Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento el significado
primitivo de las palabras: santo y santidad es separación o apartamiento para vivir para Dios y para servirle a Él, Levítico 20:7, Romanos 1:7. Igualmente santificar es hacer santo Apocalipsis 22:11. Por lo tanto la santidad también se entiende como una vida de perfección moral 1 Pedro 1:15-16. La santidad es algo indispensable para el que acepta a Cristo como su Salvador, pues escrito está: "Sin santidad na die verá al Señor” Hebreos 12:14. La verdadera santidad caracteriza los actos externos, pero más todavía el móvil o la intención del corazón. 1. La santificación es posicional y comienza desde que el hombre cree en Cristo Jesús y es regenerado por el Espíritu Santo porque al nacer de nuevo el Espíritu sella a la persona y la pone aparte para Dios 1 Tesalonicenses 2:13, 1 Pedro 1:2, Efesios 1:13, 1 Corintios 1:2, Filipenses 1:1. 2. La santificación es práctica y progresiva porque el creyente debe seguir la santidad Hebreos 12:14, 1 Tesalonicenses 4:3, 11 Corintios. 7:1. 3. Santificador es el Espíritu Santo que actúa en nosotros los creyentes, conduciéndonos a una vida de perfección en Cristo, 1 Corintios 6:11, 1 Tesalonicenses 5:23, 1 Pedro 1:2. Así es que el creyente no debe permanecer estancado en la vida cristiana, sino seguir siempre hacia adelante y hacia arriba, luchando por alcanzar la perfección moral de día en día, no contristando ni apagando al Espíritu, sino agradando en todo a Dios Efesios 4:30, 1 Tesalonicenses 5:18, En esa forma el Espíritu irá quitando toda imperfección de la vida hasta que ella brille con la gracia de Dios al ir siendo conformada a la imagen de Cristo. 4. Por lo tanto, el creyente debe despojarse del viejo hombre con sus hechos y buscar el perfeccionamiento del carácter de manera que en su hogar no haya pleitos sino por el contrario, la más perfecta armonía posible ya que dice la Biblia "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, etc." Efesios 4:22-24, 31-32. 5. Además, debe el creyente crucificar la carne con sus pasiones y deseos para lograr el progreso en la santificación Romanos 6:1-2-,6, Gálatas 5:24. 6. La santificación se debe comprender paralelamente con el fruto del Espíritu de que se habla en Gálatas 5:22-23 y que debe entenderse como lo que el Espíritu produce en el creyente, es decir, aquellas excelencias morales o cualidades distintivas que constituyen el carácter cristiano. El amor es prominente porque hace el bien al prójimo. El creyente no debe sembrar el sufrimiento, no debe convertirse en victimario de los demás, y si alguna vez se ve precisado a razonar con el prójimo señalando alguna injusticia, para que el hermano no viva equivocadamente, lo hace siempre en amor. Decía el hermano Josué Mejía que en Suecia los cristianos tienen el siguiente lema "Que nadie sufra por mi causa". Por otra parte, el creyente, que debe progresar en la santificación no da mal testimonio en la comunidad peleando con el prójimo o en cualquier otra forma, sino que evitará poner algún tropiezo a las personas que pudiera apartarlas del camino de Dios y al contrario procurará con sus palabras y hechos guiar a las personas hacia Cristo Jesús. 7. La santidad ha de manifestarse en la vida matrimonial y familiar, por parte del varón cristiano, en el amor y buen trato que debe dar a su esposa siendo moderado y correcto en todos los actos de su vida Efesios 5:28-29, 1 Tesalonicenses 4:3-5. Además, debe amar y cuidar a sus hijos (Esto será considerado más adelante). La mujer cristiana por su parte debe ser prudente en la vida matrimonial y familiar, siendo buena, sujeta a su marido, amándole como también a sus hijos Efesios 5:22, Tito 2:4-5. Los hijos cristianos deben obedecer y honrar a sus padres en todo, ya que esto es justo y para que los no creyentes puedan ver la armonía tan atractiva de la vida cristiana. Efesios 6:1-3. 8. En el aspecto externo de la santificación y como reflejo de la vida espiritual interna, dice la Biblia que la mujer cristiana debe distinguirse por su prudencia y su buen gusto y honestidad en el vestir, evitando el uso de los pantalones y minifaldas por respeto a Dios, tanto en el templo como en la casa y en cualquier lugar Deuteronomio 22:5, 1 Timoteo 2:9- 10. Por su parte el varón cristiano también debe ser aseado, pulcro y de buen gusto en el vestir evitando las extravagancias modernas y el cabello largo y abultado al estilo hippie, Romanos 12:2, 1 Corintios 11:14. 9. Ya hemos visto como el Espíritu Santo actúa en el cristiano para santificarlo, pero él por su parte debe aprovechar los medios de gracia que Dios pone a su alcance para el progreso de la vida divina. a) Debe orar sin cesar para que la vida de Dios fluya en él Efesios 6:18, Colosenses 4:2. 1 Tesalonicenses 5:17. b) Debe leer diariamente la Biblia con devoción tanto en privado como juntamente con todos los miembros de la familia, y debe obedecer lo que lee, para cultivar de esta manera la vida espiritual y buscar el progreso constante de la santificación Juan 5:39; Santiago 1:22. "Y el Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo".