Está en la página 1de 8

ENSAYO:

EXPOSICIÓN DE LAS ORDENANZAS, LOS DEBERES EXIGIDOS Y LAS


PROHIBICIONES DEL PRIMER MANDAMIENTO SEGÚN LOS CATECISMOS
DE WESTMINSTER Y HEIDELBERG

PRESENTADO POR:

ESTEBAN SOLARTE

MATERIA:

ÉTICA CRISTIANA

MEDELLÍN, 04 DE MARZO DEL 2019

1
Introducción

¿A qué necesidad responde este ensayo?

Dios creo al hombre, el libro de Genesis nos muestra que Adán fue el primer ser
humano en la tierra, después, de su costilla, Dios hizo a Eva, y les dio algunos mandamientos,
entre ellos, que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal. Adán y Eva vivían
en un hermoso jardín, que la Biblia lo llama Edén, donde disfrutaban de plena comunión con
Dios ya que no habían pecado y, por lo tanto, la relación con su Creador era intima, pero esto
no fue así por mucho tiempo, ya que Satanás, quien fue expulsado del cielo por querer ser
como Dios, tentó a Eva para que comiera del árbol que se les había prohibido comer,
diciendo: “sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
Dios, sabiendo el bien y el mal.” Gen. 3:5. Es decir, Satanás tentó a Eva a cometer el mismo
pecado por el cual él fue desechado, orgullo. Lamentablemente Eva creyó a las palabras de
Satanás y cayó en la tentación, lo que es aún más lamentable es que no fue solo ella, sino que
también llevo a su esposo Adán a pecar contra Dios.

La Biblia en el N.T nos da más información sobre lo sucedido en Edén. En el capítulo


cinco, versículo doce de la Carta a los Romanos, leemos: “el pecado entró en el mundo por
un hombre”. Por el pecado de Adán todos los hombres fueron puestos bajo maldición, desde
entonces todos nacen siendo pecadores, y por esto, para ser salvos, necesitan ser limpiados
del pecado. La respuesta a este problema, al parecer imposible de resolver, es Cristo, el
segundo Adán, quien vivió perfectamente y dio Su vida por los que el Padre predestino. Así
que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Rom. 5:18.
Esta es la solución, que en Cristo tenemos salvación.

Estos hombres, de los que nos habla Pablo en la Carta a los Romanos, que somos
todos los hijos de Dios, los que han sido justificados para vida, aunque son salvos, en sus
corazones sigue habiendo un remanente de pecado, que los lleva a infringir la Ley de Dios
diariamente y a la vez, a vivir en una lucha constante contra el mismo. Este escrito va dirigido
hacia ellos.

2
Parte de este remanente es pecado de la idolatría, que será específicamente sobre lo
que trataremos. ¿Qué es idolatría? El catecismo de Heidelberg en la pregunta numero noventa
y cinco responde a esto:

R. Es poner en el lugar que sólo corresponde al Dios verdadero que se ha revelado


por su Palabra, o junto a Él, cualquier otra cosa en la cual se ponga confianza. a.
Ef. 5:5; 1 Cr. 16:26; Fil. 3:19; Gl. 4:8; Ef. 2:12; 1 Jn. 2:23; 2 Jn. 9, Jn. 5:231

Este es el pecado que Satanás cometió y que después de ser desechado del cielo, llevó
a cometer al primer hombre, ya que en última instancia el orgullo, que fue el pecado que ellos
cometieron, es idolatría, este por definición, es una “exagerada exaltación de la propia
personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad generales.”2 En pocas
palabras, el orgullo los llevo a olvidarse de Dios y a concentrarse en la exaltación propia, es
decir, los llevo convertirse a sí mismos en su propio dios y es esta la razón por la que actuaron
como actuaron, ellos eligieron vivir para (si mismos) su dios. La Biblia nos muestra esto
claramente, ya que, en las descripciones de la caída, tanto de Satanás, como de Adán y Eva,
vemos una tentación, a ser como Dios, que termina por ser aceptada, y en el caso de Satanás
particularmente, codicia de gobernar como Dios, y orgullo. Ezequiel. 28:12–18; Isaías
14:12–14; Gen. 3.

Este pecado contra el que el cristiano lucha, como vimos anteriormente, tuvo cabida
en Edén y está muy relacionado con el primer pecado, el orgullo, pero este no es el punto al
que quiero llegar, sino a que esta es la primera de muchas formas en que se expresa la
idolatría. Desde esta primera manifestación de idolatría en adelante, el hombre no se ha
quedado simplemente con una idolatría hacia sí mismo, sino que ha buscado elementos
externos para adorar, ya que fue creado por Dios para este fin, pero como rompió su
comunión con Él, ha buscado satisfacer esta necesidad con lo ha creído que puede
satisfacerle, así que, para resumir lo dicho anteriormente, después de la caída “el ingenio del
hombre no es otra cosa que un perpetuo taller para fabricar ídolos”3

1
La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, El catecismo de Heidelberg, CLIR, Guadalupe,
Costa Rica, 2010, 46.
2
Diccionario de la lengua española, Real Academia Española, https://dle.rae.es/?id=EQs8HTR, 2019.
3
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, ed. Eusebio Goicocchea, Buenos Aires-Gran Rapids,
1967, Nueva Creación, Libro Primero, 56.

3
El remanente de pecado que hay en el cristiano puede hacer que el dinero, el sexo, el
entretenimiento, la fama, el conocimiento, entre muchas otras cosas, que no necesariamente
son malas, se conviertan en ídolos. Además de este enemigo, que son los restos del hombre
viejo, el cristiano tiene otros que todo el tiempo están lanzando ataques, entre ellos el mundo.
Este es uno de los que mas influencia tiene en los cristianos, evidencia de esto, es la gran
cantidad modas, estilos, métodos y todo tipo de cosas del mundo, que han sido abrazadas por
muchos, convirtiéndolas así en parte de su idolatría, ya que, en la mayoría de los casos, estas
cosas dejan a Dios de lado, pues, están más acorde al corazón de los hombres que a Las
Escrituras. Esto se refleja en la condición de la iglesia de hoy, debido a que la mayoría de
esta, en sus cultos tiene más tiempo para música, obras teatrales, etc. Que, para la predicación,
tiene más conocimiento de cualquier otra cosa, que, de la Palabra de Dios, quieren escuchar
halagadoras predicaciones motivacionales, pero no lo que Dios dice, porque su dios es
cualquier otra cosa o personas de este mundo, pero no el Dios de la Biblia.

Como un pequeño aporte a la solución de este gran mal de la idolatría, compuesto por
estos y otros enemigos que conducen al cristiano a este pecado y por los pocos, anteriormente
mencionados, objetos ilícitos de adoración, de entre muchos más, este breve ensayo propone
exponer las ordenanzas, los deberes exigidos y las prohibiciones del primer mandamiento
según los catecismos de Westminster y Heidelberg, para saber: qué se ordena en el primer
mandamiento, cuáles son los deberes exigidos en el primer mandamiento y qué se prohíbe en
el primer mandamiento,4 con el fin de que podamos estar mejor preparados para pelear contra
la idolatría. Así que veremos:

1. ¿Qué se ordena en el primer mandamiento?


2. ¿Cuáles son los deberes exigidos en el primer mandamiento?
3. ¿Qué se prohíbe en el primer mandamiento?

4
El Catecismo Menor De Westminster, s.l, s.f., Clir, 2012, 6.

4
Las ordenanzas

¿Qué se ordena en el primer mandamiento?

El catecismo de Heidelberg responde, explicando que la persona que desea ser salva
debe evadir, pero no solo eso evadir, sino escapar de cualquier tipo de idolatría, brujería,
encantamiento, superstición y llamado a los santos o a cualquier otro tipo de seres que hayan
sido creados. Cada cristiano debe evadir y escapar de estas cosas, porque cada una de ellas
encajan perfectamente en la anterior definición de “idolatría”, pues, si alguien recurre a esto,
está quitándole a Dios el lugar que merece, ya que cuando invoca a muertos o recurre al poder
de algún arte mágica, esta poniendo su confianza en eso y ya que no puedes poner tu
confianza en dos cosas a la vez, porque es imposible servir a dos señores, lógicamente
tendríamos que pensar que quita su confianza de Dios, para ponerla en algún ídolo.

Pero el cristiano no solo evadir y escapar de los ídolos, no se trata solo de dejar el
mal, sino hacer el bien, en otras palabras, no conocer a ningún dios sino conocer de una forma
adecuada al Dios de la Biblia, humildemente poniendo toda la confianza, entregando todo
por, temiéndole y reverenciándole solo a Él, a tal punto que no importe nada ni nadie mas
que hacer Su Voluntad.5

Los deberes exigidos

¿Cuáles son los deberes exigidos en el primer mandamiento?

Los deberes exigidos en el primer mandamiento son que tengamos un correcto


entendimiento, pero que también declaremos que nuestro Dios es el auténtico e igualable
Dios, de acuerdo a esto debemos rendirle adoración y glorificarlo, con nuestros
pensamientos, meditaciones y recuerdos, teniéndolo como lo mas importante en nuestra vida,
dándole toda la honra, adoración que merece, y escogiéndolo, amándolo, queriéndolo por
sobre todo, siendo temerosos de Su Nombre, y creyendo en todo lo que dijo y en quien es,
poniendo nuestra fe en Él, esperando, gozándonos y alegrándonos, pero también siendo

5
La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, El catecismo de Heidelberg, CLIR, Guadalupe,
Costa Rica, 2010, 45.

5
celosos por Él, llamándolo y ofreciéndole toda alabanza, dando gracias por todo, siendo
obedientes a todos sus mandatos con completa sumisión, vigilando por lo que le agrada y
afligiéndonos cuando pecamos con Él, caminando siempre en toda humildad.6

Las prohibiciones

¿Cuáles pecados prohíbe el primer mandamiento?

Los pecados prohibidos con este primer mandamiento son el ateísmo, es decir,
declarar que no existe o simplemente no tener ninguno, también todo lo contrario, esto la
idolatría, o tener muchos dioses, o meramente, tener uno diferente al único e inigualable Dios
o en otro caso, no tenerlo y declararlo como Dios y como el nuestro, la omisión o descuido,
en alguna cosa que merezca y que se requiere en este mandamiento, el desconocimiento,
olvido, interpretaciones incorrectas, opiniones falsas, pensamientos inicuos y malos hacia
Dios. Investigar osada e indiscretamente a cerca de sus misterios, todo lo que valla en contra
de piadoso, aborrecerlo, vivir haciendo todo para si mismo y no para Dios, orgullo y cada
uno de los estados que no esté acorde o en obediencia de nuestra mente, deseos propios y
emociones que nos llevan a poner toda o parte nuestra confianza en otras cosas o personas,
creer vanamente, la falsa doctrina, el error, la desconfianza, desesperación, el no poder
corregir, y el ajenamiento bajo sus juicios. Ser arrogante de corazón, orgulloso, ser petulante,
confiar en la carne, tentar a Dios, usar medios que no se ajustan a la buena moral, y confiar
en los que si lo hacen; Gozarse y deleitarse en la carne, tener celo no bueno, ofuscado y
entrometido, tibieza y frialdad en las cosas de Dios, dejarlo y negar la fe apostatando de Él,
orar o dar cualquier clase de adoración o culto religioso a santos ángeles, o cualquier otra
criatura, todo pacto o consejo con el diablo, y obedecer a sus dichos, darle a los hombres el
poder de señorear de nuestra fe y conciencia, depreciación y desaire de Dios y de lo que el
ha mandado, poniendo resistencia a Su Espíritu, tener infelicidad o no tener paciencia por
sus disposiciones, señalándolo de locura por las cosas malas que Él permite que vengan a
nuestras vidas, también el dar alabanza de algo bueno que seamos, tengamos o hagamos a

6
La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, los estándares de Westminster y La forma de
gobierno de Westminster, ed. Alonzo Ramírez Alvarado, Guadalupe, Costa Rica, 2010, Clir, 217-219.

6
cualquier otra cosa, como la suerte, un ídolo, a nuestra capacidad o a alguna otra criatura etc.
Y no a Dios.7

Conclusión

El orgullo es la primera de muchas formas en que se expresa la idolatría. Desde esta


primera manifestación de idolatría en Edén, el hombre no se ha quedado simplemente con
una idolatría hacia sí mismo, sino que ha buscado elementos externos para adorar, ya que fue
creado por Dios para este fin, pero como rompió su comunión con Dios, ha buscado satisfacer
esta necesidad con lo ha creído que puede satisfacerle, así que, después de la caída “el ingenio
del hombre no es otra cosa que un perpetuo taller para fabricar ídolos”8

Como un pequeño aporte a la solución de este gran mal de la idolatría, que nace del
corazón pecaminoso del hombre y tiene el mundo como uno de sus mayores promotores y
que a la vez está acompañado de toda una variedad de objetos ilícitos de adoración, como el
sexo, el dinero o la fama, este breve ensayo explico las ordenanzas, prohibiciones y
enseñanzas del primer mandamiento según los catecismos de Westminster y Heidelberg, para
saber

1. Que el primer mandamiento nos ordena que conozcamos y confesemos a Dios como
nuestro único y verdadero Dios, y que, en consecuencia, le adoremos y le
glorifiquemos. I Crón 28:29; Deut. 26:17, Sal. 95:6-7, Mat. 4:10

2. Que el primer mandamiento nos manda a que conozcamos y confesemos que Dios
es el único Dios verdadero y vivamos en todo para Él. 1 Cron. 28:9; Deut. 26:17;
Isa. 43:10

3. Que el primer mandamiento nos prohíbe que neguemos a Dios o que dejemos de
adorarle y glorificarle como el verdadero Dios y el nuestro; o que rindamos a
ningún otro ser la adoración y gloria que a él sólo son debidas. Salmo 14:1; Ro.
1:20; 21; Salmo 81:11; Ro. 1:25.

Con el fin de que podamos estar mejor preparados para pelear contra la idolatría.

7
, La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, los estándares de Westminster y La forma de
gobierno de Westminster, ed. Alvarado, 219-222.
8
Calvino, Institución de la Religión Cristiana, ed. Goicocchea, 56.

7
Bibliografía

Diccionario de la lengua española, Real Academia Española,


https://dle.rae.es/?id=EQs8HTR, 2019.

El Catecismo Menor De Westminster, s.l, s.f., Clir, 2012.

Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, ed. Eusebio Goicocchea, Buenos Aires-
Gran Rapids, 1967, Nueva Creación, Libro Primero.

La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, los estándares de Westminster


y La forma de gobierno de Westminster, ed. Alonzo Ramírez Alvarado, Guadalupe,
Costa Rica, 2010, CLIR

La Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, El catecismo de Heidelberg,


CLIR, Guadalupe, Costa Rica, 2010.

También podría gustarte