El amor religioso corpóreo:

Beatriz de Nazaret
(1200-1268)

Anahi Castro Suárez

Historia Medieval
Profesor: Ítalo Fuentes
Ayudante: Andrea Monsálves
Hubo, en la Europa del 950 al 1250, tensiones entre clérigos y laicos respecto a la
circulación de las Escrituras, las cuales los religiosos guardaban celosamente con temor a
una interpretación herética. Las escrituras, después de estar privadas de la población, se
difunden, en parte gracias a las beguinas que predican, crean libros de oración, traducen y
escriben en lengua vulgar1, en consecuencia, surge un “sentimiento religioso popular (…).
De Flandes a Lieja y de Renania a Sajonia nace entonces la literatura mística, obra de
mujeres (…). En 1232-1233 la monja cisterciense Beatriz de Nazareth compone en lengua
ciosia, el flamenco de la Edad Media, una autobiografía como colofón de un pequeño
tratado, De los siete grados del amor.”2.
“Nacida en 1200 en Tirlemont (Thienen)”3, desde pequeña Beatriz abrazó la religiosidad,
seguramente influenciada por su padre, Bartolomé. A la edad de siete años ingresó a la
escuela de beguinas de Léau en la cual siguió distintos cursos, que dan cuenta de su cultivo
en un variado espectro de materias, posteriormente entro como oblata al monasterio de
cisterciense de Florival. A los quince se convierte en novicia y un año después hará su
profesión. Se le envía a Ramee donde entabla amistad con Ida de Nivelles. “Beatriz
permaneció en Florival hasta 1221, después (…), se trasladó al Val-des-Vierges, en
Oplinter, donde profesó votos solemnes en 1225. A partir de 1236 residió en el convento de
Nazaret, donde fue priora de 1237 al 29 de agosto de 1268, fecha de su muerte.”4

Como dijimos, Beatriz perteneció a la Orden cisterciense, sus abadías eran características
de una sociedad arraigada en el campo5, su origen se remite a cuando “San Roberto, monje
y más tarde abad en Saint-Michel-de-Tonnerre (…) en 1075, crea en Molesme, con algunos
discípulos, un nuevo monasterio”, en su principio el proyecto se ve marchitado, pero recibe
la ayuda de Bernard de Fontaine acompañado de treinta jóvenes. La orden crea un
reglamento, “la carta de caridad”, respetando la regla benedictina de “extrema pobreza,
simplicidad del ambiente, intenso trabajo manual, (…) abolir la propia voluntad, renunciar
a todo contacto pernicioso con los hombres, de practicas la penitencia en el desierto,
observar la caridad”6.

Beatriz pertenece a un grupo de mujeres, las cuales comprenden el amor religioso con una
fuerte base teológica e intelectual, a diferencia de otros intelectuales. Ella no solo teoriza,

11
Epiney-Burgard, Georgette. 1998. Mujeres trovadoras de Dios: una tradición silenciada de la Europa
Medieval. Barcelona; Buenos Aires; México : Paidós
2
Fossier, Robert. 1988. La Edad Media 2, el despertar de Europa 950-1250. Barcelona. Editorial Crítica. 375
p.
3
Ibid.
4
Ibid
5
Labarge, Margaret Wade. 1989. La mujer en la Edad Media. Madrid : Nerea.
6
Ibid
sino que también vive la doctrina, experiencia expresada en su escrito místico, las Siete
maneras de amor, donde relata su camino hasta ser “una con Dios”.

Algo interesante surgido tanto de la biografía de Beatriz hecha por un anónimo, como en
las las Siete maneras de amor, es la manifestación exterior, corpórea del amor.

Durante su estancia en el monasterio de Florival, sufre distintas penitencias “que no dejan

intacto ningún lugar de su cuerpo: acostarse sobre espinas, flagelarse, privarse de comida,
llevar vestidos incomodos, etc.”7

Las penitencias “tienen como motivación la conciencia del pecado”8. Beatriz sufre
manifestaciones corpóreas de su amor por Dios, cae en éxtasis, casi bordeando la locura,
sin embargo, éstas eran aceptadas mientras no molestaran el orden litúrgico. A pesar de
esto, nuestra monja sigue consciente, su espíritu después de estas expresiones sale más
“puro y fuerte” y sigue reflexionando sobre su lugar en el mundo.

En una de sus visiones en 1232, toma consciencia del cuidado tanto material como
espiritual que debe hacer del prójimo, paso siguiente llega a una paz interior y se hace
físicamente más fuerte.

En las visiones de Beatriz “las sensaciones táctiles desempeñan un papel importante, siente
pasar la presencia de Dios por todo su cuerpo, el Señor le atraviesa el alma con el fuego de
su amor, como la punta de una espada flamígera, atrae su corazón contra el suyo; la sangre
de las llagas de Cristo se derrama en su alma. (…) El gusto es también uno de los sentidos
espirituales que le hacen experimentar con alegría la gracia de Dios. La audición interviene
igualmente: Jesús le habla <<no en lengua vernácula, sino en latín>>, para proponerle un
pacto de unión”. 9

En su texto, da cuenta de su amor por Dios expresado en su cuerpo, corazón y alma. En la

quinta manera siente una gran desolación al no poder satisfacer todo el amor que merece
Dios, y se ve atormentada por males que debilitan su cuerpo, sin embargo ella no quiere
renunciar a su amor, y cada vez siente que está más cerca de la pureza.
En la séptima manera es recibida por Dios y “no será ya más que un solo espíritu con el”10.

7
Ibid
8
Ibid
9
Ibid
10
Ibid
Hemos notado como metafóricamente tanto en la biografía como en su escrito lo religioso
se expresa a través del cuerpo, a veces en forma de penitencia para hacer consciente su
calidad humana que difícilmente llegará a asimilarse con Dios, otras en forma de éxtasis al
sentir en las visiones el contacto alma a alma, cuerpo a cuerpo con el Señor. Éstas
expresiones del amor violento pueden quizá situarse en la época, ya que las penitencias
eran algo común y, que tanto Beatriz como sus amigas llegaban a estos momentos donde
bordaban el delirio, delirios aceptados por la comunidad siempre y cuando no perturbaran
la liturgia.

Podemos notar en la evolución de Beatriz en las Siete maneras de amor, al principio un

amor sufrido, en primer lugar, por no llegar a satisfacer al Señor en términos de amor, y en
segundo por la existencia terrenal que la impacienta, ya que quiere llegar al más allá y
lograr su propósito, el cual es llegar a ser una con Dios.
Bibliografía
Epiney-Burgard, Georgette. 1998. Mujeres trovadoras de Dios: una tradición silenciada de la
Europa Medieval. Barcelona; Buenos Aires; México : Paidós.

Fossier, Robert. 1988. La Edad Media 2, el despertar de Europa 950-1250. Barcelona. Editorial
Crítica.

Labarge, Margaret Wade. 1989. La mujer en la Edad Media. Madrid : Nerea.

Cronologia

Beatriz de Nazaret 1200-1268

1200 tirlemont

1207 escuela de beguinas de Leau

oblata monasterio de florival

desea convertirse en novicia --> toma el habito en 1215

1216 hara su profesión

Convento Ramee  amistad con ida

1221  traslado a Val-des-Vierges en Oplinter con su familia, votos solemnes

1236-1268 reside en el convento de Nazaret, donde fue priora

priora cisterciense b d n que fue educada entre las beguinas y compartio su espiritualidad

solida cultura teológica y metafísica

doctrina realmente vivida, conocimiento superior , tal es el significado de los siete grados estados
o seres de la vida espiritual según Bea y Margarita

escritos enraizados en un fondo de solidos conocimientos, dotadas de una noble cultura literaria y
cultural
la obra principal de estas mujeres consisitio en reformar la iglesia corrodida por sismasc,
esclerosis, simonía el decaimiento intelectual y en instaurar nuevas formas de vida ristiana

eterna agonía terrenal

novum monasterius

gran conocimiento intele

MISTICAA

(HORRIBLES PENITENCIAS REGLA CISTERCIENSE NO TANTO XD)

lo erotico, lo cristiano y lo corporal,

cristianismo actual incorpóreo: penitencias,
venerberacion, REPRESENTACION EXTERIOR
DEL AMOR MANIF/ metafora