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LA TEORÍA DEL MÉTODO FORMAL

EICHENBAUM

El “método formal” surge de los esfuerzos por la creación de una ciencia autónoma y
concreta; para los formalistas lo esencial es el problema de la literatura como objeto de estudio y para
ello, establecen algunos principios teóricos sugeridos por el estudio de una materia concreta y de las
particularidades específicas. Los trabajos de los formalistas que tratan la teoría y la historia literaria,
expresan estos principios.
A Eichenbaum le interesa mostrar de qué manera comenzó y evolucionó el trabajo de los
formalistas porque considera que el tema sobre la evolución es fundamental, ya que no poseen ningún
sistema acabado, es en base a los errores que van avanzando. La finalidad de los formalistas es le
creación de una ciencia literaria autónoma y concreta y lo que lo caracterizan no es el “formalismo”
como teoría estética, ni una metodología que represente un sistema científico definido.
A los representantes del método formal se les ha reprochado el carácter oscuro e insuficiente
de sus principios. En el momento de su aparición, la ciencia académica había perdido hasta tal punto
el objeto de estudio porque se basaban en los viejos axiomas tomados de la estética, la psicología y
de la historia. No hubo necesidad de luchar contra todo esto porque la herencia teórica de Potebnia y
Vesolovski, era su capital inmovilizado e intocable.
Los formalistas entraron en conflicto con los simbolistas porque le arrancaron de las manos
la poética y la liberaron del subjetivismo estético y filosófico y la llevaron por la vía del estudio
científico de los hechos. Esto los consagró, pero necesitaron alejarse de los sistemas y problemas
generales, y a partir de un punto arbitrario entraron en contacto con el fenómeno artístico. El arte
exigía ser examinado de cerca; la ciencia quería ser concreta.
El principio de concreción y especificación de la ciencia fue el principio organizador del
método formal. Ellos plantean que el objeto de la ciencia literaria debe ser el estudio de las
particularidades específicas de los objetos literarios que distinguen a éstos de toda otra materia.
Jakobson plantea que el objeto de la ciencia literaria no es la literatura sino la literaturidad, es decir
lo que hace que una obra sea literaria. Los historiadores de la literatura utilizaron pseudodisciplinas,
en lugar de una ciencia literaria.
Para realizar y consolidar este principio de especificación sin recurrir a una estética
especulativa, es necesario confrontar la serie literaria con otra serie de hechos y, elegir en la multitud
de series existentes, aquella que, recubriéndose de la serie literaria, tuviera una función diferente. La
confrontación de la lengua poética con la lengua cotidiana, ilustraba este procedimiento
metodológico. Es por ello que los formalistas se orientaron hacia la lingüística que se presentaba
como una ciencia que coincidía parcialmente con la poética.
Jukubinski realizó la confrontación de la lengua poética con la lengua cotidiana bajo su forma
general: los fenómenos lingüísticos deben ser clasificados desde el punto de vista de la finalidad
propuesta en cada caso por el hablante. En la finalidad práctica los formantes no tienen un valor, pero
si se retrocede en un segundo plano, los formantes lingüísticos obtienen un valor autónomo. Los
futuristas intentaron crear una lengua transracional como revelación total del valor autónomo de la
palabra. En la misma época, Shklovski mostraba cómo la gente hace uso de la palabra sin referirse a
su sentido y el acento estaba puesto en el aspecto articulatorio; luego concluye que la lengua poética
no es únicamente una lengua de imágenes, que los sonidos del verso no son solamente los elementos
de armonía exterior y que todo esto acompañan el sentido y la significación autónoma. Por todo ello,
no opina igual Potebnia ya que la lengua poética no es únicamente una lengua por imágenes.
El trabajo de los formalistas comenzó con el estudio del problema de los sonidos en el verso,
y para ello, se elaboraron tesis más generales que aparecieron posteriormente. La distinción entre los
sistemas de la lengua prosaica que había determinado, desde el comienzo del trabajo de los
formalistas, influyó en la discusión de muchas cuestiones fundamentales. La concepción de la poesía
como un pensamiento por imágenes y la forma: poesía = imagen, no correspondían con los hechos
observados y contradecían los principios esbozados. Al alejarse de Potebnia, los formalistas se
liberaron de la correlación tradicional forma/fondo y de la noción de forma como envoltura.
En 1914, Shklovski postulaba que el rasgo distintivo de la percepción estética, era el principio
de la sensación de forma. La percepción de la que se habla es un elemento del arte, y este no existe
fuera de la percepción. La noción de forma no es una envoltura sino una integridad dinámica y
concreta que tiene contenido en sí misma.
Al mismo tiempo que se establecía la diferencia entre la lengua prosaica y la lengua poética
y que se descubría el carácter específico del arte (que consiste en una utilización particular del
material), era necesario concretar el principio de la noción de la forma y que esta surgía como
resultado de ciertos procedimientos artísticos. En la obra de Shklovski “El arte como artificio” se ve
el distanciamiento entre Potebnia y el formalismo e indica la diferencia entre la imagen prosaica y la
imagen poética. La imagen poética está definida como uso de los medios de la lengua poética, como
un procedimiento que en su función es igual a otros procedimientos de la lengua poética. Se rechaza
el principio de economía que se había utilizado en el arte y surge el de singularización y de la forma
difícil que aumenta la dificultad y la duración de la percepción. El arte debe crear una percepción
particular del objeto y debe destruir el automatismo perceptivo.
Una vez superado el problema de la poética práctica se pasó al problema del argumento. Los
trabajos de Shklovski sobre la teoría del argumento tuvieron importancia. Él demuestra la existencia
de procedimientos estilísticos generales, fundándose con ejemplos muy diferentes: cuentos, novelas,
Don Quijote de Cervantes, Tolstoi. En el primero de sus trabajos afirma la existencia de
procedimientos específicos de la composición del argumento en la que se cambiaba la forma
tradicional de este y, las reglas de composición entraban en la esfera del estudio formal. Además, no
rechaza el vínculo general de la literatura con la vida real. La génesis solo explica el origen mientras
que lo que interesa para la poética es la composición de la función literaria. El punto de vista genético
no tiene en cuenta el procedimiento aun cuando lo que permanece luego del engendramiento del
medio es la función literaria.
En el citado artículo de Shklovski existe otra noción que desempeña un gran papel en el
estudio de la novela: la noción de motivación. El descubrimiento de diferentes procedimientos
utilizados para la construcción del tema ha llevado a percibir la diferencia entre los elementos que la
forman: la trama, la elección de los motivos, los personajes. La noción de motivación ofreció a los
formalistas la posibilidad de aproximarse más a las obras y de esta forma se ha definido la noción de
argumento como una construcción y la noción de trama como un material; también se ha descubierto
los procedimientos específicos de la composición del argumento.
Más adelante, los formalistas abordaron los problemas de la línea demarcatoria entre el verso
y la prosa. Ellos insistían en el hecho de que existe una delimitación neta de estos géneros del arte
literario. El problema del verso permanecía oscuro y era necesario abandonar los problemas concretos
de la métrica e inclinarse sobre la cuestión del verso de una manera más general. Comenzaron a
estudiar el ritmo como fundamento constructivo del verso que determinaba todos sus elementos,
acústicos y no acústicos. En este artículo se supera la vieja oposición entre el metro y el ritmo, y se
extiende la noción de ritmo poético a una serie de elementos lingüísticos que participan en la
construcción del verso. La noción de verso se transforma en la de un discurso específico cuyos
elementos contribuyen al carácter poético. La forma poética así entendida no se opone a un fondo que
le resultaría exterior y difícil de integrar, sino que es tratada como el verdadero fondo del discurso
poético.
El libro de Jakobson “Sobre el verso checo” propuso nuevos problemas sobre la teoría general
del ritmo. El opone a la teoría de una “deformación organizada” de la lengua por la forma poética, a
la teoría de la conformidad absoluta del verso al espíritu de la lengua, pero el ritmo se toma como un
factor constructivo fundamental del verso. Los rasgos objetivos del ritmo son según Tinianov, la
unidad y la continuidad de la sucesión rítmica. Se remarca otra vez la diferencia entre prosa y verso
y dice que cualquier elemento de la prosa una vez introducido en la sucesión del verso cobra un nuevo
valor y genera dos fenómenos diferentes: la valorización de esta construcción y la deformación del
objeto inhabitual.
Los formalistas si bien tenían creencias y principios los mismos no eran invariables, los
hechos podían reclamar que los principios fueran modificados. Según Tinianov todo continúa a partir
de la refutación de un punto. Shklovski dice al respecto que en cada época hay varias escuelas
literarias, una es canonizada y el resto lleva una vida clandestina. En la evolución literaria los
formalistas dejan de lado lo que se tomaba como central en la historia literaria. Ellos la estudian pero
en la medida en que es específica y autónoma y no depende de otras series culturales. Les interesa
encontrar en la evolución los rasgos de las leyes históricas; les interesa el proceso de evolución, la
dinámica de las formas literarias, siempre que se las pueda ver como hechos del pasado. El problema
central de la historia literaria es el de la evolución al margen de la personalidad.
Momentos principales de la evolución del método formal:

1) Oposición entre lengua poética y cotidiana y diferenciación entre las funciones de la lengua
cotidiana.

2) Surgimiento de la noción de artificio y de función.

3) Oposición entre ritmo poético y metro. Ritmo como factor constructivo del verso. Verso como
forma del discurso con sus propias cualidades.

4) Noción de motivación a partir del argumento como construcción.

5) Identificación del artificio de acuerdo a sus materiales y funciones y a partir de ahí el problema de
la evolución de las formas.

Cuando un género deja de ser central se convierte en periférico y su lugar es ocupado por un fenómeno
secundario o de la vida práctica. El formalismo no presenta una teoría definitiva o acabada, sino que
presenta una teoría que puede modificarse, evolucionar o ser sustituida.

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