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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas


humanidades más allá de los límites disciplinares
Fernando Broncano*

Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas humanidades más allá de los límites disciplinares

En este artículo se presenta, en forma de manifiesto, una propuesta a favor de una superación de las escisiones
disciplinarias en las humanidades y contra la extendida idea de la doble cultura científico-humanista. Desde una
perspectiva antropológica, se considera la condición humana como una existencia ciborg que está más allá de lo
natural y lo artificial. Esta perspectiva nos conduce a una reivindicación de una nueva forma de humanismo,
basado en la experiencia como principal logro humano.
Palabas clave: condición humana, humanismo ciborg, experiencia, naturaleza, artificialidad, cultura, artefacto,
disciplina.

Cyborg humanism. In favor of new humanities beyond disciplinary limits

This article presents, in the form of a manifesto, a proposal in favor of overcoming the disciplinary gaps in the
humanities, and against the extended idea of a double scientific-humanistic culture. From an anthropological
perspective, the human condition is considered as a cyborg existence beyond the natural and the artificial.
This perspective leads us to reconsider a new form of humanism, based on experience as the principal human
achievement.
Key words: human condition, cyborg humanism, experience, nature, artificiality, culture, device, discipline.

Humanisme cyborg. En faveur de nouvelles sciences humains au-delà des limites disciplinaires

L´article présente, à manière de manifeste, un propos en faveur d´un dépassement des scissions disciplinaires
des sciences humains et contre l´idée répandue de la double culture scientifique-humaniste. D´après un aperçu
anthropologique, on considère la condition humaine comme une existence cyborg qui est au-delà du naturel et
l´artificiel. Cet aperçu nous amène à une revendication d´une nouvelle forme d´humanisme, fondé sur l´expérience
comme le principal réussit humain.
Key words: condition humaine, humanisme cyborg, expérience, nature, artificialité, culture, artefact, discipline.

__________________________________________________________
* Catedrático de Filosofía de la Ciencia. Departamento de Humanidades: Filosofía, Lenguaje y Literatura, Universidad Carlos III
de Madrid.
Correo electrónico: Fernando.Broncano@uc3m.es
Agradezco a los relatores y el editor de esta revista los pertinentes comentarios que han ayudado a mejorar este trabajo.

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La experiencia es la medida de todas forma, la experiencia recuerda siempre lo vi-


las cosas vido. Es tarea de la crítica cultural guardar la
silla vacía de la experiencia, resistir a la repre-
sentación como rapto de la experiencia. Y esta

T
tarea se aplica a todas las formas de represen-
ras siglo y medio de búsqueda de ín- tación: la conceptual, la estadística, la política.
dices de objetividad, normalizadores
de estadísticas y estandarizaciones de La vida y la muerte pueden ser contadas, es
la conducta, organizadores siempre políticos decir, representadas, en un sentido, en nú-
del mundo de la vida, hemos olvidado cuál meros; en otro sentido, en formas lingüísticas
era la cuestión que el humanismo trataba de o visuales. Pero ambas, como tales, no pue-
responder. Pues se trataba de elaborar la expe- den ser contadas: su relato es la propia vida y
riencia humana. Así como el sueño y el duelo muerte como fuentes de todo sentido. La teoría
hacen su trabajo y convierten la pasión en ce- crítica de la cultura debe preservar este ori-
niza de volcanes, la cultura reflexiva debería gen del sentido.
tratar de convertir las pasiones que han des-
trozado nuestro tiempo en piedras miliares Los indicadores, los experimentos, las cien-
de nuestra senda, tramas en las que nuestro cias sociales y otros acercamientos objetivan-
relato adquiera sentido. Casi doscientos años tes a lo humano han borrado las huellas de
de ciencias sociales y políticas de racionaliza- sus pasos desde el origen del sentido. Pero no
ción y todavía la experiencia permanece en el pueden borrar que la experiencia sea la escala
reino oscuro, mítico y oracular de lo privado en la que sus mapas adquieren significación.
e incomunicable. Como si la vara de medir, la La experiencia es la escala que estatuyen se-
regla de platino iridiado que establece la nor- res capaces de transformar el mundo produc-
ma, se hubiese doblado o deformado bajo la tiva y no reproductivamente. El obrero, dice
presión de las poderosas fuerzas que produ-
Marx (2004: 51), está condenado a producir
cen el fetichismo de la mercancía y hubiesen
para otro y a reproducirse para sí. Es un ser
perdido la referencia y la escala de lo humano.
enajenado de su experiencia productiva y
La experiencia, pese a esta larga agonía, no condenado a repetir una y otra vez su exis-
es un residuo, como pretendió el viejo huma- tencia, porque de sus producciones le ha sido
nismo acomplejado por la división de las dos robada la experiencia. En esto consiste bási-
culturas: humanística y científica. No es el re- camente el fetichismo de la mercancía; una
fugio en el laberinto inaccesible del “yo” en el metamorfosis que sustituye la experiencia
castillo de la conciencia. La experiencia es un por las relaciones entre objetos en los que se
proceso, a la vez, objetivo y subjetivo, es la deposita el deseo y la agencia, como si fuesen
apropiación personal y colectiva de lo real, ellos los depositarios naturales: así, el dinero,
la instauración de un mundo propio, de un el capital, el mercado. La experiencia herida
mundo de sentido en un desierto de cadenas de la era de la mercancía convierte lo real en
causales. La experiencia se funda en el aconte- objeto, y a la conciencia, como subproducto,
cimiento1 como punto nodal en las sendas de en una cueva vacía, privada de todo lo que de
significado. Si la estadística levanta un plano real tiene la experiencia, condenada a una sub-
de nombres-números y de representaciones- jetividad privada y privada de significación.

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1 Entendemos aquí por acontecimiento aquello que irrumpe en el discurrir de las secuencias causales en el mundo, siempre indi-
ferentes al significado, produciendo una radical historicidad que transforma la vida en una historia que puede narrarse como
biografía.

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Que la experiencia instaure una escala abso- der ser”, sostiene Martin Heidegger en Ser
luta implica que la oposición entre la cultura y tiempo (1927: 33). La comprensión no es un
científica y la cultura humanística no tiene proceso puramente intelectual, sino el resul-
relevancia: la escala del cosmos y la escala tado de un modo de estar en el mundo, a tra-
humana no se oponen, simplemente se entre- vés de prácticas que conducen a la apropiación
cruzan en el extraño accidente del universo de las posibilidades en forma de producción
que es la experiencia humana. Sí se oponen, agente: comprender es hacer, particularmente
sin embargo, la experiencia y el fetichismo es hacer sentido. El lector comprende cuando
de los objetos que sustituye las relaciones hace cosas consigo mismo a través de las pa-
entre agentes por relaciones entre cosas. Fe- labras de otros. El artista comprende cuan-
tichismo de la mercancía; fetichismo del len- do hace cosas a otros mediante sus obras. El
guaje; fetichismo de la imagen; fetichismo de agente comprende cuando transforma la rea-
la representación. lidad por medio de su agencia. Comprender
es una forma de vida entre la pasividad y la
espontaneidad. Es apropiarse de las posibilida-
des, encarnándolas en la mente o realizándo-
Naturaleza y artificio se implican mutua-
las en la naturaleza. Para la dinámica causal
mente del universo, las posibilidades son estados de
Así como el universo es el espacio físico, la cosas indiferentes y sin sentido: puntos en
un espacio geométrico sin ejes de referencia.
naturaleza es el reino de la vida: es un pro-
Para el ser que comprende a través de la pro-
ducto de la vida. Existe la naturaleza porque
ducción, nacimiento y muerte no son meros
ciertas regiones del espacio físico se ordenan
puntos en un espacio, sino elementos consti-
en nichos en los que sobreviven los sistemas tutivos y limitantes del mundo propio.
metaestables que llamamos seres vivos, frági-
les ensamblajes de sustancias y procesos que, “Artificial” significa una condición de ejercicio
por un corto tiempo, mantienen su estructura de la vida: la producción técnica de posibili-
a través de una continua transformación del dades, más que la simple reproducción de la
entorno, a cuyos resultados se adaptan hasta conducta. “Artificial” es toda naturaleza en
reproducirse en sistemas similares. Desde el la que las posibilidades son dependientes de la
punto de vista del espacio físico, la vida sólo agencia. Esta última es una forma de vida en
es un accidente, sin más significado que una tensión inestable entre lo real y lo imagina-
extraña formación de energía. Desde el punto rio, entre el pasado y el futuro, entre lo con-
de vista de la vida, ese extraño accidente constitu- ceptualmente posible y lo pragmáticamente
accesible. Lo artificial no es un subproducto
ye la naturaleza. Ella es el bucle que establece
ciego de la cultura o de la sociedad, o de cua-
la vida en el espacio físico, para preservarse.
lesquiera otras metáforas contemporáneas
Lo real, el mundo, sostiene el Tractatus, con- del destino. Sólo en tanto que seres vivos do-
siste en la totalidad de los estados de cosas tados de agencia, podemos decir que la natu-
raleza es nuestro mundo, el único mundo que
constituidos como hechos. Pero la naturaleza,
tenemos, pero también el único mundo que ha-
el mundo significante para lo vivo, el mun-
cemos y que nos hace.
do de la vida biológica, consiste, además, en
posibilidades relevantes. La parte de la na- Que lo artificial se deba a la técnica, es decir,
turaleza que es el mundo de la vida huma- a la producción fiable de lo posible, a través
na es un mundo interpretado, comprendido, de prácticas que establecen un vínculo sólido
apropiado en términos de sentido. “El com- entre los planes y los productos, es una discu-
prender es el ser existencial del propio po- sión ortogonal a la reflexión sobre lo artificial,

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pero no su esencia. Lo artificial podría ocu- No tiene sentido oponer un supuesto cons-
rrir por suerte si nuestro universo fuera mila- tructivismo social frente a un supuesto origen
groso: el universo de los niños es milagroso. natural. Si por construcción social se entiende
Su artificio es lograr lo que desean sin técnica ni algo distinto a construcción natural, se trata
agencia. Por suerte para nosotros, el mundo de una equivocación de niveles, porque la natu-
no es tan benevolente y nos exige la técnica raleza y lo social se constituyen mutuamente,
como cualificación necesaria de la agencia. así como lo natural y lo biológico. Las emo-
ciones humanas son un ejemplo de esta natu-
La naturaleza está constituida por paisajes raleza artificial. Espontáneas y relativamen-
de posibilidad, es decir, por hechos y estados de te autónomas, sin embargo, rastreamos sus
cosas que se abren a la producción agente huellas en las sendas de la cultura.
del futuro. Estos paisajes de posibilidad con-
forman los senderos por los que discurre la
existencia, trayectorias erráticas sin más fin Toda cultura es material
definido que el que van estableciendo las po-
sibilidades. No hay un sentido privilegiado La cultura existe depositada en redes de ar-
que podamos llamar progreso. No hay senti- tefactos. No hay cultura sin artefactos. Los
do desgraciado que podamos llamar regreso: artefactos no son medios o instrumentos de
nunca se vuelve al mismo lugar. Las sendas representaciones antecedentes, sino medios o
de los humanos se desarrollan en una econo- entornos sin los que la cultura no puede cre-
mía de lo posible, entre limitaciones y condi- cer ni florecer. No hay religiones sin artefac-
cionantes, habitadas por logros y fracasos, fan-
tos: ídolos, tótems, imágenes, mandamientos
tasmas de la casa del hombre que hacen notar
escritos en piedra, ritos, vestiduras, máscaras,
su presencia como nuevas fuentes de deseo,
como posibilidades perdidas, como mundos cilicios, reclinatorios, cálices. No hay educa-
posibles otros. Sendas frágiles como espejos ción sin academias, estoas, pizarrones, biblio-
transportados en una motocicleta por las aveni- tecas, lapiceros. No son instrumentos: son es-
das de la metrópoli. tructuradores de posibilidades.

Representamos lo real mediante metáfo- La cultura contiene prácticas y símbolos edi-


ras espaciales, mas la naturaleza es espacio- ficados como sistemas de carácter inmate-
tiempo inseparable. Está hecha de lugares e rial, pero los soportes materiales de tales
instantes coimplicados, de acontecimientos sistemas simbólicos importan como importa
y no simplemente de hechos. La huella de la lo constitutivo y no lo meramente accesorio
artificialidad humana está por todas partes. o instrumental. Así como el cuerpo no es el
La casa, afirma Gastón Bachelard, es el origen instrumento ni el esclavo de la mente, tam-
del espacio y del tiempo, donde se comienza
poco lo son los artefactos. La pelota no es el
a construir la imagen del mundo. La natura-
instrumento del fútbol, sino el constituyente
leza es la casa humana. Lugar y tiempo de la
vida. de un juego que llamamos balompié. El teóri-
co clásico del humanismo cultural se asemeja
Que la naturaleza sea artificial no implica que al entrenador que enseñase a jugar al fútbol
dependa de los humanos. La autonomía hu- con tarjetas en las que apareciese la palabra o
mana es una entre varias trayectorias interde- imagen “pelota”.
pendientes: la causal-física; la autonomía vi-
caria de las propias producciones humanas; la La cultura se organiza en contextos, domi-
autonomía de las normas e instituciones. Las nios, disciplinas, áreas… La cultura material
posibilidades instauran nuevas dependencias está constituida por nichos. La escritura abrió
que condicionan el entorno de la agencia. un nicho material al lenguaje objetivado; la

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materia pictórica, a la imagen; la digitalidad, que les significan: la más extrema precarie-
a la hibridación de medios; la bio-info-robó- dad hace mucho más visibles y significativos
tica quizá esté ya constituyendo nuevos nichos los artefactos, no los elimina.
culturales.
La cultura material está hecha de redes de ar-
Estos nichos son los entornos en los que se tefactos y prácticas de uso que son el medio en
configuran los paisajes de posibilidad en los el que la agencia humana se hace realidad. Los
que discurre el mundo de la vida. Al igual que
artefactos se articulan los unos con los otros: no
la tectónica y la dinámica terrestre crearon
tienen existencia más que en el contexto de las
los nichos ecológicos, los nichos artefactuales
fueron creados por las dinámicas técnicas. Al relaciones con otros artefactos y con un comple-
irse conformando redes de artefactos interde- jo de instituciones. Estas redes forman entornos
pendientes entre sí y de las prácticas sociales que completan y así contribuyen a crear el sen-
que los convertían en significativos, se fueron tido de la acción humana. Al igual que el gesto
estableciendo ventanas de posibilidad donde de apuntar solamente existe como gesto porque
se situaron los imaginarios de cada momento alguien mira al mismo objeto al que se apunta,
y espacio cultural. un artefacto sólo existe en el complejo de dise-
ño, uso y relaciones con otros artefactos.
Una creciente atención a la dimensión cul-
tural de la cultura proviene de los trabajos
Algunos artefactos han sido especialmente
de Pierre Bordieu en La distinción, Michel de
Certeau en La invención de la vida cotidiana, constructores de la identidad:
(1990) o la escuela muy reciente del antro-
pólogo Daniel Miller (The Comfort of Things) !Mapas: un mapa es un artefacto de carác-
(2008) y del teórico de la cultura científica ter simbólico y representacional, pero es
Bruno Latour. Todos ellos han ido elaborando también y, sobre todo, un horizonte de po-
una mirada atenta a la cultura que nace en las sibilidades de movimiento en el espacio.
fuentes de lo artificial. No es una mera moda Mapas y viajes hacen del entorno geográ-
o corriente, o el prólogo a una nueva disci- fico un espacio de direcciones, de metas y
plina, sino todo lo contrario: el recordatorio no simplemente de vagabundeos y noma-
de los más profundos túneles de nuestra me- deos. Los mapas son los artefactos esencia-
moria cultural. Los pueblos de la antigüedad
les de la identidad moderna: constituyen
honraban a sus muertos con todos los objetos
que les habían pertenecido y constituido en los signos del Leviatán, los reclamos del
su identidad: armas, adornos, vestidos, etc. poder.
Para la humanidad, el que se ha ido debe lle- !Relojes: son los homogeneizadores del tiem-
var consigo lo que le hizo como fue. Esta pér- po. Sin relojes y calendarios no habría fe-
dida de atención a lo material es el resultado tichismo de la mercancía ni capitalismo.
de una trayectoria de ascesis que busca, en el Fueron estos artefactos los que hicieron
desprendimiento, una redención de una su-
del tiempo el medio de intercambio de la
puesta condición de caída y pecado. Sin em-
modernidad.
bargo, en el detenimiento con el que Certeau
describe la cocina de los proletarios de Lyon !Vestidos, cocina, artefactos de la vida coti-
o sus ritos en la mesa, excava en la condición diana: no son instrumentos del cuerpo,
humana mucho más profundamente que sino lo más profundo de la identidad de
todos los exámenes de la cultura de la con- los nuevos individuos de la modernidad.
ciencia. Por otra parte, deberíamos recordar
que las imágenes barrocas de los eremitas y Nuestra identidad contemporánea está ya
ascetas son sobre todo colecciones de cosas tan determinada por las películas que vimos,

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que podemos afirmar que en nuestros “yo” del pensamiento y la razón. Los artefactos
habitan todos los personajes de la cultura po- no son mediadores neutros entre la repre-
pular de nuestro tiempo. sentación y la realidad, como si fuesen men-
sajeros de la agencia. Los artefactos son me-
La alta cultura y la baja cultura son, ambas, diaciones, tramas que tejen lo imaginario, lo
culturas materiales. La historia de los con- real y lo razonable.
flictos culturales: iconoclasias e iconolatrías,
trayectorias artísticas… son conflictos ligados Los artefactos son operadores de posibili-
a la materia y al soporte material. No es ca- dades accesibles, instauraciones de espacios
sual que los modos de reproducción cultural que están entre lo real y lo posible, en una
tengan la forma de conflictos sobre la materia dinámica interminable que produce actuali-
de la cultura. Logólatras, iconólatras… son zaciones y, a la vez, transforma al productor.
las maneras que asumen las banderías en los Sometidos a fuerzas que nacen en territorios
conflictos. Toda revolución tiene su Bastilla o ontológicamente heterogéneos, los artefac-
palacio de invierno que asaltar; todo funda- tos no solo tienen historia: son historias. No
mentalismo religioso tiene su ídolo que des- son cúmulos de materia, forma, funciones y
truir; toda transformación cultural tiene sus usos. Son sendas móviles que se transforman
libros que quemar. al adquirir su condición de artefactos. No son
También los artefactos son reflexivos. Crean meros portadores de sentido, como si lleva-
posibilidades de distancia de nosotros mis- sen adjuntos los significados a su condición
mos tanto como el espacio de los conceptos. objetiva: son instauradores de sentido. Como
Lady Gagá, con su filete en la cabeza, alcanza los conceptos, también organizadores de lo
a estratos profundos de nuestra cultura, que real y lo posible, los artefactos dibujan trayec-
muchos de los críticos de la sociedad del es- torias en la existencia humana que solamente
pectáculo no logran. El arte contemporáneo pueden comprenderse en la historia.
es un ejercicio de reflexión artefactual. De
los ready-made a los cacharros de Fluxus o los Los artefactos adquieren e instauran sentido
nuevos objetos, se trata de pensar a través de porque constituyen su identidad como ar-
los artefactos. Cada artefacto contemporáneo tefactos en una dinámica entrelazada, en la
nos propone un ejercicio especular de situa- que actúan las intenciones del diseñador, los
cionalidad del “yo”. condicionantes de la forma y la materia, las
transformaciones a las que son sometidos por
Si la filosofía del posmodernismo se distin- los usos e interpretaciones, los efectos que
guió por la crítica feroz de la dicotomía entre producen al encontrarse en nichos y redes
sujeto y objeto, de lo interno y externo, la fi- de otros artefactos, y, finalmente, las contin-
losofía ciborg pone en cuestión las dicotomías gencias por las que atraviesan sus historias.
entre medio y fin, entre cuerpo y prótesis, en- Un artefacto puede ser diseñado y construi-
tre naturaleza y artificio. La cultura material do con habilidad técnica y materiales, pero
es el entorno en donde estas dicotomías se sólo puede ser comprendido como un objeto
disuelven.
histórico. Sólo atendiendo a su historia, el ar-
tefacto se integra en la experiencia humana
Todo artefacto es narrativo como una parte de aquella.

Los artefactos de los humanos no son meros Las trayectorias de los artefactos hilan las bio-
instrumentos para fines que ya estuviesen grafías de los seres humanos. Conforman sus
dados. Los artefactos son ordenadores de lo motivaciones, deseos, miedos, su capacidad
real, como los conceptos son ordenadores para actuar o para no hacerlo; establecen las

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redes de relaciones entre los seres humanos; Las prótesis no son añadidos, son continua-
constituyen, también, su mundo imaginario ciones y acabamientos de la agencia. Son siem-
o sus proyecciones estéticas y religiosas. Ei- pre fuentes de conflicto en la identidad: se vi-
leen Scarry, en su libro sobre el sufrimiento, ven, a la vez, como molestia y como necesidad.
The Body in Pain (1985), estudia el lenguaje de Crean nuevas facultades, que transforman las
los artefactos en los textos más primitivos de la habilidades y dotaciones fisiológicas, o com-
Biblia: desde el mismo Yaveh, un artefacto de pletan lo que la evolución biológica inició. Los
voz que considera el mundo como un artefacto humanos fueron siempre monstruos prome-
construido por su voz, hasta a los humanos, tedores que rompieron el equilibrio genéti-
condenados a construir artefactos y rodearse co para iniciar nuevas sendas evolutivas. Sus
de ellos, las primeras narraciones religiosas, prótesis fueron siempre el inicio de nuevas
sus cosmogonías y relatos de origen son rela- formas de dependencia de sus propias pro-
tos de la artificialidad de la existencia. El arte, ducciones.
la política, la ciencia, la religión, la vida cotidia-
na, son colecciones de artefactos que definen La condición humana fue siempre posthuma-
las distribuciones de las posibilidades en los na. Seres en el límite continuo de la obsoles-
nichos culturales en los que habitamos. cencia, entre la angustia del “así somos” y la
sospecha del “así queremos ser”. Entre la nos-
talgia y la mala fe, los posthumanos son una
Toda condición es fronteriza especie, a la vez, errante y errática. El posthu-
manismo no es una nueva versión de la ideo-
No hay tal cosa como “condición humana”
logía del progreso. El posthumano sabe que
incondicionada y ahistórica. Las trayectorias
el progresismo es un ejercicio de mala fe,
de los humanos fueron siempre sendas de
querer ser lo que no se es, prometiéndose ser
exiliados. Exiliados de, entre otras regiones,
otra cosa. El posthumanismo tampoco es una
su propia condición, los humanos vagan por
ideología conservadora. Poco tiene el posthu-
la historia emigrantes de sí mismos, asusta-
mano que conservar, espantado por las rui-
dos por sus actos y producciones, como mul-
nas de su historia.
titudes que necesitasen un horizonte abierto
que, a la vez, les asusta y les atrae.

No hay condición humana que no sea la de Los ciborgs son nómadas en espacios de
buscar los límites de su identidad, para sobre- posibilidad
pasarlos. Las sociedades y la técnica, las dos El nomadeo de los cazadores y recolectores se
producciones más características de los huma- produce en el espacio-tiempo físico. Pero el
nos, son entornos dinámicos que se modifi- nomadeo de la especie humana es mucho
can una vez que son reflejados en el espejo más vasto y abarca regiones de lo posible: de
de la crítica. Las prótesis sociotécnicas que lo que podría ser, de lo que pudo ser, de lo
conforman la identidad humana están en que necesariamente fue. Cada senda recorrida
continua mutación. La agencia sobre el mun- deja un poso de nostalgia por lo no explora-
do es también autopoiesis y transformación de do y continuamente abre ventanas de expec-
la identidad humana. Los humanos no tienen tativa, de esperanza o temor, acompañadas
naturaleza, tienen historia. Si cabe hablar de siempre por el saberse limitado y por el sen-
condición, la humana es una condición pro- tido de pérdida que significa siempre decidir
tésica, ciborg: seres que serían incapaces de hacer real una posibilidad. Los posthumanos
continuar su existencia sin sus proyecciones navegan estos mares de la posibilidad en los
protésicas fisiológicas, mentales, sociales, cul- artefactos que constituyen su entorno, a la
turales. vez que su imaginación. En La intuición del

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instante, Bachelard (1932) observaba que sin como quien sufriendo de melancolía toma
el auxilio de almanaques y recursos como la algún estimulante energético para mostrarse
gran historia escrita, ni siquiera la biografía alegre y esperanzado.
individual sería posible. Se acude a un insig-
nificante Presidente de la República, escribe, El humanismo ciborg no es ciego a los desas-
para recuperar un recuerdo íntimo. Así la his- tres de la civilización, pero se instala en ellos y
toria de los reyes se inscribe en los corazones los convierte en parte de su experiencia. Veni-
más humildes. De esta manera, los libros de mos de un pasado reciente que cuenta como
historia son como carros para recorrer las ru- una era de violencia e intolerancia. Como ser
tas del desierto de la propia vida. Los nóma- fronterizo no concibe que su sino sea conser-
das, sostienen Gilles Deleuze y Félix Guattari var algo que no sea el trabajo del duelo sobre
(1994), no reconocen fronteras ni países: su la memoria. El humanismo ciborg está insta-
identidad son sus trayectorias. lado en un territorio de exilio, que mira hacia
atrás con el espanto de aquello que debe ser
Modernidad del humanismo y humanismo abandonado y la melancolía de lo que pudo
de la modernidad son expresiones de un in- haber sido. Su humanidad consiste en la con-
telectualismo que no es sino consumación del ciencia de la distancia, en el no pertenecer ya
escepticismo. La noción de experiencia moder- y no pertenecer todavía.
na nace bajo la sospecha de la mentira, como
si lo subjetivo no fuese sino conciencia de la El humanismo ciborg no contempla las pro-
no objetividad, como si pudiese desprender- ducciones técnicas y culturales como corazas
se de lo real y crear una frontera nueva. Lo que asfixiaran un espíritu libre o una natura-
real del viejo humanismo es herencia de la leza pura, sino como prótesis que, a la vez que
escisión entre el reino de lo objetivo y el rei- molestan, permiten y posibilitan. El humanis-
no de lo subjetivo. Una manifestación de esta mo ciborg entiende la producción como pro-
dicotomía es la escisión de las dos culturas: ducción de algo diferente a la reproducción.
la de la objetividad y la de la subjetividad. La producción es producción de posibilida-
Convertidos los humanos en robots desean- des nuevas. El humanismo ciborg habita en
tes que interminablemente están condenados un espacio de posibilidades que él mismo
a chocar entre sí y con el mundo, el desierto de está construyendo a través de la creación que
lo real que dibuja el viejo humanismo sólo transforma lo ocurrido.
puede entenderse como “conservación” del
patrimonio y la herencia del espíritu, de una La elaboración de la experiencia es el modo
llama depositada en lo espiritual del robot, en el que se producen las nuevas posibilida-
condenada a ser amenazada persistentemen- des y la forma en la que el ciborg atiende al
te por la presencia de una realidad desbor- mundo. Es una atención crítica que tiene por
dante, en forma de producciones creativas de meta salvaguardar los matices, hacer densas
la ciencia y la sociedad. las tramas de la experiencia, recordar que,
en último extremo, es la reconstrucción de
El viejo humanismo se ve a sí mismo como la subjetividad el campo en el que se expresa la
el resistente a los procesos de modernización, producción como producción de sentido. El
como el ángel de una tierra de desolación a humanismo ciborg no considera el cuerpo un
la que llegase para iluminar los últimos restos instrumento ni tampoco es un instrumento la
de la civilización. zona protésica de lo real, sino un campo de
expresión de la agencia.
El humanismo ciborg no es lo contrario: no es
el optimismo de la modernización y las nue- La producción es siempre producción de sen-
vas tecnologías, que no sería sino el otro rostro tido, constitución de una identidad de suje-
de la escisión bajo otra disposición y ánimo, tos siempre en transformación, nunca esta-

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bles. La tarea de las nuevas humanidades es Qué ver, qué juzgar, qué hacer en las humani-
ser testigo crítico de la renovación continua dades, vistas desde donde estamos cada uno
de lo humano. La atención se dirige siempre en su sitio y lugar, y vistas torciendo la mirada
a lo más débil, a las formas productivas que hacia el lugar hacia el que vamos, o hacia el
guardan la mayor densidad de experiencia. que tememos llegar, mirando cada uno desde
Así, por ejemplo, se ha producido en nues- y con sus deseos y miedos. ¿Es posible pen-
tros tiempos una contradicción nueva entre sar una cultura a, ante, bajo, cabe, con, contra,
una tradición cultural logocéntrica, iconoclas- de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según,
ta, reductora de todo significado a significado sin, so, sobre, tras las disciplinas? Disciplinas e
lingüístico, y una explosión cultural de imá- Ilustración se interdefinen: fueron las disci-
genes en las que los nuevos sujetos contribu- plinas las que crearon la división del trabajo
yen continuamente a una redistribución de lo que hizo posible el mundo ilustrado, fue la
sensible y las sensibilidades. No es la imagen Ilustración la que creó el ideal de la profesión.
ni las múltiples formas híbridas una forma El ideal de una vida vocacional de profeso,
de lenguaje que haya de ser progresivamen- profesor, profesional. Un ideal que dio lugar
te reducida y domesticada. En el nuevo giro a una forma particular de ciudadano, la de
visual que muchos humanistas están toman- quien cursa una profesión liberal, producto
do, la palabra puede que no sea ya sino el pie de una vocación y un compromiso que le di-
de foto de la imagen (Rodríguez, 2010). El hu- ferencia por igual del aristócrata y del arte-
sano. Un ser exquisito diferente de quien no
manismo debe atender con cuidado a estas
posee sino su riqueza y de quien no posee
formas de iconoclasia o logoclasia, y levantar
sino sus destrezas. ¿Cómo ser ilustrado en un
un proyecto crítico que ayude a entretejer las
mundo de disciplinas? ¿Cómo comprender
mallas de la cultura.
ese mundo? Los proyectos de enciclopedias
La cultura siempre tiene una dimensión po- fueron un primer intento de respuesta. Bou-
lítica que se reafirma incluso, y sobre todo, vard y Pécuchet de Gustave Flaubert (1993)
cuando se niega. La cultura es política porque debiera habernos hecho conscientes de que
siempre contribuye a redistribuir lo sensible: ese intento se estaba agotando, pero desgra-
distribución de las voces; de lo visible y lo in- ciadamente los profesionales-profesores leen
visible; distribución, sobre todo, de las posi- poco fuera de su disciplina. Intra-inter-trans-
disciplinar: como si fuesen opciones distintas,
bilidades. La crítica de la cultura debe atender
como si no fuesen signos de sumisión a un
a la partición de lo sensible, haciendo explícitos
ideal de sacerdocio laico. Disciplinar.
los principios y las consecuencias de esa dis-
tribución. Se ha dicho (Zizek, 1989), por ejem- Un día de 1979 escribe Roland Barthes una
plo, que la realidad ha devenido ideológica entrada alrededor de una intrigante declara-
porque produce un fetichismo continuo que ción de Flaubert: “yo escribo no para el lector
metamorfosea la producción de lo agente en de hoy sino para todos los lectores que pu-
producción de cosas. La era contemporánea, dieran presentarse mientras la lengua viva”
de este modo, se contempla a sí misma bajo el (citado en Barthes, 1979: 643). En un ejercicio
fetichismo de lo artificial, como si fuesen las borgiano (Pierre Menard) Barthes enuncia
cosas mismas las que entrasen en relaciones en- dos lecturas de la frase. La primera trivial: la
tre sí bajo el signo de un determinismo técni- de quien se propone como universal por en-
co y económico. La crítica del fetichismo debe cima de la historia. No está ahí Flaubert, nos
presidir la búsqueda de una nueva densidad responde Barthes: el punto está en “mientras
de la agencia humana, basada en la elabora- la lengua viva”. La lengua ha sido definida
ción de la experiencia y en la creación de po- como una patria, como un lugar, como un es-
sibilidades. píritu. Pero en lo que consiste realmente es en

Revista Educación y Pedagogía, vol. 24, núm. 62, enero-abril, 2012 111
Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas humanidades más allá de los límites disciplinares

no ser nada de esto: por el contrario, —inter- metodológica: se convirtieron en actividades


preto la interpretación de Barthes—, está en públicas sometidas al control de la autoridad
ser un no-lugar, un lugar que guarda los lu- de los expertos.
gares, que guarda las sillas vacías de los posi-
bles otros-lectores. Escribimos ahora, pensamos, La cultura de la disciplina, la definición de las
de formas que no siempre son logocéntricas: profesiones y el ideal del sujeto como autor
pensamos en y con imágenes, pensamos en y nacieron juntos. El ideal romántico es el gran
con gestos, pensamos en y con acciones; pero producto de la era de las disciplinas: el genio
deberíamos suscribir el programa de Flau- es quien, subido en los hombros de los gigan-
bert: escribir, pensar, a, ante, bajo, cabe, con, tes, ve más allá de los otros. El genio sustituye
contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, al héroe trágico de la edad premoderna y se
según, sin, so, sobre, tras quienes no están, pero convierte en el horizonte de la identidad cul-
podrían y deberían estar. Olvidar los lugares, tural, en su sentido más alto.
los corrales-corralitos, las profesiones y vo-
Las disciplinas crearon las distribuciones de
caciones, las llamadas a una misión. Olvidar
lo sensible en la edad contemporánea: las
todo menos a quienes podrían ocupar el lu-
divisiones en valores y evaluaciones están
gar de quienes escuchan, miran, leen.
atravesadas por los estándares creados por las
disciplinas. Qué es un edificio, qué es una
Más allá de la sumisión a las disciplinas teoría, qué es un cuadro, etc., son objetos de-
finidos por los estándares disciplinarios.
La cultura moderna se erigió sobre las dis-
ciplinas y las profesiones. El autor moderno El tiempo de la crítica comenzó cuando la cul-
profesa un ideal que constituye una instau- tura se hizo reflexiva y empezó a verbalizar
ración de una trayectoria cultural autónoma: la capacidad instauradora de las disciplinas.
el científico, el escritor, el artista, el ingenie- Para Marcel Duchamp, el arte es lo que figura
ro… todos refieren su actividad a normas y en un museo, mientras para Thomas Kuhn, la
cánones que se forman en trayectorias ante- ciencia es lo que aparece escrito en una revis-
riores. Cervantes escribe con la conciencia de ta científica; tecnología es lo que producen los
pertenecer al reino de las letras; Velázquez y ingenieros, etc. Los nuevos objetos culturales
Rembrandt se consideran pintores que se de- de la era de la cultura crítica pueden leerse
ben al proyecto de la pintura; de Copérnico a como actos reflexivos sobre la instauración
Newton, los científicos crean un nuevo con- disciplinaria: la distribución disciplinaria se
junto de reglas y controles de calidad para di- pone de manifiesto cuando un objeto preten-
ferenciarse de la especulación sin evidencias. de ser sin estar bajo el canon disciplinario.

Métodos y disciplinas fueron instauraciones El humanismo crítico ciborg no es una pro-


de dominios culturales, con el objeto de ga- puesta de abandono de las disciplinas, sino
rantizar el respeto a las normas de la tradi- un programa de reflexión sobre las produccio-
ción, que se había creado como frontera de nes culturales como producciones reflexivas.
otras modalidades culturales. Así, los pintores La cultura ciborg emplea objetos híbridos
abandonaron la exigencia de verosimilitud para hacer visibles las distribuciones cultura-
que había generado la perspectiva geométri- les. Su no obediencia a las disciplinas no tie-
ca y crearon la disciplina del espacio pictóri- ne por objeto rebajar los estándares de buen
co, basado en una progresiva conciencia del arte, de verosimilitud y fiabilidad, de efi-
pigmento, del espacio, de la figura simbóli- ciencia técnica, sino hacer explícitas las nor-
ca. La pintura comenzó a ser autorreferente mas por las que se constituyen los produc-
e interimaginística; la escritura, intertextual; tos y ampliar los márgenes de libertad de la
la ciencia y la tecnología entraron en la era creación.

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

Nada es necesario en la historia de los huma- honor; el ejercicio del juego, al sentido de lo
nos: ni siquiera la distribución por disciplinas. futuro. Los niños entran en la categoría de ciu-
La cultura disciplinada es el producto de una dadanos cuando comienzan los juegos de com-
cultura que decidió convertir al experto en petencia. Los mayores dejan de pertenecer a
autor y agente, aceptando la dependencia e los espacios públicos cuando abandonan los
interdependencia de las pericias respectivas. juegos de competencia. La vida es una carre-
Pero no significa la instauración de la escisión ra. Nuestra trayectoria, un curriculum vitae.
cultural en zonas de acceso prohibido a los
no expertos, ni cierre de las posibilidades de El humanismo ciborg no es una propuesta de
transformación creativa. ruptura de las reglas de juego, sino un pro-
yecto para hacerlas visibles, para crear con-
diciones reflexivas sobre las distribuciones
Más allá de la sociedad del juego de normatividad en los espacios públicos. La
capacidad para hacer visibles las barreras y
La crítica de la cultura hace explícitas las con- las fronteras culturales es un ejercicio de li-
diciones del espacio público, pues la cultura bertad, que permite la producción de objetos
es siempre una distribución de sensibilidades culturales de orden reflexivo: la transgresión
y posibilidades en un espacio público. El es- o la obediencia son opciones que no pueden
pacio es público porque crea determinacio- ser medidas sino contra el trasfondo de la
nes, condicionamientos y constricciones en densidad y la riqueza de la experiencia que
los movimientos de los cuerpos, porque crea producen. El ciborg no acepta que la conven-
zonas de luz y sombras, donde aparecen y se ción se haya convertido en necesidad: la dis-
ocultan objetos, identidades, voces o reclama-
tribución del espacio público creada por las
ciones. Estos condicionantes operan, pero no
normas de juego no es el destino del sujeto,
están siempre presentes en la forma de reglas
sino una de las formas históricas de su exis-
que los humanos reconozcan como suyas.
tencia. El ciborg no es un jugador en una red
A la era de las disciplinas le corresponde un ilimitada de juegos, sino un agente que pro-
espacio público estructurado como juego. El duce su propia existencia.
juego como sistema de prácticas basadas en La figura del sportman no logra ocultar una
reglas es la figura de la época contemporánea.
violencia implícita: si las fronteras de la edad
Las disciplinas instauran juegos concebidos
moderna entre cuerpo y mente, entre razón y
como sistemas de reglas, en las que los agen-
emoción, entre géneros y culturas definieron
tes operan bajo la normatividad que instauran
los espacios de la modernidad y las constric-
las reglas. Estas se convierten en los condicio-
ciones que dieron lugar a las tensiones sobre
nantes esenciales del espacio público. Este se
configura como espacio de los juegos: la eco- la identidad en la época contemporánea, las
nomía como mercado, la política como com- fronteras de las reglas del juego amenazan
petencia de equipos, la ciencia como compe- con ser las nuevas fronteras del destino. Los
tencia por premios, el arte como competencia espacios públicos definen nuevas formas de
por audiencias o mercado del arte. barreras que no por invisibles son menos
crueles.
El jugador deja de ser, en la cultura contem-
poránea, una convención de la acción bajo el La cultura ciborg es una nueva forma de hu-
modelo de prácticas estructuradas por reglas manismo que consiste en dejar siempre vacío
y se convierte en modelo de sujeto agente. El el lugar del sujeto y la experiencia: hacer posi-
genio romántico pasa a ser el ganador de los ble la capacidad de reflexión sobre las condi-
juegos de la vida. La idea de competencia sus- ciones de existencia; recordar la contingencia
tituye a la providencia y el destino; el éxito, al de las trayectorias humanas. Esta contingen-

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Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas humanidades más allá de los límites disciplinares

cia afecta también a las fronteras que definen que subirse y construirse a sí mismo. Hace lo que
los espacios. El humanismo ciborg es un pro- puede y aspira a poder hacer lo que hace.
yecto para la creación de objetos y productos
reflexivos, que al modo de luminarias críticas El mundo, lo real, es para el ciborg el parque
hagan visibles los muros invisibles. temático de lo humano. No es un instrumen-
to, sino una vivienda, un vestido, una próte-
sis de su existencia. Hecho de desperdicios
y de creaciones tecnológicas que remiten a
Una cultura de reciclado mecanismos reutilizados, tejidos reutilizados,
programas reutilizados, el ciborg es una tela
El humanismo ciborg puede resumirse en un
proyecto de reciclado continuo de nuestras pro- de camuflaje en un entorno lleno de basuras
pias condiciones de existencia. El ciborg no es culturales. El ciborg concibe su entorno como
un sportman, por cuanto no entiende su iden- los sintecho el territorio urbano, como un lu-
tidad híbrida bajo la categoría de competen- gar para la simbiosis y el descubrimiento de
cia olímpica. Su fábrica dista de ser perfecta: lo que el día depara. El ciborg nomadea por
siendo el producto de contingentes mezclas las basuras de sus propias trayectorias, para
de necesidad y azar, de eficiencia y desper- saber lo que es y lo que quiere ser. Con sus
dicio, su cuerpo y mente son residuos de las fragmentos aspira a construirse casas y luga-
retorcidas sendas de la historia. No es sino un res de existencia colectiva; máscaras y señas
ser reconstruido continuamente, también con de identidad; espacios donde se entrecrucen
los residuos que deja la historia de los huma- las sendas errantes de las distintas tribus.
nos. Hecho de desperdicios y de creaciones
tecnológicas que remiten a mecanismos reuti- Frente a la figura del sortean, la figura ciborg
lizados, tejidos reutilizados, programas reu- es el simbionte: seres que aparecen cuando
tilizados, el ciborg es una tela de camuflaje los humanos duermen y husmean sus resi-
en un entorno lleno de basuras culturales. El duos. Emigrantes que hacen visibles los espa-
ciborg produce objetos y produce su propia cios que lo humanos han olvidado. Sintecho
identidad, a partir de los objetos que tiene a que saben el valor de las cosas y arrastran
mano y de los resultados de sus pasos ante- el carro de lo que son, como los personajes
riores. Se sabe imperfecto, frágil, contingen- apocalípticos en La carretera de Cormac Mc-
te, al tiempo que necesario: su singularidad Carthy (2008). Los simbiontes no destruyen
personal es todo lo que tiene. Su moral sigue posibilidades: las crean, allí donde parecían
el consejo de Lucrecio: “no aspires a la inmor- agotadas. Conviven con las ruinas, y allí don-
talidad pero agota el campo de lo posible” de solo había barreras, encuentran zonas de
(1983). La perfección no está en su horizonte, paso. Allí donde había distancias insalvables,
pero sí el equilibrio y la vinculación compro- construyen pateras que hacen posibles nue-
metida con el mundo. vas formas de vida. Los simbiontes son la
especie de los posthumanos.
Si en la era moderna la dicotomía entre me-
dios y fines tuvo como efecto perverso la
instrumentalización y la explotación de la na- El ciborg crea sus propias expectativas
turaleza, el ciborg sabe que los medios y los fi-
nes no son independientes, que se proyectan La historia no tiene un sentido definido. Tam-
aquellos futuros para los que ya está prepara- poco es el camino que se ha andado, como si
do para enfrentarse. El ciborg no espera que no pertenecieran a la historia las sendas que
haya ganchos en el cielo de los que colgarse aún estar por abrir y que el ciborg conside-
para elevarse de la miseria de la tierra. Con ra los sentidos de su existencia. La vida acti-
los objetos a mano construye andamios a los va consiste en sorprenderse por las propias

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

creaciones. El ciborg sabe lo que va a hacer liado por la fuerza del pasado abominado. El
cuando desea hacer lo que está haciendo. El ángel de la historia del ciborg creativo no es
saber lo que se hace es la mayor aspiración de el ángel de la historia de Benjamin (1970)
conocimiento que puede alcanzar el ciborg, que es empujado al futuro por un pasado de
que, sin embargo, está continuamente abierto desastres, pero que tiene la mirada puesta en
a un horizonte donde se entrelazan medios ese pasado. El ángel de los ciborg está oteando
y condicionantes, deseos y motivaciones e su propia niebla, para distinguir los imaginarios
identificaciones con las propias obras. con los que se identifica, como tierras que se ha
prometido a sí mismo y que siente próximas y
La creación es siempre autocreación, mezcla dentro del alcance de sus capacidades.
de conocimiento y deseo de conocer lo que se
está haciendo. Al producir su existencia bajo Querría terminar con una de las admonicio-
condiciones que no han sido elegidas por nes más antiguas de los ciborg. Está escrita a
ellos, los ciborg viven siempre en el borde en- la entrada de la sala mexica del Museo de An-
tre lo sabido y lo desconocido. El miedo y el tropología de México. Si yo hubiese sido algo
deseo, el riesgo y la promesa, son caras inse- más inteligente, simplemente lo habría escri-
parables de la vida activa de los ciborg. Los ci- to al comienzo y me habría callado, porque ya
borg saben que el riesgo les amenaza cuando estaba todo dicho:
hacen, pero también cuando dejan de hacer.
Ten cuidado de las cosas de la tie-
Por eso necesitan saber lo que están haciendo.
rra; haz algo, corta leña, labra la
El riesgo está en lo desconocido, pero igual-
tierra, planta nopales, planta magüe-
mente en el desastre de lo conocido. Como
lles. Tendrás qué beber, qué comer,
exploradores de territorios a los que han sido exi-
qué vestir y con eso estarás en pie,
liados por la historia, tienen como movientes serás verdadero con eso, andarás
de sus pasos el miedo y la esperanza, el deseo de con eso. Con eso se hablará de ti.
huir y la nostalgia. Se te alabará. Con eso te darás a
conocer (Huehuetlatolli).
Al querer saber lo que hace, el ciborg, del mis-
mo modo, quiere saber lo que desea. La misma
oscuridad que amenaza sus acciones también
Referencias bibliográficas
ensombrece sus deseos. Saber lo que se quiere
no es menos difícil que saber lo que se hace. Por Bachelard, G., 1932, La intuición del instante, Méxi-
eso, el ciborg está hecho de expectativas sobre co, Fondo de Cultura Económica, 1987.
sus propias expectativas: necesita compren-
der lo que es su huella en la vida, cuál es su Barthes, R., 1979, “Textes (1979)”, en: Oeuvres com-
lugar en la historia. El humanismo ciborg es plètes V., París, Seuil.
un humanismo basado en el deseo de saber Benjamin, W., 1970, “Tesis de Filosofía de la Histo-
lo que los posthumanos quieren hacer consi- ria”, en: Angelus Novus, Barcelona, Edhasa.
go mismos. Por esta razón, la separación de
la cultura de las humanidades y la cultura de las Certeau M. de, 1990, L’invention du quotidien. 1.
ciencias y técnicas amenaza el proyecto de co- Arts de faire, París, Gallimard.
nocer lo que se hace y conocer lo que se quie-
Deleuze, G. y F. Guattari, 1994, Mil mesetas. Capita-
re. La creatividad es, pues, un destino de vida
lismo y esquizofrenia, Valencia, Pre-Textos.
activa entre el saber y la sorpresa.
Flaubert, G., 1993, Bouvard y Pecuchet, Barcelona,
El ciborg es creativo porque su existencia está Montesinos.
definida por la necesidad de abandonar el
acomodado país de la experiencia vivida y Heidegger, M., 1953, Ser y tiempo, traducción de J.
habitar la tierra del futuro, a donde fue exi- E. Rivera, Madrid, Trotta 2003.

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Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas humanidades más allá de los límites disciplinares

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Referencia

Broncano, Fernando, “Humanismo ciborg. A favor de unas nuevas hu-


manidades más allá de los límites disciplinares”, Revista Educación y Peda-
gogía, Medellín, Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, vol. 24,
núm. 62, enero-abril, 2012, pp. 103-116.

Original recibido: julio de 2011


Aceptado: noviembre de 2011

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos


de los autores.

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