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CAPITULO 1: LA GENERACIÓN DEL PROGRESO (1880-1914)

Antes 1880
Los dirigentes se centraron en garantizar la existencia misma del estado, por ello a esta etapa se la llamó Proceso de
Organización Nacional. La creación de la constitución nacional en 1853 fue muestra de ello. En ese entonces la
facultad de emitir dinero la tenían las provincias. Otras características fueron: Poca población, alto grado de
analfabetismo, ganadería de poca calidad ovina, importación de trigo y dificultades de conexión con los puertos.
En el aspecto monetario podemos decir que en 1867 con Mitre existió el primer intento de convertibilidad, donde el
banco de Buenos Aires era el único con la facultad para emitir dinero, a través de una oficina de cambio que
intercambiaba a tasa constante. La crisis internacional y el endeudamiento del 1874 genero un déficit en la balanza de
pagos, por lo tanto Sarmiento decide darle fin a la convertibilidad. Luego se tomaron políticas monetarias y fiscales
conservadoras, ajustando ingresos y egresos para lograr una política deflacionista.

Después de 1880
En 1880 comienza la formación de la Argentina moderna y desarrollo económico. La economía mundial se
caracterizaba por la integración de mercados, donde Argentina tomó el rol de productor agropecuario e importador de
manufacturas, existiendo un comercio bilateral con Inglaterra, (hasta la primera guerra mundial), con la capacidad
para demandar la producción inglesa y ofrecer lo que Inglaterra necesitaba. Argentina creció durante los 35 años del
periodo, salvo en 1890, (crisis Baring), principalmente en la pampa húmeda. Para este crecimiento era necesario la
incorporación de capitales y trabajadores. El capital, mayormente ingles, ingresó en inversiones para ferrocarriles
maquinaria y obras públicas, (telégrafo, puertos, rutas, puentes, agua, bancos y comercio). Para el desarrollo del
ferrocarril, Argentina tuvo que otorgar ventajas a los ingleses, entre ellas, una legua a cada lado de las vías, garantía
sobre ganancias, importación libre de aranceles y exención de impuestos. Por todas estas inversiones Argentina debía
mantener elevadas sus ventas para cubrir el déficit de la balanza comercial. Para el fomento de la inmigración se creó
el Departamento General. de Inmigración, las personas eran necesaria para la construcción del ferrocarril y trabajo en
el campo, (inmigración golondrina). Así se dio comienzo a la naciente Industria, a través de eslabonamientos
agroexportadores hacia delante y atrás del bien primario exportable, principalmente alimentos y bebidas. El
crecimiento de la industria se dio por el incremento del mercado interno.

El Desarrollo Agropecuario se vio favorecido por la Campaña del Desierto, (Roca 1879) que aumentó la superficie
de explotación. Cambia la producción ganadera por la agrícola gracias al ferrocarril y la inmigración. Para 1890 el
trigo era el principal cultivo. A partir de 1900 comienza a tomar protagonismo el mercado de la carne, impulsado en
1910 por la creación de los frigoríficos. Sin embargo en 1918 por el ingreso de maquinaria y la ley de arrendamientos,
(que favorece a los arrendatarios con mayores plazos y participación en negociaciones), la agricultura tomó el papel
principal nuevamente.
En lo que se refiere al aspecto monetario, para 1880, (Roca) el estado nacional era el único con autoridad para emitir
dinero, el cual le otorgaba esta facultad a determinados bancos. En 1881 se crea la Ley Monetaria Nacional donde la
unidad monetaria iba a ser el peso-oro con una convertibilidad 1 por 1. Los bancos creaban dinero secundario vía
préstamo, lo que creó un exceso de oferta monetaria, provocando una desconfianza en la sociedad y corrida hacia el
oro, reduciendo las reservas, (la ley no contemplaba reservas). Lo que provocó en 1884 una caída del sistema
monetario por la falta de garantías en oro. Esta etapa presentó gran crecimiento, aunque existía un déficit por la
entrada masiva de capitales para el desarrollo del ferrocarril.
En 1887 bajo la presidencia de Juárez Celman se crea la Ley de Banco Nacionales Garantidos, donde se eliminan las
barreras de entrada a la industria bancaria de emisión. Los bancos emiten libremente respaldados por bonos del estado
que se adquieren con oro, este oro era comprado por los mismo con préstamos del exterior. El exceso de
financiamiento provocó desconfianza en la gente a cerca de los bonos, lo que generó en 1889 una corrida hacia el oro,
depreciando así la moneda, agotando las reservas y generando inflación. A causa de la desconfianza en 1890 se desata
una gran crisis cambiaria y financiera, conocida como Crisis de Baring, entre sus principales causas se encuentran: la
gran deuda externa, inestabilidad económica, inflación y la corrida bancaria que trajo como consecuencia la quiebra de
los bancos Garantidos, haciéndose cargo el gobierno de las deudas.
Finalmente, se realiza un acuerdo con un Banco de Inglaterra, el cual pide como condición un cambio en las políticas
monetarias y fiscales, por lo que el estado realiza un recorte de presupuesto, crea
impuestos y aumenta aranceles, provocando así una caída en las importaciones, (principal fuente de ingreso estatal).
En 1981 se crea la Caja de Conversión, que buscaba disminuir la base monetaria y acumular oro, logrando una
convertibilidad (ficticia) 64%. Al haberse liquidado el Banco Nacional se crea el Banco de la Nación para disminuir la
desconfianza de la gente.
Las medidas tuvieron éxito, mejoró la situación fiscal, la contención monetaria y valorización del peso ayudado por el
sector agropecuario, vuelven los préstamos del exterior, se aprecia el peso, situación desfavorable para el agro,
(porque sus ingresos dependen de divisas), por lo tanto en 1899 se promulga una Ley de Tipo de Cambio Fijo.
La crisis generó una caída en la entrada de capitales, lo que provocó que la balanza comercial de la década fuera
positiva. En 1900 se reanudan los ingresos de capital al país, atenuando el superávit, siendo las exportaciones casi en
su totalidad producto de ventas agropecuarias y las importaciones de bienes de capital y consumo.
Los resultados de las políticas de la Generación del Progreso, (hasta 1914) fueron los avances en salario, educación y
vivienda. Se generaron grandes diferencias a causa de la movilidad del campo a la ciudad. También comenzaron a
aparecer sindicatos.

Capítulo 2: ÚLTIMAS IMÁGENES DE UN MODELO (1914-1929)

Los legados de la generación del progreso hasta 1914 fue entre otras cosas el aumento en la población, el atractivo
nivel de salarios, la disminución del grado de analfabetismo, el aumento en las viviendas y presiones sociales. Para
1912 Roque Sáenz Peña intenta hacer las elecciones más limpias promulgando el voto secreto, universal y obligatorio.
Los problemas que tuvo que afrontar Victorino de La Plaza, fueron entre otros, la crisis de los Balcanes que provocó
un alza en la tasa londinense lo que impidió a la Argentina seguir financiando su déficit de Balanza de Pagos, sumado
a las malas cosechas (13-14), que provocaron una caída en las exportaciones. Todo esto repercutió en la salida de oro
metálico (cae la circulación monetaria), generando la bancarrota y quiebra de negocios. Por lo tanto el Estado decide
suspender las operaciones de la Caja de Conversión, por lo que bajó el PBI un 10% y las recaudaciones del Estado
(por comercio exterior y por impuestos internos) y resuelven una salida de la convertibilidad para disminuir y así
fomentar el ahorro en divisas.
En 1916 apoyado por hijos de inmigrantes asume Irigoyen (reforma universitaria), con los radicales anti personalistas
en su contra. Para evitar conflictos sociales, el mismo decidió permanecer neutral durante la Primer Guerra
Mundial.
Durante los primeros años de la guerra, Argentina presentó saldos comerciales superavitarios por el aumento en las
exportaciones y disminución de las importaciones, lo que permitió un desahogo del mercado monetario. Por la
dificultad de importar insumos se restringe la oferta. El país se cierra al exterior, fue un propicio momento para el
comienzo de la industrialización sin tanta competencia (se perjudicaron las industrias que utilizaban insumos de
importación). A causa de los requerimientos bélicos del mundo, caen las inversiones en el país. El estado se replanteó
las formas de recaudación fiscal aumentando los derechos de importaciones y propuso nuevos impuestos. El sector
obrero sufrió por la inflación una caída del salario real provocando huelgas e inmigración. El principal bien exportable
en la Primer Guerra Mundial fue la carne.
El contexto mundial de la Primer Guerra no fue bueno. La situación económica de los países en general fue crítica,
existiendo brotes inflacionarios (Alemania). El cierre comercial de los países impidió alianzas para la recuperación de
la guerra.

En los años posguerra, Estados Unidos pasó a ser el principal proveedor y acreedor del mundo, realizando
inversiones en Europa, siendo los impulsores de su crecimiento la industria automotriz y el mercado interno. En 1922
se realizó la Conferencia de Génova, estableciendo un patrón-cambio-oro para sus países miembros que fijaba sus
reservas en libras y dólares respaldadas en oro. En 1928 cae el sistema a causa de la desconfianza mundial (Francia),
lo que hizo que los países cambiaran sus libras por oro, lo que culminaría con una salida de la convertibilidad.

Años 20
En los años 20 Argentina mostró un gran crecimiento (más que Estados Unidos), aunque no se comparó con el
crecimiento de 1900 a 1913. Disminuyó la tensión social, las huelgas y los conflictos internos. Se legisló en materia
laboral como nunca antes, se recuperó el salario real como así la producción y la inmigración. Las claves del
crecimiento fueron la normalización de flujos de comercio y capitales y la política liberal del gasto público (que
fomentó el aumento de la demanda). En la época se realizaron nuevas inversiones que aumentaron la actividad
industrial, sin embargo la riqueza seguía generándose en el campo (granero del mundo). Durante los años 20 se
fomentó el comercio exterior reflejado en un aumento considerable de las importaciones y exportaciones, siendo las
importaciones mayores a las exportaciones, a causa de la reanudación de importaciones después de la guerra. En estos
años Estados Unidos era nuestro gran proveedor de manufacturas (balanza deficitaria, competíamos por el mismo
mercado de bienes primarios), e Inglaterra era nuestro principal comprador de insumos agropecuarios (balanza
superavitaria). A estas relaciones se las llamó comercio triangular.

En el aspecto agropecuario el incremento en la importación de tecnología (maquinaría agrícola), se vio reflejado en


un aumento de la productividad del campo, ya que sus tierras aumentaron sus rindes en igual espacio. Los destacados
fueron la producción de leche, carne y granos.
Por causa de la desigual distribución de la riqueza se cuestionó el sistema de arrendamientos. Fue recién en 1921 que
se promulgó una ley a favor de los arrendatarios donde se les otorgaba mayor tiempo de alquiler y participación en las
negociaciones de venta y subcontrataciones, etc.
El mercado de la carne sufrió cambios, el objetivo era reducir el poder de los frigoríficos, imponiendo precio mínimo
al ganado y comercialización por kilaje vivo, medidas que no llevaron a realizarse por el boicot de las empresas. A
causa de la ampliación del mercado interno, surgen nuevos productos (vid, caña, algodón, frutas, tabaco).

El crecimiento Industrial fue mayor al agro, principalmente por el impulso que tuvo durante la guerra. Indicio de esto
fue el aumento de consumo eléctrico y aumento de la importación de maquinaria industrial. La principal característica
de la industria (metales, químicos y eléctricos) era que el mercado era nacional pero los dueños eran empresas
foráneas, sin embargo la industria que recibió mayor inversión fue la del petróleo (por mayor consumo). En 1922 se
nacionaliza YPF.
En el desarrollo industrial influyó un complejo sistema arancelario para el cálculo de los impuestos aduaneros, donde
se utilizaba un valor oficial estimado, denominado valor de aforo (requería de precios internacionales estables sino
generaba distorsiones). Se levantan las banderas del proteccionismos a causa de la peor posición de la industria
domestica, respecto a la importada. Esto llevó a que en 1923, Alvear suba los valores de aforo para alinearlos a los
precios internacionales.
El desarrollo industrial fue financiado por Estados Unidos, ya que Inglaterra había cortado el financiamiento por
obligaciones contraídas por la guerra.

En el Aspecto Monetario se debió hacer frente a los aumentos de la deuda y pago de intereses, sin embargo lo más
grave fue la caída de los términos de intercambio, que generó caída en la recaudación, y esto generó depreciación de la
moneda, lo que encareció el pago de la deuda. El gobierno fijó un Tipo de Cambio preferencial perjudicando al sector
asalariado, ya que encarecía a los productos importados y repercutía en los productos de exportación (canasta básica),
a la vez que favorecía a los exportadores, generando una desigualdad en la riqueza.
Para financiar el déficit, las deudas de corto plazo pasaron a de largo plazo (aumentando la deuda por intereses).
Alvear en 1927, busca volver a la paridad pesos papel-pesos oro al igual que los países más importantes.
A principios de 1929 el país poseía altas existencias en oro, crédito barato y expansión de la actividad económica, pero
comenzaron a empeorar los mercados de capital de los que dependía el equilibrio externo, disminuyendo las
exportaciones (buenas campañas agrícolas en Europa) y disminución del ingreso de capital de Estados Unidos (para
financiar el déficit). Los desequilibrios en la balanza de pago disminuyeron las reservas de oro metálico, lo que hizo
que a finales de 1930, Irigoyen suspendiera la convertibilidad.
El principal problema de 1929 (víspera del crack) era que el modelo Agroexportador estaba estancado, ya que el
crecimiento no podía seguir por mucho más a expensas del campo y las inversiones eran atraídas por las industrias (no
por el campo). Sin embargo el gobierno no se centró en industrializar la Argentina y por la falta de apoyo se dice que
hubo una demora en el desarrollo industrial. Frente a la gran depresión no se tomaron las medidas necesarias para la
crisis que venía, no solo respecto a la industria, sino también el bajo nivel de ahorro, por dependencia del mercado
inglés y por problemas fiscales.

CAPITULO 3: POLITICA ECONOMICA EN TIEMPOS DE CRISIS (1929-1940)

Yrigoyen vuelve a la presidencia en 1928, apoyado por la opinión pública. Luego comenzó a entrar en inacción por
críticas de la oposición. Fue un gobierno con censura de periódicos y universidades. Las críticas del sector militar
provenían por la negación de realizar gasto bélico, que terminó en un golpe militar en 1930, asumiendo la presidencia
Uriburu.
En el contexto mundial se vislumbraban los totalitarismos con Stanlin y Musolini, luego aparecería Hitler. Sin
embargo el gobierno de facto duro poco, ya que en 1932 se llama a elecciones y asume como Presidente Justo. El
mismo se basó en políticas anteriores al radicalismo, este gobierno se caracterizó por elecciones fraudulentas y se
rodeó de funcionarios de diferentes ideologías. Luego en 1938 asume Ortiz.

La gran Depresión
Estados Unidos era el país con más progreso en el mundo, la bolsa era el destino de los ahorristas. En 1930 se desata
una crisis sin precedentes, que provocó la caída en la bolsa de un 80%, cayó el PBI, los precios, la inversión, la
demanda. Esto se trasladó al mundo a través del comercio internacional y por la sujeción de muchos países al patrón
oro. El mundo vivía un contexto deflacionista. Los precios agrícolas internacionales, repercutiendo en las
exportaciones Argentinas y en la capacidad de comprar de los importadores a causa de la falta de divisas. O sea que la
gran crisis Argentina fue porque cesó el ingreso de capital extranjero y cayó el precio de las exportaciones. También el
financiamiento se vio afectado por la fuga de capitales Estadounidenses en 1928. Argentina entraba a un periodo de
crisis endeudada. Además se vio afectado el pago de la deuda, (a causa de la disminución de importaciones y falta de
divisas). Al principio de la crisis Argentina era el país con más reservas de oro en el mundo, que podían ser utilizadas
para evitar la caída de la moneda. Sin embargo la disminución de las reservas de oro ocasionaba iliquidez.
Restringiendo el crédito y el normal funcionamiento de la economía. El estado terminó emitiendo dinero sin respaldo,
como consecuencia el peso se depreció, aumentando la deuda. Se optó por un régimen de control de cambio, que
establecía un tipo de cambio fijo para operaciones en el exterior, por el lado de las exportaciones se depositaban las
divisas, así el estado luego las repartía con un orden de prioridades, siendo la principal, el pago de la deuda. La
escasez de divisas demoró los pagos a proveedores del exterior. Se generó un mercado paralelo de divisas el cual era
mayor al oficial.

Uriburu en 1930, tomó medidas para mejorar las cuentas del estado y lo hizo gravando algunos productos de
exportación, levantando aranceles y estableciendo nuevos tributos (IIGG), generando desigualdad. Otra medida fue la
reducción de los gastos de administración e inversión. Uriburu priorizó el pago de la deuda.
Justo en 1932, debió recurrir a la caja de conversión para emitir moneda y así cubrir el déficit.
El impacto social de las medidas adoptadas anteriormente, fueron: el derrumbe de la producción, lo cual generó una
caída en el ingreso, aumentando el desempleo, se realizaron movimientos del campo a la ciudad y la caída del salario
real, donde los ingresos eran inferiores a los necesarios.

En Estados Unidos, Roosevelt para salir de esta crisis se basó en un modelo llamado el New Deal, el cual no se basó
en ideas Keynesianas, si no que se basó en la fundación de organismos reguladores de producción y relaciones
laborales. Otro de los factores que contribuyeron a la reactivación fue el gasto bélico, preparándose para la Segunda
Guerra Mundial. Fue recién en la recesión del 37-38 que el Keynesianismo pasó a ser reconocido primero por
Roosevelt y luego por el mundo.

La relación que mantenía Argentina con Estados Unidos era, la de comprador de manufacturas (balanza negativa) y
con Inglaterra era la de exportador de insumos, (balanza positiva). Argentina competía con Estados Unidos por el
mercado de bienes primarios. En esta época comienzan a cerrarse los mercados de los países a causa de las ideas
proteccionistas. Al cerrarse el mundo, Argentina se encontró en problemas, ya que a causa de la caída de divisas, (por
disminución de exportaciones) lo obligaba a disminuir las importaciones.
Para reactivar la economía Argentina, el presidente Justo, decide acercarse a Inglaterra para elevar la venta de
productos Argentinos. El pacto Roca-Runsiman consistió en un sistema de preferencias arancelarias para productos
Ingleses y desbloqueo de fondos, (prioridad inglesa para todas las libras obtenidas de la venta de productos Argentinos
en Inglaterra). Donde Inglaterra se comprometía a mantener el statu-quo en la compra de carne. El sector agropecuario
se vio beneficiado por el acuerdo, ya que podían continuar con sus exportaciones a Inglaterra, sin embargo los sectores
nacionalistas caratularon al gobierno como vende patria. Este pacto reactivó la economía, pero fue cumplido de
manera desigual por parte de Inglaterra, la cual comenzó a gravar las importaciones Argentinas.

En el gobierno de Justo, con Prebisch y Pinedo en su gestión, se buscaba solucionar la deuda de los importadores a
través del pago de la misma por parte del estado. A cambio que los importadores pagaran al gobierno en moneda
nacional. El sistema impuesto por la Comisión de Control de Cambios, hacía que a causa de las prioridades del uso de
divisas, siguieran existiendo grandes montos bloqueados, por lo tanto se necesitaba un permiso previo para la
importación.
A causa de la deflación y la devaluación, el gobierno desdobla el tipo de cambio, en uno oficial para exportaciones
tradicionales, (beneficiando a productos ingleses) y un mercado libre para las exportaciones no tradicionales. Se creó
la Junta Nacional de Granos que compraba a precios superiores a los de mercado y vendía cuando los precios se
hacían favorables. Esto se financiaba con el margen entre compra y venta del tipo de cambio oficial.
Durante 1932-1933 el presupuesto se vio afectado por la deuda externa, los Bonos Argentinos perdieron credibilidad.
Para solucionar la deuda interna, se dio la opción a los tenedores de venderla al gobierno o refinanciarla con una tasa
menor pero a más largo plazo. Un mecanismo similar se realizó con la deuda externa, con el agregado de que la deuda
se pesificó. Entre otras medidas de Pinedo, reordeno la política impositiva, simplificando y unificando tributos,
logrando mejoras en la recaudación. Así mismo sacó entidades superfluas, disminuyendo el gasto público. Estas
medidas reactivaron la inversión pública, ya que el gobierno se hizo de fondos para ello.
En 1934-1935 la balanza comercial mostró un superávit favorecido por los términos de intercambio, se implementó
una esterilización en la cual se vendían bonos a los bancos para reducir la oferta monetaria. De esta manera se
restringió el crédito y la expansión monetaria.
En 1935 se crea el Banco Central de la Republica Argentina, cuyas funciones eran: Institucionalizar y legislar en
materia monetaria, control sobre los bancos para asegurar la solidés bancaria, control de las políticas de redescuentos,
manejo de títulos públicos, respaldo de divisas de los bancos, emisión de billetes y estabilidad del peso. Sus objetivos
eran, mantener las reservas para moderar las fluctuaciones de la cantidad de ingreso de divisas, regular el crédito y los
medios de pago, promover la liquidez y actúa como agente financiero.
A partir de 1937 se detuvo la recuperación. Las malas cosechas, la crisis de Estados Unidos y la disminución de los
precios agropecuarios, fueron sus causas. Esto generó la depreciación del peso por la caída de las exportaciones y la
actividad interna también cayó. El gobierno a través del crédito agropecuario y la devaluación (para contener las
necesidades de importación generadas por el aumento de la demanda), intentaba incentivar la economía.

La Industria en la década del 30, se caracterizó por una demanda insatisfecha y una sustitución de importaciones de
productos manufacturados, provocada por la disminución en las exportaciones e importaciones. Los productos
americanos se vieron perjudicados por el desarrollo de la industria de sustitución de importaciones. Generando la
instalación de empresas Americanas, (algodón, neumáticos y petróleo) en el país, evitando así los costos aduaneros.
Hacia 1936, se desarrollaron las industrias no derivadas de la actividad primaria, (textil, caucho, maquinaria, vidrio,
electrodomésticos y petróleo).
En el gobierno de Ortiz (1941) se creó la Corporación para la Promoción del Intercambio, que impulsó a las
exportaciones de manufactura.
El crecimiento Argentino se vio favorecido por el aumento de aranceles a las importaciones (proteccionismo),
promoviendo la industria indirectamente, ya que en realidad se buscaba una política fiscal recaudatoria.

En 1939 asume Castillo, (por la renuncia de Ortiz), y su Ministro de Economía Pinedo, el mismo identificaba una
crisis en el comercio exterior por el efecto de la guerra y depresión de la actividad económica que generaría
desempleo. Por lo tanto se centró en atacar los problemas de comercio exterior, de los grandes excedentes de
producción invendible y las repercusiones sociales. Las medidas que se tomaron a corto plazo para atacar los
problemas fueron: la compra de cosechas invendibles, restricción a la importación, facilidades financieras al sector
industrial y construcción de viviendas, creación de construcciones populares para generar trabajo y demanda.
El Plan buscó fortalecer la industria a través de la financiación de la inversión fija y la generación de demanda interna
a la vez que las importaciones disminuyeron. Sin embargo no se dejó de lado el aspecto comercial, ya que se fomentó
la exportación industrial.
Finalmente las predicciones de Pinedo y los supuestos de su plan no se cumplieron. Las exportaciones se mantuvieron
(pero cobrando las mismas con libras bloqueadas que se podían solo utilizar para pagar importaciones inglesas).

CAPITULO 4: ASCENSO Y APOGEO PERONISTA (1940-1949)

Presidentes de la época
Ortiz (1938-1940) deja su mandato por enfermedad y es remplazado por su Vice Castillo (1940-1943) que es
derrocado del cargo por su Ministro de Guerra Ramirez debido a su pensamiento pro aliados. En 1944 los militares
temían por su neutralidad, por lo que deciden poner a Farrel en el poder. Este llama a elecciones y es elegido
democráticamente en el 1946 Perón.

En el Aspecto Económico durante la 2ª GM (1939-1945) el país creció (menos de lo que podría haber sido). El
crecimiento provino de la industria por el incremento de la sustitución de importaciones que no llegaban a causa de la
guerra. Se exportaron manufacturas en volúmenes considerables, principalmente a Latinoamérica y a Estados Unidos
por la Comisión del Desarrollo para el Intercambio. El principal problema de la época fue la dificultad para conseguir
bienes de capital y materia prima para la industria. La agricultura se estancó durante la guerra.
La Industria fue fomentada (Plan Pinedo sentó las bases) con los siguientes instrumentos: redescuentos, Comité de
exportación y estímulo Industrial y Comercial, Leyes de Promoción Industrial, creación de la flota mercante del
Estado, créditos del Banco Industrial (1944) y nacionalización del Banco Central (1946).
Los postulados del pensamiento preindustrial eran: Liberación Económica y Autonomía Nacional.

Antes de asumir a su presidencia, Perón ya poseía buena relación con los sindicatos (CGT), él mismo había legislado
para unificarlos. En 1943 estuvo a cargo del Departamento Nacional del Trabajo. Luego se forma la Secretaria de
Trabajo y Previsión, donde se establecen salarios mínimos y extensión a la previsión social. En 1944 bajo la
presidencia de Farrel toma los cargos de Vice y Ministro de Guerra. En 1945 por presión de la oposición renuncia y
fue detenido, lo que provocó una movilización de lo gremios forzando su restitución. En 1946 asume como Presidente
triunfando sobre la Unión Democrática. Y en 1947 funda el Partido Justicialista.
Las bases de la doctrina Justicialista era la armonía de clases en vez de la lucha de clases, con una visión corporativa
de la sociedad, con una política populista y nacionalista. En lo económico se centraba en los fines más que en los
medios. Se tomó el papel del estado como productor de bienes y servicios, siendo una de sus principales medidas la
estatización de servicios públicos (transporte, teléfono y energías). Entre las destacadas se encuentra la
nacionalización del ferrocarril, realizada con Libras bloqueadas y un crédito (por futuros superávits).
Perón quería fomentar el Estado de Bienestar (tendencia en el mundo), aumentando la seguridad social y mejorando
la distribución del ingreso. Adhiriéndose a las ideas Keynesianas, aumentando el gasto público y realizando
inversiones simultaneas en diferentes sectores, como defensa, salud, educación y vivienda. Otra medida que se tomó
fue el aumento en los salarios del sector privado, mejorando el sistema de equidad, provocando un descontento en
dicho sector.
La producción creció increíblemente, el aumento en las exportaciones se volcó sobre la expansión del consumo. A
todo esto se le sumaba el congelamiento de precios y control de alquileres que aumentaba el salario real. En lo
tributario se aplicaron impuestos más progresistas, fomentando aún más la redistribución de la riqueza. También se
crearon los sistemas de previsión para los trabajadores.
Perón consideraba a la Industria como fuente de empleo y consumo, por lo que apoyó a la industrialización por
sustitución de importaciones, a través de la restricción a las importaciones con preferencias a materias primas y bienes
de capital con controles de cambio y se estableció un sistema de permisos previos para la obtención de cambio para la
importación, además de fomento al crédito (Banco Industrial y Banco Central) que le brindaban fondos financiados a
largo plazo y en algunos casos con tasas negativas. Otro de los aspectos referentes a la industria fue el fomento de la
educación técnica.
Las críticas realizadas a la política industrial de la época fueron: limitada escala de producción, no se sustituían las
ramas básicas, rechazo inicial al capital extranjero, la baja inversión extranjera de capital producía baja productividad
y la disminución de importaciones agropecuarias producía estrangulamiento de divisas. También se criticó que se
debería haber incentivado a algunos sectores de la industria, para así lograr a través de eslabonamientos la expansión
del sector manufacturero (indiscriminada y diversificada).
En cuanto al Sector Agropecuario, se comenzaron a influenciar los precios del mismo, a través de la creación de
IAPI que era una fuente de recaudación. Se encargaba de comprar los cereales y oleaginosas, y venderlo en el mercado
interno y externo, teniendo un alto grado de negociación, logrando grandes ganancias que le permitían financiar parte
del gasto público. El IAPI evitaba que los precios subieran y debiera presionarse más a la suba del salario o se
generaran caídas en el salario real. Otras de las medidas que se tomaron en el periodo fue el Estatuto del Peón, que
evitaba la emigración interna, aumentando los salarios de los trabajadores del agro. También se creó una Ley de
Arrendamientos, que obligaba a congelar los alquileres de un período para otro, perjudicando a los terratenientes por
el aumento en los costos laborales. Para completar estas desventajas las importaciones de maquinaria agrícola se hacía
con un tipo de cambio no preferencial, lo que se veía reflejado en la baja de la productividad. Sin embargo no hubo
crisis rural. En cambio hubo una sustitución de cultivos tradicionales en la Pampa Húmeda (girasol. Maní, cebada).
El superávit de divisas luego de la Segunda Guerra Mundial fue generado no tanto por el aumento de ingresos sino por
la dificultad de conseguir importaciones. El principal problema era que el bloqueo de divisas inglesas generaba
dificultad para conseguir importaciones. Luego esas libras serían utilizadas para la nacionalización del ferrocarril.
El aumento de los precios de los productos exportables escondía la disminución del volumen exportado. Siendo la
balanza de pagos positiva (1945-1948).
Finalmente en el año 49, a causa del aumento de las importaciones de materias primas y bienes de capital, se generó
una balanza de pagos negativa, que encima no podía encontrar forma de financiarse con entradas de capitales ya que
estaban desalentados por políticas peronistas.
Durante 1941-1945 la base monetaria creció un 15% a causa de los superávits comerciales, generando aumentos en los
precios. En el 46 se produce la nacionalización del Banco Central y posteriormente la nacionalización del sistema
bancario (esto significaba que los bancos no eran mas que agentes receptores de depósitos por cuenta del Banco
Central y por lo tanto no se les permitía prestarlos). El Estado era el único que podía emitir dinero (controlaban a
través de estas medidas la creación secundaria). Pero su fin último era mantener alto el nivel de actividad de la
economía. Sin embargo, los créditos eran mayores a los depósitos, lo cual generaba expansión del dinero circulante
(proclive a generar inflación). Pero el gobierno peronista no creía en este supuesto ya que consideraba que la actividad
económica aumentaba más que el nivel de precios.
A los créditos que otorgaba el Banco Central, se le sumaron los créditos obtenidos en el exterior para cubrir los
déficits fiscales. En los primeros años los créditos no fueron tan importantes ya que las ganancias del IAPI y el
superávit nacido de los regímenes jubilatorios ayudaron a financiar el gasto. Cuando bajaron los precios
internacionales y comenzaron a jubilarse los trabajadores, comenzaría a avivarse la inflación.
Al principio de esta inflación la sociedad no reaccionó desprendiéndose del dinero (ilusión monetaria).
Bajo estos presagios de crisis terminaba la década del 40, caída de precios internacionales, pérdida de ingresos por lo
tanto del IAPI, agotamiento del financiamiento de cajas de jubilación, inflación, incrementos de salarios mayores a la
productividad, expansión del crédito, etc. Frente a esta situación el gobierno ensayaría diferentes respuestas para
mantener un difícil equilibrio.

CAPITULO 5: DEL PARAISO PERONISTA A LA CRISIS DEL DESARROLLO (1949-1958)


Perón en 1948 realiza una reforma en la constitución para poder ser reelecto en 1952 e incorpora la monopolización
del comercio exterior por parte del estado. A su vez también empieza a confrontar con la oposición y apoyado por los
legisladores controla los medios de comunicación y cesura otros.
En 1949 el país entra en crisis a causa de la inflación (espiral inflacionario) y los déficit de la Balanza Comercial
(estrangulamiento externo), agravados por la exclusión del Plan Marshall, en el cual el país queda excluido como
proveedor de alimentos. Esta era una crisis externa pero de causas internas, por las malas cosechas y la imposibilidad
de importar bienes de capital e insumos por falta de divisas (impactando en la industria). Esta falta de divisas hizo
comprimir aún más las importaciones para evitar saldos negativos, algunas de ellas quedaron prohibidas. A causa de la
crisis se decide un cambio de ministro.
En 1949 asume como Ministro de Economía Gómez Morales, el cual en un principio no veía la inflación como un
problema importante. El mismo decidió anular la cláusula que obligaba al Banco Central a respaldar con reservas
internacionales al menos el 25% de la base monetaria. Durante el 49 y 50 la inflación no afectó al salario real, ya que
el salario nominal aumentó en mayor proporción. En cambio, en 1951 la inflación superó el aumento salarial y
sumado a esto una terrible sequía, derivaron en un déficit. Reaparecieron las huelgas.

El Plan Económico (austeridad) es anunciado en 1952, siendo el objetivo principal detener la inflación y terminar con
los déficits en la Balanza Comercial. Las medidas que se tomaron fueron las siguientes: se disminuyó el gasto público,
la inversión, la cantidad de dinero en la economía (política monetaria), y se congelaron los salarios. Se retrasaron las
tarifas públicas y aumentaron los subsidios en los bienes básicos (política fiscal). Se creó la Comisión Nacional de
Precios y Salarios. Se creó un sistema de negociaciones salariales bianualmente. Se fomentó la exportación de carnes
de frigorífico y los productos agropecuarios comenzaron a recibir mejores precios, superiores a los del exterior. El
IAPI cambia de signo subsidiando las exportaciones, comprando a precios mayores que los internacionales, para
evitar que tuviera que modificarse el tipo de cambio. Desaparece el impuesto a las exportaciones y se restringe el
crédito a la industria.
El Plan funcionó, disminuyó la inflación, el salario real comenzó a recuperarse, aumentó la producción, hubo mejoras
en las cuentas externas y las excelentes cosechas generaron superávit en 1953-1954.
A partir de 1950 la industria experimentó un crecimiento por la capacidad instalada y por la industrialización de
aquellos sectores de capital intensivo.

Segundo Plan Quinquenal, fue establecido por Gómez Morales en 1953. Se ideó una estrategia para atacar la
economía. Se buscaba el desarrollo de la producción de materias primas, energía, transporte, comunicaciones y bienes
de capital con el objetivo de arraigar la industria pesada. Se dejaron un poco de lado las inversiones en defensa y de
carácter social. Los problemas del plan eran de carácter fiscal, los mismos no permitían la inversión necesaria. Luego
de la implementación del Plan de austeridad, la inflación fue baja en 1953, sin embargo en 1954 el gobierno debía
enfrentar los aumentos salariales. En el segundo semestre empezaron a verse las consecuencias; la carrera entre
salarios y precios parecía reaparecer. Para resolver estos problemas había que aumentar la productividad. Para ello se
convocó al Congreso de la Productividad y el Bienestar Social con empresarios y sindicatos para generar conciencia
sobre la eficiencia en la productividad (solo hubo descontento). La única salida que quedaba era el incentivo de la
inversión externa (contraria a la política justicialista) para maquinarias agrícolas, producción de insumos y petróleo
(convenio no aprobado).
En 1955 reaparece el déficit comercial, ya que comenzaron a reactivarse las importaciones (por necesidad de insumos)
y no aumentaron las exportaciones agropecuarias. Para atacar este problema acerca de los pagos externos, el gobierno
reforzaba o relajaba el control de cambio. Así coexistían diversos tipos de cambio, cada uno para un conjunto distinto
de productos. A esto se le sumaron algunos préstamos bancarios del exterior. Estas medidas lejos estaban de ser una
solución, por lo tanto se debía fomentar la exportación (a través del IAPI) y alentar la producción de insumos y
maquinarias locales, cosa que no era sencilla por las grandes inversiones iniciales.
A causa del agotamiento de maniobras y pérdida de capital político, la imagen de Perón comienza a debilitarse. Se
sumaba también la pérdida de apoyo de la iglesia (educación laica y divorcio). Bombardean plaza de mayo buscando
la renuncia de Perón, pero fracasan. Sin embargo Perón tuvo que flexibilizarse, dándole a la oposición acceso a la
prensa. Igualmente luego de unos meses renuncia.

Revolución Libertadora (1955-1957)


Su principal objetivo era sacar al país de la tiranía, volver a la democracia sin Perón y bajar la inflación.
La revolución libertadora comienza en 1955 bajo el mando de Lonardi, quien tomó medidas como: devaluar la
moneda, unificar el Tipo de Cambio preferencial con el no preferencial y recreó el mercado libre de cambio. A pesar
de ello la inflación superaba a la del periodo peronista.
El 1955 asume Aramburu. Aquí comienza una etapa de anti peronismo que se reflejó en todos los aspectos. Incorpora
el artículo 14 bis en la Constitución Nacional.
Prebisch fue contratado por el gobierno militar para tratar en materia económica. El se encargó de realizar un
diagnóstico de la situación argentina. Subrayaba dos problemas: la balanza de pagos y la inflación. El principal
problema era la imposibilidad de aumentar las importaciones de materias primas y combustibles, así como
maquinarias y equipos. La causa era la falta de fomento a la exportación, la falta de industrias básicas sólidas y el
problema del petróleo. Además criticaba el uso de reservas de manera indiscriminada durante la nacionalización de
empresas, reparticiones de deuda y las políticas expansivas salariales y monetarias que habían llevado a la inflación.
Esta se había generado, según él, principalmente por los déficits del IAPI, empresas públicas etc.
Sus propuestas eran, a corto plazo, ajustes al tipo de cambio para aumentar el ingreso rural a costa del urbano
(generación de divisas del agro), reducción de ciertas importaciones no esenciales e importancia a los bienes de
capital, generación de inversiones extranjeras.
Su diagnóstico era pesimista claramente.
El plan Presbich se centró en la reducción de la inflación, reduciendo la tasa de creación de dinero, disminuyendo el
empleo estatal, nacionalización en el manejo de empresas públicas y contracción del gasto.
El plan era interesante pero difícil de establecer con la inestabilidad política que reinaba (porque era de largo plazo).
En el 57 (Krieger-Vacena) intentó una mini-estabilización a través del congelamiento de los sueldos durante unos
meses para frenar la inflación. Realzando un ataque psicológico al déficit fiscal.

Entre el 55 y el 58 las importaciones superaron a las exportaciones. Así se pasó a un tipo de cambio libre para frenar la
caída de reservas y se restringieron cuantitativamente las importaciones. En 1957 se firma el primer acuerdo con el
FMI, incorporando al país al circuito financiero internacional, para financiar el déficit.
También surge el Club de Paris como vuelta al comercio multilateral a través de beneficios como el comercio en
cualquier moneda de los países que lo integraban que eran convertibles entre si.
El financiamiento externo suavizó los problemas de la balanza pero no se solucionaron los problemas de fondo.
Se tomaron medidas como las devaluaciones para fomentar los ingresos de divisas. Se elimina el IAPI para eliminar la
intervención del Estado en los precios .También se creó el INTA, que buscaba aumentar la productividad rural. Otra
medida fue eliminar el congelamiento de los precios de arrendamiento. El área sembrada aumentó y la campaña 57-58
fue de record histórico. También aumentó la producción de carnes.
Respecto a las importaciones, poco fue lo que se hizo. El convenio petrolero de la California falló.
Otras medidas que se tomaron en el periodo fue: el aumento en los precios de servicios públicos, se eliminan subsidios
y algunos precios privados con el objetivo de aumentar ingresos y disminuir gastos.
Concluye el sistema de nacionalización de depósitos, no se libera la tasa de intereses impuesta por el Banco Central,
que actúa como prestamista de última instancia.

CAPITULO 6: EL IMPULSO DESARROLLISTA (1958-1963)

En 1858 asume Frondizi, (UCRI) con una política continental, el Peronismo se encontraba proscritito. Su triunfo se
dio en gran parte por el apoyo dado por Perón, el cual le pedía a cambio una política gremial, reduciéndole así el
margen de maniobra, por otro lado también recibía presiones militares, (proscripción peronista, política gremial,
infiltración comunista).

El diagnóstico del período era el de “Problemas Estructurales”. Su principal problema era el estrangulamiento externo
a causa de la sustitución de importaciones livianas, mostró falta de divisas para importar bienes de capital y materia
prima. El estrangulamiento mostraba, que cada vez que la economía se expandía, las importaciones aumentaban
generando problemas en la balanza comercial. Debido a que el acceso al crédito estaba limitado, la única manera de
evitar la caída en las reservas de divisas, era conteniendo las importaciones, por lo tanto se aumentaron los aranceles,
aumentaron los controles cuantitativos a la importación y los controles de cambio.
Otros de los problemas eran en el deficiente sistema de transporte, energía y agua.

El Desarrollismo poseía un alcance continental, cuya finalidad era extender el proceso de sustitución de
importaciones desde los bienes de consumo, hacia los intermedios y de capital, (expansión vertical). Pasando de una
industria liviana a la pesada. Se buscaba una máxima industrialización, rápida y simultánea, con una necesidad de
impulso la inversión.
La estrategia directa del desarrollismo era el aumento en la producción de petróleo (autoabastecimiento) y gas
(generación de divisas), e importancia a la siderurgia. Como estrategia indirecta, se fomentaron las industrias de
cemento, papel, maquinaria y equipos industriales. Y para integrar económicamente distintas regiones del país, se
enfatizo en el desarrollo de rutas y autopistas, como así también la industria automotriz y líneas aéreas. Se deseaba que
estos objetivos fueran cumplidos en el corto plazo, por lo tanto se debía realizar una inyección de inversión simultanea
en todos los frentes. La única forma para conseguir financiamiento era mediante capital extranjero, a través de la “Ley
para Inversiones Extranjeras”. Estados Unidos comienza ayudar para evitar la infiltración comunista.
En lo referente a la Industria, en el área energética, la electricidad presentó el mayor crecimiento. Sumadas al
desarrollo petrolero y el de la siderurgia, triplicando la producción y sustituyendo importaciones hasta cierto punto. La
petroquímica fue una de las actividades más mimadas del desarrollismo. La producción de cemento se vio beneficiada
por el desarrollo de caminos y autopistas. La industria automotriz presentó uno de los crecimientos más grandes
gracias a las atracciones de capital en este rubro.

Respecto al Sector Agropecuario, no se lo veía como un problema a corto plazo, se entendía que el desarrollo del
mismo era a través de la tecnología y la inversión. El gobierno pretendía que esta actividad creciera al igual que la
industria, aunque el gobierno optó por mantener alto los aranceles a las importaciones de maquinarias agrícolas, con el
fin que se desarrolle internamente. Los mayores costos a causa de estas medidas, solo provocaron la imposibilidad de
generar ahorro en divisas.

Las fallas del Desarrollismo fueron entre otras, la no eliminación del sesgo antiexportador de la industria, ya que los
productos manufacturados eran solo para consumo interno. Lo que provocaba falta de economías de escala y una
negación a la teoría de la ventaja comparativa. Al comenzar a cumplirse el desarrollismo, lo que sucedió no fue una
real sustitución de importaciones sino la producción nacional de productos cuyas importaciones estaban prohibidas, en
este aspecto el ahorro de divisas no fue tan real. A la vez, las inversiones extranjeras generaban salidas de remesas
cuando comenzaban a generarse utilidades.

Debido a los problemas que se manifestaban en 1958, como el bajo nivel de reservas, no solucionable con la
disminución de gasto público, (por acuerdo con Perón). El presidente procedió a sancionar una ley que reconocía a un
gremio por rama de actividad y un aumento del 60% de los salarios básicos que estaban congelados desde el 56. Esto
estuvo acompañado de una expansión monetaria. La economía reaccionó rápidamente, aumentó la demanda y las
compras al exterior y con esto la inflación. Para frenar esta situación se intensificaron los controles de importaciones.
Otro de los problemas era que la balanza fue deficitaria, y continuaron cayendo las reservas. El FMI, intervino
renovando un préstamo contraído en el 57.
Otro de los problemas fue la depreciación de la moneda a causa de que la inflación continuó creciendo.
Luego de algunos intentos de mejorar la situación económica con políticas despreocupadas, el gobierno a fines del 58
anunció un Plan Integral de Estabilización.

Las medidas que se establecieron fue: la unificación del tipo de cambio que fluctuaría de acuerdo a la oferta y
demanda de oferta extranjera. Esto llevaría a depreciación de la moneda beneficiando al sector agro exportador, que
por otro lado se regularía con recargos sobre las exportaciones de esos productos. Respecto a las importaciones se
abolieron los sistemas cuantitativos y de permisos, pero sí se impusieron aranceles para bienes de lujos y de
producción nacional, y el establecimiento de un depósito previo para la importación.
El plan tuvo apoyo del exterior a través de préstamos, que se utilizaron para intervenir el mercado cambiario. Para
frenar la inflación, era necesaria la contención monetaria, (se aumentaron encajes y se abolieron los financiamientos
del Banco Central para el Banco industrial y el banco hipotecario nacional). La expansión monetaria no podía crecer
más del 2% sin aumento de divisas, (condición del FMI). Se buscó racionalizar el estado, a través del congelamiento
de las vacantes para empleo estatal, se suspendieron obras públicas y se limitaron los aumentos salariales. La
Dirección Nacional de Industrias del Estado, buscó reducir el Estado empresario Se privatizó el transporte de
colectivos en capital y se reestructuro el ferrocarril con despidos solventados por el Banco Central, (renuncia
Alemann). Aumentaron impuestos y tarifas. Se desataron las huelgas extensamente durante el 59.

Durante el primer semestre del 59, la economía mostraba características recesivas.


Cayeron las importaciones y el salario real se deterioró, las exportaciones aumentaron en una pequeña medida. La
cantidad de dinero siguió aumentando, (por obligaciones previas) y esto impulsó fuertemente la inflación. La inflación
generó aumento de consumo, generando más inflación. Además el equilibrio fiscal se comprometía porque la inflación
atacaba el valor de los tributos que encima se había visto disminuida por la caída en el nivel de actividad.
La desesperante situación para mediados del 59, hacía que se rumoree un golpe de estado. Así fue que Alsogaray fue
designado frente el ministerio de economía y trabajo.
En el segundo semestre del 59, las turbulencias pasaron. El tipo de cambio bajó por entradas de flujos de capital. El
Banco Central fijó el tipo de cambio a ese nivel. Bajó la inflación al ritmo del tipo de cambio y se estabilizaron los
precios de importaciones y productos agrícolas. Se contrajo la emisión por el aumento de los encajes legales, y subió
la recaudación fiscal por la baja de la inflación.

Durante el 60 y 61, la producción creció al 8% anual. Disminuyó la inflación por un aumento en la oferta de bienes. El
capital extranjero entraba a la Argentina y se mejoraba la imagen internacional. El FMI, notaba con buena impresión
la política económica. La balanza de pagos mejoró su situación por la entrada de capitales y las reservas aumentaron.
Lo salarios reales mejoraron. El único problema fue que no aumentó el nivel de empleo. Los aumentos en producción,
se dieron en gran medida por la entrada de capital más intensivo.

Entre el 1959 y 1961 los resultados parecían ser buenos, La cosecha del 60-61, fue muy mala lo que comprometió la
balanza comercial, sumado a esto hubo que hacer pagos de intereses más altos por la deuda externa. A pesar de ello en
1961 renuncia Alsogaray por diferencias con Frondizi.
Alemann fue tan cauteloso como su antecesor. No se generó desconfianza en el exterior, y de hecho se consiguió un
volumen de financiamiento que parecía garantizar la continuidad del programa. Sin embargo, el legado no era tan
bueno y los problemas comenzaron a aparecer. En el 61, el índice de precios comenzó a amenazar. La actividad
económica creció pero no vino sola. Las pujas salariales comenzaron nuevamente generando aumentos de costos y por
lo tanto precios.
En 1962 para cuando asume al ministerio Benegas, las expectativas ya habían cambiado de signo, lo que podía frenar
la entrada masiva de capitales. Por esto se tomaron medidas de emergencia para frenar el déficit: reimposición de
aranceles, eliminación de retenciones y restricciones a las importaciones del estado.

En 1962, se produce el golpe de estado que impone como Presidente a Guido, su justificación era que Frondizi había
fallado en lo económico. Guido se basó en Pinedo para la política económica, pero los resultados no fueron buenos.
Se liberó el tipo de cambio, para detener la corrida contra las reservas del Banco Central. En consecuencia se elevó
considerablemente el tipo de cambio. Luego de poco tiempo Pinedo renunció lo que generó una seguidilla de
ministros. Las políticas fueron las mismas: contención del déficit público y de la emisión monetaria. La inflación fue
alta a causa de la devaluación del peso.
En el 63 bajó la producción, los créditos externos no se renovaron y la contracción del financiamiento externo contrajo
la situación crediticia interna. La política fiscal fue ortodoxa, la caída del nivel de actividad redujo la recaudación, se
suspendieron pagos a proveedores y empleados públicos.

Se llamó a elecciones en el 63, la Unión Popular, (partido peronista) fue proscripto, una alianza entre intransigentes y
ciertos peronistas también tuvieron el mismo destino por la proscripción gubernamental. Así con un bajo porcentaje de
votos, la UCR del pueblo se impuso con Illia.

CAPITULO 7: UNA PRIMAVERA ECONOMICA (1963-1973)

La entrada al gobierno de Illia, fue por una vía no muy democrática, (peronismo proscripto), pero tenía mucha
influencia lo que llenó de votos en blanco las elecciones.
El contexto era de conflicto, principalmente con los gremios, (huelgas), que muchas veces hicieron que el gobierno
cediera económicamente.
El gobierno tomaba medidas que agradaban a los militares y otras que no. Por ejemplo la inclusión del partido
peronista en las elecciones parlamentarias del 65. En estas la Unión Popular se impulsó alarmando a las Fuerzas
Armadas. Comenzaron a aparecer movimientos guerrilleros en el país.
El inicio de Illia no fue fácil por la presión militar y por una economía debilitada desde ya un año y medio. Durante el
62-63, el problema era de carácter político y económico, la recesión trajo caídas de los salarios reales y el aumento en
el desempleo.
Una de las medidas que no fue moderada en este periodo, fue la suspensión de los contratos petroleros establecidos en
periodos anteriores y frenó el crecimiento del sector.
El problema era la iliquidez generada por problemas financieros. El principal problema para todos era el excesivo
interés antiinflacionario que había generado la recesión.

Respecto a sus causas, la explicación tradicional era que la inflación era monetarista, (la expansión monetaria
generaba inflación). Sin embargo entre el 62-63, se mostró que ante un aumento de la cantidad de dinero, la inflación
se disparó muy por encima de este.
La corriente de los estructuralistas, establecía que las causas de la inflación se encontraban en la organización
económica general más que en la política monetaria. Argumentaban que no había una configuración de precios que
generara simultáneamente distribución del ingreso y crecimiento sin riesgo de la balanza de pagos. Se elevaban los
precios externos para favorecer la balanza de pagos, con esto se restringía la demanda interna, con esto el salario real
era bajó ya que los productos de la canasta básico, (que se exportaban) se encarecían. Comenzaban las presiones
salariales, y aumentaban los salarios, el gobierno debía emitir para evitar déficits fiscales, y con la espiral
inflacionaria, la balanza comercial volvía a peligrar porque la suba de salarios incentivaba el consumo interno,
aumentando la demanda de productos nacionales y disminuyendo los saldos exportables. Era la cara monetaria del
stop and go.
Illia no presentaría demasiados controles respecto a la inflación. En cambio la Revolución Argentina intensificó su
ataque a la misma.

El objetivo era salir del Stop and Go para salir de la recesión.


Siempre la economía argentina había dependido del sector externo, lo cual la hacia vulnerable a este. El ciclo
funcionaba así: se requerían divisas, se devaluaba para aumentar exportaciones y disminuir importaciones,
aumentaban los precios, disminuía el consumo interno por caída del salario real, así se contenían las importaciones y
se solucionaba el déficit. Pero cuando los salarios comenzaban a reaccionar nuevamente se volvía a reactivar el
consumo, la producción y las importaciones iniciando de nuevo el ciclo.
Siendo las soluciones en el corto plazo el financiamiento externo y en el largo plazo el crecimiento de las
exportaciones.

Había que salir de la recesión, Go and Go.


Se buscaba la expansión a través de aumento de compras en el exterior, sumado a emisión monetaria, (keynes). El
gasto aumentó y los déficits fiscales se elevaron, no importaba mientras se elevara el ritmo de producción. La base
monetaria se vió incrementada también por el incentivo crediticio. Se intervinieron algunos precios de la economía;
las tarifas públicas se congelaron, (para evitar caída del salario real). Hubo una ley de salario mínimo y los salarios
crecieron en proporción mayor a los precios. Por el temor de las cuentas externas, se actuó por fuera del FMI, y se
buscó tratar con los países acreedores, logrando buenos refinanciamientos durante el 65. De todos modos había que
cuidar la balanza comercial para lo que se dejaron de financiar ciertas importaciones y se instalaron controles
cambiarios.
El control de cambio se basó en devaluaciones pequeñas y sucesivas ajustadas a la inflación interna (crawling peg).
Debido a los excelentes precios internacionales, hizo que aumentara las exportaciones, (mas por el volumen que por el
precio).

Los Años Dorados (1945-1973)


En este periodo la economía mundial mostró un fabuloso crecimiento, siendo sus características principales: la
innovación tecnológica, la expansión del comercio mundial y los movimientos de capital, la coordinación
internacional y el compromiso de los gobiernos con políticas de estimulo.
Comenzaron a demandarse productos de mayor calidad, impulsando así la investigación y el desarrollo.
Estados Unidos era líder mundial. Las reservas mundiales, luego de Bretton Woods, estaban fijadas en dólares
americanos los cuales estaban respaldados de oro.
El papel del estado hasta fines de los 60, fue siempre el de garante del bienestar, la prioridad, el pleno crecimiento y el
alto crecimiento. Los indicadores sociales reflejaron la nueva prosperidad del Estado de Bienestar.
Con la entrada de los 70, algunos problemas comenzarían a surgir, creciendo la inflación. Estados Unidos tuvo que
abandonar la convertibilidad dólar-oro dando el primer paso hacia un sistema monetario más flexible e inestable.
Sumado a todo esto, la crisis del petróleo del 73 da por finalizada esta etapa.

La Argentina tuvo el más largo y continuado crecimiento, (en general superávit comercial), de hecho el 63-73 fue la
época de oro de Argentina. La explicación del subdesarrollo era la continua dependencia externa del país por el
endeudamiento externo, el peso de empresas multinacionales, entre otros.
El Desarrollismo muestra el excelente desempeño argentino durante la época.

En el Aspecto Agropecuario, Illia rompió con el letargo que había comenzado en los 30. Podemos ver que el
crecimiento se debió a un logro de la agricultura más que de la ganadería. La clave fue la tecnología y las semillas
mejoradas, (sorgo y maíz).
La estabilidad de precios era lo que incentivaba la producción. Durante el 63-73, gracias al crawling peg el tipo de
cambio y los impuestos a la exportación se combinaron de una manera que impidió oscilaciones bruscas en la
rentabilidad de los bienes rurales, principalmente de la agricultura. Sin embargo, la carne si tuvo oscilaciones en sus
precios, (1971 inflación vacuna).
Durante este período se aprendió que los problemas comerciales demostraban que no se podía dejar de lado el sector
rural. Esta recuperación de la agricultura se reflejó en mayores exportaciones.

Respecto a la Política Industrial se estimula la exportación manufacturera, tratando de eliminar el sesgo


antiexportador. Los problemas que se presentaban en la Industria era que el proceso de sustitución de importaciones
se estaba agotando y se cuestionaba la eficiencia del sector productivo. Ambas situaciones hacían que se decidiera
estimular la exportación de industria para dejar de depender del agro en la obtención de divisas y para fomentar la
productividad del sector.
Se establecieron sistemas de “Draw-back”, que reembolsaba los aranceles pagados por importación de insumos,
reembolsos de impuestos internos, deducciones en el impuesto a los ingresos internos y crédito subsidiado. En el 67,
se realizó una devaluación sumado a una reducción de aranceles y un aumento a las retenciones de exportación, cuyo
efecto debía ser elevar la productividad del sector.

La Revolución Argentina

En 1966 a causa de la inclusión del peronismo en las elecciones parlamentarias y la aparición de movimientos
guerrilleros, se produce un nuevo Golpe de Estado liderado por Ongania. Su gobierno se concentraba en una sola
persona y se caracterizo por la censura.
En 1969 se produce el “Cordobazo”, el cual comenzó como un planteo sindical y universitario, y culminó en una lucha
entre ejército y activistas. Luego de esto, el gobierno entra en una fase decadente, donde aparecen grupos de
izquierda, como Ejercito Revolucionario del Pueblo, Montoneros y Fuerzas Armadas de Pueblo.

En un comienzo la lucha contra la inflación se dio a través de pactos entre empresario y trabajadores, disminución del
déficit fiscal y ajustes periódicos al tipo de cambio, (todo liderado por el Banco Central). Con la asunción de Krieger
Vasena, se inició un plan antiinflacionario. Se anunció un Plan de Estabilidad. Incluía la fijación de la paridad del
peso igual a 350 por dólar, para no realizar más devaluaciones. Esto se compensaría con bajas en los aranceles de
importación y establecimiento de impuestos a las exportaciones tradicionales. Se suspendieron las convenciones
colectivas de trabajo, y se concedió lo que sería un último aumento de salarios. Se establecieron acuerdos sobre el
congelamiento de precios de grandes empresas. En el aspecto monetario, no se intervenía casi, (la cantidad de dinero
creció de manera importante) a causa de que se creía que al estar el tipo de cambio fijado y los salarios también, se
atacaban las expectativas inflacionarias.
El plan cumplió su objetivo de reducir la inflación en el 68, generando buenas expectativas y con una recuperación en
la demanda. Se generó estabilidad y crecimiento por acceso al crédito, reflejándose en el crecimiento del P.B.I en el 68
y el 69.
La recuperación de la demanda permitió comenzar a solucionar los problemas fiscales aumentando impuestos y
tarifas, lo que sumado a un pequeño aumento del gasto, redujo el déficit. La inversión creció.
Los nacionalistas se vieron descontentos por la entrada de capitales externos principalmente para la compra de
empresas bancarias, automotrices y de cigarrillos. Sin embargo esto alejaba los problemas de la balanza de pagos.
Para fines del 69, Krieger Vasena quedó destituido de su cargo a causa del Cordobazo.

En el año siguiente, con Levingston y Pastore como ministro de economía la economía cambió. Hubo fuga de
capitales por la caída en la confianza a causa de la renuncia del ex ministro, además de que se tuvieron que renegociar
los salarios y se enfrentó el problema de la “inflación vacuna”. Para evitar déficits de balanza por la fuga, se
restringieron las importaciones. El aumento en los salarios 20% y la inflación vacuna, fueron las principales causas
del resurgimiento de la inflación.
A partir del 70, comenzó un proceso de declinación que se prolongaría hasta el 73. Se anticipó a las expectativas de
devaluación realizando una que llevo el dólar a 400. Se compensó el efecto con nuevas retenciones y reducciones de
aranceles. Se buscaba un crecimiento asentado en capital nacional. Se favorecen las empresas argentinas. El estado
debía adquirir bienes y servicios a firmas del país. La política crediticia también se orientó a empresas nacionales. El
gasto se hizo más expansivo, aumentando la inversión pública para cumplir un nuevo Plan de Desarrollo.
A finales de los 70, la inflación había vuelto a superar el 20% anual. Se cambio el peso moneda nacional por el “peso
ley” que rápidamente fue perdiendo peso frente al dólar. Las empresas públicas generan déficit en las cuentas del
gobierno.

Durante el gobierno de Lanusse, se establecieron múltiples tipos de cambio, y la posibilidad de que los exportadores
de productos no tradicionales vendieran sus divisas en un mercado financiero cuyo precio del dólar era superior al tipo
de cambio comercial. La alta rentabilidad que propiciaban los aranceles para el mercado interno, hacían que los
productores siguieran teniendo un sesgo antiexportador.
Sin embargo la economía siguió deteriorándose, pero no se le dio importancia. El sector político fue el centro de
atención. Había llegado el “tiempo político” pero sin haber cumplido los “tiempos económicos” y de distribución que
se habían planteado de un principio. Se crearon cuatro ministerios y con esto se perdió el control de las presiones
sectoriales para evitar desbordes inflacionarios.

Para el 70, 71 y 72, el crecimiento fue desapareciendo al igual que el superávit comercial. Reapareció la inflación. El
poder de Lanusse se empezó a desgastar frente a la puja con Perón. El gobierno de Cámpora recibiría una economía
inflacionaria, con casi todos indicadores de retroceso, excepto el precio de exportación de los productos argentinos.
Esto dio distensión a las cuentas externas.
CAPITULO 8: VERTIGOS ECONOMICO EN TIEMPOS VIOLENTOS (1973-1983)

En el 73 se llamaron a elecciones en un ambiente de tensión. Mientras la vertiente juvenil de Perón impedía el


equilibrio político. Los sindicatos no permitían mantener la economía ordenada. La inflación había superado el 30%.
Las pujas salariales se debían frenar para cualquier intento de estabilización.
Asume la presidencia Cámpora, quien luego de 50 días renuncia para que asuma Lastiri, que convoca a nuevas
elecciones para septiembre, donde gana la fórmula Perón-Perón.
Las características de gobierno corporativo y de armonía de clases se mantenían. El Pacto social, fue una muestra de la
“comunidad organizada” que buscaba, reunía empresarios, trabajadores y gobierno. Sin embargo, la violencia seguía
vigente, y con un presidente débil, los conflictos internos del peronismo eran causantes de luchas armadas y atentados.
Perón había perdido el fuerte apoyo del gobierno y sindicatos. Fue así que Perón amenazó con renunciar. No fue
necesario porque el 1 de julio muere.

Isabelita entra al país en una situación política muy compleja. Estuvo influenciada por López Rega, quien buscaba
limitar el peso de los gremialistas y del aparato partidario. Hacia mediados del 75, (crisis económica), este grupo
perdió el poder y se tornó mas sindical. La violencia creció y el vacío de poder del gobierno, hicieron que el 24 de
marzo del 76 se realizara el ultimo Golpe de Estado.

Gelbard, fue el ministro de Cámpora y Perón. En el Pacto Social se sentaron sindicalistas y empresarios, buscando
reformas de fondo y el lanzamiento de un plan concertado de estabilización. Los incentivos a largo plazo de Perón,
(mas moderado que antes) estaban en un “fuerte intervencionismo, moderadamente nacionalista y distribusionista”.
Respecto al capital extranjero, Perón promulgo la Ley de Inversiones Extranjeras, que limitaba el peso del capital
externo.
Respecto a la Industria, esta tomó un sesgo mucho mas exportador que en su primer período. Así se promulgo la
“Ley de protección al trabajo y la producción nacional”. Esta era proteccionista, e incluía incentivos para la
comercialización de productos industriales. Se dieron crédito a las pequeñas y medianas empresas.
Los términos de intercambio tocaron techo en 1973, por la caída de Breton Woods.
Para repartir las riquezas provenientes de las exportaciones fue que el gobierno volvió a nacionalizar el comercio
exterior. Así, las Juntas Nacionales de Granos y Carnes monopolizaron la exportación de esos bienes, el objetivo era
lograr mayor poder de negociación. Se estableció una Ley de Impuesto a la Renta Potencial de la Tierra. Se firmaron
varios acuerdos comerciales con países socialistas.
Se realizó la “nacionalización de los depósitos”, monopolizando el sistema bancario. Los bancos tomaban depósitos en
nombre del Banco Central, y concedían crédito de acuerdo con el monto que este les asignaba. Así se controlaba la
cantidad de dinero y se orientaba el crédito a las actividades más valiosas.

Pacto Social
La inflación no era una cuestión monetaria, sino a una incapacidad de la economía para alcanzar un equilibrio entre
los ingresos del trabajo y los del capital. Por lo tanto, debían armonizarse los conflictos de clase.
El Pacto social estableció así, un aumento del 20% de los sueldos que luego se congelaron durante dos años y se
congelaron algunos precios.
Ni empresarios, ni trabajadores, estuvieron de acuerdo. Sin embargo, los sectores tuvieron que aceptarlo. Luego de la
renuncia de Campora, Perón continúo llevando a cabo este plan revindicándolo. Para finales del 73, el PBI y la
balanza comercial mejoraron creció, el desempleo cayó. Sin embargo, la inflación era del 60%. Lo impresionante es
que fue del 0% en el segundo.
Gelbard mostró la importancia que tiene atacar las expectativas de la sociedad, cuando de inflación se habla. Pero con
el significativo aumento de la demanda se comenzó a tornar imposible el congelamiento de precios. Principalmente en
el aumento de insumos extranjeros que comenzaron a elevar los costos de producción impulsando los precios hacia
arriba. El gobierno tuvo que intervenir subsidiando con sus reservas estas importaciones.
A principios del 74, los problemas del Pacto Social derivaron en la realización de una Paritaria Nacional que
determinó, aumento de sueldos, tarifas públicas y combustibles y autorizo revisiones de precios.
La economía se reactivó, aumento el PBI, pero la inflación y las cuentas externas empeoraron. Europa cortó la compra
de carnes y las importaciones no cesaban.
A esto se le sumó la muerte de Perón. Luego de la tregua por su muerte, asumió al ministerio Gómez Morales. Que
debía enfrentar los problemas que el Pacto Social había generado.
En los veinte meses que duró la presidencia de la Isabelita, pasaron cuantiosos ministros. Esto fue muestra de la falta
de estabilidad política y económica. Fuera del crecimiento que se mantuvo hasta el 75, todos los indicadores fueron
malos.
Gomez Morales concedió algunos aumentos salariales, a la vez que iba planeando modificaciones más de fondo como
la reducción del déficit fiscal y la atracción de capital extranjero. El estrangulamiento externo era grave y no mostró
mejoras luego de una leve devaluación.

Rodrigo con su famoso “Rodrigazo”, anunció un paquete de medidas que contenía una devaluación del 100%,
incrementos en las tarifas públicas y la liberalización de casi todos los precios. Para los sindicatos significó la
declaración de la guerra. Esto le costó la renuncia a Rodrigo y López Rega.
En el 75 se optó por recurrir a un acuerdo con el FMI, y mantener un precio alto del dólar. Lo más razonable era
indexar los salarios, el tipo de cambio y la deuda pública. El déficit fiscal estaba fuera de control, la inflación alcanzó
niveles hiperinflacionarios.

El Proceso de Reorganización Nacional

El primer objetivo del Proceso de Reorganización nacional era la eliminación de los grupos armados. Se buscaba una
sociedad despolitizada y un gobierno menos poderoso.
Para el 1978, los movimientos guerrilleros se habían eliminado. Otro punto importante en el ámbito de la política
internacional de Videla (1976-1981), fue que Argentina estuvo a punto de entrar en guerra con Chile (finalmente se
dirimió).

Al 81, se llegó con un esquema político intacto. Sin embargo, el gobierno, eliminados los “subversivos”, carecía de un
fin último y perdía iniciativa. Los partidos políticos volvían a surgir, la protesta por los desaparecidos aparecía. En
este contexto había asumido Viola, presidente débil carente de capital político. A su presidencia le siguió Galtieri. La
guerra de Malvinas, fue un rotundo fracaso. El gobierno especuló con apoyos que nunca llegaron, rechazó propuestas
de paz, se retaceo información a la sociedad e incluso se dieron interpretaciones honrosas de la derrota argentina.
Finalmente el Proceso de Reorganización Nacional culminó con la presidencia de Bignione que fue un período más de
disgregación que un gobierno de facto.

En el Aspecto Económico, comenzó el ministro Martínez de Hoz. Aseguraba que la inflación era un problema de
organización económica. La iniciativa privada y la eliminación del déficit fiscal eran las condiciones para la
estabilidad de precios. También había una revalorización del comercio internacional.
El estado de bienestar y los conceptos keynesianos comenzaron a desaparecer. En el mundo a fines de los 60, la
inflación comenzó a ser un problema.
Los objetivos que planteó Martínez de Hoz en el 76 fueron: estabilidad de precios, crecimiento económico y
distribución del ingreso razonable. El programa ni siquiera se acercó a los fines que se había propuesto.
Al inicio se comenzó con una Estrategia Antiinflacionaria gradualista. En lugar de devaluar, se liberaron los precios
y se iba ajustando el tipo de cambio a la inflación. Los salarios fueron congelados por un tiempo para luego volver a
evolucionar en función de los aumentos de precios. El resultado fue el buscado, caída del salario real, lo que generaba
reducción de gasto y consecuentemente superávit comercial por la disminución del consumo de bienes exportables e
importaciones. Se logró superávit durante el 76. Este episodio fue fugaz, empujado por la recuperación de la demanda
de dinero. Se estableció una tregua de precios de cuatro meses, muestra de que no se tenía una estrategia definida para
combatir la inflación.
Mientras se definía el camino a seguir con la inflación, se introdujo la reforma financiera. Esta implicaba la liberación
de tasas de interés y la “desnacionalización“ de los depósitos, de modo que la capacidad prestable de los bancos
quedaba atada a su habilidad para captar depósitos. También se regulaban encajes para neutralizar sus efectos sobre la
tasa de interés. El fin primero era evitar la “economía de especulación” y generar tasas positivas para estimular el
ahorro.
Algunos de los objetivos se cumplieron. El número de bancos aumentó, las tasas reales resultaron positivas y
aumentaron los depósitos. Sin embargo, el efecto sobre el ahorro no fue decisivo.
Se mantuvo una amplia garantía de los depósitos sin un adecuado sistema de supervisión. Así, las carteras de clientes
de los bancos eran potencialmente explosivas. Al ser las tasas altas, quienes tomaban deuda eran empresas en apuros
por lo que se tornaban clientes riesgosos. El Banco Central respondería en última instancia. Con la caída del BIR, (80),
se generó una corrida que acabo afectando a todo el sistema financiero.
Con esta crisis comenzó la fase final del programa de Martinez de Hoz.
Luego de la tregua de precios y las primeras reducciones arancelarias con propósitos antiinflacionarios, en el 77 llegó
el turno de monetarismo entendido a la manera tradicional. En el 77, la oferta monetaria aumentó mínimamente, pero
la inflación fue de casi el 10%. Esto cortó la recuperación del nivel de actividad económica. Cayo la producción y las
tasas de interés se dispararon. Por lo tanto se debía ser coherente con la moderación en la creación de dinero. En la
Argentina se seguía la política de crawling peg que ajustaba el tipo de cambio a la inflación.
Hacia el 78, el gobierno decidió mantener la cantidad de dinero dejando de lado el tipo de cambio que se ajustaría al
nivel necesario. Sin embargo la inflación se mantenía en un nivel alto, por lo que esta política no sirvió.

La Tablita
Se optó por cambiar de política, se mantuvo el tipo de cambio para poner cota a los precios nacionales. Así se
estableció una reducción gradual del tipo de cambio preestablecida. Las tarifas públicas, los salarios mínimos y el
crédito domestico tenían sus propias tablitas que acompañaban las variaciones del tipo de cambio y la inflación
internacional.
El efecto fue doble. Por un lado se generó una expansión en la actividad económica, pero por otro se dio una caída del
interés real ya que la alta inflación hizo que las tasas reales estuvieran muy por debajo de las nominales.
El plan antiinflacionario falló. Entre el 78 y el 79, la inflación no se modificó. El problema era que la tablita comenzó
a retrasarse con los tipos de cambios, se abarataban las importaciones y hacía la exportación menos rentable, en
consecuencia se deterioraba la balanza comercial.
El atraso cambiario hacía caro nuestro país. La balanza comercial positiva entre el 76 y el 79, se hizo fuertemente
deficitaria en el 80. El sector rural, comenzó a pensar en apartarse de las tablitas. La confianza se deterioraba. La crisis
bancaria fue una primera señal que hizo que el Banco Central se desprendiera de gran cantidad de reservas
acumuladas. Las tasas en pesos y dólares se separaron fuertemente y las empresas endeudadas empezaron a estar en
una situación de riesgo.
En julio del 80, se inició una nueva profundización del plan de estabilización que incluyo medidas para reducir el
déficit público, el levantamiento de las últimas trabas para tomar créditos en el exterior.. Con la asunción de Viola,
nada cambio. Se anunció una corrección hacia arriba de la tasa de depreciación, pero no se pudo contener la corrida
contra el peso. En febrero, una devaluación no programada terminó con la tablita. La perdida de reservas acumuladas
fue de la mitad.

El segundo problema mas grande luego de la inflación para Martinez de Hoz, fue el Comercio Internacional.
Es curioso notar el aluvión importaciones (producto del atraso cambiario y disminución de aranceles a las
importaciones) que se dio en este período a pesar de que en un principio se habían fomentado las exportaciones. La
soja aquí comenzó a tener un papel importante.
Un evento que influyó en las exportaciones argentinas del 80 fue el embargo cerealero de EEUU a Rusia lo que
generó que Argentina tomara ese mercado.
Respecto a las importaciones, la acción aperturista se pauto en dos sentidos. El descenso paulatino de los aranceles
(hasta llegar a un nivel promedio del 20% en 1984) y por otro lado se dispuso un recorte de aranceles a aquellos
productos cuyo precio podían aumentar más de lo que la tablita estableciera. Sumado a esto influyeron dos factores,
por un lado se estableció un régimen especial para industrias nuevas. Por otro lado, el efecto económico de la caída de
aranceles era casi nulo, por la alta protección industrial, siendo los precios del bien importado internacional mayor al
de los bienes internacionales.
La reducción de impuestos al comercio exterior favorecía a los bienes exportables. Caída de la Industria nacional por
el retraso del dólar. En el 80, estas tendencias se acentuarían por la continuada apreciación cambiaria y el inicio de la
recesión.

Crisis sobre Crisis


Entre el 81 y el 83, inestabilidad económica y cambio de ministros fueron las características de este período. Los
problemas más urgentes de la economía eran el atraso cambiario y la sangría externa. La inflación y el déficit fiscal
también eran muy altos.
Viola con Sigaut, se abandonó definitivamente la tablita seguida de varias devaluaciones cada vez una mayor a la otra.
El déficit externo era simultáneamente atacado con medias arancelarias a la vez que se estatizaba la deuda externa
privada. Se puso en marcha un sistema de control de las tasas de interés para reactivar la recesión (81-82).
A partir de la asunción de Galtieri se inició un período que tuvo tres objetivos: la desinflación la desregulación y la
desestatización de la economía. Poco se pudo avanzar en estas medias ya que la guerra de Malvinas acabo con Gatlieri
y su equipo. Alemann, (ministro de economía) no pudo ir más allá de una serie de medidas de corto plazo de carácter
ortodoxo. Se libero el tipo de cambio y se congelaron tarifas y salarios públicos. Otra medida fue la reintroducción de
impuestos a la exportación y se intensifico la estructura arancelaria para reducir las necesidades de financiamiento y
contraer la emisión.
La deuda latinoamericana fue un hecho importante, incluso más importante que la guerra de Malvinas para el país. La
inflación fue causante del endeudamiento externo antes que financiamiento monetario del déficit, de haberse
mantenido los niveles de ingresos y gastos este no hubiese sido un problema. Pero esto no sucedió. Así, el déficit
siguió aumentando.
El endeudamiento existente en el 82, era una amenaza para toda la economía. Así en el gobierno de Bignone con
Pastore junto a Cavallo iniciarían una redistribución de la riqueza favorable a los deudores nacionales con bancos
locales, que al mismo tiempo mejoraba la situación de los bancos. Con una inflación en alza, se logró liberar a los
deudores del grueso de su carga.
Wehebe manejo la economía durante el 82, un gobierno en despedida. Poco margen de acción quedaba y el contexto
estaba muy politizado. La inflación seguía en aumento.
El gobierno democrático así, heredaba deudas y una economía acostumbrada a vivir con inflación.

Los 70, habían sido años de relativo estancamiento mundial excepto para América latina que todavía pudo crecer. Los
80, los latinoamericanos vivirían su década perdida marcada por las dificultades seguidas a la crisis de la deuda. Solo
la Argentina combinaría lo peor de cada década, estancamiento y recesión de los 80. Cuando en el 83, llegó la
democracia. Era difícil el contexto inflacionario y endeudado que recibiría Alfonsin.

CAPITULO 9: LA DEMOCRACIA Y EL DIFICIL GOBIERNO DE LA ECONOMIA (1983-1989)

Raúl Alfonsín entra al gobierno en diciembre de 1983, después de la presencia de los militares en el gobierno. La
mayor aspiración fue la de consolidar un consenso democrático. Su obsesión era la modernización, el pluralismo y la
paz. El gobierno abordó los temas educativos y culturales, cuyos hitos fueron la realización de un Congreso
Pedagógico, el impulso a la universidad estatal y la sanción de una ley permitiendo el divorcio, ganándose así la
antipatía de la Iglesia Católica. Por otro lado, intentaba la reparación por las violaciones a los derechos humanos. Su
idea era volver a la Constitución, incorporando a las fuerzas como miembro pleno, no central, de un país en
democracia. La estrategia del gobierno fue intentar diferenciar claramente a los autores de los crímenes de las Fuerzas
Armadas.

Política y Economía Internacional


En este periodo se produjo la “latinoamericanización” de la Argentina, que tuvo su argumento principalmente en la
equiparación de los niveles del ingreso por habitante. Además hubo también un acercamiento en ciertos rasgos de la
estructura y la política económica. La obligación de servir sus enormes deudas externas, sin la posibilidad de acceder a
nuevos préstamos, era la situación de varios países de la región en la década del 80. La generación de superávits
requería una acción combinada de aumento de las exportaciones y reducción de importaciones. Pero había cierto
margen para comprimir las compras al exterior, porque si eventualmente se llegaba a un punto critico en el que, si el
recorte de importaciones afectaba también las de insumo y bienes de capital, se resentía el nivel de actividad. Por el
lado de las exportaciones, no se podían multiplicar los envíos al exterior de la noche a la mañana, por lo que era una
acción posible, pero llevaría su tiempo. En tanto el producto no creciera, tenían que reducirse o bien el consumo o bien
la inversión, o ambos a la vez. Para hacer frente al gasto publico, existían tres formas: el financiamiento externo que
estaba agotado, los ingresos fiscales con los cuales no se podía contar, ya q el valor real de lo recibido por el estado se
diluía en el lapso transcurrido entre el cálculo y el pago de los impuestos, (efecto Olivera-Tanzi). Pero en casi todos
lados el nuevo gran recurso de la década fue la emisión monetaria, que como provoca inflación, agravaba el problema
de financiamiento que pretendía remendar.
El ciclo de incertidumbre respecto a la deuda externa se cerraría recién con el Plan Brady, iniciado en marzo de 1989,
pero no se debió a meritos de diseño de este esquema, sino al hecho de que la mayoría de los países habían avanzado
en a reducción de sus déficits fiscales y mejorando la situación de su sector externo.

Política Fiscal
La estrategia de Grispun, Ministro de Economía de la época, era mantener un alto nivel de empleo con los típicos
instrumentos de estimulo a la demanda, (crédito barato y gasto público), mientras se combatía la inflación
gradualmente, con una política de ingresos que diera recuperación de los salarios reales.
La apretada situación obligó a acudir a una ayuda combinada entre los países más importantes de Latinoamérica y los
Estados Unidos, y la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario a fines de 1984. Con el objetivo de priorizar la
lucha contra la inflación, se recurrió a una política de administración de la demanda: se devaluó la moneda, se
incremento las tarifas públicas y restringió la oferta monetaria. Junto a algunas medidas de recorte del gasto público,
ello modero un poco el déficit fiscal y el aumento de precios. En febrero del 85 Sourroville reemplazó a Grispun,
quien admitía que el déficit fiscal y la consecuente emisión monetaria eran a principal causa de la inflación en el largo
plazo; y reconocía una fuerte inflación inercial, es decir, de una tendencia de la inflación a perpetuarse a si misma. O
sea, para bajar la inflación había que bajar las expectativas de inflación.

El Plan Austral
En junio de 1985 se anuncio el Programa de Reforma Económica, bautizado por la prensa como Plan Austral,
(política fiscal y monetaria expansiva). El austral seria la nueva unidad monetaria, que se cotizaría a un tipo de cambio
fijo de 80 centavos de austral por dólar. Quedaban congelados en el acto todos los precios de la economía, salvo en los
mercados donde los precios reflejaban instantáneamente las condiciones de oferta y demanda. Un anuncio
fundamental era que el Banco Central dejaría de emitir dinero destinado a financiar los desequilibrios del déficit
público. La recuperación fiscal se basaba en impuestos adicionales a la exportación, un esquema de “ahorro forzoso”,
(un impuesto, ya que la tasa de interés real de la deuda que el estado contraía con el contribuyente era negativa), el
aumento en algunos gravámenes específicos y la reducción del periodo de pago del IVA. Las tasas de interés se
reducían a un promedio de 5% mensual, intentando instalar la expectativa de una pronta baja de la inflación. Pero, no
se había alcanzado el objetivo máximo, (la inmovilidad del nivel general de precios), pero si una rotunda estabilidad.
Se acaba el efecto Olivera-Tanzi, aumentando la recaudación fiscal.
La estabilidad trajo consigo ganancias concretas para la población, como el aumento del salario real y la reaparición
de líneas de crédito para consumo.

El congelamiento de tarifas podía ser antiinflacionario en el corto plazo, pero al deteriorar los ingresos reales de las
empresas públicas impactaba sobre el déficit fiscal y sobre la capacidad de consolidar la estabilidad. Así en abril de
1986, se anuncio una “flexibilización”, a partir de entonces las tarifas públicas y los tipos d cambio se irían ajustando
paulatinamente. A menos de 10 meses de su puesta en marcha, el Plan Austral mutaba hasta quedar irreconocible. El
objetivo era evitar la erosión de los salarios reales, la aparición de desequilibrios en las finanzas públicas y la perdida
de competitividad de las exportaciones argentinas.
Al comenzar 1987, la inflación amenazaba con volver a los dos dígitos mensuales, por lo se dispuso un nuevo
congelamiento de precios, acompañado por un ataque al déficit fiscal: lo que se conoció como El Australito. Se
sanciona la Ley ALPI, por la que el estado rehabilitaba a empresas en quiebra.

Un estado sin financiamiento


Cada vez mas el país debía recurrir a formas de financiamiento extraordinarias y poco aconsejables. Agotados el
sistema de seguridad social (aportes mayores a los beneficiarios) y la deuda externa como fuentes de fondos, quedaban
como única salida el endeudamiento interno y la emisión monetaria. Por una u otra vía era cada vez más costoso
conseguir fondos. Llego un punto en que el estado no pudo endeudarse en el exterior ni siquiera a tasas altas, y paso a
depender de la ayuda condicionada de organismos oficiales como el Fondo Monetario y el Banco Mundial.

Reforma Estructural del Estado


En 1987 se anunciaron una serie de medidas que se presentaban como el comienzo de lo que seria una reforma
integral del sector público del país. Esta reforma incluía aspectos relacionados al gasto público, (privatizaciones con el
fin de disminuir el gasto), y al ingreso público, (coparticipación, transferencia de ingresos). El objetivo era disminuir
el déficit. Esto se acompañaría con una liberalización del mercado de capitales y una apertura comercial.
Esta reforma estructural, si bien fue llevado a cabo durante el gobierno de Menen, en el gobierno de Alfonsín, se
avanza en este sentido, tomando solo algunas medidas al respecto:
✓ Eliminación de las restricciones cuantitativas;
✓ Inicio de la integración con Brasil;
✓ Liberalización de la tasa de interés;
✓ Mercado de cambio libre.

Resultados de las políticas


La liberalización de la tasa de interés y la libre cotización del dólar, provocaron que se acelerara la inflación. El
congelamiento de precios tuvo que ser abandonado, ya que perdía sentido al financiarse el déficit con emisión
monetaria, de esta manera no se estaba atacando la presión inflacionaria. El peso fue devaluado sin pautas futuras.
Se inicia 1988 con escasez de divisas. El país deja de pagar la deuda externa. Sumado al déficit fiscal que era
incontrolable, provoca una huida del austral hacia el dólar. Durante la primera mitad del de 1988 la inflación crece
ininterrumpidamente.

Plan Primavera
Frente a esta situación se monto una operación de salvataje, que se llamo “Plan Primavera”. Este plan consistía en un
acuerdo desindexatorio con la empresas lideres y con la Cámara de Comercio, que a cambio de su colaboración se
beneficiaron con una disminución del IVA. Los precios se congelaron y disminuyeron a la vez.
Se intenta una corrección a través del Banco Central por dos vías:
1. Se diseño un nuevo régimen cambiario, por el cual la autoridad monetaria compraba dólares a los
exportadores de los productos tradicionales en el mercado oficial y los vendía a los importadores en el
mercado financiero quedándose con una diferencia.
2. Se refinancio de manera forzosa parte de la deuda interna con el sistema financiero privado.

Sobre el Plan Primavera existían dos amenazas:


1. La escasez de reservas cubiertas temporalmente con capital golondrina.
2. Incertidumbre política y económica por el cambio de gobierno.

Aunque la inflación había disminuido, era mayor que el ritmo de la devaluación y pronto el tipo de cambio acumulo
un claro atraso. Hubo una corrida por sospechas de que el Banco Mundial suspendería la ayuda y el Banco Central
comenzó a perder reservas.
En 1989 se decidió la creación de un tercer mercado de cambios, el dólar libre que se sumaba al oficial y al financiero.
La noticia significaba el fin del Plan Primavera y el derrumbe a la contención de la hiperinflación.
La hiperinflación llego en 1989, renuncia el ministro de economía Sourroville, y Alfonsín abandona el poder antes de
finalizar su mandato.

CAPÍTULO 10: GRANDES ESPECTATIVAS, GRANDES DECEPCIONES (1989-2001)

En 1989 confluyeron dos hechos inéditos en la historia argentina: desborde hiperinflacionario y la transmisión de
mando entre dos presidentes de distinto partido elegidos limpiamente.
El mandato que Menem recibía era ante todo económico: había que salir de la inflación. La inflación de 1989
significaba que el último recurso a disposición del estado para afrontar sus pagos (la emisión monetaria) se había
agotado por la velocidad de la fuga de capitales. Menem tenía una visión asociada al Liberalismo, entre las cuales
sobresalía reducir el ámbito de acción del estado. Estaba dispuesto a hacer las reformas estructurales necesarias para
alcanzar la estabilidad y restablecer algún orden económico.
El clima intelectual de la época revalorizaba al mercado frente al estado. Se cuestionaba al estado en su múltiple rol de
productor de bienes y servicios, de planificador en cuanto a qué sectores promover, como regulador del ciclo
económico y en su calidad de “Estado de Bienestar
Estaba claro que el modelo de economía cerrada y con fuerte presencia estatal había entrado en una fase crítica por
múltiples factores:
- Erosión de la situación financiera del estado.
- Empresas públicas deficitarias.
- Sistema de seguridad social que había perdido el favorable cociente aportantes/beneficiarios generando un
creciente costo fiscal.
- Baja capacidad por parte del estado para obtener recursos (internos y externos)

A su vez el estado Argentino, asfixiado por sus obligaciones, carecía de credibilidad como deudor y por ello sus títulos
pagaban una tasa de interés que excedía a la de un bono norteamericano en casi un 24%.

Economía Mundial: “Globalización”

La economía mundial estaba caracterizada por el proceso de interrelación creciente entre los mercados nacionales de
bienes. Como en la belle époque, los avances tecnológicos que reducían los costos de comunicación y transporte
facilitaban la expansión comercial. Ya había empezado a configurarse un mercado de capitales auténticamente
internacional.

En los años ´90 la internacionalización del comercio y las finanzas se intensificó.

En el orden comercial, se profundizaron o iniciaron procesos de integración regional, con la Unión Europea, líder en el
mundo y el NAFTA y el Mercosur) y esto facilitó los recortes arancelarios recíprocos. También se consolidaron
organismos internacionales destinados a coordinar y crear un orden más liberal en el comercio a nivel mundial (GATT
y Organización Mundial de Comercio).

Primer gobierno de Menem


Menem consideraba que la hiperinflación era la consecuencia de una profunda crisis del estado, y para enfrentarla se
asumió el supuesto de que la estabilidad de precios seguiría de manera automática a la solución de esa crisis
estructural. Se esperaba que el sólo anuncio de esta reforma ayudaría a detener la huída hacia el dólar y sofocar la
inflación.
Se convocó al grupo empresarial Bunge & Born para que se hiciera cargo de la economía, los mismos promulgaron las
leyes de emergencia económica y de reforma del estado.
1. Se suspendieron los regímenes de promoción industrial regional y de exportaciones y las preferencias que
beneficiaban a las manufacturas nacionales.
2. Se autorizaron los licenciamientos de empleados públicos y se puso fin a esquemas salariales de privilegio en
la administración.
3. Se fijó un marco normativo para la privatización de gran número de empresas públicas (teléfono, aviación,
ferrocarriles, complejos siderúrgicos y petroquímicos, rutas y puertos).
4. Se anunciaron objetivos en materia de apertura comercial a cumplirse en 4 años.
5. Se puso fin a la participación directa del empresariado en el diseño de la política económica.

Sin embargo el avance en la estabilización de precios fue mínimo. Un primer período de tipo de cambio fijo duró
apenas unos meses (principios y mediados de 1989) y acabó en un segundo episodio hiperinflacionario en el verano de
1989-1990.
Durante el 90 se siguió un régimen de flotación cambiaria. Previo a ello tuvo que refinanciarse forzosamente la deuda
del BCRA vía una conversión de los depósitos a plazos fijos en títulos de deuda pública de largo plazo.
Sin embargo los precios seguían en ascenso, la inflación recrudeció y una nueva corrida cambiaria forzó a un cambio
en el Ministerio de Economía en manos de Domingo Cavallo.
La privatización de empresas públicas y la conversión de la deuda de corto plazo en obligaciones menos apremiantes
permitían pensar en un horizonte de equilibrio fiscal. Por otra parte el BCRA contaba con varios miles de millones de
dólares en reservas, que había acumulado en el intento de no dejar caer el tipo de cambio durante 1990.

Ley de Convertibilidad (1991)


Era algo más que el lanzamiento de un programa de tipo de cambio fijo. La diferencia estaba en la obligación
impuesta al BCRA de mantener reservas en divisas (incluyendo una proporción de títulos públicos pagaderos en
dólares) capaces de comprar TODA la base monetaria al tipo de cambio que establecía la ley:
10.000 Australes = 1 Peso = 1 Dólar
Al adoptar este sistema de tipo de cambio fijo, grabado en una LEY, el gobierno renunciaba abiertamente a la política
de emisión monetaria como instrumento macroeconómico (autoatamiento). Hacía más creíble el compromiso con la
disciplina fiscal y monetaria.
Después de 3 años de caída ininterrumpida del nivel de actividad, podía esperarse una reactivación económica:
• Reaparición del crédito a tasas accesibles y más previsibles (en el mundo había abundancia de capitales que
buscaban nuevos horizontes)
• Aumento del poder de compra de los salarios reales debido a la desaparición del impuesto inflacionario.
• Abaratamiento de los bienes de importación que resultó de la apertura comercial.
• La reacción de la demanda que estimuló el nivel de actividad entre el 90-94
• Consumo e inversión aumentaron en conjunto un 50%.
• El exceso de demanda tuvo como resultado un cambio drástico en la balanza comercial: de un superávit pasó
a un déficit.

El crecimiento de 1990 a 1994 desencadenó a su vez una serie de desarrollos que consolidaron el esquema
estabilizador.
• Reforma tributaria que concentró la recaudación en el IVA e IIGG.
• Se combatía la evasión.
• Aumento del producto garantizaba ingresos crecientes al fisco y mejoraba la solvencia del sistema financiero.
• Había dinero obtenido de las privatizaciones que ayudó al estado a reducir su déficit.
Todo esto permitió alcanzar un acuerdo con los acreedores externos: Plan Brady que trajo expectativas favorables y
la entrada de capitales y demanda agregada (que permitía sostener el déficit de comercio).
• Cayeron los índices de pobreza.
• La desocupación generada por la reorganización del sector público y las privatizaciones fue compensada, en
un principio, por el impacto que tuvo sobre el empleo el aumento del producto.
• Se atenuó la mortandad empresarial.
A mediados de 1994 aparecieron las dudas. Uno de ellos venía aparejado al Plan de Convertibilidad: el creciente
déficit de la balanza comercial que sumado a los intereses de la deuda externa demandaba cada año cuantiosos pagos
al exterior. Este desequilibrio era posible porque había capitales dispuestos a financiar a aquellos países que pagaran
un pequeño sobreprecio: el riesgo país. Pero, que fuera posible no significa que fuera deseable.
Se suponía que éste déficit era un aspecto típico de la fase inicial de un período de alto crecimiento. Sin embargo el
gobierno daba muestras de que consideraba problemático el efecto de la apreciación cambiaria sobre la
competitividad. Dado que la devaluación estaba descartada se tomaron otros caminos:
1) Para mejorar la competitividad de la producción nacional:
➢ Desregulación de varios mercados.
➢ Reducción o anulación de impuestos internos, específicos y laborales.
➢ Eliminación de aranceles a las importaciones de bienes de capital.

2) Para mejorar la balanza comercial:


➢ Reimplantación de incentivos fiscales a las exportaciones.
➢ Recuperación de los aranceles.

3) Fines de otra naturaleza:


➢ Paso de un régimen jubilatorio de reparto a un sistema mixto asentado en la capitalización de los aportes
individuales (AFJP). Esto llevaría a un mayor ahorro privado.

La gran apuesta del gobierno era un incremento en la productividad para que las empresas argentinas pudieran
competir sin desventajas con las del resto del mundo. Esta mejora en la productividad fue muy intensa. Había ciertos
rasgos definitorios de este incremento:
1) Ampliada participación del capital extranjero que tuvo como característica su diversificación (industria,
servicios y actividades petroleras y mineras) y su énfasis en la introducción de cambios en la organización del
trabajo.
2) El sector rural fue una estrella del crecimiento, incorporando capital y tecnología velozmente.

Grave problema: el desempleo.


Aunque en un principio la reactivación generó puestos de trabajo, el número de empleos apenas aumentó entre 1992 y
1994. Se sumó además un excepcional aumento de la población dispuesta a trabajar, debido a razones demográficas y
a la posibilidad de obtener salarios más altos que antes. También había personas que debían incorporarse a la fuerza
laboral debido a la falta de trabajo de otro miembro del hogar. Además, las reformas estructurales expulsaron
empleados del sector público y otras actividades que antes habían actuado como un refugio laboral (pequeños
comercios y pequeños talleres industriales); este excedente de empleo pudo ser absorbido solo parcialmente por las ex
empresas públicas.
Razones por las que la expansión productiva no generó puestos de trabajo:
• La mano de obra era cara en comparación con los bienes de capital (más accesibles gracias a la apertura
comercial externa y a la reaparición de los créditos accesibles)
• Persistencia de regulaciones que dificultaban la contratación de trabajadores.

EL ORDENAMIENTO DEL ESTADO


La crisis de financiamiento había llevado a un deterioro de la eficiencia y calidad en la prestación de los servicios
públicos.
1- Privatización de los servicios públicos: resultados favorables. Impacto positivo en cuentas públicas: a) corto
plazo: entrada significativa de dinero al tesoro de manera extraordinaria o canje de deuda pública. B) largo
plazo: las empresas ahora privatizadas se convertirían en contribuyentes al fisco en vez de un gasto. También
hubo una mejora sustancial en la productividad al cerrarse la brecha tecnológica y organizativa abierta durante
los años de desinversión por parte del estado. En algunos casos hubo una combinación saludable de regulación
y competencia pero en otros se crearon monstros monopólicos privados, esto se dio principalmente en las
primeras privatizaciones en 1990 (Aerolíneas Argentinas, rutas nacionales) y en los años finales de la década
(YPF)
2- Traspaso de los servicios de salud y educación de la Nación a las Provincias: no hubo un financiamiento que
acompañe esta decisión, lo cual sirvió en el corto plazo para que el gobierno nacional aliviara su déficit pero
no para mejorar la eficiencia de las prestaciones.
3- Reforma previsional: traslado paulatino de los aportes jubilatorios hacia fondos privados de pensión (AFJP).
Ayudó a generar un mercado de capitales de largo plazo sobre la base del ahorro nacional pero a un costo
fiscal mayúsculo: durante un largo tiempo los pagos públicos a los jubilados excederían a los menguados
aportes que quedaban en manos del estado.
4- Esquemas de promoción productiva: fueron cuestionados argumentando su deficiente instrumentación y
derroche de recursos en el pasado. Algunos se cancelaron o se reemplazaron por otros no menos cuestionables
o sobrevivieron bajo formas apenas mutadas.
5- Ingresos públicos: aumentó la recaudación mediante el IVA y el Ingreso a las Ganancias. Se eliminó el
impuesto inflacionario. Se suprimieron o redujeron impuestos internos, tributos al comercio exterior,
impuestos al trabajo y algunas contribuciones directas.

Los resultados de estas reformas:


• Hubo un retroceso en el gasto en comparación con los 80 si se miden en porcentaje del PBI.
• En la estructura del gasto: disminuyó la proporción correspondiente a inversiones y subsidios y creció la
proporción de gasto público social.
• Los pagos por intereses de la deuda disminuyeron su incidencia por las quitas a las obligaciones asociadas al
Plan Brady, la caída de las tasas de interés mundiales, la liquidación de la deuda interna y el crecimiento de la
economía que compensaron el impacto del nuevo endeudamiento.
• Pudo cumplirse la promesa implícita en la Ley de convertibilidad: no emitir
• Fin de la recesión que disminuía la recaudación porque las empresas se financiaban evadiendo impuestos.
• Fin de la inflación que depreciaba la recaudación impositiva percibida con atraso.
• Abundancia de fondos externos: financiamiento en condiciones favorables.

Muchos de estos resultados cambiarán de signo con el efecto Tequila en 1995, y mucho más con la recesión de finales
de la década, donde luego se iría deteriorando la posición fiscal.

REVALORIZACIÓN DEL MERCADO


• Creciente participación de las empresas privadas en el proceso de acumulación de capital. A veces vino de la
mano de una mayor competencia pero, sin embargo, algunas privatizaciones terminaron en la formación de
monopolios privados.
• Transformación bastante extendida en los métodos de producción y en la organización empresarial, impulsada
por la inversión extranjera.
• Competencia con productos extranjeros puso una cota máxima a los precios nacionales.
• Eliminación de las restricciones cuantitativas a las importaciones.
• Estructura arancelaria escalonada: 0% materias primas, 11% insumos y 22% bienes manufacturados.
• Establecimiento de un arancel externo común del Mercosur.
• Políticas de desregulación para aumentar la competencia en el mercado implicaban mejor eficiencia y
moderación de precios.
• Aumenta la participación de las exportaciones Argentinas a nivel mundial.
• Importaciones: se movían en la misma dirección que la economía, entre 1990 y 1994 se multiplicaron por
cinco.
• Exportaciones: se hizo rentable la inversión destinada a la exportación, y las exportaciones aumentaron
fuertemente cuando empezaron a recogerse los frutos de dicha inversión.
• Estancamiento exportador de finales de década: debido, en parte, a la recesión brasileña y otros impactos
externos (deprecación de casi todas las monedas del mundo frente al dólar y al peso) que redujeron la
competitividad de la economía argentina.
• En las exportaciones la participación de manufacturas y actividades basadas directamente en recursos
naturales se mantuvieron, mientras que la exportación de combustibles aumentó su participación.
• Destinos de las exportaciones argentinas: países limítrofes, Mercosur (productos industriales)
• Rubros de las exportaciones: alimentos, commodities (también a Asia y África).

LA CONVERTIBILIDAD, INFIERNOS Y PARAÍSOS


Debido al rápido incremento de las importaciones con la convertibilidad hizo que el déficit en la cuenta corriente fuera
un punto central de debate sobre las perspectivas futuras. Pero había ciertas tendencias que tendían a moderarlo:
➢ Reactivación mundial y de Brasil (mayores exportaciones)
➢ Desaceleración del consumo interno (por la inversión)
➢ Pérdida de valor del dólar en el mundo (inflación nacional y norteamericana) que detenía y hasta revertía la
apreciación del peso en relación a las monedas de los países con los que comerciaba Argentina.
➢ Políticas de incentivos fiscales a las exportaciones.

El gobierno necesitaba garantizar que el producto crecería rápidamente, porque así aumentaría la productividad y en el
futuro las deudas podrían pagarse gracias a las mayores exportaciones. Por eso el aumento del gasto público podía
justificarse ya que buscaba acelerar este crecimiento.
En 1994, cuando el desequilibrio de la cuenta corriente alcanzaba un máximo, una corrida bancaria en México forzó
una devaluación del peso de ese país; llevando a una taque especulativo como desencadenante del efecto Tequila.
Durante el verano del 94 – 95, la bolsa de comercio de Buenos Aires cayó más del 50%, se cancelaron depósitos por
inmensas magnitudes, el Banco Central perdió la cuarta parte de sus reservas y el riesgo país aumentó del 8% al 55%.
El gobierno anunció austeridad fiscal, reordenamiento financiero y firmó un acuerdo con el FMI en marzo del 95. La
situación se alivió pero la retracción fue profunda y veloz, cerrando ese año con una caída en el producto (primera
desde la convertibilidad) y un gran impacto social. Sin embargo, las exportaciones aumentaron logrando el ajuste de
las cuentas externas. Más importante aún fue que se mantuvo el compromiso con la convertibilidad a pesar del pánico
bancario.
Este alivio llevó a la reelección de Menem en Mayo de 1994. Sin embargo el daño estaba hecho, aumentó la tasa de
interés y se hizo sentir en el mundo de la producción. Se desataron círculos viciosos y multiplicadores: caída del
producto, impacto social, desempleo.
Los períodos de expansión podían cortarse abruptamente y dar lugar en pocas semanas a la recesión más aguda.
Explicaciones.
1) Análisis keynesiano: cuando hay tipo de cambio flexible, la caída de la demanda agregada se ve moderada por
la depreciación de la moneda que alienta a las exportaciones y reorienta el gasto en importaciones hacia la
producción local; y lo contrario en períodos de alza en la demanda. Esto no ocurre si existe un tipo de cambio
fijo.
2) Relación entre regímenes cambiarios y tasa de interés:

Tasa de interés real esperada = tasa de interés nominal libre de riesgo del dólar + prima riesgo país + prima de riesgo
del retorno (en dólares) + expectativa de depreciación real
Cuando la situación es normal y las expectativas optimistas la tasa de interés real será más baja con TC fijo
que con TC flexible porque el retorno esperado en dólares es más predecible. Es decir: cuando hay tipo de cambio
flexible hay más variabilidad en el retorno en dólares y por ende más riesgo.
Cuando la situación es crítica la moneda se depreciará automáticamente si hay TC flexible. Sin embargo, si las
expectativas son tan pesimistas como para poner en duda la continuidad del esquema de TC fijo, la resistencia a
devaluar hoy tendrá como corolario una expectativa de devaluación futura. Por eso aumentarán tanto la variabilidad
del retorno esperado en dólares como la expectativa de una depreciación real. Es por ello que la tasa de interés real se
colocará por encima de la que regiría con un TC flexible.
Si encima de todo esto existen una red de contratos financieros dolarizados, el drama de la devaluación puede traer
aparejado un catastrófico escenario de crisis bancaria que se vería potenciado por la ausencia de un prestamista de
última instancia capaz de contener el estallido y su propagación.

El gobierno argentino decidió seguir con la convertibilidad y no devaluar. Las instituciones económicas sortearon la
crisis y la economía pudo acomodarse.

En 1997 triunfa la Alianza, formada por radicales y otros partidos. El peronismo sufría conflictos internos, la
consecuencia económica: remoción de Cavallo, reemplazado por Roque Fernández (ex presidente BCRA).
A principios 1998 se recuperó el ritmo de crecimiento, apegarse a la convertibilidad en el año 95 parecía una decisión
acertada: se detuvo y comenzó a revertirse la apreciación cambiaria, el desempleo se redujo, el aumento del producto
no se sostenía tanto en el consumo, sino en la inversión, aumento de exportaciones, aumento de importaciones, la
balanza comercial moderaba su déficit porque las inversiones para exportar rendían frutos, el desequilibrio de la
cuenta corriente era financiado por inversión extranjera directa.
Quedaba pendiente una reforma que flexibilizara el régimen laboral: que los salarios se ajustaran más rápidamente a
las fluctuaciones de oferta y demanda de empleo.
Era necesaria una administración racional de la política fiscal, para evitar el endeudamiento explosivo.
Estos últimos fueron manejados por grupos de interés directamente afectados. Sin embargo la reforma laboral fue
inocua y solo ocasionó reclamos de sectores gremiales. En cuanto a la política fiscal no hubo mejoras, el Tesoro estaba
sufriendo el sacrificio de ingresos que significaba la reforma del sistema de seguridad social y las rebajas del impuesto
al trabajo. Se intentaba compensar este déficit con medidas que generalizaban otros tributos o buscando evitar la
evasión fiscal.
Lo que fue en progresivo deterioro fueron las finanzas provinciales, donde la administración nacional se abstuvo del
poder de eto.
En 1998 distintos hechos mundiales (default de Rusia, crisis del Sudeste asiático) emergentes, y en el tercer trimestre
de 1998 comenzaron a notarse signos claros de RECESIÓN.

NUESTRA GRAN DEPRESIÓN


Cada uno de los cuatro años 1999, 2000, 2001 y 2002 tiene características propias, distinguibles de los demás. El
año1999 estuvo dominado por las malas noticias provenientes del exterior y por el debate acerca de cómo reaccionar a
ellas. La devaluación de la moneda brasileña, la apreciación mundial del dólar, la consecuente caída de los precios
externos de la Argentina, la fuga a la calidad de los capitales.
El año 2000 coincidió con el primero año de la presidencia de Fernando de La Rúa, a favor de la continuidad del
régimen monetario. El gobierno buscaba moderar la salida de capitales
Por la salida de capitales sube el riesgo país. El gobierno de la Alianza arrancó con aumentos impositivos y, cuando
esto se juzgo insuficiente para restablecer el equilibrio presupuestario, se procedió a recortar gastos austeridad y a
establecer topes en las transferencias que la Nación realizaba a las provincias. Estas reacciones no lograron atraer los
capitales ni despertar la actividad económica. La economía argentina pasaba a estar en el foco de los inversores
internacionales como candidato a incumplir sus compromisos financieros. A fines de año (antes del final del gobierno
de Clinton) se negocia un préstamo de los organismos internacionales para cubrir deuda.

La crisis económica barría con los equilibrios políticos: a principios de ese mes, el reemplazo de Machinea por
Ricardo López Murphy, generó tal rechazo en el partido de gobierno que sorprendentemente se optó por convocar a
Cavallo, quien desde el llano colocaba en un segundo plano la cuestión fiscal y se inclinaba por resolver el problema
de solvencia maximizando la tasa de crecimiento económico. En la visión de Cavallo, el problema central que
aquejaba a la convertibilidad era una escasa competitividad, derivada de la devaluación de prácticamente todas las
monedas del mundo frente al dólar y al peso. Los años de retroceso de la productividad y de una política tributaria
gravosa. Aumentan los aranceles a los bienes de consumo hasta el tope. Se redujeron impuestos para diversos sectores
productores de bienes.
Para evitar futuros perjuicios de las devaluaciones extranjeras, el valor del peso no sería ya idéntico al de un dólar,
sino a la suma de medio euro y medio dólar, (no se implementó). El deterioro de la situación fiscal pasa a ocupar el
centro de la escena, reclamando atención inmediata de Cavallo. También había que luchar contra la cesación de pagos
y devaluación (canje voluntario de deuda de corto plazo por otra de vencimiento más largo pero con intereses
gravosos). Se busca el “déficit cero” por lo que los gastos se ajustarían mes a mes a los ingresos públicos. Se realiza
otro canje de deuda que prolonga aún más los plazos pero con intereses reducidos.
Para ese entonces, la expectativa de que la convertibilidad seria abandonada era una profecía ya inevitable. La caída
de los depósitos llego a tal punto que el gobierno opto por restringir los retiros de efectivo para evitar la caída de los
bancos, (corralito). Los pesos en cuentas bancarias podían convertirse a dólares dentro de esas cuentas y pesos en
efectivos podían convertirse con dólares en efectivo. No existía convertibilidad entre el dinero en efectivo y el dinero
bancarizado.

La situación explotó en diciembre (manifestaciones callejeras, saqueos y represiones violentas). Renunciaron


sucesivamente Cavallo y De La Rúa. En la última semana del 2001, el presidente Rodríguez Saá anunció que no
pagaría en tiempo y forma la deuda pública. En la primera semana de 2002, el gobierno de Duhalde decretó el final de
la convertibilidad.

Explicaciones a la crisis
Explicaciones no económicas: deterioro institucional, escasa capacidad de políticos argentinos para lograr acuerdos o
administrar el estado.

Explicaciones económicas: Respecto del inicio de la crisis, las causas fueron el desiquilibrio en el tipo real de cambio
(cuestión cambiaria) y por el desequilibrio presupuestario mayor al sostenible (manejo fiscal). En cuanto a la
propagación de la crisis, las causas fueron por el aumento de la tasa de interés y del riesgo país (endeudamiento y
dependencia de capital extranjero), por el deterioro de la competitividad (a causa de la reducción de gastos y aumento
de impuestos), por la acentuación en la caída de precios y por la incertidumbre cambiaria.

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