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Ciencia y Fe: ¿Amigos o Enemigos?

Ciencia y Ateísmo

Los ateos se han vuelto más expresivos sobre el ofrecimiento de una alterativa viable al teísmo y la fe
cristiana en general. Libros como el de Richard Dawkins “El espejismo de Dios”, Sam Harris “El fin de la fe:
Religión, Terror y el futuro de la Razón”, Christopher Hitchens “Cómo la religión envenena todo” y Daniel
Dennett “Rompiendo el hechizo: la religión como un fenómeno natural” han despertado el debate entre el
ateísmo y el teísmo. Algunos de estos libros escritos por los ateos han sido “best-sellers”. No es ninguna
sorpresa que “El espejismo de Dios” haya vendido más de un millón de copias.

Como he conversado con varias personas, he oído una variedad de puntos de vista sobre el libro de Richard
Dawkins “El espejismo de Dios”. Algunas personas que vienen de un trasfondo religioso (pero con muy
poco fundamento) han encontrado los argumentos de Dawkins convincentes. Estas personas a veces se
desvían hacia una especie de agnosticismo o ateísmo. Por otro lado, he tenido ateos me dicen que no están
encantados con la retórica y los argumentos del libro.

En relación a las habilidades filosóficas de Dawkins, el filósofo Alvin Plantinga refiere en su revisión de “El
espejismo de Dios” que: “Se podría decir que algunas de sus incursiones en la filosofía son, como mucho,
sofomoricas (término utilizado en EEUU para describir a los estudiantes de 2do año de filosofía), pero eso
sería injusto para los sofomoros; el hecho es que muchos de sus argumentos recibirían una calificación
reprobatoria en una clase de filosofía de segundo año” Ver la reseña completa aquí. En la portada del libro
de Alistar y Joanna McGrath “¿El espejismo de Dawkins? El fundamentalismo ateo y la negación de lo
divino”, el filósofo y defensor del Darwinismo Michael Ruse dice: “El espejismo de Dios me hace sentir
vergüenza de ser ateo”.

El método científico y la existencia de Dios

Uno de los temas principales que se trata a través de los últimos libros sobre el ateísmo es que la
fe/teología y la ciencia son diametralmente opuestas entre sí. Dado que la ciencia pone a prueba lo
observable ¿Es esta la manera correcta de analizar la existencia de Dios? Lo que tiende a ser olvidado es
que la insistencia de que Dios debe ser un objeto visible/material que se pueda observar con los cinco
sentidos es un error de categoría. Un error de categoría es asignar a algo una propiedad que se aplica sólo a
los objetos de otra categoría.

Como dice JP Moreland, “Es una falacia de categoría criticar a los colores por no tener olores, a las
constantes universales por no ser localizadas en un solo lugar y a Dios por no ser una entidad empírica.
Desde el punto de vista cristiano ortodoxo, Dios, si existe, es un Espíritu infinito. No es parte de la
naturaleza de un espíritu ser visible empíricamente como un objeto material lo sería. Es una falacia de
categoría atribuir cualidades sensoriales a Dios o culparlo por no ser visible “(Scaling the Secular City: A
Defense of Christianity (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1987. Page: 227).

Según mi punto de vista, una de las mejores soluciones para evaluar las evidencias y los argumentos para la
existencia de Dios es utilizar la inferencia a la mejor explicación.

El modelo de la inferencia a la mejor explicación tiene en cuenta la mejor explicación disponible


considerando nuestro amplio rango de experiencias y reflexiones. Ya que no podemos ver a Dios como un
objeto material, tenemos que mirar los efectos en el mundo y hacer inferencias racionales para deducir la
causa de dicho efecto. Por lo tanto, tenemos que observar si Dios nos ha dejado alguna pista que nos
apunte el camino para encontrarlo.

Ciencia o Cientificismo: Errores y Presuposiciones Filosóficas

En lo que respecta a Dawkins, no es de extrañar que sea un firme defensor de lo que se llama un
“cientificismo fuerte” que tiende a reducir todo el conocimiento legítimo (epistemología) al método
científico. La ciencia es un método de recopilación de conocimientos mediante la observación y la
experimentación. En este sentido, la visión del mundo cristiano no se opone a la ciencia. Pero la
cosmovisión cristiana reconoce las limitaciones del “cientificismo” en relación con el descubrimiento del
conocimiento humano. Los escépticos, como Dawkins y otros que abrazan un fuerte cientificismo creen que
una proposición sólo se puede confiar si puede ser expresada y probada por el proceso científico. Por lo
tanto, un fuerte cientificismo termina cometiendo una falacia reductiva (error lógico se comete cuando se
trata de «reducir» algo complejo a algo muy sencillo, afirmando que «esto no es más que …»,
concentrándose en un aspecto limitado del fenómeno global) es decir, toma solo un área de estudio y
reduce toda la realidad a esta área. Por otra parte, para aquellos que afirman que todas las afirmaciones
verdaderas deben ser científicamente verificables terminan haciendo una suposición filosófica más que
una declaración científica.

Lo que necesitamos recordar es que la ciencia depende de ciertas presuposiciones filosóficas tales como:

1) La existencia de un mundo externo

2) La naturaleza ordenada del mundo externo

3) La posibilidad de conocer el mundo externo

4) La existencia de la verdad

5) Las leyes de la lógica

6) La fiabilidad de nuestras facultades cognitivas y sensoriales para recabar datos

7) La adecuación del lenguaje para describir el mundo real

8) La existencia de valores utilizados en la ciencia (por ejemplo, “Probar las teorías de manera justa y
reportar resultados con honestidad”)

9) La uniformidad de la naturaleza y la inducción

10) La existencia de los números

Un teísta afirma que el universo físico no es todo lo que hay. Hay un Dios infinito y personal que lo creó, lo
sostiene y puede actuar dentro de él de una manera natural y no-natural. Así como puedo decir sin duda
alguna que soy ignorante sobre muchas cosas, así mismo puedo decir que por lo general muchas personas
son ignorantes acerca de la historia entre el teísmo y la ciencia. En palabras del físico Paul Davies: “La
ciencia comenzó como una consecuencia de la teología, y todos los científicos, sean ateos o teístas…..
aceptan una cosmovisión esencialmente teológica.” (2)

El Teísmo y la Ciencia Moderna

Por cierto, yo no estoy diciendo que sólo porque hay un grupo de científicos que creen en la existencia de
Dios, el teísmo es cierto. De cualquier forma, aquí están algunos de los científicos (aunque algunos fueron
deístas) que creían que Dios era la causa primaria del universo. Estos hombres dieron nacimiento a la
ciencia moderna:

 Johann Kepler (1571-1630). Mecánica Celeste. Astronomía física

 Blaise Pascal (1623-1662). Hidrostática

 Robert Boyle (1627-1691). Química. Dinámica de los gases

 Nicolás Steno (1638-1687). Estratigrafía

 Isaac Newton (1642-1727). Cálculo. Dinámica

 Michael Faraday (1791-1867). Campo Magnético.

 Charles Babbage (1792-1871). Informática

 Louis Agassiz (1807-1873). Geología glacial. Ictiología

 James Simpson (1811-1870). Ginecología

 Gregor Mendel (1822 – 1884). Genética

 Louis Pasteur (1822-1895). Bacteriología

 William Kelvin (1824-1907). Energética. Termodinámica

 Joseph Lister (1827-1912). Cirugía antiséptica

 James Clerk Maxwell (1831-1879). Electrodinámica. Termodinámica. Estadística

 William Ramsay (1852-1916). Química isotópica (3)

En su libro “Religion in an Age of Science”, Ian Barbour describe la vista exaltada del método científico por
el cientificismo. Como Barbour dice:

“La ciencia comienza a partir de datos reproducibles de público conocimiento. Las teorías se formulan y sus
implicaciones son analizadas por observaciones experimentales. Los criterios adicionales que influencian en
la elección de una teoría son la coherencia, la exhaustividad y la utilidad. Las creencias religiosas no son
aceptables, en esta visión, porque la religión carece de datos de público conocimiento, como las pruebas
experimentales, así como los criterios de evaluación. Solo la ciencia es objetiva, de mente abierta,
universal, acumulativa y progresiva. Las tradiciones religiosas, por el contrario, se dice que son subjetivas,
de mente cerrada, parroquiales, no criticables y resistentes al cambio.”

En su libro “The Limits of Science”, Nicholas Rescher también ofrece un comentario útil sobre este tema.
Rescher dice:

“El teórico que sostiene que la ciencia es el alfa y el omega, que aquello que no está en los libros de
ciencias no vale la pena conocerlo es un ideólogo con una doctrina peculiar y distorsionada. Para él, la
ciencia ya no es un sector de la empresa cognitiva, sino una cosmovisión que explica todo. Esta es la
doctrina, no de la ciencia, sino del cientificismo. Tomar esta postura no es para celebrar la ciencia sino para
deformarla”

Causas Primarias y Secundarias

Dos de los principios más fundamentales de la ciencia son la causalidad y la uniformidad. La causalidad es la
relación entre un evento (la causa) y un segundo evento (el efecto). El principio de uniformidad deriva su
nombre de la experiencia uniforme sobre la cual se basa. Cuando miro el mundo a mí alrededor, veo dos
tipos de causas – Naturales e Inteligentes. Sé también que, a través de la observación repetida, ciertos tipos
de causas producen regularmente ciertos tipos de efectos. Por ejemplo, el viento en la arena (o agua)
produce ondas. Las fuertes lluvias producen erosión en la tierra, etc. Estas son las que se denominan causas
naturales o secundarias.

Sus efectos son producidos por fuerzas naturales cuyos procesos son una parte observable de la operación
en curso del universo físico. Además de las causas secundarias, hay causas primarias o inteligentes. Las
leyes naturales no hacen nada ni ponen nada en movimiento. Una “ley de la naturaleza” es una descripción
de lo que sucede cuando ningún agente (ya sea divino, humano, etc.) está interfiriendo en el orden causal.
La inteligencia es una causa primaria. Por ejemplo, cuando nos encontramos con un castillo de arena en la
playa, nunca supondríamos que las olas y la arena lo hicieron por sí mismas sin ningún agente inteligente

Del mismo modo, nunca pensaríamos que una ley natural por sí misma produciría las caras en el Monte
Rushmore. Como sabemos, la naturaleza no puede producir por sí misma un rascacielos o computadoras. Y
en un sentido experimental, cuando vemos a simple vista dentro de un laboratorio, también sabemos que
la naturaleza por sí misma no producir vida de la no-vida. Tampoco podemos intentar duplicar el Big Bang
sin inteligencia humana. La lista es interminable.

Tan convencidos estamos debido a nuestra experiencia anterior que sólo la inteligencia produce este tipo
de efectos que cuando vemos un caso similar de uno de estos tipos de efectos, invariablemente,
postulamos una causa inteligible para él.

Así que parte del debate científico es sobre la diferencia entre causas primarias y secundarias. El teísmo
bíblico reconoce que, mientras que Dios es la primera causa de todas las cosas, Él también trabaja a través
de causas secundarias. En otras palabras, Dios actúa en el mundo a través de la intervención directa (un
milagro, como la creación del universo o la resurrección de Jesús) y de causas naturales o por acciones
indirectas (preservación). Si estudiamos la historia de la ciencia moderna, hubo un período en el que
algunos de los fundadores de la ciencia moderna (véase más arriba), no postularon que todas las causas
sean de origen secundario o natural. En otras palabras, se postuló a la vez una causa primaria (que es Dios
como el creador de las cosas) y las causas secundarias encargadas del funcionamiento del mundo.

Cuando Pierre-Simon Laplace (1749-1827) corrigió la falsa creencia de Isaac Newton de que Dios intervino
para corregir las órbitas elípticas de los planetas, Laplace ofreció una explicación naturalista del desarrollo
del sistema solar. James Hutton (1726-1797) y Charles Lyell (1797-1875) explicaron los procesos geológicos
por causas naturales al margen de cualquier interferencia no natural. Charles Darwin (1809-1882) más
tarde ofreció una explicación natural para el surgimiento de la especie. Esto llevó a la necesidad de explicar
el funcionamiento del mundo en lugar de su origen último, por lo tanto, la búsqueda de las causas
secundarias eclipsó la necesidad de una causa principal. Así que vemos que el teísmo se redujo al deísmo y
luego preparó el escenario para el ateísmo. (4) Oh, bueno!

En la época de los Nuevos Ateos, la ciencia se limita a la siguiente gama de preocupaciones:

1. Solo la ciencia se ocupa de los aspectos materiales del mundo natural.

2. La ciencia se limita a las causas secundarias y no se ocupa de la consideración de una causa


primaria (como ser inteligente/divino como causa primaria) como parte de la estructura explicativa.

3. La ciencia busca reducir los sistemas observados a sus partes componentes como una manera de
simplificar la observación y explicar el comportamiento de los niveles más altos de organización. (5)
Así que lo que vemos aquí es que los ateos están promoviendo una visión de la ciencia que resulta del
período de la Ilustración. Fue durante ese período que el uso de la razón es la forma más confiable para el
conocimiento de la naturaleza, combinada con la suposición de que la naturaleza es inteligible, fomentado
el desarrollo de ese método que ahora es el sello distintivo de la empresa científica. (6)

Al final, vemos el reduccionismo en este método. En el modelo reduccionista, todos los fenómenos
naturales se puede entender en términos de los niveles más bajos y más elementales de la existencia, todo
se reduce a partículas físicas. La consciencia se reduce a la biología, la biología se reduce a la química, la
química reduce a la física, y toda la física se reduce al “comportamiento” de partículas y fuerzas
elementales. (7)

Quiero mencionar que el término naturalista es generalmente considerado cuando se hace referencia a los
ateos y materialistas. Esto es un poco problemático. Muchos teístas no tienen ningún problema en la
búsqueda de causas naturales/secundarias. Pero la diferencia es que los teístas están abiertos a una causa
primaria que no está regulada por causas naturales.

No olvides la Metafísica

Sin metafísica, uno no sería capaz de construir una visión del mundo. El Naturalismo filosófico o
metafísico se refiere a la visión de que la naturaleza es “todo espectáculo.” El Naturalismo (como
actualmente es discutido y defendido por Richard Dawkins y otros ateos) no es un descubrimiento de la
ciencia. Siempre debe ser visto como una presuposición de la ciencia como se practica actualmente. Tanto
Dawkins y Francis Crick admiten que el mundo muestra todos los indicios de ser diseñado y tener un
propósito, ellos añaden una calificación; sólo luce de esa manera. En otras palabras, mientras que el diseño
es evidente, se puede explicar sin recurrir a ningún diseñador.

Los comentarios del ateo Richard Lewontin, genetista evolucionista de la Universidad de Harvard, en su
artículo de enero 9 de 1997, “Billones y Billones de Demonios” resume cómo los impactos de la filosofía
naturalista afecta todo el proceso científico: “Nuestra disposición a aceptar las afirmaciones científicas que
están en contra del sentido común es la clave para la comprensión de la verdadera lucha entre la ciencia y
lo sobrenatural. Nos ponemos del lado de la ciencia, a pesar de lo absurdo de algunos de sus conceptos, a
pesar de que no cumple muchas de sus extravagantes promesas de salud y vida, a pesar de la tolerancia de
la comunidad científica por historias no corroboradas, porque tenemos un compromiso previo, un
compromiso con el materialismo. No es que los métodos y las instituciones de la ciencia nos obliguen a
aceptar una explicación material del mundo fenomenal; sino al contrario, que estamos obligados por
nuestra adhesión a priori (aceptar sin cuestionar) a las causas materiales para crear un aparato de
investigación y un conjunto de conceptos que produzcan explicaciones materiales, no importa cuán
contrarias sean a la intuición, no importa cuán desconcertante sean para el novato. Por otra parte, porque
el materialismo es absoluto, ya que no podemos permitir un Pie Divino en la puerta. El eminente estudioso
de Kant, Lewis Beck, decía que cualquier persona que podía creer en Dios podía creer en cualquier cosa.
Atraer a una deidad omnipotente es permitir que en cualquier momento las regularidades de la naturaleza
puedan ser rotas, que los milagros puedan suceder”

Una Nota Final

Hay científicos que rechazan la falsa dicotomía entre la ciencia / religión. Algunos han propuesto modelos
de integración, tales como Ian Barbour y el Rev. John Polkinghorne. Polkinghorne es uno de los más
grandes escritores vivos y un pensador sobre la ciencia y la religión: un verdadero científico de clase
mundial que se volvió sacerdote. Ver su sitio web aquí
Uno de los mejores libros para leer acerca de la relación entre Dios y la ciencia es God’s Undertaker: Has
Science Buried God? de John Lennox. Dale en un algún momento una lectura.

Referencias:

1. Moreland, J.P. The Creation Hypothesis: Scientific Evidence for an Intelligent Designer (Downers Grove
ILL: InterVaristy Press, 1994), 16-17.

2. Davies, P. Are We Alone? (New York: Basic, 1995), 96.

3. Geisler N.L. Baker Encyclopedia of Christian Apologetics (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1999), 167-169.

4. ____. Systematic Theology, Vol 2. (Minneapolis, MI: Bethany House, 2003), 509. Filed under: 1

5. Peters, T. and Gaymon Bennett. Bridging Science and Religion (London: SCM Press, 2002), 72-73.

6. Ibid.

7. Scheiman, B. An Atheist Defends Religion: Why Humanity Is Better Off with Religion than without It (New
York: New York: Penguin Group Publishers, 2009), 170-171.

Traducido y adaptado de: http://chab123.wordpress.com/2014/06/13/science-and-faith-friends-or-foes-4/

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