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E
n los 64 pesukím de la parashat de esta semana, se nos ordena algunas
prescripciones concerniente a la vida cotidiana, que tienen que ver con aspectos
morales y cultuales; al igual que algunas sanciones de falta cultuales y faltas
contra la familia, concluyendo con una exhortación final. Ahora bien, el tema de la porción
de la parashat de esta semana es acerca de los Peát
La palabra en español es Aladar, porción de cabello en la zona de las patillas que cae en
cada una de las sienes, que se deja crecer de acuerdo a la palabra escrita en la Toráh.
en cientos de pasajes a todo lo largo del Tanák como por ejemplo en Shm (Ex) 26:20 Y
para el segundo lado del Mishkán, en el lado (Peát) del norte, harás veinte tablas", y de
nuevo:
Del lado (Peáh) del occidente, el Mar Grande, desde la frontera hasta enfrente de la
entrada de Jamát; este será el lado (Peát) occidental. Yj (Ez) 47:20.
Un corte de cuenco era un antiguo corte de pelo con significado pagano que se realizaba
poniendo un cuenco redondo sobre la cabeza y cortando todo el pelo que quedaba expuesto
al exterior.
“Hijos sois de Yahweh vuestro Eloheí; no acuchillareis, y ni dejareis calva entre vuestros
ojos por muerto. 2 Porque eres pueblo apartado para Yahweh tu Eloheí, y a ti escogió
Yahweh para que seas para él por pueblo de su propiedad, de entre todos los pueblos que
están sobre la faz de la tierra.
Aunque, al lector moderno cortarse el pelo pueda parecerle un acto extraño de luto, ésta era
una práctica común en el mundo antiguo. De hecho, incluso la Toráh permite a los no
Yisraelí realizar esta despreciable práctica fúnebre en ciertos contextos. Esto es lo que
leemos con respecto a la mujer Goi cautiva: Ella se rapará la cabeza... se quedará en tu
casa llorando por su padre y por su madre un mes entero Dev (Dt) 21:12-14. Como un
acto de bondad, la Toráh permite a las mujeres no guardadoras de la toráh ni parte de
Yisraél, afeitar su cabeza mientras se lamentan por la reciente muerte de su padre y su
madre Db (Dt) 20:13-14.
Ésta práctica de hacerse calvicies en la cabeza también la mencionan los Nebiím. Así
leemos: Cambiaré vuestras fiestas en lloro y todos vuestros cantares en lamentaciones;
haré que toda cintura vista arpillera y que se rape toda cabeza (hagan calvicies). Y volveré
la tierra como en llanto por el hijo único, y su final será como un tiempo amargo. Amos
8:10.
Del mismo modo leemos: Hazte calvez, y ráete la cabeza, por los hijos de tu deleite.
Ensancha tu calvicie como el buitre, porque se te han ido en cautiverio. Mik (Mi) 1:16.
Éstos son sólo dos de los muchos pesukím relacionados con la práctica, en tiempos
antiguos, de hacerse calvicies como acto de luto junto con los lamentos, rasgarse la ropa y
vestirse de arpillera.
Vayiqrá 21:5 vemos una prohibición similar que se aplica específicamente a los Kohaním
(los descendientes de Aarón.
Hay que hacer notar que el Nazareo hace un voto de no afeitar su cabeza Bm (Nm)
6:5. Al final del periodo de abstención, el Nazareo afeita toda su cabeza, tal nosotros
leemos: ... el tiempo que se cumpla el tiempo de su Nazareato vendrá a la puerta de la
tienda de reunión... Entonces el nazareo se afeitará su cabeza aparatándose a la puerta
de la tienda de reunión, tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los pondrá sobre
el fuego que está debajo de la minjáh de Shelamím Bem (Nm) 6:13. La razón por la que al
Nazareo se le permite afeitar toda su cabeza es porque que él no está haciéndolo como un
acto de luto. Del mismo modo leemos en 2 Shm (Sm) 14:26 que todos los años Abshalóm,
el hijo de Rey David, dejaba crecer su pelo y después afeitaba su cabeza. De nuevo, éste no
era un acto de luto y en consecuencia le estaba permitido afeitarse la cabeza.
¿la prohibición de afeitarse la barba es una prohibición general para todas las ocasiones o
está exclusivamente prohibido como acto de luto o tristeza?
Quizás la primera pista con respecto al afeitado de la barba de uno es la purificación ritual
del Metzoráh o "leproso". Leemos en Vy (Lv) 14:9: "Al séptimo Yom se afeitará todo el
pelo de su cabeza, la barba, las cejas de sus ojos, o sea, todo su pelo; lavará sus vestidos y
bañará su cuerpo en agua, y quedará limpio". Vemos que en ciertos contextos a una persona
se le exige afeitarse la barba e incluso que es un acto de purificación. Del mismo modo,
leemos sobre la consagración de los Leviím: Así harás para purificarlos: Rocía sobre ellos
el agua de la expiación y haz pasar la navaja por todo su cuerpo; ellos lavarán sus
vestidos y así quedarán purificados. Bm (Nm) 8:7. De nuevo vemos que el afeitarse la
barba e incluso todo el pelo no sólo está permitido sino que puede ser un acto de
purificación para alguien que estaba impuro debido a su Metzoráh o lepra.
Que afeitarse la barba era un acto de luto en tiempos antiguos resulta evidente a partir de
muchos pasajes Bíblicos. Por ejemplo, en el Libro de Yirmiyáhu leemos sobre un grupo de
peregrinos que lamentaban la destrucción del Templo: Llegaron unos hombres de
Shequem, de Shiló y de Shomrón. Eran ochenta hombres, con la barba rapada, las ropas
rasgadas y llenos de rasguños, que en sus manos traían presentes e incienso para llevar a
la casa de Yahweh. Yr (Jr) 41:5. Vemos que estos peregrinos se estaban lamentando y en
consecuencia rasgaron su ropa, y afeitaron sus barbas. Por tanto resulta claro que el
afeitarse la barba junto con el rasgado de las vestiduras son también actos de dolor por
causa de la destrucción del templo en el tiempo de la cautividad de Babel en Yerushaláyim.
(Yejezqél 8:3)
3
levantó y mi cabeza Tzitzít por me tomó y mano figura envió y
Y envió la figura una mano y me tomó por los Tzitzít de mi cabeza y me levantó.
aquí los Peát se comparan con los Tzitzít que se usan en las extremidades de los
vestidos indicando que como los Tzitzít contiene el nombre de Yahweh y los séfer
(libros) de la toráh que nos recuerdan los mandamientos para no desviarnos tras
nuestro corazón y los ojos los cuales nos prostituyen, así mismo los Peáh
representan el nombre de Yahweh y sus mandamientos además los que obedecen
este mandamiento no se avergüenzan de la toráh y del nombre del creador.