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IL. Poesia Martin Prieto y Daniel Gareia Helder Boceto N* 2 para un ... de la poesia argentina actual Martin Prieto y Daniel Garcia Helder is es demasiado grande, el continente es més grande todavia y el idioma casi no conoce limites. Si un panora: ma-de-Ia-poesia-argentina-actuall fuera factible, el mismo podria 0 deberia incluir, sin entrar en demasiadas justifT- caciones, por ejemplo, el poema “Bancarrota” de un ma drileno ignoto residente en Woodstock, Estalos Unidos, Después del panel de poesia, leyeron sus poemas Juana Bignozzi y Aldo Oliva. Marylin Contardi leyé una tra- duccién de Anna Ajmdtove. smo, es capar de escribir oe quien, deponiendo todo cas como un Latinoamericano Se acabs ta literatura acabaron Jos suefios de grandeza, Y nacié un nueva suet: comprar a enkito. Podria contener, ademés, letras de un cantante pop francés ijo de republicanos espaioles, que apenas aterrizado en Bogoté pareciera encontrarse mejor dotado que la mayoria de los nativos para pescar al vuclo la aliteracién franca, ka rr ‘ima incidental y hasta para intervenir en ta morfologia de las palabras, todo sin perder de vista ta accion ni las cir- ‘eunstancias politicas: Et de ls rebaja baja del tax, Jos tos, Ia tra, el basuco y la mentira esta ciodad es la propriedad del Sefor Matanza, sa olla, esa mina. y exa finca y eve mar. se pacamilitar, son proprisdad del Seor Matanza. Depende de cun amplio, ambicioso, estricto 0 caprichoso se pretenda el panorama, Casi siempre son de orden pric- tico las razones que llevan a adoptar e! lugar de nacimien- to ylo residencia prolongada como criterios de restricci6n, ‘modalidad de los concursos municipales que los eriticos segvimos sOlo por falta de recursos (tiempo, dinero, etc.) Ninguna antologfa latinoamericana de poesfa nacional de la primera mitad del siglo podria dejar afuera a Ruben Dario, asi como ninguna de la segunda podria hacer 10 mismo con Cesar Vallejo —eso para no cntrar cn debate sobre las diversas recepciones que han tenido en cada pas las obras de Neruda, Borges, Nicanor Parra, Octavio Paz, Lezama Lima, Alejandra Pizamik, Gelman y otros. Exue- mando el razonamicnto, fragmentariamentc expucsto, 0 hhabria diferencia esencial, lingiistica 0 psicoldgica que impida reunir, ensayando nuevos conjuntos y subconjun 10s, los versos de un mexicano que intenta recuperar, des- ‘de Barcelona, las palabras de su tribu: En ef anafre tronaban los “coos” y Tae varas meticulosamente extraidos del huato de mots.. y el haiku de una portelia de veintipico que vive en Ho- Janda casada con un holandés, tres versos en los que con- sigue aislar, de un cierto cémulo de cxirafieza, no un pol der, no un Rembrandt, no un tulipan ni un coffee-shop, sino apenas Un pusblo cuyo nombre quiere decir Hay poctas recientes haciendo espaol en todas partes del mundo, incluidos varios argentines: Edgardo Dobry (Rosario, 1962) en Barcelona, Fabian Iriarte (Laprida, 1963) en Texas, Carlos Basuakdo (Rosario, 1964) en Nueva York, Femando Rosenberg (Bucos Aires, 1965) en Maryland, ‘Alejandra Zsir (Buenos Aires, 1971) en Zwolle, Holanda, etc. Casi no existen razones, como dijimos, mds alld de las pricticas, para detener el panorama en las fronteras, juste ‘mente hacia la cual y desde Ia cual tiende a irradiarse, en condiciones naturales, todo lo bueno, {nucifera y real que porta Ia lengua, ‘Sin embargo, la logica indica hablar de lo que mejor se conoce, que coincide Kégicamente con lo que csié més cerca, a nuestro alrededor, formando un cfrcuto de anima cin familiar multiforme uno de cuyos centros en despla- zamiento y contraccion venimos a ser caxla uno Ge. NOS tues. Por lo tanto, vamos a circunscribir la extension de nuestras consideraciones ciertos motives temtico-for- ales en las obras de unos cuanios autores nuevos, en su mayorfa residentes en Capital Federal, & los que lamare= mos por comodidad “poctas del 90" 0 “poctas recientes ¥ euyos aos de nacimiento oseilan, con varias excepeio- nes, entre 1964 y 1972. ‘La macsirfa tecnica no convencional que asombra en Jos mejores de ellos, mds los reflejos para aprchender los signos del presente, o si se prefiere de la actualidad, ex- plica lo poco inclinagos que se los nota a entablar con la historia fteraria una relacisn orginica y de largo aleance. Excepeiones: los “goliardos” de Bahia Blanca Sergio Rai mondi (1968) y Marcelo Diaz (1965): el cordobés Silvio Mattoni (1969), autor de Rizancio y Tres poemas dramé- ticos, de 1994 y 1995: y, puradigméticamente, Charly Fei- Jing (Rosario, 1961-Buenios Aires, 1997): su Amor a Ro- ‘ma, publicado con retardo en 1995. es sin duda un ejemplo muy bueno de cuanto rindé a un poeta hallar un punto de intersecciOn entre sincronia y diacronia, aunque més no sea para repetit, de mil diversas maneras, ars longa, vita brevis, Bésicamente sincrénicos, no extrafla que el libro de Feiling no tenga entre los poets del 90 los admiradores que merece por cada una de sus estrofas: ‘Territorio del edincer fueron luego Jos huesos, la sangre, las pelotas, cuanto aleanza tun médioo @ punzar buscando gruesos pecados en la came con yor medir su lanza A una tipica y dilatada ligazén con el pasado literari, prefieren tuna corta, intensa, heterodoxa, no predetermina- da. esporidica Son poctas de Ia sineronfa. Ya no preten- den tener, 0 no se conforman con tener, una conciencia acabada de la poesia universal, como los poctas de las, ‘gencraciones anteriores. Su coeficiente artistico no deberd medirse, por lo tanto, por su nivel cultural ni por el largo de sus raices en la tradicién, sino més bien por sa grado de aprebension del Zeitgeist y su capacidad de wransfor- marlo en arte concreio: versos, estrofas, imigenes, esce- nas, delirios, Su envergadura y la de sus obras tendréi mo- nos que ver con la ammbicién de universalidad y el peestigio {dc los tépicos en juego, que con la rapacidad, el criterio y a maestria con que sean caplados, digeridos y dispuestos ‘en un todo coherente 1a mayor cantidad posible de rasgos aislados de sistemas literarios y series discursivas diver gomtes. Un signo de 7 ensarta la leche Cindor de Patio Cruz ‘Aguirre (Puerto Belgrano, 1970), la “boca lena de ver- jguenza y polvo odex de Dario Homs (sic, Rosario, 1965, también autor de esia breve ante-postica: “zqué tan poeta ceres?/ ;qué tan pop?"), el “voxtka con cepita” y cl “vodka con sprite” de Martin Gambarotta (Buenos Aires, 1968), cliiclado Conogol de Femando Motte (ucncs Arcs, 1968) que chorrea sobre 1s lon, los Donuts y chicles Bubaloos de Marina Mariasch (Buenos Aires, 1973), ete. .Qué sig- nifican estas notas, tocadas con los dedos pegajosos? ,Un capricho? {Son poriadoras de algo © estén vacias? (Su prosiiquismo es innato? Pareciera. Si suena descarado, 1 por contraste con el ucademicismo o ef esmerado buen gusto de otras notas vigentes en la pocsfa argentina, dejan- do de lado las que estin directamente amortizadlas: ejem- plos ad libitum. EL pocta del 90 se aproxima tan ligero —tan répido y despojado— a los hechos y las cosas, a los fenémenos y los entes, que el insight metafisico sobreviene en sus ver~ 303 con mayor frecuencia que en los del pocta de preten- siones metafisicas. Porque, hasta cwindo se le va a seguir otorgando credibilidad a esas proposiciones pseudofilos6- ficas que la mayoria de las veces son adaptacién de un lugar comin prestigioso, cuando no infundios especial- ‘mente adomados para los aficionados a la “poesia en. ge eral”? Tiene raz6n Nabokov: “El poshlust (lo vulgar, 1o fitil] no es slo aquello de segunda, sino también lo fal- samente importante, lo falsamente inteligente, fo falsamente atractivo”. Auténticamente vulgar —mal podria disimular- Jo, Santiago Vega (Quilmes, 1973) nos detalla con sen- timiento la suente corrida por su sustancka mucosa: En el semicirculo de 1a mafana bajo suave, lorando, la rampa de la Terminal y et moco me cuelga y se mezela con el gustito a duke de leche de alfajores guaymalién Esta clase de referencias, que al principio pucde resultar ‘molesta, supone un grado de participacién en lo real y en Jo actual que diffcitmente ninguna intuicién de formas in- teligibles es capaz de alcanzar. Y es justamente en esa futilidad de la materia significante donde se eifra lo pasa jero, el instante; en esas notas por demas de simples es donde habrfa que buscar, antes que cn las tentativas de infinitud, el caricter ontol6gico de la poesta, El ser no est mis alld de las cosas, parécen repetir los poctas del 90; s6lo se hace tangible en ellas y la prueba se reduce a a fruicién de esos “edos que sélo las ehicas saben meter aplastando Bubaloos”, sega Marina Mariasch. Su negati- vaa efecuar cualquier tipo de abstraccién, a sacar ningu- na conclusisn, es explicitada cada vez que st puede, co- mo en “Escupiiajos”, de Manuel Alemian (Bucnos Aires, 1966): Asi como todos el rho escupis. Y no escupié bronca ni desprecio, escupi6 moce y saliva. (Nada mis.) Lo insubstancial, lo perecedero, la modalidad ontol6gi- ‘ca més actual, los productos alimenticios, las marcas y las. ‘modas efimeras. Fl tiempo de la poesfa argentina de los 90 es el presente, ni el pasado ni, menos aiin, ¢] futuro. Ha- bra que contabilizar las veses que aparece cen sus poemas las locuciones “presente puro” y “puro presente”; por el momento recordamos dos: en Roxana Pica (La Plata, 1962) y en Carlos Martin Egufa (Castelli, 1964). La percepcién ‘ocupa un lugar de preferencia por encima de la memoria cién, aunque las formas de absiraccién no desa- ‘Todo To que a2 pueke forma una fail Fabisn Casas (Buenos Aires, 1965), La vacuidad que cireunscribe Jo que 4 medias se acentiia CM. Eguia, Hay un pensamicnto que tiberar pero no hay mundo, existe un logar fuera de uno pero no el mundo Maria Medrano (Buenos Aires, 1971) No ex gue leamos mal los signos, 65 que las coms no son signos Lanna Wittner (Bucnos Aires, 1967), La vids es fascista ‘Santiago Llach (Rosario, 1972), Lo real no se parece a nada Eduardo Aibinder (Banfield, 1969), Todo lo verde se hace fo Gabriela Bejerman (Buenos Aires, 1973), etc. Que ef tiempo presente corresponda al realismo no debe llevar a pensar que los poctss del 90 sean, sin mds, ralis- tas, objetivos o referenciales: lo son, aunque en un sentido muy amplio e iregular, a exttica realista seria menos una serie orginica de requisitos que una lista de licencias y comodidades, cuando no una condicién perdida, segiin se infiere del “Romance” de Alejandro Rubio (Buenos Aires, 1967): El cronista de Crénica en su dia franco teclea: porque el realismo social nos aps, os trai como a turados, y para realismo magico, buen, en fin, mejor ol de Tropicana: es mejor. més real, visceral. Tropos y pathos en la entrada se ignoran, semblaniean. Los poctas del 90 son idcograméticos. Se ajustan al ‘caso, se basan en To que conocen, pero sin la pretensién de star reflejando lo que ven; més bicn copian Ie que tienen cn la cabeza, sin aducirlo a un Lenguaje elevado, 0 en todo caso rebajindolo: Juan Desiderio (Bucnos Aires, 1963) se iraga las “s” y en general practica una tanscripcion fonstica del habla juvenil portetta: Rosana Formfa (La Fran- cia, Cérdoba, 1969) pasa a letras de mold las cartas de un padre semianalfabeto sin tocarle ni un dpice la ortografia: Santiago Vega escribe a los brochazos, aproximativamen- te: donde dice “Ia mirada increible de todas los vendedo- res” deberia decir “la mirada incrédula..." (pero 10 asiste la retérica, y Ia errata deviene hipilage). Casi nunca recu- rren al vicio estetizante del coloqaiatismo,* a lo sumo so- 15

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