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Universidad de Oriente

Núcleo de Monagas

Escuela de Ciencias Sociales y Administrativas

COMERCIO INTERNACIONAL
EN VENEZUELA

Profesor: Integrantes:

Lorena Mayorga. Pérez, Lizmar.

C.I. 26.533.074

Maturín, abril del 2018.


El comercio es una de las actividades de mayor importancia en la economía venezolana,
debido a que permite la distribución interna y externa de todos los bienes y servicios
producidos en los sectores primario y secundario. Una de las múltiples cosas que llama
la atención de nuestro país es que las exportaciones petroleras representan más del 90%
de su comercio, y además su disminución ha sido notable en los últimos 3 años, esto
debido a que el mercado petrolero ha mostrado una competencia, afectando de manera
importante al precio del crudo y por ende el flujo de entrada de divisas también se ha
visto fuertemente afectado.

En el 2013 las exportaciones petroleras de Venezuela eran 87.9 millardos de dólares, en


lo que se refiere a la última información estadística, es decir el año 2016 estas se
ubicaron en 29.2 millardos de dólares, la tasa de variación porcentual interanual entre
2014-2013 mostrando un decrecimiento del 19.86%, en el caso del resultado de la tasa
de variación del 2016-2015 a través de ella se evidenció una disminución del 23.52% y
en lo que respecta al periodo 2013-2016 se evidenció un decrecimiento del 66.7%.

En lo que respecta a las importaciones como es obvio su comportamiento es el mismo


que el de las exportaciones, es decir durante el periodo 2014 al 2017 estas han
disminuido en más de 30 millardos de dólares, esto implica que en esta etapa existió una
disminución del 62.6% de las mismas, de tal manera que en Venezuela actualmente
existe una escasez relativa de bienes de capital, insumos, alimentos de primera
necesidad y medicinas.Por consiguiente, todo este decrecimiento del comercio exterior
ha provocado que el nivel de consumo de la población y la inversión del sector privado
haya disminuido, donde el gobierno se ha visto en la necesidad de endeudarse y emitir
gastos, que al final del día ha afectado a los resultados fiscales de la nación, implicando
desconfianza en los mercados nacionales e internacionales, y por consiguiente
empeorando la crisis económica y política de Venezuela.

La canasta exportadora venezolana consta casi, exclusivamente, de petróleo, pues, a


falta de insumos, la producción nacional colapsó. Su principal socio comercial es
Estados Unidos.
El arancel promedio para la agricultura es del 11,9 por ciento, y para la industria, 13 por
ciento. Pero los dos mayores obstáculos al comercio son la exigencia de licencias de
importación y el monopolio de la moneda extranjera ostentado por el gobierno. No
obstante, las importaciones de las empresas del Estado no necesitan licencias ni tienen
que pagar aranceles.

El valor de todas las variables del sector externo está en caída libre. En el 2016, las
importaciones cerraron en 18 billones de dólares, habiendo alcanzado un pico de 59,1
billones de dólares en el 2012; las exportaciones de petróleo cayeron a su peor nivel,
con una producción de apenas 1,2 de millones de barriles diarios frente a un pico de 3
millones; las reservas internacionales cayeron a 10,4 billones de dólares (Colombia
tiene 47 billones de dólares), el 71 por ciento de las cuales están representadas en oro.
Las ventas de Colombia a Venezuela, que alcanzaron un pico de 6,1 billones de dólares,
cayeron a 614 millones.

La política comercial de Venezuela deja varias lecciones:

1. El comercio exterior no explica el nivel general de empleo de un país: la tasa de


desempleo en Venezuela es del 21 por ciento, mientras que su balanza comercial,
históricamente, ha sido positiva (Estados Unidos tiene el mayor déficit comercial del
mundo, pero su economía, según el Federal Reserve, tiene casi pleno empleo).

2. El comportamiento de las importaciones es un indicador de la vitalidad de una


economía; la caída de las importaciones es síntoma de una economía anémica.

3. La protección comercial no es la mejor política industrial, pues encarece los insumos


y afecta negativamente la competitividad.

4. Para exportar hay que importar: Venezuela solo exporta un producto, al que no le
agrega valor.

La caída del precio internacional del petróleo ha agudizado los desbalances


macroeconómicos. La cuenta corriente registró un importante déficit en 2016, después
de un ligero superávit en 2015, con una fuerte caída en el superávit del comercio debido
a que el precio del petróleo venezolano se desplomó en un 50 por ciento, en
consonancia con los precios internacionales del crudo y pese a una marcada compresión
de las importaciones.

La inflación ha continuado acelerándose a lo largo del año, llegando a 741 por ciento en
febrero de 2017, mientras que la moneda ha continuado depreciándose fuertemente en el
mercado negro. Desde febrero de 2015, las reservas internacionales se han reducido a
más de la mitad, a US $ 10.300mn a principios de marzo, con reservas de oro estimadas
en US $ 7.400mn, dejando una pequeña porción de divisas líquidas.

Venezuela requiere restablecer la confianza del sector privado, mejorando el clima para
las inversiones con miras a fortalecer sus perspectivas de crecimiento a largo plazo y
diversificar sus exportaciones, a fin de reducir su extremada vulnerabilidad a las
fluctuaciones de los precios del petróleo.

La pregunta que en general debemos hacernos es ¿Por qué una economía con tan
grandes recursos está pasando por esta problemática?, en términos concretos la
respuesta no se entiende tan solo hablando del presente, en realidad la primera razón de
la actual crisis económica; es por las decisiones políticas que sentenciaron a nuestro país
a ser mono-productor, los actores que dirigían a Venezuela desde el comienzo del siglo
XX centraron su atención en hacer que el capital extranjero desarrollará a la industria
petrolera y obviaron todas las demás actividades en las que dicho país también tenía
ventajas económicas, es así como por más de 100 años este pequeño pero potente país
se encaminó hacia una de sus peores etapas.
La segunda razón tiene que ver mucho con las decisiones de política económica del
pasado y de la actual administración, se hace referencia a la imposibilidad de encontrar
las herramientas o estrategias adecuadas, tales como el conjunto de controles
económicos que han provocado el retroceso y divergencia de las variables económicas
de Venezuela.

Cuando se hace mención acerca de los controles, se hace referencia a las restricciones
en el mercado cambiario, así como también a las políticas de seguimientos,
fiscalizaciones y regulación hacia los sectores productivos en lo que se refiere a
inventarios, precios y ganancias, que han provocado que exista grandes fugas de
capitales, donde una gran proporción de ellas han sido a través de mecanismos
delictivos que han afectado gravemente a la nación; han creado mercados paralelos y
además han espantado a cualquier inversionista productivo serio, haciendo que el país
tenga problemas en el crecimiento de la producción, financiamiento, ahorro y empleo
productivo, donde el comercio internacional se encuentra en una situación paradójica
debido a la falta de incentivos para el auto-descubrimiento de actividades económicas
que develen nuevos sectores que desarrollen ventajas en el comercio exterior y que
logren minimizar los riesgos a las crisis económicas.

Por último, es relevante mencionar que Venezuela puede seguir transitando bajo este
escenario hasta que la conflictividad política disminuya y los actores políticos que
representan a los diferentes grupos de la sociedad establezcan un orden institucional que
cree una verdadera regla de juegos, las cuales sean discutidas, consensuadas por toda la
sociedad.

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