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corta (tomando en cuenta la altura a la que se encuentra la plataforma) ni provocativa. Por favor, repase la
w02 01/08 Pág. 18 párrafo. 14; w02 01/02 página 6; be, Lección 15 página 131 “Buena apariencia”. Por ello,
esperamos reunirnos con usted anticipadamente y explicarle lo que se espera de su arreglo personal y conducta
durante el programa.
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Pablo indicó además que hemos de vestir “con modestia y buen juicio”, lo que
significa que nuestra apariencia no debe ser llamativa, extravagante, provocativa,
reveladora o condicionada a la última moda. Por otra parte, el atuendo que
llevamos tiene que reflejar que „reverenciamos a Dios‟. ¿No es cierto que esto
nos da en qué pensar? No se trata de vestir apropiadamente en las reuniones de
la congregación y entonces echar a un lado toda moderación en otras ocasiones.
Nuestro aspecto debe evidenciar una actitud reverente y honorable en todo
momento, pues somos cristianos y ministros las veinticuatro horas del día.
Es obvio que nuestra vestimenta escolar o de trabajo será la adecuada para el
tipo de tareas que realicemos. Aun así, hemos de vestir con modestia y dignidad.
Si lo que llevamos puesto es siempre un fiel reflejo de nuestra creencia en Dios,
nunca nos sentiremos obligados a retraernos de dar testimonio informal porque
nos avergüence la imagen que damos (1 Pedro 3:15).
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Pablo indicó además que hemos de vestir “con modestia y buen juicio”, lo que
significa que nuestra apariencia no debe ser llamativa, extravagante, provocativa,
reveladora o condicionada a la última moda. Por otra parte, el atuendo que
llevamos tiene que reflejar que „reverenciamos a Dios‟. ¿No es cierto que esto
nos da en qué pensar? No se trata de vestir apropiadamente en las reuniones de
la congregación y entonces echar a un lado toda moderación en otras ocasiones.
Nuestro aspecto debe evidenciar una actitud reverente y honorable en todo
momento, pues somos cristianos y ministros las veinticuatro horas del día.
Es obvio que nuestra vestimenta escolar o de trabajo será la adecuada para el
tipo de tareas que realicemos. Aun así, hemos de vestir con modestia y dignidad.
Si lo que llevamos puesto es siempre un fiel reflejo de nuestra creencia en Dios,
nunca nos sentiremos obligados a retraernos de dar testimonio informal porque
nos avergüence la imagen que damos (1 Pedro 3:15).