis.
La expulsión de la desarmonía se produce pues por las vías de eliminación: flemas,
heces, sudores, etc.

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 25


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

Realizado por: AGUIRRE ROJAS YAMILETT

BIBLIOGRAFIA:

1. Pedro Lain Entralgo.Medicina Hipocrática. Revista de Occidente, S. A.


Bárbara de Braganza, Madrid 1970.Pág.225 – 274
2. KATZ-BERCOVITZ L. La medicina en tiempos de Hipócrates. Rev Med UV
2007

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 26


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

4. TRATAMIENTO

El acto médico por excelencia es el tratamiento; él es la «obra» (érgon) que hace de su


actividad una tékhnē, la meta en que culmina la cooperación de su inteligencia y sus
manos. (1)(2)(3) «El arte se compone de tres cosas —dice Epidemias I—: la
enfermedad, el enfermo y el médico»; la enfermedad, claro está, en cuanto modo
aflictivo de vivir el enfermo. ¿Qué es lo que conduce a éste a ponerse en manos del
médico? En primer término, el amor a su propia salud y el deseo de lograrla: «los
enfermos, por obra del arte, escapan a los mayores males, enfermedades, sufrimientos,
penas, muerte; porque contra todas estas cosas halla recursos la medicina» (1)

El Corpus Hipocratico designa la acción terapéutica con distintas palabras; por ejemplo:
unas subrayan lo que esa acción tiene de ayuda o restablecimiento (iēsis, ákesis); otras,
de un sentido originariamente jurídico y militar (timōriē, boētheíē), aluden a lo que en
aquélla hay de «reparación» de un desorden; otras, las derivadas de kheír, «mano»
(enkheiréein, epikheirein), la importancia del «manejo» técnico del enfermo. Pero la más
influyente en la posteridad ha sido la therapeia, cuidado y solicitud de lo que vale mucho,
en definitiva, de lo sagrado. Atender médicamente a un enfermo, actuar respecto de él
como iatēr o iatrós sería, en definitiva, la finalidad más importante (1)

Estudiemos metódicamente cómo los hipocráticos entendieron esta actividad. Varias


son las cuestiones que plantea la visión hipocrática de la ayuda al enfermo (1) (2):

 Los motivos del acto terapéutico: En cuanto profesional de la medicina, ese


hombre intenta conseguir lucro y prestigio. En relación al verdadero médico -en
cuanto hombre que siente en su alma el amor a su arte, la philotekhníē-, siente
y piensa, en cambio, que el más noble y hondo de los motivos que le impulsan
es el amor al hombre en cuanto tal, la philanthrōpíē. La philía, que para un griego
ilustrado no podía ser sino amor a la naturaleza universal, en cuanto que
realizada en la individual naturaleza de cada hombre (tal es la raíz de la teoría
platónica y aristotélica de la amistad), sería el último fundamento de la asistencia
médica; como dirá Platón: «El enfermo es amigo del médico -por tanto, confía
en él, se entrega a él- a causa de su enfermedad» Fin principal de la medicina
es procurar la salud del enfermo.

 La teoría hipocrática de la curación: Para los hipocráticos, el proceso de ésta


tendría un protagonista, la physis, y dos ministros o auxiliares, el médico y el
enfermo: la naturaleza es la que «sana» y el médico el que «cura», aunque a
veces la divina physismate en lugar de sanar y haga así lo que a su soberano
orden conviene. En ocasiones, la physis sana su propio desorden de una manera
automática, por sí misma; en tales casos es ocioso el arte. Pero junto a las
curaciones espontáneas están las que no se producirían sin la ayuda del médico,
y tal es la razón de ser de la medicina, cuando ésta actúa gobernando al azar
mediante el conocimiento del «por qué». Ayudando a que la naturaleza haga lo
que por sí misma no podría hacer, el médico es servidor de ella siendo servidor
de su arte. Pero el médico no está ni debe estar solo en este empeño; necesita
la colaboración del enfermo, tanto con la robustez de la physis de éste, como
con su obediencia al médico y con la inteligencia que tal obediencia requiere, si
ha de ser realmente eficaz. El médico, cuya misión consiste en «salvar a la
naturaleza sin cambiarla»

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 27


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

 Las metas del tratamiento: las metas principales de la medicina son; la


salvación (en primer lugar, de la humanidad, que sin la medicina hubiese
sucumbido; en segundo término, de los enfermos, muchos de los cuales,
mediante el arte de curar, pueden ser salvados de la muerte), la salud (que
según los casos puede ser «completa» o «suficiente»), el alivio de las dolencias
y el visible decoro del enfermo. La decorosa apariencia del hombre
(euskhēmosynē) sería, en efecto, uno de los fines del tratamiento médico. Para
un griego -no lo olvidemos-, lo bello, lo bueno, lo justo y lo recto tenían una raíz
común.

 Sus principios y sus reglas: Estos tres principios fundamentales del


tratamiento se concretaron en varias reglas terapéuticas. He aquí las principales:

a. El tratamiento por los contrarios. El método terapéutico que más tarde


llamarán «antipatía» es el más frecuentemente afirmado en los escritos
del C. H. Erraría, sin embargo, quien identificase el hipocratismo con la
antipatía y la alopatía, la homeopatía se halla netamente afirmada en el C.
H. Ejemplo: La observación demuestra que un mismo medicamento —por
ejemplo, un purgante— puede tener efectos contrarios, según la disposición
habitual del que lo recibe y la ocasión en que se le administra, y a la vez
enseña que medicamentos contrarios pueden producir en ocasiones el
mismo efecto. Por tanto habrá que tratar, según los casos, por los contrarios
o por los semejantes.

b. El mandamiento de la prudencia. «Lo nuevo, cuya utilidad no se conoce,


suele ser más alabado que lo tradicional, cuya utilidad se conoce» De un
modo temeroso o de un modo animoso, el terapeuta hipocrático fue y quiso
ser prudente. Hasta en las enfermedades leves puede haber daño para el
enfermo, si el médico que las trata es inexperto y se aparta de lo manifiesto
y seguro. Pero hay dos modos de entender la prudencia: el temeroso y el
animoso. El prudente por temor suele quedarse donde estaba; el prudente
sin miedo sabe convertir la aventura en camino. «Si todo se hace conforme
a hacer otra cosa, suponiendo que perdure lo que al comienzo movió a
pensar así»

c. a la razón y el resultado no corresponde a ésta, no debe pasarse

d. La regla del bien hacer: «Hacer lo debido y hacerlo bellamente», según la


fórmula de Sobre las úlceras. O esta otra, no menos hermosa: «Hágase bella
y rectamente lo que así haya que hacer; y con rapidez, lo que deba ser
rápido; y con limpieza, lo que debe ser limpio; y con el menor dolor posible,
lo que debe ser hecho sin dolor». Ejemplo: En la ejecución de un vendaje,
debe haber rapidez, delicadeza, facilidad y elegancia; rapidez para hacer la
obra, delicadeza para aliviar el dolor, facilidad para hallarse dispuesto a todo,
elegancia para el agrado de la vista.

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 28


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

e. La educación del paciente en tanto que paciente. El médico debe enseñar al


enfermo a serlo del mejor modo posible, y no poco ayuda a ello la práctica
de complacer los gustos de éste, en cuanto su bien lo consienta. Puesto que
el enfermo debe ayudar al médico en el tratamiento de su enfermedad, el
médico tiene que enseñarle a ser enfermo del mejor modo posible; por tanto,
a «estar en las manos» (hypokheirios) de quien trata. En el apartado
correspondiente a la psicoterapia mostraré las metas y los recursos del
médico hipocrático en esta faena terapéutica y educativa; ahora me limitaré
a consignar que la complaciente atención del terapeuta a los gustos del
enfermo en el comer y en el beber, si de ello no ha de resultar daño,
constituye una de las más finas reglas del arte hipocrático.

a. La individualización y la oportunidad del tratamiento. En cuanto técnica, la


regla terapéutica es en principio general; pero su aplicación recae siempre
sobre un individuo determinado y en un determinado momento del proceso
morboso. El médico, por tanto, debe tener en cuenta en sus tratamientos -
aparte la índole de la enfermedad-, la constitución del enfermo, la estación,
la edad y, por supuesto, la oportunidad (kairós) en que él interviene. Hay que
tratar, por supuesto, la parte afecta, pero sin olvidar «el todo del cuerpo». En
cualquier caso, y aunque la atención hacia la parte afecta haya de ser la
dominante, el médico debe tratar siempre el cuerpo entero del enfermo.
Como la exploración debe obtener sus datos «de todo el individuo» (ek tou
pantos anthropou), el tratamiento debe dirigirse «hacia todo el cuerpo» (es
houlon td soma) (vin, 312). Designado como pan o como hólon, ese «todo el
cuerpo» es una expresión tópica en las prescripciones terapéuticas del C. H.,
sobre todo en aquellas enfermedades, como las ginecológicas, en que la tan
visible localización del daño suele inclinar el ánimo del médico hacia el puro
tratamiento local.

 Los recursos del terapeuta: Orientado por este conjunto de principios y reglas,
el médico hipocrático prescribía y aplicaba sus varios recursos terapéuticos.
Desde Celso es tópico clasificar estos en tres grandes grupos: dietética,
farmacoterapia y cirugía. No voy a apartarme de tan razonable y tradicional
ordenación. Pero entiendo que ésta no quedaría completa sin añadir a los tres
capítulos tradicionales otro, muy poco considerado hasta ahora, la psicoterapia.

Aconseja actuar sin interferir la evolución natural de la enfermedad, excepto que existan
signos en contrario. El tratamiento debe ayudar a la naturaleza. La timidez indica
incapacidad y la precipitación es signo de inexperiencia. Se usaban pocos
medicamentos: hiervas laxantes, eméticas y narcóticos. Se daba mucha importancia a
baños, masajes y dieta, que era escasa y simple. Las sangrías, ventosas y
escarificaciones también eran comunes. (3)

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 29


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

La práctica terapéutica, en consecuencia, deja de ser un empirismo rutinario de


operación mágica o «purificación» del enfermo, y se convierte en un «arte» o tékhne.
Es la medicina la primera de las tékhnes que se diferencia poco a poco en «sabiduría»
tradicional adquiriendo realidad propia, tanto intelectual como en lo social, y de ahí su
indudable prestancia en la vida griega de la segunda mitad del siglo v y la condición
paradigmática que muchas veces adquiere el arte médico en la mente de sofistas y
filósofos. La Tékhne, para los griegos, era el poder integrar dos capacidades que
hombre posee —el «artista» o tekhnites— esencialmente saber qué es aquello que se
hace (lo que la habilidad puesta en práctica «es») y aquello sobre que se opera (lo que
«es» la realidad a que se aplica el «arte»), a esto adjuntar el saber por qué se hace lo
que se hace, cuando se actúa «según arte».
El «arte» desplaza para siempre a la «magia». El tekhnites de la medicina debe saber
qué son el tratamiento y el diagnóstico, qué es el hombre, qué es la enfermedad y qué
el remedio; con todo lo cual sabrá de manera suficiente por qué él hace en cada caso
lo que un tratamiento correcto requiere. Más aun haciendo de la téhkné vía de
conocimiento, llegará incluso a pensar que «sólo mediante la medicina será posible
conocer algo seguro acerca de la naturaleza (humana)». (4)

Realizado por: CORTEZ ESCARATE BRIGITTE CRYSTEL


BIBLIOGRAFIA:

1. Lain P. La medicina hipocrática. Pedro Laín Entralgo. Alianza, 1982. pp.


299-318.
2. Lain P. Historia de la medicina. editorial, Salvat,1978. pp. 108-110
3. Katz, L. La medicina en tiempos de hipocrates. Rev Med UV 2007; 7 (1):
59-62
4. Laín entralgo, P., La curación por la palabra en la Antigüedad clásica.
Madrid, 1958. pp. 206 - 207

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 30


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

5. MEDICINA SOCIAL

El médico hipocrático pensó e hizo en su individual relación con el enfermo a que atendía
como si uno y otro estuviesen aislados de la sociedad a que pertenecieron; más
precisamente, como si la sociedad se hubiese limitado a darles modos de pensar, hablar
y sentir y recursos exploratorios y terapéuticos. Subsanando tal abstracción, vamos a
examinar ahora lo que ese médico fue y lo que en su práctica hizo por el hecho de
pertenecer a la peculiar realidad histórica y social de que fue parte: la polis griega de la
segunda mitad del siglo V y la primera del iv. Dos apartados van a integrar, por tanto,
nuestro estudio: la medicina social y la ética médica de la Grecia «hipocrática».

MEDICINA SOCIAL
Aunque el médico no piense en ello, su práctica es por esencia actividad social. Su
figura profesional se perfila siempre en el seno de una sociedad bien determinada, y
dentro de ella, más aún, esencialmente condicionado por ella, atiende al menester de
sus pacientes. Tanto más si, como en la Grecia clásica aconteció, en el sanador se ve
un demioergós, un hombre que ejerce su profesión trabajando para la comunidad de
que forma parte.

¿cómo cumplió su oficio de atender a los enfermos que buscaban su ayuda?

La posesión de una clara y firme conciencia histórica respecto de su condición de


médicos; tácita o expresa, en todos ellos opera una idea racional, ilustrada, acerca del
origen de la medicina y sobre la significación de ésta en la vida del hombre. La tradición
mítica del pueblo griego venía afirmando el origen divino de las tékhnai en general
(mito de Prometeo) y de la medicina en particular (mito del Centauro Quirón y Apolo).
Pues bien: rompiendo abierta y conscientemente con la mentalidad mítica, el autor de
Sobre la medicina antigua presentará la invención del arte de curar como una hazaña
puramente humana, en cuya estructura se articulan la necesidad (que la humanidad
primitiva necesitase ineludiblemente, para subsistir, el paso de una alimentación
agreste a una alimentación cocinada) y la razón (que por obra de un «razonamiento
conveniente», esto es, mediante el recto ejercicio de su lagos, unos cuantos hombres,
los «primeros inventores», lograron resolver katà physin tal necesidad). Más aún:
nuestro hombre sabe explicar racionalmente el origen del mito; esos inventores nos
dice «pensaron que tal arte merecía ser atribuido a un dios, y así se ha seguido
creyendo»

La intima seguridad de poder moverse, en cuanto tales como médicos, dentro de la


élite social e intelectual de su mundo. Determínenla, operando de consuno, la firmeza
y la claridad de la conciencia técnica de todos ellos, su capacidad para expresarla
verbalmente y la importancia sanadora y educativa del arte de curar.

En lo tocante a los aspectos más puramente sociales de tal seguridad, recuérdese lo


antes dicho. Respecto de su costado intelectual, nada ilustra mejor que un rápido
examen de las diversas actividades del tratadista hipocrático frente a las capas más
cultivadas de la sociedad helénica. Cuando no escribe para adoctrinar técnicamente a

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 31


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

otros médicos o para sí mismo, cuando por igual dirige sus palabras a técnicos y a
profanos, ¿qué se propone ese tratadista? ¿Qué metas persigue? Esquemáticamente,
estas cuatro: enseñar, replicar, adaptar y brillar.

La propensión a pintar una figura de sí mismo estética y moralmente atractiva. Es cierto


que el médico hipocrático alardea a veces de la rudeza manual de su profesión él es
ante todo un kheirotékhnés, un hombre que ha de ejercer su arte con sus manos y se
burla de quienes en su práctica se las dan de estetas o demuestran ser exquisitos
razonadores. No menos cierto es que para definirse a sí mismo emplea la palabra
hypérétís, «servidor» o «remero». Pero es evidente que la intención de tales
expresiones como la de Magendie cuando se llamaba a sí mismo chiffonier, «trapero»
es la conocida modestia táctica de quienes, sintiendo el orgullo de lo que son, quieren
ahorrarse el aspa- viento de la jactancia. Más que «remero», el buen médico cree ser
buen timonel; y si a la destreza de sus manos sabe unir la formación filosófica llegará
a sentirse ya sin el menor asomo de aquella táctica modestia «igual a los dioses».

ÉTICA MÉDICA:

Como acto plenariamente humano que es, la asistencia médica al enfermo posee una
esencial dimensión ética. Esta elemental verdad da lugar a un hecho y a un problema.
El hecho: que la ineludible etnicidad del acto médico se realiza de manera cambiante
a lo largo de la historia, y va adoptando figuras típicas, correspondientes a cada una
de las situaciones históricas sociales de la vida del hombre. El problema: si a través
de esa constante diversidad es posible discernir o proyectar una moral médica
genéricamente humana, y por tanto natural (correspondiente a la naturaleza del
hombre) y sobre temporal (válida para todas las situaciones, desde dentro de ellas).
Quede aquí meramente formulada tan grave y ardua interrogación. Sin olvidarla,
porque siempre el estudio de lo ocasional pone al espíritu ante la posibilidad y la
perspectiva de lo permanente, debo limitarme ahora a considerar la figura que la ética
médica adoptó en el mundo hipocrático.

Muestran los actos humanos su constitutiva y a veces oculta dimensión ética cuando
los referimos a lo que para nosotros más exactamente, para quienes los ejecutan es
el fundamento de la realidad. Con otras palabras, cuando los examinamos a la luz de
aquello de que la vida parece recibir sentido o sinsentido. Y puesto que el modo último
de relacionarnos con el fundamento de la realidad es la creencia, cuando explícita o
implícitamente los cotejamos con las creencias fundamentales de su autor, nosotros
mismos, si de un acto nuestro se trata, o los hombres que desde el pasado nos hablan
a través de obras, instituciones y documentos.

HISTORIA Y TENDENCIAS DE LA MEDICINA – GRUPO “GALENO” 32


LA CIENCIA DEL MUNDO GRECORROMANO

Para los médicos hipocráticos, ¿cuál fue el fundamento de la realidad? ¿Qué es lo


que, a través de sus creencias fundamentales, daba último sentido a sus vidas y a sus
actos? Indudablemente, h. physis. El hipocrático creía que ésta era el fondo último de
todo lo real, desde los astros hasta los humores y los elementos, y que sólo atenidos
a ella a lo que en ella se ve y a lo que de ella no puede verse podrían adquirir un
sentido válido sus pensamientos y sus acciones. El hipocrático, en suma, pensó y
creyó que la phjsis es lo divino, y con obras y palabras confesó una religiosidad
resueltamente «fisiológica».

De ahí que, a través del decoro o del extravío, su ética médica fuese formalmente
religiosa. La interpretación positivista de la cultura griega se ha complacido
presentando la medicina hipocrática como una suerte de «secularización racional»,
«positiva» o «científica» de la medicina religiosa anterior a ella. No puedo compartir
ese juicio. La hazaña de los fundadores de la tékhné iatriké tuvo como fundamento
último, es cierto, un cambio en la actitud religiosa del hombre griego; pero este cambio
no fue tanto una «secularización» término difícilmente referible a la vida griega como
una «reforma»: junto a la vieja religiosidad cultual, fuese olímpica, dionisíaca u órfica
su figura, apareció una religiosidad ilustrada, cuyo nervio más íntimo consistió en
afirmar con la creencia y con el pensamiento el carácter divino de la phjsis. Lo divino
tb theion es para estos hombres laphjsis, la naturaleza universal y materna; Zeus,
Poseidón, Deméter, Apolo y Dioniso no serían sino figuraciones míticas y populares
de esa radical y unitaria divinidad.

Los iniciadores de esta nueva actitud de la mente helénica Tales de Mileto,


Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Jenófanes, Heráclito, Empédocles son a la vez
«teólogos» (Jaeger) y «fisiólogos». Más precisamente: son teólogos en tanto que
fisiólogos y fisiólogos en tanto que teólogos. Que algunos acentúen el carácter
«fisiológico» de la nueva religiosidad (los filósofos presocráticos) y que otros, con
mayor o menor gravedad religiosa y ética, subrayen luego sus aspectos «políticos»
(los sofistas, Sócrates, Platón), es ahora cosa secundaria; lo verdaderamente
importante y decisivo es la mutación religiosa de que ambas actitudes son
consecuencia.

Sobre este fundamento religioso y filosófico construyen su medicina los autores del
Corpus Hipocráticos; él es, por tanto, el que orienta su ética profesional. La deontología
hipocrática se apoyó más o menos expresamente en una religiosidad muy determinada
y explícita, que a los ojos del historiador aparece como una suerte de oscilante
compromiso entre la vieja «piedad cultual» y la nueva «piedad fisiológica». Varios
escritos de la colección se refieren con visible respeto a los dioses tradicionales juran
por ellos, proclaman que «lo divino» es la causa principal de las cosas humanas o
asocian la plegaria al tratamiento técnico o al régimen; pero todo esto sólo alcanza su
verdadero sentido considerando que para estos hombres lo divino es, en último
término, phjsis (Enfermedad sagrada, Aires, aguas y lugares). Nada más elocuente a
este respecto que un texto de Sobre la dieta: «Rezar es sin duda cosa útil y excelente;
pero invocando a los dioses es preciso ayudarse
 a sí mismo». A Dios rogando y con
el mazo dando; y para un médico hipocrático, este «dar con el mazo» consistía en

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actuar eficaz mente según la phjsis y según el lógos; más precisamente, según lo que
éste enseña acerca de aquella.


¿Quiere esto decir que la ética médica posee un contenido uniforme en todos
los escritos del Corpus Hipocratico, y que por tanto es posible construir una
«deontologia médica hipocrática» combinando textos y opiniones procedentes
de cuales quiera de ellos?

Se ha demostrado que ni siquiera el más venerado y al parecer más central de los


documentos de la ética hipocrática, el Juramento, fue un código de validez universal
para todos los médicos de la Grecia antigua. «El Juramento hipocrático afirma
Edelstein, como resumen final de su estudio es un manifiesto pitagórico, y no la
expresión de un canon absoluto para la conducta del médico». Es cierto: no es posible
estudiar con precisión el Corpus Hipocrático sin discernir hasta donde sea posible la
época, la escuela y la singular peculiaridad de cada uno de sus escritos. Pero si de
veras hay, en el sentido tantas veces indicado, un «hipocratismo lato sensu», en modo
alguno será ilícita o inoportuna la empresa de señalar los aspectos éticos de éste. Para
lo cual habrá que tener en cuenta la totalidad de la colección, y no solo los escritos el
Juramento, los Preceptos, Sobre la decencia, Sobre el médico en que la preocupación
ética es más intensan y manifiesta.

Realizado por: LOAYZA TORRES KARLA


BIBLIOGRAFIA:
1. Pedro Lain Entralgo. La Medicna Hipocratica. 1era Edición. Ediciones de Revista de
Occidente. Bárbara de Bragonza . Madrid. 1970.

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