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Escobar, B.; González, J.M. Reingeniería de procesos de negocio...

Reingeniería de procesos de negocio:


análisis y discusión de factores críticos
a través de un estudio de caso
Bernabé Escobar Pérez • José María González González
Universidad de Sevilla

RECIBIDO: 8 de noviembre de 2004


ACEPTADO: 11 de abril de 2006

Resumen: Gran parte de los proyectos de Reingeniería de Procesos de Negocio (BPR) emprendidos por las orga-
nizaciones no alcanzan sus objetivos, habiéndose identificado su implantación como un factor esencial para el éxi-
to. A partir de una revisión de la literatura especializada, hemos identificado un conjunto de factores relevantes en
la implantación del BPR y los aspectos más debatidos en el ámbito académico y profesional sobre cada una de sus
etapas. Para comprender mejor estos factores y etapas del BPR, hemos desarrollado un estudio de caso longitudi-
nal con un enfoque de procesos. Este método nos ha permitido considerar con mayor profundidad el proceso de
implantación de la reingeniería.
Palabras clave: Reingeniería de procesos de negocio / Gestión de cambio / Estudio de caso longitudinal.
Business Process Reengineering: Analysis and Discussion of Critical Factors
trhough a Case Study
Abstract: Many projects of Business Process Reengineering (BPR) undertaken by organizations don't achieve their
objectives, there being identified their implementation as an essential factor for the success. Starting from a revision
of the specialized literature we have identified a group of excellent factors in the BPR implementation and the most
debated aspects in the academic and professional environment of each one of general stages of it. For improving
our comprehension on these factors and stages of BPR, we have developed a longitudinal case study with a analy-
sis processual. This research method has allowed us to consider with more depth the implementation of the reengi-
neering.
Key Words: Business process reengineering / Change management / Longitudinal case study.

INTRODUCCIÓN le ha dedicado una escasa atención por parte de


los investigadores de las diferentes disciplinas
La Reingeniería de Procesos de Negocio (Bu-
(Davenport y Perez-Guardado, 1999).
siness Process Reengineering, BPR) como tal
Por estos motivos, hemos elaborado este tra-
surgió a partir de los trabajos pioneros de Ham-
bajo con el propósito de identificar y analizar
mer (1990) y Davenport y Short (1990), si bien aquellos factores considerados críticos para la
ya hubo algunas grandes empresas que a finales implantación del BPR, así como examinar los
de los años 80 habían emprendido proyectos que aspectos más debatidos por académicos y profe-
se podrían catalogar como BPR. Esta práctica sionales en relación con cada una de las etapas
empresarial ha generado una extensa literatura generales de la implantación del BPR, para lo
en poco más de una década y ha conocido una que hemos procedido a una revisión de la litera-
amplia difusión entre las organizaciones (Rigby, tura especializada, contrastando los resultados
2001). Así, una encuesta realizada a las seiscien- obtenidos mediante el desarrollo de un estudio
tas mayores compañías del mundo reveló que un de caso longitudinal con un enfoque de proceso.
75% de las europeas y un 69% de las americanas En función de nuestro objetivo, decidimos es-
habían implantado alguna vez una iniciativa de tructurar este trabajo como sigue: En el primer
BPR (Andreu et al., 1996). apartado analizamos los fundamentos teóricos
A pesar de esta amplia difusión, el porcentaje del BPR, profundizando en particular, sobre
de fracaso del BPR oscila entre el 50% y el 70% aquellos factores que son frecuentemente consi-
de los proyectos de reingeniería considerados derados críticos en su implantación, como son: el
(Mumford, 1994; Kim y Kim, 1998; Cao et al., compromiso de la Alta Dirección, el liderazgo,
2001; Wu, 2002), siendo un dato ampliamente la comunicación, la participación de los emplea-
reconocido en la literatura especializada. Entre dos y los equipos. Asimismo, nos referimos por
las razones principales, destaca la inadecuada separado a cada una de las etapas generales del
implantación del BPR, aspecto al que además se proceso de implantación del BPR, deteniéndonos

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en aquellos aspectos más polémicos de cada una cualquier otra meta que pueda considerarse co-
de ellas. mo objetivo, si bien siempre subordinado al
En el siguiente apartado argumentamos la principal: el aumento del rendimiento (Hammer,
adecuación del método de investigación utiliza- 2002).
do para el logro de nuestro objetivo, refiriéndo- El BPR persigue esta mejora drástica del ren-
nos también a las razones por las que hemos se- dimiento a través del rediseño de los procesos
leccionado el caso y a las diferentes técnicas de basado en las tecnologías de la información
recogida de información empleadas, las cuales (Teng et al., 1994; Fossas, 2000; Attaran, 2004),
nos han permitido llevar a cabo la triangulación pudiéndose distinguir a estos efectos varios tipos
de la información en beneficio del aumento de su de procesos. La clasificación más común es
validez interna. aquella que diferencia entre procesos centrales o
Posteriormente, exponemos los resultados del clave de negocio, de apoyo y de gestión (Daven-
estudio de caso en el que una compañía que ope- port y Short, 1990; Earl, 1994; Venkatraman,
ra en el sector eléctrico español implanta un 1994; McHugh et al., 1995; Hill y Collins,
proyecto de BPR sobre sus procesos econó- 1999). En función del tipo de proceso a rediseñar
mico-financieros. Estos resultados son analiza- y del grado de mejora perseguido por el BPR es
dos en función de los argumentos teóricos del posible distinguir entre (McHugh et al., 1995;
BPR, ofreciendo finalmente las conclusiones a Pérez-Fernández, 1996): 1) BPR al menor grado
las que hemos llegado con la realización de este de cambio, dirigido a aumentar la eficiencia de
trabajo y algunas de sus posibles extensio- los procesos, 2) BPR para la consecución de un
nes. mejor status en uno o más procesos clave de ne-
gocio y 3) BPR como innovación radical que
provocará una redefinición de las reglas del mer-
FUNDAMENTOS DE LA REINGENIERÍA cado en el que opera la compañía, proporcionán-
DE PROCESOS DE NEGOCIO dole una ventaja competitiva. Este último tipo de
La definición más extendida de BPR en la li- BPR es el único reconocido por los ortodoxos de
teratura especializada es la proporcionada por la reingeniería (Hammer y Champy, 1993; El-
Hammer y Champy (1993, p. 32), para quienes muti y Kathawala, 2000; Hammer, 2002; entre
esta práctica empresarial consiste en “la revisión otros).
fundamental y el rediseño radical de procesos
para alcanzar mejoras espectaculares en medi-
FACTORES CRÍTICOS PARA LA IMPLANTACIÓN
das críticas y contemporáneas de rendimiento, DE LA REINGENIERÍA
tales como costes, calidad, servicio y rapidez”.
De esta definición se desprenden las característi- Los trabajos de Davenport y Short (1990) y
cas básicas del BPR, como son: fundamental, ra- Hammer (1990) son reconocidos como los pio-
dical, espectacular y de procesos (Hammer y neros en la literatura sobre la reingeniería. Poste-
Stanton, 1997). riormente, Davenport (1993) y Hammer y
El BPR tiene por objetivo mejorar de forma Champy (1993) publicaron sendos libros muy
drástica el rendimiento de la organización, en- difundidos entre académicos y profesionales que
tendido éste en sentido amplio como el resultado se han convertido en referentes del BPR (Grover
que obtiene la empresa de la utilización de sus y Malhotra, 1997; O´Neill y Sohal, 1999). En
recursos. A partir de aquí, esta mejora del ren- ellos se establecieron y desarrollaron los funda-
dimiento se podrá poner de manifiesto a través mentos de la reingeniería, y se hacía referencia
de la reducción de costes (Córdoba, 1995; explícita a una serie de factores considerados crí-
Knights y McCabe, 1998; Hill y Collins, 1999), ticos para el éxito del BPR: el compromiso de la
del aumento de la satisfacción de los clientes Alta Dirección, el liderazgo, la comunicación, la
(Johansson et al., 1995; Hammer, 1996), de la participación de los empleados y los equipos.
reducción del período de lanzamiento de los Estos factores no son exclusivos del BPR ni los
productos al mercado (Lee et al., 2001) o de únicos que aparecen en la literatura posterior so-

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bre la reingeniería, pero sí son considerados para ♦ Liderazgo. Está muy relacionado con el
el éxito de la implantación de la reingeniería anterior y consiste en la actividad desarrollada
(Bashein et al., 1994; Grover et al., 1995; Gui- por el líder del cambio quien, según Hammer
maraes, 1997; Sutcliffe, 1999; O´Neill y Sohal, (1990), debe ser un alto directivo de la organiza-
1999; Smith, 2003; Ahadi, 2004; Paper y Chang, ción, aunque nada impide que sea una persona
2005). A continuación procedemos al análisis de externa contratada por la empresa para liderar el
los citados factores en función de la revisión de proyecto (Stoddard y Jarvenpaa, 1995).
la literatura efectuada sobre BPR. Las tareas que se le atribuyen al líder en el
♦ Compromiso de la Alta Dirección. Dada la desarrollo de su función son diversas (Hammer y
magnitud de los cambios ocasionados por el Champy, 1993; Hammer y Stanton, 1997; Sut-
BPR sobre las dimensiones tecnológica, organi- cliffe, 1999; Sarker y Lee, 2003) y van desde ac-
zativa y humana de la empresa (Davenport, tuar como visionario y persuadir a las personas
1993) es necesario que la Alta Dirección muestre para que acepten el cambio radical hasta nom-
su apoyo y se comprometa con el proyecto brar a los propietarios de los procesos a rediseñar
(Guimaraes, 1999), desde el diseño de los nue- y crear el ambiente adecuado para el BPR. En
todo caso, un líder no se forma exclusivamente
vos procesos hasta su implantación y seguimien-
mediante la ejecución de estas tareas, sino que
to (Dixon et al., 1994; Elmuti y Kathawala,
tiene que reunir además unas características per-
2000).
sonales como carisma, ambición, inquietud, en-
Con respecto a su participación en los pro-
tusiasmo, etc., que le permitan considerar los
yectos de BPR, Pérez-Fernández (1996) sintetiza
cambios más que como una amenaza como una
en tres las acciones principales que la Alta Di-
oportunidad, siendo capaz de transmitir su ímpe-
rección debe emprender: 1) comprender el BPR tu al resto de la organización.
como un medio para el desarrollo de la estrategia Dada la importancia de las funciones a des-
empresarial, 2) rediseñar los procesos clave de arrollar por el líder durante el BPR, se plantea la
negocio y 3) gestionar el cambio cultural y orga- cuestión de qué área organizativa debe ser la que
nizativo para la implantación de los nuevos pro- lidere el cambio (Guha et al., 1997). A este res-
cesos. En estas tres acciones se encuadran múlti- pecto, Davenport y Stoddard (1994) y Martinez
ples actuaciones de la Alta Dirección, desde la (1995) consideran que lo más adecuado es con-
asignación de los recursos organizativos y la seguir la cooperación entre los responsables del
creación de la estructura necesaria para el proce- área de Sistemas de Información (SI), dado el
so de cambio organizativo hasta la validación de gran componente tecnológico de este tipo de
las directrices de éste y la eliminación de barre- cambio organizativo, y los directivos asociados a
ras (Grouard y Meston, 1995). los procesos a rediseñar en lugar del liderazgo
Así pues, al considerar la implantación del único de los primeros.
BPR se deben tener en cuenta sus consecuencias ♦ Comunicación. Dado que el BPR va a su-
sobre la estrategia empresarial (Dixon et al., poner grandes cambios en la organización, es
1994; Milligan, 1996; Jarrar y Aspinwall, 1999; necesario transmitir a las personas, sobre todo a
Wu, 2002), lo que corresponde principalmente al las afectadas más directamente, los objetivos
nivel de la Alta Dirección. Igualmente, cabe des- perseguidos y los cambios a implantar (Cayuela,
tacar que el BPR sigue un enfoque top-down 1994). De esta forma, se intenta evitar las falsas
(Hammer y Champy, 1993), según el cual el re- expectativas y los temores (Escudero, 2000).
diseño de los procesos comienza desde la Alta La importancia de la comunicación se extien-
Dirección, que introducirá cambios que irán des- de a lo largo de todo el proceso de cambio (Da-
cendiendo a través de la organización hasta afec- venport, 1993; Smith, 2003), pudiéndose identi-
tar a los niveles más bajos. No obstante, Daven- ficar según Grouard y Meston (1995) los si-
port y Stoddard (1994), Smart et al. (1999) y guientes roles: información, adhesión, credibili-
Grover et al. (2000) abogan también por la parti- dad y refuerzo. Con respecto a la información a
cipación activa de los niveles directivos inferio- transmitir, señalan que debe informarse necesa-
res, a quienes corresponderá realizar el diseño riamente sobre: 1) el progreso general del BPR,
más detallado de los nuevos procesos. 2) la valoración de los resultados obtenidos y 3)

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los problemas surgidos durante su implanta- ♦ Equipos. El equipo de BPR se crea especí-
ción. ficamente para cada proceso a rediseñar. En su
La comunicación en general, y la información composición se pueden distinguir, según su rela-
a transmitir en particular, es imprescindible que ción con el proceso, tanto colaboradores internos
se realice de forma amplia, abierta y que transcu- como externos (Hammer y Stanton, 1997). To-
rra por unos cauces de sinceridad (Hall et al., dos ellos han de aportar al equipo habilidades
1993; Stoddard y Jarvenpaa, 1995; Milligan, técnicas, directivas e interpersonales (Katzen-
1996), ya que la comunicación débil es un fuerte bach y Smith, 1993).
inhibidor del BPR (Guha et al. 1997). Asimis- Dado que los procesos atraviesan los límites
mo, la comunicación debe ser tanto vertical co- funcionales de la organización, los miembros del
mo horizontal, es decir, que se produzca desde la equipo, internos o externos, deben pertenecer a
Alta Dirección hacia los niveles más bajos, des- las diversas funciones implicadas en el proceso
de éstos hacia la Alta Dirección y entre los dis-
(Kelada, 1999) para que estén representadas y
tintos niveles y departamentos de la organiza-
aporten sus distintos planos cognoscitivos, lo
ción (Harrison y Pratt, 1993; Cooper y Markus,
que mejora el conocimiento de las prioridades de
1995).
todos los grupos funcionales (Gratton, 1996),
Dada la gran variedad de medios y métodos a
disposición de las empresas (v.g., reuniones de la formándose así un verdadero equipo multifun-
Dirección con los empleados, visualización de cional y multidisciplinar (Johansson et al.,
vídeos, artículos en el diario interno de la com- 1995). A este respecto, es imprescindible que los
pañía, establecimiento de puntos de información, miembros funcionen como un equipo, lo que su-
etc.), la tarea de comunicación se ve facilitada en pone, entre otras cosas, desarrollar una visión
gran medida (Stoddard y Jarvenpaa, 1995). A es- compartida y un compromiso constante con el
tos medios hay que añadir la comunicación de proyecto, siendo vital la cooperación entre los
carácter informal presente en todas las organiza- mismos (Dixon et al., 1994; Choudrie et al.,
ciones que, ante cambios de esta magnitud, debe 2002; Launonen y Kess, 2002).
ser reorientada en la dirección del cambio. Junto a los equipos de BPR, podemos consi-
♦ Participación de los empleados. Es previ- derar a los equipos de trabajo que no deben ser
sible que repercuta positivamente en el proceso confundidos con los primeros, aun cuando pre-
de cambio, ya que aumenta su aceptación. A este sentan características comunes como su carácter
respecto, los empleados pueden aportar ideas, horizontal. Los equipos de trabajo son los encar-
comentarios y recomendaciones, así como reali- gados de ejecutar las distintas actividades de los
zar los ajustes oportunos a los procesos, al ser procesos, una vez que éstos han sido ya redise-
quienes los ejecutan diariamente y, por tanto, ñados, presentando como principales ventajas la
quienes mejor los conocen (Davenport y Perez- reunión de habilidades multifuncionales y la
Guardado, 1999). mayor socialización de los empleados en la or-
Una vez conseguidas la implicación y parti- ganización (Davenport, 1993). Estos equipos de
cipación de los empleados en el BPR se produce trabajo podemos asimilarlos a los equipos de ca-
un cambio en sus roles, ya que según Hammer y so (Hammer, 1990) o gestores de caso (Daven-
Champy (1993) se produce su empowerment port y Nohria, 1994), quienes reúnen todas las
(Paper y Chang, 2005), lo que implica, por un habilidades y conocimientos necesarios para eje-
lado, que los trabajadores aumentan sus respon- cutar un proceso completo y, por tanto, sirven
sabilidades y, por otro, dejan de estar controla- como único punto de contacto con los clientes de
dos para estar facultados. los procesos.
A pesar de lo comentado hasta ahora sobre la
participación de los empleados, Davenport
(1993) y Martinsons y Chong (1999) manifiestan ETAPAS DE LA IMPLANTACIÓN DE LA
REINGENIERÍA DE PROCESOS DE NEGOCIO
que ésta no es conveniente en todos los casos,
dado que puede conllevar mayores problemas en La implantación del BPR puede ser descrita
la transición hacia el nuevo sistema. como un proceso que comprende una sucesión

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de etapas que abarcan desde convencer al perso- ranticen su supervivencia, sucede en la realidad
nal de la organización de la necesidad de em- que el BPR es costoso en términos de tiempo,
prender el BPR hasta la nueva situación caracte- recursos económicos y experiencia, por lo que
rizada por el funcionamiento de los procesos ya serán las compañías con éxito, y no las que están
rediseñados (Davenport y Short, 1990; Furey, en crisis, las que pueden afrontar esos costes y
1993; Booth, 1994; Johansson et al., 1994; llevarlo a cabo.
Chen, 1999; Smart et al., 1999; Vakola y Rez- Por su parte, Bashein et al. (1994) y Cooper y
gui, 2000; Wu, 2002; entre otros). No obstante, Markus (1995) consideran que la actuación de la
como reconocen Andreu et al. (1996) y Smeds Alta Dirección encaminada a crear y transmitir a
(2001), los proyectos de BPR implican numero- los empleados un sentido de crisis que sirva para
sos cambios cuyos efectos no se pueden conocer impulsar el BPR puede ser inadecuada por los
con certeza por su complejidad, implementando efectos negativos que puede conllevar, ya que en
además cada organización el BPR en función de esta situación los empleados pueden carecer de
sus circunstancias particulares y las del entorno la “seguridad psicológica” necesaria para efec-
en el que se desenvuelve. tuar el cambio, lo que que les crea una ansiedad
En este apartado vamos a examinar las etapas y un temor que pueden llegar a provocar una pa-
generales en las que se puede resumir la implan- rálisis organizativa.
tación del BPR, centrando nuestro interés en las ♦ Identificación y análisis de oportunidades
cuestiones más polémicas que se plantean duran- de rediseño. Las unidades básicas sobre las que
te las mismas y que incitan el debate de acadé- se practica el rediseño son los procesos de nego-
micos y profesionales. cio, siendo necesario previamente identificar
♦ Inducción a la Reingeniería. En esta etapa cuáles son los que requieren ser rediseñados en
preliminar, la Alta Dirección debe persuadir a función de los objetivos del proyecto de BPR
los integrantes de la organización de la necesi- (Córdoba, 1995; Davenport, 1993). Sin embargo,
dad de afrontar un cambio de las dimensiones no existe en la realidad un método general que
que propone el BPR. Para ello, Hammer y pueda seguir la empresa para saber qué procesos
Champy (1993) aluden a dos mensajes claros pa- tiene que rediseñar (Kim y Kim, 1998). En su
ra los empleados: el “argumento pro-acción” pa- lugar, Davenport y Short (1990) distinguen entre
ra transmitir la situación en la que se encuentra el enfoque exhaustivo, que implica identificar
la empresa y los motivos por los que es necesa- todos los procesos que realiza la organización y
rio emprender BPR, y la “declaración de visión” clasificarlos según la urgencia de su rediseño, y
para comunicar la situación a la que se pretende el enfoque de alto impacto, que consiste en iden-
llevar a la empresa. tificar y rediseñar sólo aquellos procesos que tu-
Una cuestión relevante es cuál debe ser el vieran un mayor impacto para el éxito de la or-
contenido de ese “argumento pro-acción” (Hill y ganización, decantándose por este segundo aun-
Collins, 1999; Elmuti y Kathawala, 2000). Con- que comporta un mayor riesgo para la organiza-
cretamente, la discusión se centra en valorar, por ción (Kliem, 2000).
un lado, si es necesario que se produzca una cri- Ahora bien, es posible señalar unos criterios
sis para emprender BPR (Ryan, 1994) y, por generales que pueden orientar a la empresa en la
otro, si conviene o no transmitir a los empleados toma de esta decisión, como son: 1) disfunciona-
una situación de urgencia y de crisis para que és- lidad, procesos que presentan problemas, 2) im-
tos vean el BPR como la única posibilidad para portancia o impacto, fundamentalmente sobre los
la supervivencia de la empresa y, por tanto, lo clientes externos y 3) factibilidad o viabilidad,
apoyen. A este respecto, Dixon et al. (1994), Co- que se puedan acometer con éxito (Hammer y
llins y Hill (1998) y Boradbent et al. (1999) ar- Kennedy; 1994; Andreu et al., 1996; Davenport,
gumentan que aunque a priori pueda parecer que 1993; Alarcón, 1998).
las empresas en crisis tienen una mayor predis- Para la selección de los procesos a rediseñar,
posición a emprender BPR por la necesidad ur- los responsables del BPR se pueden apoyar pre-
gente de emprender cambios importantes que ga- viamente en alguna herramienta de análisis,

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siendo la más usual por su sencillez los flujo- enfoque conocido como “hoja en sucio”, porque
gramas de procesos funcionales (Chen, 1999). conlleva unos riesgos y un período de tiempo
Una vez que los procesos han sido selecciona- menores para la implantación de los procesos re-
dos, se hace preciso analizarlos en profundidad diseñados. En relación con ello, Davenport y
para identificar posibles áreas de mejora (Zaka- Stoddard (1994, p. 123) expresan que en la prác-
rian y Kusiak, 2001), para lo que se puede utili- tica “una hoja de papel en blanco usada en el
zar el análisis de actividades del modelo de cos- diseño normalmente requiere un cheque en
tes y de gestión basado en las actividades blanco para la implantación”, y muchas empre-
(Booth, 1994; Dixon et al., 1994; Ruchala, 1995; sas no están dispuestas a comprometer sus recur-
Nyamekye, 2000; Tatsiopoulos y Panayiotou, sos, por lo que el enfoque de “hoja en sucio” es
2000) y la práctica de benchmarking (Furey, más realista y viable financieramente (Daven-
1993; Harrison y Pratt, 1993; Earl, 1994; Cooper port, 1993; Stoddard y Jarvenpaa, 1995; Nissen,
y Markus, 1995; Ruchala, 1995; Pérez- 1999).
Fernández, 1996; Talluri, 2000). ♦ Implantación de los procesos rediseñados.
♦ Rediseño de procesos. El rediseño de pro- La implantación propiamente consiste en susti-
cesos es la parte más creativa del BPR (Cooper, tuir los actuales por los nuevos procesos redise-
2000) puesto que conlleva innovar, esto es, crear ñados, ya sean éstos completamente nuevos o
procesos nuevos que sustituyan a los anteriores, mejora de los anteriores. Esta sustitución suele ir
buscando la mejora radical (Hammer y Champy, acompañada por el establecimiento de los nue-
1993). No obstante, Hammer (1990) identificó vos procesos a pequeña escala o la realización de
unos principios de reingeniería que fundamenta- pruebas piloto para depurar su funcionamiento
ron el rediseño de las empresas que en los años (Manganelli y Raspa, 1995).
80 desarrollaron proyectos de BPR, entre los que En esta etapa es posible que los empleados
se encuentran: organizar en función de los resul- planteen resistencia, por lo que será necesario
tados y no de las tareas, enlazar las actividades gestionar el cambio para reducirla, aspecto que
paralelas en lugar de integrar sus resultados, o aunque está presente a lo largo de todo el pro-
tratar los recursos dispersos geográficamente yecto, se intensifica en esta etapa. La resistencia
como si estuviesen centralizados. interna durante la implantación del BPR es iden-
Una de las cuestiones más debatidas en el tificada como una de las principales causas de su
ámbito académico sobre el BPR es si el diseño fracaso (Grover et al., 1995; Jarrar y Aspinwall,
de los nuevos procesos debe realizarse partiendo 1999). A este respecto, Cooper y Markus (1995)
de cero y, por tanto, con total libertad en su manifiestan que las personas no se oponen al
creación o si, por el contrario, deben tenerse en cambio en sí, sino a la forma en la que son trata-
cuenta los procesos existentes y las posibles li- das y el papel pasivo que desempeñan durante el
mitaciones que suponen para la empresa y su proceso de cambio. Por su parte, Pérez-
proyecto de BPR, restringiendo de esta forma el Fernández (1996) argumenta que, en general, ca-
rediseño. El primer enfoque, denominado “hoja si todo cambio genera oposición, pero esto ade-
en blanco”, es defendido por los ortodoxos del más de ser natural no es negativo, sino que se
BPR, dado que para ellos la reingeniería supone trata de un comportamiento predecible de las
reinventar la empresa, esto es, eliminar lo ante- personas como consecuencia de la incertidumbre
rior y comenzar de nuevo (Hall et al., 1993; e inseguridad que genera el cambio.
Hammer y Champy, 1993). En esta lógica, En todo caso, resulta evidente que la resisten-
Hammer y Stanton (1997) sugieren que, previa- cia de las personas, tanto la revelada explícita-
mente al acto de creación que implica el BPR, es mente como la encubierta, es un aspecto relevan-
necesario un acto de destrucción. No obstante, te para cualquier proceso de cambio en general,
según Hill y Collins (1999), este enfoque supone y para el BPR en particular, que debe ser consi-
una amenaza para los activos intangibles de la derado y gestionado durante toda su implanta-
empresa, como su reputación o la confianza de ción (Guha et al., 1997; Grover et al., 2000;
los clientes. En su lugar, defienden un segundo Marjanovic, 2000; Cao et al., 2001) de forma

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efectiva (Goñi, 1999). Para ello se pueden utili- Este trabajo se plantea como objetivo con-
zar diferentes tácticas que pueden ser tanto revo- trastar esta proposición. Para ello, hemos des-
lucionarias, tales como practicar una comunica- arrollado un estudio de caso longitudinal que
ción restringida, aislar al equipo de BPR o que el abarca el período comprendido entre finales de
liderazgo corresponda a personas externas a la 1996 y finales de 2002. Entre las razones que
organización, como evolutivas, por ejemplo, justifican la elección de este método (Yin, 1987;
practicar una comunicación abierta, procurar la Bonache, 1999; Escobar y Lobo, 2002), destacan
adaptación de los empleados o que éstos mismos que nos permite: 1) considerar el contexto histó-
lideren el cambio (Stoddard y Jarvenpaa, 1995). rico, social, económico y organizativo en el que
Precisamente, una de las funciones que sue- se desarrolló el BPR para su mejor comprensión;
len tener atribuidas las consultoras en el desarro- 2) analizar las repercusiones de diversos factores
llo del BPR es la gestión del cambio. De su ca- que resultan difíciles de cuantificar, tales como
rácter externo se derivan las principales ventajas la cultura organizativa, los conflictos, los com-
que obtienen las empresas que las contratan para portamientos y las actitudes de los empleados
implantar el BPR, entre ellas su mayor objetivi- sobre el cambio, etc.; (3) adoptar una perspectiva
dad en la introducción de los cambios planifica- holística para la consideración de las repercusio-
dos. Además, pueden aportar la experiencia y nes de cualquier variable sobre el proceso de im-
conocimientos conseguidos a través de su parti- plantación del BPR; y (4) utilizar diversas técni-
cipación en diversos proyectos de BPR (Allen y cas para la recogida de información, aspecto fun-
Nafius, 1993; Dixon et al., 1994; Guha et al., damental para reforzar los resultados obtenidos,
1997; entre otros), si bien el coste de su contra- al permitirnos triangular la información y au-
tación suele ser elevado, lo que constituye un mentar así su validez interna.
importante inconveniente. En concreto, las técnicas empleadas para la
recogida de información han sido las siguientes:

OBJETIVO Y MÉTODO DE a) Observación participante, durante un año


INVESTIGACIÓN aproximadamente, en el que uno de los inves-
Los argumentos teóricos antes expuestos tigadores estuvo trabajando en el Departa-
pueden resumirse en la siguiente proposición: El mento de Tesorería de la organización.
BPR se despliega a lo largo de una serie de eta- b) Entrevistas semiestructuradas, tanto a los em-
pas en las que el compromiso de la Alta Direc- pleados de las diferentes áreas de la empresa
ción, el liderazgo, la comunicación, la participa- (v.g. Contabilidad, Tesorería, Comercial,
Control Interno, Auditoría Interna, Sistemas
ción de los empleados y la estructura de equipo
de Información), como de la matriz del grupo
constituyen factores decisivos (figura 1).
que posteriormente la absorbió. En conjunto,
realizamos cincuenta y dos entrevistas a un
Figura 1.- Factores críticos para la implantación del
BPR
total de treinta y tres personas, pertenecientes
éstas a diferentes niveles de la estructura je-
Participación de
rárquica, desde miembros de la Alta Direc-
Liderazgo Comunicación
los empleados ción, hasta administrativos de los distintos
departamentos.
Compromiso de
la Alta Dirección Implantación del BPR Equipos c) Observación no participante, a través de di-
versas visitas que con carácter sistemático
realizamos a la organización.
Identificación Implantación d) Análisis de documentos, entre los que desta-
Inducción a la
Reingeniería
y análisis de
oportunidades
Rediseño de
procesos
de los
procesos
camos la regulación legal del sector al que
de rediseño rediseñados pertenece la empresa, diversos artículos pu-
rediseño
Etapas del BPR blicados tanto en revistas académicas como
profesionales, informes financieros de la em-
FUENTE: Elaboración propia. presa para los años considerados, boletines

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informativos y revistas internas, así como do- ASPECTOS PREVIOS A LA IMPLANTACIÓN


cumentos internos sobre el proyecto de BPR DE INTRA
emprendido. B&S fue constituida en 1894, teniendo por
e) Conversaciones informales con los emplea- actividad la producción, transporte y distribución
dos, de gran importancia para la contextuali- de energía eléctrica. Durante más de cien años,
zación política, social, histórica y organizati- B&S fue una de las grandes empresas españolas,
va de la realidad estudiada. con una posición consolidada en su sector. Prác-
f) Análisis, junto con sus responsables, del SI ticamente la totalidad de los entrevistados coin-
económico-financiero de la compañía y acce- cidieron en señalar como rasgo más distintivo de
so a su Intranet. la compañía, su carácter paternalista para con sus
empleados. Éstos encontraban en B&S un em-
Para el desarrollo del caso hemos optado por pleo fijo, en un sector estable, con un buen suel-
seguir el enfoque del Análisis de Procesos (Pet- do y unas buenas condiciones de trabajo. Los
tigrew, 1997), lo que ha supuesto: emplear la ya empleados de B&S se sentían orgullosos de for-
citada perspectiva holística; estudiar el proceso mar parte de esta empresa y de trabajar para ella,
de cambio a través de diferentes niveles de análi- por lo que le guardaban una alta fidelidad.
sis, en concreto, individual, de grupo, de organi- En 1990 B&S emprendió el Proyecto Perseo,
zación y de grupo empresarial; analizar las inter- por el que implantó el sistema Masterpiece para
conexiones temporales del proceso de cambio y
su área de Contabilidad, tanto financiera como
estudiar las interrelaciones entre contexto y ac-
de gestión. Además de este sistema, se implanta-
ción.
ron otros para áreas diferentes, tales como el
Entre los motivos por los que elegimos estu-
diar el caso de B&S, seudónimo de una empresa Proyecto Andrómeda para Cuentas a Pagar. Ya
real, podemos destacar: 1) la relevancia de esta en la primera mitad de los años 90, la Dirección
organización dentro del entramado empresarial de B&S se planteaba la introducción de una
español, al haber constituido una de las mayores nueva herramienta de carácter global, pero dado
organizaciones de España; 2) su adecuación al que Perseo era aún reciente y había arraigado en
propósito de nuestra investigación, ya que esta la empresa, la tarea no resultaba fácil. No obs-
empresa estuvo implicada en la implantación de tante, en 1995 SAP AG lanzó al mercado su
un proyecto de BPR; y 3) las posibilidades que producto SAP R/3, lo que hacía más factible la
hemos tenido para acceder a esta empresa y re- idea de los directivos de B&S. Así, en 1997 se
cabar información. implantó el Proyecto Cosmos, nombre que hacía
explícito el carácter integrador del nuevo sistema
para el Área Económico-Financiera de B&S.
EL CASO DE B&S La implantación de Cosmos estuvo acompa-
B&S es una empresa de gran tamaño, con ñada por importantes cambios del entorno em-
más de 3.500.000 de clientes en 1997, que opera presarial de B&S. Así, en 1996 las empresas
en el sector eléctrico español. A finales de 1996, eléctricas firmaron el Protocolo para el Estable-
esta empresa fue adquirida por Mega (seudóni- cimiento de una Nueva Regulación del Sistema
mo de una organización real), sociedad matriz de Eléctrico Nacional, acorde con la normativa de
uno de los mayores grupos eléctricos mundiales, la Unión Europea. Un año más tarde se aprobó la
que procedió a mediados de 1997 a la implanta- Ley del Sector Eléctrico, dirigida básicamente a
ción del Proyecto INTRA que tenía por objetivo la liberalización del sector y la introducción de
el establecimiento de un sistema ERP (Enterpri- competencia mediante la creación del mercado
se Resource Planning) soportado en la platafor- de la energía eléctrica, lo que amenazaba la po-
ma tecnológica SAP R/3 que integrara los proce- sición privilegiada de la que gozaban hasta en-
sos económico-financieros de todas las filiales, tonces las empresas eléctricas.
para lo que procedió a su reingeniería. A conti- Asimismo, a finales de 1996 B&S fue absor-
nuación exponemos los resultados de este estu- bida por el mayor grupo eléctrico español, el
dio de caso. Grupo Mega que además absorbió a otras em-

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presas del sector durante la década de los 90, ta- bución, Comercialización, Diversificación e In-
les como Electra de Viesgo y Fecsa (Noceda, ternacional). Finalizada la reordenación socie-
1999). El Grupo Mega era de propiedad estatal, taria, B&S se integró totalmente en la estructu-
pero durante la década de los 90 fue privatizado, ra del Grupo Mega, quedando su denominación
proceso que finalizó en 1998. Para afrontar los como una marca comercial de distribución para
cambios de la regulación del sector eléctrico y conservar así la gran fidelidad de sus clientes.
garantizar su competitividad, Mega emprendió
varios planes en la segunda mitad de los años 90: Asimismo, Mega elaboró su Plan de Conver-
gencia en Sistemas de Información del Grupo en
• Plan de Reducción de Costes que preveía reba- el que se incluía el Proyecto INTRA, al que nos
jarlos en 685 millones de euros respecto a 1996 referimos a continuación.
para el período 1997-2002. De esta reducción,
361 millones de euros correspondían a personal
y 324 a transporte de energía y otros de explo- IMPLANTACIÓN DE INTRA
tación excepto tributos. A finales de 1999, el INTRA constituyó el primer proyecto corpo-
Grupo Mega logró una reducción acumulada rativo del Grupo Mega. Según sus máximos re-
de costes de 448 millones de euros, correspon- ponsables, el Director Económico y el Subdirec-
diendo 278 millones a personal. Como conse- tor de Sistemas de Gestión Interna de Mega, sus
cuencia, en 1999 se decidió ampliar el plan objetivos principales eran: 1) la consecución de
hasta 2003 e incrementar su objetivo hasta los un modelo de gestión único y común a través de
805 millones de euros. la homogeneización de los procesos del Área
• Plan Estratégico de Recursos Humanos que Económico-Financiera y de Aprovisionamientos
pretendía cambiar la política de personal esta- basado en la plataforma tecnológica SAP R/3; 2)
bleciendo unos salarios más bajos y variables la utilización de un “lenguaje común” para todas
para los nuevos contratos, aumentar la subcon- las empresas del Grupo Mega que agilizara su
tratación y forzar las prejubilaciones. Con estas toma de decisiones; y 3) la obtención de siner-
medidas se pretendía conseguir una plantilla gias derivadas de las inversiones realizadas y la
más corta, reduciendo el número de trabajado- experiencia acumulada por sus filiales Fecsa,
res fijos en 6.000 aproximadamente, y más jo- Enher y B&S en proyectos anteriores.
ven, disminuyendo su edad media que en 1997 En cuanto a la funcionalidad de INTRA, sus
estaba situada en los 45 años. Como conse- responsables lo caracterizaron como “la columna
cuencia, en cada filial fue aprobado durante vertebral del Grupo Mega”. En este sentido, los
1998 un expediente de regulación de empleo al SI del Grupo quedarían estructurados en forma
que se podían acoger los que hasta finales de piramidal, pudiéndose distinguir cuatro niveles:
2002 cumplieran 55 años. En 2001 se aproba- 1) sistemas transaccionales operativos, 2) siste-
ron de nuevo unos segundos ERE, en los que la ma transaccional económico-financiero, 3) sis-
edad de prejubilación se redujo a los 50. De es- tema de seguimiento de gestión de la empresa y
ta forma, la plantilla pasó de 24.547 empleados de las Direcciones Generales y 4) cuadro de
a finales de 1996 a 14.745 a finales de 2001, mando del Grupo.
un 40% menos. La implantación de INTRA comenzó for-
• Reordenación Societaria del Grupo que se des- malmente en junio de 1997 con el denominado
arrolló en 1999 y 2000 y tenía por objetivo in- Plan de Convergencia. Continuó con las etapas
tegrar todas sus filiales en un gran “Grupo In- de Construcción e Implantación, diferenciándose
dustrial Integrado”. Para ello adquirió la totali- para esta última dos velocidades según el cono-
dad del capital social de sus filiales y acometió cimiento y la experiencia de las diferentes socie-
la obligación impuesta por la nueva legislación dades con SAP R/3, y finalizó para todas las
de separar jurídicamente sus actividades. Tras empresas del Grupo en agosto de 1999 (tabla 1).
este proceso, el Grupo Mega quedó organizado En líneas generales, el desarrollo de INTRA
en cinco líneas de negocio (Generación, Distri- estuvo a cargo de un único equipo centralizado y

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Tabla 1.- Calendario del proyecto INTRA


Período: Junio de 1997 a diciembre de 1997.

Empresas: Todas las empresas del Grupo.


1ª Etapa:
Plan de Convergencia Acuerdo de la funcionalidad del nuevo sistema a partir de las mejores prácticas exis-
Finalidad: tentes y las necesidades de las distintas empresas.

Período: Octubre de 1997 a octubre de 1998.

2ª Etapa: Empresas: Todas las empresas del Grupo.


Construcción Desarrollo de un sistema base común para todas las empresas susceptible de ajuste
Finalidad: según criterios comunes.

Período: Junio de 1998 a diciembre de 1998.


1ª Fase Empresas: Mega, Enher, Fecsa y B&S.

3ª Etapa: Finalidad: Implantar los diferentes módulos del nuevo sistema.


Implantación Período: Enero de 1999 a julio de 1999.
2ª Fase Empresas: Encasur, ERZ, Gesa, Unelco y Viesgo.
Finalidad: Implantar los diferentes módulos del nuevo sistema.
Período: Durante los 2 meses siguientes a la finalización de la etapa anterior.
4ª Etapa: Post-arranque Empresas: Todas las empresas del Grupo.
Finalidad: Resolver posibles problemas y dudas que se presenten.

FUENTE: Documento Visión General INTRA.

un equipo descentralizado por cada empresa del zadores, responsables de gestionar el cambio; y
Grupo. El primero se encargó del seguimiento de 4) “usuarios a pie de obra” que debían implantar
lo planificado, la elaboración de la metodología la nueva tecnología en sus respectivas áreas.
de implantación y el soporte durante la implan- Asimismo, para implantar INTRA Mega impuso
tación, mientras que los segundos fueron los res- a B&S y a otra de sus filiales la contratación de
ponsables de la organización de todos los aspec- la consultora PriceWaterhouse, por su experien-
tos de la implantación, la asignación de recursos cia en proyectos anteriores. De esta forma, los
y la supervisión del desarrollo de las diferentes servicios de soporte, formación, consultoría y
interfaces del sistema. En estos equipos, forma- mantenimiento del nuevo sistema comenzaron a
dos cada uno de ellos por unas cuarenta personas ser prestados por el Centro de Soporte INTRA,
aproximadamente, participaron informáticos, unidad de negocio constituida por especialistas
consultores y usuarios de las diferentes áreas del Grupo Mega y consultores de PriceWater-
funcionales afectadas. house implicados en el desarrollo de INTRA.
Durante 1997, en B&S se había implantado A su vez, el equipo descentralizado de B&S
Cosmos, por lo que se solapó con el inicio del estaba estructurado en diferentes equipos tripar-
calendario previsto por Mega para INTRA. Dada titos compuestos por un “usuario a pie de obra”,
la semejanza de ambos proyectos: visión global un informático de la compañía y un consultor.
e integradora y plataforma tecnológica SAP R/3, Estos últimos eran los especialistas que asesora-
B&S aprovechó la planificación realizada para el ban en los aspectos más técnicos al usuario. Por
desarrollo de Cosmos para la implantación de su parte, éste implantaba la aplicación y comuni-
INTRA. A este respecto, la Jefatura de INTRA caba a sus compañeros su funcionamiento.
correspondió a directivos del Área Económico- La gestión del cambio comprendió las tareas
Financiera de B&S. Por su parte, los usuarios se de comunicación y formación. Estas tareas se
clasificaron en: 1) usuarios a formar que debían hicieron de forma descentralizada por conside-
recibir la formación necesaria para la utilización rarse, según uno de estos responsables, que “la
de SAP R/3 en su puesto de trabajo; 2) usuarios forma más efectiva es la que procede de los jefes
supervisores, encargados de controlar el proceso directos”, y a ella contribuyeron en gran medida
de implantación en su área; 3) usuarios dinami- los consultores de PriceWaterhouse.

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La principal finalidad del plan de comunica- principal a través de la que la Alta Dirección del
ción fue, según sus responsables, dar a conocer a Grupo Mega, hizo llegar a sus empleados los
los empleados el proyecto y sus repercusiones nuevos valores de la cultura organizativa del
sobre su trabajo, así como mantenerlos informa- Grupo, tales como la homogeneización de los
dos sobre los avances conseguidos. Los medios procesos, la creación de valor, la orientación a
utilizados para ello fueron diversos, principal- los clientes, la competencia, la reducción de los
mente noticias en revistas y boletines internos, costes para el aumento de la eficiencia y, sobre
Intranet, página Web de Mega, Informes Anua- todo, el funcionamiento como un “Grupo Indus-
les y tablones de anuncios de las empresas; dis- trial Integrado”.
tribución de documentos y folletos en papel y en Con respecto a la organización de la comuni-
soporte informático (CDs); presentaciones a los cación, tenemos que destacar que en B&S la in-
usuarios y celebración de diversas reuniones, en formación fue suministrada en cascada desde los
las que participaban miembros de la Alta Direc- niveles superiores de la organización hacia los
ción. inferiores, constituyendo los usuarios dinamiza-
Estos medios fueron utilizados también por la dores una pieza clave de este esquema, ya que
Alta Dirección y los niveles superiores de la je- desempeñaban una labor de enlace entre los res-
rarquía organizativa de Mega y B&S para mos- ponsables de la implantación del proyecto y los
trar a los empleados su apoyo y compromiso con usuarios. La Dirección General Económico-
INTRA. Así, en un CD sobre INTRA distribuido Financiera de B&S dispuso de diez usuarios di-
a todos los miembros del Grupo, se recogían tres namizadores que según un responsable de IN-
archivos de vídeo en los que el Director General TRA, “eran personas seleccionadas de los dis-
del Negocio Eléctrico, el Director General de tintos departamentos, con prestigio y reconoci-
Planificación y Medios y el Consejero Delegado miento en su área. Normalmente eran mandos
de Mega, exponían la importancia estratégica de intermedios con buena prensa, capaces de llegar
este proyecto para el Grupo, las principales ven- a los usuarios, es decir, con don de gentes”. Es-
tajas que aportaría y la importancia de la colabo- tos usuarios tenían asignadas las tareas de formar
ración de los empleados. Este último, a su vez a los usuarios, comunicarles el desarrollo del
Presidente de B&S, llegaba a manifestar explíci- proceso y darles soporte tras la implantación del
tamente que “INTRA es una herramienta clave nuevo sistema. Estos usuarios acabaron siendo
para el Grupo. Aportará una información vital
denominados en tono amistoso por los emplea-
en tiempo real, lo que significa un paso de gi-
dos de B&S como “usuarios dinamitadores”, se-
gante en nuestra manera de trabajar acorde con
gún uno de los entrevistados, “para significar
nuestra realidad de ser un Grupo Industrial In-
que venían a destruir todo lo que había”.
tegrado. Por ello tiene el máximo respaldo de
toda la Dirección [...] Os pido pues que pongáis A pesar de lo comentado hasta ahora, la co-
vuestro mayor empeño en la implantación de es- municación y la participación de los empleados
te sistema [...] con el SIE saldremos ganando no fue todo lo amplia y activa que éstos hubieran
todos”. La implicación de la Alta Dirección tuvo deseado. Así, la información transmitida a los
en principio un efecto beneficioso sobre la moti- empleados hacía referencia casi exclusivamente
vación de los empleados, ya que tal como nos a los aspectos técnicos del sistema y de cómo iba
manifestó uno de los entrevistados, “no es lo a afectar a la realización de su trabajo. Asimis-
mismo que te hable del cambio un compañero o mo, era muy escasa con respecto a los cambios
tu jefe inmediato que lo haga el Director Gene- en la estructura interna de la organización, sobre
ral de tu Área o el Director Gerente de la Com- todo, a los niveles inferiores que veían cómo
pañía, como ha ocurrido en B&S [...] El cambio comenzaban a suprimirse puestos de trabajo sin
ha partido desde arriba, desde las Direcciones que conocieran las directrices que se estaban si-
Generales, y se ha implantado hacia abajo, guiendo. A este respecto, uno de los entrevista-
hacia los usuarios”. dos expresó que “en mi opinión, la información
La utilización de los medios de comunicación está siendo ocultada a los operarios. La única
anteriores constituyó también la herramienta información que se comparte es la de andar por

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casa, la rutinaria”. Esta opinión, ampliamente La formación de los empleados se desarrolló


compartida por la mayoría de los entrevistados, a través de cursos específicos de una duración
contribuyó en gran medida al aumento de la in- media de una semana por persona. Se establecie-
certidumbre entre los empleados. ron cuatro tipos de formación: gerencial, básica,
Con respecto a la participación de los em- operativa y complementaria. La primera estaba
pleados, otro de los entrevistados responsables dirigida a los responsables de los recursos y las
de la gestión del cambio en B&S manifestó que tres restantes a la formación de los usuarios so-
“para la implantación de INTRA, la opinión di- bre herramientas básicas, el manejo del sistema y
recta de los usuarios no se ha tenido muy en otros aspectos necesarios para determinados tra-
cuenta, puesto que el cambio ha sido impuesto, bajos, respectivamente. Según los entrevistados,
es decir, se les ha dicho esto es lo que hay”. En los cursos estaban muy fragmentados, de forma
este sentido, los usuarios de las diferentes áreas que se orientaban por los perfiles de los usuarios,
organizativas no realizaron un diagnóstico inter- centrándose exclusivamente en los conocimien-
no previo a la implantación de INTRA, por lo tos que requerían éstos para desempeñar su tra-
que no se aprovecharon ni sus conocimientos ni bajo.
su experiencia. En su lugar, este diagnóstico fue Además de la comunicación y formación, se
realizado por los propios informáticos de B&S y designó un líder del proyecto en cada una de las
los consultores SAP que se centraron fundamen- áreas afectadas. Este rol fue atribuido en general
talmente en los aspectos técnicos, utilizando co- jerárquicamente, es decir, se suponía que los je-
mo herramientas principales los flujogramas de
fes reunían las capacidades y la autoridad sufi-
procesos y el análisis de actividades. Según los
ciente para dirigir el proyecto en su propio de-
diagnósticos realizados en las diferentes empre-
partamento. La mayoría de los entrevistados co-
sas, comparando las mejores prácticas dentro del
Grupo y basándose en la plataforma SAP R/3, el incidieron en la identificación del líder en sus
equipo corporativo responsable de INTRA ela- respectivas áreas, caracterizándolos como la ca-
boró el diseño conceptual del nuevo sistema que beza visible de INTRA, los que más se implica-
se implantó definitivamente en todas las filiales ron y a quienes acudían los demás miembros
del Grupo. Las escasas modificaciones que su- cuando surgía cualquier problema.
frió este diseño fueron reflejo de la limitada par- A pesar de haberse planificado la gestión del
ticipación de los usuarios en el proyecto, tal co- cambio por los responsables de la implantación
mo nos expresó uno de los entrevistados: “No se de INTRA, las muestras de resistencia fueron
contó con nosotros, no se pidió nuestra opinión. evidentes. En general, los empleados de B&S
Se trajo un sistema, se instaló y se nos formó pa- tendieron inicialmente a mostrar su desacuerdo,
ra que supiéramos utilizarlo”. a lo que contribuyeron los numerosos fallos téc-
El plan de formación de los empleados cons- nicos durante los primeros meses de funciona-
tituyó el otro gran pilar de la gestión del cambio miento, tales como problemas con la parametri-
practicada. Tenía como misión la de instruir a zación y asignación de códigos a los apuntes,
los usuarios en el uso eficiente del nuevo siste- desaparición de apuntes, duplicación y triplica-
ma, trazándose como objetivos específicos la po- ción de apuntes, etc. Estos fallos fueron solucio-
tenciación del desarrollo profesional de los em- nándose por los consultores SAP del Centro de
pleados y el fortalecimiento de la cultura del Soporte INTRA, no sin provocar un período de
Grupo Mega a través de la utilización de una inestabilidad, agravado por la entrada en funcio-
misma tecnología. Este plan de formación fue namiento del nuevo sistema sin un período de
desarrollado por un equipo descentralizado en prueba o de funcionamiento en paralelo con el
cada empresa, integrado básicamente por un sistema anterior.
coordinador y diversos interlocutores y formado- Con respecto a las manifestaciones de resis-
res, tanto de la empresa como de la consultora. tencia al cambio, los entrevistados destacaron
Estos equipos fueron coordinados y asesorados que a nivel individual fue mayor que en los de-
por el Centro de Competencias creado en Barce- partamentos, y entre los empleados más vetera-
lona en 1998. nos, mayor que entre los más jóvenes. Las for-

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mas en las que se manifestó fueron principal- vés de la unificación de sus SI económico-
mente la no asistencia a los cursos de formación financieros, para lograr operar como un grupo
y a las presentaciones sobre INTRA, e incluso industrial integrado. No obstante, este sistema
negarse a utilizar el nuevo sistema. Según uno de contribuyó también, por un lado, a la reducción
los responsables de la gestión del cambio, “hubo de costes, principalmente los de mantenimiento,
personas a las que se les dio por imposible y a desarrollo y explotación del sistema y los de per-
las que tuvimos que vaciar de contenido su pues- sonal, y por otro, a la mayor orientación del
to de trabajo, dejándoles que no hicieran nada Grupo hacia los clientes, sobre todo los internos,
hasta que les llegara su prejubilación”. si bien fueron objetivos secundarios subordina-
INTRA comenzó a reforzar las normas y va- dos al principal.
lores de la nueva cultura organizativa del Grupo En consecuencia, atendiendo al objetivo ex-
en B&S. Así, el paternalismo tradicional se sus- presado por el Grupo Mega al implantar INTRA,
tituyó por una relación meramente profesional podemos afirmar que su proyecto de BPR fue
entre la empresa y los empleados: “Nosotros exitoso, si bien no podemos aportar indicadores
prestamos servicios a B&S y ésta nos paga”. La cuantitativos específicos al respecto, ya que du-
seguridad proporcionada por un empleo estable rante el proceso de cambio confluyeron además
y un sueldo fijo fue reemplazada por la inseguri- del proyecto de BRP en sí mismo, otros de gran
dad y el temor a perder el puesto de trabajo, la repercusión, entre los que destacan el Plan de
incertidumbre, el cambio continuo y las prejubi- Reducción de Costes, el Plan Estratégico de Re-
laciones. El orgullo de pertenencia a B&S y la cursos Humanos y la Reordenación Societaria
fidelidad a ésta se deterioraron en gran medida, del Grupo, cuyos resultados se interrelacionan
generándose en su lugar entre los empleados, re- entre sí, tal como defiende Altinkemer et al.
sentimientos hacia ella. Sin duda, gran parte de (1998).
la actitud negativa de los empleados de B&S, en No obstante, como se analiza con más detalle
general, se debió a la política de personal segui- en los dos subepígrafes siguientes, si se conside-
da por el Grupo Mega. A este respecto, cabe des- ran otras dimensiones como la humana, la im-
tacar que a través del Plan Estratégico de Recur- plantación del BPR tuvo un coste muy significa-
sos Humanos del Grupo y para alcanzar los obje- tivo, ya que supuso una importante pérdida de
tivos de su Plan de Reducción de Costes, B&S capital humano y generó actitudes y sentimien-
redujo su plantilla en un 50% aproximadamente tos negativos hacia el Grupo Mega en muchos de
en un período de cinco años, 1997-2001, reduc- los empleados de B&S.
ción que fue facilitada también por la implanta- Por otra parte, atendiendo a las características
ción de INTRA. del BPR, hemos de señalar que el proyecto des-
arrollado en el Área Económico-Financiera de
B&S presentó las que Hammer y Champy
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS (1993) consideran básicas: 1) fundamental, dado
A continuación, estructuramos el análisis de que Mega efectuó el análisis de las reglas en las
los resultados de nuestro estudio de caso en fun- que se apoyaba la gestión económico-financiera
ción de su relación con los dos objetivos plan- de B&S y del resto de filiales y las modificó pa-
teados, los factores críticos para la implantación ra lograr homogeneizarlas; 2) espectacular, en el
del BPR y su desarrollo por etapas. sentido de que supuso una mejora considerable
Con carácter general, al BPR se le suelen del rendimiento, entendido éste como un aumen-
atribuir como objetivos prioritarios la satisfac- to de la eficiencia de los procesos económico-
ción de las necesidades de los clientes (Johans- financieros a nivel de Grupo, lo que se hizo evi-
son et al., 1995; Hammer, 1996) y la reducción dente, por ejemplo, en la mayor rapidez en el
de los costes empresariales (Córdoba, 1995; procesamiento y transmisión de la información,
Knights y McCabe, 1998; Hill y Collins, 1999). las nuevas funcionalidades para su análisis y la
En el caso de INTRA, el objetivo prioritario reducción de los costes de personal y de mante-
fue la integración de las filiales del Grupo a tra- nimiento, licencia y desarrollo del nuevo siste-

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ma; 3) centrado en los procesos económico- 1995; Pérez-Fernández, 1996; Elmuti y Kat-
financieros; y 4) radical, puesto que los cambios hawala, 2000; entre otros). En este sentido, fue
introducidos tuvieron un importante impacto so- muy indicativo que la dirección de este proyecto
bre B&S en general, y su Área Económico- a nivel de Grupo Mega recayera sobre el Direc-
Financiera en particular, afectando a su estrate- tor Económico de Mega y el Subdirector de Sis-
gia, estructura organizativa y cultura. A este res- temas de Gestión Interna de Mega. Asimismo,
pecto, INTRA no supuso la reinvención de for- otros miembros de la Alta Dirección, en particu-
mas nuevas para la realización de la gestión eco- lar el Director General del Negocio Eléctrico, el
nómico-financiera, lo que constituiría la reinge- Director General de Planificación y Medios y el
niería radical propuesta por Hammer y Champy Consejero Delegado de Mega, este último Presi-
(1993), sino que implicó una reingeniería menos dente a su vez de B&S, participaron también en
radical. Por ello, coincidimos con quienes de- la campaña de promoción y difusión de INTRA
fienden que el BPR no significa exclusivamente a través de todas las filiales del Grupo, destacan-
la reinvención de la industria (Dixon et al. 1994; do la importancia del mismo y su compromiso.
Andreu et al. 1996; Knights y McCabe, 1998; Aunque Davenport y Short (1990) manifies-
Grover et al., 2000; entre otros), sino que admite tan que en muchas ocasiones resulta difícil con-
diferentes grados, lo que da lugar a distintos ti- seguir y mantener el apoyo de la Alta Dirección,
pos de BPR (Venkatraman, 1994; McHugh et en nuestro caso este aspecto fue el más evidente.
al., 1995; Johansson et al., 1995; Pérez-Fernán- De hecho, la iniciativa partió de la Alta Direc-
dez, 1996). ción de Mega que consideró fundamental la im-
Los procesos económico-financieros de B&S plantación de INTRA para el desarrollo de su es-
constituían procesos de apoyo. Además, siguien- trategia de lograr un grupo industrial integrado.
do la clasificación proporcionada por Davenport En esta línea, el carácter estratégico del BPR
y Short (1990), podemos caracterizarlos más es- (Dixon et al., 1994; Milligan, 1996) estaba fuera
pecíficamente como: 1) interorganizativos e in- de toda duda.
terfuncionales, puesto que en ellos tenían una Asimismo, podemos señalar que se adoptó un
participación importante las entidades financie- enfoque top-down (Hammer y Champy, 1993),
ras y otras funciones de la organización, como ya que la iniciativa fue tomada por la Alta Di-
Comercial o Control Interno; 2) de información, rección del Grupo Mega y partieron de ella los
al constituir ésta su objeto principal; y 3) de ges- cambios implantados posteriormente en los nive-
tión, dado que ayudaban a gestionar los recursos les inferiores. No obstante, también cabe desta-
económico-financieros de la organización. car el papel desempeñado por la Dirección de
nivel medio (Smart et al., 1999; Grover et al.,
2000), ya que durante la implantación de INTRA
Factores críticos en la implantación del proyecto en B&S formaron parte del equipo descentrali-
de reingeniería de B&S
zado responsable.
El compromiso de la Alta Dirección y el lide- El liderazgo del proyecto a los diferentes ni-
razgo fueron los factores críticos más relevantes veles organizativos, aspecto clave para el éxito
para la implantación del BPR. Por su parte, la del BPR según Hammer (1990), fue el segundo
comunicación no fue lo suficientemente amplia, factor básico en la implantación de INTRA. En
si bien no fue por descuido, sino por la voluntad este caso, el liderazgo correspondió a los niveles
de la Dirección de Mega y B&S de no desvelar- jerárquicos superiores, ya que fue desempeñado
la. por el Director Económico de Mega a nivel de
El compromiso y el apoyo de la Alta Direc- grupo, por el Director General Económico-
ción a INTRA constituyó un factor destacado en Financiero de B&S a nivel de empresa, y por los
su implantación, confirmándose así las recomen- responsables de las diferentes áreas integradas en
daciones contenidas en la literatura sobre BPR la Función Financiera a nivel de función. Esto es
(Davenport y Short, 1990; Dixon et al., 1994; indicativo de la importancia concedida por los
Hammer y Champy, 1993; Grouard y Meston, responsables del proyecto a la autoridad formal

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que debían acaparar los líderes para poder intro- (1995), dado que los niveles organizativos infe-
ducir los cambios en sus respectivas áreas (Ham- riores apenas tuvieron oportunidad para transmi-
mer y Champy, 1993). tir sus opiniones. Por otra parte, los empleados
Asimismo, podemos destacar que no se pro- percibieron que la comunicación no era sincera
dujo una participación conjunta y equilibrada en- ya que, según ellos, la infomación transmitida
tre el área de SI y otras áreas de la organización era poco objetiva y parcial, en tanto que solo se
(Davenport y Stoddard, 1994; Martinez, 1995), les comunicó los aspectos positivos del cambio.
sino que tuvo lugar el predominio de la primera En este sentido, muchos de los entrevistados
que impuso los cambios al resto. Esto último manifestaron que más que información, se les
contribuyó en parte al descuido de los aspectos suministraba publicidad del Grupo Mega. De es-
organizativos y sociales durante la gestión del te modo, la comunicación amplia y sincera que-
cambio. dó reducida a una declaración de intenciones.
En relación a la comunicación, se produjo Asimismo, los empleados del Área Económi-
una división clara entre la referente a los aspec- co-Financiera de B&S no tuvieron oportunidad
tos tecnológicos y a los organizativos. Mientras de implicarse en el proyecto de forma activa,
los primeros fueron ampliamente comunicados, como recomiendan Davenport y Perez-Guardado
la transmisión de los segundos estuvo restringida (1999), ya que les fue impuesto, ajustándose así
en gran medida, en especial, las repercusiones más a lo señalado por Martinsons y Chong
sobre los empleados, lo que contribuyó a aumen- (1999) que consideran que la implicación de los
tar su preocupación y temor, tal como señalaban empleados puede dificultar la transición hacia el
Cayuela (1994) y Escudero (2000). nuevo sistema. Este hecho unido a otras repercu-
La comunicación se realizó descentralizada- siones para los empleados, como la considerable
mente y en cascada, desde los niveles superiores reducción de puestos de trabajo o la gran incerti-
a los inferiores, de forma bastante efectiva dumbre que afirman que padecieron durante todo
(Harrison y Pratt, 1993; Cooper y Markus, el proceso de cambio, hacen que nuestro caso no
1995). La Alta Dirección participó transmitiendo pueda catalogarse como de “reingeniería huma-
la necesidad de implantar el sistema para el desa- na”, término empleado por Cooper y Markus
rrollo de la estrategia del Grupo y los beneficios (1995) y Senlle (1996) para referirse a la recon-
generales que se esperaban obtener de él, tales sideración del proceso de interacción humana
como información en tiempo real, un SI y un que debe realizarse en la organización al des-
“lenguaje únicos”, etc. Los líderes del cambio y arrollarse un proyecto de BPR.
los usuarios dinamizadores, por su parte, se en- El último factor al que nos vamos a referir lo
cargaron de trasladar esa información a sus res- constituyen los equipos de BPR. En el caso los
pectivas áreas, fundamentalmente la relativa al podemos asimilar al equipo centralizado en la
funcionamiento del nuevo sistema. matriz del Grupo y a los equipos descentraliza-
Con respecto a los roles de la comunicación, dos que se crearon en cada filial, de los que cabe
en el caso hemos identificado los tres señalados destacar su carácter multidisciplinar, como re-
por Grouard y Meston (1995): información, ad- comendaban Johansson et al. (1995), Gratton
hesión y refuerzo. Sin embargo, se trató de una (1996) y Kelada (1999). No obstante, en estos
comunicación insuficiente, tanto en su amplitud equipos no participaron miembros del área de
como en su sinceridad, aspectos ambos conside- Recursos Humanos, tal como recomiendan Mar-
rados imprescindibles por Hall et al. (1993), Mi- tinsons y Chong (1999) y Smart et al. (1999), lo
lligan (1996) y Guha et al. (1997), entre otros. que quizá hubiese suavizado las repercusiones de
Con respecto a su amplitud, aunque se utilizaron la reingeniería para los miembros de la organiza-
diversos medios (Stoddard y Jarvenpaa, 1995), ción. Asimismo, la existencia de estos equipos
solo se enfocó en los aspectos tecnológicos. no estuvo acompañada por la posterior creación
Además, no se produjo la bidireccionalidad de la de equipos de trabajo o de caso (Hammer, 1990;
información a la que aludían en sus trabajos Davenport y Nohria, 1994), debido a que des-
Harrison y Pratt (1993) y Cooper y Markus pués de la implantación de INTRA, B&S aumen-

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tó su orientación hacia los procesos, pero no nar las interrelaciones entre los procesos, no co-
quedó organizada en función de éstos. En este mo un sistema de medición de costes, y el
sentido, como señaló Davenport (1993), la cons- benchmarking (Furey, 1993; Harrison y Pratt,
titución de estos equipos no resultó un factor 1993; Ruchala, 1995; Talluri, 2000; entre otros),
esencial de BPR. comparando las mejores prácticas de gestión
económico-financieras entre las distintas filiales
del Grupo a través de sus diferentes funciones,
Etapas de la implantación del proyecto de pudiéndose catalogar así como benchmarking in-
reingeniería de B&S
terno y funcional.
Considerando las diferentes etapas del pro- El rediseño de procesos se vio influido en
yecto, podemos decir con respecto a la primera gran medida por las funcionalidades preestable-
de ellas, Inducción a la Reingeniería, que fueron cidas del sistema ERP de SAP, que constituye-
los cambios del entorno de B&S, concretamente ron la esencia de los nuevos procesos que se im-
la liberalización del sector eléctrico y su absor- plantaron, pudiéndose identificar el nuevo siste-
ción por Mega, y no una crisis o la aparición de ma como la verdadera innovación de este pro-
conflictos en la organización, como sugiere yecto de BPR. Asimismo, podemos señalar que
Ryan (1994), lo que impulsó el BPR. En esta el enfoque seguido por el Grupo Mega fue el de
etapa preliminar fueron difundidos por la Alta “hoja en sucio”, defendido entre otros, por Da-
Dirección del Grupo Mega el “argumento pro- venport y Stoddard (1994), Hill y Collins (1999)
acción” y la “declaración de visión” (Hammer y y Nissen (1999), ya que Mega consideró para
Champy, 1993): el primero mediante la transmi- INTRA, los proyectos previos con SAP R/3 im-
sión de los cambios del entorno empresarial tras plantados antes por algunas de sus filiales.
la aprobación de la Ley del Sector Eléctrico de Por su parte, la implantación de INTRA pro-
1997 y el segundo fomentando la visión de crear piamente dicha se desarrolló a dos velocidades,
un grupo industrial integrado como respuesta dado el distinto grado de desarrollo de los SI de
proactiva a esos cambios. las diferentes filiales, siendo B&S una de las
Con respecto a la identificación y análisis de primeras en implantarlo. Las manifestaciones de
oportunidades de rediseño, cabe destacar que de resistencia al cambio fueron ostensibles en B&S
los enfoques señalados por Davenport y Short durante esta etapa, provocadas en gran medida
(1990), Mega siguió el de alto impacto al centrar porque los empleados consideraban al nuevo sis-
sus esfuerzos en los procesos económico- tema como una imposición de Mega y no como
financieros. La selección de estos procesos res- una necesidad, lo que evidenciaba su pérdida de
pondió a tres criterios básicos (Hammer y Ken- autonomía y aumentaba la incertidumbre sobre
nedy, 1994; Andreu et al., 1996; Davenport, su continuidad en la empresa. Además de resis-
1993; Alarcón, 1998): 1) disfuncionalidad, pues- tirse al cambio por la forma en la que se estaba
to que eran procesos que suponían un elevado implantando (Cooper y Markus, 1995), obligato-
coste de mantenimiento, tareas redundantes, tra- riamente y con una casi inexistente participación
bajo de reproceso e intercambio extenso de in- de los empleados, éstos experimentaron un pe-
formación; 2) importancia, porque constituían la ríodo de gran inestabilidad por los fallos inicia-
base para la consecución del grupo industrial in- les que presentó el nuevo sistema, lo que se
tegrado; y 3) factibilidad, dada la disponibilidad hubiese podido evitar si, como recomiendan
de la tecnología SAP R/3 para la mejora de los Manganelli y Raspa (1995), hubiese existido un
procesos. período de prueba o funcionamiento en paralelo.
Para analizar los procesos, los responsables La gestión del cambio para reducir la resis-
de INTRA utilizaron fundamentalmente: los flu- tencia se planificó desde el principio del proyec-
jogramas de procesos (Chen, 1999), por su fácil to, asignándose a la comunicación y la forma-
comprensión por los empleados; el análisis de ción de los empleados un papel fundamental, lo
actividades (Booth, 1994; Dixon et al., 1994; que indica su gran importancia de cara al éxito
Ruchala, 1995; Nyamekye, 2000), para determi- del BPR (Guha et al., 1997; Grover et al., 2000).

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Sin embargo, no consideramos que se tratara de proyecto a través de la creación del Centro de
una gestión del cambio efectiva en el sentido se- Soporte INTRA, su participación activa en los
ñalado por Goñi (1999), ya que se centró dema- equipos tripartitos y la aportación de su expe-
siado en los aspectos tecnológicos y no conside- riencia en proyectos similares emprendidos antes
ró adecuadamente las repercusiones sobre las ac- por algunas filiales del Grupo Mega (Allen y
titudes, sentimientos y comportamientos de los Nafius, 1993; Guha et al., 1997).
empleados para con la empresa (Marjanovic,
2000), que se vieron afectados negativamente, en
la línea señalada por Attaran (2003). A este res- CONCLUSIONES
pecto, también cabe destacar que el área de Re- De la revisión de la literatura sobre BPR se
cursos Humanos no estuvo implicada activamen- desprende que el éxito en la implantación de un
te en el proyecto de BPR desarrollado en B&S, proyecto de reingeniería requiere la concurrencia
lo que hubiese contribuido a una implantación de ciertos factores considerados clave, como
menos hostil para los integrantes de la organiza- son: el compromiso de la Alta Dirección, el lide-
ción. En este sentido, existen diversos trabajos razgo, la comunicación, la participación de los
que destacan la relevancia de la participación ac- empleados y los equipos de BPR. Estas iniciati-
tiva y temprana del área de Recursos Humanos vas se suelen desplegar en etapas sucesivas que,
en este tipo de proyectos, ya que entre otros as- en términos generales, hemos identificado con:
pectos, deberían ser los responsables de desarro- Inducción al BPR, Identificación y análisis de
llar los nuevos modelos de evaluación del ren- oportunidades, Rediseño de procesos e Implan-
dimiento, de carreras profesionales y de sistemas tación de los cambios.
de recompensa y compensación (Filipowski, En este trabajo nos propusimos contrastar es-
1993), siendo los que cuentan con mayor forma- tas cuestiones con los resultados obtenidos me-
ción para apoyar el cambio de actitudes y com- diante la realización de un estudio de caso longi-
portamientos que exige el BPR. En la misma lí- tudinal en la empresa de electricidad B&S, que
nea, cada vez más se demanda una mayor parti- en la segunda mitad de los años 90 fue absorbida
cipación de los especialistas de Recursos Huma- por el Grupo Mega y posteriormente tuvo que
nos en los proyectos de implantación de SI (Fer- implantar varios planes y proyectos, entre ellos
nández, 2000), en la implantación y asimilación INTRA, para lo que adoptó un enfoque de BPR.
El análisis de los resultados de nuestro estu-
de las nuevas tecnologías de la información
dio de caso pone de manifiesto que ni todas las
(Martinsons y Chong, 1999) y en general, en la
etapas tuvieron un comienzo y un final clara-
planificación y el diseño de las estrategias em-
mente delimitados, ni todos los factores conside-
presariales que potencian el cambio (Gratton,
rados críticos lo fueron realmente. Más en con-
1996). creto, concluimos que:
La gestión del cambio en B&S se apoyó tanto
en tácticas revolucionarias como evolutivas, tal 1) El proyecto de BPR no tuvo por objetivo prio-
como recomiendan Stoddard y Jarvenpaa (1995). ritario una reducción drástica de los costes,
Así, entre las primeras se emplearon la comuni- sino la integración de un grupo empresarial
cación limitada sobre los cambios, el estableci- mediante la unificación de sus SI económico-
miento de hitos con carácter fijo y el cambio si- financieros. En este sentido, la implantación
multáneo de los sistemas tecnológico y social. del proyecto INTRA a través de un enfoque
Entre las segundas destacaron la participación de de reingeniería tuvo éxito, puesto que logró
miembros de B&S en el equipo de BPR, la in- su objetivo. Ahora bien, también es necesario
troducción de la cultura organizativa del Grupo resaltar que, dado que esta implantación co-
Mega y la mejora, y no la crisis, como impulsor incidió en el tiempo con otros proyectos, los
del cambio. resultados de la reingeniería no han podido
Por su parte, las consultoras también contri- ser individualizados y, por tanto, no pueden
buyeron activamente al desarrollo de la gestión identificarse claramente indicadores cuantita-
del cambio, manifestándose su importancia en el tivos específicos.

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2) El apoyo y compromiso de la Alta Dirección, siones social y organizativa. Dentro de las nue-
el liderazgo y los equipos de BPR se demos- vas tecnologías de la información, ocupan un
traron como factores decisivos para la im- papel destacado los sistemas ERP (Clermont,
plantación del proyecto de reingeniería. Sin 2001; Koch, 2001) por sus importantes repercu-
embargo, no se ha encontrado evidencia sufi- siones sobre la gestión empresarial, siendo de
ciente con respecto a la comunicación y la gran interés el estudio del proceso de cambio que
participación de los empleados que nos per- conlleva su implantación, los factores que con-
mita afirmar lo anterior. De hecho, el proyec- tribuyen a su éxito o fracaso, la necesaria gestión
to tuvo éxito, no habiéndose realizado ni una del cambio para reducir la resistencia que se sue-
comunicación amplia y bidireccional ni una le generar, su contribución al desarrollo de la es-
participación activa de los empleados. No trategia empresarial y al rendimiento organizati-
obstante, en función de los resultados obteni- vo, etc. En esta línea, la realización de estudios
dos, entendemos que la importante resistencia similares contribuiría a depurar los fundamentos
de los empleados se debe tanto a la ausencia del BPR y a mejorar el modelo teórico utilizado
de estos dos factores como a la no participa- para su estudio, básicamente, a través de la con-
ción del área de Recursos Humanos en el de- sideración de las interrelaciones entre los facto-
sarrollo del proyecto, lo que aumentó la hos- res críticos analizados. A este respecto, sería de
tilidad del cambio para los empleados, cuyos especial interés analizar si la delegación realiza-
sentimientos y actitudes hacia la organización da por la Alta Dirección a los niveles inferiores
se deterioraron en gran medida. se produce como consecuencia de su menor
3) El BPR se desarrolló por etapas, si bien éstas compromiso con el proyecto, o bien es producto
se solaparon y su duración varió en las dife- de su falta de formación específica sobre los sis-
rentes filiales del Grupo. En particular, po- temas ERP. Profundizar sobre estos factores y el
demos destacar que: 1) el BPR fue impulsado cambio organizativo que genera la implantación
por la nueva visión de la Alta Dirección del del BPR favorecerían la posterior formulación de
Grupo Mega; 2) los criterios de disfunciona- hipótesis a contrastar en trabajos empíricos, fun-
lidad, importancia y factibilidad fueron teni- damentalmente mediante la obtención de mues-
dos en cuenta para la selección de los proce- tras y la utilización de técnicas de carácter cuan-
sos a rediseñar, utilizándose como herramien- titativo.
tas básicas el análisis de flujogramas de pro-
ceso, el análisis de actividades y el bench-
marking; 3) el enfoque utilizado para la rein- BIBLIOGRAFÍA
geniería fue el de “hoja en sucio”, en contra- AHADI, H.R. (2004): “An Examination of the Role of
posición al de “hoja en limpio”; 4) la gestión Organizational Enablers in Business Process Reen-
del cambio se centró en los aspectos tecnoló- gineering and the Impact of Information Technolo-
gicos, lo que junto con el carácter impuesto gy”, Information Resources Management Journal,
del cambio por la sociedad matriz provocó vol. 17, núm. 4, pp. 1-19.
una mayor resistencia interna; y 5) el papel ALARCÓN GONZÁLEZ, J.A. (1998): Reingeniería de
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en la implantación del BPR apoyado en las nue- International Journal of Information Management,
vas tecnologías de la información, cuya investi- vol. 18, núm. 6, pp. 381-392.
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