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1. ¿Qué es la madurez?

La madurez humana, biológicamente hablando, es un estado que se alcanza cuando el


desarrollo físico y sexual está completo. Este estado se alcanza en la mayoría de las
especies.

Según la Real Academia Española, el término madurez se refiere a un estado de desarrollo


psicosocial de la persona, a un estado óptimo de las frutas y verduras después de
cosechadas y a una edad entre la juventud y la ancianidad.

La madurez afectiva se refiere a la adaptación a un medio social, a la empatía y la


templanza. La empatía es importante en la relación con los demás para comprenderlos, ser
más sensible a las necesidades ajenas y para crear vínculos más fuertes. Más allá de los
rasgos subjetivos de la personalidad, tenemos o no un grado de madurez que nos permite o
impide vincularnos de manera óptima con los demás.

Si hablamos de la formación de la personalidad, no podemos olvidar el nivel de influencia


que tienen los padres y el ambiente en el que un niño crece. Si crece en un ambiente
lleno de cariño y aceptación, aprenderá a ser tolerante con los demás. Si ve en sus
referentes voluntades fuertes y buen temple, quizás absorba del ejemplo esas cualidades o
las vea deseables y luche por alcanzarlas.

Ver además: Proyecto de Vida.

2. ¿A qué edad se alcanza la madurez?

Las generaciones actuales de jóvenes permanecen en sus hogares más tiempo.

En términos psicológicos, no existe una edad que determine la madurez emocional. Este
tipo de madurez se detecta con actitudes concretas como la capacidad de tener un
pensamiento crítico, una conducta razonable, aceptar críticas y brindarlas de manera
educada.

Una persona madura acepta las consecuencias de sus actos, es responsable. La


tolerancia y la falta de reacciones ilógicas también son rasgos característicos de madurez
emocional. De todas maneras, la madurez puede ser parcial en algunos aspectos de la
personalidad y no en todos.

Las virtudes y conductas necesarias para alcanzar la madurez se aprenden principalmente


en el hogar y si los padres brindan demasiadas comodidades, es posible que los jóvenes no
aprendan sobre responsabilidad y no puedan con sus tareas básicas en un futuro. Es muy
importante transmitirle a un niño los valores actitudinales desde el ejemplo, para que los
practique desde temprana edad y hagan bases sólidas en su personalidad. Las malas
influencias pueden afectar el comportamiento en poco tiempo.
Hoy en día los jóvenes tardan más tiempo en alcanzar la madurez y la independencia
que en generaciones anteriores. Quizás esto hable del desamparo que sufrían los jóvenes de
las generaciones anteriores, pero es probable que la observación se enfoque en el exceso de
comodidades de las que disfrutan los adolescentes de hoy.

Las cifras demuestran que la edad usual para contraer el compromiso del matrimonio
se ha elevado, lo mismo sucede con la paternidad. Las generaciones actuales de jóvenes
permanecen en sus hogares más tiempo, se casan más tarde o directamente no se casan.

3. Rasgos de inmadurez

Cuando una persona es inmadura, podemos detectarlo mediante su accionar.

Es cierto que todas las personas son muy distintas entre sí, y que todas las edades pueden
vivirse de maneras diferentes, pero no nos resultará difícil detectar la inmadurez a partir de
la suma de algunos rasgos característicos:

 Susceptibilidad: Las personas susceptibles se ofenden con facilidad, lo que está


directamente relacionado con la baja autoestima.
 Inseguridad: Las personas más perfeccionistas buscan seguridad en el control de los
detalles porque carecen de seguridades en otros aspectos de su personalidad.
 Inestabilidad emocional: Es fácil ver altibajos emocionales como momentos de tristeza
profunda y luego expresiones de alegría. Estas personas se aburren y cambian de rumbo
con facilidad.
 Pesimismo: sensación de que todo saldrá mal: Esta actitud perjudica cualquier proyecto
que se quiera realizar o meta que quiera alcanzar.
 Respuestas emocionales exacerbadas: Los individuos que demuestren respuestas
extremas tendrán tendencias irresponsables y antipáticas. Esto está relacionado
íntimamente con la inestabilidad.
 Baja tolerancia a los contratiempos o accidentes: La inmadurez puede expresarse tanto
en frustración como en ira cuando se sufren contratiempos o las cosas no salen como
esperamos.
 Extroversión: Demasiada relación con los demás y muy poco autoconocimiento.
 Nerviosismo y angustia
 Inseguridad: Los inmaduros dudan mucho y dependen de los demás.
 Rigidez: Las personas rígidas tienen dificultades para aprender cosas nuevas, mudarse y
construir vínculos profundos.

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