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EL FUERO PENAL MILITAR EN COLOMBIA
Tesis de grado
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La presente tesis, está dedicada a Dios, quien ha iluminado mi camino, ha sido apoyo,
fortaleza, y protección con la presencia de su espíritu en mí.
A mis padres, a quienes amo. Ellos me dieron la vida y me han sabido guiar por el
camino correcto, con su amor, dedicación y cariño.
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CONTENIDO
pág.
INTRODUCCIÓN
1. EL FUERO 10
1.1 CONCEPTO 10
1.2 CONTENIDO 11
1.3 ALCANCE 12
1.4 SIGNIFICADO 13
2.2 ROMA 19
-
3. FUNDAMENTOS DEL FUERO PENAL MILITAR 23
3.1 FILOSÓFICOS 23
3.2 DOCTRINALES 25
-
5. ANÁLISIS COMPARADO DEL FUERO PENAL MILITAR EN LAS
CONSTITUCIONES DE 1886 Y 1991 . 62
6. DERECHO COMPARADO 74
6.2 EUROPA 76
-
8. FUERO PENAL MILITAR: GARANTÍA O PRIVILEGIO? 125
CONCLUSIONES 132
BIBLIOGRAFÍA 139
-
INTRODUCCIÓN
El derecho penal militar se concibe como una rama especial del derecho penal, el cual,
particularmente en nuestro país, tiene como fuentes la Constitución Política, la ley y la
jurisprudencia, las cuales han venido evolucionando con el paso del tiempo,
estructurando y caracterizando a su vez una jurisdicción especial, cuya base es el Fuero
Penal Militar.
El Fuero Penal Militar es la base misma de la existencia del derecho penal militar, de
una jurisdicción especial que implica una excepción al principio del juez natural, razón
por la cual, los miembros de las Fuerzas Militares en servicio activo que en el
cumplimiento de su misión constitucional y legal, cometan delitos relacionados con el
“mismo servicio”, serán juzgados por la jurisdicción militar.
El presente trabajo pretende dirigir la mirada de los lectores, hacia una relegada figura,
que pese a su importancia, pasa casi desapercibida en nuestro ambiente, puesto que no
es del común de las personas y, podría decirse que no nos concierne; pese a esto,
decidimos penetrar en su mundo, en su realidad, en su naturaleza. Esta figura es el
Fuero Penal Militar.
-
Por ser nuestra Fuerza Pública parte de la institucionalidad, de nuestra historia, no
podemos permitir que el común de la gente desconozca los alcances del fuero militar, y
que el tema pertenezca en exclusiva a los miembros de la Fuerza Pública, quienes son
sus directos destinatarios, razón por la cual desarrollaremos una completa exposición de
la figura, desde sus inicios, hasta su realidad actual, para finalmente atrevernos a
vislumbrar sobre su futuro.
Finalmente, con base en lo anterior, haremos una proyección de lo que será y debe ser el
Fuero Penal Militar en nuestro país, pues sabemos que muchas son las posiciones que al
respecto se han venido manejando.
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1. EL FUERO
1.1 CONCEPTO
Etimológicamente, la palabra “fuero”, proviene del latín “forum”, vocablo que significa
foro o tribunal.1
1
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Estado de Derecho y jurisdicción penal militar. Bogotá:
Editorial Compoarte1980. p.9 y Sts.
2
DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Vigésima segunda edición. Disponible también
en versión HTML en: http://www.rae.es/.
1-
Con base en importantes reseñas históricas, Guillermo Cabanellas3 hace una amplia
enumeración del significado de fuero:
Adicionalmente, el fuero tiene otra connotación, que tiene que ver con un tipo especial
de legislación, entendido como un conjunto de normas aplicables a determinadas
personas, constituyéndose una codificación de una serie de instituciones jurídicas
consuetudinarias que se originaron en España, en particular la denominada legislación
foral, la cual se aplicaba a los habitantes de las localidades respectivas.
1.2 CONTENIDO
3
CABANELLAS, Guillermo. Diccionario de derecho usual. Buenos Aires: Editorial Heliasta
S.R.L. 1981. T IV. P. 120.
2-
cuales se encontraban el fuero de León, de Castilla, de Salamanca, De Burgos, de
Navarra, entre otros, y a su vez había fueros especiales entre los militares, los cuales
atendían a la jerarquía de los mismos o a la condición social del militar inculpado, quien
podía ser noble o plebeyo, así como también en consideración del arma a la que
pertenecía.
1.3 ALCANCE
Ordinario, poder en virtud del cual se pueden conocer todas las causas, ya sean civiles o
criminales, siempre que las mismas no se constituyan como competencia de los
tribunales especiales, y,
Privilegiado, poder que se tiene para conocer determinada clase de causas, o las que
hacen referencia a determinadas personas en razón de su condición especial, de la
función que desempeñan, e incluso de la profesión en la que se desenvuelven en la
sociedad; cuyo conocimiento ha sido expresamente sustraído de los tribunales
ordinarios.
3-
1.4 SIGNIFICADO
El significado más común que se asigna al fuero, es, según Cabanellas, el del fuero
privilegiado.4 Es la competencia en cabeza de un tribunal para conocer de los hechos
atribuibles a determinadas personas, por motivo de su condición especial, de la función
que desempeña en la organización social, o de su profesión.5
Cuando una persona está cobijada por el fuero, se da a entender que ese individuo ha de
comparecer no ante el tribunal que la ley ha establecido para los ciudadanos en general,
bien sea por el territorio en el que aconteció, la naturaleza del hecho mismo, o por la
cuantía; sino ante el tribunal especialmente señalado, en consideración a su investidura
o al título que ostenta, siendo una excepción al principio de igualdad ante la ley.
4
Ibid., p. 120
5
El fuero penal militar para la Policía Nacional. En: Revista de las Fuerzas Armadas. Bogotá.
Vol. XXXX, N°. 117,. (oct. – dic. 1985)
4-
las personas y regulador, cuya realización operativa es confiada a la rama jurisdiccional,
la cual constituye una rama orgánica y funcional.6
6
JIMÉNEZ DE ASUA, Luis. Tratado de derecho penal. Tomo II. Buenos Aires: Losada, 1956
Pág. 1290.
7
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-037 de enero de1996. Magistrado Ponente:
VLADIMIRO NARANJO MESA
5-
En concordancia con lo anterior, tenemos que uno de los principios fundamentales en
un Estado Social de Derecho es el de la igualdad ante la ley, establecido en el artículo
13 de nuestra Constitución Política, según este principio todos los asociados ostentan las
mismas garantías y se encuentran sometidos a las mismas cargas y obligaciones
respecto a la ley.
Bajo tales condiciones, tanto los tribunales que administran justicia, como las leyes en
las que se basan para hacerlo, son los mismos para las mismas situaciones jurídicas,
siendo ésta la regla general. Empero, como oposición a ésta, surge una garantía especial
en razón de cierta investidura, cargo o función pública, que le otorga a determinadas
personas unas garantías específicas, con relación a los tribunales encargados de
pronunciarse frente a derecho y los procedimientos para llevarlo a cabo.
Al ser analizadas desde una perspectiva sistemática las normas constitucionales que
constituyen los pilares básicos de la administración de justicia, se infiere que la función
del órgano habilitado para el ejercicio de la actividad jurisdiccional cuenta entre otras,
con las siguientes características:8
8
RODRÍGUEZ USSA Francisco. Derecho Penal Militar. Teoría general. Op. cit., p. 88.
6-
• Es función pública que emana de los órganos que ejercen una función que
está al servicio de los intereses generales.
• Es función autónoma e independiente, por ende, ajena a las interferencias de
las otras ramas del poder público. Sus decisiones por consiguiente son
independientes.
• Es función desconcentrada y autónoma.
• Es función universal porque todos tenemos derecho a acceder a ella.
• En la actuación del órgano prevalece el derecho sustancial sobre el personal
o adjetivo, ella está sometida al igual que el ejercicio de la función administrativa
a los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad,
imparcialidad y salvo las excepciones legales, al principio de publicidad.
• El producto de la función de las jurisprudencias judiciales está sujeto
inexorablemente al imperio de la ley, aunque como auxiliares de la actividad
judicial puedan ser utilizadas “ la equidad, la jurisprudencia y la doctrina”.
• Es función reglada, en cuanto a que la actividad judicial debe adecuarse a los
principios, valores y derechos constitucionales, entre ellos, los que conciernen a
las garantías a que aluden los artículos 28 al 35 de la Constitución Política.
De la calidad excepcional del fuero penal militar, podemos deducir que los miembros de
la Fuerza Pública cuentan en parte con un carácter exceptivo, puesto que le es
constitucionalmente imposible a los tribunales ordinarios juzgarles cuando éstos se
encuentran en servicio activo por la comisión de delitos relacionados con el mismo
servicio9, lo anterior considerando que la regla general para los particulares es que se
someten al régimen judicial común, es decir a la justicia ordinaria.
9
Véase el numeral 4.3.1.
7-
A este respecto, Rodríguez Ussa manifiesta que pese a que el Fuero Militar se tiene
como una excepción al principio de igualdad ante la ley, “paradójicamente, antes de
atentar contra el régimen de derecho, tiende a salvaguardar y a proteger, no propiamente
a las personas de los militares, sino a la institución, soporte y fundamento de ese mismo
régimen: sus Fuerzas Armadas”.10
Concluimos pues, de acuerdo con Rodríguez Ussa, que la razón de ser del fuero penal
militar no es otra que servir a la Fuerza Pública como instrumento, por medio del cual
se le permita disciplinar y enderezar la conducta de sus miembros activos; justificando
de esta manera su carácter excepcional y dándose un lugar en la estructura
constitucional, ya que forma parte de los principios y de la organización de la
administración de justicia en nuestro Estado Social de Derecho.11
Lo anterior, sin dejar de lado que dicho fuero tiene sus raíces en la especialidad misma
de la actividad del miembro de la Fuerza Pública, en el desarrollo de la misión que
constitucionalmente se le ha asignado, ya que la garantía del fuero surge de el servicio y
las actividades tendientes a cumplirlo, no del miembro en sí mismo considerado, siendo
pues una excepción al principio del juez natural, no solo por las calidades mismas del
miembro de la Fuerza Pública, sino de su actividad, tal como lo veremos en el capítulo
4.3 en lo referente a los elementos objetivos y subjetivos del fuero.
10
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho Penal comparado. Tomo I. Bogotá: Editorial FRU
p.81
11
Ibid. p. 79.
8-
2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL FUERO PENAL MILITAR
Luego, los imperios nacientes que necesitaban de esta clase de servicios de defensa
acudieron a los mercenarios o condotieres, quienes recibían una paga por sus servicios,
mas no tenían ninguna clase de sujeción a los mismos.
12
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho penal militar. Teoría general. Op. cit., p. 15.
13
Ibid. p.14.
9-
Como desarrollo de la necesidad de defensa, en la antigua Roma aparecen las fuerzas
armadas permanentes, las cuales, tal como lo manifiesta Rodríguez Ussa, pueden
considerarse como los embriones de las fuerzas militares. De esta manera Roma hizo un
gran aporte a la civilización, en la cual se constituyen como elementos esenciales su
poderío militar y la extensión de sus dominios.14
2.2 ROMA
Dicho fuero especial para los militares, tal como lo recuerda López Muñiz, era una
institución que debido a su gran influencia era ejercida por los tribunos militares, así: el
primero era quien ostentaba el mando superior en el Ejército, el cual contaba con
facultades civiles y jurisdiccionales y, en segundo lugar se ubicaba el jefe de las
legiones romanas, divididas a su vez en tres, las cuales contaban con un tribuno a su
mando, éstos últimos eran los encargados de administrar justicia respecto de sus tropas
y contaban con funciones similares a las de los cónsules.15
En lo referente a los asuntos civiles, recuerda López Muñiz que el emperador
Constantino dispuso que los militares que cometiesen delitos civiles, fueran juzgados
por los jueces ordinarios, posteriormente Arcadio ratificó dicha disposición. Contrario a
lo anterior, los emperadores Honorio y Teodosio II otorgaron al demandante la facultad
de citar al militar ante los Tribunales Ordinarios o ante el Magíster Militum, pero dichas
disposiciones rigieron por poco tiempo.16
14
Ibid. p. 15.
15
LÓPEZ MUÑIZ. Diccionario Jurídico de la Guerra. Tomo VII. Madrid: Editorial Gesta, 1958.
16
Ibid.
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10
En cuanto a las Provincias, señala López Muñiz, que se dispuso que la jurisdicción en
los asuntos relacionados con las tropas, la tenían los jefes al mando de las mismas,
luego, Anastasio limitó dicha competencia, al excluir de su conocimiento los asuntos
que no guardaban relación alguna con la profesión militar.17
En esta época, los Reyes eran quienes dirigían en forma absoluta sus dominios, los
poderes del Estado concurren en ellos, de tal manera que el ejecutivo, el legislativo y el
judicial estaban en cabeza de una sola persona, del Rey, razón por la cual todos los
conflictos de diversa índole eran estudiados y resueltos por éste, sin tener en cuenta la
calidad de las partes del mismo, por lo cual se afirma que durante este periodo no
existió el fuero militar.
Tal como lo rememora Casado Burbano, al llegar el siglo XIII, la Ley de las Siete
Partidas hace referencia a la jurisdicción Castrense, entre otras disposiciones aisladas,
en las cuales se castigaba severamente toda conducta que atentara contra los valores y
los intereses militares, y, al mismo tiempo por delegación real, otorgaba facultades
jurisdiccionales al Alférez del Rey, así como al Almirante sobre su respectivo ejército.18
17
Ibid.
18
CASADO BURBANO, Pablo. Iniciación al derecho constitucional militar. Madrid: Revista de
Derecho Privado, 1986. p. 79.
-
11
la justicia requerida por parte del Soberano a cuyo servicio se encontrase el
mercenario.19
Pese a lo anterior, durante la época medieval, España es considerada como uno de los
países donde ha existido desde hace mucho la concesión de fueros, tal es el caso de las
Tiufas, que, según lo señala Peña Velásquez, fueron unidades militares y
administrativas, en las cuales había cerca de mil hombres con sus respectivas familias, y
cuyo superior o jefe eran los tiufados, quienes en su calidad de militares eran los
encargados de dirimir los conflictos de las gentes de la Tiufa, eran los jueces.20
Tal como lo recuerda Prieto Navarro, la figura del fuero militar se mantuvo con otros
nombres durante la época medieval, y luego en 1587 se consolida la figura en las
Ordenanzas de Felipe II, promulgadas por Alejandro de Farnesio para los ejércitos de
Flandes; así como en las de Felipe IV en 1632 y en 1701 con Felipe V se establecen los
Consejos de Guerra de Oficiales, para todos los delitos que se cometiesen por tropas de
infantería, caballería y dragones.21
Para 1748, se expide la primera legislación puramente militar por medio de las
Ordenanzas de la Armada, que dictase Fernando VI, así como también, en 1768 se
expiden las Ordenanzas del Ejército, de Carlos III.
Luego, en 1800 con las Ordenanzas para Reclutamiento y Sorteo, de igual manera que
en la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales Militares, el Código Penal
del Ejército y la Ley de Enjuiciamiento Militar en 1886.
19
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho penal militar. Op. cit., p.15.
20
PEÑA VELÁSQUEZ, Edgard. Comentarios al nuevo Código penal Militar. Bogotá D.C:
Editorial Librería del Profesional. Marzo de 2001, p. 10.
21
PRIETO NAVARRO, Germán. Fuero penal militar y alcances del Acto Legislativo 002 de
1995. p. 9.
-
12
En la Constitución de 1812, se estableció en el artículo 248 la existencia de un único
fuero para todas las personas, pero en el artículo 250 se admitieron dos excepciones a lo
anterior, para el caso de los eclesiásticos y los militares, y se dijo que los últimos
gozarían fuero particular en los términos establecidos en la ordenanza, o que en el
futuro se estableciesen.
22
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Estado de Derecho y jurisdicción penal militar. Op. cit., p.
13.
-
13
3. FUNDAMENTOS DEL FUERO MILITAR
3.1 FILOSÓFICOS
23
El fuero penal militar para la Policía Nacional. En: Revista de las Fuerzas Armadas. Bogotá.
Vol. XXXX. N°. 117,(oct. – dic. 1985)
24
Jeremías Bentham, citado por JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis, Tratado de Derecho Penal, Op.
cit., p. 1290.
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14
organización misma y serán juzgados por ellos en lo relacionado con la comisión de
delitos conexos con las funciones que el servicio les exige.
En el caso del Fuero Penal Militar, este tema cobra importancia, puesto que al dar
cumplimiento a la filosofía y los principios constitucionales, lo correcto será que con
base en éstos, sea posible establecer el juez competente para estudiar determinado caso
y es allí donde toma importancia el Derecho Penal Militar, encargado de hacer justicia
en los casos donde el procesado es un miembro activo de las Fuerzas Militares y
adicionalmente el hecho punible está relacionado con el servicio.
Al respecto, la Corte Constitucional ha dicho que ”La nota de especialidad del derecho
penal militar que explica su contenido y fija su alcance, la determina la misma
Constitución al vincular las conductas típicas sancionadas por este código a la
prestación activa del servicio confiado a los integrantes de la Fuerza Pública” y agrega
que: “En un Estado de Derecho, la función militar y la policiva están sujetas al principio
de legalidad. El ejercicio del monopolio de la fuerza por el Estado, las condiciones y
modalidades en que se desarrolla, sólo son legítimos cuando se realizan conforme a la
Constitución y a la ley”.25
25
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C- 358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
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15
a éstos los derechos y garantías que los cobijan y al mismo tiempo se fortalece la
unidad de la Nación.
3.2 DOCTRINALES
• El doctor Luis Carlos Sáchica establece que “El fuero militar consagra o permite
establecer tribunales militares o cortes marciales y la adopción de un código militar,
normas y jueces que son los únicos competentes y aplicables cuando se trata de
enjuiciar a los militares en servicio activo por los delitos cometidos en el servicio o con
ocasión de éste”26.
26
SÁCHICA, Luis Carlos. Derecho Constitucional. Bogotá: Librería el profesional. 1980.
-
16
• El procesalista español Caravantes, fundamenta el fuero Militar así: “El fuero militar
es de necesidad local, porque los militares no tienen más domicilio fijo que las
banderas; es de necesidad orgánica, porque la disciplina se robustece reuniendo los jefes
atribuciones judiciales; es de necesidad moral, porque los jefes deben saber las
vicisitudes de la vida privada de sus súbditos; y es de necesidad política en
circunstancias singulares y en los estados de guerra o de sitio, porque la fuerza física se
aumenta cuando se le agregan los resortes morales que sirven para precaver y reprimir.
Este fuero está, pues, muy distante de ser simplemente un privilegio del apocado, como
algunos lo creen, ni de perjudicar el interés público.”27
27
CABANELLAS, Guillermo. Op. Cit., p. 125.
28
SAMPER, José María. Derecho público interno en Colombia. Tomo II. Bogotá: Banco
Popular, 1974.
29
RODRIGUEZ USSA, Francisco. Estado de derecho y jurisdicción penal militar. Op. cit., p.
19.
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17
• El doctor Oscar Bonilla Echeverri, al hacer referencia al artículo 170 de la
Constitución Política de 1886 (hoy artículo 221), fundamenta el Fuero Militar como
“una garantía constitucional para el militar, en cuanto solamente puede ser juzgado por
Cortes o Tribunales también militares, en tratándose de ilícitos relacionados con el
servicio. Y, desde otro punto de vista y precisamente para hacer real y actuante aquella
garantía, se prohíbe a la Ley establecer que los Jueces o Tribunales Ordinarios juzguen
a los militares por los referidos ilícitos”.30
30
BONILLA ECHEVERRI, Oscar. Consejos de guerra verbales y Código de Justicia Penal
Militar. Boyacá – Tunja: Talleres de la Imprenta departamental p. 87.
31
CASADO BURBANO, Pablo. Op. Cit., p. 82 y 83.
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18
investigar y acusar a los miembros de la Fuerza Pública en los delitos cometidos en
servicio activo y en relación con el mismo”.32
• El doctor Alvaro Mendoza Palomino, con relación al fundamento del Fuero Militar
sostiene que: “Las fuerzas militares como institución depositaria de la función de
defensa del Estado, y por ende de la fuerza, exigen una organización propia y con
propias características. Igualmente sus miembros deben formarse con específicas
exigencias en determinadas dotes personales, así como en técnicas y comportamientos
muy precisos. Sobresalen ante todo, el valor de la obediencia y la disciplina,
indispensables para la eficacia y prontitud de sus acciones.”33.
Después de exponer las justificaciones que con respecto al fuero militar nos ofrecen
algunos de los más importantes autores que han estudiado el derecho penal militar,
consideramos que la definición que más se asemeja a nuestro concepto, es la de el
doctor Alvaro Mendoza Palomino, quien adicionalmente a lo antes expuesto y haciendo
referencia al histórico discurso del Doctor Alberto Lleras Camargo en 1958, señala:
“Tres consideraciones llevan a fundamentar una propia y especial jurisdicción
para las Fuerzas Militares: El imperativo de la disciplina y pronta obediencia, la
específica y determinada formación de sus miembros como personas y
profesionales, y la materia objeto de sus actuaciones. Son tres aspectos que
colocan a la Institución en posición diferenciada frente a la sociedad civil y en sí
concurren a limitar una jurisdicción militar en el campo penal”34
Al respecto, nos permitimos explicar cada una de las razones expuestas con
anterioridad:
32
LLERAS DE LA FUENTE, Carlos. Interpretación y génesis de las Constitución de Colombia.
Bogotá: Editorial Carrera 7°., 1992. p. 383.
33
MENDOZA PALOMINO, Alvaro. Teoría y sinopsis de la Constitución de 1991. Bogotá D. C.:
Editorial Doctrina y ley. 1996. p. 228.
34
Ibid., p. 228.
-
19
1. El imperativo de la disciplina y pronta obediencia.
Estos dos elementos, son piezas claves en el día a día de los miembros de la Fuerza
pública, puesto que son consecuencia directa de la formación que éstos han recibido y
de su misión, por ende se refieren a las conductas que los mismos deben o no llevar a
cabo, de sus derechos y obligaciones, teniendo en cuenta la naturaleza de su posición,
que no es otra que su condición militar.
En otra sentencia, la Corte toca el tema al decir que pese a que se considere
indispensable que dentro de las fuerzas militares reine un criterio de estricta jerarquía y
disciplina, se tacha de inconstitucional la concepción absoluta y ciega de la obediencia
debida, contrario a lo cual, se confirma una vez más que el principio de la obediencia
debida no es absoluto. Por lo cual no exime de culpa el que se haya actuado conforme a
las órdenes del superior, toda vez que existe el derecho del subalterno a controvertir
dicha orden cuando ésta atenta contra los fines del servicio o contra los intereses de la
sociedad, caso en el cual, el superior no puede reclamar validamente obediencia. 36
35
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 222 del 18 de mayo de 1995. M.P. Dr. JOSÉ
GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO.
36
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 578del 4 de diciembre de1995. M.P. Dr.
EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ
-
20
2. La específica y determinada formación de sus miembros como personas y
profesionales:
Para nosotros, dicha consideración, hace parte del llamado elemento subjetivo, el cual
debe estar presente como condición para aplicar la justicia penal militar en un caso
específico, lo que implica que quien haya cometido el delito sea un miembro activo de
la Fuerza pública; teniendo en cuenta que de lo anterior, se deduce que como
consecuencia de su estricta formación, son unas personas íntegras y unos profesionales
ejemplares por la misión misma que desarrollan, sin dejar de lado su disciplina y su
preparación.
Lo anterior, con el fin de evitar que el Fuero se convierta en un simple privilegio de los
miembros de la Fuerza Pública, toda vez, que el elemento subjetivo no es el único que
se toma en consideración para decidir si un determinado caso corresponde a la
jurisdicción castrense o a la jurisdicción ordinaria.
Así también lo expresa la Corte Constitucional en la sentencia C-358 de 1997, al
disponer que “el ser miembro de la Fuerza Pública en servicio activo no exime del
derecho penal común”, de manera que “Las prerrogativas y la investidura que ostentan
los miembros de la Fuerza Pública, pierden toda relación con el servicio cuando
deliberadamente son utilizados para cometer delitos comunes, los cuales no dejan de
serlo porque el agente se haya aprovechado de las mencionadas prerrogativas e
37
Artículo 3: “ ... en ningún caso podrán considerarse como relacionados con el servicio los
delitos de tortura, el genocidio y la desaparición forzada, entendidos en los términos definidos
en convenios y tratados internacionales ratificados por Colombia”.
-
21
investidura, ya que ellas no equivalen a servicio, ni, de otro lado, tienen la virtud de
mutar el delito común en un acto relacionado con el mismo”38.
Esta última, hace referencia al llamado elemento objetivo, que no es otro, que la
naturaleza de los actos constitutivos de la acción delictiva, la cual debe provenir de una
acción relacionada directamente con el servicio, tal como lo ha establecido la Corte
Constitucional en la sentencia C– 358 de 1997, en la cual se establece que el delito debe
tener relación directa y próxima con la función militar o policiva, es decir, que no toda
actuación realizada como consecuencia material del servicio o con ocasión del mismo
puede quedar comprendida dentro del derecho penal militar, si así fuera, estaríamos
extendiendo el campo de acción del derecho penal militar, de tal suerte que se
convertiría en un simple privilegio estamental.39
Tales características, merecen que exista una excepción constitucional a la regla del juez
natural, cual es la establecida en el artículo 221 de nuestra Constitución Política, la cual
debe ser interpretada de acuerdo con el principio de interpretación restrictiva, con el fin
de evitar toda clase de abusos que en el pasado se han cometido, al extralimitar las
facultades que han sido otorgadas constitucional y legalmente a la Jurisdicción Penal
Militar.
38
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C- 358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
39
Ibid.
-
22
4. FUERO MILITAR EN COLOMBIA
Es el caso de los militares, quienes para el ejercicio de su profesión, tal como lo dice
Prieto, deben ser personas íntegras, cumplir con un alto perfil dentro del cual se
encuentran determinados deberes, tales como la obediencia, la responsabilidad, el valor,
la fidelidad a la patria, a la Constitución y a sus normas. Es así como al ingresar a la
carrera militar y convertirse en un miembro de la fuerza pública, el militar entra a ser
una persona diferente al común.41
40
Artículo 29: “ El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se
le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas
propias de cada juicio...”
41
Prieto Navarro, Op. Cit., p. 20.
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23
institución en posición diferenciada frente a la sociedad civil y en sí concurren a limitar
una jurisdicción militar en el campo penal.”42
Es por ello que en el caso específico de los militares, debido al ejercicio de sus
funciones, lo natural y justo es que sean juzgados por sus iguales, superiores en
jerarquía y experiencia, para que sus fallos sean justos e imparciales.
Lo anterior está estrechamente relacionado con el principio del juez natural, establecido
en nuestra Constitución Política en el artículo 29. A su vez, el actual Código Penal
Militar (Ley 522 de 1999), establece en su artículo 16 la figura del juez natural, así:
“Los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, cuando cometan delitos
contemplados en éste Código u otros en relación con el servicio, sólo podrán ser
juzgados por los jueces y tribunales establecidos en este Código e instituidos con
anterioridad a la comisión del hecho punible”
Es así como con base en los anteriores principios, los militares han de ser juzgados por
sus pares, puesto que a un particular se le dificultaría el ubicarse en el escenario de la
guerra o de las angustias que determina la necesidad del restablecimiento del orden
público cuando este fuere turbado.
Lo anterior, sin olvidar que también se han establecido límites, como que la justicia
penal militar se aplica sólo para los delitos que se relacionen “con los actos propios del
servicio”, puesto que en caso contrario, la justicia ordinaria será la competente.
42
MENDOZA PALOMINO, Alvaro. Op. cit. , p. 228 y Ss.
-
24
se ha propuesto. A nuestro modo de ver, es este elemento y no otro el que le da la
fuerza al fuero penal militar, justificando su existencia en nuestro ordenamiento, puesto
que en este se subsumen la formación misma de sus miembros y sus deberes tales como
la obediencia, los que constituyen el aspecto subjetivo del fuero, de tal suerte que de no
existir este elemento objetivo, a su vez no tendría lugar la existencia del elemento
subjetivo porque este solo no tendría la capacidad de hacer de la jurisdicción penal
militar una jurisdicción especial.
El derecho penal militar en nuestro país tiene sus raíces en la legislación española, a
finales del siglo XVII, cuando Carlos III, promulga las Ordenanzas que reestructurarían
el ejército, dando origen al fuero militar, el Decreto Real del 9 de febrero de 1793 lo
establece así:
“Los jueces y tribunales que hayan incurrido en competencias enviarán los
expedientes a la jurisdicción militar en tal forma que sus tribunales pueden
proceder de conformidad con la ordenanza en caso de infracciones militares... en
el interés de una acción oportuna los funcionarios pueden arrestar individuos de
mis ejércitos, pero una vez iniciado el sumario del caso, deberá ser remitido
inmediatamente, junto con el prisionero, al juez militar más cercano”43
Al instaurarse el sistema colonial en la América hispana, dichas normas fueron
incorporadas a nuestra legislación en las Leyes de Indias.
Con la vigencia del derecho español durante la Colonia, tenían aplicación disposiciones
de índole castrense, entre ellas la atribución a los capitanes y generales de funciones
jurídico-penales, de esta forma la función jurisdiccional la ejercían éstos junto con la
Real Audiencia, los cabildos y los alcaldes que también cumplían dichas funciones.
43
VALENCIA TOVAR. Alvaro. Visión histórica de la justicia penal militar en Colombia. En:
Revista Justicia Penal Militar. 2001. p.4.
-
25
En Colombia, el fuero militar se instituyó desde el grito de independencia, en la
Constitución de Cundinamarca de 1811, la cual dispuso en su artículo 46: “La
disciplina y el particular compromiso de los soldados al sentar su plaza, exigen una
excepción a los artículos desde el 36 hasta el presente, quedando en su fuerza y vigor la
ordenanza militar que rige” . Los artículos en mención hacen relación a la organización
y jurisdicción de los tribunales.
Así se puso en vigor la Ordenanza Militar que regía en la época; luego, con la
Constitución de 1812, se instauró el Tribunal Supremo de Guerra.
Tal como lo recuerda Prieto, con la reconquista española por parte del Teniente General
“Pacificador” Morillo, se instauró un Consejo Permanente de Guerra, en el cual se
juzgaba a los patriotas sin derecho alguno de defensa, fue así como fueron condenados
muchos ciudadanos ilustres, tales como Acevedo y Gómez, Lozano, Caldas y Camilo
Torres, entre otros.44
En 1821 se ordenó la ejecución de las últimas leyes españolas con respecto a las
deserciones y se implantó una disciplina rigurosa para los miembros del ejército
mediante Decreto del 12 de octubre.
44
Prieto Navarro, Op. Cit., p. 23.
-
26
Luego, mediante el Decreto del 23 de septiembre de 1822, se estableció el modo de
proceder en las causas ilícitas de la milicia activa.
En 1824, con la Ley del 2 de junio, se dispuso la forma como se conformaban los
Consejos de guerra, competentes para juzgar a los procesados militares y el tribunal que
conociera dichos procesos en segunda instancia, los cuales serían la Corte Suprema de
Bogotá y los Tribunales del Magdalena y el Cauca.
Más tarde, con el Decreto del 27 de junio de 1831 se estableció que para el caso de la
deserción, los funcionarios militares deberían dar aplicación a la legislación española
que rigió hasta el 18 de mayo de 1808.
-
27
Luego, en 1836, con el Decreto del 26 de mayo se suprimieron las Cortes Superiores
Marciales y establecieron algunas disposiciones con respecto a los consejos de guerra.
El 4 de agosto de 1853 se expidió un decreto referente a la redacción de un Código
Militar. Luego, con el Decreto del 21 de abril de 1854 se establece el Fuero Militar.
45
OLIVAR BONILLA, Leonel. Derecho procesal penal militar. Bogotá: Editorial Perlos Ltda..
1977. p. 17.
-
28
Ya en 1903, con la Ley 6, se dispuso que los procesos sometidos a los Consejos de
Guerra debían retornar a los tribunales ordinarios y a su vez se derogaron ciertos
decretos expedidos por razones de orden público.
Dos años después, con la Ley 28 de 1905 se estableció que los competentes para juzgar
a los miembros de Ejército o de las fuerzas revolucionarias en el transcurso de la Guerra
de los Mil Días cuando éstos cometieran delitos comunes, era la jurisdicción punitiva
castrense.46
Con el artículo segundo de la Ley 84 de 1931 se estableció que la ley de justicia militar
comprende: “1. La organización de la Justicia Militar, 2. El procedimiento en los
juicios militares, y 3. Los delitos militares y sus penas”
En 1944, como resultado del fallido golpe de Estado del 10 de julio de 1944,
encabezado por el coronel Diógenes Gil contra el presidente López Pumarejo, se
expidió el Código Penal Militar mediante decreto de estado de sitio (Decreto 2180), el
cual consagró las rebeliones de tipo militar no consagradas en el anterior, dicho decreto
fue acogido como legislación permanente mediante la ley 3 de 1945.
46
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho penal comparado. Tomo I p.33 y 34
-
29
En 1945, con la Ley 3° se derogó la ley 84 de 1931 y las disposiciones que le eran
contrarias.
Más tarde, en el mismo año, mediante el Decreto 2311 se hace una reforma a la
jurisdicción penal militar, dejando sin competencia a la Corte Suprema de Justicia para
el conocimiento de los recursos de casación y de revisión, creando a su vez una Corte
Marcial, la cual tendrá la competencia para conocer dichos recursos.
Luego, en mayo 4 de 1954, con el Decreto 1426 se estableció que la Policía Nacional
estaría sometida a la Justicia Penal Militar, contando con un status similar al castrense.
47
BONILLA ECHEVERRI, Oscar. Ob. cit., p. 85.
-
30
En su artículo primero dispuso: “De todos los delitos que comentan los miembros de la
Fuerzas de Policía en servicio activo conocerá la Justicia Penal Militar”.
En 1958 la Junta Militar dictó el Decreto ley 0250 del 11 de julio, cuyo fundamento era
el artículo 121 de la Constitución Política de 1886, mediante el cual se expidió el
Código de Justicia Penal Militar, derogando el Decreto 2215 de 1950.
En este mismo, se amplió el ámbito de aplicación del fuero en lo referente a la materia,
incluyendo delitos comunes bajo tipificación militar, y en lo concerniente a las personas
amparadas, incluyendo a los miembros de la Policía Nacional (artículo 284).
Al año siguiente, mediante Ley 141 de 1961 se acogió el anterior Código como
ordenamiento vigente.49
48
Cabe anotar que dicha disposición fue declarada inexequible por la Corte Suprema de
Justicia a finales de 1988.
49
OLIVAR BONILLA Leonel, Derecho procesal penal militar. Bogotá: Editorial Perlos 1977.
-
31
Armadas, y sus miembros debían contar con la formación militar como requisito para
adquirir el carácter de profesionales.
Luego, mediante el Decreto 1667 del 30 de julio 1966 Orgánico de la Policía Nacional,
se dispuso que esta última “es un cuerpo armado eminentemente técnico de personal
jerarquizado que hace parte de la Fuerza Pública con régimen y disciplina especiales”
. En su artículo 11 dispuso: ”El personal de la Policía Nacional que con ocasión del
servicio o por causa del mismo o de funciones inherentes a su cargo cometa un delito,
será juzgado de acuerdo con las normas del Código de Justicia Penal Militar y de las
disposiciones que lo modifiquen o adicionen”.50
Más tarde, con los Decretos 1355 de 1970 (Código Nacional de Policía) y Decreto Ley
2347 de 1971, se ratifica el Fuero para los miembros de la Policía Nacional, éste último
en sus artículos 8 y 9 establece: Artículo 8. “Los oficiales, suboficiales y agentes de la
Policía Nacional que con ocasión del servicio o por causa del mismo o de funciones
inherentes a su cargo, cometan un delito, serán juzgados de acuerdo con las normas del
Código de Justicia Penal Militar” Artículo 9: “La jurisdicción, competencia y
organización de la Justicia Penal Militar, se regirán de acuerdo con las normas del
Código de Justicia Penal Militar” .
50
OLIVAR BONILLA Leonel. Derecho penal militar aspectos de actualidad. Bogotá: Editorial
Librería El profesional., septiembre de 1980. p.133.
51
PEÑA VELÁSQUEZ, Edgard. Comentarios al nuevo Código penal Militar. Bogotá D.C:
Editorial Librería del Profesional. Marzo de 2001. p.47 y 48.
-
32
de 1988), elaborado por una comisión redactora conformada por importantes juristas y
magistrados de la Justicia Penal Militar.
Mediante este Código, se amplió el campo de aplicación del fuero penal militar,
asignando el conocimiento de cualquier delito cometido por los militares oficiales,
suboficiales y agentes de la Policía Nacional a la jurisdicción penal militar en forma
temporal, ya se estuviera en guerra, estado de sitio o en tiempo de paz, adicionalmente
se incorporaron a éste nuevos delitos, entre los cuales se destacan la tortura, entre otras
formas de detención arbitraria.
Más tarde, con el Decreto 265 de 1995, se conformó la comisión de análisis y redacción
del proyecto del nuevo Código Penal Militar.
La Ley 522 de agosto 12 de 1999, es el actual Código Penal Militar. Podemos afirmar
que este tiene como base la evolución constitucional, legal y jurisprudencial del derecho
penal militar, específicamente del fuero penal militar, teniendo, en el último caso que en
varias sentencias, entre las cuales encontramos la C-358 de 1997 se establecieron los
elementos que deben observarse para saber si en un determinado caso ha de aplicarse la
justicia penal militar o la ordinaria y se limita el fuero penal militar, para evitar posibles
abusos.
-
33
Es así como el nuevo código, limita el Fuero Penal Militar, al señalar cuales son los
delitos relacionados con el servicio, los cuales serán competencia de la Justicia Penal
Militar, tal como lo establece en su artículo segundo: “Son delitos relacionados con el
servicio aquellos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública derivados del
ejercicio de la función militar o policial que le es propia.”, y de igual forma establece
en su artículo tercero los delitos no relacionados con el servicio: “No obstante lo
dispuesto en al capítulo anterior, en ningún caso podrán considerarse como
relacionados con el servicio los delitos de tortura, el genocidio y la desaparición
forzada, entendidos en términos definidos en Convenios y Tratados Internacionales
ratificados por Colombia”.
52
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL. La nueva justicia penal militar en Colombia. Bogotá.
D.C.: Imprenta Nacional de Colombia. Octubre de 2000, p.4.
-
34
Ahora bien, en cuanto a la jurisprudencia que ha estudiado el Fuero Penal Militar,
tenemos que ésta también ha venido evolucionando y se ha constituido en parte activa,
puesto que en muchas sentencias se han establecido los lineamientos que posteriormente
las leyes han seguido, tal es caso de la sentencia C-358 de 199753, la cual ya hemos
mencionado anteriormente, puesto que ésta estableció los límites del fuero militar, los
cuales a su vez, han sido tomados por nuestro actual Código Penal Militar (Ley 522 de
1999).
De esta manera, podemos concluir que la Justicia Militar ha estado presente en nuestro
país desde antes del nacimiento mismo de la República y el fuero militar ha sido una
figura que ha estado vigente de una u otra manera, siendo un elemento central en
nuestro ordenamiento, al cual con el tiempo se le ha venido dando forma,
perfeccionándolo, de tal suerte que no se preste para ninguna clase de favorecimientos
infundados; eso lo podemos ver claramente en la actual situación del fuero, el cual se
constituye como una garantía de justicia que gracias al Código Penal Militar de 1999
cuenta con un nivel acorde a la justicia ordinaria, cumpliendo con los principios de la
misma, al contar con la objetividad proveniente de la separación de las funciones de
comando y juzgamiento, con un sistema acusatorio que brinda total imparcialidad, con
la participación del Ministerio Público que garantiza los derechos y el debido proceso,
entre otros; asegurando así su presencia en nuestro ordenamiento jurídico por mucho
más tiempo, consolidándose como una figura importante dentro de lo que para nosotros
constituye y significa justicia.
53
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente.
DR. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
-
35
4.3 ELEMENTOS DEL FUERO PENAL MILITAR
Ahora bien, dentro de este elemento también encontramos que dicho miembro debe
encontrarse actualmente vinculado a la entidad correspondiente, tal como lo expone
Peña Velásquez, la vinculación se entiende realizada con la expedición del respectivo
acto administrativo, ya sea decreto ejecutivo, resolución ministerial, resolución de la
-
36
Dirección General de Policía, produciendo así plenitud de efectos jurídicos al
posesionarse del cargo. Asimismo sucede con el retiro, el cual se dispone por medio de
un acto administrativo de la misma jerarquía del que dispuso la vinculación del
funcionario, en el cual debe establecerse la fecha, o si es del caso, las condiciones bajo
las cuales el miembro de la Fuerza Pública se entiende separado de la actividad.54
Al respecto la Corte Constitucional se ha pronunciado en el sentido que: “Los
delitos que se investigan y sancionan a través de esta jurisdicción no pueden ser
ajenos la esfera funcional de la fuerza pública. Los justiciables son únicamente los
miembros de la fuerza pública en servicio activo... La sola circunstancia de que el
delito sea cometido dentro del tiempo de servicio por un miembro de la Fuerza
Pública, haciendo o no uso de prendas distintivas de la misma o utilizando
instrumentos de dotación oficial o, en fin, aprovechándose de su investidura, no es
suficiente para que su conocimiento corresponda a la justicia penal militar. En
efecto, la noción de servicio militar o policial tiene una entidad material y jurídica
propia, puesto que se patentiza en las tareas, objetivos, menesteres y acciones que
resulta necesario emprender con miras a cumplir la función constitucional y legal
que justifica la existencia de la fuerza pública. El uniforme militar, por sí solo, no
es suficiente para entender que lo que hace quien lo porta sea por sí, delito militar;
por lo tanto, deberá examinarse si su acción o abstención guarda relación con una
específica misión militar. De otro lado, el miembro de la fuerza pública, así se
encuentre en servicio activo, ha podido cometer el crimen al margen de la misión
castrense encomendada: en este caso, el solo hecho de estar en servicio activo no
lo exime de ser sometido al derecho penal común. Las prerrogativas y la
investidura que ostentan los miembros de la fuerza pública pierden toda relación
con el servicio cuando deliberadamente son utilizadas para cometer delitos
comunes, los cuales no dejan de serlo porque el agente se haya aprovechado de las
mencionadas prerrogativas e investidura, ya que ellas no equivalen a servicio ni,
de otro lado, tienen la virtud de mutar el delito común en un acto relacionado con
el mismo”.55
54
PEÑA VELÁSQUEZ, Edgard. Op. cit., p. 17 y Ss.
55
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
-
37
En lo referente al riesgo de hacer del fuero un privilegio para los miembros de la Fuerza
Pública, la misma Corte, en la sentencia en comento ha expuesto:
“El riesgo de reforzar el elemento personal de la justicia penal militar en
detrimento del elemento funcional es definitivamente mayor, lo que debe llevar a
la Corte a un examen más estricto y riguroso sobre esta parte de la normativa,
máxime si se repara en que por dicho sendero el fuero puede perfectamente
trocarse en privilegio y, paralelamente, el derecho especial extender su dominio a
costa del derecho penal común y de la jurisdicción ordinaria”.
4.3.2 Elemento objetivo o funcional: “relacionado con el mismo servicio” Además del
elemento subjetivo, es necesario que intervenga un elemento funcional con miras a que
se configure constitucionalmente el fuero penal militar: El delito debe tener relación con
el mismo servicio.
Nuestra Constitución Política en su artículo ART. 221 establece el fuero militar así: “De
los delitos cometidos por los miembros de la fuerza pública en servicio activo, y en
relación con el mismo servicio, conocerán las Cortes Marciales o Tribunales Militares,
con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar. Tales Cortes o Tribunales
estarán integrados por miembros de la Fuerza Pública en servicio activo o en retiro”. (
el subrayado es nuestro).
Según lo anterior, se entiende que hay relación con el servicio, cuando hay relación
directa de causalidad entre el presunto ilícito y el resultado dañoso.
-
38
La norma constitucional parte de la premisa de que el miembro de la Fuerza
Pública actúa como tal, pero también se desempeña como persona y ciudadano.
El servicio público no agota ni concentra todo el quehacer del miembro de la
Fuerza Pública, como por lo demás ocurre con cualesquiera persona. La totalidad
de los actos u omisiones del miembro de la Fuerza Pública no puede, en
consecuencia, quedar comprendida dentro del fuero castrense. Para los efectos
penales, se torna imperioso distinguir qué actos u omisiones se imputan a dicho
sujeto como miembro activo del cuerpo militar o policial, y cuáles se predican de
su actividad propia y singular como persona o ciudadano ordinario. La distinción
es básica y obligada si se quiere preservar la especialidad del derecho penal
militar, que complementa el derecho penal común pero en modo alguno lo
sustituye..”56 ( el subrayado es nuestro).
En esta materia, la Ley 522 de 1999, contentiva del Código Penal Militar, establece en
su artículo segundo el concepto del Fuero Militar, así: “Son delitos relacionados con el
servicio aquellos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública derivados del
ejercicio de la función militar o policial que le es propia.”,
A este respecto, la Corte Constitucional ha dicho que “La expresión relación con el
mismo servicio, a la vez que describe el campo de la jurisdicción penal militar, lo acota
de manera inequívoca. El concepto de servicio corresponde a la sumatoria de las
misiones que la Constitución y la Ley le asignan a la Fuerza Pública, las cuales se
materializan a través de las decisiones y acciones que en últimas se encuentran ligadas
a dicho fundamento jurídico.
56
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
-
39
En aquellos casos en los cuales no aparezca diáfanamente la relación directa del delito
con el servicio habrá de aplicarse el derecho penal ordinario. Al respecto la Corte ha
manifestado que :
“El vínculo entre el delito y la actividad propia del servicio debe ser próximo y
directo, y no puramente hipotético y abstracto Esto significa que el exceso o la
extralimitación deben tener lugar durante la realización de una tarea que en sí
misma constituya un desarrollo legítimo de los cometidos de las fuerzas armadas
y la Policía Nacional. Por el contrario, si desde el inicio, el agente tiene
propósitos criminales y utiliza entonces su investidura para realizar el hecho
punible, el caso corresponde a la justicia ordinaria, incluso en aquellos eventos en
que pudiera existir una cierta relación abstracta entre los fines de la Fuerza
Pública y el hecho punible del actor. En ningún momento el agente estaba
desarrollando actividades propias del servicio, puesto que sus comportamientos
fueron “ab initio” criminales”.
Sin embargo, cabe aclarar que lo anterior no significa que todas las actividades
realizadas por un miembro de la Fuerza Pública en servicio sean constitutivas del
desarrollo de su misión, para lo cual es necesario distinguir entre los fines
personales y los funcionales que incentivaron la actuación que desencadenó el
hecho delictivo, con el fin de excluir cualquier supuesto originado en una
iniciativa individual del miembro, lejana al cumplimiento de la misión que debía
cumplir, pues debemos recalcar que en este último caso, o cuando no sea diáfana
la relación directa entre la misión y el hecho delictivo, la jurisdicción competente
será la ordinaria, puesto que lo último que se pretende es encubrir actos ilegítimos
-
40
con una garantía especialmente asignada al desarrollo de una actividad
determinada.
Tal como lo mencionamos al hacer referencia a la evolución del fuero penal militar, en
Colombia, con el Decreto 171 del 30 de enero de 1952, fundamentado en el artículo 171
de la Constitución Nacional de 1886, se dispuso: Artículo 1. “Adicionase la Policía
Nacional con un cuerpo de Policía Militar que operará en los lugares a donde fuere
destinada, bajo la inmediata dependencia del respectivo Comandante Militar” y en su
artículo 2 que: “ Los miembros del Cuerpo de la Policía Militar que en actos del
servicio o fuera de ellos cometieren cualquier delito de los contemplados en el Código
Penal Militar incurrirán en las sanciones allí establecidas para tales delitos y su
juzgamiento corresponderá a la Justicia Penal Militar por el Procedimiento de los
Consejos de Guerra verbales”.
De esta forma, tenemos que existió un cuerpo perteneciente a la Policía Nacional que
gozó del Fuero Penal Militar antes de que el Decreto 1426 de 1954 estableciera el
mismo para dicha institución.
Ahora bien, no está de menos recordar que mediante el Decreto 1814 de 1953 se
incorporaron las Fuerzas de Policía a las Fuerzas Armadas y posteriormente con el
Decreto 1426 de mayo 4 de 1954, se estableció que la Policía Nacional sería sometida a
la Justicia Penal Militar, contando con un status similar al castrense, como bien lo
dispuso el artículo primero: “De todos los delitos que comentan los miembros de la
Fuerzas de Policía en servicio activo conocerá la Justicia Penal Militar”; con lo cual
todos los miembros de las Fuerzas de Policía gozan del Fuero Militar establecido por
Ley.
-
41
Tenemos entonces que el Fuero Militar para los miembros de la Policía Nacional ha
existido desde el Decreto Legislativo 1426 de 1954, con base en el artículo 58 de la
Constitución Política de 1886, hoy artículo 116 de nuestra Constitución Política.
Luego, con el Código Penal de 1958 (Decreto Legislativo 250 del 11 de julio) el fuero
fue reiterado, dicho Código en su artículo 284 dispuso: “Para los efectos de este
Código, los términos militar o militares se aplican a los miembros de las Fuerzas de la
Policía a excepción de lo dispuesto en el capítulo IV, Título IV, Libro II”.
Artículo 308: “La jurisdicción Penal Militar conoce: - De los delitos definidos y
sancionados en el presente Código. - De los delitos establecidos en las leyes penales
57
Ibid., p. 90.
-
42
comunes cometidos por militares en servicio activo o por civiles que estén al servicio de
las Fuerzas Armadas, en tiempo de guerra, conflicto armado o turbación del orden
público. - De los delitos establecidos en este código o en leyes comunes cuando se
cometan en territorio extranjero invadido, a bordo de buques de la Armada o de
aeronaves militares colombianas o que estén al servicio de las Fuerzas Armadas de la
República”
Con respecto al Decreto 1667 de 1966, en sentencia del 11 de junio de 1971, la Sala
Plena de la Corte Suprema de Justicia manifestó que: “Es evidente que el Decreto 1667
de 1966, al ser acogido como Ley, derogó todas las disposiciones anteriores y contrarias
a las nuevas normaciones, entre ellas los Decretos1814 de 1953 y 1752 de 1965 y el
artículo 284 del Código de Justicia Penal Militar, artículo que hacía aplicable a las
Fuerzas de Policía, asimilando éstas a las Fuerzas Militares, con una sola excepción que
no es preciso determinar”.58
En 1968 se expide el Decreto 2953, el cual en su artículo segundo dispuso: “Para los
efectos del parágrafo de la ley 40 de 1968, entiéndase por personal militar el que
integran las Fuerzas del Ejército, la Aviación, la Armada y la Policía”.
58
OLIVAR BONILLA Leonel. Derecho penal militar aspectos de actualidad. Bogotá: Editorial
Librería El profesional, septiembre de 1980. p.134.
-
43
octavo que: “Los oficiales, suboficiales y Agentes de la Policía Nacional que, con
ocasión del servicio o por causa del mismo o de funciones inherentes a su cargo,
cometan un delito, serán juzgados de acuerdo con las normas del Código de Justicia
Penal Militar”
El artículo noveno del mismo Decreto, estableció que: “la jurisdicción, competencia y
organización de la Justicia Penal Militar, se regirán de acuerdo con las normas del
Código de Justicia Penal Militar”.
Posteriormente El artículo 14 del Decreto 2550 de 1988, señaló de manera taxativa que
las disposiciones del Código Penal Militar serán aplicadas también a los Oficiales,
Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional.
-
44
Luego, la Ley 062 de 1993 Estatuto Orgánico de la Policía Nacional, dispone que los
oficiales, suboficiales y agentes de la Institución que cometan delito relacionado con el
servicio, serán juzgados de acuerdo con las normas del Código Penal Militar, siendo
rezagada esta Ley al no referirse a los auxiliares que prestan servicio militar en la
mencionada institución, lo cual supera el Código Penal Militar, al hacer referencia en su
artículo primero a los delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública.
Actualmente, el Código Penal Militar (Ley 522 de 1999), dispone en su artículo cuarto
que: “La Fuerza Pública estará integrada en forma exclusiva por las Fuerzas Militares
y la Policía Nacional”, el cual en concordancia con el artículo primero establece el
fuero militar.
Con respecto al Fuero Penal Militar para la Policía Nacional, la Corte Suprema de
Justicia, se ha pronunciado en algunas de sus sentencias, las cuales analizaremos a
continuación.
59
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de julio 10 de 1962.
M. P. Dr. HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ.
-
45
• Ya en sentencia de mayo 1983, la Corte Suprema de Justicia, cambia su posición, y
establece que los miembros de la Policía Nacional si están cobijados por el Fuero Penal
Militar y aclara este fuero se aplicará únicamente cuando se trate de los delitos
cometidos por los miembros de la misma en servicio activo y en relación con el mismo
servicio, al expresar que: “La Corte en recientes decisiones de mayoría (providencias
del 9 de junio de 1982 y 8 de febrero de 1983), ha reconocido que la jurisdicción penal
militar no es aplicable a los miembros de la Policía Nacional, que cometen hechos
punibles en condiciones o circunstancias diversas de la prestación de su servicio oficial,
no solo porque el artículo 8 del Estatuto Reorgánico de la Policía Nacional (Decreto
2347 de 1972) limita el alcance de esta jurisdicción a los delitos cometidos “con ocasión
del servicio o por causas del mismo o por funciones inherentes a su cargo”, sino porque
el artículo 170 de la Constitución Nacional (de 1886) refiere la justicia penal castrense a
los delitos cometidos por los militares en servicio activo y en relación con el mismo
servicio”.60
-
46
tenerse en cuenta al establecer la jurisdicción competente para el juzgamiento de los
miembros de la Policía, el cual depende de que “el delito por el cual se proceda, sea
cometido dentro de las circunstancias que prevé el Decreto 2137 de 1983, esto es, con
ocasión del servicio, por causa del mismo o por funciones inherentes al cargo..”62
De esta manera, encontramos que la Honorable Corte Suprema de Justicia, desde hace
mucho tiempo reconoce el Fuero Penal Militar para los miembros de la Policía
Nacional, pero reitera que éste es limitado por la calidad de miembro activo y por el
hecho de que el delito sea cometido con relación u ocasión del servicio.
Por su parte, la Corte Constitucional, en lo que se refiere al Fuero Penal Militar para los
miembros de la Policía Nacional, ha sido clara en afirmar que dicha institución es parte
de la Fuerza Pública y que por ende, pese a ser un cuerpo armado de naturaleza civil,
sus miembros están cobijados por el Fuero.
La Corte reconoce el Fuero Penal Militar para los miembros de la Policía Nacional, al
manifestar que la voluntad del constituyente fue inequívoca en el sentido de aplicar el
fuero penal militar a los miembros de la Policía Nacional por los delitos cometidos por
los mismos en servicio activo, y en relación con el mismo servicio, de tal suerte, que
62
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia del 3 de febrero de
1987. M.P. Dr. JAIME GIRALDO ANGEL.
-
47
los miembros de la Policía Nacional y de las fuerzas militares están cobijados por un
fuero especial de carácter penal, conforme al cual, cuando cometan delitos en servicio
activo o en relación con el mismo, deben ser juzgados por cortes marciales o tribunales
militares.
Al respecto, la Corte señala que “esta misma razón impide que la imparcialidad en
el desempeño de la función de administrar justicia se vea alterada, de manera que
bien puede asignarse el juzgamiento, en primera instancia, de los delitos
cometidos por ciertos miembros de la institución policial en ejercicio del servicio
o por razón del mismo, a algunos de sus superiores jerárquicos como los que se
señalan en las normas acusadas; y tercero, porque contra la providencia dictada
por el fallador de primera instancia en procesos penales militares, procede el
recurso de apelación o la consulta ante el Tribunal Superior Militar y en los casos
señalados taxativamente por el legislador el recurso de casación y revisión ante la
Corte Suprema de Justicia, sala de casación penal. Luego, frente a tantas
oportunidades de reexamen de los procesos penales militares por parte de
autoridades distintas, mal podría argüirse la violación del principio de
imparcialidad”. 63
63
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-444 de octubre 4 de 1995. Magistrado Ponente.
Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ.
-
48
mantiene para efectos del juzgamiento, aunque se pierda la calidad de militar en servicio
activo. Esta decisión produce efectos "erga omnes" y tiene el carácter de cosa juzgada.
64
De lo anterior, tenemos que hoy en día la Policía Nacional cuenta con Fuero Penal
Militar para el juzgamiento de sus miembros en servicio activo, siempre y cuando, el
hecho punible se haya presentado en servicio activo y en relación con el mismo
servicio.
El profesor Alfonso Reyes Echandía, concibe el derecho penal militar como “un
derecho especializado en cuanto ordinariamente se aplica a una determinada categoría
64
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
65
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Estado de Derecho y Jurisdicción Penal militar. Op. cit.,
p.49 y Ss.
66
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Publicaciones Jurídicas. 1987 Página 9.
-
49
de personas... Por razones de política criminal, el Estado ha considerado conveniente
someter a una jurisdicción penal especializada al personal de las fuerzas militares en el
caso de la comisión de ilícitos previa y expresamente señalados en el Código de Justicia
Penal Militar“67.
Tenemos que ya desde 1977, Leonel Olivar Bonilla hace referencia a la jurisprudencia,
ubicándola en tercer y último lugar como fuente del derecho penal militar, lo cual es
muy importante, puesto que como lo demuestra nuestra actual realidad en materia de
derecho penal, las Altas Cortes y en especial la Corte Constitucional, son las que están
señalando los lineamientos relativos a este asunto, puesto que ellas son quienes han
guiado las riendas de este derecho, mediante un profundo estudio del mismo, teniendo
en cuenta los presupuestos constitucionales y legales.
67
REYES ECHANDÍA, Alfonso. Derecho penal. Bogotá: Editorial Temis S. A. 1996. p. 5.
68
OLIVAR BONILLA, Leonel. Derecho procesal penal militar. Bogotá: Editorial Perlos Ltda.
1977. p. 13 y 14.
69
Ibid., p.14
-
50
Con respecto a la jurisprudencia y su importancia en la materia, hablaremos en el
capítulo séptimo, en todo caso, señalaremos la posición que ha tomado la Corte
Constitucional, con respecto a la Justicia Penal Militar en el que a nuestro modo de ver
es el fallo más importante que la Corte ha pronunciado con respecto al tema.
El cual es la Sentencia C-358 de 1997, en donde se dispuso que “Puesto que la Justicia
Penal Militar constituye la excepción a la norma ordinaria, ella será competente
solamente en los casos en los que aparezca nítidamente que la excepción al principio del
juez natural general debe aplicarse. Ello significa que en las situaciones en las que
exista duda acerca de cual es la jurisdicción competente para conocer sobre un proceso
determinado, la decisión deberá recaer a favor de la jurisdicción ordinaria, en razón de
que no se pudo demostrar plenamente que se configuraba la excepción”.70
Ahora bien, en cuanto a las razones de existencia del Derecho Penal Militar, el Mayor
Francisco Rodríguez Ussa, nos aporta tres:71
70
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 358 de agosto 5 de 1997. Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
71
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho penal militar. Teoría general. Op. cit., p. 17 y Ss.
-
51
De esta manera se hace evidente que una de las finalidades más importantes del
Derecho Penal Militar, consiste en “evitar que la fuerza controle exclusivamente la
fuerza, situación que implicaría entronizar la ley del más fuerte y obviamente, la
instauración del imperio de la violencia y la barbarie”72, y
Dentro de los bienes jurídicos que protege el derecho Penal Militar y que constituyen su
“ratio essendi”, encontramos: “la disciplina de las Fuerzas Armadas, el servicio que
cumplen, sus intereses, su administración, la vida y la integridad personal de sus
componentes y de los demás miembros de las sociedad, el honor militar, la población
civil, los bienes del Estado y su propia seguridad”, cuya regulación especializada debe
estar acorde con los principios y los fundamentos filosóficos que inspiran a la
organización.73
Así pues, el Derecho penal militar es una rama especial dentro del derecho penal, que
tiene como sus fuentes a la Constitución, la ley y la jurisprudencia, que está en continuo
perfeccionamiento y cuya finalidad no es otra que proteger determinados bienes
jurídicos relativos a la Fuerza Pública y a sus miembros, de tal forma que no se cometan
irregularidades en el cumplimiento de las funciones de los mismos, imponiendo límites
a su actividad, según las normas preestablecidas; obteniendo como resultado el control
eficaz del uso de la fuerza, asegurando por un lado la existencia del derecho y por otro,
la supervivencia del Estado.
72
Ibid., p. 20.
73
Ibid., p. 22 y 23.
-
52
5. ANÁLISIS COMPARADO DEL FUERO PENAL MILITAR EN
LAS CONSTITUCIONES DE 1886 Y 1991
Por medio de este artículo, surge una jurisdicción especial, al tiempo que se le impone a
los jueces castrenses aplicar un ordenamiento punitivo especializado.
74
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Derecho penal militar. Teoría general. Op. cit., p. 33.
-
53
En concordancia con lo anterior, el 11 de julio de 1958, se expide el Decreto 250,
contentivo del Código de Justicia Penal Militar, cuya finalidad no era otra que hacer
posible el funcionamiento de la jurisdicción penal militar, el cual, en su artículo primero
establece, al mismo tiempo que ubica, cuatro conjuntos normativos contentivos de lo
sustancial y lo formal del derecho penal, en sus cuatro libros, a saber: “ Los delitos y las
sanciones en general, las penas militares, la jurisdicción y organización de la Justicia
Penal Militar y el procedimiento que debe seguirse en la investigación de los delitos y
aplicación de las sanciones penales militares”; de tal suerte que este Estatuto fuera el
único aplicable en lo referente a la Justicia penal militar, cumpliendo en forma
satisfactoria e íntegra el mandato constitucional.75
Al analizar el artículo 170, Leonel Olivar Bonilla, argumenta que el fuero debe existir
porque los militares “hacen parte de una organización especial, rígidamente
jerarquizada, con un sistema disciplinario en el cual es fundamental el mando y la
obediencia, con restricciones en cuanto a la facultad de deliberar, es indispensable que
comparezcan ante Tribunales que pertenecen a la misma organización cuando cometen
delitos relacionados con las funciones que desempeñan”.76
Sobre el mismo, el doctor José María Samper señala: “los fueros bien entendidos y
practicados, nada tienen en sí de reprobables, si las jurisdicciones son especiales por la
especialidad de la materia; si tienen por objeto dividir racionalmente el trabajo jurídico;
si están sujetas en su acción al rigor de las leyes; si se aplican por igual a todos los
asuntos judiciales de una misma naturaleza, y si están reglados, en resolución, por la
suprema garantía de las leyes comunes”.77
De esta forma, elevado a rango constitucional, el Fuero Penal Militar ya contaba con
muchos seguidores que lo veían como un elemento importante en la aplicación de
justicia, cuando estaban involucrados militares en servicio activo.
75
RODRÍGUEZ USSA, Francisco. Estado de Derecho y jurisdicción penal militar. Op. cit., p.55.
76
OLIVAR BONILLA Leonel. Derecho penal militar aspectos de actualidad. Op. cit., p. 119.
77
SAMPER, José María. Derecho público interno en Colombia. Tomo II Bogotá:. Banco
Popular, 1974. p.365.
-
54
5.2 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1991
La misma Constitución define qué se entiende por Fuerza Pública, en su artículo 216:
“La Fuerza Pública estará integrada en forma exclusiva por las Fuerzas Militares y la
Policía Nacional”. De esta forma, se resuelven los errores de interpretación que en el
pasado se habían venido cometiendo con respecto a la existencia del Fuero para los
miembros de esta última.
De tal suerte que la amplitud del concepto de la “Fuerza Pública”, implica que ahora el
fuero penal militar de la Policía Nacional ha sido elevado a rango Constitucional, puesto
que este órgano hace parte de la misma, mientras que la expresión contenida en la
Constitución de 1886 era la de “Militares”, dejando claro el constituyente, que los
miembros de dicha institución en servicio activo gozan de esta garantía excepcional.
78
MENDOZA PALOMINO, Alvaro. Op. cit., p. 213.
-
55
Ahora bien, es elemental estudiar el desarrollo que tuvo el articulo 221 en las sesiones
de la Asamblea Nacional Constituyente, puesto que hubo varias posiciones con respecto
al Fuero Penal Militar.
El resto del texto propuesto, contó con el apoyo de 11 votos, el cual nos permitimos
transcribir:
-
56
De los delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Militares en servicio activo y en
relación con el mismo servicio, conocerán las cortes marciales o los tribunales
militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar.
“Artículo. Cuando el Defensor del Pueblo concluya y defina que cualquier hecho
cometido por miembro de la Fuerza Pública es violatoria de los Derechos Humanos
consagrados tanto en la Constitución Política como en el Derecho Internacional, dicha
decisión se tomará como un auto de apertura investigativa ante la justicia ordinaria
para que ésta investigue y juzgue el ilícito”.
-
57
“ Artículo 55. Del fuero de los delitos cometidos por los miembros de las Fuerzas
Militares en servicio, con relación con el mismo servicio, conocerán las cortes
marciales y los tribunales militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal
Militar.
La ley creará una jurisdicción especial de carácter civil para la Policía Nacional en
relación con el conocimiento de los delitos cometidos por sus miembros en servicio”. 79
De esta manera, vemos que existieron distintas propuestas, que incluso optaban por
crear una jurisdicción especial de carácter civil para los miembros de la Policía
Nacional. Pero al final, se aprobó la propuesta que dejaba intacto al artículo 170 de la
Constitución de 1886, cambiando únicamente la denominación de “militares”, por
“miembros de la Fuerza Pública”.
"Un presidente, tres vocales elegidos por sorteo, un fiscal, un asesor jurídico y un
secretario.
"El presidente, los vocales y el fiscal deben ser oficiales en servicio activo o en retiro,
superiores en grado o antigüedad del procesado.
79
GACETA CONSTITUCIONAL del 22 de junio de 1991. Páginas 27 y 28.
80
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-141 de marzo 29 de 1995. M.P. ANTONIO
BARRERA CARBONELL.
-
58
El secretario será un oficial en servicio activo, cuando se juzgue a oficiales, o un
militar o policía de cualquier graduación, también en servicio activo, en los demás
casos".
Lo subrayado es lo demandado.
Mediante esta sentencia, la Corte declaró inexequible la expresión “en servicio activo o”
del artículo 656 del Código Penal Militar (Decreto 2550 de 1988), como consecuencia,
tal como se manifiesta en el objetivo del proyecto del Acto Legislativo 2 de 1995,
mediante el cual se modificó el artículo 221 constitucional; se le quitó la posibilidad de
integrar los Consejos Verbales de Guerra a los miembros de la Fuerza Pública en
servicio activo, con lo cual se abrió el camino, para en el futuro, llegar a impedir que el
Comandante de las Fuerzas Militares se desempeñara como Presidente del Tribunal
Superior Militar, que los oficiales en servicio activo no pudieran ser magistrados ni
fiscales del tribunal Superior Militar e igualmente, así como también que los miembros
de la Fuerza Pública no pudieran ser jueces de instrucción ni de instancia.81
81
GACETA DEL CONGRESO N°. 441, del viernes 1° de diciembre de 1995. Página 3.
82
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-141 de marzo 29 de 1995. M.P. ANTONIO
BARRERA CARBONELL.
-
59
La Corte agrega que debido a la situación de conflicto social que desde hace varios años
afronta el país, las fuerzas encargadas de preservar el orden público se encuentran
inmersas en la confrontación e interesadas en su solución, de tal forma que deben
intervenir en las diferentes acciones represivas necesarias para someter a los enemigos
de dicho orden, y al mismo tiempo fungir como jueces de los excesos constitutivos de
delitos que puedan cometerse en desarrollo de tales acciones.
Por lo anterior, la Corte manifestó que la Fuerza Pública en cierto modo, actúa no sólo
como agente directo o indirecto de la acción encaminada a cumplir la misión
correspondiente para alcanzar las aludidas finalidades, las cuales pueden determinar el
origen de la acción delictuosa, sino que también es el competente para juzgar la
conducta de quienes siendo actores de dicha misión incurren en un delito.
Con respecto a lo anterior, la Corte aclara que de ninguna manera se está presumiendo
la parcialidad y la mala fe de los oficiales en servicio activo que administran justicia,
“sino que objetivamente y sin dudar de su buena voluntad no se dan las circunstancias
que interna y externamente aseguran dicha independencia e imparcialidad. En otros
términos, éstas se predican más del órgano-institución objetivamente considerado, que
de las personas a las cuales se atribuye su función”, y adiciona que: “La administración
de justicia no sólo reclama un juez conocedor de la problemática sobre la cual debe
emitir sus fallos, de juicio sereno, recto en todo sentido, con un acendrado criterio de lo
justo, sino también de un juez objetiva e institucionalmente libre”83.
De esta manera, la Corte deja sin competencia a los oficiales en servicio activo para el
juzgamiento de militares y recalca que es al legislador a quien corresponde diseñar un
modelo de Justicia Penal Militar que esté acorde con los preceptos de la Constitución
Política.
83
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-141 de marzo 29 de 1995. M.P. ANTONIO
BARRERA CARBONELL
-
60
Posteriormente, mediante el Acto Legislativo 02 de 1995, se adicionó la competencia de
los miembros de la Fuerza Pública al artículo 221 de nuestra actual Constitución
Política.
Con el fin de comprender la razón que llevó a tal modificación constitucional, nos
remontaremos a las ponencias que se pusieron a consideración de la Cámara de
Representantes y del Senado. Haremos referencia específicamente al objeto del
proyecto, el cual fue publicado en la correspondiente Gaceta, así: “Es propósito del
proyecto que se estudia, modificar el artículo 221 de la Constitución Nacional, el cual
regula el fuero militar, con el fin de establecer que las Cortes o tribunales Militares
estarán integradas por miembros de la Fuerza Pública en servicio activo o en retiro, con
lo cual se permitirá en el futuro que dichos tribunales especiales sean integrados por
militares en servicio activo, integración que había sido descartada por la decisión de la
84
ACTO LEGISLATIVO No. 02 DE 1995 (diciembre 21) Diario Oficial No. 42.159, del 21 de
diciembre de 1995.
-
61
Honorable Corte Constitucional, contenida en la sentencia C-141 del 29 de marzo de
1995... ”85
Así pues, el propósito del proyecto abracó en su totalidad la estructura del Código Penal
Militar en cuanto a la administración de la jurisdicción militar, dentro de la cual
encontramos a los jueces de instrucción, los jueces de instancia, los consejos de guerra,
los magistrados y fiscales del Tribunal Superior y el presidente del mismo (que es el
Comandante de las Fuerzas Militares), lo cual significa que “cualquier persona que deba
instruir, emitir un veredicto o fallar en primera o en segunda instancia por delitos
cometidos por los militares en servicio activo y en relación con el mismo servicio,
deberá perentoriamente y por mandato de la Constitución, que es norma de aplicación
preferencial, ostentar la calidad de miembro de la Fuerza Pública en servicio activo o en
retiro”86
Este Acto legislativo fue declarado exequible por la Corte Constitucional mediante
sentencia C-387 del 19 de agosto de 199787, en lo tocante con los cargos examinados en
la sentencia, relacionados con vicios de trámite, lo anterior, teniendo en cuenta que el
examen que realiza la Corte frente a los actos legislativos se limita al establecimiento de
la existencia o no de vicios de procedimiento en su formación.
85
GACETA DEL CONGRESO N°. 441, del viernes 1° de diciembre de 1995.
86
Ibid.
87
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-387 de 1997. M.P. Dr. FABIO MORON DIAZ.
-
62
En dicha sentencia, la Corte revisa la constitucionalidad del Acto Legislativo,
demandado por Los ciudadanos Manuel Barreto Soler, Carlos Rodríguez Mejía y
Gustavo Gallón Giraldo, quienes consideran que durante el trámite del mismo se
desconocieron los artículos 151, 157 Ord. 1º, 160, 219 y 375 de la Constitución.
Con base en lo anterior, la Corte declaró la exequibilidad del acto legislativo acusado en
relación con los vicios examinados.88
88
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-387 de 1997. M.P. Dr. FABIO MORON DIAZ.
-
63
Tenemos que esta adición que hace el Acto Legislativo 2 de 1995, pese a parecer poco
significativa, dio un cambio importante en materia de jurisdicción penal militar, puesto
que reconoció la importancia de que quien juzgue sea una persona que conozca el tema,
dicho en otras palabras, que sea un perito en la materia, para que pueda evaluar
fácilmente cualquier situación que se le presente con base en las experiencias por él
vividas y el conocimiento mismo de su ciencia, lo cual solo una persona con tales
características está en capacidad de hacer, marcando una gran diferencia respecto a otras
áreas del derecho frente a las cuales no es necesario poseer tal conocimiento originado
en la práctica de las actividades mismas que apremian su juzgamiento.
Podemos concluir, que el Fuero Penal Militar en nuestro país, pese a haber sido
reformado en algunas ocasiones, actualmente posee la misma estructura del artículo 170
de la Constitución Política de 1886; conservándose la facultad de los miembros de la
Fuerza Pública en servicio activo para participar en la aplicación de la justicia castrense
(establecida en el Decreto 2550 de 1988, anterior Código Penal Militar), la cual fue
elevada a rango constitucional por el Acto Legislativo 002 de 1995 en el cual se hizo la
adición pertinente.
Sin embargo, no debemos dejar de lado que tal evolución constitucional ha dado lugar a
la respectiva evolución legal, de la que actualmente goza la figura, puesto que la ley se
encarga de desarrollar el mandato constitucional, frente a lo cual en el tema del fuero
penal militar no se ha hecho excepción alguna, siendo hoy día el Código Penal Militar
la muestra más clara de la evolución del fuero, el cual continúa con su estructura básica,
adicionando garantías que le permiten ubicarse a nivel de la justicia ordinaria, muestra
fiel de que el fuero no ha estado dormitando en su pasado, sino que por el contrario ha
estado explorando nuevos horizontes tendientes a hacer de esta figura una garantía
resultante de su desarrollo constitucional, que de la mando con la situación actual se
sitúa dentro del campo de la certeza y la legalidad, demostrando la justificación de su
existencia en cada etapa de su vida, encontrándose hoy en el que tal vez pueda ser el
punto más álgido en su historia.
-
64
6. DERECHO COMPARADO
Así vemos como hoy en día el Fuero Penal Militar es una figura que en gran parte de los
países se ha limitado al máximo en su aplicación, y en el peor de los casos ha
desaparecido, no obstante de antemano manifestamos que no estamos de acuerdo con la
abolición de la justicia penal militar Colombia, debido a la misión que la justifica y a la
actual situación de nuestro país, tal como lo veremos más adelante.
89
Disponible también en versión HTML en:.
http://comunidad.vlex.com/cajamarca/REVISTA2/JURISDICMILITAR.htm
-
65
En Inglaterra, los Tribunales Militares no juzgan a civiles bajo ninguna circunstancia,
por lo que la Jurisdicción Militar, sólo es aplicable a los miembros de la Fuerza Armada
en servicio activo, es decir exclusivamente a aquellos que al momento de perpetrar una
infracción militar, se encontraren en situación de alta dentro de la Institución Armada.
De manera que se hace evidente la máxima limitación que se le da al fuero, casi ausente,
limitado por el tiempo, por los delitos que cobija y por la calidad de los procesados.
ESTADOS UNIDOS
La base de la ley militar de los Estados Unidos se encuentra en el artículo 1, sección 8,
de la Constitución de los Estados Unidos, que autoriza al Congreso "para hacer las
reglas para el gobierno y la regulación de la tierra y de las fuerzas navales"; la ley se
incorpora al código uniforme de la justicia militar.
Los estatutos de la ley militar establecen los sistemas de cortes militares e incluyen los
códigos penales, los cuales definen las ofensas por las cuales las personas pueden ser
condenadas de conformidad con el Código.
-
66
Estados Unidos cuenta con una corte de súplicas militares, que fue señalada el 5 de
octubre de 1994 como el tribunal de apelación de Estados Unidos para las fuerzas
armadas por el acto de la autorización de la defensa nacional para 1995. Dicha corte fue
establecida con base en el artículo primero de la Constitución que otorga al congreso la
facultad de hacer las reglas para el gobierno y la regulación de las fuerzas armadas. 90
6.2 EUROPA
En Europa encontramos el fuero militar muy limitado, tal vez no al punto de los límites
establecidos por el Derecho Anglosajón, pero encontramos que salvo Bélgica, España e
Italia, el fuero está presente solamente en tiempo de guerra, de tal forma que en Austria,
Alemania, Francia, entre otros, encontramos un fuero que se aplica solo en tiempo de
guerra, claro está que con algunas salvedades, como es el caso de los tribunales en el
exterior que son utilizados para juzgar a los militares de Francia cuando se encuentran
fuera del país.
ALEMANIA
La Constitución de Alemania Federal del 23 de mayo de 1949, establece en su artículo
96 numeral 2: "La federación podrá crear tribunales disciplinarios con carácter de
tribunales federales para las Fuerzas Armadas. Dichos tribunales sólo podrán ejercer
jurisdicción en el caso de defensa, así como únicamente sobre individuos pertenecientes
a las Fuerzas Armadas y enviados al extranjero o embarcados a bordo de navíos de
guerra. Una Ley federal regulará los pormenores de aplicación. Estos tribunales
quedarán adscritos a la competencia del ministro federal de justicia".
90
Disponible también en versión HTML en: http://www.jbtlaw.com/military_law.htm
-
67
AUSTRIA
BÉLGICA
ESPAÑA
La justicia militar española está prevista constitucionalmente dentro del título
correspondiente al Poder Judicial. Por ello, la propia carta Magna española consagra al
Tribunal Supremo como el órgano jurisdiccional superior en todas las materias salvo las
garantías constitucionales.
El fuero militar en España, está estatuido únicamente para juzgar las conductas
constitutivas de delitos militares, los cuales hacen referencia a las conductas
exclusivamente militares, propias de los actos de servicio en relación con las funciones
que les corresponden, así lo establece el artículo 95 de la Constitución de la República
Española del 27 de diciembre de 1978: “Artículo 117
91
Constitución de Austria. Disponible también en versión HTML en:
http://www.oefre.unibe.ch/law/icl/au00000_.html
-
68
En caso de presentarse duda o conflicto, con respecto a la aplicación de la justicia
castrense o a la ordinaria, por elaboración doctrinal y jurisprudencial se ha establecido
el principio del bien jurídico lesionado de más importancia; de tal suerte que la
jurisdicción militar se aplica a los delitos militares que afectan esencialmente fines o
intereses estrictamente militares. Código Penal Militar, artículos 12, 15 y 21, 92
FRANCIA.
Después de la segunda guerra mundial, en Francia se suprimió el fuero castrense, salvo
para los ejércitos fuera del país o en tiempos de guerra, absorbiendo sus funciones la
justicia ordinaria.
En tiempos de paz, no existe el fuero militar, salvo el caso de los militares en servicio
fuera del territorio nacional, cuyo juzgamiento corresponde a tribunales creados en las
delegaciones militares establecidas para esos fines en el exterior.
IRLANDA
La Constitución de Irlanda, Ley de Enmienda Constitucional de 1972, en su artículo 38
Numeral 2, establece que "Los miembros de las Fuerzas Armadas que no se hallen en
servicio activo no podrán ser juzgados por ningún consejo de guerra u otro tribunal
militar por delitos de los que entiendan los tribunales civiles, a menos que el delito se
92
GÓMEZ DE LIAÑO, Francisco Javier Código de Leyes Políticas. Madrid: Editorial COLEX
1991. Botella. Magistrado de la Audiencia Nacional de 1991. p.1170
-
69
encuentre en el ámbito de jurisdicción de un consejo de guerra u otro tribunal militar
en virtud de alguna Ley para la observancia de la disciplina militar".
ITALIA
El artículo 37 del Código Penal Militar italiano define el delito militar como cualquier
violación a la ley penal militar, la cual está inspirada en la protección de los intereses
militares, por ende, son delitos militares los que lesionan los intereses de las fuerzas
armadas.
Un punto importante que merece resaltarse es que con el fin de asegurar la emisión de
sentencias con mayor contenido técnico–jurídico, en los tribunales militares italianos
predominan los oficiales abogados frente a los de armas.
Adicionalmente, puede presentarse el recurso de apelación ante el Tribunal de
apelaciones, el cual está constituido por cinco miembros, tres de los cuales son oficiales
abogados. Los magistrados militares tienen el mismo régimen de los magistrados
ordinarios.93
93
Disponible también en versión HTML en:
http://comunidad.vlex.com/cajamarca/REVISTA2/JURISDICMILITAR.htm
-
70
6.3 AMÉRICA LATINA
El Fuero Penal Militar está establecido a nivel constitucional y legal el los países de
América Latina, en donde encontramos un fuero militar menos limitado, el cual
inclusive, puede conocer delitos cometidos por civiles, tal es el caso de Bolivia, Chile y
Panamá.
En cuanto a los delitos que conoce la jurisdicción militar, encontramos que se limitan a
los delitos estrictamente militares en países como Guatemala, México, Nicaragua,
Argentina, Ecuador, Paraguay, El salvador, Uruguay y Venezuela, y solo en países
como Colombia, Perú y Bolivia el fuero se aplica a todos los delitos relacionados con el
servicio, sean militares o comunes.
Respecto al fuero para los miembros de la Policía, países como Nicaragua, Colombia y
Paraguay lo contemplan.
En países como Chile y Uruguay el fuero se limita aún más, de tal suerte que se aplica
solamente en tiempos de guerra.
ARGENTINA
En 1986 se dio una importante reforma en la normativa interna, al instituirse un recurso
por retardo de justicia o de no celebración de los juicios por parte de los Tribunales
Militares y se le otorgó a la Cámara Federal de Apelaciones, ya no la función de
-
71
tribunal de alzada, sino la capacidad para intervenir originariamente en la prosecución e
investigación de esas causas .
BOLIVIA
El artículo primero del Código Penal Militar señala que: “(En cuanto al espacio). Este
código se aplicará:
1) A todos los delitos cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas en actos de
servicio o en ocasión de él dentro o fuera de los cuarteles, campamentos, zonas
militares; y en todo el territorio de la República en caso de guerra interna o externa.
2) A los delitos cometidos por nacionales y extranjeros que, sin ser miembros de las
Fuerzas Armadas, afecten materias y lugares militares.
-
72
4) A los delitos cometidos en aeronaves y navíos militares bolivianos, donde quiera que
se encuentren, o se hallen ocupados por orden legal de autoridad militar o estén en
servicio de las Fuerzas Armadas, aunque fueran de propiedad privada.
Según el artículo 5° del Código Penal Militar – “(En cuanto a las personas). Las
disposiciones de este Código se aplicarán a militares en servicio activo y personal civil
pertenecientes a las Fuerzas Armadas de la Nación y que, en el momento del hecho,
tengan mas de 16 años de edad”.
De lo anterior, se deduce que en Bolivia el Fuero Penal Militar cobija tanto a los
miembros de la Fuerzas Armadas en servicio activo (hasta un año después de su
inactividad) y al personal civil que pertenece a dichas Fuerzas.
CHILE
94
Código Penal Militar de Bolivia. Disponible también en versión HTML en
http://www.cajpe.org.pe/rij/bases/legisla/bolivia/ley19.HTM
-
73
Corresponde a la jurisdicción militar el conocimiento de las causas por delitos militares
(tipificados el Código Penal), por delitos comunes cometidos por militares durante el
estado de guerra, de acciones civiles que nazcan de los delitos enumerados
anteriormente.
Los tribunales militares, tienen jurisdicción para juzgar no sólo al autor de un delito de
jurisdicción militar, sino también a los demás responsables de éste aunque no estén
sujetos a fuero.
Art. 11. “El Tribunal Militar tendrá jurisdicción para juzgar no sólo al autor de un
delito de jurisdicción militar, sino también a los demás responsables de él, aunque no
estén sujetos a fuero.
Tendrá, asimismo, jurisdicción para conocer de los delitos que sean conexos, aun
cuando independientemente sean de jurisdicción común, salvo las excepciones legales.
Art. 13. “En tiempo de paz, la jurisdicción militar será ejercida por los Juzgados
Institucionales, los Fiscales, las Cortes Marciales y la Corte Suprema”.
Las causas por delitos que sobrevengan de fuera del territorio nacional contra la
soberanía del Estado y su seguridad exterior o interior cometidos exclusivamente por
militares o bien por civiles o militares conjuntamente, son competencia de la justicia
militar. Asimismo, la jurisdicción militar comprende entre otros a los cadetes, grumetes,
aprendices y alumnos regulares de las Escuelas Institucionales y los empleados civiles
de las Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile de las causas por los delitos que
pudieran cometer.
-
74
En lo referente a la colisión de competencias cuando se cometen delitos ordinarios y
castrenses, el artículo 12 del código, dispone: “Cuando se hubiere cometido por un
mismo agente delitos de jurisdicción militar y de jurisdicción común, que no sean
conexos, el Tribunal Militar será competente para conocer de los primeros y el Tribunal
ordinario de los segundos. Si la aplicación de esta norma creare alguna interferencia o
dificultad para la práctica de medidas o diligencias que se relacionen con el inculpado,
tendrán preferencia las requeridas por el Tribunal Militar...”95
COLOMBIA
Nuestra Constitución Política establece en su artículo 221. Modificado por el Acto
Legislativo 02/95, Art. 1°: “De los delitos cometidos por los militares en servicio activo
y en relación con el mismo servicio, conocerán las Cortes Marciales o Tribunales
Militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar”
El Código Penal Militar de 1999, establece en su artículo 1° que: “De los delitos
cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, y en relación con
el mismo servicio, conocerán las Cortes Marciales o los Tribunales Militares, con
arreglo a las disposiciones de este Código. Tales Cortes o Tribunales estarán
integrados por miembros de la Fuerza Pública en servicio activo o en retiro”.
A su vez, en los artículos segundo y tercero, señala cuales son los delitos relacionados
con el servicio y los que no están relacionados con el mismo.
En lo relacionado al juzgamiento de civiles por parte de la justicia penal militar,
encontramos prohibición expresa al respecto en el artículo 5° del Código Penal Militar,
que dispone que en ningún caso los civiles podrán ser investigados o juzgados por la
justicia penal militar.
ECUADOR
La Constitución Política de 1998 en su artículo 187, establece. “Los miembros de la
fuerza pública estarán sujetos a fuero especial para el juzgamiento de las infracciones
95
CODIGO DE JUSTICIA MILITAR Chileno. Disponible también en versión HTML en:
http://www.asesor.com.pe/teleley/militarCHILE.htm
-
75
cometidas en el ejercicio de sus labores profesionales. En caso de infracciones
comunes, estarán sujetos a la justicia ordinaria”.96
Ley Orgánica del Servicio de Justicia de las Fuerzas Armadas, Art. 8. La justicia militar
es un fuero especial reservado para los miembros de la Fuerza Pública, en el que se
juzgan las infracciones cometidas en el ejercicio del servicio. El ordenamiento jurídico
no hace mención a la capacidad del fuero militar de juzgar a civiles. El Código de
Procedimiento Penal establece que la jurisdicción militar ecuatoriana comprende la
facultad de investigar las infracciones cometidas por los militares de las Fuerzas
Armadas, siempre que estas infracciones sean de carácter militar. Aquellas de índole
común corresponden a los jueces y tribunales comunes. (Código de Procedimiento
Penal Militar, Art. 2).
GUATEMALA
Frente al Fuero Penal Militar se presentó una importante reforma, resultado de la cual el
fuero militar fue restringido.
96
Constitución Política de 1998. Disponible también en versión HTML en:
http://www.ecuaworld.com/Ecuador_Constitucion.htm.
97
Constitución Política de la República de Guatemala. Disponible también en versión HTML
en: http://www.larutamayaonline.com/constitucion/Constitucion4.asp
-
76
fuero militar, y se decide enviar el caso bajo examen a la jurisdicción ordinaria. Como
consecuencia de lo anterior, se reforma el artículo 2 del Código Penal Militar.
Con esta nueva disposición, se le otorga a los tribunales militares la competencia sobre
"delitos o faltas esencialmente militares", dejando los "delitos o faltas comunes o
conexos cometidos por militares" a la jurisdicción de los tribunales ordinarios. A partir
de ese momento, los casos relacionados con graves violaciones a los Derechos
Humanos, son de competencia exclusiva de los tribunales ordinarios.
MÉXICO
La Constitución Política de 1917, en su artículo 13, establece con respecto al fuero
militar que: “Subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplina
militar; pero los tribunales militares, en ningún caso y por ningún motivo, podrán
extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al Ejército. Cuando en un
delito o falta del orden militar estuviese complicado un paisano, conocerá del caso la
autoridad civil que corresponda”.98
NICARAGUA
La Constitución Política, establece en su artículo 159: “Los Tribunales de Justicia
forman un sistema unitario, cuyo órgano superior es la Corte Suprema de Justicia. El
ejercicio de la jurisdicción de los tribunales corresponde al Poder Judicial. Se
establece la jurisdicción militar, cuyo ejercicio es regulado por la ley.”99
98
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1917. Disponible también en versión
HTML en: http://www.georgetown.edu/pdba/Constitutions/Mexico/mexico1917.html
99
CONSTITUCION DE NICARAGUA 1987. Disponible también en versión HTML en:
http://www.constitution.org/cons/nicaragu.htm
-
77
Los delitos y faltas estrictamente militares cometidos por miembros del ejército y la
policía, serán conocidos por los tribunales militares establecidos por ley.
Los delitos y faltas comunes cometidos por los militares y policías serán conocidos por
los tribunales comunes.
En ningún caso los civiles podrán ser juzgados por tribunales militares”.
PANAMÁ
Constitución Política, artículo 33. “Pueden penar sin juicio previo, en los casos y
dentro de los precisos términos de la Ley:
2. Los jefes de la Fuerza Pública, quienes pueden imponer penas de arresto a sus
subalternos para contener una insubordinación, un motín o por falta indisciplinaria.
PARAGUAY
La Constitución Política del 20 de junio de 1992, dispone en su artículo 174. “DE LOS
TRIBUNALES MILITARES:
Los tribunales militares solo juzgarán delitos o faltas de carácter militar, calificados
como tales por la ley, y cometidos por militares en servicio activo. Sus fallos podrán ser
recurridos ante la justicia ordinaria.
Cuando se trate de un acto previsto y penado, tanto por la ley penal común como por la
ley penal militar no será considerado como delito militar, salvo que hubiese sido
cometido por un militar en servicio activo y en ejercicio de funciones castrenses. En
caso de duda de si el delito es común o militar, se lo considerará como delito común.
100
Constitución Política de la República de Panamá. Disponible también en versión HTML en:
http://www.asamblea.gob.pa/asamblea/constitucion/index3.htm
-
78
Sólo en caso de conflicto armado internacional, y en la forma dispuesta por la ley, estos
tribunales podrán tener jurisdicción sobre personas civiles y militares retirados”. 101
PERÚ
La Constitución Política de 1993, en el artículo 173 dispone: “En caso de delito de
función, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional están sometidas
al fuero respectivo y al Código de Justicia Militar. Las disposiciones de éste no son
aplicables a los civiles, salvo en el caso de delitos de traición a la patria de terrorismo
que la ley determina. La casación a que se refiere el artículo 141 sólo es aplicable
cuando se imponga la pena de muerte.
Quienes infringen las normas del Servicio Militar Obligatorio están asimismo
sometidos al Código de Justicia Militar”.102
EL SALVADOR
En lo referente al fuero militar, la Constitución de 1983, en su artículo 216 dispone: “Se
establece la jurisdicción militar. Para el juzgamiento de delitos y faltas puramente
militares habrá procedimientos y tribunales especiales de conformidad con la ley. La
101
Constitución Política de Paraguay. Disponible también en versión HTML en:
http://cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/89449407580195493654680/p0000001.htm#I_33
_
102
Constitución Política de Perú. Disponible también en versión HTML en:
http://www.georgetown.edu/pdba/Constitutions/Peru/per93.html
-
79
jurisdicción militar, como régimen excepcional respecto de la unidad de la justicia, se
reducirá al conocimiento de delitos y faltas de servicio puramente militares,
entendiéndose por tales los que afectan de modo exclusivo un interés jurídico
estrictamente militar.
Gozan de fuero militar los miembros de la Fuerza Armada en servicio activo por delitos
y faltas puramente militares”.103
URUGUAY
La Constitución Política de 1997, establece en su artículo 253. “La jurisdicción militar
queda limitada a los delitos militares y al caso de estado de guerra. Los delitos
comunes cometidos por militares en tiempo de paz, cualquiera que sea el lugar donde
se cometan, estarán sometidos a la Justicia ordinaria”.104
VENEZUELA
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1991, establece en su
artículo 261. “La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y
sus jueces o juezas serán seleccionados por concurso. Su ámbito de competencia,
organización y modalidades de funcionamiento, se regirán por el sistema acusatorio y
de acuerdo con lo previsto en el Código Orgánico de Justicia Militar. La comisión de
delitos comunes, violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad,
serán juzgados por los tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales
militares se limita a delitos de naturaleza militar.
103
Constitución Política de 1983. Disponible también en versión HTML en:
http://www.georgetown.edu/pdba/Constitutions/ElSal/ElSal83.html
104
Constitución Política de Uruguay, Disponible también en versión HTML en:
http://www.rau.edu.uy/uruguay/const97-12.16.htm#15.
105
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Disponible también en versión
HTML en: http://www.cajpe.org.pe/RIJ/bases/legisla/venezuel/consven.HTM#77.
-
80
En Venezuela, la ley prevé la facultad de los tribunales militares para juzgar a civiles,
cuando han cometido delitos en calidad de autores principales o cómplices. Asimismo
cuando han cometido infracciones en forma conjunta o separada de militares (Código de
Justicia Militar, Artículos 123 y 128).
-
81
7. EVOLUCIÓN JURISPRUDENCIAL DEL FUERO PENAL
MILITAR
Cabe recordar que antes de que se creara la Corte Constitucional, esta Corte era quien
ejercía las funciones de guarda e interpretación de las normas constitucionales, y era la
encargada de establecer cuales normas le eran contrarias, caso en el cual no tendrían
aplicación alguna porque la Constitución es norma de normas y ninguna norma puede
contrariarla.
En lo que hace referencia a nuestro tema de estudio, encontramos que la Corte Suprema
ha venido dictando importantes sentencias para el desarrollo del Fuero Penal Militar, el
cual, tal como ya lo hemos manifestado, ha estado presente en nuestro país desde sus
inicios.
-
82
extender a las infracciones cometidas por civiles ajenos a la institución o por militares
que no estuvieran en actividad”. También se dispuso que el fuero no puede hacerse
extensivo a los particulares, con lo cual la jurisdicción militar perdió la competencia
para conocer de los hechos que los particulares cometieran respecto a violaciones de la
ley penal militar.
106
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de mayo 24 de
1960.
-
83
hayan sido consumados en tiempo de guerra, turbación del orden público o conmoción
interior, o en territorio extranjero invadido, a bordo de buques de la Armada o de
aeronaves militares colombianas que están al servicio de las Fuerzas Armadas de la
República (Código Penal Militar, artículo 308).107
Tal prerrogativa fue instituida por razón de la calidad funcional del procesado, sin el
ánimo de crear una garantía personal, sino con la finalidad de reconocer la importancia
de la función y para el juzgamiento de personas por parte de quienes jerárquicamente le
107
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de julio 10 de 1962.
M. P. Dr. HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ.
-
84
están subordinadas. Excepcionalmente, además, porque a través de esta institución se
desconocen las reglas generales de competencia previstas en el ordenamiento procesal.
108
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de agosto 24 de
1983.
M. P. LUIS ENRIQUE ALDANA ROZO.
109
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de mayo 22 de
1984.
M. P. Dr. DANTE FIORILLO.
-
85
Y agregó que “en precedente oportunidad, dijo esta Corporación: “para la aplicación de
esta disposición se exige no solo la calidad funcional del procesado para el momento de
la comisión del hecho delictivo; además es necesario que el hecho se cometa por causa
del servicio, con ocasión del mismo o en ejercicio de funciones inherentes al cargo: esto
es, que el hecho imputado tenga origen en la actividad policial, o, sea su necesaria
consecuencia, o que el ejercicio de la función propia de la policía, se constituya en
medio y oportunidad propicia para la ejecución del ilícito, o que represente un desviado
o abusivo ejercicio de funciones”...”110
110
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Auto del 9 de noviembre de
1984. M.P. Dr. LUIS E. ALDANA ROZO.
111
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia del 3 de febrero de
1987. M.P. Dr. JAIME GIRALDO ANGEL.
-
86
• En sentencia 113 del 20 de agosto de 1987, al revisar el Decreto 1196 del 30 de
junio de 1987, la Corte reitera su pronunciamiento del 5 de marzo de 1987, al declarar la
inexequibilidad del decreto en cuanto a la competencia de la jurisdicción penal militar
para conocer de los delitos cometidos por personal civil al servicio de las Fuerzas
Armadas mientras subsistiera el estado de sitio, estableciendo una vez más, que la
justicia penal militar era competente únicamente para conocer los delitos cometidos por
los militares y los miembros de la Policía Nacional en servicio y en relación con el
mismo, ya fuere en normalidad o en anormalidad institucional.
Y, con relación a los delitos comunes, cometidos por los militares, en la misma
sentencia, manifestó que cuando el hecho punible de carácter común aparece realizado
dentro del ámbito del servicio militar, sin discusión, se impone el discernimiento del
fuero. Así mismo, ha sido categórica en precisar que para el establecimiento de cuando
112
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia 22 de Febrero de
1989,
M. P. Dr. GUILLERMO DUQUE RUIZ
-
87
ello es así, la función castrense debe aparecer nítida, de tal manera que no exista la más
leve duda de que se estaba en su desempeño legítimo y que como consecuencia de su
ejercicio, inicialmente no envolvía la comisión de hecho delictuoso alguno, resultando
su realización como algo eventual con respecto a la prestación del servicio.
Y agregó que “También ha sido criterio expreso de la jurisprudencia que si a la función
castrense se llega con propósito de ejecutarla con fines delictivos y en desarrollo de
éstos se cumple aquella, sin duda se está frente a una actividad criminosa no
comprendida en el fuero”.113
Y agrega que, dentro del concepto de acto propio del servicio, solo se pueden considerar
los que están relacionados con el cumplimiento de los fines de las fuerzas militares, que
113
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia del 20 de
septiembre de 1991. M. P. Dr. DÍDIMO PAEZ.
114
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de agosto 30 de
1994. radicación 9138. Magistrado Ponente: Dr. JORGE ENRIQUE VALENCIA M.
-
88
no son otros que la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio
nacional y del orden constitucional.115
En estas condiciones, para el caso concreto del miembro de la Fuerza Pública que aún
estando en servicio activo, se aparta de las funciones relacionadas con el mismo, con el
fin de ejecutar comportamientos delictivos ajenos a él, no goza del fuero penal militar,
esto, porque “la simple oportunidad surgida del servicio no es lo que determina la
competencia, e incluso carece de importancia cuando no hay relación entre el delito y el
servicio”.116
115
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de septiembre 18 de
1996. Radicación 9996. Magistrado Ponente: Dr. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL
116
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Penal. Sentencia de agosto 12 de
1998. Radicación 11.907. Magistrado Ponente: Dr. RICARDO CALVETE RANGEL.
-
89
Teniendo en cuenta que los miembros de la Fuerza Pública fueron juzgados por la
justicia penal militar, “por hechos que no guardan ninguna relación con el servicio, sino
que fueron cometidos con ocasión de él, pues aprovechándose de su condición de
miembros del Ejército Nacional y en connivencia, aparente con miembros de un grupo
paramilitar, participaron, a título que la jurisdicción ordinaria se encargará de aclarar y
resolver, en el homicidio de 13 personas que ocurrió el 5 de octubre de 1993...”, la
Corte decidió decretar la nulidad de lo actuado desde el 3 de octubre de 1997, cuando se
dispuso el cierre de la investigación por la jurisdicción penal militar, y, remitió la
actuación al director nacional de fiscalías, con el fin de asignarle un fiscal, es decir, lo
remitió a la jurisdicción ordinaria.117
Luego de estudiar algunas de las sentencias proferidas por la Corte Suprema de Justicia,
encontramos que algunas de sus interpretaciones se conservan vigentes en la actualidad,
tal es el caso de los elementos constitutivos del fuero, los cuales fueron desarrollados
detenidamente, aportando claridad frente a la aplicación del fuero debido a su naturaleza
exceptiva.
Es por ello que al realizar el análisis del fuero no era posible dejar de lado todo el
estudio que contiene este legado jurisprudencial, frente al cual hoy en día encontramos
gran parte de su naturaleza, porque indudablemente el legislador lo ha tenido en cuenta,
en aras de establecer detalladamente las reglas de juego para su existencia y su
aplicabilidad.
117
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal. Sentencia del 6 de marzo de 2003.
Radicación 17.550. Magistrado Ponente: Dr. YESID RAMÍREZ BASTIDAS.
-
90
7.2 CORTE CONSTITUCIONAL
La Corte Constitucional ha tenido un papel activo en materia del Fuero Penal Militar,
puesto que su jurisprudencia hoy día es la base del desarrollo legal que ha venido
teniendo la figura, siendo ésta, quien establece los lineamientos sobre los cuales se
soporta la figura, lo cual no es coincidencia, porque al ser la Corte la guardiana de la
Constitución y al tener el Fuero un sustento constitucional (artículo 221), la Corte no
podría hacer otra cosa más que interpretar y salvaguardar los fines para los cuales el
constituyente ha dispuesto dicho fuero.
Es por eso que encontramos varias sentencias de la Corte que tratan del Fuero Penal
Militar, de las cuales, analizaremos las más importantes, entre las cuales están:
• Sentencia C-592 de diciembre 9 de 1993. En la cual, la ciudadana JOHANNE
BEATRIZ YAÑEZ CARDENAS, presentó escrito de demanda en el que pidió, se
declarase que una parte del artículo 374 del Decreto-ley 2550 de 1988 (Código Penal
Militar) es inexequible. Tal artículo se refería a la defensa en los procesos militares, la
cual era ejercida por abogado en ejercicio o por un oficial de las Fuerzas Militares o de
la Policía Nacional en servicio activo.
-
91
confiere el servicio activo puede reducir la autonomía, la independencia y la capacidad
de deliberación que reclama el carácter técnico de la defensa que garantiza la
Constitución”.
Así las cosas, según la Corte, es preciso asegurar la absoluta independencia científica y
técnica de la actividad del defensor, impidiendo la confusión de cargos y funciones en
esta materia, dejando sin competencia para defender a los miembros de la Fuerza
Pública en servicio activo, puesto que su defensa estaría en cierta forma viciada.
Dejando en claro la Corte que la defensa y la asistencia penales no pueden ser
adelantadas por quien no sea abogado y el militar en servicio activo no puede ser
abogado defensor, toda vez que se encuentra sometido a una relación jerárquica
inadmisible con aquel encargo.118
• Mediante Sentencia C-009 del 17 de enero de 1995, la Corte reconoce que la Fuerza
Pública, incluyendo los organismos de seguridad del Estado, como los tribunales y
juzgados son instituciones políticas que hacen parte del poder público.119
118
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-592 de diciembre 9 de 1993. Magistrado
Ponente. Dr. FABIO MORÓN DÍAZ.
119
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-009 del 17 de enero de 1995. Magistrado
Ponente. Dr. VLADIMIRO NARANJO MESA
-
92
independiente e imparcial, si quienes intervienen en el proceso de juzgamiento son
oficiales en servicio activo, esto es, funcionarios que tienen una relación de dependencia
y subordinación, un vínculo jerárquico con la institución y específicamente con sus
superiores jerárquicos, en virtud del ligamen del mando militar jerárquico, que supone
que aquellos están sometidos a la obediencia debida a que alude el artículo 91 de la
Constitución Política”.120
• Sentencia 225 del 18 de mayo de 1995, mediante la cual la Corte señala que ha de
diferenciarse entre la obediencia militar “que se debe observar por el inferior para que
no se quiebre la disciplina y la que, desbordando las barreras del orden razonable,
implica un seguimiento ciego de las instrucciones impartidas por el superior” y adiciona
que no es posible invocar la obediencia militar debida, con el fin de justificar la
comisión de conductas que atenten manifiestamente contra los Derechos Humanos, en
especial el de la dignidad, la vida y la integridad de las personas; tal es el caso de los
homicidios fuera de combate, la imposición de penas sin juicio imparcial previo, las
torturas, las mutilaciones o los tratos crueles o degradantes.121
Estableció como la finalidad esencial del fuero militar, el que dentro de los marcos de
la Constitución, los miembros de la Fuerza Pública estén cubiertos en sus actividades de
120
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-141 del 29 de marzo de 1995. Magistrado
Ponente. ANTONIO BARRERA CARBONEL.
121
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 225 del 18 de mayo de 1995. M.P. Dr.
ALEJANDRO MARTÍNEZ CABALLERO
-
93
servicio por un régimen jurídico penal especial, tanto sustantivo como procedimental,
que sea acorde con la especificidad de la organización y funcionamiento de la Fuerza
Pública.
De tal suerte que no es necesario, que al tipificar cada una de las infracciones contenidas
en la parte especial del Código Penal Militar, se haga nueva referencia a la necesidad de
que concurran en el delito todos sus elementos estructurales, puesto que es al juez, a
122
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-399 del 7 de septiembre de 1995. Magistrado
Ponente. Dr. ALEJANDRO MARTÍNEZ CABALLERO.
-
94
quien le corresponde determinar si en el caso particular se dan la tipicidad, la
antijuricidad y la culpabilidad de la conducta y, a propósito de ésta, cuáles de sus
formas son compatibles con el delito imputado.123
“Para que un delito sea de competencia de la justicia penal militar debe existir un
vínculo claro de origen entre él y la actividad del servicio, esto es, el hecho
punible debe surgir como una extralimitación o un abuso de poder ocurrido en el
marco de una actividad ligada directamente a una función propia del cuerpo
armado. Pero aún más, el vínculo entre el delito y la actividad propia del servicio
debe ser próximo y directo, y no puramente hipotético y abstracto. Esto significa
que el exceso o la extralimitación deben tener lugar durante la realización de una
tarea que en sí misma constituya un desarrollo legítimo de los cometidos de las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Por el contrario, si desde el inicio el
agente tiene propósitos criminales, y utiliza entonces su investidura para realizar
el hecho punible, el caso corresponde a la justicia ordinaria, incluso en aquellos
eventos en que pudiera existir una cierta relación abstracta entre los fines de la
Fuerza Pública y el hecho punible del actor. En efecto, en tales eventos no existe
concretamente ninguna relación entre el delito y el servicio, ya que en ningún
momento el agente estaba desarrollando actividades propias del servicio, puesto
que sus comportamientos fueron ab initio criminales. “
123
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-563 del 30 de noviembre de 1995. Magistrado
Ponente. Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ.
-
95
penal militar constituye la excepción a la norma ordinaria, ella será competente
solamente en los casos en los que aparezca nítidamente que la excepción al principio
del juez natural general debe aplicarse. Ello significa que en las situaciones en las que
exista duda acerca de cuál es la jurisdicción competente para conocer sobre un proceso
determinado, la decisión deberá recaer en favor de la jurisdicción ordinaria, en razón
de que no se pudo demostrar plenamente que se configuraba la excepción”.
Y con respecto a los delitos de lesa humanidad, establece que: “Un delito de lesa
humanidad es tan extraño a la función constitucional de la Fuerza Pública que no
puede jamás tener relación con actos propios del servicio, ya que la sola
comisión de esos hechos delictivos disuelve cualquier vínculo entre la conducta
del agente y la disciplina y la función propiamente militar o policial, por lo cual
su conocimiento corresponde a la justicia ordinaria. Existen conductas punibles
que son tan abiertamente contrarias a la función constitucional de la Fuerza
Pública que su sola comisión rompe todo nexo funcional del agente con el
servicio”.
La Corte en su análisis manifestó que “para que un delito común cometido por un
miembro de la fuerza pública sea objeto del conocimiento de la justicia penal
militar y, por ende, se le apliquen las normas contenidas en el Código Penal
Militar, se requiere: primero, que dicho sujeto sea miembro activo del cuerpo
militar o policial, y segundo, que el ilícito se produzca en el ejercicio de actos del
servicio, es decir, de las tareas o funciones que el constituyente y el legislador le
han asignado a las Fuerzas Militares o a la Policía Nacional”.
-
96
miembros del servicio activo de la Fuerza Pública cuando cometan hecho punible
militar o común que esté relacionado con el mismo servicio.
La Corte finaliza, diciendo que “En consecuencia, no son todos los delitos comunes los
que debe investigar y juzgar la justicia penal militar, sino única y exclusivamente
aquellos que guardan íntima relación de conexidad con los actos propios de la función
pública que le corresponde desarrollar a la fuerza pública. No se vulnera entonces, el
artículo 221 de la Constitución y, por el contrario, se acata”, es por eso que la Corte
declara la exequibilidad del artículo con excepción del aparte que dice: "También se
aplicarán a los oficiales, suboficiales y agentes de la Policía Nacional", sobre la cual ha
de estarse a lo resuelto en la sentencia
C-444/95.124
124
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-561 de noviembre 6 de 1997. Magistrado
Ponente. Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ.
125
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-145 del 22 de abril de 1998. Magistrado
Ponente. Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
-
97
lo vimos anteriormente, en dicha sentencia, la Corte establece los elementos del Fuero
Penal Militar, los cuales son el subjetivo y el objetivo, limitando así el fuero, y a su vez,
establece que los delitos de lesa humanidad no serán juzgados por la jurisdicción
castrense; de tal suerte que esta sentencia reitera la doctrina constitucional.126
126
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-878 del 12 de julio de 2000. Magistrado
Ponente. Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.
127
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-740 del 11 de julio de 2001. Magistrado
Ponente: Dr. ANTONIO BARRERA CARBONELL.
128
En sentencia C- 1214 de noviembre 21 de 2001, se declarararon inexequibles las
expresiones “alumnos” de los artículos 256 y 258 de la Ley 522 de 1999
-
98
servicio, y que por la naturaleza misma de los códigos, estos buscan regular de
manera completa una materia, el Código Penal Militar contiene un régimen
completo, tanto sustantivo como procesal, que si bien debe respetar y desarrollar
los principios y valores constitucionales, y responde por consiguiente a los
mismos principios y valores que se aplican para el régimen penal ordinario, puede
diferenciarse del mismo, cuando así lo exijan las especiales condiciones para las
cuales está previsto, o cuando de tal diferencia no se derive detrimento de la
Constitución”
129
CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-1068 del 10 de octubre de 2001. Magistrado
Ponente. Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL.
-
99
Fuero Militar, remitiendo a lo estudiado en la sentencia C-358 de 1997, luego
profundiza en la naturaleza y finalidad de la parte civil en el proceso penal colombiano,
donde manifiesta que:
-
100
conflicto en forma integral, al no tener el derecho a obtener una declaración judicial
sobre los perjuicios ocasionados”.
Con respecto a este artículo, la Corte manifiesta que: “de ello se desprende que tienen el
deber constitucional de garantizar que la soberanía y el orden constitucional no se vean
alterados o menoscabados. Elementos centrales del orden constitucional lo constituye el
cumplimiento pleno “...de los principios, derechos y deberes consagrados en la
130
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1149 del 31 de octubre de 2001. Magistrado
Ponente: Dr. JAIME ARAUJO RENTERIA.
-
101
Constitución...”(artículo 2° de la Carta) y la preservación del monopolio del uso de la
fuerza y de las armas en manos del Estado”.
Y agrega que en ese orden de ideas, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, tienen
una posición de garante derivada de su obligación de cumplir deberes irrenunciables en
un Estado Social de Derecho, y, según el artículo 217 de la Constitución, es función de
las Fuerzas Militares garantizar el orden constitucional. A su vez, dicho orden, además
de preservar la estructura democrática del país, comprende el deber de participar activa
y eficazmente (artículo 209 de la Constitución) en la defensa de los derechos
constitucionales de los asociados; tales derechos son los que constituyen los bienes
respecto de los cuales el Estado tiene el deber (irrenunciable) de proteger.
Con respecto a tal deber, las Fuerzas Armadas ocupan un lugar primordial, toda vez que
parte esencial del respeto por los derechos constitucionales, está edificado sobre la
obligación estatal de proteger a los titulares de tales derechos contra las violaciones a
los mismos por parte de los particulares.
Tenemos que la defensa de los derechos no se limita tan solo a la abstención estatal de
violarlos, sino que implica el enfrentar a los agresores de los mismos, de tal suerte que
el uso de la fuerza es obligatoria frente a quienes no tienen la intención de respetar los
derechos de las personas y tampoco están dispuestas a cumplir el mandato normativo.
Aclara la Corte que dicho uso de la fuerza, está legitimado únicamente para las Fuerzas
Armadas del Estado, ya que la estructura social deposita en ellas el monopolio del uso
de las armas y por ende, la tarea de defender los derechos mediante su utilización.
Ahora bien, “si el miembro de la fuerza pública tiene el deber específico de evitar el
resultado (ostenta posición de garante) y no inicia la acción de salvamento a pesar de
-
102
que contaba con la posibilidad material de hacerlo, se le imputa el resultado lesivo que
no impidió y no la simple inobservancia de un deber funcional”.
Para definir el juez competente, hay que establecer si se ostentaba la calidad de garante,
para esto, no debe existir duda alguna sobre la relación directa y clara entre el servicio y
la conducta realizada, de ahí que, “en lo que a la posición de garante respecta, no tenga
que entrar a definir en forma definitiva que se ostenta dicha calidad, sino que resulta
suficiente que existan indicios sobre este punto”, así pues, únicamente si no existe duda
sobre la relación entre el servicio y el acto investigado, es posible asignar competencia a
la justicia penal militar, de lo contrario, la competencia será de la justicia ordinaria.131
Respecto a los Magistrados y Fiscales del Tribunal Superior Militar, la Corte afirma que
si “En efecto, el Constituyente de 1991 consagró en el artículo 125 de la Constitución
Política como regla general, la carrera administrativa para los empleos en los órganos y
entidades del Estado, no obstante, esa regla general como todas admite excepciones.”
131
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia Su-1184 del 13 de noviembre de 2001. Magistrado
Ponente: Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT.
-
103
desempeñar cargos en la justicia penal militar. La regulación de esta carrera especial,
obedece a una de las excepciones a la regla general de carrera consagradas en el artículo
125 de la Constitución Política.
De tal suerte que los servidores públicos vinculados a la justicia penal militar no están
en las mismas condiciones que los servidores públicos que ejercen esa función en la
rama judicial, tanto en lo tocante con los asuntos que son de su competencia, como a los
sujetos que se encuentran sometidos a su jurisdicción.
Agrega la Corte que “La Constitución asignó una función específica y especial a la
jurisdicción penal militar, que a su vez hace necesario una regulación específica para la
materia. Por lo tanto, no sería procedente adelantar un juicio de igualdad entre dos
regulaciones diferentes por cuanto tratan sobre situaciones e instituciones diversas, pues
como se sabe los jueces y magistrados vinculados a la Rama Judicial conocen de
asuntos y pleitos diversos de los que conocen los militares.”132
Con base en el anterior análisis de las sentencias más importantes que en materia de
fuero penal militar ha emitido la Corte, tenemos que en ellas se han establecido los
lineamientos básicos de lo que constituye para nosotros el fuero en la actualidad, tal es
el caso de los elementos del mismo, los delitos que lo constituyen y los que no, entre
otros; los cuales fueron estudiados detenidamente por la Corte en varias de sus
sentencias y hoy podemos encontrar de manera clara en las normas rectoras de la ley
penal militar, consagradas en el la ley 522 de 1999, actual Código Penal Militar.
Es así como sentencias de gran trascendencia tales como la C-358 de 1997, han
contribuido al progreso y por ende a la viabilidad del fuero, permitiendo la coherencia
entre los preceptos legales y constitucionales, haciendo del fuero una figura madura y
bien lograda.
132
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1262 del 29 de noviembre de 2001. Magistrado
Ponente: Dr. ALFREDO BELTRÁN SIERRA.
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104
Pese a las críticas que se han hecho con respecto a la intromisión de la Corte
Constitucional en temas que no le competen, en ocasiones, usurpando funciones que no
le son propias; respecto a nuestro tema de estudio, tenemos que ésta se ha constituido
en un instrumento clave en el desarrollo del fuero y por ello es de suma importancia
tener en cuenta su criterio, el cual, sin lugar a dudas, le ha dado luces al legislador para
regular de manera eficiente los elementos que constituyen la jurisdicción penal militar.
Con base en el numeral sexto del artículo 256 de la Constitución Política de 1991, es
función del Consejo Superior de la Judicatura “Dirimir los conflictos de competencia
que ocurran entre las distintas jurisdicciones”, lo cual, aplicado a nuestro trabajo,
significa, que el Consejo es el competente para dirimir los conflictos de competencia
que se presentan entre la justicia penal militar y la justicia ordinaria, de manera que los
fallos emitidos par el Consejo Superior de la Judicatura, constituyen una base
importante al momento de determinar a cual jurisdicción corresponde determinado caso
y sobretodo cuáles son los fundamentos que se arguyen para tomar dicha decisión, es
por eso que analizaremos algunos de sus fallos.
• En fallo del 4 de julio de 1996, al referirse a los requisitos o elementos del Fuero
Militar, el Consejo, con base en el artículo 221 constitucional, reiteró que los elementos
son: que el procesado sea miembro activo de la Fuerza Pública y que el hecho punible
tenga relación con el servicio, caso en el cual será juzgado por la jurisdicción penal
militar y que por el contrario, cuando no se den estos requisitos, será juzgado por la
jurisdicción ordinaria.
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105
Por ello, la decisión fue que la competente es la jurisdicción ordinaria, toda vez que “las
actividades reprochadas no constituyeron un desbordamiento o exceso en sus funciones
oficiales, pues desde su iniciación estuvieron al margen de sus compromisos
oficiales”.133
La causa del servicio “se da cuando el ilícito aparece como consecuencia directa o
inmediata del acto ejecutado por el agente, es decir, que el hecho se produce como
resultado del normal desempeño de la tarea militar o policiva”.
Y por último, el ejercicio de funciones, según el cual “el delito se comete en ejercicio de
las funciones inherentes al cargo cuando se revela como la “expresión de las
obligaciones ajenas a la condición oficial del agente” (Tribunal Disciplinario, auto del
23 de septiembre de 1977)”.134
• En fallo de septiembre 19 de 1996, el Consejo, nos aporta las siguientes pautas para
hacer la ponderación y establecer la existencia del fuero militar:
“Que se esté en cumplimiento o en ejercicio de las funciones inherentes a su cargo y no
en desarrollo de otras actividades o funciones no oficiales”.
“Que el servicio haya brindado la oportunidad de modo, tiempo y lugar para la
ocurrencia del hecho que se trate”, y
133
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia del 4 de julio de 1996.
Magistrado Ponente: Dr. RÓMULO GONZÁLEZ TRUJILLO. Radicación N°. 9633 A. En:
Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 42. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá.
Agosto de 1996. p. 114–115.
134
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia del 22 de agosto de 1996.
Magistrado Ponente: Dr. LEOVIGILDO BERNAL ANDRADE. Radicación N°. 9891 A. En:
Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 43. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá.
Septiembre de 1996. p. 87.
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“Que la prestación del servicio sea la causa de la ocurrencia del hecho”, de tal manera
que no solo es necesaria la coetaneidad entre la prestación del servicio y el ilícito,
también debe existir necesariamente una relación de causa efecto entre una y otro”.135
De esta manera, el Consejo solicita a las fuerzas militares que cumplan con su
obligación de juzgar si en determinado caso se dan las circunstancias para establecer la
existencia del fuero militar, en caso de que pese existir las circunstancias del 221 de la
Carta, no hay motivos determinantes para hacerlo; puesto que “las circunstancias
determinantes de estos fueros, como exceptivas que son, deben aparecer demostradas
para hacer posible su reconocimiento”.136
135
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia del 19 de septiembre de 1996.
Magistrado Ponente: Dra. AMELIA MANTILLA VILLEGAS. Radicación N°. 7721 A. En: Gaceta
Jurisprudencial, Revista mensual N°. 44. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Octubre de
1996. p. 111-113..
136
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de noviembre 7 de 1996.
Magistrado Ponente: Dr. LEOVIGILDO BERNAL ANDRADE. Radicación N°. 10652 A. En:
Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 46. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá.
Diciembre de 1996. p. 91-92.
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107
• El Consejo, en fallo del 3 de abril de 1997, hace un detenido análisis de los
elementos “relación con el servicio”, “ocasión del servicio”, “causa del servicio”, “en
ejercicio de funciones inherentes al cargo”, estableciendo cuándo se está frente a cada
una, así:
Causa del servicio: “ocurre cuando el hecho reputado como punible se produce
como consecuencia directa o inmediata de su prestación normal.”
En ejercicio de funciones inherentes al cargo: “cuando se sucede a raíz del
cumplimiento de actividades que aún cuando no correspondan al desarrollo de una
tarea militar o policiva determinada, sin embargo son propias a la condición del
infractor.”137
137
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de abril 3 de 1997. Magistrado
Ponente: Dr. ENRIQUE CAMILO NOGUERA AARÓN. Radicación N°. 11144ª 266. En: Gaceta
Jurisprudencial, Revista mensual N°. 50. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Abril de
1997. p. 88.
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108
• En fallo de abril 10 de 1997, el Consejo hace una importante aclaración que hace
referencia a las infracciones penales, estableciendo cuando están relacionadas o no con
el servicio.
138
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de abril 10 de 1997. Magistrado
Ponente: Dr. RÓMULO GONZÁLEZ TRUJILLO. Radicación N°. 13093 B. En: Gaceta
Jurisprudencial, Revista mensual N°. 50. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Abril de
1997. p. 89.
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109
identifiquen con mayor precisión las formulaciones que han de hacerse con respecto a
las conductas de sus miembros.139
• En fallo de mayo 8 de 1997, el Consejo hace un extenso análisis del fuero militar,
en donde ratifica la línea que ha venido siguiendo con respecto a la consagración
constitucional del fuero, sus elementos, las pautas para establecer su existencia.
139
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Auto de mayo 15 de 1997. Magistrado
Ponente: Dr. ENRIQUE CAMILO NOGUERA AARÓN. Radicación N°. 13717 A. En: Gaceta
Jurisprudencial, Revista mensual N°. 52. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Junio de
1997. p. 99.
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110
estaríamos dependiendo del pensamiento jurídico de turno, lo que llevaría a la
inseguridad jurídica de los administrados”.140
• El Consejo, en providencia de septiembre 21 de 1997, una vez más analiza el
concepto de fuero militar, sus elementos, el alcance de la expresión “relación con el
mismo servicio”, adicionalmente, hace referencia al conflicto de jurisdicciones en sí.
Siendo los anteriores presupuestos los que deben estar presentes en caso de colisión de
competencias entre la jurisdicción ordinaria y la penal militar, en donde se debe tener en
cuenta la existencia del fuero militar, debiendo estar presentes sus elementos, con el fin
de establecer quién es el competente para el caso en particular.141
140
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de mayo 8 de 1997. Magistrado
Ponente: Dra. MIRYAM DONATO DE MONTOYA. Expediente N°. 13362 A. En: Gaceta
jurisprudencial, Revista mensual N°. 53. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Julio de
1997. p. 109-116.
141
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de septiembre 21 de 1997.
Magistrado Ponente: Dra. MIRYAM DONATO DE MONTOYA. Expediente N°.6973 C/248C
En: Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 56. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá.
Octubre de 1997. p. 105-109.
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111
Este caso en particular, nos llamó la atención, por ello vamos a estudiarlo más
detenidamente.
Se trata de una emboscada militar, realizada con el fin de capturar a unos cabecillas de
la cuadrilla 22 de las FARC, lo grave de los hechos es que en la emboscada no cayeron
los mismos, sino de ciudadanos desprevenidos que transitaban por la vía, motivo por el
cual, al parecer del Consejo, se incurrió en exceso y extralimitación en el proceder de
los militares, según éste “derivados de la improvisación, la imprevisión y hasta cierto
punto, la impreparación (sic) de muchos de los integrantes de la patrulla Militar”
El Consejo, afirma que no es posible excluir el fuero por la gravedad de los hechos,
argumentando que de acuerdo al artículo 221 de nuestra Constitución, la calidad del
delito no es requisito para el discernimiento del fuero militar. Y que no corresponde a
ellos el tomar cuentas del proceder, “sino tan sólo establecer la existencia o no, de la
situación relacional entre los hechos delictivos y las actividades propias del servicio,
para con fundamento en ello, hacer la predicación de la jurisdicción a la cual
corresponde investigar y juzgar los hechos”.
142
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de marzo 5 de 1998. Magistrado
Ponente: Dr. ALVARO ECHEVERRI URUBURU. Expediente N°. 19980244A En: Gaceta
Jurisprudencial, Revista mensual N°. 62. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá. Abril de
1998. p. 128-131.
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112
La otra aclaración de voto, la hizo la magistrada Miryam Donato de Montoya, quien
hace referencia a un caso semejante, en el cual se falló que la competente era la
jurisdicción ordinaria, puesto que la operación no había sido autorizada y tenía unos
fines preconcebidos, como era el delinquir; distinto a éste, donde sí había una actividad
lícita relacionada con el servicio, pese a que hubo un exceso.
Finalmente, manifiesta que “si existe un ligamen de hecho punible a la función propia
del cuerpo armado, necesariamente tal exceso o extralimitación ha de haberse producido
durante la realización de la tarea considerada en sí misma como un desarrollo legítimo
de los cometidos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.” Y agrega que los casos
reputados como delitos de lesa humanidad, al resentir profundamente la misión que el
constituyente le confía a las Fuerzas Armadas, no pueden abarcarse por el fuero especial
para su juzgamiento.143
143
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de noviembre de 1998.
Magistrado Ponente: Dr. ENRIQUE CAMILO NOGUERA AARÓN. Expediente N°.19980985
En: Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 69. Grupo Editorial Leyer. Santafé de Bogotá.
Noviembre de 1998. p. 105-108.
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113
Debemos mencionar, que hubo dos salvamentos de voto, por parte de los magistrados
Leovigildo Bernal Andrade y Rómulo González Trujillo, para quienes el hecho punible
tiene relación con el servicio, razón por la cual, pese a sus características, es un delito
que debe ser juzgado por la jurisdicción penal militar y no por la ordinaria.
Con esta sentencia, el Consejo unifica criterio con la Corte Constitucional, quien ya se
había pronunciado al respecto en la C-358 de 1997, magistrado ponente Dr. Eduardo
Cifuentes.
144
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de septiembre 2 de 2002.
Magistrado Ponente: Dr. JORGE ALONSO FLECHAS DÍAZ. Expediente N°. 20021296 En:
Gaceta Jurisprudencial, Revista mensual N°. 116. Grupo Editorial Leyer. Bogotá. Octubre de
2002. p. 190-195.
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114
en particular cuando se presenta conflicto al respecto, hace un profundo análisis de los
elementos, los fines, los requisitos y las características del Fuero Penal Militar y por ello
posee un conocimiento avanzado del mismo.
Encontramos en los fallos del Consejo los posibles casos en los cuales hay margen de
error con respecto a la competencia de la jurisdicción penal militar frente a casos
concretos, lo cual se constituye en un apoyo tanto para el legislador como para el
operador judicial, puesto que con base en tales fallos puede el primero realizar las
reformas tendientes a delimitar el campo de acción del mismo, mientras que en el
último, puede tener una mayor seguridad en su competencia al momento de adoptar el
conocimiento de determinado caso.
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115
8. FUERO PENAL MILITAR: GARANTÍA O PRIVILEGIO?
Creemos que en Colombia es necesario conservar la figura del fuero militar tal como
está concebida actualmente, puesto que nuestra situación interna requiere un amplio
despliegue de la Fuerza Pública y por ende un amplio uso de la fuerza en aras a
defender los intereses del Estado para cumplir con los fines del mismo.
-
116
Por ello es importante el examen profundo del elemento objetivo, tal como lo vimos en
el capítulo 4.3.2, puesto que éste es básico en la comprensión del fuero, siendo
necesario que el delito cometido esté relacionado con el mismo servicio, entendido por
éste el vínculo entre el actuar conforme a la actividad constitucionalmente asignada y el
delito cometido en cumplimento de la misión.
Es así como, en el artículo segundo del Código Penal Militar encontramos los delitos
relacionados con el servicio, así: “aquellos cometidos por los miembros de la Fuerza
Pública derivados del ejercicio de la función militar o policial que les es propia” (el
subrayado es nuestro). A nuestro modo de ver, éste artículo hace lo propio al aclarar de
la mejor forma los problemas interpretativos que se presentaban en el pasado con
respecto a los delitos que debían cobijarse por el fuero y lo hace de una manera sutil e
inteligente, sin dejar un amplio campo de interpretación y sin limitar al máximo la
misma.
De esta manera el operador judicial cuenta con la herramienta necesaria para determinar
el fuero, con la cual, desde nuestro punto de vista, se limita el margen de error en su
interpretación, siendo aplicable el fuero a los hechos que se enmarcan dentro de tales
supuestos, constituidos por las omisiones y las acciones que los miembros de la Fuerza
Pública llevan a cabo en el cumplimiento de su servicio con el fin de cumplir la misión
que constitucionalmente se les ha asignado, siendo claro que en caso de que los hechos
no se enmarquen dentro de tales supuestos, la competente es la justicia ordinaria.
-
117
En los casos en los cuales los miembros de la Fuerza Pública cometan delitos que no
tienen relación alguna con la misión asignada, es decir, que no son derivados del
ejercicio de la función militar o policial que les es propia; no hay lugar a la aplicación
del fuero militar y la jurisdicción correspondiente será la ordinaria, siendo éstos
responsables de los hechos punibles cometidos a la par de los particulares, porque el
fuero no es, ni debe ser un simple privilegio establecido para tales miembros. Es el caso
del aprovechamiento de la misión con motivo de incurrir en actos delictivos que nada
tienen que ver con la función que les es propia, por ello es preciso diferenciar el hecho
de estar en servicio activo y en misión asignada, al hecho de aprovechar tales factores
para el actuar delictivo.
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118
juzgamiento se apartaba de los fines del fuero mismo, dejando de lado la naturaleza de
tal garantía que es y debe ser exclusivamente para los miembros de la fuerza pública en
servicio activo, aunque en el pasado tal como lo vimos en la evolución del fuero
(Capítulo 4.2), se le había asignado ocasionalmente competencia a la jurisdicción penal
militar para conocer de delitos cometidos por civiles, ya fuera por la naturaleza misma
del delito, o porque éstos trabajaban para las Fuerzas Militares, pero la Constitución
Política actual solucionó cualquier controversia, al establecer en su artículo 221
modificado por el Acto Legislativo 02 de 1995 que el fuero penal militar cobija los
“delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo y en
relación con el servicio” (el subrayado es nuestro).
Nuestra posición con respecto al fuero penal militar es clara al afirmar que su existencia
es esencial en nuestro ordenamiento y que su actual estructura está muy bien lograda, de
manera que se constituye en una garantía, no de los miembros de la fuerza pública, ni de
sus actuaciones, sino de la justicia misma; porque con la evolución y las reformas que
se le han llevado a cabo, se configura como una excepción que lejos de constituir un
privilegio para los miembros de la Fuerza Pública, es una garantía al hacer justicia en el
caso particular de quienes en defensa de los derechos de los particulares y en
cumplimiento de los fines del Estado no están excluidos de la posibilidad de cometer
hechos punibles por los cuales han de responde en la justa medida.
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119
En primer lugar, encontramos el principio general de independencia y autonomía del
juzgador, establecido en el artículo 215 del Código, por virtud del cual se separan las
funciones de comando de las de investigación y juzgamiento, de tal suerte que las
facultades de investigación, acusación y juzgamiento son llevadas a cabo por fiscales y
jueces militares que no ejercen mando militar, cumpliendo con el objetivo de que la
justicia penal militar sea independiente e imparcial con respecto a las funciones de
comando, de manera que los comandantes ya no son jueces, función que ahora cumplen
los jueces penales militares, quienes se encuentran adscritos a una estructura distinta a la
militar operativa.
Por otra parte, se incorporó el sistema acusatorio mediante el establecimiento de
Fiscales Penales Militares, figura que ha dado lugar a la independencia de las funciones
de investigación y acusación con respecto a las de juzgamiento, puesto que
anteriormente tales funciones estaban en cabeza del Juez de Primera Instancia.
Actualmente el fiscal es quien se encarga de determinar los cargos y según el artículo
192 del Código Penal Militar, se le otorga la calidad de sujeto procesal a partir de la
ejecutoria de la resolución de acusación, quedando facultado para actuar en igualdad de
condiciones con el procesado, dando lugar a que su actividad se debata ante el Juez de
Primera Instancia.
Tal como se establece en la justicia ordinaria, la justicia penal militar cuenta con la
participación del Ministerio Público en todas sus etapas, con funciones propias
establecidas en el artículo 290 del Código Penal Militar, entre las cuales se encuentran
garantizar el respeto de los Derechos Humanos en todas las actuaciones y velar por el
cumplimiento de las garantías del debido proceso; tales funciones son ejercidas por el
Procurador General de la Nación y sus delegados para las Fuerzas Militares, la Policía
Nacional y el Ministerio Público; de igual forma, hay lugar a la asignación de
Procuradores Judiciales Penales ante la Justicia Penal Militar.
-
120
Vemos así, que la justicia penal militar se encuentra a la altura de la justicia ordinaria,
orientada a buscar la verdad en aras a hacer justicia, para lo cual cuenta con figuras
esenciales que garantizan un juzgamiento transparente, imparcial y justo, fruto de un
proceso organizado y bien logrado hasta el último detalle, a diferencia de lo que muchas
personas podrían creer, cumpliendo cabalmente con su objetivo, constituyéndose en
garantía para los miembros de la Fuerza Pública y para los particulares, pues se
encuentran en igualdad de condiciones al ser juzgados en cada caso por una jurisdicción
objetiva e imparcial.
Ahora bien, en cuanto a dar luces sobre lo que en un futuro cercano será la figura del
fuero penal militar, nos atrevemos a afirmar que se encuentra orientada a limitarse, no
hasta el punto de desaparecer, pero su limitación será certera, a nuestro modo de ver,
por tres factores: 1. Por la tendencia mundial que ya hemos mencionado, en el sentido
que la internacionalización del derecho propende por la limitación del fuero, en aras a
la protección y el cumplimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional
Humanitario, 2. Por la situación interna de país, puesto que confiamos en que se haya
reducido el conflicto interno, de tal suerte que el despliegue de la Fuerza Pública no
deba ser tan amplio como lo es en la actualidad, y 3. Porque aún hay muchos que
apoyados en el principio a la igualdad propenden por su eliminación, basados en la
errónea afirmación de que el fuero es un simple privilegio para determinadas personas.
Sin embargo, no somos de la idea de que a corto plazo el fuero penal militar
desaparezca de forma absoluta de nuestro ordenamiento, sino que debe mantenerse, toda
vez que debido a nuestra situación de conflicto interno es menester conservar esta
garantía para los miembros de la Fuerza Pública, la cual, en palabras de la Corte
-
121
Constitucional145 ocupa un lugar primordial, puesto que parte esencial del respeto por
los derechos constitucionales tiene cimiento en la obligación estatal de proteger a los
titulares de los mismos contra posibles violaciones por parte de los particulares; lo que
implica enfrentar a los agresores de los mismos, siendo obligatorio el uso de la fuerza
frente a quienes se oponen al respeto de los derechos de las personas y al cumplimiento
del mandato normativo, sin dejar de lado que al hacer uso de la misma no se descarta la
posibilidad de cometer hechos punibles en función del servicio, lo cual justifica la
existencia de la justicia penal militar.
145
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia SU-1184 del 13 de noviembre de 2001. Magistrado
ponente: Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT.
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122
CONCLUSIONES
• El Derecho Penal Militar es una rama especial del derecho que ha estado en
continua evolución, la cual tiene como fuentes a la Constitución, la ley y la
jurisprudencia; su finalidad es proteger determinados bienes jurídicos relativos a la
Fuerza Pública y a sus miembros, con el fin de prevenir la comisión de punibles en el
cumplimiento de las funciones que ejercen, fijando así límites a su actividad de
conformidad con las normas previamente establecidas, permitiendo el control racional y
eficaz del uso de la fuerza, con lo cual se asegura la existencia del derecho y la
legitimidad de su misión.
• En el mismo sentido, es claro que la especialidad del derecho penal militar está
reflejada en nuestra Constitución Política, la cual determina su contenido, siendo a su
vez la Corte Constitucional quien ha fijado su alcance.
Ahora bien, en cuanto a la razón de ser del fuero penal militar, tenemos que no es otra
que servir a la Fuerza Pública como instrumento para prevenir y encausar la conducta
de sus miembros; justificándose así, su carácter excepcional que se ubica y configura en
la estructura constitucional, formando parte de la organización de la administración de
justicia en nuestro Estado Social de Derecho.
La justificación de la existencia del Fuero Penal Militar está integrada por un conjunto
de requisitos para su aplicación, por ende, es necesario que cada uno de dichos
elementos estén presentes, con el fin de que el fuero se constituya en un derecho y una
-
123
garantía para los miembros activos de la Fuerza Pública, cuando realizan actividades
relacionadas con el mismo servicio, conductas que por su misma naturaleza no son
equiparables a las de los particulares.
Es claro que por las características de la actividad que prestan los miembros de la
Fuerza Pública, debe existir y existe una excepción constitucional a la regla del juez
natural y es la establecida en el artículo 221 de nuestra Constitución Política, siendo
aplicable única y exclusivamente para los casos que le fijan la Constitución y la ley a la
Jurisdicción Penal Militar.
• En nuestro país el Fuero Penal Militar, pese a las reformas constitucionales que ha
tenido con la Constitución de 1991 y con el Acto Legislativo 002 de 1995, en la
actualidad conserva la misma estructura del artículo 170 de la Constitución Política de
1886; manteniéndose de esta forma la facultad de los miembros de la Fuerza Pública en
servicio activo, de juzgar a sus pares en la aplicación del Fuero Militar.
De tal suerte que el legislador se ciñó a los parámetros trazados por la Corte
Constitucional, prueba y fe de ello es la ley 522 de 1999, actual Código Penal Militar, el
cual desarrolla el precepto constitucional del artículo 221, manteniéndose una armonía
en las sentencias que ha dictado la Corte en los últimos años, especialmente con la C-
358 de 1997, donde se desarrollan los principios básicos del Fuero Militar.
-
124
examen al juzgamiento de los civiles al servicio de las Fuerzas Militares, aspecto en el
cual la Corte tomó varias posturas con el transcurso del tiempo. Vemos así como en
1945, al establecer que delito militar era todo hecho que violara los preceptos
normativos de la Justicia Penal Militar que cometiesen los militares en actividad, o los
civiles al servicio de las Fuerzas Militares, con ocasión del servicio o por causas
inherentes al mismo y en lugar donde se hallaren o actuaren Fuerzas Militares, se
otorgaba la facultad de juzgar a la jurisdicción militar.
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125
siendo éste tal vez, el Tribunal que por su función le ha dado más trascendencia al
alcance del mismo.
En cuanto a los delitos que conoce la jurisdicción militar en América Latina, en algunos
países se limita a los delitos estrictamente militares y sólo en países como Colombia,
Perú y Bolivia el Fuero Militar se aplica a todos los delitos relacionados con el servicio,
sean éstos militares o comunes.
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126
• Después de analizar los aspectos internos y externos del fuero penal militar,
podemos concluir que dicho fuero día a día tiende a restringirse, hay quienes afirman o
señalan que prácticamente no existe, pero lo cierto es que pese a sus restricciones, aún
se mantiene, puesto que mientras exista sobre nuestros miembros de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional el deber jurídico de velar por la protección de los
derechos de los habitantes, por la soberanía, la independencia, la integridad del territorio
nacional y del orden constitucional, para lo cual deben actuar haciendo uso del
monopolio de la fuerza; siempre habrá la posibilidad de que en el cumplimiento de esta
obligación se incurra en una conducta punible, la cual, debido a la especialidad misma
de la misión constitucional en cabeza de éstos, debe ser de competencia de quien conoce
de lleno las condiciones que se presentan en el día a día de su misión, la naturaleza de la
misma, la organización militar, su jerarquía, la disciplina, el concepto claro de la orden
militar, el alcance de las operaciones, los reglamentos militares y de las limitaciones
logísticas, para eventos de las conductas punibles omisivas.
• No hay razón alguna para decir que la justicia penal militar es poco objetiva, mucho
menos que sus fallos son parcializados, tal como algunos sectores lo han afirmado,
“basados” en que el funcionario de las Fuerzas Militares se debe a una permanente
relación jerárquica, propia de las estructuras orgánicas de esa naturaleza, y que debe
cumplir como militar con la orden del superior, por tanto, con la investidura que
confiere el servicio activo puede verse reducida su autonomía, la independencia y así
mismo la facultad de juzgar objetivamente, lo cual a todas luces no se ajusta a la
realidad, puesto que ¿quién mejor que sus pares para juzgarlo?. De ser así, tal
afirmación, sería tanto como aceptar que los jueces laboralistas juzguen casos penales,
para los cuales no están preparados.
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127
paulatino de la fuerza pública, incrementando su accionar en la lucha contra los
enemigos de la democracia.
• Con lo anterior no se pretende afirmar que todos los delitos en que incurran los
miembros de la Fuerza Pública deben ser juzgados por la jurisdicción penal militar. No,
lo que se plantea es que el fuero se respete en su integridad, de tal suerte que haya una
armonía entre las jurisdicciones, que permita establecer fácilmente y de manera diáfana
a quien corresponde conocer en cada caso en particular.
• Se pregunta entonces si sería prudente hacer una reforma constitucional, tal como la
que se introdujo con el Acto Legislativo 002 de 1995, en aras a reestablecer el Fuero
Militar?, con la cual se dilucidaron todas las dudas respecto a quienes y a cómo se
debían integrar los Tribunales Militares y las Cortes Marciales, lo cual fue producto del
querer del constituyente derivado, como representante del pueblo, consciente de que los
propios militares, conocedores de la vida castrense, juzguen a sus compañeros de armas.
El propósito de este trabajo tiene un fin último, despertar del letargo a quienes viven de
espaldas a una realidad Nacional, a un conflicto que afecta nuestro suelo patrio, pero por
sobretodo, a mantener viva esa idea que es el soporte de la democracia, del Estado
Social de Derecho, que está en sus instituciones y que una de ellas es la Fuerza Pública
a la cual la Carta Política le fija una misión específica, tanto a las Fuerzas Militares
como a la Policía Nacional, a las cuales, para cumplir con su misión dentro de ese
marco constitucional, les ha fijado un Fuero para el juzgamiento de sus integrantes por
los delitos relacionados con el servicio que cumplen.
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128
plena credibilidad en la justicia castrense y en especial en los funcionarios que la
administran.
La concepción del término “ relación con el servicio” es, en el sentido que le otorga la
Constitución, un concepto claro y a su vez amplio de la misión que cumple la Fuerza
Pública, pretender limitarlo a los delitos estrictamente militares, sería desconocer su
ámbito y la naturaleza de los servidores públicos que fungen como militares y
policiales.
No es viable pensar que la justicia penal militar es sinónimo de impunidad, así como
tampoco se puede lucubrar que ésta puede desconocer el alcance de las normas
internacionales en materia de DDHH y DIH, pero mucho menos se puede derivar de la
interpretación del artículo 221 la inseguridad jurídica de quienes hacen parte de la
Fuerza Pública.
Finalmente, no debe desconocerse el aporte de las Altas Cortes en materia del Fuero
Militar, hoy más que nunca se hace necesario mantener el sentido y propósito que quiso
el constituyente primario al plasmar el artículo 221 de la Carta Política.
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129
BIBLIOGRAFÍA.
--------. El fuero penal militar para la Policía Nacional. Bogotá, Colombia: Imprenta
del Fondo Rotatorio de la Policía Nacional, 1968.
CÓDIGO PENAL MILITAR Bogotá, Colombia: ediciones doctrina y ley ltda.. (Ley
522 de 1999) 1999.
-
130
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, Providencia de abril 3 de 1997.
Magistrado Ponente: Dr. ENRIQUE CAMILO NOGUERA AARÓN. Radicación N°.
11144ª 266.
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131
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
http://www.cajpe.org.pe/RIJ/bases/legisla/venezuel/consven.HTM#77.
-
132
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-444 de octubre 4 de 1995. Magistrado
Ponente. Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ.
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CIFUENTES MUÑOZ.
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