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MANUEL MAPLES AROE


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l
Las sem~llas del tiempo
Obra poética 1919-1980

Estudio preliminar
por
RuBÉN BoNIFAZ NuÑo

letras mexicanas
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FONDO DE CULTURA ECONóMICA
o

Primera edición, 1981

If you can look into the seeds of time,


And say which grain will grow and which will not,
Speak then to me, who neither beg nor fear
Your favors nor your hate.
SHAKESPEARE, Macbeth, act 1, scene 111, 58-61

D. R. @ 1981, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


Av. de la Universidad, 975; México 12, D. F.

ISBN 968-16-0802-X

Jmpreso en México·
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A la memória: de mis padres ESTUDIO PRELIMINAR


MANUEL MAPLES y ADELA ARCE
SEMEJANTE al viajero ~que mira, como si él estuviera inmóvil,
precipitarse hacia atrás de la ventana del tren el alud de los
paisajes inasibles; al viajero a quien los horizontes de ;ír"Qoles y
ciudades y montañas• visitan un instante, sólo para escapar des-
pués, huyendo irreparablemente a-Sil decadencia; al viajero para
tuyos ojos las primaveras no son otra cosa que pói'ticos efímeros
abiertos hacij uh otoño- ~e caducidad eterna; semejante a ese
viajero, es d· hombre que ,cobra conciencia de la vida.
La existeñtia parece sintetizarse en una· visión de viaje verti-
ginoso, de sí mismo o· de las cosas, pretexto para una ·aglomera-
ción de adioses desesperados. y sin sentido; parten a gritos los
aviones y las locomotoqs y los barcos; los jardines muertos se
desnudan entre caídas de sombras; las ciudades, en sucesión de
flameantes esquinas enrojecidas de crepúsculos, objeto de mira-
das instantáneas; las flores y las estrellas en<:;uentran su deshoja-
miento sin remedio; y el amor. es también un panorama pasaje-
ro, y la esperanza de permanencia buscaqa en la existencia
comunitaria albergada en Ia plenitud viviente de ·la -ciudad, fra-
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casa también.
Sólo restos. de bienes despedazados, vacuas imágenes de mármol
en plazas-o en pa:n..teories, ofrendas fúnebres, memorias fluviales;
sólo anuncios· de vacío, únicamente el vado retiene el hombre
entre sus maQos sin socorro.
Tal es la idea fundamental que del mundo humano se trans-
parenta poi los poemas de Manuel Maples Arce. Aquello que,
dejando aparte ahora ·sus valores indiscutibles de renovación y
WIDENER LIBRARY creación nueva, hace el fondo permanentemente valedero- de sus
cuatro.libros c;le poesía: 4ndamios it,Lteriores, Vrbe, Poemas inter-
dictos y Memorial de la sangre.
Pero ·antes de asomarse a ese fondo, conviene, así sea. de modo
somero, reéordar los afanes juveniles que vinieron a enriquecer
•los cárpinós de ñuestra literatura.
Cuando, aplacados apenas los sábidimieñtos de las armas, la
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reVolucióh empezada en 1910 se-consolidaba en :gobierno; y los modernismo, y el del esfuerzo c!:msciente por crear una nueva
generales, cambiados los campos de batalla por las oficinas, se manera de arte, más acorde con los imperios del espíritu y t;l
preocupaban por edificar cimientos de nuevas ciudades sobre las tiempo. , . , .
cenizas de las ciudades antigua~, Manuel Maples Are~ pudo ad- Inició el escándalo con algo que el consideró a,_nalogo al grtto
vertir que tales preocupaciones renovadoras no se extendían a de independencia del cura Hi<falgo; una _llamada a la libertad,
los ámbitos del arte, en especial a los de la poesía, donde las paralela eQ su seljtido a la_ de 1810, para despertar a q11ienes
cosas permanecíªn como si nunca ·hubieran de ser alteradas-. dormían en su comodidad de tradiciones paralíticas. Y su· acción
Los escritores posmodernistas persistían- en su inercia de col- fue rápida y trastornante. Nació entonces Actual, publicación de
mar sus gastados moldes de vanas palabras, con asuntos 'tan gasta- la IJ.Ueva doctrina que con .sus tres apariciones habría de rela-
dos como. -éstas; como si lo que sus predecesores habían hecho cionar la literatura mexicana con la de Europa y el resto de
fuera la sola realidad~, hablaban sólo de eso .mismo, r~pitiéndolc;> América, y de reunir en torno de ~aples Arce al gtl!po de artis-
hasta empantanar-se en te_diosas fórmulas sin. vida. En, medio de tas de genio inconforme y decidido talento al cual me referí an-
ese cansancio, Manuel Maples .Ar~e quiso hacer que la revoltJ- tes, y que con él ibah a formar el núcleo del movimiento Estri-
ción removiera también el estado -de la cultura. Y_ consciente de dentista. Con ese Actual, in~tentaba hacer valer una fuerza que
que nada ocurriría si se continuaba nutriendo la poesía con es- se opusiera radicalmente a las quietudes conservadoras de la
tímulos literarios referidos sólo al espado- interno y a la moda, colectividad anquilosaqa, y acabar con la deca_dente poesía con
decidió abrir los ojos sobre su propia individuali!;l_ad sumergida que se complacía ésta. Según crónicas de la época, el escándalo
en ·el mundo tan variable, tan agit}tdo a la sazón, e integrar col}. cu~plió su función, y las revisfas y los diarios dirigieron_ sQs
sus mismos estímulos y con los de las cosas cirqmstantes, una furias hacia quien osaba tales cosas.
visión más cabal, completa y verdªdera. Por otra parte, Maples Arce se ejercitaba .en trabajos más
Buscó entonces, ·para hacer poesía, aparte de lo meramente esencialmente profundos. Su espíritu incesant~ se aplicaba a la
subjetivo, humano indudablemente pero irremediablemente in- espe<;ulación sobre los problemas de la poesía, por fijar sus fina-
completo, aquello que el hombre creaba fuera de sí, -que po~ía lidades y sus modos y sus métodos y sus s_istemas. Explora,ba,
en el mundo. como producto de su espíritu y sus m)liJ.OS, y que dentro y en torno de sí, la manera del advenimiento de algo no
integraba, necesariamente, el ámbito donde él se movía. Ese ám~ expresado anJes, lo qqe sería el verdadero gri_to de independen-
hito como- una -óptima ciudad, inmediata e indispensable. Y se cia para la poesía mexicana: "Imágenes enigmáticas que no
empeñó en llevar al interior de &!IS poemas la ciudad d~ la revo- pudieran formularse _racionalmente." "Cada verso deberia ence.-
lución, originando .¡isí, .desde ellos, ·la revolución literaria. rrar una imagen para pasar a otra, enlazada virtual o explícita-
Así, entre el concierto de notas apagadas e insignificantes del mente .._. Desapar_ecían las relaciones visuales para transformarse
arte de aquellos días, hizo sonar notas ·que; por _diferentes y des- en algo prodigioso." Nec«;:sidªd de "ahondªr las posibilidªdes <.le
usadas, parecieron allí agrias, afiladas, rechinantes,· d,_esªpacibles; la, imagen, prescindiendo de los elementos lógicos que mantenían
notas estridente_s d_é cuya cualidad tomó el nombre de donde es su sentido explicativo". .
cop.qcido el- movimiento· artístico del cual es fundaqo:r: y al cual De esta suerte, frutos de la reflexión y la voluntad, va dando
se _unieron _ilustres músicos, pintores, novelistas, poetas: el Estri- cuerpo y alma a los. principios que fundamentan s,u creación
dentismo.
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poética. Afán de originalidad, por d~sprecio de lo g~neralmente
Para ?lcanzar el fin -propuesto, dos caminos eligió su acción admitido; importancia de la existencia. del hombre como indivi-
juvenil: el del esc~ndalo, destinado a ·d~spertar, a los problemas duo único; inmersióiJ. qel !Jwn"Qr_e en la realidad, retl!otá e in-
vivos de la literatura, conciencias y gus_tos narcotizados pqr lªs mediata; significación del tr~bajo colectivo; y algo nuevo· ·tam-
delicuescencias ·burguesas a que había conducido la fatiga del bién: la gp 0siciórí al dolor,, llamada a sep4ltar tanta repetida
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tristeza literaria; y asimismo el orgullo esencial de ser hombre, "Yo soy un puntp !Jlueyt9 en medio de la hora, 1 equidistante
de afrontar virilmente la condición humana en la encrucijada al grito náufrago de una estrella. 1 Un parque de mªnuprio se
ineludible del espacio y el tiempo. engarrota en la somb:ra, 1 y la luna sin cuerda 1 me oprime en
Sóbre esos cimientos se asienta la obra poética de Maples las vidrieras." '
Arce; de esas raíces crecen sus cuatro libros, que de allí toman Desde el exte~:,ior, se encuentra en estos vers9s la repetición
·su efectiva unidad. Un solo espíritu se manifiesta en ellos, y ert de grupos de siete silabé!§, Jigados aquí· ppr rimas asonantes en
su orden sucesivo va creciendo y perfeccionándose. o-a y e-a, que vienen a hacer el ritmo,, ya de suyo con esas carac-
Tan coherentes son, tan unitarios en su sentido total, que la terísticas, todaviª más insistente y grave. Mírese ahora lo signi-
lectura de uno solo de los poemas que componen cada uno de ficado con tales recursos; .pero qo se olvide que Maples Arce
ellos, basta para que, de modo natural, se revelen las cualidades trató de crear imágenes no racionales, y que por esa causa todo
fundamentales de su-conjunto. intento de análisis conceptual corre el riesgo de ser múltiple y
a la vez in~<;>mpleto. ·
"Yo soy un punto m11erto, en medio de la· hora."
ANDAMIOS INTERIORES Un punto. Esa dimensión que carece q.é dimensión. Esa exis-
tencia -que apenas se c;listingue de la nada y ,que, con todo, es el
En 1922; Maples Arce publica este libro, donde intenta poner embrión espacial de laJorm'l_ d~ to<;la e;xistencia. Y e! ,punto está
por obra los principios mediante los cuales iba a revolucionar la situado e~ el centro -otro punt?- del ·démpo inabarcable.
literatura mexicana. Es urt libro breve, de apenas trescientos Porque la hora que lo co~tiene es la expresión de la ei:ernidaá"
versos. Pero en él, a pesar de que permanecen algunos acentos temporal. La hora, aquí~ es en este sentido tan eterna como 1~.
de la literatura anterior, en español y en otros idiomas, hay una totalidad sin límites o la diezmillonésima p.d't~ de 'un segundo.
voluntad de estilo propio, un impulso por modificar la tradición Pero el punto! al parecér inmóvil -m11erto.-, se mueve en.
llevándola hacia fines y por caminos hasta entonces no admitidos realidad con' velocidad de caída vertiginosa, como un sistema de
por los escritores de nuestro país. átomos o un o sistema de galaxias; se mándene, así, a la misma
Apartándose de la polimetría -modernista, Andamios interiores distancia de una estrella que naufraga. Llevada por terribles
tiene, como base musical-de su composición, el ritmo arcaico y gravitaciones se desplaza la estrella, al parecer inmóvil. Y el pun-
monótono del alejandrino -del mester de clerecía. No el alejan- to humano que la contempía sigue ~sá caida con el mismo im-
drino descoyuntado -Y móvil que produjo Datío con riqueza sin pulso, conservá~dose sin tregua ·equidistante a ella, sin ser c'apaz
paralelo, sino el compuesto regularmente de dos grupos hepta- de huirle o de alcanzarla. ·
sílabos repetidos -en invariable sucesión; de tal modo pudo de- Y considérese el valor expresivo de la sinestesia: la luz de la
mostrar que los esquemas rítmicos, como formas vadas, ·'son estrella se contagia del grito aterrorizado del hombre que se sien-
'capaces de recibir contenidos individuales que los singularizan te caer sin término, llevado por el naufragio sin fondo del cuerpo
haciéndolos siempre originales de nuevo. celeste: "al grito náufrago de una estrella".
La primera parte de este libro es "Ex libris". Y después; la concienCia ·de la conciencia ·del hombre que, sa-
Empieza el poeta por exponer su situación en ámbitos uni- biéndose 'parte fatal del universo en movimiento,· sabe que está·
versales. La situación• del hombre en el espacio y el tiempo cós- en su poder oca~ionar un 111QVill!ientó análogo. Y otra vez, pero
micos que, en última instancia, hallan correspondencia, como ahora dentro de límites creados por él mismo, se r~vel.a l.a ~qje­
en la imagen de un espejo vivo, en el tiempo y el espació de la ción del hombre a las fuerzas incontrastables: "Un parque de
interioridad humana. Es el principio guaroado por las tablas manubrio se engarrota en la sombra."
de esmeralda del Trismegisto: "como es arriba es abajo". La noche .celeste se. ha concentrado en un jardín oscuro y ad-

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quiere la docilidad• de ser movida por lá. mano deJ hombre, que tranvía eléctrico cuya luz es como· la sangre que lo mueve y
la hace girar como si buscara el día. Pero el manubrio que la lo dirige.
impulsa' se detiene, paralizado, porque el hombre ha· percibido y el hombre, el punto central del tiempo, se !llira ahora, en
una luz que quiere hacer durar: en el cielo de la noche, el cre- esta hora, en su universo, -en su ciudad, en su cuarto de venta-
ciente lunar, como un arco- tendido sin necesidad de nervio qt,te nas de vidrio, en su corazón vigilante. Y piensa: "El insomnio,
lo tienda, há. encontraqo su contraparte en el interior humano lo mismo que una enredadera, 1 se abraza a los andamios sino·
donde también hay un arco que, al dispararse, proyecta al_hom- ples del telégrafo, 1 y mientras q~e los rui~os descerrajan las
bre como una flecha hacia los cristales de la ventana por donde puertas, 1 Ia- noche ha enflaquecido- lamiendo su recuerdo."
se asoma a mirar: "Y la luna sin cuerda 1 me oprime en las vi- Es el amante desvelado. Buscan sus- pensamientos un medio
drieras." suficiente para• alcanzar a la mujer. Y ése queda simbolizado por
Sigue a esta estrofa, como pausa de réposo, un dístico- que la telegrafía, con sus postes con travesaños como andamios para·
significa lo que el hombt:e mira por su ventana: "Margaritas de construir la comunicación, como ál'Qoles -verdes -sinopfes- cu-
oro 1 deshojadas al viento." Y ia imagen de las margaritas de oro yos brotes de horas son palabras nacidas del ánimo del insomne.
lleva de inmediato a recordar las margaritas-estrellas del noc- Y el silencio de ésfe cóbta voz y trata de resquebrar las puertas
túrno jardín visto por Amado Nervo, y las florecillas doradas de la casa donde ella duerme, mientras la -noche qué la recuerda
de Víctor Hugo que alumbraban, como el bordado de un ves- se va adelgazando cada vez más en la proximidad del alba.
Y luego otra sinestesia: "El silencio amarillo suena· sobre mis
tido de primavera, la tumba de la muchacha muerta durante el
ojos". Un silencio que suena como 'bajar de 'hojas otoñales en-
último invierno. Y la estrella y la flor se emparientan, y se crea
cima del tejado d~ los párpados. Y en seguida, tras esos ojos
en los versos de Maples Arce ~m nuevo ser, incorruptible y só-
cerrados, la imagen de·la mujer. Un ser transparente -atra veí
lido como el metal que lo constituye, y frágil a la vez, de modo
Víctor Huga-; translúcido cóino un -prisma cristalino que de la
que se dispersa en medio del viento de la noche. Y el viento, en
luz blanca construye el abanico 'multicolor del universo entero.
esa acción, se hace uno con la mano del amante que quiere saber
Todo, en esa 'exclá.inación: ·:¡ Pr.ismal, diáfana mía, para sentirlo
si es amado. El hombre y el mundo, así, se han 1,1nido en su todo!" .~
sentido. El recuerdo de esa mujer se hace concreto: manos y palabr'as'
Ahora, en el ,punto de su unión, aparece la creación humana, y abrazos de llorosas despedidas; :una estación de trenes, con su
la ciudad. Ciudad moderna y sorpresiva, inmediatamente habita- elemento de modernidad, para hacer vivir• evidentemente la sen-
ble y armada contra las amenazas de la oscuridad; poderosa a sación de la ausencia y la distancia: "Yo departí· sus manos, 1
hacer comprensible el· tiempo que la contiene, porque lo. divide pero en aquella hora 1 gris de las e'staciones'; 1 sus -palabras
en- año; qu~ a~·su vez son meses y semanas y días distinguidos, mojadas -se iÍÍé echaron al cuello, 1 y· una locomotora 1 sedienta•
entre sí en .almanaques de fu~cion~::s solemnes; de solemnidades de ·kilómetros la -arrancó de mis brazos." ·
marcadas por acontecimientos cotidianos, cgmo el paso de un. Dos expresiones, una por su complejidad y la ·otra· por su te-
tranvía_ por la penumbra de una calle llovida -y L asfaltad,;:t: "La curso a un objeto real para explicar un sentimiento íñtimo, sorr
ciudad insurrecta dé anu:p.cios· luminosos 1 flota en los almana:: de señ'alarse: '·'Sus palabras mojádas se -me echaron al- •Cuello" y
ques, 1 y allá. de tarde en ·tarde, 1 por la calle plavchada se de- "una locomotora. . . la arrancó de mis brazos". '
sangra un eléCtrico." En la primera, las palabras mojadas, con esa coñcisión, pre-'
Y .se hace• perceptible la ciudad moderna, la luz que en• los sentan la imagen. de la mujer llorosa que -habla, que se hace
anuncios claros se rebela contra la noche, su tiempo distribuido palabras de despedida para abrazar violentamente a aquel que
por la voluntad del hombre, la máquina comunicante y viva, el ha de ser abandonado; en la segunda, la acción real de la par-

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lida de la locomotora sirve pata dar re(\lid,a~ objetiva al pade- Y el poema se cierra con una, ref!e!~Qn so_bre la vida moderna,
cimiento tenaz de la ausencia. con sus luchas, st.ls uniones, su necesidad 4~ organiz::~,c,ión social,
Pero eso ya pasó. Ida la presencia de la amada, no queda de predo}llinante sobre los des~os ip.djvjduales_; vi~a· que se dilata
sus pal~bras más q~e la mc;moria de un sonido que hiela, en .tan- desde el centro del hombre,_ ese pll;nto ~n m.edio de la hora, equi-
to que la electricidad con su luz y su energía es no más qu,e Ul),a distante a,l naufrag~o de las estrellas en el silencio, que, come;>
demencia .im~til entre la n,oche que llueve; s<;>lg en su cuarto en una piedra que cae ~n la superficie líqu,ida, ~ngendra en• sí mis-
que las ventanas se han vuelto espejos para la memoria, mira mo la IJ).::tgnitq9 .si.h término de lo .existente: "El amor ·y la
reflejarse en ellos el );w_tel vecino, r~~1,1ep;la JllÚsic_a_s q.bandonªdas vida 1 son hoy sindicalistas; 1 y todo se dilata en círculos con-
y ebrias, qjos. cansados por las horas ·del vino de fiesta, y perchas céntrico_s."
cuyo esqueleto no alcanza. a calentarse con los a.brigos c()lgªgQs: De esta manera, v::tliép.,dose de una· serie de elem~_ntos apa-
en ellas: rentemente descoyuntados, construye una .coherente y completa
"El cielo es un obstáculo para. el hotel inverso 1 refractado- en. imagen d~l mul).qo,_-:¡ cumple así -eso gue. los clá~icos lograron
las lunas sombrías de. lqs espejos; 1 los vio.lip.es se suben como la acaso sin proponérselo, y. los conte_w.poráneo_s pretende_n tan afa-
cha~paña, 1 y mientras las ojeras sondean la madrugada 1 el nosamel}te.
invierno huesoso tirita en los percheros."
Cabria· ot>serva:r eQ esta estrofa que, por fin, se. rompe el rit- VRBE ·.
mo de los heptasílabos repetidos, y que ello ocurre precisamente
en un verso dop.de se tr¡lta de e_xpresar el-trastorno !fe la I?orra- El Súper-poema· bolchév_ique en 5 cantos, segundq libro, de
chera, cosa que se consigue por medio del empleo de una ruptu- poesía de Manuel Maples Arce, aparece en 1924. Se ·trata, como
ra rítmica sorpres!va: ''Los violines ,se 1suben cm;n,o la c.l!•n!J.pa- lo ind~ca el. subtítulo, .de un solo poemq., y. tiene qna extensión
ña"-¡verso en que, .además, la violenta metonimia de violines por aproximada· de 200 v¡;rsos.
música, .acentúa la efectividad ·de la imagen. En aquel- año-:no 1se hablaba· todq.vía_ dé la camarilla revisio-
A continuación, el abªndonado recapi-tula en su fatiga. El caer nista de Moscú~ ni .se· c.ondenaba a Trotsky a la muerte ni Stalin
de sus soledades lo lleva a recordar la caída inicial de aquella se condenaba a la_vergüenza, ni se usaba ~quí el pensamiento
~strella que gritaba en su· naufr'!gio a través de espacios densos de Lenin par_a j'!.!~.tificar la estupidez .. La revo;Iuci_óii rusa estaba
y silenciosos. Y -la estrella náufraga .se sobrepone a su memoria y presente, y ;con sus grand,e,s llamas desp_ertaba la conciencia fra-
se iguala con ella: "Mis nervi_os se derraman. 1 La estrella del ternal de los .hombres hacia .la necesid,ad· d_e· la justicia 'y la
recu~rd(). 1 naufwga en ~1 agua 1 del silencio." acción. r
Y viene otra, vez el ansia de compañía· que estimula las poten- Est_a situación, se. ·refleja de diferentes maneras en el poema de·
cias recoilstructoras del alw<\ que i~agina; y la no!;he !fe las des- Maples Arce, alumb_radq por las lumbres rojas de.aquella: estrella.
pedidas se contagia de las noches de amor: "Tú y yo l coincidí-. Para conseguir su poema, ~l. arti_sta reúne aquí· dos géneros de
mos 1 en la noche terrible, 1 meditación· temáJJca 1 <;leshoja,da ex~eriencia: 1ª !;Q~ectiva,_ fruto de sus· circunstandas históricas y
en jardines." s?o~les, y Ja individual y subjetiva, producto de sus propios sen-
. Con esto vuelve a aparecer el parque ·de manubrio, y la des-. tlmie~tos que, al lado de aquéllas, v~qdráh a parecer siempre
pojada margarita J).OCturn·a .se convierte en el pensamientc;>·mismo dolondos y al borde del fracaso, _insignificantes y. sin trascenden-
de los amantes. cia gen~ral.
El r.ecqe:rdo YIJ!!lve, ya sin prden., a m_ezclªdªs y caóticas I!J.a- Ahora bien: c;omo ·fondo de la experiencia colectiva y la indi-
terias evidentes: vidua], Maples Arce elegirá ~l panorama dinámico de la ciudad
"Locomotoras, gritos, 1 arsenales, telégrafos." moderna. Y en· ~u- poema la ciudad no ,será: ya solamente la de
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Mexico, sino una gran ciudad portuaria, un inmenso puerto cimiento contemporáneo: "Los- pulmones de Rusia 1 soplan ha•
oceánico abierto a todas las esperanzas y a todos los peligros. El cia nosotros 1 el viento de la revolución social."
viajero y fijo receptáculo de las batallas y las victorias humanas: Obsérvese, en primer lugar, la personificación de Rusia, y lue-
Su poema, pues, comienza con una invocación a la ciudad nue- go, la manera como ésta es definida por su parte que respira y
va, a la cliál habrá d·e adecuar emociones y palabras. Escrito en agita el aire mundial. Son los pulmones del gran país los que
versos breves de medida irreguiar, busca a conciencia que las soplan, los que impulsan la revolución hacia todas partes; y la
palabras y las imágenes en que se ·coridénsa expresen sü materia revolución se metaforiza, sosteniendo la imagen inicial, en el
sorprendente y robusta, múltiple y ruidosa y en tensión. Asf se viento terrible empujado desde el fondo por los inmensos pul-
inicia, pues, su primer canto, manifestando su intención: "He mones.
aqu1 mi poema 1 brutal 1 y multáni:me 1 a ia nueva ciudad." En. contraposición .con la imagen portentosa, aparecen, sucios
No es, así, una ciudacf apacible el objeto del canto. Es la ciu- y minimizadqs, los artistas ·iJllpotentes: "Los asalta•braguetas lite-
dad contemporánea, múltitúdinaria de aliñas combatientes, que rarios f nada comprenderán 1 de esta ,nuev~ belleza 1 sudorosa
en su agresivo desenfreno trasminarán el poem:a que la' celebra. del siglo." ,
Esa ciudad en donde culminan juntamente los resultados de las Otra vez encontramos los dos planos verbales, el nuevo y el
teorías de la ciencia y de la sociedad. Con el esfuerzo de sus ma- tradicionalmente poéti~.o .. Junto a la palabra asalta-braguetas,
quinarias, con el escándalo asombroso de sus impulsos de vuelo: la palabra b:ll~za. Y véase cómo esta .últi:ma se matiza y adquie:
"Oh ciudad toda tensa 1 de cables y de esfuerzos, 1 sonora toda 1 re valores d1stmtos ~ntre dos objetivos: nueva --Otra vez esta
de motores y de alas. 1 Explosión simultánea 1 de las nuevas palabra- y sudorosa. Y cómo el empleo de este adjetiyo se hace
teorías." aún más efectivo por su situación en ei encabalgamiento de dos
Un poto a la manera· de Walt Whitman, avanza el poema, versos: "Esta nueva belleza 1 sudorosa." Y luego, el ámbito tem-
grandilocuente y brusco; la doble aparición de las palabras nue- poral, presente y extenso; ef instante se engrandece y adquiere
va y ciudad, señala el asunto primordial; palabras consider-adas la magnitud "del siglo".
extrapoéticas como brutal, cables, motores, explosión, marcan el Como frutos de un árbol celeste, los astros del romanticismo,
tono estridep.tista, que se equilibra y enriquece al cómbinárse ya i_nútiles y _putrefactos, se desprendieron haciá lo más bajq de
con otras palabras, ésas sí 'tradicionalmente emplea'das en .poesía; la tierra; y lueden y corro~pen con quienes todavía los cantan;
como esfuerzos y alas, que con sus significados espirituales y as~ los que no han comprendido la nueva belleza sudorosa del tra-
cendentes crean un ambiente optimista y triunfal. bajo y el combate: "Y las lunas 1 maduras 1 que cáyeron, 1 son
Pero esas realizaciones verbales no bastan al poeta, que se esta podredumbre 1 que nos llega 1 de las atarjeas intelectuales."
siente todavía por encima de su tem~, áurtqüe éste pudiera Y hay que notar el adjetivo "maduras" atribuido a lunas, que
superar las realizaciones del propio autor del Canto a mí mismo a_l _punto hace que éstas se conciban como frutos arbóreos, y jus-
o del pintor que ~ondensó un mundo nuevo. Pués hablando de tifiquen del todo el empleo del verbo caer. Vuelve el tema ini-
esa misma ciudad tensa y sonora, reflexiona que está: "un poco cial del ,canto: "He áquí mi poema", luego, la invocación, direc-
más allá ¡ En el plano espacial 1 de Whi:tman y de Turner 1 y ta: "¡Oh ciudad fuerte 1 y múltiple, f hecha toda de hierro y
un poco más ac¡l 1 de Maples Arte". acero!"
Y piensa en. la ciudad alumbrada por el advenimiento de la Múltiple la ciudad, como es multánime el poema que la cele-
revolución social, y en la incompetencia de los poetas contempo- bra. Y la tensión, lós cables; los esfuerzos, el sonido de las alas
ráneos suyos para comprender su "irrupción violenta e ilumina- Y lo~ motot~s, se concentran en los metales industriales capaces y
dora. Y una imagen ingente y plástica, como la de un dios flexibles: hierro y acero. Y' la ciudad está junto a un océano po-
gigantesco, le sirve para expresar su sensaCión del gran acoht'e'- deroso, y. es lugar del trabajo humano:• "Los muelles. Las dárse:.
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nas. 1Las grúas", sigue Maple's Arce,·eludie~do en su descripci?V na: "Bajo las pe7sianas ingenuas de-la hora / pasan los batallo-.
todo vínculo de carácter explicativo, y haciendo asi su descnp- nes rojos.''
Y así se renueva. la visión de Rusia y su victoria iniciada. Y
ción rápida y éfectiva. . , . .
"Y la fiebre sexuál 1 d~ las fá,bm;¡¡.s , p:r;Qstgue, propome~do otra vez el contraste fortalece el paso del poema: "El .romanti~
una i~agen sugerente de las chimeneas fálicas y el hervor Yital cismo caníbal· <f.e la música yankee 1 ha. ido haciendo sus nidos
y creador qel trabajo ·.cólectivo. . . en los mástiles."
Ahora d vasto panoráma ciudadano se va r~due1endo a _los Así, mientras las calles dtadinas ·se alumbran con el sol de lá
ojos del poeta, y 1a ciudad .de todos se varhaciendo paulatma- revolución, las cosas viejas, el romanticisrqo devorador de la dig-
mente su ciudad, la que él habita, donde él ama y goza. y pa- nidad humana, ·se refugian en la muestra artística y ruin del país
dece;· un panorama dé luz. batalladora,. junto' al paso del ue~po capitalista, y ocupan :clandestinamente al.turas viajeras. Y la idea
que ya no es un' ~iglo general, sin~ un_a_s:~~e d_e dí~s co~C::t~~:, de los mástiles convoca la de los navíos; y la de· éstos, la de los
"Vroe: 1 Eséoltas de· tranvías ¡ que -recorren las calles subversis- puertos donde llegan a fondear.
tas. 1 Los eséaparates asaltan las aceras, f y el sol, saque~ las Ahora sabemos por qué la ciudad invocada y cantada por
Maples Arce es un puerto de océano. Porque un puerto, por- su
avenidas:·· . . . .. ., :. propia esencia, es una ciudad que no puede pertenecer a una
Es un ·paisaje de calles recorridas :por ímpetus r~vo~ucxo_nanos,
sola nación, sino que es patria d.e todas: "¡Oh ciudad internaCio-
de gente que se transporta mecánicamente, I~uentra~ la lu,z
nal! 1 ¿Hacia. qué rem<;>to meridiano 1 cortó aquel trasatlánti-
creada por el hombre toma por asalto lo que ue_ne mas pr?xi-
co? 1 Yo siento que se aleja todo." Es el puerto, como punto de
Illo mientras la' luz cósmica se apodera de los cammos recorridos
.
'
por el hombre mismo. . . .
partida de· un viaje salvador, cuyo 'término está en todas partes.
Y como hacia el niar envía la ciudad .sus barcos renovadores,
y eso ocurre en el tiempo cuyo tJ:anscurso marcan medi~s de
envía sus. trenes salvadores .hacia tierra adentro, ·hacia ciudades
rápida comunicac.ión, momentos q'ue aséienden .ye~ticalment~: lejanas que ocupan el.horizonte: "Yo siento que se aleja todo. 1
"Al margen de los días 1 tarifados de postes 'telefómcos / desfi- Los crepúsculos ajados ¡ flotan entre la mampostería del pano-
lan paisajes momentáneos 1 ~or sistemas de t~bos ascenso~es." rama. 1 Trenes espectrales que van J hacia allá f lejos, jadeantes
Orden de ascensos como Sistemas planetariOS, yendo Siempr~ de civilizaciones." ·
haci~ arriba. y luego, la ciudad, reducida ya a la que rodea. al Como una tela vieja y gastada, la lumbr~ del atardecer se
poeta, se co~d.ensa aúq más, y se hace. su ciudad int:~i~.r.,_ pobla: gasta aún más en las. "cimas de concreto ·de las ciUdades distantes.
da y defipjda algup.a ve-,. J_>Or la J11UJer q~e ama:~ Sub.Itamen¡ Y en esa media claridad, como espectros de máquinas, jadean
,te, J ¡oh el fogonazo f verde de sus ojos!" . . los trenes llevando el peso de la comunicación civilizadora.
:Nuevamente la descripción hecha al margen de, los pr~edt:. De !nuevo bajo la luz de la téc'nica de los .encabalgamientos,
mientas xaciqnales del idioma. Y otra vez el encabalgamiento vale la pena leer los últimos versos de esta estancia: "Trenes
forzando la potencia imaginativa: La exclamació?: "~h el fogo- espectraks que van", dice·el primero de ellos, como si encerrara
nazo", expresión aislada, con sentido de e;xplostón vtole~ta, se. un concepto completo. Pero el siguiente verso disipa esta idea:
remansa a. continuación en la figura femenina: la explostón es los trenes van "hacia allá"; como ·si fuera un allá definido. Pero
verde; es la mirada rápida y ·.deslumbradora de u~o~ ojos _rec.o~­ esto tampoco es verdad. Los trenes "van hacia. allá llejos", apun~
dados: y ei tiempo ya no es siglo ni días; el sentumen.to IP:~WI­ ta sin falla el segundo encabalgamiento. Y la idea de lejanía se
dual lo ha reducido a una hora, desde ,la. cual es posible mirar, acentúa con. el jadear fatigado por la longitud del viaje de los
como desde una ventana; una ·ventana bajo la cual desfila el trenes civilizadores.
progreso ~revoJq~ionari<>, opjeto y. producto de la ciudad moder- Un .nuevo.giro, y si"n ·transición .aparente, el poema' se vuelve
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o

de pronto, otra vez, a la multitud revolucionaria que desfila: Y llega por última vez, la tercera, la mención aJ propio poema,
son "los batallones rojos", las "escoltas de tranvías", la revolu- que ahora, p.or medie;> de una triple oposición; se define como
ción social soplada por "los pulmones de Rusia". imágenes múltiples de amanecida: banderas, gritos de victoria,
La· multitud de los desheredados ha dejado sus lugares habi- aplausos, mañanas que se encierran p~ra siempre, in~_architables
tuales donde era víctima de opresión y miseria, y se ,ha lanzado ya, dentro de los ojos libres que las miran: "He aquí mi poe-
a las calles enlodadas por la injusticia, y camina por ellas crean• ma: 1 Gallardetes 4e hurras al viento, 1 cabelleras incendiadas 1
do con sus pasos los acordes de un himno guerrero: "La multi- y mañanas c:;autivas en lqs ojos.:'
tud desencajada 1 chapotea musicalmente en las calles." En seguida de ~s.e canto d~ voces y de llamas, de estandartes
Resalta ahora el• concepto .de música. como. fuerza· libertaria y triunfales y amanecer~s humanizados, llega la postrera invoca-
civil que se insinuó al principio del poema al decir que la ciu- ción de la. ciudad, ahora _ya vencedora; ya. toda de música, de
dad es "sonora toda", y se enuncia con precisión en estos versos. ritmos que son los del esfuerzo, los de los moto:r,:es, los de las
Los pasos de la multitud en rebelión hacen la música que des~ alas; ri~mos que se desplieg:;m. como una. bandera roja. sobre. la
truirá la rabia rapaz de la burguesía, y creará los ..cimientos de humamdad pred~st}nada: "¡Oh ciudad 1 musical 1 hecha toda
la ciudad futura, libre comor un grito ·que es un- canto, :que es de ritmos mecánicos!"
una bandera de guerra: "Y ahora, los. burgueses ladrones1 se . Esa ciudad .mc;>der~a~. pu~tQ de pai'tida, e~ puerto profético y
echará_n a temblar J por los caudales 1 que ro\>aron (!1 pueblo, ¡. hbre que envza su muszca libertadora hacia todos los puntos del
pero alguien ocultó bajo sus sueños 1 el pentagrama .espiritual orbe. Y el poeta, como si viera de súbito que su entusiasmo lo ha
del explos_ivo." !~evado demas_iado a_njba en su entrega profétiqt, se recoge al
Tras el prosaísmo absoluto de los tres primeros versos, donde fmal -maravzlla del anticlímax-, se rec;:oge al final ~.n sí mis-
no hay sino expresión llana de un deseo o de un anuncio; don- mo, Y reflexiona en la re<!lidacl del mundo y en la función que,
de no hay ninguna trasposición del lenguaje; después de los tres dentro del mundo, le, coz:r~ponde a él como poeta. y piensa en
versos puramente enunciativos, vienen dos concentradamente el futuro humano, en la índole trágica de la cqndición humana
poéticos, en su tema y en su expresión. En primer lugar, ese ~ ~n el poder de la poesía como ins¡:rumento de dignidad; ei
sujeto indefinido de la. acción, ese "alguien", que puede ser un~co. qu~ para él ~s posible concebir y emplear en su cqm.bate;
todos los que sueñan y luchan por la justicia; luego, la acción el umco mde~tructzble contra la humillación con qqe el hombre
mis!lla: "ocultó bajo sus sueños". Y la idea del sueño como deseo se ve de contuwo amenazado por los poderes exteriores. y con-
se funde con la del sueño como· dormir; y, ligada con este segun~ cluye así: "Mañana, quizás, 1 só}Q la lumbre vzya: de mis. ver,
do significado; la expresión "bajo sus sueños" trae de inmediato ·á sos 1 alumbrará los horizomes humillados."
la conciencia la expresión léxica "bajo l:r almohada"; expresión
que a la vez atrae de nuevo la del su.eño como visión y la del
ocultamiento de algo precioso en lugar secreto y defendido por POEMAS ~NTERDICTOS
la cabeza misma de quien sobre él se apoya. Y lo que aquel
alguien guarda bajo el sueño-visión-almohada, es sw arma infa- En la obra de .~odo poeta existe ~na sede de palabra,.,, signifi-
lible y libertadora, que en. ese secreto crece y se prepara: "el cant_es qe conceptos o de contenidos emocionales, que .pueqen
pentagrama espiritual del explosivo". servir de c1ave para descifrar l;r visión que él tiene del mundo.
Reaparece de esta:manera el concepto de la música. como arma; Estas palabras son como un mjrador desde el cual el espíritu
el pentagrama es fruto del espíritu que se enfrentará a las po~ del lector _tiende la vista sobre el espectáculo de su propio mun-
tencias burguesas de la rapiña, y la música misma en él notada do conce~zdo por otros ojos, .revelado en aspectos para él hasta
será el origen. de la explosión. que destruirá aquellas potencias. entonces Ignorados. Porque I.a lectura de un poeta es, para quien
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la hace, un instrumento iluminador de sí mismo, que amplia y por completo süs recursos, el poeta construye deslumbrantes ar-
énriq:Uece sus capacidades comprensivas de sí mismo y de las quitecturas verbales; situado eñ eF centro de su propia indivi-
cosas que lo circundan. dualidad conquistada y consciente, mira todas las cosas a:- través
Si se buscan esas pálabras en la obra 'de Manuel Maples Are~, de sí mismo, sin ningU:ha contaminación externa. Y las mismas
esas palabras que ap<ti"ecen como señales definitivas a lo largo dé palabras reveladoras que aparecen en sus libros anteriores, se
todos sus poemas, se encontrará un grupo de ellas que, aparente- condensan en éste y descubren plenamente süs ya esbozados con-
mente, designan realidades objetivas; ._vastas visiones abierta~- a tenidos de significación profúiída.
la distancia, como horizonte, panorama, continente, Atlántico; Hallamos aquí también ios panoramas extensos, los horizon-
visiones más reducidas, como tiudad, puerto, y, complemento dé tes como límite siempre inalcanzable; los otoños que contagian
éstas, otras aún más concretas como calles o ventanas o balcones jardines y árboles y hojas y pájaros; los puertos, los océanos, los
o jardines o parques o plazas o avenidas; junto a esas_ palabras balcones, las calles, -la deshojadura del mundo entre la cual e_l
que designan realidades espaciales hay otras que expresan ideas poeta, despierto •sin remedio, hace trabajar su memoria. Y el re-
de tiempo: día, otoño, crepusculo, hora, tarde, noche; hay al cuerdo llega y· se va con el tiempo, háciéndose de modo· itre-•
r
lado de las palabras designadoras de espacio de 'tiempo, otras misible doblemente pasado, y por lo mismo, doblemente inal-
que de alguna manera mezclan, relaCionándolas, ambas catego" canzable.
tías, que éón ello comienzan a cobrar un sentido de realidad Si; las cosas presentes no son para él más que motivo de adiós,
subjetiva. y lo mismo le ocurre con las cosas pretérÍtas que la memoria
Entre éstas, por ejemplo, están viaje, barcos, telégrafo, trenes, vuelve a traer a su· ahora fatalmente efimero. Huye irrepara-
trasatlánticos, teléfono, navegación, flores deshojadas, muerte,· ble el tiempo mientras él, cáutivo del amor, siente que el amor
hojas secas, caída de hojas, despedidas, adioses, espejos, trampo- mismo se le escapa, se le escapa ya ·para siempre.
lines; ya dentro del dominio de la súbjétividad, una nueva serie El adiós y el recuerdo constituyen, así, la médula er{torno a:
de palabras significa un conjunto de estados· arumicos entre •los la cual este libro va creciendo. Y el adiós y el ·recuerdo encuen•
cuales sobresalen el insomnio, el recuerdo, el sueño. tran en el viaje el símbolo que los ·representa. Como asomádó'
Mezcladas a los conjuntos líasta aquí ditJ:10s, se presentan a 'u11a ventana en movimiento sin reposo, el poeta mira las- cosas
voées designadoras de objetos o estados de alma que se van asO" precipitarse en sentido inverso al de su camino. y de esta suerte
ciando según el caso a lo que ellos van significando: música, el espacio se puebla de condiciones temporales ·y pasa también;·
gritos, pájaros, pañuelos, luna, muchedumbres, canciones, moto" es pretérito como la hora en que se vio su desapariCión.
res, aplausos, pentagramas, píarios, subversiones, despeñaderos.'· y la vida, así, es un doble ir dejando atrás instantes y pers-
Estas palabras, con los conceptos y emociones que tra:o.sporta¡:l, pectivas. Y al admitirlo así el poeta, trata de alegrarse, con todo,
aparecen, repito, a lo largo de toda la obra de Maples Arce. aunque· al final háya de verse desolado por una angustia que
Surgen en Andamios interiores, se enriquecen en Vrbe, y se alum- se le vinó dentro y' que no fue poderoso a vencer.
bran en Poemas interdictos y Memorial de la sangre. Er óÍtimo poema de la primera parte del libro Poemas inter-
Así comenzamos a verlo: tin_ vasto panorama espacial corre dictos, se llama "80 H. P.". Así como el primero, "Canción desde
hacia su propia ruina por los caminos voraces del tiem'po. Y pata' un aeroplano", describe la experiencia del viaje por el aire, con
el espíritu del poeta vigilante -insomne- y memorioso, todo ·se sii dis~anciamiento natural de la tierra y quienes la habitan, éste
condensa en una visión de adiós desesperado a sí mismo 'y ~ todas trata de iá sensación de UÍl viaje'por caminos terrestres, impul-
las tosas. sado; por el' mbtór d.e un automóvil cuyo poder da nombre al
El tercer libro de poew.a:s de ManUel Maples Arce és Poemas poema.
interdictos y fue publicado en Xalapá en 1927'. DoiJlinadós ya Aparece la sensaCión de lo que va dejlmdo'afrás en el tiempo
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o - 'ip

y en el espacio; 1¡¡: angustia de no poder retener nad;:¡.. Y otr~ vez nerales. 1 Para la amiga in~erferente 1 entregada a .las vueltas
se percibe el gozo sorpresivo del momento, opacado en su misma del peligro."
raíz por la certeza final del abandono y de la muerte, qpe se ¿Con qué parte del poeta interferirá la presencia de esa amiga
miran como un «;!jé:rcito inevitable y adverso. que no teme el riesgo de los giros 4el automóvil velocísimo?
E~ paisaje cuya descripción inicia el poema, tiene ya factores El poema mismo parece responder a la posible pregunta. Su si-
de movimiento y decadencia que se irán desarrollando más guiente estanciar sintetiza la visión de la realidad inmediata en
tarde en sentidos particulares. Se preser,ttan en él puros elemen- aquel momento: la compañía femenina, condensada en una son-
tos característicos de la poesía de MapÍes Arce, todos definito- risa en equilibrio sobre el movimiento y el peligro del viaje, y
rios de su concepción peculi;:tr del mundo: la decadencia de las una cabellera· pálida removida por el encuentro del aire, y el
cosas, simbolizada por el otoño; el balcón, cgmo mirador de lo paisaje huyente que se esparce como una caricia fugitiva dentro
que en el npJndo ocurxe; la música, como imagen de libertad; e~. de los ojos· que lo miran: "he aquí su sonrisa equilibrista, 1 sus
jardín, como ambiente dt:: libre sqledad; la arquitectura de las cabellos boreales, / y sobre todo, el qmpo, 1 desparramado de
construcciones urbanas; constitutiva de la ciudad como correlato. caricias'!.
objetivo de la subjetividaQ, del poeta, como motivo predilecto Están pl,anteados ya los elementos 'temáticos del poema; el
de poesía. y además, el sentido social que opone la triunfadora poeta y la mujer que lo acompaña, dentró de un automóvi~, han
aparición prqleta:ria· del jardín al asentimiento antirrevoluciona- dejado atrás la ciudad, como algo en proceso de destrucdqn, de
rio de las casas que lo circundan. allí las menciones de tintes crepusculares, y viajan velozmente
Y, por últjmo y envolviéndolo todo, la sensación terrib~e de en el campo que los recibe como la libertad.
lo que se va sin reparación posiqle, lo que de continuo se pierde Ahora es ya la plenitud del viaje, en la cúal se irán mezclan-
para siempre. do y ;¡lternando los estímulos de la mujer y del camino al aire
Principia: "Pasal} l¡¡s avenidas del otoño J bajo los balcones descubierto. Y, como otro Cristóbal Colón, el poeta descubrirá
rparchitos de la música, 1 y el jardín e~ conto un destello rojo 1 un mundo desconocido para .todos, que esos estím4los irán reve-
entre el aplauso qurgués de las arquitecturas." lando sola!llente a él, afortunado como nadie:
Así, nos deja ver una imagen de viaje en la cual el que se "Países del quitasol 1 nuevo 1 mundo 1 latino f de sus ojos."
muev~ np es el viajero sino el camino por dopde transita. In~ Allí está la idea, nace allí para él la sensación del descubri-
móvil el balcón decadep.te, es mirador para percibir la decaden- miento. En los ojqs de ella, todo UQ. mundo desconocido, ~ro
cia inmensa del tiempo en camino. Y el otofío viste de rojo al lleno de antiguas tradicic:;mes y culturas propi<;:,ias. Y todo ese
jardín y de ese modo lo identifica con la revolución de los po- mundo es sólo para él, porque, la presentación tipográfiq del
bres entre la riqueza situada en torno suyo.
1
pot::w.a así lo. revela, es una visión que sólo él puede. disfrutar:
Luego de esa descripción general, un solo verso ep. ql]e re- "-espectáculo 1.exclusiva-", dice.
aparecen concentrados los elemeptos urbanos y los del tiempo Todo esto se manifi~sta en un instante mismo,. como vuelve a
que se va, sirve de transición al comienzo de l.<J. descripción del revelarlo la tipografía del poema. Y se manifiesta ~IJ. la identifi-
viaje que da motivo aJ poema: "Esquinas flameadas de pQ- cación del motor del automóvil y el corazón del hombre; en ·el
nientes." ruido de la máquina· y la angu,stia. del corazón, al.}.g4stia de sole-
Es, pues, 1a ciudad en la tarde, con sus pasaje~iJ.S (;!squin<\S dad y de ansiedad y de amor; de este modo, por una p;;trte,
consumiéndose en la luz del crepúsculo, recorrida por el vehículo leemos: "En el motor 1 hay la misma canción." Y frente a esto, y
en marcha. Y el vehículo es pequeño, y vive y pro~ege qm su como su equivalente, "(El corazón apretado como un pufío)". Y
materia casi ani¡:nada a la mujer acompañada del hombre que lo es de observarse que la distribución tipográfica resulta aquí efi-
tripula: "El automóvi~ sucinto 1 tiene a veces 1 'ternuq~ 1 mi- ciente recurso poético, al presentar simultáneamente realidages
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• ,'p

Cierto, las cosas qlle ahora se miran marchan' hacia atrás, y


de orden diverso, ·realizando· así una suerte de metáfora .visual: allá se quedaQ,·semej~ntes a barrios de ciudades· perdidas. Per~
si dijera, por ejemplo, "Los países del quit~sol, nuevo mundo existe ahora algo poseído indudablemente,· -llenq de movediza
latino de sus ojos, son un espectáculo exclusivo:', Y luttgo: "~n alegría, rebelde en su evidente. sumisióp, d_eslumbrante en su
el motor hay la misma canción, mientras yo teng?' el corazon fulgor de piel amorosamente .·próxima.
apretado como un puño", el poema estaría muy leJOS de coJ;Ise- Por eso, después de figurar. así sus sensaciones de viaje y de
guir la comunicación exacta e inmediata que logra con_ su pre- pérdida: "Los árboles turistas 1 a intervalos 1 regresan cop. la
sentación en que los objetos pOéticos, al colocarse frent~ a frente tarde. 1 Se van 1 quedando 1 at_:r~li 1 -los arrabale~ ./ del recuer-
las palabras que los designan, constituyen unidad efecuva. do", después de figurarlas así, se detiene para exclamar, como si
La angustia sugerida por la expresión: "El corazón apretado designara lo que para él conforma la totalidad del mundo y la
como un puño", no desaparece allí, sino que se ~rolonga y se vida: "~¡oh el alegre motín de su b.lancura!-"
extiende hasta abarcar el paisaje· exterior y el ámmo todo .del Ahora lo pose~ todo. Lib:re. recorre Jas vecindades de lil ciu-
poeta. Esa angustia vitd que le provoca el transcurso .que tod~ dad amada, que· ahg_ra, en su .coQ.ciencia de· la,, r~alidad,. no es
le arrebata. Como se aprieta su corazón, así es apretado el ·pai• ya la gra.q urbe lejana; el puerto de océano, sino oqa vez su
saje que se va dejando en el pasado, con rapidez de-~áfaga de ciudad de México, donde ha buscado. y en~qntrado la posibili-
tormenta, mientras hacia adelante la ruta se ~strecha Igual que; dad de; sei:.
en una pesadilla; eñ uiio de esos ·sueños tremendos en que uno De nuevo presentadas en orden simultán~o, aparecen la liber-
se esfuerza vanamente por apartar las paredes implacables que se tad musj_cal, ahora red!Jcida al ámbito de su misma medida, y los
le cierran endma: "A veces pasan ráfagas, paisajes estrujados, /Y arrabales, no del recuerdq; sí del presente espacial y temporal
por momentos 1 el .caminó es angosto como un sueño.'~ en dqnde existe. Lo expresa de este modo: "Tacubaya, 1 San
Pero, como si amaneciera ·o como si despertara, todo ese an- Angel, 1 :¡'yfi~coac." "Pequeños,¡ alrededores de la música"_; medi-
gostamiento de alma y de paisaje desaparee~·- Se abre todo de ta, de. la mismfl suert~ que ~j encontrar(!. jq_s_to perderlq todo
par en par, lo mismo que las puertas gel dia. Y esta aber~_ura despué_s de haberlo pQseído rodo: "Después 1 ~ólq las praderas
se produce y se revela mediante una imagen que, en su apar~e~· del tiempo."·~se tiempo vor¡¡z, aliado de la muerte que aguarda.
cia, es aquella favorita de Maples Arce de la mano que. deshoJa Tiefi.lpo 'Y muerte; confundidgs_ eli su conciepcia e identifica"
una flor. Pero su significado no es aquí el de la pérdida o el dos con la.:Qostilidad, multiplicada de Jas horas noctur.Qas, le dan
acabamiento, sino el de la conquista de una inmensidad. Porque los últimos versos: "Allá lejos 1 ejércitos 1 de la noche 1 uos
'la flor deshojada no es ahora la margarita interrogada o la novia esperan."
blanca, sino la que -cóntiene los. rumbos que conducen a wdas Es la últimill e~peranzi: qpe el instante actual ·se prqlop.gue,
partes, y de 'acuerdo con la cual se or'de?a _la. realidad del esp~; que la pérdida, las filas destructor~s del tiempo, Ja oscura muer-
cio. Y quien la deshoja es la mujer que s?lamente_ él ,está_ desti- te, estén lejos. Que tengan q1,1e esperar todavía largamente.
nado a· mirar en ese momento; describe, como s1 reflexiOnar~
sobre algo antes no 'advertido: "Entre sus dedos / se d~shoja / la
rosa 1 de los vientos." Abierto así mágicamente el camino, la 'ale- MEMORIAL ..'Qf. ·LA SANG~
gría de asirse del momento presente ocupa al poeta. .
Habiendo admitido· que todo se va, al igual que ·desaparecen El c1.1arto libro de Maple~ Arce, donde el p.oderío (le alas de
de su vista los árboles del camino que recorre; que todo regresa las palaqras alcanza la perfección del equilibrio en vuelo, m::tn-
haciá ktrás, hacia su propio atardecer, que es su consunción, se tiene, revestidos p9r el lujo deJ idioma conqu.istado, los mis~p.os
reúne todo él en fa gloriosa sensación del presente; que toma sentidos trágicos de lo~ t:r:es anteriores. Pero deja ver los princi-
·para él contenidos ·eróticos irreemplazables.
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o

píos de una sabia comprensión de ·las cosas que, virilme~te, ~~n las ciudades donde·'se· quiere fijar, le soh "nostalgia y estruendo";
asumidas con la serenidad espiritual lograda por e1 e1eroc10 el recuerdo de la gloria humana, consolidada eñ ""los esplendores
pleno de la conciencia. · · del orden'' de las estatuas y las ofrendas fúnebres, es insuficiente
Agobiado ·por ese irse yendo incesante de todas las cosas: por a conservar la realidad verdadera; la memoria se vuelve un río
esa inmovilidad suya de viajero vertiginoso que presenoa la de sueños de los cuales no es posible despert!lr, y que acompaña
décadénciá del mundo, el poeta intenta radicarse y enraizado a las cosas en su desaparición, y la libertad, "el gran día", "la
todo en un suelo firme, dentro y fuéra de si mismo. música en la piedra", es 'tan endeble y pasajera "como un soplq
Procura que las cosas se afirmen en una- pretendida duració~ entre ras frondas".
inmóvil, y su esfuerzo· no -da los :frutos buscados. Porque al arrai- Las eternas mujeres recibén en su seno las hojas mu('!rtas
gar su sueño sólo lo arraiga éíi una terrible movilidad: " ... un de "los altos otc>ñós"; él trabajo 'humano irradia uná "muerte de
sueño arraig~do f en la •luz vegetal, que se extiende en la tarde". acero"; las ciudades son incapaces de saciar su "sed amarga", su
Si se coloca en el tiempo, éste es sólo tina corriente de rumores: anhelo de fijeza, y todo es un viento que arrebata lo -presente
"yo soy el pensamiento de -Uil ausente j a orillas de un estío con sus presagios inevitables. Y el poeta allí, a la mitad del
rumoroso de ·árboles". Su memoria, que persigue lo inmortal deJ cambio y el acabamiento, piensa en una suer"te de resurrección
amor, se establece en un pedestal necesariamente transitorio, en en un futuro imposible, donde poder despertar del recuerdo a
camino hacia una noche cercana: "¡un grito que se eleva sobre la sombra de las inmortales· coberturas de· un "árbol milenatió"
el pedestal de la tarde!" . y aspira a un olVido de donde, tin día, pueda renacer, tr~~sfigu:
Y él, sin movimiento, és 'el punto donde convergen un mstan- rado en el contenido de una voz milagrosa.
te, para alejarse luego divergentes, rios, pasiones, fechas· v?láti- La armonía también se disipa en el tiempo. Como davada,
les. y aspira a encontrar firmeza en lo pasajero, en esas_ m1~m~s la luz se fundamenta en un acervo-de ruinas. Igual qué esa luz, el
pr('!selJ.cias que· llevan en sí la certidumbre -de la ausencia: M1s poeta advierte en un 'instante la definitiva fuina •de las cosas. Y
rÍos, mis cartaratas, mis rumores de bosques, f tódo lo que me piensa en la vida que allí existió antes que sutumb'iéran;· en la
soíióriia y me áfirma." Espera regresar con eflas, sacar de ellas cólera, el amor, laS zozobras, el odio, que ahora son sólo ·corrom-
la evidencia de lo que existe libre del tiempo; pero al final lb pida paz, miseria, ltiránicas ·presencias, Ciego, fotdo y mudo, "sirt
único evidénté es el silenció; un silenCio sólido eri el cual todo mirada y sin eco:·. el cuerpo de lo que fue, únicamertte origina
viene a ser confundido: "Un abismo de letras, un cuerpo de si- ahora el espanto febril que sé levanta como polvo de olvido.
lencio." Y le queda el amor. Pero el objeto del amor ·es támbién ru-
En medio de golpes y choques aniquilantes, trata de erguir mores, luz, canto de pájaros que se desvanece, puerto de despe-
el inmenso día de la libertad, ·"el gran día que comienza"; didas: flor "girando hacia la ausencia", fulgor ex'pirante, espec-
pero la libertad es uii otoño que echa a volar pájaros como hojas tro, éxtasis que -termi'na.
secas: "la libertad despide sus pájaros de octubre". Es una es- Contra Cl tiempo, duda sin tregua, -está la éái"icia. que pru~ba
tación combatida por constantes derrumbes, asediada "de estra- la certidumbre de la presencia. Pero bajo la caricia éstán esos
gos y de angustias". Los vientres preñados sufren en sus frutos la cabellos que escapan como "de ·brisa", como sonido de "silbato
amenaza de hachas asesinas; contradice la quietud de los cielos lejano"; está lá transitoriedad que se une con el tiempo. Y la
el angustiado fluir de la existencia; "palidez, sueños, / ceniza, carne se revela como ausenCia, eco 'de ausencia sólo, inútil "már-
·adiós, bosque, mirada, ¡ mar, viento", todo lo efímero, forma los mol contra el viento".
elementos donde querría fundar la eternidad. En la tarde, la amada es convocada por un viento de velocidad
Y otra vez amenazan al fugitivo el silencio, la soledad a donde mecánica, "una brisa de hélices"; "expresos sinfónicos"· arrastran
todo se dirige, la noche donde el recuerdo mismo es deshecho; su sonrisa; sus señas son trasmitidas por raudos impresos; hacia

30 !H
o p

con el mareri~l pétreo, cuyo frío lo sacude con un contacto de


ella va ·todo lo {uga?:, "los recuerdos,. las hélices, los rieles"; Eugaz¡
vida consumida y pretérita, vida que le llega hasta lo intimo·
.ella se mueve con alas; sueños, vértigo, electrici.dad. Nada ~uyo,
despertando -~tra. vez, en su perfecta individualidad, los impul-
sino en ap¡¡,ri~lld<!. puede detenerse. . . . sos de la sohdar1dad .humana hacia la justicia. D'espertado el
El amor, pues, depositado en un objeto transttono,.. ~~ h<!c~
cuerpo en la tarde junto al mar, siente en su interior la rebeldía
transitorio 'también, y ~arece Q.el pode¡; d~ est,.ablecer y h]ar.
contra el tiempo que lo estrangula y lo arruina, ·y .se contrae de·
y sólq le queda al poeta, como posibilidad .de esperanza d~
permanencia, la existencia de ~a poesi~, suya o de otros. Aquel
súbito a causa de. ese hecho, y se solidariza con todo cuanto se
opone en el mundo a las fuerzas injustas: "viene un soplo de
deseo de que, en un canto futuro, sean rec~tadas su vida~ sq
fábula, su ausencia. De que, consolidapa en ~!'~éJ.ción. de a¡;t~. _la
mármol a· estremecer su carne / y surge de la memoria de las rui-
nas, 1 las entrañas crispadas de injusticias":
vida se. conserve p<!Jª: si~mpre. Y pretende que arte y am~r,_ ah~­
Y el hombre, junto a aquel cuerpo rendido ya a las amenazas
dos en .su fuente, consigan perpetuar ese fruto de prod1g10 en.
del tiempo, quiere verlo otra vez de mármol, como un templo pe·
un ·seguro renacim~!!nto. · . renne> pleno ep. la duración sin límite de su materia y resplande-
"Renacimiento" ·es el nombre de uno de los últimos poe1pas
ciente de belleza sin términn. Pero en ese mismo instante cae en.
de -es~ libro .. Es un paisaj!! de f:l~rid~d..es y ~on!<!os. l;>esp.ud~ la
la cuenta de que la misma belleza que debía darle f\.mdameD'to'
mujer ~qmo t;l m~r. adq:uier~ de ést~ la vasta resonancia rítmica,
inacabable es el principio de. su acabamiento: porque la fuerza
ese. ruido de masas translúci_das que propaga sus ondas q:¡¡.no lu,
de la belleza es tan grande que lo absorbe todo y lo consume
ces entre follaje a los. c:u.,'!.les ga fondo la q:uietud .gel cielo previo
como una hoguera despiadada: "¡belleza que consume, eternidad
al crepúsculo: "Su desnudez marina resuena entre los árboles 1
petrificada!"
como la clarida4 pulida de la tarde." .
Cqmo u:g t!!IJ!Plo d~rrum\>adJ>, como una derrumbada conste-
lación de rosas _cuyos despojos se confunden un instant~ con la~
De esta manera, del primero al último .de sus libros, Manuel
saladas rosas. \>l~:P.~~s g_~ lp~ labio& Il).a,tinqs en la arena JI toral, el
Maples Arce mantiene un tono y un sentido unitarios y cohe-
cuerpo desnudo se ti_encle de mármoles y pétalos: "las _columnas
rentes. Su concepción ~de la vida humana, de la función del' hom-
tendidas, las rosas de s'Q cl]erpo / d,esgarr~ga~, a, ~mlla de la
"
·~~pum¡;¡ . . .
.- bre y .del Illundo, su aspiración a Jos valores del individuo y de
~a soe1edad, dan cue.rpo a· una obra admirable también por sus
Per.o todo ese fulgor, toda esa música, sucumb~n baJO u~ .p~so
Impulsos de superación formal.
im:xQrªble; son empuj'!dO!l hacia. su destrucCÍÓJ1, son asflxtados
Exáltado por las fuerzas colectivas que en él cobraban indi-
por el transcurso que todo lo destr:uye: "¡Oh, gloria-estrangulada
v~dualidad, tr~bajó en esa obra conquistando los poderes necesa-
por el tjeyQpo!" nos para descifrar y revolucionar lo existente, y para extraer de
Trasminado por esa presencia temporal desoladora,. nac~ ~~
la asediante fugacidad alguna luz que alumbrara lo permanente
principio ,de la segu.nda· e.stal)..cia. del poema. Y la rebel.~óq. mte-
del hombre.
rior del hombre contra· lo que combate al cuerpo que él ama, se
Sabiendo que los elementos int~riores sólo podrían convertir-
asocia con rebeliones colectivas; el dolor social se incorpora al
se en objeto artístico si su expresión se relacionaba con la evi-
individual, y se manifiesta en sangre y en grito .libertario; a~are­
dencia, exterior del mund~ como ámbito para el hombre y como
ce de nuevo el-otoño como signo de la disolución, ahora signQ
receptaculo de la modermdad, escribió.
también de .conocimiento: "Desi:Q.tegra el ot<;>&<> ~u conci~ncia
_Y así se formaron Andamios interiores, Vrbe, Poemas inter-
amarilla 1 mientras sangra la voz de las insurrecciones." •
dzctos, Memorial de la sangre. Libros breves, de apenas unos
Ahora el templo derrumbado, sus "columnas tendidas", re-
centenares de versos. Y con todo eso, fueron bastantes a remover
c;;obra su íp.dqle carnal, removido precisamente ·p.or sq patentésc.o
33
o ··p

la literatura mexicana, y a crearle elementos que. todavía la sos-


tienen y la .alimentan.
.A partir. de Maples Arce, la literatura se .ha ido haciendQ más
Andamios~· interiores
libre; más sabia, más ·encaminada a la participación con lo ver- r •

dadeyamente humano. Aquel deseo suyo de ~acer recordar a gri-


tos, a sacudidas, a. palos, si fuera preciso, a quienes. vda <:lur-
Poemas radiográficos
miendo en su falta de espíritu y de visión del presente y el
futuro, se realizó, pues, a fin de cuentas. Porque las letras na-. 1922
cionales se modificaron, encaminadas a más altas direcciones, y
encarnadas en una expresión más directa y ·epérgica,. más rigur.o-·
sa y más clara, respondiendo a su llamado. Verdadero artista es el hombre que· cree
Y no obstante, así pueda parecer· extraño, ni :Maples Arce ni absolutamente en sí, porque él es absoluta-
el Estridentismo han recibido todavía el alto lugar. que en la mente él mismo.
historia y. la crítica de nuestra literatura les corresponde por ÜSCAR WILDE
indudable justicia.
Acaso es porque tod.avía. su revolución .no es perdónada A la que sacudió sobre mi vida U!}a pri-
por q'\lienes sienten que vino a destruir, cpsa que toda revolu- mavera. de. alas.
ción está destinada .a hacer, sü:uaciones y objetos que les parece_n,
amables y buenos, aunque se avergüencen de reconocerlo. No
pudiendo ya recurrir al amparo de sus prejuicios y sus gustos,
los críticos, con respecto a Maples Arce, han preferido la cómo- Prisma
da a()titud del silencio y el resentimiento.
Por fortuna, esa actitud comienza a verse también como ya
vencida. La mejor prueba, esta edición qüe da hoy a la luz el
Fondo de Cultura• Económica', reiterando su uso de mantener Yo soy un punto muerto en medio de la hora
al alcance del público la obra de nuestros más valiosos escri- equidistante al ~Vito náufrago de una estrella.'
tores. Un parque de manubrio se engarrota• en la sombra-
RuBÉN BoNIFAZ NuÑo y la luna sin cuerda ' '
me oprime en las vidrieras.
Margaritas de oro
deshojadas al vien~o.

La ciudad insurrecta de anuncios luminosos


flota en los alma;naques,
y allá de tarde en tarde
'
por la calle planchada se desangra un eléctrico.

El insomnio, lo mismo que una enredadera


. '
34:
35
o 'Pt

se abraza a los andamios sinoples del telégrafo,


El amor y la vida
y mientras que los ruidos descerrajan las puertas,
son hoy sindicalistas,
la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.

y todo se dilata .en círculos concéntricos.


El silencio amarillo suena sobre mis ojos.
¡Prisma!, diáfana mía, para sentirlo todo!

y 0 departí sus manós,


FLORES ARITMÉTICAS
pero en ~q uella hora •
gris de las estacipne~,
sus palabras mojadas se me echaron al cuello,
y una locomotora Esas rosas. eléctricas ...
sedienta de kilómetros la arrancó de mis brazos.

Hoy suenan sus palabras más heladas que nunca. Esas rosas eléctricas de los cafés con música
¡Y la locura de Edison a manos de la lluvia! que estilizan sus noches con, "poses" operísticas,
languidecen de muerte, como las semifusas,
El cielo es un obstáculo para el Q.ptel inverso en tanto que en la orquesta se encienden anilinas
refractado en las lunas sombrías de los espejos; y bosteza la ~ífilis entre "tubos de estufa".
los violines se suben como la champaña,
y mientras las ojeras sondean la madrugada, Equivocando un salto de trampolín, las joyas
el invierno huesoso tirita en los percheros. se confund~n estrellas de catálogos "Osram.
Y olvidado en) el.honibro de algun~ Margarita;
Mis nervios se derraman. deshojada por todos los poetas franceses,
La estrella del recuerdo me galvaniza ·una de estas pálidas "ísticas"
naufraga en el agua que desvelan de .balde sus ojeras dramáticas,
del silencio. y un recuerdo de otoño de hospital se me entibia.

coincidimos Y entre sorbos de exóticos nombres fermentados,


en la noche terrible, el amor, que es un fácil juego de cubilete,
medí tación temática prende ~n una absurda figura literaria
deshojada en jardines. el dibujo melódico de un vals incandescente.
'
Locomotoras, gritos, El ·violín se accidenta eri sollozos teatrales,
arsenales, telégrafos. y se atraganta un pájaro Jos últimos compases.

36
37
• p:

Pero todo esto es sólo


Este techo se llueve.
un. ·efecto ciriemático,
La noche en el jardín
se da toques con pilas eléctricas de éter, porque ahora, siguiendo el entierro .de· coches,
y la luna está al último grito de París. allá de tarde en tarde estornuda un voltaico
sobre las caras lívidas de los "players" románticos,
y florecen algunos aeroplanos de hidrógeno.
En la sala ruidosa,
el mesero académico descorchaba las horas.
En la esquina, un "umpire" de tráfico, a su modo,
va midiendo los "outs", y ~n este amarillismo,
se promulga un sistema 1uminista de rótulos.
Todo· en un plano oblicuo ...
Por la calle verdosa hay brumas de suicidio.

En tanto que la tisis -todo en un plano oblicuo-


paseante de automóvil y ·tedio triangular,
me electrizo· en el vértice agudo de mí mismo. A veces, con la. tarde ...
Van cayendo las horas de un modo vertical.

Y simultaneizada bajo la sombra eclíptica A veces, con la tarde luida de los bordes,
de aquel sombrero unánime, un fracaso de alas se barre en el jardín.
Y mientras que la vida esquina a los relojes,
se ladea una sonrisa,
mientras que la, blancura err éxtasis de..frasco se pierden por la: acera los pasos de la noche.
se envuelve en una· llama d'Orsay de. gasolina.
Amarillismo
Me debrayo en un claro gris.
de anuncio cinemático.
Mis ojos deletrean la ciudad algebraica
Y detrás de la lluvia que peinó los jardines entre las subversiones de los escaparates;
hay un hervor galante de encajes ·auditivos; detrás de los tranv~as se explican las fachadas
a aquel violín morado le operan la laringe y las alas del viento se rompen en los cables.
y una estrella· reciente -se desangra en .suspiros.
Siento íntegra: toda la instalación estética
Un incendio de aplausos consume las lunetas lateral a las ca~les alambradas de ruido,
de la clínica, y luego -¡oh anónima. de ·siempre!- que quiebran sobre el piano sus manos antisépticas,
desvistiendo sus· laxas indolencias modernas, y luego se recogen en un libro mullido;
reincide -flor de lucro- tras los impertinentes.
-39
38
o ..
se muere haciendo gárgaras
A través del insomnio centrado en las ventanas
de plata
trepidan los andamjos de una virginidad,
electrizada,
y al final de un acceso paroxista de· lágrimas,
subido a los ·peldaños de una escala
llamas de podredumbre suben del bulevar.
cromática,
barnizo sus dolencias con vocablos azules·- '
Y equivocadamente, mi corazón payaso,
y anclada en un letargo de cosas ¡pa.nol'ámicas,
se engolfa entre nocturnos encantos de a 2 pesos:
su vida se evapora lo mismo que un perfume.)
amor, mi vida, etc., y algún coche rel\mático
sueña con un voltaico que le asesina e] sueño.
-~i tristeza de antes es la misma de, hoy.
-Tú siempre· con tus cosas.
Sombra laboratorio. Las cosas bajo sobre.
_,:¡Oh po~~a, perdón!
Ventilador eléctrico, champagne + F. T
Marinetti = a (En el jardín morado
Nocturno futurista
se rompe el equilibrio fragante .de· una flor·.)
1912.
Y 200 estrellas de vicio• a flor de noche
-Sol, blancura, etc., y nada de hojas se<;;a¡¡.
escupen pendejadas y besos de papel. -La vida es sólo un grito que se me cuelga al cuello
]o mismo que un adiós.
Hablemos de otra cosa,
te lo ruego.
VOCES AMARILLAS-
(Su voz
tiene dobleces románticos de felpa
que estuvo· mucho tiempo guardada en naftalina,
Y nada de hojas secas ... y duerme .en sus cansancios ingrávidos de enferma,
la elegancia de todas las cosas· amarillas.)

(La mañana romántica, como un ruido espumoso, (Y mientras la mañana, atónita de. espejos,
se derrama en la calle de este barrjo )ntoloro estálla en el alféizar de la hora vulgár,
por donde a veces pasan repartiendo programas, el dolor se derrama, lo mismo que un tintero,
y es una clara música que se oye con lo_~ ojos sobre la partitura de. su alma. musical.)
]a palidez enferma de la súper-amada.)

(En tanto que un poeta,


colgado en la ventana,
41
40
En la dolencia estática ... ·Por las horas de cuento ...

Por las horas de cuento de estos parques· sín rosas


ambulan, un diptongo de ensueño, nuestras sombra~.
(En la dolencia estática de este jardín mecánico,
el olor de las horas huele a convalecencia,
y el pentagrama eléctrico de todós los tejados
se muere en el alero del último almanaque. Y en tanto que algún piano fantástico, desvela
los bemoles románticos de un estudio sin luna
Extasiada en maneras musicales de enferma sus ojo~ se ad~rmecen en un cansancio felpa, '
inmoviliza un sueño· su vertical blancura, como Sl estuv1era: muriendo de blancura.
en tanto que un obscuro violín de quinto piso
se deshoja a lo l'lrgo de un poema de Schumann, (Y después, quedamente:)
y en todos los periódicos se ha suicidado un tísico.) -¿Amor, oyes las hojas?
-Hoy pasan los entierros -¡Si no es ~.so!
lo mismo que eh otoño. -¿Entonces?
·-Ese tema no es tema -Tal vez es un,a enferma
de primavera. que llora con Beethoven ...

(En el jardín hay cinco centavos de silencio) (Y seguimos del brazo. nuestro obscuro diptongo,
por los parque~ af~micos,
-Quiero un poco de sol azucarado. lacrimean tes de oro ... ) ·
-Tú pides imposibles.
-Mira mis manos mustias,
-¡Me quisiera morir!
mis dedos casi yettos ..• -¡No digas esas cosas
(Mientras medito un lento ·éotnpás de 3· X 4) que me hacen tanto mal!
-¡Si la vida es tan triste!
-¡Oh virgen supertónica! -Pero no pienses eso.
-Soy sólo una quimera, -¡Si la vida es tan triste!
se dijo murmurando. -Me duele el corazón cuando tú estás así.
tf en esta tarde lírica Doblaremos la hoja.
85-74, señorita ... (Y sobre el mismo· tema
la primavera pasa en motocicleta, su voz, casi ojerosa:) '
y al oro moribundo, historiada de cintas, -¡Me quisiera morir!
lo mismo que un refajo se seca mi tristeza.) ¡Me quisiera morir!

43
42
o ,..
(Y en el clorofonnado cansaq~io de la sombra, de unos cuantos renglones desgarrados de adioses:
nuestras 2 vidas juntas, por el 'parque sin rosas, ¡oh su carne amarilla!
se pierden en la noche romántica de otoño ¡mis dedos retroactivos!
ambulando en silencio la teoría de un diptongo.) (en el· piano automático
se va haciendo de noche.)

Y en el mismo declive del interior romántico


PERFUMES AP A.GADOS me interrumpo en un faro de automóvil, en 'tanto,

-bohemios romboidales- mi corazón se liueve·


la tarde en las vidrieras traquetéa como un t:en
Al margen. de la lluvia ... y mi dolor naufraga, definitivamente '
en la literaturá de todós los "ayer". '

Al margen de la lluvia en los cafés insomnes,


los perfiles se duermen en las láminas sordas.
Y·es ahora que todo coincide en los relojes: Tras los adioses últimos ...
mi corazón nostálgico ardiéndose en la sombra.

Despué~ de los vulgares asombros del periódico Tardes alcanforadas eh vidrieras de enfermo
en que sólo se oye el humo de las pipas, tras los adioses últimos de las locomotoras, '
florecen a intervalos las actitudés lívidas· • Y en las palpitaciones cardíacas del pañuelo
retropróximamente de los paraguas cónicos. hay un desgarramiento de frases espasmódicas.

Deduzco de Ja lluvia que esto es definitivo. El ascensor eléctrico y un piano intermitente


¿Quién está en el manubrio? Hay :up. corto circuito. complican_ el sistema de la casa de "apa_rtments",
y en el grito morado de los últimos trenes
La trama es complicado siniestro de oficina, intuyo la distancia.
y algunas señoritas,
literalmente teóricas, A espaldas de la ausencia se demuda el telégrafo.
se han vuelto perifrásticas, ahora en re bemol, Despachos emotivos desangran mi interior.
con abandonos táctiles _sobre el -papel de lija.
Sugerencia, L-IO Y recortes de periódicos;
Explotan las- estrellas ¡oh dolorosa mía,
eléctricas en flor. tú estás lejos de todo,
Pero más que todo esto, en el sintaxicidio y estas horas que caen amarillean la vida!
44 45
o

En el.fru-fru inalámbrico del vestido automático


Mis besos apretados
que enreda por la casa su pauta secc_io~4L
florecían en su carne.
incido sobre un éxtasis de sol a las v1dneras,
y la ciudad es una ferretería espectral.
Aquel adiós,_ el últim~,
fue un grito sin salida.
Las canciones domésticas
de codos a l~ ~alle.
La ciudad paroxista
nos llegaba hasta el cuello,
(¡Ella era un desmayo de prestigios supremos
y dolencias católicas de perfumes envqeltos y un final de kilómetros subrayó sus congojas.
a través de m's Q.edosl)
¡Oh el camino de hierro!
1

Accidente de lágrimas. Locomotora& úJt.i,:was Un incendio de alas


renegridas a fuerza de gritamos adiós, a través del telégrafo.
y ella en 3 latitudes, ácida de blartcura, Trágicas chimeneas
derramada en silencio sobre mi corazón. agujeran el cielo. .
¡Y el humo de las fábricas!

(Así, todo, de lejos, se me dice como algo


Como un~ gqte:J;"a ... imposible que nunca he tenido en las manos.)

Como una· gotera de cristal, su recu«;rdo, Un piano tangencial se acomoda en la sombra


agujera el.silencio- del jardín inconcreto; los interiores tod~s
de mis días amarillos. se exponen .a la lluvia -selecciones de ópera-.
En las esquinas nórdicas hay manifiestos rojos.
Tramitamos. palabras
por sellos de- <;:arreo,
y la vida automática · .
se asolea en los andamios de un vulgar rotat1vo.

Las canciones florecen


a través de la lluvia,
en la tarde :vacía, sin teclado y sin lágrimas.

Los tranvías se llevaron las calles cinemáticas


.empapeladas .de ventanas..
46
47
o

Vrbe Los pulmones de Rusia


soplan hacia nosotros
el viento de la revolución social.
Súper-poema bolchevique Los asalta-braguetas literarios
nada comprenderán
en 5 cantos de esta nueva belleza
sudorosa del siglo,
1924 y las lunas
maduras
que cayeron,
A los obreros de México
son esta podredumbre
que nos llega
·de las atarjeas intelectuales.
He aquí mi poema:
I
¡Oh ciudad fuerte
y múltiple,
He aquí mi poema hecha toda de hierro y de acero!
brutal
Los muelles. Las dársenas.
y multánime
Las grt'tas.
a la nueva ciudad.
Y la fiebre sexual
de las fábricas.
bh ciudad toda tensa Vrbe:
de cables y de esfuerzos,
Escoltas de tranvías
sonora toda
que recorren las calles subversistas,
de motores y de alas.
Los escaparates asaltan las· aceras,
y el sol, saquea las avenidas.
Explosión simultánea
Al margen de los días
de las nuevas teorías,
tarifados de postes telefónicos
un poco más allá
desfilan :paisajes momentáneos
En el plano espacial
de Whitman y de Turner
poi sistemas de tubos ascensores.

y un poco más acá Súbitamente, - .'


de Maples Arce. ¡oh el fogonazo
verde de sus ojos!

49
F
!

Bajo las persianas ingenuas de la hora


li
pasan los batallones rojos.
El romanticismo caníbal de la música yankee
ha ido haciendo sus nidos en los mástiles. Esta nueva profundidad del panorama
¡Oh ciudad internacional! es una proyección hacia los espejismos interiores.
¿Hacia qué remoto meridiano
cortó aquel trasatlántico? La muchedumbre sonora
Yo siento que se aleja todo. hoy rebasa las plazas comunales
Los crepúsculos ajados y los hurras triunfales
flotan entre la mampostería, del panorama. del obregonismo
Trenes espectrales que van reverberan al sol de las fachadas.
hacia allá
lejos, jadeantes de civilizaciones. ¡Oh muchacha romántica
flamarazo de oro!
La multitud desencajada
chapotea musicalmente en las calles. Tal vez entre mis manos·
sólo quedaron los momentos -vivos.
Y ahora, los burgueses ladrones, se echarán a temblar Los paisajes vestidos de amarillo
por los caudales se durmieron detrás de los cristales,
que robaron al pueblo, y la ciudad, arrebatada,
pero alguien ocultó bajo sus sueños se ha quedado temblando en los cordajes.
el pentagrama espiritual del explosivo. Los aplausos son aquella muralla.

He aquí mi poema: -¡Dios mío!


Gallardetes de hurras al viento, -No temas, es la oia romántica de las multitudes.
cabelleras incendiadas Después, sobre los desbordes del silencio,
y mañanas cautivas en los ojos. la noche tarahumara irá creciendo.
Apaga tus vidrieras.
¡Oh ciudad Entre la maquinaria del insomnio,
musical la lujuria, son millones de ojos
hecha toqa de ritmos mecánicos! que se untan en la carne.

Un pájaro de acero
Mañana, quizás,
ha emprorado su norte hacia una estrella.
sólo la lumbre viva de mis versos El puerto:
alumbrará los horizontes humillados. lejanías incendiadas,
50
51
o

el humo de las fábricas. y mientras los pulmones •


r
1

Sobre los tendederos de la música del viento


se asolea su recuerdo. se supuran,
Un adiós trásatlántico saltó desde la borda, perdida en los obscuros pasillos de la música
alguna novia blanca
Los motores cantan se deshoja.
sobre el panorama muerto.

IV
111
Entre los matorrales del silencio
la obscuridad lame la. sangre del crepúsculo.
La tarde, acribillada de ventanas, Las estrellas caídas,
flota sobre los hilos del teléfono, son pájaros ~uertos
y entre los atravesaños en el agua sin sueño ·f
inversos de la hora del espejo.
se cuelgan los adioses de las máquinas:
Y las artillerúts
Su juventud maravillosa sonoras del Atlántico
estalló una mañana se apagan;m,
entre mis dedos, al fin,
y en el agua vacía en la distancia.
de los espejos,
,naufragaron los rostros olvidados. Sobre la arboladura del otoño,
sopla un viento nocturno:
¡Oh la pobre ciudad sindicalista es el viento de Rusia,
andamiada de las grandes tragedias,
de hurras y de gritos! y el jardín,
amarillo,
Los obreros se va a pique en la sombra.
son rojos Súbito, su recuerdo,
y ·ªmarillos. chisporrotea en los interiores apagados.
J.
Hay un florecimiento de -pistolas Sus palabras de oro
déspués del trampoJín' !le: los discursos,· criban <::n mi memoria.
~-
52

j
53
o

Los ríos de blusas azules La bahía,


desbordan las esclusas de las fábric;as, florecida
y los árboles agitadores de mástiles y lunas,
manotean sus discursos e~ la acera. se derrama
Los huelguistas se arrojan sobre la partitura
pedradas y denuestos, ingenua de sus manos,
y la vida, es una tumultuosa y el grito lejano
conversión hacia la izquierda. de un vapor,
hacia los mares nórdicos.
Al margen de la almohada,
la noche, es un despeñadero;
¡Adiós
y el insomnio,
al continente naufragado!
se ha quedado escarbandp en mi cerebro.

¿De quién son esas voces Entre los hilos de -su nombre
que sobrenadan en la sombra? se quedaron las plumas de los pájaros.

Y estos trenes que aúllan Pobre Celia María Dolores;


hacia los horizontes devastados. el panorama está dentro de nosotros.
Bajo los hachazos del silencio
Los soldados las arquitecturas de hierro se devastan.
dormirán esta noche en el infierno. Hay oleadas de sangre y nubarrones de odio.

¡Dios mío! Desolación.


Y de todo ,este desastre,
sólo unos cuantos ,pedazos Los discursos marihuanas
blancos de los diputados
de su recuerdo, salpicaron de mierda su recuerdo,
se me han quedado entre las manos. pero,
sobre las multitudes de mi alma
se ha despeñado su ternura.
V
Ocotlán
allá lejos.
Las hordas salyajes de la noche
se echaron sobre la ciudc,td amedrentada. ' Voces.
54
551

' [¡
1
o

Los impactos picotean sobre


las trincheras.
Poemas interdictos
La lujuria apedreó toda la noche
los balcones a obscuras de una virginidad.
1927
La metralla El estremecimiento e~ la parte mejor de la
hace saltar pedazos del silencio. humanidad.
GoETHE
Las calles
sonoras y desiertas,
son ríos de sombra,
que van a dar al mar, POEMAS INTERDICTOS
y el cielo, deshilachado,.
es la nueva
bandera
Canción desde un aeroplano·
que flamea
sobre la ciudad.
Estoy a la intemperie
de todas ]as estéticas;
operador siniestro
de los grandes sistemas,
tengo las manos
llenas
de azules continentes.

Aquí, desde esta borda,


esperaré la caída de las hojas.
La aviación
anticipa sus despojos,
y un puñado de pájaros
defiende su memoria.

Canción
florecida

56 57
o

de las rosas aéreas, NewcYork,


propulsión Chicago,
entusiasta Baltimore.
de las hélices nuevas,
metáfora inefable despejada de alas.
Reglamenta el gobierno los colores· del día,
puertos tropicales
Cantar.
del Atlántico,
Cantar.
azules litorales
Todo es desde arriba
del jardín oceanográfico,
equilibrado y superior,
donde se hacen señales
y la vida
los vapores mercantes;
es el aplauso que resuena
palmeras emigrantes,
en el hondo lC;t~i.do del avión.
río caníbal de la moda,
primavera, siempre tú, tan esbelta de flores.
Súbitamente
el corazón
voltea los panoramas inminentes; . País donde los pájaros hicieron sus columpios.
todas las calles salen hacia la soledad de los horanos; Hojeando tu perfume se marchitan las cosas,
subversión y tú lejanamen te sonríes y destellas,
de las perspectivas evidentes; ¡oh novia electoral, carroussel de miradas!
lanzaré la candidatura de tu amor
Iooping the loop . .
en el trampolín romántico del cielo, hoy que todo se apoya en tu garganta,
ejercicio moderno la orquesta del viento y los colores desnudos.
en el ambiente ingenuo del poema; Algo está aconteciendo allá en el corazón.
la Naturaleza subiendo
el color del firmamento. Las estaciones girando
mientras capitalizo tu nostalgia,
Al llegar te entregaré este viaje de sorpresas, y todo equivocado de sueños y de imágenes;
equilibrio perfecto de mi vuelo astronómico; la victoria alumbra mis sentidos
tú estarás esperándome en el manicomio de la .tarde, y laten los signos del zodíaco.
así, desvanecida de distancias,
acaso lloras sobre la palabra otoño. Soledad apretada contra e,l pecho infinito.
De este lado del tiempo,
Ciudades del norte sostengo el pulso de mi canto;
de la América nuestra, tu recuerdo se agranda como un remordimiento,
tuya y mía; y el paisaje entreabierto se me cae· de las manq~.
58
59

1 1
o

T. S. H. estallan en)os hilQs


de los pentagramas
1 ~ internacionales.
Sobre el despeñadero nocturno del silencio
las estrdlªs arrojan sus progwwas, El corazón
y en el audión inverso del ensueño,, r • me ahoga en la distancia ..
se pierden las palabras ..
olvidadas. Ahora es el "Jazz-Band"
de Nueva York;
T.S.H. son los puertos sincrónicos
de los pasos florecidos de vicio
hundidos
en la sombra
·- 11 y la propulsión de los motores.

vací~ de los· jardines. Manicomio de Hertz, de Marconi, de Edison!

El reloj El cerebró fonético baraja


de la luna mercuri<).l la perspectiva accidental
ha ladrado la hora a los cuatro horizontes. de los idiomas.
.' Hallo!
La soledad,
·es un balcón Una estrella de oro
abierto
. .. l ;
J
hacia la noche. ha caído en el mar.

'
¿En dónde estará el nido
de esta canción mecánica?
Las antenas insomnes del recuerdo Prim.avera
recogen los mensajes ]

inalámbricos
de algún adiós deshilachado. El jardín alusivo se envaguece de esper~s
y el corazón despierta· a las últimas cosas.
Mujeres naufragadas
que equivocaron las direcciones Un soplo de radiolas
trasatlánticas; avienta hacia nosotros
y las voces sus rumores de vidrio.
de·auxilio
como flores Los poetas comentan la renuncia del día:
60 61

..
j
o

Las calles vagabundas regresan del ·exilio. y el jardín es como un destello rojo
entre el aplauso burgués de las arquitecturas.
Una tenue esperanza me llevó a sus caricias;
su imagen repentina me estremece en lo hondo; Esqujnas flameadas de ponientes.
anida su blancura· en la tarde latente,
y mientras que desciñe su busto de suspiros El automóvil sucin,to
los árboles alumbran nuestro secreto cósmico. tiene a veces
ternuras
La ausencia es el perfume que me deja ·en el pecho. minerales.
La pierdo en la espesura,
de la vida moderna, Para la amiga interferente
y nuevamente vuelvo, entregada a las vueltas del peligro;
al campo de deportes con sus lunas auténticas.
he aquí su sonrisa equilibrista,
Apuesto a su sonrisa en el juego de pókar, sus cabellos boreales,
lecturas de la música anegadas de lágrimas. y sobre todo, el campo,
desparramado de caricias.
Cuando pongo en sus manos
el cheque de mi adiós, Países del quitasol
los expresos sonámbulos
despiden nuestras sombras, -espectáculo nuevo
y el mareo de los puertos dentro del corazón. exclusivo~
mundo
lati11o
(Solfea la primavera de sus ojos.
sus lecciones.)
En el m~tor { (El corazón apretado
De pronto el desenlace obscuro de la célula. hay la mtsma canción. como un puño)

Transaré con los pájaros su recuerdo sangrante. A veces pasan ráfagas, paisajes estrujados,

y por momentos
el camino es ·angosto como un sueño.
80 H.P.
Entre sus dedos
se deshoja
Pasan las avenidas del otoño la rosa
bajo los balcones marchitos de la música, de los vientos.

62 63
o

Los árqoles turistas El humo de los barcos


a intervalos .. desmadeja el paisaje;
regresan con la tarde. brumosa travesía
Se van florecida de pipas,,
quedando ¡oh rubia transeúnte de las zonas marítimas!
de pronto, eres la imagen
atrás movible del ·acuario.
los arrabales
del recuerdo Hay un tráfico ardiente c;le ;:tvenidas
frente al hotel abanicado de palmeras.
-oh el alegre motín de. su blancura!"-
Te asomas por la celosía
de las canciones
Tacubaya, { Pec¡_'úeños
San Angel, al puerto palpitante de motores
alrededores de la' música. t y los colores de la lejanía
Mixcoac.
me miran en tus tiernos ojos.

Después Entre las enredaderas venenosas


sólo las praderas del tiempo
que enmarañan el sueño
recojo sus señales amorosas;
Allá lejos la dicha nos espera
ejércitos' en el alegre verano de sus besos;
de la noche
la arrodilla el océano de caricias,
nos esperan.
y el piano
·f es mía hamaca en la alameda.

Se reúne la luna allá en los mástiles,


P_uerto y un viento de ceniza
me arrebata su nombre;
la navegación agitada de pañuelos,
Llegaron nuestros pasos hast~ Ja borda qe la tarde;
y los adioses surcan nuestros pechos,
el Atlántico canta debajo de los muelles,
y eri la débil memoria de todos estos goces,
y presiento un reflejo de mujeres
sólo los pétalos de su estremecimiento
que sonríen al comercio
perfuman las orillas de la noche·.
de los países nuevos.
i-
iit

J
;~
64 . 65
.
o

Revolución repetirán su arenga proletaria


{rente a las ciudades.

El viento es el apóstol de esta hora interdicta. En el mitin romántico de la partida,


Oh épocas marchitas donde todos lloramos
que sacudieron sus últimos otoños! hoy recojo la espera de su cita;
Barrunta su recuerdo los horizontes próximos la estación
desahuciados de pájaros, despedazada se queda entre sus manos;
y las corolas deshojan su teclado. y su desmayo
es el alto momento del adiós.
Beso la fotografía de su memoria
Sopla el viento absoluto contra la materia
y el tren despavorido se aleja entre la sombra,
cósmica; la música
mientras deshojo los caminos nuevos.
es la propaganda que flota en los balcones,
y el paisaje despunta Pronto llegaremos a la cordillera,
en las veletas. Oh tierna geografía
de nuestro México,
Viento, dictadura sus paisajes aviónicos,
de hierro alturas inefables de la economía
que estremece las confederaciones! política; el humo de las factorías
Oh las muchedumbres perdidas en la niebla
azules del tiempo,
y sonoras, que suben y los rumores eclécticos
hasta los corazones! de los levantamientos.
Noche adentro
La tarde es un motín sangriento los soldados,
en los suburbios; se arrancaron
árboles harapientos del pecho
que piden limosna en las ventanas; las canciones populares.
las fábricas se abrasan
en eí incendio del crepúsculo, La artillería
y en el cielo brillante enemiga, nos espía
los aviones en las márgenes de la Naturaleza;
ejecutan maniobras vesperales. , los ruidos subterráneos
l pueblan nuestro sobresalto

Banderas clamorosas ~ Y se derrumba el panorama.


¡
67
Trenes militares
que van hacia los cuatro puntos cardinales, POEMAS DE LA LEJANíA

al bautizo de sangre
donde todo es confusión,
Partida
y los hombres borrachos
juegan a los naipes
y a los sacrificios humanos;
Yo soy una estación sentimental
trenes sonoros y marciales
y los adioses pitan como trenes.
donde hicimos cantando la Revolución.
Es inútil llorar.
Nunca como ahora me he sentido tan cerca de.Ja muerte.
En los contornos del crepúsculo;
Pasamos la velada junto a la lumbre intacta del xecuerdo,
ventanas encendidas · -
pero llegan los otros de improviso
hacia los rumbos
apagando el concepto de las •cosas, nuevos.
las imágenes tiernas al borde del horóscopo.
Palpita
Allá lejos, todavía
mujeres preñadas
la alondra
se han quedado rogando
·vesperal:
por nosotros
a los Cristos de Piedra. de su páñuelo.

Después de la matanza
otra vez el viento
Ruta
espanta
la hojarasca de los sueños.
A bordo del expreso
Sacudo el alba de mis versos
volamos sobre la irrealidad del continente.
.sobre los corazones enemigos,
y el tacto helado de los siglos La tarde apagada 'en los espejos,
me acaricia en la frente, y los adioses sangran en mi mente.
mientras que la angustia del silencio
corre por las entrañas de los nombres querido"s. El corazón nostálgico presiente
a lo largo de este viaje,
literaturas vagabundas
68'
69
1 o

11.

nos deshojó en la dich~ .de la carne,


que sacudieron las plumas
y el corazón fluctúa
de sus alas,
entre ella y la desolación del viaje.
en los fríos corredores del paisaje.

Van pasando las campiñas sonámbulas En la aglomeración de los and~nes


mientras el tren se aleja entre los túneles del sueño. rompieron de pronto los sollozos;
después, toda la noche
Allá de tarde en tarde, debajo de mis sueños,
ciudades escucho sus lamentos
apedreadas de gritos y adioses. y sus ruegos.

Ríos de adormidera~ El tren es una ráfaga de hierro


que vienen del fondo de los años, que azota el panorama y lo conmueve todo.
pasan interminablemente,
bajo los puentes, ; A,puro su recuerdo
que afirmaron hasta el fondo
su salto metálico del éxtasis,
sobre las vertientes. y laten en el pecho
los colores lejanos de sus ojos.
Después, montañas, silenciosos ejércitos
aúllan a la muerte. Hoy pasaremos junto del otoño
y estarán amarillas las praderas.
Entre las rendijas de la noche
me atormenta el insomnio de una estrella. ¡Me estremezco pór ella!
Trenes que marchan siempre hacia la ausencia, ¡Horizontes deshabitados de la a1,1sencia!
un día,
sin saberlo, Mañana estará todo
nos cruzaremos nublado de sus lágrimas,
en la geografía. y la vida que llega
es débil como un soplo.

Paroxismo

Camino de otros sueños salimos con la tarde;


una extraña aventura
70 71

Evocación fero a pesar de todo,


el otoño
inquilino
Al final de este viaje regó de hojas secas su recuerdo.
he inclinado mis sueños
sobre la barandilla de su nombre. · Oh mi novia lejana,
humareda romántica
El agua turbia de la sombra de los primeros versos.
ha metido la noche
hasta l~s corazones.

-M uched'um-bres inmóviles Saudade


están asediando el horizonte.-

He apretado su imagen Estoy solo en el último tramo de la ausencia,


y el dolor, hace horizonte en mi demencia.
contra mi desconsuelo,
y la luna, apoyada en los cristales,
es el frío Allá lejos,
deshielo el panorama maldito.
de su frente.
¡Yo abandoné la Confederación sonora de su carne!
Un perfume imprevisto Sobre todo su voz,
la enciende en mi meq1oria;, hecha pedazos
tiene el "filing" latino entre los tubos
su actitud de dulzura. de la música!
Oh su carne platónica,
inocente En el jardín interdicto
geometría que descansa en su seno! -azoro unánime-
el auditorio congelado de 1¡¡ luna.
La sonrisa es la flor del equilibrio orgánico,
y el campo Bu recuerdo es sólo una resonancia
la estremece, entre la arquitectura del insomnio.
bajo mi abrazo
panorámiq>. ¡Dios mío,
tengo las manos llenas de sangre!
72 73

''ti

! 1
o

Y los aviones,
pájaros de estos climas estéticos, Memorial de la sangre
no escribirán su nombre
en el agua del cielo. 1947

A Blanche

Memorial de la sangre

En la desierta obscuridad en donde brota la sangre,


la noche de la angustia rompe
la forma maternal que un gemido desflora:
misterio ensangrentado de tu cuerpo,
primer deslumbramiento, lo azulinisw\m<Jdo.
¡Oh lúcida experiencia!

Como un sueño arraigado


en la luz vegetal, que se ext.iende en la tarde
yo soy el pensamiento de un ausente
a orillas de un estío rumoroso de árboles,
la pura desnudez de la memoria abierta
al jardín inmortal de los amantes,
¡un grito que se eleva sobre el pedestal de la tarde!

Tú no estabas anunciado en los libros,


ni en los calendarios de piedra,
pero yo te presentía
en la fuente original que se derrama en el pecho.
Los ríos ancestrales del tumulto
conducen hasta ti, parecido al silencio
golpeado de mi pulso:
74 75
o

tú eres la promesa eterna de la sangre. . la evidencia de existir contra .los ídolos,


Cuando oprimiendo el pecho por donde cru:zah las paswnes la libertad terrestre de los sexos.
sólo tenga el gesto indefenso del silencio,
Tú llegas en la hora
cuando la tierra en mí se haya callado
y despierte la luz en otros ojos, en que una tempestad de ;;tcero
cuando un tacto de metal me arranque sopla sobre lejanas poblaciones,
y otros van a confundirse
la voz, y .sólo sea
un sollozo de piedra reprimido en un abrazo sangriento de naciones.
o una fecha de pájaros, ¡Oh! tú, hecho de mi sangre y de mi fu~rza,
¡que sea mi voluntad este deseo que crece! tú de forma mor~f. tú que no rezas, .
absoluta presencia que sube de las profundi(i~des.
Más allá de nuestro amor -transpuesto océano-, Tú traes el germen ·. ·
un país de ardientes jeroglíficos te es~era. de la rebelión que desciende al mismo tiempo
Ante ti su esplendor de piedras desCI?-adas. que la energía secreta de las venas:·
La estrofa secular de las pirámides entrañable momento pe las formas
te arranca un grito ensangrentado o clamor en<;ep.dido en el,espa<;io yehemente.
de belleza.
Sopla un viento c,le arpas ..
El pueblo persuadido de símbolos at~ánticos que infunde al otoño sus más antiguos recuerdos:
profiere la unidad cerrada de los punos. y todo recomienza en 'el poder profundo de un latido.
Tú ves el trabajo humano
¿Qué es lo que perdura del poema?
y la repartición de tierras. . . .
¡Ah! la esperanza obscu'ta de la metamorfosiS.
¡Ah el día geométrico de las altiplamCies
Un abismo de letras, un cuerpo de silencio.
y la gran primavera inaccesible de los lagos!·

Escucha, fuerza creadora,


el grito de distancias que afluye· hasta mrs _labios;
España, 1936
la naturaleza despierta sorprendida en 'tu rostro,
que surge desde el fondo pálido del agua. .Ptl

Mis ríos, mis cataratas, mis rumores, de bosques, V oicj le temps des assassins.
todo lo que me sonoriza y me afirma,
un día, invisible, RIMBAUD

revivirá en la voz de mi regreso.


Por eso canto lo real, el fuego r e La mañana resuena· ata·cada err lo aJto de" motores,
fértil que devora la ausencia, espejos sepulcrales rompen :sus imágenes

06 77
y despedazan las risas de los niños, De pronto, m·arca un paso de acero tu evidencia,
mientras la sombra golpeada de los árboles la voz reminiscente de ~irena,
cae inerte al fondo de las fosas. la mirada de fuego de las fábulas,
transformada de ira en la matanza,
Yo siento la agonía de los suplicios luchas contra la bestia africana que aúlla ensangrentada
y los llantos agrietan mi memoria. tras un bosque colérico de armas.
¡Oh España negra de sangre y de sollozos!
Un viento de barrotes duramente esculpido
Voy a la multitud en que el día me transforma; sopla contra los pechos ampliados de fronteras.
tú estás aquí tras,pasada de hierro, Tu instinto inextinguible no quiere que sucumbas.
pero no veo tu tostro. Se oye un clamor potente de horizontes vengativos,
Sólo el grito palpable de tus venas. y te levantas, en el gran día que comienza,
Estás toda cubierta de heridas, palpitante, deslumbrada del mundo,
surcada de arrugas corrosivas, cort un esca]ofrío de cementerios.
la primavera de tu cuerpo se mezcla a los metales
y un furor de potencias te amenaza con su aliento enemigo.

Desconozco los sitios alterados de ,pájaros. Este día de pasión ...


Los perfumes baleare~ dudan en mi recuerdo,
y la carne gimiente de azucenas oprimidas,
implora, retorcida de angustia, en, los· crueles arrodillamientos. Este día de pasión a través de multitudes,
Yo he visto volar los. buitres del escombro, " de hierro traspasadas las entrañas,
arrasar los hospitales y las maternidades, fiebre de las manos qeja escapar el grito
marchitar la rosa escolar de las declinaciones que la libertad. despide sus .pájaros de octubre.
y aniquilar el pulso confiado de los hombres.
día de pasión eh las plazas febriles
Los agentes del crimen excavan el silencio, corazón sacudé sus sueños seculares
1 1
siembran agujeros de muerte y de 1humo en las ciudades, oye que se desploma una muralla
introducen venenos amarillos ed\os párpados, voces. La infamia militar estalla
injurian con saliva de nitratos deja su marca lívida en las carnes del pueblo.
el recuerdo de Goya y de Velázquez
y riegan de terrores el sueño de las muchedumbres. día de pasión y de acontecimientos,
~~ •• ~,... u,~el antro de los sueños;
¡Sangre, sangre de libertad mancha tus imágenes p-~····••uu.~ vuestra angustia de belleza
y el sudor de la muerte envenena tus. piedras! no temáis la ira que deslumbra vuestros hu~sos.
11 78 79
o

Este día en que un orden de mármol se derrumb~, Se oyen lamentos de dolor en úh huerto.
los hombres a quienes la jorna<;la illlprime El ojo de la fuerza nos asedia
su martirio de hierro, entre las zarzas devastadas.
vienen desde la soledad nocturna de la hulla, Cae un cuerpo pesado entre las hojas.
de los obscuros fondos dd castigo, Ya el óxido de la guerra se extiende eQ. l<ts. praderas
de las callejuelas de la desgracia y del crimen,, y el yodo del otoño mancqa IQs ca$lávetes.
de las praderas antiguas de la noche,
errantes, borrosos por las deportaciones, Con un solo pensamiento; en este día de violencia,
sin edad y sin rostro, salimos al encuentro de la injuria,
por un tiempo cargado de huelgas a estrangular la garganta de los días obscuros
punzados por la miseria y por los clavos. en las prisiones donde se pudre el olvido.

Este día de pasión y de lamentaciones,


Este día de pasión en que las explosiones
mientras sangra todo pecho, toda car.Q.e, todo overol hu~a·no,
despiertan el furor de las arterias
los niños extraviados lloran en los quicios de las puertas
y martillea la cólera, anónima en la sangre,
y las mujeres de luto siguen los entierros
sudamos resplandores de acero ·
con los párpados enrojecidos por el olor de las farmacias.
en un silencio angustiado de cabellos.
Este día de eternidad y d.e derrumbes,
un espasmo de orgullo agita a los tiranos ¡Oh, tú resucitado a imagen de mi violencia,
y llena de estragos y de angustias memoria de lodo y sangre de Ías fundaciones
las ediciones sangrientas de la tarde. hasta donde mi planta posa el sufrimiento!
¡Oh, tú a quien creen sin defensa, extinguido,
¿Qué significa el misterio del hombre? pero que todavía respiras
En este día de ejecuciones y sentencias y marchas de pie, sangran.te, por los barrios fatídicos!
se forman torbellinos de basura en los barrios Hay una razón de suprema esperaq.za:
y el pueblo se amotina en los mercados, . hablemos con los puños de 1a resolución extrema;
y las madres preguntan por sus hijos preparemos las armas nuevas en la fuerza del silencio.
y una sombra ecleswástica ensombrece las <;iudades.

En este día de hólócaustos.


Cántico de 'fiberadón
pasa un soplo fúnebre anunciando
sequías de la beileza, .rebeliones de hambre.
En un solo día ¡cuántos páj(!ro.s
abatidos por el odio! Hacia otras perdurables realidades despierto
¡Cuántos cuerpos· :rrtt.Hila.Aos por las represalias!. . buscando ardientemente tus promesas;.
8Q ~1
los frutos engañosos del sueño se corrompen empedernidos ruiseñores
y en e}: fragoso corazón te siento: desalteran su sed de impaciente belleza.
brillante fuerza que doblegas selvas
y del alto silencio arrobamiento. La muerte abre su surco y depo~ita, su .germen negro.
¿Quién eres tú que un palpitar dichoso Y cuando las estrellas y los ríos de la fiebre
al evocar la juventud, trasciendes, y el vientre de las mujeres y el hacha de los verdugos
análoga de lirios en la sombra? y el cielo y la existencia mutilada
Tú mueres y renaces intacta de los éxtasis. despeñen mi silencio,
tú de futura vida,
Por ti yergue la luz columnas <;le hermosura estremecido, por la fuerza insonora de mi canto,
y al blanco mármol proclamarás la dura voluntad de mi estrofa,
te confía desnuda, y al soplo irresistible que del eterno mar te invoca,
pero tú no eres eso, ni tampoco la nube, ni la ola, ni el árbol. volverá a florecer quemante y viva
la voz que aquí dejaron mis labios calcinados.
El violento presagio que atormenta al ppeta
rompe cárceles eternas de repente; Me desborda un deseo de ignotas maravillas.
una llama sin labios resiste en las th~.ieblas La turbadora brisa
y un segundo mortal agólpase en las venas el alma me satúra de frescas pubescencias:
tras el adiós agónico de los sexos supérstites. nostalgias de jardines esclarecen sus élitros,
y de la fiel semblanza superpuesta de pétalos
Yo quiero detener tu tránsito de siglos la obscuridad borra su imagen
de la antigua memoria de los bosques y entre mis manos
a las limpias claridades que en la frente reposan, queda sólo el tremor de un acto.
y aprisionar con todos los sentidos
tú apariencia, insinuada en los latidos ¿Eres tú el arcano latido de la sangre?
del otoño que llega por el campo ¿Un útil secreto que exalta y nos libera?
persiguiendo las potencias frutales ¿Sublime perfección de arduos imposibles
o en la contemplación purpúrea que obscurece la cólera. o el progreso ardiente que se eleva
Y contra certidumbre de bárbaros horrores, en el hombre?
vienes y enigmática, al instante, huyes, Al curso inteligible
dejándome un combate de atroces sujeciones. del tiempo da mi nombre
Y en las horas radiantes en que mayo demudada de ausencias y estupores silábicos.
cribado de esplendores, Razones son de .ti el pesó de las maternidades,
en el alma penetra palidez, sueños,
y se diluye, ceniza, adiós, bosque, mirada,
a través del mirífico fulgor de los follajes, mar, viento, eternos elementos,
82 83
' o

la irrupción de la música en la piedra, Llamamientos urgentes me vuelyen' multitudes


la verdad misteriosa qu<; ~n sus ojos avanza. y el trino del motor las fuentes suplantando.

Mi destino es vivir volcanes de belleza. ¿Qué espanto de absdlúto


Del seno impenetrable de la noche brota de los anales de la piedra?
nacerá la avidez incisiva de· los ·pájaros. Potencias del silencio nos abisman
en el misterio de las metamorfosis.
¿Quién eres tú que a mí llegas
Yo abro espacios de fuerza hacia la noche
alcanzando,
donde se pierden las trilms del recuerdo
por múltiples, transportes
que persiguen los gritos famélicos del tiempo.
de ala hasta mi frente
con un ruido de hierro,
(::on una voluntad de alt,iplanicies
como un vértigo cruento
entre las sombras adversas de l;;t época? que apaga la f~ebre ·de 'los soles áborígenes
salto de las palabras a los puños del alba.
Oigo, oigo el furor astral de tu presencia,
Las mañanas irrumpen con un grifo de alas
tus labios persuasivos como un canto de bronce.
entre las juventudes jubilosas del aire:
' . hermosura inmortal que me tiende los brazos.

,Fundación del olvido·


.
más allá de los bosques, del deseo; de las rejas .

A través de frontetás que diseña la: sangre


mis sentidos descubren silentes claridadés:
esfinges, simetrías, ofrendas, signos,
Desde el silencio azul del horizonte dicto entretejidas viñas a la más pura gloria.
rumbos de soledad hacia lo incierto; Me esttertfecen las formas apacibles dd mármoi
la memoria transcurre con tiempo f¡lVor.able y vuélan de "los ,párpados enigmas de :las fábulas.
y a penas si la brisa da señales de pájaros.
- . Mi corazón escucha, oh tardes laboriosas
Resuena el mar con ecos. forestales. de espuma de suspensos rumores,
-las .olas desenrollan sus órdenes orales- al hombre que se enjuga el sudor religioso
de pie en los corredores. de fábricas marítimas mientras sueñan las vírgenes exultantes-mensajes
os presiento criaturas de lejanos•umbrales. y los altos otoños ·
t
en sus se~os deshojan sus ramajes de oro.
A veces por pu}m.ntes caminqs de latidos ·
atravieso· los ríos torrenciales del odio; Me acerco a la vida elemental de los sexos,
me detengo en ciudades de nostalgia y de,estruendo a la muerte de acero que irradia -del trabajo;
donde la fría imagen de lª htn?- RQ llega. mi rostro alucinado se pierde entre otros ·rostros,

84 85
1
\
extranjero, en un puebl<;> de otras razas sonoras las sirenas,
que flage~a la muerte. y recitan mi vida, mi fábula, mi ausencia!

Camino en las ciudades con una sed amarga


y me devora un fuego de blasf~mias;
miro los esplendores del orden, Elegía meditérránea
las estatuas ecuestres,
las cenizas votivas y los dientes
orificados de la fuerza. J \ De recuerdos impuros disipada en el tiempo
tu antigua armonía se ha derrumbado;
l¡eyes de violencia dominan
la luz vigila inmóvil sus ruinas de silencio
las propiedades cómplices del día
y el mar nos estremece con lejanos fragmentos
y un viento fúnebre qe escorias
de homéricos rumores.
que presagia los males de la. ciencia
barre de estragos y dudas la memoria. ¡Oh, ternuras sangrientas que abrasan los ojos· y la frente
y abren hondos sollozos en el pecho del hombre!
Leo proclamas del sol que nos prometen Diáfana sed de insaciable justicia.
las herencias del sueño, los tiempos .luminosos Agrieta el sol las rotas de cristal y .penetra
(demagogias de abril) oh bíblicas jóvenes en los muros de hiedra y de sangre.
que os alejáis por 1os floridos v,iales. La claridad me roba toda sombra de signos.
Poblado el air~ terso ~stá de vuestro gozo. ¡Oh, belle~a nimbada éomo un sueño,
delicia sin palabras, bañada por los golfos!
Siento el hálito seductor de vuestros labios,
la libertad como un sopl<;> entre las frop.das., Su cuerpo dejó impreso en la ausencia
Cr~c~rJ cambiar como :la vida d~. l.a tierra, el olor sin memoria de las cosas extintas,
pasar un tiempo de amor marmóreas formas que ignoran la caricia
y deslumbrag.tes trigos en· silencio, una ráfaga de siglos destruyó su mirada
y despertar un día de la fluvial m~mori¡¡ y del milagro, ciega,
de los siglos;-a, la sombra la arcaica primavera· con su exangüe sonrisa,
del <\!1?91 milenario, a iluminar su rostro de embriagada ausencia, llega,
-oh inefable delicia de los deltas- y así esperas el día de glor'ia de los dioses.
confiado en la cálida pubertad de la_s. rosas.
¡Qué lejos de tu éxtasis, Helena, ·' t
¡Que el olvido descienda por las lin~as del sueño! cuando la cólera inefable agitaba: a los hombres, · ' r • '!
Ya la creación imprime sus dedos en mi frente y esparcías el delirio cruel ·en los corazones!
y alzan su voz ardiente Tu soledad desfallecida es ~<:t única prueba de otras éppcas:t
86 87
o

\'\.
Hoy todavía la paz que te circunda alteras
y remueves la: tierra de zozobras mortales, 1 Duerme, duerme, aparente de rosas,
\
como
\
un ca'l'd
1 o· no
.
, d e tannas
..
'
un cráter se presiente tras barrotes de odio que yo sienta correr bajo tu pulso
y la memoria acaba su agonía, la 'verdadera vida.
aquí, donde cesa de respirar el silencio. El sol, los 'árboles, el cielo;
Oh! días corrompidos de miseria y de lodo, claridades primeras de tu mente,
que excavó de horror la tiranía; firmamento de márgenes y .mármoles las fuentes.
contra el alma conspiran augurios de tristeza. El estío fecunda: tu presencia
Sólo cumbres fatales oculta entre jardines y mágicos crepusculos
de la antigua belleza mientras se enfría el amarillo. de las
.
viñas '
me retienen. y me arranco •del pecho <fespoblado· de pájaros
arroyos tumultuosos"de .rumores obscuros.
De su abrupto recuerdo el fuego crepitante,
la culpable cabellera ondea Tú reflejas los deseos, los sueños
al pie de la violencia,. contagiosos. E.Q. tus ojos eternos nada ~~.fi.lpia:
las bestias fabulosas husmean en su garganta de nieve . tu evidencia carnal es igual ~ pli no.stalgia:
el olor sofocante que invade sus c;aminos cuando pasó ya la tempestad, la metralla, ,el espasmo.
y el esplendor amortiguado de su sexo duerm"e
entre los pliegues profundos de la muerte. Mi dolor se concentra en tll ¡¡_z;ul.abismo ,
y tu misma sospec;.h!l; <te acero es mi t9rmento,
Oh, Mar Mediterráneo que arrullaste las épocas d"e oro, ¿Quién volverá a verte deslumbrada de siglos?
mar de viajes ardientes ·y cadencia eterna, Oh! cuerpo incorpóreo sil} Jrt~rftda y sin eco,
espuma entre columnas, discípulas del tiempo, soplo espantoso que propagas las fiebres inmortales
tu razón de diamante purifica mis sueños! y levantas del J>?lvo la multitud del olviqo! .

Si la toca el repentino qielo de los siglps


la sangre sin color suspende su latido,
Elegía paterna
forma pura, el milagro. visible arde e.~ Il!is ojos;
reconozco su espíritu lejano
que surge incorruptible de los años.·
¿Para qué revivir la luz de los sentidos? Por los tránsitos mortales de la sangre, llego,
Vivo sólo del brillo de tu ausencia, padre de tierra.
y la llaga que nie" abre un ruiseñor efímero El capricho de un trino
me impide ver la flora del sueño en sus entrañas, ·colma el claro sosiego. ·
y cantar es esta fuerza mortal que me. destroza. ¿En dónde están las sombras familiares?
88 89

¿Dónde las voces sec.ul<J.;res ¿Por qué impetuosos cauces de misterio eterno
que el dolor soterra? serpea la sangre y rompe sus terribles nudos?
Un soplo repentino Me esclaviza la fuerza de ese obscuro anhelar.
la flor de vuestro esfuerzo aterra
y las horas no lucen ya su brillo·divin.o. Se extingue lentamente
la memoria de un día antiguo y fuert~
La luz bate sus alas en las logias de estío que borra al duro afán mortales huellas.
y a los esquivos senos se retira. En su rostro se ha helado la verdad de la muerte;
La tierra, el aire, el mar bravío ninguna nube cruza por su pálida frel}te,
insinúan una virtud gentil. la v.oz yerta y silente
Es una v~d la sangre en que se mira la semblanza alta de estrellas.
mi sueño florecido. Un deseo vago suspira
por las cimas de abril. ¡Oh signos argentados! ¡oh mágicos tributos!
un tardo rayo alumbra la artera
Gira el tiempo en su pura geometría gracia que os evoca, espíritu que. elevas
y en el ayer perfecto nos reposa: los gloriosos frutos
El mar trémulamente sobre el poder tranquilo de las glebas.
como un romance antiguo entre el pinar se oía.
Siento aúfi la mordente maravilla Como en áspera cumbre
y yo apoyado en la viril mejilla la altiva primavera
buscando por la sombra ardiente brota y esplende
el carro de la Osa. de su triste veste
una fúnebre llama mi dolor enciende.
Los años más hermosos pasan en vana espera
¡Oh frágiles criaturas! ¡Oh padres de cenj~al
desdeñando en soledad señera
Un abrazo glacial en ;pol:vo os ~terniza
los vientos del favor;
y ante el sueño desierto que duerme la creación
en eL pecho socaba su n~stalgia la onda
la viva soledad de vuestra ausencia siento
mientras el mar marmóreo corre entre la fronda
mientras un viento
con el mismo furor.
incierto
como ·de mar y huerto,
De dudas y deseos entretejida turba mi expectación.
contemplé en los ~esnudos
ramajes del inyiel)lo Mis obscuros ausentes,
la claridad de vvestra vida dormid ·en vuestra orilla,
declinar. al pie de los baluartes que escande el oleaje.
~o 9!
o

El incólume azul del mediodía, Plenitud


eri mí clava sus garras relucientes
y arde el suplicio estéril de la arcilla.
Sobre reliquias rotas Certifico el color de la mañana
que devastó el ultraje bajo el pulso incesante de la duda.
del tiempo, cedro y palma ¡Oh redondez de mi· deseo sin nube,
cernidos de gaviotas la caricia te vuelve certidumbre!
-epigrafía
blanca y fugaz- Sus cabellos de brisa entre los pájaros
el silencio perlúcido se astilla y es ya mediodía de su presencia.
y corl su grito
entra en el alma La claridad pensada de sti sexo
·el infinito despertando de un sueño sin memoria.
de la marina paz. De su carne de ausencia sólo el eco:
la mejilla de IJ1ármol contra el viento.

LA MEMORIA Y EL- VIENTO


Cita

Metamorfosis De palpitantes términos la espera,


me llama la sirena. de labios fonogénicos.
Sólo tú .d~ rumores advertida ¡Que perezca la Horda y la Academia!
en la luz ya desnuda de problemas; Mi memoria de ráfaga hacia ella.
la autÓridad del ruiseñor desvanecida
¡puerto libre la estrofa: de pañuelos! Sonoriza. el expreso aún nuestra ausencia
en la mañana diáfana del pecho.
Mas el pétalo fijo te delata, Su voz, reproducida en el comercio,
si fingido, girando hacia la ausencia transpuesta -de la muerte-, ilesa.
en espiral recuerdo de su iinageh,
fulgor de la definición que expira. Un segundo de pájaros la em.paña,
mas vuelve en sí desde el mortal comienzo.
Y eres al fin, ·espectro de la rosa, Oh sol~d<J.d frutal de su promesa·
mi texto de belleza ·en las rodillas, -ppho amoroso del estío d~s!_erto-
delirante confín de nuestro éxtasis. ; · inis sentidos .sip brizna de horizonte.
:

Venus prospecto Las olas recomienzan su cortejo sonoro


y una sombra de barco desliza su respuesta;
queda el viento supuesto por letras de veleta
Una brisa de hélices publica
y su adiós es el tránsito a un enigma silábico.
su aparicióp, transfílmica en la tarde.
Los expresos sinfónicos transportan sus sonrisas, Un tic de golondrina desnuda mis sentidos,
y su voz reverbera blanca de abecec;larios. -meridiano de mástiles sin erro_res de sombra-,
el océano confunde su vaivén en mi pecho
Un silbato lejano da idea de sus cabellos, y remueve mi obscura inmensidad de masas.
y transmiten sus señas veloces, los periódicos.
Suben, bajan de precio las reglas del desnudo Su pañuelo persigiJe mi memoria geográfica
y saludan los pájaros sus ofertas risueñas. sobre l9- soledad celeste de los mapas.
Duerme un rumor de ~árgepes marinas,
Telegramas ingenuos, sin raíces de imprenta, vuelve su recuerdo de contornos sonoros
la aproximan; convergen hacia ella y mi silencio afronta su presencia de espuma.
los recuerdos, las hélices, los rieles.
Por declives de pájaros desciende,
escaleras de sueño la sorprenden,
y habla sola, de noche, con· palabras de vértigo Verbo
verbigrafisilovelosilísticamente
en los eclipses rítmicos de la General Electric. La palabra principia su rumor de Universo.
No hay indicio siquiera de fractura en el aire.
Mas duerme; al fin, detenida, La letra estereoscópica que corre .por mis venas
de su salto d"e tránsito, acumula en silencio sus promesas de idioma.
a la prisa,
toda trémula de vida, Los deportes agrupan su alfabeto de hurras
sin memoria del Louvre entre mis brazos. y las sirenas cantan sus barcos al oído;
sonoriza septiembre la trasmisión de un trino
y en voz alta despido un motor de saliva.

Oceánida El rumor estertóreo que recorre a la rosa


en el disco respira su "modelo de ausencias:
¡hallo! ¡hallo! a qué extremo ha llegado
El azul colonial de los prospectos su sombra ligerísima de ali~nto telefónico.
despierta bruscamente mis instintos 'de· imprenta;
un grito de horizontes la refugia en mis brazos Yo comienzo a llamarla con fuerzas ferroviarias
mientras la tarde vuela de la palabra "Spolding". y una dicción de fábricas me responde en la URSS,

94 95
mientras la brisa oyente multiplica su nombre
hasta el fondo ortofónico
r
¡
1
Su miraga difunde el azul de las fábulas
y palpita en sus labios un rumor de riberas.
de la multitud. Viene la geometría perenne de las olas
a mezclar su compás a nuestro abrazo
mientras el mar mueve sus máquinas
bajo la claridad' de frías devastaciones.
Renacimiento
Tú sonríes desde el óorde de ·un éxtasis desnudó
y despiertan de pronto 'los jÓbilos. a~c~nos,
Su desnudez marina resuena entre los árboles pero la ~qrma sólo responde por el tacto.
como .}a .claridad pulida de la tarde; Una caiiciá flota 'despiendida deí' mundo:
.. ' ;. J , • "
las columnas lendidas, las rosas de su cuerpo
• 1
desgarradas, a orilla de la espuma.
¡Oh, gloria estrangulada por el tiempo!
~ ·•· Transfiguraci'ó~
Desintegra el otoño su conciencia amarilla
mientras sangra la voz de las insurrecciones; Busco en la soledad pens¡1da para pianos
viene un soplo de mármol a estremecer su carne la memoria de fuentes que dicta su presencia;
y surge de la memoria de ias ruinas, el verano sofoca los frutos de sus senos
las entrañas crispadas de injusticias, y un éxtasis de estrellas colma nuestro silencio.
i belleza. que. consume,. eternidad ·petrificada!
Abismado en sus ojos de infinita nostal&"ia
imploro su respuesta blanca y vaga de estatua;
las palabras expiran sacudidas de vuelos
Verano
y mis manos expertas descifran sus cabellos.

La mañana •es un grito salpicado de pianos Cediendo a mis caricias una rosa sangrante
que abre las v"entanas al ardor del verano; su seducción mortal, al fin, se hace visible;
la brisa hace volar su ropa de campiñas transparece en la carne un sueño de jardines
en las playas de luz por donde van sus pasos. y despierta en mis brazos cambiada por la tarde.

Oh desnudez marina de palmas exaltada,


reconozco la espuma de sus hombros '
ert el salto de mármol sin apoyo,
vuelo frágil que se quiebra eQ. el agua.
96 ""
1!1$, 91

..
M·ensaje
"l •
. ·•·· • J
L
Poemas no cote·ccionados
.Para. Mireya -:¡ 1\-lanuel
;'l 1919-1980
;•
Sombra, cielo, misterio tremante entre ramaJeS,
";.~_JJ • ..
jardín que juni'o enciende con luz flava y ~rdiente.
tOh belleza inefable que a -~í llega~ s~nne1_1.te J ~
sobre olas de ausencia y polvosos muajesl
i '.. '
' - ~ PERSONAS Y RETRATOS:
. ,)l.; .'
Cuando en la soledad, ·el. tiempo detenido,,
• . . j l -'•
en secretó'me "en'tiegue su' mas bello- presente,
la piedad y el furor se habrán ya confundido, .... , ·, . .
Esas cursis romant1cas ...
mas brillará el deseo de tu fuerza impaciente.
Ven entonces con•1manos de. n~car,y de olvido:
apaga tú esa fiebre y serena esa frente. Esas .cursis romántiCas de 'los 'ojos rasgados
que hemos visto en ~los' baiies ~ilenciosas llegar,
·.··, :)._ ,.~ cori la mano en los senos levemente ondulados,
1 ' . !.,1 J • ••• semi-espejan saludM'íÍiixtilíneos de :fiac.'

Y en la' enfefiña "sonrisa 'de los labios. pi¿tadós


la nostalgia se asoma cuando tocan un vals,
'll . •. • • ) . . ' [j:J • 1>. h-
tal parece que añoran viejos bailes pasados
., '. ~ •[..¡:rL: .i.':-·:..:~il·; •i del invierno.que nu~ca ya ja~ás volverá.
"t. _. • ~
f! • ' ~ J ¿: . f.!.. • • ¡ ,I .&. ' J

' ¿ r t Jo,}
A veces en la punta de un saludo mundano,
nos· alargan la pulcr:a laxi_tud .de una mano,
. 1q·-:;_-.-1 r ;.;
meniqudes<;'<!m~nte, ~otpo haciendq un favor, •
~

t •• ! ' .i!' ...... t ' 'j• ··. ''n .,


l .n. ;· -r W. r' ;:t · . r·· l,.
y en las caras clownescas, la boca ensangrentada
.,.t~L
se rasga en un fruncido, cual, .si-p'na Pl!~flla<:!,a 1 ~
partiera en dos mitades ún breve fOrazó!l,.;m 1 , ;

,. :~ ' .... • ·~ 1

...t 4 - - _1 •

r99
¡Oh los ~ágicos gozos!
Viviente .hermosura,
alianzas con la verdura
Como danza ·gozosa por h orilla sobre el prado ~e n~estros retozos.
que sigue un vivo imaginar divino
la ciñe er viento peregrino. . ¡Osado aquel
Mi mensaje la alcanza en la mejilla. que intente copiarte
-paradigma del arte-
¿Qué pretende de .mí lá maravilla; por buril o pincel!
el mármol blanco que del Ponto vino
y en un ciego tumulto de contino Trémulo palpitar,
a su pasión de espumas me arrodilla? locura o· razón
. :, • ' 1 ~ l. J

de no pdder sujetar
Ondea su flagrante cabellera, la insüuicia de la ocasión.
ensortijado hechizo de la primavera, Yo tengo la quemadura
eg. el misterio de la tarde pura,. de su visitación,
y el mar ·
la ternura
y mt; rwdo a sus. grac,i;¡.s in.wortales
viendo correr las márgenes navales d'e:su despertar . '.
de 5!onde nace, y mue:e s~ henl!OSlp:;a. 1 ;
' ' "f"' 1
1 •

' ,.
A un retrato
·A 'ldolina Ro~agnoili
't ~ r. J ) __! ~ ~ 1.~ r~ .. ~ ! De tarde eír el' azul aparecida,
Escuchh en el ·mendó ·de soled~a~·coirriado tL 'eh gala de otro tiempo, los cabellos castaños
el recurso de un triiid que interpone la tarde,- con colores de Rubens el pincél de la vida
bajo la fresca sombra del azul cobarde. ha pintado la rosa de sus mágicos años.

¡Oh delícia imperante· En sus ojos serenos como en los claros lagos
del musical gorjeo! avistamos las lindes de los países vagos;
Comparado reprimido en sus 'mimos hay un vuelo de encajes
al andante y en su alma el encanto de los hondos celajes.
de su voz, el discurso encumbrado
es un fútil gangueo. Cuando el tiempo destruya su ·belleza imperante
A?k

j
100 101
e

y ya no pueda ver su son~isa seda~ te,-~~ tú entras en el mundo


brillará sobre el polvo de alguna galena cuando me marcho yo.

su minuto de gracia para la eternidad .. La vida düra un segundo,


¡Que la pintó, dirán, la fantasía, apenas es, ya pasó.
pero yo sólo supe que eras pura verdad! vás a dedríne tina cosa:
¿ViViré en tu corazón?
. .
A un amigo* . ·Dé pie, ante mí, inocente,
cae un pl}rpuia. claror
de estrellas- sobre 'la ttenté. r •. r
Aunque a su corazón le fatigue la fspera .¡
Por la gracia· de tu amor,
volveré a verlo antes de que d,ecJipe el a~o.,f, _._)
cuando· me m:ire"s de lejos,
Auguro que los campos c~c¡.ros de primav~ra ..•
iluminen su alma con el .f:r~~co:t. de !lnta~o.,) , l ház que envuelto. en tus ·reflejos
sea menos mi qolor.
Yo no sé por qué fui a remotas frontera~, 'F-· ~ ·r
en busca de otros cielos como los emigrante~, , L
cuando gloria y honores no son más que q~~}P~r~s.
Elegía a Ignacio Millán, Tt
¡Ah el tío de la belleza! ¡Ah, mirajes distantes! ~ 1 ,¡'· r • \

,,

.
.- l"l¡ ... "•r __ _1 '. I.,. _
Mucho lo he recordado en los tiempos postreros: Antes ·de que· empezara mit viaje por el pmndo, ,
en un tren, a la o.rill~. del ~ar, ~n los senderos . - ~. -
_......._ - , ~- ' '
mi: hermandad con Millán era ya ftuto cierto. · · '
de un parque, en -el silencio de un sala vacía. De su balcÓn veíamos reÍil.écerse los barcos ..
sobre el-sedeño azúl de' l~"mar incesante.
Sueño que un día elevemos.nuestra·c;opa t;spumante i . • •
Leíamos a Shakespeare y a Goethe los dos juntos
y que apun,te. ~:o, sus ojps aqueLfulgor chisp~an~e con el alm:a en 'un puñó, pues buscábamos ambos
de cuando goberna'f?.a "Ji a. 1a vez combatí¡i!'. .. l los niveles más .altos que se asigna el espíritu.
Un dulce deporte co:il'sumía ·nuestros sueños: r 1
• Heriberto Jara.
seguir a las ·muchachás por las cailes"·del p'Üetto:
. • ¡ -1 • . l ~

En Jalapa, vergel de''airebolad~~ tarde~,


'' - i ¡qué alegría verlo! Traía éo_iisigo :siempre
Mi!Í'ia hab~l. la"s nóvedades de" la Revista d(/ Occidente: j )

( . •r t .. ~, ...
'1! ' ' ·_.r-Lr-r··...

.
'"!'" • ,..

El Espectador de Ortega y Gasset,


María Isabel, azul, rosa, embeleso; poesía, r~sas de Aranjuez;' , . ; ¡J

' • • • .'"f" • ·niña: de mi expecfaéión;:.-1. · ~ ~ ·' · La Decadencia famosa de Oswaid Spengler, ·~;r
Í02 i'o3
o

del que amaba lo fáustico; y nos hall<!~Os s~los f1:~nte a l_as estrellas.
o las Cartas Biológicas qu~ e~CJ;iqip ygn Uxwell Parecía salir d<:_! .una antigua balada.
celebrando una dama, Este lgn!lc_iQ·q~e canto cqn palaqras .moradas
tersas como el cuerpo de una mujer, no anq!lVO ~n redondeles entre amarillos ternos.
libros henchidos de enc!lnto y pc;q~miento y azules monosabios com9 el de Gardª Lqrca,
que eran una fiesta del al~a y lQf ~eptidos. citando toros bravos y esqu!vando el embite
Entonces aprendí qu~ el_ es.tremecimiento con· el garbq _y_ Ja gracia q u~ ~s, glqr:ia ~e tendidos,
es la mejor parte de las vidas humanas. pero :os aseguro que valía un .as d~ orp~.
Como otros ahora quieren -cambiarlq..ro.qg, Él miraba. tan §Qlo ~1 ci.n.cho P.~i Zodíaco
ahondábamos nosott;as .en el ser· y. lo ~terno. y la constelación Q.e Cánce:r,.·Lc~r~C$1, de Tauro,
.En un jardín de enhiestas. aratJcarias vigila'Qa las ~~lul~.s y su orden simétrico,
entumidos por los vientos del Cofre y sajal>a en la 5=ame l;last~ los entr~sijos.
'·'
glosábamos los folios ·últimos· del• oto~o. A su perfil rendía las-lánguidas I)lujeres,
Cuando en Veracruz yo, una vez, goberqaba y a una· de P!i.s 1p.rimas la tenía fa~cinada.
le encomendé un asunto.·que tenía sus bemoles: Posiblem~nte f!lguna haJ?ría ·perdido el pvl~o,.
un g~neral siniestro, de estirados bigotes, pero nunca ab'!lsó de sus viriles fueros.
ahorcaba campesinos sin formación de causa, He aquí ,a mi héroe en ,Nue-ya, York~ b<;ta~o
desolando los campos con sanguinaria saña. por john D. Rockeffeler para seguir1su• lucha
Abnegado acept6 con un' ges'to cumplid~. contra el pulpo de seda engrafiado en )_a· car!J.e ..!
Lo enfrentó el bufón trágico jactándose de hombre; Está enamprado de una joven rubÍ<!',
tranquilo respon_dióle, que t~~bién )él lo. era. que _escribe una: columq~ en .el World Telegraph.
Bregaron !argamente con _un enCOJ1~;yiyo . 1 . Una,.foto. b.or.rosa recuerd~ nuestra imagen
-razones diamantinas contra
• •' 1
bravatas
.... .
necias-.
.. •
igual que si e~tuviéqmos alAondo de: un estanq.ue
Pero Millá1:,1 más. firme. a~incaba sus .rejgne~ . de hojas apagadas por la estación cobriza.
...Vuelv~ a su ac<?m~t\~a 1 al fin. lo desfachiza Desde Radio City admiramos a Manhattan; la líquida,
y le arranca la máscag c;le sefj.pr de la muerte. ceñida por el Hudson, East River y las
Tal fue mi camarada de aquel tiempo difunto. l lejaQ.~flS -espumosas de Long Island.
!
Hay cosas que se ignoran y no dice,Ja historia Al c.aer -de !a tarde fuimos a pasearnos
pero que la. poesía ha de poner en claro. ;;t River Si~e Drive, del braz<;>. ' .
Tenía Millán el habla 7de la gente norteña Un Qt<?ño bermejo vení<r de Massacbusetts,
y un aire triste y distraído. dond~; vivió Dos Passos, qu~ ~e tradujo Vrbe,
Compartía con Schweitzer, de _la música eJ gusto: y era ~1 má._s _grande de la generación perdida.
sus manos imantadas r.ec;orríap el ~«;cJado ' Un enjambre de acero zumba ent~e las astilla§,
donde pasaba en éxtasis horas _desafectadas, de un cielo picoteado por :estrellas fur~ivas,
cuando cuerpos y b~t;n.es no son ya repartibles fosforece la risa carmín de la. mu~hac.ha
104 105
y ·los tres nos sentimos vivamente felices. J .,
Estrofas' para un amigo' •- ,
Rodeado por el éxito, el_amor -y los votós, ··' _·:.
preside ·la! mundial avanzada de un sueño.~· í ~ · (En el 80 anivers"áfio, de
Millán· va por el mundo, siempre preocupado:· · ~ 'Gepnán List Arzubide)
Vive modestamente. Su juventud medita, ' ·;
pues el dÓlar io agobia "- · -/ ·
y s'u anguStia eS'muy hónda frent~ ai mal-deplorable LA ·P~~ DORAITA

especialmente cuando alcanza a l!il ser querido,' :


su mujer, su "iiei-mana, un Íntimo ánligó.- ·~r·,...,.­ Te escribo de un tafé'de una: plaza de ~yer, _ -
Lector ¿alguna vez tuviste tú uñ amigo?- ~- · -T
1 quizá la q1ás hermosa de cuantas conocí.
¿Conociste, por gracia, ·la amistad ·verdadera?' •' El sol apenas dora. su gracia de 'mujer:.
¿No es acaso una estrelia, una alta esperán'za; ·{ el tiempo y la .historia ·están· frent~- a mí. - ••
una fuerza taiÍgible que tiene ·nuestra barcá •·
confiada contra el'vien'to que azota la ribera?. . • Es primero de mayo y llevo en el ·ojal
Millá~· tendía su·_ brazo, su corazón ver'ídico· ~ la brizna de muguet que me prendió mi amor,
como augu~io dichoso en este mes floral.
en generosa ayuda, pero "falta de- pron~o, ;, •~ !
Miro a veces la plaza y contemplo· hi flor.
la obscuridad ··le cubre lo~ ojos patal siempre:· _,] í
Tengo _pocos amigos, la mayor parte han muerto,
y nos hunde en -la noche: de un- tiempd desvalido'.l
estoy casi ·solo como en· el desierto, ~ f ·
¡Ay! mi llanto · · • · < • 1W)
y r~s_uena en mi pecho mi· lejano fragor.
corre por el silenCio que esconden las ciudades;·· i
:Profetisa del suefío, haz tú este milagro.'· - : ~· 1/

·' l
Regrésame ·su sombra~· aufique -esté' más~ 'osctiró. l J __ ,_
t ~ ' .. 1 .. ~ CONFRÓN'rACIONES
q'll:e el mismísimo Fausto ¡él tan claro! · 'J,
y permite'·qlie venga - · .- ·: 1 _;~.
1 •
-·· 1

Si al cumplir los· 80 el paY.áso te hablara,


'<1! -respirar tohmigo -el aire del pdema-. •
1
' '• • '
te diría cosas duras de·liacerte estremecer,
Las viejas diS<:iplina~~de· los poetas -trágicos. - · 1 ·, pues ya< no hay sonrisa p~ra: alegrar tu cara:
llegan hasta la árena rnianciíacía de cadáveres,.: t"• ¡pobre arbusto floriao- que tunde una mujer!
• - f j''l
frente al mat-y las oh1,s·que en voz alta te nombran:
Millán, Millán, Millári, te lhmáii las site"nás· :1 r ¡Lástima que ya' ·ta;de te llegó.la leccion, "•, J · t
desde la nieolá inmehsa de mi vieja memoria. ·1 cuando la noC:he ·emproia su sombra a. tu balcórit:·~- -
Cuando. Ílega ·el crepúsculo me quedo pensáti\;o- ....
. .• ,,o# c._.,J

y me dig-o· a: m{ mismo, ante· tu- apagamiento: Porque una vez a Frari.cfort llevaste- una band~ra·
tú ya ·no ·tienes penas, ni" • •
yo tengo sosiego~=- . ' . -l que un joven guerrillew capturó al -invasor. •
Duerme, querido amigo,- el sueño del olvido.- ' r ¿Pretendes que el a pi;. uso se oiga en la tierra entera-
La vida es ciÓ qüe húye, y su furor, lá naaa. - ' y que todos te adíniren: por tu inmenso valor?

io6
¿Por qué anda~ contando que yo soy 1\b~ral? Entre copas de vino se pusieron contentos,
Yo con Adam Smith no tengo ningún trato y cuando se dispersaron en la soledad
y apena~ si en la escuela conocí su retrato. del pueblo, cü"menzó .Uña lárga: amistad.
En serio te lo digQ, pues mis maestros son: Tan sólo por poner en Flandes una pica,
Don Quijote, Hamlet, Dante y el Mago Simón. escribiste de Brujas, con el otro Germán:
¡hoy salimos de "brujas"! Sin una perra chicar
En las brumas del yo,1ser·yo es esencial. salieron los dos juntos con rumbo hacia Paname. _
Mi crítica comienza a partir de mí mismo, Planeabas tú casarte con una viuda rica,
y no es importante que esté cerca el abismo .. pero no era el camihO··que va a. la Moza Rica,
Asumo lo fatal. A lo lejos sombreaban los pantanos de Dam:rpe. ·
¡Ya resuenan los cascos de los temidos potros!
Miro dentro de mí. Me apartó de los otros. Mucqas veces contaste que por- los bulevare~
¡Que los perros se pongan a ladrar! te encontraste una rubiª, de iQ.verosímil chic,,
La caravana pasa sin siquiera: voltear. • que tenía la fragancia: de los nuevos cantares.
(Tú llevabas al cuello tu mascada batic.).
-¿De qué país viene este hombre ana,rf!.njad9? (Sic)
,ENCUENTROS preguntó. Y te dijo: :Tú serás mi. "beguin"-, ,
'.
Haz mejor el balance de tus bienes. y males. . \ , .
que Cueto te tradujo mu_y bien .como "pel!)ta",
porque tú de francés no parlal;>as qi jota,.
En un pueblo perdido te, e.!J:cgntraste .a. Cueto. L _ Y por aquella loca d~ ltan sandia locura
Andaban por la sierra, de maestros rurales, que a ti te volvió loco con .J~ l9ca ,aventura,
henchidos de proyectos. Llegaron a caballo. caíste en la quimera .de· <;:reert~ Do~ J't,J.a~.
El escultor dinámico de la inquietud _constañte, •. 1

buscador pitagórico de lo nuevo y cambiante, Ya eras tú esclavo de la frivolidad


era flaco y chispeante,, parecía .un esquel~to. cuando entraste de arriero en ~a vieja heredad.
de Posada, saliendq, alegre, sie la hu.ésa .. con laborde (un poeta mediano), Lombardo,
1 l t
Lo pintó Ramón.Alva. con copete <;le gall?: Campa y Velasco. Nuestro amigo el panadero,
quedó todo su estilo ~n el cuadro señero! recuerdo que una vez le ~altó al letrado '
r ~i
.'
plano como baraja y color de frambuesa. fulgurante y certero,
Tú, viéndolo, exclamaste jubiloso, el primero: como un gato pardo,
-¡Me gusta para amigo el del ancho sombrero! creo que cuando aquel
Del alma te salió aque~ grito sin precio. rindió los sindicatos
En la noche hubo baile. Una sola be,da4 <H grupo de Fidel
había ev. el lugar. La exhibiste a los vientos y los cinco lobatos.
lo mism~ que un cirquero q:ue salta ~el trapecio. Tú esperabas en~onces que alzaran el telón:
Mil mentiras contaste como reales . '-eyentos.
- el aplauso y el·púOlico fueron tu perdición.
JOS 109
LAMÁsCARA
• l
•., j i '
Entonces sólo hapía:Gic,:atero~ Il)jtQtes,, . ' ~ _,.,
un solo Huitzilac, pequ~fi.o~. 'topiJ~jos,. · ; 1 •
¡Oh! ¡Tú que palideces al nombre de: Vancoqyer!, \~ pero no Tlatelolco~, ni: siq!liera de lej9s, . ·
porque sólo se lJ.Sa.ban•.,IIJ.!lngueras y ga,rrote~,
como. dice Thiry, el po~ta soldado..
Sácate la verdad de ló más entrañado. ... y no la vil m~gaJla d~ 1ª~ gwl)des matanzas
que en octubre dejaron tan sangri~ntas Ji!b.ranz~s.__
1

Confiesa ante tu amigo,·


que •es poeta y testigo. · . 1
¡Las cosas :qlJ<; han_pasádo en d .M~~!co aciago!
Tü tenías en Puebla aquella novia púber ¡Hay crímenes peores que Jos qel mis~o ~ago,l
de floridos balcones que -dejaste plantada
en la ciudad angélica de luz azulejada. -
EL PAÍS DE LA U
Como ·un vendaval de 'Hojas azotadas; • •·
Aviador temerario que los cielos cruzaste,
huyendO de Un mOtln de palós·'y eníb'OSÓldaS 11 : !~~ T f 1

con la gorra en :Ja Il!a!J.01 a Moscú saludaste.


una tarde a mi caSa llegaste acompañado
fliciste una- pirueta, frente a San .B~Hio,
de Leopoldo Mén~ez, imestro- am~go llorado,
fuiste a Samarcandá e:q. busca ,d~ 11¡11¡ -idilio,
con unas raspaduras que mi madre c~ró.
el corazón robastf. a L_!lJ Dama .de .fiq.ue~ _;o .
Sentada en su butaque claramente la ve?·
y un capullo dejaste. Se11 .Uon Juan· es t\1, -fi<;.
aplicándote árnica y un ligero parcheo, . ' l. '

con la misma dulzura qÜe a un hijo feo.


Todavía esa tarde preparó· un'os tamales: • - .
lNTERROGJ\,CIONES
(que eran, tú dijiste, un }Joema enrolla_do),
usando hojas de plátanÓ, el amabie• secreto · .•. , '
Cuéntame ahora algo¡g,ue _se<~_! ge, iwpor~ancia.
de su ingenio y el gusto de l,as tierras natales.
& " l ~ 1
¿Florecieron de nuevo las rosas de JUan Diego?
f ' · · ·• . .. , . tr·, ¿El Ego del.ggbier.110. ~s ya. el otro Ego? •• · __
Tú llevabas
. lá'máscara caníbal
. en que Cueto. ·' r .
, .,. ¿La ciudad se e.mb.al~ama con la ,misq¡StJ!ag~ncia?
fijó tu risa abrupta, como un líriéo reto. _ ") y :;-;.- ¿Te paseas todavía_f>9r.l<l; calJe ~ad~ró] · .
1
¿Quién no . te recóno~~? ES es~ tu r~t'rat_~ ..fl.J , .¡!-- ¿Comes y bebes b~en1¿Ml1~r9e~,en l_a ma!J~~:t;l.a} .. - L • .t
y no le hace falta ni el menor· garabato. .n!.•o { ¿Del placer de la carne sientes aún la gana?
¿Andas como siempr_e.L!llegre y Pl!llagguero.. 1 .;.. • ': :\

C1,1ando te pasó el su.sto te er~uiste ~?gallado, contando tus hazaña~ <;qn g~sticulaciones, ~ T'. -
como si estuvieras ,are11gapdo de un estrado: por cafés y oficinas, ;por.]:)Itres. y p;;tnt~Q!J~~L~ , · ••
"En aquella refriega gi(:~pal}o Je~~~tó ¿Sigues enamoradQ. d.ela,,Maja, De,sn!lila?.!_ J i. J r. • ,
la bandera del pueblg-qu~, un_soba.rq~ ti,ró, Entre el tiempo y su cuerpo ¿no hay un pliegue de duda?
y en cuanto a mi~ h~J;!d.as, ~-e. s_uro ~9n sal.iya." ¿Estás con tu or~gü_Io plantado c;p. urm._$_squi!la~· • ·
¡Oh hombre emP.av.es.ego-.que. t~ c;ifíe.s· de oli~a! y la Internaciog?Lg_'!n~trrrea~ eJl S9rflip~?_J;. ¡ ~:1p :..
1 ...

HQ In
¿Queda algo que palpite en" tu vida azotaaa·, · ·• Pero tú no por eso vas a fruncir el ceño,
una flor, una risa, una 1ª-rga inhada?' pues sabes que si,· es 'no, dónde la vida es sueño.
¿Gallardo todavía piéiisas alfombr:ar·la vida
con los pétalos nuevos de-la dnición ·perd-ida? ~ • Los pesos que tú ves flotando en los1mercados
¿Cuántos jueces sostienen de verdad la· jústieia? como peces de plata. que parecen volar,
¿Hay quien se rebele' contra •la im"pudicia? son turbios espejismos de remotos pasados,
Trata, como en la Biblia, de· encontrar ~ "Iliezi Justos1' una ópera ñoña que nadie ha de cántar.
y pregunta a los que pare~can más adustos, ·~ ·
si habrá nombres de calles para Bassols y Jara, Los emblemas. de gloria, blasones y colores
héroes de romancero, sin falta y sin tara. que ondulan contra 'el cielo y tomas por banderas,
Queda la de Esperanza,' son tan sólo tendidos de pobres lavanderas
que en otra lontananza que lavan en un charco su .ropa y sus amores.
fue amante de un Regente. .. n '
¿Oíste algo igual de la. "perduta gente?'? . ro~ r ·
La lujosa chatarra por la calle estrq,gada,
No pronuncio su nombíe' 1porque está ya muerto,·r y los barcos de vidrio qu~ no saben flotar,
y no tier:te defensa, ni abrigo, hi puerto. ' · ' son infames lud:ib:tiQs de .una mascarada
Pero en verdad te digo· que era un gran pilló que no limpian los siglos ni las agl)as del mar.
y tan sólo merece mCdespredo am.arilfo. ·
Sin embargo, no es esto, lo que a mí me espanta, Las flores y l?s :fi:y~os de nuestra cornucopia
sino la indiferencia col) que el pueblo aguanta. que contemplan tus ojos como sueños de miel,
1 • ¡ ¿qué son sino quimeras .q.e n.uestra triste inopia,
los terrones del tiempo, del milagro la hiel?
E& VÁLS"bEL PEYOTE
Si hasta el fin de la :t;~;ocpe te llega u~a sonrisa
Si vas por el desierto hay UÍl pueblo en cucÜÜas, )h y la patria te dice que quiere hacerte honor,
no preguntes qué hace: viendo está maravillas. : · ~ ·· es la voz del fantasma vago de Mapa Lisa
En bermejos crepúsculos:·y Itvido de· tedio- que se ácerca de puntas, y en tu alma desliza
pasa su vida entera dé ,¿spera 'sin remedio. 1 un arsénico dulce, un engaño en su flor.
• 1 f . ....

Si Xochi pili te ofrenda mi raino de flores,. Ese vals que escuchaste transportado de gloria
no es la primavera de los suaves alcores: ·'. ¿es la vida que gira y girar es ·vivir? · ·
son tan sólo los cardos de -ásperos desier_tos A las vueltas del tiempo, rep~san,do tu historia
enyueltos en el polvo· 'de _los recursos muértos·. te responden las olas que girar ~s- m~rir. '
- J

Si alguien por el' camin-o 'te grita ¡AdeÍánfé!-' •. - ¡Ay, amigo ·del alma, que crees ser el maligno!
es porque falSá ruta ·hace· en ·el mismo instimte. ¡Que las ascuas son rosas que acarician tus pies!

ii2 113
¡Inocente del mito que te asombras del signo,
que pierdes el horóscopo y ves lo que no es!

No creas a tus ojos si hacia ellos aflora


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ALARMA

Los negocios del diablo prosperan más que nunca.


Si estallara la guerra sería todo espelunca.
la princesa oferente, cuyo nombre es Flor, :!?,
En verdad, en verdad, átomos y neutrones
que llevaba en su seno para el' .rey una ·aurora se esparcen por la tierra. Perecerán naciones,
junto con el hijo de su blanco licor; se borrará la vida, se acabará el gozo,
ni a Ilhuicamina, que asoló las Huastecas, ya nada crecerá, y el tiempo será un pozo
y en las Guerras Floridas fue el Gran FlechadOF;
que vigila en silencio un fantasma homicida.
ni tampoco al sangrante, lapidado de Chalma,
¡Salud! ¡Salud! ¡Oh hombres de blindados edículos,
el más triste y tiznado charrasqueado de1 alma;
os espera la muerte infausta, sin testículos!
ni a Marina y Cortés, el de las piernas chuecas,
que torturó a Cuauhtémoc con vil iniquidad;
ni a la divina Eulalia de los piadosos huesos
BIFURCACIÓN
despreciada por sabios sin sapiencia ni sesos.
Los miles de payasos que te hablan con muecas,
Va llegando la hora de que nos despidamos.
Moctezuma, el monarca de la "silla de oro"
Tú te vas al infierno. ¿No es en lo que quedamos?
y su largo cortejo abigarrado y sonoro.
Busca en círculos leves a Paolo y Francesca.
son sólo los delirios de una oscura ebnedad.
¡Que sus lenguas de fuego te sean delicia frescal
No merecen reproches por sus dulces deslices
Pero si un día acaso por camino llanero
pues mucho se amaban, y "no hay nada más triste
ves que vienen hablando un noble caballero
en la miseria que rec<;>:rqqr los tiempos felices".
y un rústico montado en un burro, zaguero
Si te encuentras a Arqueles por 'tos des~alladeros
-el primor, el ejemplo de nuestra humanidad-
(pues fue amante tarobién, discípulo de Eros),
límpiate bien los ojos, ríndeles el sombrero,
dile mi voz sentida: que mi amistad persiste.
has visto a Don Quijote y a Sancho, su escudero:
Un amigo que parte por oscuros senderos
viste la eternidad.
es una sombra más que entra en nuestra ~ida.

Allá lejos, muy lejos hay un pueblo perdido Yo me voy al espíritu, a Dios,·
entre cactus y breñas y un nevado volcán. o con Hamlet quizás a la. vieja, ribera
Una inmensa corr~ente de podre lo ha tendido,
sin regreso, o a mi infa:q.cia marinera.
la náusea, el olvido y las piedras por pan. Ser-ahí es lo importante; no estar tumbado.
¿La vida es la muerte? o ¿La muerte es la vida?
Tú, como los huicl:wles, espera las auroras, ¿Es un sueño acaso? ¿El capricho del Hado?
y mira cómo pasa la danza de las horas., Quién sabe, quién sabe, hay aún que esperar.
ll4
ll5
Quisiera marcharme, pero antes ·desalterarme,
La poesía es' lo que vive más que .una ~sepultura¡ ·
y a borbotones bebetme el mar.
Es la pura excepción. Un soplo• de. altura. . .,
A~iós.
La flor invulnerable a la espada temida.
El Óltimo Yedu'éto qué nos deja la vida.
ARS PoÉT{CA
Es angustia, horizonte, anhelo del confín.

Hay algo todavía que no debo callar.


Es siempre preferible solame:pte gustar DESTELLOS

a unos cuantos selectos que a mil de lq vulgar.


No busques a la Plebe, no sigas las charangas. Hoy salíén busca d~ mi perd,ida juve!Jtud;
No creas que la poesía es un juego de mangas. y encontré su~ destellos: la alegría, ¡a salud,
Tampoco el espejo del tiempo en que te ves. la amistad,' que hace'I1 bien. Expulsa al tiempo ruin,
Es lo real absoíuto como dijo un romántico. la polilla, la máscara. Manda a volar el frac.
¿El rosal, la mujer, la estrella de mi cántico ¡Que el mundo de la mentira y la farsa haga. crac!,
o la viva nostalgia de lo q.ue pudo ser? Recuerdá las bellezas de nombre fronterizÓ:
Poesía es lo que es. · la danza y el teatro, la poesía y el hechizo.
Son Las flores del mal, de Carlos Baudéláire, Tenías tú un apetito de tiburón ha~briep,~o;
Rimbaud, Nerval, Stéphan Mallarmé, yo una larga avidez de camello sediento.
maestro de la ausencht y el imposible ¿qué? El mundo era tav leve: ci~Jo, estrellas, mar,
Cendrars, Apollinaire. la aventura infinita como el respirar..
Incluyo a las E'spañas: ¡De qué mangos, _de q11é gl\ayas, de qüé piñas
A Jorge Manrique, ei de la muert~··~¿:rÚida, 1 me perdí,
Góngora, Quevedo, quien dijo del Osuna: pues a aquella fruta coh ólores, de campiñas
"Su tumba son de J'l¡ndes las campañas no volVí!
y su epitafio la sahgrienta 'fiiiia", Olvida tu cadáver, que nada te atorinente,
Juan Ramón, andaluz de universal medida, y bébete conmigo, melancólicamente,
'carda Larca, el gitano, eterrio asesinado, los últimos raudales de un día acariciador.
Aleixandre, el Nobel de vendimias extrañ~s, ¡Porque nunca desert~s la amis!a~ y et amor!
el segundo Machado, el del tiem.po y la vida. '· Y aun, que en muchos años, lo mismo que en la escuela,
A México también con Ramón López Velarde, cuando oigas tu nombre, puedas decir ¡P~esente!
el primero en Zozobra; sin desdén para tantos
de un afán infinito, tuyo corazón arde .
La vida se marchita <;on el tiempo q4e vuela
'
bajo el veredicto de la hiz mortecina.
bajo el cielo sediento de pájaros y hechizos Tú, vive en mi poema de confeti y carmín.
en las altas planicies, y los que nuevos cantos ¡Desastre mexicano! ¡Diana de la: vicioiia(
trajimos de los ríos de viejos paraísos. Poeta, malgré t9ut, y a peSa.r· de la e'stotia
116
'1-)
'-

con una virtud· rara que te saca la espina, el albedrío marino de la brisa
y para todos brilla: ser amigo sin fin. alborozado corre en tus portales.

Bruselas, 19 de mayo de 1978 Ceñida del azul de tus cristales,


tu palacio es florón de una premisa:
preside las instancias de la prisa
Autorretrato con paisaje y la locura de tus carnavales.

Ajustada a verdad igual que- a norma


No todo en mí es cuerpo, apariencia y figura; proclamaste las Leyes de Reforma
la voluptuosidad enciende mi vivir, desde el viril coraje de tu orilla.
y aunque el sol de mis días ya casi no fulgura
aún me queda un hondo y doliente sentir. Tus muchachas de gracia sevillana
pregonan el fulgor de la mañana
Extraño el ancho mundo de los antiguos viajes. y son de tus balcones maravilla.
Contemplo, reflexiono, dramatizo. Sonrío
a mi juventud y al brillo de sus mirajes:
al fondo una atalaya y la cinta de un río.
A Guadalajara
No vivo del decir sino de lo que hago.
Morir viviendo en la poesía es halago. Al pie ,de tus enhiestas torres, dqnes
como brisa que surca un recuerdo -naval. de la belleza son y la apostura
tus !ll~jeres, primores de escultura,
A veces en el alma me prende un sueño vago¡ y estampás insurgentes tus varones.
que me deja en un_ éxt¡¡:5is, y presiento el amago
de alguien que, me mira coh un :mirar letal. ¿Qué más gracia pedir a los blasones
que engalanan el aire de tu plaza,
en donde el alma entera se solaza
con el donaire de tus canciones?
TRES CIUDADES
Si en tus oscuros ojos me mirara,
sentiría la calca de mi infancia
A Veracruz caldeada por el sol de la pradera,

y bebería ¡oh! Guadalajara,


Gaya ciudad de acentos liberales en tu barro de abscóndita fragancia
que ostentas la flor de la sonrisa; todo el deleite de la primavera.
118.
119
A Puebla, aspir,o el alto don de su fragancia
i '\ y proclamo mi pasmo ant~ la vida.

¡Oh! Puebla de, barroca arquitectura


r" 1
~~ Como en un espejismo de mi infancia,
,;~
a quien M¡¡yo engalana de banderas; ~~ miro el confín. El alma, desasida
tienes un don feliz de· primaveras del mundo y de su ansia,
que en mi: memoria para siempre dura. tiene un leve temblor de despedida~

Los sones de campanas por la altura· Volveré a tus riberas, claro río,
van volando a morir entre las eras, a retemplar mi espíritu en tu brío,
donde se alzan las cúpulas señeras antes de' a.ndar la Óltima jornada.
que aposc;!ntan la luz de tu hermosura. ,
. . Al ocaso arderán las viejas fraguas
Pasa el tiempo, co~ él té,lmbién''la vida, del sol, mientras tus aguas
el alma queda en soledad transida corren hacia la mar y hacia la nada.
y es tan sólo rescoldo el sentimiento;

por eso al recordar mi jtiventúd y amores,


a tus plantas, igual que un haz de flores, C-qando en pensarme ...
-.
pongo· la estrof~ ?e
m'i rendi~iehto.

.• . Cuando en pensarme y en pensarte quiero,


apoyada en. la mano la mejilla,
EL POETA Y EL RfO miro el agua correr desde la orilla
iguaf que 'en tiempos de mi amor primero.
r., .,· " ' •
. . :y una ~ter:~a. !J.Ostalgia dc_: esmeralda.
Tú fuiste el paraíso tempranero
MANUEL JosÉ ÜTHÓN
en que colmé las ansias de mi arcilla,
• 1
y en mi pech? enc~ndi~te la am~ri~la_t
brasa del trópico altanero.·
Eyp<;~lldor d.el. tiempo·-·· .....
' Ya cristalino o ewpañ.'ldo espejo, '
);.. ,, r ' • ~ .1 • a medida que avan~¡.t tu -corriente,
Evocando del tiempo en ·la. distancia hundidos sueños p.or el cauce v~ejo·
el río de. ·qtj .~daq ·;u:nan~ci.dii.
120· 121
suman las sombras de aquel tiempo ausen~e, De tus fr.escas muchachas tempraneras,
y me parece ver en tu reflejo la belleza y la gracia me elevaron,
los años que pasaron por mi frente. aliadas de tus fuerzas y banderas.
¡Que el texto ·de tus aguas sea alabado!

¿Qué es lo que me aguarda cuando muera?


Contigo van ... ¿Mi cárne es sólo un fruto magullado
que se pudre al sol de las praderas?

Contigo van l1li alma y xp,i albedrío,


Cuando acabe el favor de la mentira,
mi afán, mi vida y mis desvelos,.
despliega el rumor de tus palmeras
mientras que los marmóreos cielos
y mira con al1lor a quien te mira.
duermen al fo:p.do de tu ca1,1ce qío.

Por el mar las banderas del hastío


se agitan ya entre revueltos vuelos
De la. ausencia ·de.vuelto ...
encrespados, y vagan mis anhelos
en la marina azul del tremolío.
De la ausencia devuelto a estas orillas,
Olvidando el fluir de tus cristales dragó:r:t verde que guardas mi tesoro
alcanzas los tumultos litorales (el ídolo, el mago y lo que lloro),
en _un pacto sellado cop. la suerte; ¡que tu claro satín corten mis quillas!

que retratadas queden en tu historia


El poema laprado y sin astillas,
tra~spareQ.te -mi vida y n:ti memoria-,
la caoba y el cedro que deploro,
redimidas del sueño de la muerte.
lucen en ti el cielo con que brillas,
las arenas, las estrellas de oro.

Oigo el ~ulso latir ... Tras los trances del mar y _sus murales
avanzas de l;¡..s áreas sepulcrales,
y despacioso pasas por mi puerta
Oigo el pulso latir de tus riberas
que la vida y la muerte- me enseñaron; cantando tus baladas de marino, .,
forastero, crecí junto a tus eras, · mientras que yo contemplo mi destino
y tus aguas al mundo me llevaron. y los despojos de mi vida muerta.
122 123
¿Por qué en su afán la .carne floreCida
Como Leopardi muo ... junta al goce la.pena de la vida? .
Como el pájaro oculto entre las brumas
Coll}Q_ Leopardi miro el infinito, que lanza al ~ire su dolido grito,
de la antigua colina de mi infancia; envío mi mensaje al inJinito,
el lejano cristal en la <Hstancia .sobre el sueño .del mar y las espumas.
corriendo va a la mar de ronco grito.

El reflejo del tiempo indiferente


-esencia de las cosas que ·p,asaron-,, P'reiudio en la montaña ...
se pare~e a.!as tramas que Uevar,on
mi fortuna y mi ansia a tu corriente. ~
Preludio en la montaña del en<;:ino,
¿qué misterio te lleva, linfa pura,
Vosotras aguas hondas y sumisas, para bajar curiosa a Ja llanura
apariencia de cosas verdaderas, y volcarte en el mar de tu destino?
tan sólo sois las sombras. tornadizas
Las antorchas alumbran el camino
de la vida, los juegos temporales, que va al puerto; velera arboladura
la mapa, el pensamiento, ·las quimerás finge a la noche leve veladura
del hombre y sús d'uelos ancestrales. y fuegos de San Telmo en lo marino.
~ ~ !

A través de las sombras de abalorio,


la luna de ámbar como un ostensorio,
silenciosa resbala en la arboleda.
Esperaré paciente ...
... 4, i • J

~· 1
Yo, conduzco a mi pueblo, pétegrino,
entre votivas piedrás y adivino
Esperaré paciente en la ribera •
cerca el mar de la sal y la alborada.
que a mí llegue el tiempo prometido:
siento ya qué se acerca a mi latido ' '
la amarga broca de la edad· postréra. ·
,r,
1 ¡Oh tiempo! i.Üh río ...
Contemplando en tus aguas de esmeralda
mi nostalgia_y:.tu eterna primavéra, . ·
¡Oh tiempo! ¡Oh río de la existencial
una vez más-Ia;··parda semente.ra~ -"' ·"'
Voy en la entraña de tu ser fluido,
dará su fruto eSüarlata y gualda·;
125
124'
marcho por el caudal de tu experiencia ¿Los dones de una virgen. que desgarra su velo?
que atrás dejó mi último latidoi ¿El canto y el amor en :p.uestro cora~ón?

Heráclito, conozco tu sentencia: Diríase que el tiempo se ha Uevado tus rqsas,


nadie, nadie remonta lo vivido, yo estoy carcomido de miserias y brozas,
ni dos veces bañó su diferencia pero :me dura aún aquella enca,ntación.
en las aguas del tiempo que es olvido.

Río de cristal, sí, adiós te digo,


Bruselas
con las mismas palabras de un amigo
que como yo vagó por los océanos,
Bruselas es mi novia, mi búcaro, mi amada,
mientras miro en tus fondos·y ramajes' no he podido olvidarla desde que la encontré;
los sangrientos derrumbes tramontanos, transito aún por sus calles y su plaza dorada
que son de nuestra vida· los -mirajes. que me hablan de otros tiempos, mas no sé bien de qué.

Tiene como una suave sonrisa anublada


sus jardines prendidos de· mi alma está~
.EL ORO DE LOS DfAS
siento yo la nostalgia de su vida velada, '
los castaños de oro, las cosas que se van.

El ·tiempo y las rosas Ciudad de encajes leves y de piedras labradas,


de tintes mortecinos y buñuelos de miel;
me deleito en tus nobles pinturas apagadas,
Pocas veces mi vida tanto se ha conturbado, en tus ostras plateadas y tu sabio l\1osel.
como cuando en tu reino. un día te encontré;
tenías un aire vag<i, lejano y ensoñado Amigos, camaradas del arte y del estilo,
que me hizo pensar en la verdad que, fue. gozad como testigos de tan raro esplendor.
Cuando cierro los ojos creo enhebrar el hilo
Dije, ¿quién, quién será esa criatura alada, de la amistad distante, la poesía y el amor.
tan leve, que levanta las fuerzas de mi ser?
Y me incliné, rendido, a tu ideal mirada: Con Breughel y corr Ensor me pierdo en los cortejos.
sentí la primavera de un nuevo renacer. Valedme Vandercammen, Ayguesparse y Flouquet,
Marlow, Goffin, Verhesen, Norge, Thiry, Plisnier
¿Qué es la vida, et misterio, -la delicia, el anhelo? y los otros de Francia que nos miran de lejos
126 127
¿o acaso se durmieron en los viejos espejos
y sus cegados ojos ya ·no nos pueden ver? ' _.., .¡,.~ ~- ~.. 1 . !.:.fi'l.,

• " - . ,~. - : ~ - ·¡_ ! !. :. .....,. 1i j ~ r- r: . . )._ r-~j .t. '1

¿Qué es lo ~que· ha pasado? ¿Qúé fue de nuestro ayer? TrabaJo en una estancia que mira hacia el pasado:
Yo amo vuestro trato y vuestro parécer, en silen~¡o~ t;n,edito y ,escribo
't
.mi pensat,,.,
~;.,-ji_¿
';,_
. . ::!.>
,.r ~'"' '•,~_Jf!)1·
...

Los Cantares de Elskámp,· de Verha~ren, Las Horas, la tarde s<:_ "d~spide en. un trance mora~o. . _, ~-
su jardín y su tumba, del Escalda, las proras Una sílaBa-a veces me apar,ta~dé un·.~sf!r. <.... ·• ·:,_·:
~ ~~-- ·-· l.. ;-, u .. ll
y la Eva divina de Carlos Van Lerberghe,
pero amo sobre todo, más que todas las cosas, No tengo yo taller, pues mi quehacer es leve:
el primor de las rosas en ronda las palabras me vienen a buscar.
que me dio una mujer. Ni ostento joya ilusa, ni tengo premio aleve.
Yo me gano -~a glori_!l ~o~ mi propio cant¡t_!., _
' l . /1
En cerrada claus~r~ estoy libre .del mundo,: • í· .~
El poeta y el ciégo· ¡oh la, 111~ g~é sJ~.:vefe~.~e he escapad~ ~;~ab~nd~,, .,
\
que ni el mismo sofista me pudiera alcanzar!
" "~ t:'~I1· ~. · • • -; J. " .~ . ' f_~: -~
r ... ~ .~ 1 v (

Una tarde que en ,Londres paseaba' ociosamente· · ' Las hojas ..de m,i cant? ~e junta~ una.~. illnat,' ,(,!:'! 'w"l:i:!l
adosado a una esquina hallé un ci~gó c·antor; y en la n_o?~~· '!?!uñid.as, Al~}~s. qc;ja_la -1~~~! :...·•~•;•¡ {
parecía una escultura por su mirar ausente. que acar¡~q_!l.S<?nando~l.~ gmt,ap;:a_. del mar... :"'"' !:. c;:r~:q
Mi socorro eri süs manos le puse con fervor.
r •

En sus· brazos ·hrezaba .un acordeón doliente • ... ~"l l 4

de voces quejumbrosas y dolor de arrabal. Otoflo


Cantó algo pareCido a mi vagar trausente,
por el tiempo y los muros de una edad idéal. . . . 1 ... ·-·
1-

¡Cuánto me gustaría que 'los viejos juglares El otoño ha acampado su cortejo dora<;lo
cantaran las estrofas dé mi -viviente afán, y difunde vibrantes leyendas de metales,
por calles trajinantes de mancillados lares!· mientras yo sueño que unos ojos suavemente imantados
de soledad, alivian mis vigilias mortales.
Y que siempre se canten en las tardes de duelo,
polvorosas. de gente, como· en Portobelo; Pasa el viento· accionando su~discursó amarillo.
entn; harapos y ·huesos que al camposailto van .. El agua confidente· adara sus escalas
y el sol, que •luce apenas ·con apagado brillo;
ensaya sus esgrimas en las doñrtidas salas.
128 12!)
e

Otoño, encantarpiento de la leve piqtura, Yo respiré la Arabia ·de los· tibios jazmines
me miro en ti y recorro tu triste agrimensura q~~ brota suavemente de su cuerpo fragante
buscando en el retiro de la tarde velada, teJido con el gozo de la hora radiante
Y las rosas carnales a las diosas afines.
del vino de tus viñas la ardiente certidumbre,
pero hallo sólo el imperio de la herrumbre, El viento terminó con visiones y halagos,
y en lugar del prodigio la carne desahuciada. acumuló el otoño sus bárbaros estragos;
fue su paso un momento de breve claridad·.

11 ¡Oh gloria! ¡Oh anhelo! ¡bh duÍzura sumisa!


¡Qué tristeza pensar en su sonrisa
Yo tuve del amor la seducción triunfante prendida al artilugio de la eternidad!
y de los días vacantes espléndidos destellos,
el dulce rendimiento de su gracia fragante
y lá sonata ardiente del viento en sus cabellos.
Post Scriptu.m
(Sobre un tema de Camóes)
Yo penetré al jardín de un verdor susurrante
una noche radiante de silencio y de estrellas,
y gusté del festín las primicias más bellas,
Mi vida por el mundo quedó hecha pedazos,
pero el encanto dura lo que dura un instante.
pero mi corazón no deja de palpitar.
Cuando llegue el final de mis hondos ocasos
¿Qué se hicieron sus risas y el reino milenario
¿durarán aun siquiera el rumor de mis pasos,
que yo puse a sus plantas? ¿Qué se hizo el salario
los barruntos del mar?
de sus besos? ¿Qué las áureas bonanzas
¡Que un llanto contenido me premie cuando muera!
del otoño y el arte? Todo desvanecido. ¡Que atruene el océano su estrofa de cristal!
La sombra ha descendido a mis tristes labranzas.
¡Que en tus ojos esplenda la antigua primavera
Y ahora sólo tengo las nieves y el olvido. y dé mi polvo para ti un rosal!

III

Teoría
Cuando miro a travé$ de los viejos jardines
de las vagas marinas el azul deslumbrante, Sobre una sola tecla
se enciende su recuerdo de gracia palpitante el agua 'insistía
al fondo de una fiesta de mágicos confi_nes. sin argumentos.

130 131
AIRE DE •AUSEN CIA y a los :biseles de la .luz poniente '
vuela la metafísica del 'día.. ,·. • L'
. t
~

El pueblo l~jano El genio de SÜ• eterna fantaSÍa'


-Rayo o Trueno de mitos' corüscahtes-
1 ~ 1 t,. t - ha vuelto a florecer. a: los viandantes.
Yo nací e~ un.p~eb~o. que ~~~,só~o .ul}a villa! 1

una iglesia en su atno rebanaba el lugar, Ausentes están dioses y :pinturas:


traspasaba~ el. aire perfum~s-de vainil~~; .. , pero desde el azul de s-ds ?lturas'~1-
mi madre ailí tenía. sus ,~l~_s, y ~u l. hogar. siento el duro ·latir de sb.s· darmiht:es.
~ ( t;

Su nana le decía cosas-dé maravilia:


-Vela, se me figura que te vas a enmaplar, .\ ' \ ' .
y ella sonreía, radiante la mejilla, . 1 '
' Sere11ata p'ueril
al galán forastero··que;ila ioa a ·búscar.

Muchas veces peqsando en el tiempo y la vida, La vida d :"t¡n üúltro


el destino y la muerte, mi alma oscurecida, • 1"\ - ..... t \'

' r 1' .f
hecho por .tres o cuatro,
..
r ~ ~
recibe las caricias ae1 amor. familiar¡ ,

afirma Calderón. '


1" \

1 -
.• r
1 ·l ~ ' 1 ,.. ' , . ·~ ,, ~ ~-

Van llegando al tablado


y sueño con ·e1 pueblo ·~n :sus hor~s :~ejotes, ' . 1 ••

gente de mi pasado,
en las bellas criaturas y susr tiernos amotes · 1 1
oyendo en ~is umbrales los latidos Clel mar.· ' 1
sombras de telr?n': mi,
.,
Cristina y Se~eriano
.. cogidos de 1a mano,
¡. 1

., ·-·
.. '
: •.. ·.tj
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1 .• l
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1 .!•:•.1 1. ... 1.~)


Mariana, la mucama,
l •

.~tájínr J' • 1 .~:~ IJ '


Zaleta, el em~.rujaqo _;
. - l •' ) y brujo del pistón
que perdió la chavetal.
Bajo abrasantes soles tropicales ' .)
por la que no lo ama,
por el camino voy de la vainilla; pues ama· p ~oJr_o.,;p_arqn. \
absorto, con ojos ~ensuaJes, Y o sueño t¿on lo arcano
descubro del Tajín la mara.villa. y el diablo entra en Jo ;ya~o__
haciendq una piru(:t_a :. .l :... ,
Vallada de verdura reluciente por el escotillón .. • q
descorre su votiva gradería, :
132 133
Las brujas bailan al son y en bailes y tinglado'S
de una música terqueante arguye su pasión.
para volver al amante
de nuevo a su posesión. Todo es suave y vago,
El aquelarre hace ronda la noche mero halago,
delante del guajolote, la mar pleno cantar.
palabras del epazote El mágico insondable
se oyen en lq trapisonda. que cuelga sus tesoros
-Por aquí hás dé llegar; tachado de meteoros
trn la noche del Erebo me clava el formidable
frente a la vela de cebo mirar del ultramar.
a fuerza tienes que entrar.
Está en su punto el conjuro Entonces me decía:
cuando el guanajo hace ¡tong! ¿Cuál es la profecía?
Surtió ya efecto lo oscuro ¿La vida es un afán?
por arte del Malintón. Hay gentes laceradas,
Con el alma fatigacJ,a mujeres encintadas
pasaba horas de extrañez y buques que se van.
viendo entre la palizada
las sagas de m,i niñez. M u chachas de ojos zarcos
que esperan blancos barcos
Es noche de retreta riberas de la mar,
la pena de Zaleta con senos y caderas
suspira en la veleta de tensas primaveras,
que escala su pistón. como barcas veleras
Su larga queja ensaya ansían también bogar.
al pie de la A talaya,
y al diablo le da raya Yo andaba por los cielos
el encantado son. buscando en mis desvelos
la curva kepleriana,
Con lírica acrobacia, cuando el sutil intruso
trasunto de la gracia, ligero me pr.opuso
sus altas notM hacia los senos de Mariana.
la noche alzan su son.
Planea por los tejados, Con golpe acelerado:
se planta en los estrados, -Estate bien portado,

134 135
.
te vas a condenar.-.
'
Olvíde..nse mis señas·
~Están tus días_ :cqntados y grítenle q las peñas
gritóme el emf?oscado los que ver}drán atrás.
con hond(). resr?na,r. El eco es el segundo
Mas hícele yo'1trente, y no don Segismundo,
y le solté estrideñte: que desde el otro mundo.
-Me haées los minídadps." responda al trasbarrás ..
-De mí te has de acordar.
Natura es un enigma , .
que pone como estigma
Algunas' sombras rafas
su sexo al tulipán,
detrás de las mamparas•
desde su verde entrañq,
están a lo que están.
la vida es miel de caña,
La trova co~ s~ lazd
azúcar de arrayán.
las ata en :breve plazo: . . ·
¿Caerán o ~no caerán?" ' ' • \ Modele Dios su barro' ,;
. i ' t •~ "t.
¡Si mudan las estrellas, · i.." . de donde yo me agarro
cuánto más las doncellas! ' igual que hierro d imán~-,
Que no me queme el fuego .
1
El tiempo_ chinchurreta de su divino Ego, ' • •
y el vicio con careta y séame leve el jue..go ···
(_ ' '1' ... "'· ~
de vienen y se van.
1

del brazo juntos vqn~


Que suba el proxeneta,.
-La rueda de la v'ida
más alto que un cometa,,
está ya prevenida,
y enrédese en ~u treta ·
tu suerte' está perdida,
el diablo-sacristán. . ·
no puedes e'scapar,
pues un golpe oceánico
Hemb;as. de vida. air(l.da
que alcance hasta '_lo· pá'riicÓ
ostentan de p0;5ada ••' te hal:Ftá de sepultar. · ' 1 •
sus garbos y rabeles
-Que calle el' agorerÓ, •
con ilusorio afán. r 1
ya sé: que somos cero•'
-Que dos tan zalamera:s, y todo ha de ·acabar.. !
requiebro a las- troneras.
Y ellas: -Pero mieles La muerte rasca ·y rasca·
.al (lsno no se dan. • 1 en forma que da. basca
su ríspido violín.
)37
Tras ojos van las manos en el azul vigila
de cuerdos y de insanos: la casa de la cuna
deshacen los gusanos ya sin sus moradores.
la carne hasta s1t fin·. Adiós., gentil Zaleta,
.en mi corazón queda
Suenan ranas' y grillos tu mágica escaleta
sus agrios caramillos, y la
y el diablo se divierte queja de tus amores.
con el de los platillos. ¿Quién, con la melodía
La dulce queja vierte de' tu música, un día,
su vano lamentar. hubiera imaginado
Mariana en su ventana que me consolaría
siente las languideces del hoy y del pasado?
de una dicha lejana ....
1
que nunca ha de llegar. Eri mis oídos
jamás se apagarán
M e arrullan las mareas de tus sonidos
de las aguas leteas. los dolientes ayes,
Sombras consoladoras que como errantes layes
que me cerráis la mano, sobre los mares van.
llevadme a las auroras.
El alma mira a veces * * *
el fondo del arcano.
Despejó la noche el ceño,
¡Oh estelar portento! se desnubló' mi pesar,
¡Amable serenata! como en el viejo cantar,
El río va con ~ento todo fue tan sólo un sueño
señorío de plata. a las orillas del mar.
Un niño escucha atento
la endecha estremecida Cuando levanté la vista entre el cerro y la solana caía la cla-
que discurre en el viento ridad del cielo; las sombras de los árboles comenzaban a
y le embruja la vida. concretarse y despertaban las primeras disonancias matinales.
El mar -plata y azul, vaivén y espuma-= tiene una suave
En la noche de seda palpitación. No me canso de contemplar el horizonte y la
la rutilante luna, curva del cielo. Siento una vaga nostalgia,. sensación fabulO-
desde sus miradores, sa de tiempo y de distancia. La inmensidad se esfuerza por
138 139
.,

Mas su llegada· espero


alcanzar las huellas de mis pasqs. en_la ·arena. Embelesado
sin signo de apariencia,
recorro sus movimientos, la. semántica. de las mareas rezu-
pues su pisar ligero
mantes de espuma que adicionan guarismos ~umentando las
no toca ya sendas terrenales: ,
primas náuticas y las corrientes reformatorias: ¡Oh almirante
desvestida de carne camina en la balada.
de los milenarios, adelantado;~zul deJas tierras contingentes!
¡Hurra por el montaje de horizontes~ la"~sucesión suntuaria t

y el superávit de pájaros! Sobrellevas .en tus cambios la me- '


dida de la contradicción humana. Los imp~lsos y sofrenas La plaza iabrada
de tu mecanismo son lajmagen de la. eternid4d. Mírate en el
alinde de la estupefae<;:i(>p. franqueada ·por noviembres de
En una tarde clC:\rá y azul como. mi aniada
pürpura y refrenda nuestro pa.cto metamórfico endosando
llegaban a la plaza bandadas de estudiántes,
las eflorescencias de tu reino contra las últimas libranzas
se aplaudía, se reía. ,con risás coruscantes
del sueño. ¡Que tus resonancias de·. can'to tibetano vengan
en la solemn_idad de la piedra labrada:
rodando en el tumulto del silencio la voz blanca de Dios
-alfa y omega, todo y nada-'- mientras deploro el tiempo
!od~ tenía ÜJ1 aii~ ,brilht'nte de parada,
maravilloso de mi infancia ·frente _a la honda inquietud de
trradtaban de gozo los. jóvenes serp.blantes,
la transitoriedad de la vida!
apenas un presagio: .los·. esbirros con guantes,
y la sangre corrió por la plaza labrada.·
,\

Pesvanecimiento Muchos, 'muchos subieron la escálera ·mellada


Y sintieron las ráfagas. Los· ·días espeluznantes
alcanzaron el gri~_o 'de la carne" sangrad,a:
Por la tarde enqm!:<!da • .. ' ' . '
que ~:ecorr~n patrull;¡~ inyernales, , •. esperan en la sombra de l~s tiempos distantes.
yo busco en la. <lllJ.~urª- de ~va, imagen borrada ¡Adelante, adel~iltedás~banderas· chasqueantes,
la dicha que.:rompieron. }o~~-~brazos·fatales. por los qu~ no volvieron ~e la plal<l: labrada!
~ r . .f
Viene un rumQr tremante
•qe cr!~t,!lles :.~r -~1::.-•J' I· Canción ~ntigua
.--.:: 'fle lo~, l;?arrigs lejanos ·como~ una m,ar~jª-~a,, t ~ ' 1
·• _ h_asta._ e~. silencio ~rrante • .,.j . ,~ ,, : ""r.l"'-
Por el camino de Jalapa,
, d~ los:_hqspitaJ~~.. ", ·~ '' ·. · , ·n · "}t,
:_, , •:. -··:{ ¡"·~. oC:\.;r' .. 1/' nr .• ·r
de Jalapa a Coatepec,
una tarde por el bosque,
En .el· jardín de alma 4eshojada.,h' _·
a tres niñas me encontré.
~presiento su:sonrisa_ ·a. 1a melancolía .ligada ..
141
140
Una se llamaba Carmen, TRES CANCIONES EXISTENCIALES
la otra, de gracia, Inés.
¡Ah qué diablo de muchacho!
De la última me olvidé:
El viaJero
U na vestía de rosado
y la otra de café.
¡Ah Manuel de mis pecados!
La tercera· ¿iba de qué? En mi viaje por el mundo
perdí las ansias de ser.
Por el camino de Jalapa, Ya no soy el vagabundo
de Jalapa a Coatepec, que todo lo quiso ver.
una tarde de verano
a las tres me declaré; El tiempo como un fluido
se ha llevado mi querer;
La primera dijo ·¿quién sabe? presente apenas ya es ido,
la segunda: lo pensaré, ¿qué queda de nuestro ayer?
la tercera, bajó los ojos,
y ya no supe después. Solo estoy con el &"usano
que me comienza a roer;
¡Había flores! ¡había pájaros! él es hoy el soberano,
¡y corrientes de cristal! y algo va a acontecer.
¡Había danzas acordadas!
.¡y capullos que cortar!

Cuando pasaron los años Historia personal


y a Jalapa regresé,
no había bosque, ni muchachas.
Muerto estaba mi querer.
De niño hacia las estrellas
por los tapancos miré,
y dije: iré hacia ellas,
por la escala subiré.

De joven por el camino


una muchacha me hallé,

142 143
;' 1 . . y dije: es mi destino, • ' · • r . HAMLET O EL OSCURO
es ella a quien seguiré.

De viejo cuando en la nada Yo le doy mÍ moribunda voz.


de la noche tite értcontré, Hamlet (escena final)
volví a cambiar de tonada:
¡a la tierra bajaré!

"J. .•
Personajes·

HAMLET, Príncipe de Dinamarca. Barbón, pelirrojo.


Tiempo y ·etern'idad · EL POETA ADOLESCENTE.
LA MUERTE.
VocEs.
El tiempo que me acribilla
me da ·mucl:to ,en qué ·pensar: La escena es en un aserradero del río Tuxpan
es cosa, que maravilla
qlle. siendo sólo arenilla•
se mezcle a la eternidad. PoETA; ¿Por qué caminos osqnqs .\
.1 ' "· •• ~~ ! ' < nos trajo la voluntad
La vida es _la tar~l>ill~ lll' para' ponernos en frente
que ahon.d? m,testra ,ansi~dad:· de nuestra adversidad?.
yo no voy .tta~."lo que ~rilla: , ¿Fue Dios el que de repente
Yo busco la eternidad. de nada sacó el conjuro
y puso lo diferente
El mundo de la mirilla para integrar al futuro
se me Jha vuelto
1
1
1 '
obscuridad:
tl.• l. .& -
la poesía y la verdad?
fuera dapza la gavilla. ¿Cómo seria la alborada
Yo marcho en la eternidad. d~ no haber la fantasía,
el jardín y la serpiente
de aquellé.! edad sibilina,
el Quijote, 1Celestina; •
el amor y la doncella,
rumor, onomatopeya,
.. barcos de vela en la ría? ~
'.i.
¿Cómo sería· Jo primero?
¿Sería Dios el botero
i44
145
ó el holllbre el que pasaría
de la onda a lo certero?
J;>or las espumas del mar,
por el cielo de añil,
por las manos de marfil
de Ofelia en trance sutil,
por el arte de alta ley,
por las púas de nuestra grey,·
por las hierbas de aburar,
no me hagas desesperar,
Oh Hamlet, de mi emoción,
abandona tu ataúd,
venga a mí tu aparición,
sácame de esta inquietud,
y ayúdame a ventilar
el pasmo de la cuestión.

(Hamlet llega a bordo de un remolcado_r. Salta al muelle)

HAMLET: Hola, chico, andas de pinta.


PoETA: Vine a encontrarte, .l

pues supe de buena tinta


que llegabas.
HAMLET: ¿De qué suerte?:
PoETA: El tío de Dinamarca,
tú sabes, gente de. marca, ~
me dio el nortazo, ¿Qué tal?
Viento y lluvia de repuesto
por tu tierra.
HAMLET: ¿Sabes esto?
PoETA: Lo aprendí en la ;Cantona!~
¿Cómo están en Elsinor?
HAMLET: Lo mismo que en Helsinborg.
¿Y aquí?~ '
PoETA: Menos peor. ·
HAMLET: Peor es superlativo. . '
146

1 _f~
que estuviera ·asombrado
es el pasaje agotado· por lo. sobrenatural. •· '
sobre la eternª cuestión:" 1 ¿Qué. harías .tú•si un-finadó ,• I
T o be or not to .be . : ._ te salta qe un matorral?
HAMLET: Déjalo p~ra después PoETA: Yo exclamaría ¡Qué padre! -
porque está en el tercer acto.
HAMLET: Es· una finta vulgar
PoETA: Pero estuvo de.. antewano
indigna de ti, rapaz~
en el segupdo.
Si amas reahnente·al arte
HAMLET: l]n tracto
tendrás' que repóttarte
lo arrancó de su lugar. 1
y c~ñirte a :lo veraz!
PoETA: Derecho v(!.mos al pu~to:
Tienes•que "ser", no ''ha'hlat",
¿Seguirás tras el difunto? como esa gente qüe vuela
HAMLET: Espectro -qu.err¡\s decir .. d~ un romance de vihuela
PoETA: Es lo mismo· que~morii:. '' tras -el aplauso banal.
Estuviste conturb¡:¡.do PoETA: ¿Y si fui ya no seré?.
cuando hablabas con' el en_te ,.¿Y si vivo morir~?
y no querías avanzar 1 •
¿Y ·si muero acabaré?: ' -
más allá. del terrado. HAMLET: Lo que pa'só, ya~pásó.: 1 ~' •
HAMLET: Tú leíste· ma.l mi .drama; Es fuerte forzosidad. ·
Nada de eso es..ciertq, POETA:
.,.,,
¡Un pleóriasnio te a,garré
Estás en: grJln. _(Jesconciertq y el que agarrÓ.:.
con tus .cuentos <;le pilmama. HAMLET:
PoETA: Siempre· tú tan arrogante. ' Tu tendéhcia es trastoóír' ·
No dudo que seas valie~te, ., y te gusta ei calairifnir.
lo probaste en· álta mar PoETA: Tu quoque. ¡Av<; y abur! ·'
·~

al abordar l<:>s piratas f ¡

en incr~íble. disl<J.t~,
cuando saltó el disparate
(Quiere .irse, y HdmTet l'e- sujeta
., cuello)
por 'el
,-
y dio banda,zo.s tu autor. HAMLET: Agu(!.rda. Vas ;i ·eñtenaer·' .. )
Pero te encogiste f.r~Qte· que para 'la eternidad• '
al fantasma peregrino ~,
no importa la actualidad,
tan parecido. a tu padre. .' ¡ el fin es ser o no·ser:
HAMLET: Por el ~gntrario, fui adre- POETA: ¿Eres Hamlet o su sqmbra:?
demente .eñtr.e..mj gente HAMLET: Del infinitó· eres dueño ·i
para abririi_le camino. y me evocas: ¿Q11e te asoñlbh?
Sin -embargo, e% p.atural
149
148
PoETA: Pasar del sueño ~a la sombra
~\
l. \ tú te pierdes y· me pierdes
l
para volver luego al sueño. y no queda apelación.
HAMLET: Es lo mismo sueño y sombra, PoETA: No volveré a transgredir
Tu vida es una sonata la ley de nuestro vivir
en las manos de una joven aunque sea -contractúá.l;
que recorre su ,teclado de clialquiér manera mata.
instigada por Bee¡:hoven .. HAMLET: Lo que el tiempo te sopló
Sueño Y"spmbra, ·sombra y sueño, ei viento se lo llevó,
que la enciende y desbarata y la vida te amargó,
en Sl,l fuga de fogata, pero todo queda igual.
para abajo y para arriba, PoETA: Tu crueldad con Íos galanos
y como· una catarata Rosencrantz y Guildenstern
a la tnuer.te te derriba. te mancha. Erais real-
PoETA: Quiero que poQgas tu empeño mente amigos, pues no en vano
en resolver la cuestión, ellos creían ·servirte,
que esto a mí me quita el sueño, ya que ignoraban la urdimbre
pues el que había no nombra. inventada por el rey.
y agrava más mi· aflicción .. Obedecerle era ley.
Si tarda la ·previsión, Los trataste a Ío gitano.
cuando termine la espera HAMLET: Pero tú ignoras el timbre
estaremos ya al ras, del pbder y la realeza;
y lo que venga de fuera yo mando por mi cabeza
o lo que. quede en cantera . y no por lo que otros ven.
será el paree y no. la paz. . ·• PoETA: No creo que estuvo bien
HAMLET: Sí que es. gran~e .tu ambición. el pliego en substitución
El engaño de tu sueño al que envió el soberano:
es tu propia. perdición. tuviste la ide<!, villano, "
PoETA: Quisiera yo recordar de escribir en el papel,
en este mismo lugar: ! .1
mátalos hasta inconfesos.
Dar o no dar es la •cuestión. · ¿Qué dices. de ·estos excesos? •
HAMLET: Ésa es la cuestación. Cuando estaba ·humillado el. ~
M e sacarás canas verdes, asesino y a tu alcance,
jamás vi. tal sinrazón. con el alma ya serena
Tú ni ·~tas ni desatas, de lq ÍJ1mJindicia _lustrado;·
y si :de la cuestión tratas,: no cumpliste su condena,
151
'1

esperando mejor, trance


cuando se .hallara· .en pecado
para mandarlo al azufi:e,
\ \
\
pues me pones aJ• revés,_
y a punto e~tás' de inmolarme
en nombre, gloria y prez..
porque ~~ e.n el qu~ se, s~fr!;, \ Si sigues con tus manejos.
y no en· ~a _glqria ~in pen~ me regresaré a Jutlandia.
en donde al fil). el_!_Il_<:!lva_qq __ , PoETA: Yo me voy a, Disneylanc;J.ia
pue,de gloriarse a la buen~.•. t y así estaremos par~jps.
¿Por qué no,la paridad? HAMLET: Te equivocas: disparejos.
HAMLET: Con mi p~<;lre, a, ~ste ~nwr Disneylandia es la trolera;
sí, porque murió en la flor mi tierra, si ventanera
de su crimen y Becado, de la mar, es verdadera.
y p,~;ra s~¡ igv~Ja¡;lo, •' .1 • PoETA: Mentira hay que es verdad.
el otrÓ debí~ mori; . . HAMLET: ¿Acaso es adivinanza?
igualmente ..C()~denado. Será la divina holganza. -
PoETA: Peto no los cabálleros - , r, , del castillo de Baviera,
' - "

.tus .amigos, compañeros porque ése :es Disneylandia


de aprendi_z~jes, y~ j!f<::rgª de mentirosa verdad.
con quiene~;en Y~teJ!berga, PoETA: - Acertaste .a la primera.
estabas ..,t:an. aso.ciado ·,,_;:. ~ · .. r Pero ¿entonces·:la sirena
" ·-
cuando· todo·_era bonanza .
• J ' ' '
T • ' no es vuestra_. macarena? ~
y- no andabas preocupa9-9, 1 <· ¿Se oye su cantilena?
por ni~guna, ~3l~w!<tn~'!- •• : ·'"l HAMLET: No es de esa idoneidad. i
como-,hox,. '!-can_<:~;radp;_.,. 1 • La pescaron en u,n cuento.
con m~_rcas, ¡;lt; W1la,ff,i~n.2;a.. Es. tan sólo un repulgo~
HAMLET: Se meJ.p¡:ts6la m_anQ., 1 . que al pasajero vulgo •
El poder es el podeF.~1.) · ~~ i:. le regala la ciudad..
Pero nq pn~<i~s pon_er,l .,,. · . , PoETA: Sigamos con el recuento.
en dudalmi:.tn.ca&tillado~~
' . · •, A mf me causa mosqtiéo
Tengo el gusto,delicado,:_ ···-' tu supüestÓ· álelámiento:
a la· poesía me- inclino.'. . -_·.' En tú drama' hay uri muestrario
Cuando me .invocaste J de tod'o lo que· es obsceno,
no tardé al fiel contraste,! pues con un lenguaje inmundo,
y aquí me. tienes ·a tino·. en estilo cuartelario
y otra: por lo que más quieras,. y frases d~ doble empleo
no preteridas ayudarm~,,...: · · insultaste a medio mundó
152 153
1

~
sin poner ningún refreno. defendiendo tu manía
Te alejabas de la gente cuando a Polonia, sin vida,
para fingirte demente dejaste de una estocada,
y volver a tu devaneo, y expusiste. su barriga
soez, duro, inclemente. digna de mejor intriga.
HAMLET: Prefiero abrir el pichel También los sepultureros
y no tragarme la hiel hicieron sus chistes torvos,
que me envenene el aliento. y todos ponían estorbos
¿Querías que me befaran que estropeaban el mandató,
y a las barbas me soplaran?: · que adrede el destino loco
PoETA: Recuerdo- bien el fragmento con un pretexto barato
cuando estás frente a ti mismo guardaba· en su desbarato.
y haces sonar tu lirismo Sólo Horado era sensato
'
autoritativamente pues era parco al hablar,
con un arremetimiento por lo que se supo poco,
rayano en el paroxismo. Y ante la duda es mejor
absolver que condenar.
HAMLET: El rey se tenía en güin'dia,
El acero y la ficción,
cuidaba su retaguardia,
estaba a la defensiva, la añagaza, el expediente,
he aquí tu señalamiento
despachaba mensajeros
y tu determinación.
y ponía sellos arteros.
HAMLET: N o sa"b es 1o que es la ética,
PoETA: Ofelia decía malicias,
y ya me .imagino el aire y yo sí mi" qbligación
de príncipe y de poeta.
que pondría< cuando al socáire'
"Mi señor", te repetía POETA: Entonces, anacoreta
de deliciosa manera prefiero ser y no Borgia.
lo qut; ella se sab_ía, HAMLET: Tú sales de alguna logia
con la misma insensatez, 1 liberal, chambón, inculto,
que en la reunión de muj~r~~ hablas por aprpximación,
las chicas todas a una ' sólo al ta,nteo y al bulto. .
sin temor a cosa alguna j Por mi sangre eliza.bética -

aventaron las chancletas debía darte un coscorrón!


bailando en las losetas PoETA: No seas tan impaciente,
con bellos, descalzos pies. atempera tu corriente.
La reina te alcahueteaba · No. es q"LJe. yo quiera insultarte

1~4 155
ya que sqy tJ! ªdmirador,.
(eso dijo Ap-ollinaite)
pero deseo recordarte
Cri&to es el gran triunfador
que eres un egocentrista.
refuontando la investidura·
En tu hqndª con!fición,, ;
mejor -que un aviador.
eres un gran egoísta, ·
Que el diablo a mí no· me· triz;;i
un auténtico anarquista.
ni en miércoles de cenjza._ '·
HAMLET: Y tú un ~oberb!o embrollón.'
HMv!LET: Querrás decir que te tizna.
Prefiero que tú nie d~gas,
pero díme!d·en cantigas;· .;, PoETA: Ése aún no está en brizna~
las flo.r~s -que;! te enseñaron· pues yo nad en- V eracruz
en el famoso plantel. 1 1. donde la- churre no es biina
-:1•-. • 1 y el calor es nuestra cruz.
(Cant(J,r en, tono cfe:.f?t;Llada) Sólo tenía siete eneros
,-f r ~ •
y andaba de talabarte:
PoETA: Que los que la tierra ,araron 1 señas de mí puede _darte
no siempre la cosecharon,. Ía gente de mi letrero.
y que los enanos Yo conquisté mi renombre
que en ella. brin~arol) apostrofando al más- hombre
nunca, nunca la amaron .. de Íos lobos- esteparios,
Que jurat es perjurial ,., y con mi fuerza tirana
y vivir exist~:nsial. , .. . . 1 maté pulgas a desgana
Que la ~ctual g_ev-eración, y me uní a los futurarios.
que crió la televisión A mí nadie me la pega
- . ,., . ,..
se olvidó de Altisidora, y ninguno a mí me enarca.
de Helena y -d~ Mona. I;isa, . , I '1.
HAMLET: Rimas a contra y talega
y encanallada de. amor, , y acaso sólo es trasiega.
toma por alta' s~ñ~;a · ,. POETA: Igual que l.:ope qe Vega
a la rubia Súperiot.:1, • • .l
y Calderón de la Barca.
Dijeron que subiría
la vida ton amargor,
- ... ~

(Fin,de la- balada) _. .


'
y que -to<Í'o .akendería '
con Zuoiri en ascensor' HAMLET: ¿Y qué dijeron del .diablo?
•.. r .., "l
1 •"
hasta D1os con sus querellas, PoETA: Que huele a azufre el vocablo;
pero que las estfellá's
que el diablo es un amargatlo1
girarían .por el amor.
un frívolo empetatadó · '(
En cuan i:o· a ré!=Or~ de altura ,
que ha perdido •la sonrisa, p
156
157
eú fin, un pobre nahu(\1, fue amada de los. poetas;
con decirte que va a misa, Leopardi, Laforgue, Lugones,
y no hace ni bien ni mal. la rodearon de canciones
HAMLET: ¿Sabes lo que. es retórica? de una manera .importuna.
PoETA: La caja: metafórica, PoETA: Yo era entonces modernista
igual a la de Pandora. y un poco -crepuscular,
HAMLET: Nunca la abras jamás, y en mis horas indiscretas
no sabes lo que atesora, la seguía con la vista
sus gajes fueron dolores alzarse sobre las mieses,
para Goethe y los amores o en jardines, de cipreses
que no gozó en Marienba~. deslizar su aristocracia.
¿A quién asiste la rima? Tampoco le quise hablar.
PoETA: A la frase que se arrima. Nunca le dije "¿Qué tienes?""
Si ésta -es oportuna, como Juan Ramón Jiménez.
acaso te hará soñar. Le sonr~í algunas veces
Pero si rima a la tuna. a su quimérica- gracia.
seguro p~etd~ el azar. Fue pobre nuestra a,mistad.
HAMLET: ¿Qué razón me puec;les dar? Cuando comprendí que ya
La rima, Hamlet, desvía muerta para siempre está,
POETA:
del hilo de la poesía de ella me despedí,
y nos hace titubear. y dando nuevos virajes
¿Has visto ~1 equilibrista la olvidé pronto en los viajes
que tiene puesta la ·vista, que por el mundo emprendí.
en vilq, a lq esencial? HAMLET: ¿Cómo consona la luna?
Acierta sólo ~~ artista,, PoETA: Mirándose en la laguna
pero no el hombre ca~w:~l: y volviéndose de plata;
HAMLET: ¿Entonces el. casualista gást~.l<!- en la: s~rena_ta
no es más que un- arribista? y quiebra a la For.tunata,
PoETA: No hay nada que lo redima que vida no hay más <p;~e lJ.IJa:.
pues sólo quiere medrar. HAMLET: Canijo, tú me: das soga,
Cabal es el de la prima . '
te metes en las mareas
y no el mero apPstaclor: y todo lo bemoleas.
el' unq tan sólo .tima No eres el niño que se ahoga:
y el otro ~cierta .en rigor. si el pozo está destapado;.
HAMLET: Hubp un tiempo. en que la l,una ya ni creo que niño·seas.

1?8 159
o
~l
POETA: El tiempo no vale nada.
PoETA: ¡Qué hermosa revelación
HAMLET: Hay patos en la laguna.
de Jo que estaba ·ocultado,
POETA: Yo nado ~Qn la .quimera.
apenas tornasolado HAMLET: Tú nadas con la ·fr:Utera.
vuélvese brillante sol!
POETA: Yo sufro con la frutera.
HAMLET: ¿Qué te. importa< ·lo· encubierto? HAMLET: Y tú sufres con la quimera.
Tú piensa sólo en lo cierto, POETA: Bailemos con la s~rrana.
lo precipuo es .la cuestión. HAMLET: Corramos por la pradera.
Cuando te grite la parca POETA: La vida está en el mañana.
ya tu tiempo se acabó, HAMLET: Pero el mañana no es nada;
procura estar en la barca POETA: Dale espaldas a la nada.
y que tu "yo" sea tu. "yo". HAMLET: Trinquemos con . Santillana
.
¿A favor de quién estás?
pero ya no digas nada.
PoETA: Miremos a .Un9 por unO".
POETA: La nada es desnarigada,.
HAMLET: ¿Te simpatiza. Unamuno,
Sartre, Marcel, Kierkegaard? la desnarigada es nada.

PoETA: No olvides al názifás


(Interviene la Muerte)
Heidegger.
HAMLET: ¡Faltaba más!
Das Nichts nichtet. MUERTE: Fantoches de la tiznada
En suma, Nadas de· nada. verán si la nada es nada
nadie puede probar nada.
PoETA: Aparta lo sibiiíno,
al' 'pan pan y al vino vino. l:IAMLET: La nada es nada de nada.
POETA: Y la misma nada es nada.
HAMLET: Sartre dijo: Soy la n.áda.
HAMLET: Yo nado con la quimera.
PoETA: Y yo digo, nó soy él,
pues lo~ falso está en la mente~ . t Cambie171os por la pantera~
POETA: La muerte es más. sandunguera.
HAMLET: Lucrecio afirmó también
HAMLET: Da vueltas.l.a ventolera.
que el miedo era inexistente
POETA: Yo lucho contra la nada.
y está sóló ttas la frente.
HAMLET: La nada es tu compañera.
Nada digas de repente,
PoETA: ¿Entonces yo soy la nada?
hablar es delicuescente,
y tente tieso a tu vez. ¡Ah viento de ventolera!
Y~ no quierQ nada, nada. (Pausa.)
PoETA: La vida es sentimental.
Dime, Hamlet, mi hermano,
HAMLET: La vida es. circunstancial.: •
¿por qué dudas en, la acción?·
PoETA: La· vida tan sólo es una,
Si sabe~- que todo es vano, ..
HAMLET: Querrás.decir que no es dada:
160 !61

i
1

:1\
11
con los p~los en la maño él llevaba siempre lú'nidt
dueño eres de la cuestion. y yo la cáfuisá ~íüica; J:
HAMLET: Si dudo, amígo Manuel, él era poeta tomista
es a causa dCl t±aslumbre; y yo avanguardista.
lo que hoy es tapado' fiel HAMLET: No quiero tirarte eJ guante:
mañana será deslumbre pero fuiste del gobierno, r,
y querrán morir por él. te subiste ál carrusel.
~ ·1
En este mundo bribón PoETA: Pero no estuve con él
el juego-de la mentira ni él con rol sacramento.
está en nuestro corazón. En el establecimieqto
Cuando ia alondra suspira las almas son de cemento
y te arrúlla su canción, y las glorias de papel.
la verdad es qué ya expira HAMLET: Eso suena a desahogo.
y acabó nuestra· ilusi~n. PoETA: Siempre fui a la verdad
PoETA: Hamlet, Hamlet, diárr amarga fiel, y jamás me arrogo
suena en mí tu reflexión. el gesto del demagogo
Yo creía la ·vida larga·, o cosa que nó es verai.
. . l
de una eterna duración, l

HAMLET: Mejor es qu~ est.é~ ca!lftdO,


pero hoy sé que IIOS embarga no digas una ,palabra, --l :
el roedor de la razón~ · · la obra' es la que nos labra
HAMLET: Mantente siempre en la brecha~ y olvídate lo demás.
N o aceptes la cosa hecha: ' PoETA: Contigo iré hasta el final.
es parte de la cuestión. En aquel tiempo lejano
PoETA: Mira, Hamlet, nuestra historia ¿en que te entretenías
es cosa pan1. soñar; fuera de lo cortesano
(:Q:q1Q tú yo amé la gloria, y de tus melancolías?
la mujer, la tierra, el mar. HAMLET: Yo me subía al castillo
Nunca ducho fúi en la esgrima, a mirar la lejanía,
ni acerbo. Cuanto a la rima el mar estaba a rastri,Ilo,
la tomé con suavidad. azul, gríseo, lechoso; ·
No supe estirrhe callado:· y mi almá se dilataba- .
mi vida fúe uh altercado en tanto que yo· sofiaba,
con Dios y la· Eternidácl. y me sentía dichoso. ..
Yo no estuve en el infierno ' Zárpaban barcos del' pueti:o r ~
pues J}O me parezco a Dante; y pensaba ¿adónde irán?
163
o

Todo leve parecía, si iba bien de la cabezaí


pues tenía. el p~cpo abierto, y poderse asegurar
cuando pesaba -lo a,rcano; ya con entera certeza
es verdad que aún no ,había de ser farsa mi desmán.
tomado la mu~rte en mano PoETA: Mas ¿tú cómo lo supiste?
y Ofeli,a era mi imán. HAMLET: Lo supo la Conasupo.
Extraño los tiempos viejos PoETA: Pero si allí nadie supo·
y los bailes de candil, que es paq, a~car, yaqta,r.
a Ofelia entre los espejos, HÁMLET: ¡Ah rayos,_ truenos del •lssste,
Laertes de aire gen ti l. adónde :vas a parar!.
Todo aquello está tan lejos POETA: Eso lo supo el autor
y tan bello era, que pero tú no lo supiste,
parece que nunca fue. era tan. sólo una treta
PoETA: ¡Qué vivos nuestrosrefl~j?sl que te endosó Chequexpir.
Yo entraba como un alfil HAMLET: Precisa es la conjetura:
deslizándome en el parqué; Ante el rey, Polonio dijo,
ep. escaques, de ajedrez · "Le echaré á mi hija".
los pajes; la reina, el rey, POETA: Pero tú no estabas ahí,
t
remedaban un ballet. y fue antes de la rija.
Me salía por los espejos . HAMLET: Me disponía a salir.
y h~bja reverencias mil. ,
PoETA: Son solamente sospechas,
¿Qué fue, Hamlet, lo que fue?
acaso- creíste oír,
HAMLET: El tiempo se hizo senil. pudiste oír de través
PoETA: Tengo una aprehensión s_utj.,l o lo leíste después.
que no te puedo pcul~r. ¿Era O~elia de las derechas?
No puedo entender la treta, , HAMLET: Me parece que te propasas.
de aquella escena obs<;>leta POETA: Y tú cuando en su regazo
el). que la insultaste vil._ te acostaste en· la función,
HAMLET: Ella era ~e la Secreta ¿no disté acaso sospecha~?
y se me vol"ió hostiL (fe- acuerdas de la razón
PoETA: ¿Dices qu~ -~ra garfil? que diste, saliendo al paso
HAMLET: No. Pero _sí e~stafetil.- ) de la real invitación?
PoETA: Refiére~e la parl~ta. No metal, divino raso
HAMLET: Me·l~ !m,apdó el Chaml;>elán debió ser tu sinrazón.
con el fin de aveiig:uar ¿Trajiste el manuscrito?
1(14 165
HAMLET: Allí no está el finiquito
de todo lo que P'!~·
Fue el día ger San Valentín
f 1 PoETA:
(Cantado en tono de balada)

¿Y si otra vez el amor


PoETA:
que perdió su doncellez. te tienta con su dulzor?
HAMLET: Estoy de chismes ahíto HAMLET: No le habré de .contestar.
y hay que. buscarles' fin. PoETA: ¿Y si la primavera
PoETA: Antes de que se ahogara viene a tu I:enc;licjón?
aquella linda criatura HAMLET: Cerraré mi corazón.
y de esa manera rara,, PoETA: ¿Y si te diera a besar
que parece una impostura, su boca c9mo UJJ<\. (lor?
a la reina le contó HAMLET: No lo quiero ni soñar.
lo de antes y después. Fue la carne mancillada
También el rey. Jo escuchó. la que a mi madre perdió.
Está allí Jo que repito, POETA: ¿Y si te entrega la llave
aunque con mayor pnmor. de su íntimo candor?
Léelo entre renglones, HAMLET: Tiraría la llave al mar.
canciones y dec~pciones POETA: ¿Y ... ?
que a mí mismo me confió. HAMLET: ¿Eres tÚ' el tentador?
HAMLET: Me las voy a procurar. No conjures al amor,
PoETA: Tu trato con la beldad mejor déjalo pasar.
lleno está de oscuridad.
Hay quien dice que l<J, amabas, (Termina la balada)
mas no era ho~do tu amor.
Rumoran que os besabais PoETA: Otra c<;>sa hay que aclarar.
mientras .que en la soledad ¿Por qué gritaste a. L;iertes
las horas lentas pasabais con esas palabras fuertes
en cefjida intimidad. y tan fuera de lugar?
HAMLET: Por aquella nqvia muerta 1' ¿Te acuerdas del cementerio,
me rehúso a declarar; cuando los sepultureros
que el mundo crea lo que quiera: sacaro~J; la calavera

la ~ida es una q:uimera de Yorick, ya sin sus fueros?


y Ofelia no ha de tornar. En aquello hay un m,isterio.
¿Por qué en esos andurriales?
HAMLET: Yo salía del tr~molío
de los piratas

~66 167
POETA: ¡Qué lío!
\l que la re.ina, por error,
HAMLET: para caer en la hu esa en medio de la disp..ita
abrumado de tristeza. be~ió ante el usurpador.
POETA: Pero no resultó mal,
lt PoETA: ¿Mas tus gritos infernales?
' ¿Tu querella irracional salió ganando el autor.
en medio del barrizal? HAMLET: La fuerza del desatino
Acababan de enterrar provocada por el cetro
a Ofelia. Tú la ofuscaste, nos enredó en el destino
la dejaste mál herida y en sus redes nos togió.
y causaste su suicidio Sólo dije: Vade retro,
(deberías ir a presidio), y en un goipe de costado
pero antes, de una embestida, mi espada lo congeló.
a su padre le sangraste. POETA: Palabras,. declamaciones '
Dijiste, es. una r<1,t~, hay muchas contradicciones
no era cierto, fue :un;;:t erratá, en tu. manera de aCtuar.
y hasta lo puedo jurar. HAMLET: Ya te expliqué que lo oculto
HAMLET: Me saltaba en la retina. me inql)ce a desvariar,
Estab;;:t tras la. cprtina. a veces lo de más bulto
PoETA:
HAMLET: Ya no importa, un b9tarate, es difícil de feriar.
que tenía qu_e despachar. POETA: Te cargas mucho a lo oscuro,
Escrito a nátivitate 1!
toma un poco .de bromuro
estaba ya. y deja de cavilar.
PoETA: -Tate, tate ... HAMLET: ¿Me quieres tú provocar?,
Todo es ven·eno y acero. POETA: No. Ambos somos hlientes.
en tu determinación. HAMLET: Llevarías la de perder.
HAMLET: Lo más terrible del drama:, POETA: Estaríamos a la par.
por la ca~sa de un botóri, 1 Me he batido hasta los dientes
i
fue la muerte a la derrama:. ·
1
al lado de Lagarder.
1 HAMLET:
PoETA: Explícate, barbinzón. 1 ¿Por casualidad también
11 de farra con Sandokán
HAMLET: Tenía veneno el flor~te
de Laertes, que entró en la trama, no te fuiste alguna vez?
pero hubo el truequ~ fatal.
r
.j Vestirías de caftán
' '
Yo pincliélo a él, el éuaf 1 fumarías en narguilé
me esgrafió a mí, igual. estarías con la odalisca
En la copa había cicuta más hermosa del harén

168 Í69
PoETA: El pasado es el prese:qte T >
queriendc;> sacarle pizca, y el presente es el futuro._,
y te arrojaste a \os pies HAMLET: El tie!llpo. :P9 está enfren~e,
de la hija d~l sultán, tampoco detrás del muro.
que te daría un tente en pie. Está, sí, precisamente
¿La reina de Saba no te en el pt.Il).to d~l momento,
hizo un t~l~guiño no es cosa de .conjuro
o cualq~ier otro escarceo mas de ~iempo simplemente.,
que resaltara su aliño
POETA: Desinteresadamente
como aquel dulce meneo
Einstein tocaba ·el violín
con que destrozaba. a Antqnio,
en urr tiempo diferente.
y no era· sino _el demonio ,
Su maestro le decía:
disfrazado de mujer?
muchacho, cuenta hasta tres
PoETA: Me adi~inas el tupé.
o qué ¿no sabes contar?
Lees mejor que en el café.
Pero él entraba a destiempo
HAMLET: Sospecho que son patrañas. y se quedaba. atrás,.
Estás mostrando tus mañas.
en .un tiempo sin compás,
PoETA: No:Hamlet, te Io aseguro
de aquel tiempo sinfín
que no son cosas de ayer, 1' en qt.Ie se medía el tiempo -'
el tiempo está ya maduro. 1
con la cuerda de un violín "' ~.'
HAMLET: Hay algo que huele mal y la vida valía más.
en este reino letal:
HAMLET: ¡Ah! qué diablo de muchacho,
una peste de salmuera.
cree que era menos gacho
Las jaibas de la albufera.
PoETA: ,. el tiempo de aquel violín,
HAMLET: Todo está en putrefacción. cuando Einstein, enclavijado1
Ya no se ve el cielo. sonando desafinado,
El aire .tan alabado perdía las horas sin fin.
por el pincel de, Velasc~ Pero todo es relativo. 1
ahora está hecho un asco. Yo no hablo de, lo vulgar, -
PoETA:
No te salgas del presente. ~.

sino de lo sustantivo,
PoETA:
No abandones la cuestión. hablo de la eternidad.
HAMLET: Todo está. contaminado, HAMLET: ¿Crees que el espacio es ~urvo:?
desborda ya la cloaca PoETA: Quizá yo no soy tan furbo
y corre la masa eJ11pírica,
(quiero decir tan taimado)
se diría que es la lírica. como E~nstein pretendí~
Hacen oras y alharaca.
171
170
dialéctico, iropariguaJ,
ser él, porque si salía es sólo u~o, :rio dos; -
por el costado de oriénte Y si víaja hay para-dos,
volvería por el ponienté. ,pues es país de excep~ión,
Pero ¿quién lo contaría? Y aunq~e no tiene Dios,
¿Quién lo vio alguna vez? sí tiene su calavera
Yo prefiero ir de frente '
su Tonantzin agorera
como el judío portugués, . crismada de Concepción.
que a fuerzá de caminar, Que este pueblo de rebozo
es decir, durar, durar, anda en busca déi mejor;
ya nunca regresó, pues si~te tiene ya en retozo
al fin se encontró con Dios, Y. es ca paz de echarse al pozo
y así siguieron los dos s1 a! traste da con su gozo
en la misma. progresión. el emboscado mayor.
El tiempo con que yo cuento Baraja y deja cortar.
no se parece al de ayer. HAMLET: Hablamos distinto idioma.
Si acaso queda un re'flejo Yo digo las cosas cienas
• - 1
de aquel tiempo en el espejo aunque parezcan oscuras;
quedaría ·algo por ver. tú las cosas alertas "' '
HAMLET: ¿Y qué cosas hay que ver?' como si fueran locuras.
PoETA: Que er pobre duerme en petate PoETA: Hablo lo mejor qve Roma,
y se acuesta con su mujér, me enseñó d~ .su. vivencia
. - -' ~·
los días son- de metate·r • '.
a veces un poco vago, "
y las noches de querer. pues me el}canta el simbolismo
'
HAMLET: ¿Y" si aumenta la ral~a? me gusta" la_ ambivalencia, '
PoETA: No es cosa que 'importe a él, aire y donaire de FranGia. '
eso es tan ~Ólo cuestión U na expresión sin Jtalago,
de la ley de población. un _p_oema sin fragancia
Listo a perder la zalea me cae como sinapismo. •..
quieré morir al' arranco, HAMLET: Sin embargo, hay algo acjago ~ J'"
en el pr~mer atrabanco en tu lengu_aje extraplan.o; ~ '
y de mane? liviana, presiento éomo un engaí!o.~ - ~
porqúe es hombre de través: En algunos intersti(:ig~
"Si me 'han de· matar mafiana: • .se ven· ya los estropicios;
que me fuaten de una ve~." ;de la, verdad, y los vicios.
Que México, existencial,
173
'172
--- .....
""

--
aparecen sin empaño;
ha{que·reír, hay'que éomer; ·
POETA: Debes tenerme confianza.t hay que emprender, hay que· elegir,
Sellemos la Nueva AlianZa.
hay qúe tomar, hay que escupir,
con la sangre de ·un cristiano, hay que variar.
o, mejor, dam~ la mano. HAMLET: Eso será en la otra esfera
HAMLET: ¿Es firme tu vocación? . l de la comparsa embuster~.
PoETA: Soy hombre determinad.o. No sabes 'adónde va8.
HAMLET: ¿En las tinieblas cómo .eres? . Presenta tus posiCiones.
PoETA: Yo soy el que vive y muere. PoETA: No seas tan absoluto.
HAMLET: Está fuera de cuestión. HAMLET: Sólo hay poluto e inipolüto.
En ti quisiera creer, PoETA: Y entonces lo insoluto
pero no es firme tq tráza, ¿quién lo va a agarrotar?
hay algó que no me pasa. HAMLET: Esperemos el positivo.
Tu repique es de doblez POETA~ No siembres ya más cizaña
en toda la encoraa<}ura,
y es extraña tu frescura, '. Y deja crecer la caña.
La patria es lo relativo
que me hace comparecer. Y ya no queda canuto.
Eres como fos políticos, Menester es cultivar.
que esperan los tiempos pít'icos HAMLET: No sé lo que tó pretendes
para salir al encuentro. ' · ni a qué es lo que tiendes.
A ellos y a ti les digo _ '• En esa dubitación
que ya el gusanó enemigo· está nuestra ,perdición.
les está royendo de:vtrd.
PoETA: ¿No somos acaso el mismo?
PoEtA: Pero, H:amlet, sé indulgente, •
HAMLET: Di mejor un similismo.
no te eniades del relente.' '
Me Ueva.~s al abismo
Crees qüe todo el inundo girá
• ·• * l si no ahincas la cuestión.
en tomo a lo que nos t1ra. De ti seguro no es.toy: . ..
a
Mira un· poto lo medulaF, ..
son raros tus procederes.
al trauma, 3! ;lo trausente~
Solamente el absoluto
HAMLET: ¿Qué me quieres s1,1gerir? . - \'",.
podrá decirme quién eres
PoETA: Que- nó todo es s:oñaF,. · · .. Y quién yo creo que. soy.
que·. no todo .es morir,. Escoge: ser o no -ser.
que no es· todo acabár~ ·- POETA: ¿Por qué estás ahu,izotado?
Hay que mediar, hay que· transar,
HAMI.ET: Me atacas al aguafuerte.-
hay que entender, h,ay..que adquirir,
Y entintas mucho el•iodillo
í74
175

••• , ,~ ~ ,,,.J.... ;;a.va;;wmliJAt.mzaua:;q;IM,.&A#ili!Pftfm;f.!·!..... !!


.......m: .... .....
,\,.tijll~
-~-

en las prueb<ts de mi .~ue:rt~, HAMLET: ¿Entonces de la empanada


sacas verde el amarillo qué?
y estropeas mi estampado .. PoETA: Ni nadas de la: nada
PoETA: Eso será disipado porque se habrán vuelto orujo.
cuando salga- el eJllbozado, HAMLET: Tú eres del alibí.
pues tal es. su cometer, PoETA: N o, ni del aleleví
que si uno está amarrado porque nunca me escondí.
no habrá de. desmerecer. HAMLET: Agente de la gazapa,
HAMLET: No te sal~s del pr~sente, chanchullero, urdemalas,
no abandones la cuestión. que todo· lo descabalas.
PoETA: La cuestión es el futur~ No vales una zurrapa.
y el futuro. sucesión. PoETA: Ésos eran los del rey
HAMLET: "To be or no~ to be." . .. pero no los de mi ley;
"Ser o no ser" eso .es todo. .l esos .fueron los de ayer
PoETA: De tal hombre tal-h<~.zaí;ia. pero ya no se han de ver.
Rompamos la telaraña · ~
HAMLET: Yo creía que tus anhelos
y los sellos del Nirvana. miraban a la poesía,
Saltemos por la vent<;ma, y <).Ue con ella tUS duelos
Corramos hacia el mañana y tu languor finirían.
que es hora .de m~druga~. , Qué desengaño ¡ay de mí!
¡Que salte todo en añ~cos! siempre, siempre ló temí.
¡Que gorjeen los ruiseñor~s! Me heriste en -el corazón.
¡Qu~ hablen más los pericos! t I PoETA: Yo no quise hacerte mal.
Ya no caben más cuestiones. Perdóname, somos débiles.
Las cosas están bien claras; HAMLET: Sí, somos flébiles, flébiles,
pueden mostrarse las caras y' equivocas la emulsión.
y el pueblo mire visiones. POETA: ¡Ah, Ham'Iet de mi ambiCión!
HAMLET: ¡AhJ pícaro, salteaddr ¡Có~o -pude traicionarte!
del poder y del estado.
HAMLET: Yo mismo me lo .pregunto
No necesito ser brujo
para Uegar· hasta el :punto
para que del emburujo
de igualar tll condición.
sepa que eres· coautor.
Cuando se quite el ta·pujo PoETA: Pero la c'ulp~ e; de Olarte"'
PoETA:
a la cosa solapada y la tergiver-sación,
comenzará :el :arrempujo que yo nunca tuve ·parte
hacia lá dicha embuchada. en aquella rebelión.
' 1
;
177
1
176
r

La vida tiene rigores HAMLET: Donde se oculta la mágica.


que mudan el parecer, PoETA: La cubren ·extraños velos.
los que ayer fueron albores HAMLET: ¡Ah, ·que la, vida es 'trágica 1
mañana sombra han de ser. PoETA: Yo sufro tu desventura.
HAMLET: Yo creía en tu poesía, Aquí está la noche oscura.
y sólo por cofradía ¡Oh Hamletl, nuestro futuro
abandoné mi panteón. ya no es nada prematuro.
PoETA: Me acongoja tu pesar La luna patibularia
y que todo tenga un fin. anda rondando la agraria.
Volvamos a lo ninguno, Hay sombras por la ribera,
a la nada, al Nahui Olin. y la Peña está enfoscada,
Por ti lo haré, lo haré por ti. arrecia la marejada,
Votaré por Unamuno, y la bandera del norte
por Dilthey, por Kierkegaard~ alza su sañudo porte.
Por ti -lo ·haré, lo haré por U. ¿Volveremos cual la ola
¿Quieres que vote al cetro, con su retorno eterno
que siga con el espectro? . o seremos arrumbados
Por ti lo haré, lo haré por tl. en el m·ás negado infierno?
¿O que no vuelva a votar? . ¿No somos los más· pintados?
Por ti Jo haré, lo haré por U.
HAMLET: -La: muerte. se pinta sola
Lo qu~ quiero es tu ami&tad,
y nos deja amoratados,
la gracia, la· eternidad. •
sin que importe nuestro rumbo,
HAMLET: Me has herido, yo creí;;¡.
ni el isócrono retumbo,
en ti como en la verdad.
ni el mundo y su batahola.
PoETA: Si quieres que yo l):_le lan,<;e, ~ POETA: Vivir es cosa de espanto,
por ti lo haré? lo haré pqr: u.
pero he olvidado llorar.
HAMLET: Pero tú no tie~es ch!;Lnq:. HAMLET: Te aguardo en el camposanto
PoETA: Por f~vor n_o digas cha,n~e, antes que el servil- gusano
es mejor decir opción. te comience a ·barrenar.
\
HAMLET: Ya no importa lo q!le diga, Y allí tú dec_idirás
todo vale una l:l_iga. acerca ·de tus querefes,
1 1
La pqesía por l<;>s suelos. si el falso panteón prefiereS
¿A qué sirven mis Q.esvelos? con las glorias del montón
PoETA: Pero yo no soy c_ulpable. o el eterno vetdadero
El culpable es vulnerable. de la única cuestión.

J78 179
'
-·--~~---

PoETA: Gracias, Hamlet, .noble amigo,


déjame estrechar tu mano. A Hamlet
Me conmueve tu emoción ..
Poeta, prí~cipe, abrigo
la dicha de estar contigo ;Oh Hamlet, camarada de este sueño
en la última cuestión. que

has venido

a buscarme hasta mi ~o1
HAMLET: Adiós, grandísimo pillo. mira conmigo en el destino umbrío
PoETA: Adiós, príncipe a.Illarillo. Y líbrame de angustias con tu empeño!
No te vayas hacia atrás.
HAMLET: y tú .no caigas al ras. ¿Es mejor reposarse como un leño
PoETA: Me parece haber soñado.. . que aguantar el horror de lo baldío?
Tendré que e~piar ,mi pecado, ¿O por la oculta voz del albedrío
pues no quiero ~er c1,1lpado. volver la daga en propio desempeño?
HAMLET: "Ser o no ser" eso es todo.
Al punto de partir para lo eterno
POETA: Yo te honraré a mi- modo:
mi temor a lo oculto es un infierno·
a ti mi postrera voz. 1 -flor, mi vida de ayer, sólo un m~mento,
HAMLET: Di a Horado que me despido, sé que estoy en la última jornada,
que él diga mi galardón, , 1 pues de la muerte voy en seguimiento,
és ya inútil lo. demás. a las nadas de nada de Ia nada.
Remember me es lo que pidQ.
El tapado es Fortimbrás.
VocEs: ¡Viva la internacio~al
de los poetas! ¡Viva! ·
¡Que viva Hamletl ¡Que·viva!.
¡Viva Knokke y su bienal! j. 1

¡Acabad con los ca:dquesl ,


¡Perezcan judas y triques!
¡Que viva la recidiva
de la trag~dia inmortal!
PoETA: Si la pieza os }:ta gv.stado,
Maples .Arce hoy os invit¡¡_
al banquete b.amletian_o, r • ~
mas sabed qu~ en e~ta· cita
no manduf.fl el invitado;
el que come es el gus~no.;
180

1 1 181

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ÍNDICE

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1
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Estudio preliminar g.

ANDAMIOS INTERIORES
Poemas radiográficos
1922

Prisma 35

Flores aritméticas
Esas rosas eléctricas ... 37
Todo en un plano oblicuo ... 38
A veces, con la tarde ... 39

V oces amarillas
Y nada de hojas secas .. . 40
En la dolencia estática .. . 42
:J.>or las horas de cuento .. . 43

Perfumes apagados
Al margen de la lluvia .. . 44
Tras los adioses últimos .. . 45
1 1 Como una gotera. . . . 46.
¡
' l1
VRBE
Súper-poema bolchevique en 5 cantos
1924

l. He aquí mi poema. . . . 48
U. Esta nueva profundidad del panorama ... 51
IH. La tarde, acribillada de ventanas .. . 52
IV. Entre los matorrales del silencio .. . 53
V.. Las hordas salvajes de la noche. . . . 54
185

' ....
POEMAS INTERDICTOS Transfiguración 97
1927 Mensaje 98

Poema~ inter(iictos
. POEMAS NO COLECCIONADOS
Canción desde un aeroplano . 5'/
T.S.H. 1919-1980
60
Primavera 61
80 R.P. . Personas y retratos
62
Puerto 64 Esas cursis románticas ... 99
Revolución 66 A Gloria Campobello . lOO
A Idolina Romagnolli lOO
Poemas de la lejanía A un retrato 101
A un amigo 102
Partida . 69· 102
Ruta. 69 María Isabel
'
j
Elegía a Ignacio Millán 103
Paroxismo 70 1 '
107
Estrofas para un amigo
Evocación 72
Saudade . 73
La plaza dorada . 107
Confrontaciones 107
. Encuentros . -J98
MEMORIAL DE LA SANGRE 110
• La máscara .
1947 1
• El país de la U 'Iil
Interrogaciones ni
M'emorial de la sangre 75 El vals del peyote 112
España, 1936 .77 Alarma ' 115"
Este día de pasión ... 79 Bifurcación 115
Cántico de -liberación 81 Ars Poética 116
Fundación del. olvido 84 Destellos . 117
Elegía mediterránea . 87 Autorretrato con paisaje 118
Elegía paterna . 89
Trt;s ciudades
La memoria y el viento 118
A Veracruz .
Metamorfosis 92 A Guadalajara . 119
Plenitud . .' 93 A Puebla 120
Cita . 93
Venus prospecto 94 El poeta y el río
·Oceánida 94 Evocando el tiempo .. . 120
Verbo ~. 95' Cuando en pensarme .. . 121
Renacimiento . , • 96 122
Contigo van ...
Verano 96 Oigo el pulso latir ... 122
11 '
186 187
De la ausencia devuelto ... 123
'Como Leopardi miro. . . . 124
Esperaré paciente. . . . 124
Preludio en la montaña ... 125
¡Oh tiempo! ¡Oh río! ... •' 125

El oro de los días


i.
El tiempo y las rosas 126
Bruselas . 127 Las semillas del tiempo
El poeta y el ciego 128
Se acabó de imprimir el día 31
Recluso en libertad 129 de agosto de 1981 en los talleres de
Otoño 129 Gráfica Panamericana, S. C. L., Pa-
Post Scriptum 131 rroquia 911, México 12, D. F. Se
Teoría 131 tiraron 3 000 ejemplares y en su
composición se emplearon tipos Ga-
ramond de 18 y Baskerville de 12,
Aire de ausencia 11:13, 10:12 y 10:11 puntos. Cuida-
ron la edición el autor
El pueblo lejano 132 y Lorenzo ,Jvila.
Tajín 132
Serenata pueril . 133
Desvanecimiento 140
La plaza labrada 141
Canción antigua 141

Tres canciones existenciales


El viajero 143
Historia personal 143
Tiempo y eternidad 144
01
Hamlet o el oscuro :z
Pieza teatral 145
A Hamlet 181

188

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