Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
054739so PDF
054739so PDF
por la Unesco
Vol. X X X I V (1982), n.° 4
Corresponsales
Bangkok: Yogesh Atal
Belgrado: Balsa Spadijer
Buenos Aires: Norberto Rodríguez
Bustamante
Canberra: Geoffrey Caldwell
Colonia: Alphons Silbermann
Delhi: André Béteille
Estados Unidos de América: Gene M . Lyons
Londres: Cyril S. Smith
México: Pablo González Casanova
Moscú: Marien Gapotchka
Nairobi: Chen Chimutengwende
Nigeria: Akinsola A k i w o w o
Ottawa: Paul L a m y
Singapur: S. H . Alatas
Tokio: Hiroshi Ohta
Túnez: A . Bouhdiba
LOS COMPONENTES
DE LA MÚSICA 94
Sociología
K . Peter Etzkorn Sociología de la práctica musical y de los grupos sociales 619
Alphons Silbermann Objetivos cognoscitivos de la sociología empírica
de la música 637
K . Peter Etzkorn
El estudio de las prácticas sociales relacio- terreno con miras a las aplicaciones prácticas.
nadas con las actividades musicales en cultu- Por ejemplo, si descubriéramos el m o d o de
ras contemporáneas revela muchas paradojas. utilizar la música para acercar a los diferentes
Por ejemplo, aunque la música es reconocida pueblos e incrementar el aprecio m u t u o , ¿ n o
c o m o una actividad h u m a n a universal, ella sería ésta una pequeña contribución hacia un
divide sin embargo a los pueblos en agrupa- m u n d o m á s h u m a n o ?
mientos bien definidos. L a música puede E n este artículo nos proponemos exami-
llegar a constituir una barrera en el trato nar las diversas funciones desempeñadas por
social, c o m o cuando algunos grupos de jóve- la música en los grupos sociales y las de éstos
nes consideran el rock and roll c o m o la única en la vida musical; esperamos mejorar así
música con la cual merece nuestra comprensión so-
la pena vincularse. O bre lo que la música ha
bien, aunque la produc- K . Peter Etzkorn es profesor de socio- aportado a las culturas
ción de música es típica- logía y antropología en la Graduate
School de la University of Missouri- contemporáneas, y cono-
mente un fenómeno de St. Louis, 8001 Natural Bridge Road, cer mejor la variedad, el
grupo, aunque m á s no St. Louis, Missouri, 63121 (Estados lugar que ocupa y las fun-
fuera por las tradiciones Unidos de América). H a dirigido tra- ciones que tiene la músi-
musicales perpetuadas bajos prácticos de etnomusicología en ca en la estructura social,
Brasil y en Medio Oriente y estudios
por la sanción de grupos sociológicos sobre música urbana con miras a ayudar a quie-
sociales, por la presencia en los Estados Unidos. H a formado nes buscan acrecentar la
de un auditorio o por la parte de la Junta Directiva de la comprensión ehtre las
actuación de u n conjunto Sociedad de Etnomusicología y es culturas por medió de la
miembro del Comité Ejecutivo del
u orquesta, no es infre- participación. Veremos
Instituto Internacional de Sociología.
cuente que la veneración también en el presente
de un artista determi- artículo el m o d o en que
nado o de u n compositor la moderna tecnología
"excepcional" impida reconocer la naturaleza de la comunicación afecta la música.
colectiva del fenómeno. O incluso, también,
E n todo análisis de las relaciones entre
el ámbito en donde se ejecuta una obra, c o m o
las actividades musicales y sus marcos sociales
una cantata de Bach en una catedral o en una
es importante recordar que los conceptos
sala de conciertos, puede influir en la valora-
tanto de música c o m o de sociedad cubren
ción del. sentido imputado a- la obra. Estos
realidades empíricas sumamente heterogéneas.
ejemplos y otros parecidos indican algunos de
Por ejemplo, existe escaso consenso entre los
los orígenes de las numerosas paradojas m e n -
cionadas, y ofrecen un fértil c a m p o de estudio *E1 autor agradece las valiosas sugerencias que el redactor
a los especialistas que desean esclarecer el jefe de la RICS formulara para la preparación de la
versión definitiva del presente artículo.
620 K. Peter Etzkorn
Pitágoras (circa 530 a. de J. C.) llevando a cabo experimentos acústicos (tomado de Theoria musicae,
Milán, 1492). D . R .
un sitio que satisfaga al máximo su concepto instrumentos de una orquesta y de todas las
de un sonido orquestal equilibrado. Natural- voces de un coro son transmitidos por el
mente, este control individual sobre la recep- altavoz. Estos sonidos sincrónicos aparecen
ción de los sonidos musicales no puede ejer- acústicamente amalgamados y los efectos de
cerse cuando se escucha un disco. U n a vez la mezcla electrónica que se agregan aparente-
efectuada una grabación, el proceso ha fijado mente se superponen, c o m o cuando a ciertos
los contrastes, impreso los surcos del disco y instrumentos o voces se les da una estrecha
determinado la reproducción invariablemente. proximidad de sonido. También se encuen-
Siendo que los discos constituyen la prin- tran con alguna frecuencia alteraciones en los
cipal fuente de ejemplos en la educación tiempos de reverberación y la introducción de
musical y la principal fuente de programación efectos de eco, que por lo común escapan al
en las emisiones de radio, están;creando en las control artístico de los músicos ejecutantes,
generaciones actuales preferencias musicales, pues en las interpretaciones en vivo son fenó-
valores sónicos y aún todo un ambiente acús- menos frecuentes que tienen que ver con las
tico determinado. La música para tales audito- dimensiones arquitectónicas del recinto. Por
rios no es ya la música en vivo con sus último, la reproducción electrónica del sonido
variaciones acústicas, sino la calidad inamovi- tiende a menoscabar la banda de frecuencia
ble de la música grabada. El sonido grabado, de vibraciones característica de cada instru-
tal c o m o se reproduce mediante altavoces, mento. Las grabaciones suelen estar dis-
puede así m u y bien ser aceptado c o m o la puestas técnicamente de m o d o que se compen-
norma. Respecto a la música rock, Stith sen electrónicamente las deficiencias de los
Bennett ha señalado la influencia que ha altavoces exagerando el volumen de las fre-
ejercido en algunos músicos el sonido gra- cuencias m á s bajas mientras que se sofocan
bado, al punto que en un concierto suelen desproporcionadamente las más altas. El soni-
modular sus instrumentos para imitar la graba- do grabado y reproducido electrónicamente
ción.3 Los conjuntos de rock llegan incluso a aparece por lo tanto deformado en relación al
amplificar y a modificar electrónicamente el producido por medios tradicionales.
sonido de sus instrumentos a fin de producir
algo que se aproxime al sonido de estudio de
las grabaciones por las que el grupo es cono- La difusión de la música
cido. Cuando éste' actúa al aire libre o en
determinados locales, suele requerirse un arti- D a d o que existen grabaciones disponibles de
ficio electrónico considerable para modificar todas las obras tradicionales y contemporá-
el sonido a fin de que pueda equipararse con neas, nuestra experiencia musical abarca hoy
las grabaciones del grupo. L a estética o un gran número de periodos históricos y
"norma" tecnológica domina, y se llega a tradiciones culturales. L a simultaneidad de
considerar que la música en vivo debe subordi- acceso a la música en vivo y a la grabada
narse a la tecnología. ofrece a nuestros contemporáneos una amplia
Algunos compositores han escrito tam- variedad de oportunidades estéticas. Puede
bién obras para orquesta sinfónica que aspiran así escucharse lo antiguo y lo nuevo, la música
a recrear el panorama sonoro de la música vocal, la música de todos los rincones del
electrónica. L a música transmitida por medio m u n d o , para conjuntos pequeños o grandes, y
de altavoces produce una experiencia sónica ello principalmente gracias al recurso de la
distinta a la generada por instrumentos en reproducción electrónica.4
vivo en condiciones normales. Las diferencias Estas oportunidades están m u y generali-
básicas pueden atribuirse a la intensidad del zadas. C o m o parte de su política cultural,
sonido que emana de fuentes relativamente algunos países procuran incluso traer la m ú -
bien delimitadas y definidas c o m o es el cono sica de otros pueblos. Las bibliotecas públicas
de un altavoz. Los sonidos de todos los y las colecciones de universidades y otros
Sociología de la práctica musical 625
El festival anual de música tradicional, que se celebra en Galax, Virginia (Estados Unidos de América),
reúne a más de dos mil músicos. Bmhaud/Rush.
físicos de distancia y para abatir las barreras fuere la razón que les mueve, lo cierto es que
culturales que impedían el estudio y el tras- permiten la creación, patrocinan las interpreta-
plante de la música extranjera. Acaso la ciones o propugnan la enseñanza de prácticas
difusión en otros países de la música del musicales sin estar directamente implicados
periodo clásico europeo habría sido conside- en ellas. E n suma, proporcionan el marco
rada c o m o "imperialismo cultural" si tal expre- institucional dentro del cual la música se crea,
sión se hubiera conocido en la época; también se interpreta y se escucha. Por ejemplo, en
es posible que haya conducido a un empobreci- Australia, Europa occidental y los Estados
miento cultural al coartar el desarrollo autó- Unidos de América, la vida de la ópera y de
n o m o de las culturas locales. Los interro- los conciertos "serios" sólo es posible gracias
gantes quedan formulados; pero lo cierto es a la sanción positiva de una mayoría, que, aun
que históricamente esa difusión ha llegado a cuando n o asista a conciertos ni participe en la
constituirse en un símbolo de disminución del música seria, permite que generosas subven-
conflicto, c o m o cuando los representantes de ciones estatales cubran los déficits.6 Si se
las naciones del m u n d o se reúnen para escu- retirara su apoyo económico a la música seria,
char la Novena Sinfonía de Beethoven en una o se dirigieran críticas por razones ideológicas
Asamblea General de las Naciones Unidas. al género de música producida (como se hizo
en la Alemania nazi), o se definieran las
actividades musicales c o m o holganza impro-
El público y los protectores ductiva o con cualquier otro tipo de argu-
mento negativo, todos los directamente empe-
Las actividades musicales implican siempre la ñados y comprometidos en la música tendrían
participación de un cierto número de perso- que sufrir las consecuencias.
nas, ya sea c o m o creadores o intérpretes, También los distintos regímenes polí-
c o m o oyentes individuales o colectivos, o ticos de las naciones hallan reflejo directo en
c o m o "protectores culturales" que, aunque no los sistemas de protección de las artes o en el
estén directamente implicados en una activi- m o d o de aplicación de los controles oficiales a
dad musical concreta, son sus fervientes defen- la promoción de la vida musical. E n algunos
sores. Esta categoría de protectores de la países y en determinados periodos se suele
música cumple en la vida de este arte un papel promover la interpretación de obras de compo-
importante, que no siempre ha sido estudiado sitores escogidos como expresión de la política
con atención. oficial, mientras otros compositores se pros-
Los creadores e intérpretes de música se criben. Formas de arte exclusivamente practi-
hallan inmersos en la cultura del gran público cadas un día para solaz de selectas minorías
y de los "protectores pasivos". Sin estos pueden ser difundidas luego ampliamente,
últimos, sería difícil validar las actividades c o m o prueba de accesibilidad democrática
musicales; ni el público en general ni el oyente tras el triunfo de una revolución. E n la mayor
alcanzan por sí solos a hacerlo. Los protec- parte de estos casos, el control que se ejerce
tores pasivos pueden considerarse como la sobre la vida musical tiende a ser identificado
mayoría silenciosa, el telón de fondo sobre el con alguna institución estatal o social concreta.
que se desarrollan las actividades musicales. Es evidente, pues, que la música c o m o
Acaso no se opongan a las grandes corrientes medio de difusión cultural tiene que ser inelu-
culturales, c o m o por ejemplo relegar las tradi- diblemente estudiada dentro de contextos
ciones musicales populares al campo exótico sociales complejos. Existen mecanismos so-
de los etnomusicólogos o la conquista de las ciales activos que provocan una aculturación
ondas por el rock-and-roll. Pueden sancionar musical. L a aculturación musical obra a través
nuevas prácticas no por razones estéticas o de los grupos sociales. Los grupos se valen de
musicales explícitas, sino tal vez por razones hechos culturales para marcar sus fronteras, y
económicas; pero de todos modos, sea cual las prácticas musicales asumen frecuente-
Sociología de la.práctica musical 627
mente esta función. L o s músicos de jazz, los deciden sobre los criterios de gusto. A este
adeptos de la teoría de la composición serial, respecto d e s e m p e ñ a n funciones comparables
los músicos de rock-and-roll, por citar sólo a las de otros grupos en la vida social. E n lo
unos pocos, constituyen grupos diferenciados. que atañe a la música, las bases sociales en las
C o n frecuencia se observa en ellos u n etnocen- que dichos grupos se sustentan h a n sido
trismo radicalizado, u n a falta de tolerancia frecuentemente asociadas con intereses religio-
hacia otros estilos de música o de músicos y sos y políticos. A veces también intervienen
una voluntad o aptitud nulas para interpretar factores personales, c o m o cuando se asocian
piezas en otros estilos musicales. Según su formas de orquestación preferidas con la pre-
propia escala de valores pueden incluso descar- ponderancia de ciertos instrumentalistas, o
tar otras experiencias musicales, n o porque entran en juego factores materiales cuando
amenacen su arte, sino por considerarlas indig- determinados requerimientos musicales —co-
nas de consideración. L a enseñanza de la m o puede ser la existencia de ciertos tipos de
música en íá escuela procede^ muchas veces generadores de sonido— sólo existen en u n
así, por ejemplo cuando la música no occiden- local dado. Tales factores fueron por ejemplo
tal o la música pop se reputan indignas de u n determinantes en la formación del grupo de
estudio serio. músicos en torno al estudio electrónico de la
Los grupos sociales q u e definen "lo que Radio de A l e m a n i a Occidental (Colonia) d u -
es apropiado" en música establecen las pautas rante los años cincuenta. E n el seno d e grupos
de interpretación y las normas estéticas y c o m o éste se desarrollan y afinan criterios y
628 K. Peter Etzkom
Vangelis, el compositor griego autodidacta, conocido como el Tchaikovski electrónico, (no lee las
partituras musicales), en su estudio rodeado de su equipo electrónico, ian Cook/People.
por ello a la categoría de música seria. Por para minorías escogidas. Sin embargo, algún
lo tanto, el criterio de clasificación deberá tiempo después, esta m i s m a música puede
basarse en alguna otra cualidad, distinta de la volver al ámbito de lo popular. Por ejemplo,
difusión numérica. Estos otros criterios, n o la contredanse europea pasó a ser la "contra-
obstante, pueden guardar relación con inte- danza" en América Latina, América del
reses ligados, a la protección de la existencia Norte y el Caribe, y a su vez se convirtió en la
de un grupo social determinado. C o m o ya se "habanera" popular, que regresó a Europa
ha dicho, los centros de enseñanza no fomen- c o m o "música de arte" utilizada en óperas y
tan el estudio ni la práctica de la música en composiciones sinfónicas. Salvo en perio-
popular. Por otra parte, las compañías disco- dos históricos delimitados y concretos, las
gráficas están interesadas en abrir un mercado esferas de la música de arte y de la música
lo m á s amplio posible para sus grabaciones de popular tienden a confundirse musicológica-
"clásicos". E n consecuencia, comercializarán mente, y en consecuencia es m u y difícil anali-
y promoverán sus grabaciones "serias" por zarlas c o m o entidades separadas.
medio de técnicas que hayan dado buenos El impacto de la música popular ameri-
resultados en la esfera de lo pupular. Algunas cana en el Japón ejemplifica c ó m o el producto
obras musicales que en otros tiempos fueran de una cultura puede alcanzar popularidad en
interpretadas para concurrencias numerosas, otro contexto cultural totalmente distinto. L a
en una época ulterior y en circunstancias música japonesa tradicional emplea la repeti-
distintas pueden alcanzar el estatus de arte ción en una medida m u y limitada, pero la
630 K. Peler Etzkorn
música popular japonesa contemporánea va treinta y cuarenta, la condena por parte de las
introduciendo cada vez m á s la repetición de autoridades, de compositores como Mendels-
frases. Por otra parte, Yoshihiko Tokumaru sohn y Mahler se explica por razones políticas
indica que a partir de 1970 se ha ido gradual- o ideológicas. Cuando la interpretación de la
mente reduciendo la importancia atribuida a obra de Shakespeare Sueño de una noche de
la entonación tradicional en el lenguaje coti- verano con música de Mendelssohn pasó a
diano. Así, la entonación habitual de la len- considerarse contraria a la política guberna-
gua japonesa se ve substituida por una serie mental, proliferaron las composiciones sucedá-
de sílabas pronunciadas én un solo tono. Esta neas imitando la partitura proscripta. N o era
tendencia se manifestó primero en las traduc- tanto la música lo que se rechazaba, sino a
ciones de textos de canciones populares occi- ciertos compositores.10 D e un m o d o análogo,
dentales, pero los propios japoneses la aplican es difícil, si no imposible, identificar las carac-
hoy conscientemente al escribir las letras de terísticas intrínsecas que diferencian las can-
las canciones. Tokumaru resume los cambios ciones de los agitadores políticos, sean éstos
observados en el ámbito de la música popular de izquierda o de derecha. N o es la música
japonesa durante los últimos cien años del sino la letra lo que permite definir las can-
siguiente m o d o : a) adaptación o adopción de ciones c o m o "conservadoras" o "revoluciona-
la estructura melódica y armónica de la música rias". E n otras palabras, la música puede
occidental; b) uso de instrumentos occiden- servir causas políticas tanto de derecha c o m o
tales para acompañar canciones; c) nacimiento de izquierda, o bien las fuerzas que desean
del Kayokyoku por combinación de lo ante- modernizar una sociedad.
rior con características melódicas tradicio- La música étnica pone también de mani-
nales; d) composición de géneros m á s bien fiesto la importancia de las letras de las
occidentales, como el rock y la folk song, canciones. E n su obra Ethnic music in A m e -
conforme a los modelos del m u n d o occiden- rica, Stephen Erdely nos hace ver que la
tal; y f) cambio del gusto musical nacional y música étnica instrumental es practicada por
del estilo tradicional japonés a los estilos personas de m u y diversas procedencias nacio-
occidentalizados. Desde la era Meiji en ade- nales, mientras que la música vocal es carac-
lante, la música tradicional japonesa fue subs- terística m á s bien de grupos de una misma
tituida por la música occidental. L a introduc- nacionalidad que buscan mantener las tradi-
ción y vulgarización gradual de esta última, ciones sociales. "El aspecto sentimental que
resultado de una determinada política oficial, caracteriza a la mayor parte de los grupos
vino a representar un rechazo de lo tradicio- sociales que cantan se manifiesta en el propó-
nal en la sociedad japonesa. El principio sito de preservar la lengua, la música y la
motor del gobierno japonés en aquel m o m e n t o cultura nativas. Las canciones folklóricas,
era que la "occidentalización significaba m o - populares y patrióticas son veneradas por
dernización". estas sociedades."11 Las letras, cantadas en
L a promoción oficial de los sistemas tona- su propia lengua, son el vínculo simbólico con
les y de los rasgos estilísticos occidentales en la cultura tradicional dentro de la sociedad
Japón es claro ejemplo de que la música anfitriona, lingüística y culturalmente dife-
puede servir a causas ideológicas. L a nueva rente. M á s que la música, pareciera que son
música de Occidente iba a substituir a las las letras las que reforzaran los nexos de la
formas de expresión tradicionales y a consti- solidaridad social y las que expresaran los
tuirse en el signo de la modernización. Estas sentimientos comunes. U n a inferencia aná-
melodías y armonías occidentales, son, sin loga se extrajo de los estudios sobre las
embargo, fundamentalmente distintas de los canciones del movimiento de protesta antibé-
estilos tradicionales japoneses, por ejemplo, lico de los Estados Unidos en los años sesenta.
en lo que se refiere al sistema tonal. E n una N o era en este caso tanto la música la que
época posterior, en la Alemania de los años difería del modelo dominante, sino las letras.
Sociología de la práctica musical 631
los retos planteados por extraños y forasteros. tante, debemos tener en cuenta las diferentes
L a intolerancia respecto a ciertas expresiones expectativas que los individuos tienen res-
musicales puede considerarse, así, c o m o lo pecto de la música. Incluso entre los grupos
contrario al respeto de la identidad de cultu- de edades m á s avanzadas, las preferencias
ras o grupos diferentes, tal c o m o se manifes- musicales varían según el nivel social y la
taría con la práctica del "pluralismo" en la educación. Estudios llevados a cabo sobre
música al igual que en otras esferas de la diferentes públicos en los Estados Unidos
cultura. indican inequívocamente la alta correlación
D e m o d o semejante, las relaciones con la que existe entre el nivel de educación y las
música pueden variar según las edades de los preferencias estéticas. Las sinfonías suelen ser
interesados. C o m o ya observamos, los m i e m - preferidas principalmente por personas con
bros de las generaciones más jóvenes en la un nivel de educación superior al de la
actualidad, tanto oyentes c o m o ejecutantes, enseñanza secundaria. Los estudios realizados
están habituados al sonido modificado electró- por el National E n d o w m e n t for the Arts
nicamente. Los grupos de edades más avan- revelan que la asistencia a conciertos sinfóni-
zadas parecen relacionarse con la música más cos es elevada entre las personas socialmente
que c o m o oyentes pasivos, c o m o participantes activas.14 Se trata aquí de individuos cuyos
activos, ya sea cantando o tocando un instru- padres tuvieron un gran interés por la música
mento. E n años recientes hemos asistido a un clásica y que, jx>r su'parte, ya desde su
incremento en el uso de la música modificada infancia, mostraron un interés muy'notable
electrónicamente, especialmente entre los gru- por dicha música. Estos estudios avanzan la
pos m á s jóvenes. L a industria de grabadoras hipótesis de que la asistencia a conciertos
de cásete, de cintas y de materiales de pro- sinfónicos podría aumentarse en el referido
gramación ha estado orientada fundamental- grupo si se hiciera resaltar el hecho de que ese
mente hacia los mercados de la juventud. El tipo de frecuentación complementa un estilo
nuevo énfasis de la industria de la música en de vida social activa. A d e m á s de las satisfac-
atender y satisfacer las pautas de consumo de ciones de índole puramente musical que se
la juventud ha sido tan marcado, que se ha obtienen de la asistencia a interpretaciones
llegado incluso a introducir el término "revolu- sinfónicas, se pueden extraer otras no menos
ción de la juventud en la música". Pero esta importantes ventajas extramusicales, como un
etiqueta puede inducir a error. N o ha habido mayor prestigio social y sociabilidad con fines
nada menos revolucionario que la música políticos. Tales consideraciones no musicales
condicionada por la industria del disco. E n son igualmente manifiestas en otras circunstan-
realidad, la música provenía estrictamente de cias. Por ejemplo, en un estudio sobre las
materiales ya existentes. L o que puede haber reacciones a la introducción, del jitterbug du-
sido sorprendente o revolucionario es el rápido rante el periodo de 1935 a 1945, se llegó a la
crecimiento del poder adquisitivo de la juven- conclusión de que "en el plano de las preferen-
tud. 13 L a industria del disco y del entreteni- cias musicales populares hay muchas pruebas
miento ha respondido y empaquetado música de que cada generación, cuando acepta las
para estos consumidores. formas nuevas de la música, debe enfrentar
Puesto que la producción para el mer- las críticas y la desaprobación general de la
cado de jóvenes ha dominado una parte generación de mayor edad y socialmente más
considerable de la industria del disco en los establecida antes de que le sea posible entre-
países occidentales, y puesto que el gusto de garse abiertamente a su gusto."15 U n a socie-
los grupos de edades m á s avanzadas se formó dad puede afirmar sus valores a través de
sobre todo en la era preelectrónica, se pueden prácticas que giran en torno a la música, y
discernir claras diferencias en el gusto de ésta, en esos casos, sirve de marco para el
ambos grupos. establecimiento de relaciones (armónicas) en-
Para explicar estas diferencias, no obs- tre los participantes. E n todos estos casos, las
Sociología de la práctica musical 633
consecuencias sociales de la actividad musical expresar sentimientos que pueden ser exterio-
importan más que la música en sí misma. rizados espontáneamente a través de la m ú -
Nuestro análisis pone de relieve que las sica. L a complejidad, la fidelidad estilística o
actividades musicales constituyen un foco la integridad artística no son cuestiones que
esencial en torno al cual se desarrollan rela- preocupen a los musicoterapeutas. Estos se
ciones sociales. Los políticos prohiben las interesan m á s bien por las utilizaciones del
obras de determinados compositores; las sonido organizado en una interacción social
generaciones mayores reprueban los compor- que fomenta la participación social en el
tamientos sociales asociados a los nuevos individuo.
bailes e insisten en que la música es la causa L a musicoterapia utiliza los atributos bá-
del desorden moral existente; las produc- sicos del medio: la adopción y selección de
ciones musicales en gran escala — c o m o los sonidos del espectro acústico disponible de
conciertos sinfónicos— son consideradas apro- acuerdo con prácticas socialmente aceptables
piadas por los "socialmente activos" y econó- y con una tecnología dada. Se estimula a los
micamente acomodados. Tales situaciones y pacientes a utilizar estas dimensiones, a expre-
otras son respuestas sociales a aconteci- sarse por medio de sonidos, y a hacer música.
mientos de índole musical. Poco importa que sus realizaciones musicales
se ciñan o no a pautas rítmicas u ofrezcan
escasa variación en tono, timbre, forma o
contorno. L o esencial es entrar en acción
La música c o m o recíproca por medio y a través de la música.
factor de modificación Los pacientes imitan a otros, aportan"ocurren-
de la conducta cias propias, dan nombres a las combinaciones
de sonidos que producen y aceptan el reconoci-
U n a consideración final acerca del m o d o en miento social por sus actuaciones. Son a la vez
que la música se relaciona con las prácticas compositores, intérpretes y auditorio. E n el
sociales es la que se refiere a c ó m o puede la contexto terapéutico, estas dimensiones se
música modificar la conducta. L a musicote- concentran, por así decir, en una abstracción
rapia ayuda a los enfermos mentales o a ideal típica.
personas aquejadas por otro tipo de afecciones El empleo de la música c o m o terapia
a adaptarse mejor a las demandas de sus abona la idea de que el medio musical c o m u -
respectivos entornos sociales. Se la utiliza nica un significado que está contenido en él
también para modificar las actitudes respecto m i s m o . El terapeuta, los otros pacientes o
al trabajo, como en el caso de la música ambos son los que interpretan y dan u n
industrial. Obras tales c o m o Music in geriatric significado a los sones producidos por el
care, de Ruth Burght (1972); Opening doors paciente y quienes, por sus reacciones a los
through music, de W . K . Harbert (1974), sones referidos, dan a la respuesta un carácter
Sound and science: developmental learning for coherente o aleatorio. Si hay coherencia,
children through music, de M . J. Deaver entonces los sonidos pueden atribuirse a una
(1975) y Musiktherapie als Problem der Gesell- serie reconocible de respuestas, pueden ser
schaft, de M . Geck (1973) son ejemplos de clasificados y aceptados c o m o dotados de un
una pujante producción sobre dicha mate- mayor o menor valor comunicativo allende el
ria.16 Estos estudios ponen de manifiesto las puro sonido. L a interacción entre paciente,
diversas formas en las que ciertas experiencias terapeuta y los otros pacientes en el contexto
musicales ayudan a los individuos a integrarse institucional se convierte así en la fuente del
más plenamente en la vida social. La musicote- significado de la música; ella establece los
rapia reconoce directamente la naturaleza parámetros de la aceptación musical.
social de la música; en efecto, se la emplea L a aceptación de la música de otros, ya
por su capacidad para ayudar al paciente a sean de una generación diferente, de un grupo
i
634 K. Peter Etzkorn
Notas
1. Véase, entre otros, Alphons 4. K . Peter Etzkorn, "In Véase Bonnie W a d e y Daniel
Silbermann, "Soziologie der defense of mass communications Heartz (dir. publ.), Report of
Künste", en: René König (dir. technology, Viena, Mediacult, the 12th Congress, p. 570-589.
publ.), Handbuch der 1979. Kassel, Baerenfeiter, 1981,
empirischen Sozialforschung,
vol. 13, p. 117-345, Stuttgart, 5. Swedish National Council for 10. Fred K . Prieberg, Musik im
E n k e , 1979; K . Peter Etzkorn, Cultural Affairs, Phonograms NS-Staat, Frankfort, Fischer,
Music and society, p. 3-40, and cultural policy (resumen en 1982.
Nueva York, Wiley- inglés del informe
Interscience, 1973; y Fonogrammen i 11. Stephen Erdely, "Ethnic
W . V . Blomster, "Sociology of Kulturpolitiken), Estocolmo, music in the United States: an
music; Adorno and beyond", 1979, 49 p. overview", en: Israel J. Katz
Telos, vol. 28, 1976, p. 81-112. (dir. publ.), 1979 yearbook of
C o m o sinopsis de la reacción 6. K . Peter Etzkorn, "The the International Folk Music
crítica frente a Adorno, véase practice of formal music in Council, p. 114-137, Unesco,
K . Peter Etzkorn "Reseña America", en: Desmond M a r k 1979.
sobre Introduction to the (dir. publ.), Stock-taking of
sociology of music de Theodor musical life, p. 79-87, Viena, 12. Véase la reseña de K . Peter
W . Adorno", American journal sDoblinger, 1981. Etzkorn sobre la obra de
of sociology, vol. 83, 1978, R . Serge Denisoff, Sing a song
p. 1036-1037. 7. Karlheinz Stockhausen, of social significance, en:
Texte zur Musik, vol. 3, Sociology arid social research,
2. Sobré el tema de las Colonia, D u m o n t , 1971. vol. 57,1973, p. 544-545.
relaciones entre el marco
arquitectónico de la música y los 8. Ibid. 13. K . Peter Etzkorn,
diversos aspectos musicales "Opportunities for the study of
puede verse el detallado trabajo 9. L a siguiente exposición está social change through the
de Kurt Blaukopf, Akustische basada en buena parte en las sociology of youth music", en:
Umwelt und Musik des Alltages, contribuciones de Andrew T . Lynn Smith y M a n Singh Das
Darmstadt, Institut für neue McCredie, K . Peter Etzkorn, (dir. publ.), Sociocultural
Musik und Musikerziehung, Lionie Rosenstiel, Ekkehard change since 1950, p. 299-308,
1980. Jost, Wolfgang Laade, Klaus Nueva Delhi, Vikas Ltd., 1978.
Wachsman y Yoshihiko
3. H . Stith Bennett, On Tokumaru a la sesión dedicada 14. National Endowment for
becoming a rock musician, al tema "transmutaciones de la the Arts, Research Division,
Amherst, University of música popular norteamericana Audience development: an
Massachusetts Press, 1980, en todo el mundo", llevada a examination of selected analysis
especialmente el capítulo I V cabo durante el 12.° congreso and prediction techniques
"Performance: aesthetics and de la International applied to symphony and theatre
the technological imperative", Musicological Society, attendance in four southern
p. 159-189. celebrado en Berkeley en 1977. cities, Washington D . C . , 1981.
Sociología de la práctica musical 635
15. J. Frederick MacDonald, St. Martin's Press, 1972; Development and Research,
'"Hot Jazz', the jitterbug, and Wilhemina K . Harbert, Inc., 1975 ; Martin G e e k ,
misunderstanding: the Opening doors through music: a Musiktherapie als Problem der
generation gap in swing practical guide for teachers, Gesellschaft, Stuttgart, Ernst
1935-1945", Popular music and therapists, students, and parents, Klett, 1973. Estos estudios
society, vol. 2 , n.° 1, 1972, Springfield, 111., T h o m a s , 1974; vienen a demostrar que las
p . 43-45. Mary Jo Deaver, Sound and prácticas musicales y, por así
silence: developmental learning decirlo, los convencionalismos
16. Ruth Bright, Music in for children through music,. con limitaciones normativas son
geriatric care, Nueva York, Pikeville, K y . , Curriculum formas de comportamiento
aprendidas.
SOCIOLOGÍA
Objetivos cognoscitivos
de la sociología empírica
de la música
Alphons Silbermann
didos respecto a este principio fundamental, distrae no debe ser reputada c o m o arte, no
claramente enunciado ya en 1895 por Émile merece que se le atribuya el título de autén-
Durkheim en Les règles de la méíhode sociolo- tico sociólogo. Esto debe quedar claramente
gique, nos limitaremos a decir que, por lo que sentado, no sólo porque tenemos en ello la
al sociólogo se refiere, el juicio de valor sobre línea de demarcación m á s inequívoca, tanto
una obra musical no es m á s que uno de los en lo que atañe al contenido c o m o en lo que
muchos elementos que necesita tomar en respecte a la metolodogía, entre la musico-
cuenta en su consideración de la misma. E n logía y la sociología de la música, sino tam-
cuanto a él atañe, los juicios de valor son bién porque nos ayuda a ver claro cuan
material observable que acompaña a otros ingenua, ilógica y decididamente anticientífica
materiales básicos en los que se han de fundar es esa especie de sociología ideologizante en
sus análisis. Sería erróneo suponer que la sus intentos por equiparar la llamada musico-
competencia del sociólogo tiene el mismo logía "crítica" con la sociología de la música.
alcance que la del musicólogo, y que puede Nunca se insistirá lo suficiente sobre el
identificar categóricamente una obra o un hecho de que el sociólogo de la música no
género dado como malo, mediocre o exce- debe ocuparse de los aspectos técnicos de este
lente. El sociólogo que osara clasificar un tipo arte. N o es cometido suyo preocuparse de la
de música como malo, otro como bueno, o armonía, de la teoría, de la forma, del estilo o
incluso afirmar que la música posee valor del ritmo, o intentar contestar a la pregunta
positivo sólo como medio de comunicación "¿qué es la música?" (suponiendo que sea
humana, o que la que solamente divierte o posible dar una respuesta válida a semejante
640 Alphons Silbermann
pregunta). Jamás debe emplear ningún tipo ayudarnos a explicar la concepción de esta o
de teorías para atribuir a una obra musical o aquella obra específica. Pero la obra sola —y
intentar extraer de ella nada que no sea en esto debemos insistir una y otra vez si
fáctica y/o documentalmente demostrable. Al queremos comprender lafilosofía,el proceder
"sabelotodo" musical que uno lleva dentro le y el método del sociólogo de la música—
encanta, por supuesto, lanzarse a esta especie jamás podrá decirnos nada sobre la condición
de galimatías ya que aspira a interpretar al social y artística de una sociedad. L a índole y
hombre (no sólo c o m o compositor sino c o m o el carácter de los seres humanos que viven en
oyente) en términos de su música. Pero —por una sociedad determinada no pueden nunca
poner sólo un ejemplo— ¿ podemos aprender deducirse solamente de la música, es decir, sin
algo acerca del hombre de la segunda mitad un conocimiento de todas sus circunstancias
del siglo xix a partir del Réquiem Alemán de concomitantes y de los múltiples procesos
B r a h m s ? ¿Puede esta música por sí sola, sociales a través de los cuales una sociedad
esta estructura de sonidos, aportarnos alguna vive y crea.
visión de la sociedad de la época y del país en Sin embargo, ésta es precisamente la
que a Brahms le tocó vivir? ¿Puede decirnos especie de deducción que constantemente se
c ó m o estaba organizada esa sociedad, qué practica, de suerte que muchos de los estudios
aspecto tenía, c ó m o se comportaba, en suma, presuntamente sociológicos producidos por
cuál era su estructura social ? Si simplemente filósofos sociales o por los aficionados del
nos interesáramos por señalar los cambios en enfoque de "comprensión global" son ejerci-
el gusto o las líneas de evolución como tales, cios de aspiración social más que pensamiento
podríamos adoptar un enfoque comparativo y sociológico, que substituyen realidades y
completar nuestro estudio del Réquiem de hechos por buenos deseos y pontifican compla-
Brahms con un estudio de, digamos, el de cientemente sobre la evolución o la decaden-
Mozart. Desde luego, sería totalmente legí- cia de los fenómenos musicales. Tales activi-
timo en un estudio comparativo de esta clase dades no tienen cabida en una sociología de la
destacar elementos c o m o , por ejemplo, los música que se precie de alguna seriedad, no
cambios estilísticos radicales y su significación sólo porque carece de los instrumentos de
con todo lujo de detalles, pero una vez más investigación científica necesarios, sino tam-
podríamos preguntar a los que pretenden bién —y sobre todo— porque con su enfoque
interpretar al hombre a partir de su música si empírico únicamente puede tratar sobre he-
aun con una comparación de este género chos sociales. N o puede permitirse descubrir
podemos extraer conclusiones sobre los con- un idealismo creador altruista o un desdén
temporáneos de ambos compositores. Natural- arrogante por el espíritu burgués en la Missa
mente que podemos sacar conclusiones, pero solemnis de Beethoven, sin otra base que unos
sólo si nos contentamos, c o m o tantos literatos cuantos conocimientos extramusicales cuida-
e ideólogos musicales, con ocuparnos de este- dosamente seleccionados, salvo que entienda
reotipos, lo cual en este caso concreto nos que uno de sus cometidos consiste en facilitar
permitiría identificar al "hombre rococó" en una visión de la vida social ampliando nuestro
Mozart y al "hombre burgués" en Brahms. conocimiento y comprensión de los seres
Este género de enfoque, si bien en forma humanos y de sus problemas: en otras pala-
menos extrema, es en realidad bastante bras, de la sociedad en toda su. complejidad.
corriente; pero, al fin y al cabo, nos deja con Semejante objetivo, concebido en térmi-
la obra en toda su solitaria grandeza, o con el nos m u y generales, puede expresarse bajo la
hombre Brahms y el hombre Mozart, junto forma de la pregunta siguiente (formulada un
con los datos biográficos aportados por la tanto vagamente desde el punto de vista
investigación, lo que posiblemente nos propor- científico): ¿ qué significan ciertas expresiones
cione algunos indicios respecto a la posición musicales para el hombre? Sin embargo,
de esos maestros en su sociedad útiles pára aunque simple, esta pregunta encierra una
Objetivos cognoscitivos de la sociología empírica de la música 641
Concierto en un supermercado de Nueva York para promover la venta de discos de música clásica. Martin
Adler Levick/Black Star/Rapho.
gran parte del objetivo central de la sociología homo sociologicus, se ha subdividido con el
de la música, pues indica la ineludible necesi- desarrollo de la disciplina en cierto n ú m e r o de
dad de u n conocimiento del hombre c o m o compartimentos sociológicos especializados,
productor o consumidor de la experiencia todos ellos rebosantes de problemas de interés
musical, así c o m o de la relación que esto crea teórico, práctico y metodológico. L a tarea de
entre él y los demás seres humanos. Para la sociología de la música que aquí nos ocupa
alcanzar este conocimiento n o es suficiente e interesa consiste en contribuir a la compren-
— c o m o tantos musicólogos que incursionan sión del h o m b r e en su aspecto sociomusical,
en la sociología han supuesto— tomar algunas primero, identificando y definiendo con exacti-
de las principales teorías sociológicas, c o m o tud los problemas sociomusicales pertinentes;
las desarrolladas por C o m t e , Durkheim, M a r x , segundo, utilizando técnicas de investigación
Tönnies, W e b e r o M a n n h e i m , e integrarlas sociológicamente probadas para recoger y
m á s o m e n o s al azar para los fines de la organizar series fiables de datos fácticos con-
sociología musical. Adoptar u n enfoque tan cretos; tercero, llamando la atención sobre las
primitivo es caer en el frecuente error de lagunas que puedan existir en nuestro conoci-
tomar teorías que han sido lenta si no penosa- miento sobre problemas sociomusicales especí-
mente elaboradas a la luz de la experiencia ficos; y cuarto, identificando, analizando e
práctica e intentar transfórmalas en esperanza- interpretando la interrelación, interacción e
das panaceas de las dificultades sociales. L o interdependencia de algunos problemas c o m u -
que e m p e z ó c o m o una orientación sociológica nes que la musicología, por ejemplo, ve c o m o
general, que creó lo que podríamos llamar el separados, aislados e inconexos entre sí.
642 Alphons Silbermann
Sabemos perfectamente que esta formula- que m u y bien podemos denominar expe-
ción es tan cauta y general c o m o es posible y riencia musical.
que n o hemos llamado la atención sobre lo El origen y contenido de este concepto
que la musicología ya ha conseguido siguiendo central de la sociología de la música es no sólo
las líneas anteriormente descritas, e incluso frecuentemente mal comprendido y mal inter-
sin acudir a la sociología. Sabemos que esto pretado, sino también tan flagrantemente des-
nos expone de lleno a los ataques de aquellas cuidado c o m o factor cardinal en todo intento
personas que por razones ideológicas o científi- de investigación sociológico-musical de orien-
cas se oponen a toda sociología de la música, tación empírica, que las conclusiones erradas
cualquiera sea la forma que adopte. Esta son m o n e d a corriente. Epistemológicamente
omisión es deliberada porque deseamos, en hablando-, este concepto representa, tanto en
interés de la materia misma, evitar todo su origen c o m o en su aplicación, un intento de
conflicto innecesario con aquellos que creen dar una forma concreta al objeto de la investi-
que la sociología de la música —ya se funde gación sociológico-musical. Trata de remediar
en la sociología del conocimiento, en la filoso- el hecho de que, por razones de lógica pura-
fía social, en la teoría social, en la sociología mente lingüística, el vago concepto de " m ú -
de la cultura, en la historia social o en el sica" es constantemente situado en el centro
enfoque empírico— representa un intento de de la vida musical que ha de analizarse, aun
quebrar el monopolio de los musicólogos o cuando se reconozca que la música adquiere
teóricos de la música, en la medida en que por carácter de fenómeno social y socioestético
fin presta la debida atención, después de única y exclusivamente en virtud de su rela-
tantas décadas de idealización y mistificación ción con la sociedad. Esta comprobación por
del artista creador, a ese miembro no menos sí sola no podría sin embargo constituir un
esencial de la sociedad que es el consumidor punto de partida para identificar, analizar y
de música y (repárese bien en ello) sin impor- tratar los aspectos sociológicos del fenómeno
tunarlo con aburridos sermones sobre la nece- musical. N o es sorprendente que aunque el
sidad de más educación y cultura o sobre las fenómeno sea reconocido, frecuentemente se
contraproducentes lamentaciones acerca de la estudie y analice en términos de estructura,
crisis de nuestra civilización. función o efecto sin una interrogación previa
sobre el factor significante en relación con la
sociedad.
Para definir el fenómeno musical tene-
La experiencia musical m o s que volver a un m o m e n t o de percepción
c o m o objeto de investigación tangible, a saber, el hecho social generado por
la música, ya sea este hecho subjetivo en el
La musicología actual tiene, en líneas gene- sentido de W e b e r u objetivo en el de Durk-
rales, tres áreas principales de interés que son heim, y ya sea que se contemple la obra —en
las mismas de las que se ocupa la sociología de términos de creación, interpretación o con-
la música: el artista, la obra y el público. L a s u m o — desde dentro o desde fuera. Dicho de
diferencia de enfoque de estas tres áreas, otra manera, el objeto central de estudio para
tanto analítica c o m o metodológicamente, el sociólogo de la música no es la música en sí
estriba en el hecho de que si bien el sociólogo misma, que puede ser conceptualmente "con-
puede considerarlas aisladas a efectos del gelada" y tratada c o m o estructura, sino el
análisis y de la explicación, lo más corriente es hombre c o m o ser y agente sociocultural; él no
que se ocupe —a diferencia, por ejemplo, del es el medio, sino el fin. D e ahí que para el
historiador de la música— de estudiarlas y sociólogo empírico todo lo referente a la
describirlas tal c o m o existen en constante relación entre las artes y la sociedad deba ser
interacción e interdependencia, ya que para él visto siempre a la luz de las relaciones entre el
constituyen los elementos de un proceso social individuo y el grupo o grupos. Pero aquí
Objetivos cognoscitivos de la sociología empírica de la música 643
propósito, ya que en resumidas cuentas se efectivas, etc., se cuentan entre los aspectos
reduce a que, por una parte, la obra produce cubiertos por esta rama de la investigación. Si
determinada impresión en determinados gru- además de todo esto se ocupa de cuestiones
pos sociales m á s o menos extensos, cuya c o m o el estatus profesional o la protección
reacción determina la reputación de la obra y social del compositor —en otras palabras, si el
su posición dentro de la jerarquía sociocultu- sociólogo empírico de la música concibe y
ral general, mientras que por otra parte dicho estudia al compositor c o m o miembro de una
proceso ejerce cierta influencia sobre el músico categoría profesional determinada—, entonces
y en alguna medida condiciona y regula su podemos decir que se desciende al compositor
actividad creadora. Esta visión dinámica con- de su pedestal romántico artificial, sin despo-
cuerda claramente con lo que antes decíamos jarlo de su espontaneidad social y artística, y
sobre el interés esencial del sociólogo por la desde luego sin profanarlo, y que esto no
interacción de los individuos, grupos e institu- puede menos que redundar en su propio
ciones, o, en otras palabras, por el comporta- beneficio.
miento h u m a n o , y sobre la forma c ó m o este Si en el mismo contexto se hace referen-
enfoque basado en el hombre conduce precisa- cia a la contribución del compositor al orden
mente al hombre c o m o objeto central de social, entonces habremos alcanzado ya real-
estudio de toda sociología empírica de la mente la segunda fase en nuestra línea de
música. E n términos estrictamente sociológi- comunicación sociocultural, la del estudio
cos y para evitar malos entendidos, digamos sociológico de la obra musical, no en términos
que, a nuestro m o d o de ver, el proceso de un análisis de la obra misma sino desde el
musical o artístico general, con la interacción punto de vista de su acción sociomusical.
e interdependencia del artista, de la obra y del Pues es cierto e innegable que la música de
público, constituye el marco de referencia de cualquier clase considerada como un asunto
todos los diversos aspectos del pensamiento y interno del compositor tiene tan escasa reali-
de la actividad sociológico-musical. dad para el sociólogo empírico c o m o , diga-
m o s , una oda a la bienamada que se quedara
para siempre en el cajón del poeta. Sólo
Los componentes cuando la música adquiere una existencia
del proceso musical objetiva puede expresar algo que será perci-
bido y comprendido o que producirá un efecto
N o s quedan ahora por considerar los diversos social. Y a el deseo de que ese algo sea
componentes del proceso musical o artístico percibido y comprendido nos sitúa en el
global, sin pretender, por supuesto, exami- ámbito de las acciones en que intervienen
narlos exhaustivamente en el espacio de este individuos; el efecto social abre una nueva
artículo. E m p e c e m o s por el compositor (em- fase al generar una interacción que conduce a
pleando este término en el sentido m á s lato una especie de experiencia concreta capaz de
posible). L o que fundamentalmente interesa ser demostrada, examinada y verificada m e -
al sociólogo de la música es la posición social y diante cualquier técnica de investigación de la
sociocultural del compositor en la comunidad sociología empírica que convenga al caso u
a la que pertenece, con independencia de que objeto en cuestión. Es aquí, dicho sea de
vayamos a ocuparnos de grupos de músicos de paso, donde la estética musical y la sociología
los llamados "serios" o "ligeros", derprofesio- de la música m á s se aproximan, o lo es en
nales o de aficionados. Así, el origen social, todo caso para el esteta que desee adoptar un
los antecedentes étnicos, económicos y educa- enfoque sociológico en vez de encerrarse en
cionales, el m o d o de vida, el lugar de residen- su torre de marfil a meditar sobre la esencia
cia, las actividades que desarrolla en su tiempo de la belleza.
libre, los hábitos de trabajo, los contactos El elemento siguiente en el proceso artís-
sociales y culturales, las actitudes posibles y tico general, y por consiguiente en la esfera de
Objetivos cognoscitivos de la sociología empírica de la música 647
Notas
David Aronson
Casi todo lo que se dice sobre el jazz parece cigarrillo ni pide una cerveza en Carnegie
dicho en el vacío, dejando escaso margen para Hall. Naturalmente, el jazz ha pasado tam-
que los creadores de este arte expongan sus bién a los ámbitos sinfónicos, pero, en gene-
opiniones. Según he podido comprobar duran- ral, se interpreta en locales menos "respe-
te veinte años de asociación con músicos, tables".
éstos tienen una noción m á s clara de lo que E n u n principio la música evolucionó
tratan de realizar que los críticos eruditos. Por c o m o una forma popular dentro de la comuni-
esta razón, a través de mis discusiones perso- dad negra de los Estados Unidos, interpretada
nales con músicos y de entrevistas anteriores originalmente por artistas negros para un
ya publicadas, intento dar la palabra a los auditorio también negro. H o y , el grueso del
ejecutantes para que ha- auditorio está constituido
blen por sí mismos. por las clases medias
David Arónson, escritor y especia- blancas. L o que en otro
lista norteamericano, reside actual- tiempo se consideraba
mente en París. H a sido profesor de
Los orígenes literatura en Irlanda y ha formado una música placentera,
parte de un grupo de jazz como accesible, bailable, hoy
Casi cien años después baterista, manteniendo posteriormen- el público en general lo
te sus vínculos con los músicos de jazz siente ya sea c o m o algo
de su nacimiento, el jazz en tanto que periodista y band mana-
sigue siendo una música ger. Su artículo se basa en amplia impenetrable o c o m o por-
en busca de hogar pro- medida en su propia experiencia, en tadordealgúnoscuromen-
pio. Imaginémonos una testimonios diversos y en entrevistas. saje personal. L o elabo-
actuación típica. E n un rado a partir de una expe-
club nocturno, gente be- riencia particularmente
biendo y charlando en la negra ha sido, en el trans-
barra o en las mesas fren- curso de su historia, adop-
te al estrado de la orques- tado, edulcorado y explo-
ta —si es que hay estrado—, un equipo de tado lucrativamente por músicos blancos, que
sonido defectuoso y un piano frecuentemente lo presentan c o m o creación propia.
desafinado. Y sin embargo se ha dicho a El origen del jazz es algo que difícilmente
m e n u d o que el jazz es la música clásica de se puede determinar. Algunos musicólogos
América. ¿ C ó m o nos imaginamos un recital prefieren señalar el ragtime, c o m o su fuente
de piano o una noche en la ópera ? U n a sala m á s probable, o bien el ritmo de piano m á s
de conciertos bien iluminada, con una acústica tardío conocido c o m o Harlem-stride. Otros se
excelente, un auditorio respetuoso y en silen- inclinan a considerar las bandas y charangas
cio, algunos incluso siguiendo la interpreta- de Nueva Orleans, dirigidas por artistas c o m o
ción partitura en m a n o . Nadie enciende un B u d d y Bolden y compañía, c o m o precursoras
650 David Aronson
de la música moderna. U n tercer grupo aún interrupción pasando por cientos de versio-
pretende que el jazz comenzó después del nes. A u n pianista joven se le permitía seguir
dixieland. Hacer distinciones tan sutiles podrá tocando hasta que ya no se le ocurrieran más
parecer un ejercicio inútil, pero demuestra un temas o hasta que se enredara en alguna
punto esencial: cualquiera sea la raíz, es una construcción que fuera incapaz de resolver
raíz rica en improvisación, que nace de los con éxito. Tanto el auditorio como los ejecu-
ritmos africanos y de las estructuras melódicas tantes se formaban y educaban de esta
europeas. Q u e las melodías fuesen original- manera.
mente compuestas por negros o tomadas de la El afán de variación no quedaba exclusi-
música folklórica o popular de los blancos no vamente relegado a la ejecución de solos.
viene mucho al caso, desde el m o m e n t o en Jazzing originalmente significaba "oscurecer"
que la interpretación de la música era algo la melodía, práctica corriente para los conjun-
totalmente original. E n la comunidad negra, tos de Nueva Orleans que acompañaban los
segregada de la sociedad blanca, la educación entierros. Los músicos, en su largo camino de
de los músicos no tenía ningún elemento en vuelta desde el cementerio, improvisaban
c o m ú n con la cultura dominante. sobre el tema principal, tocando individual-
L o que hoy existe en la música moderna mente o en conjunto. D e ahí que los conjun-
es esencialmente una continuación del afán de tos desarrollaran la misma experiencia que los
improvisación, actuando dentro y fuera de la pianistas antes mencionados y que el auditorio
estructura melódica, armónica o tonal (de ahí adquiriera una sofisticación en consonancia
los términos de ejecución out y outside), que con ello.
probablemente se remonta a ciertas varie- Cuando los negros consiguieron algún
dades de canto africano en las que los intér- acceso a la enseñanza superior y a la instruc-
pretes improvisan verso tras verso. Los intér- ción musical formal en los Estados Unidos, la
pretes de ragtime y de melodías para piano de importancia de aprender el jazz dentro de un
Harlem solían competir entre sí, de- contexto de trabajo con otros músicos no
sarrollando variaciones interminables sobre disminuyó. L a lectura y la notación se hicie-
sus temas. Para poder hacer esto con éxito, el ron m á s corrientes, si no obligatorias, a
músico debía compenetrarse con la estructura medida que la música devenía m á s y m á s
y la composición de los distintos acordes y elaborada. El perfeccionamiento del tono y de
claves hasta fundir su propio ser con la la teoría de la música podían enseñarse en
música. C o m o la mayoría de los músicos de clase, pero la percepción musical no se
entonces carecían de capacitación de tipo obtenía en la escuela. L a experiencia y el
formal, la composición se confundía con la contacto directo son esenciales, tanto para el
ejecución misma, sin la menor referencia a oyente c o m o para el ejecutante; sólo así se
una partitura previa; no podían permitirse ese desarrolla su aptitud para comprender o crear.
lujo. Naturalmente, las melodías y las varia- El contexto social determina los contactos;
ciones se retenían en la memoria antes de una por eso la prolongada exclusión del músico y
actuación, pero la intervención de los colegas de los auditorios negros de la sociedad blanca
exigía invariablemente una nueva creación dominante hizo madurar el jazz en los encla-
sobre el teclado, gran parte de la cual solía ser ves negros. E n sus comunidades aisladas, el
una variación en torno a la melodía prece- contacto con la música era intenso y los
dente. criterios de calidad de la ejecución exigentes,
Estas competiciones servían de escuela tanto para el instrumentista como para el
para los ejecutantes ya acreditados o para los auditorio.
aspirantes. M u y a m e n u d o un nuevo pianista, Todas las formas de música, o casi, se
sentado junto al que tocaba en ese m o m e n t o , nutren entre sí, pero debido a la división de
esperaba elfinalde un coro para reemplazarlo los Estados Unidos en dos sociedades, la
en el teclado. L a música continuaba así sin música popular evolucionó en dos corrientes
El jazz: una música en el exilio 651
pases en comparación con las actuaciones en para permitir la exploración. E n ese sentido,
vivo. Por supuesto, se grababan únicamente un concierto de jazz no se puede repetir, ya
los solos que el músico decidía tocar ese día en que es la suma total de la experiencia que los
el estudio. Los grandes ejecutantes cambia- músicos c o m o individuos y c o m o grupo apor-
ban constantemente sus improvisaciones, a tan a la música en un m o m e n t o dado. Y a la
m e n u d o variándolas de una actuación a la primera interpretación de una pieza abre y
siguiente durante la misma velada. Composi- altera la experiencia, cambiando necesaria-
tores c o m o Irving Berlin, George Gershwin y mente la visión de los músicos y la ejecución
Hoagie Carmichael recogían elementos y los de la música que producirán posteriormente.
introducían en sus propias piezas escritas,
pero las interpretaciones de tales obras no Hasta cats [intérpretes y adeptos fervientes del
guardaban semejanza alguna con lo que toca- hot jazz] como Bix y Hoagie Carmichael solían ir
ban los negros. L a acción recíproca entre el por las noches a escuchar a King Oliver y a Louis
músico-compositor y la música —la relación Armstrong. Cuando llegó el momento de que
estos tipos se sindicaran, se afiliaran al sindicato
que mantiene el ejecutante con la música de músicos de Chicago, los músicos blancos
c o m o una expresión de su cultura, por ejem- locales se opusieron comofierascontra la afilia-
plo los tonos abemolados de los blues que son ción de los negros. M e imagino que algunos de
un comentario y una reflexión más que una ellos serían los Carmichael y los Beiderbecke.
mera variación cromática— y las relaciones N o sé si fueron ellos concretamente, pero algu-
que los músicos mantienen entre sí a través de nos de esos tipos tenían que oponerse, y sospe-
sus composiciones espontáneas eran algo que cho que aunque no lo manifestaran abierta-
no podía ser infundido en las creaciones de mente, muchos lo hacían. Y hay que ver las
los blancos. cosas como son, aquello era América en los años
veinte, y había muchos sentimientos hostiles,
Se solía contratar a compositores y arre- latentes y declarados, contra los negros, con
gladores negros para que aportasen material a casos hasta de linchamientos, que abundaban. Y
grupos blancos, pero los arreglos, escritos muy especialmente en esa región, Chicago, St.
nota por nota para cada sección de la orquesta Louis este, el Medio oeste... la cosa estaba
y para los solistas individuales, debían limi- realmente que -ardía. Así, cuando iba uno al
tarse a lo que aparecía en la partitura. Los asunto, se encontraba siempre con esta dupli-
fraseos no podían indicarse. N o hay m o d o de cidad.2
escribir la manera c o m o se ha de atacar una
nota, ni hay forma de insuflar por escrito la La prolongada separación de hecho y de
fina sensibidad necesaria para interpretar un derecho entre los músicos blancos y los negros
solo. Muchas veces se mandaba llamar al tuvo también otros efectos, además de la
músico autor, del arreglo para que mostrase la dificultad que suponía para los negros tocar en
interpretación de lo escrito, práctica ésta público. Sin el apoyo de organizaciones colec-
virtualmente desconocida entre las agrupa- tivas c o m o los sindicatos, los músicos negros
ciones negras. Los arreglos y las composi- eran incapaces de negociar sueldos o condi-
ciones se consideran c o m o superestructuras ciones de trabajo decentes, lo cual los dejaba
en las cuales al artista negro es libre de a merced de los gangsters, que contrataban a
inspirarse para elaborar sus propias interpreta- los grupos para tocar en locales clandestinos,
ciones y a las cuales puede volver cuando toca y de agencias de espectáculos sin escrúpulos
en grupo y finalmente, c o m o grupo, interpre- que organizaban giras por salas no controla-
tar e improvisar a partir de la notación, cual das por los sindicatos, con sueldos de miseria,
unidad quefluyeespontánea y libre, ajustán- y llevándose a m e n u d o un porcentaje conside-
dose cada músico en sus improvisaciones a la rable del dinero que los propietarios del
partitura y a las versiones de sus colegas. Las teatro creían destinado a los músicos o
piezas favoritas, c o m o Honeysuckle rose, son dejando a los músicos en la estacada si un
las que son suficientemente "abiertas" c o m o teatro sé negaba a pagar después de un
El jazz: una música en el exilio 655
concierto. Durante el periodo de la ley seca, de baile que llevaban una política "mixta". U n
la delincuencia organizada se hizo cargo de la grupo blanco tocaba una noche por un m o n t o
producción y distribución de licores. C o m o es dado, digamos A , y a la noche siguien-
lógico, los delincuentes invertían estas ganan- te en el m i s m o salón actuaban músicos negros
cias fáciles abriendo clubes nocturnos, que por una retribución inferior, de nivel C . M u y
aún después de la abrogación de la ley Vols- pocos músicos de jazz percibían derechos de
tead continuaron siendofiltrosidóneos para autor por sus composiciones, ya que las firmas
colar los beneficios ilícitos. Los gangsters son productoras de discos casi nunca concedían a
perfectamente capaces de acudir a los virtual- los compositores negros los correspondientes
mente obligatorios sobornos necesarios para derechos de edición. (Bessie Smith, por ejem-
obtener licencias de apertura de cabarets y plo, n o ha cobrado nunca más de doscientos
"persuadir" a los agentes del orden para que dólares por una grabación, aunque de muchos
hagan la vista gorda ante las infracciones. A de sus discos se vendieran más de un millón de
decir verdad, esta práctica es tan corriente ejemplares). A veces los negros se cobraban
que los precios e intervalos de los sobornos el desquite tocando para auditorios blancos
estánfijadosde antemano. las composiciones de músicos blancos, pero de
forma tan alterada que las melodías eran
irreconocibles para un oído no acostumbrado
El mejor club que yo conocí era el Birdland, y
— m u y a m e n u d o hasta para el propio composi-
estoy hablando de los años cincuenta. Lo admi-
nistraban los gangsters. Pero en cuanto al pú- tor—, eludiendo de este m o d o el pago de
blico... Para mí era como una escuela; Solía ir derechos a autores blancos.
allí todas las noches, y por un dólar o un dólar Excluidos de la maquinaria del sistema, o
veinticinco se podía uno quedar la noche entera abandonados a su antojo, los músicos de jazz
en el "sector de los pobres". Se escuchaba bien y formaron una comunidad sólidamente estruc-
había buena música todas las noches. Sitios
turada. E n algunos casos llegaron a constituir
como ése no existen ya. N o es posible. Creo que
sus propios sindicatos, aunque n o podían
era viable porque estaba dirigido por gangsters
que se prestaban a toda clase de arreglos sucios ejercer demasiado control, salvo sobre sus
para sacarlo adelante. Creo que los gangsters propios miembros. L a mayoría de los grupos
han sido m u y importantes. Bueno, es que si uno blancos, contratados por todo el año, han
tiene que moverse en la calle, con la policía y los constituido siempre formaciones relativa-
maleantes y todo eso . . . no va a ser una mente fijas, pero históricamente n o ha sido
abuelita la que lo dirija [al club]. E n cualquier éste el caso entre los grupos negros. A m e n o s
gran ciudad ocurre lo mismo: París, Nueva que un grupo tenga un contrato con una sala o
York, Chicago, en todas partes. Es endémico.3 realice una larga gira, a los músicos se les
paga por cada actuación. Esta práctica h a
Por otro lado, si los músicos negros se veían conducido a la creación de estrechas alianzas;
empujados a estas situaciones y excluidos de los músicos andan constantemente buscando
los sindicatos, no era meramente por causa m á s actuaciones o creando oportunidades para
del racismo, sino también porque al limitar las actuar en lugares nuevos (tarea que normal-
oportunidades de los músicosrivales,los eje- mente se deja a cargo exclusivo de los agentes
cutantes blancos se aseguraban m á s trabajo en otros medios musicales), y se avisan en
para sí mismos. Los negros no conseguían cuanto hay una coyuntura para un grupo o se
acompañar a los grupos blancos que graba- necesita u n ejecutante. A l trabajar así en
ban, y pasaban años sin poder encontrar rotación permanente, los instrumentistas de
trabajo en las orquestas de las emisoras de jazz amplían su conocimiento de diferentes
radio. E n los estudios de grabación, las retri- estilos, aprendiendo de las distintas forma-
buciones estaban m u y por debajo del mínimo ciones a las que se ven integrados.
aceptable para los sindicatos de los blancos, y
lo m i s m o ocurría con frecuencia en los salones
656 David Aronson
dad . . . H u b o que esperar veinte años para ser hermoso. Quizá Balliet olvida que lo feo
verlos cambiar . . . Tal vez sea necesario abo- puede ser también brutal y penoso. L a expre-
rrecer algo antes de poder amarlo. Hay muchas sión del dolor en forma de chillidos y bocina-
cosas m u y fuertes, y ante una cosa fuerte tal vez zos no tiene nada de nuevo en la música
la primera reacción es decir no, y ese no está ya
negra; en realidad es normal en el ritmo y en
en camino de convertirse en sí. Lo he visto
la interpretación de los blues. ¿Desconocía
muchas veces; algo que al principio se rechaza
termina poniéndose de m o d a . 6 Balliet la historia de los blues y su papel en el
jazz? ¿ O trataba de halagar a sus lectores?
Afirmar que la música de Coltrane estaba
Los críticos, apartados c o m o viven de la
"librada a la merced de su propia fuerza"
historia o de la sensibilidad que es parte de
revela, tanto el paternalismo que algunos
la fuerza creadora de toda música, son a
antropólogos manifiestan hacia el "buen sal-
m e n u d o poco receptivos a aquello que,
vaje", c o m o una necesidad por parte del
debido a sus propias limitaciones, encuentran
crítico de demostrar que sabe más acerca de la
incomprensible. E n una proporción abruma-
música que ninguna otra persona, incluido el
dora, los críticos de jazz son blancos, lo cual,
músico m i s m o .
si consideramos la estructura social de los
Estados Unidos, difícilmente pueda sorpren- D e un escritor serio que trate sobre la
dernos. El porcentaje relativamente reducido escuela neoclásica de compositores de Nueva
de la población negra que obtiene un título York (Steve Reich y otros) se espera que esté
universitario lo hace generalmente para apren- bien familiarizado con Paganini y Bach. Raros
der un oficio determinado y ganarse una son los críticos de jazz que demuestran apti-
ubicación en el seno de las clases medias. Los tudes para sintetizar los antecedentes de la
que cursan estudios de arte lo hacen por lo música negra moderna. L a mayor parte de la
c o m ú n con el propósito de ponerlas en prác- música de Charlie Parker se basaba en los
tica. L a mayor parte de los blancos que blues. Entre los críticos de primera hora que
escriben acerca de la música que se genera supieron discernir que Parker rompía las es-
dentro de las comunidades negras están lejos tructuras armónicas para introducir en ellas
de la realidad cotidiana que influye en los nuevas melodías, pocos fueron capaces de
artistas. advertir que el saxofonista estaba recapitu-
lando toda la historia de la música que lo
Algún tiempo después de la muerte de
había precedido.
John Coltrane, Whitney Balliet escribía en el
Grandes músicos. c o m o Parker, M o n k ,
New Yorker (cuyos lectores son predominante-
Mingus y, posteriormente, Davis, introduje-
mente blancos de clase media alta):
ron innovaciones radicales en los blues, apar-
Los poetas natos como Coltrane suelen mal- tándose de los estereotipados cambios anterio-
juzgar la medida de sus dotes, y al tratar de res. Los comentaristas, sólo vagamente fami-
potenciarlas, de ennoblecerlas, caen en el senti- liarizados con los blues (que sin embargo
mentalismo o en lo maníaco. Coltrane hizo constituyen la música probablemente m á s
ambas cosas, y no deja de ser irónico que esos esencial de la comunidad negra), eran inca-
lapsos, que fueron erróneamente considerados paces de distinguir lo que los ejecutantes
c o m o reflejos musicales de nuestros tiempos
habían conservado en los nuevos temas. Hacia
turbulentos, le valieran los más clamoroso aplau-
sos. E n la música más desenfrenada de Coltrane el final de los años treinta, cuando empezaba
el público decía escuchar la oscura noche del a surgir el bebop, en los Estados Unidos había
negro, pero lo' que realmente oía era una voz una importante población urbana negra que
heroica y lírica m u y singular librada a la merced constituía una comunidad y una cultura aún
de su propia fuerza.7 extrañas para la mayoría de los escritores
blancos. Las expresiones musicales que salían
E n el m i s m o artículo, Balliet considera que de esa comunidad y su manera de ver el
Coltrane supo demostrar que lo "feo" puede m u n d o sorprendían y desconcertaban a los
El jazz: una música en el exilio 659
El estudio W e , creado por jóvenes músicos en un desván de Nueva York al comienzo de los años setenta
como estudio de grabación y lugar para hacer música. Thierry Trombert.
críticos. Todavía se asociaban los blues a la trata m á s bien de una cuestión de ambiente y de
imagen del trabajador ciego de las planta- experiencia, en el sentido que hay que ser negro
ciones q u e , sentado en el portal, rasca u n a [con su experiencia acumulada] para compren-
guitarra m e d i o rota cantando el recuerdo de der esta música en todas sus ramificaciones. A '
una mujer perdida y de u n a botella de vino. medida que el negro empieza a evolucionar en su
vida personal y social, lo m i s m o ocurre con su
Archie Shepp comenta:
cultura, y su producto artístico adquiere u n
mayor virtuosismo [. . .] Digamos, pues, que
Es interesante notar que [los músicos de bebop]
Bird [Parker] era u n ejecutante de blues urbano.
aunque rechazando los estereotipos, supieron
E n realidad su blues desarrollaba u n a cierta
sabiamente conservar lo que los blues tenían de
tendencia que estaba ya implícita en alguna de la
bueno, porque los músicos realmente expertos
música rítmica anterior. Formulaba ideas de
c o m o Parker eran fantásticos intérpretes de
blues que eran técnicamente difíciles de imitar
blues y los comprendían íntimamente. Pero
para los músicos blancos. Y a u n nivel m á s
digamos que la diferencia entre el blues de
psicosocial creo yo que traducía u n cierto deseo
Parker y el de Lightnin' Hopkins es que uno es el
del esclavo negro de crear un lenguaje que le
blues que evoca las plantaciones y una vida m á s
fuera verdaderamente propio."8
bucólica y el otro es u n blues que describe al
"negro libre en la ciudad, capaz, desde el punto
de vista intelectual, de hablar objetivamente so- Incapaces de discernir la evolución y la expre-
bre su propia condición. El blues de los primeros sión artística y social en la ejecución musical,
tiempos así lo hace, si escuchamos bien las los críticos tienden a rechazar la música o a
letras, pero de una manera poco sofisticada; se calificarla de "desenfrenada" o "incoherente".
660 David Aronson
E n busca de una voz con autoridad, los esencial. El jazz había efectivamente perdido
escritores frecuentemente se vuelven hacia su base popular por múltiples razones, la más
algún viejo músico de jazz públicamente acep- sencilla de las cuales es que el público quería
tado; generalmente alquien cuya opinión sobre oír música a cuyo son pudiera bailar. Sarah
el tema ya está formada. Vaughan recuerda: "Intentábamos educar a la
Louis Armstrong fue uno de los músicos gente. Solíamos tocar bailables pero sólo unos
m á s revolucionarios de su tiempo. E n los años pocos entendían y se pasaban todo el tiempo
veinte, Armstrong producía un jazz firme- bailando en un rincón, mientras los demás
mente implantado en el blues, pero improvi- seguían allí parados, mirándonos fijo."10
sando riffs (motivos melódicos de fondo) con El auditorio no se daba cuenta de que el
veinte años de adelanto sobre lo que otros ritmo había pasado del b o m b o a los platillos y
músicos tocaban. Afinalesdel decenio, sin de que el que tocaba el b o m b o era ahora libre
embargo, Armstrong tomó c o m o agente a Joe de experimentar con su instrumento en vez de
Glaser, quien lo persuadió de dirigirse a un limitarse a llevar el compás. El ritmo estaba
público blanco medio, comercialmente m á s allí para los que sabían oírlo, pero a los
ventajoso. D e esta manera la música de oyentes menos diestros se les escapaba. ¿Por
Armstrong volvió a una forma más orientada qué?
al dixie. El trompetista se enriqueció tocando La mayor parte de los humanos no son ni
lo ya aceptado en vez de lo que su impulso bailarines ni músicos natos. U n público
creativo le había inducido a tocar hasta enton- aprende a entender la música a fuerza de oírla
ces. D e vez en cuando, con algún grupo de mucho tiempo, ya sea por radio, por televi-
músicos pequeño tornaba a su interpretación sión o por las máquinas tocadiscos de los
dé blues original, pero raramente lo hacía en bares. E n los Estados Unidos la televisión y
una grabación. N a d a tiene de sorprendente la radio son empresas comerciales privadas.
que, en 1948, la revista de jazz Down beat E n los años sesenta la mayoría del público
recurriera a él para que denunciase a los que blanco norteamericano no estaba dispuesto a
tocaban la nueva música. El comentario de ver actuar a negros por televisión a menos
Armstrong refleja m á s su temor a perder que dieran la impresión de ser gente "de
ingresos y posiblemente su propia angustia confianza" o "no amenazadora". Los produc-
por estar tocando música comercial, que una tores de televisión venden un auditorio a los
fina observación sobre el bebop: anunciantes que costean los programas, y las
empresas comerciales no suelen pagar por la
Quieren demoler a todos los demás porque están producción y emisión de un programa si las
líenos de malicia, y lo único que quieren es redes locales lo van a vetar por la presencia de
degradarlo a uno; cualquier forma vale, mientras ejecutantes negros en papeles "inaceptables".
sea distinta de como se tocaba antes. Así se traen Amos y Andy era aceptable, pero no Miles
todos esos acordes horribles que no quieren
Davis.
decir nada, y la gente primero siente curiosidad,
sólo porque, es nuevo, pero pronto se cansa, Cuando los músicos se negaban a ser
porque en realidad no es bueno, no se saca de tratados con condescendencia y así lo expresa-
ello ninguna melodía que recordar ni ningún ban en su música, perdían lo que podía
compás al que poder bailar. Todos se emp'obre- considerarse una imagen comercialmente via-
cen de nuevo y nadie tiene trabajo, y eso es lo ble. M a x Roach analiza la actitud de los
que esa malicia moderna hace por uno. 9 músicos en estos términos:
Aparte de que las armonías y las melodías
Los oyentes se esfuman y los fueran revolucionarias, demos un vistazo a algu-
nos de los títulos de la canciones: Things to
músicos se tornan invisibles come, Woody'rí you, A night in Tunisia, que es
evocador de Africa, Con alma. O más aún Now
Armstrong tenía razón respecto a un punto is the time [Ha llegado la hora], de Charlie
El jazz: una música en el exilio 661
Parker. Sólo en los títulos ya puede leerse escatimará esfuerzos para persuadir a los
muchísimo. 1 1 gacetilleros d e los medios de comunicación de
q u e presenten y comenten u n a n u e v a graba-
L a reacción blanca ante la q u e se consideraba ción hecha por u n grupo de rock. Las c o m -
música militante, y la asociación que el p ú - pañías suelen distribuir m á s de diez mil ejem-
blico hacía entre los músicos de jazz y las plares de promoción y ayudar a costear u n a
drogas (tema frecuentemente de m a y o r inte- gira mundial del grupo. Pero con harta fre-
rés para los periodistas q u e la música m i s m a ) , cuencia el agente de prensa de u n a de estas
hacían poco en favor de la tendencia innova- compañías ni se molesta en llamar a u n
dora. L a m a y o r parte de la nueva música era periódico para informar al crítico de música
grabada por productoras pequeñas, incapaces q u e u n artista de jazz está actuando en u n
de competir con las grandes marcas en térmi- club nocturno local. Y los clubes nocturnos,
nos de promoción, por ejemplo el pago di- por su parte, dada su limitada capacidad de
recto a los animadores de programas p o p u - espectadores y sus reducidas ganancias, raras
lares encargados de presentar los discos en la veces p u e d e n permitirse el lujo d e pagar u n a
radio. L a m a y o r parte de los músicos de publicidad importante en la prensa. Las perso-
vanguardia siguen actualmente confiando en nas que se mantienen informadas son las que
las firmas independientes, m u c h a s de ellas con se procuran la información por sí m i s m a s .
sede en E u r o p a , o se constituyen en cooperati- E n N u e v a Y o r k hay u n a sola emisora de
vas para grabar por su cuenta en los Estados radio que dedica m á s del diez por ciento de su
Unidos. programación al jazz; se trata de u n a emisora
Las grandes compañías discográficas ra- que transmite desde u n recinto universitario y
ras veces buscan músicos de jazz jóvenes que es atendida por estudiantes q u e n o cobran
e innovadores; prefieren contratar a los de por su trabajo. Puesto que N u e v a Y o r k es el
renombre, que cuentan ya con u n auditorio centro de la comunidad norteamericana de
bien consolidado. L o s ejecutivos de estas jazz, se p u e d e fácilmente imaginar la situa-
compañías tienden a favorecer la música m á s ción en el resto del país. El contacto inicial
fiable, m á s inmediata, fácilmente clasificable y con la música innovadora y la enseñanza que
m e n o s sujeta a variaciones. A ú n la m á s s o m e - los jóvenes ejecutantes reciben ulteriormente
ra inspección de las tiendas de discos d e m u e s - se deben en gran medida a los buenos oficios
tra c ó m o se clasifican siempre en las mismas de los músicos de su propia comunidad. Por
categorías. U n a música de difícil catalogación ejemplo, Archie S h e p p conoció a L e e M o r g a n
desconcierta a los departamentos de ventas. y a K e n n y Rogers, dos ejecutantes locales, a la
L o s artistas de jazz q u e h a n tenido un cierto sazón en el Jazz W o r k s h o p , u n club de
éxito comercial sin desistir de su evolución Filadélfia, u n o de los pocos lugares al abrigo
personal lo han conseguido habitualmente a de las sandeces comerciales difundidas por la
costa de resistir a las presiones de sus c o m - radio.
pañías discográficas. T o d o aquello que n o se
deja institucionalizar con facilidad se ve gene- U n día m e puse a hablar con Lee en este lugar, y
ralmente forzado a labrarse su propio camino. después nos fuimos a su casa con él y K e n n y . M e
L o s ejecutivos de las compañías disco- preguntaron cuáles eran mis músicos preferi-
gráficas sostienen que c o m o la audiencia del dos . . . Dije que Bruebek y Getz. N o lo
podían creer . . . pero no dijeron nada! Puedes
jazz es limitada n o tiene m u c h o sentido inver-
imaginarte su reacción. ¿ A h , sí? dijeron. Enton-
tir grandes sumas en promover su producto.
ces m e pidieron que sacara m í instrumento y que
El resultado es fácil de imaginar. U n a firma tocara algo . . . Creo que toqué un poco al
discográfica gastará cientos de miles de dóla- estilo de Stan Getz. Lee hacía -todo lo posible
res en producir cintas de video, imprimir para no reírse en mi cara. Entonces sacó él su
carteles, comprar espacios publicitarios en la trompeta y m e tocó unos blues. Tuve que
prensa y tiempo en la radio y la televisión, n o olvidarme de toda m i porquería de Getz, y
662 David Aronson
sencillamente toqué como yo toco. Y o no cono- puede explicarse por la necesidad de una
cía los cambios de acordes en absoluto, pero cultura dominante de atribuir los méritos á los
sentía el blues . . . siempre lo he sentido. suyos. R o y Haynes recuerda:
Entonces estos tipos dejaron de tocar, y m e
dijeron: sí, eso estuvo bien. Comenzaron a Y o estaba una vez en Chicago tocando con un
interesarse por mí, y ésa fue mi introducción a la grupo m u y bien pagado. El baterista, a quien
música de jazz.12 sólo conocía de vista, se acerca después de uno
de nuestros turnos y m e dice algo como: 'Roy, tú
Los que deciden promocionar un tipo de
eres el mejor. Llevo años escuchándote y la
música determinada saben m u y poco de jazz,
verdad es que he aprendido tanto . . . Chico, si
y generalmente no se dan cuenta de que la no fuera por tí y por M a x , no sé lo que estaría yo
mayoría de la música refleja los orígenes de tocando ahora.' Unos días después leí en una
sus compositores, muchos de los cuales han revista unas declaraciones de este mismo bate-
tocado en grupos de percusión y de blues. rista diciendo que sus mayores influencias habían
14
Pero al jazz se lo tilda de "oscuro", y de estar sido Buddy Rich y Sonny Igoe.
m á s allá de los gustos del oyente negro. Hacia
fines de los años sesenta, Charles Mingus dio E n el film The Benny Goodman story, los
una serie de conciertos al aire libre en Nueva cineastas de Hollywood muestran al joven
Y o r k , organizados por Jazzmobile. Cuando clarinetista blanco que aprende a cambiar su
inició su recorrido por Harlem, en vez de estilo para pasar al jazz en una conversación
simplificar su música, Mingus tocó tan ela- de diez segundos con el trompetista negro
borada e innovadoramente c o m o lo habría Buck Clayton. A u n q u e fácil de descartar
hecho ante los "sofisticados" auditorios blan- c o m o producto de un burdo comercialismo, el
cos del centro de la ciudad. L a unidad móvil mensaje implícito es que el negro en los
que servía de escenario se veía cada vez Estados Unidos es incapaz de una creación
literalmente asediada por multitudes de jó- legítima; sólo puede ofrecer una idea primi-
venes negros. E n una entrevista, Mingus tiva que el blanco refina y transforma en arte.
"comentaría: "Todos esos muchachos que La técnica inigualable de Dizzy Gillespie
seguían a la furgoneta, querían escuchar con los pistones de la trompeta, que le ha
m á s . . . Pues claro que querían escucharla, permitido tocar a tempos acelerados, no se
si es su música, hombre. Se trata de sus identifica y define conio digitaciones "nue-
propias vidas."13 U n o n o puede menos que vas", sino c o m o "falsas". Este tipo de denigra-
preguntarse qué futuro exactamente le espera ción desalienta a los músicos potenciales y
al jazz si las posibilidades de escucharlo den- puede desmoralizar a un artista en su trabajo.
tro de la comunidad que le dio origen es tan Archie Shepp, por ejemplo, recuerda su expe-
limitada que Shepp escuchaba a Stan Getz y riencia:
que hasta los propios músicos de Mingus se
sorprendían de que los jóvenes negros lo Mis alumnos empezaron a hacerme preguntas
acogieran c o m o una revelación. sobre el disco [un disco que yo había grabado] y
U n o de los puntos m á s dolorosos para los tuve que volver a escucharlo porque en aquella
artistas negros es la ocultación que se hace de época no escuchaba demasiado lo que yo mismo
las raíces del jazz. L a aportación de los hacía. Siempre m e daba miedo, porque m e
músicos negros ha sido minimizada en la decían que no sabía tocar y m e daba miedo
escuchar lo que había tocado, por temor a que
m i s m a medida que en que prácticamente se ha
en realidad fuera así. A un ejecutante negro, y
deificado a músicos blancos de mérito cuestio- no sólo a un músico, sino a cualquier negro,
nable. Q u e Bix Beiderbecke, un cornetista siempre le hacen sentir que lo que hace no es
blanco autor de composiciones innovadoras, suficiente, que lo suyo no vale mucho, o que es
pero que nunca ejecutara prolongadas francamente malo. Así, cuando una persona
improvisaciones, sea m á s conocido que R o y llega a darse cuenta de su valor, el talento ha
Elbridge o Cootie Williams, es algo que sólo desaparecido y el tipo ha pasado, ya m e entien-
El jazz: una música en el exilio 663
George A d a m s en un club parisino. Atrás, una ampliación de un sello del Chad con el rostro de Duke
Ellington. Matihiew Prier.
nos artistas eminentes también se establecen financieros. Sin la subvención local y regional
en Europa. E n última instancia, el público es dispensada a los centros culturales europeos o
el factor decisivo. Sin él un artista no puede la asignación municipal y federal que reciben
vivir de su creación artística. las "artes clásicas" en los Estados Unidos,
Archie Shepp, Art Blakey, el Art Ensem- el jazz cayó en una situación económica m u y
ble of Chicago y otros que mantienen su precaria. Todavía existen conciertos y clubes,
residencia en los Estados Unidos suelen obte- pero no en cantidad suficiente como para
ner m á s de la mitad de sus ganancias de sus proporcionar medios de vida a m á s de un
actuaciones en el extranjero. C o m o en los puñado de ejecutantes. Las principales oca-
Estados Unidos, en los grandes centros metro- siones de contacto y de intercambio entre
politanos de otros países el jazz se interpreta músicos son las jam sessions* y los ensayos.
en clubes nocturnos o en salas de conciertos, y La relación maestro-aprendiz aún subsiste,
con suma frecuencia también en las provin- pero c o m o la concurrencia a los clubes se ha
cias. Los promotores de conciertos organizan visto tan reducida, la "clase" se ha trasladado
giras aprovechando la disponibilidad de cen- a los domicilios de los grandes músicos, que
tros culturales de colectividades y municipios. sólo pueden acoger a un número limitado de
Considerado c o m o una forma de arte "legí- "alumnos".
tima", el jazz se beneficia de, subvenciones Algunos de los adalides de la nueva
públicas m á s importantes que las que obtiene música han ocupado puestos en universidades
en los Estados Unidos. y conservatorios. Estas instituciones ofrecen
Pero el simple hecho de subvencionar un la oportunidad de que un artista se dirija a un
concierto no garantiza una afluencia de pú- gran número de alumnos al mismo tiempo,
blico c o m o para llenar, por ejemplo, una pero este sistema tiene sus limitaciones. El
maison de la culture en el sur de Francia. El contacto con un gran artista puede resultar
público puede asistir una vez a una interpreta- inapreciable para algunos alumnos bien dota-
ción de jazz empujado por la curiosidad, pero dos que merecen atención individual y que
no volverá si no disfruta verdaderamente con son capaces de asimilar lo que se les ofrece.
la música. Acaso el auditorio europeo tenga Pero ni un artista excepcional ni un cuerpo
una mejor preparación musical para apreciar docente competente pueden ofrecer todas las
las complejísimas construcciones técnicas de posibilidades creativas y de interrelación hu-
la música de improvisación moderna. Pero, mana que se encuentran en un contexto de
otra explicación más probable es que el jazz actuación directa de los músicos. U n a instruc-
trae consigo un peso cultural menos negativo ción y una guía son prácticamente indispensa-
que el que tiene en los Estados Unidos, de bles para abordar y practicar una música que
suerte que un auditorio menos condicionado engloba elementos de composición moderna
por informaciones erróneas puede estar m á s tan complejos como la teoría atonal. Sin
dispuesto a escuchar con oído más receptivo. embargo, la instrucción aporta meramente las
El futuro del jazz c o m o forma musical herramientas para preparar al iniciado.
permanente depende en gran parte de su Sólo con una práctica profesional activa
aptitud para encontrar un auditorio y de la puede, el músico que pretende improvisar
oportunidad que los músicos tengan de nutrir alcanzar las metas que persigue. Natural-
recíprocamente su inspiración. Cuando el jazz mente, siempre van surgiendo nuevos músicos
empezó a perder su público en los Estados con inmenso talento que cultivan y buscan
Unidos, los intérpretes se inventaron nuevos diferentes enfoques y técnicas, pero las actua-
locales para actuar. Aparecieron grupos en ciones están geográficamente demasiado dis-
los desvanes de las casas y en los cafés. Se
inauguraron pequeños clubes en zonas semi-
* N T : Jam sesión: actuación espontánea de un grupo de
industriales suburbanas. Pero la vida de estos músicos de jazz para su propio solaz y disfrute y caracteri-
locales duraba poco debido a los apremios zada por las improvisaciones de conjunto.
El jazz: una música en el exilio 665
Notas
1. "Does jazz put the sin in Y o r k , Doubleday & C o m p a n y , 13. Charles Mingus, citado en
syncopation ?" The New York 1975. las notas de la tapa del disco por
Times, 3 de Junio de 1921, p. 6. Nat'Hentoff en Charles Mingus,
8. Shepp, op. cit. Passions of a man, Nueva York,
2. Archie Shepp, entrevista con Atlantic Recording
el autor, 1981. 9. Louis Armstrong, "Bop will Corporation, 1979.
3. Steve Lacy, entrevista con el kill business unless it kills itself
autor, 1982. first", Down beat, 7 de abril de 14. R o y Haynes, citado en:
1948, p. 2. Leroi Jones, Black music, op.
4. M a x Roach, citado en: Dizzy cit., p. 48.
Gillespie, y Al Frazer, To be or 10. Sarah Vaughan, citada en:
not. . . to bop, p. 149. Nueva Gillespie y Frazer, op. cit., p . 15. Shepp, op. cit.
Y o r k , Doubleday & C o m p a n y , 139.
1978. 16. Mary L o u Williams, citada
11. M a x Roach, citado en: en: Gillespie y Franzer, op. cit.,
5. Kenny Clarke, citado en: Gillespie y Frazer, op. cit., p . p. 108. .
Gillespie y Frazer,- op. cit., 154.
p. 72. 17. Charles Suber, "Jazz
6. Steve Lacy, op. cit. 12. Archie Shepp, citado en: education", en: Leonard
Leroi Jones, Black music, Feather y Ira Gitler, The
7. Whitney Balliett, citado en: p. 147-48, Nueva York, encyclopedia of jazz in the
J. C . T h o m a s (dir. publ.), William M o r r o w and C o m p a n y , seventies, p. 373, Nueva York,
Chasin' the trane, p. 188, Nueva 1967. Horizon Press, 1976.
CONTEXTOS DEL ARTE
La nueva canción
en América Latina
orígenes. E n todo caso, en este movimiento una orientación general. E n realidad todos los
de la nueva canción lo nuevo se construirá movimientos de nueva canción en América
sobre los cimientos de lo viejo, despertando Latina, aunque surjan en épocas distintas
su valor originario. y sucesivas, responden siempre a impulsos
Es necesario decir que el movimiento de nacionales aunque en todas partes con una
la nueva canción no comienza en todos los connotación de latinoamericanismo. Es esto
países simultáneamente, sino que se va pro- precisamente lo que hace posible la asimila-
duciendo como resultado de las influencias ción de las experiencias que llegan de otros
mutuas que en América Latina se han dado países: si no hubiera una fuerza preexistente
siempre en el campo del arte popular. Tal es que explique el surgimiento y el origen sobre
el caso hoy de la nueva trova cubana por la base de una dinámica propia, no sería
ejemplo, que en sus comienzos recibió influen- posible adquirir las enseñanzas que vienen de
cias de la música sureña y que hoy marca fuera.
considerablemente a casi todos los movimien-
tos de música nueva en el continente. Por
supuesto, cuando hablamos de influencias no La nueva canción en el cono sur
entendemos éstas como la simple reproduc-
ción o copia de un movimiento por otro, lo Podríamos afirmar que este fenómeno de la
que sería un mero remedo que no podría nueva canción latinoamericana conoce sus
explicar la espontaneidad de la canción en primeras manifestaciones en los países del
cada país, sino como un factor que marca una extremo sur: Argentina, Uruguay y Chile, a
tendencia o un sentido, es decir, únicamente fines de la década del cincuenta. Argentina
r 672 Eduardo Carrasco Pirard
había sido ya protagonista de una gran expan- esa época. D e ganadero y agrícola que era,
sión de su música popular en los años treinta, pasó a ser un país en desarrollo, con una
cuando el tango, nacido en los arrabales de industria m á s poderosa que la de cualquiera
Buenos Aires, logró difundirse y alcanzar de sus hermanos latinoamericanos. Este cam-
gran popularidad en todos los rincones de bio transformó enteramente el país y, entre
América Latina. El nuevo movimiento que otras cosas, vino a agudizar el fenómeno de
comenzará a prepararse en los años cincuenta migración de poblaciones campesinas y provin-
surgirá sobre la base de una nueva experiencia. cianas hacia la ciudad de Buenos Aires. Estos
Basta enumerar algunos acontecimientos provincianos, llamados entonces peyorativa-
relevantes de la historia de América Latina mente "cabecitas negras", debido a su ascen-
entre los años cincuenta y setenta para per- dencia indígena, trajeron a la ciudad muchas
cibir inmediatamente el clima turbulento de de sus costumbres y tradiciones y entre ellas,
esta época de luchas, de victorias y de derro- como era natural, el gusto por cantar y tocar
tas. Así, en 1955, tras la masacre de la Plaza la guitarra. Su música comenzó poco a poco a
de M a y o en Buenos Aires, se produce a los imponerse en el país a niveles populares,
pocos meses la caída de Perón;.en 1959 cae el ayudada también por el espíritu nacionalista y
gobierno de Batista y triunfa la revolución populista que el peronismo despertaba.
cubana; en 1964, cae el gobierno de João Durante los años del gobierno de Perón,
Goulart en el Brasil y comienza un periodo el folklore consiguió una importante acogida
duro que durará quince años; también en 1964 en los medios de difusión, principalmente por
asciende al poder la democracia cristiana en causa de una ley promulgada en esos años que
Chile; en 1965 se produce la intervención protegía la cultura popular, imponiendo a las
norteamericana en Santo Domingo y surgen radios emitir un mínimo de cincuenta por
guerrillas en el Perú, en Colombia y en ciento de música nacional. Esta medida nunca
Bolivia; en 1967 muere el Che Guevara en se cumplió a la letra, pero ayudó a afirmar el
Bolivia; en 1968 se desarrollan las guerrillas movimiento naciente que fue ganando cada
en Venezuela y en América Central y se vez más terreno en las preferencias del públi-
produce la masacre de Tlatelolco en México; co, llegando a transformarse en el centro del
en 1970 triunfa la Unidad Popular en Chile, interés musical del país durante los años
que inicia el periodo de tres años de gobierno cincuenta y comienzos de los sesenta.
de Salvador Allende; en 1971 comienza el Durante el periodo peronista, es decir,
gobierno dictatorial de Banzer en Bolivia y en hasta mediados de los años cincuenta, la
1973 se producen la caída de la Unidad música folklórica que se difundió fue más bien
Popular en Chile y el golpe militar en Uru- tradicional y sin grandes rasgos renovadores,
guay. conservándose siempre la importancia del
Es en esta época de violentas contradic- tango que, hasta esa época, no había tenido
ciones, de fuertes confrontaciones sociales y gran competencia por parte de otras corrien-
políticas, que nacerá el movimiento de la tes de música popular. El principal repre-
nueva canción latinoamericana, el cual llevará sentante de esta primera época de rehabilita-
el sello de estos tiempos. ción del folklore será Antonio T o r m o , cantor
E n la Argentina, el peronismo llegó al sanjuanino surgido de uno de los grupos m á s
poder al término de la segunda guerra m u n - famosos de la época.
dial y se favoreció con el comercio con los Por el contrario, en la segunda mitad de
países en conflicto que habían llevado a cabo los años cincuenta y principios de los sesenta,
los gobiernos anteriores. Esto permitió que se producirá un gran cambio al comenzar a
durante la época de Perón se fueran creando surgir en el ambiente artístico una enorme
condiciones económicas nunca antes conoci- cantidad de solistas y conjuntos de "cabe-
das en el país, y que hicieron de la Argentina citas negras" que romperán con el concepto
el estado latinoamericano m á sflorecientede purista y comenzarán a hacer una música de
La nueva canción en América Latina 673
Violeta Parra (Chile), cuyos hijos Isabel y Angel continuaron su obra de compositora e intérprete.
Le Chant du monde.
nuevo tipo. Los conjuntos pricipales serán pretativa, sino que encontró un nuevo camino
Los Chalchaleros y, m á s tarde, Los Fronte- de desarrollo para el canto vernáculo del
rizos. A m b o s grupos se mantendrán durante continente, logrando unir los adelantos de la
largo tiempo c o m o verdaderas cabezas del técnica interpretativa de la guitarra europea
movimiento. Los compositores más relevantes con los recursos expresivos y emocionales de
serán en esa época: Falú, Dávalos, Perdi- aliento indígena y promoviendo una impor-
guero, Horacio Guaraní y, el más grande de tante obra de difusión a partir de un profundo
todos, Atahualpa Yupanqui, a quien debemos estudio de las fuentes. Su obra es culta,
considerar c o m o uno de los antecedentes popular y folklórica al mismo tiempo, unién-
principales del movimiento de la nueva can- dose en sus canciones todas las corrientes
ción latinoamericana. germinales de la música latinoamericana. Sus
Atahualpa Yupanqui, con su depurada estudios de violin y guitarra le dieron las
técnica instrumental, no sólo sentó las bases armas para iniciar su exitosa carrera. Y a en
de una nueva corriente composicional e inter- los años cincuenta, la obra de Atahualpa era
674 Eduardo Carrasco Pirará
grandes dificultades, pues a los problemas de investigación, realizada con m u y pobres recur-
la falta de apoyo institucional se unieron las ; sos y con grandes dificultades, es el resultado
penurias económicas. A pesar de todo, este de un verdadero amor por la tradición artís-
movimiento, que ha dado muestras de una tica popular. Este esfuerzo viene a ser una de
admirable fuerza de expansión, continúa sub- las características principales y más significati-
sistiendo y buscando nuevos caminos de expre- vas de los movimientos de la nueva canción
sión artística. que, en su mayoría, se han iniciado reco-
El movimiento argentino produjo una | giendo en los campos y reductos m á s aparta-
verdadera ola de interés por la investigación dos la obra de los primeros versificadores y
folklórica y amplió considerablemente los cantores populares.
| conocimientos masivos sobre este tema, crean- La .investigación nacida de estos propó-
do condiciones nuevas para la creatividad de sitos no siempre ha sido comprendida y bien
. la música nacional. Este primer paso hacia las mirada por los institutos de investigación
; raíces, tuvo también consecuencias m u y bené- folklórica, que a veces han visto en esta
ficas para los movimientos nacientes de los popularización de las canciones folklóricas
países vecinos, especialmente en Uruguay y una desnaturalización de lo autóctono. Cree-
en Chile. Evidentemente, la canción argen- m o s que la experiencia ha ido demostrando
tina durante los años a que hemos hecho que si bien el peligro de deformación es un
referencia no se agota con el nuevo cancio- hecho real, la labor de los difusores ha sido
nero ni se termina con él. E n la misma época, m u y positiva pues, además de ampliar el
el tango por ejemplo, vive un periodo de gran conocimiento de las fuentes y raíces por parte
renovación con la obra de excelentes músicos de las masas, ha ido generando una mayor
c o m o Astor Piazzola y otros, que van dejando conciencia de la necesidad de defender las
tras de sí una multitud de seguidores. Por otro culturas autóctonas y una nueva disposición a
lado, la música popular comercial tampoco es salvaguardar estos valores respondiendo, al
ajena a esta ola de renovación y comienza a m i s m o tiempo, a las necesidades culturales
abrirse a la conquista del mercado latinoameri- actuales.
cano con bastante éxito, aunque sin grandes U n a de las primeras en lanzarse en esta
resultados artísticos. tarea fue Violeta Parra, quien después de
E n Chile, la canción alcanza también un recorrer los campos y las montañas de Chile
gran desarrollo llegando a constituirse la nueva asimilando la sabiduría del arte popular,
canción chilena en uno de los movimientos comenzó a crear sus propias canciones que,
más poderosos y que más huellas ha dejado en con el correr de los años, se fueron difun-
los demás países. E n este país el trabajo de diendo por todo el continente. Su obra es una
búsqueda de los investigadores y difusores del de las que ha generado m á s seguidores y
folklore que sientan las bases de la nueva debemos considerarla c o m o una de las semi-
tendencia comienza m u c h o antes de los años llas m á s fructíferas del canto chileno. Sus
sesenta, que será el periodo en que se manifes- creaciones son múltiples y multifacéticas y van
tarán los primeros signos de una nueva can- desde la "décima" y las versificaciones popu-
ción. lares hasta los trabajos en cerámica, la pintura
Entre los pioneros de esta investigación y el bordado de tapices. Viajera infatigable,
habría que nombrar a Margot Loyola, a sus creaciones recorrieron muchos países de
Violeta Parra y a Héctor Pávez y su esposa, Europa y América Latina sin encontrar inme-
Gabriela Pizarro. Todos ellos, si bien no se diatamente la acogida y la aceptación que
enfrentan al trabajo de búsqueda con los conocerían algunos años después de su muerte.
métodos de la investigación académica, logran Sus primeras canciones datan de los años
acumular una enorme cantidad de canciones, cincuenta, pero están precedidas por un tra-
versos, leyendas y danzas provenientes de los bajo m u y largo de investigación y por años de
campos y zonas indígenas de Chile. Esta , contacto directo con las fuentes del canto
676 Eduardo Carrasco Pirard
popular de su país. Sus canciones y poemas miento chileno tiene también, lamentablemen-
plasman el espíritu nacional hasta transfor- te, un mártir en la persona de Víctor Jara
marse hoy día en una verdadera síntesis de (uno de los m á sfielesseguidores de Violeta
Chile, de su tierra y de su gente. Parra y continuador de su tarea de recopila-'
El movimiento chileno de la canción ción y difusión de cantos folklóricos) que llevó
surge precisamente en un m o m e n t o de hasta las últimas consecuencias su compro-
ascenso de las luchas populares. El teatro y la miso de artista, muriendo asesinado el 15 de
canción estuvieron presentes desde las prime- setiembre de 1973. H o m b r e de teatro y direc-
ras luchas de los trabajadores chilenos, por tor de algunos grupos de nueva música, en su
eso no fue raro que ésta última se transfor- obra podemos encontrar uno de los mejores
mara en uno de los factores culturales m á s ejemplos de lo que se ha llamado el "canto
identificados con el movimiento social y polí- revolucionario" o "canto comprometido", aun-
tico de los años sesenta, pasando a ser un que por su inmensa variedad de temas y
verdadero símbolo de lo que estaba suce- tonalidades emotivas sería injusto reducirla a
diendo en la vida nacional. La nueva canción esto. Fino guitarrista y excelente poeta y
chilena se transformó paulatinamente en la compositor, su obra ha dejado una riquísima
expresión artística popular por excelencia, experiencia de trabajo surgido de una relación
alcanzando una influencia masiva que ningún auténtica con su pueblo.
movimiento anterior había logrado. C o m o su La canción chilena, c o m o la argentina y
inserción en la vida de los chilenos tuvo lugar la uruguaya, esta íntimamente ligada al folk-
en medio de fuertes confrontaciones sociales, lore, siendo éste, por lo menos en sus comien-
la canción alcanzó un alto grado de politiza- zos, su principal fuente de inspiración musical
ción que llegó al extremo durante los años del y temática. Pero sin lugar a dudas, una de las
gobierno de la Unidad Popular. A pesar de principales iniciativas que emergieron del im-
todos los excesos que podemos constatar en pulso creador de la canción chilena ha sido la
esta época, el movimiento de la canción de acercar los modos de expresión populares a
chilena adquirió en esos mismos años una formas m á s cultas, sin abandonar el carácter
gran madurez y, sobre todo, logró formas masivo de su difusión. Esta tendencia, que
organizativas que no se habían dado hasta equivale a crear una música académica no
entonces en los demás países. Surgido en elitista, llegó hasta la constitución de un
franca oposición con los medios habituales de nuevo género, que apareció en el movimiento
difusión de la canción popular, tuvo que basar a fines de los años sesenta y que se ha
fundamentalmente su actividad en los organis- mantenido c o m o una de las líneas principales
m o s de masa de los trabajadores, campesinos de evolución. Estas obras, primero fueron
y estudiantes, quienes, a través de sus propias construidas c o m o simples agrupaciones o con-
estructuras culturales, lograron imponer esta juntos de canciones, pero m u y pronto comen-
música. L a canción chilena sólo logró una zaron a ser concebidas a partir de las formas
amplia acogida en los grandes medios de de. la música clásica, introduciéndose así,
comunicación durante el periodo de gobierno cantatas, oratorios y misas en el repertorio
de la Unidad Popular. más frecuente de los músicos populares. El
A d e m á s de Violeta Parra, los artistas ejemplo m á s logrado de este tipo de obras es
generadores de este movimiento fueron, junto la Cantata de Santa María de Iquique, del
a los nombrados, sus hijos Angel e Isabel, compositor Luis Advis. Los principales crea-
Víctor Jara, Patricio M a n n s , Rolando Alar- dores que han compuesto este tipo de obras
cón y los grupos Quilapayún e Inti-Illimani. intermedias entre lo académico y lo popular
Evidentemente, esta lista está lejos de ser son además de Luis Advis, Sergio Ortega,
exhaustiva pues, en esa misma época de los Gustavo Becerra, Cirilo Vila y, en los últimos
comienzos, el ambiente artístico popular años, Juan Orrego Salas.
bullía de nuevas inciativas creadoras. El movi- Durante los años sesenta, la canción
La nueva canción en América Latina 611
partir de 1975 un verdadero movimiento de precisándose los perfiles de una nueva canción
renacimiento de la nueva canción (llamada ecuatoriana, una nueva canción venezolana,
ahora canto nuevo). Se generó así una verda- una nueva canción peruana, una nueva can-
dera escisión en dos ramas: el canto del exilio ción mexicana, una nueva trova cubana etc.
y el canto del interior. A pesar de que en E n casi todos estos países, los primeros esbo-
ambos predomina un gran espíritu unitario zos de la canción renovada son más o menos
que se refuerza con el tiempo, las situaciones contemporáneos a los movimientos citados,
son m u y diferentes. El canto del interior ha de m o d o que esta influencia vino únicamente
seguido amenazado, no ya directamente, sino a fertilizar los ímpetus propios de los primeros
por la ausencia de toda ayuda oficial o institu-intentos nacionales. Sin embargo, en casi
cional que entrega la canción nacional a la todos los países fue predominante la corriente
competencia desleal de la música extranjera. más abierta de música continentalizada, por
Por el contrario, en el exterior, la canción decirlo así, es decir el deseo de no encerrarse
popular chilena ha alcanzado un éxito sin en los límites del folklore de cada país, sino de
precedentes llegando a ser uno de los factores tomar las canciones más representativas de los
de mayor difusión de la música latinoameri- movimientos más fuertes o de los países con
cana en los últimos tiempos. mayor fuerza creativa.
A u n q u e en varios países los movimientos El hecho de que estos movimientos de la
de la nueva canción se han impuesto con canción adquirieran en algunos casos una
fuerza avasalladora, inclusive en los medios connotación marcadamente política no debe
m á s duros, se han ido creando al mismo extrañarnos, pues corresponde a lo que
tiempo alternativas nuevas que han permitido sucede en casi todos los terrenos de la cultura
entrar en el juego de la difusión masiva sin latinoamericana en la misma época. N o pode-
hacer concesiones hacia la comercialización m o s considerar el arte al margen de la reali-
del arte popular. Se ha inaugurado así una dad de la cual surge, y si esta última es
especie de tercera vía que ha ido generando sacudida por conflictos y luchas que enfrentan
sus propios canales de difusión sin abandonar a los distintos sectores de la sociedad, lo más
totalmente los antiguos y trabajando con una , probable es que el arte, y en especial el arte
concepción nueva de la relación del artista popular, quede marcado por su sello. L o que
con su público. Se busca un diálogo mucho es absolutamente incorrecto y revela una falta
m á s auténtico a partir de un vínculo m á s de comprensión histórica es tomar esta filia-
profundo por el cual se restablezcan las verda- ción política o social n o c o m o una manifesta-
deras jerarquías estéticas deformadas por la ción espontánea y necesaria sino c o m o la
música de mercado. Este puesto intermedio iniciativa consciente y maquiavélica de grupos
entre la música folklórica y la música popular o partidos comprometidos en el conflicto.
sin m á s , le da a la nueva canción un especial La nueva canción se impregna del m u n d o
interés pues su propósito se ajusta a estas dos del que surge y viene a la vida con todas las
fuerzas que en el m u n d o actual parecen heridas de la lucha por la emancipación social
contradictorias: verdadera cultura popular y y económica de América Latina; también trae
mercantilismo y tecnificación. sus esperanzas, sus dudas y sus victorias. Por
ello, n o necesita que nadie le indique lo que
tiene que hacer. Su compromiso es espontá-
neo y va incluyéndose en la historia de los
La canción y la política, .pueblos en la medida en que asume la misión
o la canción y la historia que éstos le dan. A veces se hàce panfletária y
su único valor será el de quedar como testimo-
Los movimientos del cono sur pronto comen- nio del m o m e n t o que la hizo nacer, a veces
zaron a influir en los movimientos que comen- será simple repetición de antiguos cantos
zaban a nacer m á s al norte, y, así, fueron venidos del pasado, a veces se alzará hasta la
La nueva canción en América Latina 679
universalidad de la eclosión del alma latino- nueva canción es consciente de sus ataduras
americana y quedará entonces, como todo con la historia y responde a esta responsabili-
arte verdadero, formando parte de la concien- dad de m u y diversas maneras, principalmente
cia increada de la raza. Por eso, ni se puede extrayendo sus respuestas, n o de consignas
reducir la nueva canción a lo político, ni se programáticas, sino de experiencias concre-
puede despachar su problemática con un tas. Por lo tanto, el valor de la nueva canción
simple gesto de indiferencia o de rechazo, no está únicamente en su compromiso, sino
como si fuera pura obra de partidismos o en la manera c o m o éste se resuelve o afronta.
sectarismos. E n algunos países, la urgencia es únicamente
Esta relación canción-realidad no es un cultural y, por lo tanto, sus movimientos se
hecho de hoy, pues la canción latinoameri- identifican con la tendencia general de recupe-
cana ha jugado este papel desde sus orígenes, ración de los valores de la cultura popular, de
especialmente en aquellos momentos en los investigación y difusión del folklore, de revi-
que los pueblos del continente han tenido que vificación de antiguas tradiciones perdidas, de
echar m a n o a todas sus fuerzas y a todos sus búsqueda de las raíces de la nacionalidad, etc.
medios para avanzar: las gestas de la indepen- E n otros países, por sus condiciones históri-
dencia, las luchas y revoluciones liberales del cas, el impulso principal ha sido directamente
siglo pasado y las de este siglo. N o habrá la lucha concreta por reivindicaciones sociales
ningún acontecimiento importante en la histo- y políticas, libertad, independencia, democra-
ria de los pueblos de América Latina que no cia, mejoramiento de las condiciones de vida
haya quedado consignado en una canción. L a del pueblo, justicia social, etc. Pero en todos
680 Eduardo Carrasco Pirard
los países se dan rasgos de lo uno o de lo otro, y esté influyendo sobre toda la canción de
equilibrándose ambos aspectos según la histo- habla hispana.
ria concreta y según la época. La nueva trova es el resultado actual de
Esto nos obliga a diferenciar dos sentidos toda la tradición de música popular cubana,
en los que la canción puede ser "política". que adquiere sus rasgos propios en los inicios
U n o es el m á s generalizado, según el cual lo del siglo xvii, y que traspasa las épocas hasta
político se confunde con la lucha contingente, invadir el m u n d o en 1930. E n el siglo pasado,
con la confrontación de partidos o clases por las' canciones de los trovadores o bandistas
el poder político o económico, con el aconteci- recogen toda una línea de influencias que
miento diario y concreto de este bregar, con la viene directamente de España y que, por
vivencia periodística, por así decirlo, de la diversas razones, no asimilará inmediata-
historia; el otro es el sentido más general, que mente el componente africano, el cual sólo se
entiende lo político c o m o la gran perspectiva introducirá en la música popular cubana en
histórica que se dan los pueblos, c o m o aquello nuestro siglo, entregándole su impronta
que se juega en lo contingente pero que no se definitiva.
confunde con él, lo que se construye detrás de L a "trova" de los primeros años de este
la apariencia de los hechos concretos y lo que siglo es el antecedente artístico declarado de
traspasa lo puramente periodístico, la obra los creadores del nuevo movimiento. Los
construida en años de sacrificios y de descubri- grandes artistas de esta primera época que va
mientos que identificamos con la palabra a delinear el camino futuro de la canción
cultura, la historia vista a la distancia c o m o el popular cubana son: Sindo Garay, Manuel
gran camino de los pueblos. Corona, Alberto Villalón, Rosendo Ruiz y en
E n estos dos sentidos podemos decir que una segunda etapa, conocida con el nombre
la nueva canción ha sido o es política. A veces de trova soñera, Ignacio Pineiro, Miguel Mata-
se introduce en lo contingente y en lo coyun- moros y su famoso trío, que será el protago-
tural, a veces es únicamente fiel a su misión nista de la primera explosión de música
cultural, pero nunca es indiferente y por eso cubana en el continente.
pertenece ya a una parte de la historia de la . Durante la primera época, las canciones
cultura latinoamericana. U n a visión equili- de la trova serán todavía m u y cercanas al
brada de su valor está obligada a considerar contrapunto o punto campesino, que es su
ambos aspectos, separándolos y uniéndolos antecedente m á s inmediato en ' el folklore,
cuando sea necesario, pero, sobre todo, sin aunque no deriven de éste. Sus temas serán
confundirlos ni reducirlos el uno al otro. principalmente la patria y el amor y serán
interpretados por pequeños conjuntos con un
solista que canta mientras los demás lo acom-
La nueva trova cubana pañan, haciendo pequeños coros y con los
instrumentos típicos, el tres, la guitarra y las
Cuba ha sido siempre un país que se ha maracas u otros instrumentos de percusión.
destacado por su producción de música popu- Las grandes canciones de ' esa época serán
lar y desde hace ya varios siglos que andan por especialmente notables por sus textos, que
el m u n d o melodías y ritmos isleños. Las recogen la tradición hiperromántica de la
"habaneras" llegaron hasta a dar origen a poesía popular latinoamericana de comienzos
ciertas composiciones cultas europeas y en de siglo, influida en alto grado por el romanti-
este siglo, la rumba, el m a m b o o el chachachá cismo culto del siglo pasado. E n todo caso,
se han destacado entre las danzas que han estos textos, por su nivel poético, revolucio-
logrado imponerse en el m u n d o entero. N o es naron la canción popular de aquellos años.
extraño entonces que el movimiento cubano M á s adelante intervienen las diversas
de nueva música, llamado nueva trova, sea formas del son, inaugurando la segunda etapa
hoy día uno de los más fuertes del continente de la trova, que será mucho m á s difundida
La nueva canción en América Latina 681
1
"^Äl^fli^^ < '' •'&$r
^^m*
•
fJÊÊ^^BKÊ»!Êè^*j&BÈ.Í ' • !
!
í ^f'a| • \r'--0?*$$.
;•' ^ " ^
£t* ?!
'"%">*
^^^J
• -'/aã« Ï^H?^
-'.
^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ B r ^ H ^ _ y ^.^m^^ÉËÊÈÊStaËËSÊËÊMW'"'• jÊÊÈM.^^^^ÊËmÈÊÊÊÉk ü ' ' ".
pB RMf !* <, /•'; BnÜil
^^^^BBÉ ^HLjfltf^^^^flBHKi^'^^^^I^E^p ^^^Hf^ ^-.£"•'/ ? V
;?
1 J
^^1 ^JH^^H
" ifc>%
. ^^F "* ^m
p-
I i^^L -^*" JV -S¿^^^^Kí
^^^K^%>
^a^
^^^0
^ 1
•
1 VL MÊjwwKrl k É^
• iP% H H P ÍT^Lf*^ ^^ > ^
W>k
1
• * % '
^
/'V
Vi J^^^^fc
L _^| i
¡
^^^^^^^^^^^^^^H^l^^^k -'^^^^k^^H^^^^^^^I
que la primera gracias a la radio, que aparece nida así por los mismos escritores. Antes, los
en los años treinta. El conjuntó más impor- movimientos nacionalistas, el criollismo por
tante de esa época será sin discusión el trío ejemplo, habían entendido lo nacional en un
Matamoros, que define la estructura y la sentido m u c h o más estrecho, afirmándose en
forma del son que será, a su vez, un factor de todas las formas de regionalismo que se ubica-
primera importancia en la definición del carác- ban por encima de las ideas continentalistas.
ter nacional de la música cubana. Ahora ocurrirá exactamente lo contrario, son
Otro movimiento importante de la músi- estas últimas las que pasarán a primer plano y
ca cubana, y de gran acogida en el continente, esto será favorecido, por otro lado, por el
será el que se conoce con el nombre de enorme desarrollo de los medios de comunica-
feeling. Corresponde a la creación de los años ción que pueden ahora convertir un éxito
cuarenta, en la línea de la música romántica literario en un boom en todos los países de
anterior, pero ahora fuertemente influida por habla hispana. N o es entonces extraño que
la música norteamericana de la época, princi- durante toda esta época, este nuevo espíritu,
palmente el blues, que se introduce notoria- principalmente entre los escritores, tenga una
mente en las armonías de los boleros creados expresión orgánica en la fundación de la Casa
por estos grandes músicos cubanos. El feeling, de las Américas, iniciativa revolucionaria que
a través de las canciones de José Antonio busca encauzar este impulso latinoamerica-
M é n d e z , César Portillo de la L u z , Tania nista.
Castellanos y otros, influirá directamente en E n el terreno de la canción comienza a
la nueva trova. Pero entre esta música y la suceder m á s o menos lo mismo, aunque con
nueva trova se alzará el acontecimiento más un mayor retardo por causa del menor desa-
radical de la historia de Cuba y que será el rrollo del movimiento hasta ese momento. A
factor principal de su nacimiento: la revolu- fines de los años sesenta comenzarán sin
ción de 1959. embargo a aparecer los primeros signos de
H e m o s dicho ya algo sobre la importan- este nuevo espíritu y hoy día toda la nueva
cia de este acontecimiento en la historia canción responde en mayor o menor grado a
cultural de América Latina. Independiente- esta idea nueva de unidad cultural latino-
mente de las consecuencias políticas y de la americana.
conmoción social que desencadenó la revolu- La nueva trova es también hija de esta
ción cubana en todo el continente, es decir, el situación, aunque nace de una generación ya
comienzo de guerrillas en otros países, la instalada en el proceso revolucionario. A d e -
radicalización de ciertos procesos, la influen- más, recibe ciertas influencias de la música
cia ideológica sobre los movimientos estudian- sureña, cuyos ecos comienzan a llegar a la isla
tiles y obreros y el comienzo de una política a mediados de los años sesenta.
m u c h o más agresiva hacia el resto del conti- Los dos artistas que están a la cabeza de
nente por parte de los Estados Unidos, la este movimiento son los cantautores Silvio
revolución tuvo un enorme peso cultural pues Rodríguez y Pablo Milanês, ambos surgidos
trajo consigo un sentimiento de solidaridad en la segunda mitad del decenio de 1970.
latinoamericana que no se daba desde los Entre ellos y la música m á s tradicional, el
tiempos de la independencia. Esta ráfaga de puente m á s importante es un artista salido de
espíritu bolivariano sopló sobre toda la A m é - la trova soñera y cuya obra se transformará en
rica Latina y se avivó sobre todo en los el m á s característico símbolo musical de la
medios intelectuales y artísticos, creando un revolución cubana, Carlos Puebla. Este poeta
cuadro nuevo en la cultura que empezó a ser popular, acompañado de sú conjunto Los
vivida por muchos a partir de este sentimiento Tradicionales, ha ido realizando una verda-
de real unidad. Por primera vez en la historia dera crónica de la revolución cubana y de los
de la literatura, por ejemplo, se comenzó a acontecimientos histórico-políticos más impor-
hablar de una literatura latinoamericana, defi- tantes del continente en los últimos años. Su
La nueva canción en América Latina 683
obra es un antecedente no sólo para la actual Para terminar con los antecedentes, tendría-
música cubana, sino para toda una corriente m o s que decir que, especialmente en la obra,
dentro de la nueva canción que se ha llamado de algunos de sus representantes m á s destaca-
"canción contingente", y que debemos consi- dos, la nueva trova revela algunas influencias
derar como su línea más comprometida con la de la música norteamericana (Bob Dylan,
lucha política. Ella corresponde a la antigua Barbara D a n e y Harry Belafonte), sin dejar
tradición de música juglaresca que está m u y por ello de ser una expresión auténticamente
adentrada en el alma latinoamericana pues la cubana.
ha acompañado en toda su historia. La obra La nueva trova tiene un desarrollo instru-
de Carlos Puebla no es solamente política, mental en el trabajo del Grupo de Experimen-
está basada en la pureza popular de sus versos tación Sonora del I C A I C (Instituto Cubano
que, con inigualada maestría, van dejando de Arte e Industrias Cinematográficas). E n
retratados los sucesos m á s relevantes de la esta última institución se creó el laboratorio
historia de su país, al mismo tiempo que nos de experimentación sonora que permitió que
hablan de personajes y costumbres populares. se establecieran contactos m u y fructíferos
La obra de Puebla es una de las más prolífe- entre músicos populares y músicos académi-
ras, está hecha toda según formas m u y tradi- cos, lo que dio c o m o resultado una música
cionales de la música cubana como el son, la sabia y moderna que influyó de manera deci-
guaracha o la guajira, lo que explica su fácil e siva en la composición de algunos creadores y
inmediata aceptación popular. Su conjunto en los arreglos de sus canciones. El I C A I C
corresponde exactamente al viejo estilo de los será durante . m u c h o tiempo un lugar de
grupos de son y ha mantenido durante los encuentro y un semillero de nuevos intér-
largos años de su existencia el más puro pretes y autores. Los más notables que han
sonido de la antigua música habanera. L a salido de allí son Eduardo R a m o s y Sara
importancia de Puebla en la historia de la González, y el músico en torno al cual ellos se
nueva canción es sólo comparable a la obra de formaron es el gran guitarrista y compositor
Atahualpa Yupanqui y de Violeta Parra, con cubano Leo Brower.
quienes comparte los honores de iniciador.
La nueva trova es el movimiento de la
La nueva trova permanecefiela la temá- canción latinoamericana que ha alcanzado un
tica de la antigua trova, pues sus contenidos mayor desarrollo orgánico, apareciendo hoy
predominantes son la patria y el amor. A c o m o una verdadera organización juvenil de
estos temas se agregan las loas a la revolución masas con representantes en todas las provin-
y a sus héroes y la canción de denuncia. cias y en todos los sectores juveniles impor-
Surgida en un momento épico, sus raíces tantes del país. Desde la fecha de su naci-
poético-musicales más bien líricas crean una miento oficial, en 1972, sus integrantes se
bella amalgama de sonoridades y sentimientos reúnen cada uno o dos años para discutir sus
m u y . variados, como si en esta contradicción problemas comunes y elegir a sus represen-
radicara su fuerza íntima. El lenguaje, que en tantes en el organismo directivo, la Dirección
un principio debido a la acumulación de Ejecutiva del Movimiento de la Nueva Trova
imágenes pudo aparecer algo recargado, ha Cubana. Este movimiento agrupa actual-
ido pasando por un proceso de precisión y de mente cerca de dos mil jóvenes que ingresan a
purificación que le ha dado un alto valor ella por méritos artísticos y personales, some-
poético. tiendo sus obras a la discusión de los miem-
Oficialmente, el inicio del movimiento bros regionales activos. Los organismos de
data de 1972, aunque c o m o ya lo hemos base se llaman "destacamentos de la trova" y
dicho, las obras de sus iniciadores habían éstos pueden estar constituidos por conjuntos
comenzado mucho antes. A d e m á s de los n o m - o por solistas. C a d a , cierto tiempo, estos
brados, tienen importancia en los comienzos destacamentos se reúnen para discutir las
los cantautores Noel Nicola y Vicente Feliú. nuevas- creaciones y los problemas gremiales,
684 Eduardo Carrasco Pirará
La cantante argentina Mercedes Sosa con un bombo legüero, derivado de los bombos militares, que se
caracteriza por la potencia de su sonido. Phonogram/ciaude Deíonne.
los momentos más ricos de la historia musical tados, m u y graves para la cultura popular,
popular del Brasil. Los festivales se realizaban obligan a muchos a salir del país. E n Brasilia y
en el cine Paramount de São Paulo que dependiente del Ministerio de la Comunica-
albergaba a miles de jóvenes que concurrían a ción Social, un organismo revisa toda obra de
aplaudir a sus músicos favoritos. L a compe- teatro, toda canción y, en general, toda mani-
tencia llegó a tener tal magnitud, que terminó festación artística que se dirija a un público.
realizándose en grandes estadios. Por esa E n realidad, esta censura funcionó sin ningún
misma época, la bossa nova conoció también criterio estricto, dejando pasar a veces en
una importante difusión a través de un pro- la canción lo que prohibía en el teatro o en
grama de radio de Elis Regina, que llegó a ser el cine, pero causó estragos porque dejó
uno de los más escuchados de Brasil. Así, esta en manos de funcionarios no siempre m u y
música llegó a conocerse en toda su diversidad avezados, el desarrollo de la cultura popular
y a tener el carácter de un movimiento masivo. nacional.
A pesar de que nunca ha habido en el Ejemplo de esta situación de crisis
Brasil una música política identificada c o m o interna y de violencia es la historia personal
tal, las autoridades comenzaron a sospechar de muchos artistas. Chico Buarque, por ejem-
cada vez m á s de la orientación del movi- plo, tiene que ir tantas veces a las comisarías
miento. Las únicas canciones que podríamos para responder a los interrogatorios policiales,
considerar más cercanas a un compromiso son que al final optará por irse a Italia, donde
las de Geraldo Vandré, cuya importancia residirá algún tiempo. Caetano Veloso y Gil-
principal está en la originalidad y belleza de berto Gil son encarcelados y obligados a
sus textos. Esta música, basada en la tradición partir a Londres, donde pasan su exilio. E d u
del nordeste del Brasil, se impuso con gran Lobo va a Estados Unidos a estudiar música y
fuerza en los festivales de esa época y llegó a Vandré tendrá que vivir varios años en Chile y
tener tal empuje simbólico, que el autor fue en Francia. Durante todo este tiempo, entre
expulsado del país en 1969. 1969 y 1972, se producirá un verdadero vacío
E n 1966 y 1967 surgirá un movimiento cultural que las empresas de discos y los
contrario a la bossa nova e influido por el auge medios de comunicación de masas aprovecha-
del movimiento hippie, que alcanza a tener su rán para invadir Brasil con música norteameri-
expresión en el Brasil. Esta tendencia, que cana. A pesar de los intentos por reavivar la
acusa a la bossa nova de ser una música canción internacional con grandes festivales,
"acomodada", no contestataria y asimilada a cuyafinalidadserá reemplazar a los anteriores
la burguesía nacional, es lo que se llamó festivales nacionales, esto no tiene ninguna
"tropicalismo". El tropicalismo alcanza un consecuencia de importancia. Sólo a partir del
gran auge a pesar de la nueva ola de represión año 1971, fecha en que comienzan a volver los
durante el año 1968, que prácticamente ter- artistas brasileños, se comenzará a producir el
mina con la evolución del teatro comprome- fenómeno de recuperación de la música popu-
tido cuyos sectores m á s importantes son acalla- lar nacional. U n o de los primeros en volver
dos o expulsados del país. A partir de ese será Chico Buarque que con su disco Construc-
entonces, la canción brasileña quedará divi- ción vuelve a mostrar la voz de esa juventud
dida en tres tendencias: la bossa nova, el callada durante más de tres años. Posterior-
tropicalismo y una tercera, que es la m á s mente vuelven Caetano Veloso y Gilberto Gil
tradicional y cuyo m á x i m o exponente es el y se restablece la situación de la época de los
cantante Roberto Carlos, que sigue la línea festivales, aunque ahora la canción, principal-
romántica popular de fuerte tradición en el mente en los textos de Chico Buarque, alcan-
país. Este último movimiento se ha llamado zará un sentido francamente crítico.
"la joven guardia". U n fenómeno altamente positivo que se
E n 1968 se dicta el acta institucional produjo en los años del vacío cultural fue la
n.° 5, que legaliza la censura y cuyos resul- rehabilitación de los viejos cantores cuya obra
La nueva canción en América Latina 689
en verdad había sido la raíz de todo el A partir de 1972 va naciendo una nueva
movimiento de música poética y que, hasta generación de músicos. Son jóvenes m u y
entonces, no habían sido reconocidos. Es el influidos por la música anglosajona de los
caso de Dorival C a y m m i , gran poeta popular años sesenta y en especial por conjuntos c o m o
de Bahía, cuyos cantos de pescadores y de los Beatles. Por otra parte, también reciben el
hombres de la tierra, sobre motivos folklóri- influjo de la música nordestina. Se trata de
cos, lo transforman en uno de los padres de la una generación formada en la censura y para
nueva música brasileña. la cual la palabra en sí misma ha perdido su
La rehabilitación de los más importantes importancia. Por esta razón, la voz n o será ya
músicos de la época de los festivales, que sostén de un texto, sino un puro sonido y la
ahora tenían un carácter nacional, demostró música pasará a ser la protagonista indiscutida
que el pueblo brasileño seguía queriendo su de la canción. Los m á s importantes represen-
propia música y es así c o m o ciertas iniciativas tantes de esta nueva tendencia son Milton
tendientes a la revitalización del folklore ten- Nascimento, Gismonti y H e r m e to Pascual.
drán también un enorme éxito. Es el caso de Ellos se volverán de una manera m u c h o más
Marcus Pereira, que tras editar música del profunda que sus predecesores hacia las raíces
nordeste, se transforma en uno de los grandes folklóricas, recreándola con instrumentos elec-
éxitos de la música brasileña. M á s adelante, trónicos. El jazz, siempre presente en la
vendrá de Recife el Quinteto Violado que nueva música brasileña por sus raíces negras,
explotará la misma veta. tendrá aquí también una gran influencia.
690 Eduardo Carrasco Pirard
enraizarse y n o perder sus lazos profundos a las obras cultas, c o m o canción contingente,
con la cultura nacional. E n este sentido viene c o m o marcha ágitativa, c o m o canción inti-
a ser c o m o una reacción al movimiento de mista, c o m o música puramente instrumental,
penetración cultural consciente o inconsciente c o m o expresión jazzística, etc. R e t o m a pues,
que tiene lugar dentro de la música por causa todas las tradiciones de la música latina e
del desarrollo desigual entre las industrias que inventa nuevas vías de evolución.
tienen que ver con este arte popular. Esta E n aquellos países donde toma un carác-
oposición, por supuesto, n o tiene el carácter ter m á s cercano al folklore, la nueva canción
de u n movimiento organizado y se realiza desarrolla una enorme expansión de la investi-
simplemente a través de la dirección que toma gación contribuyendo al redescubrimiento de
la creación. E n el caso de América Latina el las raíces de la cultura popular americana. Es
mayor peligro proviene de la exagerada difu- por lo tanto un factor de suma importancia en
sión de la música de origen anglosajón. el descubrimiento de la identidad cultural y en
L a nueva canción, por la variedad de su el despliegue de la conciencia popular. E s una
producción, recubre todos los aspectos de de las posiciones avanzadas en la defensa de
la música popular y n o puede ser definida lo propio que no solamente busca resguardar
tomando en cuenta únicamente sus aspectos lo ya recuperado, sino fertilizarlo en la crea-
formales. Ella existe c o m o música de baile, ción futura.
c o m o canción de texto, c o m o música cercana
Bibliografía
Discografia
O . P. Joshi
nal expresados en toda melodía concreta ese periodo se produjo un avance sin prece-
que se cante en un m o m e n t o determinado. dentes en la confluencia de la música melódica
Durante la interpretación, los artistas se y la armónica. Músicos occidentales como
extienden e improvisan en torno al rag esen- Georges Enesco, Yehudi Menuhin y Andrés
cial, embelleciéndolo. Segovia entraron en contacto con la música
Las formas cerradas de la música india india y sus músicos, y éstos a su vez escucha-
conocidas como dhruvapada o dhrupad se ban a grandes maestros c o m o Toscanini, Pade-
rewski, Casais,' Heifetz y Kreisler. Algunos
definen en los textos antiguos c o m o cantos de
alabanza a dioses y reyes. Paulatinamente, los músicos indios volvieron a su país con graba-
reyes fueron prevaleciendo y los dioses fueron ciones europeas. .
siendo loados en el estilo deshi (regional) La primera reacción de los auditorios
[Mukerjee, 1948]. Del contacto con la música europeos ante la música india fue de conside-
arábigo-persa nació un estilo conocido como rarla monótona y discordante: sigue sonando
jeyal (idea o imaginación). Este estilo es más sin cesar y no resulta agradable. L a música
libre, imaginativo, matizado y romántico, y india parece repetitiva y es difícil determinar
las composiciones son sumamente ornamenta- cuándo empieza y cuándo, termina. Pero el
das, delicadas, una verdadera filigrana. Otros contacto con la música india se amplió con el
estilos importantes además de los menciona- creciente número de artistas que visitaban los
dos son el thumari y el tappa en el norte y el países occidentales. Músicos indios participa-
tilana en el sur. Cuando las formas dhrupad y ron en festivales de la Commonwealth, en
jeyal se convirtieron en una especie de gimna- celebraciones de la Unesco, en festivales de
sia vocal, surgió el thumari como protesta. El Bach y en otras manifestaciones internaciona-
thumari crea una atmósfera romántica, descri- les. L a interpretación del dúo Yehudi M e n u -
biendo la alegría de la unión, las penas de la hin y Ravi Shankar en el concierto del Día de
separación, la incertidumbre de la anticipa- los Derechos H u m a n o s en la sede de las
ción y la nostalgia. El tappa, o cantos de los Naciones Unidas llegó a ser el símbolo del
camelleros del noroeste, conquistó su puesto encuentro de las músicas de Oriente y Occi-
dente. L a interpretación de música india y el
en la tradición después de la época del refina-
contacto directo entre músicos y público esti-
miento. El tararía se basa en sílabas sin ningún
sentido entretejidas de forma rítmica en una mularon a los músicos indios a aprender sus
rag, e interpretadas en un tempo acelerado. gustos. L a música india llegó a los Estados
Recientemente se ha generalizado el estilo Unidos en los años sesenta. Poco a poco los
persa de música folklórica, gazal, gracias a la auditorios americanos fueron interesándose
belleza de su mensaje y a su presentación por la música india y algunos jóvenes entusias-
espectacular. El público acude en masa a los tas hasta intentaron aprender música y danza
conciertos de gazal. en la India misma, lo cual es un proceso m u y
largo, y la mayoría regresó antes de poder
adquirir un conocimiento profundo.
El contacto con Occidente Actualmente existen algunos músicos
indios y maestros de danza que han creado
L a música clásica india entró en contacto con pequeñas escuelas en ciudades norteamerica-
Occidente a través de las visitas de maestros nas y europeas.
indios a Europa. E n la década de 1920, Udai La popularidad de la música y de los
Shankar, un pintor convertido en músico y instrumentos indios alcanzó una nueva cota
hermano mayor de Ravi Shankar, introdujo cuando los Beatles adoptaron el sitar y algu-
instrumentos indios, especialmente los tambo- nos estilos indios. George Harrison aprendió
riles (tabla) en sus espectáculos de danza en a tocar ese instrumento especialmente para la
Occidente. E n su compañía había músicos que música de grupo de los Beatles, pero poco a
tocaban el sarod, la tabla y el sitar. Durante poco el entusiasmo por la música india en
El marco social de la música en la India 695
Occidente volvió a su nivel original. Ravi sus formas puras. L a nueva generación de
Shankar escribía hacia 1968: "Muchos creen músicos indios cultos ha profundizado su
que la música india está actualmente influyen- comprensión e incorporado una cierta sofisti-
do en la música pop en medida considerable. cación en sus estilos en consonancia con las
Pero, en mi opinión personal, es solamente el tendencias modernas, pero fundamentalmente
sonido del sitar y no la auténtica música india ha conservado el dominio de la música tradi-
lo que encontramos en la música pop" [1968 cional. Esta generación conoce perfectamente
p. 93]. E n el decenio de 1970, la música india, las corrientes universales de la música, así
junto con la marihuana y el yoga, se convirtie- c o m o el entusiasmo occidental por la música
ron en símbolos de la cultura juvenil tanto india, pero ha evitado la rápida "hibridación"
entre los hippies y los jóvenes de Occidente, de la música india que se hubiera producido
como en la propia India. Los numerosos de haberse adoptado tendencias de todo tipo
gurús, swamis (ascetas) y bhagwans (dioses) sin demasiada reflexión. Mallikarjun Mansur,
que aparecieron por todas partes ayudaron Hirabai Badodekar, Pt. Jasraj, Kisori A m o n -
también a difundir la música india, a lo cual se kar, K u m a r Gandharvas, Bhimsen Joshi y los
agregaba también un interés por la artesanía y hermanos Dagar, entre los más famosos voca-
el arte de ese país. listas, y Ali Akbar Khan, Vilayat Khan,
A u n q u e la música india a nivel popular se A h m e d Ali K h a n y Bismillah K h a n , entre los
ha visto influida por la música occidental, el instrumentalistas célebres, son algunos de los
m o d o clásico ha sido conservado y revivido en que no sólo han mantenido viva la tradición
696 O. P. Joshi
c o m o intérpretes, sino que han contribuido a son por lo general anónimos; este tipo de
la vulgarización de la música clásica. música se canta en melodías sencillas con
Ciertos músicos indios han adoptado algu- acompañamiento de instrumentos simples,
nos instrumentos occidentales, especialmente c o m o los instrumentos de cuerda, las flautas
el violin, que se ha convertido en una parte grandes y pequeñas, los tambores fácilmente
integrante e indispensable de la música karna- transportables y varias clases de campanas,
tada. Durante la soberanía británica, las gongs, pequeños platillos y otros instrumentos
cortes reales nativas desaparecieron o se des- de acompañamiento.
membraron y los acontecimientos musicales L a música folkórica guarda estrecha rela-
que solían celebrarse en las cortes de los ción con la vida social cotidiana, y en ella el
zarñindars y de los nobles, en las mansiones contenido es m á s importante que la forma.
de los príncipes mercaderes y de las personas Hombres y mujeres cantan sobre temas m u y
acomodadas, tornáronse acontecimientos del diversos, c o m o las loas a la naturaleza, a las
pasado. L a reanimación del interés por la estaciones, a la sementera, a la siega, o sobre
música clásica cobró m á s fuerza con la apari- el parto, el matrimonio, etc. Las canciones de
ción de nuevas clases medias cultas en las amor expresan la felicidad de estar juntos, la
áreas urbanas. Surgieron organizaciones para tristeza de la separación, el anhelo y la
el fomento de la música, y en el decenio de esperanza. U n e canción de amor de Assam
1930 abrieron sus puertas varios conservato- dice así:
rios por obra de Pandit Bhatkhande y Palus-
Seré un cisne y nadaré en tu alberca;
kar. Los estratos medios de las clases medias
Seré una paloma y m e posaré en tu tejado;
constituidos por egresados universitarios, fun- Seré sudor y entraré en tu cuerpo;
cionarios del estado, juristas, profesores, Seré una mosca y besaré tu mejilla.4
médicos, ingenieros, industriales jóvenes y
comerciantes ricos comenzaron a interesarse Muchas canciones folkóricas han sido graba-
por la recuperación de la música tradicional. das en las bandas sonoras de films de gran
El hecho de poseer conocimientos sobre m ú - difusión que les han dado enorme populari-
sica y danza aumentaba las posibilidades de dad. U n a hermosa d a m a envía un mensaje a
una muchacha de clase media de casarse con través de pájaros y recibe la noticia de la
un miembro de las clases más altas. llegada de su amado por conducto de u n
cuervo; las peticiones de galas y atavíos, las
quejas contra los parientes políticos y las
La música folklórica expresiones de amor por parte de los esposos
se cuentan entre los temas favoritos de las
L a música folklórica continuó floreciente sin canciones folklóricas.
que la afectasen para nada los cambios políti- Los artistas tradicionales cantan las epo-
cos, ya que vive del favor de las masas m á s peyas del folklore, c o m o por ejemplo en
que de las élites. Los intérpretes de este Rajastán, una pareja de cantantes viajeros las
género de música disfrutan del apoyo de las presentan sobre un telón de fondo en el que
castas, de las comunidades, de los estableci- aparecen pintados en grandes trazos y con
mientos religiosos y del público en general. hermosos colores los incidentes de la epo-
L a música clásica india surgió de ambas, peya, y combinan el canto y la danza mientras
la música folklórica y la música religiosa, tañen instrumentos de cuerda. El "cantante
desarrollando su m o d o clásico peculiar en folklórico es una figura proteica que inter-
s
respuesta a los intereses de lascases altas. L a preta formas culturales menores.
música folklórica se mantuvo en permanente Los cantores de salmos, conocidos c o m o
contacto con la música clásica y la popular en los bhajan, son populares grupos de música
una perenne relación de influencia mutua. Los devota que se organizan informalmente en los
letristas y compositores de música folklórica templos, y esquinas o en residencias y salones
El marco social de la música en la India 697
particulares de todo el país, incluidas las en casetes, etc. Las canciones de éxito se
grandes ciudades. Milton Singer [1975, p. 174] superan unas a otras en popularidad y se ven
informa que en la ciudad de Madras sola- promovidas por la publicidad y por el cine.
mente existen cerca de un centenar de estos Algunas canciones de films en hindi han
grupos. Las familias acomodadas o los grupos alcanzado popularidad en el país entero, sal-
de cantores guardan unos pocos instrumentos tando todas las barreras dialectales. L a razón
para la música devota. U n grupo bhajan tiene de la popularidad radica a veces en la emoción
de cinco a quince miembros varones. Las que expresan, o en la calidad de la voz, y otras
mujeres que asisten a la actuación pueden en las melodías. L a música de films es tan
también unirse al canto, pero casi nunca popular en las áreas rurales c o m o en las
forman parte del grupo. urbanas, y ha llegado a constituirse en una
gran maquinaria comercial que m u e v e y esti-
mula a autores de canciones, directores musi-
La música popular cales, cantantes y acompañantes. E n India, la
primera canción cantada por Gaura Jan en
Música popular en la India es sinónimo de B o m b a y se grabó en disco en 1902; el primer
música de films, ya que es a nivel masivo que film sonoro, Alam Ara, se estrenó el 4 de
se escucha y canta, particularmente entre los marzo de 1931 en B o m b a y : su éxito radicaba
jóvenes. L a música popular se difunde en los en su música. E n aquellos primeros films, las
tocadiscos de lugares públicos, por la radio, canciones eran cantadas por los actores y
698 O. P. Joshi
influir en la música. Existen castas profesio- res. E n Rajastán incluso los dholi (tamborile-
nales que se especializan en la música. Cada ros), una casta que canta para otras castas,
aldea y cada familia (jajmans, patrones) cuenta tienen una casta subordinada conocida c o m o
con u n tamborilero y un flautista para ser- dhanmanga, q u e canta para ellos. D e igual
virles en las festividades lugareñas y en las m o d o , los d a m a m i s cantan para los rajputs y
ceremonias familiares. L o s histriones públi- los phadalis cantan para los kunjra (carnice-
cos, los cantores-mendigos y los acompañantes ros). Algunas castas, c o m o los langa —casta
de bailarinas proceden de castas c o m o las de agricultores musulmanes y músicos en los
dholi, sargara, mirasi, kanjar, d o m , fakir, ratos libres, del desierto del Rajastán occiden-
daphali y pirana. Los músicos ambulantes, tal— han adoptado la música c o m o profesión
que se van desplazando de comunidad en recientemente, debido a su popularidad en los
comunidad para servir a cada una de ellas, centros urbanos [Lalas, 1962, p . 77].
constituyen u n a verdadera tradición en la Dentro de ía estructura social, los vocalis-
India. tas tienen estatus m á s elevado que los instru-
Todas las castas patrocinan sus propios mentistas, y los acompañantes ocupan el nivel
músicos-poetas, conocidos c o m o bhots, que inferior. ' Los intérpretes del sarangi y de la
cantan canciones en alabanza a sus protecto- tabla son esencialmente acompañantes, conocí-
700 O. P. Joshi
U n maestro (pandit), acompañado por un intérprete de tabla, da una lección de música vocal a su joven
discípula en una escuela de música, junto al retrato de Sarswati, diosa de las bellas artes y del saber. Muri¡ Manohar.
cas. E n una ciudad de un millón de habitantes T . K . Jaya R a m Ayyar, que tuvieron el valor
pueden hallarse entre cincuenta y cien grupos de experimentar con músicos orientados hacia
o bandas de esta clase, que tocan en la ciudad lo tradicional y llevaron la orquesta a un
y en las poblaciones circundantes. El director grado considerable de perfeccionamiento.
de una banda cuenta con una oficina, o con A u n q u e la orquesta ha llegado a constituir
un despacho en su propio domicilio, donde una característica de la radio, el público en
guarda los instrumentos musicales, de su pro- general sólo aprecia verdaderamente la
piedad, así c o m o los uniformes de los que música de las orquestas cinematográficas.
encabezan los desfiles. Excepto el director de
una banda, los demás miembros son músicos Los auditorios
ocasionales contratados por día o por hora.
Los músicos de estas bandas populares suelen L a música india ha conseguido mantener sus
ser trabajadores rurales desplazados a zonas tradiciones en el curso de su larga historia y
urbanas que por lo común trabajan en fábri- extenderse más allá de sus límites culturales
cas, talleres, etc. Las bandas proporcionan originarios. Los acontecimientos musicales im-
empleo a gran número de miembros de las portantes solían celebrarse principalmente
castas tradicionales de músicos. bajo patrocinio privado, pero con el adveni-
El prestigio de una banda depende del miento de los medios de comunicación de
número de instrumentistas, de la calidad de masas ha surgido un nuevo auditorio multitudi-
los uniformes y de la calidad de las canciones nario para la música, que, además, ha ido
populares de su repertorio. Los vocalistas que otorgando al acontecimiento musical un carác-
acompañan a estas bandas y que cantan desde ter m á s secular. Antes, un músico se dedicaba
una unidad móvil provista de micrófono es un en principio a una actividad sagrada y dirigida
agregado que se ha ido generalizando. Los a dios; hoy se dirige a otros seres humanos, a
muchachos jóvenes, y a veces también las un público. L a profesión de músico se ha
muchachas, suelen interpretar música m o - vuelto respetable: la popularidad generalizada
derna con estas bandas en los desfiles, susci- ha sacado a los músicos de su aislamiento
tando las críticas de las generaciones mayores. áulico para insertarlos en un m u n d o presuroso
Las- bandas de instrumentos de metal son y competitivo.
símbolo de prestigio y un medio de realzar el El público oyente es heterogéneo en
estatus de las familias que las contratan. N o se cuanto a carácter y a gustos. E n un gran
espera demasiada creatividad de ellas, pues se 1 concierto organizado en una sala pública, en
las considera en realidad ajenas al verdadero un teatro o en un pandal,9 con entradas
arte de la música. pagas, el auditorio probablemente estará com-
U n buen músico indio utiliza un mínimo puesto de entendidos en música, de admira-
de instrumentos para interpretar una melodía, dores de los artistas, de parientes de los
y considera que si ésta se puede interpretar organizadores, de estudiantes de música, y de
con un solo instrumento, no hay necesidad de otros músicos y neófitos de la cultura musical.
ninguna orquestación m á s complicada. Pero Los músicos han aprendido también a com-
con el surgimiento de una diversidad de prender a su público y ajustan sus actuaciones
estilos de vida y con el nuevo dinamismo en el para satisfacer sus gustos. Los entendidos en
cultivo de la música, en los años cincuenta se música ocupan generalmente las localidades
introdujo una nueva orquesta en la radio All delanteras, en sillas o alfombrillas, y los
India para la que Walter Kaulfman compuso demás se acomodan detrás de ellos. U n con-
seis rags, empleando instrumentos tanto cierto, por lo común, empieza a las nueve de
indios c o m o occidentales. L a primera orques- la noche; a las once, la porción del auditorio
ta de radio compuesta por veintiocho músicos, musicalmente menos cultivada abandona gene-
con instrumentos de cuerda y percusión, fue ralmente la sala. Suele entonces quedar esta-
fundada en 1952 por Ravi Shankar y por blecida una relación apta para que los intér-
El marco social de la música en la India 703
, U n célebre maestro va desarrollando una melodía (rag) con un alap, mientras canta un dhrupad. Los
instrumentos de acompañamiento son, de izquierda ^derecha, tabla, pakhawaj, tanpuras y sarangi. S.N.A.
la magnitud del auditorio radiofónico. E n la ción al año. El hecho de que un músico grabe
India existían en 1979 casi 25 millones de un disco realza su estatus, ya que sólo graban
receptores de radio y 84 emisoras. E n ese comercialmente los músicos favorecidos por el
m i s m o año, la radioemisora All India ( A I R ) éxito. E n todo centro urbano hay tiendas de
transmitió música durante 139.380 horas, lo venta de discos y casetes para escuchar música
cual equivale al 38% del tiempo total de en el hogar, y también existe una creciente
emisión. Del tiempo dedicado a la música, demanda de música india grabada en los
34,3% correspondió a música clásica, 22,1% a países occidentales, particularmente de la va-
música ligera, 17,3% a música defilms,12,4% riedad instrumental.
a música religiosa, 9,5% a música folklórica y Los gobiernos central y estatales han
4,4% a música occidental. E n el cuadro 1 se creado academias de música, danza y arte
puede ver el desglose de las grabaciones por dramático para estimular a los artistas y a las
categorías. organizaciones musicales, y para promover la
A los músicos las agrada llamarse artistas investigación en el ámbito de las artes interpre-
de radio. L a expansión de la televisión, aún tativas. Se otorgan premios y becas a maestros
limitada actualmente a unas pocas grandes eminentes, que consagran su prestigió, pero
ciudades, es probable que sirva de gran estí- los créditos asignados a las academias son
mulo a los músicos y que satisfaga m á s relativamente poco importantes. Estas debe-
ampliamente las necesidades musicales de las rían ser consolidadas proporcionándoles el
masas. apoyo adecuado yfilialesa nivel de distrito.
El maestro Bhim Sen Joshi, uno de los más eminentes vocalistas indios, S.N.A.
tes de ella se hallaban m u y en la misma línea. en lenguas regionales, que a veces producen
U n interesante estudio del antropólogo números especiales sobre música clásica, folk-
Daniel M . N e u m a n [1980] versa sobre la lórica y cinematográfica. Sangeet (Música),
relación entre un pueblo y su música. Tras una revista publicada en hindi en Hathras, es
analizar la estructura cultural, la organización una de las publicaciones mensuales regulares
social y las estrategias de adaptación de los bien acogidas en el norte de la India. Algunas
músicos, N e u m a n concluye que, "a causa de academias de música también publican revis-
la proliferación de nuevas pautas ocupacio- tas pero sus lectores no son m u y numerosos.
nales y.de actuación, de la innovación en el E n general, todas las revistas populares in-
aprendizaje y de las normas generalizadas de cluyen algunos artículos sobre música durante
contratación, así c o m o debido a la diversifica- el año.
ción del público oyente y de los grupos El c a m p o para la investigación socioló-
patrocinadores y las modificadas funciones e gica sobre los fenómenos musicales en la India
identidad social de los músicos, puede real- es amplio, especialmente en lo que se refiere a
mente decirse que la organización social de la la música de films, a la música folklórica
tradición musical ha cambiado". Este autor contemporánea, a la música c o m o arte, a sus
observa, sin embargo, que aunque estos cam- creadores, intérpretes y consumidores. U n
bios puedan parecer radicales, vistos desde estudio detallado sobre la estructura musical
dentro resultan ser prolongaciones lógicas de de B o m b a y , que es el gran crisol y el centro
la estructura cultural de la civilización india. de difusión de toda la música india, podría
E n lo que se refiere a las publicaciones arrojar resultados m u y interesantes.
sobre la música, existen unas cuantas revistas, Traducido del inglés
706 O. P. Joshi
Notas
Referencias
D A N I E L O U , Alain. 1974. The india. Delhi, Concept Publishing The life of music in north India.
situation of music and musicians Co., p. 31. Nueva Delhi, Manchar
in countries of the Orient. Publishers.
Florencia, Consejo L A L A S , Sitaram. 1962. Articulo
Internacional de la Música/Leo aparecido en Sangeet. (Hathras, P O P L E Y , Herbert. 1971. The
S. Olschki. Sangeet Karyalay.) Enero. (En music of India. 4.a edición,
hindi.) Nueva York, Oxford University
D E S H P A N D E , Vaman Rao H . Press.
1973. Indian music traditions: an M A R I A M , Alan P. 1964. 1975.
aesthetic study of the gharanas in Anthropology of music. S A T Y A R T H I , D . 1951. Meet my
Hindustani, music. B o m b a y , Evanston, 111. North Eastern people. Hyderabad, Chetna
Popular Prakashan. (Estados Unidos de América), Publishers.
University Press.
D E V A , B . Chaitanya. 1973. An S H A N K A R , Ravi. 1968. My
introduction to Indian music. M A R R I O T T , M . 1955. Village
music, my life. Nueva Delhi,
Nueva Delhi, Publications India. Chicago, Chicago Vikas Publications.
Division. University, p. 21 y 56.
I M A M , Hakim M o h a m m a d M E E R , Van Der W . 1980.
S I N G E R , Milton. 1975. The great
Karam. 1959a. Effects of ragas Hindustani music in the 20th tradition in a metropolitan
and mannerism in singing. century. Nueva Delhi, Allied center: Madras. En: Traditional
Traducido por Govind Vidyarthi. Publishers. India. Jaipur, Rawat
Publications.
—. 19596. Bulletin, Sangeet M U K E R J E E , C . P. 1948.
Natak Akademi.. Sociology of Indian culture. —. 1980. Indian reference
Jaipur, Rawat Publications. annual, Nueva Delhi,
J O S H I , O . P. 1976. Painted Departamento de Publicaciones,
folklore and folklore painters of N E U M A N , Daniel M . 1980. Gobierno de la India.
CONTEXTOS DEL ARTE
La interacción mediante
la música en las sociedades
africanas
J. H . Kwabena Nketia
U n hecho cada vez más reconocido en nues- y que tienden a suscitar reacciones inmediatas.
tros días es que las estructuras formales de la Los testimonios etnográficos que existen
música no responden sólo a las funciones sobre la música de Africa nos demuestran que
básicas de la música en tanto que m o d o de las tres concepciones citadas están presentes
comunicación, sino también a la manera en en grados diversos en muchas sociedades
1
que la música es considerada en cada sociedad africanas. N o obstante, pareciera que se
en relación con los valores artísticos, filosófi- pone especial énfasis en la dimensión social de
cos y sociales, así c o m o a las formas de vida la música y m á s particularmente en el aspecto
musical en las que se manifiesta. Allí donde la interaccional de la organización y del uso de la
música es considerada exclusivamente como música. D e ahí que, c o m o en otras culturas
fuente de placer estético, que ponen el acento en la
se pone el énfasis en su dimensión social, las cos-
dimensión artística o en J. H . Kwabena Nketia, ex director tumbres relativas a la
su desarrollo c o m o poe- del Instituto de Estudios Africanos de práctica de la música
la Universidad de Ghana, es actual- hacen de ella u n a parte
sía y exploración de los mente profesor de música en la Uni-
materiales sonoros por sí versidad de California en Los Ange- integrante de la vida so-
mismos, ampliando conti- les. Nketia es autor de varios artícu- cial organizada y de la
nuamente su variedad de los y libros sobre la música y la privada, en sus diferen-
valores artísticos. Cuan- cultura africanas, entre ellos Funeral tes circunstancias.
dirges of the Akan people, Drumming
do se la considera desde in Akan communities of Ghana, Mu- E n la vida domésti-
un punto de vista sobre sic, dance and drama, African music ca, por ejemplo, la tritu-
todo filosófico, en cam- in Ghana y The music of Africa. ración y molienda del gra-
bio, se tiende a cultivar no brinda una oportuni-
una música contempla- dad para entonar melo-
tiva, con énfasis en los días; las canciones de
significados simbólicos o cuna son otro ejemplo; a
en el empleo selectivo de materiales sonoros través de ellas las madres no sólo mantienen
que suscitan las emociones espirituales adecua- una relación con sus hijos pequeños, sino
das, que crean la comunión con el cosmos o también con otras personas de la vecindad en
que sirven de puente hacia lo sobrenatural. tanto reflejan sus matrimonios o sus rela-
Por último, allí donde la consideración ciones con parientes y otras personas. T a m -
básica recae sobre la dimensión social o los bién en la esfera económica se estimula la
procesos de interacción que la música permite creación de música para acompañar las activi-
establecer, suele ponerse el énfasis en las es- dades de ciertos grupos, c o m o los comer-
tructuras que facilitan asumir e identificar los ciantes, los pastores, los tramperos de aves,
roles sociales, que promueven la comunicación los pescadores y cazadores, los artesanos y los
708 / . H. Kwabena Nketia
la fuente de la música c o m o lo están otros. Puesto que la presencia del público, así
Pueden oír m u y bien los instrumentos de gran c o m o lo que éste haga, puede influir en la
intensidad sonora c o m o son los tambores, animación de una actuación musical, en la
pero los que no se hallan cerca de los intér- selección espontánea de las piezas, en la
pretes no siempre oyen con claridad las cancio- improvisación textual y en otros detalles de la
nes. Igualmente, si la música proviene de actuación, este estímulo de la creatividad o de
algún intrumento de tonos suaves, acaso no la intensidad de expresión es bien recibido por
oigan claramente las melodías hasta que las los ejecutantes y aun a veces buscado. E n
mismas sean retomadas por cantantes o baila- ciertas ocasiones,.los comentarios sobre una
rines. Debido a estas dificultades, la elección actuación musical y sobre los incidentes nota-
del m o d o de presentación suele ser una consi- bles que sobrevinieron en el curso de la misma
deración importante en la producción musi- se prolongan hasta m u c h o tiempo después,
cal. Las fluctuaciones de interés del público pues las relaciones intérprete-auditorio no se
motivadas por una audición viciada de los basan únicamente en lazos sociales, en creen-
detalles de la música se pueden contrarrestar cias y en valores compartidos, sino también en
con el espectáculo de baile. D e ahí que un conocimiento compartido y en criterios
durante las actuaciones, las relaciones intér- comunes, que son activados o redefinidos
prete-auditorio se establezcan no sólo a través durante un acontecimiento musical por medio
de la música, sino también mediante el movi- de tipos bien definidos de comunicación musi-
miento de los que bailan y los gestos o el cal y de los modos de presentación que se
comportamiento estilizado de los intérpretes. exponen y analizan a continuación.
Cuando la interpretación gana en emoción e
interés, los que no alcanzan a ver el baile
empiezan instintivamente a acercarse hacia
donde actúa el conjunto, estrechando el espa- M o d o s de comunicación
cio disponible para la danza. Por eso, algunos e interacción
grupos de ejecutantes designan a algunas
personas para vigilar a la muchedumbre y La comunicación musical ha sido definida en
hacerla retroceder cuando es necesario. términos generales c o m o "los efectos que
Puesto que cada grupo ejecutante se produce la música en uno o en varios de los
especializa por lo general en un número cinco sentidos de un receptor individual o de
limitado de formas musicales —a m e n u d o sólo un grupo de receptores".5 Tales efectos pue-
en uno o dos géneros—, los que asisten a sus den producirse a través de uno o más de los
actuaciones saben lo que van a escuchar. tres conductos siguientes: a) los materiales
C o m o muchos de ellos suelen conocer ya bien sonoros y las estructuras en las cuales se
la música^ la satisfacción que obtienen estriba interpretan; b) los textos verbales integrados
no sólo en la renovación de la experiencia a la música; y c) la danza mediante la cual las
musical sino también en la interacción que se estructuras básicas musicales se articulan.
crea. Mientras se desarrolla el espectáculo, C o m o en muchas culturas del m u n d o , la
pueden en cualquier m o m e n t o manifestar sus práctica musical africana explota las fuentes
sentimientos sobre lo que oyen y ven. E n de sonido que ofrece el cuerpo humano.
algunas sociedades, los individuos suelen m o s - A d e m á s de la voz (que puede utilizarse no
trar su aprecio avanzando hacia los músicos, o sólo para cantar sino también para imitar
m á s específicamente hacia el timbalero mayor tambores u otros sonidos), se emplean los
o hacia un bailarín determinado, para ofre- sones percusivos generados por el batir de
cerles un regalo. Pueden también identificarse palmas y por las diversas formas de zapateo.
con el grupo ejecutante entrando a la pista de E n este último caso, se suelen atar a piernas o
baile en algún m o m e n t o para demostrar su tobillos cascabeles u otros artilugios que pro-
apreciación de la música bailando. ducen sonidos especiales durante el movi-
La interacción mediante la música en las sociedades africanas 711
miento. E n algunas sociedades africanas exis- nido que pueda ser estructurado en u n ritmo
ten incluso juegos de niños en los que se organizado se suele emplear durante el tra-
i producen series ordenadas de ruidos percusi- bajo o en los momentos libres con fines
vos golpeándose diversas partes del cuerpo, musicales, cuando se siente una necesidad de
c o m o los muslos, y batiendo las manos. Los interacción, de organizar un esfuerzo, de
niños usan el castañeteo producido con los distraer la atención o de relajar la tensión.
dedos en vez de los crótalos usados por los Las mujeres apisonando el suelo de una casa
adultos c o m o acompañamiento percusivo del recién construida pueden transformar los rui-
canto, mientras se consiguen también otras dos que producen en estructuras musicales,
variedades de sonido ahuecando el puño y con sólo imprimir a sus golpes pautas rítmicas
soplando en él. A algunos instrumentos, c o m o regulares. E n algunas sociedades, las mujeres
las maracas, se los golpea contra diversas llevan su grano y su mortero a u n lugar
partes del cuerpo —la palma extendida, el céntrico donde pueden moler en grupo con
codo, el muslo—, y algunos tambores se tocan otras mujeres mientras cantan para distraerse.
no sólo percutiendo la m e m b r a n a con las Durante el trabajo, las hachas, las azadas, los
m a n o s , sino también aporreándola con los machetes, los remos y otros útiles suelen tra-
talones. tarse c o m o si fueran instrumentos musicales.
Estas y otras prácticas musicales se deben Otras fuentes de sones percusivos son los
a la enorme importancia que tiene la percu- instrumentos especialmente concebidos para
sión en la cultura musical de muchas socie- la percusión, c o m o los sonajeros y maracas de
dades africanas. Prácticamente cualquier so- diversos tipos, carracas, caránganos y sistros,
712 /. H. Kwabena Nketia
estas sociedades, esta práctica no está sólo nal que va de un lado para otro cantando las
limitada a los tamborileros de instrumentos en loas de la gente, a m e n u d o con el acompaña-
forma de reloj de arena. L o hacen también los miento de un instrumento de cuerdas como el
violinistas, por ejemplo; Grupos de ambos laúd-arpa llamado cora.15 Suele combinar
. tipos de músicos se encuentran siempre en el esta función con la de cronista, pues recita los
séquito de todos los jefes importantes, y reinados de los reyes, las genealogías e histo-
acuden a las cortes de sus protectores por lo rias de las casas y familias a las que está
menos una vez a la semana —generalmente vinculado.
los viernes— a salmodiar sus panegíricos. El cántico dê loas no está en m o d o
Entre los hausa del norte de Nigeria el alguno limitado a las regiones de Africa
canto de loas está aún m á s refinadamente occidental donde ha llegado a institucionali-
organizado. H a y cantores de loas de ambos zarse de la manera referida. L o hallamos
sexos. Cuando un alto dignatario hausa debe también en las tradiciones de muchos pueblos
aparecer en un desfile público, sus cantores de africanos en Africa oriental, central y meridio-
loas le siguen siempre. Todo el m u n d o puede nal.16 E n todas las culturas se emplea para
disponer de los servicios de estos cantores en fomentar un sentimiento de orgullo en el
ocasiones solemnes c o m o las bodas, los festi- individuo, para fortalecer su confianza lla-
vales y las danzas especiales. También existe m a n d o la atención sobre su estatus en la
por supuesto el cantor de loas ambulante que sociedad o sus afiliaciones de grupo, así como
va de pueblo en pueblo. Para tener éxito les sus logros y hazañas o los de sus antepasados. I
hace falta averiguar, apenas llegan, quiénes Otra forma de comportamiento institucio-
son los notables del pueblo y cuál es la historiav nalizado asociado con la música son las can-
de la localidad, si es que no disponen de esa, ciones de insulto y crítica en ocasiones espe-
información, pues todo ello tiene que entrar ciales reservadas para este fin. Entre los ga de
en sus loas.13 Ghana, durante un festival que se celebra una
Los vecinos meridionales de los hausa vez al año, ciertos grupos cantan sátiras en la
—los yoruba de Nigeria occidental— tienen calle, poniendo siempre buen cuidado en que
también cantores de loas profesionales. E n los escándalos que hayan ocurrido sean no
toda corte existe un grupo de ejecutantes de sólo delatados sino vivamente ridiculizados.
tambores en forma de reloj de arena y un U n hecho análogo tiene lugar en la región
cantor de loas que sabe tocar también el Brong de G h a n a , una vez al año, en un
tambor. Cada vez que un visitante entra en el festival especial celebrado en las localidades
palacio, los tambores tocan y recitan su oriki, en las que se rinde culto al dios Ntoa. Dícese
o títulos honoríficos, anunciándolo de esta que este dios ha sancionado el canto de
forma al soberano m u c h o antes de que se insultos en el referido festival de suerte que
reúnan. C o m o entre los hausa, el canto de susfielespuedan desembarazarse de todos los
loas no se limita a la corte, pues se dice que sentimientos bajos que hayan ido abrigando
existe un oriki para cada nombre yoruba, así durante el año. E s esta una ocasión, pues, de
c o m o para las principales deidades, tales expresar públicamente la opinión, de hacer
c o m o , entre otras, Obatala, Shango, Erinle, oír críticas abiertas a los que mandan o de
Oshun y O g u n . Los poemas laudatorios yoru- insultar a personas que hayan causado daño u
ba pueden ser salmodiados o tocados en los ofendido a otras.
tambores. Los grupos de tamborileros, así El uso institucionalizado de la canción !
c o m o éstos tomados individualmente, gozan c o m o un tipo de comportamiento social se
de libertad para corretear y loar a particulares extiende también a la entonación de cantos de
a cambio de la remuneración acostumbrada.14 alarde personal, c o m o los cantos ibiririmbo de
E n todo el cinturón de sabana del Africa los hutu de Zaire, las canciones individuales
occidental —en Malí, Guinea, Senegal y G a m - entre algunos pueblos pastoriles como los
bia— existe el mismo tipo de poeta profesio- karamojong de Uganda, las canciones de
La interacción mediante la música en las sociedades africanas 717
Niños de Alto Volta haciendo música con micrófonos e instrumentos (o simulacros de tales) fabricados por
ellOS m i s m O S . Marie Paul Ncgrc/Rush.
Puesto que el establecimiento de rela- tos, explica que suelan hallarse pautas simi-
ciones significativas depende en gran medida lares de comportamiento en una amplia varie-
del impacto que la música y la danza produ- dad de contextos en los que se interpretan
cen, las estructuras que se emplean en la tipos de música diferentes. Existe una tenden-
música están concebidas para que sean a la cia a formalizar dicho comportamiento no
vez operacionales e informativas, para que sólo con respecto a los movimientos de la
ofrezcan vías para la acción social, para que danza y a las actitudes de los músicos, sino
sean un cauce para la comunicación de ideas, también con respecto a las formas en que se
de mensajes o de de sentimientos. C o m o el expresan el estímulo, el aprecio y otros senti-
cultivo de la- música depende de la tradición mientos.
oral y de la memoria de los ejecutantes en Las consecuencias de lo que antecede en
cuanto a repertorio, códigos y procedimien- relación con la participación en la producción
tos, se da a las formas breves mayor importan- musical dentro de la vida social organizada
cia que a las formas extensas o evolutivas, y se son triples. Primero, y esto es evidente, el
prefieren las estructuras compuestas de varias conocimiento, la comprensión y el aprecio de
secciones, las repeticiones, las variaciones y la música, sin excluir los códigos que incor-
substituciones improvisadas y el empleo de pore, ni el comportamiento exigido por la
formas basadas en estructuras acumulativas. costumbre en una determinada situación musi-
El hecho de que los mismos principios de cal, son requisitos previos para la participa-
organización musical y las mismas estructuras ción activa en la vida social de los grupos a los
melódicas yrítmicastradicionales constituyan que se pertenece. Si se es miembro de una
la base de un número considerable de piezas organización de guerreros o de una asociación
musicales que se diferencian por otros concep- de cazadores, se debe conocer el repertorio de
724 /. H. Kwabena Nketia
canciones de ese grupo afinde poder incorpo- ciones. Merced a esta noción, un intérprete
rarse plenamente a su comportamiento expre- hace que su música sea algo vivo y significa-
sivo. E n general, tal conocimiento se adquiere tivo para su auditorio y, consecuentemente,
principalmente a través de la experiencia estimula la interacción.
social. Por eso, cuanto mayor es una persona Es evidente que las tradiciones musicales
o m á s duradera o frecuente es su vinculación que ponen tanto énfasis en la dimensión social
con un tipo de música, m á s ricos son sus tienden a verse afectadas de formas diversas
conocimientos. Este hecho es a m e n u d o reco- por el cambio social, ya sea por transforma-
nocido durante las actuaciones en la asigna- ciones en la estructura de la sociedad, en las
ción de los principales roles. instituciones económicas, políticas y religiosas
Segundo, además de conocer repertorios o en los valores que sustentan la práctica
y procedimientos de creación e interpretación misma de la música. Gran parte de las trans-
musical, los que asumen los principales roles formaciones importantes, sin embargo, se
en un grupo musical o los que actúan c o m o están produciendo en sociedades africanas
solistas deben siempre tener cierto grado de modernas, o sea en sociedades donde los
sensibilidad estética, o sea algo que un ejecu- vínculos se basan en nuevos tipos de asocia-
tante transmite a su auditorio según las varia- ciones m á s que en el parentesco y en la
ciones de sus propios sentimientos y que ha identidad étnica. Mientras los músicos de
aprendido a reconocer c o m o las normas del estas nuevas sociedades hacen música con
arte en su sociedad. Las preferencias entre instrumentos occidentales —trompetas, saxo-
ejecutantes no sólo responden a su conoci- fones, flautas, guitarras, órganos eléctricos,
miento, sino también a su sensibilidad. sintetizadores y baterías de jazz—, los músi-
Tercero, y acaso en términos operacio- cos de la sociedades tradicionales han conti-
nales lo más importante para la interacción es nuado usando sus propios instrumentos y
que se debe tener noción de lo contextual, haciendo de la música una parte integrante de
esto es, una noción clara de los fines y su vida cotidiana. D e todos modos, la música
propósitos que se pretenden lograr en una tradicional y la popular contemporánea (la
determinada actuación musical, la secuencia forma de música nueva m á s generalizada)
de acontecimientos que se han de producir y tienen una dinámica de la producción musical
c ó m o se relaciona la música con ellos, los común, pues la música popular africana es, en
detalles de los movimientos de danza y las líneas generales, música interaccional.
implicaciones musicales de las distintas situa- Traducido del inglés
La interacción mediante la música en las sociedades africanas 725
Notas
Mamoru Watanabe
ajustarse a menudo a los tonos europeos. hecho incontrovertible que en el Japón actual,
Pero no puede negarse que la música dejando a un lado la música popular, la
c o m o arte —especialmente la música utai y música occidental, tanto seria como ligera,
nagauta para los instrumentos shakuhachi y goza de mayor popularidad. Por esa misma
koto— ha sido relegada a un segundo término razón, ha llegado el momento de analizar a
por la música europea y norteamericana. A fondo la cuestión de por qué los japoneses
decir verdad, esta última domina a tal extre- prefieren la música de Occidente a su propia
m o que en el uso cotidiano la palabra "música" música tradicional.
es automáticamente tomada en su acepción de
música occidental. Si una persona quiere
referirse a la música tradicional del país tiene Cultura, lengua y poder
que añadir el adjetivo "japonesa".
Los conciertos de música tradicional sólo Antes de abordar este tema, conviene hacer
constituyen un 7% del total de los conciertos constar que los japoneses muestran gran
organizados en el Japón; este tipo de música interés por la cultura europea en general y no
sólo se incluye en una proporción m u y pequeña solamente por la música.
en los programas de radio, y existe una El escritor Kanji Nishio expresaba recien-
reducida demanda de grabaciones. temente su sorpresa, en el periódico Yomiuri,
N o hay que olvidar, sin embargo, que la ante una declaración de un amigo suyo ale-
música japonesa antigua estaba básicamente m á n que afirmaba que la música era hoy el
concebida para los ejecutantes más que para arte m á s difundido y apreciado en el Japón,
el auditorio. Los que hacían música la hacían seguida por la pintura, y en último lugar la
antes que nada para sí mismos. Cuando había literatura. E n opinión de Nishio, el orden
auditorio, éste consistía habitualmente en un debería invertirse, ya que la literatura ha
círculo íntimo y reducido —con excepción, alcanzado en el Japón moderno un nivel más
por supuesto, del teatro kabuki; eh el que las alto que la pintura o la música.
obras suelen tener acompañaniento musical. Naturalmente, las afirmaciones tajantes
Esta costumbre de hacer música por la no son fáciles en este tipo de temas. D e todas
música misma no se ha extinguido todavía. maneras, la barrera de la lengua es una de
Los conciertos de música tradicional son semi- principales razones por las que la literatura
públicos, por lo general no se anuncian en la japonesa es tan escasamente conocida en
prensa, y el auditorio se reduce a unos cuan- Europa. Se ha formado un círculo vicioso:
tos amigos y conocidos. L a apariencia externa como la literatura japonesa no se conoce, no
de inactividad es, por lo tanto, engañosa y no se toma ningún interés por ella; como no se
refleja realmente el estado de la música tradi- muestra interés por esta literatura, no se
cional. E s erróneo, pues, hablar de una deca- traduce, y como no se traduce permanece
dencia general de la música japonesa. desconocida.
Precisamente en estos últimos tiempos el La barrera de la lengua es mucho mayor
pueblo manifiesta una nueva tendencia a apre- de lo que a primera vista parece. T o m e m o s la
ciar y conocer mejor su propia cultura, y la ciencia, por ejemplo. E n las ciencias naturales
generación joven se muestra visible y crecien- no es tan importante la barrera de la lengua, y
temente interesada por la música antigua, por eso los europeos están relativamente bien
hecho éste que se ve corroborado, por ejem- informados sobre el estado de la medicina, la
plo, en el notable aumento experimentado en física o la tecnología en el Japón moderno.
las ventas de instrumentos musicales tradicio- Los logros de los científicos japoneses son
nales, c o m o el shakuhachi, el koto y el shami- bien conocidos. E n las artes, sin embargo, el
sen. panorama es otro. El hecho de que fuera de
Pero a pesar de este nuevo fomento de la las regiones de habla alemana sea el Japón el
música tradicional, que bienvenido sea, es un país m á s sobresaliente de todo el m u n d o en
Los japoneses y la música europea 729
estudios sobre Goethe n o es conocido siquiera tan amantes de la cultura europea en general ?
en la propia Alemania. Pero muchos germanis- E n este punto es preciso reconocer que los
tas japoneses que tienen, naturalmente, u n europeos tienen una idea de la significación de
gran dominio de la lengua alemana y son la cultura occidental en el Japón distinta de la
capaces de leer a Wolfram von Eschenbach o que tienen los propios japoneses. Los euro-
a T h o m a s M a n n sin dificultad, no pueden peos saben m u y bien que la cultura occidental
traducir sus propias disertaciones al alemán. ha ejercido una influencia considerable en el
A u n en el campo de la filología, pues, la Japón moderno, pero creen que los japoneses
barrera de la lengua es virtualmente insalva- la miran n o obstante c o m o una cultura ajena e
ble. importada. Naturalmente, los japoneses sabe-
A u n q u e no sea absolutamente veraz m o s que la cultura occidental n o se ha origi-
decir que la música es u n lenguaje universal, nado y desarrollado en nuestro país, pero
puesto que tiene por cierto sus fronteras —si raras veces pensamos en ello, a tal punto
bien n o tan marcadas c o m o otras expresiones nos hemos acostumbrado. C u a n d o consideran
culturales— los japoneses encuentran m á s nuestro m o d o de vida, los europeos gustan de
fácil afirmarse en el campo de la música, y sus contrastar la cultura occidental foránea con la
actividades musicales llaman la atención de cultura japonesa nativa, considerando, legíti-
los europeos. Pero, de todos modos, es un m a m e n t e , la primera c o m o algo que les perte-
hecho que los japoneses cultivan todas las nece. Pero nuestro sentimiento respecto a la
demás ramas de la cultura occidental con n o cultura occidental es que n o es una cultura de
menos amor y devoción. occidente, es decir de una región geográfica
¿Por qué, entonces, son los japoneses concreta, sino una cultura que ha alcanzado
730 MamoTU Watanabe
rango mundial y que debe ser estudiada y ciertos músicos japoneses que compusieran
asimilada si queremos mantenernos a la altura gran número de canciones al efecto. Pero el
de los tiempos. Para los japoneses esa cultura, plan no prosperó porque los músicos de la
1
posee una significación suprarregional y uni- época n o eran aún capaces de componer !
versal. melodías de un nivel suficientemente elevado
Esta idea, sea cierta o falsa, dimana en c o m o para ser incluidas en los libros escolares
gran medida de las circunstancias históricas oficiales. Izawa tomó pues una amplia serie de
del país. E s bien sabido que desde comienzos melodías de origen occidental, por ejemplo la
del siglo xvii y durante dos siglos y medio canción infantil alemana Häuschen klein, la
Japón se resistió a todo trato con Europa y canción escocesa Auld Lang Syne y la canción
América debido a su temor a la invasión de folklórica irlandesa The last rose of summer, y
potencias extranjeras. E n 1854 Japón se vio les puso letras japonesas totalmente distintas.
obligado a acceder a las demandas norte- E n cuanto a la música japonesa, sólo se
americanas y a abrir sus puertas, y desde incluyeron unas pocas melodías de la música
entonces en adelante los japoneses hicieron áulica gagaku tradicional y una selección de
vehementes esfuerzos por asimilar la-civiliza- canciones folklóricas. A d e m á s , la-escala se
ción y la cultura occidentales, ya que esa simplificó parcialmente, hecho que posterior-
parecía la única manera de no caer víctimas de mente suscitó críticas por parte de los musicó-
la colonización de las potencias de la época. logos. L a música de la clase medía de la época
E n todos los ámbitos de la vida y de la cultura fue virtualmente ignorada, probablemente
se emprendieron ambiciosas reformas basadas porque muchas de las canciones habían nacido
en el modelo occidental. en ambientes de mala fama, y porque su
El afán de saber, que ha sido rasgo complicada estructura melódica pudo tal vez
característico de nuestro pueblo desde tiempo considerarse inadecuada parafinespedagógi-
inmemorial, asumió entonces una importancia cos generales. Las canciones infantiles tradi-
vital. E n la importación de cultura europea se cionales, warabe-uta, que se cantan en las
veía no meramente un medio de enriquecer la provincias, fueron prácticamente desconoci-
vida de la comunidad, sino una necesidad para das por las autoridades centrales del Ministe-
la supervivencia de esta comunidad c o m o rio de Cultura.
nación. N o cabe la menor duda de que las
canciones incluidas en estos libros, que se
enseñaron en todas las escuelas primarias del
El modelo europeo Japón, familiarizaban a los japoneses con las
líneas melódicas, la armonía y el ritmo occi-
Incluso la enseñanza de la música, aunque dentales desde pequeños.
tuviera poco que ver con la política nacional, Hace algunos años, la emisora de radio
se ajustó al modelo europeo. E n los libros de japonesa N H K solía transmitir un programa
música de la escuela primaria, por ejemplo, se que consistía en solicitar a miembros del
introdujeron canciones con arreglo a los tonos público presente que improvisasen una melo-
europeos. A lo largo dé un periodo de cinco día adecuada a un texto de poesía que se les
años, de 1880 a 1884, Shuji Izawa, primer entregaba. El 80% de estos "compositores
director del Departamento de Investigación aficionados" cantaban sus melodías en tono
' de la Música fundado en 1879, compiló un mayor. Pero si las letras tenían un marcado
libro de canciones en tres tomos para la carácter folklórico tendían a entonar melodías
escuela primaria en colaboración con un ciuda- en tono menor o en un tono japonés.
dano de los Estados Unidos llamado Luther Piénsese lo que se piense sobre la influen-
Whiting Mason. El plan original consistía en cia de estos libros de canciones, subsiste el
"fusionar la música oriental y la occidental" hecho innegable de que los japoneses llegaron
en los libros de canciones, e Izawa encargó a así a familiarizarse con los tonos occidentales,
Los japoneses y là música europea 731
El profesor Suzuki, violinista autodidacta y director del Talent Education Institute en Matsumoto, con sus
a l u m n o s m á s p e q u e ñ o s . Elliott Erwitt/Magnum.
¡ y que sin duda quedaron echados los cimien- en Europa. Quisiera examinar ías causas d e
: tos para la popularidad de la música clásica ' estos notables fenómenos u n o por u n o .
europea. . Para empezar, ¿por qué asisten tantos
estudiantes japoneses a escuelas d e música
europeas? H a y razones especiales para ello.
Los japoneses en el extranjero Tres veces en la historia del m u n d o se h a
observado la tendencia de las clases medias a
Los europeos se sorprenden actualmente de aprender música en periodos de auge e c o n ó -
encontrar a los japoneses desempeñando u n mico, la primera, en Europa central a princi-
papel activo en la vida musical europea. L a pios del siglo xix; la segunda, en los Estados
pregunta sobre por qué nos gusta la música Unidos en la época de la fiebre del oro, y la
europea proviene con toda probabilidad de tercera, en Japón después de la segunda
este hecho. L a actividad japonesa se eviden- guerra mundial. E n los tres casos, el estudio
cia principalmente en tres fenómenos: pri- de la música llegó a ser u n símbolo d e
m e r o , el inmenso número de estudiantes japo- prestigio y de rango social entre la p e q u e ñ a y
neses de música que existe en Europa; segun- alta burguesía. Se consideraba particular-;
do, el éxito de músicos japoneses jóvenes en mente adecuado q u e las jovéncitas t o m a r a n i
todos los concursos internacionales de música, lecciones de piano y de canto.
y tercero, el apreciable n ú m e r o de músicos Siempre había sido costumbre en J a p ó n ¡
profesionales japoneses que participan en con- que antes de contraer matrimonio las jóvenes
ciertos sinfónicos y representaciones de ópera aprendiesen la ceremonia del té, el ikebana, o
732 Matnoru Watanabe
a tocar el koto. Después de la guerra, esta duda el legendario afán por el trabajo de los
costumbre, que se observaba en todo el país, japoneses es un factor de primer orden, pero
se extendió al piano, al violin e incluso al esta cualidad tiene también sus desventajas.
arpa. E n contraste con las artes tradicionales Existe siempre el riesgo, especialmente al
c o m o el ikebana, sin embargo, las jóvenes practicar un instrumento musical, de descui-
¡ japonesas de hoy no se contentan con la dar el "alma" expresiva de la música y centrar
i enseñanza privada de la música europea, sino indebidamente la atención en las dificultades
¡ que quieren asistir también a cursos de conser- técnicas. Al aprender las artes japonesas
1
vatorio. Actualmente existen en el Japón antiguas como el ikebana, el shamisen o el
116 conservatorios y universidades o colegios judo, ha sido siempre de rigor mostrar una
con departamentos de música, con m á s dé subordinación absoluta tanto al maestro c o m o
diez mil alumnos egresados al año. El Hecho a la materia de estudio, y esforzarse en la
de que entre 80 y 90% de estos estudiantes superación de todas las dificultades por medio
i sean mujeres se debe a la costumbre mencio- de un riguroso entrenamiento de la voluntad.
¡nada. A d e m á s , los jóvenes con un título de! U n a práctica tan rigurosa no es común en
música no están suficientemente pertrechados el caso de la música europea, y sin embargo es
para ganarse la vida. Para las muchachas es asombrosa la forma en que los estudiantes de
distinto. C o m o esperan casarse en plazo más música se aplican con total abnegación a la
o menos cortó y no tener luego necesidad repetición de sus ejercicios.
de mantenerse económicamente, pueden estu- Interpretar música es, sin embargo, algo ¡
diar música sin preocuparse por el futuro. más que la mera exhibición de lo aprendido y
C o m o amas de casa, m u y probablemente conseguido a fuerza de práctica, y entre los
darán clases de música a los niños de la jóvenes músicos japoneses se advierten en
vecindad. Sin embargo, cada vez aumenta efecto ciertas fallas características. Su ejecu-
m á s el número de las aspirantes a viajar a ! ción se ve. frecuentemente menoscabada por
Europa o a América una vez concluidos sus una tensión y. un esfuerzo excesivos. A
estudios en el Japón, para obtener califica- menudo les falta espontaneidad y naturalidad,
ciones aún m á s altas. D o s o tres años de y la melodía no siempre adquiere toda la
estudio en el extranjero no suponen una carga fluidez que debiera. Los ejecutantes japo-
económica m u y grande para sus padres, ya neses deben prestar más atención a los pasajes
que en Europa los honorarios son m u y bajos que son técnicamente más fáciles de interpre-
comparados con los de Japón. Solamente en tar, especialmente aquellos en los que el
Viena, hay actualmente unas trescientas jó- tempo de la melodía es lento.
venes japonesas estudiando música.
E n suma, el hecho de que tantos japo-
neses estudien música en Europa puede atri- La vida musical en el Japón
buirse a los tres factores siguientes: primero,
la tradición que exige que las jóvenes adquie- Esto nos lleva directamente al tercer fenó-
ran alguna maestría en las artes antes de m e n o , el que se refiere a.la activa participa-
casarse; segundo, la creciente prosperidad de ción de los músicos japoneses en la vidaj
la clase media; y tercero, un interés m u y vivo, musical europea. El número de músicos profe- '
por la música europea. sionales japoneses actualmente empleados en :
Pasemos ahora al segundo fenómeno, el orquestas de la República Federal de Alema- i
éxito de los japoneses en los concursos interna- nia se estima en más de doscientos. El número
cionales de música. E n realidad esto no es tan de cantantes japoneses de ambos sexos contra-
sorprendente, dado el crecido número de tados por compañías de ópera europeas por;
japoneses que toman parte en dichas competi-. otra parte, va en aumento constante. ¿Por 1
ciones. Pero la actuación de la. generación más qué hay tantos músicos japoneses en Europa ?
joven es, de todos modos, m u y notable. Sin U n a vez más, esta situación es el resultado de
Los japoneses y la música europea 733
merced al sacrificio personal de los interesa- cuenta que el periodo edo (1603-1867), du-
dos. Los cantantes de ópera no sólo renuncian rante el cual aún se tocaba la música llamada
a toda remuneración, sino que tienen también tradicional, se halla cronológicamente m á s
que vender la mayor parte de las entradas próximo a nosotros que el renacimiento?
para las representaciones. Aunque habitual- Para explicar este fenómeno tenemos que
' mente una ópera sólo se representa dos o tres examinar las circunstancias especiales en las
veces, incluso en Tokio, el reparto suele que se produjo la modernización en el Japón.
incluir a dos o tres cantantes para el mismo Mientras que en Europa la moderniza-
papel c o m o un medio de incrementar las ¡ ción sobrevino en virtud de la transformación
ventas, ya que cada uno de ellos se encarga de ; del propio pasado del continente, en Japón
vender un cupo de entradas. esa transformación se produjo siguiendo los
N o es sorprendente que en estas condi- precedentes occidentales. E n el terreno de la
: ciones muchos músicos japoneses busquen música, por lo tanto, fue también natural que
oportunidades en el extranjero. Puede tra- se buscase más bien asimilar la música euro-
zarse aquí una analogía con la creciente expor- pea que modernizar la música japonesa tradi-
tación de productos industriales japoneses. L a cional. Por otra parte, a partir más o menos
causa subyacente es la misma: exceso de ' del decenio de 1920, se hizo todo lo posible
oferta y fuerte competencia en el mercado ¡ por revitalizar la música japonesa introdu-
1
nacional. ciendo elementos estilísticos europeos. Tanto
algunos músicos tradicionales como los que se
especializaban en el estilo europeo llevaron a
La música y la modernización cabo experimentos de combinación de los dos
estilos musicales. Se tomaron algunos rasgos
Volvamos ahora a nuestra pregunta del princi- característicos de la música europea, como los
pio: ¿por qué les gusta a los japoneses la acordes, la estructura rítmica regular y los
música europea? Podríamos incluso especi- intervalos tonales, y se adaptaron a los instru-
ficar la pregunta y decir ¿por qué prefieren mentos japoneses. Ciertos instrumentos anti-
los japoneses la música europea a su propia guos fueron modificados para ampliar su gama
música tradicional? L a única respuesta posi- y aumentar su volumen. Excepto en algunos
ble es: porque la música europea se acomoda pocos casos, estos experimentos se malogra- I
mejor a la vida que actualmente se lleva en el ron porque las cualidades esenciales de la
Japón, que no difiere m u c h o del m o d o de vida música tradicional, que habían sido la fuente
• occidental. de su atractivo, se perdieron en el proceso.
Esta situación es en algunos aspectos Las combinaciones entre instrumentos japo-
comparable a la de la música del renacimiento neses y europeos tampoco tuvieron fortuna.
en Europa, que todavía se sigue tocando y Compositores japoneses formados en la
apreciando, aunque sólo llega a una minoría, ' música europea compusieron sinfonías, sona- 1
no al público en general. L o s extranjeros i tas para piano y piezas orquestales incorpo-
' suelen lamentar que la música antigua se \ rando canciones folklóricas japonesas o melo-
escuche tan raras veces en Japón. Podrían días en los tonos tradicionales. Salvo el
igualmente lamentar el hecho de que la m ú - género de la canción artística, las composi-
sica del renacimiento se interprete tan escasa- ciones de este tipo escritas antes de la segunda
mente en Europa. guerra mundial no lograron imponerse, y
Pero hay sin embargo una diferencia. siempre por la misma razón. L a música japo-
Después del renacimiento la música europea 'nesá, que es m u y rica en armónicos y en la
ha ido evolucionando en consonancia con el que los ruidos son un importante compo-,
gusto de los tiempos. ¿Por qué la música, nente, no puede en realidad conciliarse con la
japonesa ha sido incapaz de adaptarse a la tonalidad netamente definida. Si a las melo-
vida moderna, especialmente teniendo en días japonesas se les quita sus cuartos de
Los japoneses y la música europea 735
A pesar de su aceptación general, las óperas de Wagner rara vez se llevan a escena en el Japón. L a
Compañía de Opera Nikikai volvió a interpretar en Tokio Los maestros cantores de Nürenberg en 1981,
quince años después de la última reprentación. D . R .
El gran François Couperain nos dejó, en una este tipo en la sociedad multirracial que es el
de sus suites para clavicordio, un colorido Brasil moderno.
testimonio sobre la lucha de los músicos para
conquistar un lugar prestigioso en la sociedad.
Se trata de los Fastes de la grande et ancienne U n a
ménestrandise, en la cual el compositor fustiga
con h u m o r al gremio que había tenido la
tradición musical
pretensión de querer enrolar, entre los his- pluricultural
triones y rascatripas que eran sus miembros, a
los músicos del rey y a los de los salones E n la obra maestra del escritor brasileño
nobles, teatros e iglesias Érico Veríssimo, O tem-
de Francia. Couperain po e o vento (El tiempo
había adquirido el dere- Luiz Heitor Correa de Azevedo ha y el viento), aparece al
cho a poseer un blasón y sido profesor en Brasil, en la Escuela
comienzo un indio llama-
de Música de la Universidad Federal
lo habían hecho caballe- de Río de Janeiro y en el Conservato- do Rafael tocando al cla-
ro. ¿Podía permitirse ser rio Brasileño de Música de esa ciu- rinete una pavana de u n
considerado c o m o un dad, en Francia y en los Estados compositor italiano. L a
igual de los pordioseros, Unidos de América. D e 1947 a 1965 acción se sitúa a media-
tarambanas, saltimban- trabajó como especialista en el pro-
dos del siglo xviii en las
grama de música de la Unesco, en
quis o lisiados retratados París. Es autor de numerosas obras y reducciones jesuíticas del
en los movimientos de su artículos, entre ellos 150 anos de Paraguay, que serían des-
obra ? L a querella termi- música no Brasil (1956), y ha colabo- manteladas por los espa-
nó ante los tribunales. rado en el Grove's dictionary of music ñoles y los portugueses
and musicians (5.a y 6.a ediciones) y
Los músicos brasile- para hacer respetar las
en otras obras de consulta.
ños, o por lo menos m u - cláusulas del Tratado de
chos de ellos, han lucha- Madrid de 1750, el cual
do también para conseguir una mejor posición otorgaba una parte de su territorio a la corona
para sí. A través de los siglos, y según las portuguesa. Pedro, otro indio de las reduc-
particularidades propias de cada época, han ciones, figura casi mística de joven guerrero,
ido hallando los medios de imponerse a sus pronto desaparecido y que sería el antepasado
contemporáneos, no sólo por las dotes artísti- de una de las familias del relato de Veríssimo,
cas'que poseían, sino también c o m o ciudada- tocaba también la flauta y el caramillo.
nos cuyo puesto y función en la sociedad son L a música, efectivamente, gozaba de m u -
reconocidos.por todos. " cho prestigio en las reducciones del Paraguay
E n este artículo trataremos de descubrir y se sabe que las primeras óperas presentadas
las modalidades de una progresión social de en Buenos Aires fueron interpretadas por
738 L. H. Correa de Azevedo
músicos que venían de los establecimientos país unos cuantos millones,3 muchos de ellos
jesuíticos. E n el Brasil, donde nunca había músicos que conocían los cantos, que tocaban
existido nada comparable a la autonomía instrumentos y que consiguieron transmitir
administrativa de la que gozaban las reduc- estos conocimientos a las generaciones poste-
ciones, los colegios de la Compañía de Jesús riores.
eran de todos modos, a partir del siglo xvi en Instrumentos de tipo melódico, como la
adelante, establecimientos donde se cultiva- sanza, de lengüetas metálicas, la flauta, o el
ban las letras, el teatro y la música ad balafo (xilófono con cajas de resonancia cono-
majorem Dei gloriam. Los documentos de la cido actualmente con el nombre de marimba,
época hoy publicados,1 principalmente las m u y popular en todos los países) han sido
cartas de los padres jesuítas dirigidas a sus finalmente olvidados en Brasil. Sólo los instru-
superiores, tratan frecuentemente sobre acon- mentos de percusión han seguido en uso,
tecimientos a los que se hallaba asociada la especialmente toda una familia de tambores,
música y exponen las ventajas de su utiliza- de todos los tamaños, que se golpean con las
ción en la obra misionera. El indio era sensi- manos o con palillos.
ble a este arte, adoptaba con un placer El músico negro tuvo posteriormente un
evidente las melodías que se le hacían cantar papel capital en la formación de la música
y dominaba los instrumentos que le eran popular brasileña. L a música africana autén-
confiados. tica traída por los antepasados se conservó
E n las sociedades indias, los músicos eran más o menos pura en los centros religiosos,
personajes bien considerados y su función se m u y apegados a la tradición. M u y a menudo,
confundía con las del sacerdote y del médico. esta música es aún cantada en la lengua de
Hacer música con los misioneros era, pues, no origen, aunque la mayor parte de los cantores
sólo una ocupación agradable, sino social- ya no la conocen. L a música mundana y
mente gratificante. E n toda América se había recreativa, sin embargo, libre de las restric-
comprobado que la música ayudaba a abrir la ciones de lo sagrado, ha evolucionado notable-
mente y el corazón a la fe. mente y se han inventado nuevas formas de
E n la sociedad de la época colonial expresión que constituyen el núcleo de gran
(desde el siglo xvi hasta comienzos del xix), y parte de la música popular brasileña tal como
aun después, el músico indio no se distingue se practica en nuestros días, de la que el
particularmente del músico europeo. El cabo- samba ha llegado a ser el ejemplo típico.
do, mestizo de blanco y de indio, es parte E n lás senzalas de antaño, que eran
integrante de esta sociedad y representa uno habitaciones que se destinaban a los esclavos,
de los componentes étnicos más importantes los'africanos daban libre curso a su necesidad
de la población del norte del Brasil. Se nota su de cantar y bailar. Julio Ribeiro en A carne
presencia numerosa en las fuerzas armadas, y, (La carne), un clásico de la literatura natura-
hasta la fecha, las formaciones musicales que lista brasileña, nos ha dejado un magnífico
de ellas dependen (charangas y bandas milita- cuadro de estas danzas acompañadas por la
res) están casi siempre constituidas por indivi- percusión frenética de los tambores y por los
duos que llevan en las venas una dosis gene- cantos cuyo estribillo era repetido hasta la
rosa de sangre india.2 Eleazar de Carvalho, saciedad por la concurrencia: "Eh ! pomba !
conocido director de orquesta que ha hecho Eh !". Era la samba.
una carrera internacional, fue músico de la Los más grandes autores de sambas del
banda de fusileros de marina. Su madre era siglo x x , herederos de esta tradición afrobrasi-
india y nacida en una comunidad india. leña, aparte de algunos blancos como Sinhô,
L a población de origen africano ha sido cuyo verdadero nombre era José Barbosa da
siempre m u y numerosa en el Brasil. E s m u y Silva (1888-1930), o Noel Rosa (1910-1937),
posible que hasta 1850, año en el que la trata han sido negros, como los legendarios Donga
de esclavos fue abolida, se introdujeran en el (Ernesto dos Santos, 1889-1974) o Pixin-
El músico en la sociedad brasileña 739
(hoy Ouro Preto), así c o m o también la música pueblo del país.10 Recaía así en el mulato,
profana, "se hallaba casi enteramente en que con su doble cultura representaba el
manos de mulatos, excepcionalmente exper- enlace entre sus antepasados africanos y euro-
tos en el arte de la música".7 peos, el papel de mediador. Merced a él pudo
L a profesión de músico representaba finalmente hacerse sentir en la música popular
pues para el hombre de color en la sociedad brasileña el legado africano, y de ahí pasar a
colonial uno de los medios de que disponía las obras de los compositores de música "se-
para ascender en la consideración de aquellos ria", brasileños o extranjeros, como el francés
a quienes nacimiento y fortuna situaban por Darius Milhaud, que conoció Brasil y se
encima de él. inspiró en las creaciones de sus músicos mula-
Entre los m á s ilustres de estos músicos tos.
mulatos del siglo xvín cabe citar a los composi- E n el norte del Brazil, donde los portu-
tores José Joaquim Emerico Lobo de M e s - gueses habían asentado los primeros centros
quita (c. 1745-1805), de Minas Gerais y José urbanos, Bahía y Recife, los músicos blancos,
Mauricio Nunes Garcia (1767-1830), de Río europeos o descendientes de ellos, han sido
de Janeiro, sacerdote, músico en la corte de más numerosos que en esa tierra de aventura
D o m João V I y gloria de la historia musical y consolidación de la conciencia nacional que
del Brasil.8 era la región de Minas Gerais. Las iglesias que
E n el ámbito de la música profana será, eran sedes de obispados no podían prescindir
curiosamente, un eclesiástico llamado Ven- de celebraciones, y éstas habían de ajustarse a
tura quien dirija la orquesta en el primer las convenciones sociales. Era preciso mandar
teatro de ópera abierto al público en Río de a traer de Lisboa, junto con las piedras de
Janeiro en 1767. Louis Antoine Bougainville, sillería, las campanas y las imágenes, las
el navegante francés que diera la vuelta al partituras, los instrumentos y los músicos.
m u n d o de 1766 a 1769, cuenta en su relato del Y a en el siglo xvi es posible descubrir
viaje haber visto a un "sacerdote jorobado huellas de estos primeros inmigrantes. El
con hábito eclesiástico" al frente de la primer prelado que desembarcó en Bahía, en
orquesta de este teatro.9 1552, venía ya acompañado de un maestro de
Después del siglo x v m , los mulatos conti- capilla, Francisco Vaca. L e sucedieron otros,
núan poblando la vida musical brasileña, aun y esta cadena de maestros de capilla y organis-
cuando no sean ya c o m o antes los únicos tas no se interrumpiría hasta comienzos del
músicos buenos. Algunos blancos de ascenden- siglo xix. Posteriormente, es cierto, no todos
cia portuguesa o de otros orígenes se unieron estos músicos al servicio de la Iglesia venían
a ellos y eran cada vez m á s numerosos. N o necesariamente de Europa. Había también
obstante, algunos de los compositores ilustres blancos nacidos en el Brasil, pero no eran
de esta época son mulatos, como Henrique m u y numerosos. El individuo nacido en el
Alves de Mesquita (1838-1906) o Francisco país tenía, salvo pocas excepciones, la tez más
Braga (1868-1945), que fueron enviados por oscura. A los músicos mulatos, visibles un
las autoridades brasileñas a Francia para cur- poco por todas partes, se los encontraba hasta
sar sus estudios en el Conservatorio de París. en el norte, que sin embargo se pretendía
Los dos compusieron óperas y dieron clases m u c h o m á s cerca de la metrópoli.11
posteriormente en el Conservatorio de Río de E n el siglo xix, sin embargo, la situación
Janeiro. empieza a cambiar, especialmente en la zona
Mario de Andrade observa que las activi- sur del país donde se va a intensificar la
dades musicales de los negros fueron práctica- inmigración europea con el aporte de otras
mente ignoradas por la sociedad brasileña nacionalidades no portuguesas. N o obstante,.
hasta la segunda mitad del siglo xix. Sus los portugueses continúan aportando la contri-
cantos, instrumentos y danzas se consideraban bución más fuerte a este proceso de "europei-
"coisas de negros" y no manifestaciones del zación". Entre los músicos eminentes de los
El músico en la sociedad brasileña 741
maestros portugueses del siglo xvii podían en Curt Lange, en el estudio que dedicó a la
rigor considerarse protegidos por la cofradía organización musical en el Brasil durante el
madre de Lisboa. N o habían sentido la necesi- periodo colonial, dice no haber hallado nin-
dad de fundar nuevas ramas al otro lado del gún vestigio de discriminación racial en la
Atlántico. Pero la situación evolucionó, y las documentación que pudo consultar a propó-
cofradías nacidas en América no podían permi- sito de las Cofradías de Santa Cecilia en Brasil
tirse cerrar las puertas, c o m o la de Lisboa, a y observa, con acierto, que "la sangre judía
los músicos de color o a los sospechosos de tanto c o m o la de los negros y mulatos circu-
llevar sangre judía en las venas. Francisco laba con profusión en el nordeste".15 ¿ C ó m o
El músico en la sociedad brasileña 743
J^ à
'^AA>
; \\> V v
Figurines de los participantes en el desfile del Día de Reyes. Acuarelas de Carlos Julião (1740-
1811). Biblioteca Nacional de Río de Janeiro.
se podía entonces hacer música sin contar con Cecilia fueron sustituidas por otros organis-
estos "brasileños"? Las Cofradías de Santa m o s destinados a agrupar a los músicos y a
Cecilia, herederas de los gremios medievales protegerlos. Existía por ejemplo, a imitación
pero con un carácter religioso más acentuado de Lisboa, el Monte-Pio Filarmónico (caja de
y con capillas propias, se dedicaban a defen- pensiones), o la Sociedade Beneficente Musi-
der la profesión, que sólo sus miembros, por cal (sociedad musical de beneficencia) que
privilegio real, tenían derecho a ejercer. prestó buenos servicios a los profesionales y a
C o n la extinción de estos privilegios en el sus familias en Río de Janeiro durante casi
brasil independiente, las Cofradías de Santa todo el siglo xix.
744 L. H. Correa de Azevedo
dos por la política o que se hayan dejado C o n alguna excepción que otra, el músico
arrastrar hacia ella. Así es c o m o el maestro de brasileño no se ha mostrado nunca ideológica-
capilla André da Silva G o m e s (1752-1844) mente m u y comprometido.' L a buena política,
llegaría a ser miembro del gobierno provisio- para él, era la que fomentaba las artes y la
nal de San Pablo, constituido en 1821 por José educación. N o iba m á s allá ni se mostraba
Bonifácio de Andrada e Silva en un momento exclusivista o intransigente. E n la posguerra,
dramático, de la historia de la nación brasi- no obstante, algunos grupos de compositores
leña, que iba a conducir al año siguiente al de vanguardia se mostraron partidarios en sus
desgarramiento de los lazos políticos que la manifiestos y publicaciones de un cierto radica-
unían a la metrópoli portuguesa. lismo de izquierda, al cual vino a poner en
El autor de música popular Humberto serias dificultades el dilema "libertad de crea-
Teixeira, creador del baião, género tradicio- ción—arte al servicio del pueblo", exacerbado
nal que los compositores de escuela no habían por el dogmatismo ideológico de los años que
explotado nunca, resultó elegido diputado siguieron al famoso Congreso de Composi-
federal y se mostró m u y activo en la Cámara tores y Críticos Musicales reunido en Praga en
de Diputados, de la cual fue miembro durante 1948. Algunos de sus miembros, los mejor do-
varios años. El director de orquesta Eleazar tados, sufrieron m u c h o con sus contradicciones.
de Carvalho, caboclo (hijo de madre india) y E n el ámbito de la música popular no
por entonces en el apogeo de su brillante faltaron las creaciones de protesta, cuyas
carrera, se presentó c o m o candidato (aunque letras formulaban invectivas directas o alu-
sin éxito) a unas elecciones legislativas. siones veladas. Este género conoció un auge
748 L. H. Correa de Azevedo
Músicos callejeros en Río de Janeiro en el siglo xix. Caricatura de Angelo Agostini. "Que la policía
permita que vagabundos tales recorran las calles masacrando la música de los grandes maestros y los oídos
del público es ya tremenda concesión. Pero que ademas haya quienes se paren a escucharlos y, peor aún,
darles dinero. . . ¡oh, horror!, ¡eso ya es demasiado!" KazysVosiyiius.
que venden su literatura y proyectan películas teatros y de los espectáculos en general, por
en las que ellos mismos actúan. Los m á s famo- una parte, y las limitaciones impuestas a su
sos de entre ellos han llegado incluso hasta la participación en la música sacra, por la otra.
capital, movilizando para su publicidad los L a mayor parte d e las obras compuestas a
medios d e comunicación d e los que dispone partir del siglo x v n requieren voces femeni-
la sociedad oficial en las grandes metrópolis del nas. ¿ C ó m o se hubiera podido entonces inter-
sur y haciéndose recibir por las autoridades. M pretar música sin recurrir a las mujeres? E s
cierto que en la sociedad portuguesa, c o m o en
la española, la reserva de que la mujer debía
Las mujeres y el ejercicio
rodearse era m á s rigurosa que la exigida en
de la música otras culturas. Pero eso n o le impedía, ni en
N o puede disociarse a la mujer de la práctica Lisboa ni en Río de Janeiro, cantar en el
de la música, ni siquiera en la época en la que teatro o m á s tarde, es cierto, en los templos.
su condición dentro de la sociedad era eviden- L a mujer instrumentista hace su apari-
temente m u y distinta de la actual. Su participa- ción c o m o músico profesional en u n a época
ción en el m u n d o de la música se daba pese a relativamente reciente. Profesora o concer-
lös prejuicios que rodeaban el ambiente de los tista primero; detrás de los atriles de la
750 L. H. Correa de Azevedo
Saraiva, director del Instituto de Química de considerar con desprecio; no toda la música se
Rio de Janeiro, que era también u n notable c o m p o n e para ser interpretada por virtuosos y
violinista. E n su juventud había dado recitales escuchada por los d e m á s ; hay una música que
en el Brasil y en el extranjero, y también era requiere la participación activa de todos, y no
coleccionista (y gran conocedor) de instrumen- puede privarse al aficionado del deleite de
tos antiguos. improvisar y aun de componer música. C o m o
E n el terreno de la composición, nombres tampoco se lo podría privar de dibujar o de
que se hicieron ilustres por otros motivos nos pintar. Algunas veces incluso la diferencia
han dejado obras no exentas de gusto ni de entre aficionados y profesionales es difícil de
maestría.27 El vizconde de Taunay, una de las establecer. ¿ D e qué lado situar, por ejemplo,
figuras señeras de la literatura brasileña del al médico compositor de óperas mejicano
siglo xix, publicó bajo el seudónimo de Flá- Aniceto Ortega (1823-1875) c o m o a su con-
vio Elisio cierto n ú m e r o de sus propias, c o m p o - temporáneo Borodin, también médico, o a
siciones musicales. Aloysio de Castro, profe- Jaime Ovalle (1894-1955), alto funcionario del
sor de la Facultad de Medicina y miembro de gobierno, y autor de Azulão, esa canción
la A c a d e m i a Brasileña de las Letras en este cautivadora que todo cantante brasileño lleva
siglo, nos ha dejado composiciones musicales en su repertorio ? El diletantismo es u n hecho
junto con sus obras poéticas. También pode- en la sociedad, y u n hecho de especial impor-
m o s mencionar a Carlos de C a m p o s , hombre tancia porque moviliza a una cantidad conside-
político y presidente del estado de San Pablo, rable de individuos, de todas las categorías
cuyas óperas A bela adormecida (La bella sociales, que por lo general se reúnen en
durmiente) y Un caso singular se representa- grupos numerosos o restringidos, que van de
ron en S a n Pablo y en Río de Janeiro en 1924 las bandas de música y los orfeones a los
y en 1926 respectivamente. conjuntos de música de cámara para gozar
mejor de las sensaciones que la música depara.
El diletantismo es u n fenómeno insepara-
Traducido del francés
ble del arte musical m i s m o , que no conviene
Notas
Karl Rössel-Majdan
Gian Carlo Menotti, es igualmente válido no puede llevarse a buen término a expensas
para los escritores y los compositores: de la libertad. L a movilidad profesional de los
artistas independientes no sólo es necesaria
Cuando las clases medias comenzaron a sentir la para los medios de comunicación de masas,
comezón de hacer dinero [. . .] y cuando su los festivales y el m u n d o del teatro, sino que
poder político y económico estuvo asegurado, supone también una ventaja para el propio
sintieron la necesidad de alcanzar una situación
artista. L a m á x i m a seguridad se logra traba-
social comparable a la de la nobleza. Su pedan-
jando para el estado, pero se pierde así al
tería, la búsqueda constante de bienestar mate-
rial y su dedicación exclusiva a la vida económica m i s m o tiempo toda posibilidad de diversifica-
impedían que se desarrollara un interés por la ción. U n análisis general sociológico o socio-
pintura. Los valores artísticos comenzaron a político de las circunstancias socioculturales,
diferenciarse de los económicos y los pintores junto con el conocimiento de la terminología
vivían relegados a la periferia del sistema de jurídica pertinente y de la organización de las
valores dominante. actividades de los medios de comunicación es
U n o de los testimonios más fehacientes de lo único que permitirá resolver estos proble-
esta mentalidad nos lo brinda en nuestra m a s en el futuro. El concepto ruso de Kultra-
época el compositor italoamericano Gian Cario botnik pueda tal vez equivaler al. francés
Menotti. E n su opinión, los artistas creadores
travailleur culturel o al inglés cultural worker.
(contrariamente a lo que sucede con los intérpre-
tes) no gozan de la menor consideración, al Sin embargo, en el concepto alemán de Kultur-
menos en los Estados Unidos, y normalmente se arbeiter resultan patentes los perjuicios que
les considera como los miembros más supérfluos para los compositores, escritores y otros titu-
de la sociedad e, incluso, como individuos afemi- lares del derecho de autor se derivarían de su
nados, pocofiablese inexpertos en materia de incorporación al ámbito del derecho laboral.
negocios.1 E n un contrato de trabajo, la obra producida
pertenece al empleador, lo cual implica que el
El aislamiento social de los artistas, cuyas artista pierde íntegramente el derecho de
razones no se encuentran sólo en la sociedad, autor sobre su obra. Igualmente capciosa
sino también en ellos mismos, se pone tam- resulta la expresión "cultura nacional", sobre
bién de manifiesto en el hecho de que los todo cuando va acompañada de la frase "res-
creadores, particularmente los independientes, ponsabilidad frente a la sociedad en la que (el
han quedado al margen de la evolución del artista) vive". ¿ Se trata de la cultura nacional
sistema de seguridad social moderno. M u c h o de los pueblos islámicos o acaso de la de
antes de que el tema se elevara al plano de la Siberia y los estados limítrofes ? Se trata de la
política internacional, fue abordado por exper- sociedad de los masai en Kenya y en Tan-
tos en sociología del arte y de la música. 2 zania? ¿ D e qué cultura se trata en Cache-
El autor de este artículo tuvo la oportuni- mira, en el sur del Tirol, en Carelia, entre los
dad de presidir una comisión austríaca de kurdos, etc. ? E n este contexto y en materia
expertos en una reunión de la Unesco sobre la de relaciones culturales cobra particular im-
condición del artista, que se celebró en marzo portancia el hecho de que "nacionalizar", en
de 1980. Posteriormente, en el otoño de ese el sentido de transferir la propiedad al estado,
m i s m o año, la Conferencia General aprobó no es lo m i s m o que "socializar" en el sentido
una recomendación sobre este tema. 3 L a de formar asociaciones.
seguridad social y la libertad de creación Silbermann 4 ha mostrado el daño que
parecen ser frecuentemente incompatibles. L a puede causar a la política cultural y a los
elaboración de definiciones y de sus respecti- medios de comunicación de masas el hecho de
vas traducciones, tratadas sobre un trasfondo amalgamar conceptos c o m o los citados, que
de intereses políticos divergentes, dificultó tienden a neutralizarse. Ello ha inducido al
particularmente el trabajo. L a lucha por la autor de este artículo, sobre la base de
protección de un sistema de seguridad social muchos años de estudio, a considerar en la
Los seguros sociales de los compositores y colaboradoresindependientes 757
hora de las medidas políticas prácticas las moral económica, de una comprensión de lo
estadísticas culturales, sobre todo las relativas h u m a n o , y, en general, de una forma de vida
a los medios de comunicación de masas, desde propia del h o m b r e . Otros efectos evidentes
u n a nueva óptica. son la aparición de una mentalidad egoísta
que encarece todo, la destrucción de la natura-
L a dificultad con que tropezamos al comenzar a leza y la ordenación antiestética del medio
tratar este tema estriba en que, en el vocabulario
ambiente.
político c o m ú n de Europa, a decir verdad, hay
E n u n artículo titulado "Defensa de una
que escribir con letras m u y minúsculas las pala-
bras "política cultural". E n este ámbito dominan política cultural independiente", Robert Rei-
la política de partidos y la política del estado y, chardt, comentando los fundamentos en los
al abrir la prensa diaria seguramente leeremos que se basan las negociaciones de las asocia-
sobre la competencia creciente entre las grandes ciones culturales con el gobierno austríaco,
potencias que aplican una política económica de entre otras cosas, escribe:
proporciones intercontinentales en su carrera
por controlar a las naciones subdesarrolladas, Al llegar a este punto tal vez algunos lectores se
pero nada sobre la política cultural. Los agrega- pregunten ¿por qué este postulado sofístico
dos culturales parecen ser un lujo simbólico de y extremadamente sensible de delimitar clara-
las grandes embajadas. Y , sin embargo, los mente las esferas de acción de la economía, de la
mayores • errores de la administración colonial política y de la cultura? ¿Acaso estos ámbitos
en los pueblos africanos y asiáticos, llamados no están íntimamente ligados? ¿ E s que los
económicamente subdesarrollados —pero que conocimientos y los juicios de valor no influyen
en m o d o alguno lo son culturalmente—, se en la economía y en la política exactamente
produjeron porque las concepciones económicas c o m o se da por sentado que influyen en la
y políticas occidentales n o tuvieron para nada en cultura ?
cuenta las necesidades en materia de política N o cabe duda de que esto es cierto; pero
cultural. Incluso un genio político de la talla de precisamente los conocimientos y los juicios de
Churchill sólo vio en Ghandi a un pordiosero, a valor son la contribución de la cultura a la
un desheradado en términos económicos, y no economía y a la política. Las leyes de la eco-
fue capaz de apreciar el vigor de su inteligencia. nomía y las fuerzas del mercado no tienen en
E n política exterior, la cultura carece de orienta- cuenta para nada los valores, el conocimiento, o
ción en cuanto se trata de adoptar un enfoque el individuo creativo, o, cuando más, los utilizan
sistemático para alcanzar objetivos sociales colec- en provecho propio. L o mismo puede afirmarse
tivos, precisamente lo que la política pretende. de la esfera política. Se trata aquí del reparto del
E n política interior, por otra parte, la política poder y, consecuentemente, de los anhelos de
cultural ha tenido un desarrollo insuficiente igualdad del ser h u m a n o . Era totalmente cohe-
porque las propias instituciones culturales suelen rente que Napoleón se burlara de los intelec-
producir o difundir cultura sin orden ni concierto tuales, descalificándolos c o m o "ideólogos". El
y n o aplican una política cultural metódica para hecho de" que los logros intelectuales de los
lograr sus propósitos. L a política cultural se artistas y de los científicos se sometan a los
sigue confundiendo todavía con la política exte- intereses políticos es una mera prueba de los
rior en los asuntos culturales, y en algunos efectos de la dinámica política y no de la
aspectos se lleva a cabo a expensas de la cultura, amoralidad de los políticos. D e hecho, los artis-
o incluso en contra de sus propias metas. 5 tas y los científicos han de ser también "seres
políticos", pero c o m o intelectuales deben dispo-
ner de un espacio propio, fuera del alcance del
U n a política cultural puede ejecutarse acerta-
estado y del sistema económico. D e aquí se
d a m e n t e sólo c o m o parte de la política social desprende directamente el postulado de la auto-
general. Esta afirmación se acepta general- nomía de la que deben gozar las instituciones
m e n t e en lo que se refiere a la política culturales. El temor a que los artistas y los
económica y a la legislación social. Sin e m - científicos no sepan administrar correctamente
bargo, incluso en ese caso, se ignoran las los fondos que se les confían o a que se limiten a
interacciones con la cultura. L a consecuencia holgazanear en cuanto se ven libres de las garras
de ello es la falta de creatividad, de una de la burocracia, refleja una mentalidad m e z -
Los seguros sociales de los compositores y colaboradores independientes 759
quina y un desprecio total de lo que los indivi- sólo cuenta con su capital intelectual. "Sólo"
duos son capaces de hacer cuando se les enco- se emplea aquí para indicar que desde el
miendan tareas, importantes y se fomenta su punto de vista de la economía su capital es
responsabilidad y su iniciativa. inútil, n o lo puede acumular, n o puede hacer
Así pues, debe quedar claro que la eco- inversiones y, en definitiva, no goza de nin-
nomía, el sistema político y la cultura tienen guna de las ventajas que el capital ofrece a un
cada uno sus reglas peculiares. Si esas reglas se
empresario autónomo. Por consiguiente, si se
entremezclan y confunden sólo pueden defor-
incluyen en el grupo de los autónomos a los
marse recíprocamente. Los principales ámbitos
de la sociedad, esto es, la economía, el sistema compositores y autores, éstos corren el riesgo
político y la cultura, se encuentran vinculados de de cargar únicamente con los inconvenientes
otro m o d o , o sea, a través de la participación de de ser empresarios, por ejemplo, pagar im-
cada indidviduo en los tres ámbitos. Al mencio- puestos profesionales y, en el caso de los
nar anteriormente a los artistas y científicos, pintores y escultores, muchas veces también
nos referíamos únicamente a grupos profesio- impuestos de transporte si ellos mismos trans-
nales cuya actividad se centra en el campo de la portan sus obras en sus propios medios de
cultura. Pero todo el m u n d o participa en la transporte. A d e m á s , tienen la desventaja de
cultura, incluso los que aparentemente son 'sólo pagar los impuestos máximos sobre sus ingre-
consumidores'.6
sos fluctuantes, que si bien a veces son altos,
Tanto en política c o m o en derecho laboral se también son m u y espaciados en el tiempo.
distingue habitualmente entre trabajadores Ahora bien, el compositor n o es tampoco
autónomos y n o autónomos. Los no autóno- u n empleado o funcionario que se beneficia
m o s son el grueso de los trabajadores indus- del sistema de seguridad social, con horarios
triales y de los empleados, incluidos los funcio- fijos, ingresosfijosy seguro de enfermedad y
narios sometidos a una relación contractual; de jubilación. S u actividad no se orienta en
por autónomos suelen entenderse las distintas principio ni hacia la productividad y el bene-
categorías de empleadores. Entre los autóno- ficio ni hacia el sector público cubierto por
m o s se cuentan los abogados, los médicos, los condiciones reguladas democráticamente en
notarios y similares. E n general, aunque esto un contrato laboral permanente. L a forma de
no puede aplicarse a todos los miembros de entender la vida en los sistemas capitalistas
esta categoría, gozan de una buena posición occidentales se basa m á s bien en el afán de
económica y tienen un cierto acceso al capital lucro individual, y en los países de la Europa
y a los equipos. Desde un punto de vista del este en la función política. N o obstante, la
sociológico, n o es m u y claro si pertenecen a la cultura tiene sus propias leyes inherentes y
esfera de la economía o, al m e n o s en función debe ser juzgada, moral y jurídicamente, de
de la finalidad principal de su actividad, a la acuerdo con ellas. L a importancia de esto es
de la cultura. E n los sistemas de capitalismo crucial, sobre todo en un periodo de evolución
de estado, las autoridades públicas pueden social rápida c o m o el actual, caracterizado
considerarse también c o m o otro tipo . de por un lado por una valoración excesiva del
empresarios. Esta clasificación suele basarse poder político y, por otro, por la irrupción en
en el tosco concepto político que entiende al el ámbito de la cultura de una economía
capitalismo c o m o opuesto al "hombre trabaja- fuertemente tecnocrática. A poco de concluir
dor". Las ideas confusas en política dan lugar la segunda guerra mundial, Alfons Silber-
a legislaciones igualmente confusas. Comence- m a n n presentaba ya los resultados de sus
m o s considerando el significado de las pala- investigaciones, que ponían en evidencia
bras autónomo y no autónomo. ¿ E n dónde se c ó m o los sistemas políticos y superorganiza-
sitúa el compositor? dos pueden pasar por alto las realidades
humanas y culturales: "La planificación socio-
El compositor trabaja por cuenta propia,
lógico-cultural se efectúa a largo plazo. N o
pero al m i s m o tiempo es económicamente
guarda relación ni con un lugar ni con un
dependiente. N o tiene capital o, mejor dicho,
760 Karl Rössel-Majdan
jtlNftl: I , I
BLÃ4—fA^yLliri:}¡aí<arítouor)tif»oitc(nnw>i£"ci&i
p #r"^7^ü(i 1**==\
Dos ejemplos de la obra de Ottaviano di Petrucci (1466-1539), de Fossombrone, cerca de Urbino, inventor
del método de impresión de la música por medio de caracteres metálicos, que patentó en Venecia en 1498.
l\\slt
i. (1 I.i
•A la izquierda: partitura del tenor del primer libro de Misas de Josquin des Près. A la derecha: partitura de
la soprano de una misa de Alexander Agrícola, D.R.
autonomía culturales se cierne c o m o una der intereses comunes, se han dado los prime-
amenaza sobre los diálogos norte-sur que se ros pasos. E n el plano internacional, la acción
celebran en la Unesco. Así, por ejemplo, dos se lleva a cabo a través de las secretarías
miembros de la Comisión MacBride, Gabriel profesionales para el arte y el esparcimiento
García Márquez y Juan Somavía se reservaron creadas en el seno de la Confederación Inter-
el derecho de señalar, en los comentarios nacional de Sindicatos Libres y de la Confede-
generales, que las influencias políticas por un ración de Sindicatos Europeos. Quisiéramos
lado y las comerciales por otro han convertido destacar aquí un aspecto fundamental del
a los medios de comunicación de masas m o d o en el que las conclusiones de los estu-
en algo extremadamente peligroso para la dios socioculturales y las reflexiones que se
cultura de los países en desarrollo. También derivaron se están aplicando en Austria. E n
señalaron que' se presta demasiada poca aten- este país, c o m o en cualquier otro, se ha
ción a la investigación en materia de política escrito m u c h o sobre los medios de comunica-
cultural.10 ción de masas 12 y, también c o m o en los
Para los países en desarrollo las distintas demás, las autoridades públicas han destinado
culturas populares son lo que la integridad y la gran cantidad de fondos para la promoción de
libertad cultural del individuo son para los las artes. Los fondos, c o m o siempre, son
países industrializados. Por este motivo, el excesivamente escasos y constituyen práctica-
autor de este artículo ha procurado, mediante mente el único estímulo de la vida intelectual
el análisis de estadísticas culturales y los y artística.13 Sin embargo, la particular e
estudios de opinión, dotar a la política cultu- importante función que ha desempeñado la
ral de medios que permitan al individuo y al Federación Austríaca de Sindicatos en la
grupo defender su identidad específica y opo- puesta en práctica de una política social espe-
nerse a la masificación originada por la cre- cífica ha dado lugar a un proceso nuevo.
ciente presión de las mayorías. H a insistido Dicho sea de paso, esta federación no tiene,
asimismo en la necesidad de elaborar una aparte del título, ninguna semejanza con los
política cultural europea. El alcance de esta movimientos sindicales de otros países.14
medida debe ampliarse también al plano inter- A las negociaciones entre patronos y
nacional, c o m o de hecho está ya sucediendo empleados, debidamente organizados unos y
en algunos sectores gracias a la acción de la otros en grupos a la hora de debatir proble-
Unesco. E n este sentido, las pretensiones de m a s de legislación laboral, de salario y de
soberanía política o económica no deben ser seguridad social, se las denomina "colabora-
los únicos factores decisivos. La idea, amplia- ción social". Por sí mismo, esto podría ser
mente difundida, de que la política cultural sólo una puja por el poder, y aunque podría
debe limitarse a establecer un presupuesto de evitar o aplazar una huelga salvaje y la
desarrollo resulta totalmente insuficiente para adopción de contramedidas por parte de los
resolver un problema tan acuciante.11 empleadores, no podría resolver los proble-
m a s económicos que están, por cierto, interre-
lacionados con problemas sociales. Estos gru-
La situación en Austria pos de negociación tienen pues una segunda
función, que es la "colaboración económica".
Partiendo de los resultados de los estudios A m b a s partes actúan c o m o productores y
sobre la función social de la cultura, en consumidores y defienden en consecuencia sus
Austria se han adoptado en los últimos años intereses en frentes que trascienden los ámbi-
iniciativas político-culturales que se espera tos del sindicato, del comercio o de la indus-
tengan grandes repercusiones. Gracias al aus- tria. C o n ello se ha logrado echar las bases de
picio de las principales organizaciones y a la una evolución equilibrada y pacífica que neu-
acción conjunta de las asociaciones científicas, traliza las interferencias políticas y los conflic-
artísticas y educacionales formadas para defen- tos radicales. Los problemas propios de la
Los seguros sociales de los compositores y colaboradores independientes 763
/tr^rr- C/l**"*"-
/ Sio
u
£b ^U^Juji^i
H
^y/^o^
t^^^J^^^^^
La transcripción m á s antigua conocida del himno Ein feste Burg ist unser Gott (Una poderosa fortaleza es
nuestro Dios), escrito por Martín Lutero hacia 1524. Arriba a la izquierda el mismo Lutero anotó de su
puño y letra: " U n regalo de m i buen amigo Johann Walther, compositor de música en Torgaw, en el año
del S e ñ o r -1530", -Edimages/Palbí.
764 Karl Rössel-Majdan
Naturaleza Individuo
(materias) Economía Derecho Cultura (ideas)
Producción Legislación Creación
V o l u m e n de ventas Administración Medios de comunicación de masas
Consumo Jurisprudencia Educación
cultura quedaban aún sin resolver hasta que científicos y políticos, c o m o en el caso del
finalmente empezaron a agruparse las asocia- Club de R o m a , no han generado todavía un
ciones artísticas y culturales, formadas para proceso de renovación social que surja de las
defender los intereses de los compositores, bases hacia arriba. Por este motivo se ha
autores, pintores, escultores y intérpretes. considerado tan importante que las personas
A d e m á s , dichas asociaciones se aliaron con dedicadas a actividades culturales se organi-
los profesores y científicos, sentando así las cen por sí mismas, y también que procuren
bases para negociar una "colaboración cultu- facilitar informaciones detalladas sobre sus
ral".15 Estas asociaciones y coaliciones d e m o - actividades. Para fundamentar una política
cráticas no son grupos de presión aislados, cultural autónoma se ha empleado un dia-
sino que representan básicamente a toda la grama relativamente sencillo, que aparece
sociedad en sus aspectos económicos, sociales más arriba.
o culturales. Durante m u c h o tiempo, la Unes-
co, el Consejo de Europa y otros organismos Simplificado para uso en negociaciones y deba-
internacionales han insistido sobre la necesi- tes, este gráfico muestra de forma clara que
dad de formar asociaciones autorrepresentati- existen fuera de la sociedad ámbitos en los
vas y agrupaciones de este tipo, sobre todo de cuales y con los cuales ésta tiene que vivir. L a
las ramas m u y individualistas de la actividad base de su economía la obtiene de la natura-
cultural, donde no siempre es fácil distinguir leza, pero en este proceso necesita también
la necesidad de libertad intelectual de las recibir los impulsos de la cultura procedentes
necesidades legales de una organización autó- del ámbito de las ideas del individuo. H e m o s
n o m a de carácter representativo general. E n aprendido a comprender que es necesario
su trabajo sociológico sobre los medios de salvaguardar y preservar la naturaleza m e -
comunicación de masas, Silbermann sostiene diante la protección del medio ambiente si no
que sólo es posible entender los efectos de queremos que la sociedad desaparezca. T a m -
éstos en términos de la relación entre la teoría bién tenemos que comprender que la protec-
y la práctica.16 Cuanto allí afirma sobre la tion de la vida interior, en el sentido de una
apatía y el analfabetismo provocados por los protección de la personalidad del individuo,
medios audiovisuales tiene validez universal. debe ser la contrapartida lógica de la protec-
N a d a es más peligroso que el hecho de que la ción de la naturaleza. Ello explica al mismo
cultura viva y creadora se autoexcluya. N o tiempo por qué la libertad individual tiene una
basta con que los científicos se refieran a las importancia tan decisiva c o m o fuente de cultu-
interrelaciones sociales.17 Tampoco basta ra. Según esta 'concepción, las instituciones
para Silbermann, ni para m í , indicar en los intermediarias, c o m o los teatros, las salas de
trabajos que existe una necesidad en los conciertos, las galerías de arte y los medios
procesos culturales, al igual que en la eco- técnicos, pertenecen a la cultura. El nuevo
nomía, de disponer de una visión general de la orden de la información que los Estados
producción, de la distribución y del con- Miembros de la Unesco procuran establecer
s u m o . 1 8 L a política n o manifiesta gran interés encuentra su apoyo y su justificación en la
por contemplar las relaciones sociales desde medida en que la libertad de los medios de
un punto de vista realmente científico. Los comunicación se respete tanto dentro c o m o
espectaculares esfuerzos de cooperación entre fuera de ellos. L a "democratización de los
Los seguros sociales de los compositores y colaboradores independientes 765
Franquea fácilmente todas las fronteras. D e ahí nes. Son igualmente necesarios los acuerdos
la importancia de introducir en las leyes nacio- internacionales bajo la forma de una convención
nales reglas especiales que aseguren la protec- multilateral, en la que se determine que los
ción de las obras extranjeras, así c o m o el estable- ingresos procedentes del ejercicio del derecho de
cimiento de sistemas de protección internacional autor no estarán sujetos a una doble imposición,
del derecho de autor, resultantes de tratados y esto es, en el país donde se utilice la obra y en el
convenciones internacionales. de residencia del autor. C o n tal medida se
E n las leyes nacionales, en las convenciones asegura.la eficacia de la protección internacional
internacionales y en los contratos de representa- de los derechos de los autores, así como la más
ción recíproca que ligan a las sociedades de amplia difusión de las creaciones intelectuales.21
autores de los diferentes países, es preciso, ante
todo, salvaguardar el principio de la igualdad de
El derecho de autor
trato para las obras extranjeras y para las
nacionales, lo cual caracteriza un estado de y los seguros sociales
evolución más liberal aún que el solo principio
de la reciprocidad. Toda medida discriminatoria Los nuevos usos y los avances técnicos en la
relacionada con las obras extranjeras, c o m o , por materia hacen necesario seguir desarrollando
ejemplo, las disposiciones de limitación, debe
el derecho de autor. Si los estados no desean
ser descartada. H a de afirmarse la protección
cargar en el futuro con u n proletariado cultu-
automática, sin m á s limitaciones. El dominio
eminentemente internacional del derecho de ral cada vez mayor, deben procurar una
traducción debe reglamentarse sobre la base de circulación m á s libre de la propiedad intelec-
que tal derecho corresponde exclusivamente al tual para uso del público, adoptando las
autor de la obra original, ya que su ejercicio medidas adecuadas de protección y uso en
representa el medio m á s seguro de obtener favor de los creadores y adaptadores. N o
traducciones correctas y de evitar una peligrosa deberían permitir que la fuerza prevelezca
situación de anarquía en la difusión de la cultura. sobre el derecho por medio de la expropia-
Las convenciones internacionales multilate- ción. L o s nuevos usos y derechos son, por
rales abiertas a la firma de todos los países del ejemplo, la grabación en cinta magnetofónica
m u n d o , c o m o la de la Unión de Berna y la de la emisiones radiofónicas o la de los
Convención universal sobre el derecho de autor, programas de televisión en videocasetes. Por
son los instrumentos m á s eficaces para la protec- medio de acuerdos internacionales se procura
ción internacional de este derecho. Los autores
poner fin a las frecuentes grabaciones "pira-
esperan que se evolucione en el sentido de una
estrecha coordinación entre las convenciones tas'.' de discos. El derecho de autor protege
existentes, a fin de -llegar a una protección m á s también al usuario de otros usos ilegales de la
uniforme y perfecta. Los autores no podrán obra. U n nuevo derecho, que se está nego-
olvidar nunca el papel decisivo que, como precur- ciando actualmente, es el pago de tasas por las
sora, tuvo en esta materia la Unión de Berna reprografías. D e acuerdo con el derecho de
para la protección internacional de las obras autor, la copia es u n robo intelectual. Los
literarias y artísticas, a partir de la convención avances técnicos que facilitan todo tipo de
del 9 de septiembre de 1886, que constituye uno copias suponen un peligro para el derecho
de los actos internacionales más importantes del
de autor y únicamente pueden controlarse
pasado siglo.
mediante la percepción o el pago de tasas de
L a protección legal internacional del dere- acuerdo con la ley.
cho de autor, si ha de ser verdaderamente eficaz, Otro nuevo uso es la televisión por cable,
debe estar ligada, en el orden nacional e interna-
así c o m o la cásete, a las que viene a sumarse
cional, a medidas que permitan la libre circula-
el satélite. También los préstamos que hacen
ción de las obras del intelecto en todos los países
del m u n d o , así c o m o la transferencia de divisas las bibliotecas y el alquiler de audiocasetes y
que garanticen el pago efectivo y a corto plazo videocasetes supone un riesgo para el trabajo
de las sumas debidas a los autores por la de los artistas, compositores y otros. L o s
utilización de sus obras en las diferentes nacio- países sudamericanos afectados y algunos
Los seguros sociales de los compositores y colaboradores'independientes l&l
U n a página de la partitura original del preludio del segundo acto de la ópera de W a g n e r La Walkiria. L a
obra fue compuesta entre enero de 1854 y marzo de 1856. Archivos witteubach, Munich. Edimedia.
768 Karl Rössel-Majdan
otros exigen una nueva protección para el distintos párrafos de un proyecto de ley. L a
folklore. Las culturas explotadas y, en particu- peculiaridad de la ley estriba en el hecho de
lar, la música popular, están perdiendo ingre- que c o m o los compositores y creadores autó-
sos sustanciales. Si bien el folklore no tiene nomos carecen de contrato de trabajo, pue-
compositores conocidos, sí se conoce a los den abonar su contribución c o m o empleados a
intérpretes, lina forma de ayudar a estos un fondo, pero éste no recibe la de los
pueblos sería que los estados se decidieran a empleadores. Las subvenciones han aportado
permitir, la creación de compañías de explota- cierta ayuda, pero precisamente en una época
ción de los intérpretes o de los autores, a las de recesión económica resultan poco seguras.
que correspondería también un arancel para Se debe crear un fondo para la contribución
los autores anónimos. Esos ingresos adqui- del empleador. Ese fondo tendrá la garantía
rirían una importancia radicalmente nueva del estado, pero recibirá también la aporta-
desde el punto de vista de la política social. ción de nuevos ingresos colectivos proceden-
Originariamente predominaba el princi- tes del derecho de autor y derechos afines. D e
pio de la reclamación individual. Las com- este m o d o será posible ayudar a los artistas
pañías de explotación son empresas sin fines con sus propias contribuciones en épocas de
de lucro. Administran los ingresos, están poca ganancia.
sometidas al control estatal y distribuyen las U n a comisión especial autónoma, que se
ganancias entre sus miembros según un sis- establecerá en el Ministerio Federal de Educa-
tema de puntos. Desde la entrada en vigor de ción y Arte, se encargará de resolver las
los acuerdos colectivos sobre la producción cuestiones profesionales. N o podemos expo-
masiva de programas de radio, ha sido necesa- ner aquí en detalle este prometedor proyecto
rio recurrir al ordenador para efectuar esta de ley. E n él se tendrán en cuenta muchos
distribución. Sin embargo, en lo que respecta aspectos sociológicamente importantes del
a los ingresos procedentes de usos nuevos y carácter peculiar de los creadores indepen-
m á s extensos, la mayor parte de los cuales no dientes y de las profesiones artísticas. U n a de
pueden controlarse de. forma pormenorizada, esas peculiaridades es que un autor o composi-
no es posible verificar las demandas indivi- tor cuyas.obras hayan tenido éxito ya en su
duales de pago de sumas de cierta cuantía. Se vejez, aun cuando las hubiera compuesto
obtienen así fondos que pueden distribuirse siendo m á s joven, según las normas de la
de acuerdo con otros criterios. Las compañías seguridad social nacional debería jubilarse,
los utilizan en parte para proporcionar asisten- sin poder seguir trabajando. El caso contrario
cia social, pero la pensión de jubilación o sería el de una bailarina de ballet, que, en
el seguro de enfermedad quedan fuera del plena madurez, se ve incapacitada, por razo-
ámbito de la función legal de una compañía de nes físicas, para seguir ejerciendo su profesión.
explotación. Los estudios que se están llevando a cabo
Por este motivo, la Federación de Asocia- en la República Federal de Alemania y en
ciones Culturales de Austria decidió estable- Austria marcan el comienzo de un nuevo
cer su propio reglamento de seguros sociales interés de las autoridades públicas por la
para los creadores de obras culturales y ha situación y los problemas particulares de los
procurado en múltiples ocasiones que el creadores de obras culturales. Apenas se ha
gobierno y los partidos políticos lo aprueben. estudiado la función social de ciertos factores
H a sido necesario llevar a cabo una campaña inmateriales, intangibles, c o m o la intuición, el
intensiva de información y aclaración entre las talento y muchos otros, difícilmente equipara-
asociaciones y sus grupos profesionales. E n el bles con las consideraciones de tipo econó-
m o m e n t o de imprimirse este artículo, se lle- mico y jurídico. N o cabe duda que, en plena
van a cabo negociaciones intensivas con varios era de la comunicación masiva, resultaría
ministerios interesados y en coordinación con políticamente retrógrado seguir creyendo que
el Ministerio de la Seguridad Social sobre los la cultura no es sino el bufón del rey, el del
Los seguros sociales de los compositores y colaboradores independientes 769
Museo del grupo Arthea, en Grasse (Francia). Este grupo practica lo que se denomina "gestación sonora",
un trabajo espontáneo con los sonidos que no se basa en ningún texto escrito o plan de improvisación
preconcebido, permitiendo así el acceso a niveles de recepción y de producción sonora más subconscientes
y.orgánicos. La investigación del grupo se centra sobre todo en los modos utilizados en la música asiática
y griega antigua. Su trabajo musical se basa en un sistema de "datos psicofisiológicos precisos y en un
conocimiento del contenido semántico de los sonidos", lo cual se opone a las teorías y sistemas de notación
abstractos adoptados en Occidente desde Pitágoras. Marie Paule Nègre/Rush.
pueblo en una democracia o el del gobernante explotación de usuarios que se han ido consti-
de turno. Las interacciones e interrelaciones tuyendo con u n a frecuencia cada vez m a y o r
que se dan entre la cultura y la economía y en los últimos años, lo cual sería coherente
entre la cultura y el estado deben ser estudia- con el derecho de autor y con su espíritu.
das y su importancia y sus consecuencias D e este m o d o se procura fomentar, c o m o
sociopolíticas reconocidas. Siempre en rela- principio rector supremo, la asistencia para
ción con el carácter personal del derecho de ayudarse a sí m i s m o , y dar a la cultura, a
autor, en Austria también surgió la idea de través de los creadores de las obras culturales,
dotar de una personalidad jurídica propia al el m á x i m o control posible sobre sus propios
auténtico titular, por ejemplo el compositor, asuntos. 23 Las medidas que aquí se describen
dentro de la sociedad central, compartida con forman parte de esta evolución.
sus usuarios (los editores). C o m o alternativa Estas asociaciones profesionales naciona-
se pensó reservar las asociaciones de explota- les e internacionales se ven obligadas a ahon-
ción originarias para los auténticos creadores dar en su percepción sociológica dada la
individuales de las obras culturales y estable- exigencia de q u e , junto con las influencias
cer una relación entre los creadores y las políticas y económicas, en una época tecnocrá-
asociaciones de usuarios y las compañías de tica no deben olvidarse las expectativas socio-
770 Karl Rössel-Majdan
Notas
Hace treinta años, excepto en el Japón y en la en los países de Asia solían tener un estatus
India, era difícil encontrar en un país de Asia social aparte, generalmente al nivel más bajo
un músico tradicional capaz de ganarse la vida de la escala social. Se los podía quizá buscar o
sólo con la música y que osara declararse estimar, pero por {egla general sufrían más
músico de profesión. bien de cierto desprecio. Raros eran los que
E n la mayoría de los países del sudeste se beneficiaban del favor de los soberanos, o
asiático, el músico tradicional debía desem- los honrados y admirados por los aristócratas.
peñar otra ocupación, por ejemplo, ser arte- Los reyes y los príncipes, los nobles y las
sano o agricultor. E n ocasión de la celebra- capas cultivadas de la sociedad no desdeñaban
ción de una boda o de una ceremonia fúnebre, la música, al contrario, entre ellos se contaban
podía integrar un conjun- músicos de talento, pero
to instrumental organiza- que tocaban sólo para su
do y dirigido por un m ú - Tran Van Khê es director de investiga- propio deleite. E n su cali-
sico "no profesional" o ; ciones del Centre National de la dad de "no profesiona-
i Recherche Scientifique. H a publicado les", eran apreciados y
"semiprofesional", con- numerosos trabajos, sobre todo sobre
junto que ofrecía sus ser- música vietnamita. Su dirección es: respetados. Existía verd a-,
vicios por sumas módi- 44, rue Clément-Perrot, 94400 Vitry- deramente u n a enorme
cas. Al cabo de su actua- sur-Seine (Francia). diferencia entre un m ú -
ción volvía de inmediato sico profesional y uno afi-
a su ocupación principal, cionado.
la artesanía o la agricul- Esta situación social
tura. inferior del músico tradi-
A u n cuando la músi- cional se acentuó aún
ca fuese la principal fuen- m á s en el siglo x x con la
te de ingresos, un músico aparición de los músicos
tradicional prefería ante- asiáticos formados en es-
poner una profesión considerada más "respeta- cuelas occidentales.
ble" que la de músico. Así, hace unos quince] Afortunadamente, desde hace unos diez
años conocimos en Irán a un verdadero maes-i años, los músicos tradicionales han comen-
tro de canto tradicional que utilizaba la "co- zado a salir de su ghetto en muchos países de
bertura profesional" de funcionario de policía | Asia, rodeándose en algunos casos de la
dedicado a perseguir infractores, y a un maes- consideración de sus compatriotas. Cuando, a
tro de zarb, tambor iraní, que "trabajaba en nivel internacional, los promotores o las salas
la televisión", según dijo cuando nos lo presen- de conciertos occidentales reparan en ellos, se
taron. rodean de una nueva aureola que les confiere
Los músicos y los cantantes profesionales una credencial de nobleza. Acaso en un
774 Tran.VanKhê
futuro próximo esto les haga cambiar las menos la misma suerte. Bajo la dinastía
actitudes y les quite el complejo de inferiori- Koryo (918-1392), bailaban y cantaban en los
dad que sienten frente a los músicos de banquetes de la corte, acompañadas por los
occidente. músicos del palacio. Los reyes de esta dinastía:
escogían frecuentemente sus concubinas de¡
entre las kisaeng y podían ennoblecerlas. Pero ¡
a principios del siglo x v , bajo la dinastía dej
Músicos y cantantes en el último los Yi, el rey Taejing (1401-1418) suprimió j
peldaño de la escala social esta prerrogativa. Se reclutaba a las kisaeng a ;
la edad de quince años, entre los ch'onmin\
Las cantantes profesionales han sido conside- que pertenecían a una casta inferior. Debían
radas siempre en Asia c o m o cortesanas o interpretar música y servir de beber en los
esclavas. banquetes de la corte, pero tenían casi la
s
A partir de la dinastía de los Ly (siglo xi), condición de esclavas. A comienzos de este
en el antiguo país Viêt, las cantantes de la siglo se las trataba del mismo m o d o que a las
corte, llamadas xuong nhi o ca nu, eran ip'ae, mujeres de respetabilidad dudosa, o a
reclutadas entre el pueblo. M á s de un cente- las samp'ae, prostitutas.
nar de estas cantantes estaban al servicio.de la E n el Japón, las geishas, intérpretes del.
reina Thiên C a m , esposa del rey L y Thai shamisen, laúd de tres cuerdas, danzarinas o
T ô n g (1035).1 Las cantantes llamadas a dào, azafatas que servían el sake, una bebida de
que actuaban entre el pueblo, se hallaban alcohol de arroz, no eran prostitutas. Reci-
organizadas en corporaciones giao phuong. bían una educación m u y esmerada y algunas
E n las competiciones se las juzgaba no sólo poseían gran cultura. Sin embargo, en la
por su arte sino también por su conducta.2 E n sociedad se las confundía a menudo con las
la historia del país Viêt, más de una de estas cortesanas.6 E n el siglo v m , las cantantes
cantantes participó de una forma o de otra en tenían en. la corte una "condición idéntica a la
la lucha contra los invasores.3 Sin embargo, de las mujeres empleadas en el taller real de
estaban m u y mal consideradas. Según el artí- costura".7
culo 40 del código de matrimonio del periodo Las antiguas jiniu de China eran cortesa-
H o n g D u c (1470-1497), los dignatarios de la nas que sabían cantar e interpretar música. 8 '
corte que tomaban por esposas o concubinas a Las pinturas murales y los cuadros antiguos
cantantes profesionales eran condenados a dan fe de que estas artistas formaban parte de
una pena corporal de setenta bastonazos, e los conjuntos instrumentales de la corte. Bajo
incluso a deportación. Los hijos de las can- la dinastía de los Ming, en el siglo xv, existía
tantes, de los actores, de las actrices o de los incluso una orquesta compuesta enteramente
rebeldes, los hijos ingratos hacia los padres y por mujeres, el Jiao fang si niu yue. El
los incestuosos no podían presentarse a los conjunto estaba integrado por ciento dieci-
concursos trienales destinados a reclutar doc- séis ejecutantes al servicio de la emperatriz, y
tores en letras, futuros dignatarios de la se advertía su presencia en el sacrificio ofre-¡
corte.4 A comienzos del siglo x x , algunas cido por la emperatriz a la patrona de la
cantantes a dao, en otro tiempo sencillas sericicultura.9
aldeanas, fueron a establecerse en las ciu- A comienzos del presente siglo, en Tai-
dades en barrios reservados donde se las w a n , los gerentes de las mancebías adoptaban1
conocía con el nombre de cô dâu. Las can- a muchachas pobres que, entre los doce y los:
tantes, aunque diferentes de las cô dâu ruou dieciséis años, tenían que aprender a cantar y
que ofrecían alcohol de arroz a los clientes, a tocar instrumentos c o m o el pipa, laúd piri-
eran asimiladas a las cortesanas y m u y mal forme de cuatro cuerdas, y el sanxian, laúd de
consideradas. tres cuerdas. Luego comenzaban su carrera
E n Corea, las kisaeng conocieron m á s o escanciando bebida a los clientes, cantando o
Estatus social del músico tradicional en Asia 775
Concierto de un conjunto de músicos tradicionales coreanos (de la corte) difundido por radio. Musée de
, l'Homme, París.
tarios y obligatorios. E n una palabra, ser gaine, diferente del instrumento indio del
músico de la corte era sufrir condena perpetua mismo nombre. Hace doce años eran más de
20
. a tocar música c o m o esclavos, no solamente dos mil. Recorren los caminos del Nepal
por una generación sino por varias. Unica- central, mendigando, y suelen hacer viajes
mente podían los músicos de la corte ser bastante largos, hasta la India y Birmânia. Sus
liberados de sus cargos si él rey o el gobierno hijos, sin embargo, no podrían "escapar al
21
les concedían esa gracia, si alcanzaban la edad estatus de músicos-mendigos". Pertenecien-
de sesenta años, si se enfermaban y quedaban tes a una casta de las m á s bajas de la escala
inválidos, si habían obtenido buenas notas social, eran "intocables". Algunos gâine han
durante el servicio o realizado acciones consi- llegado a cantar por la radio nepalesa, pero el
deradas como méritos personales.16 término gâine hace siempre pensar en esos
Los músicos profesionales en los países músicos mendicantes que se encuentran en los
árabes, hombres o mujeres, pertenecían tam- pueblos nepaleses o a veces en las inmedia-
bién a la clase de los domésticos y de los ciones de los aeropuertos.
esclavos.17 E n India, los hauls, o "locos de dios",
Esclavos en la corte, los músicos profesio- esos "monjes-mendigos", tienen un estatuto
nales eran mendigos entre el pueblo. E n Viet particular. Se les llama "monjes-mendigos"
N a m , los xâm xoan o xâm cho en el norte y el pero a m e n u d o no son ni hindúes, ni musul-
centro, eran músicos ambulantes, ciegos en su manes, ni budistas. Algunos pordiosean
mayoría, que tocaban el dan nhi, vihuela de su puñado de arroz cantando de puerta en
22
dos cuerdas, pero también y sobre todo el puerta. Son ascetas que llevan una existen-
monocorde dàn bâu. Bastaba con que un cia errante. Aunque existe una casta particu-
1
ciego iniciara su canto en la plaza del mer- lar para los músicos, la mayoría de las castas
cado, acompañándose con su monocordio, : de los que se ganan la vida cantando y
para que se agolpara una muchedumbre a su tocando, aunque sólo sea parcialmente, se
alrededor. El público era todo ojos y todo encuentran entre las más bajas. Los músicos
oídos para el "trovador", riendo a carcajadas profesionales son m u y distintos unos de otros:
con cada chiste de las canciones humorísticas ascetas o monjes-músicos como los baúl de
o picarescas. Se sucedían los relatos, las Bengala, cantores como los kauval de Punjab,
epopeyas, la declamación de poesías, y las los bardos de Rajastán, tamborileros y can-
monedas caían en el cestillo. Iban solos o en tantes c o m o los hijra, parejas de homoxe-
23
grupo, correteando de pueblo en pueblo y suales disfrazados de mujeres. Frente a los
viviendo de la caridad pública. brahmanes, los actores, cantantes y músicos
E n Taiwan, los mendigos cantores eran forman "castas impuras y despreciables; son
los zou chang (literalmente, correr y cantar), histriones mercenarios".24 Por fortuna, no
cantores errantes que cantaban acompañán- todos los músicos tradicionales eran sólo escla-
dose con su tambor, el kijia diao (el aire de los vos y mendigos.
mendigos), y cuyos temas se relacionaban con
la propia mendicidad. Algunos tenían un
repertorio bastante rico para poder cantar las
canciones pedidas por los clientes.18 Músicos y cantores
E n Nepal, a los mendigos cantantes y profesionales privilegiados
músicos se les conoce con el nombre de gaine.
Según los escritos de Hodgson de 1834, cita- A pesar de los prejuicios y aun de cánones
dos por Mireille Helffer, los gaine "son descri- religiosos, los músicos de talento y los maes-
tos c o m o una casta que va de casa en casa, tros indiscutibles eran protegidos, estimados,
cantando y tocando para mendigar su ali- recompensados por los reyes y venerados y
mento". 1 9 Cantan acompañándose con la respetados por sus discípulos.
vihuela de cuatro cuerdas, el sarangi de los E n la antigua Persia, los reyes tenían
Estatus social del músico tradicional en Asia 777
en gran consideración a los cantores. Chos- muerte,' el califa "se sintió m u y apenado y '
roes II Parwiz tenía en su corte dos cantores a encabezó el cortejo en su entierro".30
los que apreciaba m u c h o , Serguech (Sergins) Durante el reinado de los Abasidas en
y Barbad. 2 S Otros monarcas c o m o Abbas y Bagdad (750-847), en particular con H a r u n al
Nasereddin permitieron que numerosos maes- Rashid (786-809), los músicos profesionales
tros tradicionales se dieran a conocer en su poseían "cada u n o un séquito compuesto de
corte.26 varios instrumentistas, cantantes y danzarines,
Bajo el reinado de los O m e y a (661-750), cuyo n ú m e r o variaba de treinta a cincuenta,
los músicos y cantores eran favoritos de los alcanzando a veces el centenar o m á s . " 3 1 El
soberanos. N o sólo recibían honores, sino califa gastó millones de piezas de oro para
importantes recompensas. 27 C u a n d o músicos recompensar a los músicos. L a generosidad de
o cantores se presentaban ante los auditorios, los califas se traducía en sumas fabulosas:
se les autorizaba a ocupar el m i s m o nivel que 150.000 piezas de oro en una sola dádiva del
el califa.28 E n la corte de Al-Walid II (743- califa A l Hadi al célebre músico Ibrahim al-
744), se recibía a los músicos de todas partes Mawsili; 100.000 piezas del califa H a r u n al
con los brazos abiertos. El músico mulato Rashid al músico Mujariq; o 600.000 piezas
M a ' b a d fue acogido con s u m a consideración de plata en dos dádivas de los califas H a r u n e
en la corte del califa Al-Walid Ibn Yazid Ibrahim Ibn al M a h d i al músico H a k a m al-
(707-715), quien no vaciló en recompensarle W a d i . 3 2 Este último, en la corte del califa Al-
con doce mil piezas de oro por su arte.29 A su Hadi (785-786), ganó en un torneo de canto
778 Tran Van Khê
Entrega diplomas a sus discípulos, los cuales los músicos que consagran gran parte de su
, están obligados a respetar escrupulosamente vida al servicio de la música tradicional.
su enseñanza sin poder innovar musicalmente E n Irán, el difunto maestro N u r Ali
ni imprimir un sello personal a la música sin su Borumand fue nombrado profesor de música
autorización. Los discípulos deben a sus maes- tradicional del Departamento de Música de la
tros una especie de "derecho de autor", y la i Facultad de Bellas Artes de Teherán, en los
tradición les obliga a transferirle una parte de años 1972-1976, sin contar con ningún título
los honorarios que obtienen de la enseñanza. universitario que aportar a su expediente,
Existe una auténtica solidaridad entre los ' como los reglamentos de la universidad exi-
músicos de una misma escuela. Desde 1950, la gían. Su prodigiosa memoria, su profundo
Comisión de Protección de los Patrimonios conocimiento del repertorio tradicional y su
Culturales registra la nómina de los maestros, arte para tocar instrumentos como los laúdes
y a los más representativos en cada rama se setar y tar y la cítara de percusión santur
les honra con el título de "Tesoro nacional bastaban para acreditarle c o m o profesor uni-
vivo", lo cual sólo comporta una pequeña versitario. Otro maestro ya fallecido, Abol
pensión vitalicia pero confiere a los que lo ,Hasan Sabá (discípulo dé Mirzâ Abdollâh y de
poseen gran prestigio.39 Darvish K h a n en cuanto atañe al laúd de
E n India, los músicos de la tradición cuatro cuerdas que se puntean con el índice
clásica no sólo se ganan bien la vida sino que (setar), de Hosein K h a n en lo que respecta al
son apreciados por el público. Los grandes kamanche, vihuela de cuatro cuerdas, de Ali
.conciertos llamados "conferencias musicales" Akbar Shâni que fue su maestro de santur,
atraen cada tarde varios miles de oyentes. Ni cítara de 72 cuerdas a percusión y de Hâdji
siquiera los daku, salteadores de caminos, se Khan que le enseñó el tambor zarb), tocaba
atreven a tocar los equipajes de un músico, a la perfección muchos instrumentos, entre
según lo referido por Vilayat K h a n y citado ellos el violin occidental, con una técnica que
por Mireille Ballero.40 Cierto día, Vilayat le permitía dar a la música todos sus sutiles
K h a n se vio obligado a pasar la noche en una matices de ornamentación.41 Después de su
alquería abandonada, porque se había equivo-« muerte, acaecida en 1975, su casa fue transfor-
cado de ruta en su camino de B o m b a y a m a d a en museo para permitir que sus discípu-
Delhi. Los daku le sorprendieron dormido, los y admiradores acudiesen ' a venerar su
con varias maletas. Estaban ya a punto de memoria o a aprender un arte tradicional
repartirse el botín cuando el jefe vio el sitar, impartido por los maestros de la generación
el laúd de siete cuerdas de la India del norte, e actual, la mayor parte de los cuales fueron
inmediatamente pidió al músico que tocara discípulos suyos.
\ para él. Después de un concierto improvisado E n Iraq, el célebre intérprete de ud (laúd
de Vilayat K h a n en el campamento de los de cinco o seis cuerdas) Munir Bashir ocupa
bandidos, el jefe ordenó que devolvieran al posiciones m u y importantes en su país y en las
músico todo lo que le habían quitado. E n el organizaciones internacionales. Presidente del
curso de los quince últimos años, los grandes Comité Nacional de Música de Iraq, es un
maestros como los hermanos Dagar, Ravi asesor m u y respetado del Ministerio de Cul-
Shankar, Ali Akbar K h a n , Vilayat K h a n , tura, secretario general de la Academia de
Imrat Khan, R a m Narayan, el difunto Chatur Música Arabe, miembro del Comité Ejecu-
Lal, Sharan Rani, etc., por no citar más que a tivo de la Sociedad Internacional para la
unos pocos, han llevado el mensaje de la Educación Musical, vicepresidente del Con-
música india a los cinco continentes, y en las sejo Internacional de la Música (Unesco), etc.
emisoras de radio, de televisión, en las salas
de conciertos y en las universidades se les
recibe con mil atenciones. El gobierno indio
confiere el título honorífico de "Padma Shri" a
Cortesana tocando el kokyu, uno de los pocos instrumentos japoneses que se toca con arco. Giiaudon.
782 Tran Van Khê
Músicos mongoles durante lafiestade la cosecha.j 'Emii Schoiters / Back star / Rapho.
Ci
••%. •isä^'ft
W
;<v.
La música asiática llega a Occidente: lección de música en el California Institute of Arts con una orquesta
de instrumentos de percusión (gamelan). Gerg Gerster / Rapho.
786 Tran Van Khê
pal ocupación. Su estatuto es particular, ya se les obliga a tocar piezas o adoptar estilos
que no pueden ser asimilados a los músicos que los directores artísticos de los productores
profesionales. Se les respeta, pues, porque de discos juzgan más accesibles para el gran
son monjes antes que músicos. público y m á s rentables, en vez de lo que a
E n el Japón, bajo el reinado de los ellos les agrada. E n muchos casos la música ha
Tokugawa (1549-1867), ciertos músicos itine- dejado de ser un arte que se ofrece para
rantes, semirreligiosos, los komusô, tocados convertirse en un producto comercial que se
con grandes sombreros en forma de cesto que vende. Algunas geishas de Kyoto que cantan y
les tapaban el rostro, tocaban laflautarecta bailan para los turistas de una gira de "Kyoto
shakuhachi para pedir limosna. Estos " m o n - by night" tienen que ser capaces de mimar un
jes mendicantes" —pero también "monjes partido de béisbol en sus números de danza.
espías"— proporcionaban informaciones Las cantantes-cortesanas se hacen cada vez
secretas al gobierno. Los monjes ciegos se más raras en los países donde antes eran
servían igualmente de un laúd piriforme, el corrientes, lo mismo que ocurre con los músi-
moso-biwa, para acompañar la recitación de cos mendigos itinerantes.
los textos sagrados, los Sutras.51 Los aparatos de transistores, los discos y
Sin ser monjes, los músicos jmers que las casetes que incesantemente inundan los
tocaban durante las ceremonias búdicas mercados de Asia destruyen poco a poco los
tenían que observar una rígida disciplina grupos de músicos ambulantes, que se ven
—invocación, ofrendas y ayuno en los días obligados a buscarse otro trabajo en la agricul-
santos—, pues la música que ejecutaban, tura o en la artesanía. Para amenizar las
c o m o el incienso, tenía una función de fiestas de los pueblos, las comidas de espon-
ofrenda. U n músico jmer dijo cierto día a sales o de bodas, un tocadiscos y unos alta-
Jacques Brunet: "La música sólo es hermosa voces son m á s ventajosos que un grupo de
si es pura, y el músico es el medio de músicos profesionales. Incluso para los fune-
materializar esta música; ¿ cabe imaginar que rales, la simplificación de los ritos y de las
se hagan ofrendas en una bandeja sucia?"58 costumbres suprime muchas orquestas
Estos músicos, no profesionales ya que en fúnebres.
tiempo normal ejercían el oficio de agricul- Los músicos tradicionales profesionales
tores, adquirían un carácter sagrado cuando no tocan ya m á s que en los teatros de concier-
tocaban en los templos. tos, los estudios de discos, de radio o de
televisión, en los cabarets, en los institutos de
investigación o en los museos. Sufren la
competencia de los músicos formados a la
Perspectiva de futuro occidental, siempre mejor pagados y m á s
para los músicos tradicionales respetados, y sobre todo de los músicos de la
joven generación, con su música pop que hace
Gracias a las conmociones políticas y a.los estremecer a las multitudes, o su música
cambios de orden sociológico, los "músicos- nueva, un cierto compromiso entre su tradi-
esclavos" no existen ya en Asia. Los únicos ción ancestral y la música occidental, pero que
músicos de corte que quedan, en Japón y en corresponde mejor con el gusto del gran
Tailandia, tienen el estatus de funcionarios. público.
Los soberanos mecenas han sido sustituidos Cierto número de músicos tradicionales
por las emisoras de televisión o de radio, las se ganan confortablemente la vida y han
firmas productoras de discos y los organiza- recibido honores y distinciones, ya lo hemos
dores de festivales. Pero el desarrollo de los dicho en las páginas precedentes. Pero son
medios de comunicación de masas ha dado m u y raros y constituyen una minoría de privi-
origen'a otra categoría de músicos tradicio- legiados. L a mayoría viven aún en la pobreza
nales, las "estrellas", a quienes con frecuencia y tienen un estatus social netamente inferior
Estatus social del músico tradicional en Asia 787
al de los músicos de música occidental. Estos nal, pequeñas, estrechas y mal situadas. E n la
últimos reciben una enseñanza impartida en radio, un intérprete de música nueva ganaba
escuelas especializadas o conservatorios, o el doble que un músico tradicional, y un
regresan del extranjero con diplomas que les intérprete de música occidental todavía más.
confieren gran respetabilidad. Los músicos Las mismas situaciones solían hallarse en
tradicionales aprenden a tocar, o bien en sus muchos otros países de Asia, y los jóvenes
momentos libres, o bien con maestros posee- que piensan dedicarse a una carrera musical,
dores de un arte auténtico pero carentes de atraídos por las remuneraciones y acaso tam-
diplomas oficiales. Hace unos quince años, en bién seducidos por la novedad del lenguaje,
la escuela de música de Saigon, los que musical y de los instrumentos sofisticados de
obtenían buenas notas de solfeo en un examen occidente, suelen dirigirse a m e n u d o a las
de ingreso podían seguir cursos de piano o clases de música occidental con el beneplácito
violin. Los m á sflojosen solfeo eran encamina- de los directores de los conservatorios o
dos a las clases de música tradicional. Los escuelas de música, todos laureados por los
profesores de música occidental llegaban al conservatorios de occidente. Los músicos tra-
trabajo conduciendo su automóvil; los maes- dicionales experimentan un complejo de infe-
tros de música tradicional llegaban en bici- rioridad frente a los músicos de música occi-
cleta. Las salas de clase para la música occi- dental. N o sólo los jóvenes, sino la mayoría
dental eran espaciosas, bien iluminadas y del público, de los responsables de organis-
ventiladas; las destinadas a la música tradicio- m o s de comunicación de masas, incluso los
788 Tran Van Khê
Notas
op. cit., p . 45; J. Rouanet, " L a 28. Farmer, Ibid., p . 68. 46. Grosset, "Inde. Histoire
musique arabe", en: Lavignac de . . .", op. cit., p. 265.
(dir. publ.), Encyclopédie . . ., 29. Ibid., p . 81-82.
op. cit., t o m o V , p . 2.687, ' 47. Ballero, Musique et
30. Guettât, La musique . . .,
nota 1. société . . ., op. cit., p. 74.
op. cit., p. 56.
18. Ying T a o W u , op. cit., 31. Ibid., p . 61. 48. Tran V a n K h ê , "Confucius,
p. 329-337. musicien et théoricien de la
32. Farmer, A history of. . ., musique", France-AsielAsia,
19. M . Helffer, " U n e caste de op. cit., p. 100. n.° 185 París, primavera de
chanteurs-musiciens, les gaines 1966, p . 313-324.
du Nepal", L'ethnographe, 33. Ibid., p. 124-125.
nueva serie, n.° 73, París, 49. Courant, "Essai
Gabalda, 1977, p. 55-58; 34. Ibid., p . 100.
historique . . .", op. cit.,
T . Bech, "Nepal: the Gaine 35. Ballero, Musique et p . 199.
caste of beggar-musicians", The société. . . , op. cit., p. 74-76.
world of music, n.° 1, 50. Couvreur, Li Ki.
Maguncia, B . Schott's Söhne, 36. Landy, Musique du lapon, M é m o i r e s . . ., op. cit., p. 300.
1975, p. 28-35. op. cit., p. 269.
51. E . Harich-Schneider, A
20. Helffer, op. cit., p . 51. 37. Ibid., p . 285-287. history of Japanese music,
38. Lee, Evolution of the p. 100-102, Londres, Oxford
21. Ibid., p. 72..
University Press, 1973.
role . . ., op. cit., p . 81.
22. Prithwanda Mukherjee,
Bauls. Les fous de dieu, p. 1-3, 39. Landy, Musique du Japon, 52. M a n Young Hahn,
París, Radio France, 1981; op. cit., p. 267-268. "Notational systems", Survey of
Ballero, "Musique et Korean arts. Traditional music,
société. . .", op. cit., p . 90. 40. Ballero, Musique et p. 88-89, Seúl, National
société . . ., op. cit., p. 86-87. A c a d e m y of Arts, 1973.
23. Ballero, Ibid., p . 93.
41. Caron y Safvate, Iran. 53. D o y D o , Viêt-Nam
24. J. Grosset, "Inde. Histoire Les traditions . . ., op. cit., ca . . ., op. cit., p. 25.
de la musique depuis l'origine p. 229.
jusqu'à nos jours", en: Lavignac 54. Ibid., p. 26-27.
(dir. publ.), Encyclopédie . . •,., 42. Cheng Shui-Cheng, "The
op. cit., tomo I, p . 265. role of the traditional musician
55. Tran V a n K h ê , La musique
in China", en: The world of
vietnamienne traditionnelle,
25. M . C . Huart, " L a musique music, op. cit., n.° 2,1979,
p. 107, Paris, Presses
persane", en: Lavignac (dir. p. 85; J. Baily, "Professional
Universitaires de France, 1962.
publ.), Encyclopédie . . ., op. and amateur musician in
cit., t o m o V , p. '3.065; Afghanistan", en: The world of 56. I. Vandor, Bouddhisme
N . Carón, D . Safvate, Iran. music, op. cit., n.° 2,1979, tibétain, p . 21-28, París,
Les traditions musicales, p . 213, p. 47. Buchet/Chastel, 1976.
París, Buchet/Chastel, 1966.
43. Père S. Couvreur, Li Ki.
26. Caron y Safvate, Ibid., 57. Harich-Schneider, op. cit.,
Mémoires sur les bienséances,
p. 237. p. 511-513.
p. 70, H o Kien fou, 1899 (Texto
chino con doble traducción en
27. M . Guettât, La musique francés y en latín). 58. J. Brunet, " L a musique
classique du Magreb, p. 55-56, dans la société cambodgienne",
Paris, Sindbad, 1980; Farmer, A 44. Ibid., p. 71. en: Nikiprowetzky, La musique
history of. . ., op. cit., dans . . ., op. cit., t o m o II,
p. 60-69. 45.- Ibid., p. 49. p . 168.
790 Tran Van Khê
Bibliografía
E n el curso de los últimos cinco años han U n aspecto que se ha destacado neta-
aparecido en RICS diez estudios sobre las mente en la preparación de estos estudios ha
estructuras nacionales de los datos socioeconó- sido el hecho de que la información necesaria
micos primarios. El primero fue de Australia no se hallara debidamente a m a n o , ni mucho
(vol. X X I X , n.° 4 , 1977) y siguieron los de menos. Incluso en países desarrollados peque-
Túnez (vol. X X X , n.° 1, 1978), Noruega ños con excelentes servicios centralizados,
(vol. X X X , n.° 3, 1978), Costa de Marfil c o m o Noruega, costó mucho trabajo reunir
(vol. X X X I , n.° 1, 1979), Grecia (vol. todos los elementos necesarios. D e ello cabe
XXXII, n.° 3, 1980), Sri Lanka (vol. XXXII, sacar la conclusión de que, a pesar de los
n.° 3, 1980), Perú (vol. X X X I I , n.° 4, 1980), esfuerzos nacionales e internacionales encami-
Hungría (vol. XXXIII, n.° 1, 1981), Barba- nados a la consolidación y racionalización de
dos, Trinidad y Tabago y Jamaica (vol. las principales series estadísticas socioeconó-
XXXIII, n.° 2 , 1981), concluyendo con el de micas y a la progresiva introducción de la
Israel (vol. X X X I I I , n.° 4, 1981). informática, es m u c h o lo que queda aún por
El objetivo primordial de estos estudios hacer en todas partes para que los usuarios
ha sido describir y analizar las principales tengan fácil acceso por lo menos a los datos
series cronológicas de estadísticas socioeconó- básicos, por no hablar de los problemas aún
micas primarias en los países de referencia, su más complicados que plantea el acceso a los
alcance, acopio y difusión a través de distintas cuerpos de datos primarios irregulares, pero
publicaciones y el acceso a las mismas si se frecuentemente m u y importantes, derivados
hallan computarizadas. E n algunos casos, los de las encuestas por muestreo, de los sondeos
autores han considerado también, por ejem- de opinión, de la investigación académica, de
plo, las lagunas o defectos importantes (Sri los estudios de mercado, etc. E n este campo
Lanka, Grecia) o la acomodación del aparato no se han puesto en marcha mecanismos
estadístico a las necesidades del cambio polí- análogos a los que existen para hacer conocer
tico y a la planificación (Hungría). E n conjun- a los especialistas la existencia de libros y
to, estos estudios ofrecen una muestra signifi- artículos, c o m o las bibliografías generales o
cativa de las situaciones que pueden hallarse específicas, los resúmenes analíticos, las críti-
en el m u n d o , ya sea en países federales c o m o cas de libros u otros procedimientos. A u n
Australia, en pequeños estados insulares, en cuando la existencia de una serie estadística
países socialistas c o m o Hungría, ya sea en determinada sea bastante conocida, no se da
países que han partido de las estructuras de publicidad alguna sobre los cambios introduci-
datos heredadas de las administraciones colo- dos en su forma o calidad, ni se atrae sistemá-
niajes (Sri Lanka, Túnez, Costa de Marfil, ticamente la atención hacia la aparición de
Israel). nuevas series o la interrupción de otras anti-
794
CUADRO 1.
Proyecto de clasiñcación de estadísticas socioeconómicas
1. Contabilidad nacional
2. Estadísticas públicas oficiales
3. Sector exterior
4. Montos globales de los precios
5. Presupuestos familiares
parece ser endémico en los sistemas de infor- de entidades geográficas o nacionales separa-
mación de las ciencias sociales [véase, por das. Las estadísticas sobre los asuntos socio-
ejemplo, Brittain, 1979] y para el cual no se económicos se elaboran para Irlanda del Nor-
nos ocurre ninguna solución. te, Gales, Inglaterra y Escocia, ya sea indivi-
dualmente o en combinaciones varias. A u n -
Unidad de observación que la información producida suele ser compa-
tible entre las cuatro unidades, no siempre es
L a segunda cara del cubo de datos, la unidad el caso. C o m o se ha demostrado en otro
de observación, también plantea varias dificul- trabajo [Tanenbaum y N ú ñ e z , 1982a], hay
tades, que sólo podrán resolverse estipulando ocasiones en las que sólo existen datos res-
una serie de procedimientos de operación pecto a algunas de dichas unidades, o en las
sobre la base geográfica de la estadística y el que hay sobre todas, pero de m o d o s ligera-
grado de agregación de los datos (es decir, el mente distintos. E n consecuencia, el presunto
"nivel de análisis" tolerado por la informa- usuario de datos que en el Reino Unido se
ción). interese por su totalidad suele verse asaltado
Desde un punto de vista estadístico, por por la incertidumbre sobre el contenido real
lo menos, el Reino Unido es una federación de una serie determinada, y tropieza asimismo
798 Eric Tanenbaum y Alfonso Núñez
. con la necesidad de obtener datos nada menos sólo porque pueden combinarse en el análisis.
que de cuatro oficinas distintas antes de poder Esto quiere decir que un servicio de informa-
componer un cuadro "nacional". ción tendría que incorporar información sobre
D e b e m o s insistir, de todos modos, sobre el contexto de cada rubro individual (lo cual
el papel predominante que cumple la Oficina no constituye, en cambio, problema cuando se
Central de Estadística y los Servicios Estadísti- dispone de datos que describen una entidad
cos del Estado en la provisión de datos geográfica conocida.) Por último y con res-
estadísticos. Para el usuario final, la Oficina pecto a los datos obtenidos de encuestas por
Central de Estadística es la fuente principal de muestreo, la alcance sustantivo que ofrecen
la mayoría del material relativo a los asuntos las encuestas tiende a ser mucho más irregular
i socioeconómicos en el Reino Unido, especial- que el ofrecido por otras formas de datos
mente cuando se trata de la Gran Bretaña (es sobre asuntos socioeconómicos.
decir Inglaterra, Escocia y Gales combinados) Los datos individuales son por lo tanto,
o de todo el Reino Unido de Gran Bretaña e lo suficientemente distintos c o m o para inducir-
Irlanda del Norte. nos por el m o m e n t o a excluirlos del diseño de
H a y otras bases de agregación de datos un sistema definitivo. N o obstante, ahora se
además de la delimitación geográfica. Junto empieza a disponer de ellos y cubren real-
con el acceso cada vez fácil que tienen los mente un campo de materias cada vez m á s
investigadores sociales británicos a los gran- amplio en una forma por lo demás no abor-
des sistemas computarizados, existe actual- dada por las estadísticas nacionales. E n conse-
mente una creciente disponibilidad de "micro-, cuencia, aunque estos datos no se consideren
datos", es decir, de datos que describen a en el diseño de un servicio de control, mencio-
individuos. Hasta la fecha, la mayor parte de! naremos sus principales fuentes en el Reino
estos datos son producto de encuestas porj Unido en nuestro examen de los servicios de
muestreo, las cuales son por lo general de uní i información permante, m á s adelante.
alcance sustantivo m u y limitado. N o obstante,!
a medida que vayan resolviéndose los proble-
m a s impuestos por la necesidad de mantener; El tiempo
el anonimato de las personas, y a medida que
aumente la capacidad técnica para almacenar La tercera y última cara del cubo de datos que i
y manipular vastas cantidades de datos, cabe vamos a considerar es la que se refiere al
esperar que se pongan a disposición del inves-, tiempo. N o cabe duda de que un servicio de
tigador social grandes contingentes de micro-1 control general que se proponga vigilar
datos derivados de la actividad administrativa la disponibilidad de datos procedentes de
. oficial rutinaria. Los datos de nivel individual, muchos campos tendrá que ceñirse al tiempo
ya sean producto de encuestas por muestreo o cronológico (tal c o m o lo mide el calendario
de quehaceres administrativos, plantean distin-, clásico lineal), más que al tiempo funcional;
tas exigencias para un servicio de control que : esta aclaración deja sin embargo sin respuesta
las series de datos que describen la situación todavía el interrogante de si sólo deberán
general (o media) de un país. Por ejemplo, la incluirse los datos recogidos periódicamente,
inclusión de microdatos llevaría aparejada la en vez de los recogidos en un m o m e n t o
inclusión de información acerca de la composi- determinado.
ción de la muestra sobre là que se recogen los Sin duda que desde el punto de vista
datos (si proceden éstos de una encuesta), o metodológico sería conveniente la inclusión
sobre el m o d o que se ha utilizado para codi- sólo de datos generados periódicamente. Esto
ficarlos para salvaguardar el anonimato de las coincidiría con los argumentos de Przeworski
personas (si los datos proceden del ámbito y Teune [1970] en favor de llevar a cabo
administrativo). A d e m á s , los microdatos son investigaciones comparadas sobre unidades
generalmente de interés para un investigador espacialmente definidas afinde minimizar el
La estadística socioeconómica en el Reino Unido 799
Fecha de
Tópico Autor Volumen publicación
aprecia entre los volúmenes mismos, ya que la biblioteca personal un compendio de fuentes
publicación comienza en 1974 y termina en estadísticas. Pero, tales costos son propios de
1981. E n consecuencia, el usuario no puede dicho medio. E n el futuro, cualquier empresa
estar seguro de que ha obtenido referencias de esta naturaleza tendrá que considerar la
actualizadas. Esto reviste especial gravedad opción m á s barata y m á sflexibleque ofrece el
en lo que atañe a los primeros volúmenes; por sistema de "salida de ordenador en microfor-
ejemplo, sus autores no sabían nada entonces mas".
sobre las series estadísticas actualmente produ- Por último, y para concluir con una nota
cidas por el gobierno del Reino Unido en más positiva, esta obra trata m u y satisfactoria-
virtud d e su incorporación a la Comunidad mente los problemas defiabilidady validez de
Europea (en el seno de la cual la producción los indicadores estadísticos. Se describen clara-
de estadísticas está reglamentada). Este es un mente las operaciones de medición y se consig-
ejemplo demasiado evidente, diríase incluso nan las mejoras posibles. L a presentación
extremo, ya que los cambios estructurales de material de la serie ha hecho posible ofrecer
esa magnitud son escasos. Sin embargo, hay tal cantidad de detalle, y todo servicio de
cambios más sutiles que sí son frecuentes, por control actual que aspire a ofrecer un nivel de
ejemplo, los cambios de ministros, o por lo tratamiento análogo tendría que considerar
m e n o s de sus nombres. Si se hace referencia a hacerlo valiéndose de un enfoque diferente.
los mismos c ó m o fuente de determinadas
series estadísticas se puede inducir al utiliza-
dor a una cierta frustración. Guía d e las estadísticas oficiales
Los trabajos que se incluyen en esta obra
se resienten, además, porque c o m o es com- L a Guide to official statistics, compilada por la
prensible prestan poca atención a las varia- Central Statistical Office en 1980, se publica
ciones producidas en los medios utilizados por bienalmente. Puede adquirirse fácilmente en
los proveedores de datos. A u n q u e es posible H e r Majesty's Stationery Office, y la edición
obtener una lista computarizada acumulativa más reciente (1980) cuesta 18,50 libras
de las listas de consulta rápida que han esterlinas.
aparecido en cada volumen, los autores de los Según el prólogo a la edición de 1980, la
estudios generalmente n o han previsto el guía "se propone cubrir todas las fuentes
aumento en la proporción de datos esta- oficiales y las no oficiales de alguna importan-
dísticos que estarían disponibles en los cia publicadas durante los diez últimos años".
ordenadores. Nosotros nos servimos m u c h o de ella en
Por evidentes que parezcan, debemos nuestro estudio sobre las series estadísticas
hacer aún dos puntualizaciones respecto a la disponibles y podemos atestiguar su valía
presentación material de la obra. Los volú- c o m o instrumento de investigación.
m e n e s impresos y encuadernados son difíciles E n esta obra se clasifica la información
de poner al día sin llevar a cabo una revisión bajo dieciséis epígrafes principales (véase lista
completa (como efectivamente fue el caso de en el cuadro 3). L a mayoría de ellos se
la serie editada por Kendall de la que e.s subdividen a su vez en categorías temáticas
sucesora esta serie). A d e m á s , es una colec- m á s específicas. El usuario cuenta además con
ción cara para comprar y por lo tanto se el auxilio de un índice de palabras clave que
vuelve necesario centralizar la información. facilita la búsqueda de las fuentes de datos.
El m á s reciente de estos volúmenes (La El alcance de cada fuente no es exhaus-
construcción) cuesta cincuenta libras esterli- tivo. L a intención de los compiladores parece
nas, y aunque excepcional para la serie (que haber sido proporcionar una noción general
parece tener un precio medio actual de unas de lo que una determinada fuente de datos
12 libras), hace pensar que es improbable que ofrece, m á s que una descripción completa de
un investigador aislado pueda poseer en su la misma. D e todos m o d o s , en cada descrip-
La estadística socioeconómica en el Reino Unido 805
ción se incluye por lo c o m ú n suficiente infor- Los servicios estadísticos del estado tienen a
mación para que el usuario sepa si en la fuente su cargo cierto n ú m e r o de publicaciones esta-
descrita tiene probabilidades de encontrar una dísticas periódicas que, en el contexto d e
determinada serie de datos. nuestra revisión d e fuentes, resultaron m u y
E n la guía se da señalada preferencia a la valiosas por la información que contenían
fuente impresa, lo cual refleja el predominio sobre los cambios en las series estadísticas. D e
de ese m e d i o en la información estadística. las seis publicaciones consultadas (Statistical
A u n así, n o faltan referencias a otros medios, news, Economic trends, Population trends,
generalmente acompañadas de una breve des- Social trends, Annual abstract of statistics y
cripción sobre la manera d e obtener esos Regional statistics), la titulada Statistical news
datos. T a m b i é n se mencionan por extenso las nos proporcionó los pormenores m á s perti-
fuentes de material inédito q u e podrían nentes sobre las modificaciones introducidas
hallarse, n o obstante, a disposición de los en la creación y en el mantenimiento de series
investigadores. de datos. Las tres denominadas trends (tenden-
Por regla general la guía n o contiene cias) están manifiestamente dirigidas a u n
detalles explícitos sobre la fiabilidad y la lector general y ofrecen resúmenes de los
validez de la información estadística. Incluye, trabajos de investigación de cada u n a de las
en cambio, información bibliográfica remi- tres esferas definidas en sus títulos, aunque su
tiendo a los interesados en estos puntos "meto- información suele superponerse. Tanto el An-
dológicos" a la fuente apropiada. nual abstract of statistics c o m o el Regional
L a obra concede m a y o r detalle a la statistics tienen solamente tablas d e datos,
dimensión temporal. D o n d e procede, los capí- mientras q u e las Trends combinan datos y
tulos se dividen en secciones consagradas a las comentarios. A ú n así, ninguna de ellas ofrece
series q u e aparecen regularmente o a las que u n a lista completa de fuentes de materiales
son -ocasionales. E n el primer caso, las series estadísticos. E n general puede decirse q u e
se describen con arreglo al tipo de ajustes estas publicaciones periódicas n o ofrecen gran
que se han introducido, mientras que en el cosa q u e sea directamente pertinente para el
segundo caso suele hacerse referencia al funcionamiento u n servicio de control d e
periodo q u e la serie cubre. L a categoría datos.
806 Eric Tanenbaum y Alfonso Núñez
lador analizar el conjunto del material simultá- También merece la pena considerarse si
neamente. un producto aislado y singular como la guía
Esto podría subsanarse si la guía utilizara ofrece una base suficientemente segura para
un medio m á sflexibleque su actual formato tan importante recurso. Esta obra es editada
de libro impreso. El medio impreso hace por la Central Statistical Office que, c o m o
difícil y cara la revisión del material y se antes se dijo, tiene una visión de sus fun-
pierde demasiado tiempo inutilmente entre la ciones ajustada a un presupuesto. U n aspecto
revisión efectiva y la publicación. subyacente aquí es que las actividades de los
U n servicio de control de la clase prevista servicios estadísticos habilitados por el gobier-
en estas páginas no puede funcionar con no sólo se justifican si logran facilitar la tarea
eficiencia sí tiene que depender del material de los responsables políticos. Otros cometi-
impreso para comunicarse con sus usuarios. dos, tales c o m o la edición de guías de estadísti-
Debería adoptarse por lo menos un sistema de cas o de reseñas de estudio y de resultados
salida de ordenador en microformas c o m o estadísticos es probable que sean llevados a
principal vehículo de obtención de datos de un cabo mejor c o m o ya se ha sugerido, por una
sistema de control. Sin embargo, aunque esto empresa comercial.
facilitaría la tarea del compilador, la solución Si esta tendencia llega a admitirse, su
de las microformas restringe la capacidad del impacto sobre los servicios estadísticos oficia-
usuario para manipular la información (por les resonará en todos los sectores que utilizan
ejemplo, el reenvío a otros puntos de referen- las estadísticas. N o obstante, otras repercu-
cia, la combinación de fuentes, etc.) A decir siones m á s graves se producirían si los servi-
verdad, esperamos que la utilización de micro- cios genéricos c o m o la guía se limitaran, pues
formas c o m o medio para esta clase de informa- pese a todas sus insuficiencias, facilitan el uso
ción constituya sólo una breve transición del material que se halla disponible. El pro-
entre el convencional volumen encuadernado blema en lo que atañe a la guía es especial-
actual y el acceso directo a bancos de informa- mente crítico, pues es única en su género.
ción merced a instalaciones electrónicas Esta podría ser una buena ocasión para que
centrales. C o m o en otro trabajo indicamos los investigadores sociales considerasen la
[Tanènbaum y Núñez, 1982b], sería de espe- posibilidad de crear una alternativa, aunque
rar que todos aquellos que quisieran poner en sólo fuera c o m o un acto de protección de sus
funcionamiento un servicio de control de propios intereses.
datos adoptaran las nuevas pero sólidas insta-
laciones que hoy existen en el campo de la
informática. Traducido del inglés
La estadística socioeconómica en el Reino Unido 809
Referencias
B E T E I L L E , A . 1977. The Londres, Pergamon Press Ltd. —;—. 1982b. A proposal for a
language.of social sciences. xiv + 257 p . , cuadros, bibliogr. current awareness facility for
International social science (Reviews of United Kingdom social and economic data.
journal (París, Unesco), statistical series, 2.) Colchester, University of Essex,
vol. X X I X , n.° 3, p. 531-532. S S R C Data Archive.
PRZEWORSKI, A . ; T E U N E , H .
B R I T T A I N , J. 1979. Los servicios 1970. The logic of comparative
— ; T A Y L O R , M . 1980. The
de información y la estructura inquiry. Nueva York, Wiley.
United Kingdom. Proceedings of
del saber en las ciencias sociales.
R A Y N E R , D . 1980. Report on the a symposium on the development
Revista internacional de ciencias
Central Statistical Office. of joint data bases for regional
sociales (París, Unesco),
Londres, Press and Information analysis and computer
vol. X X X I , n.° 4, 1979,
Office, Central Statistical cartography. Turin, C S I ,
p. 769-788.
Office, 54 p. cuadros, bibliogr. Piemonte.
C A T T E L L , R . B . 1978. The (Review of government
scientific use of factor analysis instatistical services.) T H O M P S O N , E . 1978. Social
behavioral and life sciences. trends: presentación de un
Londres, Plenum Press, xxii + REINO UNIDO D E G R A N
informe anual con referencia al
B R E T A Ñ A E IRLANDA D E L
618 p. ilustr., cuadros, bibliogr. Reino Unido. Revista
N O R T E . L O R D PRESIDENTE D E L
internacional de ciencias sociales
F L E M I N G , M . 1980. Construction CONSEJO. 1981. Government
(París, Unesco), vol. X X X ,
and the related professions. Statistical Services. Londres, Her
n.° 3, p . 708-715.
Londres, Pergamon Press Ltd. Majesty's Stationery Office,
xi + 650 p . , cuadros, bibliogr. abril, 18 p. ( C m n d . 8236.)
V I G I L , F . G . y otros. 1980.
(Reviews of United Kingdom
REINO UNIDO D E G R A N Estructuras nacionales de los
statistical series, 12.)
B R E T A Ñ A E IRLANDA D E L datos socioeconómicos
F O S K E T T , D . 1971. Problems of N O R T E . OFICINA CENTRAL D E primarios. VII: Perú. Revista
indexing and classification in the ESTADÍSTICA. 1980. Guide to internacional de ciencias sociales
social sciences. International official statistics. Londres, Her (París, Unesco), vol. X X X I I ,
social science journal (Paris, Majesty's Stationery Office, n.° 4, p. 857-901.
vi + 493 p., bibliogr.
Unesco), vol. XXIII, n.° 2,
p. 244-255. V I N O G R A D O V , V . y otros. 1981.
R O B E R T S , S.; B R I T T A I N , J. 1981.
Pautas de oferta y demanda de Hacia un sistema de información
IRVINE, J.; M I L E S , I.; E V A N S , J.
documentos y datos en el Reino internacional socioeconómica.
(dir. publ.). 1979. Demystifying Unido. Revista internacional de Revista internacional de ciencias
social statistics. Londres, Pluto ciencias sociales (París, Unesco), sociales (París, Unesco),
Press, x + 390 p . , bibliogr. vol. XXXIII, n.° 1, p. 54-79. vol. XXXIII, n.° 1, p. 10-53.
LoRENTZEN, J. ; RoKKAN, S. SOCIAL SCIENCE R E S E A R C H
1976. A multi-level data bank W A L K E R , M . 1981. Crime.
COUNCIL. D A T A ARCHIVE.
for computer mapping of Londres, Pergamon Press Ltd.,
1980. Data catalogue. xii + 406 p . , cuadros, bibliogr.
regional variations in Western Colchester, University of Essex,
Europe. European political data 320 p., bibliogr. (Reviews of United K i n g d o m
newsletter (Bergen, Norwegian statistical series, 15.)
Data Service), n.° 19, p. 1-22. TANENBAUM, E.; NÚÑEZ, A .
1982a. A sketch of socio- W i L L M O T T , P . 1977. Integrity in
MITCHELL, J.; M O O R E , P. 1974. economic statistical sources in the social sciences - T h e upshot of a
Foreword. En: W . F. Maunder United Kingdom. Colchester, scandal. International social
(dir. publ.) Reviews of United University of Essex, S S R C Data science journal (Paris, Unesco),,
Kingdom statistical sources. P. v. Archive. vol. X X I X , n.<? 2 , p . 333-336.
El trabajo
de documentación
y la democratización
de los datos
M
José Antonio Viera-Gallo
Hasta hace poco tiempo atrás, la documenta- ambiente cada vez más tecnificado, se impo-
ción era considerada una técnica menor, un nen ciertas formas de lenguaje y de racionali-
trabajo necesario pero auxiliar. ¿ N o se han dad, existe una expansión exponencial de
archivado siempre los documentos ? ¿ Cuál datos difícil de controlar, y m a s allá de las
sería la razón para conferirle una prioridad pantallas y los sonidos, de los datos y los
que pareciera no tener? Sin embargo, la mensajes, subsiste la miseria de las masas.
documentación está cobrando una importan- Mientras se configura la "aldea mundial"
cia fundamental en el campo de las comunica- imaginada por M c L u h a n , crecen las barreras
ciones y, consecuentemente, en la organiza- electrónicas del encierro,2 en el contexto de
ción misma de la sociedad. La llamada tercera civilizaciones sobrepuestas e imbricadas
revolución industrial — donde conviven el pasa-
los avances en la micro- do agrario con el futuro
electrónica y en las tele- José Antonio Viera-Gallo es secreta- telemático.
comunicaciones— ha de- rio general adjunto del Centro Inter-
nacional de Documentación y Comu- La palabra crisis se
terminado que la docu- nicación (IDOC), 23 Via S. Maria ha vuelto insuficiente pa-
mentación se convierta dell' Anima, 00186 R o m a (Italia). ra expresar cabalmente
en un aspecto clave. la etapa en que vivimos.
Las comunicaciones La sociedad se ha vuelto
están transformando el vulnerable, los procesos
m u n d o . E n la sociedad ingobernables, los proble-
postindustrial el sector mas se prolongan sin solu-
de la información adquie- ción, cunde la militariza-
re preeminencia. Cobra ción c o m o respuesta ciega
realidad la imagen u n e insuficiente; es un cierto
tanto utópica de la "noós- orden mundial el que cam-
fera".1El m u n d o se uni- bia aceleradamente.
fica, pierden relevancia los particularismos, se Dentro de ese contexto nos referiremos a
abren las fronteras, circulan las imágenes y los las nuevas dimensiones alcanzadas por la
datos, se acortan las distancias, cambian los documentación y de qué manera ella puede
parámetros del tiempo y del espacio en torno contribuir positivamente al desarrollo y afian-
a los cuales se articula y trascurre la vida zamiento de los nuevos valores emergentes.
humana. Sin embargo, existe también un lado
oscuro: se pierde la relación inmediata de los
hombres y las mujeres entre sí, surge c o m o Datos e información
problema fundamental la intermediación de la
máquina, se aislan los seres humanos en un Vivimos en un m u n d o de datos. L a compleji-
812 José Antonio Viera-Gallo
y, por lo tanto, los temas relacionados con la m a n el sistema informativo sufrieron un pri-
libertad, la justicia y la participación, el mer gran cambio con Gabriel N a u d e , en el
avance científico-tecnológico y el acceso a la siglo xvii, cuando se afirma definitivamente
cultura, la organización del proceso comunica- la clasificación de los documentos según su
tivo —tanto a nivel regional como nacional e contenido. Luego, en 1905, se estableció el
internacional— tienen una vinculación con la sistema decimal (Universal decimal classifica-
documentación. La forma en que se organicen tion - U D C ) , que fuera anticipado por Melvin
los documentos en una sociedad influye decisi- D e w e y en los Estados Unidos en 1876. Este
vamente en los temas antes indicados. sistema ordena los documentos según las
áreas del conocimiento. Se parte del presu-
puesto de que es posible dividir el conoci-
miento h u m a n o según ciertos criterios genera-
Documentación les. Cada ciencia y disciplina tiene un índice
y sistemas informativos numérico en el cual se expresan las divisiones
y subdivisiones según una concepción pirami-
La documentación, c o m o hemos dicho, dal del conocimiento influenciada por las
requiere de un sistema informativo. Procede ideas de Bacon. U n cambio cualitativo tuvo
analíticamente descomponiendo la imagen lugar con el sistema creado por el London
que nos viene propuesta de la realidad, la cual Classification Research Group dirigido por S.
constituye una primera síntesis elaborada por R . Ranganathan (1932), que sobrepone al
el transmisor. El documentalista separa sus sistema decimal "el punto de vista de la
elementos conforme a determinados princi- investigación", usando palabras clave que po-
pios lógicos incorporándolos, podríamos decir, nen en relación los principales conceptos
al sistema informativo c o m o input. Posterior- existentes en el documento. Este cambio,
mente, recomponiendo los datos y relacionán- junto con la teoría matemática de la informa-
dolos entre sí mediante ciertos cruces referen- ción de Shannon y los estudios de cibernética
ciales, obtendrá nuevas informaciones no con- de N . Wiener, hizo posible la informática
tenidas en cada uno de los documentos analiza- moderna, qué permite un tratamiento rápido.
dos por separado. de una gran masa de datos. El uso de las
palabras o conceptos clave c o m o criterio de
Todo centro o trabajo de documentación
clasificación permite acercarse a los documen-
debe ser organizado en función de las necesi-
4 tos sin un esquema rígido preestablecido. Se
dades de sus usuarios, teniendo presente que
usa un método coordinador a posteriori. Esta
estos últimos no siempre tienen una clara idea
lógica puede ser usada siguiendo procedimien-
de lo que buscan. E n el proceso de consulta
tos manuales o electrónicos.5 Se ha pasado así
de una documentación va cambiando la visión
de un sistema de clasificación unidimensional
de los problemas. Todo sistema informativo
a uno multidimensional,flexible,que intenta
debe estar en condiciones de "recordar" y
establecer todos los posibles nexos informati-
"olvidar". Olvidar cierta información no signi-
vos de cada documento, dependiendo de la
fica cancelarla, sino tener la capacidad selec-
profundidad con que es fichado.
tiva para escoger e indicar los datos que son
relevantes en ese m o m e n t o para el usuario. El E n el campo de la computación ha habido
sistema informativo, cuando hablamos en tér- un rápido progreso en las distintas genera-
minos de computación, constituye el software. ciones de máquinas: desde aquéllas que usa-
El diseño del sistema informativo debe ban válvulas de gran tamaño y alto consumo
tomar en cuenta el contexto sociocultural en energético hasta la microelectrónica actual,
el cual debe operar c o m o parte de un proceso pasando por los transistores y los microcircui-
interactivo de comunicación. Este es uno de tos. Estamos ante un nuevo tipo de máquina
los puntos más delicados. capaz de procesar gran cantidad de datos cada
Los métodos de clasificación que confor- vez a más bajo costo, con usos múltiples en la
814 José Antonio Viera-Gallo
embargo, ello no habría sido posible sin un enviaban sus materias primas para ser elabora-
consistente apoyo estatal. E n Europa occiden- das en los países desarrollados, que luego las
tal, en cambio, los bancos de datos y las redes vendían a un precio mucho mayor que el del
telecomunicativas son en su mayoría estatales, valor agregado, actualmente los países pobres
conforme a la tradición de monopolio público exportan datos que son procesados en los
del correo y de las telecomunicaciones. países ricos, teniendo que pagar luego los
Las empresas trasnacionales tienen un servicios de los bancos de datos para poder
papel significativo en la formación y funciona- acceder a los datos que ellos mismos han
miento de los bancos de datos. Las dos más enviado, con la gran diferencia dé que la
grandes son la Lockheed y la System Develop- exportación de datos no reporta ningún bene-
ment Corporation ( S D C ) , que controlan el ficio económico para el país de origen.
75% del mercado europeo y el 60% del C o n la introducción de la telerevelación
mercado norteamericano. E n 1977 la Lock- vía satélite los datos sobre riquezas naturales
heed poseía cien de los cuatrocientos bancos de los países subdesarrollados terminan en
de datos públicos existentes en el m u n d o . Las poder de los países que disponen de tecno-
empresas trasnacionales también controlan logía avanzada. Se puede hablar con propie-
los servicios que permiten acceder a los ban- dad de países pobres en datos y países ricos en
cos de datos (los carriers) tanto a nivel nacio- datos. Es una forma nueva de dependencia.
nal c o m o internacional. Los dos principales Ciertos países deben recurrir al extranjero
carriers en Estados Unidos son la Lockheed- para adquirir la información necesaria sobre
Dialog y la SCD-Orbit. 9 Distinto es el caso su propia vida económica, a fin de adoptar
del proyecto Euronet, en Europa, que rela- decisiones vitales para su desarrollo. Por ejem-
ciona entre sí, gracias a la colaboración entre plo, el 90% de los datos sobre Canadá se
los servicios postales y de telecomunicación, elabora fuera de sus fronteras. L a tendencia
los bancos de datos científicos, sociales y actual es que los países subdesarrollados pre-
jurídicos que integran la red. Las empresas fieran acceder a los bancos de datos ubicados
trasnacionales son también dominantes en el en el extranjero antes que crear los suyos
mercado de la tecnología de la computación propios. L a información está condicionada
que usan los bancos de datos. Conocido es el por el tipo de datos que son introducidos en
lugar que ocupa la I B M . 1 0 los sistemas de información y por la mayor o
El papel de las empresas trasnacionales menor libertad de acceso a los mismos.
en la gestión de los bancos de datos y de las Respecto al tipo de datos, predominan
redes de telecomunicación se inscribe dentro las informaciones de índole global. Las fuentes
de lo que algunos autores llaman la industria locales de los fenómenos, procesos o conflic-
de la información, de la comunicación o, más tos tienen poca relevancia. El dominio, por
genéricamente hablando, de la cultura.11 Ese ejemplo, de las estadísticas macroeconómicas
complejo industrial trasnacional funciona con- sobre los datos de primera m a n o provenientes
forme a ciertos mecanismos que al privilegiar de los lugares mismos en los que la actividad
la ley del mercado sin contrapeso de los económica ocurre, puede producir graves dis-
poderes públicos nacionales o internacionales, torsiones. C o n ello.no queremos decir que las
produce una distorsión de las comunicaciones. estadísticas macroeconómicas no tengan signi-
Los datos representan un valor comercial ficación, sino que ellas reflejan sólo parcial-
de primera importancia. Poseer los datos y la mente la realidad. E s indispensable confron-
capacidad tecnológica para organizarlos consti- tarlas permanentemente con datos de fuentes
tuye un instrumento de poder. El desequili- locales. E n la medida en que cobren mayor
brio norte-sur se refuerza mediante la ubica- importancia las fuentes mediatas de la infor-
ción de los bancos de datos en el hemisferio mación y las cifras globales, se puede acentuar
industrializado. Así c o m o en la época de la un divorcio ya existente entre, por una parte,
primera industrialización los países periféricos la imagen oficial de ciertos problemas, países
816 José Antonio Viera-Gallo
o zonas del m u n d o y, por otra, la vida bién proporcionaba servicios internos a algu-
concreta de los hombres y las mujeres que son nos países subdesarrollados como Argelia,
los protagonistas de los procesos descritos. Brasil, Chile, Colombia, Malawi, Nigeria,
El desafío que plantean los bancos de O m á n , Perú, Arabia Saudita, Sudán, Uganda
datos es de amplias proporciones. Las grandes y Zaire, y a Francia, España y Noruega. 12 La
mayorías están marginadas —nacional e inter- red Intersputnik, creada en 1971, relaciona
nacionalmente— de la capacidad documental entre sí a 12 países socialistas. A m b o s siste-
existente, de la estructura de la documenta- mas se pueden comunicar entre sí y un país
ción que sigue siendo de tipo piramidal y que puede participar de ambas redes. Existen
funciona verticalmente. El actual avance cien- también redes de satélites regionales,13 en su
tífico-tecnológico, por la forma en que está mayoría controladas desde los países industria-
siendo empleado, refuerza esta característica. lizados, en especial por la N A S A .
El desafío existe en especial para los gobier- Los países no alineados han solicitado
nos y los pueblos del tercer m u n d o . una reglamentación internacional sobre el uso
de la órbita geoestratégica del espacio donde
son colocados los satélites de comunicación
que giran en torno al eje terráqueo a la misma
La circulación d e los datos velocidad del planeta, y sobre el uso equita-
tivo de los satélites independientemente de su
El flujo de los datos está jalonado de tomas de propiedad. E n 1984 tendrá lugar una conferen-
decisiones y de acciones que influyen sobre el cia internacional sobre la materia.
sistema social. Podemos pensar la sociedad El uso de las telecomunicaciones ha deter-
c o m o un proceso constante de comunicación. minado un aumento anual de un 20 a un 40%
Los datos forman parte sustancial del proceso delflujode datos a nivel mundial, que no hace
comunicativo dentro de cada grupo, locali- otra cosa que agravar los desajustes antes
dad, zona, país, región y a nivel mundial. indicados.
Tal c o m o decíamos, la telemática permite el U n o de los temas más discutidos en los
acceso a distancia a los bancos de datos foros internacionales es la reglamentación
mediante redes de comunicación que usan internacional delflujode datos.14 Las institu-
cables submarinos o satélites. Con cuatrocien- ciones existentes son insuficientes para operar
tos veinte millones de unidades en el m u n d o , mecanismos reguladores adecuados a la nueva
el teléfono sigue siendo el medio de comunica- situación. Las normas jurídicas aplicables son
ción más usado, formando parte en numero- m u y variadas, dependiendo de la naturaleza
sos casos, del terminal de una red electrónica. de los datos, el soporte de los mismos y los
También en este caso se produce un desequili- destinatarios. Entran en juego los principios
brio: sólo treinta y ocho millones de teléfonos de la libertad de expresión y del secreto de la
se encuentran en Asia, Africa y. América correspondencia, según se trate de datos públi-
Latina. L a circulación de los datos opera cos o de datos privados; otro aspecto que hace
sobre todo en dirección norte-norte y, en variar la reglamentación es el uso de soportes
m e n o r escala, norte-sur. materiales o de servicios de telecomunicación.
Los sistemas de satélites Intelsat e Inters- Las empresas trasnacionales son, por
putnik favorecen elflujode los datos. El 10% regla general, contrarias a cualquier forma de
de los satélites en órbita son de comunicación. reglamentación internacional. Incluso presio-
El sistema Intelsat en 1979 estaba compuesto nan para lograr una disminución de la regula-
por 12 satélites y 203 estaciones de trasmi- ción por parte de los estados nacionales en
sión ubicadas en 97 países, que ofrecían nombre del principio del libre flujo de la
diversos servicios: conversaciones telefónicas, información. Este es uno de los puntos más
telégrafo, télex, trasmisión de datos y facsími- debatidos cuando se discute el nuevo orden
les. E n la red participaban 130 países. T a m - internacional de la información y de la comuni-
La documentación y la democratización de los datos 817
cación. E n la cuarta reunión intergubernamen- Es una de las conclusiones básicas del informe
tal del Consejo Coordinador de los No-Alinea- Nora-Mine. E n Canadá un informe guberna-
dos para la Información (Bagdad, mayo de mental de 1979 sostenía: "Para mantener
1980), se fijaron ciertos criterios claros al nuestra identidad canadiense y nuestra inde-
respecto, que enunciamos a continuación: pendencia, debemos asegurar un adecuado
Deben regir los principios básicos del derecho control sobre los bancos de datos, sobre el
internacional (autodeterminación de los flujo de los datos más allá de las fronteras y
pueblos, igualdad de soberanía de los sobre el contenido de los servicios informati-
estados y no intervención). vos presentes en Canadá." 1 5 Igual posición
Cada nación debe tener el derecho de desa- adoptaron numerosos delegados del tercer
rrollar su propio e independiente sistema m u n d o en las conferencias de Torremolinos
de información, y de proteger su sobe- (1978) y R o m a (1980) sobre flujo de datos
ranía y su identidad cultural. m á s allá de las fronteras, organizadas por el
Todos los pueblos y los individuos deben IBI. Gobiernos de diferentes orientaciones
tener el derecho a formarse una imagen ideológicas, c o m o Brasil, Cuba, Ärgelia y
objetiva de la realidad. Costa de Marfil, coincidieron en la necesidad
Cada nación debe tener el derecho de usar sus de reglamentar la circulación de datos. Al
medios de comunicación para dar a cono- respecto, un grupo de países africanos acorda-
cer al m u n d o sus intereses, aspiraciones ron, en 1981 en Abidjan, los siguientes crite-
y valores. rios:
Cada nación debe tener el derecho de partici- L a información científica y tecnológica debe
par —a nivel gubernamental y no-guber- circular libremente.
namental— en el intercambio internacio- El flujo de datos económicos debe ser regla-
nal de información bajo condiciones equi- mentado mediante acuerdos bilaterales o
tativas. multilaterales.
Los sujetos del proceso informativo son res- L a recolección, utilización y diseminación de
ponsables de su veracidad y objetividad. datos sobre individuos y entidades lega-
L a aplicación de estos criterios mediante el les debe ser sometida a acuerdos interna-
dictado de normas que regulen la actividad de cionales.
las empresas trasnacionales, supone un cam- Cada país debe tener un acceso preferencial
bio profundo en el actual "libre flujo de la a la información que en el extranjero
información". Los países industrializados han existe sobre su situación nacional y activi-
resistido con vigor estas ideas, que han sido dades.
hechas suyas por la Unesco. El informe M a c - D e b e regularse nacional e internacionalmente
Bride, Un mundo, voces múltiples, establece la diseminación de información mediante
una distinción esencial entre la libertad de las compañías trasnacionales.
tener acceso y participar en el proceso comuni- L a información cultural debe serfiltradapara
cativo y la libertad de ganar dinero invirtiendo
capital en los medios de comunicación. El proteger a los pueblos.
informe adopta la fórmula de compromiso: Se puede concluir que los países no alineados
"libre y balanceadoflujode la información". exigen un libre acceso a la información que les
El nuevo orden de la información es conside- es necesaria para su desarrollo, defendiendo
rado por el informe más c o m o el efecto de la ciertos ámbitos de libertad en el flujo de los
revolución informática, que un proyecto de datos, c o m o el relativo a materias científico-
reordenamiento de las estructuras de la infor- técnicas, atmosféricas y médicas. A d e m á s , se
mación a nivel nacional e internacional. deben evitar las discriminaciones arbitrarias
que restringen el acceso a la información útil
Frente a los bancos de datos existe una para los países subdesarrollados. Los represen-
creciente conciencia de la necesidad de salva- tantes de los países industrializados se han
guardar la soberanía nacional de los estados. mostrado m á s favorables a los acuerdos bilate-
818 José Antonio Viera-Gallo
rales que al acceso libre a los bancos de datos. democratización cambiando la sustancia del
A veces eluden el problema diciendo que sus trabajo documental. Cada país debe desarrol-
gobiernos no pueden influir sobre la conducta lar su propia capacidad informática estable-
de las empresas privadas. Por otra parte, ciendo sus bancos de datos. Otro tanto es
estos países tienden a unir sus fuerzas para válido en el campo de las telecomunicaciones:
crear, en ciertos campos, bancos de datos el acceso a los satélites o cables submarinos,
propios. la utilización del espectro de la radiodifusión y
Este problema incide directamente en el la creación de redes trasmisoras de datos.
uso de las redes de servicios de información Respecto a estas últimas, un paso indispensa-
(Network Information Services-NIS), que ble es el establecimiento de redes sur-sur que
conectan los terminales de los usuarios con el faciliten el intercambio de datos entre los
computador central del proveedor de datos. países subdesarrollados según lo establecido
17
E n el futuro asistiremos a un desarrollo acele- en el Plan de Acción de Buenos Aires.
rado de este tipo de redes. Sin embargo, tal Simultáneamente, se debe trabajar por una
c o m o decíamos anteriormente, el sistema pri- democratización efectiva en el interior de
vilegia las relaciones norte-norte o norte-sur, cada sociedad; para que los bancos de datos y
en desmedro de las relaciones sur-sur o sur- el trabajo documental no sean el monopolio
norte. Junto a estas redes que usan tecnología de una élite ligada a las grandes empresas o al
electrónica relacionando entre sí bancos de estado, sino que cada grupo social, organiza-
datos de irradiación mundial, o a éstos con sus ción sindical, de mujeres, vecinal, juvenil,
clientes, existen las redes de los centros de cultural pueda organizar libremente su propia
documentación medianos y pequeños ligados documentación y difundir su visión de los
a los problemas y aspiraciones de los movi- problemas accediendo a la tecnología moder-
mientos sociales. Esos centros entienden su na. Para ello es indispensable que el estado
trabajo c o m o estrechamente vinculado a una determine líneas claras en la política informá-
estrategia de desarrollo alternativo.16 Su gran tica y educacional.
ventaja es que tratan documentos de primera Los centros de documentación podrían
m a n o , directamente emanados de los protago- así ofrecer una información apropiada a las
nistas de los movimientos sociales, que difícil- necesidades de sus usuarios, ubicando cada
mente tengan expresión en los sistemas domi- hecho o dato en un contexto m á s general,
nantes de información. L a comunicación dando prioridad a las fuentes locales y esta-
entre esos centros difícilmente pueda recurrir bleciendo canales propios de comunicación
a los adelantos de la telemática por el horizontal que favorezcan la participación.
m o m e n t o . L o más avanzado puede ser el uso
de alguna red de télex existente. La aplicación
de la informática distribuida es una perspec- Conclusión
tiva lejana para este tipo de instituciones.
C o m o paso intermedio —para quienes dispo- H e m o s presentado un cuadro sumario de las
nen de computación—, se pueden intercam- dimensiones que tiene actualmente el trabajo
biar discos magnéticos conteniendo los docu- de documentación, punto focal en el que se
mentos intermedios o cartas de referencia entrelazan el avance científico-tecnológico, las
(abstracts). Ello requiere que existan sistemas necesidades culturales y el impulso de los
de computación compatibles. Por eso la cola- movimientos sociales. La perspectiva es supe-
boración entre los centros de documentación rar las estructuras verticales y centralizadas en
se hace cada día más urgente. que está organizada la comunicación, favore-
L a lucha por una nueva organización de ciendo la participación desde la base y la
la documentación a nivel nacional y mundial descentralización.
no puede limitarse al campo jurídico. E s Imaginemos los beneficios que podrían
prioritario avanzar decididamente hacia la derivarse de una multiplicación de las expe-
La documentación y la democratización de los datos 819
Notas
1. El neologismo "noósfera" fue 4. Charles Foubert, The IDOC 7. Rodríguez, op. cit.
acuñado por Teilhard de documentation handbook. A
Chardin para referirse al, guide to appropriate technology
proceso de interacción cultural a and documentation systems, 8. Hans Dieter Klee,
nivel mundial gracias al R o m a , 1982; Matil Salimei y Transnational data flow,
desarrollo acelerado de las George Vladutz (dir. publ.), development and cooperation,
comunicaciones. Ver por Politica delia documentazione, n.° 1, Alemania Federal, D S E ,
ejemplo su obra El fenómeno R o m a , Edizioni dell'Ateneo e 1981: "Hoy en día los bancos de
humano. Bizzarri, 1978. datos y el know how de la
computación son instrumentos
5. Gabriel Rodriguez, Report de poder económico en relación
2. Alvin Toiler, en The third on the feasibility study for al cual la alienación cultural
wave, usa el concepto de computerization of IDOC debida a los programas de radio
"electronic cottage" para indicardocumentation system, R o m a , y televisión es un pálido reflejo.
la tendencia al individualismo abril de 1982. E n otras palabras, lo que
implícita en la revolución 6. Reunión internacional de previamente era un fenómeno
microelectrónica. centros de documentación sobre secundario en el debate
problemas del tercer mundo "la internacional sobre las
3. Stafford Beer, "An argument documentación para el cambio", comunicaciones, se ha
of change. Managing modern celebrada en Lisboa del 11 al 16 convertido en un área clave."
complexity", The management de enero de 1982, y organizada
of information and knowledge, por FFHC/Action for
p. 223, enero de 1970. (Informe Development; F A O ; el Servicio 9. Ver el anexo 2 del trabajo de
presentado al Comité sobre N o Gubernamental de Enlace Jean-Pierre Chamoux,
ciencia y astronáutica de la de las Naciones Unidas de "L'information sans frontières",
Cámara de Diputados de los Ginebra; el I D O C Internacional Information et société, n.° 8,
Estados Unidos de América.) y el C I D A C . París, 1980.
820 José Antonio Viera-Gallo
10. Al respecto es interesante el norte de África y Medio Oriente mayores desigualdades y que
párrafo dedicado a la I B M por y E C S en Europa occidental. destruye la naturaleza (y en
Simon Nora y Alain Mine en su particular, las materias no
informe al presidente de la 14. Conferencia "Elflujode renovables) y los recursos
República Francesa, Convivere datos transfronteras", humanos— sea sustituida por
con il calcolatore. Rapporto organizada por el IBI en R o m a relaciones de interdependencia y
suïï'informática al presidente en junio de 1980 y Conference cooperación entre los sistemas
delia Republica Francesa, Milán, on data regulation, European nacionales, afinde que lleguen
Bompiani, 1979. Sobre las and Third World realities, Nueva a ser autónomos y
empresas multinacionales en el York, 1978. Véase también Jon progresivamente capaces de
sector, véanse Juan Rada, The Bing y Knut S. Seimer (dir. desarrollo endógeno. El nuevo
impact of micro-electronics, publ.), A decade of computers orden de la comunicación debe
Ginebra, I L O , 1980 y "The and law, Oslo, ser considerado como una parte
datamation 100. T h e top U . S . Universitetsforlaget, 1980; del nuevo orden económico y los
companies in the D . P . E . W . Plman, Transborder data mismos métodos de análisis
industry", Datamation, julio de flow and international regulation deben ser aplicados a los dos."
1980. of information and Un solo mundo, voces múltiples.
communication, R o m a , IBI, Informe de la Comisión
11. Al respecto véanse los junio de 1980. internacional para el estudio de
estudios de Cees Hamelink, The los problemas de la
15. Consultative Committee on
corporate village, R o m a , I D O C , comunicación creada por la
the Implications of
1977 y Juan Somavía, "The Unesco y presidida por Sean
Telecommunication for
transnational power structure MacBride, México/París, Fondo
Canadian Sovereignty,
and international information", de Cultura Económica/Unesco,
Telecommunications and
LARUstudies, Canadá, junio de 1980.
Canada, Canadá, Ottawa,
1978. Minister of Supply and Services,
1979. 17.' The Buenos Aires plan of
12. A r m a n d Matterlart, "The action for promoting and
satellite system", Le Monde 16. Ver el informe de la reunión implementing technical
Diplomatique, Pans, marzo de de Lisboa, ya citado. El informe cooperation among developing
1978, reproducido en MacBride recoge la relación countries, Nueva York, U N D P
A . Mattelart y Seth Siegelaub existente entre ambos U . N . , 1978. Ver también
(dir. publ.), Communication and fenómenos: "En cierto sentido, R . E . Butler, "World
class struggle, Francia, el desarrollo y la comunicación communication network",
International General USA y están basados sobre losijnismos Transnational perspectives,
I M M R C , 1979. principios. Es vital que el estado n.° 3, Suiza, 1979 y Thomas
actual de dependencia del L . McPhail, Electronic
13. A N I K en Canadá, m u n d o subdesarrollado, tanto colonialism. The future of
W E S T A R y C O S T A R en los en sus aspectos económicos international broadcasting and
Estados Unidos, P A L A P A en como de comunicación —una communication, Londres, Sage
Indonesia, A R A B S A T en el dependencia que genera Publications, 1981.
Nuevas orientaciones de la
investigación en ciencias sociales
y h u m a n a s en Francia
Denis Duelos
Sería prematuro decir que investigación en de una tendencia general al diálogo crítico
ciencias humanas y sociales en Francia va entre los medios científicos y la sociedad,
a tomar en adelante un curso nuevo. E n diálogo en el que aquéllas desempeñarán
cambio, n o cabe duda de que durante el u n papel específico, debido al interés que
primer año del gobierno de la izquierda, tienen para el ministro1 a nivel oficial, a la
que asumió el poder en m a y o de 1981, se existencia de comisiones especializadas y a
han producido grandes cambios en las es- la importancia de las sugerencias de orden
tructuras y orientaciones anunciadas en la general que pueden surgir de los medios
política que rige estas disciplinas. E n el científicos particularmente interesados en los
transcurso de este proceso se ha consultado aspectos institucionales de las transformacio-
permanentemente al per- nes. Gracias a la misión
sonal de investigación, Godelier, se produce
y a los sectores sociales Denis Duelos, sociólogo e investi- una profundización del
interesados en prestarles gador en el Centre National de la
debate entablado en el
Recherche Scientifique (CNRS), es
su apoyo. Las etapas han especialista en sociología urbana y coloquio, que culmina
sido cuatro: primero, la animador del grupo de reflexión en una serie de propues-
organización del Colo- "Encuentros de Ciencias Sociales", tas encaminadas a modi-
quio nacional sobre in- en París. ficar la situación cientí-
vestigación y tecnología, fica, a abrir nuevos c a m -
lanzado por iniciativa pos de estudio y a m e -
del ministro de la inves- jorar las condiciones
tigación, Jean-Pierre de trabajo y de evalua-
Chevènement; segundo, ción.
la elaboración de la ley
de orientación y progra-
mación de la investiga-
ción; tercero, la misión de estudio sobre las El coloquio nacional: primeras
ciencias humanas y sociales, encomendada a
Maurice Godelier, antropólogo y director
comprobaciones
de investigaciones en la Ecole des Hautes
L a iniciativa de reunir el Coloquio nacional
Etudes en Sciences Sociales; y por último,
sobre investigación y tecnología es el primer
la preparación de los decretos de aplicación
acto político de un nuevo ministerio que
de la ley en lo que concierne especialmente
reagrupa bajo su égida instituciones c o m o el
a las ciencias sociales y humanas. E n lo
C N R S , dependientes hasta ahora de múltiples
que hace a las dos primeras etapas, nues-
instancias, y que se funda en la relación entre
tras disciplinas se benefician, por decirlo así,
investigación y tecnología, y, después del
822 Denis Duelos
cambio ministerial de julio de 1982, entre las que diera origen el periodo precedente.
investigación e industria. Las nuevas estructu- Entre 1976 y 1982, el total de los créditos
raciones propuestas apuntan a la contribución destinados a la investigación en estas discipli-
especial de la ciencia y de la tecnología en la nas disminuyó en un 25,8% en francos de
solución de la crisis económica. Ahora bien, valor constante. A nivel interno de los grupos
un esfuerzo de tal magnitud no podía propo- de investigadores, los economistas cobraron,
nerse a los medios científicos sin antes proce- por investigador, cerca de dos veces más que
der a un debate a fondo —que sitúe en su los sociólogos y tres veces m á s que los antropó-
justo lugar la participación y la necesaria logos, aunque no todos los economistas se
autonomía de la investigación— con investiga- encontraban en esta situación. E n general, los
dores que, bajo los gobiernos precedentes, investigadores tienen la impresión de que las
habían sufrido y criticado la tendencia a ciencias humanas y sociales no gozaban de los
instrumentalizar las ciencias al servicio del favores del gobierno anterior. C o m o reacción
estado, especialmente las ciencias sociales. contra u n sentimiento de subordinación a
Este tipo de movilización de los medios ciertas demandas autoritarias procedentes del
intelectuales contaba ya con un precedente; exterior y frente a la excesiva jerarqúización
en efecto, durante los años cincuenta Mendès- en el plano interno, los investigadores respon-
France había recurrido al debate colectivo dieron con una actitud de inmovilidad, ce-
para armonizar la investigación y el planea- rrándose hacia los demás y enclaustrándose en
miento. E n los años sesenta, en los Estados terrenos o temas donde podían guardar cierta
Unidos de América, tanto Kennedy c o m o autonomía individual. Los nuevos campos o
Johnson invitaron a los intelectuales de todas las nuevas ideas difícilmente podían suscitar
las tendencias a participar en el esfuerzo de entusiasmo, o bien se desarrollaban al mar-
construcción de "una gran sociedad" y en la gen, en la precariedad de los empleos y de los
lucha contra la pobreza y sus efectos. L o que estatus. L o s recursos logísticos (bibliotecas,
diferencia la iniciativa de Chevènement es, bancos de datos, etc.) eran prácticamente
probablemente, el hecho de que los propios inexistentes. L a circulación de los investiga-
profesionales atestiguan sobre el estado actual dores se había reducido de tal manera, que
de sus disciplinas, investigaciones, institu- cada uno quedaba detenido en una posición y
ciones y estructuras. Entre septiembre de en un organismo "de por vida". La movilidad
1981 y enero de 1982, entre la preparación de en el C N R S descendió, en 1980, a menos de
las asambleas regionales y la celebración de un 2%. El aislamiento respecto de los interlo-
las jornadas nacionales, entre las sesiones cutores económicos y sociales era manifiesto,
temáticas2 y los grupos disciplinarios, entre lo que ponía de relieve, a su vez, las tenden-
las reuniones internas del coloquio y los cias de la sociedad francesa a la opacidad, a
encuentros que éste suscitó en el medio cientí- cierto rechazo de la circulación de la informa-
fico3, "miles de investigadores, industriales, ción científica, así c o m o la tendencia del
sindicalistas, parlamentarios y responsables medio científico a admitir la importancia y el
económicos, sociales y culturales"4 se reunie- aspecto positivo de su participación en la
ron y manifestaron sus opiniones en miles de solución de los grandes problemas de la
contribuciones escritas. Por lo que hace estric- sociedad.
tamente a las ciencias sociales, la secretaría Entre las sugerencias que se formularon
del coloquio estableció una lista de doscientos inicialmente en el debate podemos distinguir
textos. D e estas comunicaciones y debates las que .versaban sobre el contenido de las
espontáneos se desprende un primer pano- disciplinas y las investigaciones, y aquéllas
rama de situaciones vividas por el medio centradas en las estructuras. Importa señalar
científico y sus interlocutores. Este panorama que las disciplinas de origen de los partici-
constituye, para las ciencias sociales, un diag- pantes influían en cierto m o d o en la importan-
nóstico de las dificultades cada vez mayores a cia que se les atribuía. Así, por ejemplo, las
La investigación en ciencias sociales y humanas en Francia 823
con que tropezaban, sus perspectivas futuras y todo un contenido de ideas y datos. Cuando a
los medios solicitados. E n dos meses se reco- mediados del decenio de 1970 resultó imposi-
gieron miles de respuestas, que se adjuntaron ble diferir la integración del personal de
a las entrevistas detalladas hechas en laborato- ciencias sociales que trabajaba al margen de
rios, organizaciones sindicales y patronales, y las normas profesionales en los puestos públi-
organismos públicos que encargan investiga- cos, la institución que ofreció menos resisten-
ciones. El informe final, que se terminó en cia fue el C N R S , ya que la universidad no
junio de 1982, constituye una síntesis impor- estaba en condiciones de acogerlo y los demás
tante de los temas analizados.5 Tanto las organismos de investigación trataban de
comprobaciones c o m o las propuestas de refor- esquivar el problema.
m a s constituyen un conjunto de temas m u y C o m o resultado de la entrada de cientos
debatidos anteriormente en el ambiente cientí- de personas en algunos sectores (en particu-
fico, pese a no haber suscitado la unanimidad. lar, el de la sociología), surgieron a la luz los
El informe propicia la adopción de medidas problemas que habían permanecido latentes.
legislativas y reglamentarias, algunas de las Debido a sus hábitos de investigación, a
cuales están ya en curso. m e n u d o interdisciplinarios o multidisciplina-
Por lo que hace a la evaluación de la rios, o a sus especializaciones en nuevos
situación, y resumiendo la opinión general, campos, los recién llegados se incorporaron a
cabe decir que las ciencias sociales, que experi- los equipos junto a todos los investigadores
mentaron un crecimiento considerable en los que se habían sentido durante años encerra-
años sesenta, se estabilizaron en los setenta, e dos en clasificaciones académicas superadas.
iniciaron inclusive un comienzo de implosión Se produjo, además, una confrontación
a comienzos de los años ochenta. N o obs- directa con los "mandarines" sobre el pro-
tante, los elementos de la "crisis" se encontra- blema esencial de los criterios de evaluación
ban ya en germen en las formas mismas del científica de los trabajos, ya que su práctica
crecimiento. E n efecto, éste no fue el resul- profesional era con frecuencia incompatible,
tado de un desarrollo de la tarea universitaria por ejemplo, con el ejercicio de ese
en ese campo, sino m á s bien del engrasa- "heroísmo individual" que constituye la tesis
miento de los créditos públicos asignados a doctoral de tipo francés. A este ambiente
contratos a corto plazo. D a d o que las institu- explosivo se añadió, a partir de 1976, una
ciones de investigación tradicionales siguieron reducción de recursos que agudizó la compe-
sin contratar nuevo personal, dicho engrasa- tencia entre los investigadores. L a consecuen-
miento trajo consigo ante todo la creación de cia fue el agravamiento de la tendencia a la
una plétora de asociaciones independientes, "carrera por los contratos", con resultados
con un personal al margen de todo estatuto. cada vez m á s inciertos; todo ello a pesar de
Este tipo de personal, que no gozaba de un que durante el mismo periodo, en algunos
reconocimiento científico legítimo, se veía "centros de excelencia" que funcionaban
obligado, o bien a ignorar los criterios de c o m o fortalezas, se elaboraban grandes sínte-
evaluación universitarios, o bien a depender sis, por vía de las conocidas personalidades
de los "mandarines" que dirigían sus trabajos que los animaban, dignas de una cierta tradi-
desde el interior de la institución. D e este ción intelectual francesa del ensayo. Este
m o d o , los nuevos aportes no pudieron modi- desequilibrio entre los trabajos empíricos,
ficar el sistema científico que se había consti- cuya baja calidad no justificaba el número de
tuido a lo largo de los años en el C N R S y en la investigadores contratados, y el de las publica-
universidad, el cual tendía a esclerosarse, ciones de brillante apariencia ("Nueva histo-
replegándose en sí m i s m o . A la inversa, la ria", "Nuevafilosofía",etc.), que obedecían
tendencia de estas aportaciones hacia la sobre todo a un fenómeno de m o d a , ponía
"demanda" estatal contribuyó a limitar su perfectamente de manifiesto ía disyunción
calidad y a perder, en informes burocráticos, entre los dos actores que completaban el
La investigación en ciencias sociales y humanas en Francia 825
sistema: los "mandarines" y el estado financia- vinculados con problemas sociales (estos comi-
dor. Para desbloquear la situación, era menes- tés tendrían capacidad de contratación y de
ter liberar el ambiente de la investigación opinión científica, c o m o los comités científicos
profesional de una doble servidumbre. E n disciplinarios tradicionales de sociología, eco-
efecto, había que reconocer el carácter especí- nomía, etc.); medidas tendientes a facilitar el
fico de los puestos de investigación en el acceso y la circulación de la información
sector público, y permitirles su ejercicio científica, tanto en lo que respecta a los
relativamente autónomo, aunque abierto a la llamados a licitación de investigaciones c o m o
sociedad. Se trataba ante todo de que el a los proyectos mismos y a los resultados de
personal de investigación tuviera la posibili- las investigaciones (a este respecto, se pro-
dad de tomar conciencia de su unidad, lo que pone la creación de un boletín nacional de
se logró con la noción del estatuto único, ciencias sociales y humanas especializado en
variante particular del estatuto de los funcio- ese tipo de informaciones, que contaría con
narios públicos que permite controlar'a poste- una sección de anuncios para las solicitudes y
riori la gestión y autorizar a los individuos a las ofertas de empleo científico); reagrupación
desplazarse de una estructura a otra (universi- de los equipos aislados, otorgando "primas a
dad, C N R S , organismos públicos e incluso la. confederación", en laboratorios-redes, de
empresas) sin perder por ello la seguridad del ser posible con competencia interregional,
empleo o las perspectivas de carrera. L a que proporcionarían la mejor base logística a
homogeneización de las condiciones de entrada los equipos que dentro de ellos permanecerían
en este cuerpo profesional quedaría garanti- autónomos: bibliotecas, bancos de datos, etc.;
zada por un D E A f i "difícil" y una tesis de tres acentuación de la multifuncionalidad de
a cuatro años, de nivel internacional, para los equipos: investigación pura, aplicada,
preparar la cual se otorgarían becas. L a enseñanza y formación en materia de investi-
homogeneización de las condiciones de car- gación, especialmente en el plano de la prepa-
rera se obtiene, por otra parte, mediante la ración de tesis, asesoramiento a los diversos
normalización entre los títulos universitarios y protagonistas sociales, etc.
los de otros organismos, la reducción de las
A este conjunto de propuestas sobre las
jerarquías (fusión progresiva de la categoría
estructuras van unidos un análisis y orienta-
A , de profesores, catedráticos y directores de
ciones sobre las disciplinas y su contenido.
investigación y la B , de profesores asistentes y
También aquí resulta difícil trazar una línea
encargados de investigación.)
de separación radical entre el diagnóstico de
La homogeneización de las condiciones los problemas y la manera de tratarlos. N o s
de evaluación científica y la lucha contra la limitaremos, pues, a formular una serie de
tendencia a separar los criterios "nobles" y los observaciones sobre las exigencias urgentes
criterios "prácticos", son objetivos en cuya señaladas en muchas ocasiones por los rela-
consecución se han empleado diversos medios, tores del coloquio y de la misión Godelier. Se
a saber, separación del grado y de la función, estima, por ejemplo, que deben desplegarse
que permite elegir para ocupar un cargo de esfuerzos importantes para favorecer la filoso-
administración a jóvenes investigadores reco- fía c o m o disciplina de investigación. E n efecto,
nocidos por sus colegas; elección de miembros esta disciplina, que ha quedado separada de la
de comités científicos a partir de un colegio enseñanza secundaria y posteriormente de la
único que englobe las categorías antes mencio- enseñanza superior, ha experimentado ade-
nadas ( A y B ) , reforzando el número de más la secesión de disciplinas especializadas
investigadores en relación con el número de c o m o la sociología, lo que en sí n o es nega-
profesores; creación de comités interdisciplina- tivo, pero que acentuó su aislamiento. Esferas
rios sobre temas tales c o m o la educación, el del saber tales c o m o la lógica o la epistemo-
medio ambiente, los medios de comunicación logía, que en el plano internacional han tenido
de masas, la salud, etc., y, por consiguiente, desarrollo, han experimentado en cambio cier-
826 Denis Duelos
to repliegue en Francia. Dejando al margen gua. Ahora bien, los retrasos observados en
algunas excepciones c o m o la sociología del esta disciplina pueden tener origen en blo-
trabajo o la sociología urbana, cabe conside- queos más generales. Por ejemplo, la obstruc-
rar a la sociología c o m o una disciplina en ción de la historia de las intervenciones colo-
implosión, después de haber experimentado niales, en particular en África, nos explica en
un desarrollo notable al terminar la guerra. gran medida el estancamiento de las investiga-
L a sociología del derecho que era en tiempos ciones sobre el tercer m u n d o . Por otra parte,
de Durkeim la disciplina madre, se ha redu- la historia de las ciencias y de las técnicas se
cido en nuestros días considerablemente. L a limita a m e n u d o a estudiar las tecnologías
sociología del estado y de los partidos se ha tradicionales y artesanales, y pasa por alto la
subordinado a la ciencia política, cediéndole industria moderna que es un fenómeno cultu-
los aspectos en los que su aportación era ral esencial.
específica. L a sociología de la "cultura" se ha El gran aumento del número de deser-
replegado bruscamente a las fronteras de tores escolares, justifica, después de que el
Francia. L a economía y la administración se fenómeno fuera señalado por varios partici-
han caracterizado en gran medida por seguir pantes en el coloquio, un debate sobre la
incondicionalmente las políticas "liberales". relación entre la ciencia y sus repercusiones
Los modelos econométricos de crecimiento no sociales. H a y que señalar a este respecto que
han tomado debidamente en cuenta las exter- la propuesta de creación de comisiones inter-
nalidades sociales, el desempleo y las diversas disciplinarias permanentes dio lugar a reco-
formas de consumo popular. L a administra- mendaciones institucionales oficiales que
ción privada se ha visto privilegiada en detri- están ahora en curso de aplicación en el
mento de la administración pública. C N R S . El nombre de la primera de estas
A nivel internacional, se ha abandonado comisiones proyectadas es el de "socializa-
c o m o problema teórico y práctico el estudio ción, educación y formación". Las restantes
de la desigualdad de los intercambios con el son: "historia social de las ciencias y de las
tercer m u n d o , por ejemplo. L a reflexión crí- técnicas"; "salud, medicina y sociedad" (la
tica basada en modelos marxistas no ha urgencia de crear esta comisión es mayor aún
podido contrarrestar con argumentos sólidos hoy, dada la disminución de los gastos públi-
el "nuevo economismo" y el "nuevo conserva- cos en materia de salud); "empleo y condi-
dorismo". E n un m o m e n t o en que la religión ciones de trabajo"; "urbanismo, habitat y
desempeña un papel tan importante en los medio ambiente"; "comunicación, expresión y
fenómenos políticos (Polonia, Irán, etc.), la tecnología en materia audiovisual"; "ciencias
sociología y la antropología de las religiones de las artes y prácticas artísticas"; y "tercer
han visto disminuir el suyo. E n un campo de m u n d o , desigualdad de intercambio y desa-
ideas análogo, todos los fenómenos de consen- rrollo". Están por formarse nuevas comisio-
timiento a un sistema de orden social se han nes, esta vez por disciplinas, que suponen un
estudiado menos que las formas que imprimen reconocimiento oficial de prácticas aceptadas
a ese orden las instituciones. Así, por ejem- antes con renuencia por las instituciones. Así,
plo, el papel de los sexos y en un sentido m á s en el C N R S se han generado estructuras
amplio, el sistema de parentesco, aparente- idóneas para las ciencias del lenguaje, del
mente interesan menos a la sociología reciente, derecho y de la política. Los relatores indica-
pese a que la sociedad francesa experimenta ron que se debe contar con ellas para "alige-
importantes cambios en dichos terrenos. A u n - rar" la sección de sociología, donde han
que a nivel de ciertas síntesis se han alcanzado debido insertarse muchos especialistas en
éxitos considerables en historia, es patente el estas materias, por falta de reconocimiento
debilitamiento de esta disciplina en ciertos preciso.
sectores. Así, se dedican menos esfuerzos a la Se prevén, por último, comités ad hoc
historia contemporánea que a la historia anti- que, a pesar de no estar facultados para
La investigación en ciencias sociales y humanas en Francia 827
contratar, movilizarán a los investigadores haciendo posible acomodar las exigencias del
interesados en temas interdisciplinarios de Ministerio de la Investigación y las de los
carácter urgente, tales c o m o "parentesco, ministerios especializados (educación, salud,
edades y relaciones entre los sexos". E s etc.). N o obstante, a juicio de los relatores
unánime la opinión de que las nuevas estructu- estas inquietudes deberían calmarse, ya que
ras tendrán efectos positivos en lo que res- los investigadores son mayoría en el seno de
pecta a "revitalizar el medio", siempre que se las comisiones científicas. Todos reafirman
les concedan medios de acuerdo con las necesi- con gran firmeza "el derecho (motor de cual-
dades. Así, por ejemplo, la misión Godelier quier historia de las ciencias) de la comunidad
ha comprobado que los estudios sobre el científica a definir, en todo m o m e n t o y con
terreno son equivalentes en las ciencias socia- independencia de las demandas sociales, las
les a los equipos pesados de experimentación áreas de investigación que, a su juicio, puedan
en las ciencias naturales, esto es, el factor que abrir posibilidades para el porvenir.
permite acrecentar los datos básicos. Por otra El estado tiene la obligación —clave del
parte, considerar que estos estudios sobre el éxito de su política a largo plazo— de propor-
terreno constituyen una fantasía irrealizable y cionar a la comunidad científica u n mínimo
retribuirlos c o m o si fueran un lujo es una de recursos para llevar a cabo ese núcleo
aberración a la que habría que poner término, básico de investigación autodeterminada. N o
so pena de esterilizar nuestras disciplinas. incumbe a la demanda social, sea estatal o no,
fijar las hipótesis o teorías que la comunidad
científica deberá utilizar. Sí tiene el derecho,
en cambio, de proponer, mediante incentivos,
De las propuestas a las medidas los sectores u objetos de estudio sobre los que
legislativas y reglamentarias desea obtener conocimientos útiles. L e queda
a la comunidad científica la tarea de convertir,
Se ha observado que varias propuestas relati- en función del conocimiento de que dispone,
vas a las ciencias humanas y sociales concuer- las indicaciones de la política 7
de incentivación
dan con medidas ya previstas en la ley de en objetivos científicos. Creemos que el
programación votada en junio de 1982. Por pasaje anterior refleja el espíritu del acuerdo
ejemplo, los diversos comités científicos ad al que llegaron en el debate los investigadores
hoc o los interdisciplinarios abarcan en gran y los miembros de la comunidad científica
medida o parcialmente los "programas movili- designados por el Ministro de la Investigación
zadores" que el Ministerio de la Investigación para contribuir a elaborar reformas en dicho
debe financiar prioritariamente, como los sector. A su vez, se ha prestado oídos a las
siguientes: "empleo, condiciones de trabajo, urgentes peticiones de los investigadores de
derecho laboral", "nuevas tecnologías", "romper" la muralla de opacidad de la socie-
"salud", "vejez de los trabajadores", "promo- dad francesa en cuanto se trata de investigar
ción del francés", "energía", "biotecnologías", sobre los sectores que la componen. Buena
"sector de la electrónica", "tecnologías y muestra de ello es que el ministro se ha
tercer m u n d o " , etc., así c o m o a los proyectos pronunciado en favor de la idea de un proto-
"terminales" o de "motivación directa de los colo de "contrato de conocimientos" entre los
investigadores" sobre temas c o m o las desigual- investigadores y los organismos que pudieran
dades y las transferencias sociales, la descen- encomendarles estudios. E n este protocolo,
tralización, la calidad de la vida, la educación, que definiría lás modalidades de la investiga-
etc. Estas concordancias son motivo de preo- ción, así c o m o el tipo de publicación y de
cupación para los investigadores interesados aprovechamiento de sus resultados, se reco-
en conservar su autonomía respecto del marco noce la diferencia de puntos de vista entre los
político, ya que la reorganización interna de interlocutores, sean los autores o los "pacien-
la institución de investigación ( C N R S ) iba tes" colectivos de una encuesta. E n un sentido
828 Denis Duelos
Notas
1983
Ottawa Association internationale de sécurité sociale; Organización
International del Trabajo: 10." congreso.
Vlad. Rys. CP 1, Route des Morillons, C U 1211, Ginebra 22
(Suiza)
,9-10 de abril L'Arbesle Centre Thomas More: Salud y desarrollo socioeconómico -en
(Francia) el medio rural del Africa negra
Centre Thomas More, B.P. IOS, 69210 L'Arbesle (Francia)
24-29 de julio Budapest Sociedad Europea de Sociología Rural: 12.° congreso (Tema:
Desarrollo rural)
12.a Congreso de Sociología Rural, C.P. 20, 1250 Budapest
(Hungría)
17-19 de agosto Fresno (California, International Institute of Social Economics; School of Social
Estados Unidos Science, California State University-Fresno: 3 . e r congreso
de América) mundial de economía social
Prof. J. C. O'Brien, Dept. of Finance and Industry, California
State University-Fresno, Fresno, CA 93740 (Estados Unidos de
América)
31 de agosto-7 Tokio y Kyoto 31.° congreso internacional sobre las ciencias humanas en
de sept. Asia y África del norte
31 CISHAAN Toho Gakkai, 4-1 Nishi Kanda 2 chôme
Chiyoda-ku, Tokio 101 (Japón)
1984
conditions : social report on ine- France. Centre national de Ia Austin, Alfredo López. Cuerpo
quality in Sweden - Distribution recherche scientifique; Labora- humano e ideología, 1: las con-
of welfare at the end of the 1970's. toire d'économie et de sociologie cepciones de los antiguos nahuas,
Estocolmo, National Central B u - du travail. Séminaire d'économie 2 vols. México, Universidad
reau of Statistics, 1981. 156 p . , et de sociologie du travail et de la Nacional Autónoma de México,
diagr., cuadros. (Report, 27.) santé, 1980-1981. Paris, C N R S 1980. 490 p . ; 334 p., ilustr., cua-
LEST, 1982. 330 p. dros, glosario, índice. (Instituto
de Investigaciones Antropológi-
Ciencia política Hettne, Björn. Development cas: Serie antropológica, 39.)
theory and the Third World.
Baeyer-Katte, W a n d a von; Ciaes- Estocolmo, Swedish Agency for
Research Cooperation with Cabrero G . , María Teresa. Entre
sens, D . ; Feger, H . ; Neidhardt, chinampas y bosques. México,
F . Gruppenprozesse. Opladen, Developing Countries, 1982.
168 p . , figs., bibliogr. ( S A R E C Universidad Nacional Autó-
Westdeutscher Verlag G m b H , n o m a de México, 1980. 96 p . ,
1982. .525 p . , cuadros, figs. Report, R 2 : 1982.)
gráficos, ilustr., mapas, cuadros,
(Analysen z u m Terrorismus, bibliogr. (Instituto de Investiga-
B d . 3.) 62 marcos alemanes. Jardillier, Pierre. La maîtrise de
l'emploi. Paris, Presses universi- ciones Antropológicas: Serie
taires de France, 1982. 224 p . , antropológica, 33.)
Furtado, Celso; Rojo, Luis
Angel. "El Retorno de la Orto- cuadros, bibliogr.
doxia", Pensamiento iberoameri- Genovês, Santiago. La violencia
cano; Revista de economía poli- Jennings, Anthony; Weiss, Tho- en el país vasco y en sus rela-
tica, n.° 1, enero-junio de 1982. mas G . (dir. publ.). The chal- ciones con España. México, Uni-
Santiago de Chile, Comisión lenge of development in the eigh- versidad Nacional Autónoma de
Económica para América Latina ties: our response. Oxford/Nueva México, 1980. 172 p . , bibliogr.,
( C E P A L ) de las Naciones Uni- York, Pergamon Press, 1982. índice.
das; Madrid, Instituto de Coope- 125 p . , ilustr., índice. 15,95 dóla-
ración Iberoamericana (ICI) res de los Estados Unidos; 7,95
España, 1982. 349 p . libras esterlinas. M ü n c h , Guido; Ryesky, Diana;
Olivera, Mercedes (dir. publ.).
Gheprghiu, Mitinea. Social and Marshall Wolfe. Elusive develop- El sur de México: datos sobre la
political sciences in Romania: an ment. Ginebra, United Nations problemática indígena. México,
outline history. Bucarest, T h e Research Institute for Social Universidad Nacional Autó-
A c a d e m y of Social and Political Development, 1981. 265 p . n o m a de México, 1980. 128 p . ,
Sciences. 76 p . 4 lei. ilustr., cuadros, bibliogr. (Insti-
tuto de Investigaciones Antropo-
Kindermann, Gottfried-Karl lógicas. Serie antropológica, 29.)
Derecho, criminología
(dir. publ.). Sun Yat-sen: foun-
der and symbol of China's revolu- Chazaud, Pierre. Droit et régle- Navarrete, Carlos. Las esculturas
tionary nation-building. Munich / mentation des sports nautiques. de Chaculá. México, Universi-
Viena, Günter Olzog Verlag, Paris, Éditions maritimes et dad Nacional Autónoma de
1982. 332p. bibliogr. (East-West d'outre-mer, 1982. 546 p . , cua- México, 1979. 62 p . , ilustr.,
Syntheses, v. 1.) dros, índice, bibliogr. mapas, cuadros. (Instituto de
Investigaciones Antropológicas:
Stedeman, Murray S . , Jr. State Serie antropológica, 31.)
—. "L'Expertise criminologi-
and local governments, 3 . a ed.
que", Annales internationales de
Boston/Toronto, Little Brown
criminologie, v. 19, n.° 1-2,
and C o m p a n y , 1982. 463 p . , Instituto de Investigaciones
1981. 207 p .
mapas, ilustr. Antropológicas. Anales de antro-
pología, 1: arqueología y antro-
pología física. México, Universi-
Ciencias económicas Antropología social y cultural dad Nacional Autónoma de
México, 1980. 358 p . , gráficos,
Choe, Y a n Boo; K i m , TaeArgueta, Jaime Garduño. Intro- ilustr., mapas, cuadros.
M y u n g . Rural industrialization ducción al patrón de asenta- —. Anales de antropología, 2:
in Korea: a critical assessment. miento del sitio de Coba, Quin- etnología y lingüística. México,
Seúl, Korean Rural Economics tana Roo. México, Escuela Universidad Nacional Autó-
Institute, 1981. 243 p., figs., cua- Nacional de Antropología e His- n o m a de México, 1980. 399 p . ,
dros. toria, 1979. 127 p . , mapas. mapas, ilustr. bibliogr.
Libros recibidos 835
Sagrado, María Villanueva. tions. París, Dalloz, 1982. 18-19 juin 1981", Actesju collo-
Manual de técnicas somatotipoló- 276 p . , figs, cuadros bibliogr. que. Rennes, L A R E S , Equipe
gicas. México, Universidad (Dalloz Gestion - H o m m e s et sociologie urbaine et change-
Nacional A u t ó n o m a de México, entreprises.) 96 francos france- ment social, 1982.132 p . 32 fran-
1979. 63 p . , ilustr., cuadros, ses. cos franceses.
bibliogr. (Instituto de Investiga-
ciones Antropológicas: Serie McBain, N . S . ; Uhlig, S . J.
antropológica, 31.) Choice of technique in bolt and
nut manufacture. Edimburgo,
Scottish Academic Press, 1982. Música
154 p . , figs., glosario, cuadros,
Matemáticas bibliogr., índice. (David Livings- Blaukopf, Kurt. Musik im Wan-
tone Institute series on choice der der Gesellschaft. Munich /
Knight, Ahumas J. Technology's of technique in developing coun- Zurich, R . Piper und C o . Ver-
future. Malabar, Rórida, Robert tries, vol. 5.) Rústica 12,50 libras lag, 1982. 383 p . , ilustr.,
E . Krieger Publishing C o . , 1982. esterlinas; encuadernado: 14,50 bibliogr., índice.
249 p . , figs. 11,50 dólares de libras esterlinas.
los Estados Unidos.
Biografías
Ordenación del territorio
Ciencias aplicadas Juan Comas Camps, 1900-1979:
Laboratoire de recherches écono- In Memoriam. México, Universi-
Dupont, Christophe. La négocia- miques et sociales. "Planification dad ' Nacional A u t ó n o m a de
tion : conduite, théorie, applica- urbaine et vie sociale, Rennes, México, 1980. 106 p .
Publicaciones recientes de la Unesco
(incluidas las auspiciadas por la Unesco)
Bibliographie internationale des Contribución para una biblio- Informe Interconcept: un nuevo
sciences sociales: anthropologie grafía de las ideas latinoamerica- paradigma para resolver los pro-
sociale et culturelle I Internationalnas, por Horacio Jorge Becco. blemas de terminología de las
bibliography of the social scien- París, Unesco, 1981. 230 p . ciencias sociales, por Fred W .
ces: social and cultural anthropo- (América Latina en su cultura.) Riggs. París, Unesco, 1981. 49 p.
logy, vol. 24, 1978. Londres; 15 francos franceses. (Informes y documentos de cien-
N u e v a York, Tavistock Publica- cias sociales, 47.) 10 francos fran-
tions, 1981. 393 p . 30 libras ceses.
esterlinas; 270 francos franceses. Corrientes de la investigación en
las ciencias sociales, 1: aspectos
interdisciplinarios, por R . B o u -
Bibliographie internationale des don, P . de Bie, Stein R o k k a n , Introducción a la cultura afri-
sciences sociales: sciences écono- Eric Triest. París/Madrid cana: aspectos generales, por
miques I International bibliogra- Unesco / Editorial Tecnos, S . A . , Alpha I. S o w , Ola Balogun,
phy of the social sciences: econo- 1981. 419 p . , bibliogr. cuadros. Honorât Aguessy, Pathé Dia-
mics, vol. 2 8 , 1979. Londres; 75 francos franceses. gne. París/Barcelona, Unesco /
N u e v a York, Tavistock Publica- Serbal, 1982. 176 p . 38 francos
tions, 1981. 502 p . 33 libras franceses.
esterlinas; 300 francos franceses.
Corrientes de la investigación en
las ciencias sociales, 2: antropo-
Bibliographie internationale des logía, arqueología, historia, por Realidad y futuro de Pelourinho.
sciences sociales: science politi- M . Freedman, S . J. de Laet, París, Unesco, 1981. Ill p . ,
que I International bibliography G . Barraclough. París/Madrid, ilustr. (Asentamientos humanos
of the social sciences: political Unesco / Editorial Tecnos, S . A . , y medio ambiente socioculturel,
science, vol. 29, 1980. Londres; 1981. 567 p . 96 francos france- 29.)
N u e v a York, Tavistock Publica- ses.
tions, 1982. 400 p . 32 libras
esterlinas; 290 francos franceses.
Corrientes de la investigación en Selective inventory of informa-
las ciencias sociales, 3: arte y tion services, 1981 I Inventaire
Bibliographie internationale des estética, derecho, por Mikel sélectif des services d'information
sciences sociales: sociologie I Dufrenne, Viktor Knapp. París / I Inventorio selectivo de servicios
International bibliography of the Madrid, Unesco / Editorial Tec- de información. París, Unesco,
social sciences: sociology, vol. nos, S . A . , 1982. 620 p . 96 fran- 1981. 140 p . (World Social
29, 1979. Londres; N u e v a York, cos franceses. Science Information Services,
Tavistock Publications, 1981. 111/ Services mondiaux d'in-
451 p . 32 libras esterlinas; 290 formation en sciences sociales/
francos franceses. Servicios mundiales de informa-
Corrientes de la investigación en
ción sobre ciencias sociales, III.)
las ciencias sociales, 4: filosofía,
30 francos franceses.
por Paul Ricoeur. París/Madrid,
La comunicación al servicio de
Unesco / Editorial Tecnos, S . A . ,
los programas de población y de
1982. 499 p . 96 francos france-
bienestar familiar. París, Unesco,
ses. La trata negrera del siglo xv al
1981. 32 p.
xix: documentos de trabajo e
informe de la reunión de expertos
Cuál es la gestión adecuada para Historia general de Africa, 1: organizada por la Unesco en
generalizar el derecho a la educa- metodología y prehistoria afri- Puerto Príncipe, Haití, del 31
ción? por Daniel H a a g , Pans, cana, por J. Ki-Zerbo. París/Ma- enero al 4 febrero de 1978. París /
Unesco / Oficina Internacional drid, Unesco / Tecnos, 1982. Barcelona, Unesco / E d . del Ser-
de Educación, 1981.180 p . , figs., 851 p . , ilustr., cuadr. 185 fran- bal, 1981. 379 p . , cuadros. 65
cuadros. 30 francos franceses. cos franceses. francos franceses.
Publicaciones recientes de la Unesco 837
La verdad sobre la droga: la Laborit, Alain Joxe (y otros). de revistas especializadas en cien-
droga y la educación, 2.a ed. París, Unesco, 1981. 303 p. 38 cias sociales, 5.a ed. rev. Paris,
rev., por Helen Nowlis. París, francos franceses. Unesco, 1980. 447 p'. (World
Unesco, 1982. 101 p . 10 francos Social Science Information Ser-
franceses. vices, 1/ Services mondiaux d'in-
World list of social science perio- formation en sciences sociales,
dicals, 1980,1 Liste mondiale des 1/ Servicios mundiales de infor-
La violencia y sus causas, por périodiques spécialisés dans les mación sobre ciencias sociales,
Jean-Marie D o m e n a c h , Henri sciences sociales, I Lista mundial I.) 72 francos franceses.
C ó m o obtener estas publicaciones: a) Las publicaciones de la Unesco que llevan precio pueden obtenerse en la Oficina
de Prensa de la Unesco, Servicio Comercial (PUB/C), 7, place de Fontenoy, 75700 París, o en los distribuidores
nacionales; b) las publicaciones de la Unesco que no llevan precio pueden obtenerse gratuitamente en la Unesco,
División de Documentos ( C O L / D ) ; c) las co-publicaciones de la Unesco pueden obtenerse en todas aquellas librerías de
alguna importancia.
Publicaciones de la Unesco: agentes de venta
Albania: N . Sh. Botimeve Nairn Frasheri, T I R A N A . Bolivia: Los Amigos del Libro: casilla postal 4415,
L A P A Z ; Avenida de las Heroínas 3712, casilla 450,
Alemania (Rep. Fed. de): S. Karger G m b H , Karger COCHABAMBA.
Buchhandlung, Angerhofstr. 9, Postfach 2 , D-8034
G E R M E R I N G / M Ü N C H E N . "El Correo" (ediciones ale-Brasil: Fundação Getúlio Vargas, Serviço de Publi-
mana, española, francesa e inglesa): M . Herbert cações, Caixa postal 9.052-ZC-02, Praia de Bota-
B a u m , Deutscher Unesco-Kurier Vertrieb, Besait- fogo 188, Rio D E J A N E I R O RJ (GB).
strasse 57, 5300 B O N N , Para los mapas científicos
solamente: G e o Center, Postfach 800830, 7000 Bulgaria: H e m u s , Kantora Literatura, bd. Rousky
S T U T T G A R T 80. 6, SOFUA.
>
Alto Volta: Librairie Attie, B . P . 64, O U A G A D O U - Canadá: Renouf Publishing Company Ltd., 2182
G O U . Librairie catholique "Jeunesse d'Afrique", St. Catherine Street West, M O N T R E A L , Que.
OUAGADOUGOU.
H3H1M7.
Angola: Distribuidora Livros e Publicações, caixa Colombia: Instituto Colombiano de Cultura, car-
postal 2848, L U A N D A . rera 3A n.° 18-24, B O G O T A .
Antillas francesas: Librairie " A u Boul Mich", 1, rue Congo: Librairie populaire, B . P . 577, B R A Z Z A -
Perrinon et 66, avenue du Parquet, 97200 F O R T - D E - VILLE.
F R A N C E (Martinica). Costa de Marfil: Librairie des Presses de l'Unesco,
Antillas holandesas: C . C . T . V a n Dorp-Eddine Commission nationale ivoirienne pour l'Unesco,
N.V., P . O . Box 200, W I L L E M S T A D (Curaçao, B . P . 2871, A B I D J A N . .
N.A.). Costa Rica: Librería Trejos, S . A . , apartado 1313,
Argelia: Institut pédagogique national, 11, rue Ali- S A N JOSÉ.
Haddad (ex-rue Zaâtcha), A L G E R . Société natio- Cuba: Ediciones Cubanas, O'Reilly n.° 407, L A
nale d'édition et de diffusion ( S N E D ) , 3, boulevard H A B A N A . Solamente El Correo de la Unesco:
Zirout Youcef, A L G E R . Empresa C O P R E F I L , Dragones n.° 456 e/Lealtad
Argentina: Librería El Correo de la Unesco, E D I - y Campanario, L A H A B A N A 2.
LYR S . R . L . , Tucumán 1685, 1050 B U E N O S A I R E S .
Checoslovaquia: S N T L , Spalena 51, P R A H A 1 (expo-
Australia: Educational Supplies Pty. Ltd., P . O . sición permanente). Zahranicni literatura, 11 Souke-
Box 33, Brookvale 2100, N . S . W . Publicaciones nicka, P R A H A 1. Para Eslováquia solamente: Alfa
periódicas: Dominie Ptyl. Ltd., P . O . Box 33, Verlag, Publishers, Hurbanovo n a m . 6, 89331
Brookvale 2100 N . S . W . Subagente: United Nations B R A T I S L A V A .
Association of Australia, P . O . Box 175, E A S T Chile: Bibliocentro Ltda., Constitución n.° 7,
M E L B O U R N E 3002. Hunter Publications, 58A Gipps casilla 13731, S A N T I A G O (21), Librería La Biblio-
St., C O L L I N G W O O D V I C T O R I A 3066. teca, Alejandro I 867, casilla 5602, S A N T I A G O 2.
Austria: Buchhandlung Gerold and Co., Graben China: China National Publications- Import Corpo-
31, A-1011 W I E N . ration, West Europe Department, P.P. Box 88,
BEUIN.
Bangladesh: Bangladesh Books International Ltd.,
Ittefaq Building, 1 R . K . Mission Road, Hatkhola, Chipre: " M A M " , Archbishop Makarios, 3rd Ave-
D A C C A 3. nue, P . O . Box 1722, NICOSIA.
Bélgica: Jean D e Lannoy, 202, av. du Roi, 1060 Dinamarca: Munksgaard Export,and Subscription
B R U X E L L E S . C O P 000-0070823-13. Service, 35 N0rre S0gade, D K 137Ò K O V E N H A V N K .
zonas 863, Q U I T O . Todas las publicaciones: Casa de 'Hong Kong: Federal Publications ( H K ) Ltd., 2 D
la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Freder Centre, 68 Sung W o n g Toi Road, Tokwa-
Moncayo y 9 de Octubre, casilla de correo 3542, wan, K O W L O O N . Swindon Book C o . , 13-15 Lock
GUAYAQUIL. Road, K O W L O O N . Hong Kong Government Infor-
mation Services, Publication Section, Baskerville
Egipto: Unesco Publications Centre, 1 Talaat Harb House, 22 Ice House Street, H O N G K O N G .
Street, C A I R O .
Hungría: Akadémiai Könyvesbolt, Váci u. 22,
El Salvador: Librería Cultural Salvadoreña, S . A . , B U D A P E S T V . A . K . V . Konyvtárosok Boltja,
calle Delgado n.° 117, apartado postal 2296, S A N Népkõztársaság utja 16, B U D A P E S T V I .
SALVADOR.
India: Orient Longman Ltd.: Kamani Marg, Bal-
España: Mundi-Prensa Libros S . A . , apartado 1223, lard Estate, B O M B A Y 400038; 17 Chittaranjan Ave-
Castelló 37, M A D R I D 1. Ediciones Líber, apar- nue, C A L C U T T A 13; 36 A Anna Salai, Mount Road,
tado 17, Magdalena 8, O N D Á R R O A (Vizcaya). M A D R A S 2 ; B-3/7 Asaf Ali Road, N E W D E L H I 1;
D O N A I R E , Ronda de Outeiro 20, apartado de 80/1 Mahatma Gandhi Road, B A N G A L O R E - 5 6 0 0 0 1 ;
correos 341, L A C O R U Ñ A . Liberia Al-Andalus, 3-5-820 Hyderguda, H Y D E R A B A D - 5 0 0 0 0 1 . Subdepó-
Roldana 1 y 3, SEVILLA 4. Librería Castells, Ronda sitos: Oxford Book and Stationery C o . , 17 Park
Universidad 13, B A R C E L O N A 7. Street, C A L C U T T A 700016, y Scindia House, N E W
D E L H I 110001; Publications Unit, Ministry of Edu-
Estados Unidos de América: Unipub, 1180, Ave. of
cation and Culture, Ex. A F O Hutments, D r . Rajen-
the Americas, N E W Y O R K , N . Y . , 10036. Para "El dra Prasad R d . , N E W D E L H I 110001.
Correo" en español: Santillana Publishing Company
Inc., 575 Lexington Avenue, N e w York, N . Y . Indonesia: Bhratara Publishers and Booksellers, 29
10022. Jl. Oto Iskandardinata III, J A K A R T A . Gramedia
Etiopía: Ethiopian National Agency for Unesco, Bookshop, Jl. Gadjah M a d a 109, J A K A R T A . Indira
P.O. Box 2996, A D D I S A B A B A . P.Y., Jl. D r . S a m Ratulangie 37, J A K A R T A P U S A T .
FUipinas: The Modern Book C o . , 992 Rizal Ave- Irán: Commission l nationale iranienne pour
nue, P . O . Box 632, M A N I L A 2800. l'Unesco, avenue Iranchahr Chomali n.° 300, B . P .
1533, T É H É R A N . Kharazmie Publishing and Distri-
Finlandia: Akateeminen Kirjakauppa, Keskuskatu bution C o . , 28 Vessal Shirazi Street, Enghélab
1, 00100 HELSINKI 10; Suomalainen Kirjakauppa Avenue, P . O . Box 314/1486, T É H É R A N .
O Y , Koivuvaarankuja 2, 01640 V A N T A 64.
Iraq: McKenzie's Bookshop, Al-Rashid Street,
Francia: Librairie de l'Unesco, 7 , place de Fonte- BAGHDAD.
noy, 75700 P A R I S ; C C P Paris 12598-48.
Irlanda: The Educational Company of Ireland Ltd.,
Ghana: Presbyterian Bookshop Depot Ltd., P . O . Ballymount Road, Walkinstowh, D U B L I N 12.
Box 195, A C C R A . Ghana Book Suppliers Ltd., Islândia: Snaebjörn Jonssón & Co., H . F . Hafnars-
P . O . Box 7869, A C C R A . The University Bookshop traeti 9, R E Y K J A V I K .
of Ghana, A C C R A . The University Bookshop of
Cape Coast. The University Bookshop of Legon, Israel: A . B . C . Bookstore Ltd., P . O . Box 1283, 71,
P.O. Box, 1, L E G O N . Allenby Road, T E L A V I V 61000.
Grecia: Grandes librairies d'Athènes (Eleftherouda- Italia: L I C O S A (Librería Commissionaria Sansoni
kis, Kauffman, etc.). S.p.A.), via Lamarmora 45, casella postale 552,
50121 F I R E N Z E .
Guadalupe: Librairie Papeterie Carnot-Effigie, 59
rue Barbes, P O I N T - A - P I T R E . Jamahiriya Arabe Libia: Agency for Development
of Publication and Distribution, P . O . Box 34-35,
Guatemala: Comisión Guatemalteca de Coopera- TRIPOLI.
ción con la Unesco, 3. a avenida 13-30, zona 1,
apartado postal 244, G U A T E M A L A . . Jamak^i: Sangster's Book Stores Ltd., P . O . Box
366,101 Water Lane, K I N G S T O N .
Guinea: Commission nationale guinéenne pour
Japón: Eastern Book Service Inc., C . P . O . Box
l'Unesco, B . P . 964, C O N A K R Y .
1728, T O K Y O , 100 91.
Haití: Librairie " A la Caravelle", 26, rue Roux, Jordania: Jordan Distribution Agency, P . O . B . 375,
B . P . 111, P O R T - A U - P R I N C E . AMMAN.
a
Honduras: Liberia Navarro, 2 . avenida n.° 201, Kenya: East African Publishing House, P . O . Box
Comayaguela, T E G U C I G A L P A . 30571, N A I R O B I .
840
Kuwait: The Kuwait Bookshop Co. Ltd., P . O . Box Noruega: Todas las publicaciones: Johan Grundt
2942, K U W A I T . Tanum, Karl Johans Gate 41/43, O S L O 1. Universi-
tets Bokhandelen Universitetssentre, P . O . B . 307,
Lesotho: Mazenod Book Centre, P . O . M A Z E N O D . Blindem, O S L O 3. "El Correo" solamente: A / S
Líbano: Librairies Antoine A . NaufaI et frères, Narvesens Litteraturtjeneste, Box 6125, O S L O 6.
B . P . 656, BEYROUTH. Nueva Zelandia: Government Printing Office,
Liberia: Code and Yancy Bookshops Ltd., P . O . Bookshops: Retail Bookshop-25 Rutland Street,
Box 286, M O N R O V I A .
Mail Orders-85 Beach Road, Private Bag C . P . O . ,
A U C K L A N D ; Retail-Ward Street, Mail Orders-P.O.
Leichtenstein: Eurocan Trust Reg., P . O . Box 5, Box 857, H A M I L T O N ; Retail-Cubacade World
SCHAAN. Trade Center, Mulgrave Street (Head Office) Mail
Orders-Private Bag, W E L L I N G T O N ; Retail-159 Here-
Luxemburgo: Librairie Paul Brück, 22, Grand- ford Street, Mail Orders-Private Bag, CHRIST-
Rue, L U X E M B O U R G . C H U R C H ; Retail-Princes Street, Mail Orders-P.O.
Box 1104, DUNEDIN.
Madagascar: Commission nationale de la Républi-
que démocratique de Madagascar pour l'Unesco, Países Bajos: Libros solamente: Keesing Boeken B .
B . P . 331, ANTANANARIVO. V . , Postbus 1118, 1000 B C A M S T E R D A M . Publica-
Malasia: Federal Publications, Sdn. Bhd., Lot 823É ciones periódicas solamente: Dekker and Norde-
mann N V , P . O . Box 197, 1000 A D A M S T E R D A M .
Jalan 222, Petaling Jaya, S E L A N G O R , University ol
Malaya Co-operative Bookshop, K U A L A L U M P U F Pakistán: Mirza Book Agency, 65 Shahrah Quaid-
22-11. e-azam, P . O . Box 729, L A H O R E - 3 .
Malí: Librairie populaire du Mali, B . P . 28, Panamá: Distribuidora Cultural Internacional, apar-
BAMAKO. tado 7571, zona 5, P A N A M Á .
Malta: Sapienzas, 26 Republic Street, V A L L E T T A . Paraguay: Agencia de Diarios y Revistas, Sra.
Marruecos: Todas las publicaciones: Librarie "Aux Nelly de García Astillero, Pte. Franco n.° 580,
belles images", 281, avenue M o h a m m e d - V , R A B A T ASUNCION.
(CCP 68-74). "El Correo" solamente (para los
Perú: Librería Studium, Plaza Francia 1164, apar-
docentes): Commission nationale marocaine pour
tado 2139, L I M A .
l'Unesco, 19, rue Oqba, B . P . 420, A G D A L R A B A T
(CCP 324-45). Polonia: Ars-Polona-Ruch, Krakowskie Przedmies-
Mauricos: Nalanda C o . Ltd., 30 Bourbon Street, cie 7, 00-068 W A R S Z A W A ; ORPAN-Import, Palac
Kultury, 00-901 W A R S Z A W A .
PORT-LOUIS.
Mauritania: G R A . L I . C O . M A . , 1, rue du Souk X , Portugal: Dias & Andrade Ltda., Livraria Portu-
Ave. Kennedy, N O U A K C H O T T . gal, rua de Carmo 70, L I S B O A .
México: S A B S A , Insurgentes Sur n.° 1032-401, Puerto Rico: Librería "Alma Mater" Cabrera 867,
M É X I C O 12, D . F . Librería "El Correo de la Río Piedras, P U E R T O R I C O 00925.
Unesco", Actipán 66, Colonia del Valle, M É X I C O
Reino Unido: H . M . Stationery Office, P . O . Box
12, D . F .
569, L O N D O N , SEI 9 N H ; Government bookshops:
Mónaco: British Library, 30, boulevard des M o u - London, Belfast, Birmingham, Bristol, Cardiff,
lins, M O N T E C A R L O . Edinburgh, Manchester. Para los mapas científicos
solamente: McCarta Ltd., 122 Kings Cross Road,
Mozambique: Instituto Nacional do Livro e do London W C 1 X 9 D S .
Disco (INLD), avenida 24 de Julho 1921, r/c e
1.° andar, M A P U T O . República Arabe Siria: Librairie Sayegh, Immeuble
Diab, rue du Parlement, B . P . 704, D A M A S .
Nicaragua: Librería Cultural Nicaragüense, calle 15
de Septiembre y avenida Bolívar, apartado n.° 807, Republica de Corea: Korean National Commission
MANAGUA. for Unesco, P . O . Box Central 64, S E O U L .
Niger: Librairie Mauclert, B . P . 868, N I A M E Y . República Democrática Alemana: Librairies interna-
tionales ou Bachhaus Leipzig, Postfach 140, 701
Nigeria: The University Bookshop of Ife. The LEIPZIG.
University Bookshop of Ibadan, P . O . Box 286,
I B A D A N . The University Bookshop of Nsukka. The República Dominicana: Librería Blasco, avenida
University Bookshop of Lagos. The A h m a d u Bello Bolívar n.° 402, esq. Hermanos Deligne, S A N T O
University Bookshop of Zaria. DOMINGO.
Publicaciones de la Unesco: agentes de venta 841
República Unida del Camerún: Le Secrétaire géné- Suriname: Suriname National Commission for
ral de la Commission nationale de la République Unesco P . O . Box 2943, P A R A M A R I B O .
unie du Cameroun pour l'Unesco, B . P . 1600,
YAOUNDE. Tailandia: Nibondh and C o . , Ltd., 40-42 Charoen
Krung Road, Siyaeg Phaya Sri, P . O . Box 402,
República Unida de Tanzania: Dar es Salaam B A N G K O K . Suksapan Panit, Mansion 9, Rajdam-
Bookshop, P . O . Box 9030, D A R E S S A L A A M . nern Avenue, B A N G K O K . Suksit Siam Company,
1715 R a m a IV Road, B A N G K O K .
Rumania: I L E X I M , Export-import, 3 Calea "13
Decembrie", P . O . Box 1-136/1-137, B U C A R E S T . Togo: Librairie évangélique, B . P . 378, L O M É .
Librairie du Bon Pasteur, B . P . 1164, L O M É . Librai-
Senegal: Librairie Clairafrique, B . P . 2005, D A K A R . rie moderne, B . P . 777, L O M É .
Librairie "Le Sénégal", B . P . 1594, D A K A R .
Trinidad y Tabago: National Commission for
Seychelles: N e w Service Ltd., Kingstate House, Unesco, 18 Alexandra Street, St. Clair, T R I N I D A D
P . O . Box 131, M A H É . National Bookshop, P . O . W.I.
Box 48, M A H É .
Túnez: Société tunisienne de diffusion, 5, avenue
Sierra Leona: Fourah Bay, Njala University and de Carthage, T U N I S .
Sierra Leone Diocesan Bookshop, Freetown. Turquía: Haset Kitapevi A . S., Istiklâl Caddesi
Singapur: Federal Publications (S) Pte Ltd., n.° 1 n.° 469, Posta Kutusu 219, Beyoglu, I S T A M B U L .
N e w Industrial Road, off Upper Paya Lebar Road, Uganda: Uganda Bookshop, P . O . Box 145, K A M -
S I N G A P O R E 19. PALA.
Somalia: Modern Book Shop and General, P . O . URSS: Mezhdunarodnaja Kniga, M O S K V A G-200.
Box 951, M O G A D I S C I O .
Uruguay: Edilyr Uruguaya, S . A . , Maldonado 1092,
Sri Lanka: Lake House Bookshop, Sir Chittampa- MONTEVIDEO.
lam Gardner Mawata, P . O . Box 244, C O L O M B O 2.
Venezuela: Librería del Este, avenida Francisco de
Sudáfrica: Van Schaik's Bookstore (Pty.) Ltd., Miranda, 52, Edificio Galipán, apartado 60337,
Libri Building, Church Street, P . O . Box 724, C A R A C A S . L a Muralla Distribuciones S . A . , 4 . a
PRETORIA. avenida de los Palos Grandes, entre 3. a y 4 . a
transversal, Quinta, "Irenalis", C A R A C A S 106.
Sudán: Al Bashir Bookshop, P . O . Box 1118,
KHARTOUM. Yugoslavia: Jugoslovenska Knjiga, Trg Republike
5/8, P . O . B . 36,11-001 B E O G R A D . Drzavna Zalozba
Suécia: Todas las publicaciones: A / B C . E . Fritzes Slovenije, Titova C . 25, P . O . B . 50-1, 61-000
Kungl, Hovbokhandel, Regeringsgatan 12, Box L J U B L J A N A .
16356, S-103 27 S T O C K H O L M 16. "El Correo" sola-,
mente: Svenska FN-Förbundet, Skolgränd 2, Box Zaire: Librairie du C I D E P , B . P . 2307, K I N S H A S A .
15050, S-10465 Stockholm. (Postgiro 184692). Para Commission nationale zaïroise pour l'Unesco, C o m -
las publicaciones periódicas solamente: Wennergven- missariat d'Etat chargé de l'éducation nationale,
Williams A B , Box 3004, 9-104 25 S T O C K H O L M . B . P . 32, K I N S H A S A .
Suiza: Europa Verlag, Rämistrasse 5,8024 Z U R I C H . Zimbabwe: Textbook Sales (PVT) Ltd.; 67 Union
Librairie Payot, 6, rue Grenus, 1211 G E N È V E 11. Avenue, S A L I S B U R Y .
A partir de 1978 esta Revista se ha publicado regularmente en español. Cada número está consagrado a un
tema principal.