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Introducción
Desde las acciones más simples que comienzan a realizar los niños, como botar
una pelota, correr o montar en bicicleta, hasta los gestos técnicos más específicos
que realizan los deportistas de alta competición, todas son fruto de un proceso de
adquisición de habilidades. Si bien los distintos niveles de dificultad y las distintas
actividades que se realizan dan lugar a un excelso abanico de tareas, diversas
tanto cuantitativa como cualitativamente, cualquiera de ellas es fruto del
aprendizaje que el sujeto realiza para tener el poder sobre la motricidad de su
propio cuerpo.
2. Conceptos clave
A continuación se repasan algunos elementos determinantes del aprendizaje
motor, utilizados frecuentemente en las disquisiciones sobre el tema y que
conviene definir:
3. Métodos de investigación
Las medidas más usadas para evaluar el rendimiento dentro de cada uno de
estos modelos son las siguientes:
1. Corteza cerebral
La corteza motora secundaria elabora los planes de acción que establecen las
secuencias de movimientos a seguir. Consta de dos partes: la corteza premotora,
que participa en la programación de los movimientos inducidos por estímulos
externos (no obstante sus funciones exactas no se conocen); y el área motora
suplementaria, que realiza una integración sensoriomotora para contribuir a la
programación y coordinación de movimientos complejos.
Por su parte, la corteza motora primaria recibe las proyecciones de las áreas
premotoras y de la corteza somatosensorial primaria. Establece las órdenes
motoras de cómo y cuándo se han de mover los músculos, regulando la fuerza
mediante un código temporal, que es la tasa de disparo de sus neuronas.
2. Sistemas descendentes
Los sistemas descendentes son el nexo de unión de los centros corticales y del
troncoencéfalo con las motoneuronas, que ocupan el nivel inferior en la jerarquía
global. La denominación de cada uno de los grandes grupos indica su posición a la
hora de recorrer la médula espinal. Así, se pueden encontrar vías laterales y
mediales. Además de estos existe el tracto corticobulbar, cuyo recorrido finaliza en
el troncoencéfalo.
Aquí destaca la vía corticoespinal ventral, que controla los movimientos del
cuello, del tronco y de las zonas próximas a las extremidades. Interviene de
manera determinante en el mantenimiento de la postura corporal, y en las
distintas formas de locomoción.
3.1. El cerebelo
Se ocupa del control de diversos parámetros motores: el inicio de la acción, su
terminación, dirección y velocidad. También tiene funciones importantes en la
coordinación y sincronización de movimientos, tal y como se ha podido estudiar en
sus diversas enfermedades degenerativas. Su acción se realiza sobre la corteza y
el troncoencéfalo, modulando y corrigiendo constantemente la ejecución.
4. Sistemas propioceptores
Los sistemas propioceptores están constituidos por una serie de órganos que
captan información sobre el estado de los músculos, la posición de los miembros y
las instrucciones dictadas por los centros motores. Este conjunto de señales
constituyen la propiocepción, que es un elemento clave para la elaboración de la
retroalimentación sensorial. Gracias a esta, el sujeto obtiene datos sobre el estado
de su propio cuerpo durante la acción, que le permite un mejor control y la
posibilidad de corregir la respuesta. Los dos tipos conocidos son el huso muscular
y los órganos tendinosos de Golgi.
El huso muscular es una estructura cilíndrica que envuelve a los músculos y está
compuesta por dos tipos de receptores sensoriales, primarios y secundarios, cuya
actividad se alterna durante el desarrollo de la respuesta motriz. El huso muscular
se deforma con el estiramiento muscular, siendo sus conexiones excitadas en
función de la tasa de cambio de la longitud muscular y de la fuerza que el músculo
ha de ejercer.
1. Fases
Desde mediados del siglo XX, conforme avanzaba el estudio del aprendizaje
motor, la mayoría de investigadores creyeron hallar en su desarrollo la presencia
de fases identificables comunes a todos los casos. En efecto, el progreso que
diversos sujetos experimentan durante el aprendizaje de diferentes tareas parece
ajustarse a un patrón de estadios definidos. Varios fueron los intentos de elaborar
un modelo con el mejor ajuste a todas las posibles secuencias de aprendizaje.
Fitts y Posner (Fits & Posner, 1967) proponen un modelo de tres fases, que
pese a plantearse como cualitativamente distintas, deberán entenderse dentro de
un continuo en el aprendizaje. La primera de ellas es el estadio cognitivo, en la
que el sujeto se encuentra con un exceso de tareas a coordinar. La primera
pregunta a la que deberá responderse es: ¿Qué y cómo hay que hacer? A partir de
ahí, se buscará la organización de cómo hay que realizar los componentes
principales, que será adquirida mediante las instrucciones recibidas y el propio
aprendizaje por ensayo-error. En este estadio el procesamiento se da a nivel
consciente, para así crear las reglas de actuación necesarias. Suelen estar
presentes los denominados estímulos de apoyo (como podrían ser las pequeñas
ruedas de apoyo lateral en una bicicleta), que reducen el número de aspectos a
controlar, y que se retiran gradualmente conforme aumenta la competencia del
individuo. Cuando finaliza este estadio la actividad se realiza, pero de manera
tosca.
2. La transferencia
2. Antecedentes
Ya a principios del siglo XX, Thorndike prueba la mejora que supone conocer los
resultados, en base a lo cual plantea su "Ley del ejercicio". Según esta, el ejercicio
sólo produce aprendizaje si se logra un efecto satisfactorio. Se trata de un enfoque
claramente mecanicista, precursor del conductismo y sus teorías sobre el
condicionamiento. Más tarde, en 1932, Throwbridge y Cason apoyan a Thorndike,
pero matizan que para lograr una mejora sustancial es necesario que la
información sobre los resultados de la conducta sea cuantitativa, abriendo una
puerta a lo que en un futuro serían los enfoques cognitivos. Ese mismo año Edwin
Tolman propondría la distinción entre aprendizaje y ejecución, dando a entender
que el primer concepto debería referirse a los mecanismos internos que originan
una determinada ejecución.
3. Teorías clásicas
Para lograr una mejora en la ejecución, el sujeto habrá de establecer una regla
de relación entre los resultados y los parámetros de respuesta. Esta formaría lo
que Schmidt denominó esquemas motores. Por definición, los esquemas parten de
una población de objetos, y consisten en un conjunto de reglas que sirven como
instrucciones para producir un prototipo de la población. Schmidt considera que
existen dos tipos de esquemas: el de recuerdo, que pone en relación las
especificaciones de respuesta con el resto de fuentes de información; y el de
reconocimiento, que hace lo mismo con las consecuencias sensoriales.
Son abundantes los apoyos empíricos recibidos por la teoría de Schmidt. Para
comenzar están las, así denominadas por él mismo, evidencias anecdóticas, como
el hecho de que una persona siempre escriba con el mismo trazo, ya lo haga con
la mano o con la boca. Las pruebas de electromiografía señalan diversos puntos,
como el expuesto anteriormente de que las acciones rápidas no pueden ser
modificadas en sus primeros 200 ms; o que los movimientos de flexión del codo
siguen el mismo patrón aunque la extremidad se bloquee (Wadman et al., 1979);
por último, el patrón temporal de un sujeto para la ejecución de un movimiento es
invariable (Heuer, 1991). En relación a los esquemas, las características del
recuerdo se comprueban con las experiencias que confirman que la variabilidad del
entrenamiento mejora la respuesta; el de reconocimiento se confirma al
comprobar que la variabilidad de la práctica aumenta la precisión en la estimación
al retirar la retroalimentación.
3.2.3. Insuficiencias
4.1. Introducción
En base a estas aportaciones de las ciencias físicas, han sido varios los autores
que han tratado de buscar aplicaciones a la explicación de fenómenos biológicos o
fisiológicos. El primer antecedente que se puede señalar es el ruso Nikolai
Bernstein (1896-1966), fisiólogo ruso que realizó sus estudios a la sombra del
legado de Paulov, si bien sus propuestas no iban precisamente en la misma senda
que las del Premio Nobel. Mientras, como es sabido, este último realizaba un
estudio del sistema nervioso tomando el reflejo fisiológico como unidad de análisis,
Bernstein consideraba que se debía partir de la organización autónoma del SN,
describiendo los patrones de cambio global que en él se manifiestan. Suya es
inicialmente la propuesta de la existencia de grupos de elementos corporales con
función específica que se organizan en sinergias. Otros, como el inglés Alan
Turing, famoso por su máquina precursora de la informática actual, también se
acercaron en sus escritos a esta perspectiva.
5. Valoración
Existen además ciertos aspectos del aprendizaje motor que no han sido
abordados por ninguna teoría. Por ejemplo, la demostración de que la influencia
de cada repetición en la práctica sobre el aprendizaje no es la misma pone de
relieve que es necesario enfocar la experimentación sobre el esfuerzo cognitivo
que realiza el sujeto (Sherwood y Lee, 2003).
Bibliografía
Gentile, A.M., Higgins, J.R., Miller, E.A. y Rosen, B.M. (1975). The structure
of motor tasks. Mouvement, 7, 11-28.
Schmidt, R.A. (2003). Motor Schema Theory After 27 Years: Reflections and
Implications for a New Theory. Research Quarterly for Exercise and Sport,
74, 4, 366-375.
Sherwood, D.E. y Lee, T.D. (2003). Schema Theory: Critical Review and
Implications for the Role of Cognition in a New Theory of Motor
Learning. Research Quarterly for Exercise and Sport, 74, 4, 376-382.
Introducción
Desde las acciones más simples que comienzan a realizar los niños, como botar
una pelota, correr o montar en bicicleta, hasta los gestos técnicos más específicos
que realizan los deportistas de alta competición, todas son fruto de un proceso de
adquisición de habilidades. Si bien los distintos niveles de dificultad y las distintas
actividades que se realizan dan lugar a un excelso abanico de tareas, diversas
tanto cuantitativa como cualitativamente, cualquiera de ellas es fruto del
aprendizaje que el sujeto realiza para tener el poder sobre la motricidad de su
propio cuerpo.
2. Conceptos clave
A continuación se repasan algunos elementos determinantes del aprendizaje
motor, utilizados frecuentemente en las disquisiciones sobre el tema y que
conviene definir:
3. Métodos de investigación
Las medidas más usadas para evaluar el rendimiento dentro de cada uno de
estos modelos son las siguientes:
1. Corteza cerebral
La corteza motora secundaria elabora los planes de acción que establecen las
secuencias de movimientos a seguir. Consta de dos partes: la corteza premotora,
que participa en la programación de los movimientos inducidos por estímulos
externos (no obstante sus funciones exactas no se conocen); y el área motora
suplementaria, que realiza una integración sensoriomotora para contribuir a la
programación y coordinación de movimientos complejos.
Por su parte, la corteza motora primaria recibe las proyecciones de las áreas
premotoras y de la corteza somatosensorial primaria. Establece las órdenes
motoras de cómo y cuándo se han de mover los músculos, regulando la fuerza
mediante un código temporal, que es la tasa de disparo de sus neuronas.
2. Sistemas descendentes
Los sistemas descendentes son el nexo de unión de los centros corticales y del
troncoencéfalo con las motoneuronas, que ocupan el nivel inferior en la jerarquía
global. La denominación de cada uno de los grandes grupos indica su posición a la
hora de recorrer la médula espinal. Así, se pueden encontrar vías laterales y
mediales. Además de estos existe el tracto corticobulbar, cuyo recorrido finaliza en
el troncoencéfalo.
Aquí destaca la vía corticoespinal ventral, que controla los movimientos del
cuello, del tronco y de las zonas próximas a las extremidades. Interviene de
manera determinante en el mantenimiento de la postura corporal, y en las
distintas formas de locomoción.
3.1. El cerebelo
Se ocupa del control de diversos parámetros motores: el inicio de la acción, su
terminación, dirección y velocidad. También tiene funciones importantes en la
coordinación y sincronización de movimientos, tal y como se ha podido estudiar en
sus diversas enfermedades degenerativas. Su acción se realiza sobre la corteza y
el troncoencéfalo, modulando y corrigiendo constantemente la ejecución.
4. Sistemas propioceptores
Los sistemas propioceptores están constituidos por una serie de órganos que
captan información sobre el estado de los músculos, la posición de los miembros y
las instrucciones dictadas por los centros motores. Este conjunto de señales
constituyen la propiocepción, que es un elemento clave para la elaboración de la
retroalimentación sensorial. Gracias a esta, el sujeto obtiene datos sobre el estado
de su propio cuerpo durante la acción, que le permite un mejor control y la
posibilidad de corregir la respuesta. Los dos tipos conocidos son el huso muscular
y los órganos tendinosos de Golgi.
El huso muscular es una estructura cilíndrica que envuelve a los músculos y está
compuesta por dos tipos de receptores sensoriales, primarios y secundarios, cuya
actividad se alterna durante el desarrollo de la respuesta motriz. El huso muscular
se deforma con el estiramiento muscular, siendo sus conexiones excitadas en
función de la tasa de cambio de la longitud muscular y de la fuerza que el músculo
ha de ejercer.
1. Fases
Desde mediados del siglo XX, conforme avanzaba el estudio del aprendizaje
motor, la mayoría de investigadores creyeron hallar en su desarrollo la presencia
de fases identificables comunes a todos los casos. En efecto, el progreso que
diversos sujetos experimentan durante el aprendizaje de diferentes tareas parece
ajustarse a un patrón de estadios definidos. Varios fueron los intentos de elaborar
un modelo con el mejor ajuste a todas las posibles secuencias de aprendizaje.
Fitts y Posner (Fits & Posner, 1967) proponen un modelo de tres fases, que
pese a plantearse como cualitativamente distintas, deberán entenderse dentro de
un continuo en el aprendizaje. La primera de ellas es el estadio cognitivo, en la
que el sujeto se encuentra con un exceso de tareas a coordinar. La primera
pregunta a la que deberá responderse es: ¿Qué y cómo hay que hacer? A partir de
ahí, se buscará la organización de cómo hay que realizar los componentes
principales, que será adquirida mediante las instrucciones recibidas y el propio
aprendizaje por ensayo-error. En este estadio el procesamiento se da a nivel
consciente, para así crear las reglas de actuación necesarias. Suelen estar
presentes los denominados estímulos de apoyo (como podrían ser las pequeñas
ruedas de apoyo lateral en una bicicleta), que reducen el número de aspectos a
controlar, y que se retiran gradualmente conforme aumenta la competencia del
individuo. Cuando finaliza este estadio la actividad se realiza, pero de manera
tosca.
2. La transferencia
2. Antecedentes
Ya a principios del siglo XX, Thorndike prueba la mejora que supone conocer los
resultados, en base a lo cual plantea su "Ley del ejercicio". Según esta, el ejercicio
sólo produce aprendizaje si se logra un efecto satisfactorio. Se trata de un enfoque
claramente mecanicista, precursor del conductismo y sus teorías sobre el
condicionamiento. Más tarde, en 1932, Throwbridge y Cason apoyan a Thorndike,
pero matizan que para lograr una mejora sustancial es necesario que la
información sobre los resultados de la conducta sea cuantitativa, abriendo una
puerta a lo que en un futuro serían los enfoques cognitivos. Ese mismo año Edwin
Tolman propondría la distinción entre aprendizaje y ejecución, dando a entender
que el primer concepto debería referirse a los mecanismos internos que originan
una determinada ejecución.
3. Teorías clásicas
Para lograr una mejora en la ejecución, el sujeto habrá de establecer una regla
de relación entre los resultados y los parámetros de respuesta. Esta formaría lo
que Schmidt denominó esquemas motores. Por definición, los esquemas parten de
una población de objetos, y consisten en un conjunto de reglas que sirven como
instrucciones para producir un prototipo de la población. Schmidt considera que
existen dos tipos de esquemas: el de recuerdo, que pone en relación las
especificaciones de respuesta con el resto de fuentes de información; y el de
reconocimiento, que hace lo mismo con las consecuencias sensoriales.
Son abundantes los apoyos empíricos recibidos por la teoría de Schmidt. Para
comenzar están las, así denominadas por él mismo, evidencias anecdóticas, como
el hecho de que una persona siempre escriba con el mismo trazo, ya lo haga con
la mano o con la boca. Las pruebas de electromiografía señalan diversos puntos,
como el expuesto anteriormente de que las acciones rápidas no pueden ser
modificadas en sus primeros 200 ms; o que los movimientos de flexión del codo
siguen el mismo patrón aunque la extremidad se bloquee (Wadman et al., 1979);
por último, el patrón temporal de un sujeto para la ejecución de un movimiento es
invariable (Heuer, 1991). En relación a los esquemas, las características del
recuerdo se comprueban con las experiencias que confirman que la variabilidad del
entrenamiento mejora la respuesta; el de reconocimiento se confirma al
comprobar que la variabilidad de la práctica aumenta la precisión en la estimación
al retirar la retroalimentación.
3.2.3. Insuficiencias
4.1. Introducción
En base a estas aportaciones de las ciencias físicas, han sido varios los autores
que han tratado de buscar aplicaciones a la explicación de fenómenos biológicos o
fisiológicos. El primer antecedente que se puede señalar es el ruso Nikolai
Bernstein (1896-1966), fisiólogo ruso que realizó sus estudios a la sombra del
legado de Paulov, si bien sus propuestas no iban precisamente en la misma senda
que las del Premio Nobel. Mientras, como es sabido, este último realizaba un
estudio del sistema nervioso tomando el reflejo fisiológico como unidad de análisis,
Bernstein consideraba que se debía partir de la organización autónoma del SN,
describiendo los patrones de cambio global que en él se manifiestan. Suya es
inicialmente la propuesta de la existencia de grupos de elementos corporales con
función específica que se organizan en sinergias. Otros, como el inglés Alan
Turing, famoso por su máquina precursora de la informática actual, también se
acercaron en sus escritos a esta perspectiva.
5. Valoración
Existen además ciertos aspectos del aprendizaje motor que no han sido
abordados por ninguna teoría. Por ejemplo, la demostración de que la influencia
de cada repetición en la práctica sobre el aprendizaje no es la misma pone de
relieve que es necesario enfocar la experimentación sobre el esfuerzo cognitivo
que realiza el sujeto (Sherwood y Lee, 2003).
Bibliografía
Gentile, A.M., Higgins, J.R., Miller, E.A. y Rosen, B.M. (1975). The structure
of motor tasks. Mouvement, 7, 11-28.
Schmidt, R.A. (2003). Motor Schema Theory After 27 Years: Reflections and
Implications for a New Theory. Research Quarterly for Exercise and Sport,
74, 4, 366-375.
Sherwood, D.E. y Lee, T.D. (2003). Schema Theory: Critical Review and
Implications for the Role of Cognition in a New Theory of Motor
Learning. Research Quarterly for Exercise and Sport, 74, 4, 376-382.
El aprendizaje motor
La conducta del hombre se modifica y adapta normalmente por medio del entrenamiento y la
experiencia; esta regla útil para todo tipo de aprendizaje en general, lo es también para la
Educación Física, la cual toma los esquemas y principios que la Psicología establece como modelos
explicativos de los procesos de aprendizaje.
En el fondo en todas las teorías psicológicas que explican el aprendizaje motor subyace el
principio de que de que todo aprendizaje se cumple en tres fases:
1) Un estímulo, 2) que activa un proceso neurofisiológico, 3) que genera una conducta y/o
respuesta.
El concepto de Habilidad Motriz Básica en Educación Física viene a considerar toda una serie de
acciones motrices que aparecen de modo filogenético en la evolución humana, tales como marchar,
correr, girar, saltar, lanzar, recepcionar. Estas habilidades básicas encuentran un soporte para su
desarrollo en las habilidades perceptivas, las cuales están presentes desde el momento del
nacimiento al mismo tiempo que evolucionan conjunta y yuxtapuestamente.
Por habilidades motrices básicas entendemos aquellos actos motores que se, llevan a cabo de
forma natural y que constituyen la estructura sensomotora básica, soporte del resto de las acciones
motrices que el ser humano desarrolle.
Para Guthrie la habilidad motriz es definida como “la capacidad, adquirida por aprendizaje, de
producir resultados previstos con el máximo de certeza y, frecuentemente, con el mínimo dispendio
de tiempo, de energía o de ambas”
Como hemos dicho anteriormente, el término destreza motriz está muy relacionado con el de
habilidad, llegando numerosos autores a identificarlos y a emplear como norma el de habilidades y
destrezas
Podríamos decir que la destreza es parte de la habilidad motriz en cuanto que ésta se constituye
en un concepto más generalizado, restringiéndose aquella a las actividades motrices en que se
precisa la manipulación o el manejo de objetos.
De acuerdo Sánchez Bañuelos, entendemos por tarea motriz “el acto específico que se va a
realizar para desarrollar y poner de manifiesto determinada habilidad, ya sea perceptiva o
motórica”.
Así pues, al hablar de tarea motriz nos estamos refiriendo a una actividad motriz determinada
que de forma obligada ha de realizarse. El conjunto de tareas motrices a enseñar constituyen los
contenidos a desarrollar por la Educación Física en el ámbito escolar.
Según el modelo de Marteniuk, tal y como vimos en el apartado anterior, la ejecución motriz
está basada fundamentalmente en tres mecanismos, los cuales han de ser tenidos en cuenta por
parte del profesor en el tratamiento didáctico de la enseñanza de las tareas motrices:
Mecanismo perceptivo.
Mecanismo de decisión.
Las características particulares que hacen que una habilidad motriz sea básica son:
Siguiendo a Godfrey y Kephart podemos agrupar los movimientos básicos en dos categorías
(Sánchez Bañuelos, 1.986):
Movimientos que implican fundamental mente el manejo del propio cuerpo. Se encuentran
presentes en tareas de locomoción (andar, correr, etc.) tareas relacionadas con el equilibrio
postural básico (estar de pie o sentado).
Algunos autores coinciden en considerar las Habilidades Motrices Básicas, englobando todas las
acciones posibles en tres apartados o áreas concretas (Ruíz Pérez, 1987):
Según Sánchez Bañuelos, el desarrollo de las habilidades motrices se lleva a cabo en los niños
siguiendo las siguientes fases:
Desarrollo de capacidades perceptivas tanto del propio cuerpo como a nivel espacial y
temporal.
Se da una iniciación a las habilidades y tareas específicas que tienen un carácter lúdico-
deportivo y se refieren a actividades deportivas o actividades expresivas.
Se inician habilidades específicas de cada deporte y técnicas para mejorar los gestos.
4ª fase (14-17)
Si analizamos todas las habilidades y destrezas motrices vemos que en todas ellas están
presentes la Coordinación, en sus diferentes aspectos, así como el Equilibrio; por lo que podemos
establecer la siguiente clasificación de habilidades motrices básicas:
Coordinación Dinámica General: sirve de base a todos los movimientos. Se manifiesta
sobre todo en desplazamientos, giros y salto.
Todos ellos constituyen aspectos a ser desarrollados entre los 6 y los 12 años, período
comprendido entre la adquisición y desarrollo en el alumnado de las habilidades perceptivo-motoras
y el desarrollo pleno del esquema corporal. Será labor del profesor ir introduciendo dichas
habilidades y sus combinaciones (modalidades de desplazamientos con saltos o giros, etc.) en un
orden jerárquicamente lógico de adaptación física del niño.
Como hemos visto la coordinación se nos presenta como un concepto complejo, multifactorial,
implicado de manera constante en el movimiento humano, puesto que, por sencillo que
funcionalmente y estructuralmente éste sea, siempre entramos en el dominio de las coordinaciones.
La precisión en la ejecución.
Aproximadamente hacia el primer año de edad el niño es capaz de mantenerse de pie; hacia
los 2 años aumenta progresivamente la posibilidad de mantenerse brevemente sobre un apoyo,
pudiendo permanecer hacia el tercer año sobre un pie entre 3 y 4 segundos y marchar sobre una
línea recta pintada en el suelo. El equilibrio, tanto estático como dinámico, alcanza una gran
madurez hacia los 5 años, pero no será hasta la edad de 7 años en que ya se completa con la
posibilidad de permanecer en equilibrio con los ojos cerrados (Cratty, 1982).
Su desarrollo está relacionado, por un lado, con factores de tipo psicomotor tales como la
coordinación, fuerza, flexibilidad, etc.; y por otro, con aspectos funcionales tales como la base, la
altura del centro de gravedad, el número de apoyos, la elevación sobre el suelo, dinamismo del
ejercicio, etc., presentes a la hora de la de las tareas físicas.
Estático. Consiste en asumir una postura (Ej.: hacer el pino, yoga, etc.) y mantenerla
durante cierto tiempo.
Cinestésico. Relacionado con los propios receptores del músculo. Ayuda en la regulación del
tono y percepción de la fuerza. presión, etc.
EL APRENDIZAJE MOTOR
1º GENERALIDADES
Es muy importante que sepamos diferenciar, analizar las diferentes tareas que
podemos proponer a nuestros alumnos. Hay muchas formas de analizar nuestras
tareas motrices:
. regulación externa que no podemos regular sobre la marcha. Ejem: tirar un dardo
. continuos correr
. seriados carrera de 100m vallas
. feedback menor o interno botar un balón, no hay una consecuencia que nos da
una información sino que la información la obtenemos de las sensaciones
producidas en nuestro organismo.
Según J.P. FAMAUSE se pueden clasificar las tareas motrices, dentro del ámbito
educativo, en función de tres dimensiones determinadas:
en función de los objetivos que pueden ser claros o pueden ser específicos.
Modelos de aprendizaje
Modelo conductual
Muchas teorías se han construido en torno a estas ideas como la teoría cibernética
( Wiener) y la teoría del circuito cerrado (Adams).
Mecanismo de percepcion
Este mecanismo lo que hace es identificar e integrar los datos sensoriales que
proceden del entorno y tambien del propio sujeto, es evidente que este mecanismo
tendra una mayor o menor dificultad en funcion de las caracteristicas de la tarea
motriz, es decir, las tareas motices que nosotros pongamos a nuestros alumnos le
van a resultar mas o menos dificiles en funcion de este mecanismo de percepcion.
Mecanismo de decisión
Hace referencia al proceso de decisión interno que tiene lugar antes de ejecutar
cualquier tarea motora, proceso que no siempre es consciente y que
fundamentalmente en él se plantea cual es el problema y las posibles soluciones al
mismo problema.
Nuestro alumno debe entender cual es el problema que le planteamos y para que
sea posible es necesario que tenga la suficiente capacidad, pero también es
necesario que nuestro planteamiento sea el adecuado sobre todo realizando los
términos y recursos adecuados.
La complejidad de las tareas motrices va atener mucho que ver con la dificultad
que entraña el mecanismo de decisión.
Mecanismo de ejecución
Hasta hace poco los profesores solo tenían en cuenta este mecanismo. No solo
podemos fijarnos en la dificultad de ejecución sino en la dificultad de percepción y
decisión.
Medios a utilizar:
La orientación oral debemos saber que tenemos que decir. Es bueno al comienzo
de una actividad explicar el objetivo general y luego ir haciendo puntuaciones
orales. Hay que tener cuidado con las exageraciones que solemos tender
especialmente si los niños son muy pequeños.
Para que una persona pueda conseguir sus objetivos necesita estar informada de lo
que hace. Juega un papel muy importante el feedback o retroalimentacion.
El hecho de que cada alumno tenga su propio feedback sensorial no nos garantiza
que evalúe de forma correcta sus ejecuciones de ahí que sea necesario que haya
un feedback externo o aumentado.
¿ Cuánto feedback tenemos que dar los profesores? En los primeros momentos no
mucha porque perjudica el aprendizaje. A medida que aumenta la habilidad debe
aumentar la precisión de nuestro feedback.
También parece demostrado que es bueno cierta rapidez mientras esta fresca la
huella en la memoria de la ejecución.
Otro aspecto es con que frecuencia hay que dar el feedback. No es necesario darlo
tras cada ensayo, es mejor pasar 3 o 4 ensayos y después informar. De esta
manera conseguimos no sobrecargar de información y así vamos a facilitar que el
alumno desarrolle sus propias estrategias de acción.
Motivación
Los primeros consideran que pueden alcanzar los objetivos marcados y eliminar
cualquier error, son alumnos que despliegan mayor esfuerzo, se concentran mas
en la practica, buscan estrategias más eficientes y en general atribuyen sus fallos
a la falta de esfuerzo, a la mala suerte, a una estrategia inadecuada pero jamas a
ellos mismos.
Los segundos son alumnos que tienen una percepción mas negativa de sus propias
acciones, se consideran incapaces de controlar sus resultados, se perciben a sí
mismos con poca aptitud y casi siempre piensan que su error es inevitable e
insuperable. Despliegan poco esfuerzo, dedican poco tiempo a la practica y lo
ultimo es el abandono.
No podemos decir que cada uno de los alumnos pertenezca a una de las dos
tipologías.
¿Que podemos hacer? Es evidente que a estos últimos alumnos tenemos que
facilitarles un aprendizaje que favorezca su éxito lo que les ira dando confianza,
seguridad y contribuiríamos a mejorar su autoconcepto (autoestima)
Personalidad del profesor la capacidad de empatizar con los alumnos como por
otro lado el carácter que algunos tienen de oposición va a ser un elemento
importantisimo en la motivación.
Nivel de activación de los sujetos extremo este que ha sido muy investigado. SAGE
(1984) Y EYSENCK (1965)
Para tareas muy difíciles o muy complejas la curva de rendimiento optimo se sitúa
en unos niveles de ansiedad muy bajos.
Realizando actividades que resulten agradables para el sujeto, esto es mas cierto
cuanto menos edad tienen los sujetos. El castigo en algunas situaciones es
motivante, pero con muchos sujetos el castigo no sirve, solo sirve para producir un
efecto indeseado. En muchos casos los docentes no lo utilizan para ayudar al
alumno sino como frustración de sus problemas. Con el castigo muchas veces
reforzamos positivamente al alumno y entonces una consecuencia positiva tiende
a repetir esa conducta positiva. Con los alumnos normales el castigo en publico no
es deseable porque incidimos negativamente en la formación del autoconcepto del
alumno. Si de pequeños les castigamos con tareas físicas, psicológicamente va a
tener una idea negativa del ejercicio físico.
Con las clases de Educación Física (2 o 3) no hay tiempo suficiente para generar la
producción de la supercompensacion, por lo tanto, es superficial y casi inexistente.
Conclusión practica muchas veces no conviene insistir en una misma tarea sino
que es mejor dejar descansar al sujeto que insistir en la misma piedra.
Velocidad y precisión
Los estudios realizados no obtienen conclusiones sobre este tema. En realidad para
unos caos es mejor una y para otros otro. El aprendizaje global es el mas adecuado
y el fraccionado se debe emplear cuando se trata de un aprendizaje muy complejo
o cuando encontramos un alumno con problemas. En el medio educativo lo mejor
es hacer aprendizaje global y a continuación si comprobamos errores generalizados
podemos pasar a fraccionar.
Análisis secuencial hacer partes, practicarlas por separado pero por orden y al final
se juntan.
3. 1 La edad
Es un factor decisivo para cualquier tipo de aprendizaje motor. Más importante que
la edad cronológica es más importante la edad fisiológica, ya que, nos indica el
nivel de maduración que tiene el sujeto. De nada sirve que intentemos enseñar al
niño unas cualidades si su maduración no se lo permite. Si pretendemos
adelantarnos a la maduración del niño conseguiremos:
Aprendizaje motor