En la ciudad de Huacho hay diversos objetos de interés tanto para
los pobladores como para los turistas que visitan la zona. Uno de estos atractivos es El Hombre Tatuado de Huacho. es una especie de momia con un origen que data de miles de años atrás de las primeras civilizaciones en el continente. Lo descubrió el Doctor Estrada en el año 1981 (Arturo Estrada). Se presume que fue un curandero (O chamán) que vivió entre el siglo X y XV D.C. Tiene una cantidad de tatuajes que presuntamente fueron realizados con un fruto de la selva llamado “huito”. En ese momento los tatuajes representaban jerarquía y poder. En su pecho tenía tatuados dos círculos. Un sol y una luna. Entre estas figuras se encuentra el dibujo de un tigre que representa la fortaleza. También posee diversos Dioses en su cuerpo como Vichama, Katax y Waman. En sus brazos tiene algunas figuras de animales marinos, haciendo referencia más que todo a la salud y a la frescura propia de las criaturas del mar. Para la gente de esta región en esa época, el agua y el mar específicamente, representaban una fuerza superior que debían venerar y respetar por sobre todas las cosas. Además, gran parte de la dieta de los pobladores de Caral, Bandurria, Huaricanga y en Caballete, se basaba en diferentes recursos extraídos del mar, como el pescado, los moluscos y los mariscos.
Hoy en día el Hombre Tatuado se encuentra en un museo en la
Universidad José Faustino Sánchez Carrión. Lamentablemente el cadáver se está deteriorando de manera descontrolada, como es natural en estos casos. Otro hallazgo interesante relativo a los tatuajes en Huacho, es que eran realizados mayormente en los cuerpos de los hombres, ya que en ésa época las mujeres estaban relegadas a un plano más territorial, mientras que el hombre era quien poseía el mando y la iniciativa en diferentes actividades como la búsqueda de recursos y toma de otros territorios. Las extremidades de la momia están flexionadas hacia el torso, por ser enterrado de acuerdo a las costumbres funerarias de los ayllus huachanos. Los brazos están doblados, con su mano izquierda sobre el pecho. Las piernas están flexionadas hacia el vientre. Fue sepultado echado de espaldas, posición diferente a la de otros difuntos de la población. La momia está siendo exhibida en una urna, donde se colocaron bolas de naftalina para evitar el deterioro de las mantas de algodón que posee a causa de las polillas. Respecto a los fardos; estos deben estar en una sala con ingreso controlado de oxígeno, así como de luz, para evitar que el exceso o defecto de estos elementos sea dañino para el estado del cadáver. También hay, en el museo, otros 20 fardos funerarios adicionales y unas cuatro mil piezas de colección histórica como textiles, objetos de cuero, madera, cerámicas, etcétera. https://www.alnortechico.com/historia/el-hombre-tatuado-de-huacho/