Está en la página 1de 14

“Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica”

Facultad de Farmacia y Bioquímica

LA ÉTICA Y LA
PERSONA MORAL

Semestre académico 2014-I

LA ÉTICA Y LA PERSONA MORAL


1
CAPACIDADES
Diferencia entre la ética y la moral.
Reconoce las cualidades de una persona moral.

I. LA ÉTICA Y LA MORAL

LA ÉTICA Y LA PERSONA MORAL

1. Definición de ética y moral:

La Ética:

El sentido más antiguo de la ética (del griego ethika, de ethos, “comportamiento”). La ética, como rama
de las ciencias filosóficas investiga las leyes de la conducta humana, para formular las reglas que
convienen al máximo grado de la evolución psicológica y social del hombre.
El objetivo que le corresponde a la Ética en cuanto disciplina filosófica es de investigar los fines, los
valores y las normas de conducta por las que debemos seguir para esclarecer, reflexionar y fundamentar
esta experiencia humana que es la moral.

La Moral:

La palabra "moral" proviene del latín mores que significa “costumbre”. La moral es la adquisición del
modo de ser logrado por la apropiación o por niveles de apropiación, donde se encuentran los
sentimientos, las costumbres y el carácter. La Moral tiene una significación más amplia que el
vocablo de la ética. La Moral está por encima de lo físico. La Moral en tal caso, es todo lo que se somete
a todo valor.
También puede entenderse como moral el conjunto de normas y reglas de conducta de los hombres en la
sociedad, que caracteriza sus opiniones de la justicia y la injusticia, del bien y el mal, del honor y el
deshonor, etc. A diferencia de las normas jurídicas, las normas y reglas de la moral no están prescritas en
leyes, sino que se mantienen por la fuerza de la opinión pública, de las costumbres, usos y educación, por
la fuerza de los estímulos internos del hombre. Determinan la actitud del individuo para con la sociedad,
los pueblos de otros países, la familia y otras personas.

2. Problemas éticos y problemas morales:

Todo el mundo emplea a la ligera los conceptos de ética y moral. De hecho, lo usan con mucha
frecuencia para denotar cierto tipo de énfasis. Si realizáramos una encuesta y les preguntáramos
a las personas qué diferencia encuentra entres estos términos, la mayoría no sabría qué
contestar. En realidad se limitarían a responder porque “suena bien”. Sin embargo, podemos
establecer una distinción entre ambos conceptos que resultaría útil. La ética se refiere a una
teoría o sistema que describe qué es el bien y qué es el mal. La mitología y la teología son las
fuentes más antiguas de la ética, aunque en la actualidad se maneja más entre filósofos. La

2
moral se refiere a las reglas que nos dicen lo que se debe hacer y lo que no. La moral, por su
parte, hace una distinción entre los actos buenos y malos.
La moral tiene que ver con toda tu vida personal. Simplemente reflexiona la respuesta a estas
preguntas: ¿Cuál es la conducta que debes adoptar en tu primer día de clases?, ¿permitir que tus
hermanos jueguen con tus apuntes es un delito? La ética, por su parte, se centra en lo teórico.
Piensa, ¿cómo debería castigarse a los conductores que manejan en estado de ebriedad?,
¿todos deberíamos ser donadores de órganos? Las reglas según las cuales vivimos constituyen
la ética.
La categoría de tu filosofía personal será insuperable si logras aunarla con éxito. Si sabes
distinguir entre el bien y el mal, eres también capaz de decidir y determinar si algo es correcto o
equivocado. Sin embargo, es importante que conozcas tus propias opciones y valores las
ventajas y desventajas. Asimismo, es fundamental que encuentres una forma de razonar
moralmente sobre las acciones que tienes que enfrentar de tal modo que puedas justificar la
bondad de tu respuesta. Si no te sientes bien con lo que haces, quizá no deberías continuar con
lo que te planteas. Sin embargo, si tienes la convicción de que haces lo correcto, siempre habrá
alguna manera de justificarlo. Recuerda que la racionalización es un elemento totalmente distinto.
Tu mente es capaz de racionalizar cualquier cosa y también tiene una facultad de deformar o de
citar cualquier circunstancia alterna para que encaje perfectamente en tus planes. Argumentos
tales como: “nadie lo sabrá”, “no lo podrá probar nunca” o “al cabo también mi amigo lo hace” son
ejemplos de los medios que empleamos para llevar a cabo cierto tipo de acciones. La
justificación, no obstante, comparte el mismo origen que la justicia y lo que se considera justo. De
hecho, requiere una elección más profunda, la ventaja es que este elemento te dará bases más
sólidas para seguir adelante.
La situación consiste en tener un sistema ético personal al que poder asumir es busca de
directrices morales. Tendrás que comenzar por pensar qué es bueno y qué es malo. Este
problema ha confundido a los filósofos de todos los tiempos, así que no esperemos encontrar una
respuesta completa e infalible. En El banquete, Platón presenta un diálogo en el que Sócrates
le pide que defina el concepto del bien:
- ¿Es conocimiento, placer u otra cosa?-ya le había propuesto otras virtudes (valores) como la
templanza y la justicia, pero frente a semejante reto, Sócrates contesto:
- Me temo que está más allá de mis facultades.
Como podemos ver, el bien no puede definirse en una sola oración y como decía G. E. Moore,
el bien no es susceptible de una definición en el sentido más importante de la palabra. Nietzche
se quejaba de la antigua ilusión llamada el bien y el mal. De hecho, toda su obra se centra en
tratar de dilucidar estos conceptos. Al igual que nosotros, otros filósofos, pensadores y teóricos
han tratado de responder este acertijo.
Platón sostenía que las personas tienen una noción intuitiva del bien, aunque en el mundo real
sólo disponemos de pobres y borrosas copias de ese ideal. Según este pensador: “El más alto
objeto de conocimiento es la naturaleza esencial del bien, de donde precede el valor que
otorgamos a todo lo bueno y lo correcto”

Según este punto de vista Thomas Hobbes, autor de Leviathan, cualquier cosa que sea objeto
de apetito o del deseo humano será lo que el hombre, por su parte, llame “bien” y el objeto de su
odio y rechazo el “mal”. Bien y mal son sólo etiquetas que utilizamos para describir lo que nos
gusta y lo que nos desagrada.
La ética tiene por objeto explicar la moral. En cambio, la moral invita a llevar un modo de vida que
se cree justo y bueno.

3
3. Esencia de la moral:

Lo normativo y lo fáctico:

La moral se compone de dos planos: el normativo y el fáctico. El plano normativo, como su nombre lo
indica, corresponde al concepto “de ser”. Toda norma o imperativo dirige una orden y fija un estilo de
comportamiento. Se dice que la ética es la ciencia del debe ser precisamente porque estudia normas que
tienen un valor independientemente de que se cumplan o no. Su deber es señalar la norma a seguir, nada
más. Cuando se piensa en una disposición o un mandato como “debe catar la voluntad del Estado” se
entiende que está hablando del plano normativo de la moral. Queda claro además que este mandato
puede ser obedecido o no. En la moral entran los actos aprobatorios (buenos) y los reprobatorios (malos).
Esta característica de la moral, el involucrar tanto los actos buenos como los actos malos o inmorales,
recibe el nombre de bipolaridad de los valores.
Cuando se habla de la realización de la moral nos referimos al plano fáctico, del latín factum que significa
“hecho”. El plano fáctico está formulado por los actos concretos que se realizan conforme a las normas
establecidas (plano normativo). El plano fáctico origina lo que se conoce como moralidad. Sin embargo, no
deben confundirse estos dos términos; moral es el conjunto de normas, reglas o imperativos, producto de
una determinada época o sociedad, mientras que la moralidad comprende los actos realizados conforme a
la moral imperante.
La moralidad es la moral hecha realidad (moral afectiva) y la forma cotidiana en que se viven las normas,
es decir, la serie de actos efectivos que se realizan diariamente. Esta moral vivida, o moralidad, es la que
se manifiesta en la experiencia, en la historia y en la religión.

- Experiencia: El Estado, la religión y la moral indica que “no debes” tener sexo fuera del matrimonio,
las causas son principalmente de carácter práctico, pues con el sexo vienen los hijos y éstos reclaman
alimentos, vestido, salud, educación, afecto y buenos principios para aspirar pertenecer a una sociedad
sana y armónica. La mejor manera para recibir a los hijos es en el lugar que ocupa una familia (un
padre y una madre) y con la autorización del Estado (matrimonio).
Quizá se nos ocurra que al tener sexo no necesariamente se tienen hijos sobre todo con los métodos
anticonceptivos actuales, pero no olvides que las normas se establecieron mucho antes que dichos
métodos y que éstos no son del todo efectivos. De hecho, hay ocasiones en las que ni siquiera se
utilizan. El plano normativo es, entonces, no tener sexo antes del matrimonio, y lo fáctico es no tenerlo,
lo cual dará origen a la moralidad o moral efectiva.

- Historia: Cuando Benito Juárez García fue presidente de la República Mexicana, instituyó las leyes
de Reforma que afectaban sobre todo los intereses de la iglesia católica, pues los enajenó de una gran
cantidad de casas y terrenos que venían adquiriendo y que provocaron algunos problemas
socioeconómicos. Los conservadores iniciaron un conflicto bélico y el país se vio en una guerra interna.
Este partido trajo a un personaje de la realeza europea, Maximiliano de Habsburgo, para que fungiera
como emperador de un país en desorden como era el mexicano.
El problema para los conservadores fue que el emperador Maximiliano le parecieron atractivas las ideas
liberales de Juárez. Finalmente esta guerra fue ganada por Juárez y Maximiliano cayó prisionero.
Posteriormente se le dictó sentencia de muerte, lo cual se cumplió fusilándolo. La pregunta es: “Por qué
se Maximiliano comulgaba con las ideas de Juárez no se les perdonó? La razón fue que Juárez se
apegó estrictamente a las normas del derecho y no a sus simpatías ideológicas. Lo normativo y lo fático
fueron un solo hecho.

- Religión: El código de conducta básico de los musulmanes es el Corán y entre cosas prohíbe
alimentarse de carne de cerdo y de ingerir cualquier forma de alcohol. Quizá nos preguntemos ¿qué
tiene de malo? En nuestra cultura occidental lo hacemos y no pasa nada.

4
Como sabemos, esta religión nació en una parte del planeta con características desérticas donde la
resistencia al calor es muy importante para sobrevivir, y sabes también que la carne de cerdo tiende a
engordar a los humanos más que otra carne, por lo tanto una civilización de obesos, en un clima
desértico significaría un verdadero problema de salud pública; eso lo sabía Mahoma al fundar su
religión.
En cuanto al alcohol, ¿nos podríamos imaginar una cruda en medio del desierto? Precisamente donde
el agua es muy escasa y el calor insoportable; entonces podrías morir de deshidratación. En este caso
normativo pasa al plano fáctico de manera automática, pues de eso depende la supervivencia.

Circuito de la moral

Plano normativo: Normas y reglas. “debes de”


Objetivo: Señalar un deber.

Plano fáctico: Los actos realizados conforme a la moral


(moralidad) “lo hago”

Moral

4. Estructura del acto moral:

Cualquier acto moral, como ceder el asiento a un anciano o dar un poco de dinero a un pordiosero, o bien,
ayudar a un ciego a cruzar la calle, es casi siempre un acto del cual los demás están pendientes para
aprobarlo o condenarlo, es decir, es susceptible a ser sancionado por nuestros semejantes.
Contrariamente, un acto imprevisto e inevitable no se le considera un acto moral.
Para abordar la estructura del acto moral, debemos comenzar con un motivo. ¿Qué nos hace indicar a un
anciano que se siente en nuestro lugar? ¿Qué provoca tomar dinero del que disponemos para que alguien
satisfaga sus acuciosas necesidades o sacrificar unos minutos de nuestro tiempo para tomar a un
invidente del brazo y llevarlo a salvo al otro lado de la calle? Existen dos posibilidades. Una se refiere a la
justicia, un valor que somos capaces de asimilar desde nuestro uso de la razón y que jamás dejará de
estar presente en nuestra conciencia, y que además se deriva del argumento lógico y empático: ¿Qué tal
si tú fueras ciego, o anciano, o tuvieras una urgencia económica? ¿Te gustaría que todo mundo te diera la
espalda? No ¿verdad? Pues entonces actúa y ayuda. Este caso causa admiración. La otra posibilidad es
el deseo de notoriedad; en este caso el autor buscará que los demás lo observen, admiren y feliciten. Si
en un momento determinado los espectadores se dan cuenta de la falsa moral, entonces será motivo de
condenación. Un mismo acto puede llevarse a cabo por diferentes circunstancias.
Los actos realizados como consecuencia de las pasiones (envidia, celos o ira) o por un carácter negativo
(egoísmo o crueldad) son actos instintivos; por lo tanto no se pueden clasificar como “morales”. El motivo
del que es consciente el sujeto forma parte del contenido del acto moral.
Otro aspecto del acto moral es el estar consciente del fin que se persigue al ejecutarlo, así como la
decisión de realizarlo. Los actos involuntarios no se pueden llamar morales; por ejemplo el hecho de que
el pago del impuesto por uso de automóvil se incremente para ayuda de la Cruz Roja. En este caso dicha
aportación no cuenta como “acto moral”, pues es involuntaria; en cambio, si en la puerta de dichas

5
dependencias se encuentra una alcancía para recibir aportaciones y tú, voluntariamente, depositas
cualquier cantidad, entonces sí se considera un acto moral.

La pluralidad de los fines del acto moral exige:

a) Elección de un fin entre otros. Sería muy difícil que fueras por la vida ayudando a todos de manera
indiscriminada. Es tanta la necesidad que no podrías hacer otra cosa y aún así no te alcanzaría ni el
tiempo ni el dinero.
b) Decisión de realizar el fin escogido. No es cuestión de pensarlo demasiado puesto que nuestra
disposición viene de valores adquiridos desde tiempo atrás, sólo es cuestión de decidirse y hacerlo.
c) Medios para realizarlo. ¿Cómo vamos ayudar a los demás? ¿Justificaría quitarles a quienes tienen
un poco para darles a los que no tienen nada? ¿Valdría la pena perder tu trabajo ya que por ayudar a
cruzar la calle a un anciano llegarás tarde y en consecuencia te despedirán? Los medios son
elementos también importantes y que debemos tomar en cuenta para la toma de decisiones ante un
acto moral.
d) Los resultados. ¿Qué tal si el anciano al que le cedemos el asiento no se quiere sentar o se va bajar
próximamente o finalmente ni siquiera da las gracias? ¿Qué tal si el invidente no se dirige a la
esquina en la que lo dejamos? ¿Y si el pordiosero es una persona que fraudulentamente pide dinero,
pero que tiene mucho reunido y toma la caridad como negocio? En todo caso tu intención reúne el
requisito de acto moral, pues no puedes leer la mente del anciano beneficiado con el asiento, o
investigar al limosnero para saber si tu aportación la usará efectivamente para alimentarse.

Finalmente, las consecuencias objetivas de ese acto moral nos dará un amplio panorama ético-moral.
Las consecuencias pueden ser subjetivas y objetivas; es imposible clasificarlo de esta manera. El acto
es si mismo tiende a ser objetivo (hacer el bien), pero a medida que pasa por los aspectos tiende a
ser subjetivo. Por ejemplo, si alguien sabe que diste dinero al pordiosero “rico” entonces no será un
acto objetivo (hacer el bien) sino uno subjetivo y él opinará que eres un tonto.

Acto moral

Objetivo Subjetivo

- Motivo
- Fin
- Medios
- Resultados
- Consecuencias objetivas

5. Concepciones éticas:

5.1Moral autónoma:

En este campo la conducta se rige por una libre y propia decisión. Al respecto Kant afirmaba que: “El
no elegir de otra manera, sino de ésta (la mía) y que esta decisión sea tomada como ley Universal”. La
autonomía no implica solamente obrar en concordancia con la buena voluntad, requiere en realidad de
un trasfondo de libertad que le permita al ser humano decidir qué comportamiento debe adoptar.
La autonomía es posible dentro del mundo de exigencias de normas sociales y jurídicas. El verdadero
acto moral implica la libertad del individuo para obrar de acuerdo con su conciencia y autonomía.

6
Es necesario realizar un análisis de lo que se considera obligatorio dentro del concepto de autonomía.
Para este caso preciso abordar las llamadas teorías de la obligación moral, las cuales presentamos en
los siguientes apartados:

- Teorías deontológicas (deber). Establecen que la bondad o maldad de una acción no depende de
las consecuencias, sino de una primacía del concepto del deber. Sus mayores exponentes fueron
W.D. Ross, A.C. Ewing y H. Prichard. Según estas doctrinas es bueno cumplir una promesa porque
cuando ésta se ha hecho, el individuo ha quedado obligado a cumplir por la misma naturaleza del
acto, sin tener en cuenta las inclinaciones ni las consecuencias. Esta teoría admite la intuición a priori
(convencimiento), pues cuando se goza de una intuición moral, no cabe ninguna duda:

a. Se está consciente de que hay que portarse bien.


b. Hay que interesarse por el bienestar ajeno que el propio.

Lo que se debe hacer en cada caso depende de una norma


De la forma objetiva universalmente válida (no matar, no robar, no violar,
etc.)

Teorías
deontológicas

Es necesario decidir por cuenta propia, ateniéndose a los


Del acto sentimientos y convicciones. Si los valores son vagos y si son
siempre demasiado vastos para el caso preciso y concreto que
consideramos, sólo nos queda fiarnos de nuestros instintos.

Circuito deontológico
Situación: Un ladrón entra en mi casa
De la norma Del acto
Resultado

1. Debo avisar a la policía para que lo 1. Espero a la policía. 1. El ladrón es capturado por mí o la
detenga. policía.
2. Lo detengo yo mismo. 2. Quito la vida o el ladrón me la quita
a mí.
3. En un sistema de justicia lento e
3. Si puede le disparo y evito que el
ineficaz podrías ir a la cárcel.
ladrón lo haga primero.
Conclusión: El resultado del circuito entre la norma y el acto depende de mi temperamento, paciencia, confianza
en la justicia o de mi instinto.

- Teorías teleológicas (fin al que va dirigido). Según esta teoría la bondad o maldad de una
acción depende únicamente del efecto o consecuencia que tenga.
También se les llama teorías consecuenciales. Las primeras expresiones de éstas son:
Debe buscarse siempre la propia ventaja o el propio bienestar
Egoísmo haciendo aquello que uno cree que proporcionará el mayor
bien posible.

Teorías
Teleológicas

Considera que el deber se compone de hacer aquello que


beneficie sobre todo a los demás o cuando menos al mayor
5.2Moral heterónoma: Utilitarismo
número de personas posibles.

7
Kant afirmaba que la ley dicta los comportamientos deseados para los hombres que pretenden vivir en
determinado grupo social. Dicha ley no surge como una inquietud individual sino colectiva. Dicha ley se
manifiesta de manera individual a través de tradiciones, costumbres; y la ley por naturaleza es sin
importar quién debe obedecerlas, le sean propias o ajenas.

A continuación presentamos algunos ejemplos de heteronomía moral:

- Cuando la obligatoriedad proviene de la tradición y la sociedad. En este caso la


desobediencia es irracional, no se analiza y no se discute, simplemente se dicta sin importar a quién
le pueda parecer absurdos. Por ejemplo, los tabúes referentes (en civilizaciones antiguas) a la
menstruación y las consecuencias de no acatar lo que la aldea ha dictado. La mujer no debía convivir
con nadie, realizar quehaceres domésticos o siquiera transitar por los caminos, pues si lo hacía,
extrañas enfermedades podían aparecer entre los habitantes.
Igualmente la prohibición de tener contacto con cadáveres por considerar se impuros. (Judíos y
Romanos)

- Cuando la obligatoriedad emana de la fuerza del Estado. En esta obligatoriedad existe más
contexto social y está fundamentado el bien común y común acuerdo, sus preceptos son más
razonables y las consecuencias no son de origen metafísico sino terrenal. El no acatar dicha
obligatoriedad puede llevar desde el pago de una multa hasta la pérdida de la vida misma.
Al respecto, Thomas Hobbes escribió: “El hombre es un lobo para el hombre; para frenar la innata
tendencia hacia el poder, propia del hombre, es necesario crear un Estado fuerte y despótico (que no
escucha a nadie) que mantenga a raya a los individuos y que impida, a toda costa, una guerra de
todos contra todos”. Hegel, por su parte, opinaba que: “El Estado es la marcha de Dios en la Tierra”

El verdadero orden ético no deriva de una ley moral individual, sino de la vida de Estado, que es el
mismo espíritu absoluto y verdadero, y que no reconoce ninguna regla abstracta de lo bueno y lo
malo, de lo vergonzoso y lo mezquino, de la astucia y del engaño.

El otro concepto de heteronomía lo compone la religión, que comienza por un reconocimiento parcial
de poderes superiores al hombre. Tiende a hacerse profunda mediante una confesión de la
dependencia total y absoluta del hombre a la divinidad y la veneración correspondiente hacia los
representantes acreditados de tan importante poder sobrenatural. El temor al castigo divino es en
algunas culturas más fuerte que al de la ley del hombre, por lo tanto, se cumple sin mediar
razonamiento alguno.

5.3Moral hedonista:

El Hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como
objetivo o razón de ser de la vida. Las dos escuelas clásicas del hedonismo son la escuela cirenaica y
los epicúreos.

Hedonismo es la doctrina que considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce que los
seres humanos deberíamos dedicarnos exclusivamente a vivir en su eterna búsqueda. En la Grecia
antigua se formularon las primeras teorías sobre el placer:

En la primera doctrina se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de inmediato sin
importar los intereses de los demás. Esta teoría fue expuesta por un grupo llamado los cirenaicos.

La segunda doctrina fue formulada por los epicúreos o hedonistas racionales, seguidores del filosofo
Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre el 341 y el 270 a.c. La doctrina que predicó Epicuro de

8
Samos ha sido tergiversada a través de la historia, hasta el punto de que algunos lo toman como un
libertino mientras que otros lo consideraron una faceta.

Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque para muchas
personas el placer es concebido como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las
formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sensuales.
Existen otras formas de placer que según él se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de
aflicción. También afirmó que ningún placer es malo en sí, sólo que los medios para buscarlo pueden
ser el inconveniente, el riesgo o el error.

5.4Moral sociocultural (o moral relativa):

Esta tendencia filosófica, elaborada principalmente en el siglo XX, sostiene que el fundamento de lo
bueno lo constituye el proceso de creación cultural que se da en todas las sociedades. Este proceso,
al propio tiempo que crea arte, religión, ciencia, filosofía, etc., crea modelos de valoración que los
miembros de una sociedad aprenden, internalizan y usan para decidir cuando algo es bueno y cuando
no lo es.
Esta tendencia no acepta ningún tipo de subjetivismo (hedonista o utilitarista) porque considera que los
modelos de valoración no dependen de los individuos tomados aisladamente, ni de la naturaleza ni
finalidades externas a las sociedades en su desarrollo histórico.
Todo individuo nace en una sociedad y se educa dentro de ella aprendiendo e internalizando los
modelos de valoración que son vigentes en su sociedad. Sin embargo, él, como ser que participa de la
historia, puede contribuir luego a renovar los modelos de valoración de su sociedad.
Esta tendencia sostiene que ésta es la manera más razonable de explicar por qué lo que es bueno en
una sociedad no lo es en otra. Por ejemplo la poligamia es considerada moralmente mala en muchos
países pero en otros como algunos pueblos árabes es considerada moralmente buena. Asimismo en la
misma sociedad de una época a otra varían los modelos de valoración
En el Perú colonial fue moralmente bueno ejecutar a los llamados herejes pero hoy día ya no lo es. Un
representante de esta corriente es el filósofo contemporáneo Marcuse. La exposición de esta
tendencia nos excusa de hacer algunas objeciones conocidas a las otras tesis, pues ella se funda en
una crítica a los objetivismos y subjetivismos. Asimismo, aunque es también una posición discutible,
concederemos, sin prolongar la exposición innecesariamente a este nivel, que ésta es la más admitida
por los pensadores contemporáneos y la que más liga a la Axiología con las investigaciones de una
ciencia social conocida como Antropología Cultural.

6. Condiciones morales:

6.1Conciencia moral:

El término “conciencia” tiene dos significados: conocimiento o noción, sentimiento interior por el cual
aprecia el hombre sus acciones; moralidad e integridad. El otro se refiere específicamente, al de
conciencia moral. El primero es el que encontramos en expresiones como: “Arturo ha perdido la
conciencia”; “Enrique no está consciente del peligro en el que se encuentra” o también, “Debemos
estar conscientes de nuestros actos”. En todos los casos es tener el conocimiento o reconocimiento de
algo, y el tener conciencia o ser consciente es comprender algo que ésta sucediendo. La conciencia no
sólo registra o comprende lo que está ante ella de un modo efectivo, sino que también puede anticipar
idealmente en forma de proyectos, fines o planes lo que va a suceder. Así pues, podemos decir:
“Arturo no estaba consciente del peligro en que se encontraba”

9
El segundo significado, y es el que aquí estudiaremos, tiene que ver con la conciencia moral y que sólo
puede existir con base en el primer sentido. Involucra por esa misma razón una comprensión de
nuestros actos pero desde la perspectiva de la moral. Sin embargo, también implica una valoración y
un enjuiciamiento de nuestra conducta conforme a normas que ella conoce y reconoce como
obligatorias. El concepto de conciencia se halla vinculado estrechamente con el de obligatoriedad. No
obstante, las normas obligatorias se mantienen siempre en un plano general, por lo tanto, no existe
diferencia entre el modo de actuar en cada situación concretamente.
La conciencia moral, apegándose al concepto de obligatoriedad, es la que decide si se asume la
decisión de hacerlo o no. Adquiere el rango de una instancia ineludible, o de un juez, ante el cual tiene
que exhibir sus títulos todo acto moral pues el ser humano no actúa, en rigor, como ser moral si se
limita a acatar exterior y formalmente una norma; es decir, cuando su conciencia calla y no ratifica en
su “fuero interno” las normas que rigen en la comunidad. Esta importancia de la conciencia moral es
elevada a veces al plano de lo absoluto hasta hacer de ella una fuerza espiritual humana,
incondicionada y puramente subjetiva.
La conciencia sería un juez interno y supremo, independiente de las circunstancias objetivas y de las
condiciones históricas y sociales. En su actividad se pondrían de manifiesto la libertad absoluta del
hombre. No obstante, la libertad humana no es tan absoluta que excluya su condicionamiento. La
conciencia puede ser libre sin que por ello deje estar determinada histórica y socialmente.

El individuo no nace con conciencia ni ética se da al margen del desarrollo histórico o de la actividad
cotidiana social, tampoco es una voz interna que no se halle influida por el exterior, mucho menos es
una voz exterior como si fuera la nuestra o algo divino que nos inspire (al menos en la mayoría de los
mortales) . La conciencia moral es autónoma, según Kant, en cuanto al hecho mismo, pero
heterónoma en cuanto a que se somete a normas jurídicas. Sin embargo, para que tenga la calidad de
moral tiene que ser interna y subjetiva.

La conciencia moral cambia con los tiempos y los procesos históricos, así la conciencia moral de
alguna persona de hace 50 o 60 años no es la misma que la de ahora; las tradiciones, las costumbres
y la perspectiva religiosa cambian la conciencia moral. Este fenómeno se puede analizar en la novela
Al filo del agua de Agustín Yañez, en donde presenta un reflejo de la conciencia moral de aquellos
tiempos. Además hace un profundo análisis del estricto apego que había al concepto religión-moral-
costumbre, donde cualquier desacato se consideraba una falta grave; es más, nadie que se jactara de
ser “normal” transgredía las normas, aunque éstas no fueran jurídicas.

La conciencia moral ha sido un tema estudiado en todas las culturas y no sólo abarca conceptos
religiosos y morales, sino que a través de la literatura se ha proyectado al mundo entero. En el aspecto
religioso de los aztecas o mexicas se tenía al “nahual”, que proviene de la palabra náhuatl nahualli,
que significa “el animal en que se cree” y en el que se deposita parte de la vida de un hombre para que
ambos sigan la misma suerte. Deriva del verbo nahua que quiere decir “andar asido de la mano”.
Nahual se refiere hoy en día a un indio viejo y feo que se cree se transforma de noche en animal y sale
a robar y a espantar a la gente. En realidad así también se les conocía a los indios persistentes en su
antigua idolatría y que se escondían de las autoridades cristianas en tiempos de la Colonia para poder
ejecutar sus ritos secretamente, alrededor de los cuales se creaba una especie de miedo o
desconfianza. En Honduras se utiliza este término para denotar al animal que una persona tiene por
compañero inseparable.

En el libro de cuentos El Diosero del jalisciense Francisco Rojas González el primer cuento titulado “La
Tona” cuenta la historia de una indígena que tiene problemas para dar a luz. Sus familiares, como
última instancia, mandan llamar al médico del pueblo, que llega en una bicicleta. Al salir bien de tan
terrible trance y como muestra de agradecimiento, le piden al profesional que sea el padrino del niño,
quien llevará por nombre “Damián Bicicleta”. Le tienen que explicar al padrino que el nahual (tona) del

10
niño debía ser el primer animal que pasara por la choza antes, durante o inmediatamente después del
parto, y en este caso fue la bicicleta del doctor.

Del mismo modo, nos encontramos con el cuento “Pinocho”, el cual narra cómo a un muñeco de
madera se le dio la oportunidad de vivir como un niño de carne y hueso, pero su Hada le impone un
grillo que lo acompañará a todas partes para ayudar a que el aprendiz de niño no se meta en
problemas.

El catolicismo medieval impuso un personaje divino cuya misión era llevar de la mano al ser humano
para evitar que cayera en el peligro del pecado. Este ser fue representado con la figura de ángel que
camina junto a cada niño guiándolo por el camino del bien llamado “Ángel de la Guarda”.

En la actualidad, el comportamiento sobre la base de la conciencia moral está más apegado a los
conceptos sociales y jurídicos, a causa sobre todo de la pérdida de valores y al camino de ideas sobre
lo religioso. Si algún adolescente lee novelas costumbristas en relación con la moral, lo más probable
es las califique de anacrónicas y ridículas sin pensar que en su momento fueron la base de la
convivencia social.

6.2 Normas morales:

Una norma moral se considera sinónimo de ley. Sin embargo, debemos primero preguntarnos qué es
la ley. Los tres principios básicos de ésta se hallan comprendidos en los siguientes procedimientos:

1. La autoridad oficial.
2. El orden basado en la regla.
3. El castigo físico como último recurso.

Cuando existen estos tres procedimientos, tenemos, si no la ley propiamente dicha, sí el origen de ella,
que, en una sociedad más compleja, evolucionará hacia algo semejante a como hoy la conocemos. Así
pues, la ley es una norma social reconocida mantenida por la sanción de la fuerza de un agente que
actúa con la autorización de la comunidad, aun cuando el ejecutor de la justicia pueda ser el propio
demandante.

¿Cómo nació la ley? Al desarrollarse la agricultura, aumento la riqueza e hicieron su aparición la


esclavitud y la guerra. El jefe se volvió importante y participó de una manera definida y destacada en la
discusión de la culpa del ofensor y en la determinación de la acción que se había de tomar contra él.
La finalidad aun en nuestros días sigue siendo evitar la propagación del desorden, pero el método no
consiste en exponerse a recibir, sino en la persuasión pacífica.

Aquí aparece el pacificador, que puede ser un anciano, en el cual todos tienen confianza, o quizás el
jefe mismo. Pero el pacificador no tiene código ni reglas para guiarse y no podemos llamarle árbitro o
juez. Su actuación debe ser una prolongación del procedimiento más antiguo del cabecilla, debe oír a
ambas partes, lo que muchas veces exige muchas horas y hasta días, luego ha de esforzarse por
llegar a alguna decisión que sea aceptada por las partes en disputa. Un factor poderoso es la
exposición gradual de los hechos reales, que debe hacerse de tal modo que conduzca a una opinión
digna de tomarse en consideración y que represente el anhelo general.

A medida que la riqueza y la división de clases aumentan, los derechos de las familias y de los
individuos se vuelven más específicos y concretos. Los delitos graves contra el orden, en particular el
asesinato, son raros. En la mayoría de los casos de asesinato, la reclusión y condena del responsable

11
se paga como indemnización por la vida arrebatada y se proporciona la necesaria satisfacción a los
acusantes.

En cuanto a los delitos criminosos figura aún la hechicería, así como el quebrantamiento de las
complicadas leyes matrimoniales; por ejemplo, el matrimonio con un primo paralelo, en lugar de un
primo cruzado, acción que se considera incesto.

En una pequeña comunidad la opinión pública desempeña una función de investigación de los hechos
muy semejante a la de nuestros tribunales, puesto que todos los miembros que la conforman conocen
las circunstancias del caso bastante bien, por ello rara vez se necesita recurrir a los métodos formales
de la sentencia.

El castigo no es importante y sólo en pocos casos, especialmente cuando el delincuente se ha


convertido en un perjuicio general, será castigado por medios violentos a manos de un agente del jefe
o de una o más personas que cuentan con el consentimiento del resto del grupo.

La ley mantiene una relación constante de hechos. La palabra ley deriva del griego nomos que
significa “mandato imperativo”. Se denomina también así a la relación permanente entre los
fenómenos físicos naturales debido a que es forzosa.

Una característica esencial de la ley es que se trata de un juicio que señala relaciones constantes
entres comportamientos. Por lo tanto es obligatoria. Y esto se basa en el principio de causalidad que
sostiene que a determinadas condiciones corresponden necesariamente determinadas consecuencias.
La ley no admite excepciones; su carácter radica en que señala una necesidad.

Se observa que la norma moral se dirige a seres capaces de cumplirla o violarla. Si no se piensa en su
margen de libertad, entonces la norma moral es imposible. No se puede prohibir a un hombre hacer
algo si antes no se le otorga la libertad, de tal manera que si se encierra a alguien para que no mate,
no existe la necesidad de prohibírselo.

La función de la ley consiste en explicar un hecho con base en la relación que éste guarda con otro. En
cambio, las normas morales son prácticas, no tratan de explicar sino de provocar y de suscitar un
comportamiento que se considere adecuado o valioso. Otra diferencia importante entre las normas
morales y las leyes naturales radica en que estas últimas necesitan ser corroboradas por los hechos.
Las leyes naturales, para ser tales, deben ser verificadas en la experiencia (a posteriori). En cambio la
comprobación empírica no existe en el orden normativo (a priori). La validez de la norma moral es a
priori, no se necesita observar.

La ley natural la hemos entendido como ley científica (física, química o biológica) y es la que se utiliza
para explicar los hechos o procesos naturales, que en ocasiones contradice a las leyes positivas,, que
son aquellas en las cuales se encuentran especificadas las constituciones, códigos, reglamentos, etc.
La ley natural es universal y absoluta, mientras que las leyes civiles son variadas y relativas pues
dependen de la voluntad del hombre.

6.3Libertad y moral:

Una de las grandes interrogantes para los individuos es saber hasta dónde se le permite buscar su
bienestar si afectar el de los demás.

Los hedonistas y eudemonistas consideran que los hombres se hallan dotados de una naturaleza
universal e inmutable que les hace buscar el placer o la felicidad y es precisamente en estos bienes

12
donde hacen consistir lo bueno y lo malo. Los utilitaristas ponen lo bueno en relación con los intereses
de los hombres y, al mismo tiempo, tratan de hallarlo en cierta relación entre lo particular y lo general.

Con esto han incluido que lo bueno entraña la necesidad de superar los intereses limitados y egoístas
del individuo y de tomar en cuenta los intereses de los demás(el mayor bien para el mayor número).
Pero la relación entre el individuo y la comunidad subrayada por el utilitarismo no es el mismo ni para
los diferentes estratos sociales en su contexto histórico.

El comportamiento adecuado se tiene que buscar en los siguientes contextos:


- Equilibrio entre el interés personal y el general.
- Cómo debo actuar dentro del grupo en el que desarrollo para conseguir ese equilibrio.

El equilibrio moral concreto positivo es aquel en el cual existe una adecuada relación de equilibrio
entre el individuo y la sociedad. Si consideramos que lo bueno es la felicidad, ésta sólo debe
entenderse como aquella que necesariamente debe incluir a los demás. La felicidad de unos individuos
o de un grupo social que sólo puede alcanzarse sobre la base de la infelicidad de los demás, de su
dolor, miseria, explotación y represión es absolutamente inmoral. Asimismo, si la lucha, el heroísmo y
el sacrificio forman parte del comportamiento moral positivo, sólo lo será en la medida en que
respondan a un interés común: la libertad de su pueblo.

Estos conceptos se pueden encontrar en la historia de cualquier revolución cuyo objetivo es liberar a
un pueblo de la opresión de una minoría, apoyados por el Estado. Los hombres que encabezan dichos
movimientos se dividen en dos: quienes buscan con el triunfo de la causa el triunfo político también, es
decir, ocupar el lugar del opresor para luego generar un sistema social y económico más justo (para
las mayorías) y aquellos que sólo buscan revertir la situación, aun a costa de su propia vida. En
resumen no ambicionan el poder, ni fortuna. Aunque la mayoría suele morir en el intento, los primeros
son casi olvidados y solamente juzgados por la historia.
En cambio, los segundos se convierten en mártires o héroes y se construyen leyendas en torno a sus
hazañas y nunca pasan de moda.

6.4Responsabilidad del acto moral:

Todos los seres humanos somos responsables de nuestros actos morales y, por lo tanto, sujetos de
premio o castigo.

Todo acto moral para ser tal supone:

- Plena conciencia o conocimiento pleno del acto o acción a realizar.


- Plena libertad del sujeto agente.

Cuando falta alguno de estos elementos el acto moral puede perder o al menos disminuir su
impunidad.

La falta de conciencia o conocimiento se da por ejemplo en:

- Los actos de un enfermo mental.


- Los actos de un niño antes del uso de razón.
- Los actos de un ebrio cuando ya está mareado (su culpa, es en todo caso, decidir tomar hasta
embriagarse)
- Los actos del que ignora sobre lo que hace.

13
La falta de libertad se da, por ejemplo, cuando:

- Muchos jóvenes fueron obligados a pertenecer a Sendero Luminoso (porque tenían amenazados a
sus padres) Fueron obligados a matar, pues el jefecillo los encañonaba y mataban o los mataban.
- “Robar” en caso de extrema necesidad de hambre, vestido, etc.

PROCESO DE APRENDIZAJE

En el Aula:

Responde:
¿Qué diferencia la ética de la moral?
¿Qué características peculiares presenta una persona moral?
¿Son libres las siguientes personas y por qué?: un drogadicto, un soldado que cumple
órdenes, un miembro de una secta religiosa, un diputado sometido a disciplina de voto
por su partido político.

Construcción del conocimiento:


Desarrolla las siguientes actividades:
Redacta un caso de problema ético y moral.
Construye un diagrama de la estructura del acto moral.
En un cuadro comparativo, establece la diferencia entre las concepciones éticas.
Redacta ejemplos de las condiciones morales.

14

También podría gustarte