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UNIDAD 1: M.a.

El proceso de industrialización que atraviesa Europa a fines del siglo 19 genera oferta de productos manufacturados, demanda
de materias primas y excedentes de capitales en busca de mejores márgenes de ganancia. Argentina, como otros países que
ante la necesidad de mano de obra ofrecen salarios altos, recibe gran cantidad de inmigrantes expulsados de algunas zonas del
viejo continente (Europa) que sufren exceso de población, desocupación y hambrunas.
América Latina se reacomoda en el nuevo mercado mundial, y Argentina se incorpora como una de las principales productoras
de alimentos y materias primas.
La reorientación genera un nuevo patrón económico: el modelo agroexportador. Este modelo se basa en la exportación de carnes
y granos producidos a partir de la explotación extensiva de la tierra, que necesita de capitales externos para inversiones y la
incorporación de mano de obra inmigrante.
Argentina cuenta con millones de hectáreas incorporadas a la fuerza como resultado de las campañas de ocupación de los
territorios de pueblos y comunidades indígenas.
La expansión de la frontera agrícola, el desarrollo del sistema ferroviario, el alambrado de los campos y la llegada masiva de
inmigrantes para solucionar la escasez de mano de obra, permiten la puesta en producción de millones de hectáreas. En 16 años
se pasa de 200mil hectáreas dedicadas al trigo a 1.600.000
El estado nacional emite bonos sobre los que paga intereses mayores a los europeos, de esta manera busca atraer capitales
financieros extranjeros y utiliza esos prestamos para consolidar su aparato burocrático y militar. La gran mayoría del capital
invertido es de origen británico dado que Gran Bretaña es la principal potencia económica mundial.
Los capitales ingleses invierten en la construcción de puertos y líneas férreas para favorecer la exportación de productos
agropecuarios y la introducción de manufacturas. Desde la década de 1850, en Argentina, comienza a desarrollarse la
producción agrícola a partir del proceso de colonización, que consiste en el loteo de tierras en parcelas de un tamaño rentable
para la producción basada en la mano de obra familiar.
Los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos y los empresarios colonizadores privados garantizaban el asentamiento de extranjeros y
ofrecían facilidades de crédito para pagar la tierra y capital a través de instrumentos e insumos de labranza como arados y
asadas. Con la llegada de inmigrantes se desarrolló la producción agrícola en la zona norte de la región pampeana, en el centro y
sur de Santa Fe y en el sudeste de Córdoba. El resultado mas inmediato de la colonización es hacia la década de 1870, el inicio
de las exportaciones de trigo y maíz. Para 1890, el crecimiento económico y la capacidad de consumo entraron en crisis,
provocando así el cierre de muchos bancos, la consecuente pérdida de los depósitos y la bancarrota del Estado Nacional. La crisis
del 90 tiene un duro impacto sobre los colonos que pagan las hipotecas de sus parcelas, los dos grupos más numerosos y
vulnerables son, por un lado, los pequeños arrendatarios que explotan la tierra en base a la mano de obra familiar y, por otro
lado, los llamados braseros que son peones y jornaleros, empleados como mano de obra en la cosecha ante la demanda de
brazos.
A la producción agrícola se le sumó la actividad ganadera y así el modelo agroexportador obtuvo gran dinamismo con la estancia
mixta, donde se alternan actividades agrícolas con la cría de ganado. Este sistema sumado a las fuertes inversiones,
principalmente de origen europeo, colocaron a Argentina en condiciones de satisfacer la demanda de países como Gran Bretaña,
Alemania, Bélgica, Francia y Suiza. El sistema productivo generó una estructura en la que sector agrario fue tan fuerte que se
convierte en la clave del modelo económico
Con la importación de sementales (animal macho que se destina a la reproducción) que producen más kilos de carne en menos
tiempo, se perfeccionan las razas ganaderas según el gusto de los diferentes mercados que las consumen. El grupo de
productores dedicados al ganado refinado dividido entre criadores y los que engordan a los animales conocidos como
invernadores, se consolida. Los invernadores, por su posición de intermediarios, son quienes fijan el precio en el mercado de la
carne.
Hasta fines del siglo 19, el ganado se exporta en pie, es decir, vivo. Pero a principios del siglo 20, comienza la exportación de
carne congelada y luego enfriada. La aparición del frigorífico es decisiva en el crecimiento de las exportaciones de carne que
también quedan en poder extranjero, primero, en manos británicas, Las Palmas y Smithfield, y más tarde, en manos
norteamericanas, como Swift y Armour. Aunque también algunos frigoríficos como Sansinena y La Negra que eran de capital
nacional. El progreso económico para abastecer el creciente mercado alcanza a la provincia de Mendoza con la industria del vino.
Y a Tucumán, Jujuy, Salta y Sgo. Del Estero con la caña de azúcar. El estado, a través de tarifas aduaneras a la importación,
protegió estas actividades productivas, alienta y garantiza obras de infraestructura que permiten conectar a las regiones
productoras con los mercados consumidores.
El desarrollo del ferrocarril permite la integración de las diferentes regiones del país, facilita la llegada de la mano de obra
necesaria de las mercaderías de consumo para la población en crecimiento y posibilita el aumento de la exportación de los
diferentes productos. Es Gran Bretaña quien domina el negocio de los ferrocarriles. La expansión de la red ferroviaria es
vertiginosa, pasa de 9.400km en 1890 a casi 34.000km en 1914.
En la región pampeana, corazón del modelo agroexportador, comienzan los conflictos por la explotación impuesta a los
trabajadores: bajos salarios, extensas jornadas laborales y excesivos cánones de arrendamiento de las tierras, chocan con la
idea promovida por el gobierno y los terratenientes, de que se vive un desarrollo social armónico. La alta movilidad de la mano
de obra en épocas de poco trabajo en el campo traslada los conflictos a las ciudades.
Entre 1901 y 1904 se realizan varias huelgas protagonizadas por peones de la región pampeana, asalariados del sector cañero
del noroeste y quebracheros de la zona chaqueña. En 1911, la mala cosecha eleva el precio de los granos. Al año siguiente, las
condiciones climáticas favorables permitieron una cosecha récord que provocó la baja del precio de los granos por la abundancia
de oferta. Para los arrendatarios esto significó menos ingresos y grandes dificultades al momento de afrontar el pago de los
elevados cánones de arrendamiento. La situación se vuelve acuciante para los pequeños productores que, a las deudas
originadas por la mala cosecha del año anterior se le sumó la caída de los precios de los granos.
El modelo agroexportador modernizó al país y lo convirtió en uno de los mayores exportadores del mundo pero, al mismo
tiempo, expone a la clase trabajadora a constantes y múltiples situaciones de explotación e injusticia.

LA ECONOMIA ARGENTINA PRIMARIA EXPORTADORA (1860-1930)

La economía argentina entre 1880 y 1930 basa su riqueza fundamentalmente en la estancia: los productos derivados de esta
explotación serán la base del modelo económico subsiguiente.

El modelo agroexportador fue el sistema económico que funcionó en nuestro país entre 1890y 1930 aproximadamente, y que se
sustenta en la exportación de los productos del campo como carne y cereales en grandes cantidades.

Gran bretaña tras la revolución industrial precisa materias primas para sus productos. La demanda de cuero, lana, luego carne y
más tarde cereales para alimentos es tan importante que la actividad agropecuaria se convierte en la mayor fuente de ingresos
del país. Esto es posible, en ese momento, por la adopción del patrón oro. El patrón oro es el sistema en el cual el oro pasa a ser
la moneda de pago internacional. Las monedas de todos los países fijan sus valores en relación con ella, esto permite impulsar el
comercio internacional.

Para poder realmente desplegar el potencial productivo de la región pampeana era necesario crear las condiciones de seguridad
interior, de resolución de los conflictos federales, del conflicto con la provincia de bs as, etc. Esto era indispensable para atraer
los capitales extranjeros y dar condiciones para la inmigración y esto se consuma en 1880 que es un año crucial, porque ahí se
resuelve el problema después de un conflicto con la provincia de bs as, se federaliza Bs Aas como la capital de la republica y se
inicia la primera presidencia de Roca.

Entre 1880 y 1914 llegan a la argentina mas 3 millones de inmigrantes de la Europa mas pobres, son lo que conformaran el
movimiento obrero pero estos inmigrantes traen nuevas ideas: anarquistas, socialistas y generan tensiones en este régimen
político restrictivo.

Uno de los partidos que se plantea integrar a los obreros es el radicalismo, aunque solo desde lo político. En 1912 los
conservadores Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña impulsan la ley de voto masculino, obligatorio y secreto y en las primeras
elecciones libres de 1916, los hijos de los inmigrantes serán los electores del radical Hipólito Yrigoyen. Desde entonces el país no
disponía de mas tierra agrícola que ofrecer a los inmigrantes europeos que comienzan en olas cada vez mas poderosas. Las
condiciones productivas de las tierras, la evolución del mercado y el ferrocarril terminarían por reafirmar la estructura de
latifundistas.

En el siglo 19 hasta el final siglo la lana fue de suma importancia, el lanar en las exportaciones y como incluso el lanar fue
desplazando en varias regiones al ganado vacuno. Después de dicho siglo va a tener importancia significativa los cereales, el
trigo y el lino van a adquirir una relevancia importante dentro de todas las exportaciones de la Argentina, básicamente hasta los
inicios de la Primera Guerra Mundial. Luego, la carne va a recuperar otra vez el valor y la importancia que tenia previamente.

La extranjerización de la economía argentina también se refleja en la presencia del capital extranjero en forma de inversiones.
Los países industrializados, en especial Gran Bretaña y EE. UU., levantan compañías comercializadoras de granos, frigoríficos,
bancos y grandes obras de infraestructura.

El ferrocarril es uno de los proyectos más importantes de estas inversiones. El tendido de las vías en Argentina tiene una
dinámica radial, las cabeceras de todos los ferrocarriles confluyen en Bs As; lo que hacen es comunicar las zonas cerealeras y
productoras de carne con el puerto, desde donde parten los productos hacia Europa, de esta manera la red ferroviaria termina
de consolidar el proceso de concentración económica. Las economías regionales basadas en las artesanías quedan condenadas a
desaparecer frente a la competencia con los productos importados o entran en una profunda crisis.

CARACTERISTICAS DEL MODELO AGROEXPORTADOR

- Una economía basada en los productos del campo: carne y cereales. La unidad productiva es la estancia, una gran
concentración de la propiedad territorial: latifundios.
- Una gran dependencia de la economía argentina respecto del mercado internacional: la extranjerización de la economía
argentina.
- Las inversiones extranjeras en grandes obras publicas
- El tendido del ferrocarril centralizado en el puerto de Bs As.

En esta primera etapa fundada en una explotación primaria de la ganadería, comienza la formación de la estancia, la expansión
territorial, la ocupación del territorio, la demarcación de los limites para poder criar la hacienda. En esa temprana actividad
ganadera se fue sofisticando progresivamente, surge luego el lanar, y más tarde, los cereales en la segunda mitad del siglo 19
que da lugar a una economía fuertemente expansiva de tal manera que la producción inicialmente vinculada al comercio
intencional con algunas perspectivas de desarrollo y acumulación se va realizando inicialmente en esta unidad productiva de la
estancia: la es el espacio que se va formando en el cual los propietarios de la tierra van criando hacienda y van generando una
act que lleva un cierto nivel de transformación como por ej. los saladeros.

El modelo agroexportador parecía exitoso pero tenia limitaciones muy claras, una de ellas era la excesiva dependencia de la
economía respecto del mercado mundial, esto ocasionaba que, ante una crisis internacional Argentina tuviera dificultades para
colocar sus productos agropecuarios porque los países compradores no tenían dinero disponible. Tampoco podía importar los
bienes que necesitaba. Este fenómeno puede observarse en las sucesivas crisis internacionales que afectaron al país: en 1874,
1914, 1930.

La historia comenzó en el año 1884 cuando los desbordes del Riachuelo llevaron a las autoridades a plantear el traslado de los
antiguos mercado de la ciudad de Bs As a una zona más alejada. El nuevo lugar no tenia nombre oficial aunque se sabia que era
el fondo del partido de Flores, la Matanza, al sur de Liniers.

En 1874 se produjo una fuerte caída de los precios de la lana en el mercado internacional, ese era el producto mas importante
argentino: la exportación, y esto provoco un golpe muy fuerte en la economía argentina.

Pero con la crisis de 1890 sucede al revés, tiene inicio en la Argentina repercute a nivel internacional, porque Argentina había
tenido en los años previos un proceso de endeudamiento muy fuerte pero todavía no había alcanzado el potencial exportador
como para poder cumplir los pagos de esa deuda que lleva a una crisis de repercusión internacional, porque la casa Baring
Brothers, que era una gran empresa financiera con asiento en Londres, recibe un impacto muy fuerte y efectivamente desde la
Argentina se produce un hecho que conmueve al mercado internacional. En ese contexto en la argentina se esta endeudando y
además tiene una balanza comercial negativa todavía hacia 1890, fue una crisis de endeudamiento previo al “boom” exportador
y el periodo de auge del modelo que se dio hasta la Primera Guerra Mundial

En 1890 la Argentina se endeudaba para expandir su economía pero, llega un punto en que el nivel de endeudamiento es tal que
los pagos no se pueden cumplir, es lo que se llama default. Y eso desencadena la crisis de Baring, que amenaza el sistema
financiero mundial, por eso se la considera una crisis de desarrollo. La crisis toma el nombre de la casa inglesa Baring Brothers,
una de las acreedoras mas importantes. Es notable el peso que tenía la economía argentina sobre la economía mundial y sobre
la exportación de capitales. En un momento, mas del 40% de la inversión británica está en la Argentina.

Las relaciones económicas de un país se reflejan en sus transacciones internacionales, por un lado, el comercio exterior donde
hay exportaciones o importaciones y el resultado de ese intercambio se da en una balanza comercial. Pero, además, hay
otros pagos y otras transferencias por ejemplo, pago de utilidades, cobro de utilidades o de ganancias, eso constituye sumado al
balance comercial, el balance en cuenta corriente de los pagos internacionales. Y finalmente, hay una cuenta de capital en
donde entran y salen capitales. Y la suma de esas tres dimensiones (el balance comercial, la cuenta corriente y la cuenta de
capital) se refleja en el movimiento de las reservas internacionales de un país.

La tasa de crecimiento es la forma de medir el crecimiento económico de un país, el Producto Bruto Interno (PBI) en un año. Es
un porcentaje de crecimiento respecto del año anterior y permite hacer comparaciones respecto al crecimiento de otras
economías a nivel internacional.

Era ese modelo agroexportador que sucede a la economía colonial, era ese modelo adecuado para tener un país próspero,
equitativo, inclusivo, con bienestar social fuera un modelo con una gran concentración de la riqueza. ¿Qué futuro tenia a largo
plazo? Las respuestas son muy claras, la experiencia histórica revela que ese modelo tuvo dinamismo durante un periodo de la
economía mundial en que había una gran demanda y buenos precios para la producción agropecuaria pero, también demuestra
que en virtud de la fuerte concentración de la propiedad de la tierra y de los recursos era un sistema muy inequitativo, las
oportunidades eran limitadas.

Y una de las cosas que pasaron como consecuencia de esto es la gran proporción de gente que venia a la Argentina como
inmigrante y por falta de oportunidades, regresaba a su país de origen a pesar de lo cual Argentina fue en todo ese periodo,
después de los EE. UU., el país que más inmigrantes recibió en el continente americano. Asique era un sistema que fue viable en
ciertas condiciones del mercado mundial, que genero una cierta prosperidad en algunas clases medias, que concentro mucho la
riqueza en elites dominantes y que respecto del grueso de la población derramó de manera muy pobre, muy insuficiente, la
riqueza que el mismo modelo agrario exportador (M.A.E) ponía en marcha. Y finalmente, los acontecimientos posteriores, cuando
cambiaron las condiciones internacionales, revelaron cuales eran las debilidades reales de ese sistema que era ya incapaz de
contener a un país, cuya población estaba creciendo y excedía las posibilidades del modelo agroexportador.

En 1914, el estallido de la Primera Guerra Mundial generó desabastecimiento a nivel internacional, nuevamente Argentina tiene
dificultades para importar bienes y equipos y se corta el flujo de capitales extranjeros. La caída de las exportaciones afectó
principalmente a los cereales, para entonces el principal producto de exportación. La situación se mantiene durante toda la
guerra hasta 1918.

En la década del 20 la economía argentina comienza a recuperarse de las consecuencias de la guerra, y los gobiernos radicales
de Yrigoyen y de Alvear, toman algunas medidas trascendentes en un sendero que podía haber iniciado una trayectoria distinta:
la creación de YPF, la creación de la fábrica militar de aviones.

La argentina fue pionera en muchas de estas cosas y de hecho, fue el país más avanzado América Latina sin ninguna duda. Pero
desgraciadamente el país se acercaba ya no solo al final de una etapa de su desarrollo económico (el de la economía primaria
exportadora) sino al fin del ciclo de construcción democrática iniciado con la organización nacional, estábamos ya en las vísperas
del Golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930, que es una fecha verdaderamente trágica en la historia argentina.

El primer Golpe de Estado de la historia argentina coincide con la crisis financiera mundial que había comenzado con la caída de
la Bolsa de New York en 1929. Para 1930, se ha trasladado a todos los países y en la Argentina marca también el fin del periodo
agroexportador.

En conclusión, esta época del desarrollo económico argentino concluye en la década del 20, y era ya evidente que el país era
demasiado grande para ser sostenido fundamentalmente sobre sus exportaciones agropecuarias y el capital extranjero. Era
inevitable iniciar un nuevo sendero si Argentina quería, en definitiva, construir una economía moderna viable de largo plazo.

Lo importante a partir de la crisis económica de 1930 es que se produce un proceso de industrialización y esto provoca la
integración de los trabajadores a la vida social y política de la Argentina., estamos pensando en una sociedad mas inclusiva.
Todavía subsiste en el país la idea en algunos sectores de opinión, de que es posible tener una economía viable
fundamentalmente asentada sobre la producción primaria, y la verdad es que ese sector es fundamental no se concibe una
economía argentina sino un agro poderoso y alta tecnología integrado a escala federal, pero al mismo tiempo hay que reconocer
también que toda la cadena agroindustrial (todo lo que llamamos “el campo”) emplea solo un tercio de la fuerza de trabajo y que
si no tenemos simultáneamente una gran base industrial con desarrollo del interior, es muy difícil crecer y así formar una
economía moderna, solo son países avanzados los que tienen estructuras diversificadas capaces de incorporar el conocimiento
contemporáneo. Y hoy, insisto, el dilema esta planteado en una situación mucho más compleja del país en el mundo como lo
estaba a fines de los años 20 y después de la crisis del 30.
La industria nacional en el modelo agroexportador - Industria Nacional

Hubo un tiempo en el que a la argentina la llamaban “el granero del mundo” y ese parecía ser el destino de nuestro país en la
escena mundial. También se hablaba de la Argentina como una gran fabrica de carne que podía alimentar a millones de bocas en
todo el mundo.

Nuestro país tenia una ventaja en comparación con otras naciones: miles y miles km cuadrados de tierra naturalmente fértil. Sin
embargo, algo nuevo estaría creciendo en nuestro suelo además de granos y vacas, algo que forjaría nuestra identidad frente al
mundo y frente a nosotros mismos. Movilizando la potencia y energía de todos sus recursos y su gente, algo que se conocería
mas adelante como nuestra industria nacional.

AÑO 1880: A fines del siglo 19, las fabricas inglesas irrumpieron (invadieron) al territorio nacional y pusieron fin al viejo
esquema artesanal de la colonial. La mercadería fabril importada de Gran Bretaña, de mayor calidad y más barata, empezó a
suplantar casi en su totalidad a los productos locales.

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Lo que se denomina normalmente “modelo agroexportador” es el resultado de un largo proceso que se inicia en la colonia
misma, lo que pasa que en 1880 pasan dos cosas fundamentales: la conquista del Desierto (la consolidación del Roquismo
(Roca)), el transporte a vapor esta bajando los costos con lo cual empieza a llegar el trigo y la carne masivamente a
Inglaterra.

La argentina es muy exitosa exportando bienes agropecuarios y en la medida que crece su comercio exterior crece también el
volumen de sus importaciones de bienes elaborados, se inserta de alguna manera en la división internacional del trabajo
exportando bienes agropecuarios e importando bienes manufacturados surgidos sobre todo como consecuencia de los procesos
de industrialización que están teniendo lugar en el hemisferio norte.

Es un modelo basado en el libre comercio, de oligarquía terrateniente, busca insertarse como un apéndice
(complemento/suplemento) del capital industrial ingles y temen fundamentalmente que si nosotros hacemos políticas
proteccionistas como hacia EE. UU., Canadá o Australia, los ingleses nos trabasen el comercio.

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A diferencia de lo que sucedió en otros países, en la Argentina la construcción de la red ferroviaria no ayudo a promover la
actividad de la industria local.

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• Básicamente el 99% de los ferrocarriles fue hecho por empresas con capitales de origen ingles.
• El modelo agroexportador y el trazado de las líneas ferroviarias son fruto del mismo proceso por lo tanto van unidos
porque en ese momento el sistema económico nacional se apoyaba solamente en exportar carne y granos. La red
ferroviaria argentina tiene una alta densidad de ramales que se utilizaron para la explotación de la agro-ganadería que
era la base del sistema económico de esa época con salida en el puerto de Rosario, de Buenos Aires y en el puerto de
Bahía Blanca. La curva de producción de exportación granera aumenta exponencialmente en forma paralela a la
longitud de la red ferroviaria, por eso entre 1880 y 1915 aproximadamente, las líneas ferroviarias aumentan un par de
miles de kilómetros y se van a superar los 20mil.
• Entre las inversiones industriales mas importantes y entre las inversiones extranjeras mas destacadas, ocupa un lugar
de primer orden el de las inversiones en lo que nosotros llamamos frigoríficos, es decir grandes empresas procesadoras
de carne que acentúan el perfil exportador de la economía argentina puesto que el grueso de la producción que se
procesa se faena y se sube a barcos frigoríficos va a ir dirigida cada vez más al mercado británico.
• No había por entonces innovaciones tecnológicas que permitieran que la carne se mantuviera mucho tiempo, que se
conservara, salvo el uso de la sal.
• Los primeros frigoríficos, Drabble, Terrassón y demás, era empresas relativamente pequeñas; esa etapa es una etapa
relativamente experimental del comercio internacional de carne.

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A fines del siglo 19, los trenes y los frigoríficos trajeron oportunidades inéditas de comunicación y transporte, y abrieron un
nuevo ciclo económico que reemplazó al agotado modelo de la lana.

Otro modelo que cambió fue el político, en 1880, Julio Argentino Roca se convirtió en presidente. Empezaba el tiempo de la
denominada paz y administración Roquista.

La conquista del Desierto, que había sido planteada como una necesidad histórica para la expansión rural, terminó siendo una de
las mayores campañas de sometimiento y aniquilación de la población y aniquilación de la población indígena.

La economía comenzó a crecer, y ese auge fue generando un mercado interno que dio pie a una intensa actividad fabril. Ya no se
trataba solo de los frigoríficos, aparecieron los ingenios azucareros del norte, los viñedos de cuyo, las industrias porteñas. Al
calor de este proceso de crecimiento surgió un actor que tendría un papel central historia argentina: los capitanes de la
industria.

Cuando uno mira el tejido industrial argentino que comienza a cobrar forma en el cambio de siglo y se consolida en las primeras
décadas del siglo 20, se advierte dos o tres tipos de empresas. Unas son las pequeñas empresas familiares que han crecido
sobre todo sobre la base del talento de sus orientadores y ahí la figura de los empresarios inmigrantes es decisiva. Luego, el
segundo nivel de empresas que son pequeños talleres que siempre van a acompañar el desarrollo industrial pero sin crecer
demasiado, y finalmente tenemos un tercer universo que es el de empresas grandes, algunas no nacieron tan grandes pero otras
sí desde el comienzo surgieron grandes y en parte lo hicieron gracias a la inversión extranjera que nacieron en nichos donde
tenían, en muchos casos, el poder oligopólico, poder de mercado.

Año 1910: surgieron entonces los capitanes de la industria, un grupo de emprendedores que descubrió que la actividad fabril
podría ser una fuente de beneficios tanto o más interesante que otras áreas, eran los principales inversores del capital, los
propietarios de las mayores empresas, los voceros del sector.

Esto es una industrialización que no va a competir a competir con bienes manufacturados muy sofisticados sino que se va a dar
sobre todo a partir de la elaboración de insumos y materias primas que son muy abundantes en nuestro territorio como por ej.
harina, trigo, y eso va a dar lugar a la emergencia de las primeras grandes empresas argentinas, entre las cuales encontramos a
Terrabusi, Canale, Bagley...

La expansión del modelo agroexportador que regía en la economía desde hacía varias décadas parecían no tener límites. Sin
embargo, en 1890 la burbuja estalló. La crisis conocida como Pánico de 1890 marcó un punto de inflexión: los precios de las
materias primas cayeron y Argentina perdió sus ventajas relativas. La revolución del parque desencadeno la renuncia del
presidente Juárez Celman, y en su lugar asumió Carlos Pellegrini que tenia una mirada más industrial.

Fue uno de los que creyó que con el sector agroexportador no bastaba y ahí entra el fenómeno del proteccionismo, la política
económica proteccionista que significa no necesariamente hay que afectar los intereses exportadores pero si crear condiciones
mas propicias para que otros sectores se desarrollen y en particular, el sector industrial. Quería demostrar que en la argentina se
podía hacer telas, es decir es un proyecto de industrialización, de pequeña propiedad de modernización.

Mientras aquel modelo agroexportador entregaba enormes ganancias a los sectores vinculados a la oligarquía, la clase
trabajadora soportaba pésimas condiciones de trabajo, cansada, la recién nacida clase obrera argentina hizo oír su voz.

En el plano internacional, la Primera Guerra Mundial (1914) puso al desnudo una vez mas las debilidades del modelo
agroexportador. Cuando se interrumpe el mercado mundial, cayó la primera guerra, el desarrollo industrial es tan limitado que lo
que se produce es una contracción brutal de la economía, habían subido los precios, los aranceles eran espesos, por lo tanto nos
invaden de nuevo las importaciones. Lo poco que había recibido la industria, desaparece. La mayor capacidad de producción
queda en un contexto crecientemente proteccionista, el mundo de división del trabajo organizado por Inglaterra que se esta
lanzando como economía hegemónica, entra en crisis.

La crisis del 29 también hizo su parte, debilitando a un modelo agroexportador que ya tenia fecha de vencimiento. La respuesta
de las autoridades económicas argentinas es anudar lo más estrechamente posible lazos con Gran Bretaña, es decir, proteger
ese mercado que era fundamental sobre todo para los productores de carne. A través del pacto Roca-Runciman, la Argentina va
a seguir conservando una porción bastante grande del mercado británico para sus exportaciones a cambio de permitir
importaciones británicas más o menos por el mismo valor. Le bajamos los aranceles a 235 productos ingleses, nos obligamos a
mantener las importaciones inglesas de carbón para los ferrocarriles y les dimos el monopolio del transporte a través de la
corporación. Es un pacto realmente vergonzoso pero festejado por la mayor parte de la clase dominante, y argentina iba a pagar
caro esta fidelidad a un imperio en decadencia.

A comienzos de la década de los 30, nuestro país se enfrentó a la necesidad de reorientar el modelo agro-exportador, entonces,
ahí la Argentina tuvo que, primero, a prueba y luego de modo más consciente, promover cambios que apuntaran a dejar de
depender tanto del crecimiento del sector exportador suplantando la producción importada a través de lo que denomina
habitualmente el proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) y, un poco más tarde en los años 40, sobre
todo desde el Peronismo, con una expansión muy marcada del consumo popular motorizado por un incremento de los salarios
reales de los trabajadores. Están surgiendo nuevos actores sociales, una clase obrera que ahora depende para su trabajo de que
se mantenga las barreras aduaneras. Y también, surge una burguesía que, al igual que la clase obrera, depende de la barrera
aduanera para subsistir. Entonces han surgido dos nuevos actores cuya articulación va a dar el peronismo.

El modelo basado en la exportación de alimentos y materias primas a cambio de la importación de bienes industriales mostró sus
debilidades y su excesiva dependencia externa. La crisis mundial y el derrumbe de la demanda europea terminaron con el
modelo agroexportador que, desde 1880, imperaba en la Argentina, el país se preparaba para nuevos cambios, los primeros
pasos de la industria nacional.

Unidad 2: Las presidencias radicales (1916-1930).

Industrialización, vulnerabilidad externa y crisis

Introducción

De acuerdo con todos los contenidos a desarrollar en la UNIDAD 2, principal objetivo es analizar los cambios y las continuidades
del proceso industrial a lo largo del período, en su relación con los problemas estructurales del modelo agroexportador, su
vulnerabilidad externa y la inserción comercial triangular

La década de 1920, industrialización, demora y crisis

Crisis de 1930: Fue determinante en la caída del modelo agroexportador. En 1930 la economía colapso. La crisis económica
mundial de 1930 trajo muchos cambios, tanto a nivel internacional como a nuestro país. La idea de libre mercado había sufrido
un golpe, que también iba a impactar en la industria nacional.
Aquella gran depresión obligo a las potencias a abandonar los preceptos de libre mercado y el proteccionismo comenzó a ser la
regla. Los países del viejo continente europeo dejaron de comprarnos bienes primarios, poniendo en jacke al modelo
agroexportador, que desde 1880 imperaba en la Argentina. Un país que no podía colocar sus productos primarios en el exterior
tampoco podía obtener las divisas para los bienes importados que necesitaba. Aquella formula que lo había convertido en el
granero del mundo ya no podía colmar (satisfacer) la demanda interna; era necesario un cambio profundo y estructural. Un
cambio que abasteciera tanto la demanda de bienes de consumo como de trabajo, por primera vez en nuestra historia se alzaría
con fuerza, y mas que nunca, nuestra industria nacional.

La crisis del ’30 implica que los mercados a donde nosotros vendíamos caen, nos dejan de comprar, esto generó una crisis de
venta, caen los precios de los productos primarios (los granos, las carnes). Si la Argentina era el granero del mundo, en épocas
de prosperidad había ciertas posibilidades para la clase media incluso para ciertos sectores de los trabajadores, ante esta crisis el
modelo se achicó. Y este achicamiento económico también se traduce en un achicamiento político. Pasamos del radicalismo
Yrigoyenista ampliando derechos a la clase media, a ciertos sectores obreros, al golpe de Uriburu y a la instauración del fraude
conservador.

La propia ruptura de la capacidad argentina de vender afuera y con esos dólares traer cosas importadas hace que la crisis misma
genere una protección para producciones locales.

1930: Etapa de industrialización – SUSTITUCION DE IMPORTACIONES

Esa industrialización por sustitución de importaciones tuvo su propia dinámica y lógica: no fue posible comenzar a producir todo
sino que se comenzó a producir los bienes mas sencillos que antes se importaban: alimentos, textiles, industrias básicas (de fácil
sustitución, ej. el petróleo).

Año 1939: Hacia el año 1939, la Segunda Guerra Mundial otorgaría un nuevo impulso en nuestra economía, consolidando a la
industria argentina como uno de los sectores más importantes del entramado productivo local. Las potencias dejan de vendernos
productos industriales porque reconvierten toda su industria en una industria belicista, pero nos siguen comprando granos, lo
que genero que sea una sustitución de importaciones ya en un marco de expansión económica, es decir entre 1938 y 1943, o
sea en el marco de la 2da guerra, la población obrera paso 760mil personas a 980mil, solo en cinco años.

La guerra va a consolidar ese desarrollo industrial que se venia dando a los ponchazos en la década del 30, va a consolidar cierto
sector de una burguesía nacional, también a cierto desarrollo de un sector del trabajo, que van a confluir junto a cierta parte del
ejercito y de la clase media profesional, en consolidar todo el amplio aspecto de alianzas de clases que va a dar origen al
peronismo.

1930 La década infame: Se conoce como la "Década Infame", en la Argentina, el período que comienza el 6 de
septiembre de 1930 con el golpe de Estado cívico-militar que derrocó al Presidente Hipólito Yrigoyen y finaliza el 4 de
junio de 1943 con el golpe de Estado militar que derrocó al presidente Ramón Castillo. El nombre le fue dado por el
historiador José Luis Torres. Con el contexto mundial de la Gran Depresión, al comienzo, y luego la Guerra Civil Española(1936-
1939) y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la etapa se caracterizó por el fraude electoral sistemático, la represión a los
opositores, la proscripción de la Unión Cívica Radical y la corrupción generalizada.

En 1943 se produjo un Golpe Militar que puso fin al gobierno fraudulento de Ramón Castillo y a la llamada Década Infame.
Desde la secretaria de trabajo y previsión, el general Juan Domingo Perón comenzaría una política social que modificaría las
bases de la estructura de la industria nacional: es empezar a tener derechos, esos derechos tienen que ver con una protección
social vinculada al trabajo, al acceso a la salud pública, a la educación, entre otros. Las principales reformas fueron: el
establecimiento del seguro social y de la jubilación, la creación de tribunales de trabajo, la fijación de mejoras salariales y la
instauración del aguinaldo, el reconocimiento de las asociaciones profesionales como los sindicatos, y el estatuto del peón rural.

En general, las posturas de los grupos empresariales fueron corriéndose hacia una postura de rechazo a estas políticas sindicales
y a las políticas económicas de 1943, particularmente de la Unión Industrial Argentina, que ve la política social y sindical de
Perón, una política de perturbación a lo que ellos consideraban era natural la relación entre obreros y empresarios. Y al mismo
tiempo, brindaron el apoyo a aquellas medidas de política industrial que comienzan a implementarse por primera vez desde ese
gobierno militar.

Es ahí donde se consolida un modelo de relaciones laborales de la Argentina, que se consolida un modelo de sindicato único por
rama de actividad. El sindicalismo, de alguna forma, tiene también una etapa de conflicto debido que ya existen varios sindicatos
que vienen del socialismo, del anarquismo, con los sindicatos que nacen más al calor del Peronismo hasta que se crea finalmente
la C.G.T.

El 24 de febrero de 1946, imponiéndose con el 56% de los votos, el General Juan Domingo Perón fue elegido presidente de la
Nación. Algunos historiadores dicen que así como el Yrigoyenismo fue el que trajo la clase media a la política en la Argentina, el
Peronismo trajo la clase trabajadora. El nuevo gobierno profundizaría la política de Sustitución de Importaciones desarrollando
planes que determinarían el destino de la industria nacional.

En el año 1946., la fase de industrialización mostraba sus limitaciones. Al restringirse la producción industrial a ciertos
productos, era necesario adquirir las materias primas en el exterior, lo cual implicaba también una mayor dependencia. El
gobierno peronista, entonces, implemento sus lineamientos fuertemente nacionalistas y estatista, en lo que se llamo el Primer
Plan Quinquenal. Por primera vez, en la historia económica Argentina, se lleva a cabo una política de planificación económica, un
plan completo, una estrategia de gobierno a cinco años de como plantear este proyecto económico-social en el plano de la
gestión de la economía y de la intervención del Estado. Se planifica, entre otras cosas, la construcción de diques permitiendo la
instalación de usinas (fabricas) hidroeléctricas; se planifica también el desarrollo industrial donde ya no esta en el puerto, de
cara al extranjero, el centro económico y social, sino que está en el centro del país como un centro que tiene las menores
distancias para acceder a los distintos mercados de consumo; se nacionaliza el Banco Central.

Año 1952 – Segundo Plan Quinquenal: A principio de la década de los 50, el primer Plan Quinquenal evidenciaba sus
limitaciones y obligaba a un replanteamiento del modelo. La política fundamental de esa primera etapa del Peronismo era la
redistribución del ingreso, las mejoras de las condiciones de los sectores trabajadores, que si bien favoreció en términos
generales a alentar el consumo, favoreció el crecimiento industrial, no favoreció completamente el cambio estructural es decir el
decir el desarrollo de industrias de base y demás. Es la clásica acusación que se hace el Peronismo de que desarrollo solo las
industrias livianas

En este contexto, el gobierno implementó, en 1952, un Plan de Estabilización conocido como Segundo Plan Quinquenal, y sus
principales objetivos fueron: la expansión de las industrias de base, es decir petróleo, siderurgia, química y petroquímica, la
mejora de la productividad del sector agropecuario; la reducción del gasto público; la contención de los salarios; y el fomento de
ingreso de capitales extranjeros.

A partir del ’52 lo que se alienta, o lo que se intenta alentar con mayor fuerza, son las industrias básicas, aquellas que no habían
crecido anteriormente como acero, productos químicos básicos en menor, la petroquímica, la industria automotriz, la industria
metalmecánica en general son las más auspiciadas (ayudadas, beneficiadas) en esa segunda etapa del gobierno peronista.

Este segundo Plan Quinquenal no se termina de completar porque debía terminarse en 1957 y el gobierno militar que derrocó a
Perón lo derogó en 1955.

Año 1955: Las propias limitaciones del modelo y el Golpe de Estado de 1955 dieron por terminada esa fase de industrialización
de la economía argentina. Con el Golpe de 1955 los empresarios tomaron revancha en ese plano, no en el plano de los salarios
pero si en el plano del manojo de sus empresas, tomaron las medidas que antes el gobierno peronista a los sindicatos no
posibilitaba tomar en cuanto al despido de los trabajadores en cuanto a la reestructuración de las fábricas, etc.

La política industrial principal del peronismo fue constituir la alianza de clases sociales que permitiera una base de sustentación a
las políticas industriales, ese fue el gran aporte del peronismo al desarrollo industrial en argentina. Se sabe que ese proceso de
industrialización comenzó bastante antes pero, en alguna medida esa identidad de la industria del peronismo esta vinculada
sobre todo a que por vez primera desde el Estado se abandono con los viejos conceptos sobre la industria en el sentido de
pensar que solamente debían desarrollarse algunas ramas de las industrias y no soñar con la posibilidad de diversificar la
estructura industrial.

Después de casi 10 años de Peronismo, la industria nacional había quedado fortalecida pero nunca como eje económico. La
industria liviana apoyada en la Sustitución de Importaciones había bordeado sus limites y su crecimiento se veía limitado por sus
propias necesidades de funcionamiento, fue el fin de una etapa.

Unidad 3: La década de 1930


Introducción

Este período fue conocido como "década infame" porque implicó una vuelta a las prácticas corruptas y fraudulentas de los
gobiernos oligárquicos. Durante esta década - y como consecuencia de la crisis económica mundial- se produjeron importantes
cambios económicos que derivaron en el desarrollo de una industrialización por sustitución de importaciones.

En 1929, el llamado Crack de Wall Street sacude al capitalismo y genera una gran crisis económica en el mundo.

Gran Bretaña, el principal comprador de productos argentinos, desplego una serie de medidas para superar la crisis: toma
disposiciones proteccionistas y creó el Commonwealth, un área preferencial de compra y venta con sus excolonias, Australia,
Nueva Zelanda y Canadá, grandes competidores de la argentina en el mercado mundial de carnes. El objetivo del
Commonwealth era asegurar un área comercial para la libre esterlina sin dejar lugar a su gran competidor, el dólar. Esto era
necesario porque no había un patrón internacional de intercambio de moneda ya que el patrón oro ha desaparecido, de esta
manera busca generar relaciones comerciales estables entre los miembros. La situación para las carnes argentinas en el mercado
mundial es complicada. Frente a la profunda crisis, Alemania, Francia y EE. UU. también restringe sus compras en el mercado
internacional como forma de proteger sus reservas.

En Argentina la crisis financiera y la caída del comercio internacional provocan el derrumbe de las exportaciones agrícolas con la
consecuente disminución de los ingresos de divisas necesarias para adquirir materias primas y productos importados para
abastecer al mercado local.

El gobierno de Hipólito Yrigoyen, sin embargo, sigue con una larga tradición argentina y a diferencia de lo que hacen las grandes
potencias, continua con los pagos de la deuda externa lo que provoca un fuerte incremento en el déficit del Estado. La actividad
industrial busca sustituir muchos de los productos importados y lo hace en la mayoría de los casos, intensificando el uso de las
instalaciones ya existentes. Comienzan a crecer los sectores ligados a la producción de alimentos, metalmecánica, química y
textil, un proceso que se desarrollara a lo largo de la década de los 30.

Los grandes capitales de los terratenientes, dedicados antes a la exportación, se vuelcan ahora a la industria y a la especulación
inmobiliaria, pero también, muchos propietarios de talleres y comerciantes empiezan a producir para el mercado interno. El
derrumbe de los precios provoco en el campo el éxodo de gran cantidad de pequeños productores y trabajadores rurales, estos
se trasladan hacia las ciudades y en muchos casos pasan a formar parte de los planteles de obreros de las incipientes fábricas.

Son los años del segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen, líder de la Unión Cívica Radical, el partido mayoritario que gobierna el
país desde 1916. Pero antes la profunda crisis económica y el proceso inflacionario, los sectores medios y populares dejan
gradualmente de apoyarlo. Hacia 1930, entre denuncias de corrupción, renuncias masivas del gobierno y rumores acerca de la
creciente incapacidad física de Yrigoyen, el ejercito derrocó al presidente constitucional consumando de esta manera el primer
Golpe de Estado argentino.

Las clases propietarias y militares vacilan entre las diversas propuestas de acción. Por un lado, los nacionalistas, alentados por la
propagación a nivel mundial de regímenes de este tipo, aspiran a un elitismo autoritario que acabe con el sistema de partidos.
Esta línea dura fue encabezada por el presidente de facto, General José Félix Uriburu, quien acusa a la democracia, al
comunismo, al liberalismo y al imperialismo norteamericano de constituir los males del país y complotar contra la unidad
nacional. Este grupo nacionalista, pretende el gobierno de una minoría proveniente del ámbito militar, amalgamada por la Iglesia
católica, y no atada a intereses extranjeros.

La otra tendencia, preferida por terratenientes y gran parte de los militares, fue la que dirigió el general Agustín P. Justo, que
promueve una vuelta al modelo político de los conservadores previo a la Ley Sáenz Peña, y por lo tanto al voto universal,
masculino, secreto y obligatorio. Los seguidores de Justo pretendían una democracia sin necesidad de una mayoría basada en el
fraude y la proscripción.

Al poco tiempo de estar Uriburu en el poder, los socialistas y los demócratas progresistas que en un comienzo habían apoyado el
Golpe contra Hipólito Yrigoyen, pasan a la oposición. Y los conservadores fundan un nuevo partido, el Demócrata Nacional. Para
la misma época, la Unión Cívica Radical (UCR) se reorganiza, conducida por el expresidente Marcelo Torcuato de Alvear y en julio
de 1931, el General radical Gregorio Pomar, intentó una revolución que es rápidamente sofocada. El gobierno de Uriburu utiliza
el fallido intento revolucionario como excusa para apresar a toda la cúpula del partido.

Ante la imposibilidad de llevar como candidato a Alvear, los radicales resuelven abstenerse en las elecciones presidenciales de
1931.

El partido demócrata progresista se une al socialismo y presentan la formula: Lisandro de la Torre, Nicolas Repetto, que es
derrotada. El partido demócrata, una fracción del socialismo, y el sector antipersonalista de la UCR presenta a Agustín P. Justo
como presidente y a Julio Argentino Roca hijo como Vice. La fórmula Justo Roca triunfa. Aun con fraude, la victoria de los
conservadores no es aplastante, los demócratas y socialistas obtienen legisladores y ganan en algunas provincias y municipios.

Hacia 1933, cuando empieza notarse que la crisis iniciada en 1929 no es una más y que su profundidad alcanza niveles
desconocidos hasta ese momento, el gobierno de Agustín P. Justo decide cambiar el rumbo de su política económica nombrando
a Federico Pinedo como ministro de Hacienda. Pinedo y Raúl Prebisch, funcionarios del mismo ministerio, llevan adelante una
serie de medidas: implementan el control del valor de las monedas extranjeras, regulan las importaciones, alentando a algunas
y desalentando otras y crean los mecanismos para controlar la cantidad de dinero que circula para poder fijar, de esta manera,
las tasas de interés bancarias.

En 1935, se crea el Banco Central que será dirigido por Raúl Prebisch. Se funda también un organismo estatal para liquidar las
deudas de los bancos más golpeados por la crisis y se crean las juntas de reguladoras de carne, de granos, de algodón y de vino
para asegurar con fondos del Estado un precio mínimo a los productores. Se busca también reforzar los lazos con Gran Bretaña
ya que el gobierno argentino temía por el futuro de las exportaciones de materias primas.

El vicepresidente Julio Argentino Roca hijo encabezó la comisión negociadora que viaja a Londres con el objetivo de mantener un
negocio que consideraron imprescindible la economía argentina: las exportaciones de carne.

Las exportaciones se mantuvieron pero, a cambio, los británicos lograron una extraordinaria negociación, se aseguraron de que
la totalidad de las libras ingresadas a la economía argentina, se consuman en Gran Bretaña. Consiguen que se continúe con los
pagos de la deuda, la banca inglesa en medio de esa profunda crisis, aun cuando la mayoría de los países han suspendido los
pagos de sus compromisos. Obtienen un trato preferencial para la importación inglesa de carbón y bienes para los ferrocarriles y
los textiles y, también, logran que las ganancias de las empresas británicas radicadas en Argentina puedan ser remitidas
(enviadas) libremente a su país de origen.

Los británicos defendieron el sistema de transporte que mantienen instalado en el territorio argentino. Pactan un trato
benevolente para sus ferrocarriles y para la compañía anglo de tranvías. El gobierno argentino acuerda con el inglés que obligará
a los colectiveros nacionales a unificarse con los tranvías en la llamada Corporación de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires.
Frente a estas medidas, los socialistas, los demos progresistas y la opinión publica reaccionaron fuertemente. Mediante discursos
y artículos en la prensa, denuncian esta maniobra como un atentado a los intereses de la Nación.

Todas las medidas del tratado de Londres llamado Pacto Roca-Runciman le aseguraron a Gran Bretaña el mercado argentino
frente a la competencia de otros capitales. Este pacto es apoyado por los terratenientes y los ganaderos, sin embargo, este
último sector se dividió. Los invernadores, que mantienen el mercado de las exportaciones, y los criadores quienes quedan fuera
del mercado inglés y quedan relegados a proveer al mercado interno, que paga un precio mucho menor por la carne.

“La Argentina, por su interdependencia reciproca es desde el punto de vista económico, una parte integrante del imperio
británico” – Julio Argentino Roca (hijo). Los socialistas se opusieron al pacto y denunciaron las consecuencias sobre los
consumidores. Es que el gobierno le compra a Inglaterra lo que puede comprar más barato a EE. UU. y a otros países y le
asegura además, el monopolio del transporte a empresas británicas.

En 1914, Lisandro de la Torre funda el partido demócrata-progresista con la intención de aglutinar (unir/juntar/agrupar) las
fuerzas conservadoras a escala nacional, aunque no lo consigue, es elegido diputado nacional en 1922, pero tres años después,
se retira de la política, para dedicarse a la administración de su estancia. En 1928, al ver a su partido en riesgo de disolución,
retoma la actividad pública: es nombrado senador nacional por Santa Fe y, desde ese cargo, denunciará el Pacto Roca-Runciman
y promoverá el debate.

Lisandro de la Torre argumenta que Gran Bretaña monopoliza de manera vergonzosa, el mercado de los frigoríficos al impedirle
a la Argentina instalar compañías que generen competencia. Formo parte de una comisión investigadora nombrada por el senado
de la Nación que tiene como finalidad establecer si las ganancias de los frigoríficos ingleses se corresponden con los precios que
ellos pagan a los pequeños y medianos productores.
Los frigoríficos ingleses y norteamericanos manejaron casi la totalidad del negocio de la carne, mediante esta posición
monopólica, ellos les fijaron el precio a los productores. Las empresas frigoríficas se oponen a la investigación y rechazan
mostrar sus libros de contabilidad. El presidente del frigorífico Anglo va preso por desacato (insolencia).

La tensión crece cuando en el senado socialista, Alfredo Palacios, aporta un dato clave. Los libros de contabilidad del frigorífico
Anglo, que guardaron valiosísima información, están ocultos en el vapor Norman Star, listo para zarpar rumbo a Inglaterra bajo
la leyenda “carn beef”. Unos días después, la empresa envió al Uruguay seis cajones con libros y papeles comprometedores para
evadir el control de la comisión investigadora.

El 11 de junio de 1935, los resultados de la investigación son presentados en el Senado. Lisandro de la Torre denuncia el robo
frigorífico organizado y la acción extorsiva de un monopolio extranjero con la complicidad de un gobierno que unas veces lo deja
hacer y otras lo protege directamente. Puntualizo los privilegios de las compañías británicas, la exención de multas, la tolerancia
en el cobro de impuestos y la complicidad del gobierno. Revela que el ministro de agricultura, Luis Duhau, es beneficiado con la
compra de ganado de su propiedad por parte de los frigoríficos que están siendo investigados. Duhau, el ministro acusado, y
Federico Pinedo, ministro de Hacienda y responsable técnico del tratado Roca-Runciman, concurren al senado durante 13 días
consecutivos para contestar los cargos.

El debate seguido por Ramón Valdez Cora, un matón santafesino afiliado al partido conservador, que ha participado en el Golpe
de 1930 y cuya lealtad ha sido recompensada con el cargo de comisario desde donde efectúa el cobro de coimas y la protección
de capitalistas de juego. A nadie le llamo la atención que el 23 de julio de 1935, Ramón Valdez Cora, se encontraba en el
senado. En plena sesión, Lisandro de la Torre es insultado por el ministro Pinedo y luego, golpeado por Duhau. El senador por
Santa Fe, Enzo Bordabehere, corre en su auxilio. Valdez Cora que estaba dentro del recinto de la cámara, le dispara dos veces
por la espalda. Bordabehere, herido, gira para enfrentar su agresor quien, sin dudarlo, le dispara otro balazo en el pecho. El
senador muere poco después en el Hospital Ramos Mejía. Una multitud se congrega (reúne, junta) en Retiro para despedir los
restos de Enzo Bordabehere que serán trasladados a Rosario. En el acto, hablan Alfredo Palacios y Lisandro de la Torre y la
policía reprime a parte del publico reunido. Al llegar a Rosario, unas 12.000 personas reciben al cuerpo en la estación y una
multitud se acercar hasta el velatorio. En Buenos Aires, Valdez Cora declara que efectuó los disparos al creer que Bordabehere
agrediría al ministro Duhau. Aunque nunca se descubre a los instigadores del crimen, Valdez Cora es condenando en 1938 a 12
años de prisión por homicidio simple. La Justicia considera que no ha tenido el propósito preconcebido o deliberado de matar a
Bordabehere. La cámara penal condena a 20 años pero Valdez Cora queda en libertad por buena conducta en 1953, acabará
sus días por muerte natural en 1962.

El pacto Roca-Runciman seguirá vigente y los frigoríficos ingleses y norteamericanos continuaran con el monopolio del comercio
de exportación de las carnes argentina. Durante este periodo, el Estado cumple por primera vez un papel regulador ante la
situación generada por la crisis económica mundial y comprueba su capacidad de influir en la economía a través de medidas
concretas que favorecen a un sector de la sociedad. Las transformaciones ocurridas en el plano económico fortalecen a los
industriales y a los cada vez más numerosos de ese sector.

Luego de las presidencias radicales y del terror que provocan la revolución rusa y el ascenso del comunismo a las burguesías del
mundo, la clase alta argentina no logra construir un partido conservador con un verdadero apoyo popular pero, consolida una
alianza con la Iglesia y el ejército, dos actores que pasaran al primer plano que pasaran al primer plano en la escena política
nacional.

Los conservadores de los años 30 son más retrógrados que sus antecesores progresistas. Lisandro de la Torre, quizás el ultimo
exponente de esa última oligarquía que gobernó el país hasta el ascenso hasta el ascenso de los radicales, ya no tendrá lugar en
la nueva política argentina y, el 5 de enero de 1939, agobiado por su situación económica se quita la vida. El intento fallido de
asesinarlo y la muerte de Bordabehere ocurrida en el Senado son la representación más clara de este oscuro periodo que será
recordado por muchos como LA DECADA INFAME.

Unidad 4: El peronismo: nacionalismo económico, distribucionismo e industrialización


Introducción
La UNIDAD 4 de nuestro programa incluye el estudio y análisis de los gobiernos peronistas (1946-1955), y por lo tanto del primer y
segundo plan quinquenal, así como la crisis económica de 1949-1952.

A solo 13 días de las elecciones presidenciales de 1946, Spruille Braden, embajador de los EE. UU. en Argentina, da a conocer a
la prensa un informe de 131 páginas conocido como El Libro Azul, destinado a desprestigiar públicamente al Cnel. Juan Domingo
Perón y al gobierno militar. El Libro Azul acusa a camaradas cercanas a Perón de realizar tareas de espionaje para el tercer Reich
y, también, indica al mismo Cnel. Perón como representante del partido nazi en Argentina. Al día siguiente, en un acto
multitudinario en la Plaza de la Republica, se lanza la formula presidencial “Juan Domingo Perón – Hortensio Quijano”, Perón
responde a las acusaciones de Braden. A partir de ese día, las calles de todo el país comienzan a llenarse de carteles e
inscripciones con el mismo texto, sin querer, Braden, le termina regalando a Perón su mejor eslogan de campaña “BRADEN O
PERON” …

ECONOMIA PERONISTA

El Cnel. Juan Domingo Perón comienza su ascenso en la política con la revolución del 4 de junio de 1943. Un Golpe militar que
derroca al entonces presidente conservador Ramón Castillo, instala en el poder al Gral. Pedro Ramírez, quien luego reemplazado
por el Gral. Edelmiro Julián Farrell. Al poco tiempo el Cnel. Perón es designado al frente de la Secretaria de Trabajo y Previsión, y
desde ese cargo comienza a impulsar fuertes medidas de carácter social como el estatuto del peón, los convenios colectivos de
trabajo y la inclusión de mas de 2 millones de trabajadores al régimen jubilatorio. Gracias al efecto positivo de estas medidas,
Perón empieza a ganar peso político propio. En el año 1944, suma dos cargos más, ministro de Guerra y vicepresidente.
Rápidamente, la oposición comienza a ver a Perón como el hombre fuerte del gobierno militar y dirige todos sus dardos hacia él.
La derrota del nacismo en Europa y el apoyo del gobierno norteamericano a la oposición, llevaron al gobierno de Edelmiro Farrell
a una aguda crisis política. Con animo de ceder a presiones internas y externas, Farrell le pide a Perón la renuncia a todos sus
cargos confinando los pocos días después en la Isla Martín García lo que generó un gran descontento popular.

La noche del 17 de octubre de 1945, Juan Domingo Perón es aclamado por casi medio millón de trabajadores que se concentran
frente a la Casa Rosada para pedir por su libertad. Ese día, Perón regresa a la política por la puerta grande, convertido en un
líder popular. A la mañana siguiente, el gobierno militar Edelmiro Farrell, designa un nuevo gabinete de ministros y confirma el
llamado a elecciones presidenciales; a esa altura, la candidatura de Juan Domingo Perón es algo obvio para todos. Para fines de
octubre de 1945, Perón sabe que cuenta con el apoyo incondicional de gran parte de los trabajadores pero, no tiene armado un
partido político que le permita presentarse a elecciones. Inmediatamente, comienza a buscar adhesiones en otros sectores que
simpatizan con su política social, como el radicalismo disidente (contrario), pequeños grupos nacionalistas, y la dirigencia sindical
laborista. Pocos días después del 17 de octubre, en el Site Hotel de Buenos Aires, un grupo de dirigentes radicales, al mando de
Hortencio Quijano, forma la UCR Junta Renovadora, brindando pleno apoyo a la candidatura de Juan Domingo Perón, el mismo
Quijano antes del 17 de octubre había intentado convencer a las autoridades de la UCR de apoyar a Perón, al no lograrlo
abandona el Partido.

La UCR Junta Renovadora celebra las reivindicaciones sociales alcanzadas por el joven Cnel., y en sus actos de campaña muestra
la imagen de Perón al lado de las de Hipólito Yrigoyen y el Gral. San Martín. El 24 de octubre en un hotelier del barrio de Retiro,
un grupo compuesto por dirigentes de los sindicatos de la carne, el vidrio, los cerveceros y parte de los ferroviarios, funda el
Partido Laborista, que busca ser una versión argentina del laborismo inglés, un partido que defiende a los intereses de los
trabajadores. Su objetivo principal fue impulsar una política nacional que promueva la independencia económica ya que para ese
entonces, las principales actividades económicas del país estuvieron en manos de extranjeros.

Con la UCR Junta Renovadora y el Partido Laborista, Perón comienza a construir su frente electoral. El partido de Quijano le
garantizó varios años de experiencia institucional y una red de comités extendidas por todo el país, mientras que el laborismo
permite acompañar políticamente al creciente movimiento obrero, cada vez mas fuerte en Buenos Aires y en las provincias del
litoral. Inmediatamente, al proyecto político de Perón, se suman otras pequeñas fuerzas; por un lado, los centros cívicos Cnel.
Perón, integrados por pequeños comerciantes de barrio de Buenos Aires y militares que formaron parte de la revolución de
1943; por otro lado, la Alianza Libertadora Nacionalista, una combativa organización juvenil con ideas de Derecha y simpatía por
el franquismo español. Además de estos grupos, también se suman viejos nacionalistas de la época de la dictadura de José Félix
Uriburu y varios miembros de la agrupación FORJA (Fuerza de Orientación Radical para la Joven Argentina), la FORJA estuvo
integrada por un grupo de intelectuales nacionalistas de origen radical, entre los que se encuentra Arturo Jauretche, quien con el
pasar de los años se convertirá en una de las figuras intelectuales mas importantes del peronismo. En apenas un mes, Perón
logra aunar (sumar, asociar, incorporar) las voluntades necesarias para armar su frente electoral. Pero rápidamente, comienzan
a sentirse los roces entre las distintas fuerzas que lo componen. Las viejas prácticas de comités de los ex radicales provocan
recelos y desconfianza entre la enérgica conducción sindical inexperta en la lucha partidaria. Y, mientras el frente peronista se
gesta en medio de contracciones y discrepancias, los partidos de la oposición comienzan a agruparse bajo un mismo paraguas.

El 8 de diciembre de 1945, en la plaza de los dos congresos, la UCR tradicional, los partidos socialistas, comunistas y
demócrata progresista, realizaron el acto inaugural de Unión Democrática, el frente electoral con el que planean enfrentar la
candidatura de Juan Domingo Perón, el lema era: “Por la libertad contra el nacismo”.

Un gran retrato de presidente conservador Roque Sáenz Peña, mentor de la reforma electoral de 1912, presidia el acto en el que
hablaron representantes de todos los partidos. José Tamborini fue el encargado de cerrar la jornada […]. Al finalizar el acto, se
produjeron enfrentamientos entre los asistentes y algunos seguidores de Perón, y dejo como saldo 4 muertos y decenas de
heridos. Con esta manifestación, el frente antiperonista había afianzado su fuerza.

la formula presidencial de la Unión Democrática era: José Tamborini – Enrique Mosca. Inmediatamente esta nueva alianza recibe
el ferviente apoyo de una figura de peso, el exembajador y ahora secretario de Estado Norteamericano, Spruille Braden. Al gran
calor del verano del ’46, se suma el calor de la contienda política que, a pura violencia, gana las calles: enfrentamientos a los
puños y a los tiros, mostraron una sociedad dividida en dos grupos muy claros, por un lado, los que amparados bajo el rotulo de
democráticos, buscan imponer una democracia liberal y acabar de una vez con un régimen al que acusan de nazi-fascistas. Por
otro lado, las multitudes que siguiendo la influencia del Cnel. Perón demanda una salida nacional y soberana que las tenga como
protagonistas.

Mientras tanto, en los medios de comunicación las campañas se siguen calentando. El 17 de enero, la embajada norteamericana
da a conocer una serie de telegramas que tratan de involucrar a Perón con una red de financiamiento a periódicos favorables al
régimen nazi. En consecuencia, Perón, argumentado que todo era un operativo de prensa de la embajada norteamericana,
minimiza las acusaciones de Braden. En ese momento, tiene otras cosas por la que preocuparse, las disputas internas entre
laboristas y radicales Junta Renovadora que amenazan con debilitar la ya frágil estructura de su propio frente electoral, y el
hecho de que la mayoría de las radios y diarios de la época, que estaban claramente a favor de la Unión Democrática, dan muy
poca publicidad a sus actos y declaraciones de campaña.

El 11 de febrero a solo trece días de las elecciones, el departamento de estado norteamericano da a conocer un informe de 131
conocido como el Libro Azul, este informe acusa a camaradas cercanos a Perón, de realizar tareas de espionaje para el Tercer
Reich, además de permitir el desembarco de nazis en el país, entre otras cosas, el Libro Azul indica a Perón como representante
del partido nazi en Argentina. Cuando este escrito es publicado por la prensa argentina, se convierte en una bomba política. Por
esos días, en un acto multitudinario en la plaza de la República, se lanza la fórmula PERON-QUIJANO. Acto seguido, en el acto de
presentación de su fórmula presidencial, Perón acusaba a sus opositores de creer en una democracia ficcional y denuncia a
Braden como instigador y verdadero jefe de la Unión Democrática. Lanza después un eslogan de campaña que divide
políticamente al país en dos: “BRADEN O PERON”. Para Perón, la división es muy clara, votar por él es votar por la dignidad de
los trabajadores, el progreso y la soberanía nacional, en cambio, votar por los socios de Braden era dar un paso atrás, volver al
país manejado por la oligarquía y los monopolios extranjeros.

El 24 de febrero de 1946, multitudes de trabajadores concurren a las urnas a decidir su destino en una elección crucial para
todos los sectores de la sociedad argentina; a pie, en carreta o a caballo, miles de peones rurales se acercan a las mesas
electorales siguiendo atentamente las instrucciones que da el mismo Perón para evitar el fraude.

Luego de un mes y medio de escrutinio, el 8 de abril de 1946, se anuncia el triunfa de la fórmula PERÓN-QUIJANO, con un 55%
de los votos contra un 45% de la Unión Democrática. El 4 de junio de 1946, Perón jura como presidente, aunque muchos en ese
momento se nieguen a aceptarlo, se anuncia así una nueva etapa en la historia argentina.
Cuando Perón llega al gobierno, Europa recién está saliendo de la Segunda Guerra Mundial. Los años de la guerra dejan para la
economía argentina un saldo más que positivo. Las arcas del Banco Central rebozan de oro, fruto de las exportaciones. Al mismo
tiempo, la floreciente industria nacional continúa creciendo ya que fabrica los mismos productos que los países industriales
dejaron de producir cuando volcaron todos sus esfuerzos hacia la guerra. Esta política llamada Sustitución por Importaciones,
iniciada en la década de los 30, va convirtiendo poco a poco a la Argentina en un importante proveedor industrial capaz de
exportar los productos de sus fábricas a toda América incluso a los EE. UU. Con este marco económico favorable, el nuevo
gobierno lanza su primer Plan Quinquenal.

En su mensaje al Congreso del 19 de octubre de 1946, el presidente Perón presenta los lineamientos básicos de este plan. Sus
objetivos principales son: búsqueda del pleno empleo, aumento del salario real, crecimiento del mercado interno y una mejor
distribución del ingreso. Para llevar a cabo el Plan Quinquenal, Perón convoca a Miguel Miranda, un empresario conocido en la
city porteña como el zar de las finanzas. Miguel Miranda comienza a delinear el rumbo de la política económica desde el I.A.P.I
(Instituto Argentino de Promoción e Intercambio), que es un organismo estatal creado durante los últimos días del gobierno de
Farrell, que tendrá un papel central en la economía de estos años. La principal función del I.A.P.I fue centralizar el comercio
exterior pero, además, financia exportaciones a los países europeos recién salidos de la guerra, importa insumos industriales
para luego venderlos a precios subsidiados, subsidia los precios de consumo masivo y participa de la adquisición de los
ferrocarriles extranjeros. Durante el primer quinquenio peronista, el I.A.P.I sirve a los fines de transferir parte de las enormes
ganancias del campo, al desarrollo de la industria, actividad en la que se desempeña gran parte del electorado peronista.

Si bien Miguel Miranda es el artífice económico del primer Plan Quinquenal, este no estaría completo sin la presencia de su mejor
comunicadora, María Eva Duarte de Perón, ex actriz de cine y radionovelas, la esposa del presidente portavoz elegida para
difundir la política social del gobierno. En tan solo 6 años de compromiso como primera dama, su rostro irrumpe en la vida del
país en forma de afiches murales, programas de radio, giras, revistas y textos escolares, y queda como un emblema de la
reivindicación social destinado a perdurar por mucho tiempo.

Como símbolo inaugural de la política de su Plan Quinquenal, el 9 de julio de 1947, en la casa histórica de Tucumán, el gobierno
de Perón firma la declaración de la independencia económica. En esa acta, el gobierno enarguo en una serie de postulados que
son dados a conocer como Las Tres Banderas del Peronismo: soberanía política, independencia económica y justicia social. Con
estos postulados, el gobierno de Perón se lanza a una actividad transformadora e incesante, y en menos de 4 años, la realidad
comienza a ser otra.

Los logros económicos del 1° Plan Quinquenal son bien concretos. De 1947 a 1951, se construyen en el país, 217mil viviendas
destinadas a familias obreras, se inauguran 8mil escuelas, y con el auspicio de la fundación Eva Perón, se levantan 4300 centros
de salud; en el mismo periodo, los salarios aumentan un 40%, el PBI crece un 8% anual y el consumo un 14%. De 1945 a 1948,
la venta de cocinas aumento un 106%, la de heladeras un 218% y la de aparatos de radio un 600%. Para la década de los 50, el
Plan Quinquenal llega a ser conocido hasta en los manuales de 5° y 6° grado y, gracias a sus logros, gran parte del país parece
vivir en un permanente clima de euforia económica.

Hasta que, de repente, las cosas empiezan a cambiar. En el año 1949, la economía peronista entra en una fase de
estancamiento, y el aparentemente exitoso Plan Quinquenal comienza a mostrar su lado más débil. En poco tiempo, la inflación
aumenta y los ingresos de divisas disminuyen. Esta crisis es en parte provocada por un plan impulsado por los EE. UU., el Plan
Marshall. El Plan Marshall es un plan concebido por el gobierno norteamericano, cuyo propósito inicial es reconstruir Europa y
evitar que se agrave la situación económica de los países aliados, aunque su verdadera intención es frenar el avance de su
nuevo enemigo, el comunismo, que ha sido adoptado en toda Europa del este y también triunfa en China. En Occidente se teme
que el comunismo se expanda por todo el viejo continente empobrecido por la guerra. Por medio de este plan, el gobierno
norteamericano compra alimentos a sus productores agropecuarios locales para luego donarlos a sus aliados europeos, lo que
inmediatamente provoco el derrumbe de los precios internacionales. Ante esta actitud, el gobierno de EE. UU. les suma un
deliberado boicot a los productos argentinos. Mientras tanto, en Argentina, dos años de terribles sequias, arruinan cultivos y
matan ganado. Pronto nuestro país atraviesa una grave crisis agroexportadora que repercute en el mercado interno, ese año el
pan blanco desaparece de las panaderías y la carne vacuna sube a precios desorbitantes. De un día para otro, en el país del trigo
y las vacas gordas, se come pan de mijo y en el puchero se reemplaza a la carne por la papa.

En 1952 el gobierno lanza un programa de estabilización, y el mismo Perón, que hasta hace poco proclamaba la solución del
consumo, ahora pide austeridad. El país que hacía poco había salvado del hambre a España a través de envío de alimentos, se
encuentra ahora en plena economía de guerra. Pero, la austeridad no es la peor noticia de 1952, el 26 de julio a las 20:25hs
muere Eva de Perón víctima de un cáncer. La mística peronista se queda sin su líder espiritual, muerta Eva, Perón parece quedar
en soledad. La tristeza y preocupación se palpa en las calles, y a la crisis se suma el luto nacional.

Para 1953, la situación de Argentina ante la Casa Blanca ha cambiado sustancialmente. La decisión del gobierno peronista de
apoyar a los EE. UU. en la guerra de Corea mejora sensiblemente la imagen de Perón ante Washington. En este contexto, el
gobierno decide lanzar su 2° Plan Quinquenal. Si el 1° Plan Quinquenal significo un periodo de desarrollo y de expansión, el 2°
trata mas bien de aumentar la producción agrícola y de dotar al sistema industrial de sólidas bases, además de promover el
desarrollo de la industria pesada y el autoabastecimiento de combustible. El 17 de julio de 1953, llega al país acompañado por
un grupo de funcionarios del departamento de Estado, Milton Eisenhower, hermano del presidente de los EE. UU. Un mes
después, el Congreso promulga la ley de Garantía a las Inversiones Extranjeras, con el objetivo de desarrollar la industria pesada
y solucionar los problemas de abastecimiento de petróleo. Esta situación de desabastecimiento lleva a Perón a firmar un acuerdo
con la empresa petrolera Estándar Oil de California, este acuerdo genera inmediatamente la critica de los sectores nacionalistas
del mismo gobierno y el repudio de gran parte de la oposición. Finalmente, el discurso antiimperialista que ayudo a Perón a
llegar al gobierno, esta vez le jugó en contra. Por suerte, para el gobierno, el programa de estabilización comienza a dar señales
de estar funcionando.

Para 1954, el índice de inflación baja de un 39% a menos de un 4%, y los salarios, luego de dos años de estancamiento,
vuelven a aumentar.

Llegado 1955, la economía argentina da claros indicios de volverse a encaminar, aunque el clima político continúa
deteriorándose poco a poco. Las eternas disputas entre Perón y sus opositores, abandona el ámbito parlamentario para
trasladarse a las calles y a las filas habituales de enemigos del gobierno, se añaden nuevos aliados. Pronto, un estado de guerra
interna vuelve a dividir al país en dos, como cuando Braden se peleaba con Perón, pero esta vez no hay elecciones de por medio
y, solo se escuchan rumores de Golpe de Estado.
Los casi 10 años de gobierno peronista marcaron una serie de cambios que transformaron para siempre la fisonomía del país.
Poco a poco, la vieja postal de la Argentina de las vacas gordas y de las llanuras interminables, dan paso a las chimeneas y a las
distintas ceremonias de trabajo. Pero si hay algo que dejaron los primeros años de gobierno peronista, fue la idea de que el
Estado podía ser una potente herramienta de transformación social, que logra mejorar notoriamente la calidad de vida de sus
ciudadanos garantizando su derecho a una vida digna. -

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