refieren a los deberes de asistencia en exceso de aquellos que son propios de los generados por el contrato de trabajo y la conducta debida de las partes. Se incluyen acciones comunitarias tanto en el plano de los colaboradores internos de la organización, como en el externo, especialmente en la comunidad donde está instalada la empresa.
IX.5.El deber de denuncia de violacion es al código
de conducta Es un tema de particular interés el de fijar como un deber contractual la obligación de denunciar las violaciones al código de ética, denuncia que de no concretarse puede configurar una grave falta, pasible de sanciones, e, incluso, del despido del trabajador por dicha causal. El deber de denunciar está además complementado por el hecho de que quien razonablemente puede conocer un acto reprochable y lo oculta, en alguna medida se constituye en un encubridor pasivo o, en su caso, en alguna forma de participación, si por el trabajador que no denuncia pasan algunos de los trámites o controles que se pretenden transgredir. Es discutible que el trabajador tenga la obligación de denunciar actos violatorios de los procedimientos, cuando éstos sean formales. Sin embargo, principios como el de lealtad, fidelidad, buena fe y colaboración, nos llevan a concluir que todo trabajador está obligado a denunciar actos ilícitos. Es esencial también proteger al denunciante. En otros términos, la persona alcanzada por este deber, debe contar con medios de amparo establecidos por el empleador, para evitar consecuencias negativas, represalias y daños patrimoniales o personales, en su caso. En síntesis, los planos de la denuncia son los siguientes: • La posibilidad de imponer el deber de denuncia, y si éste es emergente o no de los deberes de asistencia y colaboración. • Si la omisión implica ocultamiento, o una conducta reprochable que coloca al trabajador en una conducta omisiva reprochable. • Si la denuncia lo obliga a aportar elementos de prueba o de convicción a los fines de acreditar los ilícitos. • Al denunciante se lo debe mantener anónimo, protegido y resguardado de posibles efectos no deseados, tanto en el plano de las represalias de los denunciados, como en el de las represalias generales por los múltiples efectos, generalmente no congruentes, que genera una denuncia. • Es importante visualizar que el denunciante no se beneficie en el plano de su desarrollo personal con el perjuicio generado al denunciado, como el subordinado que ocuparía el cargo del superior denunciado si resultare culpable. En tal caso, habrá que mantener bajo probation al denunciante por un plazo razonable. En síntesis, la figura de la denuncia ofrece innumerables aristas, que no necesariamente contribuyen a la armónica convivencia. Es por ello que muchas investigaciones se centran en mantener el anonimato total de la identidad del denunciante, y su total aislamiento del proceso interno de investigación, fuera del hecho de que espontáneamente aporte elementos.
IX.6. La violación del código de conducta como una
causal de despido El código de conducta generalmente cuenta con una serie de obligaciones cuya inobservancia suele calificarse como falta grave pasible del despidojustificado. En rigor, es un tema de debate similar al deber de denunciar, ya que la gradación de la falta o incumplimiento debe apreciarse caso por caso, y debe revestir tal gravedad que impida la continuidad del vínculo. Cuando el enunciado de causales se establece en forma expresa dentro del código de conducta, habrá que apreciar en cada caso particular si corresponde aplicar el despido fundado en justa causa, conforme a las características, responsabilidad y autoría del trabajador responsable del acto reprochable. Uno de los riesgos de la enunciación de causales es el de su aplicación sistemática sin una apreciable adecuación de la norma al marco fáctico y legal en que cada medida debe adoptarse. También habrá de extenderse la responsabilidad a quienes no están incluidos en el código, cuando éste está suscripto por el personal superior, y deberá admitirse la gradación para todas las hipótesis en las cuales las normas contractuales no abarquen las situaciones de hecho o, en su caso, las hipótesis no contempladas. Reiteramos que la enunciación de causales es no taxativa y pueden generarse actos reprochables conexos con ellos, o casos especiales.
IX.7. Con clusiones sobre los nuevos códigos de
ética o conducta En función de lo expresado, podemos establecer las siguientes pautas iniciales en vinculación con los códigos de conducta: a. Los códigos de conducta o de ética empresaria son parte de las estipulaciones contenidas en el contrato individual de trabajo y están incluidos entre los deberes y derechos de las partes contemplados en la legislación vigente. b. La carga probatoria de la existencia y contenido del código de conducta incumbe al empleador; por ende, debe suscribirse por escrito en doble ejemplar, con la firma de las partes del contrato de trabajo. c. El contenido y reglas previstas en la legislación del código de conducta no pueden colisionar con las normas de orden público del derecho del trabajo, en especial con las normas constitucionales, las de rangos constitucional como los tratados internacionales sobre derechos humanos y las de rango supralegal, junto con la legislación de fondo, los estatutos especiales y los convenios colectivos de trabajo. d. Las normas del código de conducta que resulten fronterizas con principios generales y los recursos técnico-legales del derecho del trabajo, deberán ser apreciadas en el marco de los objetivos comunes, la buena fe y el respeto por los derechos de los trabajadores. e. El deber de observar y hacer observar las normas del código de conducta, junto con los principios de fidelidad, buena fe y colaboración, imponen el deber de denunciar las irregularidades o violaciones a éste, sobre todo cuando ellas son consideradas faltas graves. f. En su caso, la denuncia se puede limitar a poner en conocimiento del superior la irregularidad para que se investigue o para que se elabore el sumario.