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TRABAJO FINAL
CALIDAD EN EDUCACIÓN
Sería muy difícil determinar, dentro de un proceso, qué etapa es la más importante
para el logro de los objetivos planteados. Se ha dejado en claro que lograr la calidad
educativa es un proceso en constante evolución, y que la evaluación es una
herramienta fundamental dentro de dicha evolución. De aquí la importancia de
elegir, diseñar y aplicar efectivamente cada instrumento y que, de este hecho,
logremos la información necesaria para resolver nuestro objeto de evaluación. Es
en este sentido que el presente trabajo se enfoca en detallar las últimas tres fases
del proceso de evaluación que corresponden al análisis de resultados, la difusión y
comunicación de los mismos y a la integración y puesta en marcha de un plan de
mejora.
Es fundamental que, en alguna de las fases del proceso evaluador, así como los
resultados se comuniquen y compartan con el conjunto de agentes involucrados, es
decir: darles a conocer a los interesados los resultados del análisis si queremos que
la evaluación produzca efectos y que sea de utilidad para la acción y los procesos
de mejora.
Descripción de la institución.
Misión
Visión
Objetivos de la institución.
Objetivo:
Materiales y equipos
Servicios de mantenimiento de equipos
Suministro de material para los procesos académico
administrativos
Normas de seguridad
Recursos tecnológicos de apoyo a la enseñanza
Condiciones de salubridad
Capacidad para organizar estrategias efectivas de
enseñanza
Respeto a las modalidades de aprendizaje
Promoción de aprendizaje de alto nivel
Valoración de la docencia
Mejora continua
Desarrollo de la autonomía
Total de Puntos
INSTRUMENTO PARA EVALUAR LOS PROCESOS PEDAGÓGICOS
ADECUADOS INADECUADOS
4. ¿El orientador dispone de tiempo suficiente para atender a los alumnos que
tiene asignados?
EL ANÁLISIS DE RESULTADOS
Es una de las más importantes porque involucra poner en orden la información y decidir
de qué manera analizarla; que considera establecer categorías, ordenar, manipular y
resumir los datos. De igual manera, procede a racionalizar los datos colectados a fin de
explicar e interpretar los hallazgos.
Después de haber aplicado los instrumentos de evaluación se contará con una gran
cantidad de datos que se deberán ordenar, clasificar, sistematizar y analizar, para que de
esta forma puedan ser útiles en la construcción de conclusiones. Los métodos y
herramientas de análisis van a depender del tipo de información obtenida, la cual se
puede clasificar en dos grandes grupos, datos de carácter cualitativo y los de carácter
cuantitativo, o incluso investigaciones arrojaran datos en ambas categorías, sin embargo,
cualquiera que sea el caso tendremos que remitirnos a análisis estadísticos. También el
procesamiento de datos incluye las funciones de edición y codificación. La edición
comprende la revisión de los formatos de datos en cuanto a la legibilidad, consistencia y
totalidad de los datos. La codificación implica el establecimiento de categorías para las
respuestas o grupos de respuestas (Kinnear y Taylor, 1993).
De manera general, la estadística demanda que para que los resultados de un análisis
sean significativos, se debe partir de una muestra lo suficientemente grande para poder
representar todas las variables estudiadas. En primer lugar, las decisiones sobre qué
técnicas emplear para analizar los datos van a estar a su vez, lógicamente en función de
las decisiones que en las fases previas se hayan ido tomando: qué enfoque se ha dado
a la evaluación (cuantitativo/cualitativo/mixto). En segundo lugar, después de recoger la
información, ésta se organiza y se analiza dando respuesta a las preguntas planteadas,
pero no se puede decir que hay técnicas específicas de análisis de datos para la
evaluación de programas, debemos tener en cuenta criterios para su elección como: la
sencillez de interpretación, condiciones de aplicación poco restrictivas, ya que el análisis
de los datos es un proceso abierto, cíclico e interactivo, los resultados de los análisis
preliminares condicionan los siguientes y así sucesivamente, a menudo modificando las
previsiones iníciales. Muchas veces se realizan evaluaciones externas, las condiciones
con frecuencia aconsejan un enfoque mixto.
Por lo tanto, una vez que se ha realizado la recopilación y registro de datos, estos deben
someterse a un proceso de análisis o examen crítico que permita precisar las causas que
llevaron a tomar la decisión de emprender el estudio y ponderar las posibles alternativas
de acción para su efectiva atención.
EL INFORME DE EVALUACIÓN
Para resolver este punto, se debe iniciar con la diferenciación entre difusión y
comunicación, pues de ésta, se definirá el tipo de informe a presentar. La primera hace
referencia a la socialización de la información generada dirigiéndose a investigadores del
ramo, es decir, incluye la publicación de artículos científicos en revistas especializadas,
presentación de los resultados en coloquios, conferencias, reuniones técnicas. Y la
comunicación, debe estar dirigida a los clientes, es decir, a los usuarios de la información,
por ejemplo, la escuela que es la interesada en iniciar o mejorar sus procesos de gestión
de calidad. La segunda, hace referencia a presentar los datos de tal forma que los
usuarios puedan entenderla y apropiarse de ella, para tal fin, es necesario que el
investigador recurra a elementos visuales como gráficas, esquemas, diagramas de flujo,
etc. dando especial énfasis en los datos que arrojan luz sobre las áreas que pueden
mejorarse. Este informe debe tener la capacidad de generar consensos, verificar criterios,
sumar voluntades y ser un recurso que fomente el trabajo colaborativo y de pie a un plan
de mejora que sea rector del desarrollo participativo de la institución hacia la calidad
educativa.
El plan de mejora es la ruta de acción que dará orientación sobre el quehacer escolar en
instituciones que se rijan por estándares de calidad, también es considerado un plan de
seguimiento, donde la evaluación vuelve a tomar auge para moderar, corregir y ajustar la
planificación de acciones.
Un plan de mejora es un proyecto, que por definición debe existir físicamente y estar
disponible para todos y, además exige ser socializado y apropiado por todos los
interesados. Debe segmentarse por prioridades o subproyectos programados en tiempo
y espacio, asignando recursos para su realización, donde identifica áreas de oportunidad
claramente, las cuales deben derivar en el planteamiento de objetivos y metas, las cuales
a su vez, deben traducirse en acciones concretas para cada fase. También es necesario
establecer indicadores de logro que servirán para medir el avance que se obtenga en
cada objetivo planteado previamente y que además sirvan para emitir juicios de valor
respecto al impacto de cada acción.
Para lograr una efectiva toma de decisiones se requiere de una selección racional, para
lo que primero se debe aclarar el objetivo que se quiere alcanzar; eso sí, se deben tener
en cuenta varias alternativas, evaluando cada una de sus ventajas, limitaciones y
adoptando la que se considere más apropiada para conseguir el objetivo propuesto.
Tomar la decisión es el primer paso para elegir un plan de acción; es por esto que como
directivos es continuamente decidir qué hacer, delegar su realización a quienes
consideremos más capacitados para ello, justificar para que debe hacerse, cuando debe
hacerse y así lograr la optimización. También se debe tener en cuenta el trabajo en
equipo para la toma de decisiones, ya que se tiene el concepto y la visión de varias
personas para llegar a la más óptima; aunque para conformar estos equipos se deben
tener en cuenta las capacidades, el compromiso y la responsabilidad de cada uno de los
integrantes, para así lograr ser un verdadero equipo de trabajo.
Pueden ser de muchos tipos: organizativas, curriculares, etc., en concreto las medidas
del plan deben tener como objetivo la mejora del rendimiento del alumnado y la
disminución del fracaso escolar a la par que se mejora en excelencia, por eso también
permite que las instituciones educativas respondan de forma adecuada y oportuna, a las
necesidades y problemáticas que considera prioritarias y estratégicas.
CONCLUSIONES