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Planteamiento del problema

Bolívar es considerado figura incomparable dentro de la historia


hispanoamericana y mundial, su acción política y militar marca la historia
del Continente Sur desde el mar Caribe hasta la cordillera andina, desde
el Orinoco hasta el Potosí. Simón Bolívar fue un visionario. Compartía la
ideología política de los estadounidenses, es decir un gobierno federalista
y vaticinó que sería un país rico. Luchó por la integración de la Gran
Colombia pero la avaricia de sus dirigentes lo impidió. Por eso sus
pensamientos han sido importantes a lo largo de su vida política, social,
cultural entre otros, sus pensamientos han creado una conciencia dentro
de la sociedad y dentro de todas sus batallas realizadas. Uno de los
pensamientos que se ha de analizar más adelante será: “LA
EXISTENCIA ES EL PRIMER BIEN Y EL SEGUNDO EL MODO DE
EXISTIR”. Otro de los aspectos que se analizaran es el porque el rostro
antiguo de Simón Bolívar es el real y no el rostro que indican actualmente.

Para estudiar y descubrir el verdadero rostro de Bolívar, hay que


contemplar en principio que existieron a lo largo de la historia muchos
artistas, cada uno de ellos plasmo sus obras las diversas descripciones
que de Bolívar dieron aquellos que le conocieron. Ellos trataron de
moldear los rasgos físicos que de el se daban, tratando de unificar
criterios llegando a ser lo mas semejante de lo descrito de sus rasgos
fisonómicos.

Estas descripciones, sin la ayuda de los retratos del natural, no


pueden ser utilizadas por sí solas para hacernos una imagen física de
Bolívar, pero sí pueden ser utilizadas con un fin importantísimo: cotejar la
fidelidad de los rasgos existentes en sus retratos y la de éstos con la
interpretación que presentamos y con la develada por el Gobierno
Nacional.
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Las mil caras del Libertador Simón Bolívar retratadas, inventadas,


copiadas y hasta caricaturizadas en variadas iconografías, nos han
permitido conocerlo hasta con los ojos azules, catire (hijo de blanco y
mulata), de cabello liso, sin patillas, con larga cabellera recogida al estilo
cola de caballo, con y sin bigote, aunque está comprobado históricamente
que Bolívar usó bigote durante casi toda su vida adulta. Coinciden los
expertos en reconocer que el clásico cuadro del artista peruano Gil de
Castro es una de las referencias más fidedignas, de hecho, habrías sido
realizado en 1825 justamente cuando Bolívar se cortó el bigote
definitivamente en la ciudad de Potosí (Bolivia), luego de ascender a la
cima del majestuoso Cerro Rico, predisponiéndose a asistir al baile
celebrado en su honor la noche del 28 de octubre (Fiesta de San Simón)
de aquel año.

Algunas descripciones que se hicieron sobre Bolívar estando en vida


fueron de personas cercanas a él, amigos y enemigos por ejemplo.
Según José Antonio Páez, la descripción que daba era la de “un
hombre bajo de cuerpo; un metro con sesenta y siete centímetros.
Hombros angostos, piernas y brazos delgados. Rostro feo, largo y
moreno. Cejas espesas y ojos negros, románticos en la meditación y
vivaces en la acción. Pelo negro también, cortado casi al rape, con
crespos menudos. Las patillas y los bigotes se los cortó en 1.825. El labio
inferior protuberante y desdeñoso. Larga la nariz que cuelga de una frente
alta y angosta, casi sin formar ángulo. El General es todo menudo y
nervioso. Tiene la voz delgada pero vibrante. Y se mueve de un lado a
otro, con la cabeza siempre alzada y alertas las grandes orejas.”…

Según Ducoudray-Holstein (Uno de detractores de nuestro Libertador)


“El General Bolívar en su aspecto exterior, en su fisonomía, en todo su
comportamiento nada tiene de característico o imponente. Sus maneras,
su conversación, su conducta en sociedad, nada tienen de extraordinario,
nada que llamara la atención de quien no lo conociese. Al contrario, su
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aspecto exterior predispone en su contra”. “Su estatura es de cinco pies,


cuatro pulgadas; largo rostro, chupadas la mejillas; la tez, de un moreno
lívido. Los ojos son de tamaño mediano, muy hundidos. Muy poco cabello
le cubre el cráneo. Todo él es flaco y desmedrado”

Según Daniel Florencio O´Leary (En Angostura, 1.818) “Bolívar tenía


la frente alta pero no muy ancha y surcada de arrugas desde temprana
edad -indicio del pensador- Pobladas y bien formadas las cejas; los ojos
negros, vivos y penetrantes; la nariz larga y perfecta; tuvo en ella un
pequeño lobanillo que le preocupó mucho, hasta que desapareció en
1.820 dejando una señal casi imperceptible.”… “La distancia entre la nariz
a la boca era notable. Los dientes blancos, uniformes y bellísimos;
cuidábamos con esmero; las orejas grandes pero bien puestas; el pelo
negro, fino y crespo; lo llevaba largo en los años de 1.818 a 1.821 en que
empezó a encanecer y desde entonces lo usó corto.”… “Su estatura es de
cinco pies, seis pulgadas inglesas.”… “La piel morena y algo áspera.”…
“Su aspecto, cuando estaba de buen humor, era apacible, pero terrible
cuando irritado; el cambio era increíble.”… “Bolívar tenía siempre buen
apetito, pero sabía sufrir hambre como nadie.”… “Hacía mucho ejercicio.
Nunca he conocido a nadie que soportase como él las fatigas.”…

Así como unos de tantos pintores que detractaron a nuestro


Libertador, los más enigmático fueron el pintor peruano José Gil de
Castro, los perfiles del francés Francois Desiré Roulin, del italiano Antonio
Meucci, del colombiano José María Espinosa y al retrato de tres cuartos
que Don Alfredo Boulton bautizó como “El Retrato del Pintor Anónimo de
1826”.
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Objetivo General

- Analizar un pensamiento del Libertador y explicar el porque se


cree que la cara antigua de Bolívar es la que mas se acerca a la
realidad.

Objetivos Específicos

- Estudiar el momento histórico en el que Simón Bolívar expresó ese


pensamiento.
- Descifrar los motivos que le llevaron a expresar el pensamiento
- Investigar a quienes dirigía el Libertador su pensamiento.
- Establecer diferencias entre la cara actual y la cara antigua de
Bolívar.
- Formar criterios de diferencias y semejanzas en lo descrito por
aquellos que conocieron al Libertador y el rostro que muestra el
gobierno nacional.
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Justificación

Estudiar el pensamiento de Simón Bolívar radica en que sus ideas y


proceder político sintetizan el proyecto de toda una generación de criollos
independentista. De igual modo, analizar la obra de Bolívar significa
conocer los cimientos de la sociedad latinoamericana y que tiene como
valores fundamentales: el respeto a la vida, el amor y la fraternidad, la
convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad,
la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración
social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de los diferentes
grupos humanos.

En concordancia con los aspectos anteriormente mencionados, se


busca profundizar el estudio y la praxis del ideario bolivariano “LA
EXISTENCIA ES EL PRIMER BIEN Y EL SEGUNDO EL MODO DE
EXISTIR”. Sustentado en el pensamiento humanista desde una
perspectiva crítica que va desde lo individual a lo colectivo.
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Capítulo I

Pensamiento de Simón Bolívar y descripción de la cara antigua de


Simón Bolívar

“La existencia es el primer bien y el segundo el modo de existir” este


pensamiento escrito el 28 de Junio de 1825, comenta algunas
reflexiones: sobre la condición de agradecimiento del pueblo Peruano
sobre la marcha hacia el sur del General Sucre y su Ejercito de 4.000
hombres; sobre las relaciones con Europa y la convocatoria al Congreso
Peruano el 10 de Febrero de 1826.

Este pensamiento describe como los pobres indígenas se hallan en un


estado de abatimiento verdaderamente lamentable. Simón Bolívar pensó
hacer todo el bien posible: primero, por el bien de la humanidad, y
segundo, porque tienen derecho a ello, y últimamente, porque hacer bien
no cuesta nada y vale mucho. Simón Bolívar recibido cartas del general
Sucre en que le habla largamente sobre lo importante que es mandar a
Colombia 4.000 hombres del Sur. El también creyó que es útil y
conveniente mandar a Venezuela dichos 4.000 hombres, pues su
hermana, que tiene mucho talento, le escribe que Caracas está
inhabitable por las tentativas y amenazas de la pardocracia. Ella, que es
pobre, le dijo que quiere irse a los Estados Unidos. Por consiguiente, hará
Ud. muy bien en mandar al Istmo, que nosotros los mandaremos entre
septiembre y octubre. Sobre este particular escriba Ud. al Consejo de
Gobierno, residente en Lima, para que dé sus órdenes conforme a lo que
Ud. quiera. No repetiré a Ud. lo que he dicho tantas veces, que esta
división debe ponerse en un clima sano y templado para que no perezca.
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Mil veces Bolívar intento escribirle al General Francisco de P.


Santander. Sobre un negocio arduo y en nuestra federación americana no
podría subsistir si no toma Inglaterra su protección, por lo mismo seria
conveniente realizar una alianza defensiva y ofensiva, con el único
inconveniente de esta alianza seria los compromisos que les metería la
política inglesa. De ahí sale la reflexión de “la existencia es el primer bien;
y el segundo el modo de existir” si nos ligamos a la Inglaterra existiremos,
y si no nos ligamos nos perderemos infaliblemente.

A continuación la carta completa escrita por Simón Bolívar

Cuzco, 28 de junio de 1825.

Al General Francisco de P. Santander.

Mí Querido General:

Hace tres días que he llegado a esta capital, por medio de pueblos
agradecidos y contentos, de memorias, de monumentos de lo que fue
este inocente imperio antes de su destrucción por los españoles. Diré a
Ud. con ingenuidad, que si no hubiera leído las Ruinas de Palmira
siempre hubiera saboreado la memoria de las grandes cosas y de los
grandes sucesos que han precedido a la época presente. Este país fue la
obra de la naturaleza desenvuelta por las manos del hombre salvaje; pero
guiado por un instinto que se puede llamar la sabiduría de la pura
naturaleza. Este país, en sus creaciones, no ha conocido modelos; en sus
doctrinas, no ha conocido ejemplos ni maestros, de suerte, que todo es
original y todo puro como las inspiraciones que vienen de lo alto.

Los pobres indígenas se hallan en un estado de abatimiento


verdaderamente lamentable. Yo pienso hacerles todo el bien posible:
primero, por el bien de la humanidad, y segundo, porque tienen derecho a
ello, y últimamente, porque hacer bien no cuesta nada y vale mucho.
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Estando escribiendo esta carta, he recibido el adjunto decreto del


Congreso de Buenos Aires, que Ud. verá, de lo que me alegro infinito
porque es honroso para mí y útil para el arreglo de las cosas de este país.
Es muy raro lo que sucede en el Alto Perú; él quiere ser independiente y
todo el mundo lo quiere dejar con la independencia. Sucre y yo, por
nuestra parte, hemos hecho lo justo, y los dos congresos del Perú y
Buenos Aires hacen lo mismo. De todo esto estoy sumamente contento,
porque me dará facilidades para quedar bien con todo el mundo.

Pérez ya está en libertad para que pueda ser empleado por el gobierno de
Colombia como quiera; lo mismo a Heres, a quien he separado del
ministerio de gobierno para que vaya a su misión de Chile. Estos señores
me hacen mucha falta; pero el primero, por muy enfermizo, y el segundo
no es muy necesario ya en el ministerio y además quiero dejar al Consejo
de Gobierno en plena independencia peruana para que nadie tenga
cuentas conmigo, ni digan que, por influencias de los colombianos, se
cometen parcialidades nocivas al Perú.

Hoy he recibido cartas del general Sucre en que me habla largamente


sobre lo importante que es mandar a Colombia 4.000 hombres del Sur. Yo
también creo que es útil y conveniente mandar a Venezuela dichos 4.000
hombres, pues mi hermana, que tiene mucho talento, me escribe que
Caracas está inhabitable por las tentativas y amenazas de la pardocracia.
Ella, que es pobre, me dice que quiere irse a los Estados Unidos. Por
consiguiente, hará Ud. muy bien en mandar al Istmo, que nosotros los
mandaremos entre septiembre y octubre. Sobre este particular escriba
Ud. al Consejo de Gobierno, residente en Lima, para que dé sus órdenes
conforme a lo que Ud. quiera. No repetiré a Ud. lo que he dicho tantas
veces, que esta división debe ponerse en un clima sano y templado para
que no perezca.
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He convocado el Congreso del Perú para el día 10 de febrero próximo. No


pienso ir a Lima para entonces a fin de que no se diga que influyo en las
deliberaciones del congreso. Puede ser que no vaya a Lima, sino después
que haya nombrado su gobierno constitucional: entonces les diré adiós y
me iré para Colombia. Entre tanto estableceré el gobierno del Alto Perú,
del modo que me parezca mejor la salud de aquel país. Ya me han
llamado sus habitantes Padre de tres repúblicas; y esto quiere decir que
les funde una. La atención es grande y noble, no dejaré de caer en ella.

Ayer he recibido papeles de Francia y de Buenos Aires, por los cuales sé


el bello estado en que se encuentra la Europa con respecto a nosotros;
quiero decir, con respecto a la paz general. El gobierno español ha irritado
al mismo gobierno francés. Así, pues, nada hay que temer y todo que
esperar. Nosotros no tenemos más escollo que nuestro propio corazón,
que podemos reducir a juicio con los 12.000 colombianos que tengo en el
Perú. Disponga Ud. de ellos como quiera, y en su mayor parte. Los que
nos sean inútiles allá pueden ser muy útiles aquí: porque este país
necesita de algunas tropas de ocupación.

Mil veces he intentado escribir a Ud. sobre un negocio arduo, y es nuestra


federación americana no puede subsistir si no la toma bajo su protección
la Inglaterra; por lo mismo, no sé si sería muy conveniente si la
convidásemos a una alianza defensiva y ofensiva. Esta alianza no tiene
más que un inconveniente, y es el de los compromisos en que nos puede
meter la política inglesa; pero este inconveniente es eventual y quizá
remoto. Yo le opongo a este inconveniente esta reflexión: la existencia es
el primer bien; y el segundo es el modo de existir: si nos ligamos a la
Inglaterra existiremos, y si no nos ligamos nos perderemos infaliblemente.
Luego es preferible el primer caso. Mientras tanto, creceremos, nos
fortificaremos y seremos verdaderamente naciones para cuando podamos
tener compromisos nocivos con nuestra aliada. Entonces, nuestra propia
fortaleza y las relaciones que podamos formar con otras naciones
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europeas, nos pondrán fuera del alcance de nuestros tutores y aliados.


Supongamos aún que suframos por la superioridad de la Inglaterra: este
sufrimiento mismo será una prueba de que existimos, y existiendo
tendremos la esperanza de librarnos del sufrimiento. En tanto que, si
seguimos en la perniciosa soltura en que nos hallamos, nos vamos a
extinguir por nuestros propios esfuerzos en busca de una libertad
indefinida.

Observe Ud. que yo propongo este plan; que yo soy el que me ofrezco
como víctima de las oposiciones liberales y aun se dirán políticas; que yo
soy, el llamado a ser el jefe de esta federación americana, y que yo
renuncio la esperanza de una autoridad tan eminente por darle la
preferencia a la estabilidad de la América. La Inglaterra no me podrá
jamás reconocer a mí por jefe de la federación, pues esta supremacía le
corresponde virtualmente al gobierno inglés. Por consiguiente, nada es
tan verdaderamente imparcial; nada es tan generoso como este dictamen,
pues que ninguna mira personal puede lisonjearme ni seducirme con él.
Así, mi querido general, si Ud. lo aprueba, consulte Ud. al congreso, o al
Consejo de Gobierno que Ud. tiene en su ministerio para los casos
arduos. Si esos señores aprueban mi pensamiento, sería importante
tentar al ánimo del gobierno británico sobre el particular y consultar a la
asamblea del Istmo. Por mi parte, no pienso abandonar la idea aunque
nadie la apruebe. Desde luego los señores americanos serán sus
mayores opositores, a título de la independencia y libertad; pero el
verdadero título es por egoísmo y porque nada temen en su estado
doméstico. Recomiendo a Ud. mucho este negocio; no lo abandone Ud.
jamás por más que le parezca mal. Puede ser que cuando todo esté
perdido queramos adoptarlo. La ocasión gloriosa y oportuna es ésta. No
olvide Ud. que la ocasión es calva.
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Dele Ud. muchas expresiones a don Perucho, a los ministros y sobre todo
a Ibarra, que lo amo entrañablemente.

Soy de Ud. de todo corazón.

BOLÍVAR

Cara antigua de Simón Bolívar

Se ha dicho que la cara actual de Simón Bolívar es la verdadera, por


todos los métodos que se le aplicaron para su reconstrucción , pero
muchos pintores afirman que los retratos existentes sobre la cara de
Simón bolívar se le hicieron estando vivo fue Antonio Leocadio Guzmán,
quien como se sabe conoció muy bien al Libertador y trajo a Caracas para
María Antonia Bolívar el retrato de su hermano pintado por José Gil de
Castro decía, al comentar de manera muy laudatoria un retrato al óleo del
Libertador realizado por el pintor bogotano José María Espinosa, lo
siguiente: “Saben nuestros lectores cuán desgraciado fue el Libertador en
esto de obtener un retrato con verdadera semejanza a él. La electricidad
de sus impresiones, cierto galvanismo de su mirada, una inquietud
invencible, cierta voluntariedad de gesto, de actitud y movimiento, todo
gentil y caballero, pero de incesante movilidad, hacían imposible
sorprender dos veces una misma actitud, ni una misma expresión.
Innumerables artistas, americanos y europeos, encontraron su escollo, y
hasta su desesperación, en la invencible dificultad de fijar aquella
imagen”. A esta imposibilidad de estarse quieto se refirieron también
muchos de quienes le conocieron, como puede observarse en la sección
“Descripciones Completas”, incluyendo el citado pintor José María
Espinosa, para quien el Libertador posó.
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Creo que se podrían resumir en pocas líneas los rasgos de Bolívar


descritos por sus contemporáneos así: ” Rostro prematuramente
envejecido, largo y moreno; cabeza grande, ancha en la parte superior y
afilada en la inferior; frente alta, entre medianamente ancha y ancha,
cruzada de arrugas y con ceño; sienes deprimidas; nariz larga y recta;
ojos entre medianos y grandes, hundidos, vivos y penetrantes; pómulos
salientes y mejillas hundidas; orejas grandes pero bien puestas;
considerable distancia entre la nariz y la boca; labios gruesos, el inferior
prominente; maxilares largos, barbilla afilada y cabellos negros, crespos y
con canas.”

Señalaremos estas contradicciones utilizando las imágenes del


rostro de Bolívar que presento en estas páginas, al que me referiré
únicamente por razones de mera identificación como “El Rostro de Bolívar
según sus Contemporáneos” contraponiéndolas a las imágenes de “ La
Nueva Interpretación del Rostro de Bolívar” develada por el Gobierno
Nacional. Luego intentaremos explicar las posibles razones de estas
diferencias.

Como se puede observar, “La Nueva Interpretación del Rostro de


Bolívar”, a pesar del extraordinario realismo logrado por su autor, no
puede estar más lejos del rostro que describieron los contemporáneos del
Libertador, sea mediante el pincel o la escritura. Veamos:

LA TEZ O COLOR DE LA PIEL: “La Nueva Interpretación del Rostro de


Bolívar” nos muestra a un Bolívar de piel blanca y ligeramente rosada.
Nada pudo estar más lejos de la realidad. Como se evidencia de la gran
mayoría de sus retratos y de todas las descripciones de sus
contemporáneos que reseñan esta característica, Bolívar tenía la piel
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cetrina o morena, bien porque éste era su color inherente o porque lo


había adquirido como resultado de una vida a la intemperie.

LA CABEZA Y EL ROSTRO: “La Nueva Interpretación del Rostro de


Bolívar” nos muestra un rostro de óvalo largo, relativamente lleno de
carnes, robusto y particularmente redondeado a nivel de mandíbula
inferior y barbilla o mentón. Los retratos del Libertador y las descripciones
de sus contemporáneos coinciden en que el rostro era largo, pero ancho
en la parte superior y muy afilado en la inferior, de pómulos salientes y
mejillas chupadas, sienes deprimidas y de barbilla o mentón agudo u
afilado. Creo que la siguiente foto nos puede dar una idea bastante clara
de cómo pudo ser la estructura de ese rostro:

LAS CEJAS: Las cejas de la “Nueva Interpretación del Rostro de


Bolívar” son sumamente gruesas, poco arqueadas y muy juntas entre sí.
Los contemporáneos del Libertador dicen que eran pobladas, lo que para
mi significa que no eran escasas de cabellos, pero no que eran
necesariamente gruesas. Peru de Lacroix dice que eran poco arqueadas
y Roulin que eran arqueadas. Creo que esta discrepancia tiene su
explicación: Bolívar debió subir constantemente las cejas, lo que haría
que se vieran arqueadas. De otra manera, no hubiera tenido cruzada la
frente de arrugas horizontales, pues éstas se forman precisamente en las
personas que tienen por costumbre subir constantemente las cejas. A
este respecto véase también el Retrato del Pintor Anónimo de 1826 en la
sección Retratos Seleccionados.

LOS OJOS: la pequeñez de los ojos en la “Nueva Interpretación del


Rostro de Bolívar” es notable como se observa en la anterior imagen. En
todos sus retratos, Bolívar tiene ojos grandes que quizá se verían aún
más por la costumbre de subir constantemente las cejas. Dos
contemporáneos del Libertador dicen que sus ojos eran medianos, seis
que eran grandes y ninguno que eran pequeños. Muchos refieren que
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eran brillantes, vivos y penetrantes, características estas dos últimas


ausentes en la Nueva Interpretación del Rostro de Bolívar. Por otra parte,
en todos sus retratos Bolívar ostenta una fosa lacrimal abierta y carnosa
como la que se muestra en la figura superior de la imagen anterior,
mientras que la nueva interpretación de su rostro la muestra totalmente
cerrada como se observa en la figura inferior de la imagen anterior, lo que
sin duda contribuye al achicamiento de los ojos.

LA NARIZ: La nariz de la “Nueva Interpretación del Rostro de Bolívar”


nos luce un tanto corta, ancha y deforme a nivel de la aleta nasal
izquierda. Adam, Gosselman y O´Leary describieron la nariz del
Libertador como larga. Otros usaron términos como “proporcionada”,
“bellamente aguileña”, “bien formada”, “bien dibujada”, “correcta” y
“finamente delineada”, términos incompatibles con la nariz que nos
muestra el rostro de Bolívar develado por el Gobierno Nacional. Por otra
parte, si se le ve de perfil se notará curiosamente larga y totalmente recta,
cuando en realidad tenía un ligerísimo caballete como se observa en los
retratos de Roulin, Meucci y Espinosa (véanse estas imágenes en la
sección Retratos Seleccionados).

LA BOCA: La característica más desconcertante de la “Nueva


Interpretación del Rostro de Bolívar” es el área de la boca. Para
comenzar, como se muestra en la figura inferior de la anterior imagen, la
distancia entre la nariz y la punta de la barbilla es enorme, casi podríamos
decir, anormal. Por otra parte, el perfil de la boca es abismalmente
opuesto al de sus retratos de perfil, como se muestra en la siguiente
imagen de la izquierda. En efecto, en lugar de ser el labio inferior el más
prominente (como lo describió Perú de Lacroix como se observa en todos
los retratos del Libertador, sean éstos de perfil o de tres cuartos y como
se muestra en la figura derecha de la siguiente imagen) lo es el superior:
o lo que es lo mismo, en lugar de lucir un ligero prognatismo del maxilar
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inferior, con dientes incisivos superiores e inferiores casi a tope, luce un


marcado prognatismo del maxilar superior. A este respecto, véanse
también los retratos, en la sección Retratos Seleccionados.

Pero no son solamente las facciones las que no concuerdan con el


personaje tantas veces descrito y retratado sino también las proporciones
del rostro. Según la descripción numero 15 del Vitrubio de Da’ Vinci “La
distancia de la barbilla al principio de la nariz es un tercio de la longitud de
la cara” donde se ve claramente que el principio de la nariz de abajo hacia
arriba está casi a la mitad del rostro lo que sumado a la apariencia
hinchada hacen ver los ojos mas pequeños y unidos dándole una
apariencia poco humana, casi neandertales.

Por eso consideramos que los pintores que retrataron a Simón Bolívar
estando vivo son la copia fiel y exacta de nuestro Libertador.
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Conclusión

- Se considera un desatino que se imponga en el imaginario popular


una fisonomía de Bolívar que difiere sustancialmente de la que se
desprende de sus retratos pictóricos y escritos.

- Los pintores que retrataron a Bolívar lo hicieron estando el vivo y


nadie cuestiono lo que se reflejaba en ellos acerca de su fisonomía.

- La similitud que presentan los cuadros o retratos del Libertador,


así como las descripciones que de el daban aquellos que le
conocieron, en comparación con el rostro actual de Libertador
muestran gran diferencia.

- Al investigar acerca del libertador se podría destacar su gran amor


por escribir.

- De igual forma, su pasión por ayudar a los hermanos países así


fuera por medio de humildes palabras.

- Simón Bolívar se destacó por ser un hombre con mucha


inteligencia y que solía demostrarlo desde la letra hasta sus
acciones.
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Bibliografía

- http://elrostrodebolivar.com/?chapter=6 (consulta el 30/05/2014)

- http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?
article12330 (consulta el 30/05/2014)

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