Antecedentes de la historia de la reproducción asistida.

La reproducción empezó permitiendo la creación de nuevos organismos,

volviéndose una característica común de todas las formas de vida conocidas.

En este sentido la reproducción de la especie humana es vital en todo orden

social. No sólo satisface la necesidad socio-cultural de perpetuar la especie sino
también necesidades biológicas y psicológicas del individuo: es decir su instinto
natural de subsistencia.

El desarrollo de la reproducción sexual se da desde el inicio ya que muchos

grupos de organismos, en especial la mayoría de animales y plantas se
reproducen sexualmente al igual que los seres humanos. La reproducción o la
multiplicación del ser humano es la forma en la que la especie asegura la
continuidad de su especie y evitar la extinción.

Teóricamente la reproducción humana es igual que en los animales sin embargo,

ella no es instintiva esta es gobernada por los sentimientos, lo que implica el
amor en la pareja, un acto voluntario y de una responsabilidad frente a la llegada
de un hijo.

La reproducción humana dio el paso a la procreación de otros seres por medio

de la unión de dos materiales genéticos parecidos, que al unirse forman un nuevo
organismo descendiente de ambos.

El hombre es probablemente el único ser con conciencia de poseer una

existencia que se inicia en un momento determinado y que está
irremediablemente limitada por la muerte, y su única posibilidad de proyectarse
más allá de su propia realidad, es a través de la reproducción.

La reproducción humana es la clase de reproducción que se da entre dos

individuos de distinto sexo (hombre y mujer).

La función natural del ser humano es reproducirse, pero en ocasiones esto no

puede llevarse a cabo por problemas como la infertilidad, afecciones variadas o
el simple hecho del paso de la edad, o tener diferente orientación sexual. El éxito
de una fecundación depende de la acción coordinada de las hormonas, junto con
sistemas como el nervioso y el reproductivo.
La fecundación es el primer proceso de la reproducción humana. Para que se
produzca la fecundación, un espermatozoide tiene que entrar en contacto con un
óvulo. Durante el acto sexual o coito.

existen cuatro eventos de la fecundación que son constantes en todas ellas:

a. El primer contacto y reconocimiento entre el óvulo y el espermatozoide,

es de gran importancia para asegurar que los gametos sean de la misma
especie.
b. La regulación de la interacción entre el espermatozoide y el gameto
femenino. Esto puede lograrse permitiendo que sólo un espermatozoide
entre en el óvulo, lo que impedirá el ingreso de otros.
c. La fusión del material genético proveniente de ambos gametos.
d. La formación del cigoto y el inicio de su desarrollo.

En este sentido la reproducción de la especie humana es vital todo orden social.

No sólo satisface la necesidad socio-cultural de perpetuar la especie sino
también necesidades biológicas y psicológicas del individuo: su instinto natural y
de subsistencia.

Desde tiempos inmemorables, el hombre ha procreado a otros de su misma

especie por procesos naturales biológicos, sin embargo ahora va producir
técnicas artificiales para la vida humana, que buscan poder conseguir una
fecundación que se acerque a la natural.

La reproducción sexual ofrece el beneficio de producir transformaciones

genéticas entre los descendientes, lo cual aumenta las oportunidades de
sobrevivir en la población.

Reproducción Artificial o Asistida

Son todos los métodos o técnicas que el ser humano ha empleado con la
finalidad de concebir un nuevo ser. Se utilizan procedimientos artificiales y no
elementos artificiales, pues lo que se busca es la conjunción del espermatozoide
masculino con el ovulo femenino de una manera distinta al acto sexual. La
reproducción asistida se ha convertido en un tratamiento para reducir o
contrarrestar la infertilidad, ya que busca imitar o sustituir el proceso natural de
reproducción del ser humano.

Abriendo no solo las posibilidades para mujeres y hombre infértiles sino también
para homosexuales que desean procrear; puede otorgar alternativas artificiales
para vencer la esterilidad y permitir así el ejercicio de la libertad de concebir.Y
esta fecundación artificial al igual que la natural se realiza dentro del cuerpo de
la mujer que desea ser madre o mujer que esta prestando su vientre para otra
pareja.

La inseminación artificial es una de las técnicas usadas por la medicina

reproductiva cuando existe un problema de fertilidad, que consiste en la
colocación de una muestra de semen; previamente prepara en el laboratorio, en
el interior del útero de la mujer con el fin de intensificar el potencial de los
espermatozoides y las probabilidades de fecundación del óvulo de esta manera
se corta la distancia que separa al espermatozoide del ovulo a si facilitando el
encuentro entre ambos proliferando las posibilidades de conseguir el tan
deseado embarazo.

Las probabilidades de éxito varían dependiendo del numero de ciclos al que se

somete la mujer pero también a la procedencia del semen. En un ciclo la tasa de
embarazo para mujeres menores de 35 años se sitúa ente un 13 y 25 % sí el
semen proviene de la pareja; en el caso de un donante esta cifra sube entre un
18 y 29 % de éxito

Al crecer el numero de ciclos las posibilidades aumentan significativamente tras

cuatro ciclos de inseminación la tasa de embarazo, procedente a la inseminación
de pareja, se sitúa ente 50 y 60 % mientras que la inseminación procedente de
un donante de sitúa entre 60 y 70%.

Dentro de la Inseminación se encuentran dos tipos de fecundación:

Fecundación heteróloga: Esta se da cuando los gametos pertenecen a un

hombre o una mujer diferente a los esposos; estos donantes renuncian toda su
responsabilidad y tienen que ocultar su identidad como padres.

Fecundación homóloga: La fecundación homóloga se realiza con la esperma de

la pareja conyugal, esta suele ser la más común y más viable para matrimonios
heterosexuales.