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Trabajo Academico Neuropsicologia
Trabajo Academico Neuropsicologia
NEUROPSICOLOGIA
NP01
Código: 050137808
OPE- AYACUCHO
TRABAJO ACADEMICO
DESARROLLO HISTORICO DE LA NEUROPSICOLOGIA
LOS EGIPCIOS
La civilización del antiguo Egipto abarca un larguísimo período de casi tres milenios, y
es el ejemplo de mayor interés de las llamadas culturas arcaicas pretécnicas. Los
papiros representan la principal fuente de información de la actividad médica. Existen
catorce papiros médicos, en diferente estado de conservación; la mayoría pertenecen
al Imperio Medio pero su contenido se refiere con frecuencia al Imperio Antiguo (época
de las pirámides). Son tratados prácticos con escasa explicación patológica (un
primitivo humoralismo ‘fluvial’, por donde fluyen diversos entes malignos) dentro de un
sistema mágico-religioso. Las observaciones empíricas que se refieren a
enfermedades o disfunciones del sistema nervioso, aunque no muy abundantes,
merecen en nuestra opinión esta sumaria revisión. Los remedios contra la jaqueca
(‘mal que afecta a media cabeza’), ocupan un amplio capítulo del único papiro
completo y el mejor conservado, el papiro Ebers. La demencia (‘el deterioro de la
edad’), las convulsiones y la tetania están fugazmente presentes en diversos papiros.
Es en la descripción minuciosa de las manifestaciones clínicas de los traumatismos
craneales y vertebrales, y la valoración ordenada de su gravedad, presente en el
papiro de Edwin Smith, donde la neurología egipcia faraónica alcanza su mayor
interés
Los egipcios respecto al sistema nervioso, trataron desde las cefaleas hasta las
trepanaciones craneales , las dos puntas de un complicado conocimiento. Para una
fractura de cráneo recomendaban construir unas grandes pinzas de madera,
almohadilladas, a fin de sujetar la cabeza del herido, a quien colocaban sentado,
completamente inmóvil entre dos apoyos hasta que se advierta la curación. Conocían
la relación entre cerebro y músculo porque estaban bien enterados de las funciones
del cerebro conocían el mecanismo de funcionamiento de los movimientos de los
diferentes miembros que dependen del funcionamiento de los hemisferios cerebrales
del lado opuesto.
Elliot Smith, profesor en El Cairo, estudió unos 15.000 cráneos egipcios y no halló
signos de trepanación. Se han encontrado algunos cráneos trepanados procedentes
del Antiguo Egipto, pero en menor número que en otros pueblos. Por ejemplo,
Hrdlicka, antropólogo checo, encontró un cráneo egipcio con signos de trepanación,
acerca del cual informó el egiptólogo James Breasted, y en el Museo de Anatomía
Kars El-Eini, de la Universidad de El Cairo, se conservan tres cráneos de los tiempos
faraónicos con trepanaciones y signos de supervivencia.
LOS GRIEGOS
Corrigió a Erasístrato y Herófilo, quienes pensaban que por las arterias corría aire,
cuando Galeno dedujo que lo que corría era sangre. Descubrió diferencias
estructurales entre venas y arterias; observó, analizó y explicó la estructura de las
válvulas del corazón. Descubrió diversas enfermedades infecciosas como la peste y su
propagación. Mencionó la gran importancia a los métodos de conservación y
preparación de fármacos, base de la actual farmacia galénica, mencionado en sus
libros con gran énfasis.
LEONARDO DE VINCI
Pero el trabajo de F.J. Gall importa por haber sido el primero en la historia de la
psicología en hacer una aproximación empírica, tanto de la naturaleza de las
facultades mentales como de sus localizaciones en el cerebro
En una de sus obras, señala Gall que desde muy joven le había extrañado el hecho de
que si los fisiólogos eran capaces de dividir cualquier función del organismo en
numerosas partes que localizaban en distintos lugares del mismo, por ejemplo la
digestión, circulación sanguínea, etc., ¿cómo era posible que no tuviera la mente el
mismo trato? Estaba entonces convencido de que la mente era el resultado de
distintas funciones, las cuales deberían tener que ver con el funcionamiento cerebral.
Gall sostenía que el cráneo refleja el crecimiento de las zonas cerebrales. Por tanto,
midiendo el cráneo se pueden conocer datos mentales. Estas dos últimas afirmaciones
son, decíamos antes, corolario de la tesis fundamental, la división de la mente en
distintas funciones localizadas en partes diferentes del cerebro, pero fueron las más
populares y dieron lugar a la cranioscopia, y con ella se identificó a la frenología.
Después de examinar el cráneo de delincuentes, lunáticos y ciudadanos normales,
Gall dividió el cerebro en 37 regiones. Asignó rasgos clave del carácter, como la
firmeza, la autoestima y el amor paterno, a la parte superior, y la reserva y la cautela, a
un lado del cráneo. Gall sustentaba la teoría de que las protuberancias craneales
reflejaban el crecimiento, y, por lo tanto, el mayor desarrollo de diversas partes del
cerebro. Sin embargo, la creencia de que se podía “leer en alguien como en un libro”
con base en los contornos craneales provenía de un grave error de anatomía que sólo
más tarde saldría a luz gracias a algunos descubrimientos como el del líquido
cefalorraquídeo por parte del médico francés Francois Magendie ocurrió en 1828, el
mismo año en que murió Gall.
Aunque no es fácil estar seguros de esta deducción, tampoco hay otra forma de saber
cómo esta área interviene en la cognición; en gran medida porque se sabe igualmente
que otras áreas corticales intervienen en la misma operación, y porque estas misma
área cortical interviene en otras formas de actividad psíquica, como son las verbales,
por ejemplo. Más aún, cuando el desorden psíquico causado por una lesión focal es
en extremo complejo, la inversión explicativa es todavía más difícil. Por ejemplo,
basados en la constatación de que las lesiones de los lóbulos frontales producen
diversas alteraciones psíquicas, se han atribuido a la corteza pre frontal no menos de
quince funciones, y no hay acuerdo acerca de cuál es la fundamental o simplemente la
principal.
Antes del desarrollo de esta fuerte corriente localizacionista, Flourens parece que
tuvo suficiente argumento como para oponerse a las ideas de Gall. A partir de sus
experimentos, pudo sostener que el cerebro funciona como una totalidad; un punto de
vista que fue reforzado por Lashley ya en este siglo, y se ha mantenido sobre todo en
psicología y psiquiatría, por lo menos hasta la introducción de las explicaciones
neuroquímicas de las enfermedades mentales. Lógicamente que no han faltado las
concepciones intermedias.
Sin embargo, su problema sigue siendo cómo explicar la mente como función del
cerebro. Inclusive sin decidir si la mente es el cerebro o si la mente es función del
cerebro, aún no saben explicar si la mente es una función globalizada de todo el
cerebro, o es la suma de las funciones de cada una de sus partes relativamente
autónomas.
2.1 BROCA
La era moderna del estudio de la relación entre cerebro y conducta empezó a mitad
del siglo XIX con Paul Broca con la presentación, el 18 de abril de 1861, de la célebre
comunicación en la sociedad de Antropología de París, sobre un paciente que había
perdido el lenguaje y que únicamente era capaz de pronunciar la expresión /tan/ /tan/.
Paul Broca fue cirujano, neurólogo y antropólogo, una de las figuras más prominentes
de la medicina y de la antropología del siglo XIX. Realizó importantes trabajos en el
estudio del cáncer y en el tratamiento de aneurismas, así como una contribución
esencial a la comprensión de los orígenes de la afasia.
Broca fue un hombre brillante y apasionado, con una ferviente dedicación al tra-
tamiento médico de las capas sociales más míseras. Fue fundador de la moderna
cirugía cerebral. También se dedicó al estudio de la mortalidad infantil. En 1848 fundó
una sociedad de “librepensadores” y fue uno de los pocos científicos franceses que
mostraron adhesión a la tesis darwiniana de la evolución a través de la selección
natural entre especies. Se le atribuye a Broca la afirmación de que “prefiero ser un
mono transformado que un hijo degenerado de Adán”. Fue denunciado por
“materialismo” y por corruptor de la juventud, como lo fuera siglos antes Sócrates.
Puso al descubierto que dicha zona del cerebro controlaba la emisión articulada del
lenguaje. El área de Broca fue uno de los primeros descubrimientos en evidenciar la
separación de funciones existentes entre ambos hemisferios cerebrales. Y fue una de
las primeras pruebas sólidas de la existencia de funciones cerebrales específicas
localizadas en zonas precisas del cerebro, y de que existía una conexión entre la
anatomía cerebral y sus diferentes actividades concretas.
Paul Broca falleció en 1880, quizá a causa de un tipo de aneurisma. Durante el siglo
XIX la afasia y las alteraciones de la lectura y la escritura recibieron mucha atención,
aunque la rehabilitación para estas condiciones no fue intentada hasta el siglo XX.
2.2 WERNICKE
Wernicke también formuló una teoría general sobre la afasia que proponía la relación
entre cada uno de los componentes del lenguaje y un área cerebral determinada.
Según él, la afasia afectaba sólo al lenguaje aunque pudieran presentarse
determinados síntomas asociados. El modelo permitía predecir la posible existencia de
cuadros que no se habían advertido y que dependían de la zona en la que se
encontrara la lesión: afasias centrales, si se hallaba en alguno de los centros del
lenguaje; afasias de conducción, si lo hacía a lo largo de las vías de conexión entre
ambos centros. Este modelo asociacionista tuvo mucho éxito entre los investigadores
del momento. Posteriormente Lichteim, basándose en Wernicke, desarrolló un
esquema de funcionamiento cerebral con tres centros diferentes para el lenguaje con
sus conexiones correspondientes: centro motor de la palabra, centro auditivo de la
palabra y centro de elaboración de los conceptos.
El modelo del lenguaje que Wernicke basó en el arco fisiológico reflejo, sirvió de
paradigma para todos los procesos psicológicos y para elaborar una teoría general de
los desórdenes mentales. Sus discípulos Liepmann y Lissauer, por ejemplo, aplicaron
este modelo para describir y también explicar la apraxia y la agnosia.
Entre 1881 y 1883 publicó los tres tomos de su Lehrbuch der Gehirnkrankheiten
(Tratado de las Enfermedades del Cerebro). Esta obra incluye un buen número de
descripciones anatómicas, patológicas y clínicas originales. En 1900, siendo ya
profesor de psiquiatría en Breslau, se editó su Grundriss der Psychiatrie in Klinischen
Vorlesungen (Compendio de Psiquiatría en clases clínicas). Esta obra tuvo profundas
repercusiones en su época. Nissl (1860-1919) la consideró muy importante, mientras
que Kraepelin la calificó como "anatomía especulativa". Jaspers (1883-1969) también
tuvo sus reparos en aceptarla, pero situó a Wernicke junto a Freud, como ejemplo de
polos opuestos en las teorías psiquiátricas de su época.
Luria, que se planteó junto a Vygotski las principales cuestiones sobre organización
cerebral de los procesos psicológicos superiores, continuó buscando soluciones a
problemas que tenía planteados la neurología clásica. Por una parte, aunque el mismo
Vygotski tenía dudas al respecto, los procesos superiores no podían estar localizados
en el córtex cerebral de igual modo que lo estaban los procesos elementales,
sensoriales y motores. Luria consideró que, para explicar el modo distintivo de
localización de tales procesos superiores se necesitaba recurrir al principio de
organización, mucho más complejo, de los sistemas funcionales. La segunda cuestión,
nueva e introducida por Vygotski, era el cambio con el desarrollo del papel
desempeñado por ciertas regiones cerebrales en la organización de los procesos
psicológicos superiores. Determinadas zonas que controlan procesos más elementales
(áreas primarias) tienen un papel más determinante en edades tempranas, porque los
sistemas funcionales se irán formando a partir de esas zonas. En niños pequeños,
como los efectos de una lesión van hacia arriba, se detendría el desarrollo de las
áreas superiores.
Dos son las grandes influencias que recibe Luria cuando se refiere a la organización
funcional del cerebro humano, a la que caracteriza de sistémico-dinámica. Su carácter
sistémico le viene a la neuropsicología de Luria de la decisiva influencia del
neurofisiólogo ruso Anojin, con su teoría de los sistemas funcionales. En la concepción
dinámica de la organización del cerebro influye Vygotski, sobre todo en lo que se
refiere a los cambios que ocurren en la formación de los sistemas funcionales a
medida que avanza el desarrollo. En este punto, nos interesa resaltar sobre todo la
formación de los sistemas funcionales que sirven al aprendizaje del lenguaje escrito.
Función
Localización
Síntoma
“Para poder progresar desde el establecimiento del síntoma (pérdida de una función dada)
hasta la localización de la actividad mental correspondiente, queda aún mucho camino por
hacer. Su parte más importante es el detallado análisis psicológico de la estructura de la
enfermedad y la elucidación de las causas inmediatas del colapso del sistema funcional, o, en
otras palabras, una cualificación detallada del sistema observado”
Su influencia en la Neuropsicología
Planteo que una de las diferencias más notables entre animales y humanos, es que la
inmensa proporción de los conocimientos que poseen los últimos, son asimilados
gracias a la experiencia histórica- social de la humanidad. Por ello, no concibe la
actividad cerebral y la dinámica psíquica, como un conjunto de actividades electro-
químicas, sino más bien, como resultado de la práctica social que todas las personas
afrontamos.
Luria fue uno de los pioneros en el desarrollo del área de la neuropsicología (1960).
Buscó complementar un análisis neurológico de los procesos psíquicos primarios
(sensación, movimiento y reflejos), ampliamente estudiados por los neurólogos
contemporáneos, con el estudio de las funciones superiores cerebrales (gnosis, habla
y pensamiento), que observadas a través de las praxias de los sujetos, podían
evidenciar el perfecto funcionamiento cerebral o sus posibles daños .
Luria entiende, que los procesos psíquicos superiores “son funciones de todo el
cerebro y que el trabajo de la corteza cerebral solamente puede observarse en
estrecha ligazón con el análisis de los aparatos nerviosos más bajos” . El conjunto de
funciones, no sólo tienen relación con la localización de ellas en lugares específicos
del cerebro, sino que también, con la dinámica funcional total del mismo. Así, se puede
hablar de un sistema funcional psíquico complejo y plástico, donde una función, por
ejemplo la visual , no sólo se produce en el lóbulo occipital, sino que también los
lóbulos temporales, disponen de más de una veintena de áreas visuales accesorias
que pueden ponerse en funcionamiento, a partir de la potenciación impulsada por el
mundo exterior, por pertenecer a la misma sede funcional.
Los alcances de los planteamientos teóricos de Luria, claramente, son cimiento de las
prácticas neuropsicológicas actuales, planteando el desafío tanto, para el terapeuta
como para el paciente: lograr la recuperación de la salud mental a pesar de los daños
orgánicos posibles.
IV.- CONCLUSIONES
Por todo lo visto y leído podemos definir a la neuropsicología de hoy en dia como una
ciencia de confluencia de diversas ramas de investigación, como la lingüística, la
antropología, la psiquiatría, la psicología y muy especialmente, las neurociencias, con
su intención por establecer correlaciones entre mecanismos neurológicos y actividades
motrices, perceptuales y mentales. Del mismo modo, vemos que participa de los
adelantos de la psicología y las ciencias cognitivas en cuanto a la comprencion de las
operaciones mentales que es capaz de realizar el sistema nervioso en términos
generales hemos podido ver como atravez del tiempo se han ido formando estos
nuevos conceptos y objetivos principales de la neuropsicología que en la actualidad,
se podrían dividir en tres niveles:
Desde el punto de vista clínico, vemos como se ha podido llegar a mejorar el diseño
de procedimientos o baterías de diagnostico de daño cerebral,
A nivel teórico, se ha establecido una correlacion mas integral entre las areas
cerebrales que subyacen a las funciones psicológicas y
También podemos ver la necesidad de que exista una orientación clínica que
favorezca cada vez más el accionar diagnóstico neuropsicológico en los terapeutas,
que no solamente lo reduzcan a la estructura o topografía cerebral, sino que aumenten
el saber científico encaminado hacia la función. O sea, vista esta como sinónimo de la
“actividad” que realiza el individuo orientado hacia un fin, propósitos, u objetivos que
devienen de necesidades por satisfacer cargadas de gran contenido emocional que
predominan en la forma de expresión y autorregulación personal del ser humano.
V.- BIBLIOGRAFIA
Hécaen H. & Albert M.L. (1978). Human Neuropsychology. Wiley, Nueva York: Wiley.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/barbacid.htm