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CURSO:
EL AMOR ME DIO LA CLAVE DE MI VOCACIÓN

Profesor: Fray Gustavo Hernández


Email: gustavojavocd@yahoo.com

TEMA 1: TERESITA EN SU ENTORNO FAMILIAR

Iniciamos este hermoso recorrido con Santa Teresita del niño Jesús y de la Santa Faz
en nuestra Escuela Teresiana de Promoción Espiritual. Sin duda alguna, estudiar a Teresita
es una obligación para nuestra escuela, su itinerario espiritual es un referente para todos
los que queremos crecer en nuestra relación con Dios.
Dentro de la amplitud de temas que podemos desarrollar en torno a esta gran Santa
de la Iglesia, hemos decidido hacer un curso con cuatro temas fundamentales que nos
acercarán a su figura: su entorno familiar, la experiencia de Dios misericordioso como
fundamento de su espiritualidad, la confianza como actitud de vida y la caridad fraterna
como expresión de su unión con Dios.
Iniciamos, pues, nuestro curso con este primer tema: Teresita del niño Jesús y su
entorno familiar.

1. Santa Teresita del Niño Jesús: una Santa actual y amiga de Dios
El singular recorrido humano y espiritual de Teresa de Lisieux es uno de los más
paradójicos de la historia de la Iglesia Católica, por una parte, la santa murió con tan solo
veinticuatro años de manera prácticamente anónima en el Carmelo de Lisieux, por otro
lado, hoy en día es conocida y venerada en el mundo entero como la santa del "pequeño
camino" y fue la tercera mujer, después de Teresa de Ávila y Catalina de Siena, en ser
proclamada Doctora de la Iglesia Universal, además de ser patrona de las misiones junto
con san Francisco Javier, y de Francia, con Santa Juana de Arco.
El testimonio de esta pequeña gran Santa lo encontramos de primera mano en el relato
autobiográfico de su vida, titulado Historia de un Alma, una de las obras maestras de la
espiritualidad de todos los tiempos. Benedicto XVI afirma que: «Historia de un alma es una
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maravillosa historia de Amor, narrada con tanta autenticidad, sencillez y lozanía que el
lector no puede menos de quedar fascinado ante ella»1.
Teresita es una Santa popular, su imagen, las iglesias dedicadas a ella y las estatuas
que la representan se encuentran por todos lados. Amada por pontífices, religiosos y
misioneros, así como por el pueblo que se dirige a ella con confianza, Teresa de Lisieux
sigue representando todavía hoy un soplo de aire fresco dentro de la Iglesia universal.
Pese a la brevedad de su vida, que duró poco más de veinticuatro años, la devoción
de Teresa se difundió por todo el mundo. Si bien era casi desconocida en el momento de
su muerte, no tardó en alcanzar una enorme popularidad, digna de los grandes santos que
siguen siendo objeto del amor del pueblo de Dios, gracias a la sencillez y autenticidad de
su mensaje y testimonio.
La joven carmelita poseía mucho de la época en que vivió, empezando por su lenguaje,
cargado de afectividad, devoción y temor de ofender a Dios con el pecado. Sin embargo,
también se distinguió en su tiempo por el coraje y la audacia con que osó adentrarse en
los territorios inexplorados de la faz de Dios que la llamaba a compartir el sufrimiento de
la pasión, aunque entregándose enteramente a su amor misericordioso.
Levantando el vuelo sobre las angostas visiones de su época, que en su sentir
expresaban una imagen de Dios indigna de su amor, Teresa no acudió a Dios en busca de
la justicia vengadora, sino en pos de la misericordia y el amor que aspira a la plena
comunión con los hombres.
Estas breves pinceladas de Teresita han pretendido “engolosinar” a nuestros
estudiantes para que se adentren en este curso con los mejores deseos de conocer a
nuestra santita. Sin embargo, antes de entrar en su experiencia y doctrina, es necesario
conocerla desde su familia, su entorno inmediato, pues es ahí desde donde se forjó su
santidad.

2. Algunos datos biográficos relevantes sobre Teresita


Teresa Martin nació en Alençon, Francia, el 2 de enero de 1873. Dos días más tarde fue
bautizada en la Iglesia de Nôtre-Dame, recibiendo los nombres de María Francisca Teresa.
Sus padres fueron Luis Martin y Celia Guérin, ambos canonizados por el Papa Francisco en
el 2015.

1 Benedicto XVI, Audiencia General 6 de abril 2011.


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Tras la muerte de su madre, el 28 de agosto de 1877, Teresa se trasladó con toda la


familia a Lisieux.
A finales de 1879 recibió por vez primera el sacramento de la Penitencia.
El día de Pentecostés de 1883, recibió la gracia especial de ser curada de una grave
enfermedad por la intercesión de Nuestra Señora de las Victorias (la Virgen de la Sonrisa).
Educada por las Benedictinas de Lisieux, recibió la primera comunión el 8 de mayo de
1884, después de una intensa preparación, culminada con una fuerte experiencia de la
gracia de la íntima comunión con Cristo. Algunas semanas más tarde, el 14 de junio del
mismo año, recibió la Confirmación, con plena conciencia de acoger el don del Espíritu
Santo mediante una participación personal en la gracia de Pentecostés.
Su deseo era abrazar la vida contemplativa, al igual que sus hermanas Paulina y María,
en el Carmelo de Lisieux, pero su temprana edad se lo impedía.
Durante un viaje a Italia, después de haber visitado la Santa Casa de Loreto y los lugares
de la ciudad Eterna, el 20 de noviembre de 1887, en la audiencia concedida por el Papa
León XIII a los peregrinos de la diócesis de Lisieux, pidió al Papa con filial audacia
autorización para poder entrar en el Carmelo con 15 años.
El 9 de abril de 1888 ingresó en el Carmelo de Lisieux. Tomó el hábito el 10 de enero
del año siguiente e hizo su profesión religiosa el 8 de septiembre de 1890, fiesta de la
Natividad de la Virgen María.
En el Carmelo comenzó el camino de perfección trazado por la Madre Fundadora,
Teresa de Jesús2, con auténtico fervor y fidelidad, y cumpliendo los diferentes oficios que
le fueron confiados (fue también ayudante de maestra de novicias). Iluminada por la Palabra
de Dios, y probada especialmente por la enfermedad de su queridísimo padre, Luis Martin,
que falleció el 29 de julio de 1894. Emprendió el camino hacia la santidad, inspirada en la
lectura del Evangelio y poniendo el amor al centro de todo.
A partir de su experiencia, Teresa fue pródiga en su apostolado: descubre y comunica
a las novicias confiadas a sus cuidados el camino de la infancia espiritual3; recibe como don
especial el encargo de acompañar con la oración y el sacrificio a dos hermanos misioneros
(el Padre Belliére, quien se preparaba para la misión en Malawi y el Padre Roulland,
misionero en China); se entrega en oración por la Iglesia, especialmente por la conversión
de los pecadores y la santidad de los sacerdotes. Esta experiencia de Dios le permite

2 Teresa de Ávila (de Jesús), 1515-1582, mística española y fundadora de los Carmelitas Descalzos.
3 Veremos más adelante en nuestro curso de qué se trata la “infancia espiritual” en nuestra Santa.
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penetrar cada vez más en el misterio de la Iglesia, desde ahí siente crecer su vocación
apostólica y misionera para arrastrar consigo a los demás, movida por el amor de Cristo,
su Único Esposo.
Todas estas experiencias las podemos encontrar en sus manuscritos autobiográficos4,
los cuales contienen no sólo los recuerdos de la infancia y de la adolescencia, sino también
el retrato de su alma y la descripción de sus experiencias más íntimas, desde las cuales nos
propone un “caminito”, su itinerario espiritual.
La estatura espiritual de Teresa siguió creciendo y el 9 de junio de 1895, en la fiesta de
la Santísima Trinidad, se ofreció como víctima inmolada al Amor misericordioso de Dios.
Por entonces escribe el primer manuscrito autobiográfico, que entregó a la Madre Inés el
día de su onomástico, el 21 de enero de 1896.
La experiencia espiritual de nuestra Santa no estuvo exenta de sufrimientos; algunos
meses más tarde, el 3 de abril de ese mismo año, durante la noche del jueves al viernes
santo, sufrió una hemoptisis, primera manifestación de la enfermedad que la llevaría a la
muerte, y que ella acogió como una misteriosa visita del Esposo divino. Este cúmulo de
experiencias le llevaron a una prueba de fe que duraría hasta el final de su vida, y de la que
ofrece un emotivo testimonio en sus escritos. Durante el mes de septiembre concluye el
manuscrito B, que ilustra de manera impresionante el grado de santidad al que había
llegado, especialmente por el descubrimiento de su vocación en el corazón de la Iglesia.
Mientras empeora su salud y continúa el tiempo de prueba, en el mes de junio de 1897,
comienza el manuscrito C dedicado a la Madre María de Gonzaga; entretanto, nuevas
gracias la llevan a madurar plenamente en la perfección y descubre nuevas luces para la
difusión de su mensaje en la Iglesia, en bien de las almas que seguirán su camino.
La salud de Teresa se va deteriorando poco a poco. El 8 de julio es llevada a la
enfermería, donde sus hermanas recogen sus palabras5. Teresa experimenta intensos
dolores y las pruebas que soporta con paciencia hasta su muerte, acaecida en la tarde del
30 de septiembre de 1897, a las 19:20 h6.
Sus últimas palabras, «Dios mío, te amo», sellan una vida que se extinguió en la tierra
a los 24 años, para entrar, según su deseo, en una nueva fase de presencia apostólica en

4 Los tres manuscritos autobiográficos A, B y C, conforman lo que conocemos como Historia de un Alma, la
autobiografía de Santa Teresa de Lisieux.
5 Es lo que se conoce como “últimas conversaciones”, las cuales están editadas en las Obras Completas de

Teresa de Lisieux.
6 «Yo no muero, entro en la vida» había escrito a su hermano espiritual, el misionero Mauricio Belliére (Carta

244).
5

favor de las almas, en la comunión de los Santos, para derramar una "lluvia de rosas” 7

sobre el mundo.
Teresa fue canonizada por Pío XI el 17 de mayo de 1925, y el mismo Papa, el 14 de
diciembre de 1927, la proclamó Patrona Universal de las Misiones, junto con San Francisco
Javier. Su doctrina y su ejemplo de santidad han sido recibidos con gran entusiasmo por
todas las categorías de fieles de este siglo, y también más allá de la Iglesia Católica y del
cristianismo.
Un aspecto para resaltar es La Espiritualidad de Santa Teresita8, ésta tiene mucha
relación con el entorno familiar y la educación que ahí recibió. La familia tuvo un papel
fundamental en la vida de Teresa, tanto antes como después de su ingreso en el Carmelo.
En este sentido, la familia de Teresa, aunque contaban con lo necesario para vivir, pues
pertenecían a una clase media acomodada, las hijas fueron educadas con el ejemplo de
sus padres y aprendieron a vivir sólo con lo necesario y a compartir con los más necesitados,
por eso, era común ver en la puerta de la familia Martín Guerin varias personas necesitadas
recibiendo ayuda de ellos.
El núcleo familiar de Lisieux se “trasladó” casi completamente al Monasterio, pues
ingresaron cuatro hermanas9. Las Martin Carmelitas fueron Paulina, María, Teresita y Celina.
En el Carmelo fueron llamadas cariñosamente el “clan Martin". A pesar de contar con sus
hermanas cerca, Teresa afirma que no entró allí llevada por un deseo natural de encontrarse
con sus hermanas mayores, «sino sólo por Jesús» (cf. A 26r / HA10 83) y prueba de ello es
que no se permitió hacer concesiones a los lazos familiares. Más adelante, detallaremos
su caridad fraterna, pero en el Carmelo era común ver a Teresita con otras hermanas que
no fuesen sus hermanas de sangre.

7 La lluvia de rosas es la forma simbólica cómo Teresa expresó su apostolado en el cielo, a través de favores y
beneficios en favor de la Iglesia, especialmente para que Dios sea amado.
8 Cuando se habla de espiritualidad en algún santo se entiende la forma concreta cómo este vivió su unión

con Jesús su vida cristiana, guiado por la luz del Espíritu Santo, es decir, cómo fue su vida en el Espíritu quien
nos hace hijos de un mismo Padre en Jesús.
9 La única que no se hizo Carmelita Descalza fue Leonia, quien profesó como religiosa de la Visitación.

10 En la traducción de Vicente Martínez-Blat.


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3. Los miembros de su familia


3.1. Sus padres
Luis Martin nació en Burdeos el 22 de agosto de 1823. Su familia era originaria de otra
ciudad de Normandía llamada Orne, su padre fue Pierre-Francois Martin (militar) y su madre
fue Marie Anne Fanny, ambos cristianos fervientes. Luis fue el segundo de cinco hijos.
Luis fue bautizado dos meses después de nacer en la catedral de Burdeos. Se cuenta
que cuando fue bautizado el arzobispo de la ciudad dijo: «¡Alégrense! Este niño es un
predestinado».
Luis era un joven de mucha piedad, amante de la soledad y de la naturaleza. Su
sensibilidad era muy distinta a la de su Padre, por eso no se inclinó a seguir la carrera
militar, sino que quiso aprender el oficio de relojero. A los 22 años sintió que su vocación
era la vida religiosa, intentó entrar en el monasterio del Gran San Bernardo, pero no fue
admitido ya que no conocía el latín. Aunque regresó a casa con el propósito de aprender
esta lengua, desistió por problemas de salud y se dedicó a su profesión de relojero, la cual
ejerció por toda la vida.
Su ingreso frustrado a la vida religiosa no lo alejó de Dios, Luis siguió practicando su fe
intensamente. A los 35 años contrajo matrimonio con la que sería la madre de Teresita,
Celia de Guérin.
Conocemos mucho de esta época de Luis por su hija Celina, quien a sus 80 años
escribió una biografía de su padre. En esta biografía Celina describe la calidad moral de su
padre, su fe profunda, su espíritu apostólico, su caridad, por todo esto era conocido en
Lisieux como “el santo patriarca”. Celina también nos detalla algunos elementos de su
calidad humana, su pasión por los viajes y su afición a la lectura.
Luis tenía un carácter jovial y era muy inclinado a mostrar su afecto a sus hijas,
especialmente a las menores. Teresa nos cuenta mucho de esto en Historia de un alma,
por ejemplo, nos dice que su Padre la llamaba “reinecita”.
Celia Guérin es originaria de otra zona de la Normandía, Orne. Nació el 23 de diciembre
de 1831. Sus padres fueron Isidoro Guérin (militar) y Louise-Jeanne Macé. Tenía una
hermana (religiosa visitandina) y un hermano, el menor. Los Padres de Celia eran de
carácter fuerte, Celia sufrió en su niñez y adolescencia esa rudeza y exigencia,
especialmente por parte de la madre. En 1844 su Padre se jubiló y se mudaron a Alençon.
Allí la economía de la familia se deterioró, Celia entró en un internado de las religiosas de
Adoración perpetua, donde aprendió el que sería su oficio por toda la vida, el famoso
encaje del punto de Alençon.
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Al igual que Luis, Celia también sintió el llamado a la vida religiosa, se presentó con las
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, pero no fue admitida. La superiora le dijo que
esa no era su vocación. Después de orar y pasar un tiempo de discernimiento, decidió abrir
una pequeña empresa dedicada al famoso encaje del punto de Alençon.
Celia y Luis, dos almas nobles y con deseos de consagración perfecta a Dios, estaban
llamados por Dios a conocerse y formar una familia santa. Transcribo aquí como se narra
este evento en su biografía:
«Un día, al cruzarse (Celia) con un joven de noble fisonomía, semblante reservado
y dignos modales, se sintió fuertemente impresionada y oyó interiormente que ese era
el hombre elegido para ella. En poco tiempo los dos jóvenes llegaron a apreciarse y
amarse, y el entendimiento fue tan rápido que contrajeron matrimonio el 13 de julio de
1858, tres meses después de su primer encuentro. Llevaron una vida matrimonial
ejemplar: misa diaria, oración personal y comunitaria, confesión frecuente, participación
en la vida parroquial. De su unión nacieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron
prematuramente. Entre las cinco hijas que sobrevivieron, Teresa, la futura santa patrona
de las misiones, es una fuente preciosa para comprender la santidad de sus padres:
educaban a sus hijas para ser buenas cristianas y ciudadanas honradas. A los 45 años,
Celia recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho y pidió a su cuñada que,
cuando ella muriera, ayudara a su marido en la educación de los más pequeños: vivió
la enfermedad con firme esperanza cristiana hasta la muerte, en agosto de 1877»11.

Celina, hija de este santo matrimonio, también escribió una biografía de su madre Celia.
En ella describe la entereza de esta santa mujer. Ser criada con la dureza de una familia
rígida la hizo una mujer fuerte, emprendedora de un negocio exitoso, esposa fiel, madre
abnegada, cristiana ferviente que supo transmitir esa fe inquebrantable a sus hijas. Su
muerte se dio por un cáncer de pecho que la apagó a tan solo 45 años, después de haber
llevado dicha enfermedad con la fortaleza y fe propia de una santa.
Al momento de la muerte de Celia, Luis se quedó con sus cuatro hijas, la mayor tenía
17 años y la menor, Teresa, tenía solo 4 años y medio. Luis decidió trasladarse a Lisieux,
donde vivía Isidoro el hermano de su difunta esposa, y su mujer Celina quien podría

11
Tomado de la pequeña biografía que presenta el vaticano en su página oficial:
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/2008/ns_lit_doc_20081019_martin-guerin_sp.html
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ayudarle a cuidar a sus hijas. En los años sucesivos, entre 1882 y 1888, Luis entregó al
Carmelo a tres de sus hijas, entre las cuales está nuestra Teresa.
A sus 64 años Luis enfermó, fue perdiendo la razón progresivamente. Cuidaron de él
sus dos hijas aún en casa, Celina y Leonia. Fue internado en el hospital mental del Buen
Salvador de Caen, y falleció el 29 de agosto de 1894, con 71 años. La enfermedad y muerte
de Luis hicieron sufrir terriblemente a sus hijas.
Luis influyó mucho en Teresita, su figura está muy presente en Historia de un Alma. En
Teresita también encontramos un profundo amor por la naturaleza, mucha piedad, caridad,
oración. Todo esto lo aprendió de su padre.
En una época de persecución y anticlericalismo, Teresita aprendió de su padre el amor
y respeto a los sacerdotes, ella misma afirma en su libro: «he venido al Carmelo para salvar
almas, y, sobre todo, para orar por los sacerdotes» (MsA 69v / HA 195).
Sin duda alguna, Luis transmitió a Teresa una figura paterna misericordiosa, abnegada
e incondicional. Esto influyó mucho en su espiritualidad, su encuentro con Dios Padre
estaba marcado por la figura de su propio padre biológico.
De su madre, Teresa tenía recuerdos, a pesar de que murió cuando ella tenía solo
cuatro años y medio. De ella heredó su inteligencia, su fuerza para afrontar las
contrariedades de la vida y su habilidad como escritora. Teresa cuenta: «Dios me concedió
la gracia de despertar mi inteligencia en muy temprana edad y de que los recuerdos de mi
infancia se grabasen tan profundamente en mi memoria… Seguramente que Jesús, en su
amor, quería hacerme conocer a la madre incomparable que me había dado y que su mano
divina tenía prisa por coronar en el cielo» (MsA 4v / HA 13).

3.2. Las hermanas


Repasamos brevemente a cada una de sus hermanas.
• María (en el Carmelo se llamó Sor María Del Sdo. Corazón). Hermana mayor
y madrina de bautizo Teresita. Tras la muerte de Celia, María tomó las riendas de la
casa, de cuidar a sus hermanas menores, lo hizo hasta que ingresó al Carmelo. Fue
María quien cuidó a Teresa cuando tuvo esa famosa enfermedad nerviosa y también
fue su confidente. Más adelante, cuando Teresa era carmelita y había alcanzado una
gran estatura espiritual, María percibió esto y solicitó a la priora que mandara Teresa
a escribir su autobiografía, es lo que se conoce como Manuscrito A de Historia de
un Alma. Teresa le dedicó a ella su Manuscrito B, varios poemas y muchas cartas.
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Falleció en 1940. En el Carmelo María tuvo los oficios de jardinera y encargada de


la dispensa.
• Paulina (en el Carmelo Madre Inés de Jesús). Era la hermana con más
carácter, tenía el sentido emprendedor de su madre, lo que la llevó a ser priora en
varias ocasiones en el Carmelo. En 1923 el Papa Pío XI la nombró priora vitalicia a
petición de las carmelitas en Lisieux. Paulina fue quien se encargó directamente de
la educación de Teresa12, cuando murió Celia. Después de la muerte de Teresita,
Paulina se dedicó a promover su causa. Ella escribió las Últimas Conversaciones,
una colección de dichos de Teresa en su lecho de muerte. Falleció en 1951, cuando
tenía 90 años.
• Leonia (Sor Francisca Teresa). Fue la única que no entró en el Carmelo. Después de
tres intentos, finalmente logró establecerse como religiosa de la Visitación de Caen.
Teresa siempre animó mucho a Leonia a que perseverara con su vocación. en
especial después de su muerte. Murió en 1941, después de una vida humilde y
desconocida. Actualmente Leonia es venerable y su proceso de beatificación está
abierto.
• Celina (en el Carmelo Sor Genoveva de Santa Teresa y de la Santa Faz). Fue la
amiga y confidente de Teresa durante toda su infancia y juventud, les separaba solo
tres años. Sus deseos de ser carmelita se pudieron concretizar hasta la muerte de
Luis. Fue una gran promotora de la causa de Teresa, su testimonio en el proceso
de beatificación es el más rico. Celina tenía los dotes de pintora y fue ella quien
retrató a Teresa en el famoso cuadro donde aparece con el crucifijo y las rosas en
las manos. Murió a los 90 años, en 1959.

REFLEXIÓN PERSONAL
✓ El entorno familiar ofrece la posibilidad al individuo de nacer, pertenecer,
identificarse y diferenciarse; o sea, es la institución que ofrece los fundamentos
de la constitución del ser humano. El grupo familiar es el gran fundador de la
subjetividad, de la escala real de valores. Desde este punto de vista, ¿Qué

12En su preparación a su primera confesión Teresa escribe a Paulina: «Bien instruida acerca de todo lo que
tenía que decir y hacer, entré al confesonario y me puse de rodillas… me confesé como una persona mayor, y
recibí su bendición con gran fervor, pues tú me habías dicho que en esos momentos las lágrimas del Niño Jesús
purificarían mi alma.» Historia de un Alma (MsA 16 v).
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aspectos consideras que han sido los más relevantes que tu entorno familiar ha
forjado en tu historia de fe, de crecimiento y desarrollo humano?

✓ San Juan Pablo II al referirse a la familia decía lo siguiente: «La familia es para
los creyentes una experiencia de camino, una aventura rica en sorpresas, pero
abierta sobre todo a la gran sorpresa de Dios, que viene siempre de modo
nuevo a nuestra vida». Reflexiona sobre aquellas sorpresas de Dios que han ido
configurando tu vida y visión familiar.

✓ Papa Francisco dice que en la familia siempre se encuentra a Jesús: «El


Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo, ya que allí,
en nuestras familias, Jesús siempre puede ser encontrado; él vive allí, en
simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de
Nazaret». Reflexiona cómo se vive este aspecto en tu familia.

✓ Papa Francisco dice: «El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda
su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios, que nos creó a su
imagen para que podamos darle gloria como iconos de su amor y de su santidad
en el mundo». Para los matrimonios, reflexionen cómo su amor tiene como
fuente y fin el amor de Dios.

FUENTES:
• Santa Teresa de Lisieux, Obras Completas. Editorial Monte Carmelo. 3ra
Edición.
• Teresa de Lisieux, Temas fundamentales, Francisco Ibarmia. Editorial Monte
Carmelo. 2da Edición.
• Iniciación a Teresa de Lisieux, Rafael Mejía Maya, ocd.
• Biografía de Luis Martín y Celia Guerin del Vaticano:
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/2008/ns_lit_doc_20081019_
martin-guerin_sp.html

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