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LA CIENCIA DE LA DEDUCCIÓN COMO

MÉTODO EFICAZ PARA LA VIDA COTIDIANA


*Diego de Jesús Castañeda Sánchez
*Víctor Eduardo Rivera Bello

Cuando se habla del género literario policiaco, también denominado “obra negra”, no es
posible eludir a grandes autores como: Edgar Allan Poe con Auguste Dupin, Agatha Christie
con Poirot, el padre Brown de G. K. Chesterton y Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle.
Siendo éste último el centro del presente texto. Sherlock Holmes creado en 1887 por el
escritor escocés Sir Arthur Conan Doyle, protagonista de 4 novelas y 56 cuentos cortos, en
los que se resalta su excelente habilidad de observación, su increíble inteligencia a lo hora
de resolver un crimen, su eficiente capacidad para comprobar hipótesis, envuelto en su
peculiar excentricidad. Elementos que nos dan como resultado, según el protagonista de la
novela “El Sabueso de Baskerville”, la ciencia de la deducción.

Para hablar de ella es necesario empezar por definir el concepto de ciencia. La Real
Academia Española define a la ciencia como: Conjunto de conocimientos obtenidos
mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que
se deducen principios y leyes generales.

La ciencia desde un punto de vista histórico ha tenido su génesis en el hombre por


cuestionar y buscar las causas de los fenómenos que lo rodean, teniendo así el desarrollo
de las cosmovisiones mágico-religiosas, al tiempo que, paralelas a éstas, la ciencia se
plantea un método para formular y comprobar explicaciones, comenzando por el hecho
básico de la observación, la cual podemos definir como la acción de percibir focalizando con
los sentidos, con la finalidad de obtener datos o características de aquello que atrae nuestra
atención e interés. Llegando a postular mediante hipótesis, las posibles razones o causas de
que dicho fenómeno tenga cabida u orden con todo lo que conocemos, aplicando
experimentos para comprobar dichas ideas y sacando conclusiones. En esta parte, el
detective de ficción ha sido fuente de inspiración para diversas ciencias, desde la que se
puede incluir a la medicina forense hasta el posterior desarrollo de la criminalística y
criminología, así como sus ramificaciones.

El método de Sherlock Holmes es ciencia puesto que el conocimiento científico se despliega,


como ya se dijo antes, de la observación; importancia de dicho elemento se puede apreciar
en el siguiente fragmento de Un caso de Identidad 1

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“ —Me pareció que observaba usted en ella muchas cosas que eran completamente
invisibles para mí —le hice notar.

—Invisibles, no, Watson, sino inobservadas. Usted no supo dónde mirar, y por eso se le
pasó por alto lo importante. No consigo convencerle de la importancia de las mangas, de lo
sugerentes que son las uñas de los pulgares, de los problemas que se solucionan por un
cordón de los zapatos. Vamos a ver: ¿qué dedujo usted del aspecto exterior de esa mujer?
Descríbamelo.

—Bien, llevaba un sombrero de paja, de alas anchas y de color pizarra, con una pluma de
color rojo ladrillo. Su chaqueta era negra, adornada con abalorios negros con una orla de
pequeñas cuentas de azabache. El vestido era de color castaño, algo más oscuro que el café,
con una pequeña tira de felpa purpúrea en el cuello y en las mangas. Sus guantes tiraban a
grises, completamente gastados en el dedo índice de la mano derecha. No presté atención
a sus botas. Ella es pequeña, rechoncha, con aretes de oro en las orejas y un aspecto general
de persona que vive bastante bien, pero de manera vulgar, cómoda y sin preocupaciones.

Sherlock Holmes palmeó suavemente con ambas manos y se rio por lo bajo.

—Por mi vida, Watson, que está usted haciendo grandes progresos. Lo ha hecho usted pero
que muy bien. Es cierto que se le ha pasado por alto todo lo importante, pero ha dado usted
con el método y posee una visión rápida del color. Nunca confíe en las impresiones
generales, amigo, concéntrese en los detalles. Lo primero que miro de una mujer son las
mangas. En el hombre, quizá, tenga más importancia la rodillera del pantalón. Según ha
podido usted advertir, esta mujer lucía felpa en las mangas, y la felpa es un material muy
útil para descubrir rastros. La doble línea, un poco más arriba de la muñeca, en el sitio donde
la mecanógrafa hace presión con la mesa, estaba perfectamente marcada. Las máquinas de
coser movidas a mano dejan una señal similar, pero sólo sobre el brazo izquierdo y en la
parte más delgada del dedo pulgar, en vez de marcarla cruzando la parte más ancha, como
la tenía ésta.

Seguidamente, miré su cara, y descubrí en ambos lados de la nariz la señal de unas gafas de
pinza, todo lo cual me permitió aventurar mi observación sobre la cortedad de vista y la
escritura, lo que pareció sorprender a la joven.

—También a mí me sorprendió.

—Sin embargo, saltaba a la vista. Me sorprendió mucho, tras esto, y me interesó, al mirar
hacia abajo, el observar que, a pesar de que las botas no eran de distinto número, sí que
estaban desparejadas y a medio abrochar; no significa gran cosa el deducir que salió con
mucha prisa.

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— ¿Y qué más? —le pregunté.

—Advertí, de pasada, que había escrito una carta antes de salir de casa, pero cuando estaba
ya totalmente vestida. Usted se dio cuenta de que el dedo índice de la mano derecha de su
guante estaba roto, pero no se fijó, por lo visto, en que tanto el guante como el dedo
estaban manchados de tinta violeta. Había escrito con mucha prisa, y había metido
demasiado la pluma en el tintero. Esto debió de ocurrir esta mañana, pues de lo contrario
la mancha de tinta no estaría fresca en el dedo. Todo esto resulta divertido, aunque sea
elemental, Watson.”

En cualquier ciencia no basta con la compleja actividad de observar, es necesaria la


creación de hipótesis, que tendrán que comprobarse para poder crear el conocimiento,
logrando así sentirse seguro y estable ante el mundo.

Pero ¿Por qué enfocarnos en la ciencia de la deducción? Un método que se encuentra en


varias aventuras de un justiciero ficticio, lejos del gusto por las novelas de corte policiaco o
por el agrado hacia el detective británico.

Podemos mencionar que los relatos de Arthur Conan Doyle contienen uno de los enigmas
más importantes para los seres humanos, cómo lo es el poder conocer a la persona que está
enfrente de nosotros; esto se puede ver reflejado en el análisis de los elementos que nos
hacen ver como las ciencias, en especial las ciencias sociales, se han tenido que modificar a
través del tiempo y es que, para el estudio del ser humano, no se puede ser estático, es
necesario ser dinámico, ver el mundo en su evolución, en constante cambio, para poder
construir nuevos saberes que beneficien a la humanidad, debido incluso a la velocidad con
la que el ser humano es capaz de cambiar para adaptarse a su medio ambiente.

Pero no solo podemos usar la ciencia de la deducción aplicada a otras ciencias, si no ¿qué
caso tendría el título de nuestro escrito? Para ello consideramos necesario profundizar en
el método holmesiano, también llamado método de la abducción. Dicho concepto tiene su
origen en Aristóteles, el cual mencionaba que los razonamientos abductivos son silogismos
en donde las premisas sólo brindan cierto grado de probabilidad a la conclusión; sin
embargo, es hasta 1970 cuando Peirce en Deducción, Inducción e Hipótesis2 retoma el
concepto definiendo a la abducción o hipótesis cómo la presencia de ciertos elementos
observables de un fenómeno no manifiesto en toda su dimensión, de los cuales se concluye
que pertenecen a una clase particular de objetos, este tipo de inferencia se presenta a partir
de una regla y de un resultado. Es en este tipo de inferencias donde el fenómeno debe ser
reconstruido, pues no es directamente asequible al observador. En otras palabras el caso
abductivo, a diferencia del caso de la deducción o la inducción, se mantiene oculto, como
algo que debe ser revelado. El caso, ya pasado o presente, pero críptico, sólo se manifiesta
a través de signos "observables", el resultado. La conclusión de la abducción es el caso; un

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caso que siendo singular resume en sí las propiedades del universal; un caso, que sin
pretensión de mostrar variabilidad o frecuencias más probables, expresa configuraciones,
vínculos entre variables, modos de funcionamiento.

En la inferencia de hipótesis, los caracteres no son susceptibles de enumeración como los


objetos, a la vez que, éstos se insertan en categorías; todo lo cual la convierte en
sumamente peligrosa y temeraria, a menos que se someta a las siguientes reglas:

a) La hipótesis ha de presentarse como una conjetura sujeta a validación empírica.

b) Deberán ponerse a prueba todas y cada una de las predicciones que se produzcan en
función de esa hipótesis

c) Se tendrán en cuenta tanto los éxitos como los fracasos, a fin de su evaluación.

Al relacionar lo anterior con la vida cotidiana podemos determinar que muchos de nuestros
conocimientos y saberes se construyen a partir de las inferencias abductivas. Debido a que
no podemos ser omniscientes, tendremos que descifrar el conjunto de misterios que nos
otorga nuestro medio, desde la reconstrucción de los hechos de una habitación por los
objetos que se encuentran en ella, hasta el estado emocional de una persona por el tono
de voz. Es en este ejemplo donde nos detendremos puesto que la finalidad de este texto es
poder beneficiarnos en el plano de la comunicación a partir del razonamiento abductivo
(ciencia de la deducción llamado así por Sherlock Holmes); para ello es necesario definir
comunicación.

Comunicación y comunicar aparecen en la lengua francesa en la segunda mitad del siglo


XIV. Su traducción más cercana era “participar en común”. Durante el avance tecnológico
de medios y transportes a través del tiempo, el concepto de comunicación desarrolla un
sentido de “participar en común” a “transmitir” algo.

Si rescatamos el sentido de “participar en común” podemos basarnos en lo que Norbert


Wiener3 denomino “Cibernética”, usando como concepto clave la “retroalimentación”,
donde todo efecto retroactúa sobre su causa, así, todo proceso debe ser considerado en un
esquema espiral. ¿Por qué es importante para el tema? Porque aplicado a la comunicación
se puede decir, bajo los axiomas de Paul Watzlawick en el libro Cambio formación y solución
de problemas humanos 4 que “no se puede no comunicar” aunque no desees emitir
ninguna conducta verbal o corporal, incluso ante la ausencia de tales “emites mensajes
tanto lógicos como metafóricos” de las intenciones del individuo. Así cada individuo
percibe “la realidad de manera diferente” logrando así un eterno juego de
interdependencia entre el emisor y receptor.

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Esto es importante ya que la manera en que percibimos la realidad es la manera en que
vivimos, bajo que esquemas de creencias concebimos lo que hacemos y no hacemos,
como es el mundo y como no es, que sentidos se resaltan según la cultura en que nos
desarrollamos y son vitales para comprender el entorno. Por lo tanto cada una de nuestras
conductas y la manera en como las expresamos, comunica demasiado acerca de nosotros;
inmensidad de datos antes de lo que imaginamos, de manera inconsciente, ya que es la
manera en que hemos aprendido a adaptarnos al medio y así mantenernos vivos.

Este conjunto teórico de conocimientos tiene un origen preciso, que con objeto de narrar
al lector se explicara brevemente, ciencias como:

• La psicología que se dedica al estudio del comportamiento humano en un sentido


individual.

• La antropología que estudia las culturas y sus múltiples niveles.

• La sociología que enfoca el movimiento de las masas humanas, sus formas de


organización y las características de sus relaciones en cualquier evento.

• La etología que es la ciencia de estudio del comportamiento animal y del


comportamiento humano instintivo.

• La lingüística que estudia el proceso del habla, lengua y lenguaje a nivel general.

• La comunicación vista más como un proceso de interacción.

• La neurología en la manera en que respondemos químicamente ante estímulos


externos y su completo proceso interior.

De todas estas ciencias se rescatan teorías que nos permiten denominar la llamada y
polémica ciencia de la comunicación no verbal que, si bien haciendo a un lado el
conocimiento por sentido común, tiene sus bases científicas fundamentadas, mismas que a
continuación se mencionarán en parte, considerando que desglosar todo el avance
científico no es el propósito de este trabajo.

Poyatos en su libro La comunicación no verbal5 (1994) desarrolla un “programa cultural”


que tiene como función registrar la estructura del comportamiento en una interacción,
menciona que los programas evolucionan y son transmitidos de generación en generación,
se desarrollan en contextos específicos:

1. El marco físico (espacio): puede ser privado o público.

2. La ocasión (tiempo): determinado momento del día, semana, mes.

3. La estructura social: sólo en grupos de una composición dada

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4. La estructura cultural: los programas son unidades dentro de la cultura y se producen en
relación con otros programas.

Los programas prescriben la forma de todos los comportamientos:

a) Comportamiento vocal: objeto de estudio de la lingüística.

b) Comportamiento kinésico: El cuerpo, Paul Ekman en su libro Cómo detectar mentiras:


Una guía para utilizar en el trabajo, la política y la pareja 6 hace un estudio del cuerpo y las
expresiones faciales. Del cuerpo clasifica tres grupos de conductas: Emblemas: ademan con
significado preciso, conocido por todos dentro de un grupo cultural, determinado.
Ilustraciones: enfatizan visualmente el discurso, como subrayando o acentuando,
usualmente se usan las manos. El estilo es adquirido. Manipulaciones: movimiento que
masajea, frota, rasca, agarra, estruja, acomoda una parte del cuerpo a otra. También toma
especial consideración de las expresiones emocionales: Microexpresiones: expresiones
emocionales que abarcan todo el rostro y duran una fracción de segundo. Brindan una
autodelación de una emoción oculta. Expresiones abortadas: es una expresión
interrumpida, no abarca todo el rostro, y dura más que una microexpresión. Se suele
encubrir con una sonrisa.

c) Comportamiento territorial: denominado proxémica, en su libro La dimensión oculta7


Edward Twitchell Hall, y definido como el estudio del empleo que el hombre hace del
espacio. Trata de la noción de distancia fuera del campo de la conciencia que es una
elaboración de la cultura. Estudiado por la antropología y la etología.

d) Otros comportamientos comunicativos poco estudiados: Como lo paraverbal: ejemplo


de ello se menciona en Patrones de Cualidad Vocal en Psicoterapia: Desarrollo y Estudio de
Confiabilidad de un Sistema de Codificación8 en el cual los parámetros sonoros de la voz,
resultan primordiales para la interpretación del habla: Tono: Corresponde a la evaluación
de lo agudo o grave del sonido. Intensidad: Corresponde al volumen de la voz. Duración:
Corresponde a la evaluación de un sonido como más largo o más corto. Timbre:
Corresponde a la cualidad particular de la voz de determinada persona.

¿Esto qué relación tiene con el método abductivo? A continuación se explica: se requiere
observar no sólo eso, sino también la indumentaria, constitución física, las posturas, formas
de moverse, comportamiento químico, el que nos llega por el olfato y el gusto, táctil y
sexual; y un sinfín de conjuntos teóricos que abarcaría más que el texto. Sin embargo
también requiere la formulación de hipótesis, cuáles pueden ser comprobadas por medio
de respuestas a estímulos al individuo, básicamente se requiere tener una amplia variedad
de hipótesis ya que ninguna conducta tiene un significado preciso, y esa es la ciencia de la
deducción humana. De ahí que sería un equívoco no tomar en consideración las palabras

6
de Sherlock Holmes “sería un error capital el teorizar antes de poseer datos.
Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías
en lugar de encajar las teorías en los hechos” por lo tanto resulta fundamental aplicar la
ciencia de la deducción en cualquier ocupación.

Bibliografía

1. Conan Doyle, A. (2001). Un caso de identidad. In Las aventuras de Sherlock Holmes (p. 53). Barcelona:
MEDIASAT.

2. Peirce, C., & Werner, J. (1970). Deducción, inducción e hipótesis. Buenos Aires: Aguilar.

3. Wiener, N. (1981). Cibernética y sociedad (2.nd ed.). México: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

4. Watzlawick, P., & Weakland, J. (1985). Cambio: Formación y solución de los problemas humanos (4a ed.).
Barcelona: Editorial Herder.

5. Poyatos, F. (1994). La comunicación no verbal. Madrid: Istmo.

6. Ekman, P. (2010). Cómo detectar mentiras: Una guía para utilizar en el trabajo, la política y la pareja (Nueva
ed.). Barcelona: Paidós.

7. Hall, E. (1987). La dimensión oculta (11 ̇ed. en español. ed.). México [etc.: Siglo Veintiuno.

8. Tomicic, Alemka; Martínez, Claudio; Chacón, Luis D.; Guzmán, Marco; Reinoso, Alejandro. (2011). Patrones
de Cualidad Vocal en Psicoterapia: Desarrollo y Estudio de Confiabilidad de un Sistema de Codificación.
Psykhe, Sin mes, 77-93.

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